Resumen Durante la década del 90’ en la Argentina se llevaron a cabo diversas medidas relacionadas a cambios estructurales como consecuencia de la implementación y profundización de un modelo económico y político de signo neoliberal, reconocido como la Reforma del Estado. También, en ese mismo período y como consecuencia de esas transformaciones, en agosto de 1995, se sancionó una nueva Ley de Educación Superior (24.521), en donde se establecieron las normativas que irían a regir un nuevo Sistema Universitario Nacional. Dicha ley incorporó cambios significativos en materia de regulación- entendida ésta como la acción que surge desde el Estado en garantía de calidad educativa- y que se visualizan a través de acciones específicas como la evaluación y la acreditación de las carreras, para las cuales además, fue creado un organismo especial (CONEAU) con la función de llevar a cabo tales tareas. Uno de los artículos más cuestionados de la ley resultó ser el 43, donde se explicita que cuando se trate de títulos correspondientes a profesiones reguladas por el Estado, cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés público poniendo en riesgo de modo directo la salud, la seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes, se requerirá que se respeten, algunos requisitos…. Así, la carrera de Medicina debió convertirse en pionera para someterse a lo determinado en dicho artículo, y por ende, transitar varias etapas de un recorrido que incluyó la búsqueda de especialistas y la colaboración de expertos, la realización de un documento en donde se estableció la carga horaria y los contenidos mínimos; la intensidad de formación práctica, los alcances del perfil de médico, y por supuesto, una lista con los estándares prefijados, tal cual se solicitaba en el artículo en cuestión. Luego, la Comisión de Asuntos Académicos del CU decidió convocar a los actores involucrados o interesados en la temática, quienes a su vez pudieron revisar y manifestar su opinión al respecto. De esta forma, se pudo dar inicio a un proceso de toma de decisiones, en donde quedaron reflejadas las conductas emitidas por cada uno de los sujetos convocados, así como también, la pertinencia o no de las mismas respecto al artículo 43 y al primer documento realizado por pedido del Estado. También, de la misma manera se pueden observar qué tipo de sugerencias se llevan a cabo y cuáles de esas observaciones- enmarcadas según se favorezca a la autonomía o a la regulaciónfueron tomadas en cuenta por el Estado y volcadas en el documento final, resuelto en la resolución 535/99, donde se establecen los ítems necesarios para evaluar y acreditar a la Carrera de Medicina, según lo acordado durante ese proceso en el cual el Estado junto a los actores convocados diseñó el primer modelo de estándares para una carrera universitaria denominada de riesgo. El presente trabajo, por lo tanto, intentará concentrarse en el análisis mismo de ese proceso de toma de decisiones a los efectos de determinar el nivel de participación de cada uno de los actores que representaron al Estado por un lado, y al conjunto de universidades, por el otro. Además, se pondrá especial atención en analizar la relación entre los resultados alcanzados a través del proceso de toma de decisiones sobre la cuestión y los objetivos de la intervención del Estado, que se ponen de manifiesto en el artículo 43 de la LES.