ESCÁNDALO “LUXLEAKS”: UN AÑO YA TRANSCURRIDO… ¿Y AHORA QUE? El 5 de noviembre de 2014 estallaba el escándalo “Luxleaks”, revelando los “tax rulings” (consultas fiscales vinculantes) aprobados en la sombra de las antecámaras ministeriales entre las autoridades luxemburguesas y numerosas multinacionales, permitiendo a éstas últimas permitirse en la práctica elegir su tipo real de gravamen en el impuesto sobre sociedades. La opinión pública, a través de los 28 países de la UE, descubría los engranajes de estos “pequeños acuerdos entre amigos”, que permitían a los grandes grupos internacionales practicar un nomadismo fiscal, muy beneficioso para aligerar su factura impositiva y su aportación a los presupuestos de los Estados miembros, incluso hasta un punto cercano a la exención. Al problema que suponen estas dañinas prácticas de las multinacionales cabe añadir la falta de voluntad política de armonización en materia fiscal. La UFE ha denunciado desde hace muchos años la opacidad reinante en los acuerdos entre gobiernos y multinacionales, en un marco de concurrencia fiscal y social extremadamente pernicioso para todos los Estados miembros. Nos felicitamos de constatar que la Comisión TAXE, constituida en el seno del Parlamento Europeo y presidida por Mr. Lamassoure, y en la cual la UFE ha participado de forma activa en su sesión del día 16 de abril, haya llevado a los parlamentarios europeos a votar el pasado mes de julio el principio de “publicidad obligatoria” de ciertas informaciones referidas a la realidad de la localización de los medios de producción (empleados, en particular), volumen de negocio, resultados gravables, impuesto realmente pagado en cada país, etc… Hoy, un año después, hemos de constatar que muchas países de la UE dan marcha atrás sobre este objetivo de hacer públicas todas estas informaciones, contentándose con considerar que estos datos sean tratados a través de intercambios (¿automáticos o previa solicitud?) entre las Administraciones tributarias europeas. La UFE considera que el tratamiento de toda esta información, la que concierne a los “tax rulings” pero también el resto de información debe ser objeto de intercambio automático, con el fin de luchar de la forma más eficaz contra el fraude fiscal, pero necesita asimismo del refuerzo inmediato en efectivos y medios técnicos de todas las Administraciones europeas. Ello pasa por la paralización urgente de las medidas de austeridad presupuestaria que se materializan en supresión y reducción de empleos y medios disponibles en este campo. Así, el informe de la Comisión TAXE menciona expresamente “su preocupación por el hecho de que la crisis económica y presupuestaria en la mayor parte de los Estados miembros han reducido considerablemente el personal de las administraciones tributarias, afectando a su capacidad potencial para prevenir, detectar y luchar contras las prácticas de planificación fiscal agresiva que genera una importante erosión de las bases imponibles gravables”. Igualmente, el informa señala “el hecho de que los ficheros de precios de transferencia presentados por los grupos multinacionales o sus representantes no pueden ser correctamente analizados por unas administraciones fiscales que no disponen de suficiente personal y que no están adecuadamente equipados para poder realizar todas las verificaciones necesarias de estos elementos”. Además, la UFE considera que es urgente superar la situación actual y llegar al principio de “transparencia total” en materia de información concerniente a las empresas multinacionales, de forma que ellas no puedan, como hasta ahora, subastando la localización de sedes y flujos de negocios a los Estados miembros que se convierten en mejores postores ofreciendo, a través de acuerdos opacos, el trato fiscal más favorable.