TEMA1. CONCEPTUACIÓN DEL DIAGNÓSTICO

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TEMA 1. CONCEPTUACIÓN DEL DIAGNÓSTICO PEDAGÓGICO
Introducción. Concepto de diagnóstico pedagógico. Principios del diagnóstico
pedagógico. Objetivos del diagnóstico pedagógico. Funciones del diagnostico
pedagógico. Características del diagnóstico pedagógico. Elementos del diagnóstico
pedagógico.Cualidades del diagnosticador
Introducción
En la actualidad la práctica profesional de diagnóstico en educación se enfrenta a un
momento de cambio en el que existen nuevos marcos de referencia teóricos y por supuesto
una nueva realidad en la que actuar.
El marco teórico tiene como referencia general el postmodernismo que lo matiza a partir de
unos supuestos básicos como son:
1. El enfoque constructivista que destaca la pluralidad de perspectivas, la
importancia del contexto, la construcción de la realidad y la importancia del
significado que las personas atribuyen a su experiencia.
2. La inexistencia de bases sólidas y limitaciones, solo existe el movimiento y el
cambio.
3. La persona ha de desarrollar su propia identidad profesional como un elemento
más del proceso de reflexión que conecta lo personal con el cambio social.
4. La función de la orientación y el diagnóstico ya no será ayudar a la persona a
elegir carrera sino a construirla.
El currículo tradicional ya no satisface las necesidades de las personas inmersas en una
sociedad en permanente cambio. Hoy más que nunca se valoran las competencias de
formación profesional que se adquieren en una educación para la vida y que sirven para
responder de forma crítica a las condiciones postmodernas, a los cambios, a las realidades
particulares, a la adquisición del conocimiento tácito que posibilita marcos de
interpretación reales en experiencias concretas . Asimismo la persona se entiende social y
culturalmente construida. Los nuevos modelos sobre la inteligencia priorizan la
importancia del factores socioculturales, históricos e ideológicos. Es evidente la necesidad
de integrar las situaciones académicas y profesionales.
En cuanto a la realidad objeto de la acción diagnóstica recientemente se viene prestando
atención a la descripción de nuevos y deseables escenarios en los que se pueda operativizar
dicha acción en un futuro inmediato. Se cuestionan los fundamentos del conocimiento
prospectivo realizado en etapas anteriores en sintonía con la permanente idea de cambio y
con el reducido margen de predicción sobre un futuro impredecible. Se trata de un período
de transformaciones estructurales que se construye a partir de las propias respuestas
individuales en relación con la globalidad. La reflexión sobre el futuro debe estar presente
en el cambio requerido de la práctica profesional.
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1. Concepto de diagnóstico pedagógico
Etimológicamente el término diagnóstico significa “a través de” (dia) y “conocer en
profundidad”(gignosko), es decir conocer algo utilizando unos medios a través del tiempo
o a lo largo de un proceso. Unido al adjetivo pedagógico podemos decir que en una primera
acepción diagnostico pedagógico se puede definir como el conocimiento de algo en
relación a la educación, a través de unos medios y a lo largo de un proceso. En educación el
diagnóstico, se empieza a utilizar desde la perspectiva de la psicología diferencial, en un
intento de estudiar las diferencias individuales y clasificar a los estudiantes según sus
aptitudes o capacidades. Inicialmente el diagnóstico consiste en recoger información a
través de tests, cuestionarios, entrevistas...para orientar, seleccionar o indicar un
tratamiento. El campo del diagnóstico está inundado de polémicas e interrogantes
terminológicos que en ocasiones generan confusión y ambigüedad. Buisán y Marín (1988)
consideran que el diagnóstico incluye la medición y la evaluación. Martínez (1993) afirma
que los términos valoración, medida y evaluación se conectan conceptualmente con el
diagnóstico. Términos como medición (measurement),valoración( assessment), diagnóstico
(diagnosis), evaluación (evaluation), individual análisis han sido utilizadas en relación al
diagnóstico incorporando cada una de ellas matices diferentes.
Medición (Measurement) se relaciona con los orígenes del diagnóstico vinculados al
proceso de medición, a la psicometría y psicotecnia. La medida permite cuantificar las
diferencias de una variable. A pesar de las reticencias de algunos autores respecto a este
término asociado al diagnóstico, la medición es necesaria para actuar con rigurosidad y
precisión en el proceso diagnóstico ya que en los dos implican medida.
Evaluación (Evaluation) No existe desde el ámbito educativo un consenso sobre una
definición unívoca del término evaluación. Para Lázaro (1990) son tres los rasgos
fundamentales de la evaluación:
1. La evaluación tiene un carácter procesual.
2. La evaluación abarca todo el hecho educativo
3. La evaluación supone: recoger y sistematizar información, valorar la información de
todo hecho educativo, tomar decisiones
Valoración (Assessment) este término tiende a identificarse con evaluación. Para Silva
1982) la valoración es la mirada retrospectiva que pregunta cómo lo hemos hecho mientras
que evaluación supone un enfoque prospectivo que se refiere a qué debemos hacer.
Considera que la valoración forma parte del diagnóstico. Otros autores vinculan valoración
con las actividades del proceso de enseñanza-aprendizaje y su objeto son las personas
mientras que evaluación se relaciona con actividades de investigación y desarrollo y su
objeto son entidades abstractas como programas, curricula…). Podemos decir para concluir
que los términos evaluación y valoración tienen a identificarse.
Diagnóstico-evaluación estos dos conceptos tiene grandes afinidades y también ciertas
diferencias. El diagnóstico se ha utilizado tradicionalmente para detectar y explorar a
enfermos psíquicos para conocer e identificar las características de la persona. Más tarde se
amplía su campo de actuación a otros ámbitos como el ambiente y la interacción con el
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medio desde un modelo ecológico y es entonces cuando diagnóstico y evaluación se
solapan y suelen utilizarse como sinónimos aunque parece conveniente aclarar ciertos
matices diferenciadores.
Para García Nieto (1989) la evaluación se hace con unos objetivos determinados mientras
que el diagnóstico tiene más en cuenta conocer el origen, la evolución o el proceso de
maduración del individuo. Para García Jiménez (1994) evaluación y diagnóstico son
conceptualmente similares y considera que a partir de la integración de los avances de la
investigación educativa, ambos conceptos se pueden entender como procesos de análisis de
la realidad educativa que permite conocer cómo articular las intervenciones para
mejorarlas. Castillo (1994), por su parte valora la importancia a la cooperación y
complementariedad de ambos procesos. La evaluación para mejorar la calidad educativa y
el diagnóstico descubrir, describir, predecir y explicar el comportamiento de la persona,
grupo o situación. Diagnóstico y evaluación comparten aspectos comunes como la
actividad informativa, técnicas e instrumentos, pero se diferencian por el momento, la
intencionalidad y el tipo de información.
Recientemente el término diagnóstico define el carácter amplio de búsqueda de una
explicación de la conducta y representa un status científico, académico y social.
Para Buisán el diagnóstico pedagógico es el conjunto de técnicas y actividades de
medición e interpretación cuya finalidad es conocer el estado de desarrollo del estudiante.
Nos facilita la identificación de las características personales que pueden influir en el
progreso del alumnado y de sus causas, tanto individualmente como en grupo. Consiste en
saber cómo se desarrolla, evoluciona el proceso de enseñanza- aprendizaje del alumnado y
su maduración personal en el medio escolar y familiar. Para ello debemos conocer cómo es
el individuo y hacia donde evoluciona o puede llegar. Un diagnóstico pedagógico tiene en
cuenta la totalidad de la persona y por ello hay que observarla y tratarla. Hay que realizarlo
en todo el ámbito escolar para orientar a los estudiantes.
Para algunos autores el diagnóstico pedagógico es un puente entre la evaluación y la
orientación. Así Sanz Oro (1990) afirma que el diagnóstico es una función de la orientación
dirigida a tomar decisiones y facilitar el perfeccionamiento de las personas, los procesos,
instituciones o situaciones diagnosticadas. El diagnóstico pedagógico debe suponer la base
que facilita la acción de mejora, entendiéndola como un proceso sistemático que potencia el
desarrollo personal. El diagnóstico pedagógico facilita la decisión orientadora respecto a los
procesos de intervención y, a su vez, permite el seguimiento de las causas de mejora
educativa.
Otros autores afirman que el diagnóstico es la etapa inicial de un proceso crítico: consiste
en recolectar, clasificar, analizar y hacer un informe final de un sistema con el fin de
conocer objetivamente los antecedentes y la situación actual de una institución, instancia,
programa o proyecto. Para elaborar un diagnóstico es necesario considerar los diversos
aspectos del sistema (contexto, insumos, acciones, resultados), a fin de establecer las
relaciones causales o funcionales entre sus elementos. El diagnóstico puede hacerse sobre
el total del sistema (global), abarcar sólo un subsistema o incluso sólo un elemento
integrante.
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El diagnóstico pedagógico ha estado vinculado siempre con las actividades derivadas del
proceso de E-A. Según Brueckner y Bond los aspectos que debe abordar el diagnóstico
pedagógico son:
1.
Comprobación del progreso del alumnado hacia metas educativas
establecidas (test y observación)
2.
Identificación de los factores en la situación enseñanza-aprendizaje que
puedan interferir el óptimo desarrollo individual de los escolares (test,
observación, conocimiento de los factores)
3.
Adaptación de los aspectos de la situación enseñanza-aprendizaje a las
necesidades y características del discente en orden a asegurar su desarrollo
continuado
Esto supone obtener información de todos los datos que puedan ser relevantes para el
alumnado: organización, metodología, profesorado, programas... Por esta razón son
necesarias distintas técnicas de recogida de datos que nos proporcionen información sobre
el contexto ambiental y la interacción del alumnado con este ambiente. El diagnóstico
pedagógico implica una labor de síntesis de toda la información recogida. Supone una
destreza del profesional que lo realice para sintetizar e interpretar las informaciones
recogidas mediante técnicas diversas. De ahí la necesidad de subrayar las competencias que
debe adquirir el alumnado durante su proceso de formación y que hace referencia no solo a
los conocimientos básicos o aplicados, sino a las habilidades personales que debe
desarrollar.
Se puede evaluar con una sola prueba, pero no se puede hacer un diagnóstico con una sola
prueba. El diagnóstico es un término que incluye actividades de medición y de evaluación.
Constituye un punto final del proceso informativo y el punto de partida de la intervención
orientadora.
El diagnóstico pedagógico supone la valoración de una situación educativa a la que se llega
después de un proceso de investigación basado en datos empíricos. De esta manera el
diagnóstico pedagógico implica 1) actividades de medida; 2) actividades de valoración
relacionadas con el alumnado; c) actividades de evaluación basadas en valoraciones
cualitativas y cuantitativas, que permitan emitir juicios para promover una actuación
educativa eficaz.
2. Principios del diagnóstico pedagógico
2.1.Principio de prevención primaria
Basado en la necesidad de preparar a las personas para la superación de las sucesivas crisis
de desarrollo, este principio se encuentra vinculado a la determinación de promocionar
conductas saludables y competencias personales, como, por ejemplo, las relacionadas con
el desarrollo de la inteligencia interpersonal e intrapersonal, para evitar la aparición de
problemas. Autores como Erickson (1971) consideran que todo estudiante debe pasar una
serie de crisis afrontándolas con la suficiente preparación para poder superarlas con éxito.
De esta manera, el objetivo de la prevención primaria es desarrollar la competencia
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funcional y social de la persona, su capacidad para afrontar las situaciones y su
fortalecimiento interior (empowerment). En los últimos años, Marín y Rodríguez Espinar
(2001) afirman que existen múltiples enfoques de la prevención primaria y destacan
aquellos cuyos presupuestos asumen la importancia de las causas sociales de los problemas
personales y la necesidad de intervenir, no solamente sobre la persona sino también sobre el
entorno. Igualmente subrayan el interés de que la intervención preventiva se incluya en
todos los ámbitos y no solamente el personal, el educativo, el social, sino también en el
profesional. Se manifiestan a favor de un enfoque temprano de la intervención tanto
directo como indirecto relacionado con los sistemas primarios (familia, escuela y
comunidad), escenarios en los que se inician las adaptaciones o desadaptaciones (Hervás,
2006).
“El objetivo del diagnóstico desde este un enfoque preventivo, es la identificación de
aquellos comportamientos, actitudes y conductas que pueden capacitar a las personas para
hacer frente a los eventos y crisis de desarrollo de la carrera, así como también al
reconocimiento de aquellas barreras ambientales (sexismo, racismo) que impiden el
desarrollo de la carrera” ( Marín y Rodríguez, 2001).
2.2.La intervención sobre el desarrollo: el enfoque de ciclo vital
El principio de desarrollo contempla dos enfoques, el madurativo y el cognitivo. El enfoque
madurativo supone, desde la acción orientadora, considerar que la persona se desarrolla de
acuerdo a fases predeterminadas. La intervención es un proceso de acompañamiento al
individuo durante su desarrollo para activar y facilitar dicho proceso. Desde esta
perspectiva se trata de una intervención educativa y psicopedagógica cuya finalidad es el
máximo crecimiento de las potencialidades del individuo. La orientación como
intervención educativa se preocupa de los procesos recorridos por las personas para la
adquisición e integración de los distintos tipos de saber en su proyecto contextualizado de
futuro (Álvarez Rojo, 1994).
Prevención y desarrollo son consideradas por distintos autores como principios de
intervención complementarios, aunque con evidentes diferencias en su finalidad y
contenido. Este principio se fundamenta en el propio concepto de desarrollo, entendido
como un proceso de crecimiento personal que permite a la persona convertirse en un ser
cada vez más complejo. Esta complejidad, propiciada por cambios cualitativos, favorece la
interpretación del mundo de manera exhaustiva y la integración de experiencias cada vez
más amplias y complicadas (Rodríguez Espinar, 2001).
En 2001 Marín y Rodríguez Espinar afirman que los presupuestos básicos del principio de
desarrollo se sintetizan en:
1.
Existen etapas en la vida no vinculadas solo a la edad biológica sino que
responden a una interacción de determinantes. Los períodos y los cambios
no son fijos y están sujetos a grandes diferencias individuales y
culturales.
5
2.
3.
El desarrollo es un proceso acumulativo y secuencial en el que las
transiciones de una etapa influyen en la siguiente. La madurez es un
concepto evolutivo que requiere activación.
Los cambios y procesos están sistemáticamente relacionados actuando
como una red de efectos causales.
2.3. Principio de intervención social
Desde una perspectiva holística-sistémica y ecológica carece de sentido y resulta
insuficiente no tener en cuenta las condiciones ambientales y contextuales del individuo
que pueden influir negativamente en su toma de decisiones y en su desarrollo personal. Si
los principios de prevención y desarrollo se fundamentan en la necesidad de capacitar a la
persona para asumir los riesgos implícitos en los propios procesos de realización personal,
desde este principio de intervención se percibe que la conducta está determinada tanto por
las características internas como externas de la interacción de la persona y su entorno y se
pone el acento en el estudio del conjunto total de sistemas que interactúan en el ambiente en
el que funciona una persona. Se considera el contexto como un elemento de referencia
imprescindible de la acción orientadora y se valora la necesidad de que ésta se dirija
también a su modificación.
Los antecedentes de este enfoque de intervención activa sobre el contexto social se
encuentran, según Rodríguez Espinar (1998), en los planteamientos de Parson (1909) y más
recientemente en los trabajos primero de Shoben (1962) y Wrenn (1962) y más tarde en los
años 70 de Menacker (1974, 1976).
Desde la perspectiva del diagnóstico este principio supone contemplar todas las
dimensiones de la persona interactuando conjuntamente. El funcionamiento de cada uno de
los sistemas personales ( afectivos, volitivos y cognitivos) no es independiente sino que son
sistemas complejos, dinámicos cuyas características necesariamente dependen de la
interacción con otros sistemas, que actúan en paralelo y dentro de un todo sistémico
(Alfaro, 2001). Significa afrontar el diagnóstico de una manera holística considerando
múltiples puntos de vista, estrategias, y personas además del aporte de un conjunto de datos
de manera integrada: aspectos fisiológicos, físicos, del ambiente, interacción profesoradoalumnado, ambiente familiar y refuerzos, historia pasada...,todo ello a partir de una amplia
gama o tipos de procedimientos de obtención de datos: informes del alumnado, entrevistas,
tests referidos al criterio, observaciones, registros…( Marín y Rodríguez, 2001).
2.4.La perspectiva del empowerment
Finalmente, es necesario citar un concepto que recientemente se relaciona con los
principios de prevención, desarrollo e intervención social. Se trata del empowerment
(fortalecimiento personal), término que etimológicamente se refiere a permitir, capacitar,
autorizar o dar poder sobre algo, alguien o para hacer algo, asumiendo que hay una
condición de dominio o autoridad sobre ese algo. Propuesto por Rappaport (1981,1987)
desde una concepción ecológica de la Psicología comunitaria para describir el proceso o
mecanismo a través del que las personas, las organizaciones o las comunidades adquieren
un dominio (mastery) sobre los asuntos de interés que le son propios (Sánchez Vidal,
6
1996).Rappaport distingue dos componentes en el
personas:
concepto de empowerment de las
1. La autodeterminación personal o capacidad de determinación sobre la propia vida
2. La determinación social o posibilidad de participación democrática en la propia
comunidad a través de estructuras sociales intermedias como vecindario, familia,
escuela, ONG...
Se trata, según Sánchez Vidal (1996), de favorecer el fortalecimiento personal desde abajo
a través de estructuras intermedias muy próximas a la autoorganización y la autoayuda.
Autores como C. Lee (1991) o Ellen H. McWhriter (1998) han estudiado igualmente este
concepto inmerso en disciplinas diferentes (Educación, Medicina, Trabajo Social o
Psicología) que lo nutren y desarrollan. Todas ellas coinciden en su compromiso social con
las desigualdades existentes en la distribución del poder desde las diferencias
socioculturales, de género o multiculturales. McWhriter (1998) afirma que el empowerment
o fortalecimiento personal es un proceso en el que las personas, las organizaciones o los
grupos que no tienen fortaleza, que no se sienten competentes, o que se encuentran
marginados, llegan a conocer las dinámicas del poder que actúan en su contexto vital,
desarrollan las habilidades y capacidades para tomar el control de sus propias vidas sin
interferir los derechos de los demás, y apoyan y refuerzan el fortalecimiento personal de los
demás componentes de su grupo o comunidad. Supone un proceso comprensivo que afecta
a la persona internamente, en su relación con los demás, a la comunidad en la que vive y a
la sociedad en general. McWhriter (1998) elabora el modelo de las 5 Cs que sintetiza las
condiciones para favorecer el fortalecimiento personal.
1. Colaboración para definir los problemas y establecer un plan de acción.
2. Contexto o reconocimiento de los factores contextuales que impiden el
fortalecimiento personal como la pobreza, el racismo, la discriminación, el
sexismo... y que propician que los problemas se mantengan.
3. Conocimiento crítico que permite definir un problema; seleccionar la
información pertinente para su solución; reconocer asunciones tácitas y
explícitas; formular y seleccionar hipótesis relevantes, y extraer conclusiones
validas.
4. Competencia necesaria para la resolución de los problemas.
5. Comunidad o unión de quienes comparten unos mismos objetivos y participan
de una identidad común apoyándose en el fortalecimiento personal de todos y
cada uno de los miembros de la comunidad.
Este enfoque tiene una gran influencia en el diagnóstico, no solamente desde las variables a
tener en cuenta, sino desde el mismo proceso de obtención de la información ( la persona es
un agente activo y el proceso de recogida de información se convierte en un proceso de
diagnóstico-intervención, ya que los datos se van analizando de forma conjunta personaprofesional ( Marín y Rodríguez,2001).
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Para Marín y Rodríguez (2001), el empowerment asume dos principios relacionados con
los mecanismos positivos de control, la teoría atribucional de la motivación de logro y la
concepción de que el poder como recurso no material se encuentra desigualmente repartido
entre los grupos sociales.
1. El control sobre los elementos que determinan la propia vida desempeña un papel
mediador fundamental en la vida de las personas.
2. Una fuente importante de los problemas individuales no se encuentra en la persona
sino en el sistema o en las propias estructuras macrosociales. Las disfunciones
conductuales y la falta de empowerment de las minorías están íntimamente
relacionados.
2.5.La aplicación de los principios al diagnóstico
Los enfoques implícitos en los principios del diagnóstico se sitúan desde una perspectiva
preventiva con un enfoque ecológico-sistémico, con una visón holística y desde una
perspectiva del empowerment. Enfocar el diagnóstico bajo los modelos ecológicosistémicos implica un primer elemento de ambientación. El diagnóstico se realiza en
entornos naturales en los que se mueven las personas o grupos y trata además de ver las
influencias mutuas de los distintos componentes de estos entornos. Por lo tanto se requiere
un estudio diagnóstico sobre estos ambientes o contextos en los que se mueven las personas
y los grupos.
Una nueva conceptuación del diagnóstico en la intervención orientadora se caracterizaría
por:
1. El diagnóstico debe ser holístico y dinámico, es decir ha de tener en cuenta la
totalidad de la persona como un sistema del desarrollo desde el enfoque del ciclo
vital
2. Debe tomar como base la perspectiva del desarrollo desde el enfoque del ciclo vital
3. Debe estar contextualizado
4. Ha de ser multidimesional y tener presente las interacciones entre factores
personales y ambientales
5. Debe primar la especificidad frente a la generalidad que ha caracterizado muchos de
los enfoques tradicionales. Es decir, lo que interesa es la identificación, ver como un
conjunto de características se combinan de manera única en cada persona.
6. Se han de considerar las diferencias individuales en el marco más amplio de las
diferencias culturales o de género.
7. Debe utilizar metodologías diversas desde enfoques complementarios y de acuerdo
con los objetivos del diagnóstico.
8. Tiene como referente la optimización y mejora de los procesos de aprendizaje y
desarrollo de la persona.
9. El proceso de diagnóstico se convierte en una situación interactiva en las que los
protagonistas son las personas a las que se les realiza el diagnóstico que toman
parte activa en el análisis de los datos y utilizándolos como fuente para la propia
toma de decisiones.
8
10. En el caso de diagnósticos individuales han de primar las referencias intra-sujetos.
3. Objetivos del diagnóstico pedagógico
Para Marín y Rodríguez (2001) la meta última del diagnóstico pedagógico debe ser la
comprensión y la explicación sin obviar la predicción. Para ello es importante:
a) Analizar situaciones y alumnado a través de:
1. La exploración y recogida de información de una manera intencional
2. La identificación y reconocimiento de las categorías o variables descritas en los
marcos de referencia del diagnóstico pedagógico
3. Descripción y registro de las variables mediante su representación.
4. La explicación dando respuestas rigurosas al por qué de los fenómenos.
b) Evaluar y valorar la información obtenida en el análisis, estableciendo un juicio sobre la
situación del alumnado.
c) Predecir estableciendo un pronóstico sobre la evolución futura del alumnado
4. Funciones del diagnóstico pedagógico
El diagnóstico pedagógico no constituye una finalidad en sí mismo. Como afirma
Rodríguez Espinar (1982) el diagnóstico sin una proyección pronostica pierde el carácter
dinámico que le confiere valor. Por esta razón podemos decir que su principal función es
facilitar la toma de decisiones partir del conocimiento amplio y riguroso de las
posibilidades y limitaciones de la persona para predecir su desarrollo futuro.
Tras el diagnóstico procede dos tipos de intervención o acción orientadora: a)intervención
preventiva orientada a ayudar a la persona a que desarrolle todo su potencial y, b)
intervención correctiva centrada en las causas que pueden estar dificultando su desarrollo
(personales, ambientales…).El diagnóstico no constituye una finalidad en sí mismo. El
diagnóstico sin la proyección diagnóstica pierde el carácter dinámico que le confiere valor.
5. Características del diagnóstico pedagógico
2. El diagnóstico pedagógico es un proceso en el que resulta difícil marcar el final de la
intervención. El seguimiento del caso se convierte en una prolongación de la tarea
diagnóstico.
3. En el diagnóstico pedagógico es el profesorado quien señala el problema. En este
sentido es importante insistir en la labor de corresponsabilización y coparticipación del
profesorado y el pedagogo.
4. El diagnóstico pedagógico se realiza en un contexto por lo que es necesaria una
contextualización. Implica a toda la comunidad educativa.
5. El diagnóstico pedagógico se centra en el conocimiento del estudiante. Trabaja sobre
personas que están inmersas en una situación de enseñanza-aprendizaje. El alumnado
en cuanto protagonista de su aprendizaje, capaz de ir elaborando su propio
conocimiento mediante su actividad y su reflexión interna, a través de la colaboración
con otros. En es sentido el diagnóstico pedagógico debe tener en cuenta aspectos
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relacionados con la organización escolar, de enfoque pedagógico y establecimiento de
contenidos.
6. El diagnóstico pedagógico intenta modificar manifestaciones de los conflictos que se
expresan en el ámbito escolar, en la familia o bien cualquier tipo de tratamiento
externo. Todos ellos sirven de soporte de la tarea educativa de la escuela.
7. El diagnóstico pedagógico trata de acercar y conseguir comunicaciones funcionales y
operativas entre dos sistemas fundamentales para el niño: la familia y la escuela. Esta
tarea se suele realizar durante el propio proceso del diagnóstico, comentando y
analizando aspectos que pueden ayudar en la proceso de comprensión mutua de la tarea
que se realiza en torno al estudiante.
8. En el diagnóstico pedagógico el pedagogo y el profesorado juegan un papel primordial.
6. Elementos que intervienen en el diagnóstico pedagógico
Los elementos del diagnóstico pedagógico están relacionados con las características del
alumnado. Éstas pueden ser:
a) Individuales: se relacionan con todos aquellos factores que configuran la realidad
total del individuo: condiciones personales (físicas, sensoriales, intelectuales,
personalidad, intereses, competencia curricular, estilo de aprendizaje, intereses,
actitudes, adaptación al entorno, interacción entre iguales…)
b) Contextuales: referidas al medio en el que se encuentra inmerso el alumnado y que
influye en su desarrollo. Incluye:
•
•
•
Ambiente familiar
Ambiente educativo
Ambiente social
7.Cualidades del diagnosticador
El primer impulso cuando se ha de hacer un diagnóstico pedagógico suele ser conocer las
técnicas e instrumentos que necesarios para analizar situaciones y al alumnado. Sin
embargo, cuando se constata en la realidad cuáles son las necesidades derivadas de las
competencias de la persona que realiza el diagnóstico y las cualidades que hacen que su
trabajo sea válido, se pone de manifiesto la importancia de unos conocimientos y
habilidades personales, que van más allá del conocimiento de las técnicas instrumentales, y
que son las que ayudarán cuando sea necesario intervenir con problemas y situaciones
diversas. Aún así las cualidades del diagnosticador pasan por:
1. Un conocimiento amplio del proceso de aprendizaje del alumnado al que se va a
diagnosticar, así como los síntomas que nos pueden indicar la existencia de ciertas
anomalías.
2. Un conocimiento de los factores que suelen estar asociados a las dificultades de
aprendizaje en el ámbito en el que se está haciendo la valoración.
3. Tener suficiente capacidad crítica y flexibilidad para considerar todas las posibles
hipótesis que expliquen el problema.
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4. Capacidad y formación para aplicar las técnicas diagnósticas necesarias sabiendo
adaptarlas a las necesidades del alumnado, del contexto y a la situación concreta que
se plantea.
5. Conocimiento de los servicios externos que pueden colaborar con el diagnosticador
en la valoración de aspectos que se encuentran fuera del alcance del mismo por su
especificidad. Igualmente, esto supone una disposición de apertura y colaboración
con otros profesionales.
6. Capacidad de síntesis, destacando los aspectos relevantes para la solución de los
problemas planteados en el diagnóstico, así como en la toma de decisiones,
obviando lo anecdótico e irrelevante.
7. Habilidad para planificar ordenadamente un programa de intervención que ayude a
paliar los problemas planteados y ajustar, en lo posible, las posibles soluciones.
8. Compromiso en el seguimiento directo o indirecto del caso, colaborando en el
mantenimiento de la confidencialidad y veracidad de los datos emanados del
diagnóstico.
8. Bibliografía:
Bassedas, E. y otros (1991). Intervención educativa y diagnóstico psicopedagógico.
Barcelona: Paidós.
Buisán , C. Marín, M.A. (1984) Bases teóricas y prácticas para el diagnóstico pedagógico.
Barcelona: PPU.
Buisán , C. Marín, M.A. (1987). Cómo realizar un diagnóstico pedagógico. Barcelona:
Oikos-Tau.
Dueñas Buey ,Mª L.(2002).Diagnóstico pedagógico. Madrid: UNED
García Jiménez, E. (1995). La práctica del diagnóstico en educación. Sevilla: Kronos.
García Vidal,J., González Manjón, D.(1992). Evaluación e informe psicopedagógico.
Madrid: EOS.
Marín, M.A., Buisán, C. (1994). Tendencias actuales en el diagnóstico pedagógico.
Barcelona: Alertes.
Marín, M.A. Rodríguez, S. (2001). Prospectiva del diagnóstico y la orientación. R.I.E., 19,
(2).
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