34 La Ley de Calidad Agroalimentaria: una oportunidad que no debe perderse E l MARM ha presentado el anteproyecto de ley de Calidad Agroalimentaria para su debate por parte de los agentes implicados, entre ellos Cooperativas Agro-alimentarias, así como recabar los informes pertinentes, antes de su aprobación por el Consejo de Ministros y su remisión al Parlamento como proyecto de ley. Este anteproyecto de ley pretende abordar, fundamentalmente dos cuestiones: el establecimiento de un marco jurídico de la calidad agroalimentaria y mejorar la vertebración y el funcionamiento de la cadena alimentaria, aspecto este último que consideramos de especial importancia para el necesario reequilibrio de la cadena de valor, mediante la incorporación a la legislación nacional de los recientes avances impulsados por la Presidencia Española de la UE durante el primer semestre de este año. calidad / I+D+i Marco jurídico del sistema de calidad agroalimentaria El marco jurídico de la calidad agroalimentaria que se propone pretende reforzar jurídicamente nuestro actual modelo de calidad diferenciada asegurando una información veraz a los consumidores y evitando la competencia desleal entre los operadores, regulando la titularidad, uso, gestión y protección de las figuras de calidad diferenciada (Denominaciones de Origen Protegidas, Indicaciones Geográficas Protegidas, Indicaciones Geográficas), y estableciendo un sistema de cooperación entre las dis- tintas administraciones para una utilización más eficiente de los recursos. Se establece que los nombres geográficos protegidos son de dominio público, cuya titularidad corresponde al estado. Los nombres protegidos solo podrán ser utilizados en aquellos productos que tengan derecho de uso y se prohíbe la utilización de cualquier indicación falsa o falaz que pretenda aprovecharse de parecidos o similitudes que puedan inducir a error al consumidor. El sistema de control de la calidad agroalimentaria que pretende establecer garantías para operadores y consumidores, se llevará a cabo a través de autocontrol y trazabilidad, control por terceros independientes y control oficial (inspección y sanción). En este apartado es donde se manifiesta una importante discrepancia por parte del Consejo Regulador de la DOC Rioja que pretende dotar de facultades públicas al equipo de veedores del propio Consejo Regulador, para no perder competencias respecto de la situación actual. La última parte que se refiere al régimen sancionador, tipifica las infracciones y establece sanciones correspondientes. Para Cooperativas Agro-alimentarias, es necesario que se determinen claramente los ámbitos competenciales en todo su contenido, especialmente en el control e inspección y se considera que el incremento de las cuantías de las sanciones ha sido desmesurado en relación a las establecidas en la ley 24/2003. Por su parte de DOC Rioja considera que debe mantenerse el régimen sancionador establecido en la ley de la viña y el vino. Mejora de la vertebración y funcionamiento de la cadena alimentaria La otra parte importante del anteproyecto de ley pretende mejorar la vertebración y el funcionamiento de la cadena alimentaria mediante la creación de un Código de Buenas Prácticas Comerciales entre los agentes de la cadena de valor agroalimentaria, la modificación de la ley de Organizaciones Interprofesionales y la modificación de la ley de contratostipo de productos agroalimentarios. El MARM promoverá la elaboración de un Código de Buenas Prácticas comerciales concebido como un acuerdo voluntario de autorregulación entre los agentes de la cadena alimentaria basado en los principios de transparencia, claridad, concreción, y sencillez en el intercambio de información, interés mutuo, equidad, responsabilidad, compromiso, confianza y buena fe comercial. El Código identificará buenas prácticas para cada una de las etapas del ciclo comercial: negociación comercial, relaciones contractuales, cadena de suministro y logística, gestión administrativa, pagos y cobros. La propuesta del MARM prevé un sistema de certificación para las empresas que se acojan al Código y establece un órgano independiente de vigilancia y control para asegurar el cumplimiento de los compromisos 35 adquiridos por parte de las empresas acogidas al Código. Esta iniciativa del MARM ha generado una enorme expectativa en el sector. Cooperativas agroalimentarias y las Organizaciones Agrarias hemos apoyado este modelo de Código de Buenas prácticas, e incluso se pretende ir más allá, definiendo y prohibiendo una serie de prácticas abusivas tales como las ventas a pérdidas, las subastas a ciegas, pagos atípicos, etc. Por su parte, las organizaciones de la distribución comercial moderna, han cuestionado que sea la administración la que intervenga en las relaciones comerciales entre operadores de la cadena y defienden que los sistemas de autorregulación deben ser libremente acordados por las partes. La modificación de la ley de Organizaciones Interprofesionales pretende ampliar las finalidades (elaboración de contratos-tipo, códigos de buenas prácticas, normas de comercialización para regular la oferta) y reforzar la representatividad de estas organizaciones exigiendo un mayor grado de implantación para poder realizar extensiones de norma. Todas sus actuaciones deberán estar amparadas por la normativa comunitaria y de Defensa de la Competencia. Se establece un nuevo régimen sancionador, que viene a complicar la gestión de las cuotas impagadas para actuaciones de extensión de norma, al exigir trámites judiciales en el proceso de reclamación. Por lo que se refiere a la modificación de la ley de contratos-tipo de productos agroalimentarios, se establece la posibilidad de que los precios y condiciones de pago puedan hacer referencia a indicadores de precios o costes y se abre la posibilidad de que el MARM, en determinadas condiciones sectoriales específicas, pueda decidir la obligatoriedad de los contratos entre los operadores del sector. Para Cooperativas Agro-alimentarias, las modificaciones de las leyes de Organizaciones interprofesionales y de contratos, son escasamente eficaces a la hora de reequilibrar la cadena de valor. Algunas medidas que podrían suponer un cambio sustancial respecto de la situación actual serían dotar a las interprofesionales de la capacidad de acordar los precios de la contratación de los productos, hacer obligatorios los contratos en todos los productos, etc., pero estos planteamientos chocan frontalmente con la normativa de defensa de la competencia. Concentración de la oferta e integración cooperativa Sin embargo, una medida eficaz para mejorar el reequilibrio de la cadena agroalimentaria y que no tiene problemas con la normativa de defensa de la competencia es la de fortalecer la vertebración económica del sector productor y favorecer la concentración de la oferta. Esta medida, que aparece también entre las conclusiones de diversos informes y dictámenes que han analizado el funcionamiento de la cadena alimentaria europea, no es abordada por el Ministerio en este anteproyecto de ley. Cooperativas Agro-alimentarias ha propuesto la incorporación de un capítulo nuevo en este anteproyecto de ley que persigue aumentar los niveles de concentración de la oferta a través de procesos de integración cooperativa, que permitan la creación de grupos cooperativos potentes, capaces de incidir en los mercados nacionales y exteriores y captar valor añadido para las producciones de sus socios. Cooperativas Agro-alimentarias considera que se está “mareando la perdiz” con una serie de iniciativas legislativas que cambian poco o nada la situación actual y generan roces e inseguridades jurídicas respecto a la legislación de defensa de la competencia, mientras no se apuesta por medidas estructurales de medio/largo plazo, pero que, a la postre, son las únicas eficaces para mejorar la posición de los productores en el mercado. Lamentablemente, las Organizaciones Agrarias no han apoyado esta propuesta de Cooperativas Agroalimentarias, lo que pone de manifiesto la visión cortoplacista y miope de nuestros representantes agrarios. La excusa, esta vez, ha sido la terminología comunitaria que se refiere a estas empresas de los agricultores como Organizaciones de Productores, detrás de lo que se ha querido ver todo tipo de peligros. Floja convicción de nuestras organizaciones agrarias en el cooperativismo. A la hora de redactar este artículo, desconocemos la suerte de este anteproyecto de ley. A las múltiples objeciones de la distribución, organizaciones agrarias, Comunidades Autónomas, etc., ha venido a sumarse la remodelación ministerial, con lo que a estas alturas no se sabe si este anteproyecto continúa su trámite, ni las orientaciones de los aspectos más controvertidos cooperativas agro-alimentarias 36 Aprobado el Proyecto de Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición calidad / I+D+i D espués de que a finales de 2009 se presentara el anteproyecto, el 3 de septiembre fue aprobado el Proyecto de Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición por el Consejo de Ministros. Este proyecto de ley incluye requisitos relacionados con el control oficial, instrumentos de seguridad alimentaria, evaluación de riesgos, laboratorios, publicidad y alimentación saludable, actividad física y prevención de la obesidad. Cooperativas Agro-alimentarias valora la iniciativa de esta ley de seguridad alimentaria y nutrición. Así mismo, se considera adecuada la inclusión en ella de los aspectos clave en relación con la seguridad alimentaria y nutrición antes mencionados. No obstante, según nuestro parecer, el proyecto de esta ley hace referencia a principios generales, pero quizá debería detenerse en acciones de carácter concreto cuando así sea preciso. Según información de la AESAN, ha sido una tramitación larga, debido a la gran cantidad de alegaciones recibidas en relación al anteproyecto. También nosotros enviamos, en su día, nuestras apreciaciones, que giraban principalmente en torno a una serie de aspectos que consideramos de especial relevancia y que se mantienen en relación al proyecto de ley. El primero de ellos es la necesidad de coordinación de las administraciones competentes en materia de seguridad alimentaria, a nivel central, autonómico y local. Destacamos, como muy importante, incidir en el establecimiento de mecanismos de coordinación, y que estos sean efectivos y concretos, ya que ello redundará en la seguridad alimentaria de nuestras producciones. Por otra parte, otro de los aspectos de interés que queremos hacer constar es la importancia de reforzar las labores de inspección y control sobre los productos importados de terceros países, de manera que se vele por la eficiencia y eficacia de los mismos. En aplicación del principio de reciprocidad, pero sobre todo para evitar que las empresas españolas se vean obligadas a competir en desigualdad de condiciones, debería exigirse que todo producto importado de terceros países cumpla siempre los requisitos exigibles en España, desde los de calidad del producto hasta los que proscriben la explotación laboral. En realidad consideramos que no es constreñir la libre competencia en el mercado global, sino evitar la desigualdad de quien en este país cumple los requisitos exigidos. La adecuada articulación de los mecanismos de gestión de riesgos, también se destaca como punto sobre el que es preciso incidir. Hay que considerar la relevancia de la adecuada comunicación de los riesgos, de forma que se minimice el impacto económico sobre los operadores cuando se produzcan comunicaciones de alertas innecesarias, de manera que no se vean perjudicados en caso de deficiencias en estos mecanismos. Consideramos que, en la aplicación del principio de cautela, deberá considerarse la responsabilidad de cada uno de los agentes. Por un lado, el operador económico deberá adoptar las medidas adecuadas que le indique la Administración, pero siempre y cuando la Administración dé respuesta ante ello. De manera que, si se aplicase el principio de precaución y finalmente no estuviese justificado por la ausencia de riesgo, la Administración tendría la responsabilidad económica de los daños producidos al operador. Por último, se expone la necesidad de reformulación de los requisitos establecidos en cuanto a publicidad, en favor de los productos frescos y sus características saludables. Por tanto, habrían de tenerse en cuenta consideraciones referentes al tratamiento de productos frescos y productos transformados, ya que ambos se encuentran en desigualdad de condiciones a la hora de ser promocionados. En cualquier caso, de manera general, Cooperativas Agro-alimentarias considera que el proyecto de ley de seguridad alimentaria y nutrición es oportuno dado al amplio conjunto de requisitos que ofrece que es preciso regular y el interés de los mismos