La Ley de Calidad Agroalimentaria: una oportunidad que no debe

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La Ley de Calidad Agroalimentaria:
una oportunidad que no debe perderse
E
l MARM ha presentado el anteproyecto de ley de Calidad
Agroalimentaria para su debate por
parte de los agentes implicados, entre ellos Cooperativas Agro-alimentarias, así como recabar los informes
pertinentes, antes de su aprobación
por el Consejo de Ministros y su remisión al Parlamento como proyecto
de ley.
Este anteproyecto de ley pretende abordar, fundamentalmente dos
cuestiones: el establecimiento de un
marco jurídico de la calidad agroalimentaria y mejorar la vertebración y
el funcionamiento de la cadena alimentaria, aspecto este último que
consideramos de especial importancia para el necesario reequilibrio de la
cadena de valor, mediante la incorporación a la legislación nacional de los
recientes avances impulsados por la
Presidencia Española de la UE durante el primer semestre de este año.
calidad / I+D+i
Marco jurídico del sistema de
calidad agroalimentaria
El marco jurídico de la calidad agroalimentaria que se propone pretende
reforzar jurídicamente nuestro actual
modelo de calidad diferenciada asegurando una información veraz a los
consumidores y evitando la competencia desleal entre los operadores,
regulando la titularidad, uso, gestión
y protección de las figuras de calidad diferenciada (Denominaciones
de Origen Protegidas, Indicaciones
Geográficas Protegidas, Indicaciones Geográficas), y estableciendo un
sistema de cooperación entre las dis-
tintas administraciones para una utilización más eficiente de los recursos.
Se establece que los nombres geográficos protegidos son de dominio
público, cuya titularidad corresponde
al estado. Los nombres protegidos
solo podrán ser utilizados en aquellos productos que tengan derecho
de uso y se prohíbe la utilización de
cualquier indicación falsa o falaz que
pretenda aprovecharse de parecidos
o similitudes que puedan inducir a
error al consumidor.
El sistema de control de la calidad
agroalimentaria que pretende establecer garantías para operadores y
consumidores, se llevará a cabo a
través de autocontrol y trazabilidad,
control por terceros independientes y
control oficial (inspección y sanción).
En este apartado es donde se manifiesta una importante discrepancia
por parte del Consejo Regulador de
la DOC Rioja que pretende dotar de
facultades públicas al equipo de veedores del propio Consejo Regulador,
para no perder competencias respecto de la situación actual.
La última parte que se refiere al
régimen sancionador, tipifica las infracciones y establece sanciones
correspondientes. Para Cooperativas Agro-alimentarias, es necesario
que se determinen claramente los
ámbitos competenciales en todo su
contenido, especialmente en el control e inspección y se considera que
el incremento de las cuantías de las
sanciones ha sido desmesurado en
relación a las establecidas en la ley
24/2003. Por su parte de DOC Rioja
considera que debe mantenerse el
régimen sancionador establecido en
la ley de la viña y el vino.
Mejora de la vertebración
y funcionamiento
de la cadena alimentaria
La otra parte importante del anteproyecto de ley pretende mejorar la vertebración y el funcionamiento de la
cadena alimentaria mediante la creación de un Código de Buenas Prácticas Comerciales entre los agentes
de la cadena de valor agroalimentaria, la modificación de la ley de Organizaciones Interprofesionales y la
modificación de la ley de contratostipo de productos agroalimentarios.
El MARM promoverá la elaboración de un Código de Buenas Prácticas comerciales concebido como
un acuerdo voluntario de autorregulación entre los agentes de la cadena
alimentaria basado en los principios
de transparencia, claridad, concreción, y sencillez en el intercambio
de información, interés mutuo, equidad, responsabilidad, compromiso,
confianza y buena fe comercial. El
Código identificará buenas prácticas
para cada una de las etapas del ciclo
comercial: negociación comercial,
relaciones contractuales, cadena de
suministro y logística, gestión administrativa, pagos y cobros.
La propuesta del MARM prevé
un sistema de certificación para las
empresas que se acojan al Código y
establece un órgano independiente
de vigilancia y control para asegurar
el cumplimiento de los compromisos
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adquiridos por parte de las empresas
acogidas al Código.
Esta iniciativa del MARM ha generado una enorme expectativa en
el sector. Cooperativas agroalimentarias y las Organizaciones Agrarias
hemos apoyado este modelo de Código de Buenas prácticas, e incluso
se pretende ir más allá, definiendo y
prohibiendo una serie de prácticas
abusivas tales como las ventas a pérdidas, las subastas a ciegas, pagos
atípicos, etc. Por su parte, las organizaciones de la distribución comercial
moderna, han cuestionado que sea
la administración la que intervenga
en las relaciones comerciales entre
operadores de la cadena y defienden
que los sistemas de autorregulación
deben ser libremente acordados por
las partes.
La modificación de la ley de Organizaciones Interprofesionales pretende ampliar las finalidades (elaboración de contratos-tipo, códigos de
buenas prácticas, normas de comercialización para regular la oferta) y
reforzar la representatividad de estas
organizaciones exigiendo un mayor
grado de implantación para poder
realizar extensiones de norma. Todas
sus actuaciones deberán estar amparadas por la normativa comunitaria
y de Defensa de la Competencia. Se
establece un nuevo régimen sancionador, que viene a complicar la gestión de las cuotas impagadas para
actuaciones de extensión de norma,
al exigir trámites judiciales en el proceso de reclamación.
Por lo que se refiere a la modificación de la ley de contratos-tipo de
productos agroalimentarios, se establece la posibilidad de que los precios y condiciones de pago puedan
hacer referencia a indicadores de
precios o costes y se abre la posibilidad de que el MARM, en determinadas condiciones sectoriales específicas, pueda decidir la obligatoriedad
de los contratos entre los operadores
del sector.
Para Cooperativas Agro-alimentarias, las modificaciones de las leyes
de Organizaciones interprofesionales
y de contratos, son escasamente eficaces a la hora de reequilibrar la cadena de valor. Algunas medidas que
podrían suponer un cambio sustancial respecto de la situación actual
serían dotar a las interprofesionales
de la capacidad de acordar los precios de la contratación de los productos, hacer obligatorios los contratos en todos los productos, etc.,
pero estos planteamientos chocan
frontalmente con la normativa de defensa de la competencia.
Concentración de la oferta
e integración cooperativa
Sin embargo, una medida eficaz para
mejorar el reequilibrio de la cadena
agroalimentaria y que no tiene problemas con la normativa de defensa
de la competencia es la de fortalecer
la vertebración económica del sector
productor y favorecer la concentración de la oferta. Esta medida, que
aparece también entre las conclusiones de diversos informes y dictámenes que han analizado el funcionamiento de la cadena alimentaria
europea, no es abordada por el Ministerio en este anteproyecto de ley.
Cooperativas Agro-alimentarias
ha propuesto la incorporación de un
capítulo nuevo en este anteproyecto
de ley que persigue aumentar los niveles de concentración de la oferta
a través de procesos de integración
cooperativa, que permitan la creación de grupos cooperativos potentes, capaces de incidir en los mercados nacionales y exteriores y captar
valor añadido para las producciones
de sus socios.
Cooperativas Agro-alimentarias
considera que se está “mareando
la perdiz” con una serie de iniciativas legislativas que cambian poco
o nada la situación actual y generan roces e inseguridades jurídicas
respecto a la legislación de defensa
de la competencia, mientras no se
apuesta por medidas estructurales
de medio/largo plazo, pero que, a la
postre, son las únicas eficaces para
mejorar la posición de los productores en el mercado.
Lamentablemente, las Organizaciones Agrarias no han apoyado esta
propuesta de Cooperativas Agroalimentarias, lo que pone de manifiesto la visión cortoplacista y miope
de nuestros representantes agrarios.
La excusa, esta vez, ha sido la terminología comunitaria que se refiere
a estas empresas de los agricultores
como Organizaciones de Productores, detrás de lo que se ha querido
ver todo tipo de peligros. Floja convicción de nuestras organizaciones
agrarias en el cooperativismo.
A la hora de redactar este artículo, desconocemos la suerte de este
anteproyecto de ley. A las múltiples
objeciones de la distribución, organizaciones agrarias, Comunidades
Autónomas, etc., ha venido a sumarse la remodelación ministerial, con lo
que a estas alturas no se sabe si este
anteproyecto continúa su trámite,
ni las orientaciones de los aspectos
más controvertidos
cooperativas agro-alimentarias
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Aprobado el Proyecto
de Ley
de Seguridad
Alimentaria
y Nutrición
calidad / I+D+i
D
espués de que a finales de 2009
se presentara el anteproyecto,
el 3 de septiembre fue aprobado el
Proyecto de Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición por el Consejo
de Ministros. Este proyecto de ley
incluye requisitos relacionados con
el control oficial, instrumentos de
seguridad alimentaria, evaluación
de riesgos, laboratorios, publicidad
y alimentación saludable, actividad
física y prevención de la obesidad.
Cooperativas Agro-alimentarias
valora la iniciativa de esta ley de seguridad alimentaria y nutrición. Así
mismo, se considera adecuada la inclusión en ella de los aspectos clave
en relación con la seguridad alimentaria y nutrición antes mencionados. No
obstante, según nuestro parecer, el
proyecto de esta ley hace referencia a
principios generales, pero quizá debería detenerse en acciones de carácter
concreto cuando así sea preciso.
Según información de la AESAN,
ha sido una tramitación larga, debido a la gran cantidad de alegaciones
recibidas en relación al anteproyecto.
También nosotros enviamos, en su
día, nuestras apreciaciones, que giraban principalmente en torno a una
serie de aspectos que consideramos
de especial relevancia y que se mantienen en relación al proyecto de ley.
El primero de ellos es la necesidad
de coordinación de las administraciones competentes en materia de
seguridad alimentaria, a nivel central,
autonómico y local. Destacamos,
como muy importante, incidir en el
establecimiento de mecanismos de
coordinación, y que estos sean efectivos y concretos, ya que ello redundará en la seguridad alimentaria de
nuestras producciones.
Por otra parte, otro de los aspectos
de interés que queremos hacer constar es la importancia de reforzar las
labores de inspección y control sobre
los productos importados de terceros
países, de manera que se vele por la
eficiencia y eficacia de los mismos.
En aplicación del principio de reciprocidad, pero sobre todo para evitar
que las empresas españolas se vean
obligadas a competir en desigualdad
de condiciones, debería exigirse que
todo producto importado de terceros
países cumpla siempre los requisitos
exigibles en España, desde los de
calidad del producto hasta los que
proscriben la explotación laboral. En
realidad consideramos que no es
constreñir la libre competencia en el
mercado global, sino evitar la desigualdad de quien en este país cumple los requisitos exigidos.
La adecuada articulación de los
mecanismos de gestión de riesgos,
también se destaca como punto sobre el que es preciso incidir. Hay que
considerar la relevancia de la adecuada comunicación de los riesgos,
de forma que se minimice el impacto económico sobre los operadores
cuando se produzcan comunicaciones de alertas innecesarias, de manera que no se vean perjudicados en
caso de deficiencias en estos mecanismos. Consideramos que, en la
aplicación del principio de cautela,
deberá considerarse la responsabilidad de cada uno de los agentes.
Por un lado, el operador económico
deberá adoptar las medidas adecuadas que le indique la Administración,
pero siempre y cuando la Administración dé respuesta ante ello. De
manera que, si se aplicase el principio de precaución y finalmente no
estuviese justificado por la ausencia
de riesgo, la Administración tendría
la responsabilidad económica de los
daños producidos al operador.
Por último, se expone la necesidad
de reformulación de los requisitos establecidos en cuanto a publicidad, en
favor de los productos frescos y sus
características saludables. Por tanto,
habrían de tenerse en cuenta consideraciones referentes al tratamiento
de productos frescos y productos
transformados, ya que ambos se encuentran en desigualdad de condiciones a la hora de ser promocionados.
En cualquier caso, de manera general, Cooperativas Agro-alimentarias considera que el proyecto de ley
de seguridad alimentaria y nutrición
es oportuno dado al amplio conjunto
de requisitos que ofrece que es preciso regular y el interés de los mismos
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