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Sánchez-Tejero c, Begoña Godes-Medrano c, José L. Agudo-Mena b, Juan Campos-García c, Jaime López-Torres López a a Hospital Universitari i Politècnic La Fe. Valencia. b Gerencia de Atención Integrada de Albacete. c Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Albacete, España. Correspondencia: Dra. Eva María García Atienza. Centro de Salud Zona VIII. San Juan, 37. E-02006 Albacete. E-mail: [email protected] Aceptado tras revisión externa: 23.12.15. Cómo citar este artículo: García-Atienza EM, SánchezTejero EA, Godes-Medrano B, Agudo-Mena JL, CamposGarcía J, López-Torres López J. Hipertrofia muscular neurogénica. Rev Neurol 2016; 62: 428-9. © 2016 Revista de Neurología La hipertrofia muscular neurogénica es un trastorno relativamente raro y son muy escasos los casos publicados en la literatura médica en re- 428 lación con cambios degenerativos de la columna vertebral. Se trata de un fenómeno que se relaciona con una desnervación lentamente progresiva y cuyo mecanismo fisiopatológico se desconoce. Se cree que la hipertrofia de la fibra muscular es consecuencia de la hiperfunción de los axones terminales que se manifiestan por las descargas repetitivas que se pueden registrar por electromiografía [1]. La evolución de la hipertrofia muscular neurogénica se desconoce hoy en día. A continuación se presenta un caso representativo de hipertrofia muscular neurogénica secundaria a una radiculopatía. Varón de 53 años que acudió a la consulta de medicina interna por aumento progresivo del diámetro de su pierna izquierda en el último año, sin dolor asociado. La clínica no se acompañaba de pérdida de peso, fiebre, semiología respiratoria ni reposo previo en el momento de su inicio. En la exploración física destacaba un aumento de diámetro de 5 cm en el nivel medio de la pierna izquierda respecto al contralateral, y se objetivaba un engrosamiento gemelar en su borde lateral externo. El resto de la exploración fue anodino. Los análisis de laboratorio sólo evidenciaron una glucemia de 175 mg/dL; calcio, 11 mg/dL; lipoproteínas de baja densidad, 133 mg/dL, y creatinfosfocinasa, 265 UI/L, con el resto de parámetros normales. En la radiografía de tórax no se observaron alteraciones significativas. La ecografía Doppler venosa de los miembros inferiores mostró una alteración de la ecogenicidad de la musculatura del gastrocnemio interno y el sóleo izquierdos, y no pudieron descartarse cambios evolutivos en relación con una probable lesión fibromuscular antigua en el sóleo. No se encontraron hallazgos de trombosis venosa profunda. La resonancia magnética de la pierna izquierda mostró desde su tercio medio hasta el tobillo hallazgos compatibles con edema/evolución de rotura fibrilar (Figs. 1 y 2). El examen neurofisiológico demostró una radiculopatía S1 crónica bilateral de intensidad moderada izquierda y leve derecha, y destacó la presencia de una discreta actividad espontánea sobreañadida en ambos lados. En el miotoma L5 se objetivaron datos de radiculopatía crónica de intensidad leve en ambos lados y con leve predominio derecho. Se descartó la presencia de otros trastornos neuromusculares (polineuropatía, plexopatía y miopatía). Posterior- Figura 1. Corte axial: alteración de la intensidad de la musculatura de las fibras del sóleo y gemelos de la pierna izquierda. Figura 2. Corte coronal: alteración de la intensidad de la musculatura de las fibras del sóleo y gemelos de la pierna izquierda. mente, una resonancia magnética lumbar objetivó una estenosis del canal lumbar de carácter degenerativo y multifactorial, junto con una tumoración intradural en L1-L2, cuyo diagnóstico más probable correspondía a un schwannoma. Con todos los estudios previos, se diagnosticó una hipertrofia gemelar izquierda probablemente secundaria a una radiculopatía S1 y, como hallazgo incidental, un tumor intradural. Actualmente el paciente presenta una evolución clínica favorable, a excepción de episodios ocasionales de ciatalgia izquierda, junto con sensación de pesadez en dicho miembro. En la exploración física persiste la deformidad muscular del gastrocnemio izquierdo con aumento de 4 cm de diámetro respecto al contralateral. El paciente se encuentra pendiente de cirugía para la extirpación del tumor medular. La hipertrofia muscular neurogénica es un fenómeno paradójico y relativamente raro [2]. Ge- www.neurologia.com Rev Neurol 2016; 62 (9) Correspondencia neralmente, cuando un músculo sufre una desnervación, se produce la muerte celular y, como consecuencia de ello, una amiotrofia neurogénica, y son pocas las ocasiones en las que se produce el proceso contrario. Este fenómeno puede aparecer asociado a distrofias musculares ligadas al cromosoma X (Duchenne y Becker), a la esclerosis lateral amiotrófica y a polineuropatías. En estos casos, la atrofia muscular puede estar compensada por la hipertrofia de las fibras musculares y del mesénquima [3]. Debemos diferenciar la verdadera hipertrofia muscular de la pseudohipertrofia, relacionada con la infiltración del músculo por grasa, colágeno o tejido tumoral. La hipertrofia muscular neurogénica secundaria a radiculopatías es menos conocida. El primer caso que encontramos en la bibliografía fue descrito por Graves en el siglo xix. Unos años más tarde, Lhermitte publicó el caso de un paciente con hipertrofia de gemelo y ciatalgia [4]. En un artículo de octubre de 1997 se describió un caso en el que el paciente presentaba una pseudohipertrofia muscular secundaria a una lesión tumoral de las raíces raquídeas [5]. En una revisión publicada en 2005 se identificaron 129 casos de hipertrofia muscular neurogénica, entre los cuales 25 fueron documentados por resonancia magnética o tomografía axial computarizada y por electromiografía. La mayoría de los casos fueron varones, con edades comprendidas entre 32 y 60 años. En el 78,5% de los casos notificados, el tríceps sural resultó ser el principal músculo implicado. La ausencia del reflejo aquíleo y la debilidad moderada de los músculos de los compartimentos posteriores de la pierna fueron hallazgos comunes. En un 80% se evidenció un aumento de los niveles de creatinfosfocinasa. La mitad de los casos se atribuyó a compresión de una raíz nerviosa por una hernia discal, generalmente en S1 [1,6,7]. La fisiopatología de la hipertrofia muscular neurogénica se desconoce. El estudio electromiográfico muestra signos de desnervación en los músculos hipertróficos junto con descargas repetitivas complejas. Se cree que estas descargas repetitivas son consecuencia de los mismos mecanismos patogénicos de la hipertrofia muscular por hiperactividad. La hiperactividad a nivel de la fibra muscular generada por las descargas puede conducir a una hipertrofia de las fibras musculares. Otra hipótesis implica el estiramiento pasivo por los músculos antagonistas no afectados. Experimentalmente, el estiramien- www.neurologia.com Rev Neurol 2016; 62 (9) to pasivo de los músculos desnervados puede llevar a la hipertrofia [1]. El tratamiento de la hipertrofia muscular neurogénica no está estandarizado, aunque se debe intentar abordar la causa que lo produce (la mayoría de las veces una compresión medular por espondiloartrosis o por una hernia discal). En la actualidad se habla de dos posibilidades de tratamiento, la inyección de toxina botulínica y la microdiscectomía [8]. El mecanismo de acción por el que la toxina botulínica parece ser efectiva en el control de esta enfermedad podría relacionarse con la reducción de la hiperexcitación de la membrana de la fibra muscular. La hipertrofia muscular neurogénica en un paciente con radiculopatía por hernia discal no constituye en sí misma una indicación de tratamiento quirúrgico. Los resultados posquirúrgicos son variables, aunque se han notificado casos en los que el tamaño muscular ha disminuido tras la cirugía [7,9]. Por norma general, con el paso del tiempo, el tamaño muscular se estabiliza de forma espontánea [1]. En conclusión, la hipertrofia muscular neurogénica secundaria a una lesión de raíces raquídeas es un fenómeno poco conocido. El prototipo de paciente sería un varón de edad media con historia de radiculopatía S1, en el que el músculo sóleo sería el más afectado [1]. La combinación de un examen neurológico detallado con modalidades diagnósticas como la resonancia magnética, la electromiografía y la biopsia muscular puede ayudar al diagnóstico [8]. Los médicos deben ser conscientes de este hallazgo en la exploración como un posible indicador de radiculopatía, para intentar avanzar en el proceso diagnóstico y evitar demoras innecesarias [7]. El estudio de la variabilidad en la respuesta a la desnervación muscular es esencial para la optimización del tratamiento de estos pacientes. Bibliografía 1. Charlot-Lambrecht I, Brochot P, Noblet H, Varoquier C, Eschard JP. Neurogenic muscle hypertrophy. Joint Bone Spine 2009; 76: 401-3. 2. 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Cabeza caída como inicio de la miastenia en la enfermedad de Parkinson: ¿una asociación característica? Rev Neurol 2016; 62: 429-30. © 2016 Revista de Neurología El síndrome de la cabeza caída se caracteriza por cifosis reductible de ‘mentón en tórax’ secundaria a debilidad grave de los músculos extensores de la cabeza [1]. Se ha descrito fundamentalmente en enfermedades neuromusculares: polimiositis, polineuropatía desmielinizante, miastenia grave, esclerosis lateral amiotrófica o miositis por cuerpos de inclusión [1]. Existen descripciones en enfermedades metabólicas, co­ mo hipotiroidismo y hiperparatiroidismo. También se ha descrito este síndrome en personas ancianas sin otra patología, como una miopatía no inflamatoria aislada de los músculos extensores del cuello [1,2]. Pueden semejar una cabeza caída la espondilitis y la hiperostosis anquilosante que presentan una cifosis irreductible. Algunos estudios apuntan que un 5,3% de los pacientes con enfermedad de Parkinson (EP) 429