PRESENTACIÓN ANTE COMISIÓN DE LIBERTAD DE EXPRESIÓN CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACIÓN PROYECTOS DE LEY PARA LA REGULACIÓN DE LA PUBLICIDAD OFICIAL Sr. Presidente Sras. Diputadas, Sres. Diputados Agradecemos la invitación para dar la opinión de FARCO ante esta Comisión. El Foro Argentino de Radios Comunitarias, FARCO es la Asociación que reúne a emisoras de propiedad de organizaciones sociales o entidades sin fines de lucro.[1] Entendemos la Comunicación como un derecho humano. Pensamos que la información y la Comunicación no pueden ser consideradas sólo como una actividad comercial. Nos permitimos, en primer lugar, dar un marco sobre nuestras ideas y preocupaciones en relación a la Libertad de Expresión. Nos preocupa enormemente que los sectores empobrecidos de nuestro país no puedan ejercer su derecho a la Libre Expresión. Esta afirmación puede parecer dura y atrevida. Sin embargo no es nuestra. Lo afirma la Relatoría de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su Informe anual 2002.[2] Dice el Informe en su Capítulo IV: que “[…] se pudo determinar el escaso grado de participación que tienen los sectores pobres del mundo y en particular los de América Latina. A los pobres se les ha negado históricamente acceder a información e influenciar en decisiones que afectan profundamente sus vidas cotidianas, y por lo tanto se encuentran desposeídos de su derecho de participación activa en el quehacer nacional.” “[…] La falta de participación equitativa impide el desarrollo amplio de sociedades democráticas y pluralistas, exacerbando la intolerancia y la discriminación. La inclusión de todos los sectores de la sociedad en los procesos de comunicación, decisión y desarrollo es fundamental para que sus necesidades, opiniones e intereses sean contemplados en el diseño de políticas y en la toma de decisiones.” No podemos quedar tranquilos frente a estas afirmaciones que no hacen más que confirmar lo que vemos diariamente. Pedimos a esta Comisión de Libertad de Expresión analice con detenimiento el Cap. IV del Informe de la Relataría de Libertad de Expresión de la CIDH-OEA. Nos preocupa la creciente y excesiva concentración en la propiedad de los medios, que amenaza la pluralidad y diversidad, que unifica el discurso público y es funcional a las necesidades de grandes grupos económicos con intereses en diversas áreas de la economía. Resulta muy claro advertir que el mercado no pauta solo por los niveles de audiencia o tiradas, sino que lo hace muchas veces en función de la orientación de los medios. A su vez este mecanismo permite a los anunciantes tener espacios de difusión de sus intereses en los medios. Creemos que el Estado debe asumir un rol activo para garantizar la diversidad y pluralidad, el Derecho a la información y la Libertad de Expresión, poniendo límites a los monopolios y oligopolios que hoy controlan la información en nuestro país. Entendemos que un instrumento indispensable es una nueva Ley de Radiodifusión que reemplace a la Ley vigente de la época de la dictadura. En ese sentido hemos aportado, en conjunto con otras organizaciones con las que formamos la “Coalición por una radiodifusión Democrática”, las bases para una nueva Ley de radiodifusión.[3] En relación a la “Publicidad oficial” entendemos necesario dimensionar los valores de publicidad del Estado Nacional en relación a la “torta” publicitaria total. Mientras el Estado invierte entre 150 a 200 millones de pesos al año (tomado datos estimados del último año de todos los organismos y empresas dependientes del Estado Nacional)[4], la inversión publicitaria total en el país (sector privado) es de caso 5 mil millones en el año 2006[5] . Es evidente que los medios comerciales[6] “dependen” del “mercado” para su subsistencia, lo que hace que la información sea en la mayoría de los casos una mercancía.[7] Lo enorme desproporción entre la inversión estatal y la inversión privada y su influencia en los medios no implica dejar de considerar la importancia del tema de la información y publicidad del Estado. Vamos ahora específicamente al tema y los proyectos en debate. Hemos analizado y debatido los cuatro proyectos en trámite en esta Comisión sobre “Publicidad oficial”. Señalamos al respecto los siguientes puntos: 1. Coincidimos en que es conveniente la regulación de la publicidad oficial. Creemos que la asignación de publicidad debe ser transparente y equitativa[8]. Sin embargo no creemos posible establecer por Ley criterios de absoluta objetividad. 2. Entendemos por “publicidad oficial” a toda comunicación, información, anuncio o campaña comunicacional que realice cualquier organismo o empresa del Estado nacional[9] en forma paga en cualquier tipo de medios de comunicación. 3. Coincidimos con los proyectos que señalan como objetivo de la “publicidad oficial” el garantizar el principio republicano de publicidad de los actos de gobierno y el derecho a la información pública. A nuestro entender los anuncios de los organismos públicos deben también: a) promover el ejercicio de derechos y obligaciones ciudadanas b) promover la participación ciudadana, los Derechos Humanos, la diversidad de culturas locales y regionales, la cultura nacional, los valores democráticos. Nos preguntamos también si la publicidad oficial no debería funcionar como moderador de los desequilibrios del mercado en cuanto al desenvolvimiento de los pequeños y medianos medios de comunicación, que son garantía de pluralidad y diversidad en la información, además de sostenedores de los contenidos locales. Si no se hace por este medio, qué otros recursos tiene el Estado para cumplir este objetivo? 4. Por lo anterior señalamos que la distribución de publicidad oficial no puede regirse por criterios de mercado. No se trata de vender un producto o servicio a clientes o consumidores. 5. De igual forma entendemos que la “publicidad oficial” no debe promocionar directa o indirectamente la gestión de funcionarios, ni de ningún partido político. La publicidad oficial no puede ser en ningún caso propaganda de una gestión de gobierno. 6. Compartimos la idea de que: “La publicidad oficial será distribuida en forma transparente, justa y equitativa, entre los diferentes medios, garantizando la libertad de prensa, el derecho a la información y el pluralismo informativo”. 7. Para hacer posible la transparencia y el control ciudadano sobre las contrataciones de publicidad de organismos del Estado entendemos necesario que la Ley establezca la obligación de publicar en un sitio público en internet todos los contratos publicitarios, indicando medio, empresa titular del medio, tipo de anuncio (espacio, cantidad de menciones y tiempo de emisión según sea el caso) y monto de la contratación. 8. Estamos de acuerdo en que el órgano de aplicación de la Ley sea la Agencia Estatal TELAM S.E. y por tanto que toda la publicidad de los diversos organismos y empresas del Estado, se realice a través de la Agencia estatal TELAM.[10] 9. Compartimos también la idea de la creación de un Registro único y público de medios de comunicación, que reciban publicidad oficial o que aspiran a recibirla. Sólo podría ser rechazada la inscripción o eliminado del Registro el medio que falseara datos en su inscripción, incumpliera obligaciones fiscales o incumpliera legislación laboral en forma reiterada. 10. La publicidad oficial debe ser contratada por la Agencia TELAM directamente al titular de cada uno de los medios.[11] 11. Coincidimos en que la Ley debe establecer que la publicidad contratada por el Estado no podrá en ningún caso tener costo superior a lo que paga el sector privado por similar producto o servicio. 12. No creemos posible que se utilice el mecanismo de Licitación pública para la asignación de publicidad. Tampoco creemos que sea factible usar mediciones de audiencia en medios electrónicos o tirada en medios gráficos, por cuanto estas no se realizan en todo el país en forma confiable. Las mediciones que actualmente se realizan han sido seriamente cuestionadas. 13. A fin de promover y garantizar la pluralidad de medios de comunicación proponemos que la Ley establezca que un medio o los medios de un mismo grupo económico podrán recibir no más del 3 % del total de la publicidad oficial[12]. 14. En igual sentido y a fin de asegurar la distribución equitativa de publicidad en los medios de todo el territorio nacional proponemos que la Ley establezca cupos por Provincias y Ciudad de Buenos Aires siguiendo los mismos criterios con los que se asigna la coparticipación federal de impuestos.[13] 15. Con igual criterio proponemos que la ley establezca un cupo de no menos del 15 % de la publicidad oficial a ser adjudicada a medios comunitarios de organizaciones sociales.[14] 16. Compartimos la idea de crear un Consejo Federal asesor en materia de publicidad y de invitar a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a legislar en el mismo sentido. Agradecemos la consideración de nuestras propuestas y quedamos a disposición para ampliarlas, fundamentarlas más extensamente y debatirlas. Esperamos en breve volver a esta Comisión con el necesario y postergado debate sobre una nueva Ley de Radiodifusión. Muchas gracias. [1] FARCO. www.farco.org.ar [2] Relatoría de Libertad de Expresión. Informe anual 2002. Cap. IV: Libertad de Expresión y Pobreza. [3] Coalición por una radiodifusión democrática. Veintiún puntos básicos para una nueva Ley de radiodifusión. www.coalicion.org.ar [4] Tomando como base el Informe de Poder Ciudadano en base a datos de la Secretaría de Medios. http://www.infocivica.org.ar/files/Informe_Publicidad_Oficial_05.pdf [5] Informe Mercado publicitario argentino. http://www.ambanet.org/Congreso2007/Files/PaulaRebagliati.pdf [6] A diferencia de los medios públicos y los medios comunitarios de organizaciones de la Sociedad Civil. [7] El “mercado” publicitario busca captar consumidores y por tanto está dirigido a quienes tienen capacidad económica. Al mercado publicitario le interesa el sector que denomina ABC, que representa el 80% del consumo y sólo el 52% de la población. [8] Aunque como expresamos este no es a nuestro criterio el tema prioritario en materia de políticas públicas de comunicación y libertad de expresión. [9] Se podría señalar explícitamente los organismos del Estado incluidos en la presente norma: Poder Legislativo de la Nación. a) Poder Judicial de la Nación. b) Consejo de la Magistratura. c) Ministerio Público. d) Administración Nacional, conformada por la Administración Central y los Organismos Descentralizados, comprendiendo en estos últimos a las Instituciones de Seguridad Social. e) Empresas y Sociedades del Estado, concepto que abarca a las Empresas del Estado, las Sociedades del Estado, las Sociedades Anónimas con Participación Estatal Mayoritaria, las Sociedades de Economía Mixta y todas aquellas otras organizaciones empresariales donde el Estado nacional tenga participación mayoritaria en el capital o en la formación de las decisiones societarias. f) Entes Públicos excluidos expresamente de la Administración Nacional , concepto que abarca a cualquier organización estatal no empresarial, con autarquía financiera, personalidad jurídica y patrimonio propio, donde el Estado nacional tenga el control mayoritario del patrimonio o de la formación de las decisiones, incluyendo aquellas entidades públicas no estatales donde el Estado nacional tenga el control de las decisiones. g) Fondos Fiduciarios integrados total o mayoritariamente con bienes y/o fondos del Estado Nacional. [10] La Agencia TELAM creada en 1945 fue agencia de publicidad de todos los organismos del Estado nacional desde junio de 1968 hasta que en 1996, un decreto firmado por Carlos Menem y Domingo Cavallo habilitó la descentralización de la pauta publicitaria oficial quitándole la pauta de Turismo, Banco Nación y Loteria. [11] Esto nos parece indispensable para evitar la duplicación o multiplicación de facturación de un medio a través de distintas “productoras” o distintas agencias de publicidad. [12] Nuestra propuesta es que el limite sea 3 %, (aceptando que este porcentaje puede estudiarse y eventualmente ampliarse a no más del 5%, lo que implicaría aproximadamente 10 millones de pesos al año para un medio o grupo económico) teniendo en cuenta que existen más de 2500 medios ya registrados en TELAM. Es de señalar que según los informes disponibles un solo grupo económico esta recibiendo cerca del 30 % del total de la publicidad oficial, lo que consideramos inaceptable. Es de destacar que entre 2002 y 2007, el número de proveedores de publicidad en Telam pasó de menos de 500 a más de 2.500. [13] Si ese criterio no fuera aceptado por la Comisión entendemos que de alguna forma hay que establecer algún límite a la asignación de publicidad a medios de la Ciudad de Buenos Aires que hoy se quedan con buena parte de la pauta publicitaria oficial en detrimento de los medios locales y regionales. [14] Nos remitimos a la recomendación efectuada por la Relatoría de Libertad de Expresión de la CIDH en Cap. IV de su informe anual 2002.