Ficha del libro Título: Juan Salvador Gaviota Autor: Richard Bach

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Ficha del libro
Título: Juan Salvador Gaviota
Autor: Richard Bach
Editorial: Punto de lectura
Título original: Jonathan Livingston Seagull
Edición: Noviembre del 2000
Estructura de mi trabajo
Después de haber leído el libro de Juan Salvador Gaviota he decidido organizar el trabajo por partes.
Primero he presentado un resumen de lo que sería el libro, como lo he captado yo, como lo he visto. Después
he presentado mi opinión personal, lo que me ha parecido y eso.
Y por último he puesto algunas de las frases que más me han llamado la atención y he explicado porque.
Ésta ha sido mi forma de estructurar el trabajo de este trimestre sobre el libro Juan Salvador Gaviota de
Richard Bach.
Resumen del libro
Primera parte
Juan Salvador Gaviota era una gaviota corriente como todas las demás pero esto era sólo aparentemente,
mientras la mayor preocupación de todas las gaviotas era buscar comida, la mayor preocupación de Juan era
alcanzar la máxima velocidad en su vuelo. Al principio Juan no sabía muy bien que hacer para mantener un
vuelo alto y firme, y sin atascos por el medio; para las gaviotas atascarse en un vuelo es para ellas vergüenza y
deshonor, pero Juan tras intentarlo y atascarse varias veces no agachó la cabeza y volvió a intentar aquel
primer vuelo una y otra vez. Los padres de Juan no entendían los vuelos estilísticos de su hijo, no entendían
nada de lo que hacía Juan para ellos era bastante saber volar pero sólo para poder coger comida; le
preguntaban una y otra vez porque era diferente al resto de la Bandada, porque intentaba imitar el vuelo de
otros pájaros, porque no comía... Y Juan sólo respondía a esto diciendo que eso no le importaba que lo único
que le preocupaba era saber que podía hacer en el aire y que no, su padre le dijo que para lo único que se tenía
que volar era para comer, y después de todas estas palabras de sus padres Juan decidió aprender a comportarse
como las demás gaviotas; pero esto no le duró mucho tiempo porque Juan no era como las demás gaviotas
para él lo más importante era volar...
El primer tema fue la velocidad, al principio pensó que eso no era para las gaviotas ya que su ala levantada
empezaba a ceder y fallaba en este vuelo a alta velocidad donde perdía el control; primero subía a trescientos
kilómetros por hora y se inclinaba logrando un picado vertical pero sus alas se giraban violentamente por el
viento y perdía por completo el control, tenía que controlar las alas, y así lo intentó una vez tras otra, así
empapado ya, llegó a la conclusión que al llegar a una cierta velocidad era mejor dejar las alas quietas, y así
consiguió ir a 130 kilómetros por horas, pero este triunfo duró poco, en el instante en que salió del picado y
cambió el ángulo se estrelló contra un mar duro como un ladrillo. Se despertó y estaba hundido, y una voz le
decía que una gaviota era limitada y pensó que lo mejor era volver con la Bandada; volvió de noche y volaba
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casi mejor que nunca y entonces se dio cuenta de lo que en realidad le animaba le hacía seguir hacia delante
era volar.
Así pensó en varias soluciones, y pensó que cada ave tenia sus características y pensando se dio cuenta de que
el halcón, que era un ave que volaba a mucha velocidad, tenía las alas cortas y esa era la solución, doblaría la
mayor parte de sus alas y volaría sólo con los extremos... Y llegó a alcanzar los 200 kilómetros por hora,
olvidó sus promesas de volver a la Bandada y al amanecer siguiente allí estaba Juan practicando de nuevo; esa
mañana vio a la Bandada de la Comida, cuando iba a 318 kilómetros por hora, la Gaviota de Providencia le
sonrió y el lentamente fue reduciendo su velocidad hasta parar. Entonces se dio cuenta, había ido a 318
kilómetros por hora la velocidad máxima para una gaviota, ahora le quedaba practicar los giros. Se dio cuenta
de que al mover sólo una pluma de sus alas controlaba los giros a la perfección, y así empezó a hacer
acrobacias, era la primera gaviota haciendo acrobacias.
Después de todo esto decidió volver a la Bandada para contarles su gran descubrimiento, podían aprender a
volar como quisieran podían ser libres.
Llegó a la Bandada y la Gaviota Mayor le esperaba en la Sesión de Consejo, ser llamado para ponerse en el
centro sólo significaba pasar una gran vergüenza o un gran momento de honor; pensó que sería por la segunda
razón al verlo la Bandada de la Comida habrían comentado su descubrimiento y querrían honrarle; pero fue
todo lo contrario le dijeron que había sido un irresponsable y que había violado la dignidad y tradición de la
Familia de las Gaviotas, así mismo lo expulsaron de la Bandada y lo destinaron a los Lejanos Acantilados.
Pasó bastantes días solo, pero cada día aprendía algo nuevo sobre el vuelo, todo lo que había esperado
conseguir para la Bandada lo había conseguido para sí mismo y ahora se daba cuenta de que no importaba el
precio que había tenido que pagar para conseguirlo.
Un anochecer aparecieron por los acantilados dos gaviotas, que empezaron a volar junto a Juan poniéndose a
prueba unas a otras, después de ver todo lo que había aprendido Juan le dijeron que eran Hermanas suyas y
que venían a decirle que había aprendido que podía volver con la Bandada, y después de pensárselo y de
decidir que ésta sería otra etapa en su vida, volvió a casa...
Segunda parte
A la vuelta voló contento, 410 kilómetros por hora logró alcanzar y pensó que este sería su límite, aunque
desilusionado decía que en el mar no podían haber límites.
Volvió y todos sus compañeros le recibieron bien, pero se daba cuenta de que en ese mar en ese cielo habían
pocas gaviotas, y se estaba cansando... Todos sus recuerdos de los acantilados y de la tierra, donde había
aprendido tanto se le estaban haciendo borrosos...
Una docena de gaviotas fueron a saludarle, luego fueron a la playa donde la forma de aterrizar de estas
gaviotas fue bastante diferente a la de Juan, intentó demostrar su control pero estaba demasiado cansado para
hacerlo, y de repente se durmió. Descubrió que allí había un mundo del que también había que aprender, pero
con una diferencia habían gaviotas cuyo propósito era el mismo que el de Juan: Volar. Todos estos pájaros
volaban muy bien y durante un tiempo Juan se olvidó de su primera Bandada aquella a la que sólo le
importaba luchar por la comida. Le preguntó a un compañero que donde estaban los otros y este en pocas
palabras le dijo que habían fallado en el intento, que a muchas le cuesta muchas vidas llegar a aprender algo y
que había aprendido demasiado rápido.
Siempre estaban intentando volar mejor que nadie, así que Juan se atrevió a preguntarle a la Gaviota Mayor
que si existía el cielo, y ella le dijo que sólo llegando a la perfección encontraría el cielo... Así Juan se olvidó
de preguntar por el cielo y le pidió a la Gaviota Mayor que le enseñara a volar de esa manera para que
aprendiera a disfrutar de todo, así también podría viajar que según la Gaviota Mayor era lo mejor.
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Primero la Gaviota, Chiang, le dijo que tenía que aprender a pensar que era una gaviota sin limitaciones y tras
muchos esfuerzos lo logró, se encontró en un lugar extraño al que sin darse cuenta había llegado. Al
anochecer volvieron a la Bandada y Juan dijo que él era nuevo y que quería aprender de los otros, Rafael le
dijo que no sabía lo que pasaría porque nunca había visto a nadie con menos miedo a volar que él.
Chiang le dijo que primero aprenderían a volar por el tiempo, por el pasado y el futuro, y una vez echo esto
estaría preparado para subir y comprender el significado de bondad y amor. Siguió aprendiendo pero Chiang
desapareció dejándole unas últimas palabras: trabaja en el amor... Al principio quiso volver con su antigua
Bandada para enseñarles, pero Rafael le convenció para que se quedara en esta y enseñara a los novicios que
iban allí, aunque pronto cambió de decisión y decidió volver, pero dejó asegurada su amistad con Rafael.
Volvió a los acantilados y allí encontró a Pedro Pablo Gaviota, exiliado intentaba volar cada vez mejor, Juan
le dijo que él le enseñaría pero que tenía que perdonar a su antigua Bandada por ella no comprendía el
significado de volar que tenía él, Pedro lo comprendió y vigilado por Juan empezó a volar.
Tercera parte
Allá sobre los acantilados estaba Pedro Pablo Gaviota, vigilado y admirado en todo momento por Juan; éste
observaba en todo momento a Pedro y admiraba el afán que tenía por aprender a volar.
Pedro, cuando las cosas le salían mal, le decía a Juan que estaba perdiendo el tiempo con él, que todo era
inútil y Juan le decía que si seguía con esa actitud seguro que si que tenia que aprender a pensar en positivo.
Al cabo de un tiempo Juan ya tenía más de seis aprendices Exiliados a los que enseñaba a volar, y dejaba
rendidos tras un día de vuelos.
Pero ninguno de todos los aprendices logró llegar a pensar que el vuelo de ideas fuera tan excitante como el
vuelo real.
Después de un tiempo Juan les dijo que ya era hora de volver a la Bandada, pero muchos de ellos les dijeron
que no estaban preparados para tal cosa y que no sería bien recibidos en aquel lugar, aunque unas palabras de
ánimo de Pedro lograron convencer a todas las demás gaviotas. Así volvieron volando orgullosos, pero al
llegar a la Bandada les pusieron algunas pegas, les dijeron que eran Exiliados y que eso no podía ser, no
podían volver a unirse a la Bandada, y dijo a todos los demás que quien dirigiera la palabra a una gaviota de
éstas también serían exiliadas.
Todo el mundo les dio la espalda a Juan y a sus alumnos, pero pese a esto ellos siguieron practicando sus
vuelos mejor que nunca Martín Alonso Gaviota, Carlos Rolando Gaviota, Pedro Gaviota... Todos ellos
hicieron unos vuelos impresionantes junto a Juan.
Al anochecer marginados en un trocito de playa, decidieron desaparecer antes del amanecer, pero una gaviota,
Terrence Lowell Gaviota les dijo que también quería aprender a volar de esta forma, fue un Exilado más. Al
día siguiente apareció Esteban Lorenzo Gaviota y dijo que el también quería aprender a volar, otro alumno
más para Juan.
Así aumentaron las gaviotas en esta bandada, aunque pronto empezaron a difundirse comentarios tales como
que las otras gaviotas nunca podrían ser como Juan porque él era especial, también se decía si Juan era hijo de
la Gran Gaviota...
Juan empezaba a pensar que habían ido demasiado lejos, aunque en verdad es lo que quería.
Una mañana Pedro estaba enseñando los principios de iniciación al vuelo rápido cuando una gaviota pequeña
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se cruzó en su vuelo y por tal de esquivarla giró bruscamente y se estampó con una sólida roca de granito;
todos creían que había muerto, pero no era así, Pedro vivió, aunque todos estaban bastante disgustados con
Juan por lo que había pasado, así que Juan se fue con Pedro y le dijo que era la hora de que se marchara de
que enseñara a otras Bandadas de que Pedro se hiciera cargo de ésta, Pedro al principio, no lo quiso asimilar,
se resignó, pero unas sabias palabras de Juan le dieron ánimos para que aprendiera y para que guiara a aquella
Bandada. Así Juan despidiéndose de Pedro marchó, como si se hubiera esfumado, y Pedro se quedó con
aquella Bandada enseñándole todo lo que él había aprendido ya.
Opinión personal
El libro de Juan Salvador Gaviota nos podría presentar a una persona en la sociedad actual. Nada más leer esto
lo podrías encontrar un poco chocante, pero es como un metáfora de la vida real.
Con estas tres líneas del principio he querido decir que Juan Salvador Gaviota es como una persona que tiene
unos objetivos y que, digamos, dentro de su sociedad estos objetivos no están bien vistos. Juan tiene el reto, o
la ilusión de poder volar mejor que nadie, o como nunca ha volado una gaviota, frente a esto su bandada de
gaviotas lo rechaza porque no está dentro de sus normas, y lo exilia, lo margina en un caso corriente. Pero
luego se da cuenta de que hay más gaviotas como el que tienen el mismo objetivo y que no esta solo ante
todos los demás.
Esto ocurriría al principio del libro y es como una persona que sus padres están metidos dentro de una
sociedad, tienen unas normas fijadas y de ahí esa persona no se puede salir. Entonces, Juan sería esa persona
que no se deja influir por su sociedad, que tiene claro su objetivo que es volar, y aunque se salga de la norma
es correcto porque es lo que él quiere hacer. Hay personas en esta situación, que pierden su objetivo en el
intento, que al verse marginadas en un principio, se agobian y lo tiran todo por los suelos, pero estas personas
tendrían que aprender de Juan que, aunque en algunos momentos se venga abajo, sigue ahí con su propósito
de hacer lo que le gusta, lo que quiere, descubriendo que hay más personas como él que no está solo en esta
aventura.
Luego estaría la segunda parte que es cuando Juan entra en una nueva bandada, una bandada en la que las
aves hacen lo que a él le gusta, un lugar donde está a gusto; pero como en todo hay pegas de por medio, que si
quiere ser perfecto, que si no puede, que si dicen esto de él, que si dicen lo otro,... En fin toda esa clase de
cosas que azotan a alguien cuando está haciendo una cosa que le cuesta hacer. Luego aprender a imaginar,
aprende a querer, junto al maestro de esta bandada. En esta parte la persona habría encontrado su sitio dentro
de otra sociedad con sus mismos gustos, pero dentro de ésta siempre están los celos, las envidias, algo que
hace difícil que la persona camine, aunque luego te sueles dar cuenta que hay personas que te conocen como
eres y en realidad te aprecian, y también encontrarás a otras personas que te ayudarán a encontrar nuevos
significados de la vida, como el maestro, nuevas experiencias, algo único y de lo que en verdad estás
orgulloso.
Y en la tercera parte, Juan se queda al cargo de un grupo de gaviotas que son él, digamos, cuando empieza a
descubrir esta nueva sociedad. Aquí Juan está asumiendo un poco el cargo de ese maestro que tanto le había
enseñado, para luego dejar ese cargo a otra gaviota. Muy resumida esta tercera parte, aquí nos dice como una
persona que llega a esa nueva sociedad aprende buenas cosas que le ha enseñado otra persona, al ver estas
cosas muchas personas pueden sentirse incitadas de alguna forma, a seguir los pasos de la otra para que más
gente pueda aprender lo que él ha aprendido y cree tan valioso, es decir, esa persona quiere trasmitir a los
demás las cosas buenas que a lo largo de su vida ha aprendido. Y al final que es cuando Juan le deja a Pedro
para que cumpla la misma función de enseñar a las otras gaviotas, es como si ese ciclo de yo aprendo, yo
enseño lo que aprendo se trasmitiera constantemente de unos a otros; también es como si esa persona sintiera
que esa etapa de enseñar de su vida ya ha pasado y ahora tiene que vivir otra etapa.
En resumen este libro para mí nos enseña a valorar lo que cada uno quiere, nos dice que si somos
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perseverantes en nuestras cosas al final las conseguiremos, y que en este camino no estamos solos, aunque
muchas veces nos lo parezca siempre hay gente a nuestro lado que nos apoya y que nos ayuda a seguir
adelante con nuestros propósitos; también nos enseña que a lo largo de la vida habrá mucha gente que aporte
nuevas cosas a nuestra vida que la llenarán de riqueza, sabiduría, y algunas veces amor. Y por último nos
enseña, que muchas de esas cosas, esas experiencias que hemos vivido, las queremos compartir con los
demás, con los que tienen nuestros mismos ideales y quieren ser de una manera, amplia, como nosotros. En
este último resumen cabe destacar que pasamos por distintas etapas en esta vida, cada una diferente, y
especial, y nos llenan de amor que queremos compartir con los demás, y cada vez ese amor es más grande
porque el amor es una de las pocas cosas que al compartirse se hace más grande.
Frases que más me han llamado la atención
Página 12 Detenerse en medio de un vuelo es para las gaviotas vergüenza, y deshonor. Pero Juan Salvador
Gaviota, sin avergonzarse extendió otra vez sus alas... Me ha llamado la atención esta frase porque demuestra
que Juan tiene valor, que no se avergüenza por cualquier cosa si es algo de lo que está aprendiendo.
Página 29 Pero la velocidad era poder, y la velocidad era gozo, y la velocidad era pura belleza Me ha llamado
la atención porque describe lo que era la velocidad para él, y te das cuenta de que cosas que para algunas
personas son poco importantes hay para otras que lo son mucho.
Página 31 ¡Podemos ser libres! ¡Podemos aprender a volar! Estas dos frases me han gustado mucho, porque es
como si Juan descubriera, con el vuelo, lo que es la libertad.
Página 38 Pero yo no tengo ningún deseo de ser líder. Sólo quiero compartir lo que he encontrado... Esta frase
también me ha llamado la atención porque se ve como Juan no quiere ser el mejor, sólo quiere descubrir cosas
nuevas que para él son importantes y darlas a conocer a los demás.
Página 40 Aprendía más cada día No le afectó que la bandada lo exiliara el cada vez aprendía más.
Página 63 Pero tú, Juan −dijo−, aprendiste tanto de una vez que no has tenido que pasar por mil vidas para
llegar a esta Esta frase me gusta, porque después de decirle todo lo que le cuesta a muchos pájaros aprender a
volar bien le hace darse cuenta, a Juan, de que es afortunado porque aprende muy deprisa.
Página 64 No Juan, no hay tal lugar. El cielo no es ni un lugar ni un tiempo. El cielo consiste en ser perfecto...
Esta frase me choca un poco después de apreciar el contenido del libro, pero es bonita me ha llamado bastante
la atención.
Página 65 ... y la perfección no tiene límites... Esta frase es muy bonita, está bien puesta la gente entiende lo
que quiere decir el autor con ella.
Página 83 En cien años no he visto a una gaviota con menos miedo de aprender que tú Esta frase me ha
llamado la atención, porque se dice como es Juan lo refleja muy bien, él nunca tiene miedo de aprender.
Página 83 Si quieres, podemos empezar a trabajar con el tiempo −dijo Chiang−, hasta que logres volar por el
pasado y el futuro. Y entonces, estarás preparado para empezar lo más difícil, lo más colosal, lo más divertido
de todo. Estarás preparado para subir y comprender el significado de la bondad y el amor Este párrafo me ha
gustado mucho, le da a entender a Juan que las cosas más maravillosas son las que más cuestan, pero son de
las que más orgullo estás cuando las consigues.
Página 88 Me da lo mismo lo que digan,... Después de todo Juan había aprendido a hacer lo que realmente
quería sin que le importara lo que dijeran los demás.
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Página 104 Somos libres de ir donde queremos y de ser como somos... Lo que Juan había aprendido de la
libertad intenta enseñarlo también a las otras gaviotas.
Página 127 ¿ No hay límites Juan?, pensó y sonrió. Su carrera hacia el aprendizaje había empezado. Me gusta
mucho esta última frase, porque se ve como Juan ha conseguido lo que quería enseñar a otras gaviotas a tener
ganas de volar, y a que vieran que todo es posible.
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