111 CONSULTA 3. 1.11. ESCRITURA PUBLICA. VENTA DE COSA AJENA. AUTORIZACIÓN. NULIDAD. ESCRI­ BANOS. Se otorgó escritura de compraventa que no fue autorizada por el Escribano, si bien se expidió copia y se inscribió. La siguiente enajenación se soluciona en base a los principios que rigen la venta de cosa ajena ya que no es nula. CONSULTA 1) Según escritura "extendida" el 3 de se­ tiembre de 1974 por el Escribano C.N.P., hoy fallecido, "L.I.F.P. S.A." (en liquidación) en cumplimiento de una promesa de compraventa otorgada el 31 de diciembre de 1963 a favor del señor A.F.D'A., respecto de un solar de terreno baldío sito en P., padrón N2 ..., vendió a los herederos del promitente comprador, fallecido, el referido solar. Digo "extendida" en lugar de "autorizada" porque el Escribano actuante omitió suscribir la escritura matriz, lo cual he comprobado al recurrir a ver su protocolo de 1974 a la Inspección General de Registros No­ tariales, para completar el estudio del título del padrón, ya que se carece de los antecedentes correspondientes, o sea, primera copia inscrita de la escritura matriz sin firma, aunque al margen del protocolo consta una nota de expe­ dición de copia para los compradores con media firma del Escribano P. 2) El 31 de mayo de 19781a Escribana J.B. de B. autorizó una compraventa del referido padrón, actuando como parte vendedora los herederos del fallecido promitente comprador, o sea los señores M.R.F. y A.A. D'A. y, como parte compradora, los señores A. y F.R.F. 3) Hoy los señores A. y F.R.F. desean vender dicho padrón a mi cliente, lo cual genera esta consulta. De acuerdo al art. 32 del decreto-ley 1.421 la firma del Escribano es un requisito de validez de la escritura pública, por lo cual una escritura pública sin firma del Escribano no es una es­ critura pública. Como decía el Escribano Larraud, en su Curso de Derecho Notarial: "escritura autori­ zada es la que suscribe el Escribano como ex­ presión de que asume la responsabilidad de su autoría, en ejercicio de la fe pública ..."; "... la escritura pública puede ser una forma libre­ mente elegida por las partes o venir determi­ nada en la ley" El Código Civil uruguayo en el art. 1664 rige el sistema respecto de la compraventa que tenga por objeto bienes inmuebles, exigiendo escritura pública como requisito o formalidad esencial para su validez; entonces en este caso la forma está determinada en la ley. O sea que en nuestro país la enajenación de un inmueble debe ser instrumentada en escritura pública, requisito esencial para la validez de la misma. El Doctor Jorge Gamarra en su Tratado de Derecho Civil Uruguayo, en el Tomo dedicado a la compraventa expresa que la misma cuando tiene por objeto bienes inmuebles es solemne, porque se requiere la observancia de ciertas formalidades sin las cuales el contrato no se considera perfecto (arts. 1264 y 1664 del Código Civil). En este caso el consentimiento debe ma­ nifestarse a través de la forma prescrita, o sea la escritura pública, "y si así no sucede, el contrato no surge". La escritura pública es en este caso "requisito de validez" para usar la terminología del Código Civil uruguayo. La ausencia de es­ critura pública en este caso, y siguiendo al Doctor Gamarra, determina la nulidad absoluta del contrato (art. 1560 del Código Civil). La forma se eleva al rango de elemento constitutivo, a la par de causa, objeto, etcétera. El art. 1560 del Código Civil uruguayo dice que la nulidad producida por la omisión de algún requisito que la ley prescribe para el valor de cierto acto es nulidad absoluta y el art. 1561 dice que esa nulidad debe ser declarada por el Juez y que no puede subsanarse por la ratifica­ ción de las partes ni por un lapso de tiempo que no pase de los treinta años. Se consulta: 1) Cómo se puede sanear el título del padrón 633 de P. sin esperar el lapso de 30 años, ya que estamos en un caso de nulidad absoluta y tam­ poco se puede recurrir a la ratificación. Los otorgantes de la escritura de 1974 y 1978 se 112 REVISTA DE LA A.E.U. - T. 79 (1-6), 1993 encuentran vivos a la fecha de hoy, por lo cual pienso que una solución sería otorgar nueva­ mente la compraventa de 1974 y la de 1978, ya que el art. 1578 del Código Civil uruguayo dice que la falta de instrumento público, cuando la ley requiere esa formalidad, se mirará como contrato no celebrado y que no vale ni como instrumento privado aunque estuviere firmado por las partes. 2) ¿Será necesaria la declaración judicial de nulidad de las compraventas de 1974 y 1978 y que el Juez ordene la anulación de las inscripcio­ nes que consten en el Registro de Traslaciones de M., respecto de las mismas? En suma, ¿cómo aconseja la Asociación de Escribanos del Uruguay resolver el caso plan­ teado? INFORME DE LA COMISIÓN DE DERECHO CIVIL Montevideo, 22 de diciembre de 1992. La Comisión de Derecho Civil integrada por los Eses. Roque Molla, Enrique Arezo, Raúl Anido, Graciela González, Jacqueline Parnás, Adriana Goldberg y Jorge Machado, con respecto a la consulta precedente dictamina: a) El otorgamiento de la compraventa y tradición con la solemnidad requerida por la ley entre L.I.F.P. S.A. y los sucesores del promitente comprador saneará totalmente la situación; ello por cuanto en virtud de lo dispuesto por el inciso 2r del art. 1681, el dominio del bien queda ra­ dicado en el patrimonio de quien figura como comprador en el año 1978. Por supuesto que la eficacia de la tradición operará a partir de la adquisición del dominio por quienes enajenaron en el año 1978. b) No es necesaria declaración judicial algu­ na, ya que la inscripción de la escritura a otor­ garse resolverá los conflictos de publicidad re­ gistrai. c) Asimismo corresponde establecer que la escritura de 1978 no adolece de nulidad por el hecho de haber sido otorgada por quienes no eran titulares del inmueble. d) Por último, la sola manifestación de vo­ luntad de L.I.F.P. S.A. es suficiente porque re­ giría lo dispuesto por el art. 1681 inciso 1- del Código Civil (venta de cosa ajena ratificada por el dueño). Esc. Roque Molla Redactor Aprobado por unanimidad por la C.D. de la AEU, Resol. N2 26.122 de 31 de mayo de 1993. 3.1.12. DEONTOLOGIA NOTARIAL. TESTAMENTO. CAPACIDAD PARA CONTRATAR. El Escribano debe procurar que los negocios otorgados ante sí (incluidos testamentos) reúnan los requisitos necesarios de validez y eficacia y que el consen­ timiento sea emitido por persona capaz y que no resulta viciado por error, dolo o violencia. No es razonable que el autorizante exija un examen psiquiátrico toda vez que certifique una firma o autorice una escritura. La finalidad de la certificación de firmas en un vale es la de facilitar la acción judicial en caso de ejecución del documento. CONSULTA En autos caratulados "G.S., D.A. c/G.A., I. Nulidad de testamento, ficha .../92" en cumpli­ miento a lo dispuesto por autos N9 47 de fecha 2 de febrero de 1993 libra a ustedes el presente, a fin de que se sirva disponer informe a esta sede acerca de los siguientes puntos: a) ¿Cómo debe proceder un Escribano Pú­ blico cuando una persona de 89 años con ante­ cedentes cardiovasculares, de hipertensión y de cerebroesclerosis le manifiesta su deseo dehacer un testamento? b) ¿Cuál es la finalidad para que un Escri­ bano Público certifique la firma de un vale (título valor) firmado por una persona de 89 años de edad? Se agrega como antecedente lo siguiente: la señora había otorgado testamento en el año 1988 en época anterior al que se impugna (1990) ante el mismo Escribano. Un otorgamiento