El accidente de trnsito ocurrido por dolo o culpa grave del conductor

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Mirande, Marchese & Gaetán
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Voces: DAÑOS Y PERJUICIOS – CULPA DE LA VÍCTIMA – SEGUROS –
CAUSALES DE EXCLUSIÓN DE COBERTURA – OPONIBILIDAD A TERCEROS
Tribunal: Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Circuito de Rosario
Fecha: 02/05/2011
Partes: STRASS S.R.L. c/ Martinago, Oscar E. y/o Ots. s/ daños y perjuicios
SUMARIO:
El accidente de tránsito ocurrido por dolo o culpa grave del conductor o chofer
dependiente del asegurado, no queda enmarcada en causal de exclusión de
cobertura eximente de responsabilidad del asegurador.
TEXTO COMPLETO:
ACUERDO Nº 78 En la ciudad de Rosario, el día 2 de mayo del año dos mil once,
reuniéronse en Acuerdo los Jueces de la Cámara de Apelación de Circuito
doctores Eduardo Jorge Pagnacco, Ricardo Juan Pedro Netri y René Juan Galfré
para dictar sentencia en los caratulados “STRASS S.R.L. C/MARTINAGO OSCAR
E. Y/U OS. S/DAÑOS Y PERJUICIOS” Expte. N° 267/10 (Expte. N° 506/09 del
Juzgado de Primera Instancia de Circuito 5a. Nominación de Rosario).Se resolvió someter a sorteo el estudio de la causa, resultando el siguiente orden:
doctores René Juan Galfré, Eduardo Jorge Pagnacco y Ricardo Netri.Hecho el estudio de la causa, se resuelve plantear las siguientes cuestiones:
1º) ES NULA LA SENTENCIA RECURRIDA ?
2º) ES JUSTA LA RESOLUCIÓN APELADA ?
3º) QUE PRONUNCIAMIENTO CORRESPONDE DICTAR ?
A la primera cuestión, el doctor Galfré dijo:
Mediante la Sentencia N° 1989/10 (fs. 98/103), a cuya relación de la causa me
remito por razones de brevedad, se resolvió hacer lugar a la demanda instaurada
y condenando en consecuencia a OSCAR EDUARDO MARTINAGO, SANDRA
MARÍA ALE y ASEGURADORA FEDERAL ARGENTINA S.A. a abonar a la
actora dentro de los cinco días de notificada la presente, la suma de $1.500 por
daños materiales. A dicha suma deberá agregársele un interés equivalente a la
-2tasa activa promedio mensual sumada que percibe el Nuevo Banco de Santa Fe
S.A., dicho interés se calculará desde la fecha del accidente y hasta el efectivo
pago. Imponiendo las costas del proceso a la demandada (art. 251 C.P.C.C.).Por otra parte, a fs. 114/115 el A quo dictó Sentencia Aclaratoria N° 2859/10, en
virtud de la cual resolvió que las costas correspondientes al incidente de
declinación de cobertura interpuesto a f. 40, sustanciado por decreto de f. 42 vta.
y contestado por escrito de fs. 43 y 45/46 son a cargo de la aseguradora
condenada en autos.Contra dicho pronunciamiento se alza la citada en garantía Aseguradora Federal
Argentina S.A., interponiendo recursos de apelación y conjunta nulidad (f. 107);
los que fueron concedidos por el Juez a-quo a f. 116; y llegados los autos a esta
instancia expresa agravios a fs. 126/129, los que fueron contestados por la actora
a fs. 131/132.Encontrándose consentida la providencia que llamó los autos para dictar
sentencia (fs. 134,135 y 136), quedan los presentes en estado de resolver.El recurso de nulidad deducido no ha sido sustentado en esta instancia, y
tampoco resulta de lo actuado que se hayan violado u omitido las formalidades
prescriptas con carácter sustancial por la ley de rito, cuyo quebrantamiento
podría autorizar la declaración oficiosa de nulidad.Por ello, voto por la negativa.A la misma cuestión los doctores Pagnacco y Netri dijeron:
De acuerdo con lo expuesto por el Vocal preopinante, votamos en igual sentido.A la segunda cuestión, el doctor Galfré dijo:
La recurrente se agravia porque la sentencia de primera instancia rechaza la
declinación de la citación en garantía, fundada en culpa grave por giro en “U”, en
la medida que manifiesta que si quien provoca el siniestro no es el asegurado sino
una persona diferente que conduce el vehículo, tal supuesto de exclusión no es
aplicable.Argumenta que el instituto de la culpa grave se encuentra regulado en la Ley de
Seguros, en las Condiciones Generales de Póliza y en Resoluciones de la
Superintendencia de Seguros, que integran y/o complementan el contrato de
seguros.Señala que el art. 114 de la Ley de Seguros dispone que el asegurado no tiene
derecho a ser indemnizado cuando provoque, dolosamente o por culpa grave, el
hecho del que nace su responsabilidad.-
-3Dice que no puede por un lado argumentarse que no hay duda que cuando el
conductor de la unidad asegurada provoca el siniestro debe ser cubierto por la
aseguradora mientras que si comete el hecho mediando culpa grave, no puede
aplicársele la exclusión porque la Ley de Seguros no efectúa la distinción y debe
prevalecer.Expresa que el contenido y límite del contrato determina las prestaciones a las
cuales el asegurador se halla obligado tanto frente a su asegurado como al tercero
damnificado, al tratarse de la traslación de las consecuencias dañosas a un
tercero y allí también se contempla la delimitación subjetiva del riesgo. En tal
sentido el art. 118 de la Ley de Seguros dispone la ejecutabilidad de la sentencia
en la medida del seguro.Finalmente peticiona la modificación de la sentencia recurrida, haciéndose lugar
a la declinación de la citación en garantía por culpa grave del conductor de la
unidad asegurada.A fs. 131/132 la actora contesta los agravios vertidos por la citada en garantía
recurrente, solicitando se confirme la sentencia apelada por constituir una justa
composición de la litis, con costas.Entrando al análisis de los agravios expuestos por la recurrente, debe tomarse en
consideración -para la delimitación del planteo responsabilizatorio venido en
crisis- que la norma de fondo que resulta de aplicación excluyente al caso, es la
Ley de Seguros N° 17.418.En tal sentido, tal cuerpo legal, prevé en su artículo 114 que: “El asegurado no
tiene derecho a ser indemnizado cuando provoque dolosamente o por culpa grave
el hecho del que nace su responsabilidad”.Del juego armónico del artículo precitado, con el art. 158 del mismo cuerpo
normativo, surge que lo dispuesto por el primero de ellos -en orden a referirse
únicamente al asegurado- no puede ser modificado en contra del asegurado, por
acuerdo de partes.Por otra parte, el citado art. 158, en su última parte, dispone: “...Cuando las
disposiciones de las pólizas se aparten de las normas legales derogables, no
podrán formar parte de las condiciones generales...”.Conforme a las disposiciones precedentes, para que el asegurador se exima de
responsabilidad, debe tratarse de una culpa grave o personal del tomador o
beneficiario del seguro, no funcionando dicha eximición en los casos de culpa
grave del dependiente del asegurador o del chofer del automotor; puesto que en
estos casos, el asegurador deberá abonar la indemnización, y, por efecto de la
subrogación, podrá repetir contra ese dependiente o chofer.-
-4La doctrina judicial -desde vieja data- ha venido sustentando que si la acción u
omisión dolosa o culposa grave es imputable a un dependiente del asegurado,
esta circunstancia no libera al asegurador, puesto que el seguro de
responsabilidad civil tiene por objeto tutelar el patrimonio del asegurado contra
las contingencias provenientes de acciones u omisiones del asegurado o de
aquellas personas por las cuales responde civilmente el asegurado.El fundamento de dicha postura jurisdiccional, es que el seguro de
responsabilidad civil frente a terceros, no es contratado para beneficio de los
terceros (víctimas), sino para proteger el patrimonio del propio asegurado.Pero, es a partir de la Ley de Tránsito N° 24.449, la cual en su art. 68 establece el
“Seguro Obligatorio de Responsabilidad Civil frente a Terceros”, para todos los
automotores -incluso motocicletas-, lo cual ha provocado una evolución
doctrinaria, en virtud de la cual entiéndese ahora, que el seguro de
responsabilidad civil es una estipulación en favor de terceros, cuya finalidad
fundamental y principal es la protección de la víctima.A partir de la mencionada ley, ya no pueden existir dudas que cuando el “seguro
de responsabilidad civil” es “obligatorio”, el mismo es realizado en favor de la
víctima.Coincidente con tal postura, Sobrino, expresa: “...Como consecuencia...de lo
establecido en el art. 68 de la ley 24.449, el plenario “Mustafá c/Nuñez”
(C.N.Esp. Civ. y Com., 11/05/1982, L.L., 1982 – C, 323), ha perdido vigencia,
siendo necesario dictarse un nuevo fallo plenario, puesto que aquél resulta
injusto y contrario a la finalidad del sistema de reparación de daños, que es la
protección de la víctima. Por lo que se concluye que la culpa del asegurado no es
oponible a la víctima de un accidente de tránsito, y, por lo tanto, no libera de
responsabilidad a la compañía de Seguros; sin perjuicio de las acciones de
regreso que ésta tiene contra su asegurado”. (SOBRINO, Augusto Roberto, “La
'culpa grave' y su oponibilidad a la víctima de un accidente de tránsito”, publicado
en La Ley, del 01 de Agosto de 1997, extraído de SAIJ en WWW v 1,9).Emana de ello, que el seguro automotor de responsabilidad civil frente a terceros,
ha pasado a revestir una función social, que en razón del marcado incremento del
parque automotor y de las conductas puestas de manifiesto por los conductores
de los distintos tipos de vehículos motorizados, resulta de mayor relevancia
proteger a las víctimas siniestrales, que a las aseguradoras cuyo único interés
radica en el incremento de sus carteras de clientes tomadores de seguros.En orden al Seguro Obligatorio de Automotores, doctrinariamente se ha
expresado que: “...En consecuencia, subsiste en favor de la víctima y/o de sus
causahabientes el poder jurídico de pretender un resarcimiento pleno del daño
sufrido en su persona, pues con el pago limitado efectuado por el asegurado y/o
su asegurador, el primero cumple con un deber legal y forzoso de tomar un
seguro, lo que no lo libera frente a aquéllos del mayor daño que acrediten, por
-5sobre los mínimos obtenidos...”. (STIGLITZ, Rubén S. y STIGLITZ, Gabriel A.,
“Seguro Automotor Obligatorio”, Edit. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1993, pág.
55).Puntualizadas la vieja orientación resarcitoria -protección indemne del
patrimonio del asegurado- y la moderna postura indemnizatoria -protección de la
víctima-, en ambas queda claramente puesto de manifiesto que la ocurrencia
siniestral devenida por culpa grave del conductor dependiente del asegurado, no
queda enmarcada en causal de exclusión de cobertura eximente de
responsabilidad del asegurador.“La cláusula de exclusión que se extiende al conductor por culpa grave, podría ser
válida para otros seguros que no sean el de responsabilidad civil, pues en éste no
pueden ser extendidos los alcances del art. 114 de la ley de seguros, en perjuicio
del asegurado”. (C.N.Civ., Sala C, 23/06/98, “Chorbadjian, Arturo C. y otros
c/Lembeye, Sebastian D. y otros s/Daños y Perjuicios”, citado por DARAY,
Hernán, “Derecho de daños en accidentes de tránsito”, Edit. Astrea, Buenos
Aires, 2008, T. 3, pág. 57).Tomando en cuenta que la maniobra realizada por el automotor asegurado, lo fue
bajo el comando del conductor dependiente Oscar Eduardo Martinago -el cual no
se encuentra comprendido dentro de las prescripciones del art. 114 de la Ley de
Seguros-, no corresponde a esta Cámara expedirse acerca del grado de
culpabilidad del mismo, deviniendo la inadmisibilidad de la declinación de la
citación en garantía -fundada en culpa grave del conductor interpuesta por la
citada en garantía Aseguradora Federal Argentina S.A.En consecuencia, los agravios de la recurrente son rechazados.Por tales razones, considero que el recurso de apelación debe ser rechazado,
confirmándose la Sentencia N° 1989/10 (fs. 98/103), con costas de ambas
instancias a cargo de la recurrente vencida (art. 251 C.P.C.C.).Así voto.A la misma cuestión, los doctores Pagnacco y Netri dijeron:
De acuerdo a los principios y fundamentos a los que arriba el Vocal preopinante,
votamos en igual sentido.A la tercera cuestión, el doctor Galfré dijo:
Atento el resultado obtenido al votar las cuestiones precedentes, corresponde: 1)
Desestimar la nulidad; 2) Rechazar la apelación, y confirmar la Sentencia Nº
1989/10 (fs. 98/103), con costas de ambas instancias a cargo de la recurrente
vencida (art. 251 C.P.C.C.). Propongo que los honorarios de la Alzada de los
doctores Valeria Olivetto y Fabián Daniel Leoni, se fijen en el cincuenta por
-6ciento del honorario que en definitiva les corresponda a los profesionales de cada
parte por su labor desplegada en lo principal en sede inferior con noticia de la
Caja Forense.Así voto.A la misma cuestión, los doctores Pagnacco y Netri dijeron:
El pronunciamiento que corresponde dictar es el que propicia el doctor Galfré.Por todo ello, la Cámara de Apelación de Circuito, RESUELVE: 1) Desestimar la
nulidad; 2) Rechazar la apelación, y confirmar la Sentencia Nº 1989/10 (fs.
98/103), con costas de ambas instancias a cargo de la recurrente vencida (art. 251
C.P.C.C.). Fíjanse los honorarios de Alzada de los doctores Valeria Olivetto y
Fabián Daniel Leoni, en el cincuenta por ciento del honorario que en definitiva
les corresponda a los profesionales de cada parte por su labor desplegada en lo
principal en sede inferior con noticia de la Caja Forense.Insértese, hágase saber y bajen.Galfré - Pagnacco – Netri
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