No es preceptivo Abogado ( Art. 31 LEC )

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-1ESCUELA DE PRACTICA JURÍDICA
-ASIGNATURA: “ RELACIONES ABOGADO PROCURADOR”
TEMARIO :
I.
La postulación procesal. La Figura del Procurador, evolución histórica. Estatuto Orgánico.
Requisitos. Prohibiciones e incompatibilidades. El Procurador en el Libro Blanco de la
Justicia. Carta de derechos de los ciudadanos ante la Justicia. El Pacto de Estado para la
Justicia.
II.
Otorgamiento de la representación procesal. Los sistemas de designación del Procurador.
El poder de representación procesal. Aceptación. El Poder general y el especial.
Suficiencia y legalidad. El desaparecido bastanteo del poder.
III.
Aceptación de la representación. Deberes y derechos. Incumplimiento de deberes.
Infracciones y sanciones. La representación activa y pasiva. Renuncia y cese de la
representación procesal. Revocación del poder. La Sustitución. El Oficial Habilitado.
IV.
Preceptividad de la representación y defensa. Reglas Generales y Excepciones. Ambito de
actuación del Procurador en los ordenes jurisdiccionales. En el Civil, en el Penal, en el
Contencioso-Administrativo, en el Laboral, en el Militar, en el Proceso Constitucional, en el
procedimiento administrativo.
V.
Prontuario de la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil. El Registro Central de Rebeldes civiles.
Cuestiones generales prácticas y criterios de los Tribunales en su aplicación.
VI
Los honorarios del Procurador. El Arancel. El devengo de derechos y los gastos suplidos.
Factura al cliente y Cuenta al contrario en tasación de costas. Aspectos prácticos de la
tasación de costas. La Provisión de Fondos. La habilitacion judicial de fondos. La
reclamación judicial de la Cuenta de derechos y suplidos
VII.
La oficina judicial. El personal jurisdiccional. Oficiales, auxiliares y agentes judiciales.
Secretarios judiciales. Juzgados de Paz. Auxilio jurisdiccional.
VIII
Actuaciones Judiciales: Lugar, tiempo, plazos y términos. Actos de comunicación. Los
Oficios y los Exhortos. El computo de los plazos.
1
-2IX.
La demanda y los escritos. El Otrosí. La consignación con la demanda. Los actos judiciales
de comunicación. Reglas para determinar el proceso correspondiente. SCNE y SERENO
Real Decreto sobre la presentación de escritos ante la Administración. Las tasas
judiciales.
X.
Aspectos prácticos de las ejecuciones de sentencia y títulos judiciales en la L.E.C.
Localización de bienes del deudor. El R E G I N . Localización del paradero. Anotaciones
de embargo. El Registro de la Propiedad. La autoliquidación en Consellería de Hacienda.
XI.
El embargo. El Registro de Bienes Muebles: las anotaciones de embargo de vehículos.
Actuaciones posteriores al embargo. Actuaciones posteriores a la anotación preventiva de
embargo y la subasta.
XII.
Las comunicaciones e instrucciones procesales entre el Abogado y Procurador. Las
comunicaciones telemáticas y las nuevas tecnologías. Los libros registro de los Juzgados.
La localización de asuntos. Exhibición y consulta de expedientes judiciales.
XIII
La celebración de vistas, juicios y audiencia previa. Usos y práctica forense. Responsabilidad civil, penal, y disciplinaria. Multas y sanciones procesales. El Procurador en la
Jurisprudencia del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo.
____________________________________________________________
JOSÉ CÓRDOBA ALMELA
Procurador de los Tribunales
2
-3TEMA I
La postulación procesal. La figura del Procurador, evolución histórica. Estatuto Orgánico.
Requisitos. Prohibiciones e incompatibilidades. El Procurador en el Libro Blanco de la
Justicia. Carta de derechos de los ciudadanos ante la Justicia. El Pacto de Estado para la
Justicia..
LA POSTULACIÓN PROCESAL
Hoy en día la Administración de Justicia constituye un servicio público del Estado 1,
y en aras del mismo, velando por los intereses de los ciudadanos tanto en cuanto al éxito
de sus pretensiones como a mantener un principio de igualdad entre las partes, se hace
necesaria la intervención de profesionales actuantes en el proceso, bien representando a
las partes, bien asesorándolas. Esta actuación es conocida en la doctrina procesalista
con el nombre genérico de postulación procesal que engloba en ella dos instituciones:
la Procuraduría y la Abogacía.
El fundamento y necesidad de la postulación radica principalmente en la complejidad que presentan las leyes y el desconocimiento de ellas y de los trámites procesales
por parte de los particulares justiciables.
El Abogado se halla situado entre el justiciable que lo designa y el órgano
jurisdiccional. Con ambos ha de estar en constante comunicación para aportación de
datos, instrucciones sobre el asunto, notificaciones, actividades que constituyen la
gestión no estrictamente defensora pero de gran importancia y que requiere permanente
atención y diligencia.
A medida que estos actos de gestión aumentan en número, se plantea el problema
de si el abogado, que ha de concentrar su dedicación y preocupación al estudio de los
asuntos desde el aspecto sustantivo del derecho, debe asumir aquellos actos o son
encomendados a otro profesional con dedicación exclusiva a aquellas funciones, para de
esta forma no tener que hallarse sujeto a la eventualidad de abandonar constantemente
una labor, que exige continuidad y abstracción, para atender otros menesteres
importantes y necesarios.
1
El 16 de Abril de 2.002, el Pleno del Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad de
todos los Grupos Parlamentarios la Carta de derechos de los ciudadanos ante la Justicia, que
tiene su base en el Pacto de Estado para la Reforma de la Justicia firmado el 28 Mayo 2.001.
3
-4Por otro lado, y por lo que se refiere a los órganos jurisdiccionales, el entenderse
directamente con el justiciable, desconocedor de la técnica procesal, o al entenderse
directamente con el abogado, extrayéndole de esos otros menesteres a los que está
llamado, habría de constituir un grave obstáculo para el desarrollo normal y despacho de
sus asuntos. Evento que el Estado, en aras del buen funcionamiento de la Administración
de Justicia como servicio público, ha de tener en cuenta.
De hecho, en los trabajos previos a la elaboración del Libro Blanco de la Justicia2,
las distintas fuentes jurídicas consultadas, especialmente los jueces y magistrados, se
mostraron partidarios de establecer la preceptiva intervención del procurador en todo tipo
de procedimientos o, al menos, en aquellos de mayor entidad, argumentando en apoyo
de esta tesis, que en aquellos procedimientos en que no se exige dicha intervención se
originan importantes disfunciones y dilaciones en la tramitación de las actuaciones.
En este mismo sentido, el propio Tribunal Constitucional ha puesto de manifiesto la
trascendencia de la intervención del procurador en el correcto desarrollo del proceso «sin
cuya colaboración no sólo se resentiría gravemente el normal funcionamiento del mismo,
sino que resultarían de imposible cumplimiento las garantías de efectividad y defensa que
impone la Constitución a la tutela judicial» 3.
De estas razones expuestas, así como de la especialización de funciones que hoy
en día preside la vida cotidiana en nuestra sociedad, se desprende la necesidad de la
existencia de un postulante profesional, perito en Derecho Procesal, conocedor del
funcionamiento de la oficina judicial, que esté en contacto con ésta, velando por los
intereses y derechos de sus representado, y en definitiva colaborando a su vez para
mejorar el servicio público que constituye la Administración de Justicia.
Este profesional postulante especializado no es otro que el Procurador de los
Tribunales, figura que nace en el Derecho Romano, desde el cognitor evoluciona hsta el
procurator ad litem en el Derecho Justineano, para ser después en nuestro Derecho
Medieval el personero como más adelante brevemente apuntaremos.
En otros países de nuestro entorno herederos y de Latino América encontramos la
misma figura con ciertas particularidades que lo diferencian en cierta medida.
2
3
Elaborado por el Consejo General del Poder Judicial en 1.997
STC 110/1993
4
-5-
LA FIGURA DEL PROCURADOR. EVOLUCIÓN HISTÓRICA.4
Etimológicamente la palabra Procurador proviene de las latinas "curator pro alio",
que significan la persona que cuida de otra. Dentro de ese significado literal pueden
considerarse comprendidos a todos aquellos que representan o cuidan de cosas ajenas
como mandatarios, apoderados, administradores, gestores, agentes, y hasta los propios
representantes políticos, conocidos en Castilla con la misma denominación de
Procuradores.
Razones históricas avalan igualmente la raigambre de la institución de la procura
en nuestro derecho que, a diferencia de los que ha ocurrido en otros países de nuestro
entorno ha perdurado con asentamiento, vigor y eficacia.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA.
Para encontrar los orígenes del Procurador hemos de acudir al Derecho Romano,
ya que en Grecia se ignoró esta figura que ni existió en el ambito del derecho procesal ni
el material.
El Procurador no surge espontáneamente ni se creó lesgislativamente en la
Antigua Roma, fueron causas de necesidad las que dieron origen al oficio de Cognitor, y
posteriormente al de Procurator, versiones antiguas que llegan a nuestros dias con el
nombre de Procurador de los Tribunales.
El Cognitor era el representante del dominus en el proceso, y sólo era esa su
función. El Procurator, sin embargo tenía otros cometidos más amplios en lo que
respecta a su actuación fuera del proceso. Era algo así como un administrador general o
particular de patrimonios ajenos. Ambas figuras coincidieron en el tiempo si bien el
Cognitor precedió al Procurator Romano.
No fue pacífico el nacimiento de este representante, ya que, como sabemos, en el
derecho romano no se admitía la representación directa, ni en el proceso ni fuera de él,
en negocios jurídicos, por ejemplo. Las personas que actuaban en representación de
otras hacían que los efectos de sus actos recayeran sobre ellas mismas y más tarde los
trasladarían a sus representados mediante un negocio jurídico posterior.
4
Veasé la monografía “La Procuraduría” Editorial Estudios Jurídicos N.S nº.6, pg 9 y ss. de Sara Diez Riaza, 1.997.
5
-6Razones de carácter práctico dieron lugar a la regulación excepcional de la representación directa, y así Justiniano, en sus "Instituciones", estableció cuatro supuestos en
los que podría tener cabida la representación, antecedente directo del Procurador:
1.- Acciones "pro populo"; lo que actualmente se conoce como acción popular, ya que
ante la imposibilidad de que acudiera el pueblo entero a ejercitarla, se posibilitó que un
representante procesal actuara.
2.- Acciones "pro libertate"; surgido ante la imposibilidad de que un esclavo
compareciera en el proceso para ejercer la acción de reivindicar su libertad, nació así el
"adsertor libertatis"
3.- Acciones "pro tutela"; otra razón de carácter práctico que quebró la prohibición de la
representación en el Derecho Romano, cual era que los pupilos sometidos a tutela no
podían acudir al proceso más que a través de su tutor (representante procesal).
4.- Las acciones “Ex lege Hostilia”. Los casos que amparaban este supuesto de
representación son los que podían actuar en nombre del cautivo, del ausente que había
sufrido un "furtum", soldados que se encontraban en misión oficial fuera de la cívitas, etc.
Pero poco a poco estas excepciones fueron generalizándose bien por razones
socio-económicas impuestas por la propia expansión del Imperio, bien por razones de
carácter práctico, para terminar admitiéndose con el paso del tiempo la representación en
sus dos modalidades de directa o indirecta según los casos; y en el campo procesal de
esa manera tuvo que nacer el oficio del Cognitor y después el del Procurator.
El primer texto romano en el que aparece la figura del Cognitor fue en una obra
anónima del 82 a.C. fruto de los apuntes tomados por un alumno de su tutor privado (
Cicerón o Cornificio) "Rethorica ad Herenium", que decía : "Ex aequo et bono ius constat,
quod ad veritatem et utilitatem comunem videtur pertinere quod genus ut maior annis LX
et cui morbus causa est, cognitorem det. Ex eo vel novum ius constitui convenit ex
tempore et ex hominis dignitate.", lo que traducido al castellano significa que: Es bueno y
equitativo que el mayor de sesenta y aquel que esté impedido o enfermo pueda nombrar
Cognitor.
Necesidades de carácter práctico, evitadoras de indefensión, dieron lugar a esta
figura del representante procesal.
El origen del Procurator es bien distinto, pues su nacimiento no está en aquellas
razones meramente procesales fruto de las que nació el Cognitor sino en el ámbito de la
administración de patrimonios. El Procurator era el "capataz" del dominus que, en
ausencia del mismo, se encargaba de alguna o algunas gestiones del patrimonio del
6
-7dominus, Procurator omnium bonorum o administrador de patrimonios ajenos. De ahí que
los investigadores lleguen a la conclusión de que el Procurator era el esclavo de
confianza del señor, esclavos de reputada confianza que llagaron a ser manumitidos,
adquiriendo el estatus libertatis, por lo que siempre le estarían agradecidos, creándose
entre ellos unos lazos de confianza que posibilitaron posteriormente la función del
Procurator. Éste era el alter ego del dominus sobre todo cuándo éste se encontraba
ausente, y era el que adoptaría las decisiones sobre la administración del patrimonio del
señor. Con el paso del tiempo cuando el dominus se encontraba con frecuencia ausente,
empieza a existir una preocupación por el legislador por regular esta situación y de ahí
surge la Ley Hostilia recogida por Justiniano en sus "Instituciones" admitiendo la
representación el juicio del que ausente veía disminuido su patrimonio por un robo.
Así, la primera figura surgida fue la del Procurator omnium bonorum, de carácter
general, y luego surgió el Procurator unius rei hasta llegar al Procurator ad litem, que
encarna tan sólo la representación procesal.
En el Digesto de Justiniano encontramos una definición del Procurator: "Procurator
es el que administra negocios ajenos por mandato del dueño. Más el Procurator puede
ser nombrado para todos los negocios o para uno sólo, o estando presente o por medio
de mensajero o por carta aunque algunos, como Pomponio, no consideren que es
Procurator el que acepta el mandato para un sólo negocio.
Sólo al Procurator ad litem podemos calificarlo como representante procesal en
un sentido estricto, pero no dejaba de ser una representación indirecta habida cuenta que
en un momento posterior del litigio era cuando el resultado del mismo se traslada al
dominus litis.
El Procurator podía actuar sin mandato previo, de ahí que fuera un auténtico
representante procesal ab initio con representación directa una vez desaparecida la figura
del Cognitor, si bien con el requisito de depositar una cautio de rato, antes de intervenir
como representante del dominus, a fin de serle devuelta una vez que el dominus o
representado ratificara la actuación de aquel dando por firme y válido lo resuelto en el
juicio. Si el dominus no ratificaba lo resuelto por el Procurator, podría ser demandado
nuevamente aquel, perdiendo el Procurator la caución depositada. Esta caución sólo
procedía en los casos en los que el dominus se encontrara presente " Procurator
praesentis" obligándose al dominus a aceptar lo actuado por su Procurator. Igualmente
7
-8no era exigible la cuatio de rato al representante, cuándo se le había apoderado ante el
Escribano (apud acta) ya que no existía duda del consentimiento y por ende de la
asunción de lo que se resolviera en el litigio por parte del "poderdante", equiparándose
así al Procurator apud acta con el Cognitor.
La tercera excepción a la prestación de fianza por el Procurator, es cuando el
nombramiento de éste se efectuaba por carta dirigida al adversario.
En estos tres supuestos se eliminaba la incertidumbre de la parte contraria sobre si
el Procurator iba a ser ratificado o no en su actuación por el dominus.
Con la invasión de los pueblos germanos en nuestra península el Derecho visigodo
pervive el derecho romano que es más perfecto y evolucionado que éste, permitiendo
dicha circunstancia para conseguir su recopilación. Así se hizo con el Código de Eurico,
primer monarca legislador, y en el Brevario de Alarico también que llegó a denominarse
“Lex Romana Visigothorum” en el que el tiutlo II, del Libro I se refería al Procurador con el
rótulo de “De Procuratoribus et Cognitoribus” perviviendo de esta forma el derechos
romano y el visigodo sin alterar demasiado la Institución de la Procura más que en
aspectos crematisticos.
Comienza nuestro Derecho Histórico con el Fuero Juzgo que no es más que la
traducción al romance del Liber Iudiciorum germano, cambiándose la denominación de
Procurador por la de “personero”. Mas tarde, en la Edad Media el Fuero Real se ocupa
del personero con diecinueve leyes que regulaban pormenorizadamente aspectos de la
función del personero en el proceso –que podía serlo cualquier persona mayor de edad-,
requiriéndose la carta de personería, y prohibiendo a las mujeres que lo pudieran ser.
Las Partidas de Alfonso X, máxima recopilación de las leyes existentes hasta esa
fecha, regula la figura del Personero definiéndolo como que son “aquellos que reciben
pleito ajeno para demandar o para defender a otro a través de poder otorgado por aquel
que es el señor del pleito.”, definiéndolo otras veces como “ayudadores” de la justicia.
Con la Novísima Recopilación derogando el Ordenamiento de Montalvo, las Leyes
de Toro y la Nueva Recopilación se cambia la denominación de personero para ser
denominado Procurador como sigue denominándose hoy en día.
8
-9-
ESTATUTO ORGÁNICO.
Se denomina Estatuto Orgánico al cuerpo normativo que desarrolla todos los
aspectos relativos al ejercicio de la profesión y su organización colectiva.
La Ley de Colegios Profesionales de 13 de Febrero de 1.974 encargó al Consejo
General de Colegios de Procuradores de los Tribunales, la elaboración de un Estatuto
General para acomodarlo a las necesidades de la Administración de Justicia al haber
quedado obsoleto el anterior Estatuto que databa del año 1.947. Así a propuesta del
Ministerio de Justicia, de acuerdo con el dictamen del Consejo de Estado y previa
deliberación del Consejo de Ministros vio la luz el Real Decreto 2046/1982, de 30 de julio
por el que se aprobaba el Estatuto General de los Procuradores de los Tribunales que ha
estado vigente hasta el 21 de Diciembre de 2.002 en que se aprueba el actual, por el
Real Decreto n º 1281 / 2002, de 5 de Diciembre (B O E de 21 Diciembre de 2.002)
Del texto estatutario se pueden abstraer las siguientes conclusiones entre otras
que como disposición general definitoria, la Procuraduría es una profesión liberal e
independiente que podrán ejercerla quienes reúnan las condiciones establecidas en este
Estatuto, lo soliciten y obtengan su incorporación a un determinado Colegio de
Procuradores. Se sienta así el principio de colegiación obligatoria.
Se define al Procurador en el Art. 3 diciendo que son Procuradores de los Tribunales quienes, válidamente incorporados a un Colegio se encargan de la representación de
sus poderdantes ante los Juzgados y Tribunales de cualquier orden jurisdiccional. Se
encargan del fiel cumplimiento de aquellas funciones o de la prestación de aquellos
servicios que, como cooperadores de la Administración de Justicia, les encomienden las
leyes.
Destaca la mención que hace el Estatuto a que el procurador podrá ostentar la
defensa del cliente cuando no esté reservada por Ley a otras profesiones. Para ser
procurador es necesario:
a. Tener nacionalidad española o de alguno de los Estados miembros de la Unión
Europea o de los Estados parte del Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo, sin
perjuicio de lo dispuesto en Tratados o Convenios internacionales o salvo dispensa legal.
b. Ser mayor de edad y no estar incurso en causa de incapacidad.
c. Estar en posesión del título de Licenciado en Derecho, o de los títulos extranjeros que,
con arreglo a la legislación vigente, sean homologados a aquel, así como los títulos
obtenidos en los Estados miembros de la Unión Europea que faculten para ejercer en
ellos la Procura y que hayan sido reconocidos en España de conformidad con las
disposiciones vigentes.
d. Haber obtenido el título de procurador, que será expedido por el Ministerio de Justicia,
previa acreditación de los requisitos establecidos en este Estatuto de acuerdo con la Ley.
9
-10REQUISITOS PERSONALES

Ser español, o ciudadano de la Comunidad Europea.

Mayor de edad.

Licenciado en Derecho5.

Título de Procurador expedido por el Ministerio de Justicia.

Alta en la Mutualidad de Previsión de Procuradores o Seguridad Social.

Fianza.

Juramento ante el organo judicial superior donde se vaya a ejercer.

Estar admitido en un Colegio de Procuradores.
Pero el requisito fundamental para su actuación en el foro es el APODERAMIENTO.
Requiere el Procurador para actuar como tal, estar debidamente apoderado por quién
pretenda utilizar sus servicios.
Con referencia al requisito profesional o de apoderamiento, establece el Art. 1 y 2 del
Estatuto que
“1. La Procura, como ejercicio territorial de la profesión de Procurador de los
Tribunales, es una profesión libre, independiente y colegiada que tiene como principal misión la
representación
técnica
de
quienes
sean
parte
en
cualquier
clase
de
procedimiento.”
Se establece igualmente que “es también misión de la Procura desempeñar cuantas funciones y
competencias le atribuyan las leyes procesales en orden a la mejor administración de justicia, a la
correcta sustanciación de los procesos y a la eficaz ejecución de las sentencias y demás
resoluciones que dicten los juzgados y tribunales. Estas competencias podrán ser asumidas de forma
directa o por delegación del órgano jurisdiccional, de conformidad con la legislación aplicable.”.
Se sienta el principio de legalidad profesional cuando se dice que “En el ejercicio
profesional, los procuradores, como cooperadores de la Administración de Justicia, están
estrictamente sometidos a la Ley, a sus normas estatutarias de cualquier rango, a los usos
que integran la deontología de la profesión y a los regímenes disciplinarios jurisdiccional y
corporativo. Como regla general puede concluirse diciendo que no se ejerce de Procurador
sin estar apoderado adecuadamente, de tal forma que el Art.23, 1 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil
LEC.1/2000 - establece que "la comparecencia en juicio será por medio del
Procurador, que habrá de ser Licenciado en Derecho, legalmente habilitado para
actuar en Tribunal que conozca del juicio".
5
La STS Sec.3ª de 17.06.05 declaró nulo el Art.8,c del Estatuto que exige la Licenciatura en Derecho para ser Procurador
para salvar esta laguna, sin embargo con fecha ____ ha sido modificado el Art. 23 de la L.E.C exigiendo la Licenciatura en
Derecho para actuar en juicio.
10
-11-
PROHIBICIONES E INCOMPATIBILIDADES
El Artículo 23 del Estatuto establece las siguientes Prohibiciones, diciendo que a los
Procuradores de los Tribunales les está prohibido:
a. Ejercer la Procura estando incursos en causa de incompatibilidad.
b. Prestar su firma a quienes, por cualquier causa, no puedan ejercer como procuradores.
c. Mantener vínculos asociativos o laborales de carácter profesional con profesionales que
impidan el correcto ejercicio de la Procura o que pongan en peligro el secreto profesional.
d. Toda actuación en fraude de ley que directa o indirectamente pretenda burlar las
anteriores prohibiciones.
Y en el Artículo 24 se reseñan las Incompatibilidades con la profesión de Procurador
al indicar que es incompatible el ejercicio de la Procura con el ejercicio de la función judicial
o fiscal, cualquiera que sea su denominación y grado, con el desempeño del Secretariado de
los Juzgados y Tribunales y con todo empleo y función auxiliar o subalterna en órgano
jurisdiccional.
Igualmente con el ejercicio de la Abogacía, salvo en los casos de habilitación
previstos en este Estatuto y con el ejercicio de la profesión de Agente de Negocios, Gestor
Administrativo, Graduado Social, y cualesquiera otras cuya propia normativa reguladora así
lo especifique.
Con el desempeño de cargos, funciones o empleos públicos en los órganos institucionales
del Estado, de la Administración de Justicia y de las Administraciones públicas y los
Organismos públicos dependientes de ellas asi como con cualquier empleo remunerado en
los Colegios de Procuradores y Abogados.
En los supuestos de ejercicio simultáneo con otras profesiones o actividades
compatibles, se respetará el principio de inmediación y asistencia a juzgados y tribunales en
horas de audiencia ya que esta es una de las cualidades que han de presidir el ejercicio
profesional: la auténtica disponibilidad del profesional e inmediatez en el foro.
11
-12El texto estatutario lo establece textualmente de la siguiente forma:
Artículo 23. Prohibiciones. A los Procuradores de los Tribunales les está prohibido:
a. Ejercer la Procura estando incursos en causa de incompatibilidad.
b. Prestar su firma a quienes, por cualquier causa, no puedan ejercer como procuradores.
c. Mantener vínculos asociativos o laborales de carácter profesional con profesionales que
impidan el correcto ejercicio de la Procura o que pongan en peligro el secreto profesional.
d. Toda actuación en fraude de ley que directa o indirectamente pretenda burlar las
anteriores prohibiciones.
Artículo 24. Incompatibilidades.
1. La profesión de procurador es incompatible con:
a. El ejercicio de la función judicial o fiscal, cualquiera que sea su denominación y grado, con
el desempeño del Secretariado de los Juzgados y Tribunales y con todo empleo y función
auxiliar o subalterna en órgano jurisdiccional.
b. El ejercicio de la Abogacía, salvo en los casos de habilitación previstos en este Estatuto.
c. El ejercicio de la profesión de Agente de Negocios, Gestor Administrativo, Graduado
Social, y cualesquiera otras cuya propia normativa reguladora así lo especifique.
d. Con el desempeño de cargos, funciones o empleos públicos en los órganos institucionales
del Estado, de la Administración de Justicia y de las Administraciones públicas y los
Organismos públicos dependientes de ellas.
e. Cualquier empleo remunerado en los Colegios de Procuradores y Abogados.
2. En los supuestos de ejercicio simultáneo con otras profesiones o actividades compatibles,
se respetará el principio de inmediación y asistencia a juzgados y tribunales en horas de
audiencia.
Artículo 25. Comunicación de la incompatibilidad.
El procurador que incurra en alguna de las causas de incompatibilidad establecidas en el
artículo anterior estará obligado a comunicarlo, sin dilación, a la Junta de Gobierno de su
Colegio y cesar, inmediatamente, en la situación de incompatibilidad.
Artículo 26. Requerimiento de cesación en la incompatibilidad.
1. En cuanto la Junta de Gobierno advierta que alguno de sus colegiados ejerce la profesión
contraviniendo alguna de las prohibiciones a que se refiere el artículo 23 o que se halla
incurso en alguna de las situaciones de incompatibilidad a que se refiere el artículo 24, le
requerirá para que, en el plazo de quince días, regularice su situación.
Transcurrido el plazo sin atender el requerimiento, la Junta de Gobierno acordará, mediante
resolución motivada, la suspensión del procurador en el ejercicio activo y lo comunicará a los
juzgados y tribunales que corresponda.
12
-132. La suspensión se alzará, por la Junta de Gobierno, en el momento en que el interesado
acredite que ha desaparecido la causa de incompatibilidad o las circunstancias que fundaban
la prohibición.
Artículo 27. Causas de abstención. 1. El procurador se abstendrá de ejercer su profesión
ante:
a. El órgano judicial donde desempeñe la función de Magistrado o Juez el cónyuge o
persona que con él conviva en relación asimilable, o un familiar hasta el segundo grado de
consanguinidad o primero de afinidad.
b. Los órganos jurisdiccionales en que el Secretario, oficiales, auxiliares o agentes judiciales
se encuentren con el procurador en la misma relación descrita en el párrafo anterior.
c. Los órganos administrativos a cargo del cónyuge o persona vinculada por una análoga
relación de afectividad, o un familiar hasta el segundo grado de consanguinidad o primero de
afinidad.
2. Cuando la relación conyugal o asimilable, o de parentesco, se produzca entre el
procurador y oficiales, auxiliares o agentes judiciales, el Colegio de Procuradores lo pondrá
en conocimiento del órgano jurisdiccional, según lo estipulado en la Ley Orgánica del Poder
Judicial.
Artículo 28. Procedimientos y efectos de la abstención.
El procurador que se encuentre en alguna de las causas de abstención relacionadas en el
artículo anterior estará obligado a comunicarlo, sin dilación alguna, a la Junta de Gobierno de
su Colegio y al órgano jurisdiccional ante el que aquélla se produzca, cesando
inmediatamente en la representación que ostente.
Esta circunstancia, en su caso, podrá ser puesta de manifiesto por la parte adversa.”
Por su especial trascendencia para el ejercicio de la Profesión de Abogado y
Procurador, así como de las relaciones del justiciable con los mismos, y con la
propia Administración de Justicia, pasamos a transcribir “La Carta de los
Derechos de los Ciudadanos ante la Justicia” aprobada por el Pleno del Congreso
de los Diputados en 16 de Abril de 2.002, y el Pacto de Estado de la Justicia de 28
de Mayo de 2.001.
13
-14CARTA DE DERECHOS DE LOS CIUDADANOS ANTE LA JUSTICIA
Proposición no de Ley aprobada por el Pleno del Congreso de los Diputados, por unanimidad de todos los
Grupos Parlamentarios, el día 16 de abril de 2002.
PREÁMBULO
En los umbrales del siglo XXI la sociedad española demanda con urgencia una Justicia más abierta que sea capaz de dar servicio a los ciudadanos
con mayor agilidad, calidad y eficacia, incorporando para ello métodos de
organización e instrumentos procesales más modernos y avanzados. Un proyecto
tan ambicioso sólo puede ser afrontado mediante un amplio acuerdo de todas las
fuerzas políticas que asegure la unidad y continuidad de los esfuerzos y garantice
el consenso sobre las bases del funcionamiento de este Poder del Estado. Tal es,
precisamente, el objeto y finalidad del Pacto de Estado para la Reforma de la
Justicia firmado el 28 de mayo de 2001.
Entre las prioridades del Pacto de Estado figura la elaboración de una
Carta de Derechos de los Ciudadanos ante la Justicia que atienda a los principios
de transparencia, información y atención adecuada y que establezca los derechos
de los usuarios de la Justicia. Idéntica prioridad se encuentra en el acuerdo quinto
de los adoptados por la Conferencia Sectorial en materia de Administración de
Justicia celebrada en Las Palmas de día 22 de mayo de 2001.
La presente Carta ha sido redactada por un Grupo de Trabajo constituido en el seno de la Comisión de Seguimiento del Pacto de Estado, por acuerdo
unánime de todos sus integrantes, en el que han intervenido representantes de los
distintos Grupos Parlamentarios y del Ministerio de Justicia.
Este Grupo ha recogido las iniciativas presentadas por las fuerzas políticas de la Cámara, así como las opiniones y sugerencias de las Instituciones y
organizaciones relacionadas con la Administración de Justicia. Buena parte de
estas aportaciones se han integrado en el contenido de esta Carta.
Con la finalidad de conseguir una Justicia moderna y abierta a los
ciudadanos, la Carta desarrolla en su primera parte los principios de transparencia,
información y atención adecuada contemplados en el Pacto de Estado, destacando
la importancia de conseguir una Administración de Justicia responsable ante los
ciudadanos, quienes podrán formular sus quejas y sugerencias sobre el
funcionamiento de la misma y exigir, en caso necesario, las reparaciones a que
hubiera lugar.
La segunda parte de la Carta se centra en la necesidad de prestar una
especial atención y cuidado en la relación de la Administración de Justicia con.
aquellos ciudadanos que se encuentran más desprotegidos. En primer lugar, la
víctima del delito, sobre todo en los supuestos de violencia doméstica y de género.
En segundo término, los menores de edad, para evitar que se vea afectado su
correcto desarrollo evolutivo. En tercer lugar las personas que sufran una
discapacidad sensorial, física o psíquica, para superar sus problemas de
comunicación y acceso a los edificios judiciales. Finalmente los extranjeros
14
-15inmigrantes en España a quienes se debe asegurar la aplicación de los principios y
derechos recogidos en esta Carta.
La Carta se ocupa en su tercera parte de aquellos derechos que son
característicos de la relación del ciudadano con los Abogados y Procuradores,
habiendo resultado especialmente útiles en esta materia las aportaciones recibidas
del Consejo General de la Abogacía y del Consejo General de Colegios de
Procuradores de los Tribunales de España.
Finalmente, la Carta de Derechos concluye con una previsión relativa
a las condiciones necesarias para su eficacia. De este modo, se proclama la
exigibilidad de los derechos reconocidos y la vinculación a los mismos de Jueces
y Magistrados, Fiscales, Secretarios Judiciales, Abogados, Procuradores y demás
personas e Instituciones que cooperan con la Administración de Justicia.
Asimismo se encomienda a la Comisión de Justicia e Interior del Congreso de los Diputados el seguimiento y evaluación del desarrollo y cumplimiento
de esta Carta..
I. UNA JUSTICIA MODERNA Y ABIERTA A LOS CIUDADANOS.
Una justicia transparente.
1.- El ciudadano tiene derecho a recibir información general y actualizada sobreel
funcionamiento de los juzgados y tribunales y sobre las características y
requisitos genéricos de los distintos procedimientos judiciales.
• Se impulsará la creación y dotación material de Oficinas de Atención
al Ciudadano, asegurando su implantación en todo el territorio nacional.
• La información sobre los horarios de atención al público se situará
en un lugar claramente visible en las sedes de los órganos jurisdiccionales.
2.- El ciudadano tiene derecho a recibir información transparente sobre el estado, la actividad y los asuntos tramitados y pendientes de todos los
órganos jurisdiccionales de España.
• El Ministerio de Justicia y las Comunidades Autónomas con competencias en la materia, así como el Consejo General del Poder Judicial canalizarán
esta información para facilitar su consulta en el marco de un plan de transparencia.
3.- El ciudadano tiene derecho a conocer el contenido actualizado de
las leyes españolas y de la Unión Europea mediante un sistema electrónico de
datos fácilmente accesible.
4.- El ciudadano tiene derecho a conocer el contenido y estado de los
procesos en los que tenga interés legítimo de acuerdo con lo dispuesto en las
leyes procesales.
• Los interesados tendrán acceso a los documentos, libros, archivos y
registros judiciales que no tengan carácter reservado.
15
-16• Las autoridades y funcionarios expondrán por escrito al ciudadano
que lo solicite los motivos por los que se deniega el acceso a una información de
carácter procesal.
Una justicia comprensible.
5.- El ciudadano tiene derecho a que las notificaciones, citaciones,
emplazamientos y requerimientos contengan términos sencillos y comprensibles,
evitándose el uso de elementos intimidatorios innecesarios.
6.- El ciudadano tiene derecho a que en las vistas y comparecencias
se utilice un lenguaje que, respetando las exigencias técnicas necesarias, resulte
comprensible para los ciudadanos que no sean especialistas en derecho.
Los Jueces y Magistrados que dirijan los actos procesales velarán por
la salvaguardia de este derecho.
7.- El ciudadano tiene derecho a que las sentencias y demás resoluciones judiciales se redacten de tal forma que sean comprensibles por sus
destinatarios, empleando una sintaxis y estructura sencillas, sin perjuicio de su
rigor técnico.
Se deberá facilitar especialmente el ejercicio de estos derechos en
aquellos procedimientos en los que no sea obligatoria la intervención de Abogado
y Procurador.
8.- El ciudadano tiene derecho a disponer gratuitamente de los formularios necesarios para el ejercicio de sus derechos ante los tribunales cuando no
sea preceptiva la intervención de Abogado y Procurador.
Una justicia atenta con el ciudadano.
9.- El ciudadano tiene derecho a ser atendido de forma respetuosa y
adaptada a sus circunstancias psicológicas, sociales y culturales.
10.- El ciudadano tiene derecho a exigir que las actuaciones judiciales
en las que resulte preceptiva su comparecencia se celebren con la máxima
puntualidad. El Juez o el Secretario Judicial deberá informar al ciudadano sobre
las razones del retraso o de la suspensión de cualquier actuación procesal a la que
estuviera convocado.
La suspensión se comunicará al ciudadano, salvo causa de fuerza
mayor, con antelación suficiente para evitar su desplazamiento.
11.- El ciudadano tiene derecho a que su comparecencia personal ante
un órgano de la Administración de Justicia resulte lo menos gravosa posible.
La comparecencia de los ciudadanos ante los órganos jurisdiccionales solamente podrá ser exigida cuando sea estrictamente indispensable conforme
a la Ley.
Se procurará siempre concentrar en un solo día las distintas actuaciones que exijan la comparecencia de una persona ante un mismo órgano judicial.
16
-17Se tramitarán con preferencia y máxima celeridad las indemnizaciones
económicas que corresponda percibir al ciudadano por los desplazamientos para
acudir a una actuación judicial.
Las dependencias judiciales accesibles al público, tales como zonas
de espera, salas de vistas o clínicas médico-forenses, deberán reunir las
condiciones y servicios necesarios para asegurar una correcta atención al
ciudadano.
12.- El ciudadano tiene derecho a ser adecuadamente protegido cuando declare como testigo o colabore de cualquier otra forma con la Administración
de Justicia.
13.- El ciudadano tiene derecho a conocer la identidad y categoría de
la autoridad o funcionario que le atienda, salvo cuando esté justificado por razones
de seguridad en causas criminales.
Los datos figurarán en un lugar fácilmente visible del puesto de trabajo. Quien responda por teléfono o quien realice una comunicación por vía
telemática deberá en todo caso identificarse ante el ciudadano.
14.- El ciudadano tiene derecho a ser atendido personalmente por el
Juez o por el Secretario Judicial respecto a cualquier incidencia relacionada con el
funcionamiento del órgano judicial. Las declaraciones y testimonios, los juicios y
vistas, así como las comparecencias que tengan por objeto oír a las partes antes
de dictar una resolución, se celebrarán siempre con presencia de Juez o Tribunal
de acuerdo con lo previsto en las leyes.
15.- El ciudadano tiene derecho a ser atendido en horario de mañana y
tarde en las dependencias judiciales de aquellos órganos en los que, por su
naturaleza o volumen de asuntos, resulte necesario y en los términos legalmente
previstos.
16.- El ciudadano tiene derecho a utilizar con la Administración de
Justicia del territorio de su Comunidad la lengua oficial que escoja, y a ser
atendido en los términos establecidos por la Ley Orgánica del Poder Judicial, y los
Estatutos de Autonomía y sus normas de desarrollo.
Una justicia responsable ante el ciudadano.
17.- El ciudadano tiene derecho a formular reclamaciones, quejas y
sugerencias relativas al incorrecto funcionamiento de la Administración de
Justicia, así como a recibir respuesta a las mismas con la mayor celeridad y, en
todo caso, dentro del plazo de un mes. Podrá presentar las quejas y sugerencias
ante el propio Juzgado o Tribunal, sus órganos de gobierno, las Oficinas de
Atención al Ciudadano, el Consejo General del Poder Judicial, el Ministerio de
Justicia y, en su caso, ante las Administraciones de las Comunidades Autónomas.
Las Administraciones Públicas competentes implantarán sistemas
para garantizar el ejercicio de este derecho por vía telemática.
17
-18En todas las dependencias de la Administración de Justicia estarán a
disposición del ciudadano, en lugar visible y suficientemente indicado, los
formularios necesarios para ejercer este derecho.
18.- El ciudadano tiene derecho a exigir responsabilidades por error
judicial o por el funcionamiento anormal de la Administración de Justicia.
Los daños causados en cualesquiera bienes o derechos de los ciudadanos darán lugar a una indemnización que podrá ser reclamada por el
perjudicado con arreglo a lo dispuesto en la Ley.
Las reclamaciones indemnizatorias se tramitarán con preferencia y
celeridad.
Una justicia ágil y tecnológicamente avanzada.
19.- El ciudadano tiene derecho a una tramitación ágil de los asuntos
que le afecten, que deberán resolverse dentro del plazo legal, y a conocer, en su
caso, el motivo concreto del retraso.
El Ministerio de Justicia y el Consejo General del Poder Judicial elaborarán un programa de previsiones con la duración debida de los distintos
procedimientos en todos los órdenes jurisdiccionales, al cual se dará una amplia
difusión pública.
20.- El ciudadano tiene derecho a que no se le exija la aportación de
documentos que obren en poder de las Administraciones Públicas, salvo que las
leyes procesales expresamente lo requieran.
21.- El ciudadano tiene derecho a comunicarse con la Administración
de Justicia a través del correo electrónico, videoconferencia y otros medios
telemáticos con arreglo a lo dispuesto en las leyes procesales.
Los poderes públicos impulsarán el empleo y aplicación de estos medios en el desarrollo de la actividad de la Administración de Justicia así como en
las relaciones de ésta con los ciudadanos.
Los documentos emitidos por los órganos de la Administración de
Justicia y porlos particulares a través de medios electrónicos y telemáticos, en
soportes de cualquier naturaleza, tendrán plena validez y eficacia siempre que
quede acreditada su integridad y autenticidad de conformidad con los requisitos
exigidos en las leyes.
II. UNA JUSTICIA QUE PROTEGE A LOS MÁS DÉBILES
Protección de las víctimas del delito.
22.- El ciudadano que sea víctima de un delito tiene derecho a ser informado con claridad sobre su intervención en el proceso penal, las posibilidades
de obtener la reparación del daño sufrido, así como sobre el curso del proceso.
Se asegurará que la víctima tenga un conocimiento efectivo de aquellas resoluciones que afecten a su seguridad, sobre todo en los casos de violencia
dentro de la familia.
18
-19Se potenciarán los cometidos de las Oficinas de Atención a la Víctima
y se ampliarán sus funciones buscando un servicio integral al ciudadano afectado
por el delito, asegurando que presten servicio en todo el territorionacional.
23.- El ciudadano que sea víctima de un delito tiene derecho a que su
comparecencia personal ante un Juzgado o Tribunal tenga lugar de forma
adecuada a su dignidad y preservando su intimidad.
Se adoptarán las medidas necesarias para que la víctima no coincida
con el agresor cuando ambos se encuentren en dependencias judiciales a la
espera de la práctica de cualquier actuación procesal.
Las autoridades y funcionarios velarán especialmente por la eficacia
de este derecho en los supuestos de violencia doméstica o de género, otorgando
a las víctimas el amparo que necesiten.
24.- El ciudadano que sea víctima de un delito tiene derecho a ser protegido de forma inmediata y efectiva por los Juzgados y Tribunales, especialmente
frente al que ejerce violencia física o psíquica en el ámbito familiar.
Se facilitará el uso de aquellos medios técnicos que resulten necesarios para la debida protección de la víctima, tales como los instrumentos de
localización de personas, los mecanismos de teleasistencia y otros similares.
25.- El ciudadano que sea víctima de un delito tiene derecho a ser protegido frente a la publicidad no deseada sobre su vida privada en toda clase de
actuaciones judiciales.
Los Jueces y Magistrados, así como el Ministerio Fiscal, velarán por el
adecuado ejercicio de este derecho.
Protección de los menores.
26.- El menor de edad tiene derecho a que su comparecencia ante los
órganos judiciales tenga lugar de forma adecuada a su situación y desarrollo
evolutivo. Para el cumplimiento de este derecho podrán utilizarse elementos
técnicos tales como circuitos cerrados de televisión, videoconferencia o similares.
Se procurará evitar la reiteración de las comparecencias del menor
ante los órganos de la Administración de Justicia.
27.- El menor de edad que tuviere suficiente juicio tiene derecho a ser
oído en todo proceso judicial en que esté directamente implicado y que conduzca a
una decisión que afecte a su esfera personal, familiar o social, así como a que las
distintas actuaciones judiciales se practiquen en condiciones que garanticen la
comprensión de su contenido.
El Ministerio Fiscal velará por la efectividad de este derecho, prestando al menor la asistencia que necesite.
28.- El menor de edad tiene derecho a que las autoridades y funcionarios de la Administración de Justicia guarden la debida reserva sobre las
actuaciones relacionadas con ellos, que en todo caso deberán practicarse de
manera que se preserve su intimidad y el derecho a su propia imagen.
19
-20-
Protección de los discapacitados.
29.- El ciudadano afectado por cualquier tipo de discapacidad sensorial, física o psíquica, podrá ejercitar con plenitud los derechos reconocidos en
esta Carta y en las leyes procesales.
Solamente deberá comparecer ante el órgano judicial cuando resulte
estrictamente necesario conforme a la Ley.
Los edificios judiciales deberán estar provistos de aquellos servicios
auxiliares que faciliten el acceso y la estancia en los mismos.
30.- El ciudadano sordo, mudo, así como el que sufra discapacidad
visual o ceguera, tiene derecho a la utilización de un intérprete de signos o de
aquellos medios tecnológicos que permitan tanto obtener de forma comprensible
la información solicitada, como la práctica adecuada de los actos de comunicación
y otras actuaciones procesales en las que participen.
Se promoverá el uso de medios técnicos tales como videotextos, teléfonos de texto, sistema de traducción de documentos a braille, grabación sonora o
similares.
Se comprobará con especial cuidado que el acto de comunicación ha
llegado a conocimiento efectivo de su destinatario y, en su caso, se procederá a la
lectura en voz alta del contenido del acto.
Los inmigrantes ante la justicia.
31.- El extranjero tiene derecho a ser atendido por todos los que prestan sus servicios en la Administración de Justicia de acuerdo con lo establecido
en esta Carta y sin sufrir discriminación alguna por razón de su raza, lengua,
religión ocreencias, particularmente cuando se trate de menores de edad y
conforme a lo dispuesto por los convenios internacionales ratificados por España.
Se garantizará el uso de intérprete cuando el extranjero que no conozca el
castellano ni, en su caso, la lengua oficial propia de la Comunidad Autónoma,
hubiese de ser interrogado o prestar alguna declaración, o cuando fuere preciso
darle a conocer personalmente alguna resolución.
32.- Los extranjeros inmigrantes en España tienen derecho a recibir
una protección adecuada de la Administración de Justicia al objeto de asegurar
que comprenden el significado y trascendencia jurídica de las actuaciones
procesales en las que intervengan por cualquier causa.
Los Jueces y Tribunales así como el Ministerio Fiscal velarán en todo
momento por el cumplimiento de este derecho.
20
-21III. UNA RELACIÓN DE CONFIANZA CON ABOGADOS Y PROCURADORES.
Una conducta deontológicamente correcta.
33.- El ciudadano tiene derecho a la prestación de un servicio profesional de calidad por parte del Abogado en el cumplimiento de la misión de
defensa que le encomiende, así como por el Procurador en la representación de
sus interesante los órganos jurisdiccionales.
34.- El ciudadano tiene derecho a denunciar ante los Colegios de Abogados o de Procuradores las conductas contrarias a la deontología profesional y a
conocer a través de una resolución suficientemente motivada el resultado de la
denuncia.
35.- El ciudadano tiene derecho a conocer, a través del Colegio Profesional correspondiente, si un Abogado o Procurador ha sido objeto de alguna
sanción disciplinaria, no cancelada, por alguna actuación profesional. Los
Colegios respectivos establecerán un sistema para que el ciudadano pueda
conocer de forma efectiva las sanciones disciplinarias, no canceladas, impuestas a
un profesional en todo el territorio nacional.
36.- El ciudadano tiene derecho a que los profesionales que le representen, asesoren o defiendan guarden riguroso secreto de cuanto les revelen o
confíen en el ejercicio de estas funciones.
Un cliente informado.
37.- El ciudadano tiene derecho a conocer anticipadamente el coste
aproximado de la intervención del profesional elegido y la forma de pago.
Los Abogados y Procuradores estarán obligados a entregar a su cliente un presupuesto previo que contenga los anteriores extremos. A estos efectos se
regulará adecuadamente y fomentará el uso de las hojas de encargo profesional.
El cliente podrá exigir a su Procurador rendición de cuentas detalladas de los asuntos encomendados.
38.- El ciudadano tiene derecho a obtener del Abogado y Procurador
información precisa y detallada sobre el estado del procedimiento y de las
resoluciones que se dicten.
El profesional deberá entregar a su cliente copia de todos los escritos
que presente y de todas las resoluciones judiciales relevantes que le sean
notificadas.
El ciudadano podrá consultar con su Abogado las consecuencias de
toda actuación ante un órgano jurisdiccional.
Se potenciarán los Servicios de Orientación Jurídica, dependientes de
los Colegios de Abogados, que ampliarán sus funciones para informar al
ciudadano sobre sus derechos en la relación de confianza con su Abogado.
39.- El ciudadano tiene derecho a ser informado por su Abogado y por
su Procurador, con carácter previo al ejercicio de cualquier pretensión ante un
21
-22órgano judicial, sobre las consecuencias de ser condenado al pago de las costas
del proceso y sobre su cuantía estimada.
Los respectivos Colegios profesionales elaborarán un estudio de previsiones sobre la cuantía media aproximada de las costas de cada proceso,
dependiendo tanto del tipo de procedimiento como de su complejidad, que será
actualizada periódicamente.
Una justicia gratuita de calidad.
40.- El ciudadano tiene derecho a ser asesorado y defendido gratuitamente por un Abogado suficientemente cualificado y a ser representado por un
Procurador cuando tenga legalmente derecho a la asistencia jurídica gratuita.
Los Colegios respectivos velarán por el correcto desarrollo de su función por parte del profesional designado.
41.- El ciudadano tiene derecho a exigir una formación de calidad al
profesional designado por el turno de oficio en los supuestos de asistencia jurídica
gratuita. Los Colegios de Abogados adoptarán las medidas adecuadas para
asegurar el cumplimiento de este derecho.
EFICACIA DE LA CARTA DE DERECHOS.
1.- Los ciudadanos tienen derecho a exigir el cumplimiento de los derechos reconocidos en esta Carta. Estarán vinculados a ella Jueces y
Magistrados, Fiscales, Secretarios Judiciales, médicos forenses, funcionarios
públicos, Abogados, Procuradores y demás personas e Instituciones que cooperan
con la Administración de Justicia.
2.- El Ministerio de Justicia y las Comunidades Autónomas con competencias en la materia, el Consejo General del Poder Judicial, la Fiscalía General
del Estado y los Colegios profesionales competentes adoptarán las disposiciones
oportunas y proveerán los medios necesarios para garantizar la efectividad y el
pleno respeto de los derechos reconocidos en esta Carta.
3.- El Congreso de los Diputados, a través de la Comisión de Justicia e
Interior, llevará a cabo un seguimiento y evaluación permanente del desarrollo y
cumplimiento de esta Carta, a cuyo efecto será regularmente informado por el
Gobierno y los Organos del Estado e Instituciones públicas a los que se solicite.
La memoria anual elevada por el CGPJ a las Cortes Generales incluirá
una referencia específica y suficientemente detallada a las quejas, reclamaciones
y sugerencias formuladas por los ciudadanos sobre el funcionamiento de la
Administración de Justicia.
22
-23-
EL PACTO DE ESTADO PARA LA JUSTICIA
Pacto de Estado para la Reforma de la Justicia (28 de mayo de 2001)
Los españoles, comenzando por quienes dedican la vida al servicio de la Justicia,
demandan inequívocamente un esfuerzo profundo de mejora y modernización de
nuestro sistema judicial.
Carencias tradicionales, sumadas a las nuevas exigencias de una sociedad cada
vez más dinámica y compleja y al incremento de la litigiosidad, hacen obligado
acometer las reformas necesarias para ello.
Se persigue que la Justicia actúe con rapidez, eficacia y, calidad, con métodos
más modernos y procedimientos menos complicados. Que cumpla satisfactoriamente su función constitucional de garantizar en tiempo razonable los derechos de los
ciudadanos y de proporcionar seguridad jurídica, al actuar con pautas de
comportamiento y decisión previsibles. Que actúe como poder independiente,
unitario e integrado, con una estructura vertebrada, regida por una coherencia
institucional que le permita desarrollar más eficazmente sus funciones
constitucionales.
Ello conforma un reto de interés general que debe ser afrontado con un proyecto
global, que acometa decidida y sistemáticamente el fondo de los problemas y dote
de coherencia, estabilidad y permanencia a las múltiples reformes que resultan
precisas. Un nuevo modelo de conjunto que trascienda intereses coyunturales y
excluyentes, y se asiente sobre soluciones integrales y perdurables, con el norte
puesto en las necesidades de los ciudadanos y en los desafíos de la sociedad
avanzada y democrática española del Siglo XXI.
Todo ello afecta no sólo al buen funcionamiento y la mayor eficacia de un servicio
público capital, sino también a la calidad democrática y el bienestar social y a
elementos sustanciales de nuestro Estado social y democrático de Derecho como la
garantía de derechos de los ciudadanos o el sometimiento de todos los poderes a
23
-24reglas objetivas recogidas en la Leyes.
Poner en marcha este ambicioso y profundo proyecto de reforma constituye una
auténtica cuestión de Estado. Por esto debe ser afrontada mediante un acuerdo de
los responsables políticos que asegure la unidad y la continuidad de los esfuerzos y
garantice el consenso sobre las bases fundamentales de funcionamiento de uno de
los poderes del Estado.
En su virtud, el Gobierno de la nación y los Partidos Popular y Socialista suscriben
el Presente PACTO DE ESTADO sobre los principios, objetivos y procedimientos
que han de conformar un nuevo modelo de Justicia, y sobre las acciones y los
medios que es preciso impulsar para hacerlo realidad.
1. Tribunal Supremo.- Se afrontarán las reformas necesarias para lograr un
funcionamiento más ágil y eficaz del Tribunal Supremo y que potencien su función
como órgano jurisdiccional superior y garante de la unidad de doctrina en todos los
órdenes jurisdiccionales. A tal fin, también se reformará el recurso de casación,
aproximando su regulación en las diferentes leyes reguladoras del proceso y
atendiendo a la noción del "interés casacional". Se modificará el recurso de revisión,
de manera que el Tribunal Supremo conozca exclusivamente de los recursos de
revisión contra sentencias firmes de la Audiencia Nacional y del propio Tribunal
Supremo.
2. Tribunal Constitucional.- Se introducirán en la Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional mejoras, que permitan potenciar su función con más eficacia y
agilidad su función como interprete supremo de la Constitución, así como de garante
de los derechos y libertades fundamentales consagrados en la misma. Ligada con
esta reforma del recurso de amparo, se afrontarán mejoras sobre el desarrollo del
artículo 53.2 de la Constitución y, más en general, sobre la protección de los
derechos fundamentales por los Tribunales ordinarios.
3. Tribunales Superiores de Justicia.- La redefinición de sus competencias
atenderá a criterios de adaptación de la Justicia al Estado de las Autonomías. Se
aumentarán, recisándolas con detalle, las competencias de las Salas de Gobierno
24
-25de los Tribunales Superiores de Justicia, y se establecerán mecanismos de
delegación de funciones, singularmente en materia inspectora y disciplinaria. Los
Tribunales Superiores de Justicia desarrollarán una función casacional en todas las
ramas del Derecho Autonómico. Se les atribuirá la segunda instancia penal, en los
términos que resulten de la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal, y se aumentará la
cuantía para el recurso de suplicación en el orden social. Asimismo se trasladará a
los Tribunales Superiores de Justicia la competencia para conocer de la petición de
ejecución de sentencias extranjeras.
4. Mapa Judicial.- Se aprobará un nuevo mapa judicial que permita agilizar y
acercar la Justicia al ciudadano. El nuevo mapa judicial se establecerá con criterios
que permitan ajustar la organización a la carga de trabajo existente en cada parte del
territorio nacional. Se potenciará la Justicia de Proximidad, de manera que haya
Juzgados más cercanos al ciudadano. Se contemplará la creación de un nuevo
órgano unipersonal: el Juzgado de lo Civil, que permitirá aligerar de su actual carga
de trabajo a los Juzgados de Primera Instancia, será pieza esencial para acercar la
Justicia al ciudadano. Se avanzará en el diseño de juzgados especializados en
materia mercantil. Se contemplará el desarrollo de los Juzgados de Familia. En el
orden penal, se procederá también a redefinir el ámbito de los Partidos Judiciales
más grandes, creando órganos cercanos.
5. Carrera Judicial.- La cobertura de todas las plazas que resulten necesarias, y a
tenor de un calendario realista para la ampliación progresiva de la planta, deberá
hacerse con Jueces profesionales, que ejerzan sus funciones bajo los principios de
independencia, imparcialidad, profesionalidad y responsabilidad, procediendo a la
reducción de las figuras excepcionales de sustitutos y suplentes.
Se elaborará un nuevo Estatuto de Jueces y Magistrados que atenderá a los
siguientes criterios:
a) Selección objetiva y rigurosa mediante oposición, con pruebas que completen
los temarios con disciplinas que se estiman complemento necesario para el ejercicio
de la función judicial. Las pruebas deberán permitir valorar la cultura, madurez y
capacidad argumental y de análisis del aspirante.
25
-26-
b) El acceso por el turno de juristas expertos requerirá acreditar unos méritos
relevantes (capacidad y experiencia) y un procedimiento de comprobación objetivo,
imparcial y riguroso de los mismos. De igual modo, para este sistema de ingreso se
potenciará la labor formadora selectiva de la Escuela Judicial.
c) Se consolidará la idea de carrera, superando el exclusivo criterio de antigüedad.
Se incorporarán criterios de mérito, formación, especialización, rendimiento y calidad
de trabajo, como criterios de promoción, adjudicación de destinos y de mejora de los
niveles retributivos. La entrada en la judicatura tendrá lugar en órganos
unipersonales con menor carga de trabajo y sin especialización, estableciendo un
tiempo mínimo en éstos. Los criterios diferentes del de antigüedad, como la
formación, el rendimiento o la asunción de responsabilidades, serán evaluados por el
Consejo General del Poder Judicial.
d) Se establecerá un diseño de las exigencias correspondientes a cada destino,
condiciones para el acceso a determinados cargos y órganos especializados y
limitación del tiempo de permanencia en los mismos.
6. Formación.- Se potenciará la formación de los Cuerpos y personal al servicio de
la Administración de Justicia. En lo relativo a la Carrera Judicial y Fiscal se
fomentará la formación inicial integral en materias jurídicas y no jurídicas. Asimismo,
se desarrollarán programas de formación continuada que permitan profundizar en
materias concretas y ampliar conocimientos, de tal manera que se favorezca la
especialización. En determinadas materias especialmente relevantes, en particular
como consecuencia de reformas legislativas de amplio alcance, se articularán
procesos de formación y adaptación generales e intensos. La formación y la
capacidad demostrada serán criterio a tener en cuenta en la cobertura de plazas,
superando el exclusivo carácter de la antigüedad. Se potenciará la conexión de la
Universidad con las profesiones jurídicas.
7. Retribuciones.- Se presentará a las Cortes el Proyecto de Ley de Retribuciones
derivado del compromiso de la Ley Orgánica del Poder Judicial. En él se replanteará
el diseño del sistema retributivo, articulando un modelo incentivador, que garantice la
26
-27independencia económica, y fomente la formación, el rendimiento y la asunción de
mayores responsabilidades. Para el personal al servicio de la Administración de
Justicia, y en el marco del nuevo Estatuto, se estudiarán fórmulas retributivas más
flexibles que incorporen los criterios expuestos desde el diálogo con los sindicatos y
con los colectivos afectados.
8. Principios estatutarios.- Se establecerá un sistema razonable de
responsabilidades, prohibiciones e incompatibilidades con garantías plenas de
objetivación y respeto a la independencia de jueces y magistrados. Se perfeccionará
el régimen de responsabilidades derivadas de la actuación judicial o del
funcionamiento anormal del servicio. Se estudiarán fórmulas de reparación del daño
causado por el funcionamiento anormal, el error o la negligencia de todos los que
intervienen en la Administración de Justicia. Se mejorará, asimismo, el régimen
disciplinario revisando el cuadro de infracciones y sanciones, el sistema de recursos
y la competencia para resolver el expediente. Se potenciará la inspección y se
introducirán métodos de análisis y auditoria operativa.
9. Ministerio Fiscal.- Para asegurar que el Ministerio Fiscal ejerce en las mejores
condiciones sus funciones, por medio de órganos propios, conforme a los principios
de unidad de actuación y dependencia jerárquica recogidos en el artículo 124 de la
Constitución, se actualizarán, en lo que resulte necesario, su Estatuto Orgánico y su
Reglamento. En lo estructural, ello se traducirá en la adaptación de su organización
interna, revisándose las funciones de la Secretaría Técnica y de la Inspección Fiscal,
y estableciéndose la temporalidad en los cargos jerárquicos del Ministerio Fiscal con
criterios objetivos, y en el aumento de sus recursos humanos y medios materiales.
En lo funcional, habrá de estarse principalmente a lo que disponga una nueva Ley de
Enjuiciamiento Criminal. Y en lo que se refiere al estatuto personal de sus miembros,
un nuevo régimen estatutario propio de la Carrera Fiscal incorporará cambios en el
sistema de acceso, la formación, la especialización, el modelo de carrera o el
régimen retributivo, para que los criterios de mérito, especialización, rendimiento y
calidad del trabajo resulten determinantes, junto a la antigüedad, para la promoción,
la adjudicación de destinos y el nivel retributivo.
10. Secretarios Judiciales.- Se redefinirán las funciones de los Secretarios
27
-28Judiciales.
Constituirán un único Cuerpo Nacional de funcionarios técnicos superiores
dependientes del Ministerio de Justicia. Se potenciará su papel aprovechando su
capacidad y formación procediendo en consecuencia a la reforma de su Estatuto. Se
atribuirán nuevas competencias a los Secretarios Judiciales, procediendo a la
redefinición de la fe pública judicial que la haga compatible con la incorporación de
las nuevas tecnologías. Se les atribuirá facultades plenas de impulso procesal para
desarrollar los trámites en que no sea preceptiva la intervención del Juez. Se
potenciarán las funciones de ejecución, realización de bienes y jurisdicción
voluntaria. Se le atribuirán funciones de dirección en la Oficina Judicial y en los
servicios comunes creándose a tal efecto los puestos de Secretario de Gobierno y
Secretario Coordinador.
11. Personal al servicio de la Administración de Justicia.- El personal al servicio de
la Administración de Justicia estará formado, fundamentalmente, por personal
funcionario de Carrera integrado en Cuerpos Nacionales de nueva definición, en el
que se potenciará su profesionalización y formación. Se simplificará, sin perjuicio de
las fórmulas de transitoriedad que resulten precisas, la actual complejidad de los
cuerpos de funcionarios, permitiendo así una carrera administrativa y un nuevo
sistema de asignación de puestos de trabajo. Se aprobará un nuevo Estatuto de todo
el personal. Se atribuirá mayor competencia a las Comunidades Autónomas en
gestión de personal. Se introducirá la relación de puestos de trabajo.
12. Oficina Judicial.- Se reformará en profundidad la Oficina Judicial,
modernizándola de manera que ofrezca una atención de calidad a los ciudadanos.
El nuevo diseño de la Oficina judicial se inspirará en los siguientes principios:
a) Atención de calidad al ciudadano. Se garantizará el funcionamiento ordinario
de la Administración de Justicia durante todo el día mañana y tarde.
b) En la nueva estructura, que modifica el modelo tradicional de Oficina Judicial,
se diferenciarán los servicios de apoyo directo y atención especializada a cada
órgano judicial de los servicios comunes o compartidos por distintos Jueces y
Tribunales de un mismo territorio.
28
-29c) Se delimitarán claramente las funciones de cada uno de sus integrantes para
asegurar el correcto cumplimiento de las mismas. Es necesaria una reforma en
profundidad que abarque todos los Cuerpos que desarrollan su actividad en este
espacio. Se potenciará la figura del Secretario Judicial en los términos previstos en el
apartado 10. El Secretario responsable de los servicios comunes, tendrá
conocimientos técnicos cualificados en capacidad de gestión. Se introducirán las
Relaciones de Puestos de Trabajo como instrumento técnico adecuado para la
identificación de tareas y niveles de responsabilidad. Se introducirá la figura del
monitor de informática como personal cualificado y especializado. En cuanto al
personal al servicio de la Administración de Justicia se estudiará la posibilidad de
simplificar la actual complejidad de los cuerpos de funcionarios, permitiendo así una
carrera administrativa y un nuevo sistema de asignación de puestos de trabajo.
d) Se modernizarán los métodos de trabajo. La modernización, informatización
y ofimatización de la Oficina Judicial responderá a criterios de flexibilidad y realismo.
Los servicios comunes aprovecharán mejor los recursos, uniformarán tareas y
optimizarán las bases de datos. Se introducirán técnicas de gestión de personal y de
tareas. Se implantará de manera generalizada el uso de las nuevas tecnologías y se
mejorarán los medios materiales dispuestos a tal fin. Se modificará el art. 230 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial pasando de la "posibilidad" de uso de los medios
informáticos y telemáticos a la "obligatoriedad" de la implantación y uso de estos
sistemas en todos los Organos jurisdiccionales y entre quienes profesionalmente se
relacionan con la Administración de Justicia.
13. Una "Carta de Derechos de los Ciudadanos" ante la Justicia, que atienda a los
principios de transparencia, información y atención adecuada, establecerá los
derechos de los usuarios de la Justicia.
14. Nuevas Tecnologías.- Se elaborará un Plan Estratégico de las Nuevas
Tecnologías que se implantará de manera integral. Este Plan contribuirá a
modernizar las técnicas de funcionamiento de las Oficinas Judiciales, agilizar los
procedimientos y abaratar los costes en las comunicaciones y notificaciones. La
informatización de la Administración de Justicia se llevará a cabo en estrecha
colaboración con el Consejo General del Poder Judicial y las Comunidades
Autónomas.
29
-30-
15. Infraestructuras.- Se impulsará el Plan de Infraestructuras para adecuar los
edificios judiciales. Se cubrirán las actuales carencias y se modernizarán las sedes
judiciales atendiendo a mejorar las condiciones en que se desarrolla la actividad de
los profesionales, a criterios de mayor rendimiento, así como a la adecuada atención
de los ciudadanos. Se procurará evitar la dispersión de los órganos judiciales de
ámbito urbano.
16. Financiación.- Se elaborará un Plan Financiero riguroso, que permita acometer
cada una de las acciones y medidas y poner en ejecución, con medios apropiados,
las reformas legislativas que deban ser aprobadas. Dicho Plan tendrá la
correspondiente traducción en las previsiones presupuestarias, de forma sostenida
en los próximos ejercicios, hasta completar la cantidad que resulte necesaria para la
reforma, inicialmente estimada en 250.000 millones de pesetas adicionales.
17.- Ley de Enjuiciamiento Criminal.- Se elaborará una nueva Ley de
Enjuiciamiento Criminal, que recoja la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, y
que culmine el proceso de modernización de nuestras grandes leyes procesales. La
nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal abordará:
a) La agilización de los procedimientos, la mejora de los procedimientos
abreviados, el enjuiciamiento inmediato de los delitos menos graves y flagrantes, y la
simplificación de trámites en las grandes causas.
b) La modificación de la regulación del ejercicio de la acción popular y la
acusación particular.
c) Fortalecer la protección y defensa de las víctimas de delitos violentos en
todos los procesos penales, incluido en el ámbito de la Ley Orgánica de
Responsabilidad Penal del Menor.
d) La reforma de la prisión provisional, de acuerdo con la Jurisprudencia del
Tribunal Constitucional.
e) La extensión de la doble instancia, de manera que en todos los procesos
penales se asegure la revisibilidad de las condenas por un Tribunal Superior.
f) La delimitación precisa de los sujetos durante el proceso: imputado, acusado
y condenado.
30
-31g) El establecimiento de los métodos de investigación y procedimentales
apropiados para el enjuiciamiento de los delitos de nuevo cuño.
h) La adaptación de la regulación de los medios de prueba, en especial a los
últimos avances tecnológicos.
i) La readaptación del sistema de jurado a la luz de la experiencia observada en
su funcionamiento.
j) La delimitación precisa de los derechos del detenido, en línea con la
Resolución 43/173, de 1 de diciembre de 1988, aprobada por la Asamblea General
de Naciones Unidas.
La tramitación de esta reforma de conjunto afrontará y resolverá para el futuro el
debate sobre la investigación previa al proceso penal de los procedimientos por el
Fiscal o por el Juez, que asegurará que la misma se realice en un plazo
proporcionado y razonable, y todas las consecuencias y responsabilidades derivadas
de la observancia del mismo, como el esfuerzo de medios personales y materiales
necesarios para modificar, en su caso, con garantías el sistema actual, o el nuevo
papel diferenciado del Juez como Juez de garantías, que ha de adoptar las medidas
limitativas de derechos fundamentales.
18.- Se promulgara una nueva Ley Concursal que modernice los procedimientos
de quiebra y suspensión de pagos, así como una nueva Ley de Arbitraje que facilite
y abarate el recurso al arbitraje y dote de eficacia al laudo arbitral.
19 - Especial atención a la agilización y rapidez de la Justicia. Junto al necesario
aumento de la dotación de medios personales y materiales, la evitación de las
dilaciones indebidas de nuestro sistema judicial exige procedimientos que, con pleno
respeto de las garantías constitucionales, procuren la resolución del conflicto en el
menor tiempo posible.
En este sentido junto a los mecanismos previstos en otros apartados de este Acuerdo se
establecerá la limitación temporal proporcionada y razonable de los sumarios en función de
criterios objetivos, así como los supuestos excepcionales que pudieran dar lugar a la
prórroga de los mismos. Se estudiaran las medidas que permitan mejorar el sistema de
responsabilidad por dilaciones indebidas como consecuencia del funcionamiento anormal de
31
-32la Administración de Justicia. Asimismo, se potenciará la evitación de conflictos
desarrollando e impulsando formulas eficaces de arbitraje, mediación y conciliación.
20- Abogados y Procuradores.- Se aprobará un nuevo Estatuto de la Abogacía y un nuevo
Estatuto de Procuradores. Se establecerán fórmulas homologables con los países miembros
de la Unión Europea para garantizar la preparación en el ejercicio de la profesión. En el
Estatuto de la Abogacía se contemplarán las nuevas formas de ejercicio de la profesión en
despachos colectivos y multiprofesionales. Se buscarán fórmulas para dar el impulso
adecuado al Turno de Oficio y se propiciará su especialización progresiva.
Se ampliará y desarrollará el Servicio de Orientación Jurídica. Se potenciarán las funciones
de los Colegios de Procuradores en el campo de los actos de notificación, fomentando la
utilización de las nuevas tecnologías.
21.- Consejo General del Poder Judicial.- Se acuerda un nuevo sistema de elección del
Consejo General del Poder Judicial, conformado por las siguientes reglas básicas:
Los doce miembros que conforme a lo dispuesto en el artículo 122 de la Constitución han
de integrar el Consejo entre Jueces y Magistrados de todas las categorías judiciales serán
propuestos para su nombramiento por el Rey de acuerdo con el siguiente procedimiento:
1. La propuesta será formulada al Rey por el Congreso de los Diputados y el Senado,
correspondiendo a cada Cámara proponer seis Vocales, por mayoría de tres quintos de sus
respectivos miembros, entre los presentados a las Cámaras por los Jueces y Magistrados,
conforme a lo previsto en el número siguiente.
2. Los candidatos serán presentados, hasta un máximo del triple de los doce puestos a
proponer, por las Asociaciones Profesionales de Jueces y Magistrados o por un número de
Jueces y Magistrados que represente, al menos, el dos por ciento de los que se encuentren
en servicio activo. La determinación del número máximo de candidatos que corresponde
presentar a cada Asociación y del número máximo de candidatos que pueden presentarse
con las firmas de Jueces y Magistrados, se ajustará a criterios estrictos de proporcionalidad,
de acuerdo con las siguientes reglas:
a) Los 36 candidatos se distribuirán en proporción al número de afiliados de cada
32
-33asociación y al número de no afiliados a asociación alguna, determinando este último el
número máximo de candidatos que pueden ser presentados mediante firmas de otros
Jueces y Magistrados; todo ello, de acuerdo con los datos obrantes en el Registro
constituido en el Consejo General del Poder Judicial conforme a lo previsto en el artículo 401
de la Ley Orgánica del Poder Judicial y sin que ningún Juez o Magistrado pueda avalar con
su firma más de un candidato.
b) En el caso de que el número de Jueces y Magistrados presentados con el aval de
firmas suficientes supere el máximo al que se refiere la letra a) solo tendrán la consideración
de candidatos los que, hasta dicho número máximo, vengan avalados por el mayor número
de firmas. En el supuesto contrario de que el número de candidatos avalados mediante
firmas no baste para cubrir el número total de treinta y seis, los restantes se proveerán por
las Asociaciones, en proporción al número de afiliados; a tal efecto y para evitar dilaciones,
las Asociaciones incluirán en su propuesta inicial, de forma diferenciada, una lista
complementaria de candidatos.
c) Cada Asociación determinará, de acuerdo con lo que dispongan sus Estatutos, el
sistema de elección de los candidatos, Jueces y Magistrados de todas las categorías
judiciales que le corresponda presentar.
3. - Una vez constituido el Consejo y elegido su Presidente, éste comparecerá ante el
Congreso de los Diputados para informar sobre las líneas básicas de actuación que se
pretenden acometer por el nuevo Consejo.
22. - Comunidades Autónomas.- En este nuevo modelo de Justicia, más ágil y eficaz
que se diseña, debe jugar un papel esencial la oportuna adaptación del marco
competencial de las Comunidades Autónomas, teniendo como objetivo próximo atender a
los intereses de los ciudadanos y a quienes desde las distintas responsabilidades trabajan al
servicio de la Justicia. A tal fin las partes firmantes del presente Acuerdo hacen suyo los
términos del Acuerdo adoptado en la Conferencia Sectorial en materia de Administración de
Justicia, celebrado el día 22 de mayo de 2.001.
Asimismo las partes firmantes consideran que la Conferencia Sectorial es el marco idóneo
de cooperación para la definición de las políticas que afecten a las competencias de las
Comunidades Autónomas en materia de Justicia.
33
-34Por otro lado se facilitará el traspaso de funciones y servicios de la Administración del
Estado a las Comunidades Autónomas que no tienen transferidas las competencias en
materia de provisión de los medios personales, materiales y económicos necesarios para el
funcionamiento de la Administración de Justicia.
23. - Desarrollo y Seguimiento del Pacto.- Los acuerdos suscritos en el presente Pacto de
Estado nacen con vocación de permanencia. El ambicioso y profundo proceso de la reforma
de la Justicia en España que se abre desde este momento requerirá impulsar un amplio
conjunto de iniciativas. El desarrollo de los compromisos legislativos que de él se deducen
tenderá a realizarse en el curso de dos legislaturas, y se impulsará con el mismo espíritu de
consenso entre los firmantes, en garantía de estabilidad del nuevo modelo de Justicia que
aquí se acuerda.
A tal fin se establecerá una comisión de seguimiento integrada por las partes que
suscriban este Pacto, en cuyo marco se dialogarán las medidas legislativas que resulten del
mismo.
El espíritu de diálogo que preside este Pacto de Estado, hace que sus principios y líneas
fundamentales estén asentadas en aportaciones recibidas, tras un largo y amplio proceso de
diálogo mantenido por las partes firmantes, con todos los responsables políticos, órganos
constitucionales, Comunidades Autónomas, asociaciones, sindicatos y organizaciones de
quienes, desde un ámbito u otro, ejercen responsabilidades en el marco de la Justicia.
En consecuencia este Acuerdo se ampliará con los Grupos Parlamentarios cuyas
aportaciones y propuestas para la reforma de la Justicia se encuentran reflejadas en los
principios que lo conforman.
Del mismo modo es principio esencial del presente Acuerdo alcanzar un amplio respaldo
entre los restantes protagonistas de la Justicia
34
-35ESTATUTO GENERAL DE LOS PROCURADORES DE LOS TRIBUNALES DE
ESPAÑA ( REAL DECRETO 1281/2002, de 5 de Diciembre (B O E 21-12-02).
El Pacto de Estado para la reforma de la Justicia fija las bases de un ambicioso proceso
de modernización que afecta a todos los agentes del ámbito judicial. Los procuradores como
representantes de las partes en el proceso deben garantizar de manera activa una
representación de calidad, rápida y eficaz de los derechos de los ciudadanos en controversia.
Por ello, el punto veinte del Pacto de Estado prevé la aprobación de un nuevo Estatuto
General de Procuradores que dote de un nuevo marco normativo al ejercicio de la profesión.
El Consejo General de los Procuradores de los Tribunales, en uso de las facultades de
autorregulación que tiene atribuidas, ha elevado al Gobierno una propuesta de nuevo Estatuto
General de los Procuradores que el Gobierno desea aprobar mediante Real Decreto,
propuesta que viene motivada por todo un conjunto de nuevas circunstancias.
La Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, en su exposición de motivos
subraya el importante papel de los procuradores en el nuevo diseño de los actos de
comunicación, permitiendo que a través de una óptima gestión por parte de los procuradores
se aminoren los retrasos en la tramitación. En este sentido, la Ley de Enjuiciamiento Civil
prevé que los procuradores, en su condición de representantes de las partes y como
profesionales con conocimientos técnicos sobre el proceso, reciban notificaciones y trasladen
a la parte contraria escritos y documentos. La Ley atribuye a los procuradores nuevas
funciones en el proceso, entre las que destaca el servicio de recepción de comunicaciones,
organizado por los colegios profesionales y que se ubica en todos los edificios judiciales del
orden civil. Las nuevas responsabilidades recogidas en la Ley de Enjuiciamiento Civil, así
como la previsión del Pacto de Estado para a la reforma de la Justicia relativa al fomento en
los Colegios de Procuradores del uso de las nuevas tecnologías en los actos de notificación,
tienen su fiel reflejo en esta norma estatutaria.
El nuevo Estatuto General de los Procuradores de los Tribunales de España responde
de manera efectiva a la necesidad de actualizar la normativa propia de este colectivo
profesional que se venía regulando por el Estatuto General de los Procuradores de los
Tribunales de España, aprobado por Real Decreto 2046/1982, de 30 de julio. La
modernización de la Procura, en función de las nuevas atribuciones asignadas, permitirá una
representación del ciudadano de mayor calidad ante la Justicia, agilizándose el procedimiento
gracias al uso de las nuevas tecnologías por parte de los procuradores.
El nuevo Estatuto recoge el acceso a la profesión como respuesta a la necesidad de
garantizar la preparación específica en el ejercicio de la profesión de Procurador y a la
conveniencia de establecer fórmulas homologables con los restantes Estados miembros de la
Unión Europea o del Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo de 2 de mayo de 1992,
todo ello en previsión del contenido de la futura Ley de Acceso al Ejercicio de las Profesiones
de Abogado y Procurador, en concordancia con los criterios del punto veinte del Pacto de
Estado para la reforma de la Justicia.
La nueva regulación contempla la asociación de procuradores como cauce para el
ejercicio profesional. Ello puede enriquecer la práctica profesional de aquellos procuradores ya
en ejercicio y aquellos otros con menos experiencia profesional, lo cual permitirá también
afrontar los retos de una sociedad cambiante en la que el uso de las nuevas tecnologías
ocasiona sin duda un nuevo reto profesional.
Se crean las demarcaciones territoriales para el ejercicio profesional, siempre
coincidentes con uno o varios partidos judiciales, de modo que por su proximidad geográfica
quede aun más garantizada la exigencia de inmediación procesal. De este modo, quedan
representados con mayor eficacia y garantías los intereses del cliente.
35
-36Se alcanza un avance significativo en las relaciones entre el Procurador y el cliente, al
regularse la posibilidad de que los colegios organicen servicios para asegurar la
responsabilidad civil profesional del Procurador. Con ello se garantiza en mayor medida los
derechos del ciudadano ante una hipotética negligente actuación profesional.
Por otra parte, el Estatuto se adecua a la nueva realidad autonómica, estando prevista
la existencia de aquellos Consejos de Colegios de Comunidad Autónoma constituidos
conforme la normativa autonómica.
Por último, es de reseñar, entre las novedades que incorpora el Estatuto, la introducción
del voto por correo en las elecciones corporativas, con lo que se persigue facilitar y ampliar la
participación en éstas, fortaleciéndose así la democracia en la estructura y funcionamiento
colegiales, en cumplimiento del mandato constitucional.
El anterior Estatuto General de los Procuradores de los Tribunales de España fue
aprobado por Real Decreto 2046/1982, de 30 de julio. Las reformas legislativas realizadas
desde entonces y las necesidades de modernización de la Administración de Justicia hacen
necesario actualizar la regulación del ejercicio de la profesión de Procurador.
La Ley 2/1974, de 13 de febrero, de Colegios Profesionales (modificada por la Ley
74/1978, de 26 de diciembre, de Normas Reguladoras de los Colegios Profesionales, por la
Ley 7/1997, de 14 de abril, de Medidas Liberalizadoras en materia de Suelo y de Colegios
Profesionales, y por el Real Decreto-ley 6/2000, de 23 de junio, de Intensificación
de la Competencia en Mercados de Bienes y Servicios), establece que los Colegios
Profesionales se rigen por sus Estatutos y por los Reglamentos de régimen Interior en
desarrollo de aquellos. A estos efectos, dispone que los Consejos Generales elaborarán para
todos los Colegios de una misma profesión los Estatutos Generales, que se someterán a la
aprobación del Gobierno a través del Ministerio competente.
Así, el Consejo General de los Colegios de Procuradores de los Tribunales de España,
conforme al artículo 6.2 de la citada Ley de Colegios Profesionales, ha elaborado un proyecto
de Estatuto General de Procuradores que el Ministerio de Justicia somete a aprobación del
Gobierno.
En su virtud, a propuesta del Ministro de Justicia, de acuerdo con el Consejo de Estado
y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 5 de diciembre de 2002,
dispongo:
Artículo único. Aprobación del Estatuto General de los Procuradores de los Tribunales
de España.
Se aprueba el Estatuto General de los Procuradores de los Tribunales de España, cuyo
texto se inserta a continuación.
DISPOSICIÓN DEROGATORIA ÚNICA. Derogación normativa.
Queda derogado el Real Decreto 2046/1982, de 30 de julio, por el que se aprueba el
Estatuto General de los Procuradores de los Tribunales de España, así como cuantas normas
de igual o inferior rango se opongan a lo establecido en este Real Decreto.
DISPOSICIÓN FINAL PRIMERA. Legislación autonómica.
Lo dispuesto en el Estatuto General se entenderá sin perjuicio de lo que sobre esta
materia, de acuerdo con la Constitución, la legislación estatal y los Estatutos de Autonomía,
disponga la legislación autonómica.
DISPOSICIÓN FINAL SEGUNDA. Entrada en vigor.
El presente Real Decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el
Boletín Oficial del Estado. - Juan Carlos R. - El Ministro de Justicia, José María Michavila
Núñez.
36
-37ESTATUTO GENERAL DE LOS PROCURADORES DE LOS TRIBUNALES DE
ESPAÑA.
TÍTULO I.
DISPOSICIONES GENERALES.
Artículo 1. Función de la Procura.
1. La Procura, como ejercicio territorial de la profesión de Procurador de los Tribunales,
es una profesión libre, independiente y colegiada que tiene como principal misión la
representación técnica de quienes sean parte en cualquier clase de procedimiento.
2. Es también misión de la Procura desempeñar cuantas funciones y competencias le
atribuyan las leyes procesales en orden a la mejor administración de justicia, a la correcta
sustanciación de los procesos y a la eficaz ejecución de las sentencias y demás resoluciones
que dicten los juzgados y tribunales. Estas competencias podrán ser asumidas de forma
directa o por delegación del órgano jurisdiccional, de conformidad con la legislación aplicable.
Artículo 2. Reglas generales del ejercicio profesional.
1. En el ejercicio profesional, los procuradores, como cooperadores de la Administración
de Justicia, están estrictamente sometidos a la Ley, a sus normas estatutarias de cualquier
rango, a los usos que integran la deontología de la profesión y a los regímenes disciplinarios
jurisdiccional y corporativo.
2. Los procuradores, de conformidad con la Ley, deberán guardar secreto de los hechos
o noticias que conozcan por razón de su actuación profesional.
Artículo 3. Definición de procurador.
Son los Procuradores de los Tribunales quienes, válidamente incorporados a un
Colegio:
1. Se encargan de la representación de sus poderdantes ante los Juzgados y Tribunales
de cualquier orden jurisdiccional.
2. Se encargan del fiel cumplimiento de aquellas funciones o de la prestación de
aquellos servicios que, como cooperadores de la Administración de Justicia, les encomienden
las leyes.
3. El procurador podrá ostentar la defensa del cliente cuando no esté reservada por Ley
a otras profesiones. 6
Artículo 4. Libertad, independencia y responsabilidad.
Los procuradores desarrollarán su actividad con libertad e independencia, pero con
estricta sujeción a las normas deontológicas que disciplinan el ejercicio de la profesión y a lo
ordenado en la Ley, en este Estatuto General, Estatutos de Consejos de Colegios de
6
Fue declarado nulo por S T S 29.01.04 Recurso 11/2003
37
-38Comunidad Autónoma, particulares de cada Colegio y en las demás normas que resulten
aplicables.
Artículo 5. Preceptividad de la intervención profesional.
1. La intervención profesional del procurador en toda clase de procesos y ante cualquier
orden jurisdiccional será preceptiva cuando así lo disponga la Ley.
2. La concreta representación con la que el procurador intervenga en juicio, se
acreditará mediante apoderamiento expreso y suficiente, otorgado conforme a las
disposiciones legales.
3. Las relaciones entre el procurador y su poderdante se regirán por las disposiciones
contenidas en las leyes, por las previsiones de este Estatuto General, Estatutos de Consejos
de Colegios de Comunidad Autónoma, los particulares de cada Colegio, las normas relativas al
contrato de mandato y demás disposiciones legales que resulten aplicables.
Artículo 6. Libertad de aceptación y renuncia.
1. Los procuradores tendrán plena libertad para aceptar o rechazar la representación
procesal en un asunto determinado.
2. También podrán renunciar a la representación aceptada en cualquier fase del
procedimiento, pero siempre de conformidad con lo dispuesto en las leyes.
Artículo 7. Corporaciones colegiales.
1. La organización profesional de los Procuradores de los Tribunales de España está
formada por:
a.El Consejo General de Procuradores de los Tribunales.
b.Los Consejos de Colegios de Procuradores de Comunidad Autónoma.
c.Los Colegios de Procuradores.
2. Estas corporaciones colegiales tendrán las competencias que les atribuyan las leyes,
este Estatuto General y sus Estatutos particulares.
3. En su estructura y funcionamiento interno, todas las corporaciones se ajustarán a los
principios democráticos y al régimen de control presupuestario anual.
TÍTULO II. D E LOS PROCURADORES.
CAPÍTULO I. DE LOS REQUISITOS PARA EJERCER LA PROFESIÓN DE PROCURADOR.
Artículo 8. Condiciones generales para ser procurador.
Para ser procurador es necesario:
a.Tener nacionalidad española o de alguno de los Estados miembros de la Unión
Europea o de los Estados parte del Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo, sin
perjuicio de lo dispuesto en Tratados o Convenios internacionales o salvo dispensa legal.
b.Ser mayor de edad y no estar incurso en causa de incapacidad.
38
-39-
c. Estar en posesión del título de Licenciado en Derecho, o de los títulos extranjeros
que, con arreglo a la legislación vigente, sean homologados a aquel, así como los títulos
obtenidos en los Estados miembros de la Unión Europea que faculten para ejercer en ellos la
Procura y que hayan sido reconocidos en España de conformidad con las disposiciones
vigentes. 7
d. Haber obtenido el título de procurador, que será expedido por el Ministerio de
Justicia, previa acreditación de los requisitos establecidos en este Estatuto General, de
acuerdo con la Ley.
Artículo 9. Condiciones para la incorporación aun Colegio de Procuradores.
Para incorporarse a un Colegio de Procuradores es necesario:
a.Estar en posesión del título de procurador.
b.Satisfacer la cuota de ingreso y demás que tenga establecidas el Colegio.
c.Haber constituido debidamente la fianza que exige este Estatuto.
d.No estar incurso en causa de incapacidad incompatibilidad o prohibición para el
ejercicio de la Procura.
e.Carecer de antecedentes penales que inhabiliten para la profesión de procurador.
f.Acreditar el cumplimiento de las obligaciones fiscales previas al alta en la profesión.
Artículo 10. Condiciones para el ejercicio de la Procura.
Para el ejercicio de la profesión de procurador se requiere:
a.Estar incorporado a un Colegio de Procuradores.
b.Por Ley, a tenor de lo establecido en los artículos 36 y 149.1.30 de la Constitución, se
podrán establecer fórmulas homologables con el resto de los países de la Unión Europea que
garanticen la preparación específica para el ejercicio de la profesión.
c.Prestar juramento o promesa de acatamiento a la Constitución, así como al resto del
ordenamiento jurídico, ante la autoridad judicial de mayor rango del Partido Judicial en el que
se vaya a ejercer, o ante la Junta de Gobierno de su Colegio.
d.Estar dado de alta en la Mutualidad de Procuradores de los Tribunales de España,
Mutualidad de Previsión Social a Prima Fija o, alternativamente, en el Régimen Especial de
Trabajadores Autónomos, en los términos establecidos en la disposición adicional
7
Véase la declaración de nulidad
http://www.ripj.com/sent/sent/sent170605.htm
39
de
éste
inciso
en
STS
17.06.05
-40decimoquinta de la Ley 30/1995, de 8 de noviembre, de Ordenación y Supervisión de los
Seguros Privados, o con cualquier legislación concordante.
Artículo 11. Incapacidades.
1. Son circunstancias que incapacitan para el ejercicio de la profesión de procurador
a.Los impedimentos que, por su naturaleza e intensidad, imposibiliten el cumplimiento
de las funciones atribuidas a los procuradores.
b.La inhabilitación o suspensión expresa para el ejercicio de la profesión de procurador
o de cualquier otra profesión del ámbito de la Administración de Justicia y demás
Administraciones públicas, en virtud de resolución judicial o corporativa firme.
c.Las resoluciones disciplinarias firmes que impongan la suspensión en el ejercicio
profesional o la expulsión del Colegio de Procuradores.
2. Las incapacidades desaparecerán cuando cesen las causas que las hubieren
motivado o se haya extinguido la responsabilidad penal y disciplinaria, conforme al presente
Estatuto General.
Artículo 12. Decisión sobre las solicitudes de incorporación.
1. Corresponde a las Juntas de Gobierno de los Colegios de Procuradores aprobar,
suspender o denegar las solicitudes de incorporación. La decisión se adoptará mediante
resolución motivada tras las actuaciones e informes que sean pertinentes. La resolución que
se dicte será recurrible por la vía administrativa y, en su caso, la jurisdiccional correspondiente,
conforme a lo dispuesto en los artículos 116 y 118.
2. Los Colegios de Procuradores no podrán denegar el ingreso en la corporación a
quienes reúnan los requisitos establecidos en los artículos 8, 9 y 10 de este Estatuto General.
Artículo 13. Ejercicio en una demarcación territorial.8
1. El ejercicio de la Procura es territorial. Los procuradores sólo podrán estar habilitados
para ejercer su profesión en una demarcación territorial correspondiente a su Colegio
Profesional.
2.- La Demarcación territorial de los Colegios Profesionales se determina siguiendo el
criterio territorial del partido judicial, de manera que un colegio puede estar constituido por una
o varias demarcaciones territoriales, y éstas, a su vez, pueden comprender uno o varios
partidos judiciales.
8
Este Articulo, en su redacción originaria fue declarado nulo por S T S de 21.02.05 y se
le dio la redacción siguiente por Real decreto 351/2006, de 24 de marzo, BOE 12 Abril 2006
40
-413.- La habilitación en la demarcación territorial en la que va a ejercer la profesión faculta
al Procurador para actuar ante todos los órganos judiciales que radiquen en ella.
4.- Cuando una norma cree o modifique el ámbito territorial de uno o varios partidos
judiciales, corresponderá a la Asamblea General del Colegio o colegios afectados, a propuesta
de su respectiva Junta de Gobierno, acordar los límites y características de la nueva
demarcación, cuyo acuerdo se elevará al correspondiente consejo de colegios de la
Comunidad Autónoma, y por este, al Consejo General o, en otro caso directamente a éste,
para que uno y otro valoren la adecuación de dicho acuerdo a la legalidad vigente. De todo
ello, el Consejo General informará a las autoridades competentes.
Artículo 14. Deber de apertura de despacho.
Los procuradores tienen el deber de tener despacho abierto en el territorio de la
demarcación territorial en la que estén habilitados.
Artículo 15. Procuradores ejercientes.
1. La denominación de Procurador de los Tribunales corresponde a quienes estén
válidamente incorporados, como ejercientes, a un Colegio de Procuradores.
2. Como procurador ejerciente sólo se puede pertenecer a un Colegio. A toda solicitud
de incorporación se acompañará la manifestación, expresa y escrita de que, quien la formula,
no pertenece, como ejerciente, a ningún otro Colegio de Procuradores.
Artículo 16. Procuradores no ejercientes.
1. Podrán seguir perteneciendo a un Colegio de Procuradores y utilizar la denominación
de Procurador de los Tribunales, añadiendo siempre la expresión de no ejerciente, quienes
cesen en el ejercicio de la profesión, bien sea por incompatibilidad, bien por incapacidad o por
cualquier otra circunstancia que no determine la baja en el Colegio.
2. Quienes se incorporen a un Colegio de Procuradores podrán seguir dados de alta
como no ejercientes en el Colegio o Colegios a los que hubiesen pertenecido como
ejercientes.
3. Sólo podrá ser admitido como colegiado no ejerciente quien haya ejercido con
anterioridad y de modo efectivo la profesión de Procurador de los Tribunales.
4. Todos los procuradores no ejercientes están obligados a pagar la cuota que cada
Colegio establezca para los colegiados de esta clase.
5. Si un procurador no ejerciente quiere pasar a ejerciente, no deberá cumplimentar los
requisitos previstos en el artículo 10.2 de este Estatuto.
6. Cuando un procurador cause baja en el ejercicio de la profesión por jubilación y
continúe en el Colegio en la condición de no ejerciente, podrá ser habilitado, por su Colegio,
para continuar tramitando los procedimientos de toda índole en que hubiese intervenido, hasta
la finalización de la correspondiente instancia, por un plazo máximo de dos años, pero no
41
-42podrá aceptar la representación de ninguna persona física o jurídica en asunto nuevo con
posterioridad a su baja por jubilación.
Artículo 17. Representación y defensa por procurador no ejerciente.9
1. El procurador no ejerciente que fuese parte en un proceso, podrá actuar por sí mismo
ante el órgano jurisdiccional, sin necesidad de que otro procurador lo represente. El procurador
no ejerciente podrá, también, desempeñar la representación procesal de su cónyuge o
familiares hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad.
2. Para que resulte de aplicación lo dispuesto en el apartado anterior es necesario que:
a.El proceso se sustancie en el lugar de residencia del procurador no ejerciente.
b.El procurador obtenga la previa autorización de la Junta de Gobierno del Colegio
correspondiente al partido judicial en que tenga lugar el pleito. Sin perjuicio de la resolución
que debe dictar la Junta de Gobierno, el Decano podrá habilitar, provisionalmente, al
solicitante hasta tanto recaiga resolución definitiva de la Junta de Gobierno.
3. En los casos a que se refieren los dos apartados anteriores de este artículo, el
procurador podrá asumir, simultáneamente, la representación y la defensa, siempre que
hubiese sido habilitado previamente por el Colegio de Abogados correspondiente y concurran
los requisitos que exigen las leyes.
4. El procurador ejerciente podrá también asumir dicha defensa y representación en los
mismos casos y condiciones que el no ejerciente.
Artículo 18. Decanos y Colegiados de Honor.
La Junta General de los Colegios de Procuradores, a propuesta de la de Gobierno,
podrá nombrar Decanos o Colegiados de Honor. El nombramiento deberá recaer,
necesariamente, en personas físicas y se hará en atención a méritos o servicios relevantes
prestados a favor de la Procura o del Colegio que los nombra.
Artículo 19. Altas, bajas y número de colegiado.
1. Los Secretarios de los Colegios de Procuradores comunicarán, inmediatamente, las
altas y bajas que se produzcan en la corporación a todos los Juzgados y Tribunales de su
territorio y, en su caso, al Consejo de Colegios de Comunidad Autónoma,( inciso declarado
nulo por S T S de 28 de Septiembre de 2005) así como al Consejo General de Procuradores
de los Tribunales.
Igualmente, comunicarán la situación que pueda producirse en relación a procurador
jubilado no ejerciente, respecto de aquellos procesos o procedimientos en que continúe la
representación de su cliente hasta la finalización de la correspondiente instancia, así como
9
Los párrafos 3º y 4º de este Artículo 17 han sido declarados nulos por STS de 29.01.04.
42
-43comunicarán la prohibición estatutaria de aceptar nuevas representaciones procesales con
posterioridad a la fecha de la baja por jubilación.
2. Si los Juzgados y Tribunales no tuvieran constancia de la comunicación del Colegio
en la que aparezca dado de alta, el propio procurador podrá exhibir certificación u otro
documento que acredite que está incorporado a ese Colegio y habilitado para ejercer en el
partido judicial de que se trate.
3. Los procuradores deberán consignar su número de colegiado en todos los escritos
que firmen.
Artículo 20. Pérdida de la condición de colegiado.
1. La condición de colegiado se perderá y dará lugar a la baja inmediata:
a.Por fallecimiento.
b.Por cese voluntario en el ejercicio de la profesión.
c.Por falta de pago de las cuotas ordinarias o extraordinarias y de las demás cargas
colegiales. No obstante, los colegiados podrán rehabilitar sus derechos pagando la cantidad
adeudada más sus intereses al tipo legal y, en su caso, el importe de la sanción que se le
imponga. ( inciso declarado nulo por S T S de 28 de Septiembre de 2005 en cuanto sea de
aplicación directa a los Colegios pertenecientes al ámbito autonómico)
d.Por sentencia firme que lleve consigo la accesoria de inhabilitación para el ejercicio de
la profesión.
e.Por sanción firme de expulsión del Colegio, acordada en expediente disciplinario.
f.Por alta en otro Colegio de Procuradores, salvo que haya pasado a la condición de no
ejerciente en aquel al que perteneciera anteriormente.
2. En todos estos casos corresponde a la Junta de Gobierno del Colegio acordar la
pérdida de la condición de colegiado. El acuerdo se adoptará en resolución motivada que, una
vez firme, será comunicada al Consejo General de Procuradores de los Tribunales y, en su
caso, al Consejo de Colegios de Comunidad Autónoma,( inciso declarado nulo por S T S de 28
de Septiembre de 2005) así como a los órganos jurisdiccionales correspondientes.
Artículo 21. Comunicación de Jueces y Tribunales.
De conformidad con la legislación vigente, los Jueces y Tribunales remitirán al Colegio
de Procuradores respectivo copia autorizada de la sentencia condenatoria firme y, en general,
cualquier resolución que pudiera llevar implícita la inhabilitación o suspensión profesional de
un procurador, así como de las resoluciones por las que se corrija disciplinariamente a un
colegiado, remitiéndose por dicho Colegio copia de la misma al Consejo General de
Procuradores de los Tribunales y, en su caso, al Consejo de Colegios de Comunidad
Autónoma correspondiente.
Artículo 22. Reincorporación al Colegio.
Cuando el procurador acredite que han desaparecido las causas de incapacidad o
incompatibilidad, podrá instar, de la Junta de Gobierno del Colegio correspondiente, que se le
reincorpore a la situación de ejerciente.
43
-44CAPÍTULO II.
PROHIBICIONES E INCOMPATIBILIDADES.
Artículo 23. Prohibiciones.
A los Procuradores de los Tribunales les está prohibido:
a.Ejercer la Procura estando incursos en causa de incompatibilidad.
b.Prestar su firma a quienes, por cualquier causa, no puedan ejercer como procuradores.
c.Mantener vínculos asociativos o laborales de carácter profesional con profesionales
que impidan el correcto ejercicio de la Procura o que pongan en peligro el secreto profesional.
d.Toda actuación en fraude de ley que directa o indirectamente pretenda burlar las
anteriores prohibiciones.
Artículo 24. Incompatibilidades.
1. La profesión de procurador es incompatible con:
a.El ejercicio de la función judicial o fiscal, cualquiera que sea su denominación y grado,
con el desempeño del Secretariado de los Juzgados y Tribunales y con todo empleo y función
auxiliar o subalterna en órgano jurisdiccional.
b.El ejercicio de la Abogacía, salvo en los casos de habilitación previstos en este
Estatuto.
c.El ejercicio de la profesión de Agente de Negocios, Gestor Administrativo, Graduado
Social, y cualesquiera otras cuya propia normativa reguladora así lo especifique.
d.Con el desempeño de cargos, funciones o empleos públicos en los órganos
institucionales del Estado, de la Administración de Justicia y de las Administraciones públicas y
los Organismos públicos dependientes de ellas.
e.Cualquier empleo remunerado en los Colegios de Procuradores y Abogados.
2. En los supuestos de ejercicio simultáneo con otras profesiones o actividades
compatibles, se respetará el principio de inmediación y asistencia a juzgados y tribunales en
horas de audiencia.
Artículo 25. Comunicación de la incompatibilidad.
El procurador que incurra en alguna de las causas de incompatibilidad establecidas en
el artículo anterior estará obligado a comunicarlo, sin dilación, a la Junta de Gobierno de su
Colegio y cesar, inmediatamente, en la situación de incompatibilidad.
Artículo 26. Requerimiento de cesación en la incompatibilidad.
1. En cuanto la Junta de Gobierno advierta que alguno de sus colegiados ejerce la
profesión contraviniendo alguna de las prohibiciones a que se refiere el artículo 23 o que se
44
-45halla incurso en alguna de las situaciones de incompatibilidad a que se refiere el artículo 24, le
requerirá para que, en el plazo de quince días, regularice su situación. ( inciso declarado nulo
por S T S de 28 de Septiembre de 2005 en cuanto sea de aplicación directa a los Colegios
pertenecientes al ámbito autonómico)
Transcurrido el plazo sin atender el requerimiento, la Junta de Gobierno acordará,
mediante resolución motivada, la suspensión del procurador en el ejercicio activo y lo
comunicará a los juzgados y tribunales que corresponda.
2. La suspensión se alzará, por la Junta de Gobierno, en el momento en que el
interesado acredite que ha desaparecido la causa de incompatibilidad o las circunstancias que
fundaban la prohibición. ( inciso declarado nulo por S T S de 28 de Septiembre de 2005 en
cuanto sea de aplicación directa a los Colegios pertenecientes al ámbito autonómico)
Artículo 27. Causas de abstención.
1. El procurador se abstendrá de ejercer su profesión ante:
a.El órgano judicial donde desempeñe la función de Magistrado o Juez el cónyuge o
persona que con él conviva en relación asimilable, o un familiar hasta el segundo grado de
consanguinidad o primero de afinidad.
b.Los órganos jurisdiccionales en que el Secretario, oficiales, auxiliares o agentes
judiciales se encuentren con el procurador en la misma relación descrita en el párrafo anterior.
c.Los órganos administrativos a cargo del cónyuge o persona vinculada por una análoga
relación de afectividad, o un familiar hasta el segundo grado de consanguinidad o primero de
afinidad.
2. Cuando la relación conyugal o asimilable, o de parentesco, se produzca entre el
procurador y oficiales, auxiliares o agentes judiciales, el Colegio de Procuradores lo pondrá en
conocimiento del órgano jurisdiccional, según lo estipulado en la Ley Orgánica del Poder
Judicial.
Artículo 28. Procedimientos y efectos de la abstención.
El procurador que se encuentre en alguna de las causas de abstención relacionadas en
el artículo anterior estará obligado a comunicarlo, sin dilación alguna, a la Junta de Gobierno
de su Colegio y al órgano jurisdiccional ante el que aquélla se produzca, cesando
inmediatamente en la representación que ostente.
Esta circunstancia, en su caso, podrá ser puesta de manifiesto por la parte adversa.
CAPÍTULO III.
EJERCICIO INDIVIDUAL, COLECTIVO Y COLABORACIÓN PROFESIONAL.
Artículo 29. Sustitución del procurador en determinadas actuaciones.
Los procuradores podrán ser sustituidos, en el ejercicio de su profesión, por otro
procurador de la misma demarcación territorial, con la simple aceptación del sustituto,
manifestada en la asistencia a las diligencias y actuaciones, en la firma de escritos o en la
45
-46formalización del acto profesional de que se trate. Para que opere la sustitución entre
procuradores no es necesario que el procurador sustituto se encuentre facultado en el
apoderamiento del procurador sustituido, ni que el procurador sustituido acredite la necesidad
de la sustitución. En todo caso, las sustituciones de procuradores se regirán por las normas de
contrato de mandato contempladas en el Código Civil y la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Tambien podrán los procuradores ser sustituidos, en las asistencias, diligencias y
actuaciones, por su oficial habilitado en la forma que reglamentariamente se establezca, de
acuerdo con lo previsto en la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Artículo 30. Sustitución en la representación.
1. El procurador que acepte la representación en asunto que esté interviniendo o haya
intervenido otro compañero en la misma instancia, viene obligado a satisfacer los suplidos y
derechos devengados al tiempo de la sustitución, sin que ello limite el derecho del cliente a
efectuar la sustitución entre procuradores. Si no hubiese acuerdo entre los procuradores, el
importe de las cantidades será fijado por la Junta de Gobierno del Colegio.
2. El procurador que cese en la representación está obligado a devolver la documentación que obre en su poder y a facilitar al nuevo procurador la información que sea necesaria
para continuar en el eficaz ejercicio de la representación procesal del poderdante.
Artículo 31. Asociación de procuradores de una misma demarcación territorial.
(Este Articulo, en su redacción originaria fue declarado nulo por S T S de 21.02.05 y se
le dio la redacción siguiente por Real decreto 351/2006, de 24 de marzo, BOE 12 Abril 2006)
Los procuradores pertenecientes a un mismo colegio y ejercientes en una misma
demarcación territorial podrán asociarse, para el ejercicio de su profesión, en la forma y
condiciones que tengan por conveniente, dando cuenta de ello al Colegio de Procuradores. El
hecho de la asociación se hará público por medio de letreros, placas o membretes en los que
figurará el nombre y apellidos de los asociados.
La forma de asociación deberá permitir la identificación de sus integrantes, habrá de
constituirse por escrito e inscribirse, a los efectos de publicidad y del ejercicio de las
competencias colegiales, en el Registro Especial correspondiente al Colegio donde tuviese
abierto despacho. En dicho Registro se inscribirá su composición y las altas y bajas que se
produzcan.
Artículo 32. Conflicto de intereses.
Los procuradores asociados no podrán asumir, en ningún caso, la representación de
aquellos litigantes que tengan posiciones procesales contrapuestas o cuando adviertan que
existe o puede producirse conflicto de intereses entre sus representados.
Artículo 33. Arbitraje colegial.
Para la mejor salvaguarda del secreto profesional y de las relaciones de compañerismo,
se podrán someter a arbitraje colegial las discrepancias que pudieran surgir entre los
miembros de un despacho colectivo a causa de su funcionamiento, separación o liquidación.
46
-47CAPÍTULO IV.
DEBERES Y DERECHOS DE LOS PROCURADORES.
Artículo 34. Arancel.
1. Los procuradores en su ejercicio profesional, percibirán los derechos que fijen las
disposiciones arancelarias vigentes.
2. Las Juntas de Gobierno podrán exigir a sus colegiados que acrediten el cumplimiento
de lo dispuesto en el apartado anterior, incluso con exhibición de las facturas de suplidos y
derechos y su reflejo contable.
Artículo 35. Publicidad.
Los procuradores podrán hacer publicidad de sus servicios y despachos conforme a lo
establecido en la legislación vigente. Los procuradores tendrán siempre presente el espíritu de
solidaridad, asociación y hermandad que tradicionalmente presiden los Colegios de
Procuradores y evitarán la deslealtad hacia sus compañeros y la competencia ilícita, con
sujeción a la legislación sobre publicidad, sobre defensa de la competencia y competencia
desleal, ajustándose en cualquier caso a las normas deontológicas.
Artículo 36. Autorización de la publicidad.
1. En aquellos supuestos en que resulten afectados los valores y derechos constitucionales presentes en el ámbito jurisdiccional, la publicidad de los procuradores y sus despachos,
sea directa o indirecta, incluida respecto a esta última su participación en consultorios jurídicos
en medios de comunicación social, deberá someterse a la autorización administrativa previa,
regulada en el artículo 8.1 de la vigente Ley General de Publicidad.
2. Corresponde a la Junta de Gobierno del respectivo Colegio de Procuradores decidir
sobre la autorización previa. En todo caso, se entenderá que la autorización ha sido
concedida, por silencio positivo, si en el plazo de quince días no se notifica decisión de la
Junta denegando o condicionando la autorización solicitada. La decisión se adoptará mediante
resolución motivada, que estará sujeta al régimen de recursos previsto en este Estatuto
General.
Artículo 37. Deberes esenciales de los procuradores.
1. Es deber del procurador desempeñar bien y fielmente la representación procesal que
se le encomiende y cooperar con los órganos jurisdiccionales en la alta función pública de
administrar justicia, actuando con profesionalidad, honradez, lealtad, diligencia y firmeza en la
defensa de los intereses de sus representados.
2. En sus relaciones con los órganos administrativos y jurisdiccionales, con sus
compañeros procuradores, con el letrado y con su mandante el procurador se conducirá con
probidad, lealtad, veracidad y respeto.
3. Con la parte adversa mantendrá, en todo momento, un trato considerado y correcto.
47
-48Artículo 38. Deberes específicos.
1. Son deberes específicos de los procuradores todos aquellos que les impongan las
leyes en orden a la adecuada defensa de sus poderdantes y a la correcta sustanciación de los
procesos y los demás que resulten de los preceptos orgánicos y procesales vigentes.
2. Además, los procuradores están obligados:
a.A llevar un libro de conocimiento de negocios pendientes y otro de cuentas con los
litigantes. La llevanza de estos libros podrá hacerse por medios informáticos.
b.Rendir cuentas al cliente, especificando y detallando las cantidades percibidas de
éste, aclarando los pagos realizados en beneficio de su mandante y precisando con
minuciosidad los diversos conceptos y su importe exacto.
c.Satisfacer, dentro de los plazos señalados, las cuotas ordinarias o extraordinarias
acordadas por el Colegio, el Consejo de Colegios de Comunidad Autónoma, en su caso, y el
Consejo General de Procuradores de los Tribunales, así como las demás cargas obligatorias,
entre ellas las que correspondan a la Mutualidad de Previsión Social de los Procuradores de
los Tribunales de España. ( incisos declarados nulos por S T S de 28 de Septiembre de 2005).
d.Denunciar ante el Colegio todo acto que llegue a su conocimiento que implique
ejercicio ilegal de la profesión o que sea contrario a los Estatutos.
e.Poner en conocimiento del Colegio cualquier acto que afecte a la independencia,
libertad o dignidad de un procurador en el ejercicio de sus funciones.
f.Mantener reserva de las conversaciones y correspondencia con su mandante y con el
letrado de éste, así como con el procurador y el letrado de la parte adversa, y con ésta, con
prohibición de revelarlos o hacer uso, en juicio o fuera de él, sin su previo consentimiento.
Artículo 39. Otros deberes.
Son también deberes del procurador:
a.Cumplir las normas legales, estatutarias, deontológicas y los acuerdos de los
diferentes órganos corporativos.
b.Mantener despacho profesional abierto en la demarcación judicial en que tengan su
sede los órganos jurisdiccionales de la demarcación territorial en la que esté habilitado para el
ejercicio de la profesión.
c.Comunicar, en el momento de su incorporación al correspondiente Colegio, su
domicilio y demás datos que permitan su fácil localización. También deberá comunicar al
Colegio cualquier cambio de domicilio y del despacho profesional.
d.Acudir a los juzgados y tribunales ante los que ejerza la profesión, a las salas de
notificaciones o de servicios comunes y a los órganos administrativos, para oír y firmar los
emplazamientos, citaciones y notificaciones de cualquier clase que se le deban realizar.
48
-49e.Guardar secreto sobre cuantos hechos, documentos y situaciones relacionados con
sus clientes hubiese tenido conocimiento por razón del ejercicio de su profesión. Esta
obligación de guardar secreto se refiere, también, a los hechos que el procurador hubiera
conocido en su calidad de miembro de la Junta de Gobierno del Colegio o de un Consejo de
Colegios de Comunidad Autónoma o del Consejo General de Procuradores de los Tribunales.
También alcanza la obligación de guardar secreto a los hechos de los que haya tenido
conocimiento como procurador asociado o colaborador de otro compañero.
Cuando invoque el secreto profesional, el procurador podrá ampararse en las leyes
reguladoras de su ejercicio para recabar el pleno respeto de su derecho conforme a la Ley.
Artículo 40. Derechos de los procuradores.
Los procuradores tienen derecho:
a.A recabar de los órganos corporativos la protección de su actuación profesional, de su
independencia y de su libre criterio de actuación, siempre que se ajuste a lo establecido en el
ordenamiento jurídico y, en particular, a las normas éticas y deontológicas. Desde luego,
podrán pedir a los cargos corporativos, exponiendo las razones de su petición, que se ponga
en conocimiento de los órganos de gobierno del Poder Judicial, jurisdiccionales o
administrativos, la vulneración o desconocimiento de los derechos de los colegiados.
b.A la remuneración justa y adecuada de sus servicios profesionales con arreglo al
arancel, que será respetada en relación con sus herederos en caso de fallecimiento. En ningún
caso se admitirá la fijación del pago que resulte incompatible con las normas arancelarias.
c.A los devengos que procedan por las actuaciones de carácter extrajudicial, todo ello
conforme a las reglas del mandato.
d.A los honores, preferencias y consideraciones reconocidos por la Ley a la profesión,
en particular, al uso de la toga cuando asistan a sesiones de los juzgados y tribunales y actos
solemnes judiciales, y a ocupar asiento en estrados a la misma altura de los miembros del
tribunal, fiscales, secretarios y abogados.
e.A participar, con voz y voto, en la Asamblea General de su respectivo Colegio, a
formular peticiones y propuestas, a acceder, en condiciones de igualdad, a los cargos
colegiales, en la forma y requisitos que establezcan las normas legales y estatutarias y a los
demás derechos que para los colegiados se contemplan en el ordenamiento jurídico aplicable.
f. A ser sustituido, en cualquier actuación procesal por otro procurador ejerciente en la
misma demarcación territorial.
Artículo 41. Entrada y registro en oficina de procurador.
1. En el caso de que el Decano de un Colegio, o quien estatutariamente le sustituya,
fuese requerido en virtud de norma legal o avisado por la autoridad judicial o, en su caso,
gubernativa competente para la práctica de un registro en el despacho profesional de un
procurador, deberá personarse en dicho despacho y asistir a las diligencias que en éste se
practiquen, velando por la salvaguarda del secreto profesional.
49
-502. En todo caso, el procurador incurso en el supuesto anterior, podrá solicitar la
presencia de su Decano.
CAPÍTULO V.
DE LA ASISTENCIA JURÍDICA GRATUITA Y DEL TURNO DE OFICIO.
Artículo 42. Servicio de representación gratuita.
1. Los Colegios de Procuradores organizarán un servicio de representación gratuita, con
la finalidad de atender las peticiones de representación procesal que se deriven del
reconocimiento del derecho a la asistencia jurídica gratuita.
2. Cada Colegio de Procuradores establecerá un sistema de distribución objetiva y
equitativa de los distintos turnos y medios para la designación de los profesionales de oficio.
Dicho sistema será público para todos los colegiados y podrá ser consultado por los
solicitantes de asistencia jurídica gratuita.
3. El Consejo General o, en su caso, los Consejos de Colegios de Comunidad
Autónoma supervisarán la creación y funcionamiento del servicio y se asegurarán de que la
prestación de la asistencia jurídica gratuita se haga de forma eficaz y continuada. Las
directrices que emitan estos Consejos sobre la organización y funcionamiento de este servicio
serán de obligatorio cumplimiento para los Colegios.
Artículo 43. Criterios de organización del servicio de representación gratuita.
Al organizar los servicios de representación gratuita a que se refiere el artículo anterior,
los Colegios deberán guiarse, en todo caso, por los siguientes principios:
a.La designación realizada por el Colegio es de aceptación obligatoria para los
colegiados. Sólo en casos excepcionales la Junta de Gobierno, previa audiencia y mediante
acuerdo motivado, podrá dispensar al designado y nombrar otro procurador.
b.De conformidad con las correspondientes disposiciones legales y reglamentarias, los
Colegios de Procuradores garantizarán la prestación de la representación gratuita y adoptarán
fórmulas que impidan que los servicios de asistencia jurídica gratuita queden desprovistos del
número de colegiados necesarios para su adecuado funcionamiento.
c.Podrán ser adscritos al servicio de representación gratuita quienes cumplan los
requisitos establecidos por las Juntas de Gobierno de los Colegios y de conformidad con las
disposiciones legales.
Artículo 44. Representación en el supuesto de asistencia jurídica gratuita.
1. Los servicios de representación prestados a quienes sean acreedores al derecho de
asistencia jurídica gratuita no tendrán coste para sus beneficiarios, sin perjuicio de las
indemnizaciones que pudieran establecer las distintas Administraciones públicas y
corporativas.
2. La representación, en el ámbito de la asistencia jurídica gratuita irá, inexcusablemente, unida a la defensa de oficio, de tal suerte que, en ningún caso podrá beneficiarse de este
50
-51tipo de representación quien haga uso de abogado de libre elección, salvo lo previsto en el
artículo 27 de la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita y lo dispuesto en las normas dictadas o
que se dicten por las Comunidades Autónomas en el ejercicio de sus competencias
estatutarias.
3. Si el derecho no fuera reconocido, los procuradores intervinientes tendrán derecho a
percibir de sus representados los derechos correspondientes a las actuaciones practicadas.
Artículo 45. Del turno de oficio.
1. El turno de oficio garantiza la representación procesal de justiciable al amparo de lo
preceptuado en el artículo 24 de la Constitución.
2. Los Colegios de Procuradores designarán procurador, por turno de oficio, cuando,
sea o no preceptiva su intervención, el órgano jurisdiccional ordene que la parte sea
representada por procurador. Asimismo, efectuarán la designación a instancia del interesado.
3. La designación de oficio dará lugar al devengo de derechos, si bien el procurador
estará exento del deber de satisfacer los gastos causados a su instancia salvo que su
representado le hubiera hecho provisión de fondos suficientes.
4. La adscripción al turno de oficio será obligatoria salvo que los Estatutos particulares
de los Colegios dispongan otra cosa.
Artículo 46. Régimen especial de los miembros de la Junta de Gobierno.
Los componentes de las Juntas de Gobierno que así lo soliciten, y durante su mandato,
podrán quedar liberados de la obligación de pertenecer a la asistencia jurídica gratuita y al
turno de oficio.
CAPÍTULO VI.
DE LAS FIANZAS.
Artículo 47. Cuantía.
1. El procurador, antes de iniciar el ejercicio de su función, constituirá una fianza a
disposición de la autoridad judicial que corresponda y en garantía de su actuación profesional.
La fianza se prestará según la siguiente escala:
a.Para actuar en Madrid y Barcelona, 450 euros.
b.Para actuar en las demás poblaciones donde existan Salas del Tribunal Superior de
Justicia, 240 euros.
c.Para actuar en las demás poblaciones donde existan Secciones de la Audiencia
Provincial, 150 euros.
d.Para actuar en las demás poblaciones donde existan Juzgados de Primera Instancia,
120 euros.
51
-522. El Pleno del Consejo General de Procuradores de los Tribunales, oídos los Consejos
de Colegios de Comunidad Autónoma y los Colegios de Procuradores, podrá incrementar las
cuantías de las fianzas, siempre que el Ministerio de Justicia así lo autorice.
Artículo 48. Constitución y régimen de la fianza.
1. La fianza deberá constituirse en metálico o de acuerdo con las disposiciones legales
vigentes.
2. La fianza se destinará al pago de las obligaciones que contraiga el procurador en el
ejercicio de su profesión, a favor de las entidades públicas.
Artículo 49. Disminución de la fianza.
Si la fianza se redujese como consecuencia del pago de las obligaciones a que se
refiere el artículo anterior, el procurador vendrá obligado a completarla en el plazo máximo de
dos meses y, si no lo hiciera, causará baja en el Colegio, previa tramitación de expediente.
Artículo 50. Publicación de la baja.
Al cesar un procurador, en el ejercicio de su profesión, se anunciará su baja en la
demarcación territorial donde venía ejerciendo y se abrirá un plazo de seis meses en el que
podrán realizarse reclamaciones.
Artículo 51. Devolución de la fianza.
Transcurrido el plazo de seis meses sin que se haya formulado reclamación, se
devolverá la fianza al interesado o a sus herederos. Si, por el contrario, existiese alguna
reclamación y se estimase justa, se devolverá la cantidad que corresponda. En todo caso,
previamente a la resolución de las reclamaciones que se presenten, se solicitará informe del
Colegio de Procuradores al que el interesado pertenezca.
CAPÍTULO VII.
DE LAS AUSENCIAS, SUS SUSTITUCIONES Y CESES EN EL EJERCICIO DE LA
PROFESIÓN.
Artículo 52. Ausencias.
1. El procurador no podrá ausentarse de su demarcación territorial por tiempo superior a
quince días sin comunicarlo al Decano. En la comunicación deberá indicar el procurador o
procuradores que le sustituirán y dejar constancia de la conformidad de los sustitutos.
2. Cuando la ausencia fuese superior a treinta días, será necesaria autorización previa
del Decano, quien sustanciará, conjuntamente, la petición del procurador que pretende
ausentarse y la aceptación de sus sustitutos. Concedida la autorización para ausentarse, el
Decano lo comunicará a la autoridad judicial correspondiente.
52
-533. Las actuaciones procesales, a efectos de sustituciones, se regirán por lo dispuesto en
el artículo 30 de este Estatuto General.
Artículo 53. Prórroga de la autorización.
1. La autorización para ausentarse se concederá por un plazo máximo de seis meses,
pero podrá prorrogarse por otros seis meses en casos justificados.
2. Concluido el plazo por el que se concedió la autorización para ausentarse y, en su
caso, su prórroga, el procurador deberá reintegrarse al ejercicio de su actividad profesional,
comunicándolo inmediatamente al Decano del Colegio y éste a las autoridades judiciales.
Artículo 54. Baja.
1. Si la incorporación no se produjera en tiempo, se entenderá que el procurador
abandona el ejercicio de la profesión y la Junta de Gobierno, previo expediente, procederá a
darle de baja en el Colegio de Procuradores y lo comunicará a las autoridades judiciales.
2. Contra este acuerdo podrá interponer el interesado recurso en los términos previstos
en este Estatuto.
3. El procurador que haya causado baja por este motivo, podrá reintegrarse, en
cualquier momento, al Colegio, pero deberá acreditar que reúne todos los requisitos que en
ese momento se exijan a los colegiados de nueva incorporación.
Artículo 55. Enfermedad y fallecimiento.
Si el procurador enfermare, de forma repentina, sin previa designación de sustituto, el
Decano del Colegio, tan pronto como tenga conocimiento del hecho, designará, de entre los
procuradores de la misma demarcación territorial, a aquel o aquéllos que interinamente
sustituyan al enfermo hasta que el poderdante resuelva lo que estime oportuno, y comunicará
la designación realizada a los tribunales y juzgados correspondientes.
En caso de fallecimiento del colegiado, por la Junta de Gobierno del Colegio se hará el
nombramiento de quienes se encarguen de la liquidación de su despacho, a petición de los
herederos o subsidiariamente del Decano.
Artículo 56. Cese en la representación.
El cese del procurador en la representación de su cliente se regirá por las normas
procesales y estatutarias.
TÍTULO III.
DEL RÉGIMEN DE RESPONSABILIDAD DE LOS COLEGIADOS.
CAPÍTULO I.
53
-54RESPONSABILIDAD PENAL Y CIVIL.
Artículo 57. Responsabilidad penal y civil.
1. Los procuradores están sujetos a responsabilidad penal por los delitos y faltas que
cometan en el ejercicio de su profesión.
2. Los procuradores en su ejercicio profesional, están sujetos a responsabilidad civil
cuando por dolo o negligencia dañen los intereses cuya representación les hubiere sido
confiada, responsabilidad que será exigible conforme a la legislación ordinaria ante los
Tribunales de Justicia, pudiendo establecerse legalmente su aseguramiento obligatorio.
Artículo 58. Firma al solo efecto de la representación.
Cuando el procurador estime necesario salvar su responsabilidad, en atención a los
términos utilizados por el letrado director de un procedimiento, en el documento firmado por
éste, podrá anteponer a su firma la expresión al solo efecto de representación.
CAPÍTULO II.
DE LA RESPONSABILIDAD DISCIPLINARIA.
Artículo 59. Facultades disciplinarias de la autoridad judicial y corporativa.
1. Los procuradores están, también, sujetos a responsabilidad disciplinaria si
infringieren los deberes profesionales que les son específicos.
2. El ejercicio de las facultades disciplinarias que la autoridad judicial tiene sobre los
procuradores, se ajustará a lo dispuesto en la Ley Orgánica del Poder Judicial y en las leyes
procesales.
3. Las sanciones disciplinarias de cualquier clase, una vez firmes, se anotarán en el
expediente personal del colegiado.
Artículo 60. Potestad disciplinaria de los Colegios.
La Junta de Gobierno ejercerá la potestad disciplinaria corporativa sobre los miembros
del Colegio en los siguientes casos:
a.Vulneración de los preceptos de este Estatuto General o de los contenidos en los
Estatutos particulares de los Colegios o de los Consejos de Colegios de Comunidad
Autónoma.
b.Vulneración de los deberes profesionales o normas deontológicas de conducta, en
cuanto afecten a la profesión.
Artículo 61. Acuerdos de suspensión y de expulsión.
En todo caso, los acuerdos de suspensión por más de seis meses o expulsión, deberán
ser tomados por la Junta de Gobierno en votación secreta y aprobados por los dos tercios de
54
-55la misma. ( Articulo declarado nulo por S T S de 28 de Septiembre de 2005 en cuanto sea de
aplicación directa a los Colegios pertenecientes al ámbito autonómico)
Artículo 62. Facultades disciplinarias del Consejo General.
1. Las facultades disciplinarias, en relación con los miembros de la Junta de Gobierno
de los Colegios y los Consejos Autonómicos serán competencia del Consejo General de
Procuradores de los Tribunales, salvo cuando dichas competencias estén atribuidas al
Consejo de Colegios de Comunidad Autónoma correspondiente.
2. Las facultades disciplinarias, en relación con los miembros del Consejo General de
Procuradores de los Tribunales, serán competencia, en todo caso, del propio Consejo General.
Artículo 63. Clases de sanciones disciplinarias.
Podrán imponerse las siguientes sanciones disciplinarias.
a.Amonestación verbal.
b.Apercibimiento por escrito.
c.Multa de 150 euros a 1.500 euros.
d.Suspensión en el ejercicio de la Procura.
e.Expulsión del Colegio.
CAPÍTULO III. DE LAS INFRACCIONES Y SANCIONES.
Artículo 64. Clases de infracciones.
Las infracciones serán muy graves, graves y leves.
Artículo 65. Infracciones muy graves.
Son infracciones muy graves:
a.La infracción de las prohibiciones y de las incompatibilidades contempladas en los
Estatutos.
b.La publicidad de servicios profesionales que incumpla los requisitos que resulten de
aplicación y siempre que la conducta en que consista revista especial gravedad.
c.La condena de un colegiado en sentencia firme por la comisión, en el ejercicio de su
profesión, de un delito doloso.
d.Los actos, expresiones o acciones que atenten contra la dignidad u honor de las
personas que integran la Junta de Gobierno de un Colegio o de los Consejos General y de
Comunidad Autónoma, cuando actúen en el ejercicio de sus funciones, y contra los
compañeros con ocasión del ejercicio profesional.
55
-56-
e.La reiteración en infracción grave.
f.El encubrimiento del intrusismo profesional realizado por profesionales incorporados a
un Colegio de Procuradores, así como el ejercicio de profesiones colegiadas ajenas a la
procura realizado por procuradores.
g.La cooperación o consentimiento a que el mandante, a quien ha representado el
procurador, se apropie de derechos correspondientes al procurador y abonados por terceros.
h.La comisión de actos que constituyan ofensa grave a la dignidad de la profesión o a
las reglas deontológicas que la gobiernan.
i.El deliberado y persistente incumplimiento de las normas deontológicas esenciales en
el ejercicio de la Procura.
j.El incumplimiento de la obligación de tener despacho abierto y efectivo en la
demarcación territorial donde el procurador está habilitado, si no hubiere atendido al
requerimiento previo hecho al efecto por su Colegio.
k.No acudir a los órganos jurisdiccionales ni a los servicios comunes de notificaciones,
reiteradamente y sin causa justificada.
l.La no aplicación de las disposiciones arancelarias sobre devengo de derechos en
cualquier actuación profesional por cuenta ajena, en los términos previstos en el artículo 34.
Artículo 66. Infracciones graves.
Son infracciones graves:
a.El incumplimiento grave de las normas estatutarias o de los acuerdos adoptados por
los órganos colegiales en el ámbito de su competencia, así como el reiterado incumplimiento
de la obligación de atender a las cargas colegiales previstas en los Estatutos, salvo que
constituya infracción de mayor gravedad.
b.La falta de respeto, por acción u omisión, a los componentes de la Junta de Gobierno
de un Colegio o de los Consejos General y de Comunidad Autónoma.
c.Los actos de desconsideración manifiesta hacia los compañeros, en el ejercicio de la
actividad profesional.
d.La competencia desleal, cuando así haya sido declarada por el órgano competente, y
la infracción de lo dispuesto en la normativa aplicable sobre publicidad, cuando no constituya
infracción muy grave.
e.Los actos y omisiones descritos en los párrafos a, b, c, d e i del artículo anterior,
cuando no tuvieren entidad suficiente para ser considerados como muy graves.
Artículo 67. Infracciones leves.
56
-57Son infracciones leves:
a.La falta de respeto a los miembros de la Junta de Gobierno de un Colegio o de los
Consejos General y de Comunidad Autónoma, en el ejercicio de sus funciones, cuando no
constituya infracción muy grave o grave.
b.La negligencia en el cumplimiento de las normas estatutarias.
c.Las infracciones leves de los deberes que la profesión impone.
Artículo 68. Sanciones.
1. Las sanciones que pueden imponerse por infracciones muy graves, serán las
siguientes:
a.Para las de los párrafos b, c, d, e, f y g del artículo 65, suspensión en el ejercicio de la
Procura por un plazo superior a seis meses, sin exceder de dos años.
b.Para las de los párrafos a, h, i, j, k y l del artículo 65, expulsión del Colegio.
2. Por infracciones graves, podrá imponerse la sanción de suspensión del ejercicio de la
Procura por un plazo de uno a seis meses.
3. Por infracciones leves, podrán imponerse las siguientes sanciones:
a.Amonestación verbal.
b.Apercibimiento por escrito.
c.Multa con un máximo de 1.500 euros.
Artículo 69. Procedimiento sancionador.
1. Las sanciones sólo podrán imponerse previa incoación de expediente disciplinario,
que se sustanciará con arreglo a las disposiciones contenidas en el Reglamento de Régimen
Disciplinario de los Funcionarios Públicos de la Administración del Estado, aprobado por Real
Decreto 33/1986, de 10 de enero, y demás legislación concordante, sin perjuicio de las
especialidades contenidas en este Estatuto.
2. El expediente, al que el interesado tendrá acceso en todo momento, comenzará con
un pliego de cargos, se dará al colegiado la oportunidad de descargo y de proponer y practicar
prueba. Terminará con una propuesta de resolución de la que se dará traslado al afectado
para que realice las alegaciones que crea oportunas.
Artículo 70. Medidas cautelares.
Los órganos con competencia sancionadora podrán acordar, mediante resolución
motivada, la suspensión cautelar, en el ejercicio profesional, del procurador frente a quien se
siga procedimiento sancionador.
57
-58Artículo 71. Ejecución de las sanciones.
1. Las sanciones disciplinarias se ejecutarán una vez que sean firmes. Podrán ser
hechas públicas cuando ganen firmeza.
2. Las sanciones que consistan en la suspensión del ejercicio de la profesión o en la
expulsión de un Colegio, tendrán efectos en el ámbito de todos los Colegios de Procuradores
de España, a cuyo fin habrán de ser comunicadas al Consejo General de Procuradores de los
Tribunales, para que éste las traslade a los Consejos de Colegios de Comunidad Autónoma y
a los demás Colegios, que se abstendrán de incorporar al sancionado en tanto no
desaparezca la sanción.
Artículo 72. Extinción de la responsabilidad.
1. La responsabilidad disciplinaria de los colegiados se extingue por el cumplimiento de
la sanción, el fallecimiento del colegiado, la prescripción de la falta y la prescripción de la
sanción.
2. La baja en el Colegio no extingue la responsabilidad disciplinaria contraída durante el
período de alta, sino que se concluirá el procedimiento disciplinario y la sanción quedará en
suspenso, para ser cumplida si el colegiado causase nuevamente alta en un Colegio.
Artículo 73. Prescripción de las infracciones.
1. Las infracciones muy graves prescribirán a los tres años, las graves a los dos años y
las leves al año.
2. El plazo de prescripción comenzará a contarse desde que la infracción se hubiere
cometido.
3. La prescripción se interrumpirá por la notificación al colegiado afectado del acuerdo
de incoación de información previa a la apertura del expediente disciplinario, reanudándose el
cómputo del plazo de prescripción si en los tres meses siguientes no se incoa expediente
disciplinario o el mismo permaneciere paralizado durante más de seis meses, por causa no
imputable al interesado.
Artículo 74. Prescripción de las sanciones.
1. Las sanciones impuestas por infracciones muy graves prescribirán a los tres años, las
impuestas por infracciones graves, a los dos años, y las impuestas por infracciones leves, al
año.
2. El plazo de prescripción de la sanción, por falta de ejecución de la misma, comenzará
a contar desde el día siguiente a aquel en que haya quedado firme la resolución sancionadora.
3. El plazo de prescripción de la sanción, cuando el sancionado quebrante su
cumplimiento, comenzará a contar desde la fecha del quebrantamiento.
Artículo 75. Anotación de las sanciones: caducidad.
58
-59La anotación de las sanciones en el expediente personal del colegiado se cancelará,
siempre que no hubiera incurrido en nueva responsabilidad disciplinaria, cuando hayan
transcurrido los siguientes plazos: seis meses en caso de sanciones de amonestación verbal,
apercibimiento por escrito o multa; un año en caso de sanción de suspensión no superior a
seis meses, tres años en caso de sanción de suspensión superior a seis meses, y cinco años
en caso de sanción de expulsión.
Artículo 76. Rehabilitación.
El plazo de caducidad se contará a partir del día siguiente a aquel en que hubiere
quedado cumplida la sanción. La cancelación de la anotación, una vez cumplidos los plazos,
podrá hacerse de oficio o a petición de los sancionados.
TÍTULO IV. DE LA ORGANIZACIÓN PROFESIONAL DE LA PROCURA.
CAPÍTULO I.
DE LOS COLEGIOS DE PROCURADORES.
Artículo 77. Naturaleza y ámbito territorial.
1. Los Colegios de Procuradores son corporaciones de derecho público, con
personalidad jurídica propia y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines, cuyo
funcionamiento y estructura interna habrán de ser democráticos.
2. En las provincias donde exista un solo Colegio de Procuradores éste tendrá
competencia en todo el territorio de la provincia y sede en su capital.
3. En las provincias que hubiese varios Colegios de Procuradores, cada uno de ellos
tendrá competencia exclusiva y excluyente en el ámbito territorial que tuviera en el momento
de su creación, con independencia del número de partidos judiciales que tenga en la
actualidad o que se creen en el futuro.
4. Los Colegios, por medio de su Consejo General, se relacionarán con la Administración General del Estado a través del Ministerio de Justicia.
Artículo 78. Modificaciones del ámbito territorial.
1. La modificación de las demarcaciones judiciales no afectará al ámbito territorial de los
Colegios de Procuradores, que tendrán competencia en los nuevos partidos judiciales que
puedan crearse dentro de su territorio.
2. Si se crearan uno o más partidos judiciales que afecten al territorio de varios
Colegios, los órganos de Gobierno de los Colegios afectados acordarán las modificaciones de
su territorio que sean necesarias, de forma que el ámbito de competencia de un Colegio
comprenda, siempre, partidos judiciales completos. Si los Colegios afectados no llegaran a un
acuerdo, el Consejo General de Procuradores de los Tribunales, o en su caso el Consejo de
Colegios de Comunidad Autónoma correspondiente, decidirá definitivamente sobre los nuevos
límites territoriales que corresponderán a los Colegios afectados.
Artículo 79. Fines de los Colegios de Procuradores.
59
-60Son fines esenciales de los Colegios de Procuradores:
a.La ordenación, en el ámbito de su competencia y de acuerdo con lo previsto en las
leyes, del ejercicio de la profesión dentro de su territorio.
b.La representación exclusiva de la Procura y la defensa de los derechos e intereses
profesionales de sus colegiados.
c.La formación profesional permanente de los procuradores.
d.El control deontológico y la aplicación del régimen disciplinario en garantía de la
sociedad.
e.La colaboración activa en el correcto funcionamiento, promoción y mejora de la
Administración de Justicia.
Artículo 80. Régimen jurídico de los Colegios de Procuradores.
Los Colegios de Procuradores se regirán por las disposiciones legales estatales o
autonómicas que les afecten, por el presente Estatuto General, por el Estatuto del
correspondiente Consejo de Colegios de la Comunidad Autónoma, en su caso, por sus
Estatutos particulares y Reglamentos de Régimen Interior y por los acuerdos aprobados por
los diferentes órganos corporativos en el ámbito de sus respectivas competencias.
Artículo 81. Funciones de los Colegios de Procuradores.
Son funciones de los Colegios de Procuradores, en su ámbito territorial:
a. Ejercer la representación que establezcan las leyes para el cumplimiento de sus fines
y, especialmente, la representación y defensa de la profesión ante cualesquiera
Administraciones públicas, instituciones, tribunales, entidades y particulares.
b. Informar, en sus respectivos ámbitos de competencia, de aquellos proyectos o
iniciativas legislativas que afecten a la Procura, cuando así se les requiera.
c. Colaborar con el Poder Judicial y demás poderes públicos realizando los estudios,
informes, trabajos estadísticos y demás actividades relacionadas con sus fines.
d. Organizar y gestionar los servicios de turno de oficio y justicia gratuita.
e. Participar en materias propias de la profesión en los órganos consultivos de la
Administración, así como en los organismos interprofesionales, de conformidad con los
supuestos previstos en la legislación aplicable.
f. Asegurar la representación de la Procura en los Consejos Sociales, en los términos
establecidos en las normas que los regulen.
g. Organizar cursos de formación y perfeccionamiento profesional y mantener y
proponer al Consejo General, o Consejo de Colegios de Comunidad Autónoma en su caso, la
homologación de Escuelas de Práctica Jurídica y otros medios para facilitar el inicio de la
actividad profesional.
60
-61-
h. Ordenar la actividad profesional de los colegiados, velando por la formación, la
deontología y la dignidad profesional y por el respeto debido a los derechos de los particulares;
ejercer la potestad disciplinaria en el orden profesional y colegial y redactar sus propios
Estatutos, normas de desarrollo de las deontológicas y reglamentos de funcionamiento, sin
perjuicio de su visado y aprobación definitiva por el Consejo General de Procuradores de los
Tribunales.
i. Organizar y promover actividades y servicios comunes de interés para los colegiados,
de carácter profesional, formativo, cultural, asistencial, de previsión y otros análogos, incluido
el aseguramiento obligatorio de la responsabilidad civil profesional, cuando legalmente se
establezca.
j. Procurar la armonía y colaboración entre los colegiados, impidiendo la competencia
desleal entre ellos. Otorgar amparo, previa deliberación de la Junta de Gobierno, al colegiado
que lo solicite.
k. Adoptar las medidas conducentes a evitar y perseguir el intrusismo profesional.
l. Intervenir, previa solicitud, en vías de conciliación o arbitraje en cuestiones que, por
motivos profesionales, se susciten entre los colegiados, o entre éstos y sus clientes.
m. Resolver las discrepancias que puedan surgir en relación con la actuación
profesional de los colegiados y la percepción de sus derechos, mediante laudo al que
previamente se sometan de modo expreso las partes.
n. Cumplir y hacer cumplir, a los colegiados, las disposiciones legales y estatutarias que
afecten a la profesión, así como velar por la observancia de las normas y decisiones
adoptadas por los órganos colegiales en materia de su competencia.
ñ. La organización de los servicios y funciones que les encomienden las leyes, la Ley de
Enjuiciamiento Civil y otras normas procesales.
o. Cuantas otras funciones redunden en beneficio de los intereses de la profesión, de
los colegiados y demás fines de la Procura o que vengan dispuestas por la legislación estatal o
autonómica.
p. Por medio de la Asamblea General, corresponde la delimitación de la demarcación
territorial para el ejercicio profesional.
Artículo 82. Delegaciones del Colegio de Procuradores.
Los Colegios podrán establecer delegaciones en aquellas demarcaciones territoriales
en que resulte conveniente para el mejor cumplimiento de sus fines y mayor eficacia de las
funciones colegiales. Las delegaciones tendrán la representación colegial en el ámbito de su
demarcación, con las facultades y competencias que les atribuya la Junta de
Gobierno del Colegio en el momento de su creación o en acuerdos posteriores.
Artículo 83. Previsiones honoríficas y protocolarias.
61
-621. Los Colegios de Procuradores tendrán su tratamiento tradicional y, en todo caso, el
de Ilustre y sus Decanos el de ilustrísimo señor. No obstante, los Decanos de los Colegios en
cuya sede radiquen Salas del Tribunal Superior de Justicia y los Presidentes de Consejos de
Colegios de Comunidad Autónoma que no tengan otro tratamiento por
su condición de Decano, tendrán el de excelentísimo señor. Tanto dichos tratamientos,
como la denominación honorífica de Decano, se ostentarán con carácter vitalicio.
2. Los Decanos de Colegios cuya sede radique en capital de provincia tendrán la
consideración honorífica de Presidente de Sala del respectivo Tribunal o Audiencia. Los
Decanos de los demás Colegios tendrán la consideración honorífica de Magistrado o Juez de
Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de la localidad en que el Colegio se
halle constituido.
3. Los Decanos de los Colegios de Procuradores y los miembros de los Consejos de
Colegios de Comunidad Autónoma y del Consejo General de Procuradores de los Tribunales
llevarán vuelillos en sus togas, así como las medallas y placas correspondientes a sus cargos,
en audiencia pública y actos solemnes a los que asistan en ejercicio
de los mismos. En tales ocasiones los demás miembros de la Junta de Gobierno de los
Colegios de Procuradores llevarán sobre la toga los atributos propios de sus cargos.
4. El Presidente del Consejo General de Procuradores de los Tribunales tendrá la
consideración honorífica de Presidente de Sala del Tribunal Supremo.
Artículo 84. Órganos de gobierno.
Cada Colegio de Procuradores será regido por el Decano, la Junta de Gobierno y la
Junta General, sin perjuicio de aquellos otros órganos que puedan constituirse con arreglo a
las leyes autonómicas o normas aprobadas estatutariamente por cada Colegio.
CAPÍTULO II. DE LA JUNTA DE GOBIERNO. 10
Artículo 85. Composición de la Junta de Gobierno.
1. La Junta de Gobierno es el órgano de administración y dirección del Colegio.
2. La Junta de Gobierno de cada Colegio será un órgano colegiado y estará compuesta,
al menos, por los siguientes miembros:
a.Un Decano-Presidente.
b.Un Vicedecano.
c.Un Secretario.
d.Un Vicesecretario.
e.Un Tesorero.
10
Los Arts. 85 a 98 han sido declarados nulos por S T S de 28 de Septiembre de 2005 en cuanto
sea de aplicación directa a los Colegios pertenecientes al ámbito autonómico
62
-63f.Los vocales que determinen los Estatutos de cada Colegio.
3. Los cargos de los miembros de la Junta de Gobierno son gratuitos y honoríficos y su
duración de cuatro años. Agotado el período de mandato, podrán ser reelegidos para el mismo
o distinto cargo.
4. Los Estatutos de cada Colegio desarrollarán las normas de composición y
funcionamiento de sus Juntas de Gobierno.
Artículo 86. Condiciones para ser candidato.
Para ser candidato a cualquiera de los cargos de la Junta de Gobierno, será requisito
indispensable ser ejerciente y llevar cinco años de ejercicio en el Colegio, excepto para el de
Decano, que deberá llevar diez, en ambos casos ininterrumpidamente.
Artículo 87. Elecciones.
1. Los candidatos a Decano y los demás cargos de la Junta de Gobierno serán
elegidos, de entre los colegiados, en la Junta General ordinaria o extraordinaria, según
proceda, en los términos que determinen los Estatutos de cada Colegio y, en todo caso, en
votación directa y secreta, en la que podrán participar, como electores, todos los colegiados,
y como elegibles, aquellos colegiados ejercientes en el Colegio de que se trate, que
reúnan los requisitos del artículo anterior y que no estén incursos en ninguna de las siguientes
situaciones:
a.Estar condenados por sentencia firme, que lleve aparejada la inhabilitación o
suspensión para cargos públicos, en tanto éstas subsistan.
b.Haber sido disciplinariamente sancionados en cualquier Colegio de Procuradores,
mientras no hayan sido rehabilitados.
2. Ningún colegiado podrá presentarse, como candidato, a más de un cargo de los que
hayan de ser elegidos en la misma convocatoria.
3. Para ocupar los cargos de Secretario y Tesorero, será preciso estar adscrito a la
demarcación territorial en la cual radique la sede del Colegio.
4. Se proclamarán electos, para cada cargo, a los candidatos que obtengan la mayoría.
En caso de empate, se entenderá elegido el de mayor tiempo de ejercicio en el propio Colegio
y, si se mantuviera el empate, el de mayor edad.
5. Los recursos que se interpongan, en el proceso electoral o contra su resultado, ante
la Junta de Gobierno del Colegio, el Consejo de Colegios de Comunidad Autónoma en su
caso, o ante el Consejo General de Procuradores de los Tribunales, no suspenderán la
votación, proclamación y toma de posesión de los elegidos, salvo cuando así se
acuerde por causas excepcionales, mediante resolución expresa y motivada.
6. El procedimiento electoral será establecido por los Estatutos de cada Colegio
conforme a lo dispuesto en este Estatuto General, y supletoriamente en la Ley Orgánica
5/1985, de 19 de junio, de Régimen Electoral General, en lo que resulte aplicable.
63
-647. Cuando algún elector prevea estar ausente el día de la votación o no poder
personarse, podrá ejercer su derecho por correo, según los siguientes requisitos:
a.Con una antelación mínima de diez días, remitirá su voto en la papeleta oficial, que
introducirá en un sobre, que será cerrado y, a su vez, introducido en otro mayor, en el que
también se incluirá una fotocopia del documento nacional de identidad del elector, quien
firmará sobre la misma.
b.El voto se presentará en cualquiera de los registros y oficinas públicas previstas en el
artículo 38.4 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, debiendo constar la
fecha de la presentación. El envío se hará al Colegio de Procuradores, haciendo constar junto
a las señas: PARA LA MESA ELECTORAL. El Colegio registrará la entrada de estos envíos y
sin abrir el sobre se entregará a la mesa electoral el día de la votación.
No serán válidos los votos presentados fuera del plazo previsto.
Artículo 88. Toma de posesión.
Los candidatos proclamados electos tomarán posesión, conforme a lo establecido en
los Estatutos de cada Colegio, previo juramento o promesa de cumplir lealmente el cargo
respectivo y guardar secreto de las deliberaciones de la Junta de Gobierno. Cuando los
candidatos electos tomen posesión de su cargo, cesarán los sustituidos.
Artículo 89. Comunicación al Consejo General.
En el plazo de cinco días, desde la constitución de los órganos de Gobierno, deberá
comunicarse ésta al Consejo General de Procuradores de los Tribunales y al Consejo de
Colegios de la Comunidad Autónoma correspondiente, en su caso, con indicación de su
composición y del cumplimiento de los requisitos legales.
Artículo 90. Facultades de la Junta de Gobierno para impedir la toma de posesión.
La Junta de Gobierno, reunida y oído el afectado, deliberará sin la presencia de éste y,
en su caso, impedirá la toma de posesión o decretará el cese de aquellos candidatos elegidos
de los que tenga conocimiento que se hallaren en cualquiera de las situaciones expresadas en
el artículo 87 de este Estatuto General. La resolución que se adopte,
será recurrible con arreglo a las previsiones de este Estatuto.
Artículo 91. Cese en el cargo.
Los miembros de la Junta de Gobierno de los Colegios de Procuradores cesarán por las
causas siguientes:
a.Fallecimiento.
b.Renuncia del interesado.
c.Ausencia inicial o pérdida sobrevenida de los requisitos estatutarios para desempeñar
el cargo.
64
-65-
d.Expiración del plazo para el que fueron elegidos o designados.
e.Falta de asistencia injustificada a tres sesiones consecutivas de la Junta de Gobierno
o a cinco alternas, en el término de un año, previo acuerdo de la propia Junta.
f.Si se aprobara una moción de censura.
g.Si no fuera aceptada la cuestión de confianza que se plantee.
Artículo 92. Vacantes extraordinarias en la Junta de Gobierno.
Cuando por fallecimiento, dimisión o cualquier otra causa que no sea la expiración del
plazo para el que fueron elegidos, se produjeran vacantes en la Junta de Gobierno, que no
sobrepasaran el 25 % del total de sus miembros, sus puestos serán cubiertos por el resto de
los componentes de la Junta, en el orden establecido en el artículo 85 de este
Estatuto General, sin perjuicio de convocar elecciones para cubrir las vacantes, si así lo
prevén los Estatutos del Colegio o lo deciden los miembros que permanecen.
Artículo 93. Junta Provisional.
Cuando, por cualquier causa, queden vacantes más de la mitad de los cargos de la
Junta de Gobierno, los Consejos de Colegios de Comunidad Autónoma o, en su defecto, el
Consejo General de Procuradores de los Tribunales, designará una Junta Provisional, de entre
los colegiados ejercientes con mayor antigüedad, la cual convocará elecciones
dentro de los treinta días siguientes al de su constitución. Esta Junta Provisional cesará
cuando tomen posesión los candidatos que resulten elegidos, y sólo podrá tomar acuerdos
que sean de carácter urgente e inaplazable
Artículo 94. Obligaciones de los colegiados y de los integrantes de la Junta de
Gobierno.
1. Es obligación de todos los colegiados comunicar inmediatamente al Consejo General
de Procuradores de los Tribunales y, en su caso, al Consejo de Colegios de Comunidad
Autónoma, que se ha producido la situación a que se refiere el artículo anterior.
2. La aceptación de los designados para integrar la Junta de Gobierno será inexcusable
e irrenunciable.
Artículo 95. Convocatoria de la Junta.
1. La Junta de Gobierno se reunirá, cuando menos, una vez al mes, previa convocatoria
del Decano, cursada con la antelación necesaria para que se halle en poder de sus
componentes cuarenta y ocho horas antes de la fecha fijada para la sesión, salvo que razones
de urgencia justifiquen la convocatoria con menor antelación.
2. En la convocatoria se expresará el lugar, día y hora, en que deba celebrarse la
sesión, y el orden del día.
65
-663. Serán válidas las sesiones de la Junta de Gobierno a las que asista la totalidad de
sus miembros, aunque no hayan sido convocados en forma.
4. Si por el Decano no se convocara Junta de Gobierno con arreglo a lo establecido en
los números anteriores, ésta se podrá convocar por iniciativa de la mitad de los miembros que
la compongan, con establecimiento del orden del día y asuntos a tratar.
Artículo 96. Quórum y adopción de acuerdos.
1. La Junta de Gobierno quedará válidamente constituida si concurren a la reunión más
de la mitad de sus componentes, entre ellos el Decano o quien estatutariamente le sustituya.
2. Los acuerdos se adoptarán por mayoría de votos. En caso de empate, decidirá el
voto de quien actúe como Decano.
Artículo 97. Facultades de los diversos cargos.
1. Corresponderá al Decano la representación legal del Colegio en todas sus relaciones,
incluidas las que mantenga con los poderes públicos, entidades, corporaciones y
personalidades de cualquier orden; las funciones de consejo, vigilancia y corrección que los
Estatutos reserven a su autoridad; la presidencia de todos los órganos colegiales,
así como la de cuantas comisiones y comités especiales a las que asista; dirigir los
debates y votaciones de esos órganos, comisiones y comités, con voto de calidad en caso de
empate; la expedición de las órdenes de pago y libramientos para atender los gastos e
inversiones colegiales y la propuesta de los procuradores que deban formar parte de tribunales
de oposiciones o concursos.
2. El Vicedecano sustituirá al Decano en todas sus funciones, en los casos de ausencia,
enfermedad o fallecimiento. Además, desempeñará cuantas misiones puedan serle
encomendadas por los Estatutos del Colegio.
3. Corresponde al Secretario asumir la jefatura del personal administrativo y de las
dependencias del Colegio, llevando y custodiando sus libros, extendiendo las actas y
certificaciones y las demás atribuciones que se le confieran en los Estatutos colegiales.
4. Corresponderá al Tesorero, controlar todos los documentos de carácter económico
cuya utilización sea obligatoria para los colegiados, gestionando los fondos y demás recursos
del Colegio.
5. Los vocales y los demás miembros de la Junta de Gobierno, además de su actuación
como tales, desempeñarán las funciones que se les asignen en los Estatutos de su Colegio o
por la propia Junta.
Artículo 98. Atribuciones de la Junta de Gobierno. Son atribuciones de la Junta de
Gobierno:
a. Someter a la Junta General asuntos concretos de interés del Colegio o de la
profesión, en la forma que la propia Junta establezca.
b. Resolver sobre las solicitudes de incorporación, baja y jubilación de los colegiados)
En caso de urgencia, el Decano podrá resolver sobre la solicitud, que quedará sometida a la
ratificación de la Junta de Gobierno.
66
-67c. Vigilar, con el mayor celo, que los colegiados se conduzcan de forma adecuada en su
relación con los tribunales, con sus compañeros procuradores y con sus clientes,
asegurándose de que en el desempeño de su función, desplieguen la necesaria diligencia y
competencia profesional.
d. Ejercitar las acciones y actuaciones oportunas para impedir y perseguir el intrusismo,
no permitiendo el ejercicio de la profesión a quienes, colegiados o no, la ejerciesen en forma y
bajo condiciones contrarias a las legalmente establecidas, sin excluir a las personas, naturales
o jurídicas, que faciliten el ejercicio profesional irregular.
e. Aplicar las condiciones y requisitos de acceso, el funcionamiento y la designación de
los turnos de oficio y justicia gratuita, con arreglo a la normativa legal vigente.
f. Proponer a la Junta General el importe de las cuotas de incorporación, con el límite
que venga determinado por el Consejo General de Procuradores de los Tribunales, ( inciso
declarado nulo por S T S de 28 de Septiembre de 2005)y las ordinarias que deban satisfacer
los colegiados para el sostenimiento de las cargas y servicios colegiales.
g. Proponer a la Junta General el establecimiento de cuotas extraordinarias a sus
colegiados.
h. Recaudar el importe de las cuotas y de las pólizas establecidas para el sostenimiento
de las cargas del Colegio, del Consejo de Colegios de Comunidad Autónoma, en su caso, del
Consejo General de Procuradores de los Tribunales y de la Mutualidad de Previsión Social de
los Procuradores de los Tribunales de España ( inciso declarado nulo por S T S de 28 de
Septiembre de 2005) , así como de los demás recursos económicos de los Colegios previstos
en este Estatuto General, y disponer la cobranza de las cantidades que correspondan al
Colegio por cualquier concepto, la exacción de las multas que se impongan a los colegiados y
otros ingresos y el pago de los gastos de la corporación.
i. Convocar elecciones para proveer los cargos de la Junta de Gobierno, disponiendo lo
necesario para su elección, conforme a las normas legales y estatutarias.
j. Convocar Juntas Generales, ordinarias y extraordinarias, por propia iniciativa o a
instancias de los colegiados, en la forma establecida en los artículos 99, 100 y 103 de este
Estatuto General.
k. Ejercer las facultades disciplinarias, respecto a los colegiados, con arreglo al presente
Estatuto General, estatutos de los respectivos Consejos de Colegios de Comunidad Autónoma
y a los particulares de los Colegios, instruyendo, al efecto, el oportuno expediente.
l. Redactar o modificar los estatutos y reglamentos de régimen Interior del Colegio, y
someterlos a la aprobación de la Junta General, antes de remitirlos al Consejo General de
Procuradores de los Tribunales para su aprobación definitiva. ( inciso declarado nulo por S T S
de 28 de Septiembre de 2005).
m. Establecer, crear o aprobar las delegaciones o comisiones de colegiados que sean
necesarias para el buen régimen o que interesen a los fines de la corporación, regulando su
funcionamiento, fijando las facultades, en su caso, delegadas y designando, entre sus
colegiados, a sus integrantes.
67
-68n. Vigilar para que, en el ejercicio profesional, los colegiados desempeñen sus
funciones con el decoro, diligencia, probidad y demás circunstancias exigibles al procurador,
así como propiciar la armonía y colaboración entre los colegiados, impidiendo la competencia
desleal, conforme a la legalidad vigente.
ñ. Informar a los colegiados, con prontitud, de cuantas cuestiones conozca que puedan
afectarles, ya sean de índole corporativa, colegial, profesional o cultural.
o. Defender a los colegiados en el desempeño de sus funciones de la profesión, o con
ocasión de las mismas, cuando lo estime procedente y justo, velando para que sean
guardadas, a todos y cada uno de los colegiados, las consideraciones que le son debidas.
p. Promover, ante el Gobierno Central, los Gobiernos Autonómicos, Locales y los
órganos de Gobierno del Poder Judicial, las autoridades, el Consejo de Colegios de
Comunidad Autónoma o ante el Consejo General de Procuradores de los Tribunales, cuanto
se considere beneficioso para el interés común y para la recta y pronta administración de
justicia o convenientes a la corporación.
q. Ejercitar los derechos y acciones que correspondan al Colegio y, en particular, contra
quienes entorpezcan el buen funcionamiento de la Administración de Justicia o la libertad e
independencia del ejercicio profesional.
r. Distribuir y administrarlos fondos del Colegio, disponiendo lo más conveniente a sus
intereses, respecto a la situación o inversión de éstos, a propuesta del Tesorero y dando
cuenta de lo acordado a la Junta General. Para adquirir, enajenar o gravar bienes inmuebles,
precisará la aprobación de la Junta General.
s. Convocar, para mayor información, a cualesquiera de los colegiados. Estos
comparecerán a la convocatoria salvo excusa justificada.
t. Redactar las bases por las que han de regirse los concursos que se convoquen para
cubrir las plazas de empleados del Colegio, y proceder a la contratación de los mismos, ya sea
con ocasión de vacante o de plazas de nueva creación, en función de las necesidades de la
corporación.
u. Vigilar, programar y controlar la actividad de los departamentos y servicios colegiales.
v. Resolver, según corresponda, las reclamaciones que se hicieren al Colegio respecto
de alguno de sus colegiados.
w. Mantener con las autoridades, corporaciones y entidades oficiales, la comunicación y
relaciones que a cada Colegio corresponde y, en particular:
1.Emitir los informes, dictámenes, consultas y demás documentos que se interesen del Colegio.
2.Organizar el servicio de notificaciones al que se refiere el artículo 272 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, así como cualquier otro servicio que, por Ley, pudiera ser atribuido al Colegio.
3.Desempeñar las funciones que le atribuyen a los Colegios la Ley de Asistencia Jurídica
Gratuita.
4.Hacer las designaciones que al Colegio correspondan de los miembros de comisiones u
órganos regulados por dicha Ley.
68
-69x. Ejecutar los acuerdos adoptados por la Junta General.
y. Y cuantas otras establezcan las leyes, el presente Estatuto General o los particulares
de cada Colegio y de los Consejos de Colegios de Comunidad Autónoma, así como los
correspondientes reglamentos.
CAPÍTULO III. DE LA JUNTA GENERAL.
( Los Artículos 99 a 104 han sido declarados nulos por S T S de 28 de Septiembre de
2005 en cuanto sea de aplicación directa a los Colegios pertenecientes al ámbito autonómico)
Artículo 99. Junta General: clases, asistencia.
1. La Junta Generales el supremo órgano de gobierno del Colegio. La Junta General
podrá ser ordinaria o extraordinaria.
2. Tienen derecho a asistir, con voz y voto, a las Juntas Generales ordinarias y
extraordinarias todos los colegiados incorporados con anterioridad a la fecha en que se
convoque la Junta General.
Artículo 100. Junta General ordinaria: orden del día.
1. Habrá, anualmente, dos Juntas Generales ordinarias, que deberán convocarse con,
al menos, treinta días de antelación.
a.La primera Junta General ordinaria se celebrará en el primer trimestre de cada año y,
en su orden del día constará, necesariamente, el examen y votación del balance o cuenta
general de gastos e ingresos del ejercicio anterior, así como cuantas cuestiones considere de
interés la Junta de Gobierno.
b.La segunda Junta General ordinaria se celebrará el último trimestre de cada año y, en
su orden del día constará, necesariamente, la presentación del presupuesto de ingresos y
gastos para el año siguiente, así como cuantas cuestiones considere de interés la Junta de
Gobierno.
2. Los Estatutos particulares de cada Colegio desarrollarán las normas de convocatoria
y celebración de sus Juntas Generales.
Artículo 101. Proposiciones de los colegiados.
Hasta cinco días antes de la Junta, los colegiados podrán presentar las proposiciones
que deseen someter a deliberación y acuerdo de la Junta General, y que serán incluidas en el
orden del día para ser tratadas en el apartado denominado proposiciones. Estas deberán
aparecer suscritas por el número de colegiados que determine el Estatuto de cada Colegio,
con un mínimo del 10 % de su censo.
Artículo 102. Quórum y adopción de acuerdos.
1. No podrá iniciarse la sesión en primera convocatoria si no se halla presente el 50 %
de los colegiados. En segunda convocatoria la Junta se celebrará con los que concurran,
cualesquiera que sea su número.
69
-70-
2. Los acuerdos se adoptarán por la mayoría simple de asistentes, salvo que para
alguna cuestión puntual se exija mayoría cualificada.
3. Una vez adoptados, los acuerdos de las Juntas Generales serán obligatorios para
todos los colegiados, sin perjuicio del régimen de recursos establecido en este Estatuto
General y en las normas reguladores del procedimiento administrativo. Los Estatutos de los
Colegios deberán determinar la forma de resolver las votaciones en que se produzca empate.
Artículo 103. Juntas Generales extraordinarias.
1. La Junta General extraordinaria se celebrará en cualquier tiempo, para tratar de
asuntos que la motiven, a iniciativa del Decano, de la Junta de Gobierno o a instancia de un
tercio de los colegiados.
2. La convocatoria de las Juntas Generales extraordinarias se hará por acuerdo de la
Junta de Gobierno, y se comunicará a todos los colegiados mediante un escrito en el que
constará el lugar, día y hora en que habrá de celebrarse la sesión en primera y en segunda
convocatoria, y el orden del día.
Artículo 104. Voto de censura.
1. El voto de censura a la Junta de Gobierno o a alguno de sus miembros, deberá
sustanciarse siempre en Junta General extraordinaria, convocada a ese solo efecto.
2. La solicitud de esa convocatoria de Junta General extraordinaria deberá ser suscrita,
como mínimo, por un tercio de los colegiados ejercientes, y expresará, con claridad, las
razones en que se funde.
3. La Junta General extraordinaria a que se hace referencia en este artículo, deberá
celebrarse dentro de los treinta días hábiles, contados desde que se hubiera presentado la
solicitud, y no podrán debatirse en la misma otros asuntos que los expresados en la
convocatoria. Hasta transcurrido un año no podrá volver a plantearse otra moción de censura.
4. La válida constitución de dicha Junta General extraordinaria requerirá la concurrencia
personal de más de la mitad del censo colegial con derecho a voto, y el voto será siempre, en
esta Junta, personal, directo y secreto.
5. Para que prospere la moción de censura será necesario el voto positivo de dos
tercios de los concurrentes.
CAPÍTULO IV.
DEL RÉGIMEN ECONÓMICO COLEGIAL. 11
Artículo 105. Ejercicio económico, presupuesto y examen de las cuentas.
11
Los Artículos 105 al 107 han sido declarados nulos por S T S de 28 de Septiembre de 2005 en cuanto
sea de aplicación directa a los Colegios pertenecientes al ámbito autonómico.
70
-711. El ejercicio económico de los Colegios y de los Consejos de Procuradores coincidirá
con el año natural.
2. Los Colegios de Procuradores tendrán un presupuesto anual al que deberán
ajustarse y llevarán una contabilidad ordenada y detallada de sus ingresos y gastos.
3. Todos los colegiados podrán examinar las cuentas del Colegio, durante los cinco días
hábiles anteriores a la fecha de celebración de la Junta General que haya de resolver sobre
ellas.
Artículo 106. Ingresos ordinarios y extraordinarios.
1. Son ingresos ordinarios de los Colegios de Procuradores:
a.Los rendimientos de cualquier naturaleza que produzcan las actividades, bienes o
derechos que integren el patrimonio del Colegio, así como los rendimientos de los fondos
depositados en sus cuentas.
b.Las cuotas de incorporación al Colegio.
c.Los derechos que fije la Junta de Gobierno de cada Colegio, por expedición de
certificaciones.
d.Los derechos que fije la Junta de Gobierno de cada Colegio por emisión de
dictámenes, resoluciones, informes o consultas que evacue aquella sobre cualquier materia,
incluidas las referidas a derechos, a petición judicial o extrajudicial, así como por la prestación
de otros servicios colegiales.
e.El importe de las cuotas ordinarias, fijas o variables, así como las derramas colegiales
establecidas por la Junta de Gobierno y las cuotas extraordinarias que apruebe la Junta
General.
f.Cualquier otro concepto que legalmente procediera.
2. Son ingresos extraordinarios de los Colegios de Procuradores:
a.Las subvenciones o donativos que se concedan al Colegio por el Estado o
corporaciones oficiales, entidades o particulares.
b.Los bienes y derechos de toda clase que, por herencia, legado u otro título, pasen a
formar parte del patrimonio del Colegio.
c.Las cantidades que, por cualquier concepto, corresponda percibir al Colegio de
conformidad con la legislación vigente.
Artículo 107. Administración del patrimonio.
1. El patrimonio del Colegio será administrado por la Junta de Gobierno, facultad que
ejercerá a través del Tesorero y con la colaboración técnica que se precise.
2. Los pagos serán ordenados por el Decano. El Tesorero cuidará de su ejecución y de
que sean debidamente contabilizados.
71
-72CAPÍTULO V. DE LOS CONSEJOS DE COLEGIOS DE LAS COMUNIDADES
AUTÓNOMAS.
Artículo 108. Consejos de Colegios de Comunidad Autónoma.
1. Los Colegios de Procuradores podrán constituir, en los términos en que autorice la
legislación autonómica, el Consejo de Colegios de la Comunidad, cuyas atribuciones,
composición, organización y régimen jurídico podrán regularse en el oportuno Estatuto,
redactado en la forma y por el procedimiento establecido por la Ley aplicable y que, en ningún
caso, podrá estar en contradicción con este Estatuto General. ( inciso declarado nulo por S T S
de 28 de Septiembre de 2005).
2. Los Consejos de Colegios de Comunidad Autónoma mantendrán con el Consejo
General de Procuradores de los Tribunales, las relaciones de coordinación y colaboración en
orden a los fines que tienen encomendados, sometiendo al mismo las cuestiones que afecten
al interés general de todos los procuradores españoles.( inciso declarado nulo por S T S de 28
de Septiembre de 2005).
Artículo 109. Recurso ante el Consejo General.
1. Los acuerdos de los Consejos de Colegios de Comunidad Autónoma podrán
recurrirse en alzada ante el Consejo General de Procuradores de los Tribunales, cuando así
esté previsto en sus Estatutos.
2. Los Consejos de Colegios de Comunidad Autónoma podrán elevar consultas al
Consejo General de Procuradores de los Tribunales en aquellas cuestiones que consideren
oportuno, de conformidad con lo establecido en sus Estatutos.( Articulo declarado nulo por S T
S de 28 de Septiembre de 2005)
CAPÍTULO VI.
DEL CONSEJO GENERAL DE LOS PROCURADORES DE LOS TRIBUNALES.
Artículo 110. Naturaleza y órganos que lo integran.
1. El Consejo General de Procuradores de los Tribunales es el Ente corporativo superior
de estos últimos, a efectos representativos, consultivos, de coordinación y de dirección, en los
ámbitos estatal e internacional. Es, también, la única instancia corporativa disciplinaria estatal,
con arreglo a lo establecido en la Ley 2/1974, de 13 de febrero y
posteriores, así como legislación autonómica aplicable. Tiene, a todos los efectos, la
condición de corporación de derecho público, con personalidad jurídica propia y plena
capacidad para el cumplimiento de sus fines.
2. Su domicilio radicará en Madrid, sin perjuicio de poder celebrar reuniones y
desarrollar actividades en cualquier otro lugar del territorio nacional, cuando así se acuerde.
3. Son órganos del Consejo General de Procuradores de los Tribunales el Pleno, la
Comisión Permanente, el Comité Ejecutivo y el Presidente, todos los cuales tienen carácter
electivo, rigiéndose en cuanto al sistema de elección y funcionamiento por el Reglamento de
régimen Interior que apruebe el Consejo General.
72
-73Artículo 111. Facultades del Consejo General.
Son funciones del Consejo General de Procuradores de los Tribunales:
a. Las atribuidas a los Colegios por el artículo 5 de la Ley 2/1974, de 13 de febrero, de
Colegios Profesionales, en cuanto tengan ámbito o repercusión nacional.
b. La representación profesional de los Procuradores de los Tribunales, y las funciones
de portavoz del conjunto de los Colegios de Procuradores en los ámbitos nacional e
internacional, incluida la de entidades similares de otras naciones.
c. Ordenar el ejercicio profesional de los procuradores y participar en los sistemas de
acceso a la profesión con arreglo a lo previsto legalmente.
d. Velar por el prestigio de la profesión y exigir a los Colegios de Procuradores y a sus
miembros el cumplimiento de sus deberes.
e. Elaborar el Estatuto General de los Procuradores de los Tribunales de España, como
norma estatutaria básica, para someterlos a la aprobación del Consejo de Ministros a través
del Ministerio de Justicia, así como aprobar cuantos reglamentos de régimen interno considere
convenientes y sancionar los Estatutos particulares aprobados por cada Colegio y sus
reformas, así como los de los Consejos de Colegios de Comunidades Autónomas, salvo que la
legislación autonómica disponga otra cosa. ( inciso declarado nulo por S T S de 28 de
Septiembre de 2005).
f. Resolver las dudas que puedan producirse en la aplicación de las normas estatutarias
y reglamentarias.
g. Crear, regular y otorgar distinciones para premiar los méritos contraídos al servicio de
la Procura o en su ejercicio.
h. Resolver los recursos contra los acuerdos de los órganos de gobierno de los Colegios
de Procuradores y de los Consejos de Colegios de las Comunidades Autónomas, salvo que
una Ley Autonómica disponga otra cosa. ( inciso declarado nulo por S T S de 28 de
Septiembre de 2005)
i. Ejercer las funciones disciplinarias con respecto a los miembros de las Juntas de
Gobierno de los Colegios y de los Consejos de Colegios de Comunidad Autónoma, salvo
cuando dichas competencias estén atribuidas al Consejo de Colegios de Comunidad
Autónoma, y en todo caso respecto a los miembros del propio Consejo General de
Procuradores de los Tribunales. ( inciso declarado nulo por S T S de 28 de Septiembre de
2005)
j. Formar y mantener actualizado el censo de los procuradores, así como el fichero y el
registro de sanciones que afecten a aquellos.
k. Designar representantes de la Procura para su participación en los Consejos y
Organismos consultivos de la Administración, de ámbito nacional e internacional.
73
-74l. Informar, en los supuestos previstos legalmente, todo proyecto estatal de modificación
de la legislación sobre Colegios Profesionales.
m. Emitir los informes que le sean solicitados por la Administración, Colegios de
Procuradores y corporaciones oficiales respecto a asuntos relacionados con sus fines, o que
acuerde formular de propia iniciativa; proponer las reformas legislativas que estime oportunas,
e intervenir en todas las cuestiones que afecten a la Procura española.
n. Establecer la necesaria coordinación entre los Consejos de Colegios de Comunidad
Autónoma, así como entre los distintos Colegios, y dirimir los conflictos que puedan suscitarse
entre los mismos, con respeto a su respectiva autonomía.
ñ. Designar las Juntas provisionales conforme a lo previsto en el artículo 93.
o. Adoptar las medidas necesarias para que los Colegios cumplan las resoluciones del
propio Consejo General de Procuradores de los Tribunales, dictadas en materia de su
competencia.
p. Organizar, con carácter nacional, instituciones y servicios de asistencia y previsión
para los procuradores, colaborando con la Administración para la aplicación de éstos.
q. Defender los derechos y exigir el cumplimiento de los deberes de los Colegios de
Procuradores, así como los de sus colegiados, cuando sea requerido por el Colegio respectivo
o venga determinado por las leyes, y proteger la lícita libertad de actuación de los
procuradores, pudiendo, para ello, promover las acciones y recursos que procedan ante las
autoridades y jurisdicciones competentes, incluso ante el Tribunal Supremo de Justicia, el
Tribunal Constitucional, los Tribunales europeos e internacionales, sin perjuicio de la
legitimación que corresponda a cada uno de los distintos Colegios de Procuradores y/o a éstos
personalmente.
r. Impedir, por todos los medios legales, el intrusismo y la clandestinidad en el ejercicio
profesional, para cuya persecución, denuncia y, en su caso, sanción, está el Consejo General
de Procuradores de los Tribunales amplia y especialmente legitimado, sin perjuicio de la
iniciativa y competencia de cada Colegio.
s. Impedir y perseguir la competencia ilegal y desleal y velar por la plena efectividad de
las disposiciones que regulan las incompatibilidades en el ejercicio de la Procura.
t. Coordinar, con carácter nacional, las cuotas exigibles por incorporación de los
diversos Colegios, pudiendo fijar límites máximos para ellas. ( inciso declarado nulo por S T S
de 28 de Septiembre de 2005)
u. Elaborar y aprobar su propio presupuesto y la cuenta de liquidación del mismo, así
como fijar la aportación equitativa de los Colegios necesaria para los gastos del Consejo.
v. En general, en materia económica y sin exclusión alguna, realizar, respecto al
patrimonio propio del Consejo General de Procuradores de los Tribunales, toda clase de actos
de disposición y de gravamen y, en especial:
74
-751.Administrar bienes.
2.Pagar y cobrar cantidades.
3.Hacer efectivos libramientos, dar o aceptar bienes en o para pago.
4.Otorgar transacciones, compromisos y renuncias.
5.Comprar, vender y permutar, pura o condicionalmente, con precio confesado o
aplazado o pagado al contado, toda clase de bienes muebles e inmuebles, derechos reales y
personales.
6.Disolver comunidades de bienes y condominios, declarar obras nuevas, mejoras y
excesos de cabida.
7.Constituir, aceptar, dividir, enajenar, gravar, redimir y extinguir usufructos,
servidumbres, opciones y arrendamientos inscribibles y demás derechos reales, ejercitando
todas las facultades derivadas de los mismos.
8.Constituir hipotecas.
9.Tomar parte en concursos y subastas, hacer propuestas y aceptar adjudicaciones.
10.Aceptar, siempre a beneficio de inventario, y repudiar herencias, hacer aprobar o
impugnar particiones de herencias, y entregar y recibir legados.
11.Contratar, modificar, rescindir y liquidar seguros de toda clase.
12.Operar en Cajas Oficiales, Cajas de Ahorro y Bancos, incluso el de España y sus
sucursales, haciendo todo cuanto la legislación y prácticas bancarias permitan; seguir, abrir y
cancelar cuentas y libretas de ahorro, cuentas corrientes y de crédito y cajas de seguridad.
13.Librar, aceptar, endosar, cobrar, intervenir y negociar letras de cambio y otros
efectos.
14.Comprar, vender, canjear y pignorar valores y cobrar sus intereses, dividendos y
amortizaciones, concertar pólizas de crédito, ya sea personal o con pignoración de valores,
con Bancos y establecimientos de crédito, incluso el Banco de España y sus sucursales,
firmando los oportunos documentos.
15.Modificar, transferir, cancelar, retirar y constituir depósitos de efectivo o valores
provisionales o definitivos.
w. En materia de actuaciones jurídicas:
1.Instar actas notariales de todas clases; aceptar y contestar notificaciones y
requerimientos notariales.
2.Comparecer ante centros y Organismos del Estado, Provincia y Municipio, jueces,
tribunales, fiscalías, delegaciones, comités, juntas, jurados y comisiones y, en ellos, instar,
seguir y terminar como actor, demandado o en cualquier otro concepto, toda clase de
75
-76expedientes, juicios y procedimientos civiles, administrativos, gubernativos, laborales, de todos
los grados, jurisdicciones e instancias, elevando peticiones y ejerciendo acciones y
excepciones en cualesquiera procedimientos, trámites y recursos, incluso de casación o ante
el Tribunal Constitucional o los Tribunales europeos e internacionales; prestar, cuando se
requiera, la ratificación personal; otorgar poderes con las facultades que detalle y revocar
poderes y sustituciones.
3.Interponer toda clase de recursos ante cualesquiera Administraciones públicas.
4.Delegar todas o algunas de las facultades expuestas en el Presidente o en uno o
varios Consejeros, en forma conjunta o separada, y otorgarles los poderes consiguientes.
5.Aceptar, desempeñar y renunciar mandatos y poderes de los Colegios de
Procuradores.
x. Ejercer las funciones que le atribuye la Ley 1/1996, de Asistencia Jurídica Gratuita, en
particular, las previstas en los artículos 22, 25 y 39 de dicha Ley, y regular reglamentariamente
los servicios comunes de notificaciones que han de organizar los Colegios de Procuradores,
así como cualquier otra competencia que le sea atribuida por Ley.
y. Y, en fin, ejercer cuantas funciones y prerrogativas estén establecidas en las
disposiciones vigentes y todas aquellas que, no expresamente enunciadas, sean
concomitantes o consecuencia de las anteriores y tengan cabida en el espíritu que las informe.
Artículo 112. Recursos económicos del Consejo General.
Para atender a las finalidades del Consejo y sufragar sus gastos generales, contará con
los siguientes ingresos:
a.Con las cuotas que acuerde establecer en cada momento para los Colegios de
Procuradores.
b.Con el importe de las certificaciones que se expidan.
c.Con el importe de las multas por sanciones que pudieran recaer sobre los Colegios o
colegiados. ( inciso declarado nulo por S T S de 28 de Septiembre de 2005)
d.Por cualquier derrama extraordinaria que, por circunstancias especiales, acordase el
Consejo General.
e.Por intereses, rentas y pensiones que produzcan los bienes y derechos de su
propiedad.
f.Por subvenciones, donativos y legados que le conceda cualesquiera Administración
pública, organismos públicos, entidades privadas o particulares.
g.Por las cantidades que habrán de abonar los procuradores en razón de los escritos en
que comparezcan, así como en los actos de comunicación, en la forma, circunstancias y
cuantía que se acuerden por el Consejo General.( inciso declarado nulo por S T S de 28 de
Septiembre de 2005)
76
-77-
Artículo 113. Composición y funcionamiento.
1. El Pleno del Consejo General de los Procuradores de los Tribunales estará
compuesto por:
a.El Presidente del Consejo General.
b.Los Decanos de todos los Colegios de Procuradores.
c.El Presidente de la Mutualidad de Previsión Social de los Procuradores de los
Tribunales de España, siempre que sea procurador ejerciente.( inciso declarado nulo por S T S
de 28 de Septiembre de 2005)
d.Un Secretario y un Tesorero, de carácter electivo.
e.Un Vicepresidente, un Vicesecretario y un Vicetesorero, de carácter electivo.
2. Corresponderá al Pleno ejercer todas las funciones y facultades que asigna al
Consejo General este Estatuto y las que le atribuya el Reglamento de régimen Interior.
3. La Comisión Permanente estará formada por el Presidente, el Vicepresidente, el
Secretario, el Tesorero, el Vicesecretario, el Vicetesorero y los Presidentes de los Consejos de
Colegios de Comunidad Autónoma. En aquellas Comunidades Autónomas que carezcan de
Consejo de Colegios, los Decanos de los respectivos Colegios elegirán entre ellos a quien
haya de ser miembro de la Comisión Permanente. En las Comunidades Autónomas que
tengan un solo Colegio de Procuradores, el Decano de éste será miembro de la Comisión
Permanente.
4. Corresponde a la Comisión Permanente ejercer aquellas funciones y facultades que
el Pleno le delegue. En casos de urgencia, la Comisión Permanente podrá asumir las
atribuciones del Pleno, dando cuenta al Pleno de las medidas adoptadas.
5. El Comité Ejecutivo estará formado por el Presidente, el Vicepresidente, el
Secretario, el Tesorero, el Vicesecretario y el Vicetesorero.
6. Corresponden al Comité Ejecutivo, además de la ejecución de los acuerdos del Pleno
y de la Comisión Permanente, aquellas competencias que éstos le encomienden y, en general,
resolver todos los asuntos de trámite que no requieran, por su importancia, la reunión del
Pleno o de la Comisión Permanente, pudiendo en supuestos de extraordinaria urgencia en los
que, por no admitir dilación, no pueda convocarse a la Comisión Permanente asumir las
facultades del Pleno y de ésta, adoptando las medidas que juzgue adecuadas, dando cuenta a
la Comisión Permanente inmediatamente convocada al efecto.
7. El Presidente es el máximo representante de la profesión, correspondiéndole las
competencias establecidas en las disposiciones vigentes, en este Estatuto General y en el
Reglamento de funcionamiento del Consejo General. Tendrá derecho a los honores y
preeminencias que, como tal, le correspondan y que se le guardarán en todos los ámbitos.
77
-78CAPÍTULO VII. DEL RÉGIMEN JURÍDICO DE LOS ACUERDOS Y DE SU IMPUGNACIÓN.
Artículo 114. Ejecución de acuerdos.
1. Todos los acuerdos de los órganos colegiales, serán inmediatamente ejecutivos,
salvo que el propio acuerdo establezca otra cosa.
2. Cualesquiera actos de los Colegios de Procuradores, de sus Consejos de Colegios
de Comunidad Autónoma o del Consejo General que sean consecuencia del ejercicio de
potestades administrativas se regirán, con carácter supletorio, por la legislación administrativa
común, tal como dispone la disposición transitoria primera de la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común.(Inciso declarado nulo por S T S de 28 de Septiembre de 2005 en
cuanto sea de aplicación directa a los Colegios pertenecientes al ámbito autonómico)
Artículo 115. Nulidad y anulación de actos.
1. Las causas de nulidad y de anulabilidad de los actos colegiales serán las previstas en
las normas administrativas vigentes.
2. La Junta de Gobierno deberá, en todo caso, suspender y revisar de oficio o formular
recurso contra los actos nulos de pleno derecho. ( inciso declarado nulo por S T S de 28 de
Septiembre de 2005 en cuanto sea de aplicación directa a los Colegios pertenecientes al
ámbito autonómico)
Artículo 116. Recursos administrativos.12
1. Las personas con interés legítimo podrán formular recurso ante el Consejo General
de Procuradores de los Tribunales, contra los acuerdos de la Junta de Gobierno y de la Junta
General de cualquier Colegio de Procuradores, dentro del plazo de un mes desde su
publicación o, en su caso, notificación a los colegiados o personas a quienes
afecten, salvo que la legislación autonómica disponga otra cosa.
2. El recurso será presentado ante la Junta de Gobierno que dictó el acuerdo, que
deberá elevarlo, con sus antecedentes y el informe que proceda, al Consejo General dentro de
los quince días siguientes a la fecha de presentación, salvo que de oficio reponga su propio
acuerdo en dicho plazo. El Consejo General, previos los informes que estime pertinentes,
deberá dictar resolución expresa dentro de los tres meses siguientes a su interposición,
entendiéndose que en caso de silencio queda denegado. El recurrente podrá solicitar la
suspensión del acuerdo recurrido y de la Comisión Permanente del Consejo General podrá
acordarla o denegarla motivadamente.
3. Los acuerdos de los Consejos de Colegios de Comunidad Autónoma solamente
serán recurribles ante el Consejo General cuando así lo dispongan sus propios Estatutos, en
cuyo caso se aplicará el mismo procedimiento expresado en los apartados precedentes de
este artículo.
12
Los Artículos 116, 117, 118, y 119 han sido declarados nulos por S T S de 28 de Septiembre de 2005
en cuanto sea de aplicación directa a los Colegios pertenecientes al ámbito autonómico
78
-79Artículo 117. Especialidades en materia de recursos administrativos.
En materia de recursos administrativos, se observarán las siguientes especialidades:
1. Las Juntas de Gobierno de los Colegios de Procuradores estarán legitimadas para
formular recurso contra los acuerdos de las Juntas Generales de los mismos, en la forma y
plazos que determine la legislación administrativa vigente.
2. Si la Junta de Gobierno entendiese que el acuerdo recurrido es nulo de pleno
derecho o gravemente perjudicial para los intereses del Colegio, podrá solicitar la suspensión
del acuerdo recurrido y la Comisión Permanente del Consejo General podrá acordarla o
denegarla motivadamente.
Artículo 118. Revisión jurisdiccional.
Los actos emanados de las Juntas Generales y de las Juntas de Gobierno de los
Colegios, del Consejo General de Procuradores de los Tribunales y de los Consejos de
Colegios de Comunidad Autónoma, en cuanto estén sujetos al derecho administrativo, una vez
agotados los recursos corporativos, serán directamente recurribles ante la jurisdicción
contencioso-administrativa.
Artículo 119. Cómputo de plazos y legislación aplicable.
1. Los plazos de este Estatuto General expresados en días, se entenderán referidos a
días hábiles, salvo que expresamente se diga otra cosa.
2. La Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común, se aplicará a cuantas resoluciones supongan ejercicio de potestades
administrativas, conforme establece la disposición transitoria primera de ésta. En todo caso,
dicha Ley tendrá carácter supletorio para lo no previsto en este Estatuto General.
CAPÍTULO VIII.
DE LA MUTUALIDAD DE LOS PROCURADORES DE LOS TRIBUNALES DE ESPAÑA,
MUTUALIDAD DE PREVISIÓN SOCIAL A PRIMA FIJA.
Artículo 120. De la Mutualidad de los Procuradores.
La Mutualidad de los Procuradores de los Tribunales de España, Mutualidad de
Previsión Social a Prima Fija, constituye una Institución de Previsión Social, tiene la naturaleza
de entidad privada de Previsión Social Profesional, sin ánimo de lucro, basada en los
principios de solidaridad, equidad y suficiencia, ejerciendo una modalidad aseguradora de
carácter voluntario, alternativa al sistema de Seguridad Social obligatoria o, en su caso,
complementaria, mediante aportaciones a prima fija de sus mutualistas, personas físicas o
jurídicas, o donaciones de otras entidades o socios protectores.
La Mutualidad se regirá por sus propios Estatutos, los acuerdos adoptados por sus
órganos de gobierno y legislación de seguros aplicable.
79
-80A través de la Mutualidad, se desarrollarán los sistemas solidarios profesionales
inherentes a la misma desde su fundación, lo que se efectuará por medio del Fondo Social,
establecido al amparo de lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 64 de la Ley 30/1995, de 8
de noviembre, de Ordenación y Supervisión de los Seguros Privados, siendo
acreedores de los mismos tanto los procuradores mutualistas como los no mutualistas.
Con el fin de que estas ayudas sociales puedan materializarse de una forma equitativa y
solidaria, todo procurador ejerciente, mutualista o no, estará obligado a participar
proporcionalmente, en función de los procedimientos en que se persone, en los ingresos
necesarios para este fin, en la forma regulada en el artículo 5 del Reglamento del Fondo
Social, aprobado por la Asamblea General extraordinaria de Representantes, en su sesión de
21 de diciembre de 1996.
DISPOSICIÓN TRANSITORIA PRIMERA. Régimen estatutario transitorio.
Los Colegios de Procuradores y los Consejos de Colegios de Comunidad Autónoma, sin
perjuicio de lo establecido por la legislación autonómica, aplicarán el presente Estatuto
General desde su entrada en vigor y deberán adaptar sus correspondientes Estatutos
particulares en el plazo de un año desde que ésta se produzca. Los Estatutos particulares
conservarán su vigencia en todo aquello que no contravenga lo establecido en este Estatuto
General.
DISPOSICIÓN TRANSITORIA SEGUNDA.- 13
1.-Sin perjuicio de lo establecido en los Art. 13 y 31 del estatuto general, los
procuradores que el 22 de Diciembre de 2.002 vinieran actuando en mas de una demarcación
territorial, podrán continuar su ejercicio profesional en el mismo territorio, con la obligación de
abrir despacho profesional en cada una de las demarcaciones en que ejerza.
2. Asimismo, se respetarán los derechos adquiridos con anterioridad a la fecha
expresada en materia asociativa, sin perjuicio de lo dispuesto en el Art. 31.
13
Disposición que fue añadida por Real decreto 351/2006, de 24 de marzo, B O E 12 Abril
2006
80
-81EL PROCURADOR EN EL LIBRO BLANCO DE LA JUSTICIA
Por su especial trascendencia y al entender que sin duda ha servido al legislador para
dar una nueva regulación a la Procura en la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, creemos
necesario transcribir el texto completo de la parte del Libro Blanco de la Justicia elaborado
en el año 1.997 por el Consejo General del Poder Judicial, en el apartado correspondiente al
Procurador de los Tribunales:
“La representación procesal: Los procuradores de los Tribunales
La profesión de Procurador encuentra sus orígenes, en los «personeros» de las
Partidas. Tiene, pues, una honda raigambre histórica. Nacida esta profesión para proteger la
igualdad de las partes en juicio, tiene como atribución única la representación procesal.
Esta función de representación procesal, como cometido propio del Procurador, aparece
recogida con carácter general en el artículo 438 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y,
particularmente, en los artículos 3 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Civil, 118, 119, 277
y 652 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, 18 de la Ley de Procedimiento Laboral y 33 de la
Ley de la Jurisdicción Contencioso - Administrativa. Desde el punto de vista corporativo, los
Procuradores se encuentran sometidos a su Estatuto General, aprobado por el Real Decreto
2046/1982, de 30 de julio.
La figura del Procurador, en el ámbito de la Administración de Justicia, ha venido siendo
cuestionada a lo largo de los últimos años. De hecho, su posición, como profesional
diferenciado del Abogado, es patrimonio de pocos países en nuestro entorno socio - cultural.
En concreto, el Procurador subsiste exclusivamente en Portugal, España e Irlanda. En países
como Alemania y Francia las profesiones de abogado y procurador se han fusionado y en el
Reino Unido las funciones de representación procesal las tienen asignadas, básicamente, los
sollicitors y los barristers.
A pesar de esta inclinación manifiesta en el Derecho comparado hacia la desaparición
de la figura del Procurador como profesión diferenciada, lo cierto es que en España el
contenido de esta actividad existe (representar, recibir notificaciones, transmitirlas, gestionar
los fondos, presentar escritos...) y, por tanto, resulta útil y conveniente el mantenimiento de la
procura sin perjuicio de la actualización y de la revisión, en su caso, de sus formas de
actuación.
De hecho, en los trabajos previos a la elaboración de este Libro Blanco, las distintas
fuentes jurídicas consultadas, especialmente los jueces y magistrados, se han mostrado
81
-82partidarios de establecer la preceptiva intervención del Procurador en todo tipo de
procedimientos o, al menos, en aquellos de mayor entidad. Han argumentado, en apoyo de
esta tesis, que en aquellos procedimientos en que no se exige dicha intervención se originan
importantes disfunciones y dilaciones en la tramitación de las actuaciones. En este mismo
sentido, el propio Tribunal Constitucional ha puesto de manifiesto la trascendencia de la
intervención del Procurador en el correcto desarrollo del proceso «sin cuya colaboración no
sólo se resentiría gravemente el normal funcionamiento del mismo, sino que resultarían de
imposible cumplimiento las garantías de efectividad y defensa que impone la Constitución a la
tutela judicial» (STC 110/1993).
Vinculándonos a este parecer, entendemos que en nuestro país debería considerarse la
conveniencia de tender a un sistema en el que, manteniendo la figura del Procurador como
representante de los ciudadanos ante los Tribunales, pudiera el mismo también asumir otros
cometidos de colaboración con los órganos jurisdiccionales y con los abogados directores de
la defensa de las partes en el procedimiento, concretamente en el marco de los actos de
comunicación, en las fases procesales de prueba y ejecución y en los sistemas de venta
forzosa de bienes embargados, en los términos y con las limitaciones que se establecen en
otras partes de este estudio.
Además, el perfeccionamiento progresivo de los sistemas de comunicación informática
y electrónica ha de comportar las imprescindibles reformas de los procedimientos tradicionales
de notificación y recepción de documentos, con la consiguiente reducción de dilaciones. En
esta cuestión es de vital importancia la colaboración de los Procuradores de los Tribunales.
Salvando las particularidades propuestas en este mismo Libro Blanco con relación a
cada uno de los órdenes jurisdiccionales, habría de exigirse la intervención preceptiva del
Procurador cuando se litigara ante los órganos colegiados y en aquellos procedimientos de
mayor trascendencia que se siguieran ante los Juzgados. Ello ha de entenderse sin perjuicio
de que, hasta un límite razonable y en función de la entidad del litigio, el propio Letrado,
director - técnico, pueda asumir también la representación del litigante.
En cuanto a la formación inicial y continuada de estos profesionales, debe referirse
aquí, expresamente, la conveniencia de que los procuradores, como presupuesto para el inicio
del ejercicio profesional, sean sometidos a algún tipo de prueba oficial acorde con sus
cometidos, aunque sobre esta cuestión se incidirá más ampliamente en el apartado siguiente.”.
82
-83-
TEMA II
Otorgamiento de la representación procesal. Sistemas de designación del Procurador. El
poder de representación procesal. El poder especial y el especial o especialísimo. El
desaparecido bastanteo del poder.
EL
OTORGAMIENTO
DE
LA
REPRESENTACIÓN
PROCESAL.
SISTEMAS
DE
DESIGNACIÓN DEL PROCURADOR
Los sistemas para conferir representación procesal al Procurador son tres
- el otorgamiento del poder notarial (público)
- el de apoderamiento “apud acta” (judicial)
- la designación de oficio. ( administrativo-colegial)
EL PODER DE REPRESENTACIÓN PROCESAL. OTORGAMIENTO.
El poder constituye el presupuesto de la actuación del Procurador en el proceso. Se
puede fijar el nacimiento de la utilización de este “instrumento” en el nombramiento solemne y
coram adversario del Cognitor romano y en el derecho medieval, Las Partidas lo denominaba
Carta de Personería, hasta que la Ley de 1881 lo denominó mandato o poder para pleitos.
El poder de representación procesal es la forma por la que el justiciable otorga su
representación al Procurador de los Tribunales ( y en determinadas ocasiones al Abogado y al
Graduado Social ) para que éste actúe en su nombre ante los Tribunales de Justicia. Se otorga
ante Notario o fedatario público y en cualquier lugar.
Si se otorga en el extranjero se hará ante el cónsul o ante fedatario público según las
formalidades del acto de otorgamiento y normas de aplicación del país en que éste se realiza (
locus regit actum) si bien esto no significa que vaya a sustraerse de las normas procesales
españolas en relación a su tratamiento sobre suficiencia y legalidad del mismo.
Desde el Convenio de La Haya de 5 de Octubre de 1.961 - ratificado por España el 10
de abril de 1.978- se suprime el requisito de la legalización consular del poder ( o documentos
públicos o certificaciones sobre documentos privados) otorgado en el extranjero, sustituyendo
dicha legalización por la apostilla (el Real Decreto 2.433/1978, de 2 de Octubre determina los
funcionarios competentes para realizar la legalización única o apostilla.).
83
-84Ha de añadirse como disposiciones aplicables el Art.10.11 C.C para determinar la ley
aplicable a la representación conferida en el extranjero; los artículos 1.259 y 1.280,5º CC; y la
Reglamentación Notarial recogida en los Art. 139,156, 164 y ss. en cuánto a los requisitos del
poder otorgado mediante escritura pública, así como el Convenio Europeo sobre la supresión
de la legalización de documentos extendidos por Agentes diplomático o consulares de 7 de
Junio de 1.968, ratificado por España el 1 de Junio de 1.982, y el Real Decreto 510/1.985, de 6
de Marzo, que suprimió el requisito de la legalización de las escrituras autorizadas por los
Agentes Diplomáticos y Consulares cuando actúen en funciones notariales. ( Ya el Art.21 de la
Ley Orgánica de la Carrera Diplomática de 27 de abril de 1.900 señaló que los “Cónsules ...
tienen atribuciones notariales”.) .
Ante la falta de regulación del derecho material de la representación procesal, y
precisamente por ser considerado como negocio jurídico abstracto, la legislación que debe
aplicarse es la regulación de la relación jurídica de la que trae causa. Por ello el Art. 4 EGPT, y
el Art. 24.1. L.E.C. remiten a las normas del mandato de los artículos 1.709 a 1.739 del Código
Civil como base en la que apoyar y solventar los problemas que pueda plantear la
representación técnica otorgada mediante poder.
Se puede definir el poder como negocio jurídico abstracto, unilateral y recepticio, (
también pero minoritariamente, acto jurídico en el sentido de declaración de voluntad ) que va
dirigido al órgano jurisdiccional, que es el destinatario de la declaración de voluntad de un
sujeto para ser representado por su causídico. En la práctica es el Letrado quien facilita al
cliente una lista de Procuradores ejercientes en los Partidos Judiciales donde va a precisarse
la actuación del Procurador, teniendo en cuenta la designación de Procuradores ejercientes en
la sede del Tribunal, en la capital de Provincia (T S J) y en Madrid (T. S). Esa lista o “Minuta de
poder” va dirigida al Notario que ha de otorgar los poderes.
Francisco Ramos Méndez nos dice que el poder general para pleitos es aquel que
sirve para el ejercicio de la postulación procesal, siendo así que es un presupuesto de la
validez del proceso y añadiríamos que también es un requisito para la válida y legal
actuación del Procurador en el proceso.
Así pues, el Procurador – legalmente - ejerce como tal cuando realiza un acto de
representación,( suscribiendo la demanda, o el escrito de personación correspondiente,
presentándolo ante el organo), esto es, haciendo uso del apoderamiento conferido.
84
-85Establece el Art. 24 de la L.E.C. que la representación se acreditará por escritura
pública de mandato, sin embargo el apoderamiento puede ser definido como aquel acto
jurídico por virtud del cual una persona concede u otorga voluntariamente a otra un
poder de representación.
Hay que decir que el poder va dirigido al Juez y no al Procurador que tan sólo lo utiliza
en el ámbito de sus facultades.
El Procurador requiere apoderamiento adecuado- nos dice el Estatuto-, añadiendo la
L.E.C. en el Art. 24 y 25, la forma y las facultades del apoderamiento al Procurador: Así se
establece en el Articulo 24.1 que
“el poder en que la parte otorgue su representación al
procurador habrá de estar autorizado por notario o ser conferido por comparecencia ante el
Secretario Judicial del tribunal que haya de conocer del asunto”. Y en el párrafo 2. se nos dice que
“la escritura de poder se acompañará al primer escrito que el procurador presente o, en su caso, al
realizar la primera actuación; y el otorgamiento «apud acta» deberá ser efectuado al mismo tiempo
que la presentación del primer escrito o, en su caso, antes de la primera actuación”.
En la práctica surgen problemas a los que la ley no da solución. En el caso de la
demanda, no puede hacerse la designación apud acta ante el Secretario Judicial que haya
de conocer del asunto ( en los Partidos Judiciales donde haya mas de un Tribunal) toda vez
que la demanda ha de ser repartida por turno a uno de los diversos Juzgados. En esos
supuestos ha de anunciarse que la representación será conferida tan pronto se conozca el
Juzgado al que ha sido turnada la demanda. Hay Juzgados que señalan día y hora para
llevar a efecto la referida designación apud acta, y por otros se provee indicando que no se
dará curso a la demanda hasta que no se realice dicha designación ante el Secretario del
Juzgado.
La Ley distingue en el Articulo 25 dos tipos de poder: El poder general y poder
especial. Así Art.25,1 dice que “El poder general para pleitos facultará al procurador para realizar
válidamente, en nombre de su poderdante, todos los actos procesales comprendidos, de ordinario, en
la tramitación de aquellos, y que “ el poderdante podrá, no obstante, excluir del poder general
asuntos y actuaciones para las que la ley no exija apoderamiento especial”, pero esa exclusión
habrá de ser consignada expresa e inequívocamente.
Se requiere poder especial según el Art.25,2 : 1.º Para la renuncia, la transacción, el
desistimiento, el allanamiento, el sometimiento a arbitraje y las manifestaciones que puedan
comportar sobreseimiento del proceso por satisfacción extraprocesal o carencia sobrevenida de
85
-86objeto. También Art.25,2,2.º Para ejercitar las facultades que el poderdante hubiera excluido del
poder general, conforme a lo dispuesto en el apartado anterior, y Art.25,2,3º en todos los demás
casos en que así lo exijan las leyes.
Hay que tener presente que no podrán realizarse mediante procurador los actos que,
conforme a la ley, deban efectuarse personalmente por los litigantes, tales como atender
requerimientos, apercibimientos, etc. Como hacíamos referencia más arriba, otra forma para
otorgar el apoderamiento al Procurador es la que se realiza ante el Secretario del Tribunal.
Modalidad ésta cada vez más frecuente ya que se “ahorra” al cliente el pago de la
correspondiente escritura pública de poder de representación procesal.
EL OTORGAMIENTO DEL PODER “APUD ACTA”.
Hasta la promulgación de la L O P J regía el numero 5 del Art. 1.280 Código Civil por el
cual el poder para pleitos ya sea general o especial, habrá de otorgarse en escritura pública
por lo que no existía la libertad de forma. Sólo se permitía, de forma excepcional, la
representación otorgada ante el Secretario Judicial, en los casos en los que no existía Notario
en la demarcación judicial, considerándose un defecto que debía subsanarse, pudiendo
incurrir en quebrantamiento de forma ( SSTS Sala 1ª 26 Sep. 1.956, 12 Dic.1.958,18
Oct.1.962, 15 Jun. 1.979 ).
La designación de Procurador apud acta no se generalizó hasta 1.985 con la
promulgación de la L O P J, ( Art. 281.3 : “La representación en juicio podrá conferirse en todos los
procedimientos mediante comparecencia ante el Secretario del Juzgado o Tribunal que haya de
conocer del asunto”)
y sólo el Decreto de 21 de Noviembre de 1.952, adelantándose a su
tiempo admitió dicha posibilidad para el llamado Juicio de Cognición, en su Art. 27, que decía
se haría mediante comparecencia judicial ( no especificaba ante el Secretario) único que
posee la fe pública judicial.
Dice la LEC que la designación apud acta, lo mismo que el poder, ha de acompañarse
con el primer escrito o al realizar la primera actuación, pero surge la duda en los supuestos en
que la primera actuación que se realiza es la presentación de demanda en poblaciones donde
exista más de un Juzgado, ya que como quiera que la demanda ha de ser presentada en
Decanato, para ser turnada al Juzgado que por reparto corresponda, no puede realizarse ante
el Secretario del Tribunal que vaya a conocer del asunto, hasta que no se determine el
Juzgado que ha de tramitar la misma, de ahí que la fórmula empleada haya de ser la de
anunciar que “la designación apud acta se efectuará por la parte tan pronto sea turnada al
Juzgado que corresponda conocer de la presente demanda”.
86
-87-
EL PODER GENERAL Y EL ESPECIAL.
La L. E. C. regula el Poder general y el poder especial en el Articulo 25 diciendo que 1.
El poder general para pleitos facultará al procurador para realizar válidamente, en nombre de
su poderdante, todos los actos procesales comprendidos, de ordinario, en la tramitación de
aquellos.
El poderdante podrá, no obstante, excluir del poder general asuntos y actuaciones para las
que la ley no exija apoderamiento especial. La exclusión habrá de ser consignada expresa e
inequívocamente
Y Será necesario poder especial ( Art.25,2):
1.º Para la renuncia, la transacción, el desistimiento, el allanamiento, el sometimiento a
arbitraje y las manifestaciones que puedan comportar sobreseimiento del proceso por
satisfacción extraprocesal o carencia sobrevenida de objeto.
2.º Para ejercitar las facultades que el poderdante hubiera excluido del poder general,
conforme a lo dispuesto en el apartado anterior.
3.º En todos los demás casos en que así lo exijan las leyes. ( ver Art. 414 L E C).
No podrán realizarse mediante Procurador los actos que, conforme a la ley, deban
efectuarse personalmente por los litigantes.
La distinción entre poder especial y poder general parece responder a la diferencia que
se hace en la regulación del mandato de los artículos 1.712 y 1.713 del Código Civil, como ha
puesto de relieve la Jurisprudencia (SSTS, Sala 1ª de 27 Dic.1.966, 20 Nov.1.968 y 3
Nov.1.982).
La mayoría de los poderes son generales y vienen establecidos con cláusulas “tipo”
mediante las que se otorgan multitud de facultades a los Procuradores. Especial es el poder
que implica una disposición sobre el derecho material, - cuando así lo exige la Ley - , de ahí
que ahora a los poderes generales incluyan facultades especiales a los efectos del Art. 414 de
la L E C. que regula la audiencia previa del Juicio Ordinario.
Hay quien establece una tercera clase de poder, el poder especialísimo, circunscrito al
proceso penal para cuando se formule una querella ya que según lo dispuesto en el Art. 277.7
de la L E Cr, ( “ en la misma se ha de expresar : “la firma de querellante.....cuando el Procurador no
tuviese poder especial.....”).
87
-88-
EL BASTANTEO DEL PODER. ( RESEÑA HISTÓRICA)
Bastanteos, derechos de intervención profesional y pólizas.
Siguiendo a D. José Calabrús Lara, (Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Jaén y
Vocal de la Junta de Gobierno de Mutualidad) podemos decir que, la entrada en vigor de la
Ley 1/2000, de Enjuiciamiento Civil, ha supuesto la desaparición del ordenamiento jurídico del
requisito procesal del bastanteo de poder, reliquia de la historia del Derecho que era obsoleta
hace más de 50
años y que los Tribunales habían de hecho desterrado, afirmando su
innecesariedad, puesto que la representación en juicio al ser una exigencia procesal otorgaba
a sus normas el carácter de derecho necesario y no dispositivo, de modo que la insuficiencia
del poder podía subsanarse en cualquier momento en.que.fuese.advertida.
Tradicionalmente, al requisito procesal del bastanteo se han vinculado unos efectos
recaudatorios por parte de los Colegios, de recursos para la financiación de los mismos. Así el
bastanteo, desde el punto de vista colegial, devengaba unos honorarios que los abogados
tenían cedidos a los Colegios para las necesidades financieras y asistenciales de éstos. De
esta situación se derivaba el hecho de la inclusión de bastanteo en las tasaciones de costas y
su exacción, en su caso, por el procedimiento privilegiado de Jura de Cuentas.
La Jurisprudencia muy pronto vino a poner las cosas en su sitio; el bastanteo era
innecesario; los derechos por bastanteo no se pueden reclamar en Jura de Cuentas ni pueden
ser incluidos en tasaciones, sencillamente porque no responden a una actividad profesional
necesaria, ni siquiera útil, y por tanto no remunerable (1). Los bastanteos pues,
desaparecieron no con la Ley 1/2000, sino muchos años antes cuando la Jurisprudencia del
Tribunal
Supremo
admitió como pacífica la doctrina legal de su in-necesariedad.
El propio Consejo General de la Abogacía, en acuerdo de su máximo órgano, la Asamblea
de Decanos, con fecha 26 de Junio de 1992, consciente de la desaparición del requisito
procesal que servía de soporte a la recaudación de los recursos colegiales, sustituyó el
sistema y denominación de bastanteo por el de los derechos de intervención profesional que
cada Letrado debía satisfacer a su Colegio con motivo de cada uno de los procedimientos
judiciales que iniciase, precisamente en el primer escrito a presentar en el juzgado. La mayoría
de los Colegios, siguiendo este acuerdo estableció en el ámbito de sus respectivos Colegios
88
-89los derechos de intervención profesional y con sus altas y bajas, así sigue funcionando en un
número considerable de Colegios de Abogados.
La razón de la existencia de los derechos de intervención profesional y su causa de
pedir, no viene impuesta por una actividad profesional ni por una norma procesal ni tienen
carácter de honorarios cedidos, sino que tienen su fundamento en la Ley 2/1974 de Colegios
Profesionales, que en su artículo 6.3. f) remite a los Estatutos Generales la regulación del
régimen económico y financiero y
fijación de cuotas y otras percepciones para
asegurar el cumplimiento de los fines colegiales.
Por su parte, el Estatuto General de la Abogacía contempla como Recursos Ordinarios
de los Colegios, en su artículo 63 apartado f) los derechos de intervención profesional, en la
cuantía y forma que en su caso establezca cada Colegio para sus colegiados estableciéndose
en el artículo 87, b) la pérdida de la condición de colegiado por dejar de satisfacer las cargas
colegiales, entre las que se incluyen, y consagrando en el artículo 34,a) el deber de levantar
las cargas colegiales. Por tanto, los derechos de intervención profesional se configuran en el
Estatuto General de la Abogacía como cargas colegiales asimiladas en todo a las cuotas, aún
cuando tengan carácter proporcional, que están destinadas al sostenimiento de los Colegios y
se constituye en una fuente de financiación colegial como un Recurso ordinario de los
mismos.
Desde este punto de vista, sentado que los Colegios tienen competencia a través de
sus Juntas de Gobierno ( Art. 53, f ) para fijar las cuotas para el sostenimiento de las cargas y
servicios colegiales, en la medida que los Colegios recauden los derechos de intervención
profesional no estarán sino ejerciendo una función estatutaria para lo que son plenamente
competentes y que en nada está afecta de duda alguna de legalidad o vigencia.
Los ataques al sistema de recaudación de recursos colegiales a través de los derechos
de intervención profesional han venido desde distintos campos que podemos resumir en dos
aspectos: Para unos, porque se confunde la causa, (el requisito procesal del bastanteo) con la
consecuencia (el pago de una cantidad al Colegio). Siguiendo este argumento, si no es
preciso bastantear el poder, no es necesario pagar los derechos por "bastanteo". Se olvidan
estos que también existía, vigente el régimen de los antiguos bastanteos, el deber de
satisfacer los derechos de intervención profesional cuando no existiera poder (art.123
apartado e) del ya derogado Estatuto General de la Abogacía) y que los Colegios tienen
autonomía para determinar sus recursos ordinarios y formas de repercutirlos a sus colegiados.
89
-90Otros confunden la naturaleza jurídica de los derechos de intervención profesional y
consideran que constituyen una tasa, un gravamen, olvidando que son algo tan simple y tan
expresamente recogido en las normas colegiales como una carga corporativa, en definitiva
una percepción colegial asimilada a las cuotas colegiales.
El Consejo General de la Abogacía Española, el 25 de Junio del 1992 y la Asamblea de
Decanos del día siguiente, recogiendo la experiencia hasta aquella fecha, y la posición
jurisprudencial sustituyó la antigua denominación de bastanteos, configurando los derechos
por intervención profesional que "constituyen una carga que éste debe satisfacer tanto si hay
bastanteo como si este no es exigible y se devenga con ocasión de la primera intervención.
En los Colegios donde esté establecido el sostenimiento de la Corporación, total o
parcialmente por éstos, el importe de dichos derechos deberá ser satisfecho con cargo al
Letrado obligado a soportar esta prestación".
Con las anteriores matizaciones el mecanismo recaudatorio de los derechos de
intervención profesional han pasado todos los controles de legalidad y son numerosas las
resoluciones judiciales de todos los órdenes que lo han declarado ajustado a derecho(5), y se
constituyen en una forma de financiación colegial que tiene la ventaja sobre el sistema
tradicional de cuotas igualitarias, el introducir un elemento de progresividad de forma que
contribuya en mayor medida al levantamiento de las cargas corporativas quien obtiene
mayores ingresos, lo que se explícita en los procedimientos que tramita, pese a sus
críticas.e.imperfecciones.
El nuevo Estatuto General de la Abogacía, contempla los derechos de intervención
profesional como cuota variable a satisfacer por los Letrados con el carácter de carga
corporativa y sus consecuencias inherentes en orden a reclamarlos, su sanción disciplinaria
por incumplimiento y en su caso, baja en la Corporación. Con ligeras matizaciones se ha
mantenido en las distintas redacciones que ha tenido el Proyecto.
En el trámite
correspondiente, el Consejo de Estado al dictaminar el Proyecto no puso mayores objeciones
de legalidad al sistema más que evidentemente su desconexión con la fórmula del
"bastanteo", insertándolo en el terreno de las cuotas corporativas variables que los Colegios
de Abogados pueden establecer a cargo de todos y cada uno de sus miembros.
Establecida la legalidad de que los Colegios perciban de sus colegiados en concepto de
carga colegial, como cuota variable de los importes correspondientes a los derechos de
90
-91intervención profesional, debe abordarse la legalidad de las pólizas de la Mutualidad. El
Decreto de 9 de Mayo de 1974 que sustituye a otro anterior de 1970, estableció el uso
obligatorio de las pólizas de la Mutualidad y de papel profesional de la Abogacía. Dicha norma
no consta que haya sido derogada por ninguna otra, sin que tampoco pueda entenderse
derogada por contrario imperio, toda vez que, ninguna norma posterior se opone frontalmente
a las prescripciones de este Decreto. Ni la Ley 25/1986 que suprimió las tasas procesales ni
las sucesivas reformas de la Ley de Enjuiciamiento Civil, incluida la Ley 1/2000 que,
minuciosamente, fue dejando sin vigor normas de todo rango, pueden suponer una derogación
de estas normas. Por el contrario, la Ley 30/1995 que introdujo un cambio importante en la
estructura jurídica de la Mutualidad General de la Abogacía, en nada afectan a estos recursos
impersonales que quedaron vinculados al Fondo de Obra Social con separación económica y
financiera que, fue autorizado a la propia Mutualidad General de la Abogacía, por resolución
de la Dirección General de Seguros de 26 de Junio de 1996.
Los Colegios que tienen la condición de socios protectores de la Mutualidad, colaboran
con aquella en la recaudación de las pólizas para destinar su importe a Obra Social de ambas
instituciones. Ello es así desde la creación de las pólizas por el Decreto citado que, distribuye
los porcentajes de lo que se recaude, en dos partes, para el Colegio y la Mutualidad, a
condición de que se destine a atenciones.de.asistencia.social.
Configuradas en el Decreto 1426/1974 y en el propio Estatuto General de la Abogacía,
las pólizas de la Mutualidad como cargas corporativas de los abogados, la obligatoriedad de
su pago viene impuesta, no sólo por la norma de su creación, sino por la propia Ley de
Colegios Profesionales, que permite el establecimiento de cuotas y otras percepciones para
asegurar el cumplimiento de los fines colegiales (art. 6.3.F) de la Ley 2/1974) y resulta
innegable que la Obra Social es sin duda uno de los fines que está en el origen y
mantenimiento.de.los.Colegios.
Recientemente, al responder a una consulta formulada por la Mutualidad en relación al
Fondo de Obra Social, la Dirección General de Seguros, con fecha 26.1.2001, no ha formulado
objeción de legalidad alguna a las pólizas de la Mutualidad, ni dudas sobre la vigencia del
decreto que las crea como recursos ordinarios para el fondo que, en su día fue autorizado,
concretándose en todo caso la voluntaria adscripción a la Mutualidad en los términos de la Ley
30/1995 y a la voluntariedad de las aportaciones de los mutualistas y de los protectores, lo que
en nada empece a que los Colegios puedan en el ámbito de sus competencias proseguir la
recaudación de estas cargas colegiales, dándoles.el.destino.procedente.
91
-92Aún a fuerza de repetir en parte lo argumentado respecto de los derechos de intervención
profesional, se ha de señalar que la existencia de las pólizas como carga colegial corporativa
no se ve afectada, ni por la Ley 16/1989 en relación a la libre competencia pues obligan por
igual a todos los profesionales, ni por la Ley 7/1997 que modificó la de Colegios Profesionales
y dejó inalterado el artículo.indicado.más.arriba.
El cumplimiento de estas cargas colegiales establecido con carácter general es una
consecuencia de la obligatoriedad de incorporación a los Colegios para el ejercicio de las
profesionales tituladas. Superados los conceptos anteriores, en nada afectan a la regulación
de los honorarios que queda por mandato legal a la libre contratación de las partes, sin que
salvo pacto expreso entre ambas, pueda repercutirse al cliente lo pagado por estos conceptos
y por supuesto en ningún caso a la contraparte condenada en costas.
Evidentemente, en el mundo del Derecho todo es opinable y cualquier opinión jurídica e
interpretación normativa susceptible de mejora, revisión o cambio por otra mejor o más
fundada en Derecho. Como colofón cabe señalar, aunque no sea a título de conclusiones, que
entre las distintas posibilidades de financiación colegial se considera ajustada a Derecho la
percepción de cuotas fijas y variables como autorizan la Ley de Colegios Profesionales y el
E.G. Abogacía.
Los derechos de intervención profesional deben ser considerados como cuotas variables
a satisfacer por los colegiados en función de los procesos judiciales en.que.intervienen.
Las pólizas de la Mutualidad tienen su base jurídica adecuada en el Decreto de su
creación y en las disposiciones estatutarias que las equiparan a cargas colegiales.
El Tribunal Supremo en resolución de 12 de Diciembre de 2000 (10) ha tenido ocasión
de pronunciarse sobre un tema similar como es el de la financiación de los Colegios de
Procuradores de los Tribunales en el sentido de la procedencia de los sellos de aceptación de
defensa e instrumentos recaudatorios de aquella corporación profesional ya que el importe de
los sellos son ingresos ordinarios del Colegio a cuyo pago están obligados los colegiados,
declarando la adecuación de tales normas a la Ley de Colegios Profesionales.
Unos y otras, juntos o separadamente, en forma de instrumento único, constituyen una
alternativa lícita, proporcional y razonable de financiación de los Colegios y de las atenciones
sociales de estos, que no son contrarios al ordenamiento jurídico y que en la medida que son
aprobados por el órgano competente en la redacción de los Presupuestos del Colegio obligan
a todos los colegios.
92
-93La importancia de la función pública que los Colegios de Abogados desempeñan,
aconsejaría que se les dotara de unos instrumentos de financiación adecuados al futuro, no
obstante sería desafortunado prescindir de un modelo que funciona y se revela razonable
hasta que los Poderes Públicos encaren responsablemente la regulación de la profesión en el
futuro.
NOTAS JURISPRUDENCIALES:
- En cuanto al bastanteo, la Sala 1ª del T.S., manifiesta que se trata de un formulismo cuya omisión no tiene otro
alcance que el de ser un vicio formal no constitutivo de defecto susceptible de quebrantamiento de requisitos
esenciales (SS 28 Diciembre de 1962, 3 de Octubre de 1963, Auto de 27 de Octubre de 1982 y SS de 29 de
Abril de 1985), y sí, únicamente, con un significado meramente económico y una proyección colegial. Sobre
inclusión de los bastanteos en la tasación de costas a cobrar a la parte demandada, la Sala considera que las
pólizas de las Mutualidades son estricta significación y obligación colegial, imponiéndose su pago, por tanto, a la
parte condenada en costas. En cuanto al bastanteo del poder la Sala afirma que, si bien tuvo justificación
pretérita, en la actualidad ha perdido prácticamente su razón de ser, para convertirse en un formulismo con sola
significación económica y proyección colegial, lo que explica la suavización por la jurisprudencia de la severidad
del artículo 3 de la L.E.C. de 3 de Febrero de 1981, entendido que se cumple la disposición siempre que se
asevera la suficiencia del poder en el escrito conteniendo las alegaciones o en el de personación, aunque la hoja
de bastanteo no esté firmada (cfr. T.S. 1ª SS 26 de Enero de 1960, 28 de Diciembre de 1962), siendo evidente
que el importe de los derechos que su uso comporta no puede ser incluido en la tasación de costas.
- En la Sentencia nº 1.117, de 11 de Diciembre de 1993, Sala de lo Contencioso-Administrativo del T.S.J. de la
Comunidad Valenciana, en relación con una reclamación efectuada por el Ilustre Colegio de Abogados contra un
letrado para que subsanase el pago de los derechos correspondientes a su actuación profesional en asunto de
intervención obligatoria para su cliente, se consideran cargas corporativas todas las impuestas por el Colegio,
cualquiera que sea su clase, así como también las del Consejo General y Mutualidad, conforme el artículo 46.a)
del Estatuto General de la Abogacía, las cargas son impuestas a los colegiados y, en consecuencia, éstos no
pueden repercutir en los clientes, por lo que en principio , su cumplimiento no tiene por qué agravar la situación de
los justiciables.
- En la Sentencia de la Sala 1ª de lo Civil, Auto 280, de 7 de Octubre de 1988, la Sala considera que de la
regulación de la tasación de costas contenida en la LE.C. de 3 de Febrero de 1981, y en particular de sus
artículos 423 y 424, se desprende que las partidas de las minutas que no expresen detalladamente no se
comprenderán en la tasación, sin perjuicio del derecho de los interesados para reclamarlas, si les conviniere,
como
corresponda,
conforme
previene
el
artículo
425
de
Ley
Procesal
Civil.
De acuerdo al criterio sustentado por el T.C. Sala 2ª, Sentencia de 26 de Febrero de 1990, el Consejo General
dejó establecido que los derechos de bastanteo constituyen una carga colegial que debe ser satisfecha por el
Letrado director al Colegio al que corresponda; como tal carga colegial, es obligatoria, y uno de los medios
económicos de sostenimiento de la Corporación.
93
-94- En la Sentencia nº 544, de 12 de Junio de 1995, Sala de los Contencioso-Administrativo del T.S.J. de
Extremadura, el Ilustre Colegio de Abogados de Cáceres exigía el abono del importe del bastanteo pólizas de la
Mutualidad a un abogados ejerciente, la Sala afirma que, los Colegios de Abogados son competentes para
reclamar a los abogados el pago de las pólizas porque por imperativo del artículo 3º.4 del Decreto de 1974, el
70% de la recaudación se destina al Colegio donde se genera el ingreso. La recaudación efectuada por el
Colegio se considera acto administrativo porque se efectúa en el ejercicio de competencias instrumentales
imprescindibles para el cumplimiento de fines públicos.
- En la Sentencia nº 668, de 6 de Marzo de 1998, la Sala de lo Social del T.S.J. Del Principado de Asturias,
considera que la bonificación por ejercicio profesional tiene carácter graciable, y su cuantía estará en función de
la recaudación anual de pólizas.
El Juzgado de lo Social de Segovia, con fecha 9 de Marzo de 1999, afirma que el derecho a obtener un
complemento por ejercicio profesional de la abogacía se reconocerá, en las condiciones y cuantías fijadas por la
Asamblea General, en función de la adscripción de
fondos procedentes de la recaudación de pólizas.
- La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 12 de Diciembre de 2000, recurso de casación nº 6742/96, Sala
de lo Contencioso-Administrativo, Sección 6ª, ponencia de D. Juan Antonio Xiol Ríos, no sólo declara la
adecuación a la legalidad como cargas corporativas de tales derechos, sino que además establece que la
determinación de las mismas pertenece a la autonomía colegial y las disposiciones estatutarias en la materia se
estiman en vigor y tales percepciones tienen carácter obligatorio sin que les afecte la doctrina jurisprudencia del
carácter superfluo de los gastos derivados del bastanteo, en relación con la tasación de costas y
consiguientemente con los gastos profesionales que puedan trasladarse a la parte contraria, ya que aquella
doctrina en nada arguyen en cuanto al carácter obligatorio o no de dichas cargas del profesional en relación con
su Colegio.
94
-95-
LA REPRESENTACIÓN PROCESAL DE OFICIO.
Otra de las forma en que queda conferida la representación al Procurador, distinta del
poder notarial y del apoderamiento “apud acta”, es la designación en el turno de oficio. La
representación por
turno de oficio es una obligación del Procurador según el E G P T.
Tambien los Notarios tienen un turno especial de carácter gratuito para el otorgamientos de
poderes, copias y testimonios de personas que hayan obtenido el beneficio de justicia gratuita
o hayan solicitado su concesión. ( Art. 130 del Reglamento Notarial, aprobado por Real
Decreto de 2 de Junio de 1.944)
La designación de Procurador por el Colegio responde a dos supuestos:
- Solicitud realizada mediante comparecencia ante el Tribunal por quien no dispone de medios
para ser representado por causídico, en virtud de la Ley de Justicia Gratuita.
- Solicitud realizada ante el Colegio de Procuradores solicitando se le nombre Procurador de
oficio ante el desconocimiento de cualquier profesional, o que ninguno de los de la población
quiera hacerse cargo de su representación procesal.
El Oficio del Colegio de Procuradores nombrando representante supone, sin más, el
otorgamiento de la representación que de nos rehusada expresa y justificadamente por el
Procurador designado, se entenderá que la acepta.
La Orden de 3 de junio de 1.997 vino a establecer los requisitos generales mínimos de
formación y especialización necesarios para prestar los servicios de asistencia jurídica gratuita
a los Abogados y Procuradores. (BOE 17/06/97).
En dicha orden, como mínimo se establece que el Abogado que pretenda incorporarse al
Turno de Oficio deberá tener residencia habitual y despacho abierto en el ámbito del colegio
respectivo, acreditar más de tres años en el ejercicio efectivo de la profesión, y estar en
posesión del diploma del curso de Escuela de Práctica Jurídica o de cursos equivalentes
homologados por los Colegios de Abogados o Procuradores o haber superado los cursos o
pruebas de acceso a los servicios de turno de oficio y asistencia letrada al detenido
establecidos por las Juntas de Gobierno de los Colegios de Abogados.
Para los Procuradores se exige tan sólo la residencia y despacho abierto en el partido
judicial y acreditar la asistencia a los cursos de formación que hayan organizado los Colegios
de Procuradores y haber superado las pruebas de aptitud correspondientes.
95
-96Las principales NORMAS REGULADORAS DE LA ASISTENCIA JURÍDICA GRATUITA en
lo que a nuestra Comunidad Autonómica se refiere, están contenidas en el Decreto
29/2001,de 30 Enero, del Gobierno Valenciano, de Asistencia de Jurídica Gratuita. Consellería de
Justicia y Administraciones Públicas, por lo que se transcriben los principales artículos del mismo.
Artículo.1
1. A los efectos del presente reglamento, se entenderá que la prestación contenida en el apartado d)
del artículo 2 de la Ley 1/1996, de 10 de enero, de Asistencia Jurídica Gratuita, es directamente
aplicable para la defensa en juicio, si bien, para la obtención del resto de prestaciones que comprende
el derecho a la asistencia jurídica gratuita, habrá de instarse el oportuno reconocimiento y se seguirá el
procedimiento ordinario.
2. En el orden penal, en aquellos procedimientos que se tramiten como consecuencia de casos de
violencia doméstica o de malos tratos a menores, la víctima, siempre que acredite la insuficiencia de
recursos para litigar, tendrá derecho a la totalidad de las prestaciones a que hace referencia el artículo
6 de la Ley 1/1996, de 10 de enero, de Asistencia Jurídica Gratuita, incluida la defensa y
representación gratuitas por abogado y procurador, aún cuando no sea preceptiva la intervención de
estos profesionales en el-procedimiento-judicial.
En estos supuestos, los Colegios de Abogados y las Comisiones de Asistencia Jurídica Gratuita darán
prioridad a la tramitación de las correspondientes solicitudes de asistencia-jurídica-gratuita.
3. Igualmente, se entenderá que los extranjeros que no residan legalmente en España, además del
derecho a la asistencia, defensa y representación gratuitas en el orden penal, conforme dispone el
apartado e) del artículo 2 de la Ley 1/1996, de 10 de enero, de Asistencia Jurídica Gratuita, tendrán
derecho también a la asistencia, defensa y representación gratuitas en el orden contencioso
administrativo, y en la vía administrativa previa, en cuantas actuaciones incidan directamente en su
situación de ilegalidad en el territorio nacional, siempre que reúnan los requisitos que sobre capacidad
económica establece el artículo 3 de la mencionada ley.
Artículo 2
A los efectos del presente reglamento, se entenderá que para el reconocimiento del derecho a la
asistencia jurídica gratuita a que se refiere el artículo 3.1 de la Ley 1/1996, de 10 de enero, de
Asistencia Jurídica Gratuita, deberán computarse en bruto, anualmente, por todos los conceptos y por
unidad familiar, los recursos e ingresos económicos-de-los-solicitantes.
Aún en los supuestos en que de la declaración del IRPF, correspondiente al último ejercicio fiscal, se
desprenda un volumen de ingresos superior al doble del salario mínimo interprofesional, será
reconocido el derecho cuando, en la fecha de la solicitud, se acredite documentalmente que la
situación laboral y los ingresos del solicitante revelan-insuficiencia-de-recursos-para-litigar.
Artículo 3
A los efectos del presente reglamento, y para el reconocimiento excepcional del derecho regulado en el
artículo 5 de la Ley 1/1996, de 10 de enero, de Asistencia Jurídica Gratuita, la Comisión de Asistencia
Jurídica Gratuita competente computará en bruto los recursos e ingresos de los solicitantes que, aún
superando los límites previstos en el artículo 3 de la mencionada Ley, no excedan del cuádruplo del
salario mínimo interprofesional.
Título-II
Organización y funcionamiento de las comisiones de asistencia jurídica gratuita
Artículo 4. Ámbito territorial, funciones y competencias de las Comisiones de Asistencia Jurídica
Gratuita
1. Las Comisiones de Asistencia Jurídica Gratuita constituidas al amparo de la Ley 1/1996, de 10 de
enero, en las ciudades de Alicante, Castellón de la Plana y Valencia tienen competencia territorial en el
ámbito de su respectiva provincia.
2. Las Comisiones, dentro de su correspondiente ámbito territorial, ejercerán las funciones y
competencias previstas por la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, por el Reglamento de Asistencia
Jurídica Gratuita aprobado por el Real Decreto 2.103/1996, de 20 de septiembre, y por este
96
-97Reglamento.
Artículo 5. Delegaciones de las Comisiones de Asistencia Jurídica Gratuita
1. Por decreto del Gobierno Valenciano se podrán crear delegaciones de las Comisiones de Asistencia
Jurídica Gratuita, en aquellos casos en los que el volumen de asuntos a tratar u otras causas
justificadas lo aconsejen.
2. El decreto de creación determinará el ámbito territorial de la Delegación y fijará su composición, en la
que estarán representadas las mismas instituciones que integren las Comisiones de Asistencia Jurídica
Gratuita.
3. Las Delegaciones tendrán las mismas funciones que las Comisiones de Asistencia Jurídica Gratuita,
actuando conforme a las directrices y criterios generales que, para reconocer el derecho a la asistencia
jurídica gratuita, establezcan las Comisiones provinciales, y siéndoles de aplicación las reglas de
funcionamiento que se prevén en este Reglamento.
Artículo 6. Composición de las Comisiones de Asistencia Jurídica Gratuita y designación de sus
miembros
1. Las Comisiones de Asistencia Jurídica Gratuita, de conformidad con lo establecido en el artículo 10
de la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, y artículo 3 del Reglamento de Asistencia Jurídica Gratuita
aprobado por el Real Decreto 2.103/1996, de 20 de septiembre, están presididas por un miembro del
Ministerio Fiscal, que será designado por el fiscal jefe de la Fiscalía, el Tribunal Superior de Justicia o,
en su caso, de la Audiencia Provincial.
2. Asimismo forman parte de las Comisiones los siguientes vocales:
a) Un letrado del Gabinete Jurídico de la Generalitat Valenciana, designado por el director del citado
Gabinete.
b) Un funcionario de la Generalitat Valenciana, licenciado en Derecho, de entre quienes ocupen
puestos de trabajo cuyo desempeño esté reservado a funcionarios pertenecientes al grupo A de
Administración General, designado por el responsable del departamento de la Generalitat Valenciana
que tenga atribuidas las competencias en materia de justicia.
c) El decano del Colegio de Abogados de la Provincia, o el letrado en quien delegue.
d) El decano del Colegio de Procuradores de la Provincia, o el procurador en quien delegue.
En las provincias donde exista más de un Colegio de Abogados o de Procuradores, su representante
será designado de común acuerdo por los decanos de éstos.
En el supuesto de que los Colegios no realizaran la designación de conformidad con lo establecido,
ésta será efectuada por el Consejo Superior de los Colegios Profesionales correspondiente.
3. Las funciones de secretario de las Comisiones corresponderán al vocal representante de la
Generalitat Valenciana mencionado en el apartado 2.b).
4. Al objeto de garantizar la continuidad de los trabajos y el buen funcionamiento de las Comisiones, se
nombrará un suplente por cada miembro, incluido el presidente. Los miembros titulares y suplentes
podrán actuar indistintamente.
Artículo 7. Dependencia orgánica, soporte administrativo y sede
1. Las Comisiones de Asistencia Jurídica Gratuita quedarán adscritas orgánicamente al departamento
de la Generalitat Valenciana que tenga atribuidas las competencias en materia de justicia.
2. El departamento de la Generalitat Valenciana que tenga atribuidas las competencias en materia de
justicia y las Direcciones Territoriales de la Conselleria correspondiente, en Alicante y Castellón,
prestarán el soporte administrativo y el apoyo técnico necesario para el funcionamiento de las
Comisiones de Asistencia Jurídica Gratuita.
3. Las Comisiones de Asistencia Jurídica Gratuita tendrán su sede en las dependencias que los
órganos mencionados en el apartado anterior pongan a su disposición o, en su caso, en las de los
órganos jurisdiccionales radicados en su ámbito territorial.
Artículo 8. Información sobre los servicios de justicia gratuita
1. Las Comisiones dispondrán de las listas de colegiados ejercientes adscritos a los servicios de
asistencia jurídica gratuita, con indicación de su domicilio profesional y, en su caso, de
especializaciones por órdenes jurisdiccionales o en las diversas ramas jurídicas.
97
-982. En las sedes de las Comisiones se expondrán las normas de funcionamiento, sede y horario de
atención al público de los Servicios de Orientación Jurídica de los Colegios de Abogados.
Título IV
Organización de los servicios de asistencia letrada, defensa y representación gratuitas
.......
.......
...........
.......
.....................
Artículo 27. Gestión colegial de los servicios
1. Los Consejos Superiores de los Colegios de Abogados y de los Colegios de Procuradores, y los
Colegios de Abogados y Procuradores, regularán y organizarán, a través de sus Juntas de Gobierno,
los servicios de asistencia letrada y de defensa y representación gratuitas, garantizando en todo caso
su continuidad, atendiendo a los principios de eficiencia y funcionalidad, de distribución objetiva y
equitativa de los distintos turnos y medios y, cuando el censo de profesionales lo permita, de
especialización por órdenes jurisdiccionales.
2. Los sistemas de distribución de los distintos turnos y medios para la designación de los profesionales
de oficio serán públicos para todos los colegiados y podrán ser consultados por los solicitantes de
asistencia jurídica gratuita.
Artículo 28. Servicios de Orientación Jurídica
1. Cada Colegio de Abogados contará necesariamente con un Servicio de Orientación Jurídica, que
prestará el asesoramiento previo a los peticionarios de asistencia jurídica gratuita, la información sobre
el cumplimiento de los requisitos necesarios para su reconocimiento y el auxilio en la redacción de los
impresos normalizados.
2. Los Colegios de Abogados adoptarán las medidas precisas para facilitar el acceso de los ciudadanos
a los Servicios de Orientación Jurídica y para difundir adecuadamente la localización de sus
dependencias y funciones.
Artículo 29. Turno de Guardia permanente
1. Para la prestación del servicio de asistencia letrada al detenido, todos los Colegios de Abogados
constituirán un Turno de Guardia permanente, de presencia física o localizable de los letrados, y a
disposición de dicho servicio durante las 24 horas del día.
2. Cada Colegio podrá, para todo su territorio o individualmente para cada una de sus demarcaciones,
asignar guardias diarias o semanales. El número de letrados del Turno de Guardia deberá ser
suficiente para la atención adecuada del servicio, existiendo como mínimo uno.
3. Todas las asistencias, salvo las previstas en el apartado 3 del artículo 40 de este Reglamento, serán
retribuidas conforme a la partida "Asistencia ordinaria al detenido" que figura en el baremo incluido en
el anexo II. Excepcionalmente, cuando la media de asistencias diarias en cada demarcación territorial
de los Colegios, con inclusión de las previstas en el citado artículo 40.3, sea igual o superior a tres por
cada letrado de guardia, se retribuirá a éste con la compensación fija prevista como "Servicio de
guardia" en el anexo II de este Reglamento.
4. A los efectos previstos en el apartado anterior, las Juntas de Gobierno de cada Colegio acordarán, al
principio de cada año natural y con validez para todo él, las demarcaciones que están sujetas al
sistema de retribución fija por día de guardia. De dicho acuerdo se dará traslado a la Consellería que
asuma las competencias de justicia, que lo podrá revocar si no resultara justificada en dichas
demarcaciones la media de tres asistencias por letrado y día en el ejercicio anterior.
Artículo 30. Formación y especialización
Sin perjuicio de los requisitos generales mínimos de formación, especialización y previa experiencia
profesional, que establezca el Ministerio de Justicia, para la prestación de servicios de asistencia
jurídica gratuita, el departamento de la Generalitat Valenciana que tenga atribuidas las competencias
en materia de justicia podrá establecer requisitos complementarios de obligado cumplimiento para los
Colegios Profesionales de la Comunidad Valenciana.
Artículo 31. Responsabilidad patrimonial
98
-991. De conformidad con lo establecido en el artículo 26 de la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita y en el
artículo 24 del Reglamento de Asistencia Jurídica Gratuita aprobado por el Real Decreto 2.103/1996,
de 20 de septiembre, los daños producidos por el funcionamiento de los servicios colegiales de
asistencia jurídica gratuita serán resarcidos conforme a lo dispuesto por la Ley de Régimen Jurídico de
las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.
2. La anulación o modificación de las decisiones adoptadas por los Colegios Profesionales respecto de
las designaciones provisionales de abogado y de procurador, que sean acordadas por las Comisiones
de Asistencia Jurídica Gratuita en el momento de dictar resolución, o por los órganos judiciales que
resuelvan las impugnaciones previstas en el artículo 20 de la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, no
suponen en sí mismas título de imputación de responsabilidad a los Colegios Profesionales.
3. La tramitación de las reclamaciones de indemnización se ajustará a lo previsto en el Real Decreto
429/1993, de 26 de marzo, por el que se aprobó el Reglamento de los Procedimientos de las
Administraciones Públicas en Materia de Responsabilidad Patrimonial, en lo que sea de aplicación y,
en todo caso, con las siguientes precisiones:
a) El procedimiento de reclamación de indemnización se iniciará mediante solicitud del interesado, que
se dirigirá y presentará ante el Colegio Profesional que corresponda.
b) La resolución final del procedimiento será adoptada por la Junta de Gobierno del Colegio, previo
dictamen de la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita correspondiente y del Consejo Jurídico
Consultivo de la Comunidad Valenciana. En todo caso, la resolución final deberá notificarse a la
Comisión correspondiente y al departamento de la Generalitat Valenciana que tenga atribuidas las
competencias en materia de justicia.
Artículo 32. Coordinación entre los Colegios de Abogados y de Procuradores
1. El reconocimiento del derecho de asistencia jurídica gratuita conllevará, excepto en el supuesto de
renuncia previsto en el artículo 28 de la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, la designación de abogado
y, en su caso, de procurador.
2. Los Colegios de Abogados y Procuradores actuarán de manera coordinada para efectuar
simultáneamente las designaciones que procedan en cada caso, no pudiendo actuar al mismo tiempo
un abogado de oficio y un procurador libremente elegido, o viceversa, salvo que el profesional de libre
elección renuncie por escrito a percibir sus honorarios o derechos ante el titular del derecho a la
asistencia jurídica gratuita y ante el Colegio en el que se halle inscrito.
3. En el momento de efectuar la solicitud del derecho a la asistencia jurídica gratuita, o una vez
reconocido éste, los interesados podrán renunciar expresamente a la designación de abogado y
procurador de oficio, nombrando libremente a profesionales de su confianza. Dicha renuncia habrá de
afectar simultáneamente al abogado y al procurador.
4. La renuncia posterior a la designación, que asimismo deberá afectar simultáneamente al abogado y
al procurador designados de oficio, deberá ser comunicada expresamente a la Comisión de Asistencia
Jurídica Gratuita y a los correspondientes Colegios Profesionales y no implicará la pérdida de las
demás prestaciones reconocidas por la concesión del derecho de asistencia jurídica gratuita. En este
supuesto el beneficiario del derecho deberá reintegrar las cantidades que, con cargo a fondos públicos,
hayan sido abonadas a los profesionales designados.
5. En ningún caso podrá retribuirse a más de un abogado o procurador por una misma actuación
profesional en el curso del mismo proceso, con cargo a fondos públicos, salvo el caso de muerte o baja
en el ejercicio de la profesión.
6. A los efectos previstos en los apartados anteriores, los Colegios de Abogados y de Procuradores
adoptarán las medidas necesarias para asegurar la efectiva y mutua comunicación de las renuncias de
los profesionales a la percepción de honorarios y derechos, y de las de los interesados a las
designaciones de oficio.
Artículo 33. Obligaciones profesionales
1. De conformidad con lo establecido en el artículo 23 de la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, los
profesionales inscritos en los servicios de justicia gratuita desarrollarán su actividad con libertad e
independencia de criterio, con sujeción a las normas deontológicas y a las reglas y directrices que
99
-100disciplinan el funcionamiento de los servicios colegiales de justicia gratuita.
En los procedimientos en los que no sea preceptiva la intervención de procurador, la designación de
letrado se hará a los efectos de asumir tanto la defensa como la representación, siempre que,
conforme a las Leyes procesales que sean de aplicación al procedimiento de que se trate, dicha
representación pueda ser asumida por el propio letrado.
2. Conforme a lo establecido en el artículo 31.1 de la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, los abogados
y procuradores designados de oficio desempeñarán sus funciones de forma real y efectiva hasta la
finalización del procedimiento en la instancia judicial de que se trate y, en su caso, la ejecución de la
sentencia, siempre que las actuaciones procesales en esta última fase se produjeran dentro de los dos
años siguientes a la resolución judicial dictada en la última instancia en la que haya intervenido el
mismo letrado y procurador encargado de la ejecución.
Transcurrido el plazo de dos años a que se refiere el párrafo anterior, las designaciones realizadas se
entenderán caducadas. Sólo procederá la designación de nuevo abogado y procurador para la fase de
ejecución si se reconoce al interesado nuevamente el derecho a la justicia gratuita, previa la tramitación
del correspondiente expediente.
3. Sólo en el orden penal podrán los abogados excusarse de la defensa, en los términos previstos en
los párrafos segundo y tercero del artículo 31 de la Ley 1/1996, de 10 de enero, de Asistencia Jurídica
Gratuita.
4. Conforme a lo establecido en el apartado 5 del artículo 3 de la Ley 1/1996, de 10 de enero, para la
prestación del servicio de asistencia letrada al detenido o preso no será necesario que éste acredite
previamente carecer de recursos económicos, pero deberá seguirse el procedimiento establecido en el
artículo 14 del presente reglamento.
========================================================================
< Modelo de solicitud >
Solicitud de asistencia jurídica gratuita
Con la finalidad de acreditar la concurrencia de los requisitos legales para el reconocimiento del derecho a la
asistencia jurídica gratuita,
DECLARO
Que los datos que relaciono a continuación son ciertos, completos y sin omisión alguna, pretendiendo litigar tan
sólo por derechos propios.
Igualmente declaro saber que:
1º. Esta solicitud no suspende por sí misma el curso del proceso, debiendo solicitar personalmente al órgano
judicial la suspensión del transcurso de cualquier plazo que pudiera provocarme indefensión o preclusión de
trámite.
2º. Mis datos serán incluidos en un fichero de carácter automatizado, siendo destinatarios de la información el
S.O.J. del Colegio de Abogados competente, la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita, el departamento de la
Generalitat Valenciana que tenga atribuidas las competencias en materia de justicia y el órgano judicial que
conozca del pleito principal.
La respuesta a los datos solicitados es de carácter obligatorio y la negativa a suministrarlos supondrá la
desestimación de la solicitud.
Conozco mi derecho de acceso, rectificación y cancelación de datos.
3º. La desestimación de esta solicitud por la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita implicará, en su caso, el
abono de honorarios y derechos económicos ocasionados por la intervención de los profesionales
provisionalmente designados.
4º. La declaración errónea, falsa o con ocultación de datos relevantes conllevará la revocación del reconocimiento
del derecho, dando lugar a la obligación de pago de las prestaciones obtenidas, sin perjuicio de las
responsabilidades de otro orden que correspondan.
... , a ... de ... de ...
(firma)
100
-101* Antes de cumplimentar el impreso lea detenidamente el contenido de la declaración y las instrucciones
contenidas en la última página.
1. Datos personales
A) DECLARANTE:
Nombre:
1er apellido:
2º apellido:
DNI:
Fecha de nacimiento:
Estado civil:
Profesión:
Domicilio: Calle/Plaza: Nº :
Localidad: Cód. Post. :
Provincia:
Teléfono:
B) B) CÓNYUGE : (1)
Nombre:
1er apellido:
2º apellido:
DNI:
Fecha de nacimiento:
Estado civil:
Profesión:
Domicilio: Calle/Plaza: Nº :
Localidad: Cód. Post.:
Provincia:
Teléfono:
C) FAMILIARES QUE CONVIVEN CON EL DECLARANTE:
Parentesco Nombre 1er apellido 2º apellido Edad
2. Datos económicos
A) INGRESOS ANUALES POR UNIDAD FAMILIAR:
Origen (2) Importe bruto Concepto (3)
B) PROPIEDAD DE BIENES INMUEBLES:
Origen (2) Tipo (4) Valoración (5) Cargas (6)
C) PROPIEDAD DE BIENES MUEBLES:
Origen (2) Tipo (7) Valoración (8)
D) OTROS BIENES:
Origen (2) Descripción Valoración
3. Otros datos de interés (9)
4. Pretensión a defender (10)
Cuando el procedimiento está iniciado:
- Juzgado: Núm. procedimiento:
- Asunto:
- Nombre y apellidos del contrario:
Procedimiento a iniciar:
Asunto:
Partido Judicial competente:
5. Documentación que debe adjuntar
- Fotocopia del Documento Nacional de Identidad o Pasaporte del solicitante.
- Fotocopia de la tarjeta de residencia, sólo en caso de ser extranjero el solicitante.
101
-102- Fotocopia del libro de familia.
- Certificado de empadronamiento del solicitante y del resto de personas con quienes conviva.
- Fotocopia de las tres últimas nóminas (11).
- Certificado de liquidación del IRPF y del Patrimonio o, en caso de no haberse realizado, certificación negativa
- Certificado del INEM de período de desempleo y percepción de subsidios y fotocopia de la tarjeta de demanda
de empleo (11).
- Certificado del INSS o del organismo competente del que se esté percibiendo pensión (11).
- Certificado acreditativo del pago de impuestos locales.
- Fotocopia de los títulos de propiedad de bienes inmuebles.
- En su caso, fotocopia del contrato de arrendamiento de la vivienda habitual y fotocopia del último recibo
bancario.
- Certificados de depósitos y de saldos en cuentas corrientes o libretas de ahorro, participaciones en fondos de
inversión o certificados negativos, en su caso.
- Fotocopia del permiso de circulación o certificado de la Jefatura Provincial de Tráfico (12).
* Lea atentamente estas instrucciones antes de cumplimentar el impreso
(1) El apartado 1.B) deberá cumplimentarlo únicamente si es casado.
(2) Debe identificar si el perceptor es el declarante, el cónyuge, hijos u otros familiares.
(3) Debe indicar si se trata de salarios, pensiones por jubilación o invalidez, bajas por incapacidad laboral
transitoria, dividendos de acciones u obligaciones, rentas por arrendamientos, becas, etc.
(4) Especifique si se trata de vivienda habitual, otras viviendas, fincas, solares, plazas de garaje, locales
comerciales, lonjas, pabellones industriales, etc.
(5) Indique cual es su valor de mercado, y, si lo desconoce, indique el valor escriturado o el catastral.
(6) Hipotecas o créditos que graven ese bien.
(7) Especifique si se trata de coche, motocicleta, ciclomotor, lanchas, yates, joyas, etc. En caso de coche y
motocicleta, debe indicar marca, modelo y matrícula.
(8) Indique cual es su valor de mercado.
(9) En este apartado debe hacer constar todos aquellos datos que no han tenido cabida en los apartados
anteriores y que tienen trascendencia para su economía familiar. Por ejemplo, declarante o familiares con
grandes minusvalías declaradas o demostrables, estado de salud, obligaciones que pesan sobre el declarante,
costo del proceso, etc.
(10) Debe explicar la pretensión que usted desea hacer valer y el motivo por el que desea acudir ante los órganos
judiciales. En caso de separación o divorcio debe indicar si es contencioso, de mutuo acuerdo o de uno con el
consentimiento del otro, marcando una X en la correspondiente casilla. En caso de ejecución de sentencia debe
indicar la fecha de la misma y aportar una fotocopia.
(11) De todos los integrantes de la unidad familiar y del resto de personas que convivan con el solicitante.
(12) Sólo en caso de delitos contra la seguridad del tráfico.
Sabiendo que la unidad familiar está integrada:
a) Si estoy casado y no separado legalmente: por mi mismo, mi cónyuge y mis hijos menores de edad no
emancipados.
b) Si estoy soltero, separado legalmente o divorciado: por mi mismo y mis hijos menores de edad no
emancipados.
Documentación que debo aportar:
- Fotocopia del Documento Nacional de Identidad o Pasaporte del solicitante.
- Fotocopia de la tarjeta de residencia, sólo en caso de ser extranjero.
- Fotocopia del libro de familia.
- Certificado de empadronamiento.
- Fotocopia de las tres últimas nóminas.
- Certificado de liquidación del IRPF y del Patrimonio, o en caso de no haberse realizado, certificación negativa.
- Certificado del INEM del período de desempleo y percepción de subsidios y fotocopia de la tarjeta de demanda
de empleo.
- Certificado del INSS o del organismo competente del que se esté percibiendo pensión, o en caso de no
percibirla, certificación negativa.
- Certificado acreditativo del pago de impuestos locales.
- Fotocopia de los títulos de propiedad de bienes inmuebles.
- En su caso, fotocopia del contrato de arrendamiento de la vivienda habitual y fotocopia del último recibo
bancario.
- Certificados de depósitos y de saldos en cuentas corrientes o libretas de ahorro, participaciones en fondos de
inversión o certificados negativos, en su caso.
- Fotocopia del permiso de circulación o certificado de la Jefatura Provincial de Tráfico, solo en delitos contra la
seguridad del tráfico.
102
-103TEMA III
Aceptación de la representación. Deberes y derechos. La representación activa y pasiva. El
cese y la renuncia a la representación procesal. La sustitución del Procurador. Desistimiento
voluntario. La revocación del poder El Oficial Habilitado del Procurador.
LA ACEPTACIÓN DE LA REPRESENTACIÓN.
Para que el poder produzca sus efectos jurídicos, materiales y procesales, es necesario
que sea aceptado por el Procurador de ahí su carácter “ recepticio ”.
Teniendo en cuenta que la Procuraduría es una profesión liberal, será voluntaria la
aceptación de la representación en un determinado asunto o de un cliente. En los supuesto de
designación de oficio, bien por justicia gratuita o por mera designación colegial, habría que
justificar la no aceptación de forma razonada.
El Art.28 establece –con desacertada expresión- la denominada representación pasiva
del Procurador estableciendo que “ 1). Mientras se halle vigente el poder, el Procurador oirá y
firmará los emplazamientos, citaciones, requerimientos y notificaciones de todas clases, incluso las de
sentencias que se refieran a su parte, durante el curso del asunto y hasta que quede ejecutada la
sentencia, teniendo estas actuaciones la misma fuerza que si interviniere en ellas directamente el
poderdante sin que le sea lícito pedir que se entiendan con éste. 2). También recibirá el Procurador, a
efectos de notificación y plazos o términos, las copias de los escritos y documentos que los
Procuradores de las demás partes le entreguen en la forma establecida en el artículo 276.”.
Por la aceptación del poder, que se presume al hacer uso de él, surgen unos deberes
(Art.26 LEC) para el Procurador que quedará obligado:
- A seguir el asunto mientras no cese en su representación por alguna de las causas expresadas en
el artículo 30 (por revocación expresa o tácita del poder, por renuncia voluntaria o por cesar en la
profesión o ser sancionado con la suspensión en su ejercicio, fallecimiento del poderdante o del
procurador, o por separarse el poderdante de la pretensión o de la oposición que hubiere formulado y,
en todo caso, por haber terminado el asunto o haberse realizado el acto para el que se hubiere
otorgado el poder.).
- A transmitir al Abogado todos los documentos, antecedentes o instrucciones que se le remitan o
pueda adquirir, haciendo cuanto conduzca a la defensa de los intereses de su poderdante, bajo la
responsabilidad que las leyes imponen al mandatario. Y cuando no tuviese instrucciones o fueren
insuficientes las remitidas por el poderdante, hará lo que requiera la naturaleza o índole del asunto. (
Art.26 2º)
103
-104- A tener al poderdante y al Abogado siempre al corriente del curso del asunto que se le hubiere
confiado, pasando al segundo copias de todas las resoluciones que se le notifiquen y de los escritos y
documentos que le sean trasladados por el Tribunal o por los Procuradores de las demás partes.
(Art.26,3º).
- A trasladar los escritos de su poderdante y de su Letrado a los Procuradores de las restantes
partes en la forma prevista en el artículo 276. (Art.26,4º).
- A recoger del Abogado que cese en la dirección de un asunto las copias de los escritos y
documentos y demás antecedentes que se refieran a dicho asunto, para entregarlos al que se
encargue de continuarlo o al poderdante. (Art.26,5º).
- A comunicar de manera inmediata al Tribunal la imposibilidad de cumplir alguna actuación que
tenga encomendada. (Art.26,6º).
- A pagar todos los gastos que se causaren a su instancia, excepto los honorarios de los abogados
y los correspondientes a los peritos, salvo que el poderdante le haya entregado los fondos necesarios
para su abono. (Art.26,7º).
Una vez aceptado el poder y en el encargo profesional surgen deberes y derechos para el
Procurador, a saber:
DEBERES
A) DEBER DE COLABORACIÓN CON LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA.
Cumplidos los requisitos personales y profesionales o de apoderamiento, el
Procurador puede actuar ante el Tribunal legalmente, y desempeña la función que la ley
determina en cada caso, se trata de una función reglada, ya que en cada caso y supuesto el
Procurador ha de actuar conforme a las normas de procedimiento legalmente establecidas, y
de esa forma adquiere una serie de deberes que se establecen en el Estatuto en los Art. 34 y
siguientes.
Quizá el primordial de todos ellos sea el deber de colaboración que tienen los
Procuradores con los órganos jurisdiccionales en la noble función pública de administrar
justicia. Esta función, que el Procurador desempeña como consecuencia de la
representación y defensa de los intereses de sus representados, es la que ha servido para
asentar en nuestro ordenamiento la preceptividad de la figura del Procurador de los
Tribunales casi de forma concluyente, y por ese motivo, el legislador ha regulado más
efectivamente su actividad dentro del proceso, encomendándole ahora funciones que se
dirigen a obtener eficazmente un proceso sin dilaciones indebidas cuando actúa en juicio.
104
-105Por ello, hoy por hoy, se reconoce al Procurador como un operador jurídico fundamental e imprescindible al ser ineludible colaborador en la función del ejercicio de la potestad de
juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, actuando con profesionalidad, honradez y lealtad, y
debiendo ser probo, veraz y leal en su actuación forense.
Y fue por ello por lo que el
Consejo General del Poder Judicial en reunión, de 26 de febrero de 1.992, ya entendió que
dentro del concepto de “anormal funcionamiento de la administración de justicia” han de
comprenderse las conductas realizadas por cuantos colaboran en el ejercicio de la potestad
de juzgar, teniendo así cabida -sin duda- los actos realizados por el Procurador en su función
colaboradora con el organo ante el que actúa.
B) DEBER DE BUEN TRATO.
Como consecuencia de ser el Procurador, probo, leal y veraz, lógicamente es deber
del mismo mantener un trato correcto con la parte contraria, solidarizarse con el espíritu de
asociación y hermandad, evitando la deslealtad y la competencia ilícita.
Como competencia ilícita han de entenderse entre otras, aquellas actuaciones o
prácticas relativas a la mala aplicación del arancel, o exoneración de algunos artículos del
mismo, o la condonación sistemática de actuaciones profesionales con intención de captar
clientes, o de conservarlos bajo esa irregular e inaceptable conducta.
Quedan a salvo los Procuradores que trabajen al servicio exclusivo de un solo cliente
bajo el régimen de trabajadores por cuenta ajena, en cuyo caso será el Colegio Profesional
el encargado de intervenir, velar y / o mediar en la determinación de sus honorarios
profesionales, por lo que en éste supuesto, de no atenerse al Arancel, no entraría dentro del
campo de la competencia ilícita.
Respecto al deber del buen trato y respecto a los Abogados el Artículo 42 del Estatuto
General de la Abogacía establece que: “ 1. Son obligaciones del Abogado para con la
parte por él defendida, además de las que se deriven de sus relaciones contractuales, el
cumplimiento de la misión de defensa que le sea encomendada con el máximo celo y
diligencia y guardando el secreto profesional” . El párrafo segundo del mismo artículo
establece que “2. el Abogado realizará diligentemente las actividades profesionales que le
imponga la defensa del asunto encomendado, ateniéndose a las exigencias técnicas,
deontológicas y éticas adecuadas a la tutela jurídica de dicho asunto y pudiendo auxiliarse
de sus colaboradores y otros compañeros, quienes actuarán bajo su responsabilidad”.
105
-106Cuestiones éstas que sin duda también resultan de aplicación al Procurador de los
Tribunales en el ámbito de sus específicas funciones.
Serán obligaciones del Procurador y del Abogado para con la parte contraria el
mantener un trato considerado y cortés, así como la abstención u omisión de cualquier acto
que determine una lesión injusta para la misma. (Art.43 EGA).
C) DEBER DE REPRESENTACIÓN GRATUITA.
La obligación de representar y defender gratuitamente a determinados litigantes (
antes denominados "pobres") en los casos previstos por la Ley 1/1996, de 10 de enero, de
Asistencia Jurídica Gratuita, es un deber profesional.
Así establece el Estatuto que los Colegios de Procuradores organizarán un servicio de
representación gratuita, con la finalidad de atender las peticiones de representación procesal
que se deriven del reconocimiento del derecho a la asistencia jurídica gratuita.
Cada Colegio de Procuradores establecerá un sistema de distribución objetiva y equitativa
de los distintos turnos y medios para la designación de los profesionales de oficio.
Dicho sistema será público para todos los colegiados y podrá ser consultado por los
solicitantes de asistencia jurídica gratuita.
Por otra parte el Consejo General o, en su caso, los Consejos de Colegios de Comunidad
Autónoma supervisarán la creación y funcionamiento del servicio y se asegurarán de que la
prestación de la asistencia jurídica gratuita se haga de forma eficaz y continuada. Las
directrices que emitan estos Consejos sobre la organización y funcionamiento de este
servicio serán de obligatorio cumplimiento para los Colegios.
Los Colegios deberán guiarse, en todo caso, por los siguientes principios:
La designación realizada por el Colegio es de aceptación obligatoria para los colegiados.
Sólo en casos excepcionales la Junta de Gobierno, previa audiencia y mediante acuerdo
motivado, podrá dispensar al designado y nombrar otro procurador.
De conformidad con las correspondientes disposiciones legales y reglamentarias, los
Colegios de Procuradores garantizarán la prestación de la representación gratuita y
adoptarán fórmulas que impidan que los servicios de asistencia jurídica gratuita queden
106
-107desprovistos del número de colegiados necesarios para su adecuado funcionamiento.
Podrán ser adscritos al servicio de representación gratuita quienes cumplan los requisitos
establecidos por las Juntas de Gobierno de los Colegios y de conformidad con las
disposiciones legales.
La representación en el supuesto de asistencia jurídica gratuita se regula en el Artículo 44 al
decirse que los servicios de representación prestados a quienes sean acreedores al derecho
de asistencia jurídica gratuita no tendrán coste para sus beneficiarios, sin perjuicio de las
indemnizaciones que pudieran establecer las distintas Administraciones públicas y
corporativas.
La representación, en el ámbito de la asistencia jurídica gratuita irá, inexcusablemente, unida
a la defensa de oficio, de tal suerte que, en ningún caso podrá beneficiarse de este tipo de
representación quien haga uso de abogado de libre elección, salvo lo previsto en el artículo
27 de la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita y lo dispuesto en las
normas dictadas o que se dicten por las Comunidades Autónomas en el ejercicio de sus
competencias estatutarias.
Si el derecho no fuera reconocido, los procuradores intervinientes tendrán derecho a percibir
de sus representados los derechos correspondientes a las actuaciones practicadas.
Hay que dejar claro que ese deber - obligación no es ilimitado o inamovible, pues a tal
efecto, y respecto a los Procuradores de los Tribunales, la L.E.C. en el Art. 30, 2º establece
la posibilidad del cese voluntario en la representación procesal -entre la que no se excluye la
representación gratuita-. Dando por supuesto que el desistimiento de la representación no
debe ser injustificado y caprichoso del procurador. Es decir la renuncia a la representación
ha de estar fundada y fundamentada, pues aunque la representación gratuita sea una carga
inherente a la profesión esa obligación puede ser excusada en concretos supuestos.
La Ley 1/1996, de 10 de enero, de Asistencia Jurídica Gratuita establece en el Artículo 33, las
Obligaciones profesionales de los Abogados y Procuradores que prestan el servicio, indicando que
los profesionales inscritos en los servicios de justicia gratuita desarrollarán su actividad con libertad e
independencia de criterio, con sujeción a las normas deontológicas y a las reglas y directrices que
disciplinan el funcionamiento de los servicios colegiales de justicia gratuita. Igualmente establece ese
artículo que en los procedimientos en los que no sea preceptiva la intervención de procurador, la
designación de letrado se hará a los efectos de asumir tanto la defensa como la representación,
siempre que, conforme a las Leyes procesales que sean de aplicación al procedimiento de que se
trate, dicha representación pueda ser asumida por el propio Letrado.
107
-108Es interesante resaltar que según lo establecido en la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, los
abogados y procuradores designados de oficio desempeñarán sus funciones de forma real y
efectiva hasta la finalización del procedimiento en la instancia judicial de que se trate y, en su
caso, la ejecución de la sentencia, siempre que las actuaciones procesales en esta última fase se
produjeran dentro de los dos años siguientes a la resolución judicial dictada en la última instancia
en la que haya intervenido el mismo letrado y procurador encargado de la ejecución.
Transcurrido el plazo de dos años a que se refiere el párrafo anterior, las designaciones realizadas se
entenderán caducadas.
Sólo procederá la designación de nuevo abogado y procurador para la fase de ejecución si se
reconoce al interesado nuevamente el derecho a la justicia gratuita, previa la tramitación .del
.correspondiente. expediente.
El Art.33,3. establece que sólo en el orden penal podrán los abogados excusarse de la
defensa, en los términos previstos en los párrafos segundo y tercero del artículo 31 de la
Ley 1 / 1996, de 10 de enero, de Asistencia Jurídica Gratuita.
4. Conforme a lo establecido en el apartado 5 del artículo 3 de la Ley 1/1996, de 10 de enero, para la
prestación del servicio de asistencia letrada al detenido o preso no será necesario que éste acredite
previamente carecer de recursos económicos, pero deberá seguirse el procedimiento establecido en
el artículo 14 del presente reglamento.
D) ACREDITAR LA REPRESENTACIÓN : ACEPTAR EL ASUNTO.
Ya hemos indicado que con el primer escrito o demanda el Procurador ha de acompañar el
poder general o especial que le habilite para actuar en el proceso ante el organo al que va
dirigido. Excepto cuando la designación se haya efectuado apud acta o por turno de oficio.
Cuando no se disponga de la copia original puede aportarse fotocopias del mismo, pero el
Juzgado no dará curso a la demanda o escrito hasta que el mismo no se presente
formalmente, evitándose a nuestro entender la preclusión del trámite o plazo al ser éste un
defecto subsanable.
E) DEBER DE INFORMAR AL ABOGADO.
Otro deber que asume el Procurador al actuar como tal en el procedimiento es el de
trasmitir al Abogado todos los documentos o antecedentes e instrucciones que les
remitan o que ellos mismos puedan adquirir, haciendo cuánto conduzca a la defensa de los
intereses de su poderdante bajo la responsabilidad que las leyes imponen al mandatario.
Esta obligación que pesa sobre el Procurador no es ni más ni menos que otra
expresión del principio de tutela judicial efectiva de que goza el justiciable a través de su
actuación mediante la intervención del Procurador en ejercicio. Este deber viene
expresamente recogido en la L. E. C. (Art.26, 2, 2º) asi como en el Estatuto Orgánico.
Esta obligación toma mayor importancia cuando se produce el supuesto que establece
el Art.26,2, 5º de la L.E.C., del cese de la dirección letrada del asunto. Debe el Procurador
recoger la documentación que le fue transmitida al letrado, y la que pudiera tener él mismo,
para ser entregada al nuevo letrado que se encargue de continuarlo.
108
-109F) PAGAR GASTOS DEL PROCEDIMIENTO.
Otro deber estatutario del Procurador es la de pagar los gastos que el procedimiento
origina, así lo recoge igualmente la Ley adjetiva en su art. 26, 7º, pero excepcionando los
honorarios del Letrado, salvo que el cliente específicamente haya entregado fondos al
Procurador a tal efecto. Así pues la Minuta del letrado si bien es un gasto más del
procedimiento según nuestra ley, y como tal puede ser exigido su abono mediante el
procedimiento que la ley establece a favor del letrado en el Art.35 L.E.C. Tras la entrada en
vigor de la L.E.C. de 7 de enero de 2.001 ya no es obligación del Procurador atender sin
excusa alguna los honorarios del Letrado director del asunto.
Debe el Procurador atender los gastos ocasionados en el procedimiento a su
instancia, tales como publicaciones e inserciones de edictos, anotaciones e inscripciones en
Registros del la Propiedad, entre otros.
El pago de los honorarios de peritos forenses, Arquitectos Superiores, Arquitectos
Técnicos, calígrafos, etc, ya no es obligación del Procurador atenderlos como antaño, caso
de impago, no responde el Procurador sino el cliente, ya que el mencionado Art.26,2, 7º, no
obliga al Procurador
atender dicho gasto del proceso, y la ley permite al perito
personalmente reclamar judicialmente sus honorarios, bien en la ejecución de las costas o
incluso sin esperar a dicha fase.
G) INFORMAR AL CLIENTE.
Un deber primordial del Procurador es tener al cliente ( y letrado) siempre al corriente
del curso del proceso según establece el Art.14,5º del Estatuto. La L. E. C. regula esta
obligación del Procurador en el Art. 26 2,3º.
Pero esta obligación ha de entenderse en su estricto sentido práctico: se informará
al cliente cuando expresamente lo solicite y al Letrado en todos los casos, por razones
procesales, prácticas y lógicas.
H) OIR Y FIRMAR NOTIFICACIONES Y DEMAS ACTOS PROCESALES.
Está obligado el Procurador a firmar todas las pretensiones que se presenten a
nombre del cliente por la dirección técnica del asunto.(Art.28,1 LEC) Sin la firma del
Procurador el Letrado no tiene posibilidad de actuación procesal cuando la ley exija
postulación a través del mismo.
109
-110En determinados supuestos, salvará no obstante su responsabilidad en la redacción
de cualquier escrito que no considere oportuno anteponiendo en su firma la siguiente
expresión: "al sólo efecto de representación procesal ", ya que -en principio- no existe
excusa alguna para dejar de firmar un escrito.
Capítulo a parte es el deber recogido en el Art.14,7º Estatuto, que tiene reflejo y
parangón en el Art. 28 de la L.E.C. dedicados en exclusiva a este deber: oír y firmar los
emplazamientos, citaciones y notificaciones de cualquier clase, incluidas las de sentencia,
mientras continúe en su cargo el Procurador, teniendo la misma fuerza estas actuaciones
que si interviniera en ellas directamente el poderdante. No puede el Procurador rehusar
estas actuaciones ya que en ellas está la esencia misma de la función del Procurador. Se
exceptúan de esta obligación las citaciones, emplazamientos y requerimientos que
expresamente indique la ley sean practicadas a los interesados en su persona.
Si bien fue la L.O.P.J ( Art.272) la que estableció la posibilidad de creación de un
Servicio Común para las notificaciones a los Procuradores de cuántas notificaciones se
dirigieran a los mismos, ahora la L.E.C. establece con carácter obligatorio, en las sedes de
Tribunales donde haya más de uno, la instauración de dicho servicio que sin duda agiliza y
potencia el normal funcionamiento de la Administración de Justicia teniendo como
protagonistas indiscutibles a los Procuradores de los Tribunales, que organizan dicho
servicio.
Otorga, pues, la ley plenos efectos a las notificaciones y traslados que se efectúen en
el Servicio Común de notificaciones organizado por el Colegio de Procuradores, regulándose
dicha materia en los Art., 154, 135,6º y 276 LEC
Respecto al lugar de comunicación de los actos a los Procuradores establece el
Artículo 154 que 1.” Los actos de comunicación con los procuradores se realizarán en la sede del
Tribunal o en el servicio común de recepción organizado por el Colegio de Procuradores, siendo el
régimen interno de este servicio competencia del Colegio de Procuradores, de conformidad con la
ley.”.
La forma de realizar esas comunicaciones lo establece el párrafo 2º del Articulo 154: “
Se remitirá a este servicio, por duplicado, la copia de la resolución o la cédula, de las que el
procurador recibirá un ejemplar y firmará otro que será devuelto al tribunal por el propio servicio.”.
110
-111Importante y trascendental asunto es el del traslado de copias de escritos y
documentos cuando intervenga Procurador recogido en el Articulo 276.: “1. Cuando todas las
partes estuvieren representadas por procurador, cada uno de éstos deberá trasladar con carácter
previo a los procuradores de las restantes partes las copias de los escritos y documentos que vaya a
presentar al tribunal”.
El párrafo 2º. establece que “ El procurador efectuará el traslado entregando al servicio de
recepción de notificaciones a que alude el apartado 3 del artículo 28, la copia o copias de los escritos
y documentos, que irán destinadas a los procuradores de las restantes partes y litisconsortes. Un
Secretario Judicial u oficial designado recibirá las copias presentadas, que, una vez fechadas y
selladas, entregará al encargado del servicio, debiendo además firmar el primero un justificante de
que se ha realizado el traslado. Dicho justificante deberá entregarse junto con los escritos y
documentos que se presenten al tribunal.”.
La excepción a esa regla general la establece el párrafo 3º del Artículo que comentamos diciendo que, no será de aplicación ese traslado previo “cuando se trate del traslado de la
demanda o de cualquier otro escrito que pueda originar la primera comparecencia en juicio. En tales
casos, el procurador habrá de acompañar copias de dichos escritos y de los documentos que a ellos
se acompañen y el tribunal efectuará el traslado conforme a lo dispuesto en los artículos 273 y 274
de esta Ley.”.
La sanción a la ausencia del traslado se establece de forma tal vez algo “brusca” y
desorbitada, habida cuenta, “ si el procurador omitiere la presentación de estas copias, se tendrá a
los escritos por no presentados o a los documentos por no aportados, a todos los efectos.”. En la
práctica, y para salvar ese supuesto, que entendemos siempre ha de ser subsanable, se
suele incluir en todos los escritos y demandas la salvedad del Art.231 de la L.E.C. para que
el Tribunal acuerde la subsanación antes que la preclusión en los escritos y demandas dado
el perjuicio que podría ocasionarse por ese “defecto de forma” del que puede adolecer el
escrito en cuestión.
La Sala 1ª del Tribunal Supremo se ha pronunciado en un recurso de queja (1026/02)
considerando que no procede la subsanabilidad cuando se procedió a subsanar la omisión
por el traslado posterior de copias. El auto resolviendo un recurso de queja planteado
deniega la queja ( y la preparación del recurso de casación en la cuestión que se trataba) por
no haberse dado traslado de copias dentro del plazo previsto en la Ley según lo preceptuado
en el Art. 276 de la L. E .C. El Tribunal Supremo entiende que dicho articulo trae como
consecuencia “ la exigencia del cumplimiento de una carga procesal (...) y en consecuencia
111
-112es clara la nueva L E C /2000 al establecer el traslado de copias entre representantes
causídicos, como medio para llevar a cabo la comunicación entre partes y el conocimiento
del contenido de los escritos y documentos habiéndose completado esta nueva regulación
con una rigurosa consecuencia para el caso de omitirse el traslado mediante procurador, y
así el articulo 277 L E C recoge que cuando sean de aplicación los dos primeros apartados
del articulo anterior, no se admitirá la presentación de escritos y documentos si no consta
que se ha realizado el traslado de copias correspondiente a las demás partes personadas,
se trata de un precepto estricto que penaliza la ineficacia, para lograr que el traslado se lleve
a cabo oportunamente, siendo evidente que la falta de una sanción haría inoperante la
determinación del articulo 276 L E C /2000.”
Vemos que adquiere ahora una vital importancia la función del Procurador de los
Tribunales, habida cuenta se le encomienda una tarea esencial en el proceso tendente a la
agilización de dichos trámites de traslado de escritos y documentos que antes de la reforma
procesal, y con perdida de tiempo, debían realizar los Tribunales de Justicia.
I) DEBER DE INMEDIATEZ PROCESAL
El deber de asistir a todas las diligencias y actos para los que las leyes lo prevengan
es un requisito de la profesionalidad que le es exigible al Procurador en su actuación
forense. Su presencia y su inmediatez además de ser requisito de eficacia y validez de los
actos judiciales es necesaria para tutelar los legítimos intereses de su representado.
A nuestro entender se queda obsoleto el Estatuto cuándo impone esa obligación tan
sólo para los casos que la Ley expresamente disponga la necesaria asistencia del
Procurador, ya que, es deber del Procurador estar presente en todos los actos judiciales con
independencia de la exigencia legal, pués dada su especialización procedimental todos los
trámites deben ser "supervisados" por el profesional, más aún, dada su función
documentadora del proceso.
J) DEBER DE LLEVANZA DE LIBROS Y DOCUMENTOS.
Según el Estatuto los procuradores están obligados a llevar un libro de conocimiento
de negocios pendientes y otro de cuentas con los litigantes. La llevanza de estos libros podrá
hacerse por medios informáticos.
Deben rendir cuentas al cliente, especificando y detallando las cantidades percibidas
de éste, aclarando los pagos realizados en beneficio de su mandante y precisando con
112
-113minuciosidad los diversos conceptos y su importe exacto.
Queda obligado el Procurador a dar a sus clientes cuentas "documentadas" de los
gastos judiciales (debiera decirse de los gastos del proceso, habida cuenta la supresión de
tasas judiciales y demás gastos que sí eran producidos directamente por el órgano judicial).
Debe informar al cliente de las "inversiones" de las cantidades recibidas, pero esto debe
entenderse cuándo así lo exija el cliente expresamente. Por tal motivo siempre han de
guardarse los justificantes de los gastos hasta el final del procedimiento, ya que, puede ser
necesario la tasación de costas a las que han de acompañarse precisamente los originales
de los justificantes. Pero al finalizar el asunto a la Cuenta han de acompañarse todos esos
justificantes ya que forman parte de la Minuta o Cuenta de Procurador como dice el Arancel.
Con referencia a las Provisiones de Fondos, o cantidades recibidas a cuenta del
importe total de la Cuenta (derechos y suplidos), éstas han de consignarse expresamente en
la Cuenta siempre que ésta se gire al cliente.
Con carácter general el Estatuto impone, en resumen, una obligación genérica de
someter su actuación al imperio de la Ley, del Estatuto y de los estatutos del Colegio al que
pertenezca.
K) OBLIGACIÓN DE RESIDENCIA.
Existe la obligación para el Procurador de residir en el territorio o demarcación
judicial en que actúe, debiendo "en todo caso" mantener despacho abierto en la misma
localidad donde tuviera su sede el Colegio correspondiente, o el Juzgado en que ejerza la
profesión. Obligación que se nos antoja anacrónica y en ocasiones de imposible
cumplimiento en determinados supuestos y que sin duda encuentra su antecedente histórico
en el Ordenamientos de Alcalá, Fuero Juzgo, y demás disposiciones dictadas inhilo tempore
" permanezcan en la sala del Audiencia hasta el fín dellas, de la cual no salgan sin licencia "
según la Novísima Recopilación. De la misma forma las Ordenanzas de Valladolid : "En los
dias que se haze Audiencia Publica, los procuradores deven estar en la sala della temprano,
media ora por lo menos antes de que comience.." Existen también antecedentes
jurisprudenciales en un auto de 17 de Junio de 1.581, " ...que asistan precisa y diariamente
en sus respectivas mesas o las antesalas del Consejo (Consejo Real ) en las tres horas de
audiencia, aún quando en él no tengan pleyto señalado para su vista.". Todos estos son
antecedentes de esta obligación de residencia del Procurador que evidencian la necesaria
113
-114inmediatez que pesa sobre el mismo para ante los Juzgados y Tribunales, pero que hoy en
día no tienen razón de ser.
La Ley Orgánica del Poder Judicial de 1.985, más atenta y acorde con la realidad
social del trabajo que desempeña el Procurador establece en el art. 272 la posibilidad de
creación de locales para notificaciones a Procuradores encargando a los Colegios de
Procuradores correspondientes la organización del mismo con la prevención de notificación
válida pese a la incomparecencia del Procurador si éste no compareciera al efecto.
Actualmente ya es obligatorio según la vigente LEC, y por consiguiente con este sistema ya
es posible que puedan "atenderse" los juzgados de dos o más partidos judiciales.
L) SECRETO PROFESIONAL.
El secreto profesional es tanto un deber como un derecho para el Procurador, ya
que, se tiene conocimiento con el desempeño de esta función, de valiosa información
confidencial que ha de ser respetada en interés del cliente. Se infiere de aquí la obligación
de no cruzar información de clientes pese a poder ser utilizada la de uno en otro asunto, bien
entendido que lo será siempre en beneficio de uno y sin perjuicio del otro, debiéndose
valorar por el profesional ésta circunstancia. Debe tenerse presente que los asuntos son
siempre independientes unos de otros en cuanto a clientes distintos.
Es una obligación del Procurador el guardar secreto sobre cuantos hechos,
documentos y situaciones relacionados con sus clientes hubiese tenido conocimiento por
razón del ejercicio de su profesión. Esta obligación de guardar secreto se refiere, también, a
los hechos que el procurador hubiera conocido en su calidad de miembro de la Junta de
Gobierno del Colegio o de un Consejo de Colegios de Comunidad Autónoma o del Consejo
General de Procuradores de los Tribunales. También alcanza la obligación de guardar
secreto a los hechos de los que haya tenido conocimiento como procurador asociado o
colaborador de otro compañero.
Cuando invoque el secreto profesional, el procurador podrá ampararse en las leyes
reguladoras de su ejercicio para recabar el pleno respeto de su derecho conforme a la Ley.
La L.O.P.J. en el Art. 438,2 recoge el deber y derecho que comentamos, y de igual
manera en otros Artículos para el Ministerio Fiscal, Jueces y Magistrados, y Abogados.
114
-115Por otra parte el Art. 32 del Estatuto General de la Abogacía establece al respecto
que “1. De conformidad con lo establecido por el artículo 437.2 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, los Abogados deberán guardar secreto de todos los hechos o noticias que conozcan por
razón de cualquiera de las modalidades de su actuación profesional, no pudiendo ser obligados a
declarar sobre los mismos.
Y “en el caso de que el Decano de un Colegio, o quien estatutariamente le sustituya, fuere requerido
en virtud de norma legal o avisado por la autoridad judicial, o en su caso gubernativa, competente
para la práctica de un registro en el despacho profesional de un abogado, deberá personarse en
dicho despacho y asistir a las diligencias que en el mismo se practiquen velando por la salvaguarda
del secreto profesional.”
El Código deontológico de la Abogacía Española, aprobado por el Pleno del Consejo
General de la Abogacía Española, de 30 de Junio de 2.000, regula en el Art.5 el Secreto
profesional indicando que (1.) “La confianza y confidencialidad en las relaciones entre cliente y
abogado, ínsita en el derecho de aquél a su integridad y a no declarar en su contra, así como en
derechos fundamentales de terceros, impone al abogado el deber y le confiere el derecho de guardar
secreto respecto de todos los hechos o noticias que conozca por razón de cualquiera de las
modalidades de su actuación profesional, sin que pueda ser obligado a declarar sobre los mismos
como reconoce el artículo 437.2 de la vigente Ley Orgánica del Poder Judicial.”.
El deber y derecho al secreto profesional del abogado comprende las confidencias y
propuestas del cliente, las del adversario, las de los compañeros y todos los hechos y
documentos de que haya tenido noticia o haya recibido por razón de cualquiera de las
modalidades de su actuación profesional. (parrafo 2º).
El abogado no podrá aportar a los tribunales, ni facilitarle a su cliente las cartas,
comunicaciones o notas que reciba del abogado de la otra parte, salvo expresa autorización
del mismo.(párrafo 3º). Las conversaciones mantenidas con los clientes, los contrarios o
sus abogados, de presencia o por cualquier medio telefónico o telemático, no podrán ser
grabadas sin previa advertencia y conformidad de todos los intervinientes y en todo caso
quedarán amparadas por el secreto profesional. ( párrafo 4º).
En caso de ejercicio de la abogacía en forma colectiva, el deber de secreto se
extenderá frente a los demás componentes del colectivo siempre que el cliente
expresamente lo solicite. ( parrafo 5º)
115
-116En todo caso, el abogado deberá hacer respetar el secreto profesional a su personal
y a cualquier otra persona que colabore con él en su actividad profesional. (6º). Indica el
parrafo 7º del artículo que transcribimos que “estos deberes de secreto profesional permanecen
incluso después de haber cesado en la prestación de los servicios al cliente, sin que estén limitados
en el tiempo.”.
Así pues, el secreto profesional es un derecho y deber primordial de la Abogacía,
como indica el parrafo 8º, y “ en los casos excepcionales de suma gravedad en los que, la
obligada preservación del secreto profesional, pudiera causar perjuicios irreparables o flagrantes
injusticias, el Decano del Colegio aconsejará al Abogado con la finalidad exclusiva de orientar y, si
fuera posible, determinar medios o procedimientos alternativos de solución del problema planteado
ponderando los bienes jurídicos en conflicto. Ello no afecta a la libertad del cliente, no sujeto al
secreto profesional, pero cuyo consentimiento no excusa al Abogado de la preservación del mismo.”.
Todo ello sin duda resulta de aplicación igualmente para el Procurador de los
Tribunales aunque ésta profesión no tenga especialmente establecido un código
deontológico.
M) DEBER DE PAGO DE CUOTAS Y CARGAS COLEGIALES
Tambien es un deber profesional el satisfacer, dentro de los plazos señalados, las
cuotas ordinarias o extraordinarias acordadas por el Colegio, el Consejo de Colegios de
Comunidad Autónoma, en su caso, y el Consejo General de Procuradores de los Tribunales,
así como las demás cargas obligatorias, entre ellas las que correspondan a la Mutualidad de
Previsión Social de los Procuradores de los Tribunales de España.
Respecto a los Abogados colegiados según establece el Artículo 34 del EGA, el estar
al corriente en el pago de sus cuotas, ordinarias o extraordinarias, y levantar las demás
cargas colegiales, cualquiera que sea su naturaleza, en la forma y plazos al efecto
establecidos. A tales efectos se consideran cargas corporativas todas las impuestas por el
Colegio, el Consejo de Colegios de la Comunidad Autónoma en su caso, o el Consejo
General de la Abogacía, así como las correspondientes a la Mutualidad General de la
Abogacía, Mutualidad de Previsión Social a prima fija.
116
-117-
Resumiendo , como deberes esenciales establece el Artículo 37 que debe el
procurador desempeñar bien y fielmente la representación procesal que se le encomiende y
cooperar con los órganos jurisdiccionales en la alta función pública de administrar justicia,
actuando con profesionalidad, honradez, lealtad, diligencia y firmeza en la defensa de los
intereses de sus representados. Indicando además que en sus relaciones con los órganos
administrativos y jurisdiccionales, con sus compañeros procuradores, con el letrado y con su
mandante el procurador se conducirá con probidad, lealtad, veracidad y respeto.
Y con la parte adversa mantendrá, en todo momento, un trato considerado y correcto.
Según el Artículo 38 del Estatuto son deberes específicos de los procuradores todos
aquellos que les impongan las leyes en orden a la adecuada defensa de sus poderdantes y
a la correcta sustanciación de los procesos y los demás que resulten de los preceptos
orgánicos y procesales vigentes.
Deben los Procuradores denunciar ante el Colegio todo acto que llegue a su
conocimiento que implique ejercicio ilegal de la profesión o que sea contrario a los Estatutos
y poner en conocimiento del Colegio cualquier acto que afecte a la independencia, libertad o
dignidad de un procurador en el ejercicio de sus funciones.
Importante deber profesional es el de mantener reserva de las conversaciones y
correspondencia con su mandante y con el letrado de éste, así como con el procurador y el
letrado de la parte adversa, y con ésta, con prohibición de revelarlos o hacer uso, en juicio o
fuera de él, sin su previo consentimiento.
Son también otros deberes del procurador: el cumplir las normas legales, estatutarias,
deontológicas y los acuerdos de los diferentes órganos corporativos y mantener despacho
profesional abierto en la demarcación judicial en que tengan su sede los órganos
jurisdiccionales de la demarcación territorial en la que esté habilitado para el ejercicio de la
profesión.
Comunicar, en el momento de su incorporación al correspondiente Colegio, su domicilio y
demás datos que permitan su fácil localización. También deberá comunicar al Colegio
cualquier cambio de domicilio y del despacho profesional.
Acudir a los juzgados y tribunales ante los que ejerza la profesión, a las salas de
117
-118notificaciones o de servicios comunes y a los órganos administrativos, para oír y firmar los
emplazamientos, citaciones y notificaciones de cualquier clase que se le deban realizar.
Los procuradores según el Art. 40 tienen derecho a recabar de los órganos corporativos la
protección de su actuación profesional, de su independencia y de su libre criterio de
actuación, siempre que se ajuste a lo establecido en el ordenamiento jurídico y, en
particular, a las normas éticas y deontológicas. Desde luego, podrán pedir a los cargos
corporativos, exponiendo las razones de su petición, que se ponga en conocimiento de los
órganos de gobierno del Poder Judicial, jurisdiccionales o administrativos, la vulneración o
desconocimiento de los derechos de los colegiados.
A la remuneración justa y adecuada de sus servicios profesionales con arreglo al arancel,
que será respetada en relación con sus herederos en caso de fallecimiento. En ningún caso
se admitirá la fijación del pago que resulte incompatible con las normas arancelarias.
A los devengos que procedan por las actuaciones de carácter extrajudicial, todo ello
conforme a las reglas del mandato.
A los honores, preferencias y consideraciones reconocidos por la Ley a la profesión, en
particular, al uso de la toga cuando asistan a sesiones de los juzgados y tribunales y actos
solemnes judiciales, y a ocupar asiento en estrados a la misma altura de los miembros del
tribunal, fiscales, secretarios y abogados.
A participar, con voz y voto, en la Asamblea General de su respectivo Colegio, a formular
peticiones y propuestas, a acceder, en condiciones de igualdad, a los cargos colegiales, en
la forma y requisitos que establezcan las normas legales y estatutarias y a los demás
derechos que para los colegiados se contemplan en el ordenamiento jurídico aplicable.
A ser sustituido, en cualquier actuación procesal por otro procurador ejerciente en la misma
demarcación territorial.
118
-119-
EL INCUMPLIMIENTO DE DEBERES
Establece el Art.168, 2º de la Ley de Enjuiciamiento Civil que el Procurador será
responsable de los daños y perjuicios ocasionados cuando incurriere en dolo o morosidad en
los actos de comunicación cuya práctica haya asumido o no respetare alguna de las
formalidades legales establecidas, causando perjuicio a tercero, y podrá ser sancionado
conforme a lo dispuesto en las normas legales o estatutarias.
Estas correcciones se impondrán por el órgano que esté conociendo el asunto, puesto
que, se trata de FALTAS cometidas en el ejercicio de su profesión y son castigadas con
advertencia, apercibimiento o prevención, reprensión, multa, privación total o parcial de
honorarios o derechos limitada a aquella actuación, y suspensión del ejercicio de la profesión
de hasta tres meses (seis si es reincidente).
El antiguo Art. 451 de la derogada L.E.C. establecía que éstas correcciones se
impondrán de plano, pero contra la providencia que imponga cualquiera de estas
correcciones se "oirá en justicia" al interesado, si así se solicita dentro de los cinco dias
siguientes, esta audiencia se efectuará ante el mismo órgano sancionador por los trámites de
los incidentes, es decir terminará con Sentencia, con intervención del Ministerio Fiscal,
siendo apelable la Sentencia ante la Sala Civil de la Audiencia Provincial correspondiente. La
Sentencia definitiva se comunicará al Colegio de Procuradores o al de Abogados a los
efectos oportunos.
La vigente L. E. C. nada dice al respecto, por lo que habrá de acudirse a la Ley
Orgánica del Poder Judicial en sus Art.448 al 453 en cuyos Artículos trata de las
correcciones disciplinarias, si bien especificando como incumplimiento de obligaciones en
cuatro casos:
- Faltar oralmente, por escrito u obra al respeto debido a Juzgados y Tribunales.
- Desobediencia a los mismos si se les llama al orden y no obedecen.
- No comparecer sin causa justificada a los señalamientos.
- Renunciar injustificadamente a la defensa o representación siete días antes de la celebración de la
vista o juicio señalado.
La corrección se impondrá por el mismo Tribunal ante el que se cometió la falta,
estableciéndose sin embargo que el recurso de audiencia en justicia se interpondrá en el
plazo de tres días o alzada, indistintamente, en el plazo de cinco pero, éste lo será ante la
119
-120Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia, que resolverá previo informe del Juez o
la Sala que impuso la corrección.
El Código Penal de 1.995, recoge en el Art.463 un nuevo tipo delictivo que afecta al
incumplimiento de los deberes del Procurador, ya que si no compareciere voluntariamente,
sin justa causa, ante un Juzgado o tribunal en proceso criminal con reo en prisión
provisional, provocando la suspensión del juicio oral, será castigado con la pena de arresto
de doce a dieciocho fines de semana y multa de seis a nueve meses, pena que al
Procurador, Abogado o Ministerio Fiscal se aplicará en su mitad superior e inhabilitación
especial para el desempeño de la profesión por tiempo de dos a cuatro años.
El Procurador que con abuso de su función, incumpliendo sus deberes, destruyera,
inutilizare u ocultare documentos o actuaciones de los que haya recibido traslado, será
castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años, multa de siete a doce meses e
inhabilitación especial para su profesión de tres a seis años.
Igualmente el Procurador que revelare actuaciones procesales declaradas secretas será
castigado con las penas de multa de doce a veinticuatro meses (de 100.000 Pts a 500.000
Pts), e inhabilitación de la profesión de uno a cuatro años (Art.466 Código Penal)
El Procurador que habiendo ostentado representación de una persona, represente en el
mismo asunto a quién tenga intereses contrarios, sin el consentimiento de aquella, será
castigado con la pena de multa de seis a doce meses (de 100.000 Pts a 500.000 ptas.), e
inhabilitación especial para su profesión de dos a cuatro años. (Art.467). Igualmente el
procurador que por acción u omisión perjudique de forma manifiesta los intereses de su
representado será castigado con las penas de multa de 12 a 24 meses e inhabilitación para
el ejercicio profesional de uno a cuatro años. Si se cometieran por imprudencia grave se
impondrán las penas de multa de seis a doce meses e inhabilitación de seis meses a dos
años.
Así pues con esta reforma penal, el incumplimiento de las obligaciones por parte del
Procurador de los Tribunales, adquiere caracteres de delito encuadrado en el titulo de los
delitos "de obstrucción a la justicia y la deslealtad profesional".
________________________________________________
120
-121BREVE REFERENCIA A LA RESPONSABILIDAD DISCIPLINARIA DE LOS ABOGADOS:
Como regla general que establece el artículo 78 del E. G. A . “1. Los Abogados están sujetos a
responsabilidad penal por los delitos y faltas que cometan en el ejercicio de su profesión. 2. Los
Abogados en su ejercicio profesional, están sujetos a responsabilidad civil cuando por dolo o
negligencia dañen los intereses cuya defensa les hubiere sido confiada, responsabilidad que será
exigible conforme a la legislación ordinaria ante los Tribunales de Justicia, pudiendo establecerse
legalmente su aseguramiento obligatorio.”.
El Abogado que reciba el encargo de promover actuaciones de cualquier clase contra otro
sobre responsabilidades relacionadas con el ejercicio profesional, deberá informar al Decano del
Colegio para que pueda realizar una labor de mediación, si la considera oportuna, aun cuando el
incumplimiento de dicho deber no pueda ser disciplinariamente sancionado. (Art.79 EGA)
No obstante ello el artículo 80 del Estatuto General de la Abogacía indica que:
1. Los Abogados están sujetos a responsabilidad disciplinaria en el caso de infracción de sus
deberes profesionales o deontológicos. Y que (2.) “Las facultades disciplinarias de la autoridad
judicial sobre los Abogados se ajustarán a lo dispuesto en las Leyes procesales. Las sanciones o
correcciones disciplinarias que impongan los Tribunales al Abogado se harán constar en el
expediente personal de éste siempre que se refieran directamente a normas deontológicas o de
conducta que deban observar en su actuación ante la Administración de Justicia.”. (3.) Las sanciones
disciplinarias corporativas se harán constar en todo caso en el expediente personal del colegiado.
Transcribimos los artículos del Estatuto que recogen la materia:
Artículo 81 El Decano y la Junta de Gobierno son competentes para el ejercicio de la jurisdicción
disciplinaria, ateniéndose a las siguientes normas:
1. Se extenderá a la sanción de infracción de deberes profesionales o normas éticas de conducta en
cuanto afecten a la profesión.
2.
Las correcciones que podrán aplicarse son las siguientes:
-Amonestación privada. -Apercibimiento por escrito. -Suspensión del ejercicio de la Abogacía por un
plazo no superior a dos años. -Expulsión del Colegio.
Artículo 82
1. Competen al Consejo General de la Abogacía las facultades disciplinarias en relación con los
miembros de las Juntas de Gobierno de los Colegios y, cuando se la atribuyan las disposiciones
legales vigentes, también respecto de los miembros de los Consejos de Colegios de las
Comunidades Autónomas.
2. Las facultades disciplinarias en relación con los miembros del Consejo General serán competencia
del Consejo General, en todo caso.
121
-122DE LAS INFRACCIONES Y SANCIONES
Las infracciones que puedan llevar aparejada sanción disciplinaria se clasifican en muy graves,
graves y leves. (Artículo 83 E. G. A.)
El Art.84 establece cuales son las infracciones muy graves , señalando :
a) La infracción de las prohibiciones establecidas en el artículo 21 o de las incompatibilidades
contenidas en los artículos 22 y 24 del presente Estatuto General.
b) La publicidad de servicios profesionales con incumplimiento de los requisitos especificados
en el artículo 25, y cualquier otra infracción que en este Estatuto General tuviere la calificación de
infracción muy grave.
c) La comisión de delitos dolosos, en cualquier grado de participación, como consecuencia del
ejercicio de la profesión, así como los actos y omisiones que constituyan ofensa grave a la dignidad de
la profesión, a las reglas éticas que la gobiernan a los deberes establecidos en el presente Estatuto
General.
d) El atentado contra la dignidad u honor de las personas que constituyen la Junta de Gobierno
cuando actúen en el ejercicio de sus funciones, y contra los compañeros con ocasión del ejercicio
profesional.
e) La embriaguez o consumo de drogas cuando afecten gravemente al ejercicio de la profesión.
f) La realización de actividades, constitución de asociaciones o pertenencia a éstas, cuando
tengan como fines o realicen funciones que sean propias y exclusivas de los Colegios.
g) La comisión de una infracción grave, habiendo sido sancionado por la comisión de otras dos
del mismo carácter y cuya responsabilidad no se haya extinguido conforme al artículo 90.
h) El intrusismo profesional y su encubrimiento.
i) La cooperación necesaria del Abogado con la empresa o persona a la que preste sus
servicios para que se apropien de honorarios profesionales abonados por terceros y que no le
hubieren sido previamente satisfechos, cuando conforme a lo dispuesto en el artículo 44.2 tales
honorarios correspondan al Abogado.
j) La condena de un colegiado en sentencia firme a penas graves conforme al artículo 33.2 del
Código Penal.
k) El deliberado y persistente incumplimiento de las normas deontológicas esenciales en el
ejercicio de la Abogacía.
122
-123Son infracciones graves: (Artículo 85)
a) El incumplimiento grave de las normas estatutarias o de los acuerdos adoptados por los órganos
colegiales en el ámbito de su competencia, así como por el reiterado incumplimiento de la obligación
de atender a las cargas colegiales previstas en el artículo 34, letra a), salvo que constituya infracción
de mayor gravedad.
b) El ejercicio profesional en el ámbito de otro Colegio sin la oportuna comunicación de la actuación
profesional, lo que habrá de sancionar el Colegio en cuyo ámbito territorial actúe.
c) La falta de respeto, por acción u omisión, a los componentes de la Junta de Gobierno cuando
actúen en el ejercicio de sus funciones.
d) Los actos de desconsideración manifiesta hacia los compañeros en el ejercicio de la actividad
profesional y la infracción de lo dispuesto en el artículo 26 sobre venia.
e) La competencia desleal, cuando así haya sido declarada por el órgano competente, y la infracción
de lo dispuesto en el artículo 25 sobre publicidad, cuando no constituya infracción muy grave.
f) La habitual y temeraria impugnación de las minutas de los compañeros, así como la reiterada
formulación de minutas de honorarios que sean declarados excesivos o indebidos.
g) Los actos y omisiones descritos en las letras a), b), c) y d) del artículo anterior, cuando no tuvieren
entidad suficiente para ser considerados como muy graves.
h) El ejercicio profesional en situación de embriaguez, o bajo el influjo de drogas tóxicas.
Son infracciones leves: (Artículo 86)
a) La falta de respeto a los miembros de la Junta de Gobierno en el ejercicio de sus funciones, cuando
no constituya infracción muy grave o grave.
b) La negligencia en el cumplimiento de las normas estatutarias.
c) El incumplimiento leve de los deberes que la profesión impone.
d) Los actos enumerados en el artículo anterior cuando no tuviesen entidad suficiente para ser
considerados como graves.
Según el Art. 87 1. las sanciones que pueden imponerse por infracciones muy graves
serán las siguientes:
a) Para las de los apartados b), c), d), e), f), h) e i) del artículo 84, suspensión del ejercicio de la
Abogacía por un plazo superior a tres meses sin exceder de dos años.
b) Para las de los apartados a), j) y k) del mismo artículo, expulsión del Colegio.
2. Por infracciones graves podrán imponerse la sanción de suspensión del ejercicio de la Abogacía por
un plazo no superior a tres meses.
3. Por infracciones leves podrán imponerse las sanciones de amonestación privada o la de
apercibimiento por escrito.
Según el Art. 88 1. Las infracciones leves se sancionarán por la Junta de Gobierno o por el
Decano del Colegio mediante expediente limitado a la audiencia o descargo del inculpado.
123
-1242. Las infracciones graves y muy graves se sancionarán por la Junta de Gobierno tras la apertura del
expediente disciplinario, tramitado conforme a lo dispuesto en los Estatutos particulares de los
Colegios, que habrán de ajustarse a lo previsto en el artículo 99.2 de este Estatuto General.
3. La Junta de Gobierno y el Decano serán en todo caso los órganos competentes para resolver
debiendo corresponder las facultades instructoras a otros que se creen a tal fin.
4. En todo caso los acuerdos de suspensión por más de seis meses o expulsión deberán ser tomados
por la Junta de Gobierno mediante votación secreta y con la conformidad de las dos terceras partes de
sus componentes. A esta sesión estarán obligados a asistir todos los componentes de la Junta, de
modo que el que sin causa justificada no concurriese cesará como miembro de la Junta de Gobierno y
no podrá presentarse como candidato en la elección mediante la que se cubra su vacante.
Art. 89 1. Las sanciones disciplinarias se ejecutarán una vez que sean firmes. Podrán ser hechas
públicas cuando ganen firmeza.
2. Todas las sanciones tendrán efectos en el ámbito de todos los Colegios de Abogados de España, a
cuyo fin el Colegio o Consejo Autonómico que las imponga tendrá preceptivamente que comunicarlas
al Consejo General de la Abogacía para que éste pueda informar a los Colegios.
Art. 90 1. La responsabilidad disciplinaria de los colegiados se extingue por el cumplimiento de la
sanción, el fallecimiento del colegiado, la prescripción de la falta y la prescripción de la sanción.
2. La baja en el Colegio no extingue la responsabilidad disciplinaria contraída durante el período de
alta, sino que se concluirá el procedimiento disciplinario y la sanción quedará en suspenso para ser
cumplida si el colegiado causase nuevamente alta en el Colegio.
Art.91 1. Las infracciones muy graves prescribirán a los tres años, las graves a los dos años y las
leves a los seis meses.
2. El plazo de prescripción comenzará a contarse desde que la infracción se hubiere cometido.
3. La prescripción se interrumpirá por la notificación al colegiado afectado del acuerdo de incoación de
información previa a la apertura de expediente disciplinario, reanudándose el cómputo del plazo de
prescripción si en los tres meses siguientes no se incoa expediente disciplinario o éste permaneciere
paralizado durante más de seis meses, por causa no imputable al colegiado inculpado.
Art. 92 1. Las sanciones impuestas por infracciones muy graves prescribirán a los tres años; las
impuestas por infracciones graves, a los dos años; y las impuestas por infracciones leves, a los seis
meses.
2. El plazo de prescripción de la sanción por falta de ejecución de la misma comenzará a contar desde
el día siguiente a aquel en que haya quedado firme la resolución sancionadora.
3. El plazo de prescripción de la sanción, cuando el sancionado quebrante su cumplimiento,
comenzará a contar desde la fecha del quebrantamiento.
Art. 93 1. La anotación de las sanciones en el expediente personal del colegiado se cancelará cuando
hayan transcurrido los siguientes plazos, sin que el colegiado hubiere incurrido en nueva
responsabilidad disciplinaria: seis meses en caso de sanciones de amonestación privada o
apercibimiento escrito; un año en caso de sanción de suspensión no superior a tres meses; tres años
en caso de sanción de suspensión superior a tres meses; y cinco años en caso de sanción de
expulsión. El plazo de caducidad se contará a partir del día siguiente a aquel en que hubiere quedado
cumplida la sanción.
2. La cancelación de la anotación, una vez cumplidos dichos plazos, podrá hacerse de oficio o a
petición de los sancionados.
124
-125-
DERECHOS DEL PROCURADOR
En el capítulo IV del Estatuto General - Art. 40- se recogen los derechos de los que
goza el Procurador en el desempeño de su función como colegiado ejerciente y no ejerciente.
Debe estar amparado ante su intervención, remitiéndose a las normas generales de
protección genérica que conceden los Tribunales por lo que debe entenderse que gozan de los
mismos recursos que cualquier profesional en el ejercicio de su actividad.
DERECHO A LA REMUNERACIÓN ARANCELARIA
Establece el Estatuto que los procuradores en su ejercicio profesional, percibirán los
derechos que fijen las disposiciones arancelarias vigentes, que podrán ser objeto de
disminución o incremento en un 10 % cuando así lo acuerden expresamente con sus
representados. A falta de pacto expreso en contrario se estará estrictamente a lo dispuesto en
las disposiciones arancelarias vigentes
Por consiguiente tiene derecho el Procurador a una remuneración adecuada y justa
atendiendo a los servicios prestados, viniendo recogido este derecho por aplicación estricta del
Arancel, y la complementación en casos de laguna arancelaria, por el Colegio respectivo. Es
derecho irrenunciable para el Procurador que exige la dignidad propia, y lo prohíbe la
competencia desleal. Hoy en día existe una previsión para la actualización automática de los
aranceles, si bien la última fue en el año 1.994.
A la remuneración que percibe el Procurador se la denomina derechos arancelarios y su
determinación, como indicamos, es por imperativo legal, no así los Abogados que orientan sus
retribuciones según normas orientativas aplicables según el Colegio al que estén adscritos.
Prohíbe el Estatuto el pacto de cuota litis, pero posibilita la percepción de honorarios por
actuaciones extra procesales (ART.102 arancel ).
Breve reseña respecto a la remuneración de los Abogados.
Ya en el año 550 a.C. se promulgó en Roma la Ley Cincia, que prohibía a los
Abogados cobrar por su trabajo. Éstos, en teoría ejercían una función gratuita. A la hora de la
verdad, sin embargo, recibían regalos llamados honorarios. La normativa fue sustituida por
otra promovida por Claudio, según la cual podían cobrar por cada causa un máximo de diez
mil sestercios. Trajano llegó a obligar a las partes litigantes a jurar que no habían concretado
“premio” para sus abogados más alla de esa cantidad.
125
-126Ese puede ser el antecedente histórico del pacto de prohibición de la cuota litis. A
dicho pacto hace mención el Código Deontológico de la Abogacía estableciendo su prohibición
de la siguiente forma:
Artículo 16.- Cuota litis:
1.- Se prohíbe, en todo caso, la cuota litis en sentido estricto, que no está comprendida en el concepto
de honorarios profesionales.
2.- Se entiende por cuota litis, en sentido estricto, aquel acuerdo entre el Abogado y su cliente,
formalizado con anterioridad a terminar el asunto, en virtud del cual el cliente se compromete a pagar
al Abogado únicamente un porcentaje del resultado del asunto, independientemente de que consista
en una suma de dinero o cualquier otro beneficio, bien o valor que consiga el cliente por el asunto.
3.- No es cuota litis el pacto que tenga por objeto fijar unos honorarios alternativos según el resultado
del asunto, siempre que se contemple el pago efectivo de alguna cantidad que cubra como mínimo los
costes de la prestación del servicio jurídico concertado para el supuesto de que el resultado sea
totalmente adverso, y dicha cantidad sea tal que, por las circunstancias concurrentes o las cifras
contempladas, no pueda inducir razonablemente a estimar que se trata de una mera simulación.
4.- La retribución de los servicios profesionales también pueden consistir en la percepción de una
cantidad fija, periódica, o por horas, siempre que su importe constituya adecuada, justa y digna
compensación a los servicios prestados.
Referente a la remuneración del Abogado el Artículo 44 del Estatuto General de la
Abogacía Española establece que :
1. El Abogado tiene derecho a una compensación económica adecuada por los servicios prestados,
así como al reintegro de los gastos que se le hayan causado. La cuantía de los honorarios será
libremente convenida entre el cliente y el abogado, con respeto a las normas deontológicas y sobre
competencia desleal. A falta de pacto expreso en contrario, para la fijación de los honorarios se podrán
tener en cuenta, como referencia , los Baremos Orientadores del Colegio en cuyo ámbito actúe,
aplicadas conforme a las reglas, usos y costumbres del mismo, normas que en todo caso tendrán
carácter supletorio de lo convenido y que se aplicarán en los casos de condena en costas a la parte
contraria.
2. Dicha compensación económica podrá asumir la forma de retribución fija, periódica o por horas.
Respecto a las costas recobradas de terceros se estará a lo que libremente acuerden las partes, que a
falta de pacto expreso habrán de ser satisfechas efectivamente al Abogado.
3. Se prohíbe en todo caso la cuota litis en sentido estricto, entendiéndose por tal el acuerdo entre el
Abogado y su cliente, previo a la terminación del asunto, en virtud del cual éste se compromete a
pagarle únicamente un porcentaje del resultado del asunto, independientemente de que consista en
una suma de dinero o cualquier otro beneficio, bien o valor que consiga el cliente por ese asunto.”
4. La Junta de Gobierno del Colegio podrá adoptar medidas disciplinarias contra los Letrados que
habitual y temerariamente impugnen las minutas de sus compañeros, así como contra los Letrados
cuyos honorarios sean declarados reiteradamente excesivos o indebidos.
126
-127DERECHO A GOZAR DE LOS HONORES CORRESPONDIENTES AL CARGO
Tiene el Procurador derecho a gozar de honores, preferencias y consideraciones que
por remisión del Estatuto a las leyes, se refiere a la L.O.P.J. en su articulo 187.
Estableciéndose el derecho y obligación de usar toga, y en su caso placa y medalla. Nos
concede el derecho a estar sentados en estrados con la misma altura que Magistrados,
Jueces, Fiscales, Secretarios Judiciales y Abogados (antes el Procurador tenía un asiento
específico pero con un escalón inferior de diferencia respecto al resto de los asientos).
En 1692, bajo el reinado de Carlos II, en la Nueva Recopilación, título XVI, libro II, se
estableció la obligatoriedad de que los Procuradores porten “ ferreruelo” ( precedente de la
toga que ahora conocemos) de color negro en las salas de los Tribunales, durante casi tres
siglos, hasta la Real Orden de 15 de junio de 1.920, por la que se autoriza al procurador a
vestir la toga, el ejercicio de la Procura está unido imperativamente al uso del mismo.
Tienen obligación de asistir a las vistas con traje y corbata negras, sin perjuicio del traje
que sea distintivo profesional conforme prevengan las normas en vigor. Así lo indica el Art. 40
del Estatuto General de los Procuradores de los Tribunales.
Artículo 40 d. A los honores, preferencias y consideraciones reconocidos por la Ley a la
profesión, en particular, al uso de la toga cuando asistan a sesiones de los juzgados y
tribunales y actos solemnes judiciales, y a ocupar asiento en estrados a la misma
altura
de
los
miembros
del tribunal, fiscales,
secretarios judiciales
y abogados.
Respecto a los Abogados el Artículo 37 del EGA establece que “1. Los Abogados
comparecerán ante los Tribunales vistiendo toga y potestativamente birrete, sin distintivo de
ninguna clase salvo el colegial y adecuarán su indumentaria a la dignidad y prestigio de la toga
que visten y al respeto a la Justicia. 2. Los Abogados no estarán obligados a descubrirse más
que a la entrada y salida de las Salas a que concurran para las vistas y en el momento de
solicitar la venia para informar.
Permite el Estatuto en su Art.17 ostentar el Procurador la representación y defensa en un
litigio, previa habilitación del Colegio de Abogados, si el asunto incumbe al mismo o a sus
familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.
127
-128-
EL CESE DE LA REPRESENTACIÓN PROCESAL .
Se produce el cese en la representación procesal en los siguientes supuestos que
recoge el Art. 30 de la L E C.:
1.º Por la revocación expresa o tácita del poder, luego que conste en los autos. Se
entenderá revocado tácitamente el poder por el nombramiento posterior de otro procurador
que se haya personado en el asunto.
Si, en este último caso, el procurador que viniere actuando en el juicio suscitare cuestión sobre
la efectiva existencia o sobre la validez de la representación que se atribuya el que pretenda
sustituirle, el Tribunal, previa audiencia de la persona o personas que aparezcan como
otorgantes de los respectivos poderes, resolverá la cuestión por medio de auto.
2.º Por renuncia voluntaria o por cesar en la profesión o ser sancionado con la suspensión en
su ejercicio.
En los dos primeros casos, estará el Procurador obligado a poner el hecho, con anticipación y
de modo fehaciente, en conocimiento de su poderdante y del Tribunal. En caso de suspensión,
el Colegio de Procuradores correspondiente lo hará saber al Tribunal.
Mientras no acredite en los autos la renuncia o la cesación y se le tenga por renunciante o
cesante, no podrá el procurador abandonar la representación de su poderdante, en la que
habrá de continuar hasta que éste provea a la designación de otro dentro del plazo de diez
días. Transcurridos éstos sin que se haya designado nuevo Procurador, se tendrá a aquél por
definitivamente apartado de la representación que venía ostentando.
3.º Por fallecimiento del poderdante o del Procurador.
En el primer caso, estará el procurador obligado a poner el hecho en conocimiento del
Tribunal, acreditando en forma el fallecimiento y, si no presentare nuevo poder de los
herederos o causahabientes del finado, se estará a lo dispuesto en el artículo 16.
( Art.16 Sucesión procesal por muerte 1. Cuando se transmita «mortis causa» lo que sea objeto del
juicio, la persona o personas que sucedan al causante podrán continuar ocupando en dicho juicio la
misma posición que éste, a todos los efectos. Comunicada la defunción de cualquier litigante por quien
deba sucederle, el tribunal suspenderá el proceso y, previo traslado a las demás partes, acreditados la
defunción y el título sucesorio y cumplidos los trámites pertinentes, tendrá, en su caso, por personado
al sucesor en nombre del litigante difunto, teniéndolo en cuenta en la sentencia que se dicte.
2. Cuando la defunción de un litigante conste al tribunal y no se personare el sucesor en el plazo de los
cinco días siguientes, se permitirá a las demás partes pedir, con identificación de los sucesores y de su
128
-129domicilio o residencia, que se les notifique la existencia del proceso, emplazándoles para comparecer
en el plazo de diez días.
Acordada la notificación, se suspenderá el proceso hasta que comparezcan los sucesores o finalice el
plazo para la comparecencia.
3. Cuando el litigante fallecido sea el demandado y las demás partes no conocieren a los sucesores o
éstos no pudieran ser localizados o no quisieran comparecer, el proceso seguirá adelante
declarándose la rebeldía de la parte demandada.
Si el litigante fallecido fuese el demandante y sus sucesores no se personasen por cualquiera
de las dos primeras circunstancias expresadas en el párrafo anterior, se entenderá que ha habido
desistimiento, salvo que el demandado se opusiere, en cuyo caso se aplicará lo dispuesto en el
apartado tercero del artículo 20. Si la no personación de los sucesores se debiese a que no quisieran
comparecer, se entenderá que la parte demandante renuncia a la acción ejercitada.
Cuando fallezca el procurador, se hará saber al poderdante la defunción, a fin de que proceda a la
designación de nuevo procurador en el plazo de diez días.
4.º Por separarse el poderdante de la pretensión o de la oposición que hubiere formulado y, en todo
caso, por haber terminado el asunto o haberse realizado el acto para el que se hubiere otorgado el
poder.
============================================================
129
-130-
LA SUSTITUCIÓN DEL PROCURADOR
1.-. Antecedentes históricos. 2.- Regulación actual. 3.- La sustitución del Abogado.
1.- Antecedentes históricos.La sustitución de los Procuradores en el ejercicio de sus funciones fue prevista en el
Derecho Histórico. Como antecedentes más próximos nos encontramos el Reglamento de los
Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de 1.844 ( el Art. 66 decía : “No pueden ausentarse
de la cabeza del partido sin licencia del Juez, y sin que dejen otro Procurador del Juzgado que les
sustituya.”.) que obligaba a los Procuradores a nombrar sustituto cuando solicitaban licencia
para ausentarse de la población. Igual norma fue recogida por la Ley Provisional de
Organización del Poder Judicial de 1.870, pero añadía la posible sujeción a responsabilidad
civil o criminal para el caso que no hiciera la designación.
La Real Orden de 31 de Agosto de 1.876 declaró que los Procuradores sólo podrían ser
sustituidos por otros Procuradores (Publicada en la Gaceta de 6 de Septiembre de 1.876, y
dispuso: “Considerando que el sustituto debe tener la misma aptitud legal que el sustituido, y que
nadie puede desempeñar cargo para cuyas funciones no se halle legalmente facultado; que así está
consignado expresamente respecto a la sustitución de Procuradores en las Ordenanzas de las
Audiencias y en el Reglamento de Juzgados y virtualmente en el Art. 929 de la Ley Orgánica
Provisional del Poder Judicial .... S. M., conformándose con el parecer de la Sala de Gobierno del
Tribunal Supremo, ha tenido a bien declarar que los Procuradores de una misma población deben
sustituirse mutuamente en los casos expresados, sin distinción; siendo por tanto el título de Procurador
condición precisa para sustituir en dicho cargo, así como también para poder servir en calidad de
teniente, oficio enajenado de la corona, ya que únicamente en caso de no haber en la localidad número
suficiente de Procuradores para la representación de las partes o para sustituir a un Procurador con
otro, puede la autoridad judicial nombrar provisionalmente persona que a las indispensables
condiciones de edad y de moralidad reúna algunos conocimientos que acrediten su aptitud para
desempeñar la Procura; entendiéndose que este encargo ha de ser especial y para negocio
determinado.”.
La Real Orden de 18 de Julio de 1.877 ( publicada en la Gaceta el 21 de Julio de 1.877)
estableció, como complemento de la anterior, el modo y la forma de efectuarse la sustitución
del Procurador. Si avanzamos en el tiempo encontramos otras disposiciones, como la Real
Orden, de 18 de Junio de 1.894, que dispuso que se autorizará la sustitución de los
Procuradores de las poblaciones donde hubiera Audiencia Territorial, por los que tengan título
para ejercer en otras, pero además advirtió que la sustitución hecha, no sirviera por el
transcurso del tiempo para adquirir aptitud legal para ser Procuradores sin tener el título de
Bachiller en artes exigido por las disposiciones vigentes en aquel momento ( esta Real Orden
130
-131fue ampliada posteriormente por otra de 11 de junio de 1.919, que dispuso: “ S. M. el Rey... ha
tenido a bien declarar como ampliación de la Real Orden de 18 de julio de 1.877, que en casos
urgentes y no como regla general, pueden ser sustituidos los Procuradores por otros de su clase de su
misma localidad en la práctica de diligencias o actuaciones judiciales a que se vean imposibilitados de
poder asistir, sin más requisito que el de poner en conocimiento de la Autoridad en que radique el
asunto el nombramiento del sustituto y su aceptación.”.
Posteriormente, la Real Orden de 21 de diciembre de 1.920 fue dictada para reducir los
supuestos excepcionales en los que se nombraba como sustituto de Procurador a personas
que no poseían tal condición. Se admitió la posibilidad de designar a un Procurador de los que
estuvieran ejerciendo en el Juzgado más próximo aunque fuera de distinto partido judicial. Se
piensa que tras esta Real Orden se ponía en duda la vigencia de la de 1.876 que admitía
excepcionalmente la posibilidad de que el sustituto no fuera Procurador. Sin embargo, como
puso de manifiesto BLESA (en “Habilitacion de Procurador, en Revista de los Tribunales y de
Legislación Universal, 1.935; págs. 49 y 50), aquella Real Orden de 1.9876 ni fue derogada
por la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1.881, ya que no preveía dicho supuesto, ni por la Real
Orden de 1.920, sino que continuó vigente. La razón no era otra que ampliar el ámbito
territorial de los profesionales que podían ser sustituidos por otros Procuradores, porque se
preferían por reunir mayores garantías a personas extrañas a la profesión.
El primer Estatuto General de los Procuradores de los Tribunales que data de 1.947,
previó la posibilidad de sustitución en sus artículos 20 y 21, para los supuestos de
imposibilidad sobrevenida y de enfermedad repentina y grave. En el primero, debía ser el
propio Procurador el que designara el sustituto. En el segundo, se trasladaba la obligación al
Decano del Colegio al que perteneciera, en cuánto estuviera al corriente de la mencionada
circunstancia.
2.- La regulación actual.La regulación actual se encuentra en los Art.29 y 30 del Estatuto General de los Procuradores
de los Tribunales que contemplan la posibilidad de la sustitución :
Artículo 29. Sustitución del procurador en determinadas actuaciones. Los procuradores
podrán ser sustituidos, en el ejercicio de su profesión, por otro procurador de la misma
demarcación territorial, con la simple aceptación del sustituto, manifestada en la asistencia a
las diligencias y actuaciones, en la firma de escritos o en la formalización del acto profesional
de que se trate. Para que opere la sustitución entre procuradores no es necesario que el
procurador sustituto se encuentre facultado en el apoderamiento del procurador sustituido, ni
que el procurador sustituido acredite la necesidad de la sustitución. En todo caso, las
131
-132sustituciones de procuradores se regirán por las normas de contrato de mandato
contempladas en el Código Civil y la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Tambien podrán los procuradores ser sustituidos, en las asistencias, diligencias y actuaciones,
por su oficial habilitado en la forma que reglamentariamente se establezca, de acuerdo con lo
previsto en la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Artículo 30. Sustitución en la representación. 1. El procurador que acepte la
representación en asunto que esté interviniendo o haya intervenido otro compañero en la
misma instancia, viene obligado a satisfacer los suplidos y derechos devengados al tiempo de
la sustitución, sin que ello limite el derecho del cliente a efectuar la sustitución entre
procuradores. Si no hubiese acuerdo entre los procuradores, el importe de las cantidades será
fijado por la Junta de Gobierno del Colegio.
2. El procurador que cese en la representación está obligado a devolver la documentación que
obre en su poder y a facilitar al nuevo procurador la información que sea necesaria para
continuar en el eficaz ejercicio de la representación procesal del poderdante.
En relación a la sustitución de los Procuradores en el desarrollo normal de su actividad,
nos vamos a referir a la Ley Orgánica 16/1994, de 8 de noviembre, que ha añadido un tercer
párrafo al Art. 438 LOPJ de 1.985 : Art. 438. 3º. En el ejercicio de su profesión los
Procuradores podrán ser sustituidos por otro Procurador. Tambien para los actos que se
determine reglamentariamente podrán ser sustituidos por Oficial habilitado.
Se ha consagrado la posibilidad, a nivel de Ley Orgánica, de que un Procurador pueda
ser sustituido por otro Procurador o por Oficial habilitado, en el ejercicio de su profesión.
En la exposición de motivos de la mencionada Ley Orgánica 16/1994 podemos observar
que se ha seguido un criterio de oportunidad para introducir este cambio, no acorde en
general, con el fin de la misma que, como es sabido, estaba destinado a otras cuestiones.
Ignoramos el porqué de la consagración a nivel de Ley Orgánica, de lo ya dispuesto y
desarrollado con cierta claridad en el EGPT. Entiende la profesora Sara Díez Riaza (La
Procuraduría, 1.998) que ello haya sido así para establecer con más fuerza la legitimidad de
la sustitución que se produce entre estos profesionales y sus Oficiales habilitados.
En el supuesto de la sustitución de un Procurador por otro Procurador, si analizamos el
articulo 29 E.G.P.T., vemos que dispone los requisitos necesarios para que la sustitución surta
efectos, y estos son: justa causa o enfermedad sobrevenida; designación de la persona en que
concurra la cualidad de Procurador que haya de ser el sustituto; y, finalmente, aceptación del
132
-133encargo por el mismo, que se presume tácita en el Estatuto al establecer su manifestación “ en
la asistencia a las diligencias y actuaciones, o en la formalización del acto profesional de que se trate.”.
En estos supuestos es necesario hacer notar que, no se requiere en ningún momento el
consentimiento del otorgante del poder para designar sustituto. Sólo se establece quien es la
persona con facultad para realizar el nombramiento. Se puede pensar que el origen de esta
ausencia de consentimiento de la parte representada, se debe sobre todo a una situación
anómala, ni prevista ni querida. Pero debido a la relación de confianza que debe unir a la parte
con su representante, ya que, el nombramiento del Procurador es “intuitu personae”,
entendemos que siempre quedará a salvo el derecho de la parte que ha otorgado el poder
para revocarlo, si es que no esta conforme con el sustituto.
El Pleno del Consejo General del Poder Judicial, en reunión del dia 6 de Febrero de
2.002, resolviendo Recurso de Alzada nº.263/01 interpuesto por el Ilustre Colegio de
Procuradores de Málaga, contra el Acuerdo de la Junta de Jueces de Marbella, de 26 de
noviembre de 2001, relativo a la asistencia de los Procuradores a los juicios civiles y a la
sustitución de éstos por otros Procuradores y por Oficiales habilitados, concluye que “la
sustitución de un Procurador por otro Procurador únicamente requiere que el poderdante no
haya prohibido expresamente tal sustitución, sin que sean exigibles al respecto los requisitos
que se describen en el Acuerdo impugnado, por lo que el recurso de alzada que nos ocupa
debe ser estimado en este concreto extremo”.
3.- Respecto a los Abogados, el Artículo 38 del Estatuto General de la Abogacía
establece que “2. El Letrado actuante podrá ser auxiliado o sustituido en el acto de la vista o juicio o
en cualquier otra diligencia judicial por un compañero en ejercicio, incorporado o cuya actuación haya
sido debidamente comunicada al Colegio. Para la sustitución bastará la declaración del Abogado
sustituto, bajo su propia responsabilidad. Y en el parrafo 3º. se establece que los Abogados que se
hallen procesados o encartados y se defiendan a sí mismos o colaboren con su defensor usarán toga y
ocuparán el sitio establecido para los Letrados.
El Artículo 9 del Código Deontológico de la Abogacía Española hace referencia a la
sustitución del Abogado estableciendo que : 1.- El Abogado no podrá asumir la dirección de
un asunto profesional encomendado a otro compañero sin advertir previamente al mismo por
escrito o solicitar su venia y, en todo caso, recibir del Letrado sustituido la información
necesaria para continuar el asunto, en aras de la seguridad jurídica, de la buena práctica
profesional, de una continuidad armónica en la defensa del cliente y de la delimitación de las
responsabilidades del sustituto y del sustituido.
133
-1342.- Asimismo el Abogado que suceda a otro en la defensa de los intereses de un cliente procurará
que se paguen los honorarios debidos al sucedido, al rescindirse la relación contractual de prestación
de servicios que los unía. Tal obligación no implica una responsabilidad civil del Abogado sustituto
respecto al pago de los honorarios y gastos debidos a su predecesor, sin perjuicio de su eventual
responsabilidad por captación desleal del cliente.
3.- Las mismas reglas anteriores regirán para la sustitución siempre que dicho asesoramiento no
constituya relación laboral, en cuyo caso, la sustitución de abogado no precisa la advertencia previa ni
obliga a realizar las gestiones previstas en los apartados 1 y 2 anteriores.
4.- Si fuera precisa la adopción de medidas urgentes en interés del cliente, antes de que pueda darse
cumplimiento a las condiciones fijadas anteriormente, el Abogado podrá adoptarlas, informando
previamente a su predecesor y poniéndolo en conocimiento anticipado del Decano del Colegio en cuyo
ámbito actúe.
5.- Sin perjuicio de la corrección disciplinaria del Letrado que incumpla las reglas anteriores, la
sustitución de un Abogado por otro en un acto procesal, sin previa comunicación al relevado, se
considerará falta muy grave, por afectar a la eficacia de la defensa y a la dignidad de la profesión.
________________________________________
134
-135EL OFICIAL HABILITADO DEL PROCURADOR DE LOS TRIBUNALES
Su regulación legal viene establecida en el Art. 438, 3º de la Ley Orgánica del Poder
Judicial: "En el ejercicio de su profesión los procuradores podrán ser sustituidos por otro procurador.
También para los actos y en la forma que se determine reglamentariamente podrán ser sustituidos por
Oficial habilitado."
En el Art. 33 del Estatuto General de los Procuradores de los Tribunales, aprobados por Real
Decreto 2046/1982 de 30 de julio: " Cuando concurra justa causa que imposibilite al procurador para
asistir a la práctica de diligencias, actuaciones judiciales, firma de escritos y en general para realizar
cualquier acto propio de su función en los asuntos en los que aparezca personado podrá ser sustituido
por otro procurador del mismo colegio u Oficial habilitado que reúna las condiciones exigidas por la
normativa vigente sin más requisito que la aceptación del sustituto manifestada en la asistencia a las
diligencias y actuaciones o en la formalización del acto profesional que se trate."
El art. 27 de la Ley de Enjuiciamiento Civil establece : Derecho supletorio sobre
apoderamiento. " A falta de disposición expresa sobre las relaciones entre poderdante y el
procurador, regirán las normas establecidas para el contrato de mandato en la legislación civil
aplicable."
El art. 1.721 del Código Civil : "El mandatario puede nombrar sustituto si el mandante no se
lo ha prohibido pero responde de la gestión del sustituto: 1º Cuando no se le dio facultad para
nombrarlo. 2º. Cuando se le dio esta facultad pero sin designar la persona y el nombrado era
notoriamente incapaz o insolvente. Lo hecho por el sustituto nombrado contra la prohibición del
mandante será nulo.".
La Jurisprudencia del Tribunal Supremo hace referencia a la figura de la sustitución del
procurador por otro procurador o por su Oficial habilitado en Sentencias de 10 de Marzo de
1.998, 14 de Marzo de 1.998, 17 de Marzo de 1.998, 4 de Julio de 1.989.
El Pleno del Consejo General del Poder Judicial adoptó Acuerdo, en fecha 6 de Febrero
de 2.002, resolviendo Recurso de alzada nº. 263/01 interpuesto por el Ilustre Colegio de
Procuradores de Málaga contra Acuerdo de la Junta de Jueces de Marbella de fecha
26.11.2001, relativo a la asistencia de los Procuradores a los juicios civiles ya a la sustitución
de éstos por otros Procuradores y por Oficiales habilitados, resolviendo al estimar el recurso
que la sustitución de un Procurador por otro Procurador únicamente requiere que el
poderdante no haya prohibido expresamente tal sustitución, sin que sean exigibles al respecto
los requisitos que se describen en el Acuerdo impugnado.
La normativa legal viene establecida por la Orden Ministerial de 15 de Junio de 1.948 y
las posteriores ordenes que la actualizaron:
135
-136-
Orden 15 de Junio 1948 (Mº. Justicia). PROCURADORES. Designación de habilitados
que les auxilien en diligencias judiciales de mero trámite. Boletín Oficial del Estado,
de 12 Julio 1948 -numero 194(reformada por O.M. 12 Junio de 1.961, 22 Octubre 1.971, y 24 de Julio 1.979) .
Dadas las dificultades que ofrece en los actuales momentos la labor del Procurador de los
Tribunales, especialmente en las grandes poblaciones , al tener que acudir simultáneamente a la
práctica de diligencias y actuaciones ante Juzgados y Tribunales instalados en lugares muy distantes
entre sí, en horas que suelen ser las mismas para tales efectos, parece conveniente para obviarlas;
con moras al mejor servicio de la administración de justicia, autorizarles para que puedan confiar, bajo
su directa y personal responsabilidad varias de las actividades profesionales que les están
encomendadas a un personal auxiliar, con sujeción y lógicas limitaciones que sin daño para la buena
marcha de los litigios y sin oposición a ningún precepto legal permitan un mejor desenvolvimiento de
las funciones de Procurador. Por ello sí es admisible que los Procuradores cuenten con un habilitado,
que puedan sustituirles, cuando se trata de recibir notificaciones, requerimientos y emplazamientos, no
puede serlo en cambio cuando se trate de la representación en pedimentos escritos que deban hacerse
ante Juzgados o Tribunales donde deban comparecer personalmente en virtud de los poderes que le
ha sido conferidos, ni cuando se trata de actuaciones en las que su presencia sea indispensable. En
atención a las anteriores consideraciones y vista la petición formulada por la Junta Nacional de los
Ilustres Colegios de Procuradores de España este Ministerio ha tenido a bien disponer lo siguiente:
Art.1º. Los Procuradores de los Tribunales en ejercicio podrán ser auxiliados en el desempeño de sus
actividades por oficiales habilitados de ambos sexos, siempre que su número no exceda de tres por
cada procurador. Los Oficiales habilitados tendrán las mismas incompatibilidades que los Procuradores
en el ejercicio de su profesión.
Art. 2º. Los oficiales habilitados estarán autorizados para recibir notificaciones, requerimientos y
emplazamientos, asistir a comparecencias, en las que podrán solicitar la práctica de las expresadas
diligencias y sustituir al Procurador en las vistas para presenciar el informe del Letrado.
Art. 3º.- El Procurador que proyecte utilizar los servicios de oficial habilitado, presentará ante su propio
colegio una solicitud con el nombre y apellidos de la persona a quien haya de proponer con tal carácter.
Contra la denegación a conceder la habilitación solicitada de las Juntas de Gobierno de los Colegios
de Procuradores no cabrá recurso alguno. Las habilitaciones no podrán ser autorizadas por los
Colegios más que a razón de un máximo de tres habilitados por cada procurador. Por los actos que
realice el oficial habilitado responderá éste y el Procurador de forma solidaria.
136
-137Art. 4º.- Los Procuradores vendrán obligados a comunicar a los colegios respectivos el momento en
que terminen de utilizar los servicios del oficial habilitado de que se trate, especificando las causas que
motiven el término de la habilitación.
Art. 5º.- Los oficiales habilitados deberán ser españoles y mayores de dieciocho años, de buena
conducta y sin antecedentes penales, acreditándose éstos extremos debidamente ante la Junta de
Gobierno de los Colegios que hayan de autorizar la habilitación.
Art. 6º.- Los Colegios de Procuradores llevarán un registro, en el que se hará constar el nombre de los
oficiales habilitados autorizados: Procuradores a quienes prestan sus servicios; época de iniciación y
cese de los mismos; motivos en que se funda la terminación de sus funciones y cuántas observaciones
más crea oportuno el decano que merezcan hacerse constar en el expediente.
Art. 7º.- Los oficiales habilitados serán provistos por el Colegio respectivo de un carné acreditativo del
servicio que desempeñan, autorizado por el Procurador sustituido; y con la firma del interesado y el
visto bueno del decano del Colegio, ante quien prestarán el debido juramento.
Art. 8º.- Los nombramientos y ceses de los oficiales habilitados serán comunicados por el decano del
colegio respectivo a las autoridades judiciales y Tribunales ante quienes hayan de actuar.
Art. 9º.- Los oficiales habilitados no podrán ejercer mas que la habilitación de un sólo procurador.
Art. 10º.- La creación de los oficiales habilitados no excluyen el nombramiento de Procuradores
sustitutos en los cargos actualmente determinados por las disposiciones vigentes-.
RESEÑA HISTÓRICA. REDACCIÓN ORIGINARIA DE LAS DISPOSICIONES DEL OFICIAL HABILITADO:
Orden 15 de Junio 1948 (Mº. Justicia). PROCURADORES. Designación de habilitados que les
auxilien en diligencias judiciales de mero trámite.
Dadas las dificultades que ofrece en los actuales momentos la labor del Procurador de los
Tribunales, especialmente en las grandes poblaciones , al tener que acudir simultáneamente a la
práctica de diligencias y actuaciones ante Juzgados y Tribunales instalados en lugares muy distantes
entre sí, en horas que suelen ser las mismas para tales efectos, parece conveniente para obviarlas;
con moras al mejor servicio de la administración de justicia, autorizarles para que puedan confiar, bajo
su directa y personal responsabilidad varias de las actividades profesionales que les están
encomendadas a un personal auxiliar, con sujeción y lógicas limitaciones que sin daño para la buena
marcha de los litigios y sin oposición a ningún precepto legal permitan un mejor desenvolvimiento de
las funciones de Procurador. Por ello sí es admisible que los Procuradores cuenten con un habilitado
que puedan sustituirles cuando se trata de recibir notificaciones, requerimientos y emplazamientos, no
puede serlo en cambio cuando se trate de la representación en pedimentos escritos que deban hacerse
ante Juzgados o Tribunales donde deban comparecer personalmente en virtud de los poderes que le
ha sido conferidos, ni cuando se trata de actuaciones en las que su presencia sea indispensable. En
137
-138atención a las anteriores consideraciones y vista la petición formulada por la Junta Nacional de los
Ilustres Colegios de Procuradores de España este Ministerio ha tenido a bien disponer lo siguiente:
1.- Los Procuradores de los Tribunales en ejercicio, podrán ser auxiliados en el desempeño de sus
actividades por un oficial habilitado.
2- Los oficiales habilitados estarán autorizados para recibir notificaciones, requerimientos y
emplazamientos, ya asistir a comparecencias, en las que podrán solicitar la práctica de las expresadas
diligencias.
3.- El Procurador que proyecte utilizar los servicios de un oficial habilitado presentará ante su propio
colegio una solicitud con el nombre y dos apellidos de la persona del sexo masculino a quien haya de
proponer con tal carácter, haciendo constar expresamente que asume todas las responsabilidades
derivadas de su actuación ante los Tribunales y queda directamente responsable de todas las
gestiones que realice como tal habilitado.
Contra la denegación a conceder la habilitación solicitada de las Juntas de Gobierno de los Colegios de
Procuradores no cabrá recurso alguno. Las habilitaciones no podrán ser autorizadas por los Colegios
mas que a razón de un habilitado por cada procurador.
4.- Los Procuradores vendrán obligados a comunicar a los colegios respectivos el momento en que
terminen de utilizar los servicios del oficial habilitado de que se trate, especificando las causas que
motiven el término de la habilitación.
5.- Los oficiales habilitados deberán ser mayores de treinta años, de buena conducta y sin
antecedentes penales, acreditándose éstos extremos debidamente ante las Juntas de Gobierno de los
Colegios que hayan de autorizar la habilitación.
6.- Los Colegios de Procuradores llevarán un registro, en el que se hará constar el nombre de los
oficiales habilitados autorizados: Procuradores a quienes prestan sus servicios; época de iniciación y
cese de los mismos; motivos en que se funda la terminación de sus funciones y cuántas observaciones
más crea oportuno el decano que merezcan hacerse constar en el expediente.
7.- Los oficiales habilitados serán provistos por el Colegio respectivo de un carne acreditativo del
servicio que desempeñan, autorizado por el Procurador sustituido; y con la firma del interesado y el
visto bueno del decano del Colegio, ante quien prestarán el debido juramento.
8.- Los nombramientos y ceses de los oficiales habilitados serán comunicados por el decano del
colegio respectivo a las autoridades judiciales y Tribunales ante quienes hayan de actuar.
9.- Los oficiales habilitados no podrán ejercer mas que la habilitación de un sólo procurador.
10-.La creación de los oficiales habilitados no excluyen el nombramiento de Procuradores sustitutos en
los cargos actualmente determinados por las disposiciones vigentes-.
138
-139Orden 12 Junio de 1.961 ( Mº.Justicia) PROCURADORES DE LOS TRIBUNALES. Oficiales
Habilitados. Edad y número.
Dispone que el art.1º parrafo último, del art..3º , y el art..5º de la orden de 15 de Junio de 1.948 queden
redactados de la siguiente forma:
" Art. 1º. Los Procuradores de los Tribunales en ejercicio podrán ser auxiliados en el desempeño de sus
actividades por oficiales habilitados, siempre que su número no exceda de tres por Procurador".
" Art. 3º, parrafo último. Las habilitaciones no podrán ser autorizadas por los Colegios mas que a razón
de un máximo de tres habilitados por cada procurador".
"Art. 5º. Los oficiales habilitados deberán ser mayores de veinticinco años, de buena conducta y sin
antecedentes penales, acreditándose éstos extremos debidamente ante las Juntas de Gobierno de los
Colegios que hayan de autorizar la habilitación.".
Orden 22 Octubre 1.971 (Mº. Justicia) PROCURADORES DE LOS TRIBUNALES. Oficiales
Habilitados: Modifica Orden 15-Junio 1948.
1º Los Arts. 1º,2º,3º y 5º de la Orden de 15 de Junio de 1.948 quedaron redactados en la siguiente forma:
"Art.1º. Los Procuradores de los Tribunales en ejercicio podrán ser auxiliados en el desempeño de sus
actividades por oficiales habilitados de ambos sexos, siempre que su número no exceda de tres por cada
procurador. Los Oficiales habilitados tendrán las mismas incompatibilidades que los Procuradores en el ejercicio
de su profesión."
" Art.2º. Los oficiales habilitados estarán autorizados para recibir notificaciones, requerimientos y
emplazamientos, asistir a comparecencias, en las que podrán solicitar la práctica de las expresadas diligencias y
sustituir al Procurador en las vistas para presenciar el informe del Letrado.ª.
"Art.3º.- El Procurador que proyecte utilizar los servicios de oficial habilitado, presentará ante su propio colegio
una solicitud con el nombre y apellidos de la persona a quien haya de proponer con tal carácter.
Contra la denegación a conceder la habilitación solicitada de las Juntas de Gobierno de los Colegios de
Procuradores no cabrá recurso alguno. Las habilitaciones no podrán ser autorizadas por los Colegios más que a
razón de un máximo de tres habilitados por cada procurador. Por los actos que realice el oficial habilitado
responderá éste y el Procurador de forma solidaria.
"Art.5º.- Los oficiales habilitados deberán ser españoles y mayores de veinticinco años, de buena conducta y sin
antecedentes penales, acreditándose éstos extremos ante las Juntas de Gobierno de los Colegios que hayan de
autorizar la habilitación.".
2º.- Queda derogada la Orden de 12 de Junio de 1.961.
Orden 24 de Julio 1.979 (Mº. Justicia) PROCURADORES DE LOS TRIBUNALES. Reduce edad
para el desempeño de funciones de oficial habilitado.
Dispone que el art.5º de la Orden de 15 de Junio de 1.948 modificada por la de 22 de Octubre de 1.971
queda redactado en los siguientes términos: " Art.5º.- Los oficiales habilitados deberán ser españoles y
mayores de dieciocho años, de buena conducta y sin antecedentes penales, acreditándose éstos
extremos debidamente ante la Junta de Gobierno de los Colegios que hayan de autorizar la
habilitación.".
139
-140TEMA IV
La competencia. Ambito de actuación en los órdenes jurisdiccionales. En el Civil, en el Penal,
en el Contencioso-Administrativo, en el Laboral, en el Militar, en el Proceso Constitucional, en
el procedimiento administrativo. Preceptividad de la representación procesal y defensa técnica.
Jurisdicción y Competencia.
Con carácter previo atenderemos a estos dos básicos institutos procesales, ya que el
derecho fundamental de todos los ciudadanos para que sean tutelados judicial y efectivamente
por el juez ordinario predeterminado por la ley tiene precisamente su plasmación procesal en
éstos presupuestos procesales: la jurisdicción y la competencia, que se refieren a la diversa
distribución de los organos jurisdiccionales al tiempo de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, y
según los distintos ámbitos objetivo, funcional y territorial.
LA JURISDICCIÓN:
Si bien el Art.9 de la L.O.P.J. establece las normas básicas para la atribución de la
jurisdicción correspondiente a los distintos Juzgados y Tribunales; la regulación pormenorizada
de las reglas que sirven de aplicación en el orden civil en el Título I y IV, del Libro I de la ley. (
especialmente del Art. 36 al 70 de la L.E.C.).
El Art.36 LEC remite al Art.22 de la L.O.P.J. así como a los Tratados y Convenios
internaciones para determinar la extensión y los límites de la jurisdicción de los tribunales
civiles, disponiendo entre otras causas, que nuestros tribunales civiles se abstendrán de
conocer de las demandas o solicitudes de ejecución respecto de sujetos o bienes que gocen
de inmunidad de jurisdicción o ejecución, conforme a las normas de derecho internacional
público o cuando el asunto se encuentre atribuido a la jurisdicción de otro Estado, en virtud de
Tratado o Convenio en el que España sea parte. Aunque en estos casos según el parrafo 3º
de la ley viene a modificar el Art. 22.2. LOPJ, al establecer que pese a esa regla general, si las
partes se han sometido, expresa o tácitamente, a la jurisdicción de nuestro país, serán
competentes nuestros tribunales.
La falta de competencia internacional es apreciable de oficio o a instancia de parte mediante la
declinatoria.
140
-141-
LA COMPETENCIA
A la facultad de un órgano judicial de ejercer su función jurisdiccional de juzgar y hacer
ejecutar lo juzgado en relación con un caso concreto y determinado con preferencia a los
demás Tribunales es a la que se llama competencia. Los tres conceptos que han de tenerse
presente son:
Competencia territorial: Se define como la demarcación dentro de la que un Tribunal puede
ejercer sus potestades.
Competencia objetiva: Son las materias o asuntos sobre los que entra a conocer el Tribunal en
un primer momento.
Competencia funcional: Son las materias o asuntos sobre los que entra a conocer un Tribunal
cuando resuelve un recurso interpuesto contra una resolución emitida por un Tribunal
jerárquicamente inferior.
La ley comienza hablando de la competencia objetiva y referida a los Juzgados de
Primera Instancia les atribuye el conocimiento en primera instancia todos los asuntos que
expresamente no se hallen atribuidos a otros tribunales. Es una competencia atractiva en el
sentido de atrayente sobre las demás.
Se regula dentro de la ley Art.46, una excepción a esta regla de la competencia por las
especialidades atribuidas a determinados Juzgados de Primera Instancia,
en virtud de lo
establecido en el Art.98 de la L.O.P.J. Juzgados de Primera Instancia, que conocen asuntos
de Familia, o de materia hipotecaria; estos juzgados habrán de abstenerse de conocer
procesos y cuestiones que no sean específicamente de la especialidad que tienen atribuidas.
Respecto a los Juzgados de Paz, se les atribuye competencia para conocer en primera
instancia asuntos de cuantía no superior a los 90 € (15.000 Ptas.-) y que éstos además no
sean especiales por razón de la materia de los que indica el Art.250,1 LEC.
Según la disposición derogatoria única, hasta que no entre en vigor la nueva ley sobre
Jurisdicción Voluntaria, las referencias al procedimiento contencioso contenidas en el Libro II
se entenderán hechas al juicio verbal. Así como el Art.11 de la vieja Ley sobre conciliación, y
el Título I del Libro II de la derogada ley adjetiva seguirán en vigor hasta la publicación de la
Ley de la Jurisdicción Voluntaria. Por consiguiente, la competencia que el Art.463 de la vieja
141
-142L.E.C. atribuye a los Juzgados de Paz para conocer de los actos de conciliación deberá
entenderse subsistente.
Las Audiencias Provinciales tienen competencia funcional para conocer de los recursos
de apelación y queja deducidos contra las resoluciones de los Juzgados de Primera Instancia
de la Provincia, y en primera instancia de los recursos de audiencia al rebelde, ahora
denominados rescisión de sentencia firme a instancia del rebelde, en el Art.501 Ley, y por
último las audiencias conocerán en primera instancia sobre el recurso de anulación contra
laudos arbitrales. (Art. 46 L.A.)
Las Salas de los Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia cuya
competencia es increíblemente reducida hoy en día, ha sido aumentada por la nueva ley, si
bien habrá que esperar a la reforma de la L.O.P.J. para darle competencias en materias de
recursos.
La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo tiene como competencia funcional básica los
recursos de casación (Art.478) y de revisión (Art.505) y otros extraordinarios que establezca la
ley como son, hasta que se reforme la L. O. P. J., el recurso por infracción procesal y el
recurso en interés de la ley.
La falta de competencia objetiva puede y debe ser advertida de oficio por el Tribunal
quien previa audiencia de las partes y del Ministerio Fiscal (10 días) dictará auto indicando la
clase de Tribunal al que corresponde el asunto, decretando la nulidad de todo lo actuado si
fuere preciso. Y a instancia de parte puede articularse mediante la interposición de la
declinatoria.
LA COMPETENCIA TERRITORIAL.-
Al existir diversos órganos con igual competencia objetiva y funcional se hace preciso
establecer unas reglas precisas para atribuir ante qué Tribunal ha de interponerse la demanda
o iniciar el proceso. Para determinar quién es el Juez competente territorialmente
se
establecen unas reglas que desde antaño se denominan FUEROS , que pueden ser legales o
convencionales.
142
-143Cuando las partes con ocasión de un contrato o negocio no han pactado expresamente
qué Juzgado o Tribunal conocerá territorialmente de sus controversias entran en juego las
normas de competencia territorial denominadas fueros legales.
- Para las personas físicas el fuero territorial será el juez del domicilio del demandado.
- Para las personas jurídicas y entes sin personalidad rige el fuero de su domicilio legal, o en el
lugar donde haya nacido la relación jurídica, el negocio o contrato que dio lugar siempre y
cuando tengan allí establecimiento abierto al publico o representante para comparecer en
juicio representando a la entidad.
- En los supuestos de acumulación de acciones será competente el juez del lugar del mayor
número de las pretensiones, o de la mas importante cualitativa o cuantitativamente.
- En supuestos litisconsorciales, cuando sean varios los demandados, será competente el juez
del lugar al que pudiera corresponder conforme a las reglas generales, pero a elección del
demandante.
El Art.52 contiene quince apartados regulando y fijando la competencia territorial teniendo
en consideración las pretensiones ejercitadas y los objetos litigiosos.
Otros institutos procesales básicos que hay que tener presente para la compresión del
presente tema son la sumisión expresa, la sumisión tácita, la declinatoria y la acumulación de
procesos.
LA SUMISIÓN EXPRESA
La sumisión expresa precisa una declaración de manifestación concreta, realizada por
las partes, en la que acuerdan someterse a los Tribunales de un determinado partido judicial,
en caso de conflicto.
Pero según la Ley, no procederá, pese a esa declaración expresa de las partes, en pleitos sobre
acciones reales de inmueble, cuestiones hereditarias, incapaces, honor, intimidad personal y familiar y
a la propia imagen, arrendamientos de inmuebles, propiedad horizontal, daños y perjuicios por la
denominada ley del automóvil, impugnación de
acuerdos sociales, ley propiedad intelectual,
competencia desleal, patentes y marcas, nulidad de condiciones generales de la contratación y
tercerías de dominio y de mejor derecho, seguros, ventas a plazos, etc..No permite la Ley en art.54,2 la sumisión expresa en los contratos de adhesión, o
contratos celebrados con consumidores o usuarios.
143
-144SUMISIÓN TACITA.-
El Art.56 dispone que se entiende hecha para el demandante por el mero hecho de
acudir a los Tribunales de una determinada circunscripción interponiendo demanda. Y para el
demandado por el hecho de hacer, después de personado en el juicio cualquier gestión que no
sea la de proponer en forma la declinatoria.
El control de la competencia territorial puede realizarlo de oficio cuando se esté ante
normas imperativas, como a instancia de parte cuando se trate de normas dispositivas.-
El control de oficio se realiza in limine litis por el Tribunal, con carácter previo a la
admisión de la demanda (Art.58, 404, y 440), pero también puede acordarla el Juzgado en la
audiencia previa (Art. 416,2) o en la vista (Art.443.2 II), dando vista al Ministerio Fiscal y a la
parte actora, el Tribunal dictará en su caso, auto remitiendo las actuaciones al Tribunal
competente o si fueran de aplicación fueros electivos para el actor le requerirá para que
designe de entre los posibles. (Art.58).
LA DECLINATORIA.-( Art.63)
La única forma que prevé la Ley para que, tanto por el demandado como por quienes
puedan ser parte legítima en un proceso, puedan impugnar la competencia genérica del
Tribunal, la territorial, o su falta de jurisdicción es la Declinatoria, que se concibe ahora como
un incidente de previo pronunciamiento y no como una excepción a plantear dilatoriamente
con la contestación a la demanda, rompiendo con ello con la tradición procesal anterior al
suprimirse el instituto de la inhibitoria que desaparece para siempre.
Si bien la declinatoria ha de presentarse ante el Tribunal que este conociendo del
asunto carente de jurisdicción o competencia a juicio del proponente de la misma, permite la
ley que, cuando el domicilio del instante de la declinatoria sea distinto al del Tribunal que
tramita el asunto, podrá presentarse la declinatoria ante el Tribunal de su domicilio, quien la
hará llegar de oficio a aquél para su decisión.
El escrito interponiendo la declinatoria, -al que se acompañaran necesariamente los
documentos o principios de prueba en que se funde y se citará el tribunal que se repute
competente-, se presentará dentro de los diez primero días del plazo para contestar la
demanda en el juicio ordinario o dentro de los cinco primeros días posteriores a la citación
para la vista en el juicio verbal, suspendiéndose de forma inmediata el curso del proceso, pero
a instancia del actor podrán adoptarse medidas de aseguramiento de pruebas o medidas
144
-145cautelares, salvo que por el demandado se preste caución para responder de los daños y
perjuicios que pueda ocasionar la declinatoria.
De dicho escrito se dara traslado por cinco días al actor, resolviendo luego el Tribunal
en cinco días mediante auto desestimatorio de la declinatoria y mandando continuar el
proceso, o auto por el que estimando la declinatoria se abstenga de conocer dictando auto de
sobreseimiento, indicando en su caso el Tribunal competente, para que las partes acudan a él
a usar de su derecho, o remitiendo los autos a aquél.
Contra el auto que desestime la declinatoria por falta de competencia objetiva o
funcional sólo cabe recurso de reposición, contra el auto que acuerde la abstención del
Tribunal, el de apelación. Siendo irrecurribles los autos que resuelvan sobre la competencia
territorial, aunque cabe reproducir la cuestión en el recurso de apelación o en el recurso
extraordinario por infracción procesal (aunque en el Art. 469.1.1 no se indique expresamente).
ACUMULACIÓN DE (ACCIONES Y) PROCESOS.Es sabido que en un solo procedimiento pueden ventilarse una o más pretensiones y
con ello entra el juego de la acumulación de acciones. Puede ocurrir no obstante que existan
dos procedimientos independientes en los que se esté ventilando la misma pretensión, para
regular esas y otras cuestiones la Ley dedica los Art.71 a 98.
Acumulándose varias acciones –que no sean incompatibles entre si- en un mismo
procedimiento, el Tribunal deberá resolverlas en una misma sentencia. En el supuesto de ser
incompatibles las acciones acumuladas, deberá el actor indicar la principal, para el supuesto
de que desestimada ésta entre a conocer de las acciones eventualmente -subsidiariamentearticuladas en la demanda inicial.
Como regla general para la admisibilidad de acciones, a parte de que expresamente no
lo prohíba la ley, es preciso que el )Tribunal tenga competencia y jurisdicción para conocer de
todas ellas por razón de la materia o de la cuantía, aunque en el juicio ordinario pueden
acumularse acciones que por sí solas deberían tramitarse en juicio verbal.
Cuando la demanda tenga por objeto la impugnación de acuerdos sociales se
acumularán de oficio todas las que se presenten dentro de los cuarenta días siguientes a la
presentación de la primera demanda, siendo esta norma de reparto de obligado cumplimiento
en estos supuestos específicos.
Con la acumulación de procesos o autos se pretende que dos procedimientos que
nacieron independientemente sean reunidos y resueltos en una sola sentencia, evitando se
dicten sentencias contradictorias, o los efectos de la prejudicialidad entre ambos.
Como regla general, establece la Ley que son acumulables los procesos declarativos
que se sustancien por los mismos trámites, siempre que no existan razones de
incompatibilidad por razón de competencia territorial, cuando los asuntos pendan en distintos
Tribunales y deben de encontrarse en primera instancia y antes de finalizar el juicio.
145
-146Resulta de interés especial la norma que decreta improcedente la acumulación de
procesos cuando quien la solicita es el propio demandante cuando quede demostrado que
pudo promoverse un único proceso. (art.78.3).
Tampoco procederá la acumulación de procesos cuando el riesgo de dictarse
sentencias contradictorias pueda evitarse mediante la excepción de litispendencia art.78.1).
La acumulación se solicitará, razonando la pretensión e identificando los procesos de
que se trate, ante el Tribunal que conozca del proceso más antiguo –según la fecha de
presentación de la demanda-, al que se acumularán los más modernos, si bien, no se
suspende la tramitación de los procedimientos hasta el momento de dictar sentencia.
Del escrito de acumulación se dará traslado a las demás partes personadas para
formular alegaciones en el plazo de diez días, resolviendo el juez en el plazo de cinco días lo
que estime procedente, aunque si todas las partes están de acuerdo con la acumulación, asi lo
acordará. Contra el auto acordándola solo cabe reposición, ordenando la suspensión del
proceso que se halle más avanzado hasta que el otro u otros se hallen en el mismo estado. El
auto que deniegue la acumulación condenará en las costas del incidente.
Si bien la acumulación no tiene efectos de suspender la tramitación de los
procedimientos, en todo caso y habiéndose tenido conocimiento de la solicitud de
acumulación, deben los Tribunales abstenerse de dictar sentencia.
Cuando los procedimientos penden en Tribunales diferentes pueden ocurrir que alguna de
las partes no esté personada en el otro procedimiento, por lo que habrá de dársele traslado
por cinco días en la secretaría para instruirse y manifestar lo procedente en su derecho. Y
acordada la acumulación se emplazará a las partes para que comparezcan en diez días ante
el Tribunal correspondiente.
Nuestro Tribunal Constitucional se ha pronunciado al respecto, diciendo que: “ el
derecho a la tutela judicial efectiva (...) no exige, siempre que se respete el contenido esencial
del mismo, que dicha tutela se configure de una forma determinada, sino que admite múltiples
posibilidades en la ordenación de jurisdicciones y procesos y también, por tanto de instancias
y recursos, de acuerdo con la naturaleza de las pretensiones cuya satisfacción se inste y de
las normas que lo fundamentan.” . Son las STC 17/1985, de 9 de Febrero, STC 298/1993, de
18 de Octubre, y el ATC de 29, de Octubre de 1.991, las que afirman que la tutela judicial
efectiva “no impone cauces procesales determinados, siempre que se respeten las garantías
esenciales para proteger los derechos e intereses legítimos de los justiciables.”.
146
-147MATERIAS SOBRE LAS QUE HAN DE CONOCER LOS DISTINTOS TRIBUNALES SEGÚN
LOS DIVERSOS ORDENES JURISDICCIONALES:
- Los Tribunales del orden CIVIL : ( Art.45 LEC, y el Art. 9 y 21 y ss LOPJ)
Los tribunales civiles conocerán de las materias que le son propias a éste orden
jurisdiccional, es decir el derecho privado y de todas aquellas materias no atribuidas
expresamente a ningún orden jurisdiccional (competencia con vís atractiva), pero si el tribunal
entiende que no tiene jurisdicción en un litigio deberá abstenerse de conocer del asunto de
forma inmediata (previa audiencia de las partes y del Ministerio Fiscal).
Salvo una excepción que quiebra la regla general: la prevención de testamentaria y
abintestato de los miembros del Ejercito que fallecen en campaña en los que conocerá para el
sepelio, inventario y aseguramiento de sus bienes de las que conocerá el orden jurisdiccional
militar.
ORGANOS DEL ORDEN CIVIL:

Juzgado de Paz. Registro Civil localidades sin Juzgado 1ª.Instancia.(menos 90 €).

Juzgados de 1ª Instancia (especialidad Art.46 LEC, Juzg.de Familia, Hipotecarios.

Audiencia Provincial (Salas de lo Civil) Sedes desplazadas.-Conocen en 1 Instancia.

Tribunal Superior de Justicia En la capital de la Cdad. Autónoma ( Sala Civil).

Tribunal Supremo ( Sala 1ª de lo Civil).
- Los Tribunales con competencia en el orden PENAL :
Se les atribuye conocimiento de causas y juicios criminales, salvo que competan al orden
militar.
ORGANOS DEL ORDEN PENAL

Juzgados de Paz en localidades sin Juzgados de Instrucción.

Juzgados de instrucción ( especialidad de los Juzgado de Malos Tratos.)

Juzgado de Menores.

Juzgado de lo Penal.

Tribunal del Jurado.

Audiencia Provincial ( Salas de lo Penal).

Tribunal Superior de Justicia. En la capital Cdad..Autónoma (Sala Penal).

Audiencia Nacional ( Juzgado Central de Instrucción y Juzgado Centr. Penal).

Tribunal Supremo ( Sala 2ª de lo Penal).
147
-148- Tribunales del orden CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO :
Conocerán de las pretensiones que se deduzcan contra actos de la Administración
Pública sujetos al derecho administrativo y con las disposiciones reglamentarias.
ORGANOS DEL ORDEN CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO:

Juzgado de lo Contencioso-Administrativo (unipersonal).

Juzgados Centrales de lo Contencioso-Administrativo.

Sala de lo Contencioso-Admvo. del Tribunal Superior de Justicia.

Sala de lo Contencioso-Admvo. de la Audiencia Nacional.

Sala 3ª de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo.
- Tribunales con competencia en el orden jurisdiccional SOCIAL conocerán :
Conocerán de las pretensiones relativas al derecho Laboral o Social, asi como las
materias de la Seguridad Social o contra en Estado o la Administración cuando la ley así lo
atribuya.
ORGANOS DEL ORDEN SOCIAL

Juzgado de lo Social ( especialidad Juzgados de Ejecución).

Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia .

Sala de lo Social de la Audiencia Nacional.

Sala 4ª de lo Social del Tribunal Supremo.
148
-149PRECEPTIVIDAD DE LA REPRESENTACIÓN PROCESAL Y DEFENSA TÉCNICA
En el ORDEN JURISDICCIONAL CIVIL : Por regla general es preceptiva con las
excepciones indicadas del Art 23 y 31 LEC.
No es preceptivo Procurador ( Art. 23 LEC)
1. Juicio Verbal de cuantía inferior a 150.000 Ptas. (900 Euros).
2. Solicitud Monitorio.
3. Juicios Universales ( presentación títulos o asistir Juntas).
4. Incidente de impugnación asistencia jurídica gratuita.
5.
Solicitud medidas urgentes antes del Juicio ( embargo, prueba anticipada, etc).
6. Jurisdicción Voluntaria, acto de conciliación etc.
- Tampoco será preceptiva la intervención de Procurador cuando sea parte un Procurador.
- Tampoco cuando el propio Abogado reclame sus honorarios en el procedimiento oportuno. - Tampoco en los procesos en que actúen los abogados del Estado, C C A A
y Entidades
locales. ( Art. 2 de la Ley 52/1997, de 27 de noviembre sobre Asistencia Jurídica al Estado e
Instituciones Públicas.).
No es preceptivo Abogado ( Art. 31 LEC )
1. Juicios verbales de cuantía inferior a 150.000 Ptas.- (900 €).
2. Solicitud Monitorio.
3. Personarse en juicio, a esos efectos de pedir la suspensión juicio /vistas.
4. Solicitud medidas urgentes antes del Juicio (embargo, prueba anticipada, etc)
5. Jurisdicción Voluntaria ( de menos de 2.400 €).
6. Habilitacion Judicial de Fondos del Art. 29,2 de la LEC )
7. Procedimiento de reclamación de cuenta del Procurador ( antes jura de cuentas).
8. Procesos sobre capacidad, filiación y matrimonio cuando las partes, conforme a la Ley deban
ser defendidas por el Ministerio Fiscal ( Art. 750,1 de la LEC )
9. Procesos en que se ejercite la acción de rectificación ( Art. 5 de la LO 2/1984, de 26 de
Marzo.)
10. Impugnación de resolución sobre el derecho de asistencia jurídica gratuita ( Art.20.II de la Ley
1/1996, de 10 de enero de Asistencia Jurídica Gratuita.).
_______________________________________________________________
149
-150En resumen diremos que existe una serie de supuestos para los que no se requiere la
intervención de abogado ni de procurador: los juicios verbales cuya cuantía no excede de 900
€, la petición inicial de los procedimientos monitorios y la solicitud de medidas urgentes con
anterioridad al juicio.
La intervención de Abogado y Procurador en la ejecución.
La regla general y las excepciones atinentes a la intervención de abogado y
procurador se han de completar con lo previsto para el proceso de ejecución, concretamente,
por el Art. 539.1 de la LEC. En este caso la regla es que tanto ejecutante como ejecutado han
de estar dirigidos por letrado y representados por procurador. La intervención es facultativa en
dos casos:
1º Cuando se traTe de la ejecución de resoluciones dictadas en procesos en los que
no sea preceptiva la intervención de dichos profesionales.
2º Cuando se trate de ejecución derivada de procesos monitorios en que no haya
habido oposición siempre que la cantidad por la que se despacha ejecución no sea superior a
900 €.
Si
no fuera preceptiva la intervención Abogado y Procurador, y se utilizaran los
servicios de Abogado, Procurador o alguno de los dos, se hará constar en la demanda, ya que
el demandado tiene 3 días desde el emplazamiento para anunciar que comparecerá con
Abogado y /o Procurador. (Art. 32, 3º).
Y si el actor no utiliza esa postulación y sí lo pretende el demandado, en el mismo plazo
se hará constar ya que puede solicitar asistencia jurídica gratuita, o que se le nombren por
turno de oficio (obligándose a abonar honorarios).
Aun no siendo preceptiva la intervención de Abogado y Procurador los honorarios y
derechos pueden ser repercutidos al condenado en costas en tres supuestos:
Procedimientos del Art. 21 L.P.H. sobre reclamación de cuotas impagadas.
Cuando la sentencia condenatoria en costas declare expresamente la mala fe.
Cuando el domicilio del beneficiario de las costas sea distinto al del lugar donde tenga
su sede el órganos jurisdiccional.
150
-151-
En el orden JURISDICCIONAL PENAL:
Regla general es que no es preceptivo Procurador en la fase de instrucción
- Para interponer querellas es preceptivo ABOGADO Y PROCURADOR.- En el proceso penal es precisa la intervención de Procurador desde la imputación de un
delito (auto de conversión a Procedimiento Abreviado) y la apertura del juicio oral ( Art. 791.1
L.E.Cr.) pues hasta esa fase y según el 788,3 el Abogado tendrá también habilitación legal
para la representación de su defendido.
-Proceso penal especial ante el Tribunal del Jurado (LO 5/1995,de 25 Mayo) es preceptivo el
Procurador desde la imputación del delito.
-Juicio de Faltas no es preceptivo Procurador ni Abogado. (ojo, no hay costas )
En el orden JURISDICCIONAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO:
Regla general: Es preceptiva la representación por abogado o procurador.
La llamada Ley Santamaría de Paredes, de 13.09.1.888 es el antecedente legislativo en
este orden, fue luego la L. J. C. A de 27.12.56 cambió el criterio de ser preceptiva la
representación por Procurador o por Abogado que se mantiene en la actual Ley 29/1988, de
13 Julio, que en su art.23 posibilita la representación por Abogado en órganos unipersonales,
los interesados no pueden comparecer por si mismos (salvo los funcionarios para cuestiones
de personal).
En el orden jurisdiccional LABORAL:
La representación es facultativa: Abogado, Graduado Social o Procurador.
Ver legislación : - R. D. Legislativo 2/1995, de 7 de abril, por el que se aprueba el Texto
Refundido de la Ley Procedimiento Laboral.
- Reglamento de los Graduados sociales, Orden de 21 Mayo de 1.956, que ratificó lo dispuesto
en el Decreto, de 22 de Diciembre de 1.950.
En el orden jurisdiccional MILITAR:
Es facultativa la representación. Las partes podrán
comparecer por sí (salvo para el recurso de casación), o apoderar al Abogado o a un
Procurador (art.50 LOPM.)
Legislación: - Ley Orgánica 4/1987 de 15 de Julio, de la Competencia y la Organización en la
Jurisdicción Militar. - Ley Orgánica 2/1.989, de 13 de abril, Procesal Militar. (LOPM)
151
-152( “ Art.50 LOPM: La representación en juicio podrá otorgarse a Procurador o Letrado y, en ambos
casos, podrá conferirse en todos los procedimientos mediante comparecencia ante el Secretario
Relator del Juzgado Togado o Tribunal Militar que haya de conocer del asunto.”) .
Como anécdota diremos que el único procedimiento de carácter civil (no militar) dentro de
esta jurisdicción: “prevención de los juicios de testamentaría y abintestato” de miembros de las
Fuerzas Armadas que fallecieren en campaña o navegación, no es necesario Procurador.
En el proceso CONSTITUCIONAL:
Con carácter general la Ley Orgánica 2/1979, de 3 octubre, del Tribunal Constitucional
declara preceptiva la intervención del Procurador (art.81.1. LOTC), aunque los Licenciados en
Derecho pueden comparecer por si mismos aunque no sean Abogados ni Procuradores para
defender intereses propios.
Procesos ante el Tribunal de Cuentas más o menos como en la Jurisdicción
Contencioso-Administrativa. Representación preceptiva por medio de Abogado o Procurador.
Ley Orgánica 2/1982, de 12 de mayo, del Tribunal de Cuentas, establece la supletoriedad de
1º grado en la LJCA, y de 2º y 3º grado en la LEC y LECr respectivamente ( Disp. Final 2ª).
Ley 7/1988, de 5 de abril, de funcionamiento del Tribunal de Cuentas (Art.57-58)
Procedimiento administrativo.- Puede ser representante el Procurador ante las
Administraciones Públicas, aunque su función natural es en el proceso o en las causa ante los
Tribunales de Justicia. (causídico)Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y
del Procedimiento Administrativo Común, Art. 32.1 abre la posibilidad de actuar por sí mismo o
por representante que podrá serlo cualquier persona con capacidad de obrar.
152
-153TEMA V
Prontuario de la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, principios informadores. El Registro Central
de Rebeldes Civiles. Cuestiones prácticas y criterios de los Juzgados en su aplicación.
PRONTUARIO DE LA NUEVA LEY DE ENJUICIAMIENTO CIVIL,
PRINCIPIOS INFORMADORES.
Con el comienzo del siglo XXI sin duda empieza a configurarse un nuevo modelo de
Justicia; un profundo proyecto, cuyas bases y directrices han sido esbozadas en el Pacto de
Estado para la Reforma de la Justicia, suscrito el 28 de Mayo pasado, pretendiendo conseguir
la máxima eficacia en el servicio público de la administración de justicia.
Desde el pasado dia 8 de Enero contamos con una nueva Ley de Enjuiciamiento Civil,
que ya supone una de esas medidas y reformas encaminadas a que la justicia actúe con
rapidez, eficacia y calidad.
La urgencia con la que se venía exigiendo un cambio profundo en nuestro sistema procesal
civil era innegable, más aún, cuando las reformas urgentes de los años 1.984 (Ley 30/84 de 6
de Agosto) y 1.992 ( Ley 10/92 de 30 de Abril) sólo fueron parches que a todas luces seguían
impidiendo una tutela judicial rápida y eficaz.
El deterioro de nuestra justicia civil era más que evidente, y clamorosa la sensación de
nula eficacia en las resoluciones judiciales de las controversias que se ventilaban en nuestros
Tribunales.
Bajo esas condiciones se configura la nueva Ley para combatir los tres grandes males –
endémicos-, que acechan desde hace años a la Administración de Justicia; por consiguiente
toda la regulación dada ahora al ordenamiento procesal tiende a erradicar esa justicia lenta,
compleja e ineficaz que durante años arrastraba nuestra justicia civil.
Brevemente veremos cuáles son, los mecanismos y las principales novedades
introducidas con los que el legislador responde a la necesidad social de una nueva justicia
153
-154civil, con plenitud de garantías procesales y, en consecuencia, acorde con nuestro Estado
social y democrático de Derecho.
Con ese propósito el nuevo texto legal diseña determinadas medidas encaminadas
fundamentalmente a agilizar el proceso, y opta por cambiar radicalmente la estructura de
los procesos declarativos. Desaparecen los juicios de cognición, mayor y menor cuantía que en mayor o menor medida arrastraban la pesada carga del “ordo solemnis iudiciorum”para quedar reducidos a dos tipos de juicios declarativos: el ordinario y el verbal.
El Juicio ordinario consta, únicamente, de dos actuaciones escritas principales: la
demanda (art.399) y la contestación (art. 405), citándose luego a las partes a una audiencia
previa al juicio (art.414) que culmina con la proposición y admisión de prueba, y señalando día
y hora para la celebración del juicio.
Y el Juicio verbal, semejante al que ya conocíamos, (del que hay quien dice era el mejor
juicio verbal escrito) se inicia con demanda sucinta, con una celebración de vista en la que las
partes alegan y prueban en unidad de acto, y bajo el principio de concentración a los diez días
se dicta sentencia.
Se alcanza de esta forma la simplificación el proceso civil, para evitar el mal de la
complejidad del que adolecía la anterior regulación ( ¡¡ existían mas de cincuenta tipos de
procedimientos!!) siendo ahora sólo dos los procedimientos ordinarios: el juicio ordinario y
juicio verbal para reclamaciones superiores o inferiores a las 500.000 Ptas. (3.000 €)- La
preceptiva intervención de Abogado y Procurador vendrá determinada si la cuantía litigiosa
supera o no las 150.000 Pts. (900 €).
Novedad importante es la instauración del procedimiento monitorio como otra medida
más para lograr una eficaz protección del crédito, en garantía del acreedor (hasta ahora el
“favor debitoris” parecía inspirar la anterior legislación), y ahora con dicho procedimiento se
pretende obtener con sencillez y simplicidad un título de ejecución sin necesidad de pasar de
154
-155forma obligada por un previo proceso declarativo, para créditos que no superen los cinco
millones de pesetas. (art.812 y ss).
Cuesta entender que el mayor rechazo por parte de la Abogacía al texto legal viniera
motivado, por el detalle de que para su interposición no se precisa intervención de Abogado ni
Procurador, y es sólo para su interposición.
Se ha de resaltar que con el nuevo sistema de notificaciones y traslados de escritos
y documentos, pretende la ley agilizar la tramitación del procedimiento, y hace a los
Procuradores protagonistas y cooperadores necesarios en la nueva configuración de estas
actuaciones procesales, potenciando nuestra labor con éste nuevo cometido como garantía
para la buena marcha del procedimiento.
El Libro Blanco de la Justicia (CGPJ 1997) ya aludía a que la intervención del
Procurador era una garantía para la rápida resolución de los procedimientos, en los que
cuando los interesados no comparecían representados mediante dicho causídico se resentía
el normal funcionamiento de la administración de justicia y los retrasos eran evidentes; unido a
lo anterior advertía el Consejo General del Poder Judicial de las dilaciones y disfunciones que
se producían con ocasión de los preceptivos traslados de escritos y documentos que el
Tribunal debía realizar a las partes.
Así el legislador atendiendo a todo ello establece en el Art. 276 y siguientes que dichos
traslados se realizarán a través de los Procuradores de las partes, y como consecuencia de
dicho traslado el cómputo de plazos empezará a correr en ocasiones sin la intervención de
Tribunal.
No hay que ocultar sin embargo que ésta cuestión esta creando cierta polémica e
inseguridad en los primeros momentos de aplicación de la Ley, pues efectuado el traslado de
un determinado escrito por el Procurador de la parte contraria puede, en ocasiones, desde ese
momento empezar a correr el cómputo del plazo que lleva implícito aquel traslado, con
155
-156independencia de la resolución que posteriormente así lo acuerde. (Más adelante haremos
referencia a ésta cuestión).
Con el norte puesto en las necesidades de los ciudadanos y en los desafíos de la
sociedad avanzada del siglo XXI, en nuevo texto legal posibilita la recepción de escritos y
documentos a través de medios técnicos que permitan garantizar la autenticidad de la
comunicación. La comunicación telemática de los decanatos de los Juzgados con el resto de
las administraciones empieza a ser un hecho con resultados efectivos, (así el REGIN –
Registro General de Índices - permite la localización de bienes o del paradero de los
demandados).
Hay que aplaudir al hecho de que son desterradas ya de nuestro ordenamiento las
sentencias absolutorias en la instancia, o meramente procesales, - que resolvían sin entrar
en el fondo del asunto- (y que suponían un 6% de todas las que se dictaban en nuestro país),
pues sin duda creaban el mayor grado de frustración, ineficacia y lentitud en el justiciable. Con
la exhaustiva regulación de la audiencia previa del juicio ordinario ( Art. 414 al 430), entre otras
medidas, se pretende evitar dichas sentencias meramente procesales y de nula eficacia.
La comparecencia previa, o preparatoria, regulada en el viejo Art. 691 del Menor
Cuantía demostró su ineficacia, tal vez porque, como dicen, sólo fue una mala copia de la
comparecencia de la ZPO Austriaca del Ministro Klein, mal residenciada y acabó siendo un
mero formalismo, sin efectividad práctica. Ahora, con nuevo espíritu y mejor regulación,
establece la Ley esta audiencia previa en la que se pretende asegurar que el proceso quede
válidamente preparado para el momento del posterior juicio.
Otra de las principales medidas encaminadas a la obtención de un proceso ágil y eficaz
es el nuevo sistema de recursos. Es sabido que en innumerables ocasiones con los recursos
156
-157se pretendía, no ya la revisión de una resolución cuyo contenido resulta perjudicial para quien
la impugna, sino que los recursos venían utilizándose con la única finalidad de dilatar el
proceso y desesperanzar a quien ya tiene a su favor un pronunciamiento judicial. Con la nueva
regulación, la Ley diseña un sistema disuasorio para el recurrente temerario al establecerse la
ejecución provisional de las sentencias como regla general, es decir, su efecto no suspensivo
(art. 526). Esta novedad ha sido calificada como una de las principales reformas, y medida
estelar de la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil. Desaparecen, por consiguiente, los recursos
de apelación contra autos que resuelven recursos de reposición y determinadas resoluciones
interlocutorias (Art. 454).
En otro orden de cosas, y si se parte de los datos ofrecidos por el Libro Blanco de la
Justicia (CGPJ 1997), se puede afirmar que el mayor fracaso de la jurisdicción civil se
encontraba en la fase de ejecución, ( según los datos barajados por el Consejo más de un 35
% de las sentencias civiles no pueden
ejecutarse y más del 15 % restante se ejecuta parcialmente) , y de ahí que un aspecto
importante para alcanzar la eficacia y rapidez del proceso de ejecución sean las medidas
encaminadas a la búsqueda y realización de bienes del deudor que la nueva Ley regula. Se
exige ya del juez la investigación de bienes del deudor; y de todas las entidades públicas
colaboración para aportar toda la información de que dispongan relativa al patrimonio del
deudor ejecutado( 591).
Citaremos entre esas medidas el denominado juramento de manifestaciones, institución
del derecho centroeuropeo, que ahora parece implantarse en nuestro sistema de ejecución
dineraria (art. 589), mediante la cual se obliga al ejecutado a manifestar los bienes que posee
y puedan ser objeto de embargo.
157
-158Dentro de la regulación de la prueba hay que hacer una breve mención a los informes
periciales, ya que, rompiendo la tradición procesal, se obliga a las partes a su presentación
con sus primeros escritos, demanda y contestación. Y es que por lo general la práctica de
pruebas periciales provocaban importantes e incomprensibles dilaciones en el proceso.
El nuevo régimen de los todos los medios de prueba es altamente acorde con el
principio de efectividad, ya que, recoge la jurisprudencia de nuestro alto tribunal que tuvo que
complementar aspectos ausentes de regulación en cuánto a los medios de prueba (sirva de
ejemplo el de la convocatoria nominatim para el interrogatorio de una parte ).
Aunque las normas procesales puedan dificultar o favorecer una tutela judicial rápida y
eficaz, no sólo la propia normativa en sí misma puede servir de excusa o escollo a ese fin
constitucional, ni tampoco por sí sola lo consigue. El componente humano que atiende los
Tribunales, - y determinados comportamientos de todos los que intervienen en la
administración de justicia- han de colaborar positivamente para resolver esos males
endémicos de la justicia civil con apoyo en la nueva norma procesal.
De ahí que el Pacto de Estado para la Reforma de la Justicia
pretenda acometer
profundas reformas en la oficina judicial, para asegurar su correcto funcionamiento,
delimitando las funciones de cada uno de sus integrantes, y redefiniendo las funciones de los
Secretarios Judiciales a quienes aconseja se atribuyan facultades plenas de impulso procesal
y para desarrollar los trámites en los que no sea preceptiva la intervención del Juez.
Incluso se prevé la creación de nuevos órganos unipersonales que se denominarán “de
lo civil” para descargar el trabajo de los Juzgados de Primera Instancia y acercar la justicia al
ciudadano, garantizando, además, el funcionamiento ordinario de la Administración de Justicia
en horario de mañana y tarde con lo de impopular que dicha medida puede resultar.
158
-159Entrando en el tema de las ACTUACIONES JUDICIALES, hay que decir que son
reguladas de forma lógica y ordenada, con terminología apropiada, y un resultado satisfactorio,
si lo comparamos con la regulación anterior, en la que muchas normas relativas a estas
cuestiones se encontraban dispersas, y diferentemente reguladas en la Ley Orgánica del
Poder Judicial.
En el libro Primero, y concretamente de los Art.129 al 247, se regulan aspectos como el
lugar, tiempo, plazos, y demás aspectos que configuran el sistema básico, o el “ modus
operandi ” de todo nuestro derecho adjetivo.
El alcance de éstas disposiciones adquieren una trascendental importancia, si se tiene
en cuenta que todas ellas tienen la consideración de supletorias a las leyes que regulan los
procesos penales, contencioso-administrativos, laborales y militares -salvo disposición expresa
en las mismas-.
En éstos capítulos se aprecia la nueva filosofía que informa nuestro recién estrenado
ordenamiento procesal : la inmediación judicial, la documentación de las actuaciones, los actos
de comunicación y auxilio judicial, la regulación de las vistas, las resoluciones judiciales, la
nulidad de los actos procesales, y la buena fe procesal, presuponen que estamos ante la
infraestructura procedimental en la que se sustentan los procedimientos civiles.
Se mantiene el organigrama de nuestros Tribunales, manteniendo la competencia
objetiva y funcional, más o menos como existía en la vieja regulación, aunque será la
reforma de la L.O.P.J quien dará competencia en materia de recursos a las Salas de los
Tribunales Superiores de Justicia.
Los Juzgados de Paz - que conocerán los asuntos de cuantía no superior a las 15.000
Ptas.-
se configuran principalmente como órganos de mero auxilio en los actos de
comunicación, pero sin competencia para realizar actuaciones del juicio –pruebas-,
resolviéndose así anteriores interpretaciones, y se permite al Tribunal (expresion ésta que
159
-160sirve ahora para referirse tanto a los organos unipersonales como a los colegiados) que pueda
constituirse en cualquier lugar del territorio de su circunscripción para la práctica de las
actuaciones que estime convenientes para la buena administración de justicia ( posibilidad ya
recogida en el art. 275 de la LOPJ.).
Es lógico que la ley mantenga que son días hábiles todos los días del año excepto
domingos y festivos, fiestas locales y autonómicas y el mes de agosto. Y las horas hábiles
desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la noche . Sin embargo no ha tenido reflejo en
la ley la declaración de inhábiles de todos los sábados como alguien puntualmente abogaba.
Es singularmente novedosa la regulación consistente en la “habilitación automática” de
los dias inhábiles para las actuaciones cuya demora pueda causar grave perjuicio a los
interesados o a la buena administración de justicia, o provocar la ineficacia de una resolución
judicial.
Así, el, a mi juicio atrevido y tal vez peligroso, articulo 131, 3º L..E. C. establece que
para las actuaciones urgentes, - esas que dice la ley puedan causar grave perjuicio a los
interesados o a la buena administración de justicia, o provocar la ineficacia de una resolución
judicial -, el mes de agosto será hábil sin necesidad de acordarse expresamente mediante
resolución. Y califico de peligrosa dicha regulación, para las actuaciones por ejemplo de los
procesos posesorios (interdictos de retener o recobrar la posesión), de las medidas cautelares,
embargos preventivos, incluso separaciones y divorcios, o cualquier procedimiento de
reclamación de cantidad en los que se alegue no ya un “periculum in mora”, sino ese genérico
perjuicio o urgencia, “ope legis” aparecerá la habilitacion – automática- de los días inhábiles
del mes de Agosto, sin necesidad de una declaración expresa, según reza el mencionado
Art.131,3º. Tendremos que esperar cuál será la respuesta de nuestros Tribunales en estos
casos, aunque me temo que la solución no será pacífica y uniforme.
160
-161Vamos viendo como el legislador busca dar la máxima celeridad a la tramitación del
proceso, a veces demasiada celeridad, y de esa forma
en ocasiones instaura la
“automatización” de determinadas actuaciones judiciales, para que sin la intervención del
Tribunal puedan producirse los efectos de un acto procesal, evitando los retrasos que se
podrían producir esperando su resolución e intervención.
Un ejemplo de ello es el art.133,2º de la Ley de Enjuiciamiento Civil, al establecer de
forma genérica que cuando un plazo comience a correr desde la finalización de otro plazo del
que depende, se entenderá que el plazo empezará a correr desde el día siguiente hábil al del
vencimiento del primero sin necesidad de nueva notificación (el supuesto de los plazos
sucesivos, por ejemplo cuando se conceden tres días al actor y tres días al demandado, éste
último debe saber que su plazo vence al sexto día desde la notificación).
Los supuestos en los que un plazo comienza antes de que el Tribunal lo indique,
parecen escasos, y en la práctica su aplicación o interpretación no es uniforme, apuntaremos
sin ser casuístico, el supuesto del art. 529 2º del traslado del escrito de oposición a la
ejecución del que el ejecutante / apelado dispone de cinco días, desde que se efectúa aquel
traslado sin intervención del Tribunal; y con reservas el supuesto del art. 407,2º para la
contestación a la reconvención, así como algún otro supuesto en sede de tercerías.
Sin duda, los profesionales hemos de cambiar determinadas pautas de comportamiento
procesal, pues tendremos acostumbrarnos a “contar” algunos plazos de vencimiento sin
necesidad de que una resolución así nos lo indique expresamente.
Otro hábito de comportamiento que se pierde con la entrada en vigor de la Ley viene
dado por la expresa supresión del Juzgado de Guardia a efectos de presentación de escritos
perentorios (art.135), a cambio de ello se posibilita su presentación hasta las quince horas del
día hábil siguiente al del vencimiento (la regla general no obstante es dejar para el último día
la presentación del escrito, siendo jocosa la anécdota del fallecido Pedrol Rius, Pte. del C.G.A
a quien un periodista le dijo cuál era el motivo por el que los abogados por regla general
dejaban para el último día la presentación de escritos, respondiendo sin duda alguna que el
motivo era “por que al día siguiente no les dejan”.).
161
-162Respecto a los plazos establece el Art. 134 su improrrogabilidad, y ello significa la
imposibilidad de suspenderlos o ampliarlos, ( no podría ser de otra forma dado el carácter
aceleratorio de la ley ) en virtud del principio de seguridad jurídica.
No obstante, el Art. 19, 4º LEC prevé que de común acuerdo las partes puedan solicitar
la suspensión de las actuaciones, por un plazo no superior a sesenta días. Y no obstante lo
anterior, como quiera que el precepto no realiza limitación alguna en cuanto al momento de
solicitar la suspensión, nada impide que un plazo quede en suspenso, y por consiguiente
prorrogado, con la única condición de que no se perjudique al interés general o un tercero.
Ese plazo de sesenta días tampoco impide la ley que pueda solicitarse antes, durante o
inmediatamente después de que expire, por lo que también la limitación de esos sesenta días
puede quedar burlada al no especificarse nada al respecto.
No cabe duda que un aspecto esencial, reclamado desde antaño por todos los sectores
implicados en la Administración de Justicia, es el que hace referencia a la inmediación judicial,
principio por el cual las actuaciones judiciales han de realizarse a presencia judicial bajo
pena de nulidad de pleno derecho. Quedan atrás aquellas elucubraciones jurisprudenciales
que atemperaban la aplicación de dicho principio, con la extraña distinción entre presencia e
inmediación judicial. Las cámaras de video instaladas en las salas “multiusos” disponen de
cámaras con “gran angular” que dispersa cualquier duda al respecto y garantizan el
cumplimiento de tan vital principio.
Siguiendo el orden expositivo de la ley, el Art.140 recoge la facultad que tiene aquel
que acredite tener un interés legítimo, ya no tan sólo a examinar y conocer las actuaciones
judiciales sino a obtener copias simples de escritos y documentos u obtener testimonio de todo
ello -con expresión de su destinatario-. Ha de entenderse que no se precisa personación en
forma para ello. La ausencia de regulación en la vieja Ley obligaba a recurrir a la L.O.P.J y a
los reglamentos que desarrollaban aspectos de estas actuaciones, siendo ahora reguladas en
la ley adjetiva.
Esta cuestión tiene ahora especial trascendencia si se tiene en cuenta que en la nueva
configuración de los juicios las pruebas de que se dispongan o puedan disponerse han de
aportarse al juicio “in limine litis”, por lo que sería improbable se acordara librar exhorto a otro
Juzgado para testimoniar determinadas actuaciones para que surtan plenos efectos en el
juicio.
Otra novedad regulada en el capítulo de las actuaciones judiciales es la que hace referencia
y otorga validez a los escritos y manifestaciones orales que las partes, Abogados,
162
-163Procuradores, peritos y testigos realicen en la lengua oficial de la Comunidad Autónoma, sin
necesidad de traducción al castellano, salvo que se alguien alegue indefensión.
En lo que respecta a los documentos que se presenten en juicio y no estén redactados
en castellano o en la lengua oficial de la Comunidad Autónoma, bastará con acompañar una
mera traducción privada del documento, disponiendo la parte contraria del plazo de cinco días
( ¡ desde el traslado! ) para su impugnación si no considera fiel y exacta esa traducción
privada, ordenándose la traducción oficial a costa de quien presentó el documento, con el
apercibimiento de que si fuere sustancialmente idéntica, los gastos de la traducción oficial se
girarán al impugnante. ( Art.144).
Las funciones del Secretario Judicial quedan reguladas en el Capítulo IV donde,
expresamente, se hace referencia a la fe pública y a la documentación de las actuaciones. Es
en este punto donde la ley deja el carácter decimonónico de la anterior regulación procesal
para convertirse en una ley moderna y acomodada a los tiempos de la revolución telemática.
De esta forma el Art.147 establece que todas “Las actuaciones orales en vistas y
comparecencias se registrarán en soporte apto para la grabación y reproducción del sonido y de la
imagen”, por lo que, la concentración y unidad de los actos procesales son ya un principio de
nuestro ordenamiento jurídico.
Al Secretario Judicial se le encomienda una labor documentadora, que plasmará
mediante actas, diligencias y notas, y con la supresión de las propuestas de providencias de
las que el Secretario Judicial era autor se echa en falta, no haberle encomendado la dirección
y resolución del procedimiento en sede de ejecución de sentencia e impulso del procedimiento
en general, ya que su cualificación y preparación son evidentes, perdiéndose con ello una gran
oportunidad de la que sin embargo ya parece haber caído en la cuenta el prometedor Pacto de
Estado para la reforma de la Justicia.
Es doctrinal y pormenorizada la clasificación que la Ley hace de los actos de
comunicación, el Art.149 conceptúa lo que son notificaciones, emplazamientos, citaciones,
requerimientos, mandamientos, y oficios. Al respecto hay que resaltar que éstos últimos - los
oficios – sólo se pueden librar para comunicaciones con autoridades no judiciales, ( no puede
librarse un oficio a
la empresa XX para retención del sueldo de un empleado, sino que
procederá efectuar un requerimiento a su Legal representante o Administrador a tales efectos).
Regula la ley los diversos supuestos de comunicación con las partes, con los Procuradores,
con los testigos, o con terceros. Permitiendo la comunicación por vía telemática, fax, teléfono,
163
-164cuando se dispongan de esos medios (¡ estos dos últimos sólo se reconocieron en nuestro
derecho procesal con la reforma de 1.984 !).
Nuestro Presidente de la Audiencia Provincial en sus primeras palabras tras la toma de
posesión ha hecho referencia a la posibilidad de emplear videoconferencia en los juicios.
Cuando los litigantes no están representados por Procurador la notificación se hará
mediante correo, telegrama o cualquier otro medio, si bien cuando no constare la recepción
personal del interesado obliga la Ley a realizarla mediante la oportuna diligencia de entrega
personal o citándole para que acuda a la sede del Tribunal con el fin de que quede constancia
cierta de la comunicación. Ante el desconocimiento del paradero de un demandado existe
ahora la obligación el Tribunal de dirigirse a todo tipo de organismos públicos o privados que
puedan arrojar información del paradero donde pueda ser hallado el demandado. ( Han
quedado para el olvido aquellas inocuas providencias que al respecto indicaban: “ no siendo obligación
de éste Juzgado la localización .....” ).
Si pese a esa labor de investigación fuera imposible su localización deberá producirse
la comunicación edictal, aunque ya no impone la ley la obligación de publicar edictos en el
Boletín Oficial de la Provincia, bastando tan sólo el tablón de anuncios del propio Juzgado.
Previa a la comunicación edictal, deberá dirigirse el Tribunal ( Art. 157) al Registro
Central de rebeldes civiles existente en el Ministerio de Justicia, desde donde se centraliza un
índice de todos los que han sido declarados en ignorado paradero con la finalidad de que una
vez localizado por cualquier Juzgado se comunique a todos los demás en los que conste en tal
situación.
Transcribimos el REAL DECRETO 231/02 DE 1 DE MARZO POR EL QUE REGULA
EL REGISTRO CENTRAL DE REBELDES CIVILES.
Artículo 1. Objeto.
Artículo 2. Organización.
Artículo 3. Contenido.
Artículo 4. Soporte de la información y régimen de las comunicaciones.
Artículo 5. Acceso al Registro.
Artículo 6. Cancelaciones.
DISPOSICIÓN TRANSITORIA PRIMERA. Implantación gradual de las comunicaciones telemáticas.
DISPOSICIÓN TRANSITORIA SEGUNDA. Comunicaciones de sentencias anteriores a la entrada en vigor de este
Real Decreto.
DISPOSICIÓN FINAL PRIMERA. Facultades de desarrollo.
DISPOSICIÓN FINAL SEGUNDA. Entrada en vigor.
164
-165REAL DECRETO 231/02 DE 1 DE MARZO POR EL QUE REGULA EL REGISTRO CENTRAL
DE REBELDES CIVILES.
La Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, ha transformado integralmente
todos los procedimientos civiles. Su puesta en funcionamiento ha constatado la agilidad en la
tramitación de los distintos procesos que en ella se regulan, especialmente en la reclamación
de pequeñas cantidades. Las novedades introducidas por la Ley en el procedimiento civil han
contribuido, en gran medida, a simplificar los mecanismos procesales en beneficio del
ciudadano.
Con el mismo espíritu, el artículo 157 de la Ley de Enjuiciamiento Civil prevé que en el
Ministerio de Justicia exista un Registro Central de Rebeldes Civiles. Este Registro, que no se
refiere a las personas que sean objeto de declaración de rebeldía en los términos previstos por
los artículos 496 y siguientes de la mencionada Ley, tiene por objeto evitar que los Tribunales
reiteran innecesariamente las diligencias para averiguar el domicilio desconocido de una
persona demandada en el proceso. La creación del Registro Central de Rebeldes Civiles
agiliza significativamente los trámites del proceso, en cuanto evita que se repitan por el mismo
Tribunal en otro proceso, o por otros órganos judiciales, las mismas averiguaciones en
relación con un mismo demandado cuyo domicilio se desconoce. La constancia en un Registro
centralizado de las pesquisas judiciales indagatorias sin resultado positivo permite al Juez
acudir directamente a la comunicación a través de edictos, con la economía en tiempo y
actividad procesal que ello representa.
Este Real Decreto, que regula la organización, contenido y funcionamiento del
Registro, se constituye en un instrumento clave para solucionar una de las causas de retraso
en el desarrollo normal del proceso, contribuyendo, a partir de la certeza, a la rapidez y
eficacia de las actuaciones judiciales respecto del demandante, al tiempo que proporciona
garantía de los derechos de aquellos ciudadanos demandados que no pueden ser notificados
por desconocerse su domicilio.
El Registro Central se ha dotado de los más avanzados medios tecnológicos en
consonancia con los criterios consolidados en el Pacto de Estado para la Reforma de la
Justicia. Se modernizan los métodos de trabajo favoreciendo la agilidad procesal, el
abaratamiento de los costes en las notificaciones y la calidad en la atención al ciudadano. Se
configura así una estructura funcional informatizada con sistemas homogéneos y compatibles
a los utilizados por los órganos judiciales. Se prevé la comunicación telemática asegurando la
autenticidad de la comunicación y de su contenido, quedando constancia así de la remisión y
recepción y del momento en que se practicaron las inscripciones.
Se permite la utilización por el Ministerio de Justicia de los datos registrados a efectos
estadísticos, salvaguardando los derechos de los interesados de conformidad con lo dispuesto
en la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter
Personal, por lo que la presente norma prohíbe cualquier referencia personal en la divulgación
de esa información.
En su virtud, a propuesta del Ministro de Justicia, previo informe del Consejo General del Poder Judicial,
con la aprobación del Ministro de Administraciones Públicas, de acuerdo con el Consejo de Estado y
previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 1 de marzo de 2002, dispongo:
Artículo 1. Objeto. El presente Real Decreto regula la organización y funcionamiento del Registro
Central de Rebeldes Civiles, previsto por la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, que se
refiere exclusivamente a los demandados incluidos en el ámbito de aplicación de su artículo 157.
Artículo 2. Organización.
1. El Registro Central de Rebeldes Civiles está integrado en la
Administración General del Estado y adscrito al Ministerio de Justicia.
165
-1662. La gestión del Registro corresponderá a la Subdirección General de Relaciones con la Administración
de Justicia y el Ministerio Fiscal.
3. El Registro Central de Rebeldes Civiles es único en todo el territorio nacional y tiene su sede en
Madrid.
Artículo 3. Contenido. 1. En el Registro Central de Rebeldes Civiles se inscribirán los nombres y demás
datos de identidad de aquellas personas demandadas en un proceso judicial cuyo domicilio se
desconozca y respecto a las cuales no hayan tenido resultado positivo las averiguaciones practicadas
con arreglo a lo dispuesto en los artículos 155 y 156 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
2. La inscripción en el Registro se practicará en virtud de comunicación del órgano judicial que haya
tratado infructuosamente de averiguar el domicilio de un demandado en un procedimiento ante él
tramitado, acompañando los datos de identidad de que disponga a propósito del interesado.
3. El Registro incluirá, junto a la inscripción de cada rebelde civil, la relación de aquellos órganos
judiciales que hubieran promovido la inscripción o hubieran solicitado información sobre su localización,
así como referencia a los procesos en que aparezca como demandado.
Artículo 4. Soporte de la información y régimen de las comunicaciones.
1. Las inscripciones estarán contenidas en un fichero apropiado para recibir, almacenar y conservar
toda la información que haya de constar en el Registro y para poder recuperarla y ponerla a disposición
de quienes tengan acceso al mismo.
2. Las comunicaciones entre órganos judiciales y el Registro se realizarán por procedimientos
telemáticos, de tal forma que el soporte utilizado asegure la autenticidad de la comunicación y de su
contenido, y quede constancia de la remisión y recepción íntegras, y del momento en que se hicieron. A
tal fin, los sistemas informáticos del Registro serán compatibles con los de los órganos judiciales para
asegurar la homogeneidad de la comunicación.
Artículo 5. Acceso al Registro. 1. A los datos contenidos en el Registro tendrá acceso cualquier órgano
judicial que precise comprobar si están inscritas en él personas sobre las que el órgano judicial deba
realizar gestiones para el conocimiento de su domicilio.
2. También tendrá acceso al Registro cualquier persona, con el único propósito de conocer si se
encuentra en él inscrita, así como los procesos a los que se refiera tal inscripción y las anotaciones que
la acompañen.
3. A solicitud de los interesados indicados en el anterior apartado de este artículo, el Registro expedirá
certificación de los datos que en él figuren.
4. La Administración General del Estado podrá elaborar y publicar estadísticas de los asientos
contenidos en el Registro, eludiendo cualquier referencia personal en la información y teniendo en
cuenta lo dispuesto en la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de
Carácter Personal, y sus disposiciones complementarias.
Artículo 6. Cancelaciones. 1. La cancelación registral, que se practicará a instancia del interesado, por
comunicación del órgano judicial o de oficio, será acordada, en todo caso, por el Ministerio de Justicia.
2. Procederá la cancelación de la inscripción del rebelde civil mediante solicitud del mismo en la que
deberá indicar el domicilio al que se le puedan dirigir las comunicaciones judiciales o por comunicación
de cualquier órgano judicial al Registro mencionando el conocimiento del domicilio de una persona que
figure inscrita en él. Con carácter simultáneo a la cancelación, el Registro deberá poner en conocimiento
de los órganos judiciales que aparecieran anotados junto a la inscripción los datos facilitados del
domicilio.
3. En el caso de que se deniegue la cancelación instada por el interesado por no reunir los requisitos
que le son legalmente exigibles, el Registro deberá indicarle los defectos que haya apreciado y
recordarle la posibilidad de instar nuevamente esa cancelación en cuanto hayan quedado subsanados.
Sin perjuicio de su derecho a solicitar nuevamente esa cancelación del Registro, el interesado podrá
166
-167dirigirse al órgano judicial autor de la comunicación originaria para que sea éste el que se dirija al
Registro recabando la cancelación de la inscripción en cuestión.
4. También procederá la cancelación de oficio de aquellas inscripciones respecto de las que no haya
habido comunicaciones o consultas en un plazo de cinco años.
DISPOSICIÓN TRANSITORIA PRIMERA. Implantación gradual de las comunicaciones telemáticas.
En tanto los órganos judiciales carezcan de los medios necesarios para efectuar las comunicaciones
telemáticas a que se refiere el artículo 4, éstas se realizarán por otros medios que permitan tener
constancia del origen de la comunicación recibida.
DISPOSICIÓN TRANSITORIA SEGUNDA. Comunicaciones de sentencias anteriores a la entrada en
vigor de este Real Decreto.
1. Las comunicaciones que los órganos judiciales dirijan al Ministerio de Justicia, a propósito de
demandados con domicilio desconocido y que tengan entrada antes de la fecha en que el Registro entre
en funcionamiento, serán inscritas a partir de esa fecha, con indicación de aquélla en que se recibieron.
2. A estos efectos, los Tribunales competentes en la materia podrán remitir al gestor del Registro los
datos a los que se refiere el artículo 3, relativos a las resoluciones dictadas a partir de la vigencia de la
Ley de Enjuiciamiento Civil y antes de fecha en que el Registro entre en funcionamiento.
DISPOSICIÓN FINAL PRIMERA. Facultades de desarrollo.
Se autoriza al Ministro de Justicia para que adopte las medidas necesarias para el desarrollo y
ejecución del presente Real Decreto.
DISPOSICIÓN FINAL SEGUNDA. Entrada en vigor. El presente Real Decreto entrará en vigor el día
siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial del Estado.
Dado en Madrid a 1 de marzo de 2002. - Juan Carlos R. -El Ministro de Justicia,
Paniagua.
167
Ángel Acebes
-168Deja de ser laguna legal el supuesto que hallando al destinatario de una comunicación se
niega a la firma o recepción de la misma, en éste caso, indica la Ley, se le amonestará de la
obligación, haciéndole saber que la copia de la resolución queda a su disposición en la
Secretaría del Tribunal produciéndose todos los efectos de la comunicación. Y es que se ha
suprimido la posibilidad de entrega de la comunicación al vecino ( ya que el concepto de
vecindad hoy en día va desapareciendo lamentablemente).
Los actos de comunicación del Tribunal con los Procuradores es otro aspecto
fundamental e innovador de la Ley, ya que el Art. 154 exige la creación de un Servicio
Común de Recepción de Notificaciones donde esté la sede de los Juzgados, para que
todos éstos remitan las notificaciones que deban realizarse a los Procuradores, de forma
centralizada y con plenos efectos desde la recepción por dicho Servicio.
Pese a que el Art. 151, 2 de la Ley parece establecer que la fecha para computar el
plazo de notificación es la del día siguiente de la fecha que conste en la diligencia de
recepción por dicho Servicio, creo más lógico deba ser la que aparezca y conste en el
duplicado de la resolución notificada y firmada por el Procurador y que se devuelve al Tribunal
como justificación.
El auxilio judicial también ha sufrido una importante regulación y transformación en
nuestro ordenamiento procesal. Pretende el legislador acabar con las importantes dilaciones
que se producían con los actos del auxilio jurisdiccional – exhortos principalmente -. El plazo
impuesto para su cumplimiento es el de veinte días contados desde la recepción por el órgano
encomendado del auxilio jurisdiccional, y se obliga a que el resultado del mismo sea remitido
por vía telemática, sin perjuicio de su devolución por el conducto normal.
Aunque la regla general es la remisión directa del exhorto por el Tribunal, nada obsta
para que pueda encargarse la parte, el Abogado o el Procurador de su diligenciado personal;
ahora bien, las sanciones que se imponen en caso de retraso son tales que hacen
desaconsejable elegir este sistema o “conducto personal” (se impondrán 5.000 Ptas.- (30,05 €)
de multa por día de retraso según el Art.176), y más aún cuando existe la obligación del
Juzgado exhortado de notificar a las partes las actuaciones e incidencias que se produzcan en
el Juzgado, auque no haya portador para intervenir en el diligenciado del mismo.
La regulación de las vistas vienen recogidas en los Art. 182 al 193 de la Ley y a falta
de regulación específica, dichos preceptos serán los que resulten de aplicación cuando se
convoque a las partes a una comparecencia, audiencia o vista en cualquier procedimiento.
Resulta de trascendental importancia la regulación de aspectos como la suspensión de
las mismas por imposibilidad de asistir a ellas el Abogado, el litigante, el perito o el testigo y se
168
-169prevé una sanción que alcanza las 100.000 Ptas.- (601,01 €), según el Art.183, o incluso
suponer delito de desobediencia. Entre señalamiento y celebración de vista debe mediar al
menos diez días hábiles.
Es obligado el registro del desarrollo de la vista en soporte apto para la grabación y
reproducción del sonido y la imagen, o si no fuere posible, sólo el sonido, ordenando en ese
caso una trascripción escrita. Pueden y se permite a las partes obtener una copia de los
soportes en que hubiera quedado grabada la vista. Una ley de tasas regulará el importe por la
obtención de dicha copia, mientras tanto las partes a tales efectos han de facilitar al Juzgado
un CD ROM.
Las resoluciones judiciales vienen reguladas en los Art. 206 y siguientes, quedando
establecidas en tres clases: providencias, autos y sentencias. Las propuestas de
providencias desaparecen, reservándose al Secretario Judicial tan sólo las diligencias de
ordenación que como sabemos no tiene la consideración de resoluciones judiciales.
Con el carácter docente que lleva implícito todo el texto legal se definen las
providencias, autos y sentencias, retomando los preceptos de la Ley Orgánica del Poder
Judicial donde antes venían reguladas.
Destaca la consideración del auto como la resolución que por defecto ha de emplearse
para resolver o decidir cuestiones tales como poner fin a las actuaciones, resolver recursos de
reposición, admitir o denegar prueba, admitir o inadmitir una demanda y “cualesquiera
cuestiones incidentales tengan o no señalada esta ley tramitación especial” según establece
el Art. 206 2º LEC.
El desistimiento ( Art.20,2º) , la renuncia ( Art.20,1º) , la suspensión del proceso
(Art.19,4º), el allanamiento parcial (Art.21,2º), la satisfacción extraprocesal o carencia
sobrevenida del objeto litigioso (Art.22) son instituciones - algunas de ellas nuevas en nuestro
derecho - que se han de formalizan y documentar mediante un AUTO.
A diferencia de las providencias,
los autos y las sentencias han de ser motivadas
conteniendo antecedentes de hecho y fundamentos de derecho con el fallo o parte dispositiva.
Establece la Ley reglas exhaustivas sobre la forma y contenido de las sentencias (
Art.209), desterrándose así definitivamente la posibilidad de que se dicten aquellas sentencias
que aludían genéricamente al “ omnius probandi” o reservaban la cantidad objeto de condena
para la posterior ejecución de sentencia.
Aspecto de trascendental importancia es la regulación de la ACLARACIÓN y
CORRECCIÓN de todas las resoluciones judiciales, y SUBSANACIÓN Y COMPLEMENTO
de los Autos y sentencias.
169
-170La aclaración de algún concepto oscuro se podrá solicitar respecto de las providencias, autos y sentencias dentro de los dos días siguientes al de su notificación. La
corrección o rectificación de cualquier error material o aritmético se podrá solicitar en
cualquier momento. La omisión o defectos de las sentencia o autos pueden subsanarse en
el plazo de dos días desde su notificación, mediante auto a tal efecto.
Pero para completar un pronunciamiento de un auto o una sentencia disponen las
partes del plazo de cinco días, y previo traslado a las demás partes, se dictará auto que
resolverá completar o no dicha resolución, – sin ulterior recurso -
reanudándose el plazo
para recurrir la resolución principal.
De la nulidad de las actuaciones judiciales, hay que decir que pese a venir recogidas
en los Art.225 y siguientes de la ley, no resultan de aplicación dichos preceptos toda vez que
la Disposición Final Decimoséptima suspende la aplicación de éstos preceptos hasta que
sea reformada la L. O. P. J., por lo que siguen vigentes los Art. 238 y siguientes de la Ley
Orgánica.
El principio de la BUENA FE procesal queda configurado como aquél que ha de regir
y presidir todas las actuaciones procesales. Las reglas de la buena fe implica que las partes
no pueden realizar peticiones con manifiesto abuso de derecho o que entrañen fraude del ley
o fraude de las normas procesales. Las multas del Tribunal cuando adviertan han sido
transgredidas éstas reglas oscilan de las 30.000 Ptas.—180,30 €- al millón de pesetas,
6.010,12 €, sin que en ningún caso pueda superar la tercera parte de la cuantía del litigio. La
Ley dedica un sólo artículo, el 247 para tratar este aspecto fundamental de la actuación ante
los Tribunales de Justicia.
A modo de conclusión hay que decir que la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil puede
gustar más, o menos, pero como dijo, ante el Congreso de los Diputados, la Ministra de
Justicia, - promotora de la presente Ley -, Mariscal de Gante: "una nueva Ley debe buscar lo
que es mejor para el conjunto de los justiciables, y no sólo la máxima satisfacción de todos
los sectores sociales, económicos y profesionales más inmediatamente implicados en la
Justicia Civil"; por ello, el nuevo texto, nos satisfaga o no en mayor o menor medida, ha de
ser nuestra herramienta de trabajo en los años venideros, debiendo conocerla y aplicarla con
profesionalidad para que realmente sea una garantía que sirva para conseguir la tutela
judicial de todos los que reclamando nuestros servicios acuda a los Tribunales de Justicia.
170
-171-
ALGUNAS CUESTIONES PRÁCTICAS Y CRITERIOS DE LOS JUZGADOS
DE PRIMERA INSTANCIA EN CUANTO A LA APLICACIÓN DE LA L.E.C.
CRITERIOS QUE SE SIGUEN EN EL JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA NUMERO 5
DE ALICANTE EN ALGUNAS CUESTIONES CONTROVERTIDAS O NOVEDOSAS,
DERIVADAS DE LA APLICACIÓN DE LA NUEVA LEY DE ENJUICIAMIENTO CIVIL.
ALGUNAS SUGERENCIAS A LOS PROFESIONALES PARA LA MAYOR AGILIDAD EN
LA TRAMITACIÓN DE LOS ASUNTOS.
-Necesaria firma de los escritos por los Abogados e identificación de los mismos en
los escritos iniciales.
En los procedimientos en que es preceptiva la intervención de Letrado, todavía en
demasiadas ocasiones tiene el Juzgado que requerir para que se subsane la falta de firma
del escrito por el Abogado o dictar una providencia en la que se resuelve no proveer a
ninguna solicitud que no lleve la firma de Abogado, tal y como prescribe el artículo 31 LEC,
con el retraso que produce en la tramitación de los autos y la pérdida de tiempo que
significa. En menor número de casos, no aparecen los datos de identificación del Abogado
en los escritos de demanda o de contestación (artículos 399 y 405 LEC), lo que también
provoca la pérdida de algunas semanas en la subsanación de este simple requisito y el
despacho nuevamente del asunto.
Los Letrados pertenecientes a otros Colegios profesionales no acreditan en muchas
ocasiones la preceptiva comunicación realizada al Colegio de Abogados de Alicante, en los
casos en que no existe Convenio que exima de tal comunicación.
Se agradecerá a todos los Abogados que presten su colaboración en estas pequeñas
cuestiones, cuyo exacto cumplimiento ayudaría a la mayor agilidad en la tramitación de los
asuntos.
-Suspensión de vistas por coincidencia de señalamientos de los Letrados.
En buen número de ocasiones ha tenido que resolver el Juzgado negativamente
sobre la suspensión interesada, por haberse solicitado con mucho más de los tres días de
retraso desde la notificación del señalamiento recibido en segundo lugar, según lo previsto
en el artículo 188.6º LEC, que taxativamente establece que no se acordará la suspensión de
la vista si la comunicación de la solicitud no cumple con tal requisito temporal, cuya
necesaria observancia se recuerda a todos los Abogados en su propio interés.
171
-172-Presentación de copia autorizada del poder de representación procesal.
El artículo 264 LEC exige en su apartado 1º la presentación, junto con la demanda, la
contestación o, en su caso, en la vista del juicio verbal, del poder notarial conferido al
Procurador siempre que éste intervenga y la representación no se otorgue apud acta. Hay
una costumbre muy extendida de presentar únicamente fotocopia del poder, que no está
entre los documentos públicos que puedan presentarse por copia simple (artículo 267), a
reservas de la impugnación de su autenticidad. Este Juzgado exige la presentación de copia
autorizada del poder, que debería aportarse con la misma demanda o contestación, para
evitar el tiempo que transcurre desde que se dicta la providencia para subsanación del
requisito en 10 días hasta que, subsanado éste por la parte, el funcionario encargado de la
tramitación del asunto vuelve a despacharlo para preparar la resolución que proceda. Por
regla general, hemos comprobado que pueden llegar a perderse entre 20 y 30 días en la
tramitación del pleito por este simple defecto inicial.
Se recomienda y agradece, por tanto, la presentación de copia autorizada del poder
desde el principio. Los litigantes frecuentes pueden depositar en la Secretaría del Juzgado
una sola copia autorizada de dicho poder, que queda en expediente gubernativo en nuestros
archivos y con la que se cotejan las fotocopias que, ahora sí, se presenten en lo sucesivo
para extender en ellas el oportuno testimonio. Para la organización de este sistema pueden
consultar con la Secretaria Judicial.
- Presentación de poder especial para la audiencia previa del juicio ordinario.
Dispone el artículo 414.2 LEC, segundo párrafo, que al efecto del intento de arreglo o
transacción, cuando las partes no concurrieren personalmente sino a través de su
Procurador, habrán de otorgar a éste poder para renunciar, allanarse o transigir. Si no
concurrieren personalmente ni otorgaren aquel poder, se les tendrá por no comparecidos a
la audiencia.
Pese a esta drástica dicción literal del precepto en cuanto a las consecuencias de la falta
de presentación de poder especial, este Juzgado considera que se trata de un defecto de
representación subsanable, para lo que se concede un plazo de 10 días, con suspensión
entre tanto de la audiencia previa (artículo 418 LEC). El problema estriba en que tenemos ya
una demora aproximada de dos meses y medio o tres meses en los señalamientos en Sala,
por lo que de nuevo la necesaria subsanación de este requisito provoca un retraso -en este
caso destacadamente mayor- en la tramitación del asunto que bien podría evitarse por las
partes.
172
-173-
Los dos funcionarios encargados de la tramitación de los juicios ordinarios tienen
instrucciones de examinar los poderes antes de preparar la providencia por la que se señala
la audiencia previa, para advertir en ella a la parte que no haya presentado poder especial
que ha de asistir por sí misma o aportar tal poder para la celebración de la audiencia. Pese a
tal advertencia, en un número apreciable de ocasiones hemos de suspender por este motivo
las audiencias previas, cuyo nuevo señalamiento se demora por el tiempo antes indicado, en
claro perjuicio del ciudadano.
El intento de conciliación o transacción entre las partes que prevé la LEC en su
artículo 415 no se lleva a cabo por este Juzgado de manera rutinaria o meramente formal,
sino de modo razonado, con el asunto previamente estudiado y con un apreciable porcentaje
de acuerdos obtenidos en las audiencias previas, lo que exige el examen en ellas de la
concurrencia de los requisitos de capacidad jurídica y poder de disposición de las partes o
de sus representantes debidamente acreditados que asistan al acto (artículo 415). De otro
lado, ha pasado ya el tiempo suficiente desde la entrada en vigor de la nueva LEC para que
los litigantes hayan podido otorgar poderes con los requisitos exigidos por ella, cuestión en
la que se ruega a los Procuradores y Letrados que insistan cerca de sus respectivos
clientes.
- Necesaria fijación correcta de los hechos controvertidos en la audiencia previa del
juicio ordinario. Consecuencias de que los Letrados no puedan realizar las
aclaraciones o precisiones que les sean requeridas por el tribunal.
En un gran número de audiencias previas ya celebradas, al llegar al trámite previsto
en el artículo 428 LEC para que las partes o sus defensores, con el tribunal, fijen los hechos
sobre los que exista conformidad y disconformidad de los litigantes, se limitan los Letrados a
remitirse a los hechos expuestos en sus respectivos escritos, sin hacer alusión alguna a la
fijación real de los hechos controvertidos, una vez conocida la posición contraria. Es un
modo rutinario e incorrecto de proceder, que este Juzgado no admite. La misma obligación
que tiene el Juez de acudir a la audiencia previa debidamente preparado alcanza también a
los Abogados de las partes, sean los directores del asunto o estén actuando en sustitución
de algún compañero, argumento éste último que se utiliza frecuentemente para pretender
dispensarse de la obligación de realizar este trámite procesal de modo correcto en la
audiencia previa.
La fijación de los hechos controvertidos resulta necesaria a muchos fines: a) El
exhorto del tribunal a las partes para que lleguen a un acuerdo que ponga fin al litigio,
precisamente a la vista del objeto de la controversia. b) La admisión por el Juez únicamente
173
-174de las pruebas pertinentes y útiles. c) El cumplimiento por el Juzgado de la obligación que le
impone el artículo 429.1, segundo párrafo, en cuanto a la puesta de manifiesto a las partes
de los hechos controvertidos que puedan adolecer de insuficiencia probatoria.
Ha de cumplirse, por tanto, con rigor con las previsiones de la NLEC para que las
finalidades de la audiencia previa resulten debidamente cumplidas y verdaderamente útiles a
los fines del proceso. Además de ello, debe tenerse en cuenta que, en ejercicio de la
facultad que el artículo 426.6 otorga al Juez, facultad que en este Juzgado se ejerce
habitualmente, el tribunal puede requerir a las partes para que realicen las aclaraciones o
precisiones necesarias respecto de los hechos y argumentos contenidos en sus escritos de
demanda o contestación, con la grave consecuencia (legalmente prevista) de que si tales
aclaraciones o precisiones no se efectúan el tribunal advertirá a las partes de que puede
tenerlas por conformes con relación a los hechos y argumentos aducidos de contrario.
- Aportación de nota escrita con la enumeración de los medios de prueba en la
audiencia previa del juicio ordinario.
Se agradecerá a todos los Abogados que aporten tal nota escrita (con copia para la
parte contraria y sin perjuicio de que en todo caso se proponga la prueba verbalmente), nota
que contendrá únicamente la relación de los medios de prueba que se proponen y los datos
necesarios para su despacho. Así, indicación de las partes que han de ser interrogadas,
nombres y domicilios de los testigos y peritos, expresión de si han de ser citados
judicialmente o los aportará la propia parte, contenido exacto de los oficios y despachos que
hayan de enviarse por el Juzgado, organismos a los que han de dirigirse, etc. etc.
La presentación de esta nota facilita enormemente la labor del juez en la audiencia
previa y, sobre todo, agiliza su celebración y posibilita el despacho de la prueba por el
funcionario encargado de la tramitación del asunto. Si no se aporta tal nota, no queda más
remedio que transcribir en el acta sucinta de la audiencia previa todos los datos que antes se
han indicado -con la pérdida de tiempo que ello supone-, para que el funcionario encargado
del despacho de la prueba tenga a la vista unos datos que, en otro caso, únicamente
quedarían grabados en soporte audiovisual que no puede manejar en su ordenador.
- Demandas con reserva de liquidación.
Siguen presentándose con demasiada frecuencia demandas en las que se reclama el
pago de cantidad que no se cuantifica exactamente, solicitándose su determinación en
174
-175ejecución de sentencia pero sin fijar claramente las bases con arreglo a las cuales se deba
efectuar la liquidación, de forma que ésta consista en una pura operación aritmética, en
incumplimiento de la obligación exigida por el artículo 219 LEC. Este Juzgado dicta una
providencia previa a la admisión de la demanda requiriendo a la parte actora para la
subsanación de este extremo. Si no se subsana habrá de entenderse que no se puede saber
con precisión lo que se pide en la demanda (artículo 416.1.5ª), por lo que se dictará auto de
sobreseimiento del proceso.
- Cómputo del plazo para contestar la reconvención. Ruego a los Letrados para que se
abstengan de presentar continuos y cruzados escritos en virtud del traslado de copias
entre Procuradores y sin esperar a que se dicten las oportunas resoluciones
judiciales.
El plazo de contestación a la demanda reconvencional debe comenzar a contarse
desde la notificación de la resolución judicial en cuya virtud se admita a trámite la
reconvención y no desde el traslado de copias entre Procuradores. Así ocurrirá también, con
carácter general, en la mayor parte de los supuestos.
Se ha observado en multitud de casos, especialmente en los procesos de ejecución,
que los Abogados se apresuran a presentar toda suerte de escritos ante el Juzgado en virtud
del contenido de los escritos de que se les da traslado por el Procurador contrario y sin
esperar que el Juzgado resuelva sobre tales escritos iniciales. Todo ello ocasiona una
especie de “proceso paralelo” para el que no hay trámites previstos en la LEC, situación que
no sirve más que para complicar el procedimiento, que tiene sus cauces naturales
procesalmente previstos, confundir finalmente a las partes y dificultar la labor del Juez a la
hora de dictar las resoluciones. Práctica que se ruega a los profesionales que traten de
evitar, por el buen fin del proceso y el necesario orden en el trabajo de todos.
- Imposibilidad de que los Letrados y Procuradores declaren en prueba de
interrogatorio de parte en nombre de una persona jurídica.
Este Juzgado no admite tal declaración, aunque el profesional tenga poder que le
faculte especialmente para ello. Tal decisión se basa en lo dispuesto por los artículos 7.4
LEC, 128 LSA y 124 RRM, de los que claramente se extrae que representación procesal,
representación legal y representación técnica son conceptos bien distintos. Además de ello,
el diseño de esta prueba contenido en los artículos 303, 306 a 310 y 316 de la LEC
proporciona numerosos argumentos legales en que apoyar tal decisión.
Así, el artículo 303 LEC establece que las partes pueden impugnar en el acto la
admisibilidad de las preguntas y hacer notar las valoraciones y calificaciones que,
175
-176contenidas en las preguntas, sean en su criterio improcedentes y deban tenerse por no
realizadas. Si el Letrado es, al mismo tiempo, quien responde a las preguntas, estaría
asumiendo el doble papel de interrogado y asesor jurídico y podría, él mismo, discutir la
pertinencia de cada una de las preguntas que le realizara la parte contraria, lo que conduce
al absurdo.
Situación aún peor si se contempla la previsión del artículo 306 que permite que, al
terminar de interrogar la parte que propuso la prueba, puedan hacerlo también los Letrados
de las demás partes e incluso el de la parte interrogada. Si se admitiera la declaración del
mismo Letrado que dirige a la parte litigante, resultaría que al finalizar el interrogatorio de las
demás partes el Abogado que declarase en nombre de la persona jurídica podría hacerse (¡a
sí mismo!) nuevas preguntas.
De otro lado, sería imposible de cumplir la previsión del artículo 310 LEC, que
dispone la incomunicación de los declarantes sobre unos mismos hechos controvertidos,
para que el tribunal cuide de que no se comuniquen ni conozcan previamente el contenido
de las preguntas y respuestas de los demás. Si el Letrado de una de las partes es quien
hace las preguntas a la otra y luego va a ser quien responda a las del contrario, la previsión
legal de incomunicación se incumpliría de manera flagrante.
La admisión del interrogatorio del Procurador -sobre todo-, pero también del Letrado,
dificultaría además la aplicación del artículo 316 LEC en cuanto a la valoración del
interrogatorio de las partes si no queda contradicho por el resultado de las demás pruebas,
pues la consideración de ser ciertos los hechos que una parte haya reconocido como tales
únicamente cabe si en ellos intervino personalmente y su fijación como ciertos le es
enteramente perjudicial, intervención personal que será inexistente casi con seguridad en el
caso de los Procuradores y con alta probabilidad en el caso de los Letrados, salvo en casos
muy concretos.
Por último, no parece fácil encontrar el modo de compatibilizar el interrogatorio del
Letrado como representante de la parte con el deber de secreto profesional que le viene
impuesto por los artículos 437.2 LOPJ y 32 y 42 del Estatuto General de la Abogacía, que ha
de entenderse prohibe a los Letrados declarar sobre unos hechos que hayan conocido como
consecuencia de su intervención profesional. Han de saber, por tanto, todos los
profesionales que este Juzgado no admite en ningún caso que sean interrogados como
parte los Abogados ni Procuradores en representación de sus clientes. Por tanto, si la parte
citada para el interrogatorio no comparece al juicio, se aplicará la previsión contenida en el
artículo 304 LEC: facultad del tribunal de tener por admitidos tácitamente los hechos y de
imponer la multa prevista en el artículo 292.
176
-177- Medidas cautelares. Preclusión para el actor de la posibilidad de proponer prueba si
no lo ha hecho con la solicitud.
Se recuerda a todos los Letrados que el solicitante de medidas cautelares debe
proponer la práctica de la prueba que le interese en la propia solicitud inicial, momento
preclusivo señalado fatalmente por el artículo 732.2, último párrafo, y que a criterio de este
Juzgado no admite subsanación posterior dada la claridad y contundencia del precepto. Con
demasiada frecuencia se obvia esta exigencia, pretendiendo el demandante de las medidas
realizar su proposición de prueba en el acto de la vista, lo que el Juzgado no admite.
- Solicitud prematura de suspensión por prejudicialidad penal.
Establece el artículo 40.2 LEC que cuando en un proceso civil se ponga de
manifiesto un hecho que ofrezca apariencia de delito o falta perseguible de oficio, no se
ordenará la suspensión de las actuaciones del proceso civil sino cuando concurran las
circunstancias reseñadas en dicho precepto, en cuyo apartado 3 se establece que la
suspensión se acordará, mediante auto, una vez que el proceso esté pendiente sólo de
sentencia, con la única excepción de la suspensión que venga motivada por la posible
existencia de un delito de falsedad de alguno de los documentos aportados. Sin ser este
último caso, se están planteando con bastante frecuencia solicitudes de suspensión
prematuras, que el Juzgado desestima en resoluciones que, a su vez, son recurridas
inútilmente en reposición. Se agradecerá a los Letrados eviten al Juzgado este trabajo inútil,
reservando el planteamiento de la cuestión prejudicial para el momento procesal en que el
Juzgado pueda realmente resolver sobre el asunto.
- Necesaria presentación de los documentos por la parte actora en juicio verbal con el
escrito de demanda.
Aunque parezca un recordatorio superfluo y pese a la clara dicción del artículo 265.4
LEC, que permite presentar los documentos en el acto de la vista únicamente a la parte
demandada y que obliga (apartado 1) a la parte actora a acompañarlos con el escrito de
demanda, todavía hay litigantes, y Procuradores y Letrados cuando su intervención es
preceptiva, que presentan las demandas de juicio verbal sin documentos, cuya aportación se
reservan para el acto de la vista, lo que este Juzgado desde luego no admite. Así las cosas,
salvo que el demandado se allane, admita los hechos o éstos queden probados por otros
medios, las posibilidades de estimación de la demanda se ven seriamente mermadas. No
177
-178parece, por tanto, inútil insistir en la necesidad de aportar los documentos con el escrito de
demanda.
- Conveniencia de evitar la innecesaria citación y presencia en el juicio de
determinados testigos.
Ejemplo típico y frecuente: la citación del legal representante del taller de reparación
del vehículo en los juicios de tráfico, que en muchas ocasiones es citado para la vista y
después ni siquiera declara por no haberse impugnado de contrario la autenticidad de la
factura. Deberíamos empezar a aplicar, para evitar la citación innecesaria de testigos, la
previsión contenida en el artículo 381.1 LEC, siempre que se trate de testigos que sean
personas jurídicas: que la parte a quien interesa la prueba proponga que la persona jurídica
responda por escrito sobre los hechos en los diez días anteriores al juicio o vista,
expresando con precisión los extremos sobre los que ha de versar la declaración, extremos
que podrán ser adicionados, rectificados o complementados por las demás partes.
Serviría no solamente para evitar las citaciones innecesarias de estos testigos, sino
también para que el tribunal resolviera sobre la pertinencia y utilidad de esta prueba (artículo
381.2, segundo párrafo) con mayor conocimiento de causa y para aligerar la duración de las
vistas y juicios. Pero es una posibilidad que puede aplicarse únicamente a instancia de
parte, y no de oficio por el juez, por lo que se hace ver a los profesionales la conveniencia de
instrumentarla en todas las ocasiones en que sea adecuada, sin perjuicio de que este
Juzgado procurará fomentar su utilización dictando la oportuna providencia sugestiva de
este camino cuando compruebe que se solicita la citación como testigos para la vista de
personas como las indicadas más arriba.
- Problemas con la práctica de la prueba en el juicio verbal. Proposición de prueba
anticipada.
Son conocidas por todos las dificultades que presenta la práctica de algunas pruebas
en la vista del juicio verbal, singularmente la prueba pericial y la documental que ha de
obtenerse con intervención del Juzgado por no resultar de posible aportación directa por las
partes. Dificultades que se agravan ante la casi segura imposibilidad en muchos casos (dada
la situación actual de disponibilidad de las Salas de Vistas) de poder reanudar su
celebración dentro de los 20 días siguientes a su interrupción, plazo al que obliga el artículo
193 LEC, so pena de tener que celebrar de nuevo la vista completa.
178
-179Es cierto que no existe en la Ley obligación de proponer como prueba anticipada la
pericial o la documental que las partes no puedan obtener por sí mismas, pero también lo es
que una interpretación amplia de lo dispuesto en el artículo 293 y siguientes permitiría que la
parte actora con su escrito de demanda y el demandado en cuanto reciba la citación para la
vista (por ejemplo, en el mismo plazo de tres días que tiene para pedir al Juzgado la citación
de personas que hayan de comparecer a la celebración de la vista) puedan pedir que el
Juzgado solicite ese documento que les interese, o se envíe un interrogatorio por escrito
para una persona jurídica, o se practique una determinada prueba pericial, o cualquier otra
diligencia de prueba que se prevea razonablemente que no podrá realizarse en el acto de la
vista.
Se recomienda a los profesionales que acepten esta sugerencia, visto además que,
lamentablemente, está resultando de imposible incumplimiento el plazo de veinte días
establecido en el artículo 440 LEC y entre el auto de admisión de la demanda y
señalamiento de la vista y la celebración de ésta está transcurriendo, por término medio, un
plazo de entre dos meses y medio y tres meses, tiempo suficiente en general para practicar
los actos de prueba anticipada que resultaren necesarios.
- Conclusiones en la vista del juicio verbal.
No son preceptivas, visto el contenido de los artículos 443 y 447 LEC y la diferente
regulación que contienen con respecto al desarrollo del juicio ordinario previsto en el artículo
433. En este Juzgado generalmente no se abre el trámite de conclusiones tras la práctica de
la prueba en la vista del juicio verbal, excepto en los procesos de incapacitación, en los que
es el único modo de escuchar al Ministerio Fiscal su posición con contenido real, una vez
visto el resultado de las pruebas practicadas.
Pese a ello, no hay inconveniente tampoco en conceder el trámite de conclusiones en
algún caso particular especialmente necesitado de ellas y siempre que los Letrados lo
soliciten al Juzgado al comienzo de la vista o antes de que se declare cerrada tras la
práctica de la prueba. Se agradecerá, en todo caso, brevedad en la exposición de las
conclusiones que se permitan en estos casos especiales, porque es conocido de todos lo
apretado de la agenda de señalamientos y el interés del Juzgado en respetar la puntualidad
y la consideración debida a los ciudadanos y a los profesionales con los tiempos de espera.
- Prueba pericial de parte o prueba pericial judicial, pero no ambas.
Dispone el artículo 335 LEC en su apartado 1 que cuando sea necesario el dictamen
de peritos las partes podrán aportar al proceso tales dictámenes o solicitar, en los casos
179
-180previstos en la Ley, que se emita dictamen por perito designado por el tribunal. La
posibilidad se plantea, por lo tanto, con carácter disyuntivo: o se aportan dictámenes
periciales por las partes o se solicita la designación de peritos por el tribunal. Regula, a su
vez, el artículo 336 de la misma Ley la necesidad de aportar con la demanda o con la
contestación los dictámenes elaborados por los peritos designados por las partes,
permitiendo al demandado que no pueda aportar dictámenes escritos con su contestación a
la demanda justificar la imposibilidad de pedirlos y obtenerlos dentro del plazo para
contestar, añadiendo el artículo 337 que en este último caso habrá que anunciar la
presentación posterior de estos dictámenes, que en todo caso habrán de incorporarse a los
autos antes de iniciarse la audiencia previa.
El artículo 339.1 de la Ley exime de la necesaria aportación del dictamen pericial con
la demanda o la contestación al litigante titular del derecho de asistencia jurídica gratuita, a
quien permite simplemente anunciarlo a los efectos de que se proceda a la designación
judicial de perito. A su vez, el apartado 2 del mismo precepto permite a los demás litigantes
solicitar en sus escritos iniciales que se proceda a la designación judicial de perito si
entienden conveniente o necesario para sus intereses la emisión de informe pericial. Lo que
parece indicar que tal designación judicial de perito habrá de producirse únicamente cuando
la parte esté interesada en contar con un informe pericial, pero no en aquellos otros
supuestos en que tal informe pericial ya exista y haya sido aportado por la propia parte. Todo
ello unido a la redacción del artículo 335.1 LEC, antes reseñado, avala la tesis de que las
partes han de optar por aportar ellas mismas los dictámenes periciales o solicitar la
designación judicial de perito, pero no ambas cosas conjuntamente. En el mismo sentido se
pronuncia la Guía unificadora de criterios orientativos para mejorar la aplicación de la LEC
en los Juzgados y Tribunales
En consecuencia, este Juzgado no admite la designación judicial de perito que
solicitan las partes para que dictamine sobre los mismos extremos ya reflejados en el
dictamen pericial de parte aportado por ellas a los autos, porque ni la Ley contempla esta
figura que vendría a convertirse en una especie de “perito dirimente”, ni es razonable cargar
la tasación de costas con más gastos de los imprescindibles para el buen fin del proceso.
- Presentación de documentos en proceso monitorio en el que, producida la
oposición, ha de señalarse vista de juicio verbal por razón de la cuantía.
Conforme a lo prevenido por el artículo 812 LEC, para el inicio del proceso monitorio
no es necesaria la prueba documental plena acreditativa de los hechos en que se base la
180
-181pretensión, mientras que con carácter general el artículo 265.1.1º exige que con la demanda
se presenten todos los documentos en que la parte funde su derecho. Por ello, si el
demandante de proceso monitorio no ha presentado toda la documentación de que dispone,
lo que podría no serle exigible dada la redacción del artículo 812 LEC, y dado que aún no
conoce los motivos de oposición que podrán alegarse por el demandado según lo dispuesto
en el artículo 818, se encontrará sin momento procesal oportuno para presentar otros
documentos que los ya aportados con la petición de proceso monitorio. Parece razonable
darle la oportunidad de hacer tal aportación, pero no es fácil buscar un momento procesal
oportuno para ello y no resulta equilibrado permitirle tal aportación en el propio acto de la
vista de juicio verbal, lo que colocaría a la parte demandada en situación de tener que
presentar oposición a una demanda cuyo soporte documental va a conocer únicamente en el
propio acto de la vista.
Este Juzgado ha optado por requerir a la parte demandante, en el propio auto en el
que se señale la vista de juicio verbal, para que en los tres días siguientes a su notificación
(el mismo plazo que se utiliza para solicitar citación de partes, testigos y peritos) aporte
todos aquellos documentos en que pretenda fundar su derecho y que no hubiere
acompañado, en su caso, con la petición de proceso monitorio, con el fin de que se pueda
dar traslado de los mismos a la parte demandada con antelación suficiente a la celebración
de la vista.
En todo caso, y aunque el artículo 812 LEC parezca exigir una aportación
documental más debilitada que aquélla a la que se refiere el artículo 265.1.1º, sería
deseable que el demandante del proceso monitorio aportara desde el comienzo todos los
documentos en que funde su derecho a la tutela judicial que pretende, lo que eliminaría el
problema al que nos venimos refiriendo y permitiría, además, que la oposición del
demandado se produjera, en su caso, con pleno conocimiento de causa y que el propio Juez
llegara a la vista del juicio con conocimiento exacto de los documentos en que la parte
actora funde su derecho.
- Necesidad de que la parte actora detalle en su solicitud de proceso monitorio el
origen y cuantía de la deuda en forma adecuada.
En numerosas ocasiones la petición de proceso monitorio se limita a contener
fórmulas del tipo de: “la parte demandada adeuda la suma de .......... euros como
consecuencia de las relaciones comerciales habidas entre ambas y según los documentos
números ..... a ..... que se acompañan”. Examinados tales documentos por el juez, se
comprueba, en muchas ocasiones, que los mismos documentan un crédito mayor que el que
se reclama, por lo que inevitablemente han de haberse producido pagos parciales que ni
181
-182siquiera se relatan por la parte actora. Hasta ahora este Juzgado ha admitido tales
peticiones iniciales sin exigir previa subsanación, siempre que la cantidad reflejada en los
documentos aportados fuera mayor que la cuantía reclamada en la demanda.
Sin embargo, es más correcto que tal subsanación o aclaraciones complementarias
se produzcan de modo tal que el requerimiento de pago al demandado pueda realizarse
estando perfectamente claro el origen y cuantía de la deuda. En los casos en que exista este
defecto, de ahora en adelante el Juzgado requerirá a la parte actora para su subsanación, lo
que inevitablemente producirá demora en la tramitación del asunto. Se ruega, por tanto, a
los Letrados que la redacción de la petición inicial del proceso monitorio contenga, al menos,
los datos fundamentales de la operación celebrada entre las partes.
- Procesos monitorios de la Ley de Propiedad Horizontal.
Son numerosísimas las ocasiones en que no se acredita correctamente el
cumplimiento de los requisitos exigidos por los artículos 9 y 21 de la LPH. Muy
habitualmente, el defecto consiste en que no se acredita que lo que se ha notificado al
demandado en vía extrajudicial es precisamente la certificación de su saldo deudor realizada
por la Junta General de la Comunidad de Propietarios, o bien que se acude directamente a
la notificación en el tablón de anuncios de la Comunidad sin acreditar el intento infructuoso y
previo de notificación personal al interesado, que en ocasiones se afirma haber resultado
imposible por el Administrador de la Comunidad sin prueba alguna de ello. Se recomienda
preparar la interposición del proceso monitorio mediante envío de telegrama con acuse de
recibo o burofax con certificación de texto, cuyos gastos son perfectamente reclamables en
el propio proceso, y si ha de acudirse a la notificación edictal en vía extrajudicial habrá
igualmente de acreditarse ante el Juzgado que ha sido imposible la comunicación personal,
acreditación que deberá producirse por algún medio objetivo, distinto de la propia afirmación
de la Comunidad de Propietarios demandante de que así ha sido. En caso contrario, este
Juzgado requiere para la subsanación de estos defectos y, de no producirse ésta, inadmite
finalmente a trámite la demanda de proceso monitorio.
- Incompetencia territorial sobrevenida en el proceso monitorio.
Si, una vez intentado el requerimiento de pago del demandado en el domicilio que
como suyo indicó la parte demandante, se averigua judicialmente o por otro medio que el
verdadero domicilio del demandado está en localidad perteneciente a otro partido judicial,
este Juzgado entiende, en aplicación de lo dispuesto por el artículo 813 LEC, que carece de
competencia para conocer de este proceso monitorio, por lo que resuelve archivar el
procedimiento en todo caso.
182
-183- Imposibilidad de requerir de pago al deudor en el proceso monitorio por intereses no
determinados por la parte actora.
En muchas ocasiones la parte actora solicita en la petición inicial de proceso
monitorio que se requiera de pago al deudor “por la suma de ....... euros más los intereses
legales (o los intereses pactados) devengados desde que se produjo la existencia de la
deuda hasta la presentación de la demanda”. Este Juzgado no admite que se produzca el
requerimiento de pago en tales términos, por exigir el artículo 812 LEC que se trate de
deuda dineraria, vencida y exigible, pero además de cantidad determinada.
Estamos dictando, por ello, una providencia previa haciendo saber al demandante
que no puede producirse el requerimiento de pago en tales términos y que si tiene interés en
que se requiera de pago por principal e intereses ya vencidos, ha de determinar y cuantificar
éstos. Tal requerimiento produce, de nuevo, retraso en la tramitación del asunto, que podría
evitarse si ya en la petición inicial del proceso monitorio se establece claramente por la parte
actora la cantidad que se reclama en concepto de principal y la suma a la que ascienden los
intereses por los que también habrá de requerirse de pago.
- Imposibilidad de que el requerimiento de pago en el proceso monitorio se produzca
por edictos, salvo en los monitorios de la LPH.
El artículo 815.1 LEC en su párrafo segundo establece que el requerimiento al
deudor se notificará en la forma prevista en el artículo 161 de dicha Ley, con apercibimiento
de que, de no pagar ni comparecer alegando razones de la negativa al pago, se despachará
contra él ejecución según lo prevenido en el artículo siguiente. Unicamente para el caso de
las reclamaciones de deudas de Comunidades de Propietarios se contempla expresamente
en el apartado 2 del artículo 815 la posibilidad de la comunicación edictal a que se refiere el
artículo 164 de la misma Ley.
Podría caber la duda, por tanto, de si en las reclamaciones distintas a las de la Ley
de Propiedad Horizontal el requerimiento de pago podría realizarse por medio de edictos,
cuando las anteriores averiguaciones hayan resultado infructuosas. A una solución
afirmativa podría llegarse por la remisión que el artículo 815 de la LEC hace al artículo 161 y
éste, a su vez, al 156.
Sin embargo, la posibilidad de practicar un requerimiento de pago por medio de
edictos no resulta adecuada, a criterio de este Juzgado y salvo para el supuesto en que la
Ley lo prevé expresamente, habida cuenta de que el proceso monitorio convierte el silencio
del deudor, como ha establecido la mejor doctrina, en argumento indirecto de certeza de la
deuda, teniendo la falta de oposición del deudor requerido de pago una trascendencia tal
183
-184que hace exigible garantizar la efectividad del conocimiento real por parte del deudor de que
se ha iniciado contra él un proceso monitorio, conocimiento efectivo y real que no puede
garantizarse en modo alguno por medio de la comunicación edictal.
No cabe olvidar que en un proceso declarativo la condena que pudiese recaer sobre
el demandado exigirá una prueba suficiente del derecho del actor, de modo que la falta de
comparecencia del demandado -cuando haya sido emplazado necesariamente por edictossólo le perjudicará en la medida en que no podrá alegar la existencia de hechos que,
conforme a las normas que les sean aplicables, impidan, extingan o enerven la eficacia
jurídica de los hechos alegados por la parte actora. En el proceso monitorio, en cambio, el
actor puede obtener un título ejecutivo y, por tanto, una decisión sobre la situación jurídica
litigiosa, sin necesidad de ofrecer al órgano jurisdiccional una prueba definitiva ni tan siquiera
acerca de los hechos constitutivos de la obligación cuyo pago se reclama.
Cierto es que con la petición inicial de proceso monitorio es necesario presentar un
documento que constituya al menos un principio de prueba del derecho cuya efectividad se
reclama. Pero este principio de prueba, suficiente para la incoación del proceso, no ofrece
una acreditación cumplida y plena del derecho del actor. El elemento decisivo para la
emisión del título ejecutivo nacido de un proceso monitorio se encuentra en el silencio del
demandado. Si éste es requerido por edictos, difícilmente puede afirmarse que su silencio
consienta el efecto jurídico anudado por la ley al proceso monitorio, sin que pueda, por tanto,
atribuírsele el valor de un argumento indirecto de certeza.
Razones todas ellas que exigen que si no puede practicarse verdaderamente el
requerimiento de pago en el domicilio del deudor, el órgano jurisdiccional deba acordar el
archivo de las actuaciones, sin perjuicio del derecho del actor para reclamar el pago de la
deuda a través del proceso declarativo que corresponda por razón de la cuantía.
En idéntico sentido ha resuelto ya la cuestión la Audiencia Provincial de Alicante, por
Auto dictado por su Sección 4ª en fecha 10 de abril de 2.002 y algún otro de fecha posterior.
- Los títulos cambiarios pueden abrir un juicio cambiario y un proceso monitorio,
pero nunca un despacho de ejecución.
Cierto es que si se ejercita la acción cambiaria debería tramitarse necesariamente
por los cauces del juicio cambiario, vista la redacción literal de los preceptos de la Ley
Cambiaria y del Cheque reformados por la Disposición Final 10ª de la LEC. Sin embargo,
puede ejercitarse la acción de reclamación de cantidad en base a la relación causal
subyacente al título (por ejemplo, porque la acción cambiaria haya prescrito o por otros
motivos), en cuyo caso este Juzgado considera plenamente posible acudir al proceso
184
-185monitorio, por tratarse los títulos cambiarios de documentos de los contemplados en el
artículo 812.1.1ª LEC.
Lo que en ningún caso admitimos a trámite es una demanda de ejecución con base
en una letra de cambio, cheque o pagaré, demandas que en ocasiones se están
presentando con errónea invocación del artículo 517.1.6º LEC, que no define a los títulos
cambiarios como títulos que lleven aparejada ejecución.
- Multas coercitivas y por vulneración de la buena fe procesal previstas en la NLEC.
En opinión de este Juzgado, no es necesario esperar ningún desarrollo reglamentario
posterior a la NLEC para utilizar, con la mesura pero también con la contundencia que exija
cada caso concreto, esta herramienta legal útil para la colaboración de todos en el buen fin
del proceso y de la Administración de Justicia. Después de muchas dudas iniciales vista la
falta de previsión de la LEC en cuanto al procedimiento que haya de utilizarse para la
imposición de las multas por vulneración de las reglas de la buena fe (aunque sí hay
disposiciones aisladas para la imposición de otro tipo de multas, por ejemplo a testigos y
peritos por su incomparecencia al juicio para el que hubieren sido citados), en el Juzgado
número 5 se impondrán estas sanciones, cuando se cumplan las previsiones legales y el
caso lo merezca, previa audiencia al sancionable y por acuerdo gubernativo recurrible del
modo previsto en los artículos 448 y siguientes de la LOPJ: audiencia en justicia ante el
propio órgano y alzada ante la Sala de Gobierno del TSJ. Impuesta que sea, en su caso, la
sanción, se producirá el requerimiento de pago con posterior investigación de bienes de ser
ésta necesaria, embargo y realización de los mismos e ingreso en el Tesoro Público.
- Imposibilidad de ejecutar provisionalmente las sentencias de desahucio.
Dispone el artículo 535 LEC que la ejecución provisional de sentencias dictadas en
segunda instancia que no sean firmes, así como la oposición a dicha ejecución, se regirán
por lo establecido en el Capítulo anterior de dicha Ley. Resultan de aplicación, por tanto, sus
artículos 524 y 525, de los que se desprenden como requisitos necesarios para que pueda
accederse a la ejecución provisional de una sentencia: que no sea firme, que no esté
comprendida en alguno de los supuestos exceptuados de ejecución provisional y que
contenga un pronunciamiento de condena a favor del solicitante. En los juicios de desahucio,
sin embargo, es cierto que la sentencia de cuya ejecución se trata contiene un
pronunciamiento de condena al desalojo de la finca arrendada, si bien está precedido de otro
pronunciamiento -del que precisamente nace el de condenaresolución del vínculo contractual entre
en el que se declara la
parte arrendadora y parte arrendataria,
pronunciamiento declarativo éste que es principal y del que el de condena es simple
consecuencia, y que como tal pronunciamiento declarativo por sí mismo no sería susceptible
185
-186de ejecución provisional. A la espera de jurisprudencia que resuelva la cuestión y disipe las
dudas que plantea la posibilidad de ejecutar provisionalmente las sentencias de desahucio
por lo que se acaba de exponer, resulta además muy a tener en cuenta el contenido del
artículo 449.1 LEC, cuando establece que en los procesos que lleven aparejado el
lanzamiento no se admitirán al demandado los recursos de apelación, extraordinario por
infracción procesal o casación si al prepararlos no manifiesta, acreditándolo por escrito,
tener satisfechas las rentas vencidas y las que con arreglo al contrato deba pagar
adelantadas, imponiendo el apartado 2º del mismo precepto la obligación para el
arrendatario recurrente de pagar los plazos que venzan durante la sustanciación del recurso,
pues en otro caso debe declararse desierto.
En relación, pues, con la ejecución provisional de estos pronunciamientos y en razón
precisamente de la obligación de consignar las rentas durante la pendencia del recurso, se
estima por este Juzgado que tal ejecución provisional no debe resultar posible, pues en
estos casos el pago de rentas otorga al arrendatario el derecho a usar la cosa arrendada, lo
cual impide que pueda procederse a su lanzamiento, so pena de instalarnos en el absurdo
de haber lanzado a un arrendatario a quien, sin embargo, se obliga legalmente a continuar
pagando las rentas al dueño de la finca durante los años a los que se pueda extender la
tramitación de un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, lo que ineludiblemente nos
lleva al sinsentido jurídico de mantener la principal obligación de cumplimiento del contrato
por la parte arrendataria, que es el pago de la renta, y simultáneamente proclamar la
extinción de dicho contrato, aunque sea provisional y condicionada. Sin olvidar nunca que el
pago de la renta, al margen de ser un requisito procesal de admisibilidad del recurso, es
primordialmente el precio cierto que la parte arrendataria se obliga a satisfacer a la parte
arrendadora precisamente a cambio del goce o uso de la cosa arrendada (artículos 1.543 y
1.546 del Código Civil).
Con arreglo a la doctrina científica y a las resoluciones de los juzgados y tribunales,
la consignación mencionada de las rentas para poder recurrir, como las demás que prevé el
artículo 449 de la LEC, constituye un presupuesto para la interposición y admisión de los
recursos correspondientes. Pero el abono de las rentas por el arrendatario aún después de
haberse estimado la acción resolutoria del contrato no puede tener otro sentido que el
cumplimiento de la contraprestación debida por la ocupación del inmueble de que se trate,
por lo que parece difícil, si no imposible, conciliar la posibilidad de ejecución provisional del
lanzamiento con la obligación de pago de las rentas durante la sustanciación de los
recursos, pues ya se ha dicho que ésta obviamente obedece a la continuación en la
posesión del bien alquilado por parte del arrendatario recurrente, sin que sea posible
tampoco el cese en el cumplimiento de la referida obligación si se ejecutara
186
-187provisionalmente el lanzamiento, pues en tal caso se declararía desierto el recurso (artículo
449.2 LEC) y firme la resolución recurrida, en cuyo supuesto se estaría ante un caso de
ejecución ordinaria y definitiva y no ya meramente provisional.
Ninguna duda cabe a esta juzgadora de que la nueva LEC representa una decidida
opción por la confianza en la Administración de Justicia y más concretamente por la
impartida en primera instancia, y asimismo aspira a proporcionar a los ciudadanos una
respuesta judicial más pronta, más cercana en el tiempo a las demandas de tutela y con
mayor capacidad de transformación real de las cosas. Pero estas aspiraciones tan loables
no logran por sí solas proporcionar los argumentos suficientes para acceder a la ejecución
provisional de una sentencia que contiene, efectivamente, un pronunciamiento de condena,
pero indisolublemente nacido de un previo pronunciamiento declarativo de resolución de un
contrato; y en un caso como el del desahucio, en el que se plantearía la paradoja irresoluble
de estar obligando a la parte arrendataria a pagar las rentas por un bien del que no disfruta.
Con un razonamiento de lege data, tal situación parece imposible, si bien de lege ferenda
pudiera ser deseable una reforma legislativa que, por ejemplo, estableciera claramente la
posibilidad de ejecutar provisionalmente las sentencias que impliquen el desahucio y
consiguiente lanzamiento, disponiendo que para tales supuestos decaería la obligación de la
parte arrendataria de seguir pagando las rentas para poder mantener el recurso, sea éste de
apelación o de casación. O, por el contrario, estableciera la imposibilidad de proceder a la
ejecución provisional de las sentencias de desahucio.
Es criterio, por tanto, del Juzgado de Primera Instancia número 5 la no ejecución
provisional de las sentencias de desahucio, bien por la vía de denegar el despacho de
ejecución que se solicite, bien por la vía de despachar la ejecución y estimar posteriormente
la oposición que pueda plantear la parte demandada, si es el caso.
- Importancia de la correcta calificación de los informes técnicos o de valoración de
daños aportados con la demanda como dictámenes periciales o como documentos de
tercero.
Con demasiada frecuencia se aportan con el escrito de demanda (o de contestación,
en su caso) informes técnicos o de valoración de daños que no cumplen con los requisitos
exigidos por el artículo 335 LEC, siguiendo la vieja costumbre de las pruebas periciales
encubiertas como documentales o testificales. Dado que el tratamiento procesal de ambas
pruebas es diferente, es imprescindible que desde el primer momento quede claramente
determinado si lo que se aporta es un dictamen pericial o un documento de tercero, para que
la parte contraria pueda determinar correctamente cuál va a ser su posición procesal
respecto a esta prueba. Si el informe pericial no cumple con los requisitos establecidos
legalmente, en el auto de admisión a trámite de la demanda se hará saber a la parte que no
187
-188ha lugar a tener por aportado dicho informe pericial con tal carácter, o se dictará providencia
previa requiriendo para la subsanación de este requisito.
- La ejecución hipotecaria en que se persigan todos los bienes del deudor
declarando anticipadamente vencida toda la deuda ha de seguirse por los trámites
especialmente previstos en el Capítulo V del Título IV del Libro III de la LEC y no como
una ejecución dineraria no hipotecaria.
Alguna entidad bancaria ha presentado en los últimos meses demandas de ejecución
por una suma determinada de principal más intereses, gastos y costas de ejecución,
acompañando como título ejecutivo escritura pública de préstamo con garantía hipotecaria
otorgada entre las partes e igualmente certificación de saldo deudor de la que se desprende
que el principal por el que se solicita despacho de ejecución está conformado tanto por las
cuotas impagadas del préstamo hipotecario con sus correspondientes intereses como por el
principal pendiente de pago, que se da por vencido anticipadamente. Tal pacto de
vencimiento anticipado no consta inscrito en el Registro de la Propiedad. En estas
demandas no se dirige la ejecución exclusivamente contra el bien hipotecado, sino asimismo
contra los restantes bienes del deudor, señalándose para embargo no solamente la finca
gravada con la hipoteca, sino también otros que se designan, añadiéndose que no se
consideran suficientes los bienes señalados para el fin de la ejecución, por lo que la parte
actora solicita medidas judiciales de localización e investigación de bienes.
Este Juzgado deniega estos despachos de ejecución planteados en tales términos.
Dispone el artículo 552 LEC que si el tribunal entendiese que no concurren los
presupuestos y requisitos legalmente exigidos para el despacho de la ejecución, dictará auto
denegando dicho despacho, estableciendo a su vez el artículo 551 de la misma Ley que el
tribunal despachará en todo caso la ejecución siempre que concurran los presupuestos y
requisitos procesales, el título ejecutivo no adolezca de ninguna irregularidad formal y los
actos de ejecución que se solicitan sean conformes con la naturaleza y contenido del título.
El título invocado en estos autos de despacho de ejecución es una escritura pública
de préstamo con garantía hipotecaria, pese a lo cual no se insta un proceso de ejecución
directa contra el bien hipotecado, al amparo de lo previsto en los artículos 681 y siguientes
LEC, sino un proceso de ejecución dineraria de los artículos 571 y siguientes de la misma
Ley. Sin embargo, la posibilidad de reclamar la totalidad de lo adeudado por capital y por
intereses si se hubiese convenido el vencimiento total en caso de falta de pago de alguno de
los plazos diferentes y este convenio constase inscrito en el Registro, reclamación que es la
que se realiza en las demandas a que nos venimos refiriendo sin acreditar la inscripción
registral, está contemplada en el artículo 693.2 LEC, que se encuentra incluído en el
Capítulo V del Título IV del Libro III de la Ley, siendo así que las normas de dicho Capítulo
188
-189sólo serán aplicables cuando la ejecución se dirija exclusivamente contra bienes pignorados
o hipotecados en garantía de la deuda por la que se proceda, pero no así cuando se dirija la
ejecución también contra otros bienes del deudor, ámbito de aplicación de las normas del
Capítulo V que está imperativamente delimitado por lo dispuesto en el artículo 682.1 de la
Ley.
La parte actora no plantea en su escrito de demanda una ejecución hipotecaria del
Capítulo V del Título IV del Libro III de la LEC, sino una mera ejecución dineraria de los
artículos 517 y siguientes de la Ley. Ese es, precisamente, el problema que impide al
Juzgado acceder al despacho de ejecución en los términos en que había sido solicitado,
visto que las especialidades de los artículos 681 y siguientes de la Ley no son aplicables a la
ejecución dineraria normal y que entre ellas se encuentra la contemplada en el artículo
693.2, que es la norma con la que el legislador ha venido a resolver la polémica doctrinal
abierta tras la sentencia del Tribunal Supremo dictada en fecha 27 de marzo de 1.999
acerca precisamente de la validez o no de las cláusulas de vencimiento anticipado. Como es
sabido de todos, dicha sentencia avanzó argumentos muy razonados de los que se
desprendía que las cláusulas de vencimiento anticipado de las escrituras de préstamo y
constitución de hipoteca constituían un pacto contra legem, por razones que no hace ahora
al caso reproducir. La contundencia y novedad de los términos de esta sentencia suscitó un
amplio debate doctrinal, aunque en el mismo no se trató tanto de los problemas procesales
atinentes a la ejecución hipotecaria en cuyo proceso se declaraba vencida anticipadamente
la deuda, es decir, que la cuestión no se centró en el debate acerca de la exigibilidad de la
obligación garantizada, sino más bien en la discusión doctrinal sobre la admisibilidad misma
de tales cláusulas.
En cualquier caso, tal debate doctrinal ha quedado reducido, después de la
promulgación de la LEC 1/2000, a una interesantísima cuestión, pero de carácter
predominantemente teórico, por cuanto el legislador ha optado, en la redacción del artículo
693.2 de la Ley, por disponer expresamente la posibilidad del vencimiento anticipado de los
préstamos, pero no con carácter general y para cualquier proceso de ejecución, sino en
determinados supuestos (que tal circunstancia se produzca por falta de pago, que esté
expresamente convenida entre las partes y que este convenio conste inscrito en el Registro)
y únicamente para los procesos a los que resulta aplicable este precepto, es decir, para
aquéllos en los que la ejecución se dirija exclusivamente contra bienes pignorados o
hipotecados en garantía de la deuda por la que se proceda, de acuerdo con el ámbito de
aplicación a que se refiere el artículo 682 LEC.
En paralelo a la consagración por el legislador de la validez de las cláusulas de
vencimiento anticipado de los préstamos con garantía hipotecaria, establece el propio
legislador, atendiendo a lo que parecía una razonable demanda social en estos supuestos,
189
-190la posibilidad de que el deudor libere el bien -sin perjuicio de que la ejecución se haya
despachado por la totalidad de la deuda que se ha declarado anticipadamente vencida- si
antes de la celebración de la subasta consigna la cantidad exacta que por principal e
intereses estuviere vencida en la fecha de presentación de la demanda, incrementada, en su
caso, con los vencimientos del préstamo y los intereses de demora que se vayan
produciendo a lo largo del procedimiento y resulten impagados en todo o en parte.
Posibilidad ésta que entrará en juego solamente si el acreedor solicita que le sea
comunicada por el Juzgado al deudor, salvo en el supuesto de que el bien hipotecado fuese
la vivienda familiar, en cuyo caso el deudor podrá por una sola vez, aún sin el
consentimiento del acreedor, liberar el bien consignando las cantidades que se acaban de
indicar. Tal facultad del deudor está regulada en el artículo 693.3 de la propia LEC, que no
resulta aplicable tampoco, como antes se ha expuesto en relación con el apartado 2 del
mismo precepto, más que a los procesos de ejecución especialmente hipotecaria.
En el caso que se está analizando, expone la parte actora en su escrito que la
demanda que ha interpuesto es de ejecución dineraria; que el título ejecutivo es una
escritura pública (artículo 517.4ª de la LEC); que los preceptos aplicables son los artículos
517 y siguientes de la Ley, lo que excluiría la aplicación de los contenidos en el Capítulo V
del Título IV del Libro III de la LEC, previstos únicamente para la ejecución de los bienes
hipotecados o pignorados; y que, por lo tanto, ha de despacharse ejecución de conformidad
con lo establecido por el artículo 551, párrafo primero, LEC, por cuanto se desprende del
escrito de demanda que la parte ejecutante ha optado (a la vista de lo pactado por las partes
en el título ejecutivo y en virtud del principio de libertad de pactos y de autonomía de la
voluntad) por ejercitar una acción personal y no una acción real contra la finca hipotecada.
Si se aceptaran tales argumentos, resultaría que este proceso de ejecución se
seguiría contra todos los bienes del deudor (no únicamente contra la finca hipotecada); no
solamente por la deuda vencida por principal e intereses en el momento de interposición de
la demanda, sino también por todo el resto del principal que se declara vencido
anticipadamente; y sin que el deudor pudiera hacer uso de la posibilidad de rehabilitar el
préstamo prevista en el artículo 693.3 LEC, por no ser tal precepto aplicable a la tramitación
de los autos de ejecución dineraria no hipotecaria. Tal resultado es, al parecer de este
Juzgado, absolutamente contrario a la regulación que de esta materia se hace en la NLEC,
en la que, si bien es cierto que se ampara la validez de las cláusulas de vencimiento
anticipado de los préstamos hipotecarios, al mismo tiempo se concede al deudor la
posibilidad de proceder a su rehabilitación en los términos y condiciones antes vistos.
Resulta de aplicación, por tanto, lo previsto en el apartado 4 del artículo 6 del Código Civil,
cuando establece que los actos realizados al amparo del texto de una norma que persigan
un resultado prohibido por el ordenamiento jurídico, o contrario a él, se considerarán
190
-191ejecutados en fraude de ley y no impedirán la debida aplicación de la norma que se hubiere
tratado de eludir.
En el caso que nos ocupa, es evidente que el resultado que obtendría la parte
ejecutante al utilizar los trámites de la ejecución dineraria normal, con apoyo en las normas
procesales que la regulan y antes se han citado, pero incluyendo en la ejecución las
cantidades vencidas anticipadamente del préstamo y excluyendo la posibilidad de que el
deudor pueda rehabilitar el préstamo hipotecario, es un resultado contrario al querido por el
ordenamiento jurídico, que se ha diseñado para que las cláusulas de vencimiento anticipado
puedan funcionar en el proceso si el convenio en que se recogen está inscrito en el Registro
y concediendo correlativamente al deudor la posibilidad de rehabilitación del préstamo antes
analizada.
Tal posición es inadmisible, además, por aplicación de lo previsto en el artículo 247.2
LEC, que obliga a los tribunales a rechazar fundadamente las peticiones e incidentes que se
formulen con manifiesto abuso de derecho o entrañen fraude de ley o procesal.
Razones todas ellas por las que este Juzgado deniega el despacho de ejecución
solicitado en los términos expuestos.
- No necesidad de consignación para recurrir en los procesos de ejecución del auto
de cuantía máxima del automóvil.
Es criterio de este Juzgado que lo dispuesto en el artículo 449.3 LEC no es de
aplicación en estos procesos de ejecución, visto que se trata de una norma ubicada en el
Capítulo I del Título IV del Libro II de la LEC, que está dedicado a los procesos declarativos,
no siendo de tal naturaleza el proceso de ejecución del auto de cuantía máxima y teniendo
en cuenta que las normas restrictivas del derecho de acceso a los recursos han de ser
interpretadas de manera restrictiva, según reiterada jurisprudencia.
______________________________________________________________
191
-192TEMA VI
Los honorarios del Procurador: Cuenta de derechos y suplidos del Procurador. Cuenta al
cliente y la cuenta para tasación de costas. La tasación de costas. La errónea interpretación
del Art. 242. 2 LEC. Provisión de fondos. Habilitacion judicial de fondos.
LOS HONORARIOS DEL PRCURADOR:
CUENTA DE DERECHOS Y SUPLIDOS DEL PROCURADOR.
DERECHOS Y SUPLIDOS: El derecho a una remuneración por el trabajo lo recoge el
Art. 34 CE, y asi también el Art. 15 del E G P T., que remite a los Aranceles aprobados por
R. D. 1162/91 de 22 de Julio. - Actualizados por Orden Ministerial del año 1.994 - . Los
Aranceles del Procurador no son normas de orientación, sino que el importe devengado por
su actuación profesional ha de sujetarse a lo establecido en su Arancel. Lo mismo que los
Notarios, Registradores de la Propiedad, etc. cuyos honorarios vienen determinados por una
cuantía determinada en el Arancel correspondiente. La cuantía de su remuneración está
reglada y determinada previamente por un norma jurídica.
En consecuencia, en éstos supuestos, no puede existir rebaja, ni descuento alguno en la
percepción de sus derechos u honorarios, ya que, estos vienen determinados por las
cuantías que fija para cada caso concreto el Arancel.
En algún caso, podría establecerse condonación de alguna partida, o de la cuenta
entera, pero ello nos llevaría al problema de la competencia desleal. El Pacto de cuota litis
está prohibido tanto para Procuradores como para Abogados, ya que, ello implica cobrar un
tanto por cien de lo que se obtenga del resultado final del pleito. Y ello es así porque
supondría “participar” del beneficio que la administración de justicia conlleva como servicio
público que es, y en el que los profesionales han de mantener ajenos, ya que, son
colaboradores de la propia administración, y de alguna manera garantes de dicha tutela
judicial, como principio fundamental del justiciable.
Caso distinto es el de los Procuradores que trabajen para un sólo cliente en régimen de
contrato laboral, en esos supuesto han de comunicarlo al Colegio de Procuradores.
192
-193El Arancel ha de aplicarse estrictamente si no se quiere incurrir en competencia
desleal, bien por defecto, o apropiarse cantidades cuando se aplica erróneamente por
exceso. Y por ello regula la percepción de los derechos por todas las actuaciones
procesales, denominándole DERECHOS en vez de honorarios, que se regulan las diversas
actuaciones en todos los órdenes jurisdiccionales:
- CIVILES, distinguiendo la percepción de derechos en primera instancia y los de la
apelación (éstos con un incremento del 20% sobre la primera). Se regulan supuestos
especiales como el desistimiento, embargo, etc. La escala básica del Arancel se recoge en el
Art.1º, y a ella van a remitir por regla general, el resto de los artículos del Arancel. La cuantía
indeterminada se valorará en 236,43 € - La percepción de derechos se distribuye en dos
periodos desde la presentación de la demanda hasta el recibimiento a prueba y desde ese
momento hasta sentencia. Suele ocurrir que un Procurador se persone a los solos efectos de
“oir notificaciones”, en esos supuestos no sería de aplicación el baremo de la escala del
Art.1º sino que el arancel establece la cuantía fija del 5% de dicha escala dependiendo de la
cuantía litigiosa. En los arrendamientos hay que distinguir si se pretende la resolución del
contrato, en el que la cuantía se determina por 1 año de renta multiplicado por tres, o la
reclamación de rentas en cuyo caso se atendrán al importe de las reclamadas.
- PENALES, distinguiendo entre actuaciones ante órganos unipersonales y organos
colegiados. Establece el arancel la percepción del 50% de la escala cuando la sentencia
condene al pago de cantidad líquida.
- LABORAL
- CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO
- TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
- DISPOSICIONES GENERALES, en las que se regula el conflicto que puede surgir con la
nueva personación de un nuevo Procurador al punto de la percepción de derechos por el
Procurador sustituido, el desglose del poder, las dietas y locomociones; así como las
actuaciones extra-procesales que se encuadran dentro del mandato, más que de la
actuación ante los Tribunales ( Art.102).
ARTICULO 1 - TABLA GENERAL
Apartado 1 - Escalas por cuantías.- En toda clase de procedimientos de cuantía
determinada con arreglo a la Ley de Enjuiciamiento Civil, salvo disposición especifica que
regule su percepción, el Procurador devengará sus derechos con arreglo a las siguientes
escalas:
193
-194TABLA EN EUROS
HASTA 300
900
1.800
3.000
6.000
18.000
30.000
60.000
90.000
120.000
180.000
240.000
300.000
360.000
420.000
480.000
540.000
600.000
Por cada 6.000 € o fracción que exceda de 600.000 €
35
70
90
105
150
300
500
700
800
875
950
1.025
1.100
1.175
1.250
1.325
1.400
1.475
15€
SUPLIDOS:
Son las cantidades que atiende el Procurador por cuenta de su cliente, estando
personalmente obligado a su abono cuando ha sido proveído de fondos previamente
supuesto éste de los honorarios del Letrado o de los Peritos judiciales. Para el resto de
suplidos existe la obligación de atenderlos.
Ejemplos de algunos Suplidos son el 1% del principal y costas para las anotaciones
de embargo en bienes inmuebles a pagar en Consellería de Hacienda, los aranceles del
Registro de la Propiedad y del Registro Mercantil, la expedición de copias de escrituras en
pruebas documentales, inserción de edictos en el B O P, D O G V, y / o B O E.
También el pago de los honorarios del perito tasador en subastas judiciales.
Locomociones, dietas, etc.
Pero sólo una parte de los suplidos puede ser repercutida al contrario en la tasación de
costas: Los desembolsos que tengan su origen directo e inmediato en la existencia del
proceso ( ex Art. 241 L EC.)
194
-195CUENTA PARA EL CLIENTE Y CUENTA PARA TASACIÓN DE COSTAS.
LA CUENTA PARA EL CLIENTE:
Al cliente se le han de incluir la totalidad de los gastos ocasionados con ocasión del
proceso, ya hayan sido suplidos antes o después del proceso.
El momento para girar la cuenta dependerá del criterio que tenga cada Procurador, si
bien será el Letrado el que marque la pauta en última instancia. Hay quien gira la factura al
obtener la sentencia, y hay quien espera a que la misma este ejecutada. Dependerá también
del criterio del cliente, Cía. De Seguros, Banco, etc.
Existe polémica en cuanto que hasta que el cliente no abone la Cuenta de derechos y
suplidos no puede ser reclamada a la parte contraria, obligando así a realizar recibís
“ficticios” y ello es así por la interpretación que algunos Secretarios Judiciales hacen del Art.
242,2 L. E. C.
Si bien el tener la Cuenta original supone el pago de la misma, el pago sólo se
acredita con el recibo o justificante de su abono (transferencia, cheque, etc ), ya que, al
Procurador le basta la manifestación de “ jurar” o manifestar que no le ha sido abonada por
el cliente para poder reclamarla.
No pagar la cuenta no implica que el Procurador pueda excusar la representación
procesal, ya que, ha de seguir con el proceso por imperio de ley.
CUENTA PARA TASACIÓN DE COSTAS.-
La confección de la Cuenta para ser incluida en tasación de costas implica preparar una
cuenta distinta a la girada para el cliente, en la que habrán de excluirse partidas que no
pueden ser reclamadas a la parte contraria, aunque nada obsta para aportar la misma
cuenta girada o que se pudiera girar al cliente, contando con que el Secretario excluirá de la
misma las partidas de derechos y suplidos que no correspondan. Pero si al Secretario se le
pasara “ese detalle” estaríamos expuestos a la impugnación que articularía la parte contraria.
Una vez practicada la tasación de costas no se admitirá inclusión o adición de partida
alguna, reservándose al interesado su derecho para reclamarla de quién y como
corresponda ( Art. 244,2 L .E. C.)
195
-196-
LA TASACIÓN DE COSTAS.
Nuestra Ley de Enjuiciamiento Civil regula la tasación de costas de la siguiente forma:
De la Tasación de costas.
Articulo 241. Pago de las costas y gastos del proceso.
1. Salvo lo dispuesto en la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, cada parte pagará los gastos y costas
del proceso causados a su instancia a medida que se vayan produciendo.
Se considerarán gastos del proceso aquellos desembolsos que tengan su origen directo e inmediato
en la existencia de dicho proceso, y costas la parte de aquellos que se refieran al pago de los
siguientes conceptos:
1.º Honorarios de la defensa y de la representación técnica cuando sean preceptivas.
2.º Inserción de anuncios o edictos que de forma obligada deban publicarse en el curso del proceso.
3.º Depósitos necesarios para la presentación de recursos.
4.º Derechos de peritos y demás abonos que tengan que realizarse a personas que hayan
intervenido en el proceso.
5.º Copias, certificaciones, notas, testimonios y documentos análogos que hayan de solicitarse
conforme a la Ley, salvo los que se reclamen por el tribunal a registros y protocolos públicos, que
serán gratuitos.
6.º Derechos arancelarios que deban abonarse como consecuencia de actuaciones necesarias para
el desarrollo del proceso.
2. Los titulares de créditos derivados de actuaciones procesales podrán reclamarlos de la parte o
partes que deban satisfacerlos sin esperar a que el proceso finalice y con independencia del eventual
pronunciamiento sobre costas que en éste recaiga.
Articulo 242. Solicitud de tasación de costas.
1. Cuando hubiere condena en costas, luego que sea firme, se procederá a la exacción de las
mismas por el procedimiento de apremio, previa su tasación, si la parte condenada no las hubiere
satisfecho antes de que la contraria solicite dicha tasación.
2. La parte que pida la tasación de costas presentará con la solicitud los justificantes de haber
satisfecho las cantidades cuyo reembolso reclame.
3. Una vez firme la sentencia o auto en que se hubiese impuesto la condena, los procuradores,
abogados, peritos y demás personas que hayan intervenido en el juicio y que tengan algún crédito
contra las partes que deba ser incluido en la tasación de costas podrán presentar en la Secretaría del
tribunal minuta detallada de sus derechos u honorarios y cuenta detallada y justificada de los gastos
que hubieren suplido.
4. Se regularán con sujeción a los aranceles los derechos que correspondan a los funcionarios,
procuradores y profesionales que a ellos estén sujetos.
5. Los abogados, peritos y demás profesionales y funcionarios que no estén sujetos a arancel fijarán
sus honorarios con sujeción, en su caso, a las normas reguladoras de su estatuto profesional.
Articulo 243. Práctica de la tasación de costas.
1. En todo tipo de procesos e instancias, la tasación de costas se practicará por el Secretario del
tribunal que hubiera conocido del proceso o recurso, respectivamente, sujetándose a las
disposiciones de este Título.
2. No se incluirán en la tasación los derechos correspondientes a escritos y actuaciones que sean
inútiles, superfluas o no autorizadas por la ley, ni las partidas de las minutas que no se expresen
detalladamente o que se refieran a honorarios que no se hayan devengado en el pleito.
El Secretario Judicial reducirá el importe de los honorarios de los abogados y demás profesionales
que no estén sujetos a tarifa o arancel, cuando los reclamados excedan del límite a que se refiere el
apartado 3 del artículo 394 y no se hubiese declarado la temeridad del litigante condenado en costas.
196
-1973. Tampoco se incluirán las costas de actuaciones o incidentes en que hubiese sido condenada
expresamente la parte favorecida por el pronunciamiento sobre costas en el asunto principal.
Articulo 244. Traslado a las partes.
1. Practicada por el Secretario Judicial la tasación de costas se dará traslado de ella a las partes por
plazo común de diez días.
2. Una vez acordado el traslado a que se refiere el apartado anterior no se admitirá la inclusión o
adición de partida alguna, reservando al interesado su derecho para reclamarla de quien y como
corresponda.
Articulo 245. Impugnación de la tasación de costas.
1. La tasación de costas podrá ser impugnada dentro del plazo a que se refiere el apartado 1 del
artículo anterior.
2. La impugnación podrá basarse en que se han incluido en la tasación, partidas, derechos o gastos
indebidos. Pero, en cuanto a los honorarios de los abogados, peritos o profesionales no sujetos a
arancel, también podrá impugnarse la tasación alegando que el importe de dichos honorarios es
excesivo.
3. La parte favorecida por la condena en costas podrá impugnar la tasación por no haberse incluido
en aquélla gastos debidamente justificados y reclamados.
También podrá fundar su reclamación en no haberse incluido la totalidad de la minuta de honorarios
de su abogado, o de perito, profesional o funcionario no sujeto a arancel que hubiese actuado en el
proceso a su instancia, o en no haber sido incluidos correctamente los derechos de su procurador.
4. En el escrito de impugnación habrán de mencionarse las cuentas o minutas y las partidas
concretas a que se refiera la discrepancia y las razones de ésta.
De no efectuarse dicha mención, no se admitirá la impugnación a trámite.
Articulo 246. Tramitación y decisión de la impugnación.
1. Si la tasación se impugnara por considerar excesivos los honorarios de los abogados, se oirá en el
plazo de cinco días al abogado de que se trate y, si no aceptara la reducción de honorarios que se le
reclame, se pasará testimonio de los autos, o de la parte de ellos que resulte necesaria, al Colegio de
Abogados para que emita informe.
2. Lo establecido en el apartado anterior se aplicará igualmente respecto de la impugnación de
honorarios de peritos, pidiéndose en este caso el dictamen del Colegio, Asociación o Corporación
profesional a que pertenezcan.
3. El Secretario Judicial, a la vista de lo actuado y de los dictámenes emitidos, mantendrá la tasación
realizada o, en su caso, introducirá las modificaciones que deban hacerse, remitiéndosela al tribunal
para que éste resuelva, mediante auto, lo que proceda sin ulterior recurso.
Si la impugnación fuere totalmente desestimada, se impondrán las costas del incidente al
impugnante. Si fuere total o parcialmente estimada, se impondrán al abogado o perito cuyos
honorarios se hubieran considerado excesivos.
4. Cuando sea impugnada la tasación por haberse incluido en ella partidas de derechos u honorarios
indebidas, o por no haberse incluido en aquélla gastos debidamente justificados y reclamados se
convocará a las partes a una vista continuando la tramitación del incidente con arreglo a lo dispuesto
para el juicio verbal.
5. Cuando se alegue que alguna partida de honorarios de abogados o peritos incluida en la tasación
de costas es indebida y que, en caso de no serlo, sería excesiva, se tramitarán ambas
impugnaciones simultáneamente, con arreglo a lo prevenido para cada una de ellas en los apartados
anteriores, pero la resolución sobre si los honorarios son excesivos quedará en suspenso hasta que
se decida sobre si la partida impugnada es o no debida.
6. Cuando una de las partes sea titular del derecho a la asistencia jurídica gratuita, no se discutirá ni
se resolverá en el incidente de tasación de costas cuestión alguna relativa a la obligación de la
Administración de asumir el pago de las cantidades que se le reclaman por aplicación de la Ley de
Asistencia Jurídica Gratuita.
197
-198De la tasación de costas se dará traslado a la parte contraria por término de diez días,
quienes podrán IMPUGNAR por el concepto de Indebido o excesivo:
INDEBIDAS pueden serlo las partidas de los derechos del Procurador y los suplidos o la
Minutas de abogados o peritos. Se abrirá un incidente que será tramitado por las normas del
juicio verbal. La sentencia será recurrible en apelación.
EXCESIVAS pueden serlo los honorarios de los Abogados y peritos. Oyendo
previamente al minutante por 5 días se pasará testimonio de las actuaciones al Colegio de
Abogados o Academia, etc. y tras la revisión por el Secretario Judicial. Será el Juez quien
resolverá sin ulterior recurso una vez efectuada en su caso las modificaciones por el
Secretario Judicial.
La forma de exigir judicialmente el importe de la tasación de costas es la EJECUCION
o EXACCIÓN POR LA VÍA DE APREMIO, sirviendo como título para despachar la ejecución
el testimonio del Auto aprobatorio de la tasación de costas, que será el documento a
acompañar a la demanda ejecutiva que haya de presentarse para exigir el pago del importe
principal de la tasación de costas impagada, junto a las costas de dicha demanda y los
intereses.
A CERCA DE LA ERRÓNEA INTERPRETACIÓN DEL Art. 242.2 LEC.
Desde la entrada en vigor de la Ley 1/2000 de Enjuiciamiento Civil, aunque no
de forma generalizada, se vienen produciendo por parte de algunos órganos
jurisdiccionales determinadas interpretaciones -a mi juicio erróneas- del párrafo 2º
del Art. 242 que establece:
“Art. 242, 2.- La parte que pida la tasación de costas presentará con la solicitud los
justificantes de haber satisfecho las cantidades cuyo reembolso reclame.“.
Es cierto que la tasación de costas viene configurada, en nuestro ordenamiento jurídico, procesal como un instituto o instrumento mediante el cual la parte
beneficiaria del crédito que proviene de una determinada condena judicial - las
costas del proceso- puede solicitar su exacción forzosa, previa su tasación.(242,1 LEC).
Art. 242,1.- Cuando hubiera condena en costas, luego que sea firme, se procederá a la
exacción de las mismas por el procedimiento de apremio, previa su tasación, si la
198
-199parte condenada no las hubiere satisfecho antes de que la contraria solicite su
tasación.”.
Del tenor de éste párrafo primero también se observa un error del legislador,
que en principio no ha sido observado por la doctrina procesalista, ya que, del tenor
literal se está indicando que la parte beneficiaria de las costas puede solicitar su
exacción si la parte condenada no abona su importe antes de que la parte contraria
¡ solicite su tasación ¡ , pues lo que debe decir es que podrá solicitar su exacción
después de practicada la tasación y transcurridos los veinte días de plazo del Art.
548 para el despacho de ejecución, y no antes de que si quiera se haya practicado la
tasación como erróneamente indica el precepto, ya que sin tasación no hay importe
líquido con el que se pueda despachar ejecución ni iniciar en consecuencia vía de
apremio alguna. En consecuencia donde se dice “ ..... antes de que la contraria
solicite su tasación” debe decir, .....antes de que la contraria solicite su exacción.
Tras esas premisas, y a modo de exordio, se hace necesario dejar patente que
dentro del concepto de costas la ley, la jurisprudencia y la doctrina distinguen dos
conceptos o partidas económicas distintas, a saber, los GASTOS y las COSTAS del
proceso en el que se incardina dicho crédito, y a cada una de ellas le va a exigir
unos requisitos precisos al punto de su tasación como luego veremos, con un
tratamiento procesal distinto.
Textualmente el Art. 241 de forma meridiana establece -apto.1-, que los
Gastos del proceso son aquellos desembolsos que tengan su origen directo e
inmediato en la existencia de dicho proceso, (cantidades que se hayan satisfecho –
desembolsado- a lo largo del proceso); y -Apto.2- que las Costas del proceso que
son la parte de aquellos gastos que - entre otros- se refieran expresamente a
Honorarios de defensa y de la representación técnica cuando sean preceptivas,
Art. 241,1. (que no necesariamente han de haber sido satisfechos a lo largo del
proceso). ( Distinción doctrinal que puede verse en la SENTENCIA A.P. LAS
PALMAS G.C. (Secc .4ª de 22 marzo 2002.).
El desembolso es el concepto que ha de ponerse de relieve en la cuestión que
nos ocupa, ya que es ese el –nuevo - término que al parecer está induciendo a una
errónea interpretación del precepto que comentamos.
199
-200Hay que detenerse y fijarse en que la Ley se refiere al dicho término, tan sólo
al regular los gastos del proceso, y acto seguido especifica dentro de esos gastos
otra subespecie de las costas bien distinto, cuales son los honorarios de la defensa y
representación técnica.
De esa forma distingue la Ley dentro del concepto de costas, los honorarios de
representación y defensa de la otra partida que las engloba, cual son los gastos
genéricos del proceso.
Y esa distinción tiene su sentido a la hora de que sea lícito exigir a quien los
pretende reclamar, su justificación, pues esos gastos sólo se podrán tasar,
determinar y “exaccionar” siempre y cuando se hayan desembolsado previamente
por la parte que reclame su reembolso. Podríamos decir de “lege data” que sin
desembolso no puede haber reembolso de gastos por la vía judicial.
Hay que dejar sentado otro presupuesto en sede de tasación de costas, y es
que la ley distingue ahora y posibilita la actuación de otros operadores jurídicoprocesales legitimados para intervenir en el incidente de tasación de costas, a saber:
A) Abogados, peritos y demás profesionales y funcionarios que no estén sujetos a
arancel, Art. 242.5º;
B) Funcionarios, Procuradores y profesionales sujetos a arancel ( Art. 242.4º);
C) La propia parte litigante, que con la nueva regulación se le abre la puerta para
que puede accionar la solicitud de la tasación de las cantidades que haya satisfecho,
ya sean costas o gastos, para conseguir el reembolso de los gastos que el
procedimiento le haya ocasionado. Art. 242,2 (Aquí esta la verdadera innovación del
nuevo texto legal en esta materia ).
En la tasación de costas, el Abogado y Procurador, en determinados casos (
segunda instancia, o en procesos con ausencia de gastos suplidos ) sólo solicitan se
determinen y tasen judicialmente las partidas de las COSTAS procesales que
atienden precisamente a los honorarios de Letrado y Procurador, por lo que en
consecuencia esos honorarios no se pueden calificar como gasto alguno que haya
podido ocasionar un necesario desembolso por parte del beneficiario del crédito de
costas: el representado-defendido. No es el representado quién “motu propio”
comparece para solicitar la tasación y posterior reembolso de cantidad alguna.
200
-201-
Si acaso se incluyen en la Cuenta del Procurador algún gasto como pudiera
ser por ejemplo el pago de las tasas del Boletín Oficial de la Provincia, sí que sería
exigible acreditar haber abonado dicho gastos previamente para poder ser incluido
en la tasación.
Se confunde también la erróneamente entendida omisión de no incluir en la
cuenta del Procurador, como gasto, la Minuta del Perito que haya intervenido en el
proceso cuando dichos honorarios han sido abonados por el propio cliente. En dicho
supuesto, el Procurador no incluye esa partida como gasto suplido por el causídico,
sino que la acompaña – acreditando su abono por el cliente- de la misma forma que
solicita la tasación de la Minuta del Letrado acompañándola junto a la Cuenta del
Procurador.
Pero sin duda la aparente y preocupante confusión a cerca de la interpretación del Art. 242, 2 de la L.E.C., viene producida por la incorrecta distinción en el
concepto genérico de lo que son los GASTOS del proceso, es decir, lo que suponen
gastos genéricamente entendidos que pudieron o no originar desembolsos de la
parte, y, aquella otra parte específica de los gastos que se refieran al pago de los
conceptos concretos y determinados en el Art. 241,1,pfo.1º de la L.E.C. que suponen
aquella parte de los gastos que no han de haber sido necesariamente satisfechos
como cantidades reembolsadas. (“Honorarios de la defensa y de la representación
técnica cuando sean preceptivos” ).
Y es que el legislador con la nueva configuración instaurada para la solicitud y
práctica de la tasación de costas permite, como más arriba apuntábamos, que
cualquier titular de créditos derivados de actuaciones procesales pueda reclamarlos
de la parte o partes que deban satisfacerlos. Gran acierto por el que se evitan ya
situaciones anómalas e incómodas y las viejas lagunas legales de que adolecía la
anterior regulación.
Y esta es una novedad con evidente y práctico sentido teleológico, pues ahora
abiertamente concede la Ley “legitimación” a los diversos operadores jurídicos: la
propia parte, el testigo (por los gastos que se le hayan ocasionado con su
comparecencia en juicio), el perito ( por sus honorarios devengados ), o cualquier
201
-202interesado, para que “acudan” a solicitar sean tasadas las costas ocasionadas a
consecuencia del litigio. Si bien la contrapartida, y prevención legal a todo ello no es
otra que el exigir el justificante de haber satisfecho las cantidades cuyo reembolso
pretenda reclamar.
Ahora bien, los honorarios del Letrado y del Procurador, sólo son una parte
más del concepto genérico de costas, que dada su especial naturaleza se entienden
devengados y justificados con la mera intervención de los profesionales (calificado
como crédito privilegiado en nuestro derecho), pues la Ley sólo exige a tales
profesionales que sus Minutas y Cuentas de derechos y suplidos estén sujetas a las
normas reguladoras de su estatuto profesional o al Arancel respectivamente.
Tratamiento específico éste que se ha de tener necesariamente en cuenta a fin de
no exigir a dichos profesionales la justificación de un
desembolso previo de su
cliente como requisito para poder ser atendido el pago de dicho crédito por el
condenado al pago, cuando quien realmente acude a solicitar su tasación son
precisamente los mismos profesionales y no la propia parte accionando
personalmente dicha reclamación, en cuyo caso, sí tendría sentido exigirle el
justificante de haber abonado a su Abogado y Procurador las cantidades que
reclama como reembolso ( ex Art. 242.2 L.E.C.).
A mayor abundamiento, el Art. 241.6 L .E. C. establece que sólo pueden ser
incluidos en tasación los derechos arancelarios que deban abonarse ( no dicen que
hayan sido ya abonados) como consecuencia de actuaciones necesarias para al
desarrollo del proceso, siendo éste, de “lege data”, el único requisito de exigibilidad
para su percepción.
Es sabido que los derechos del Procurador nunca serán cuantificados de igual
forma a efectos de ser incluidos en tasación como a efectos de girarse al cliente. Lo
mismo ha de indicarse en lo que respecta a los honorarios de Abogado.
En la práctica el importe de una Minuta a presentar en judicialmente, no
coincide por lo general, con la que ha de abonar el cliente, pues en ella siempre hay
partidas que tienen origen directo e inmediato con el proceso mismo, por ejemplo
consultas previas, gestiones extra-procesales, etc., y no sería de recibo aportar una
202
-203minuta con actuaciones que sólo incumben al cliente y a su Letrado, o a su
poderdante y su Procurador.
Haciendo una reducción al absurdo ¿tendría que enterarse la parte contraria
que el Procurador efectuó gastos de detective privado para localizar bienes del
deudor?, ¿desvelaría un secreto profesional si se tuviera que presentar el justificante
del pago de dichos honorarios, al presentarse judicialmente?. En el supuesto de que
el Letrado o Procurador actúan en propio nombre como tales ¿ cómo deberían
acreditar haber abonado sus propias minutas?. ¿Y si es el Abogado del Estado? ....
Sin duda no pretende el legislador exigir el justificante de haberse abonado al
Abogado y Procurador sus honorarios como requisito para su tasación, porque
tratándose de un crédito del cliente, usus fori, no es éste el que solicita su abono de
la parte condenada. Pensar así supone desconocer la práctica forense y olvidarse
del Art. 3 del Código Civil cuando establece que las normas se interpretarán según el
sentido propio de sus palabras, en relación con el contexto, los antecedentes
históricos y legislativos, y la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas.
LA COMPETENCIA EN LA TASACIÓN DE COSTAS.
Supuesto de tasación de costas por el Secretario de instancia en las costas de apelación.
Las costas ocasionadas en el recurso de apelación, casación o infracción
procesal cuando no hay intervención de la partes ni personación en el Tribunal ad
quem han de ser tasadas por el Juzgado de instancia.
El Art. 242,3 de la LEC establece que “Una vez firme la sentencia o auto en
que se hubiese impuesto la condena, los procuradores, abogados, peritos y demás
personas que hayan intervenido en el juicio y que tengan algún crédito contra las
partes que deba ser incluido en la tasación de costas podrán presentar en la
Secretaría del tribunal minuta detallada de sus derechos u honorarios y cuenta
detallada y justificada de los gastos que hubieren suplido”.
203
-204Del tenor literal de dicho precepto se desprenden cuatro presupuestos para
que proceda y deba ser practicada la tasación de costas solicitada:
1.- Firmeza de la sentencia o auto en el que se hubiese impuesto la condena ,
2.-Haber intervenido en el juicio quien solicita la practica de la tasación, y
3.-Mantener un crédito contra alguna de las partes del proceso.
Cumplidos dichos presupuestos procesales, la tasación de costas debe ser
practicada por el Juzgado, sin que sea correcto dictar Providencia no accediendo a
dicha solicitud como suele ocurrir en la práctica.
Cuestión distinta, pero procesalmente acertada, sería que tal y como
determina el parrafo 2º del Art. 243 de la Ley de enjuiciamiento civil, una vez
practicada la tasación de costas, en la misma no se incluyeran todas, algunas o
determinadas partidas por el Sr. Secretario Judicial, pero sin duda alguna la tasación
ha de ser practicada al cumplirse los presupuestos que “a limine” la ley establece
para que tal solicitud sea atendida con el procedimiento legalmente establecido .
Cuando no existe prueba en segunda instancia ni solicitud de vista oral el
Tribunal, la Audiencia o la Sala resuelve el recurso mediante el trámite legalmente
establecido en estos casos : “votación y fallo de la sentencia”, por lo que no se
precisa personación ni intervención procesal de las partes ante dicho alto Tribunal y
por consiguiente ninguna otra actuación procesal tiene lugar ante el tribunal “ad
quem”.
Sentado este supuesto es evidente que los trámites de oposición al recurso,
motivadores el devengo de las costas, se han producido ante el Tribunal a quo y la
tramitación de la apelación se ha desarrollado ante ese Juzgado, sin perjuicio de que
por imperio de ley la sentencia se dicte por la Sala correspondiente del Tribunal
superior.
Pretender que las costas del recurso, devengadas exclusivamente por la
redacción y presentación del escrito de oposición al recurso correspondiente sean
tasadas por el Tribunal que resolvió la apelación supondría una solicitud diabólica y
contraria a las normas de derecho que regulan el procedimiento civil ya que puede
ocurrir que el Procurador no este legalmente habilitado para actuar en dicho Tribunal
y no se personó formalmente en la Sala ( Art. 23 L.E.C.) y donde obviamente no ha
tenido ni puede tener intervención procesal alguna. ¿Cómo pretender que sea el
Secretario de la Sala quien tase los derechos de un Procurador que no puede actuar
en dicha circunscripción?, de ser asi se beneficiaría a la parte condenada en las
204
-205costas de apelación al no poder incluir en costas los derechos del Procurador
cuando el recurso se tramita en distinto partido judicial al de donde tiene su sede el
Tribunal Superior que resuelve el recurso.
El devengo de los honorarios y derechos cuya tasación se solicita se produce
precisamente ante el órgano jurisdiccional a quo, mediante diversas actuaciones
consistentes en la presentación del oportuno escrito de oposición al recurso de
apelación deducido de contrario así como sucesivas actuaciones y demás trámites
configuradores de la tramitación del recurso de apelación propiamente dicho.
En consecuencia y de conformidad con el Art. 243 de la LEC estas costas
deben ser tasadas precisamente por el Secretario del Juzgado que conoció de
dichas actuaciones en la instancia que fue el órgano ante el que se presentaron los
escritos y resoluciones y traslados consecuentes que configuraron la apelación
resuelta y fallada posteriormente por el Tribunal Superior.
Como reiteradamente se ha indicado mas arriba, la Sala correspondiente del
Tribunal Superior recibe las actuaciones que por el órgano inferior le fueron remitidas
a los meros efectos de decisión, votación y fallo, sin que ante dicho Tribunal
haya existido actuación procesal de las partes, al no haberse solicitado prueba en
segunda instancia ni celebración de vista oral. La designación de un domicilio o de
un Procurador a efectos de “oir notificaciones en segunda instancia” no puede tener
la consideración de actuación procesal con derecho a devengo de derechos de
Procurador ni honorarios de Letrado, habida cuenta no existe personación en legal
forma, por otro lado superflua e innecesaria cuando no hay prueba ni vista oral.
Esta circunstancia es análoga a los supuestos de tasación de costas en los
recursos de apelación, casación o infracción procesal del orden jurisdiccional civil,
donde la tramitación del recurso consistente en la preparación, formalización,
adhesión, impugnación, oposición... se sustancian ante el Tribunal de instancia, y es
el Tribunal Superior el que tras la remisión de las actuaciones se limita sin
intervención ni personación de las partes a decidir y resolver la apelación, por lo que
es el Sr. Secretario Judicial de instancia quien tasa las costas que han sido
devengadas por esas actuaciones realizadas ante el órgano de instancia.
Con claridad meridiana y precisa concreción se han pronunciado los Autos de
la Audiencia Provincial de Barcelona de 4 de Mayo de 1.995, el Auto de la A.P de
Badajoz de 17 de Octubre de 1.994 y el Auto A.P de Córdoba de 15 de Mayo de
1.997 entre otros, asi como nuestra propia Audiencia Provincial.
205
-206A mayor abundamiento no hay que olvidar que con la entrada en vigor de la
Ley 1/2000 de Enjuiciamiento Civil se cambia radicalmente la doctrina jurisprudencial
mantenida mayoritariamente hasta la fecha ( excepción hecha, entre alguna otra, por
la STS de 9 de Mayo de 1.995 ) respecto a que el crédito de costas es un crédito de
la parte y no de los profesionales que lo representan, pues con la entrada en vigor de
la L.E.C. 1/2000 el crédito de costas ahora ya no se considera como un crédito
exclusivo y excluyente de la parte material, pues el Art. 242, 3 de la LEC faculta a los
profesionales que mantengan un crédito contra las partes que deba ser incluido en
tasación de costas, para que puedan solicitar del Tribunal su tasación y posterior
exacción.
En consecuencia ¿cómo podría tasar las costas el Procurador ejerciente en
un Partido Judicial distinto al del que tiene su sede el Tribunal Superior si el
Procurador no esta legalmente habilitado para funcionar en dicha circunscripción ? :
se produciría una clara indefensión al no poder solicitar la tasación de su Cuenta
ante dicho Tribunal Superior, beneficiándose con ello la parte condenada en costas.
El sentido teleológico que las normas procesales llevan implícito hacen
concluir que las costas ocasionadas en un proceso han de ser tasadas por el
Juzgado o Tribunal ante el que se devengaron, pues de otra forma nos abocaría al
absurdo de la siguiente petición : “ Comparezco y me persono en la Sala a fin de que
se tasen las costas devengadas ”( ... !!! devengadas antes de estar personado ¡¡¡ ...)
¿cómo puede existir devengo de costas ante un Tribunal en el que ni siquiera ha
existido actuación procesal alguna? .
Por último ha de indicarse que cuando el Articulo 243 de la LEC establece
que “ 1. En todo tipo de procesos e instancias, la tasación de costas se
practicará por el Secretario del tribunal que hubiera conocido del proceso o
recurso, respectivamente, sujetándose a las disposiciones de este Título.”, hay
que entender que el Juzgado de instancia fue el que conoció del recurso, al tenerlo
por interpuesto, al tenerlo por formalizado, fue éste órgano ad quo el que da el
traslado a la parte recurrida / apelada, conociendo de todos esos trámites, y es el
Tribunal ad quem el órgano que DECIDE y SENTENCIA el recurso que se le remite
sin emplazamiento de partes. Por lo que a los efectos de una correcta interpretación
del Art. 243,1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil se hace preciso distinguir entre los
conceptos “conocer” del recurso y “resolver” el recurso.
206
-207-
LA PROVISIÓN DE FONDOS.
Al cliente se le puede solicitar que sea provisionada una cantidad prudente para
atender los gastos del procedimiento o para atender los derechos, que se devengan desde el
momento de la misma presentación de la demanda, o con carácter previo a su presentación,
como “requisito” para su presentación en el Juzgado.
La Provisión de Fondos puede solicitarse con la intermediación del Letrado director
del asunto, o directamente al cliente. La pauta para actuar de una forma u otra la marcará el
Letrado que encomienda la demanda o contestación a la demanda en cuestión.
Si la Provisión de fondos se solicita para atender gastos del proceso, no estaría sujeta
a IVA ni al I R P F., pero si la provisión de fondos incluye el adelanto de derechos, si que
estaría sujeta al pago de ambos impuestos.
La ampliación de la Provisión suele solicitarse cuando queda exigua la primera
solicitada, pero no puede dejarse de tramitar el asunto por la falta de provisión de fondos
habida cuenta la LEC establece la obligación de seguir el pleito sin excusa alguna hasta su
terminación salvo en supuestos de fuerza mayor, o renuncia a la representación procesal.
LA HABILITACIÓN JUDICIAL DE FONDOS.
Cuando el poderdante no efectúe de forma voluntaria el pago de la provisión de fondos la Ley
en su Art.29 establece que está obligado a ello, y si una vez iniciado el proceso precisara el
Procurador de fondos para continuarlo, puede ser apremiado a satisfacerlo deduciéndose esa
pretensión ante el Tribunal que esté conociendo del asunto. Se oirá previamente al cliente por
término de 10 días a efectos de “contradicción” o justificación de pago, y tras ello, el Tribunal
resolverá por Auto estableciendo la cantidad que haya de ser abonada, y el plazo para realizarla, bajo
apercibimiento de apremio
En resumen, para que opere la habilitacion judicial de la provisión de fondos se requiere:
- que el asunto esté iniciado y no terminado.
- que se haya solicitado previamente de forma amistosa.
- que se presente la solicitud ante el Tribunal que esté conociendo el litigio.
- una somera justificación del importe de la cantidad solicitada.
207
-208<MODELO DE UNA CUENTA DE PROCURADOR>
D. xxxxxxxxxxxxxxxxxxx
PROCURADOR
C xxxxxxxxxxxxxxx
xxxxx- xxxxx
FACTURA N º: XXX/01/2002
CUENTA DE GASTOS SUPLIDOS Y DERECHOS DEVENGADOS EN LA
TRAMITACIÓN DEL
PROCESO MONITORIO Nº. 569/01 DEL JUZGADO DE 1ª.INST.7 DE ALICANTE Y ACCIÓN EJECUTIVA
Nº.570/01 SEGUIDOS POR xxxxx FRENTE A zzzz Y www S.L.
Cuantía Litigiosa: 352.103 Ptas.- + 150.000 Ptas.- = 502.103 Ptas.-
SUPLIDOS
- Personación, copias traslados, correo, fax, expte., .......................
17, 28 €
- Locomoción embargo .................................................................
22,54 €
DERECHOS
- Art. 1 º .........................................................…..
81,14 €
- Art. 1º (ejecucion) (1º pdo 70%) ...............
71,51 €
- Art.35,3º ………………………………………
33,78 €
- Art.38,2º ...................................……………
33,78 €
- art.93-98 ………………………………………
8,71 €
IVA
-16% s/ 228,92 € ..................................................................
36,62 €
I. R. P .F.
-18% s/ 228,92 € …………………………………………….
- 41,20 €
============
TOTAL S.E.U O. ……………………………………........…
SON DOSCIENTOS VEINTIOCHO EUROS Y DIECISÉIS CÉNTIMOS
Alicante a 15 de febrero de 2002
FDO: XXXXXXXXX DNI: XXXXXXXXXXXX
208
264,16 €
-209-
Reclamación extrajudicial de los derechos y suplidos.
Reclamación judicial de la cuenta del Procurador y Minuta del Abogado.
RECLAMACIÓN EXTRAJUDICIAL DE LOS DERECHOS Y SUPLIDOS.
Una vez devengada la cuenta de derechos y suplidos los gastos de tramitación, el
Procurador puede solicitar del cliente el abono de dicha cuenta de derechos devengados y
gastos suplidos. Tratándose de una persona jurídica se redactará la cuenta en legal forma e
incluyendo la auto retención del I.R.P.F., y el I.V.A. correspondiente. Para la personas físicas
se incluirá tan solo el IVA.La Cuenta pro forma, es aquella que no contiene numeración de “minuta” pues no
supone el pago de la misma. Ello es así porque el Procurador suele utilizar el criterio del
pago en vez del criterio del devengo para cumplir con las obligaciones fiscales que cada
sistema presupone.
Dependiendo del trato y contacto que se tenga con el cliente, y el criterio sugerido por
el Letrado, director del asunto, se remitirá la cuenta directamente al cliente, o a través del
Letrado para que éste se la haga llegar junto a la suya.
RECLAMACIÓN JUDICIAL DE LA CUENTA DEL PROCURADOR Y LA MINUTA DEL ABOGADO.
Si de las gestiones realizadas de forma amistosa con el cliente, éste no abona el importe de
la cuenta de derechos y suplidos previamente girada, la Ley en su Art. 34 que el Procurador
presentará ante el Tribunal que esté conociendo del asunto, cuenta detallada y justificada,
con la sola manifestación que le es debida y no satisfecha ( antes se exigía juramento de no
haber sido abonada, de ahí el nombre de Jura de Cuenta ), requiriendo el Tribunal al cliente
moroso para que pague dicha suma con las costas, o la impugne, en el plazo de diez días
bajo apercibimiento de apremio.
Si dentro de dicho plazo se opone el poderdante al abono, el Tribunal examinará la
cuenta y las actuaciones procesales así como la documentación aportada, resolviendo en
plazo de 10 días mediante auto determinando la cantidad que haya de ser abonada al
Procurador bajo apercibimiento de apremio si no se abona en el plazo de cinco días y sin
ulterior recurso.No siendo lo resuelto “cosa juzgada” quedará abierto el juicio ordinario para
solventar dichas discrepancias.
209
-210ESCRITO RECLAMACIÓN JUDICIAL DE LA CUENTA DEL PROCURADOR
“AL JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA Nº __”
o “ A LA SALA . ____” o AL JUZGADO DE INSTRUCCIÓN, o PENAL Nº.__
D. JOSÉ CÓRDOBA ALMELA, Procurador cuyas personalidad y demas
circunstancias le constan al Tribunal, en propio nombre y derecho, comparece y, como
mejor proceda en Derecho, DIGO:
Que por medio del presente escrito promuevo PROCEDIMIENTO DE RECLAMACIÓN
JUDICIAL DE MI CUENTA DE GASTOS SUPLIDOS Y DERECHOS DEVENGADOS en el
procedimiento ...........; contra mi poderdante «D.
«
» de profesión ......, domiciliado en
», según consta en los referidos autos, en los que queda acreditado que el que
suscribe ha ostentado su representación técnica.
El presente escrito, de conformidad con lo establecido en el art.34 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, se sustenta en los siguientes:
HECHOS
PRIMERO.-El citado Don «
», otorgó poderes a quien suscribe (u otorgó
designación apud acta), sin que hasta el día de la fecha me hayan sido revocados ( ni la
designación), por lo que todas las actuaciones y por consiguiente los derechos han sido
devengados con ocasión de la representación procesal del poderdante moroso citado.
SEGUNDO.-El causídico que suscribe prestó los referidos servicios de
representación procesal en el procedimiento indicado, de la forma y manera que consta en
los autos citados, remitiéndome a efectos probatorios a los archivos del Tribunal.
TERCERO.- Se han efectuado por parte del Procurador que suscribe diversas
gestiones para el cobro amistoso y extrajudicial de la cuenta de derechos y suplidos
impagada, y no obstante haberle reclamado en distintas ocasiones, (se acompañan copia de
210
-211las cartas reclamando la cuenta) no ha contestado, lo que motiva que me vea obligado a
promover el procedimiento que establece el Art. 34 de la Ley de Enjuiciamiento civil,
acompañándose a este escrito la referida Cuenta impagada., y las copias de las cartas
dirigidas al poderdante moroso para el pago amistoso de la cuenta que ahora judicialmente
se reclama. Se acompañan igualmente justificantes de los gastos suplidos.
CUARTO.- La cuantía de la presente demanda viene fijada por el monto total de la
cuenta de gastos suplidos y derechos devengados que ha quedado impagada, es decir por
el importe de ....( EUROS).
FUNDAMENTOS DE DERECHO
I. El artículo 34 de la Ley de Enjuiciamiento civil.
I I . En cuanto a las COSTAS, serán impuestas al poderdante moroso conforme al
art. 394 .1 de la Ley de Enjuiciamiento civil, incluso en el caso que no formulare oposición
(art. 34.3 de la LEC).
Por todo ello,
SUPLICO AL JUZGADO: Que tenga por presentado este escrito y Cuenta detallada
de Derechos y justificantes de los gastos suplidos, con sus copias, y admita a trámite el
presente procedimiento teniendo por deducida la reclamación de mis derechos y suplidos
contra «
», acordándose requerir a dicho señor para que haga efectivo el importe
adeudado que ascienden a un total de ......... euros en el plazo máximo de 10 días, bajo
apercibimiento de apremio (art. 34.3º LEC), o impugne la cuenta, con expresa imposición de
todas las costas causadas.
PRIMER OTROSÍ DIGO.-De conformidad con el art. 34.1 de la LEC manifiesto que
las cantidades reclamadas son debidas y no me han sido satisfechas y, SUPLICO AL
JUZGADO que tenga por realizada formalmente la anterior manifestación.
Es justicia que pido en ......................, a ..........................
_______________________________________________________________
211
-212TEMA VII
La oficina judicial. El personal jurisdiccional. Los Oficiales, Auxiliares y Agentes Judiciales.
Los Secretarios Judiciales. El examen y exhibición de las actuaciones. Los libros de registro.
Informática judicial. El testimonio de actuaciones. El servicio común de notificaciones y
embargos. El servicio de recepción de notificaciones. Los Juzgados de Paz.
LA OFICINA JUDICIAL.
La oficina judicial, o Secretaría, la componen un determinado número de funcionarios,
dirigidos por el Secretario Judicial que es el Jefe de Personal, y Presidida por el Magistrado o
Juez que es el titular de la misma.
De un buen funcionamiento de dicha oficina, dependerá la buena marcha y tramitación
de los procedimientos judiciales, ya que, el componente humano es el que ha de hacer que
la Ley se cumpla por sus justos trámites procesales.
La componen, por orden jerárquico,
el Agente Judicial, el Auxiliar, el Oficial y el
Secretario Judicial. Puede existir en cada uno de ellos la figura del “interino” para cubrir las
bajas o sustituciones.
LOS OFICIALES, AUXILIARES Y AGENTES JUDICIALES
REGLAMENTO ORGÁNICO DE LOS CUERPOS DE OFICIALES, AUXILIARES Y AGENTES DE
LA ADMON. DE JUSTICIA.-
Artículo 1.° Definición.-1. Los Oficiales, Auxiliares y Agentes constituyen Cuerpos Nacionales al
servicio de la Administración de Justicia, adscritos orgánicamente al Ministerio de Justicia e Interior.
Dependerán de este Ministerio o de las Comunidades Autónomas, en los términos establecidos en
este.Reglamento.
2. Los Oficiales, Auxiliares y Agentes de la Administración de Justicia son funcionarios de carrera
que desempeñan sus funciones en el Consejo General del Poder Judicial, en el Tribunal
Constitucional, en los Juzgados y Tribunales, Fiscalías, Registros Civiles Únicos, Registro Civil
Central
y
en
los
Organos
y
Servicios.de.la.Administración.de.Justicia.
Art. 2.° Régimen jurídico y económico.- 1. El estatuto de los Oficiales, Auxiliares y Agentes se regirá
por lo establecido en la Ley Orgánica del Poder Judicial y en el presente Reglamento Orgánico. En lo
no previsto en las disposiciones anteriores les será aplicable, con carácter supletorio, lo dispuesto en
la legislación general sobre función pública (Art.456 de la L.O.P.J.) Ley 6/1985,01.7.85.
2. El estatuto de los Oficiales, Auxiliares y Agentes destinados en el Consejo General del Poder
212
-213Judicial y en el Tribunal Constitucional se ajustará a lo que resulte de la autonomía normativa de
dichos órganos.
3. El personal al servicio de la Administración de Justicia a que se refiere este Reglamento, percibirá
la remuneración de sus servicios en la forma y cuantía que determinen las leyes, sin que en ningún
caso pueda hacerlo por arancel (Art.454.LOPJ).
La estructura y cuantía de las retribuciones básicas y complementarias fijas de los Oficiales,
Auxiliares y Agentes de la Administración de Justicia serán únicas para todo el territorio nacional.
De los Oficiales de la Administración de Justicia
Art. 3.° Funciones.-1. Los Oficiales de la Administración de Justicia son colaboradores inmediatos de
los Secretarios judiciales y de la labor técnica que éstos desempeñan, bajo su inmediata
dependencia, sin perjuicio de las facultades del titular o titulares del órgano en que presten sus
servicios.
2. En especial les corresponden las siguientes funciones:
a)La tramitación de toda clase de procesos, diligencias, expedientes y, en general, de cualesquiera
actuaciones atribuidas al órgano en que presten sus servicios, asistiendo al Juez o Secretario en la
redacción de las providencias, diligencias, actas y notas que resulten necesarias, así como de los
autos, incluidos los definitivos en los asuntos de la jurisdicción voluntaria, mientras no se suscite
contienda.
b) La autorización de las actas que hayan de extenderse a la presencia judicial así como de las
diligencias de constancia y comunicación, cuando estén habilitados por el respectivo Secretario para
la actuación concreta de que se trate o por plazo determinado, mientras dicha habilitación no hubiese
sido revocada (Art. 282 LOPJ).
Las habilitaciones concedidas por los Secretarios judiciales serán comunicadas al Ministerio de
Justicia e Interior, o al órgano competente de las Comunidades Autónomas que hayan recibido los
traspasos de medios personales para el funcionamiento de la Administración de Justicia, para su
constancia en el expediente personal del funcionario. Cuando la habilitacion sea por plazo
determinado,
esta
comunicación
tendrá
carácter
previo
a
su
efectividad.
c) Sustituir al Secretario en los términos previstos en el artículo 483, regla cuarta, de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, cuando no procediere la sustitución por otro Secretario en los casos de
imposibilidad, separación de edificios, acumulación de actos, o en aquellos otros en que igualmente
lo aconsejen las necesidades del servicio.
Las sustituciones serán comunicadas al Ministerio de Justicia e Interior, o al órgano competente de
las Comunidades Autónomas que hayan recibido los traspasos de medios personales para el
funcionamiento de la Administración de Justicia, para su constancia en el expediente personal del
funcionario. Esta comunicación, salvo que concurran razones de urgencia, tendrá carácter previo a la
efectividad de la sustitución.
d)La práctica de los actos de comunicación que les atribuyan las leyes (artículo 485 LOPJ).
3. Los Oficiales, prestarán servicio asimismo en las Fiscalías, en el Consejo General del Poder
Judicial, en el Tribunal Constitucional y en los Organos y Servicios de la Administración de Justicia
que señale la plantilla orgánica. En estos casos se ocuparán de las tareas propias del puesto que se
les asigne, que serán análogas a las expresadas en el presente artículo (artículos 484 y 488 LOPJ).
De los Auxiliares de la Administración de Justicia
Art. 9.° Funciones.-1. Bajo la inmediata dependencia del Secretario u Oficial en su caso, y sin
perjuicio de las facultades del titular del órgano en que presten sus servicios, los Auxiliares de la
Administración de Justicia tendrán las siguientes funciones:
213
-214- Colaboración en el desarrollo general de la tramitación procesal, mediante la trascripción de textos
por procedimientos mecánicos, mecanográficos, taquígrafos u otros análogos.
- Registro de documentos.
- Tareas ejecutivas no resolutorias, como preparación de traslados y actos de comunicación,
integración de expedientes y otras similares.
- Actos de comunicación que les atribuya la Ley y que no estén encomendados a otros funcionarios.
- Cualesquiera otras que les atribuyan las leyes.
2. Los Auxiliares sustituirán a los Oficiales, en el desempeño de las funciones que a éstos les
corresponden, en caso de enfermedad, permisos, licencias, ausencias, vacantes u otro motivo legal,
cuando no fuere posible la aplicación de lo dispuesto en el artículo 60 de este Reglamento, con la
aprobación del Ministerio de Justicia e Interior o del órgano competente de las Comunidades
Autónomas que hayan recibido los traspasos de medios personales para el funcionamiento de la
Administración de Justicia, a cuyo efecto las sustituciones serán comunicadas de manera previa,
salvo que concurran razones de urgencia, al Ministerio o a los órganos competentes de la Comunidad
Autónoma, para su constancia en el expediente personal del funcionario afectado.
3. Los Auxiliares prestarán servicio, asimismo, en las Fiscalías, en el Consejo General del Poder
Judicial, en el Tribunal Constitucional y en los Organos y Servicios de la Administración de Justicia
que señale la plantilla orgánica. En estos casos se ocuparán de las tareas propias del puesto que se
les asigne, que serán análogas a las expresadas en el presente artículo (artículos 484 y 488 de la
LOPJ).
De los Agentes de la Administración de Justicia
Art. 15. Funciones.-1. Los Agentes de la Administración de Justicia tendrán carácter de Agentes de la
Autoridad cuando actúen como Policía Judicial, y lo harán bajo la dependencia del Juez, Tribunal o
Jefe del Organismo en las diligencias a las que asistan personalmente los titulares de los órganos y
en todas las demás en que sea precisa su intervención, cooperando con los demás funcionarios en la
práctica de las diligencias judiciales dentro de sus respectivas funciones.
2. En especial les corresponden las siguientes funciones (artículo 487 L.O.P.J.):
a) Guardar y hacer guardar sala.
b) Ejecutar los embargos, lanzamientos y demás actos cuya naturaleza lo requiera, con el carácter y
representación que les atribuyen las leyes.
c) Realizar los actos de comunicación no encomendados a otros funcionarios.
d) Actuar como Policía Judicial, con carácter de Agente de la Autoridad, sin perjuicio de las funciones
que, en la averiguación de los delitos y en el descubrimiento y aseguramiento de los delincuentes,
competen a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en virtud de lo dispuesto en el
Título III del Libro V de la Ley Orgánica del Poder Judicial y disposiciones concordantes.
e)Ejercer funciones de vigilancia, custodia, porteo y otras análogas relacio
nadas con la función,
que les puedan ser encomendadas.
3. Las funciones a que se refiere el párrafo e) del apartado anterior se prestarán por los Agentes
judiciales sin menoscabo de las funciones técnicas propias de los mismos a las que se refieren los
demás párrafos de dicho apartado, salvo que existiera adscrito a ellas otro personal a quien
corresponda desempeñar las tareas de dicho carácter, y comprenderán las que a continuación se
expresan:
214
-215a)Vigilancia ordinaria de entrada y salida de personas en el órgano judicial correspondiente,
ofreciendo información al público sobre los funcionarios o dependencias a que deban dirigirse, y
forma adecuada de hacerlo.
b) Apertura y cierre de las distintas dependencias, con las instrucciones y bajo el control del
Secretario con especial atención a los archivos, bibliotecas, almacenes y otras dependencias
análogas.
c) Custodia de los mecanismos de puesta en funcionamiento de las distintas fuentes de energía,
entrada, consumo, instalaciones y aparatos de comunicación, bajo el control del Secretario.
d)Recepción y distribución de
la correspondencia que les sea encomendada.
e) Realización de los encargos que se les encomienden, relacionados estrictamente con su función,
dentro o fuera del edificio, con las facultades y representación que en cada caso se les confiera.
Porteo de documentos, autos, expedientes y piezas de convicción, así como auxilio al traslado de
pequeño mobiliario y maquinaria y sus elementos, siempre que lo exijan con carácter ordinario las
necesidades de la función.
g) Utilización de máquinas fotocopiadoras, encuadernadoras y similares, con arreglo a las
instrucciones del Jefe de la Dependencia.
h) Cualesquiera otras análogas relacionadas con la función que se les encomiende, siempre que
guarden relación directa con alguna de las expresadas en estos apartados.
4. Los Agentes prestarán servicio, asimismo, en las Fiscalías, en el Consejo General del Poder
Judicial, en el Tribunal Constitucional y en los Organos y Servicios de la Administración de Justicia
que señale la plantilla orgánica. En estos casos se ocuparán de las tareas propias del destino que se
les asigne, que serán análogas a las expresadas en el presente artículo.
LOS SECRETARIOS JUDICIALES
- EL REGLAMENTO ORGÁNICO DE 29 DE ABRIL DE 1.988, DEL CUERPO DE
SECRETARIOS JUDICIALES establece:
Artículo 6. Funciones como titulares de la fe pública judicial.-1. Como titulares de la fe pública
judicial, corresponden a los Secretarios judiciales las siguientes funciones:
a) Ejercer la fe pública judicial y asistir a los Jueces y Tribunales en el ejercicio de sus funciones, de
conformidad con lo establecido en la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial y en las
Leyes procesales (artículo 473.1 de la L O P J).
b) Asumir la guarda y depósito de la documentación, su archivo y la conservación de los bienes y
objetos afectos a los expedientes judiciales, así como responder del debido depósito, en las
instituciones legales, de cuantas cantidades y valores, consignaciones y fianzas se produzcan
(artículo 473.3 de la LOPJ).
El depósito de bienes, objetos, cantidades, valores, consignaciones y fianzas se hará en las
Entidades de crédito que el Ministro de Justicia designe al efecto, de conformidad con la disposición
final primera del Real Decreto 34/1988, de 21 de enero (RCL 1988\193), por el que se regulan los
pagos, depósitos y consignaciones judiciales.
c) Llevar a cabo la documentación de las actas, diligencias y notas, en los términos establecidos en la
Ley Orgánica del Poder Judicial y en las de procedimiento (artículo 279.1 de la LOPJ).
d) Dar fe con plenitud de efectos de todas las actuaciones judiciales sin intervención adicional de
testigos (artículo 281.2 de la LOPJ).
215
-216e) Autorizar y documentar el otorgamiento de la representación en juicio en todos los procedimientos
mediante comparecencia ante el Secretario del Juzgado o Tribunal que haya de conocer del asunto
(artículo 281.3 de la LOPJ).
f) Expedir copias certificadas o testimonios de las actuaciones judiciales no secretas ni reservadas a
las partes o a sus representantes en juicio, Procuradores o Abogados.
g) Encargarse de la llevanza de los libros, del archivo y de la conservación de las actuaciones, salvo
que en la Ley se encomienden a los Jueces o Presidentes (artículo 287 de la LOPJ).
h) Procurar a los interesados el acceso a los libros, archivos y registros judiciales que no tengan
carácter reservado, mediante las formas de exhibición, testimonio o certificación que establezca la
Ley (artículo 235 de la LOPJ).
i) Facilitar, junto con el personal competente de los Juzgados y Tribunales, a los interesados cuanta
información soliciten sobre el estado de las actuaciones judiciales, que éstos podrán examinar y
conocer, salvo que sean o hubieren sido declaradas secretas conforme a la Ley (artículo 234 de la
LOPJ).
j) En los mismos casos de la letra h) anterior, expedir los testimonios que se soliciten, con expresión
de su destinatario, salvo los casos en que la Ley disponga otra cosa (artículo 234 de la LOPJ).
k) Poner diligencias para hacer constar el día y hora de presentación de las demandas, de los
escritos de iniciación del procedimiento y de cualesquiera otros cuya presentación esté sujeta a un
plazo perentorio. En todo caso, se dará a la parte recibo de los escritos y documentos que presenten,
con expresión de la fecha y hora de presentación (artículo 283.1 y 2 de la LOPJ).
El recibo podrá consistir en una diligencia extendida en la copia que la parte presente al efecto. En su
caso, la diligencia de presentación y la entrega del recibo correrán a cargo del Secretario responsable
del servicio común del Registro General.
2. a) Las actas tienen por objeto dejar constancia de la realización de un acto procesal o de un hecho
con trascendencia procesal.
b) Las diligencias podrán ser de constancia, de ordenación, de comunicación o de ejecución.
c) Las notas podrán ser de referencia, de resumen de los autos y de examen del trámite a que se
refieran (artículo 280 de la LOPJ).
Artículo 7. Funciones como impulsores y ordenadores del proceso.-Como impulsores y ordenadores
del proceso, corresponden a los Secretarios judiciales las siguientes funciones:
a) Dictar las diligencias de ordenación, que tendrán por objeto dar a los autos el curso ordenado por
la Ley e impulsar formalmente el procedimiento en sus distintos trámites, de conformidad con las
Leyes procesales (artículo 288.1 de la LOPJ). Estas diligencias serán revisables por el Juez o el
Ponente, de oficio o a instancia de parte, en los casos y formas previstos en las Leyes procesales
(artículo 289 de la LOPJ).
b) La práctica de las notificaciones y demás actos de comunicación y de cooperación judicial, en la
forma que determinen las Leyes (artículo 279.3 de la LOPJ).
c) Expedir directamente los despachos y exhortos precisos para la ejecución de lo acordado por ellos
en el ejercicio de sus funciones, de conformidad con las Leyes procesales, así como los precisos
para la ejecución de lo acordado por el Juez o Tribunal en los casos en que así lo establezcan las
Leyes.
216
-217-
d) Dar cuenta a la Sala, al Ponente o al Juez, en cada caso, de los escritos y documentos
presentados en el mismo día de su presentación o al siguiente día hábil y, en iguales términos, de las
actas que se hubiesen autorizado fuera de la presencia judicial, así como, al día siguiente hábil, del
transcurso de los plazos procesales y de los autos que hubieren tomado estado para cualquier
resolución, salvo cuando les correspondiere la ordenación del trámite (artículos 284 y 285 de la
LOPJ).
La dación de cuenta se hará oralmente, por el orden de presentación de los escritos o por el que
tomaren estado los autos respectivos, sin otra anteposición que la de los que sean urgentes o tengan
reconocida preferencia por la Ley. Cuando proceda, se documentará mediante diligencia y, en su
caso, se acompañará propuesta de resolución (artículo 286 de la LOPJ).
e) Proponer al Juez o Tribunal las resoluciones que, con arreglo a la Ley, deban revestir la forma de
providencia o auto, incluidos los autos definitivos en los asuntos de jurisdicción voluntaria, mientras
no se suscite contienda, con las excepciones y en la forma prevista en la Ley Orgánica del Poder
Judicial (artículo 290).
Artículo 8. Funciones como directores de la oficina judicial.-1. Como directores de la oficina judicial,
corresponden a los Secretarios las siguientes funciones:
a) Ejercer la jefatura directa de los Oficiales, Auxiliares y Agentes de la Administración de Justicia y
demás integrantes de la oficina judicial.
b) Responder del buen funcionamiento de la oficina judicial dirigiendo y ordenando el trabajo de sus
integrantes e impartiendo al efecto las órdenes e instrucciones pertinentes.
c) Velar por el cumplimiento de sus obligaciones por parte del personal de la oficina, haciéndole, en
su caso, las observaciones pertinentes.
d) Acordar las habilitaciones que procedan, en los términos previstos en el artículo siguiente.
e) Ser oídos, verbalmente o por escrito, por los Jueces y Presidentes, antes de resolver, informar o
dar curso a cualquier solicitud del personal de la oficina relacionada con ésta cuyo otorgamiento o
denegación por el órgano competente pueda afectar al funcionamiento de aquélla.
f) Poner en conocimiento de la autoridad competente las necesidades de medios personales y
materiales indispensables para el funcionamiento de la oficina que no puedan ser atendidas mediante
redistribución o reorganización de los efectivos.
g) Dirigir a la autoridad competente las propuestas que estime adecuadas a la reorganización,
redistribución de efectivos o creación de servicios comunes en orden al más eficaz funcionamiento de
la oficina.
h) Poner en conocimiento de la autoridad competente, sin necesidad de autorización previa, los
hechos que pudieran motivar la incoación de expediente disciplinario o causa penal por hechos
realizados, en el ejercicio de su función, por los integrantes de la oficina judicial.
i) Confeccionar la estadística del órgano judicial en el que estén destinados.
j) En ausencia del Juez o de los miembros del Tribunal, realizar diligencias en prevención, en los
casos y términos que establezcan las Leyes.
2. Las funciones que se recogen en el apartado 1 de este artículo se entienden sin perjuicio de las
facultades de los Jueces y Presidentes y de la superior dirección e inspección del funcionamiento de
217
-218la oficina judicial que les corresponde. En caso de discrepancia, el Juez o Presidente deberá expedir
las correspondientes instrucciones por escrito.
3. Los Secretarios judiciales pondrán en conocimiento de los Jueces y Presidentes cuantos hechos
estimen de relevancia en relación con el funcionamiento de la oficina judicial y, en todo caso, aquellos
relativos a los extremos sobre los que se les solicite dación de cuenta.
4. Los actos de los Secretarios judiciales en materia de Estatuto y régimen jurídico del personal al
servicio de la Administración de Justicia serán recurribles en alzada ante el Ministro de Justicia, quien
resolverá en el ejercicio de las competencias reconocidas en el artículo 455 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial (RCL 1985\1578, 2635 y ApNDL 1975-85, 8375).
5. Los Secretarios judiciales, en su función de directores de la oficina judicial, estarán obligados a
respetar las órdenes e instrucciones que reciban del Ministerio de Justicia en materia de su
competencia y se atenderán a los modelos organizativos aprobados por éste con arreglo a las
normas en vigor.
6. Con el fin de dar efecto a lo establecido en el apartado anterior, podrán ser convocados por el
Director general de Relaciones con la Administración de Justicia, con conocimiento del Juez o
Presidente respectivo.
7. Los Secretarios judiciales informarán o declararán en los expedientes disciplinarios instruidos con
respecto al personal que esté bajo su dirección, cuando así lo acuerde el Instructor con arreglo a las
normas aplicables.
Artículo 10. Libros.-1. Corresponderá a los Secretarios la llevanza, en los Juzgados, de los siguientes
libros, con carácter general:
a) Posesiones, ceses e incidencias de personal.
b) Expedientes disciplinarios.
c) Alfabético de partes.
d) Consignaciones y depósitos.
e) Efectos intervenidos o en depósito.
f) Entrada de asuntos.
g) Conocimiento.
h) Auxilio judicial.
i) Asuntos gubernativos.
j) Material inventariable.
k) Autos definitivos o de adopción de medidas.
2. Corresponderá a los Secretarios de los Juzgados, la llevanza de los siguientes libros, a tenor de la
competencia del órgano:
a) Conciliaciones.
b) Medidas de aislamiento y redenciones extraordinarias.
c) Diligencias, sumarios y procesos penales, separados según su diferente naturaleza.
d) Procesos y recursos, separados según su diferente naturaleza.
e) Ejecutorias penales, separadas según su diferente naturaleza.
f) Detenidos.
g) Presos.
h) Procesados.
i) Penados.
j) Condenas condicionales.
k) Turno de Abogados y Procuradores.
l) Menores sujetos a medidas de retención o reforma.
218
-219-
3. Corresponderá a los Secretarios de Gobierno, y, en su caso, de las Audiencias Provinciales, la
llevanza de los siguientes libros, a tenor de la competencia del Tribunal:
a) Actas.
b) Inspección.
c) Visitas a Centros penitenciarios.
d) Asuntos gubernativos.
e) Títulos.
f) Expedientes disciplinarios.
g) Depósitos y consignaciones.
h) Registro de documentos.
i) Reparto.
j) Posesiones, ceses e incidencias de personal.
4. En las demás Secretarías de Tribunales, los Secretarios llevarán, con carácter
siguientes libros:
general, los
a) Registro de entrada.
b) Recursos o procesos, separados según su naturaleza.
c) Auxilio judicial.
d) Conocimiento.
e) Partes.
5. En las Secretarías de los Tribunales a que se refiere el apartado anterior, los secretarios llevarán,
además, a tenor de su respectivo carácter y competencias, los siguientes libros:
a) Procesados.
b) Presos.
c) Penados.
d) Condenas condicionales.
e) Ejecutorias.
f) Reparto entre Secretarías.
g) Turno de Abogados y Procuradores.
h) Autos definitivos.
6. Por orden del Ministro de Justicia podrá desarrollarse o modificarse lo dispuesto en los anteriores
apartados.
7. Los libros a que se refiere el presente artículo podrán llevarse mediante soporte informático, previa
autorización del Ministerio de Justicia, que se otorgará, con informe favorable del Consejo General
del Poder Judicial, cuando quede garantizada la seguridad e inalterabilidad de los datos
almacenados.
219
-220-
LOS JUZGADOS DE PAZ
La Ley Orgánica del Poder Judicial regula en sus Art. 99 a 103 lo siguiente:
CAPÍTULO VI De los Juzgados de Paz
Art.99. 1. En cada municipio donde no exista Juzgado de Primera Instancia e Instrucción, y con
jurisdicción en el término correspondiente, habrá un Juzgado de Paz.
2. Podrá existir una sola Secretaría para varios Juzgados.
Art.100. 1. Los Juzgados de Paz conocerán, en el orden civil, de la sustanciación en primera
instancia fallo y ejecución de los procesos que la ley determine. Cumplirán también funciones de
Registro Civil y las demás que la ley les atribuya.
2. En el orden penal, conocerán en primera instancia de los procesos por faltas que les atribuya la
ley. Podrán intervenir, igualmente, en actuaciones penales de prevención, o por delegación, y en
aquellas otras que señalen las leyes.
Art.101. 1. Los Jueces de Paz y sus sustitutos serán nombrados para un período de cuatro años por
la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia correspondiente.
El nombramiento recaerá en las personas elegidas por el respectivo Ayuntamiento.
2. Los Jueces de Paz y sus sustitutos serán elegidos por el Pleno del Ayuntamiento, con el voto
favorable de la mayoría absoluta de sus miembros, entre las personas que, reuniendo las
condiciones legales, así lo soliciten Si no hubiere solicitante, el Pleno elegirá libremente.
3. Aprobado el acuerdo correspondiente será remitido al Juez de Primera Instancia e Instrucción
quien lo elevará a la Sala de Gobierno.
4. Si en el plazo de tres meses, a contar desde que se produJera la vacante en un Juzgado de Paz,
el Ayuntamiento correspondiente no efectuase la propuesta prevenida en los apartados anteriores, la
Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia procederá a designar al Juez de Paz. Se actuara
de Igual modo cuando la persona propuesta por el Ayuntamiento no reuniera, a juicio de la misma
Sala de Gobierno y oído el Ministerio Fiscal, las condiciones exigidas por esta Ley.
5. Los Jueces de Paz prestarán juramento ante el Juez de Primera Instancia e Instrucción y tomarán
posesión ante quien se hallara ejerciendo la jurisdicción.
Art.102. Podrán ser nombrados Jueces de Paz, tanto titular como sustituto, quienes, aun no siendo
licenciados en Derecho, reúnan los requisitos establecidos en esta Ley para el ingreso en la Carrera
Judicial, y no estén incursos en ninguna de las causas de incapacidad o de incompatibilidad previstas
para el desempeño de las funciones judiciales, a excepción del ejercicio de actividades profesionales
o mercantiles.
Art.103. 1. Los Jueces de Paz serán retribuidos por el sistema y en la cuantía que legalmente se
establezca, y tendrán dentro de su circunscripción, el tratamiento y precedencia que se reconozcan
en la suya a los Jueces de Primera Instancia e Instrucción.
2. Los Jueces de Paz y los sustitutos, en su caso, cesarán por el transcurso de su mandato y por las
mismas causas que los Jueces de carrera en cuanto les sean de aplicación.
Y el Reglamento 3/1995, de 7 de junio, de los Jueces de paz, establece que
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS:
220
-221Los Juzgados de Paz, primer escalón de la estructura judicial del Estado, aparecen
configurados en la Ley Orgánica del Poder Judicial como órganos servidos por Jueces legos, no
profesionales, que llevan a cabo funciones jurisdiccionales y mientras desempeñan su cargo integran
el Poder Judicial, gozando de inamovilidad temporal. La peculiar naturaleza de los Jueces de Paz,
que están sujetos al estatuto jurídico de Jueces y Magistrados con algunas excepciones derivadas
del carácter temporal de su mandato y su no profesionalidad, exige que el Consejo General del Poder
Judicial, haciendo uso de la potestad reglamentaria que le atribuye el artículo 110.2.k) de la Ley
Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, dicte el correspondiente Reglamento en desarrollo
de los artículos 99 a 103 de dicho texto legal, que contenga las disposiciones de carácter secundario
y auxiliar relativas a los requisitos de capacidad e incompatibilidad de los Jueces de Paz, al
procedimiento para su nombramiento y a los derechos, deberes y responsabilidades que les afectan.
Reviste especial importancia a este respecto el procedimiento de nombramiento en el que a partir de
la Ley Orgánica del Poder Judicial se atribuyó un papel relevante a los Ayuntamientos con la
finalidad de que, sin merma de la plena autonomía que la Ley otorga a las Corporaciones
municipales, estos procedimientos de elección se ciñan estrictamente a los requisitos de publicidad y
legalidad. Se establecen los requisitos formales a que deben ajustarse los acuerdos municipales y se
determina el régimen de los recursos que caben contra los acuerdos de las Salas de Gobierno, a
quienes les compete realizar un acto de homologación de los acuerdos del Ayuntamiento,
consistente en examinar las condiciones legales que concurren en el elegido y su idoneidad para el
cargo, así como los aspectos reglados que se derivan del contenido del artículo 101 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, puesto que los restantes aspectos relativos al ajuste a derecho del
acuerdo municipal en cuanto acto administrativo, únicamente pueden ser objeto de recurso
contencioso-administrativo. Otro aspecto relevante en que debe hacerse hincapié y que ha sido
objeto de diversos dictámenes por parte de la Comisión de Estudios e Informes y de resoluciones de
la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial, es el relativo a las condiciones de
capacidad y la incompatibilidad de los Jueces de Paz. El artículo 102 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial hace una remisión genérica a los requisitos establecidos para el ingreso en la Carrera
Judicial, salvo la exigencia de la licenciatura en Derecho y a su régimen de incompatibilidades con la
excepción del ejercicio de actividades profesionales y mercantiles. La amplitud de este precepto
obliga a hacer algunas precisiones por lo que respecta al ejercicio de determinadas profesiones,
como es la docencia, única actividad que, cuando se desempeña a tiempo parcial, se autoriza a
Jueces y Magistrados, o a algunas otras actividades que, aunque sean retribuidas con cargo a los
Presupuestos del Estado pueden ser ejercidas por los Jueces de Paz. Se ha entendido por el
Consejo General, atendiendo a un criterio de razonable flexibilidad que, por un lado, la escasez de la
suma con que se retribuye al Juez de Paz le obliga a dedicarse a otra actividad para poder subsistir y
que, por otro, lo fundamental es que la otra actividad que el Juez de Paz desempeñe sea en esencia
compatible con el cargo, teniendo en cuenta la finalidad a que atienden las incompatibilidades, que
no es otra que la de evitar toda suerte de interferencia que pudiera afectar a la independencia del
Juez a la hora de ejercer su función. La edad de jubilación no es requisito exigible a los candidatos a
Juez de Paz, que no están unidos por una relación funcionarial ni de empleo con la Administración,
sino que basta con que el candidato acredite suficientemente la inexistencia de impedimento físico o
psíquico para el cargo. Por otra parte, la propia naturaleza de los Juzgados de Paz, ubicados en los
municipios donde no existe Juzgado de Primera Instancia e Instrucción y corresponderles el ejercicio
de funciones propias de éstos por delegación, hace necesario mantener el deber de residencia de los
Jueces de Paz en la población en que tenga su sede el Juzgado. No obstante, se les somete al
mismo régimen que a los Jueces y Magistrados permitiendo que la Sala de Gobierno autorice su
residencia en sitio diferente si media justa causa. Consecuencia directa de la integración de los
Jueces de Paz en la estructura judicial es que deben someterse a la misma prohibición de
pertenecer a partidos políticos que afecta a los miembros de la Carrera Judicial, si bien con el límite
temporal de la duración de su mandato, así como a las incompatibilidades y prohibiciones que se
derivan de las relaciones de parentesco o situación de hecho equivalente contenidas en la Ley
Orgánica del Poder Judicial. Mayor flexibilidad debe adoptarse, sin embargo, en lo referido al régimen
de licencias y permisos, así como al régimen disciplinario, dado que su carácter no profesional y la
circunstancia de desempeñar normalmente otra actividad no permiten una estricta aplicación del
régimen general de los Jueces y Magistrados.
221
-222-
TITULO I De los Jueces de Paz y su forma de nombramiento
Artículo 1. 1. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 298.2 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, los Jueces de Paz ejercen funciones jurisdiccionales sin pertenecer a la Carrera Judicial, con
sujeción al régimen establecido en dicha Ley, sin carácter de profesionalidad y con inamovilidad
temporal, formando parte durante su mandato del Poder Judicial.
2. Para ser Juez de Paz se requiere ser español, mayor de edad y no estar incurso en ninguna de las
causas de incapacidad que establece el artículo 303 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Artículo 2. 1. En cada municipio donde no exista Juzgado de Primera Instancia e Instrucción, y con
jurisdicción en el término correspondiente, habrá un Juzgado de Paz (artículo 99.1 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial).
2. Excepcionalmente podrá existir una sola Secretaría para varios Juzgados de Paz.
Artículo 3. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 100 de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
los Jueces de Paz conocerán en el orden civil y penal de los procesos cuya competencia les
corresponde por ley. Cumplirán también funciones de Registro Civil y las demás que la ley les
atribuya.
Artículo 4. Los Jueces de Paz y sus sustitutos serán nombrados para un período de cuatro años por
la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia correspondiente. El nombramiento recaerá en
las personas elegidas por el respectivo Ayuntamiento (artículo 101.1 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial).
Artículo 5. 1. Las vacantes en el cargo de Juez de Paz titular y sustituto se anunciarán por el
Ayuntamiento respectivo con la suficiente antelación, mediante convocatoria pública, con indicación
del plazo y lugar de presentación de instancias. Se publicará en el «Boletín Oficial» de la provincia y
mediante edictos en el tablón de anuncios del Ayuntamiento, en el Juzgado de Primera Instancia e
Instrucción del Partido o Juzgado Decano y en el propio Juzgado de Paz.
2. Las Salas de Gobierno de los Tribunales Superiores de Justicia participarán a los Ayuntamientos la
previsión o existencia de vacantes a los efectos de la convocatoria a que se refiere el apartado
anterior.
Artículo 6. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 101.2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
la elección de Juez de Paz y de su sustituto se efectuará por el Pleno del Ayuntamiento con el voto
favorable de la mayoría absoluta de sus miembros, entre las personas que, reuniendo las
condiciones legales, así lo soliciten. Si no hubiera solicitantes, el Pleno elegirá libremente con
sujeción a los mismos requisitos de procedimiento.
Artículo 7. 1. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 101.3 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial el acuerdo del Ayuntamiento será remitido al Juez de Primera Instancia e Instrucción del
Partido o, si hubiere varios, al Decano, que lo elevará a la Sala de Gobierno.
2. Al acuerdo del Ayuntamiento se acompañará una certificación comprensiva de los siguientes
extremos:
a) Referencia detallada de las circunstancias en que se produjo la elección.
b) Mención expresa de la observancia del quórum exigido por la ley.
c) Datos de identificación y condiciones de capacidad y de compatibilidad de los elegidos.
222
-223Artículo 8. Si la Sala de Gobierno del Tribunal de Justicia considera que las personas elegidas por el
Ayuntamiento reúnen las condiciones de capacidad y de elegibilidad exigidas por la ley expedirá los
correspondientes nombramientos y ordenará su publicación en el «Boletín Oficial» de la provincia,
dando cuenta de los mismos al Consejo General del Poder Judicial y al Juez de Primera Instancia e
Instrucción de Partido, o al Decano si hubiere varios.
Artículo 9. 1. Si por el contrario, oído el Ministerio Fiscal, la Sala de Gobierno estima que la persona o
personas propuestas por el Ayuntamiento no reúnen las condiciones exigidas por la ley, procederá a
designar directamente al Juez de Paz.
2. Actuará del mismo modo si, en el plazo de tres meses desde que se produjera la vacante en un
Juzgado de Paz, el Ayuntamiento correspondiente no efectuase la propuesta prevista en los artículos
anteriores.
Artículo 10.1. En los casos en que el Ayuntamiento formulase únicamente propuesta de Juez de Paz
titular sin incluir al sustituto, la Sala de Gobierno procederá a la designación directa del sustituto.
2. En estos casos la Sala de Gobierno podrá recabar los datos e informes que estime pertinentes a
través del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción del Partido o del Decano si hubiere varios.
Artículo 11. 1. Cuando la Sala de Gobierno deba proceder a la designación directa del Juez de Paz,
de acuerdo con lo indicado en los artículos anteriores, se anunciará la vacante en el «Boletín Oficial»
de la provincia donde tenga su sede el Juzgado de Paz. Se acordará asimismo la publicación de
edictos en el tablón de anuncios del Ayuntamiento correspondiente, en el del Tribunal Superior de
Justicia, en el del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción del Partido y en el del Juzgado de Paz.
Quienes estén interesados en el nombramiento podrán formular solicitudes directamente ante la Sala
de Gobierno.
2. La Sala de Gobierno valorará los méritos de los solicitantes y designará entre los peticionarios al
que estime más idóneo.
3. Si no hubiera solicitudes o los solicitantes no reunieran las condiciones legales la Sala de Gobierno
podrá efectuar la designación libremente entre quienes, a su juicio, reúnan los requisitos de idoneidad
y se hallen dispuestos a aceptarla, procediendo al efecto a recabar los datos e informes que estime
pertinentes a través del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción del Partido, o del Decano si
hubiere varios.
Artículo 12. Contra los acuerdos de nombramiento de Jueces de Paz cabe recurso ordinario o de
revisión, en su caso, ante el Pleno del Consejo General del Poder Judicial en los plazos y por los
motivos y formas que establece la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.
TITULO II De las condiciones de capacidad y compatibilidad
Artículo 13. Podrán ser nombrados Jueces de Paz, tanto titulares como sustitutos, quienes, aun no
siendo licenciados en Derecho, reúnan los requisitos establecidos en la Ley Orgánica del Poder
Judicial para el ingreso en la Carrera Judicial, excepto los derivados de la jubilación por edad,
siempre que ésta no suponga impedimento físico o psíquico para el cargo.
Artículo 14. 1. Durante su mandato los Jueces de Paz estarán sujetos al régimen de
incompatibilidades y prohibiciones reguladas en los artículos 389 a 397 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial en lo que les sea aplicable. 2. En todo caso tendrán compatibilidad para el ejercicio de las
siguientes actividades:
a) La dedicación a la docencia o a la investigación jurídica.
223
-224b) El ejercicio de actividades profesionales o mercantiles que no impliquen asesoramiento jurídico
de ningún tipo y que, por su naturaleza, no sean susceptibles de impedir o menoscabar su
imparcialidad o independencia ni puedan interferir en el estricto cumplimiento de los deberes
judiciales.
Artículo 15. 1. Cuando en la persona elegida por el Ayuntamiento concurriera alguna causa de
incompatibilidad, podrá la Sala de Gobierno proceder a su nombramiento si el propuesto reúne los
requisitos legales de capacidad, concediéndole el plazo de ocho días para que acredite el cese en el
ejercicio de la actividad incompatible.
2. En el caso de que no acredite el extremo anterior en el plazo previsto, se entenderá que renuncia
al cargo de Juez de Paz.
Artículo 16. La autorización, reconocimiento o denegación de compatibilidad de los Jueces de Paz y
sustitutos corresponde al Consejo General del Poder Judicial previo informe del Presidente del
Tribunal Superior de Justicia respectivo.
TITULO III De los derechos y deberes
Artículo 17. 1. Los Jueces de Paz deberán residir en la población donde tenga su sede el Juzgado
de Paz.
2. No obstante, la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia del que dependan podrá
autorizar por causas justificadas la residencia en lugar distinto, siempre que sea compatible con el
exacto cumplimiento de los deberes propios del cargo.
Artículo 18. En cada Juzgado de Paz el Juez fijará las horas de audiencia, dándose al acuerdo
correspondiente la debida publicidad.
Artículo 19. Los Jueces de Paz durante el tiempo de su mandato gozarán de inamovilidad.
Artículo 20. 1. Los Jueces de Paz tomarán posesión de su respectivo cargo dentro de los veinte días
naturales siguientes a la fecha de publicación de su nombramiento en el «Boletín Oficial» de la
provincia, previo juramento o promesa ante el Juez de Primera Instancia e Instrucción del Partido, o
Decano si hubiere varios.
2. La Sala de Gobierno podrá prorrogar tales plazos si mediase justa causa.
3. La duración del mandato se computará desde la fecha de publicación de su nombramiento en el
«Boletín Oficial» de la provincia.
Artículo 21. 1. Si la persona nombrada para ejercer como Juez de Paz se negase a prestar juramento
o promesa, cuando proceda, o dejara de tomar posesión sin justa causa, se entenderá que renuncia
al cargo.
2. No estarán obligados a prestar juramento o promesa quienes ya lo hubieren prestado con
anterioridad como Jueces de Paz.
Artículo 22. Una vez hayan tomado posesión de sus cargos, les será expedido por la Sala de
Gobierno respectiva un carné acreditativo de su identidad conforme al modelo aprobado por el
Consejo General del Poder Judicial.
224
-225Artículo 23. No podrán los Jueces de Paz pertenecer a partidos políticos o sindicatos, o tener
empleo al servicio de los mismos, y les estarán prohibidas las actividades comprendidas en el artículo
395 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Artículo 24. Los Jueces de Paz no podrán revelar hechos o noticias referentes a personas físicas o
jurídicas de los que hayan tenido conocimiento en el ejercicio de sus funciones, de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 396 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Artículo 25. 1. Los Jueces de Paz serán sustituidos por sus respectivos sustitutos en los casos de
enfermedad o ausencia por causa legal.
2. Cuando no existiera Juez sustituto, la Sala de Gobierno prorrogará la jurisdicción al titular de otra
localidad, que desempeñará ambos cargos.
Artículo 26. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 103.1 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial los Jueces de Paz serán retribuidos por el sistema y la cuantía legalmente establecidos.
Artículo 27. Los Jueces de Paz tendrán derecho dentro de su circunscripción al tratamiento y
precedencia que se les reconozcan en el Reglamento correspondiente.
Artículo 28. 1. Los Jueces de Paz cesarán en su cargo por las siguientes causas:
a) Por el transcurso del plazo por el que fueron nombrados. No obstante, una vez transcurrido dicho
plazo y hasta tanto se proceda a efectuar nuevo nombramiento, la Sala de Gobierno podrá prorrogar
su mandato hasta la toma de posesión del nuevo Juez de Paz.
b) Por renuncia aceptada por la Sala de Gobierno que los nombró.
c) Por incurrir en causa de incapacidad o incompatibilidad.
En los casos anteriores, el Acuerdo correspondiente de la Sala de Gobierno será comunicado al
Consejo General del Poder Judicial.
2. En caso de sanción disciplinaria, pérdida de la nacionalidad española o condena a pena privativa
de libertad por razón de delito doloso, el cese será acordado por el Pleno del Consejo General del
Poder Judicial.
Artículo 29. Los Jueces de Paz están sujetos al régimen de licencias y permisos previsto en los
artículos 370 a 377 de la Ley Orgánica del Poder Judicial con las excepciones que se deriven de la
naturaleza del cargo y de su carácter no profesional.
TITULO IV De la responsabilidad de los Jueces de Paz
Artículo 30. La responsabilidad penal de los Jueces de Paz por delitos o faltas cometidos en el
ejercicio de las funciones de su cargo se exigirá conforme a lo dispuesto en los artículos 405 a 410
de la Ley Orgánica del Poder Judicial en lo que les sea aplicable.
Artículo 31. 1. Los Jueces de Paz responderán civilmente por los daños y perjuicios que causaren
cuando en el desempeño de sus funciones incurrieren en dolo o culpa, de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 411 a 413 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
2. La responsabilidad civil podrá exigirse de conformidad con lo dispuesto en los artículos 412 y 413
de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Artículo 32. Los Jueces de Paz están sujetos a responsabilidad disciplinaria en los casos y con las
garantías establecidas en la Ley Orgánica del Poder Judicial, en lo que les sea aplicable.
225
-226INSTRUCCIÓN NUMERO 4/2001, DE 20 DE JUNIO DEL PLENO DEL CONSEJO GENERAL DL
PODER JUDICIAL, SOBRE EL ACANCE Y LOS LIMITES DEL DEBER DE AUXILIO JUDICIAL. (
B.O.E. DE 7 JULIO 2001)
Instrucción 4/2001, de 20 de junio, del Pleno del Consejo General del Poder Judicial, sobre el
alcance y los límites del deber de auxilio judicial.
Sumario:
1. Criterios generales sobre el deber de auxilio judicial.
2. Ámbito procesal del auxilio judicial.
3. Ámbito territorial del auxilio judicial.
4. Carácter restrictivo del auxilio judicial a prestar por los Juzgados de Paz.
5. Control gubernativo de los actos de auxilio judicial.
Según expresa el Libro Blanco de la Justicia, la denominada Justicia de Paz constituye el primer
escalón de la organización judicial.
Sostiene a tal efecto dicho texto que existe un muy elevado número de unidades jurisdiccionales,
(que) tienen escasas competencias, pero no las pueden atender adecuadamente. Por ello propugna tal
documento la conveniencia de distinguir entre dos tipos de Juzgados de Paz: Los de poblaciones
pequeñas, en las que el Juez de Paz parece encajar en el concepto cuasi-honorífico propio de nuestra
tradición jurídica y que asume la Ley Orgánica del Poder Judicial y los de aquellas otras localidades
mayores o de tipo medio, donde el Juez de Paz tiene una relevante tarea jurisdiccional, ya que
celebra con alguna frecuencia juicios de faltas, desarrolla una notable actividad en materia de
Registro Civil y, sobre todo, practica numerosos actos de auxilio judicial. Es este último aspecto de
su actividad el que motiva el presente texto.
I
La atención al auxilio judicial por parte de los Juzgados de Paz, supone seguramente su más
frecuente colaboración en la función de administrar justicia y se traduce sin duda en una importante
ayuda para los restantes órganos jurisdiccionales de superior jerarquía funcional. En esta materia
resulta determinante la circunstancia de que se trate de un tipo u otro de Juzgado de Paz, según la
diferenciación antes apuntada. En efecto, si se trata de un órgano correspondiente a un municipio de
escasa entidad poblacional y, por ende, carente de medios propios, estando servido por personal del
Ayuntamiento correspondiente, parece obvio que su cooperación en materia de auxilio judicial debe
reducirse a sólo los actos procesales de comunicación. En los demás casos, y especialmente cuando
nos encontremos ante una de las denominadas Agrupaciones de Secretarías de Juzgados de Paz, cabe
ampliar razonablemente, aunque no de modo ilimitado, dicho ámbito de actuaciones, salvo que por
la peculiar naturaleza de las que se trate de practicar, requieran la mediación del Juez del proceso,
como, por ejemplo y salvando el concurso de circunstancias excepcionales, ocurre con los actos de
prueba.
La consideración de los Juzgados de Paz desde el punto de vista de los actos de auxilio judicial exige
también valorar la cooperación que en la materia puedan prestar los nuevos resortes de ayuda a las
oficinas judiciales para la realización de actos procesales de carácter repetitivo. En esta línea, ya la
Ley Orgánica 16/1994, de 8 de noviembre, amplió la escasa regulación que el artículo 272 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial concedía a los servicios comunes, extendiendo su ámbito funcional de
actuación, que ya no se limita sólo a las notificaciones o a los actos de comunicación en general, sino
que comprende también cuestiones tales como la ejecución de las sentencias, la práctica de
226
-227embargos y lanzamientos, la transcripción de resoluciones y otros de carácter similar, y mejorando,
de otra parte, su régimen jurídico. Por todo ello parece oportuno conectar la práctica de las
actuaciones propias del auxilio judicial con esta nueva figura de instrumentos funcionales, haciendo
así efectivo el propósito del denominado Libro Blanco de la Justicia que valoraba tales servicios
comunes como una de las piezas clave para la reforma de la oficina judicial, a fin de racionalizar el
trabajo, evitar la repetición de tareas, aprovechar mejor los recursos, liberar a los Juzgados de la
necesidad de realizar unos cometidos coincidentes en su contenido, tiempo y espacio con los de otros
órganos similares, crear estructuras especializadas y poco sensibles a los avatares del personal que
las atiende y protocolizar y uniformar las actividades judiciales.
II
En varias ocasiones anteriores ya ha debido este órgano de gobierno del Poder Judicial impartir
instrucciones de una u otra naturaleza tendentes a ordenar la actuación de los Juzgados y Tribunales
en materia de auxilio judicial, tratando de enmendar las disfunciones advertidas y de evitar abusos
que perturban la normal actividad jurisdiccional.
La primera de estas iniciativas se efectuó por un acuerdo de la Comisión Permanente de 22 de abril
de 1987 que estableció al respecto varias orientaciones generales, curiosamente coincidentes con
algunos de los criterios que 13 años más tarde ha implantado la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil.
Se sentaba así la norma general de que era el propio Juzgado del pleito el que habría de llevar a
efecto todas cuantas actuaciones exigiera su tramitación y se limitaba el recurso a los Juzgados de
Paz para la realización por vía de auxilio judicial de diligencias que frecuentemente desbordaban las
posibilidades de su organización y medios.
Unos años después hubo de abordarse de nuevo la misma materia al aprobarse el Reglamento
número 5 de 1995, sobre los Aspectos Accesorios de las Actuaciones Judiciales, cuyo título IV,
artículos 60 a 76, acomete una nueva regulación de tales cuestiones bajo orientaciones de todo punto
similares a las anteriormente aprobadas.
III
La nueva Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, no sólo limita en general los
suspuestos en que está justificado acudir a la técnica del auxilio judicial, sino que impone nuevas y
superiores restricciones cuando de Juzgados de Paz se trata.
Téngase así en cuenta, respecto del primer grupo de cuestiones aludidas, que según el nuevo artículo
169.2, ya no basta para acudir al auxilio judicial con que concurra la simple circunstancia de que la
diligencia acordada deba tener en principio lugar fuera de la circunscripción del órgano que la
hubiere ordenado y buena prueba de ello es que en tal precepto se admite de modo expreso la
posibilidad de que el organismo ordenante se desplace fuera del territorio de su jurisdicción para
llevarla a efecto. De otra parte, el juego combinado de los artículos 129.3, 169.2 y 4 y 289.2 impone
que las principales diligencias de carácter probatorio -reconocimiento judicial, interrogatorio de las
partes, declaración de testigos y ratificación o rectificación de los informes periciales-, se realicen no
solo a presencia judicial -secuela inexcusable del principio de inmediación que la Ley acoge-, sino,
precisamente, ante el propio Juzgado del pleito y ello aun cuando los objetos a reconocer o el
domicilio de las personas que han de declarar se encuentren fuera de la circunscripción de aquel.
En todo caso, sólo cuando concurran circunstancias especiales -que, lógicamente, habrán de
razonarse en la resolución correspondiente-, parece adecuado acudir el auxilio judicial.
Coincide, pues, esta orientación legal con alguna de las conclusiones que hace ya trece años
sentó el Consejo General del Poder Judicial.
227
-228Tal coincidencia se advierte también en lo que atañe a la posibilidad genérica de encomendar el
auxilio judicial a los Juzgados de Paz.
Así, el nuevo artículo 170 prevé que por lo común el auxilio habrá de hacerlo efectivo el propio
Juzgado de Primera Instancia del lugar en cuya demarcación haya de tener lugar la diligencia y
sólo por excepción, cuando se trate de actos procesales de comunicación -esto es notificaciones,
citaciones, emplazamientos y requerimientos- permite que el encargo pueda recaer sobre un
Juzgado de Paz.
La expresada regulación cuenta, además de su carácter legal y su superior jerarquía sobre la simple
norma reglamentaria, con la eficacia supletorio que, en defecto de disposiciones expresas en las
leyes que regulan los procesos penales,contencioso-administrativos, laborales y militares, tienen
los preceptos de la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, según dispone su artículo 4.
IV
El conjunto de las innovaciones introducidas en nuestra ordenación procesal por la nueva Ley de
Enjuiciamiento Civil ha creado un cierto estado de confusión o, cuando menos, de incertidumbre
que se ha traducido en numerosas consultas, dudas y controversias referidas tanto a la práctica en
general de los sistemas de auxilio judicial tras la nueva regulación, como, de forma más concreta,
al cometido que bajo tal rúbrica puede encomendarse a los Juzgados de Paz.
Para dar cumplida respuesta a tal cúmulo de interrogantes y ofrecer una orientación fiable a los
órganos judiciales, la Comisión
Permanente del Consejo General del Poder Judicial acordó en su reunión de 9 de abril del año en
curso trasladar a la Comisión de Estudios e Informes el conjunto de las comunicaciones recibidas
en los últimos tiempos con el encargo de redactarse una prevención general sobre el alcance y los
límites de la obligación de prestar auxilio judicial por parte de los diferentes órganos judiciales y
especialmente por parte de los Juzgados de Paz.
Por último, aun cuando la presente Instrucción tiene presente la problemática derivada del auxilio
judicial que prestan los Juzgados de Paz, por ser de más urgente resolución las cuestiones
relacionadas con el mismo, sin embargo se procura abordar en ella también el conjunto de la
cooperación entre órganos jurisdiccionales dentro del Estado, quedando únicamente al margen el
auxilio judicial internacional, por su especificidad.
En virtud de las anteriores consideraciones, el Pleno del Consejo General del Poder Judicial, en su
reunión del día 20 de junio de 2001, ha adoptado el siguiente acuerdo:
Único.
Se aprueba la presente Instrucción 4/2001, sobre el alcance y los límites del deber del auxilio
judicial, en los términos expresados en el anexo que se adjunta, disponiendo su publicación en el
Boletín Oficial del Estado.
Santander, 20 de junio de 2001. El Presidente del Consejo General del Poder Judicial,
Delgado Barrio.
ANEXO.
Instrucción 4/2001, de 20 de junio, del Pleno del Consejo General del Poder Judicial, sobre el
alcance y los límites del deber de auxilio judicial.
228
-229-
1. Criterios generales sobre el deber de auxilio judicial.
1. El deber de prestar el auxilio judicial, contemplado en los artículos 263 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial y 169.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, comprende a todos los Juzgados y
Tribunales previstos en la Ley y, por tanto, también a los Juzgados de Paz, al ser estos órganos
titulares de la potestad jurisdiccional y encontrarse, como tales, enumerados en el artículo 26 de la
primera de las normas citadas.
2. Independientemente de lo expuesto, debe partirse del carácter complementario del auxilio
judicial, en el sentido de que ha de ser precisamente el órgano judicial que resulte competente para
conocer de cada proceso determinado, el que, con carácter general y salvo circunstancias
especiales, practique cuantas actuaciones y diligencias exija su tramitación.
2. Ámbito procesal del auxilio judicial.
1. El alcance, los límites y las modalidades del auxilio judicial que haya de encomendarse a otros
órganos judiciales deberán decidirse en el ámbito específico del procedimiento donde el mismo se
recabe, por medio de las correspondientes resoluciones de índole jurisdiccional que, en su aspecto
puramente funcional, se acomodarán a las correspondientes resoluciones gubernativas cuando ello
fuere procedente.
2. Sin perjuicio de lo anterior, deberá evitarse acudir a los sistemas de cooperación jurisdiccional
para la práctica de los actos de prueba, debiendo servirse los órganos judiciales a tales efectos de
las diversas posibilidades que ofrece la Ley para permitir que sea el propio Juez sentenciador quien
practique las diligencias probatorias que procedan. Tal criterio habrá de mantenerse con carácter
general salvo que, excepcionalmente, las circunstancias concurrentes hagan inevitable el recurso a
los sistemas de auxilio judicial, lo que habrá de acordarse por resolución motivada.
3. La práctica de los actos de comunicación que deban llevarse a efecto en la persona del
Procurador de las partes y a que se refiere el artículo 153 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, así
como la remisión de los mandamientos y oficios a determinadas autoridades o funcionarios
prevista en el artículo 167.1 de la misma norma, deberán realizarse directamente por el Tribunal
que haya acordado tales actuaciones, sin recurrir al auxilio judicial.
4. Los actos de comunicación, cuando no hagan referencia a una parte personado en el proceso y, por
tanto, no se efectúen a través del Procurador, o cuando, necesaria y justificadamente, hayan de
llevarse a efecto mediante la entrega personal al destinatario de copia literal del documento judicial
de que se trate, se realizarán por medio del correo, de telegrama o de cualquier otro medio técnico
que permita dejar en los autos copia fehaciente de la recepción, de su fecha y del contenido de lo
comunicado.
5. Sólo podrán practicarse mediante el auxilio judicial aquellos actos de comunicación que
impliquen necesariamente la entrega directa a la persona del destinatario de la copia de la resolución
que se le haya de notificar, del requerimiento que el Tribunal le dirija o de la cédula de citación o de
emplazamiento, como disponen los artículos 152, 161 y 165 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
3. Ámbito territorial del auxilio judicial.
1. Procederá recurrir al auxilio judicial, mediante la correspondiente solicitud, cuando la diligencia a
realizar tenga que llevarse a cabo fuera de la circunscripción del Juzgado o Tribunal exhortante, de
conformidad con lo dispuesto en los artículos 274.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 169.2 de
la Ley de Enjuiciamiento Civil, siempre que no se trate de alguna de las actuaciones procesales a que
229
-230se refiere el número 4 del precepto últimamente citado.
2. En el recurso al auxilio judicial ha de partirse del principio general de que ha de ser precisamente
el órgano judicial competente para conocer de cada proceso determinado, el que, con carácter
general y salvo circunstancias especiales, practique cuantas diligencias exija su tramitación. Este
principio ha de regir con especial intensidad para aquellas actuaciones que hayan de tener lugar
dentro de la circunscripción territorial del órgano actuante. Por ello, la posibilidad que autoriza el
artículo 169.3 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, relativa al uso del auxilio judicial para la
realización de actos procesales fuera del término municipal que constituya la sede de aquel pero
dentro de su ámbito territorial propio, debe ser objeto de interpretación restrictiva y reservarse por lo
común para la práctica de aquellos actos de comunicación que no se puedan efectuar directamente
por el Juzgado o Tribunal de que se trate. Fuera de estos casos, la posibilidad de acudir a
mecanismos de auxilio judicial en dicho ámbito espacial debe limitarse a supuestos ciertamente
excepcionales que deben ser objeto de la oportuna motivación.
3. El criterio anteriormente expuesto debe igualmente regir, bien que con una intensidad sin duda
menor, para las diligencias
procesales que deban llevarse a efecto fuera de la circunscripción territorial del Juzgado o Tribunal
actuante. Deberán, por ello, los órganos judiciales antes de acudir por sistema al auxilio judicial,
valorar la posibilidad de hacer uso, cuando ello fuere procedente, de las alternativas que establecen
los artículos 275 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 129.3 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
4. Las excepciones que para la práctica de las diligencias probatorias en lugar diferente del de la sede
del órgano judicial actuante y que se reflejan en el segundo párrafo del antes aludido artículo 169.4
de la Ley de Enjuiciamiento Civil, habrán de interpretarse también restrictivamente, exigiendo una
resolución fundada al efecto y, en todo caso, deberá evitarse que recaigan en un Juzgado de Paz,
aunque su Secretaría esté integrada en una agrupación.
4. Carácter restrictivo del auxilio judicial a prestar por los Juzgados de Paz.
1. El recurso al auxilio judicial que haya de prestarse por los Juzgados de Paz no deberá utilizarse
con carácter general y sistemático, sino tan sólo cuando concurran causas justificadas para ello,
debiendo el Juzgado del pleito practicar dentro de su circunscripción todas cuantas actuaciones exija
la tramitación de los procesos. Corresponderá en todo caso al órgano autor de la solicitud motivar
suficientemente las causas justificativas del auxilio solicitado.
2. De conformidad con lo que dispone el artículo 170 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, con carácter
general, cuando se trate de Juzgados de Paz, sólo cabrá utilizar el recurso al auxilio judicial para la
realización de los actos procesales de comunicación.
3. Independientemente de lo anterior, el auxilio judicial que se recabe de los Juzgados de Paz habrá
de realizarse de forma prudente y moderada, debiendo ponderar los Presidentes de los Tribunales y
Audiencias y las restantes instancias de gobierno del Poder Judicial, cuando resuelvan las
incidencias que ante ellos se planteen, la situación concreta que concurra en cada caso, la
naturaleza de la diligencia solicitada y la disponibilidad de medios del Juzgado de Paz
destinatario.
4. Cuando se trate de una Agrupación de Secretarías de Juzgados de Paz que cuente con personal
de los Cuerpos al Servicio de la Administración de Justicia, o de órganos que se encuentren
asistidos por los Servicios Comunes, el órgano exhortante valorará la naturaleza, dificultad y
complejidad de la diligencia a practicar y la necesidad de preservar el principio de inmediación
230
-231judicial, antes de encomendar a dichos órganos por vía de auxilio judicial la realización de alguna
diligencia que no sea un acto de comunicación, y si decidiere acudir a tal vía adoptará una
resolución fundada en que consten sucintamente las razones de su acuerdo.
5. Los Presidentes de los Tribunales y Audiencias, y los Jueces Decanos, cuidarán de que la
práctica de los actos de comunicación y de ejecución que hayan de efectuarse por los Juzgados de
Paz, cuando exceda de sus normales posibilidades, se lleve a cabo en estrecha colaboración con los
servicios comunes que para la realización de tales actos se hubieran constituido en el ámbito
territorial de que se trate.
6. Los servicios comunes para la práctica de los actos de comunicación y ejecución prestaren a los
Juzgados de Paz que lo precisen la asistencia que sea necesaria para cumplimentar las peticiones
de auxilio judicial que éstos reciban.
5. Control gubernativo de los actos de auxilio judicial.
1. Los Presidentes de los Tribunales y Audiencias velarán por que las peticiones de auxilio judicial
y su cumplimiento se ajusten a la prevenido en las Leyes, en los Reglamentos y en las
Instrucciones aprobadas por el Consejo General del Poder Judicial, corrigiendo los excesos y
anomalías que adviertan.
2. De conformidad con lo dispuesto en los artículos 68.2 del Reglamento 5/1995, de 7 de junio, de
los Aspectos Accesorios de las Actuaciones Judiciales, y 5.1.d) del Reglamento 1/2000, de 26 de
julio, de los órganos de Gobierno de los Tribunales, los expresados Presidentes y Salas de
Gobierno resolverán en vía gubernativa cuantas cuestiones se les sometan relativas al alcance del
deber de auxilio judicial o a la adecuación a las exigencias legales y reglamentarias de las
peticiones dirigidas a órganos de su ámbito y sobre cuyo cumplimiento exista controversia o
incertidumbre.
3. Las autoridades gubernativas bajo cuya dependencia funcional actúe algún servicio común para la
práctica de los actos procesales de comunicación o de ejecución cuidarán de organizar su
funcionamiento de modo que puedan prestar su asistencia para la realización de las diligencias de
auxilio judicial que reciban y que apoyen y colaboren en tal tipo de cometidos con los Juzgados de
Paz de su ámbito territorial que lo precisen.
4. El Servicio de Inspección del Consejo General del Poder Judicial supervisará los términos en que
los distintos órganos judiciales expidan y cumplimenten los despachos de auxilio judicial, cuidando
de la observancia de las normas que regulan tal actividad, así como de impartir las orientaciones o
indicaciones que correspondan y de corregir las anomalías o infracciones que detecten.
_______________________________________________________________
231
-232TEMA VIII
Actuaciones Judiciales: Lugar, tiempo, plazos y términos. Actos de comunicación. Los
Oficios y los Exhortos. El cómputo de los plazos.
LAS ACTUACIONES JUDICIALES (Art.129 ss. L E C ): LUGAR, TIEMPO, PLAZOS, TÉRMINOS
El lugar para llevarlas a efecto es la sede del Tribunal y cuando hayan de practicarse
fuera del partido judicial donde radicare la sede del tribunal se practicarán mediante el auxilio
judicial. Del tenor literal del artículo 129 LEC se desprende que los Juzgados de Paz no van
a tener competencia pata realizar las “actuaciones del juicio”, reservándoles el cometido de
las funciones de auxilio en los actos de comunicación, pues, se permite ahora que el Tribunal
pueda constituirse en cualquier lugar del territorio de su circunscripción para la práctica de
las actuaciones que estime convenientes para la buena administración de justicia, e incluso
fuera de ella para la práctica de una diligencia de prueba tal y como ya permite el Art.275 de
la L. O. P. J.
En el orden civil son dias hábiles todos los días del año, excepto domingos y festivos,
fiestas locales o autonómicas y el mes de agosto, y las horas hábiles seran desde las ocho
de mañana a las ocho de la tarde, ampliándose hasta las diez de la noche para llevar a
efecto actos de ejecución o comunicación.
Puede, no obstante, a instancia de parte o de oficio por el Tribunal habilitarse días u
horas inhábiles cuando existan razones de urgencia, entendiéndose urgentes para ser
acordada la habilitación de horas o días aquellas actuaciones cuya demora pueda causar
grave perjuicio a los interesados o a la buena administración de justicia, o provocar la
ineficacia de una resolución judicial.
El mes de agosto será hábil sin necesidad de acordarse expresamente para llevar a
efecto actuaciones urgentes en el sentido indicado. Computándose que a efectos de plazos y
recursos en esas actuaciones, todos los días del mes vacacional seran hábiles salvo los
domingos y festivos
Se establece en la ley, como no podría ser de otro modo la preclusión de los términos
y plazos establecidos en la ley, manteniéndose que el cómputo para los mismos empezará al
día siguiente al de la notificación y expirará a las veinticuatro horas del día del vencimiento.
Se regula en el Art. 133.2º el supuesto de que cuando un plazo empiece a correr
desde la finalización de otro plazo del que depende, se entenderá que el plazo concatenado
232
-233empezará a correr desde el día siguiente al del vencimiento del primero sin necesidad de
nueva notificación.
Si bien los plazos son improrrogables, permite la ley su interrupción o su demora, en
los supuestos de no poder cumplirse los mismos por causas de fuerza mayor apreciada por
el Tribunal, oídas todas las partes (Art.134), reanudándose una vez cesen las cusas que
originaron la interrupción o demora alegadas.
En cuanto a la presentación de escritos, se suprimen los sistemas de buzón de
presentación de escritos, y se prohíbe la presentación de los mismos en el Juzgado de
Guardia, ya que según el Art. 135 cuando la presentación de un escrito esté sujeta a plazo,
podrá presentarse éste hasta las quince horas del día hábil siguiente al del vencimiento del
plazo.
Incumbe a los Secretarios, o funcionarios designados por ellos, poner diligencias de
presentación en todos los escritos sujetos a plazo y en las demandas consignando la fecha y
la hora de su presentación, dando recibo a la parte para su constancia, este recibo puede
sustituirse por la propia copia simple que presente la parte en donde se hará constar la fecha
y la hora de su presentación, pudiéndose presentar los escritos perentorios tanto en la
Secretaria del Tribunal o en la oficina de servicio de registro central.
Prevé la ley en el apartado 5º del Art.135 la presentación de escritos y documentos
mediante medios técnicos que permitan el envío y la la recepción con garantías de
autenticidad siempre que existan esos medios en el Tribunal, debiéndose hacer llegar al
Tribunal en el plazo de los tres días siguientes al envío, el escrito y documentos originales
(fax o correo electrónico).
Las actuaciones judiciales han de ser realizadas a presencia judicial bajo pena de
nulidad de pleno derecho, especialmente las declaraciones de las partes, y testigos, los
careos la exposiciones, explicaciones y respuestas de los peritos y cualquier otro acto de
prueba; y las vistas y comparecencia con carácter general.
Las partes y cualquier persona que acredite interés legítimo podrá examinar y
conocer las actuaciones, libros, archivos y registros, y solicitar copia simples de los escritos
y documentos (habrá que entender que también de todo lo actuado) que se expedirán a
costa de quien lo solicite, pudiendo obtener testimonio de las actuaciones siempre que se
indique el destinatario de las mismas, para cuyo supuesto la Disposición Adicional 4ª prevé
la promulgación de un Real Decreto que establezca los precios de las tasas para su abono
por la parte solicitante.
233
-234Se da validez a los escritos y a las manifestaciones orales de las partes, Abogados,
Procuradores, testigos y peritos, realizadas en la lengua oficial de la Comunidad Autónoma,
sin necesidad de traducción al castellano salvo que alguien alegue indefensión, cuando la
traducción se imponga en actos orales podrá habilitarse por el Tribunal a cualquier persona
conocedora de la lengua empleada previo juramento o promesa de fiel traducción.
Cuando se presente en juicio un documento no redactado en la lengua oficial de la
Comunidad o en castellano, se acompañará traducción del mismo, de la que se dará traslado
a la parte contraria, disponiendo del plazo de cinco días para su impugnación si no considera
fiel y exacta la traducción, ordenándose, en caso de impugnación, la traducción oficial a
costa de quien presentó el documento, pero si fuera sustancialmente idéntica los gastos de
la traducción oficial se girarán al impugnante.
Como quiera que la ley prevé que las actuaciones orales en vistas y comparecencias
han de registrarse en soporte apto para la grabación y reproducción del sonido y la imagen,
en cuyo caso el acta que habrá de extenderse por el Secretario se limitará a consignar la
fecha y lugar, peticiones y propuestas de las partes y las resoluciones adoptadas por el
Tribunal, así como cualquier incidencia de la que no haya quedado constancia en la
grabación.
La grabación quedará bajo la custodia del Secretario Judicial, a quien se le podrá solicitar copia
de las mismas a costa de quien lo solicite, y previo pago de la tasa que habrá de girarse a tal efecto,
según se desprende de la mencionada Disposición Adicional Cuarta de la Ley. LOS ACTOS DE
COMUNICACIÓN se clasifican en la ley de la siguiente forma:
1º Notificaciones cuando tengan por objeto dar noticia de una resolución, diligencia o actuacion.
2º Emplazamientos para personarse y actuar dentro de un plazo.
3º Citaciones cuando determinen lugar, fecha y hora para comparecer.
4º Requerimientos para ordenar una conducta o inactividad.
5º Mandamientos para ordenar el libramiento de certificaciones o testimonios y la práctica de
cualquier actuacion cuya ejecucion corresponda a los Registradores de la Propiedad
mercantiles, Notarios, Corredores o agentes de Juzgado o Tribunal.
6º Oficios para las comunicaciones con autoridades no judiciales y funcionarios distintos de
los anteriormente indicados.
Por disposición del Tribunal se deberá notificar la pendencia del procedimiento a
quienes pueda afectar la sentencia que haya de dictarse o cuando se advierta que el
proceso puede estar utilizándose con fines fraudulentos.
234
-235-
Las notificaciones de las resoluciones judiciales han de practicarse en el plazo de tres
días desde su fecha o publicación, según determina el Art.151, que además establece
respecto a los Servicios de notificaciones organizados por los Colegios de Procuradores que
el plazo respecto a los Procuradores de las partes empezará a contar desde el día siguiente
a la recepción por el Servicio de la notificación que se curse a dicho Servicio, sirviendo, para
el cómputo, la fecha de la diligencia donde conste el día de la recepción por aquel servicio.
Los actos de comunicación se efectuarán de forma distinta dependiendo de quien los
va a recepcionar y de si las partes están representadas por Procurador. En los casos en
que las partes acudan sin representación de Procurador la comunicación podrá
efectuarse mediante correo, telegrama o cualquier otro medio técnico que permita dejar
constancia fehaciente de la recepción, de su fecha y del contenido de lo comunicado o en su
defecto mediante entrega personal al destinatario de la copia literal de la resolución que haya
de ser notificada, requerimiento o cedula de citación y emplazamiento según los casos. Los
requisitos de la cédula vienen establecidos en el Art.152.2
En las notificaciones, citaciones y emplazamientos no se admitirá respuesta alguna
del interesado, sólo se permitirá en los requerimientos recogiendo la respuesta de forma
sucinta en la diligencia que se levante al efecto.
El domicilio del demandante será el que haya hecho constar en la demanda e
indicará el domicilio o posibles lugares donde pueda ser hallado el demandado, así como,
cualesquiera otros datos que conozca del mismo para garantizar pueda ser localizado (tlf.,
fax, e-mail), sin perjuicio de designarse como domicilio el que conste en el padrón municipal,
o colegio profesional o el domicilio laboral, donde surtirán efectos las notificaciones siempre
que conste su recepción por el interesado. Se recoge la obligación de comunicar al Juzgado
los cambios de domicilio ,teléfono, domicilio-laboral, etc, durante la sustanciación del
procedimiento, ya que, cuando no conste fehacientemente la notificación por esos medios,
deberá realizarse de forma personal llamando al interesado para que acuda a la sede del
Tribunal para notificársele o mediante diligencia de entrega de la comunicación, citación o
cédula emplazamiento, con el fin de que quede constancia cierta de la comunicación.
Ante la imposibilidad del actor de localizar al demandado existe la obligación por
parte del Tribunal de dirigirse a todo tipo de organismos, públicos y privados, que puedan
arrojar información sobre el paradero del demandado (Padrón Municipal, Censo electoral,
Registros, Colegios profesionales, Agencia Estatal, etc), salvo que pueda conocerse el
235
-236paradero mediante archivos o registros públicos a los que tenga acceso la parte. Si a pesar
de todo la localización resultare imposible permite la ley en ultima instancia efectuar la
comunicación de forma edictal ( no se impone el B O P).
En los supuestos de imposible localización, indica el Art.157, que con carácter previo
a la notificación edictal, se ha de comunicar el nombre y los datos que consten de la persona
cuyo paradero se desconoce al Registro central de rebeldes civiles que existirá en el
Ministerio de Justicia, a donde se dirigirán los Tribunales, para comprobar si el demandado
consta ya en dicho registro y si los datos que en el mismo aparecen son los mismos de los
que dispone el Tribunal. En el caso de que el demandado inscrito en ese Registro solicite la
cancelación de su inscripción facilitando su actual domicilio, por parte de dicho registro se
comunicará el domicilio facilitado por aquél a todos los Tribunales donde les conste ha sido
demandado el mismo.
El Real Decreto 231/2002 es el que regula el Registro Central de rebeldes civiles.
Tratándose de comunicaciones a quienes estén personados mediante Procurador, la notificación se realizará a través de dicho profesional, quien viene obligado a firmar
las notificaciones, emplazamientos, citaciones y requerimientos de todas clases que deban
hacérsele a su poderdante en el curso del pleito mientras conste su representación, y
además aquellas que tengan por objeto alguna actuación que deba realizar personalmente el
poderdante, según indica expresamente el ultimo parrafo del Art.153.
El lugar que se establece como regla general para recibir notificaciones los Procuradores es en la sede del Tribunal, o en el servicio común de recepcion organizado por el Colegio
de Procuradores.
Dice la ley que el régimen interno de este servicio será competencia del Colegio de
Procuradores, pero bien entendido que dicho régimen no puede contravenir las normas
recogidas en la presente Ley. A dicho servicio se remitirá por duplicado la copia de la
resolución o cédula de las que el Procurador recibirá un ejemplar y firmará otro que será
devuelto al Tribunal por el propio servicio. Pero la fecha de notificación empezará a correr
desde el día siguiente al que conste el sello de entrada de la resolución en el Servicio de
Notificaciones, garantizándose con ello la garantías de eficacia de la notificación.
Respecto a las comunicaciones con testigos, peritos y otras personas que no sean
parte en el juicio, el Art.159 permite que sea mediante correo certificado o telegrama con
acuse de recibo, o cualquier otro medio similar. que permita dejar constancia fehaciente de
haberse recibido la notificación. Cuando el destinatario resida en el partido donde tenga su
236
-237sede el Tribunal, podrá remitírsele por correo certificado cédula de emplazamiento para que
comparezca en la sede del Tribunal para hacerse cargo de la citación, notificación o
requerimiento, o dársele traslado de algún escrito con el apercibimiento de que no
compareciendo dentro del plazo conferido se tendrá por efectuado el traslado, notificación o
requerimiento de que se trate.
Se regula ahora, con precisión, la comunicación personal en la sede del Tribunal o en
el domicilio de la persona que deba ser notificada, requerida, citada o emplazada. ( Art.161)
Cuando el destinatario de la comunicación sea hallado en su domicilio y sin embargo negara
la recepción de la misma, o se negara a firma la diligencia, se amonestará de la obligación
haciéndosele saber que la copia de la resolución queda a su disposición en la secretaría del
Juzgado, produciéndose los efectos de la comunicación. Si no se encontrare al destinatario
de la comunicación y se tratare de su domicilio según padrón municipal, o registros
profesionales, podrá efectuarse la entrega a cualquier empleado, familiar, o al conserje,
suprimiéndose la entrega al vecino. De no encontrarse a ninguna persona en el domicilio o
lugar de trabajo no ocasional el funcionario actuante deberá investigar si vive allí el
destinatario y de no conocerse su actual paradero se procederá conforme al Art.156
(averiguación de paradero mediante Registros, entidades...,o por correo, telegrama o
edictos)
Articulo 163. Servicio Común de Notificaciones. En las poblaciones donde esté establecido, el
Servicio Común de Notificaciones practicará los actos de comunicación que hayan de realizarse.
Articulo 164. Comunicación edictal. Cuando, practicadas, en su caso, las averiguaciones a que se
refiere el artículo 156, no pudiere conocerse el domicilio del destinatario de la comunicación, o
cuando no pudiere hallársele ni efectuarse la comunicación con todos sus efectos, conforme a lo
establecido en los artículos anteriores, o cuando así se acuerde en el caso a que se refiere el
apartado 2 del artículo 157, el Tribunal, mediante providencia, consignadas estas circunstancias,
mandará que se haga la comunicación fijando la copia de la resolución o la cédula en el tablón de
anuncios del Juzgado o Tribunal.
Sólo a instancia de parte, y a su costa, se publicará en el "Boletín Oficial" de la provincia, de
la Comunidad Autónoma, en el "Boletín Oficial del Estado" o en un diario de difusión nacional o
provincial.
Articulo 165. Actos de comunicación mediante auxilio judicial.
Cuando los actos de comunicación hayan de practicarse según lo dispuesto en el artículo 161
de esta Ley (personalmente) por Tribunal distinto del que los hubiere ordenado, se acompañará al
despacho la copia o cédula correspondiente y lo demás que en cada caso proceda.
237
-238Estos actos de comunicación se cumplimentarán en un plazo no superior a veinte días,
contados a partir de su recepción. Cuando no se realice en el tiempo indicado, a cuyo efecto se
requerirá al Tribunal para su observancia, se habrán de expresar, en su caso, las causas de la
dilación.
Articulo 166. Nulidad y subsanación de los actos de comunicación.
1. Serán nulos los actos de comunicación que no se practicaren con arreglo a lo dispuesto en este
capítulo y pudieren causar indefensión.
Sin embargo, cuando la persona notificada, citada, emplazada o requerida se hubiera dado por
enterada en el asunto, y no denunciase la nulidad de la diligencia en su primer acto de
comparecencia ante el Tribunal, surtirá ésta desde entonces todos sus efectos, como si se hubiere
hecho con arreglo a las disposiciones de la Ley.
LOS OFICIOS Y LOS EXHORTOS
Artículo 167. Forma de llevarse a cabo los oficios y mandamientos.
1. Los mandamientos y oficios se remitirán directamente por el Tribunal que los expida a la autoridad
o funcionario a que vayan dirigidos, pudiendo utilizarse los medios previstos en el artículo 162 de la
presente Ley.
No obstante, si así lo solicitaren, las partes podrán diligenciar personalmente los mandamientos y
oficios.
2. En todo caso, la parte a cuya instancia se libren los oficios y mandamientos a que se refiere este
artículo habrá de satisfacer los gastos que requiera su cumplimiento.
Articulo 168. Responsabilidad de los funcionarios y profesionales intervinientes en la
comunicación procesal.
1. El Secretario Judicial, oficial, auxiliar o agente que, en el desempeño de las funciones que por este
capítulo se le asignan, diere lugar, por malicia o negligencia, a retrasos o dilaciones indebidas, será
corregido disciplinariamente por la autoridad de quien dependa e incurrirá además en responsabilidad
por los daños y perjuicios que ocasionara.
2. El Procurador que incurriere en dolo o morosidad en los actos de comunicación cuya práctica haya
asumido o no respetare alguna de las formalidades legales establecidas, causando perjuicio a
tercero, será responsable de los daños y perjuicios ocasionados y podrá ser sancionado conforme a
lo dispuesto en las normas legales o estatutarias.
Del auxilio judicial Articulo 169. Casos en que procede el auxilio judicial.
1. Los Tribunales civiles están obligados a prestarse auxilio en las actuaciones que, habiendo sido
ordenadas por uno, requieran la colaboración de otro para su práctica.
238
-2392. Se solicitará el auxilio judicial para las actuaciones que hayan de efectuarse fuera de la
circunscripción del Tribunal que conozca del asunto, incluidos los actos de reconocimiento judicial,
cuando el Tribunal no considere posible o conveniente hacer uso de la facultad que le concede esta
Ley de desplazarse fuera de su circunscripción para practicarlas.
3. También podrá pedirse el auxilio judicial para las actuaciones que hayan de practicarse fuera del
término municipal en que tenga su sede el Tribunal que las haya ordenado, pero dentro del partido
judicial o circunscripción correspondiente.
4. El interrogatorio de las partes, la declaración de los testigos y la ratificación de los peritos se
realizará en la sede del Juzgado o Tribunal que esté conociendo del asunto de que se trate, aunque
el domicilio de las personas mencionadas se encuentre fuera de la circunscripción judicial
correspondiente.
Sólo cuando por razón de la distancia, dificultad del desplazamiento, circunstancias personales de la
parte, del testigo o del perito, o por cualquier otra causa de análogas características resulte imposible
o muy gravosa la comparecencia de las personas citadas en la sede del Juzgado o Tribunal, se podrá
solicitar el auxilio judicial para la práctica de los actos de prueba señalados en el párrafo anterior.
Articulo 170. Organo al que corresponde prestar el auxilio judicial.
Corresponderá prestar el auxilio judicial al Juzgado de Primera Instancia del lugar en cuya
circunscripción deba practicarse. No obstante lo anterior, si en dicho lugar tuviera su sede un
Juzgado de Paz, y el auxilio judicial consistiere en un acto de comunicación, a éste le corresponderá
practicar la actuación.
Articulo 171. Exhorto.
1. El auxilio judicial se solicitará por el Tribunal que lo requiera mediante exhorto dirigido al Tribunal
que deba prestarlo y que contendrá:
1.º La designación de los Tribunales exhortante y exhortado.
2.º La indicación del asunto que motiva la expedición del exhorto.
3.º La designación de las personas que sean parte en el asunto, así como de sus representantes y
defensores.
4.º La indicación de las actuaciones cuya práctica se interesa.
5.º Cuando las actuaciones interesadas hayan de practicarse dentro de un plazo, se indicará también
la fecha en la que éste finaliza.
6.º Si para el cumplimiento del exhorto fuera preciso acompañar documentos, se hará expresa
mención de todos ellos.
2. La expedición y autorización de los exhortos corresponderá al Secretario .
239
-240Articulo 172. Remisión del exhorto.
1. Los exhortos se remitirán directamente al órgano exhortado por medio del sistema informático
judicial o de cualquier otro sistema de comunicación que garantice la constancia de la recepción.
2. No obstante, si la parte a la que interese el cumplimiento del exhorto así lo solicita, se le entregará
éste bajo su responsabilidad, para que lo presente en el órgano exhortado dentro de los cinco días
siguientes. En este caso, el exhorto expresará la persona que queda encargada de su gestión, que
sólo podrá ser el propio litigante o procurador habilitado para actuar ante el Tribunal que deba prestar
el auxilio.
3. Las demás partes podrán también designar Procurador habilitado para actuar ante el Juzgado que
deba prestar el auxilio, cuando deseen que las resoluciones que se dicten para el cumplimiento del
exhorto les sean notificadas. Lo mismo podrá hacer la parte interesada en el cumplimiento del
exhorto, cuando no haya solicitado que se le entregue éste a los efectos previstos en el apartado
anterior. Tales designaciones se harán constar en la documentación del exhorto.
4. Cuando el exhorto haya sido remitido a un órgano diferente al que deba prestar el auxilio, el que lo
reciba lo enviará directamente al que corresponda, si es que le consta cuál sea éste, dando cuenta
de su remisión al exhortante.
Articulo 173. Cumplimiento del exhorto.
El órgano jurisdiccional que recibiere el exhorto dispondrá su cumplimiento y lo necesario para que se
practiquen las actuaciones que en él se interesen dentro del plazo señalado.
Cuando no ocurriere así, el Tribunal exhortante, de oficio o a instancia de parte, recordará al
exhortado la urgencia del cumplimiento. Si la situación persistiere, el Tribunal que haya solicitado el
auxilio pondrá los hechos en conocimiento de la Sala de Gobierno correspondiente al Tribunal
exhortado.
Articulo 174. Intervención de las partes.
1. Las partes y sus abogados y procuradores podrán intervenir en las actuaciones que se practiquen
para el cumplimiento del exhorto.
No obstante, las resoluciones que se dicten para el cumplimiento del exhorto sólo se notificarán a las
partes que hubiesen designado Procurador para intervenir en su tramitación.
2. Si no se hubiera designado Procurador, no se harán a las partes otras notificaciones que las que
exija el cumplimiento del exhorto, cuando éste prevenga que se practique alguna actuación con
citación, intervención o concurrencia de las partes, y las que sean precisas para requerir de éstas que
proporcionen datos o noticias que puedan facilitar aquel cumplimiento.
240
-241Articulo 175. Devolución del exhorto.
1. Cumplimentado el exhorto, se comunicará al exhortante su resultado por medio del sistema
informático judicial o de cualquier otro sistema de comunicación que garantice la constancia de la
recepción.
2. Las actuaciones de auxilio judicial practicadas se remitirán por correo certificado o se entregarán al
litigante o al Procurador al que se hubiere encomendado la gestión del exhorto, que las presentará en
el órgano exhortante dentro de los diez días siguientes.
Articulo 176. Falta de diligencia de las partes en el auxilio judicial.
El litigante que, sin justa causa, demore la presentación al exhortado o la devolución al exhortante de
los despachos cuya gestión le haya sido confiada será corregido con multa de 5.000 pesetas por
cada día de retraso respecto del final del plazo establecido, respectivamente, en el apartado 2 del
artículo 172 y en el apartado 2 del artículo anterior.
Articulo 177. Cooperación judicial internacional. 1. Los despachos para la práctica de actuaciones
judiciales en el extranjero se cursarán conforme a lo establecido en los Tratados internacionales en
que España sea parte y, en su defecto, en la legislación interna que resulte aplicable.
2. A lo dispuesto por dichas normas se estará también cuando las autoridades judiciales extranjeras
soliciten la cooperación de los Juzgados y Tribunales españoles.
___________________________________________________________
EL CÓMPUTO DE LOS PLAZOS. DIAS HÁBILES E INHÁBILES. EL MES DE AGOSTO
EL ART, 131 L.E.C. ASPECTOS PRÁCTICOS.
……………..
……………..
……………..
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TEMA IX
La demanda y los escritos. El Otrosí. Los actos judiciales de comunicación. El Servicio
Común de Notificaciones y embargos. El Servicio de Recepción de Notificaciones. Reglas
para la determinar el proceso correspondiente
LA DEMANDA Y LOS ESCRITOS.
La firma en los escritos y en las demandas y minutas es un requisito de procedibilidad,
ya que, su ausencia va a suponer que el Tribunal no de curso a la demanda o escrito que se
presente hasta que no sea subsanado dicho error.
Habiendo desaparecido de nuestra Ley de Enjuiciamiento la distinción entre escritos
de mérito trámite de los que no lo eran, siempre habrán de ir suscrito por Abogado y
Procurador todas las demandas y escritos en los que sea necesaria dicha postulación
procesal.
La formula de “por mi compañero” se utiliza cuando el Letrado o Procurador del
asunto por cualquier motivo no pueden suscribirlo, si bien no podrá utilizarse esta “formula”
cuando se trate del primer escrito iniciador del procedimiento, se trate de demanda, o de
cualquier escrito que ponga fin al proceso.
De todo escrito que se presente al Tribunal, habrá de darse traslado previo a las
demás partes que estén representadas por Procurador. Este sistema del traslado previo de
escritos no se aplicará a las demandas, sea el primer escrito de personación, ni lógicamente,
cuando el escrito sea conjunto, por ejemplo suspensión de actuaciones, que ha de ser
firmado por todas las partes.
-ESCRITOS MEDIANTE LOS QUE LAS PARTES DISPONEN DEL PROCESO:
Los Arts.20,21,22, recogen esos supuestos, distinguiéndose:
La renuncia y desistimiento:
La renuncia de la acción sólo puede ejercitarla quien demanda o quien reconviene
respecto a su reconvención. El Juez dictará sentencia absolviendo al demandado, salvo que
la renuncia fuese legalmente inadmisible.
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El desistimiento del juicio por parte del demandante, no implica renuncia a la acción,
sino a seguir con el procedimiento iniciado. Si el demandado aún no ha sido emplazado o
está en rebeldía podrá desistirse por el actor de forma unilateral, pero si el demandado ha
sido emplazado previamente, se dará traslado del escrito al mismo para que manifieste su
aceptación u oposición, resolviendo el Juez mediante Auto – que no tendrá la consideración
de cosa juzgadaRenuncia a la acción: implicará se dicte una Sentencia con condena en costas si ya
existe contestación o emplazamiento.
El desistimiento implicará un Auto con o sin costas dependiendo de la mala fe que se
aprecie con ello.
El allanamiento sólo puede realizarlo el demandado. Y puede ser total o parcial. El
escrito de allanamiento si es total dará lugar a que se dicte Sentencia con costas (21) Si el
allanamiento se hace respecto de algunas de las pretensiones de la demanda, de las que
sea posible un pronunciamiento separado, se dictará Auto que podrá ser ejecutado,
conforme al Art. 517 y ss. LEC., siguiendo el juicio por el resto de las pretensiones que no
fueron objeto de allanamiento.
La terminación del proceso por satisfacción extraprocesal es otra de las nuevas
formas mediante la cual las partes disponen del objeto del proceso. Este escrito procede
cuando por circunstancias sobrevenidas a la demanda y la reconvención, deja de haber
interés legítimo en obtener la tutela judicial efectiva pretendida, bien porque se hayan
satisfecho, fuera del proceso las pretensiones del actor (pago) o por cualquier otra causa, el
Tribunal dictará Auto sin costas, siempre que el demandado –a quien se le dará traslado- no
se oponga e ello, caso contrario, se convocará a las partes a una comparecencia para
resolver si existe interés legítimo en la continuación del proceso. ( Art. 22 L.E.C).
Un supuesto específico es el que regula el parrafo 4º del Art.22 LEC, para los
procesos de desahucio de finca urbana por falta de pago de las rentas o cantidades
asimiladas, ya que, operará la “satisfacción extraprocesal” con Auto de terminación del
proceso sin costas, si el demandado paga o pone a disposición del actor o del Tribunal o
notarialmente el importe de las cantidades reclamadas y el de las que adeude en el
momento de dicho pago, antes de la celebración de la vista del juicio de desahucio. Pero
dicha regla no será de aplicación cuando el arrendatario hubiera enervado el desahucio en
una ocasión anterior ni cuando el arrendador hubiese requerido de pago al deudor por
243
-244cualquier medio fehaciente, con al menos cuatro meses de antelación a la presentación de la
demanda y el pago no se hubiese efectuado al tiempo de la presentación de la demanda.
En la segunda instancia, se puede desistir de la apelación en igual forma que en la primera,
dando lugar a que el Tribunal ad quem dicte Auto declarando firme la sentencia e
imponiendo las costas según exista o no mala fe.
La demanda :
La forma general de redactar una demanda viene establecida en el Art. 399 LEC
referido al Juicio Ordinario como juicio tipo.
Por regla general, la encabeza el cliente, consignando sus datos, y ahora es
necesario consignar el nombre del Abogado (o Abogados) director del procedimiento.
Se han de consignar todos los domicilios del demandado/s de que se tengan noticia,
en prevención de que no pueda ser localizado en el primero que se indique, además su
teléfono, y demás datos que puedan dar luz a una posible investigación de su paradero
(domicilio laboral).
A efectos de solicitar se libre exhorto al Juzgado que corresponda según el domicilio
del demandado, es conveniente comprobar el NOMENCLATOR ( http://www.mju.es ) a
efectos de dirigir el exhorto de emplazamiento al Juzgado que corresponda.
Para Citación edictal del Art. 164 se requiere ante desconocimiento del mismo que se
haya acreditado en autos la imposibilidad de poder localizarlo.
La demanda se redacta en la forma establecida y exigida por la Ley para cada tipo de
procedimiento. Verbal, Cambiario, Ordinario. El Monitorio no es una demanda propiamente
dicha por lo que la solicitud de iniciación del proceso monitorio no debe revestir la forma de
demanda. Con una salvedad, la que se refiera a las cuotas de comunidad de propietarios del
Art. 21 L.P.H. (monitorio de comunidad de propietarios) que sí debe revestir la forma de
demanda, al posibilitar la ley la condena en costas por la mera solicitud del proceso
monitorio.
La demanda se entrega al Procurador para que se encargue de “prepararla” mediante
la realización de las copias precisas, misión fundamental hoy en día, ya que la ausencia de
aportar las copias de la demanda para el traslado al demandado/s va a implicar la inadmisión
de la misma sin más trámites, con el consiguiente riesgo de la posible caducidad de la
acción. No obstante la mención en la demanda, mediante otrosí, de lo establecido en el
244
-245Art.231 de la Ley de Enjuiciamiento Civil permitirá que se conceda a la parte la posibilidad de
subsanar dicho defecto.
Es importante advertir al Procurador del plazo para presentar la demanda, ya que,
puede ocurrir que el Procurador espere a recibir la provisión de fondos para presentar la
demanda ( hábito peligroso, pero preventivo)
La copia sellada y datada por el Decanato que acredita la presentación de la
demanda, ha de ser remitida al Letrado del asunto, ya que ha de constar en su expediente la
fecha exacta ( y hora) de la presentación de la misma.
La demanda de ejecución de sentencia, aunque requiere la forma de demanda, no es
preciso que contenga las particularidades de la demanda inicial, ya que, los datos le constan
al tribunal, pues será el mismo órgano el que también conocerá de la ejecución de su
sentencia.
LOS ACTOS JUDICIALES DE COMUNICACIÓN
1)
2)
3)
4)
5)
Las comunicaciones judiciales.
Aproximación histórica.
El Servicio Común de Notificaciones.
Tímida visión de futuro.
La regulación en la nueva L.E.C.
1. - LAS COMUNICACIONES JUDICIALES.
Quienes colaboramos desde una parcela práctico-procesal con el mundo del derecho
comprobamos cómo una de las mayores actividades que atienden diariamente los órganos
jurisdiccionales, por imperativo de nuestro sistema procedimental, son las que conciernen a
las comunicaciones que cursan Juzgados y Tribunales para desarrollar su labor notificadora y
comunicativa con el justiciable.
Pese a ello, desde ámbitos doctrinales y normativos se presta la debida atención y
consideración a dicha materia; tan sólo se trata ésta cuestión de forma tangencial al estudiar y
resolver judicialmente aquellos supuestos en los que por defectos de forma en un acto de
comunicación se produce indefensión a las partes.
Con reiteración establece el Tribunal Constitucional que los actos de comunicación
procesal tienen la finalidad material de llevar al conocimiento personal de los litigantes las
decisiones y resoluciones judiciales y por ello, constituyen elemento fundamental del núcleo
de la tutela judicial efectiva, que impone a la jurisdicción el deber específico de adoptar todas
las cautelas y garantías que resulten razonablemente adecuadas al aseguramiento de que
esa finalidad de conocimiento personal no se incumpla por causas ajenas a la voluntad de
aquel a quién se dirigen y, a consecuencia de ello, se le impida hacer efectivo el derecho de
defensa que le reconoce el art. 24.1. de la Constitución. (STC 3-11-1987, y entre otras las
STC 1/1983, de 13 enero, 37/1984, de 14 marzo, 156/1985, de 15 noviembre, 14/1987, de 11
febrero, 36/1987 de 25 marzo, entre otras ).
Pese a la decisiva importancia que desde la perspectiva constitucional tienen los actos
judiciales de comunicación, considerados en su conjunto como constituyentes de las
245
-246exigencias inexcusables para garantizar a las partes o a quienes puedan serlo, la defensa de
sus derechos e intereses legítimos, principalmente nos ocupamos de la “ patología jurídica” de
las comunicaciones, es decir de sus defectos y las consecuencias que producen en el proceso
los actos viciados de nulidad, productores de indefensión. No así de su funcionamiento,
desarrollo y sistemática en la práctica. Tal vez la simpleza de lo que en principio aparentan
nos hace alejarnos de su mejor atención, regulación, y estudio empírico.
En nuestro ámbito jurisdiccional civil, destacan como actos de comunicación las
notificaciones, citaciones, emplazamientos, requerimientos, y los embargos (variante de
notificación-requerimiento), pero son las notificaciones las que mayor trascendencia tienen,
toda vez que el derecho de defensa reconocido en el art.24.1 de la Constitución implica la
posibilidad de un juicio contradictorio cuyo soporte instrumental básico es el acto procesal de
comunicación en sentido amplio.
Por medio de los actos de comunicación la intervención de la justicia alcanza su
plenitud ya que con ellos se produce el nacimiento, desarrollo y extinción de las relaciones
juridicas que nacen en el organo jurisdiccional.
Si importancia tiene la comunicación en sí, también debe tenerlo el medio por el cual
éstas llegan a realizarse. Hoy en dia el “vehículo” establecido por ley para llevar a efecto los
actos de comunicación son la Cédula, el Oficio, el Mandamiento, la Ejecutoria, el Exhorto, las
Exposiciones, las Comisiones rogatorias, el telegrama, el correo certificado con acuse de
recibo, el télex, el teléfono y el fax; y fundamentalmente el “vehículo humano”: el funcionario
judicial cuando realiza la comunicación de forma personal.
Los órganos jurisdiccionales tutelan los intereses del justiciable precisamente cuándo
sus resoluciones ven la luz, es decir, cuando son comunicadas, ( ejecutadas ) ora a los
interesados ora a los organismos correspondientes para la colaboración jurisdiccional.
Una resolución no alcanza su finalidad hasta que la misma trasciende del “expediente”
para surtir sus plenos efectos al ser comunicada a quien proceda. Desde entonces nacen
expectativas y relaciones jurídicas, (expectativas, facultades, derechos, cargas y obligaciones
); desde ese preciso instante la función jurisdiccional adquiere su máxima razón de ser :
administrar justicia ordenando la vida social y tutelando los intereses en conflicto.
Con las notificaciones se cumple el deber de dar a conocer las resoluciones
judiciales ( providencias, autos y sentencias) a todos los que sean parte en el juicio y, cuando
así también se ordene, a quienes puedan tener interés en el mismo puedan verse afectados
por la sentencia (Art.150,2 LEC.)
Las notificaciones pueden ir dirigidas a los propios interesados que sean parte en el
juicio, a sus representantes procesales los Procuradores de los Tribunales, o a terceras
personas físicas o juridicas que tengan relación con el juicio o puedan colaborar con la
administración de justicia.
Esa ingente y necesaria labor comunicadora tiene tanta trascendencia que en muchas
ocasiones suele ser la causante de que los procedimientos se produzcan dilaciones indebidas.
Pongamos rápidos ejemplos; la ejecución de una sentencia no puede llevarse a efecto
hasta después de que aquella sea notificada a los interesados ( e incluso transcurra un
determinado plazo legal desde entonces); un juicio tardará en señalarse, o se postergará su
celebración si no se notifica en tiempo y forma a las partes la resolución que acuerde el
señalamiento; un embargo que tarde en ser practicado puede hacer ilusoria la tutela judicial
efectiva del acreedor, un emplazamiento defectuoso o tardío hará alargar el procedimiento
desde el principio,...
Puede por ello llegar a decirse, que, además de procedimientos rápidos se necesitan
comunicaciones ágiles y eficaces.
246
-2473. - APROXIMACIÓN HISTÓRICA.La vieja Ley de Enjuiciamiento Civil, vigente desde 1.881 hasta el 8 de Enero de
2.0001, sólo dedicó a las notificaciones, citaciones, emplazamientos, y requerimientos sus
Artículos 260 al 283, y la Ley Orgánica del Poder Judicial sólo tres, Art. 270, 271 y 272.
Han sido varias las modificaciones que afectaron al “sistema comunicador” en nuestro
ordenamiento procesal civil (subsidiario para los otros órdenes jurisdiccionales), así la ley de
20 de Diciembre de 1.952 modificando los arts.263, 268 y 280, y la Ley 33/1978 el art. 273.3.
L.E.C. Mención a parte merece las modificaciones introducidas por la L.R.U.L.E.C., -Ley
34/1984 de 6 de Agosto- en la que se da una nueva redacción a los arts. 260, 261, 273 y 277
de la Ley de Enjuiciamiento Civil, y posteriormente fue la Ley 10/1992, de 30 de Abril de
Medidas Urgentes de Reforma Procesal quién solapadamente introdujo alguna puntual
novedad (parrafo 2º del Art. 271).
No fue hasta 1.985, con la promulgación de la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1 de
Julio, cuando en el art. 272 se reconoció legal y orgánicamente un “ Servicio Común” a varios
Juzgados en una misma población a fin de que se pudieran practicar notificaciones,
citaciones, requerimientos, embargos y demás actuaciones procesales denominadas “de
calle“ e igualmente posibilitando la creación de un Registro General de escritos y documentos.
En la práctica, poblaciones como Madrid y Barcelona, entre otras, contaban ya con
dichos servicios, por lo que la L.O.P.J. estaba orgánicamente reconociendo la existencia y
posibilidad “normativa” de creación de dichos servicios que “de facto” ya venían funcionando
en las grandes ciudades.
El art.272 de la L.O.P.J. vino así a establecer las bases de lo que podría suponer una
profunda reforma en una de las actividades más importantes del proceso civil, y en menor
medida del penal. Permite descongestionar de trabajo a los Juzgados y Tribunales, con la
creación de una oficina común que pueda practicar los actos de comunicación de todos los
Juzgados y Tribunales de los que dependa.
Pudieron ser, tal vez, razones político - administrativas las que dieron lugar a dicho
“nuevo sistema de comunicaciones judiciales”. Con la entrada en vigor del controvertido
“Decreto del Autobús” ( Real Decreto 210/1985, de 20 de febrero) se presumía que se iba a
producir un retraso importante en la práctica de las citaciones y notificaciones, y demás
actuaciones que supusieran locomociones y desplazamientos del personal del organo judicial,
puesto que con anterioridad a la entrada en vigor de dicho Decreto el funcionario autorizado,
(incentivado y compensado con los gastos de desplazamiento, dietas y locomociones),
efectuaba sus “salidas” en horario de tarde generalmente para no interrumpir la marcha
normal del funcionamiento y despacho de asuntos, percibiendo por ello unas cantidades
económicas que posibilitaban dicha actuación fuera de las horas de audiencia sin menoscabo
de las horas de atención al público y profesionales.
De igual forma la Ley 25/86 de Supresión de Tasas Judiciales de 24 diciembre, en
desarrollo del más formal que efectivo precepto Constitucional de que la justicia se impartirá
de forma gratuita (Art.119 Constitución Española), iba a suponer un “menoscabo” para la
rápida actuacion de los Juzgados en sus necesarias salidas, desplazamientos y
locomociones, al suprimirse con carácter general las tasas judiciales, el reintegro del papel y
por extensión, aquellas dietas, gastos y locomociones del personal de la administración de
justicia con ocasión de las “salidas”, o diligencias de calle.
La Ley Orgánica del Poder Judicial no tuvo más que “aprovechar” su articulado para
establecer una nueva forma de practicar las “comunicaciones de calle”, ya que con la tímida
reforma de la L.E.C. de 1.984 en lo que respecta a las notificaciones y actos de comunicación
en general tan sólo permitió generalizar la comunicación por medio del correo certificado con
acuse de recibo, hasta entonces casi inexistente en el proceso civil; y a posibilitar, cuando la
247
-248actuación requerida se considerase de urgente práctica, la utilización (rarísimas veces en la
práctica) del télex, telégrafo, teléfono o cualquier otro medio bajo la fe del Secretario Judicial.
( La Orden Ministerial de 9 de Abril de 1.970, modificada por la O. De 7 de Enero de 1.973 fue
la que reguló la utilización del télex judicial.).
Un avance importante en la materia que nos ocupa vino a darlo más tarde, la
Ley 10/1992, de 30 Abril, de Medidas Urgentes de Reforma Procesal al añadir el párrafo
segundo al Art.271 L.E.C., para evitar las notificaciones a las partes cuándo estas estuvieren
representadas por Abogado o Procurador, lo que hasta entonces suponía una auténtica
dilación procedimental. (Lamentables sentencias de Apelación declarando nulidad de
actuaciones al no haber sido citados personalmente los litigantes a la comparecencia del Art.
691 de la L.E.C.).
3. -EL SERVICIO COMUN DE NOTIFICACIONES.
Es por ello que la Ley Orgánica del Poder Judicial tuvo que estar más atenta a las
necesidades acuciantes y así estableció en el Art.272 :
“ 1. - En las poblaciones en que existieren varios Juzgados y el conjunto de la actividad
judicial lo justifique, podrá establecerse un servicio común dependiente del decanato para la
práctica de las notificaciones que deban hacerse por aquellos.
2. -También podrá establecerse un local de notificaciones común a varios Juzgados y
Tribunales de una misma población, aunque sean de distinto orden jurisdiccional. En este
supuesto el Colegio de Procuradores organizará un servicio para percibir las notificaciones
que no hayan podido hacerse en aquel local común por incomparecencia del Procurador que
deba ser notificado. La recepción de la notificación por este servicio producirá plenos efectos.
3. - Asimismo podrán establecerse servicios de Registro General para la presentación
de escritos o documentos dirigidos a organos jurisdiccionales.”.
El escueto precepto terminologicamente nada afortunado, dejaba falto de regulación
pormenorizada la organización, normas y funcionamiento de dichos servicios que “de facto” ya
venían funcionando autóctonamente cada vez en más ciudades de nuestro territorio.
Con la creación de éste Servicio común para la practica de notificaciones se trata de
evitar que los secretarios judiciales, oficiales, y / o agentes judiciales tengan que salir fuera de
la sede del órgano, y por ende desatiendan la oficina judicial, al desplazarse dentro del
término municipal para practicar actos de comunicación: citaciones, emplazamientos,
requerimientos, embargos, que deben llevarse a cabo en horario de oficina, ralentizando con
ello el trámite normal de los procedimientos. Ahora se practicarán dichas diligencias por los
funcionarios “ad hoc” del Servicio Común que llevarán a cabo dichas actuaciones
genéricamente comisionados, o por delegación legal y automática de cada órgano
jurisdiccional.
Dicha oficina, común a los Juzgados asistida por Oficiales y Agentes Judiciales,
depende orgánicamente del decanato, y la fe pública judicial la imparte el Secretario Judicial
como Jefe efectivo del Servicio Común. Las normas internas de funcionamiento deben
establecerlas el Juzgado Decano, disponiendo de los medios de locomoción y personal que la
Administración autonómica o la Subsecretaria del Ministerio Justicia permita y conceda.
Desde la misma, hoy en día y en las poblaciones donde se ha creado, (seran
obligatorios en las poblaciones donde haya más de cuatro Juzgados o Tribunales) se lleva a
cabo toda la labor de comunicación entre los organos jurisdiccionales y los particulares
residentes en el Partido Judicial correspondiente al ámbito del Servicio Común, con lo que ello
supone de descarga de trabajo para aquellos.
Se implanta pues con la L.O.P.J. lo que podríamos denominar una “estafeta judicial
común para notificaciones”, si bien, ágil y profesionalizada, desde donde se canalizan las
248
-249preceptivas y urgentes comunicaciones que requieren los organos para la normal tramitación
de los asuntos judiciales.
Pero sería una mezquindad económico-procesal pretender quedarnos ahí, pues si
buscamos criterios de efectividad para la administración de justicia, agilizando trámites
procesales, y en definitiva estableciendo una administración de justicia moderna, ha de
organizarse una Oficina que no sólo sea una estafeta judicial, sino un Servicio Común a todos
los Juzgados y Tribunales con normas y atribuciones que rentabilicen y garanticen con
profesionalidad los actos de comunicación.
En consecuencia, procedería dotarla ahora de los más modernos medios técnicos,
sistematizar y dar contenido normativo a su importante labor ante las nuevas normas
procesales que establece la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil.
Adquiere mayor trascendencia en la L.E.C. la práctica de los requerimientos judiciales,
ya que ahora de su incumplimiento pueden imponerse multas que oscilan entre 30.000 y
250.000 Ptas.-, lo que supone que dicha actuación judicial haya de ser llevada a efecto con
las máximas garantías y por funcionario especializado ( se deberá consignar sucintamente en
la diligencia la respuesta del requerido, Art.152 L.E.C.).
Igualmente se exige de los Tribunales, según se desprende del texto legal, la
realización de gestiones conducentes a la averiguación del paradero de los demandados (
Art.156 L.E.C.), y de los testigos, peritos y otras personas que no sean parte en el juicio,
misión ésta que precisamente ha de tenerse muy en cuenta por el Servicio Común de
Notificaciones, dotándoles de amplias facultades para dirigirse a todo tipo de organismos
públicos y privados para los supuestos de dicha localización.
El local de notificaciones a que alude el párrafo tercero del Art.272 LOPJ, igualmente
dependiente del Decanato, y organizado por el Colegio de Procuradores, cuenta con
funcionarios que clasifican y canalizan la distribución de las resoluciones judiciales objeto de
notificación a los Procuradores de los Tribunales. Dicho local supone una de las mayores
garantías para la rápida tramitación de los procedimientos, al conseguirse con ello que todas
las resoluciones se cursarán en el mismo día que entren en el “local de notificaciones” habida
cuenta se establece que ante la incomparecencia del Procurador que deba notificarse se
llevará a efecto en legal forma la notificación efectuada a través del Oficial del Colegio de
Procuradores.
Hasta entonces y ante la ausencia de dicho local, los Procuradores diariamente debían
acudir a los órganos judiciales para recibir y firmar las notificaciones. Caso de
incomparecencia del Procurador en la Secretaría, el viejo Art.265 de la derogada L. E. C.
1.881 ( a mi juicio aplicable aún en los Partidos Judiciales donde no exista dicho Servicio)
establece que se hará la notificación en el domicilio del causídico (despacho profesional del
Procurador), siendo de su cuenta personal el aumento de gastos que ocasione la diligencia.
La fe pública del Secretario Judicial al tiempo de las notificaciones se imparte por
delegación de todos los demás Secretarios Judiciales, a quienes se remite luego la diligencia
de notificación efectuada en el local común de notificaciones, para constancia en el
procedimiento.
Por último se posibilitó con la L.O.P.J. la creación del Servicio de Registro General de
entrada de escritos y documentos. Con ello se evita el trasiego que suponía la presentación
de los escritos en la Secretarías de cada órgano judicial, centralizando la recepción de
escritos y demandas para su posterior distribución y reparto al Juzgado que corresponda.
Caso de no existir dicho Registro General, los escritos y documentos deben ser
presentados ante el Secretario Judicial del organo que corresponda, o del oficial a quien se
delegue dicha función, quien dará recibo de su presentación. Esto no implica que los escritos
perentorios puedan ser presentados ante el propio Secretario del Tribunal.
249
-250El establecimiento de un “buzón” para presentación de escritos y documentos fuera de
las horas de audiencia, que se abre tan pronto cierra el Registro General y se cierra a las doce
de la noche, facilitaba dicha labor de presentación toda vez que pueden presentarse en
horario de tarde /noche los escritos sujetos a plazo perentorio, disponiéndose así de las
veinticuatro horas del día hábil para los escritos de plazo. En el Art. 135 ,1 L. E. C se
establece ahora la imposibilidad de presentar escritos en el Juzgado de Guardia ( y por
extensión en el “buzón”), ya que dicho precepto permite presentar el escrito de plazo hasta
las quince horas del dia siguiente hábil.
Por medio del Acuerdo de 14 de abril de 1.999, el Pleno del Consejo General del Poder
Judicial, modificando el Reglamento 5/1995, de 7 de junio (de aspectos accesorios de las
actuaciones judiciales) incorpora al mismo el Titulo VII con la denominación de “ De los
Servicios Comunes” (BOE 5.5.99) se regulan aspectos de especial trascendencia que dan
contenido y regulación a éstos servicios.
Dicho acuerdo pretende armonizar la organización y funcionamiento de los referidos
servicios con el objeto de proceder a la creación de estructuras similares en todo el territorio
nacional con identidad de prácticas procesales. Tiene por objeto el mencionado Reglamento
establecer el régimen jurídico y la ordenación interna de los Servicios Comunes que hayan de
crearse.
La incitativa para la creación de estos Servicios, ahora, ha de canalizarse a través del
Consejo General del Poder Judicial, habilitándose al Pleno del C. G. P. para que pueda
establecer los criterios necesarios tendentes a garantizar los mecanismos de coordinación,
conexión e interrelación entre los Juzgados y Tribunales y los Servicios Comunes, y la
homogeneidad en el funcionamiento de los mismos, pero siempre dependiendo
funcionalmente de los jueces decanos y de los Presidentes de las Audiencias y Tribunales.
Podrán proponer la creación de Servicios Comunes las Salas de gobierno de las
Audiencias y los Tribunales, sus Presidentes y las Juntas de jueces, los jueces decanos, las
administraciones públicas con competencia en materia de Justicia y cualquiera de los organos
del propio Consejos General del Poder Judicial.
Para garantizar la adecuada gestión y funcionamiento de los Servicios Comunes, y de
conformidad con los acuerdos de constitución y protocolos de actuación de los referidos
Servicios, viene a establecerse la posibilidad de constituirse Comisiones de seguimiento
integradas por miembros de las administraciones públicas y representantes de los organos de
gobierno del Poder Judicial, sin embargo se echa en falta la colaboración y seguimiento de los
profesionales que a diario y más de cerca utilizan dicho Servicio: los Procuradores de los
Tribunales, representantes procesales de los destinatarios de dichas actuaciones.
4. – TÍMIDA VISIÓN DE FUTURO .Un avance en la configuración del nuevo régimen de los actos de comunicación judicial
se trasluce en la Exposición de Motivos de la L. E .C. , “la ley, atenta al presente y previsora
del futuro, abre la puerta a la presentación de escritos y documentos y a los actos de
notificación por medios electrónicos, telemáticos y otros semejantes, pero sin imponer a los
justiciables y a los ciudadanos que dispongan de esos medios y sin dejar de regular las
exigencias de esta comunicación. Para que surtan plenos efectos los actos realizados por
esos medios, será preciso que los instrumentos utilizados entrañen la garantía de que la
comunicación y lo comunicado son con seguridad atribuibles a quien aparezca como autor de
una y otro. Y ha de estar asimismo garantizada la recepción íntegra y las demás
circunstancias legalmente relevantes. Es lógico prever, como se hace, que, cuando esas
seguridades no vengan proporcionadas por las características del medio utilizado o éste sea
250
-251susceptible de manipulación con mayor o menor facilidad, la eficacia de los escritos y
documentos, a efectos de acreditamiento o de prueba, quede supeditada a una presentación
o aportación que sí permita el necesario examen y verificación.
Pero estas razonables cautelas del legislador no deben, sin embargo, impedir el
reconocimiento de los avances científicos y técnicos y su posible incorporación al proceso
civil. En este punto, la Ley evita incurrir en un reglamentismo impropio de su naturaleza y de
su deseable proyección temporal. La instauración de medios de comunicación como los
referidos y la determinación de sus características técnicas son, por lo que respecta a los
órganos jurisdiccionales, asuntos que encuentran la base legal apropiada en las atribuciones
que la Ley Orgánica del Poder Judicial confieren al Consejo General del Poder Judicial y al
Gobierno”.
Se desea que el tiempo no de la razón a quienes mantienen que como casi siempre la
ley civil parece llegar tarde a los adelantos de la técnica, por lo que urge, ya, una regulación
seria y pormenorizada de las comunicaciones telemáticas en el ámbito judicial.
La implantación de Internet en el mundo de las comunicaciones puede y debe tener
gran utilidad en el mundo judicial, ya que los profesionales de la representación procesal –
Procuradores de los Tribunales- y la Abogacía en general, están dando grandes e importantes
pasos para ponerse al día en éste nuevo acontecer de la tecnología.
Fue un pequeño gran adelanto el acuerdo alcanzado el dia 6 de Mayo de 1.998 entre el
Presidente de la Audiencia Provincial de Madrid y el decano de los Procuradores de dicha
capital, firmándose un convenio, por el que se admite a los Procuradores de Madrid la
presentación de escritos y documentos, que tengan carácter de urgencia, a través del fax, y
de igual manera podrá la Audiencia realizar notificaciones por ese conducto ( al fax del Salón
de notificaciones del Colegio de Procuradores) para las resoluciones perentorias y urgentes.
Igualmente son pioneras y dignas de elogio las experiencias piloto llevadas a cabo en
Almería y Zaragoza (posibilitando la comunicación telemática entre los organos judiciales y los
Abogados y Procuradores que dispongan de correo electrónico), pues pretenden con ello que
la justicia sea más moderna y eficaz.
En esa misma tónica, el Consejo General del Poder Judicial y el Consejo General de
los Procuradores de España firmaron el pasado 19 de Julio de 1.999 un protocolo de
colaboración mediante el cual se instalará un sistema de comunicación telemática entre los
organos judiciales de la capital aragonesa y los procuradores de dicho Partido Judicial.
Pero también se pierde comba, por omisión, al no prever que dichos Servicios
Comunes puedan tener alguna actividad mayor, y dejen de ser una mera “estafeta” judicial
común. Los medios tecnológicos han de llegar más que a nadie a ésta Oficina Común de
comunicaciones y notificaciones.
Las comunicaciones de los organos judiciales tienen en el orden práctico procesal
otros aspectos que los meramente “comunicativos o notificadores”, los órganos judiciales
dictan resoluciones que deben “gestionarse” ante otras administraciones y organismos, así por
ejemplo los Boletín Oficial del Estado y de la Provincia, Registros de la Propiedad, Catastro,
Ayuntamiento, Hacienda, Tráfico,..., organismos que sin embargo ya están casi puestos al día
dada su casi total presencia y gestión telemática vía Internet.
El establecimiento de programas o Servicios como el llamado R.E.G.I.N para obtener
información a cerca de la averiguación del paradero o localización de bienes de los litigantes
sin duda es un adelanto que nos aproxima al futuro.
Parece olvidarse que aspectos tan trascendentales como la comunicación en virtud del
auxilio jurisdiccional de todos los ciudadanos y organismos públicos y privados pueden ser
251
-252llevados a cabo mediante las nuevas comunicaciones. Y el Servicio Común debiera tener su
participación e implicación en todo ello como órgano gestor de comunicaciones y despachos.
El exhorto, ( como así lo prevé la Ley ) el mandamiento o el oficio pueden y debieran
ser “gestionados” por el Servicio Común empleándose para ello los nuevos medios de
comunicación. La cumplimentación de los despachos por la parte vienen siendo ya la
excepción en la práctica habida cuenta esos gastos generalmente no son incluibles en
tasación de costas, y es más extraño que esto cambie toda vez que se sanciona con multa al
profesional por el retraso en la cumplimentación /devolución del exhorto o despacho que se
haya encargado de diligenciar. Se esta viendo ya que la carga del diligenciado de despachos,
exhortos y mandamientos, y oficios, recae sobre los órganos jurisdiccionales al decidir las
partes que sean cumplimentados de oficio y directamente por los Juzgados y Tribunales. Ello
supone una carga excepcional de trabajo para la oficina judicial, o el Servicio Común de
Notificaciones.
5. - LA REGULACIÓN EN LA LEY DE ENJUICIAMIENTO CIVIL.
La nueva Ley de Enjuiciamiento Civil en el Libro I, titulo V, capitulo V, y bajo el epígrafe
De las notificaciones, citaciones, emplazamientos y requerimientos, recoge la nueva normativa
de los actos de comunicación en sus artículos 149 al 167. Destaca por su acercamiento a
todas éstas iniciativas las previsiones del art. 162 de la L.E.C. :
Art.162. Actos de comunicación por medios electrónicos, informáticos y similares.
“1. Cuando los juzgados y tribunales y las partes o los destinatarios de los actos
de comunicación dispusieren de medios electrónicos, telemáticos, infotelecomunicaciones, o
de otra clase semejante, que permitan el envío y la recepción de escritos y documentos, de
forma tal que esté garantizada la autenticidad de la comunicación y de su contenido y quede
constancia fehaciente de la remisión y recepción íntegras y del momento en que se hicieron,
los actos de comunicación podrán efectuarse por aquellos medios, con el acuse de recibo que
proceda”.
En teoría es un magnífico precepto, si bien cabe seguir esperando que todos los
Juzgados cuenten con terminal de fax, puesto –puerto- de Internet, (el retraso en informatizar
la oficina judicial fue tremendo), el funcionariado deberá adquirir conocimientos telemáticos, y
que todos los Juzgados sean dotados del material tecnológico adecuado. Y que en general
que las comunicaciones telefónicas en nuestro país sean mucho más modernas para evitar
los hoy en dia casi habituales “atascos y caídas” en la red que en nuestro ámbito podrían
tener fatídicas consecuencias.
Se han instalado en algunas Comunidades Autónomas para sus Juzgados y Tribunales
una Intra-net, si bien configurada sólo para el acceso a una base de datos de legislación y
jurisprudencia, y que permite la consulta de datos contables de las cuentas del Juzgado en la
entidad bancaria encargada de las consignaciones judiciales.
En el articulo 163 L.E.C. se establece que en las poblaciones donde esté establecido el
Servicio Común de Notificaciones practicará los actos de comunicación que hayan de
realizarse.
También para las comunicaciones entre órganos judiciales se prevé la comunicación
del resultado del exhorto por el sistema informático judicial o de cualquier otro sistema de
comunicación que garantice la constancia de la recepción.
Artículo.175.-Devolución-del-exhorto.
“1. Cumplimentado el exhorto, se comunicará al exhortante su resultado por medio del
252
-253sistema informático judicial o de cualquier otro sistema de comunicación que garantice la
constancia de la recepción”.
Dado el abandono en cuánto a la dotación de medios que sufren los Juzgados de Paz,
se nos antoja complicado que éstos órganos puedan disponer en breve de medios a tal fin.
De igual forma ahora la LEC alude al Servicio Común de Notificaciones. Mediante la
creación por el artículo 28,3º L.E.C. en todos los edificios judiciales que sean sede de
tribunales civiles de un Servicio de recepción de notificaciones -cuya organización se
encomienda al Colegio de Procuradores- se pretende agilizar los trámites de notificación y
traslado de escritos y documentos cuándo los Procuradores intervengan en el proceso.
Este Servicio tiene los siguientes cometidos:
1) Será el encargado de recibir de los distintos Tribunales las notificaciones que
deban practicarse a las partes a través de los Procuradores, quienes firmarán la copia de la
resolución que será devuelta con la fecha y firma del procurador al órgano jurisdiccional a
efectos del cómputo de los plazos (art.154), siendo el Colegio de Procuradores quien de
conformidad con la ley establecerá el régimen interno de dicho servicio.
2) Se encargará de la recepción de las copias de los escritos y documentos que
hayan de entregarse por imperativo legal a los Procuradores las demás partes personadas en
juicio, siendo éste un requisito de admisibilidad del escrito que vaya a presentarse. A tal fin un
Secretario Judicial u Oficial habilitado recibirá las copias presentadas que una vez
comprobada su exactitud, sellará y fechará entregándose al (oficial del Colegio de
Procuradores) encargado del Servicio de Recepción de Escritos y Notificaciones -S. R .E. N.para su entrega a los otros procuradores destinatarios de los mismos. El justificante de
haberse aportado las copias se unirá al escrito que haya de presentarse en el Registro de
General de entrada de escritos, artículo 276,2º LEC.
De lo anterior puede concluirse que con el indicado Servicio se pretenden evitar los
tiempos muertos, y las dilaciones que con anterioridad se venían produciendo cuando el
órgano jurisdiccional era el encargado de efectuar dichos traslados, labor sin duda que
“entretenía” su natural cometido de tramitar asuntos, juzgando y ejecutando lo juzgado.
Los Procuradores adquieren ahora una imprescindible función de colaboradores de la
administración de justicia ya que con su intervención, entre otros principios constitucionales,
garantizan la agilidad en la tramitación de los procedimientos.
La recepción de notificaciones por los distintos órganos jurisdiccionales a los
Procuradores ya se venía realizando con anterioridad a la NLEC, en virtud de la previsión del
artículo 272,2º de la Ley Orgánica del Poder Judicial, pero ahora se impone con carácter
obligatorio en todos los edificios judiciales que sean sede de Tribunales civiles.
Lo realmente innovador es el traslado de escritos y documentos que han de efectuarse
a las restantes partes personadas en el proceso. Dicho traslado ha de realizarse como
requisito previo de admisibilidad del escrito que se vaya a presentar en el Registro General de
entrada del decanato.
La ley sanciona la falta del traslado con la consideración de no tenerlos por presentados (artículo 277), si bien prevé mecanismos para su subsanación.
El traslado a los demás procuradores de esos escritos se produce con carácter
previo a su presentación en el Registro General de entrada del decanato, por lo que ello
conlleva que las partes (contrarias) conocen antes que el Tribunal el contenido y la
existencia del escrito presentado, por consiguiente antes de que el Tribunal se
pronuncie sobre la admisión del mismo. Además la Ley prevé en ocasiones, el
253
-254comienzo automático del computo del plazo que corresponda, desde el preciso
momento en que aquel traslado se efectúe al resto de los Procuradores.
No obstante la fecha a computar será la que conste en la recepción del escrito
por Servicio de Recepción de Notificaciones y Escritos que organiza el Colegio de
Procuradores, y el plazo contará a partir del dia siguiente hábil según el artículo 133
LEC.
Con ello se pretende que los Juzgados y Tribunales no sean ya receptores de
voluminosos legajos de
papel, e innumerables copias que
no van destinados al
procedimiento, sino a las partes litigantes; por lo que en virtud del articulo indicado se
pretende descargarlos de ese trasiego físico de “papeleo” y traslados; una ingrata pero
necesaria tarea que a veces viene ralentizando el normal funcionamiento de la oficina judicial.
Los Procuradores de los Tribunales, adquiriendo su función de colaboradores
necesarios de la administración de justicia serán ahora los encargados de realizar esa
imprescindible labor, con toda su plena trascendencia en el procedimiento, y es por ello por lo
que el legislador en la Exposición de Motivos ha sido consciente de ello, al dotar de una
mayor importancia a los Procuradores de los Tribunales, estableciendo que “pieza importante
de este nuevo diseño son los Procuradores de los Tribunales, que, por su condición de
representantes de las partes y de profesionales con conocimientos técnicos sobre el proceso,
están en condiciones de recibir notificaciones y de llevar a cabo el traslado a la parte contraria
de muchos escritos y documentos. Para la tramitación de los procesos sin dilaciones
indebidas, se confía también en los mismos Colegios de Procuradores para el eficaz
funcionamiento de sus servicios de notificación, previstos ya en la Ley Orgánica del Poder
Judicial.”.
Al hilo de las ideas que se apuntan podríamos preguntarnos si llegará un dia en el que
dentro de los Juzgados no se trabaje ni se manejen papeles, pudiéndose hablar de
“Tribunales virtuales”, con voluminosos Kbs. en sus ordenadores. En Estados Unidos y con
ocasión del famoso “ caso Lewinsky ” asistimos a declaraciones judiciales mediante videoconferencia.
Una Importante previsión de futuro se refleja en el parrafo 5º del Art. 135 L.E.C.: ”
Cuando los tribunales y los sujetos intervinientes en un proceso dispongan de medios técnicos
que permitan el envío y la normal recepción de escritos y documentos, de forma tal que esté
garantizada la autenticidad de la comunicación y quede constancia fehaciente de la remisión y
recepción íntegras y de la fecha en que se hicieren, los escritos y documentos podrán
enviarse por aquellos medios, acusándose recibo del mismo modo y se tendrán por
presentados, a efectos de ejercicio de los derechos y de cumplimiento de deberes en el
tiempo establecido conforme al párrafo anterior.”.
Efectivamente se permite la utilización de las nuevas tecnologías en la presentación y
recepción de escritos y documentos, si bien los sujetos intervinientes en el proceso han de
estar puestos al día y dotados de los medios precisos. Por parte de los profesionales,
Abogados y Procuradores, no ha de existir inconveniente alguno dada la comodidad que ello
supone, pero quedan por ser regulados tangenciales aspectos técnicos que velen por la
autenticidad, certificación de la firma digital y encriptación de las comunicaciones que han de
ser incorporados, con trascendencia procesal en los Tribunales.
Con todas esas previsiones de “actuaciones telemáticas”, la Ley de Enjuiciamiento
Civil por fin ha tenido en cuenta la importancia y trascendencia que supondrá la utilización de
los nuevos medios de comunicación, si bien no ha de perderse la oportunidad de configurar al
Servicio Común de Notificaciones como una oficina técnica desde donde puedan ser
canalizadas con éstos medios modernos todo el entramado de las comunicaciones de las
oficinas judiciales.
254
-255Esperemos sin embargo que posteriormente y sin tardanza sea el legislador orgánico
quien proceda con urgencia a reglamentar y regular un Servicio Común de Notificaciones que
pueda emplear con efectividad y agilidad las nuevas tecnologías de comunicación entre los
organos jurisdiccionales y los administrados y demás entidades y organismos públicos y
privados, pudiendo gestionar desde dicha oficina las comunicaciones e intervenciones con los
Registros de la Propiedad, la Administración Tributaria, Ayuntamientos, Tráfico, Boletines
Oficiales del Estado y Provincia, y con cuántas entidades sean necesarias para impartir una
administración de justicia acorde con la sociedad actual.
REGLAS PARA DETERMINAR EL PROCESO CORRESPODIENTE.
Las reglas para determinar el proceso adecuado o correspondiente las establece el
art.248 Ley de Enjuiciamiento Civil, primero por la materia y después por la cuantía.
Hay que distinguir antes que nada si lo que se va a articular es un Juicio Ordinario o
un Juicio Verbal. La inadecuación de procedimiento la supervisa según la Ley el propio
Tribunal, pero si no fuera advertida por el Tribunal, se le dará el tratamiento de una
excepción que se resuelve, con carácter previo al fondo del asunto, en el acto de la vista o
audiencia previa.
Las reglas para determinar la cuantía las establece el Art.251 LEC. mediante doce
Reglas que servirán para la determinación de la cuantía, estableciendo que:
“ La cuantía se fijará según el interés económico de la demanda, que se calculará de acuerdo con las
reglas siguientes:
1.ª Si se reclama una cantidad de dinero determinada, la cuantía de la demanda estará representada
por dicha cantidad, y si falta la determinación, aun en forma relativa, la demanda se considerará de
cuantía indeterminada.
2.ª Cuando el objeto del proceso sea la condena de dar bienes muebles o inmuebles, con
independencia de que la reclamación se base en derechos reales o personales, se estará al valor de
los mismos al tiempo de interponerse la demanda, conforme a los precios corrientes en el mercado o
en la contratación de bienes de la misma clase.
Para este cálculo podrá servirse el actor de cualesquiera valoraciones oficiales de los bienes
litigiosos, si no es posible determinar el valor por otros medios, sin que se pueda atribuir a los
inmuebles un valor inferior al que conste en el catastro.
3.ª La anterior regla de cálculo se aplicará también:
1.º A las demandas dirigidas a garantizar el disfrute de las facultades que se derivan del dominio.
255
-2562.º A las demandas que afecten a la validez, nulidad o eficacia del título de dominio, así como a la
existencia o a la extensión del dominio mismo.
3.º A aquellas otras peticiones, distintas de las establecidas en los dos casos anteriores, en que la
satisfacción de la pretensión dependa de que se acredite por el demandante la condición de dueño.
4.º A las demandas basadas en el derecho a adquirir la propiedad de un bien o conjunto de bienes,
ya sea por poseer un derecho de crédito que así lo reconoce, ya sea, por cualquiera de los modos de
adquisición de la propiedad, o por el derecho de retracto, de tanteo o de opción de compra; cuando
el bien se reclame como objeto de una compraventa, tiene preferencia como criterio de valoración el
precio pactado en el contrato, siempre que no sea inferior en el caso de los inmuebles a su valor
catastral.
5.º Cuando el proceso verse sobre la posesión, y no sea aplicable otra regla de este artículo.
6.º A las acciones de deslinde, amojonamiento y división de la cosa común.
4.ª En los casos en que la reclamación verse sobre usufructo o la nuda propiedad, el uso, la
habitación, el aprovechamiento por turnos u otro derecho real limitativo del dominio no sujeto a regla
especial, el valor de la demanda se fijará atendiendo a la base imponible tributaria sobre la que gire
el impuesto para la constitución o transmisión de estos derechos.
5.ª El valor de una demanda relativa a una servidumbre será el precio satisfecho por su constitución
si constare y su fecha no fuese anterior en más de cinco años. En otro caso, se estimará por las
reglas legales establecidas para fijar el precio de su constitución al tiempo del litigio, cualquiera que
haya sido el modo de adquirirla, y, a falta de ellas, se considerará como cuantía la vigésima parte del
valor de los predios dominante y sirviente, teniendo en cuenta lo dispuesto en la regla segunda de
este artículo sobre bienes muebles e inmuebles.
6.ª En las demandas relativas a la existencia, inexistencia, validez o eficacia de un derecho real de
garantía, el valor será el del importe de las sumas garantizadas por todos los conceptos.
7.ª En los juicios sobre el derecho a exigir prestaciones periódicas, sean temporales o vitalicias, se
calculará el valor por el importe de una anualidad multiplicado por diez, salvo que el plazo de la
prestación fuera inferior a un año, en que se estará al importe total de la misma.
8.ª En los juicios que versen sobre la existencia, validez o eficacia de un título obligacional, su valor
se calculará por el total de lo debido, aunque sea pagadero a plazos. Este criterio de valoración será
aplicable en aquellos procesos cuyo objeto sea la creación, modificación o extinción de un título
obligacional o de un derecho de carácter personal, siempre que no sea aplicable otra regla de este
artículo.
9.ª En los juicios sobre arrendamientos de bienes, salvo los que tienen por objeto la reclamación de
rentas vencidas, la cuantía de la demanda será el importe de una anualidad de renta, cualquiera que
sea la periodicidad con que ésta aparezca fijada en el contrato. No obstante, cuando se reclame la
posesión del bien arrendado se estará a lo dispuesto por la regla tercera de este artículo.
256
-25710.ª En aquellos casos en que la demanda verse sobre valores negociados en Bolsa, la cuantía
vendrá determinada por la media del cambio medio ponderado de los mismos, determinado
conforme a la legislación aplicable durante el año natural anterior a la fecha de interposición de la
demanda, o por la media del cambio medio ponderado de los valores durante el período en que
éstos se hubieran negociado en Bolsa, cuando dicho período fuera inferior al año.
Si se trata de valores negociados en otro mercado secundario, la cuantía vendrá determinada por el
tipo medio de negociación de los mismos durante el año natural anterior a la interposición de la
demanda, en el mercado secundario en el que se estén negociando, o por el tipo medio de
negociación durante el tiempo en que se hubieran negociado en el mercado secundario, cuando los
valores se hayan negociado en dicho mercado por un período inferior al año.
El tipo medio de negociación o, en su caso, la media del cambio medio ponderado, se acreditará por
certificación expedida por el órgano rector del mercado secundario de que se trate.
Si los valores carecen de negociación, la cuantía se calculará de acuerdo con las normas de
valoración contable vigentes en el momento de interposición de la demanda.
11.ª Cuando la demanda tenga por objeto una prestación de hacer, su cuantía consistirá en el coste
de aquello cuya realización se inste o en el importe de los daños y perjuicios derivados del
incumplimiento, sin que en este caso sean acumulables ambas cantidades, salvo si además de
instarse el cumplimiento, se pretende también la indemnización. El importe o cálculo de los daños y
perjuicios habrá de ser tenido en cuenta cuando la prestación sea personalísima o consista en un no
hacer, y ello incluso si lo que se insta con carácter principal es el cumplimiento.
12.ª En los pleitos relativos a una herencia o a un conjunto de masas patrimoniales o patrimonios
separados, se aplicarán las reglas anteriores respecto de los bienes, derechos o créditos que figuren
comprendidos en la herencia o en el patrimonio objeto del litigio.”.
La expresión de la cuantía litigiosa determinada según las reglas del Art.251 se hace
necesaria tal y como establece el Art.253.
Hay que hacer mención específica a que si durante la sustanciación del pleito se
produce alteración en el valor de los bienes, ello no implicará modificación de la cuantía ni de
la clase de juicio. Lo que tiene su trascendencia a efectos de la confección de la Minuta, de
las costas, o del recurso de casación, por ejemplo.
Si la cuantía fuera inestimable a juicio del promotor de la misma, se ventilará en el
Juicio Ordinario. Tomándose a todos los efectos como si se tratara de una demanda de 1
millón de pesetas ( 6.000 €).
257
-258Al juicio se le dará inicialmente la tramitación que haya indicado el actor, aunque el
Tribunal DE OFICIO puede dar a los autos la tramitación que estime procedente. E incluso si
el Tribunal entiende que la cuantía es indeterminada, dará al juicio verbal el trámite del
ordinario si existe firma de Abogado y Procurador o mandará subsanar).
Resulta de agradecer lo que establece el Art .254,4º: “En ningún caso podrá el tribunal
inadmitir la demanda porque entienda inadecuado el procedimiento por razón de la cuantía. Pero si la
demanda se limitare a indicar sin más la clase de juicio que corresponde, o si, tras apreciarse de
oficio que la cuantía fijada es incorrecta, no existieren en aquella elementos suficientes para
calcularla correctamente, no se dará curso a los autos hasta que el actor no subsane el defecto de
que se trate”. (10 días con apercibimiento archivo).
La impugnación de la cuantía y de la clase de juicio por razón de la cuantía: en el
JUICIO ORDINARIO se articulará en la contestación y se resolverá en la audiencia previa. Y
en el JUICIO VERBAL con carácter previo en el acto de la vista.
No hay que olvidar el Real Decreto 1417/2001, de 17 de Diciembre, sobre conversión
a Euros de las cuantías establecidas en pesetas por la L.E.C., y los problemas que puede
acarrear a la hora de elegir el procedimiento adecuado.
DOCUMENTOS QUE HAN DE ACOMPAÑARSE A LA DEMANDA:
Según el art. 264 se distinguen documentos procesales y de fondo.
Documentos procesales:
a) El poder, ( original o fotocopia) cláusulas para desistir, etc y especial Art.414.
b) los que acrediten la representación que se atribuya (heredero,sustitución procesal.
c) Documentos o dictámenes que acrediten el valor de la cosa litigiosa a efectos de
procedimiento y competencia.
Documentos relativos al fondo del asunto:
1- Los que funden la pretensión (atestado, documento privado, contrato,...).
2.- Documentos públicos. (escrituras públicas, etc).
3.- Certificaciones y notas de registros a los que se tengan acceso.
4.- Dictámenes periciales ( si no se tienen de inmediato - generalmente el caso del
demandado- habrá de anunciarse su presentación y ser aportados antes de la audiencia
previa o antes del acto del juicio en el verbal previo traslado a la parte contraria. Las partes
podrán solicitar que acuda el perito para explicarlo, aclararlo, rectificar, etc Si hay Justicia
gratuita o no hay tiempo material para el actor o para el demandado se solicitará que se
designe perito por Juzgado (339,2º) Informe de corporaciones del Art.340,2º pero diciendo
qué persona lo emitirá.
258
-2595.- Los informes de profesionales de la investigación, y si se negaran los hechos serán
traídos a juicio como testigos.
Los apartados a) b) c), han de aportarse pero si no pueden, se designará el archivo donde
consten.
El actor puede aportar en la audiencia previa documentos e informes que sirvan para
rebatir la contestación del demandado. (art.265,3º)
EL OTROSÍ
Los “ OTROSÍ DIGO”, que pueden consignarse en la demanda o en los escritos, son
formulas de estilo, que ya no están reguladas en la Ley y que sirven para solicitar
actuaciones supletorias o incidentales ajenas a la cuestión principal tales como el desglose
del poder o documentos, las copias a efectos de traslado esposo/a, terceros intervinientes,
anotaciones de demanda, copias para el mandamiento de anotación de demanda en el
Registro, etc.
EL SERVICIO COMÚN DE NOTIFICACIONES
La Ley Orgánica del Poder Judicial tuvo que estar más atenta a las necesidades
acuciantes y adelantándose a la novela de 1.992 estableció en el Art.272 que :
“ 1. - En las poblaciones en que existieren varios Juzgados y el conjunto de la actividad
judicial lo justifique, podrá establecerse un servicio común, dependiente del Decanato, para la
práctica de las notificaciones que deban hacerse por aquéllos.
2. -También podrá establecerse un local de notificaciones común a varios Juzgados y
Tribunales de una misma población, aunque sean de distinto orden jurisdiccional. En este supuesto el
Colegio de Procuradores organizará un servicio para percibir las notificaciones que no hayan podido
hacerse en aquel local común por incomparecencia del Procurador que deba ser notificado. La
recepción de la notificación por este servicio producirá plenos efectos.
3. - Asimismo podrán establecerse servicios de Registro General para la presentación de
escritos o documentos dirigidos a órganos jurisdiccionales.”.
El escueto precepto terminologicamente nada afortunado, dejaba falto de regulación
pormenorizada la organización, normas y funcionamiento de dichos servicios que, “de facto”,
ya venían funcionando autóctonamente cada vez en más ciudades de nuestro territorio.
259
-260-
Con la creación de éste Servicio común para la práctica de notificaciones se trata de evitar
que los secretarios judiciales, oficiales, y / o agentes judiciales tengan que salir fuera de la
sede del órgano, y por ende desatiendan la oficina judicial, al desplazarse dentro del término
municipal para practicar actos de comunicación: citaciones, emplazamientos, requerimientos,
embargos, que deben llevarse a cabo en horario de oficina, ralentizando con ello el trámite
normal de los procedimientos. Ahora se practicarán dichas diligencias por los funcionarios
“ad hoc” del Servicio Común, que llevarán a cabo dichas actuaciones genéricamente
comisionados, o por delegación legal y automática de cada órgano jurisdiccional.
Dicha oficina, común a los Juzgados asistida por Oficiales y Agentes Judiciales, depende
orgánicamente del decanato, y la fe pública judicial la imparte el Secretario Judicial como
Jefe efectivo del Servicio Común. Las normas internas de funcionamiento deben
establecerlas el Juzgado Decano, disponiendo de los medios de locomoción y personal que
la Administración autonómica o la Subsecretaría del Ministerio Justicia permita y conceda.
Desde la misma, hoy en día y en las poblaciones donde se ha creado, (serán obligatorios en
las poblaciones donde haya más de cuatro Juzgados o Tribunales) se lleva a cabo toda la
labor de comunicación entre los órganos jurisdiccionales y los particulares residentes en el
Partido Judicial correspondiente al ámbito del Servicio Común, con lo que ello supone de
descarga de trabajo para aquellos.
Se implanta pues con la L.O.P.J. lo que podríamos denominar una “estafeta judicial
común para notificaciones”, si bien, ágil y profesionalizada, desde donde se canalizan las
preceptivas y urgentes comunicaciones que requieren los órganos para la normal tramitación
de los asuntos judiciales.
Pero sería una mezquindad económico-procesal pretender quedarnos ahí, pues si buscamos
criterios de efectividad para la Administración de Justicia, agilizando trámites procesales, y
en definitiva estableciendo una Administración de Justicia moderna, ha de organizarse una
Oficina que no sólo sea una estafeta judicial, sino un Servicio Común a todos los Juzgados y
Tribunales con normas y atribuciones que rentabilicen y garanticen con profesionalidad los
actos de comunicación.
260
-261En consecuencia, procedería dotarla ahora de los más modernos medios técnicos,
sistematizar y dar contenido normativo a su importante labor ante las nuevas normas
procesales que establece la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil.
Adquiere mayor trascendencia en la L.E.C. la práctica de los requerimientos judiciales, ya
que, ahora de su incumplimiento pueden imponerse multas que oscilan entre 30.000 y
250.000 Ptas.-, lo que supone que dicha actuación judicial haya de ser llevada a efecto con
las máximas garantías y por funcionario especializado ( se deberá consignar sucintamente
en la diligencia la respuesta del requerido, Art.152 L.E.C.).
Igualmente se exige de los Tribunales, según se desprende del texto legal, la realización de
gestiones conducentes a la averiguación del paradero de los demandados ( Art.156 L.E.C.),
y de los testigos, peritos y otras personas que no sean parte en el juicio, misión ésta que
precisamente ha de tenerse muy en cuenta por el Servicio Común de Notificaciones,
dotándoles de amplias facultades para dirigirse a todo tipo de organismos públicos y
privados para los supuestos de dicha localización.
El local de notificaciones, a que alude el párrafo tercero del Art.272 LOPJ, igualmente
dependiente del Decanato, y organizado por el Colegio de Procuradores, cuenta con
funcionarios que clasifican y canalizan la distribución de las resoluciones judiciales objeto de
notificación a los Procuradores de los Tribunales. Dicho local supone una de las mayores
garantías para la rápida tramitación de los procedimientos, al conseguirse con ello que todas
las resoluciones se cursarán en el mismo día que entren en el “local de notificaciones”
habida cuenta se establece que, ante la incomparecencia del Procurador que deba
notificarse se llevará a efecto en legal forma la notificación efectuada a través del Oficial del
Colegio de Procuradores.
Hasta entonces y ante la ausencia de dicho local, los Procuradores diariamente
debían acudir a los órganos judiciales para recibir y firmar las notificaciones. Caso de
incomparecencia del Procurador en la Secretaría, el viejo Art.265 de la derogada L. E. C.
1.881 ( a mi juicio aplicable aún en los Partidos Judiciales donde no exista dicho Servicio)
establece que se hará la notificación en el domicilio del causídico (despacho profesional del
Procurador), siendo de su cuenta personal el aumento de gastos que ocasione la diligencia.
261
-262La fe pública del Secretario Judicial al tiempo de las notificaciones se imparte por
delegación de todos los demás Secretarios Judiciales, a quienes se remite luego la diligencia
de notificación efectuada en el local común de notificaciones, para constancia en el
procedimiento.
Por último, se posibilitó con la L.O.P.J. la creación del Servicio de Registro General
de entrada de escritos y documentos. Con ello se evita el trasiego que suponía la
presentación de los escritos en la Secretarías de cada órgano judicial, centralizando la
recepción de escritos y demandas para su posterior distribución y reparto al Juzgado que
corresponda.
Caso de no existir dicho Registro General, los escritos y documentos deben ser presentados
ante el Secretario Judicial del órgano que corresponda, o del oficial a quien se delegue dicha
función, quien dará recibo de su presentación. Esto no implica que los escritos perentorios
puedan ser presentados ante el propio Secretario del Tribunal.
El establecimiento de un “buzón” para presentación de escritos y documentos fuera de las
horas de audiencia, que se abre tan pronto cierra el Registro General y se cierra a las doce
de la noche, facilitaba dicha labor de presentación toda vez que pueden presentarse en
horario de tarde /noche los escritos sujetos a plazo perentorio, disponiéndose así de las
veinticuatro horas del día hábil para los escritos de plazo. En el Art. 135 ,1 L. E. C se
establece ahora la imposibilidad de presentar escritos en el Juzgado de Guardia ( y por
extensión en el “buzón”), ya que dicho precepto permite presentar el escrito de plazo hasta
las quince horas del día siguiente hábil.
Por medio del Acuerdo, de 14 de abril de 1.999, el Pleno del Consejo General del
Poder Judicial, modificando el Reglamento 5/1995, de 7 de junio, (de aspectos accesorios de
las actuaciones judiciales) incorpora al mismo el Titulo VII, con la denominación de “ De los
Servicios Comunes”, (BOE 5.5.99) se regulan aspectos de especial trascendencia que dan
contenido y regulación a éstos servicios.
Dicho acuerdo pretende armonizar la organización y funcionamiento de los referidos
servicios con el objeto de proceder a la creación de estructuras similares en todo el territorio
nacional con identidad de prácticas procesales. Tiene por objeto el mencionado Reglamento
262
-263establecer el régimen jurídico y la ordenación interna de los Servicios Comunes que hayan
de crearse.
La incitativa para la creación de estos Servicios, ahora, ha de canalizarse a través del
Consejo General del Poder Judicial, habilitándose al Pleno del C. G. P. para que pueda
establecer los criterios necesarios tendentes a garantizar los mecanismos de coordinación,
conexión e interrelación entre los Juzgados y Tribunales y los Servicios Comunes, y la
homogeneidad en el funcionamiento de los mismos, pero siempre dependiendo
funcionalmente de los jueces decanos y de los Presidentes de las Audiencias y Tribunales.
Podrán proponer la creación de Servicios Comunes las Salas de Gobierno de las
Audiencias y los Tribunales, sus Presidentes y las Juntas de jueces, los jueces decanos, las
administraciones públicas con competencia en materia de Justicia y cualquiera de los
órganos del propio Consejos General del Poder Judicial.
Para garantizar la adecuada gestión y funcionamiento de los Servicios Comunes, y de
conformidad con los acuerdos de constitución y protocolos de actuación de los referidos
Servicios, viene a establecerse la posibilidad de constituirse Comisiones de seguimiento,
integradas por miembros de las administraciones públicas y representantes de los órganos
de gobierno del Poder Judicial, sin embargo, se echa en falta la colaboración y seguimiento
de los profesionales que a diario y más de cerca utilizan dicho Servicio: los Procuradores de
los Tribunales, representantes procesales de los destinatarios de dichas actuaciones.
La regulación en la nueva L.E.C.
La nueva Ley de Enjuiciamiento Civil en el Libro I, Título V, Capítulo V, y bajo el
epígrafe “De las notificaciones, citaciones, emplazamientos y requerimientos”, recoge la
nueva normativa de los actos de comunicación en sus artículos 149 al 167. Destaca por su
acercamiento a todas éstas iniciativas las previsiones del art. 162 de la L.E.C. :
Art.162. Actos de comunicación por medios electrónicos, informáticos y similares.
“1. Cuando los juzgados y tribunales y las partes o los destinatarios de los actos de
comunicación dispusieren de medios electrónicos, telemáticos, info-telecomunicaciones, o de otra
clase semejante, que permitan el envío y la recepción de escritos y documentos, de forma tal que
esté garantizada la autenticidad de la comunicación y de su contenido y quede constancia fehaciente
263
-264de la remisión y recepción íntegras y del momento en que se hicieron, los actos de comunicación
podrán efectuarse por aquellos medios, con el acuse de recibo que proceda”.
En teoría es un magnífico precepto, si bien cabe seguir esperando que todos los Juzgados
cuenten con terminal de fax, puesto –puerto- de Internet, (el retraso en informatizar la oficina
judicial fue tremendo), el funcionariado deberá adquirir conocimientos telemáticos, y que
todos los Juzgados sean dotados del material tecnológico adecuado. Y en general que las
comunicaciones telefónicas en nuestro país sean mucho más modernas, para evitar los hoy
en día casi habituales “atascos y caídas” en la red que en nuestro ámbito podrían tener
fatídicas consecuencias.
Se han instalado en algunas Comunidades Autónomas para sus Juzgados y
Tribunales una Intranet, si bien configurada sólo para el acceso a una base de datos de
legislación y jurisprudencia, y que permite la consulta de datos contables de las cuentas del
Juzgado en la entidad bancaria encargada de las consignaciones judiciales.
En el articulo 163 L.E.C. se establece que en las poblaciones donde esté establecido
el Servicio Común de Notificaciones practicará los actos de comunicación que hayan de
realizarse.
También para las comunicaciones entre órganos judiciales se prevé la comunicación
del resultado del exhorto por el sistema informático judicial o de cualquier otro sistema de
comunicación que garantice la constancia de la recepción.
Artículo.175.-Devolución-del-exhorto.
“1. Cumplimentado el exhorto, se comunicará al exhortante su resultado por medio del sistema
informático judicial o de cualquier otro sistema de comunicación que garantice la constancia de la
recepción”.
Dado el abandono en cuánto a la dotación de medios que sufren los Juzgados de Paz,
se nos antoja complicado que éstos órganos puedan disponer en breve de medios a tal fin.
264
-265-
EL SERVICIO DE RECEPCION DE NOTIFICACIONES.
De igual forma ahora la LEC alude al Servicio Común de Notificaciones. Mediante la
creación por el artículo 28,3º L.E.C. en todos los edificios judiciales que sean sede de
Tribunales civiles de un Servicio de recepción de notificaciones -cuya organización se
encomienda al Colegio de Procuradores- se pretende agilizar los trámites de notificación y
traslado de escritos y documentos cuándo los Procuradores intervengan en el proceso.
Este Servicio tiene los siguientes cometidos:
1) Será el encargado de recibir de los distintos Tribunales las notificaciones que deban
practicarse a las partes a través de los Procuradores, quienes firmarán la copia de la
resolución que será devuelta con la fecha y firma del Procurador al órgano jurisdiccional a
efectos del cómputo de los plazos (art.154), siendo el Colegio de Procuradores quien de
conformidad con la Ley establecerá el régimen interno de dicho servicio.
2) Se encargará de la recepción de las copias de los escritos y documentos que hayan
de entregarse por imperativo legal a los Procuradores las demás partes personadas en
juicio, siendo éste un requisito de admisibilidad del escrito que vaya a presentarse. A tal fin,
un Secretario Judicial u Oficial habilitado recibirá las copias presentadas, que una vez
comprobada su exactitud, sellará y fechará entregándose al (oficial del Colegio de
Procuradores) encargado del Servicio de Recepción de Escritos y Notificaciones -S. R .E. N.para su entrega a los otros Procuradores destinatarios de los mismos. El justificante de
haberse aportado las copias se unirá al escrito que haya de presentarse en el Registro de
General de entrada de escritos, artículo 276,2º LEC.
De lo anterior puede concluirse que con el indicado Servicio se pretenden evitar los
tiempos muertos, y las dilaciones, que con anterioridad se venían produciendo cuando el
órgano jurisdiccional era el encargado de efectuar dichos traslados, labor sin duda que
“entretenía” su natural cometido de tramitar asuntos, juzgando y ejecutando lo juzgado.
Los Procuradores adquieren ahora una imprescindible función de colaboradores de la
Administración
de
Justicia,
ya
que,
con
su
intervención,
entre
otros
constitucionales, garantizan la agilidad en la tramitación de los procedimientos.
265
principios
-266La recepción de notificaciones por los distintos órganos jurisdiccionales a los
Procuradores ya se venía realizando con anterioridad a la NLEC, en virtud de la previsión del
artículo 272,2º de la Ley Orgánica del Poder Judicial, pero ahora se impone con carácter
obligatorio en todos los edificios judiciales que sean sede de Tribunales civiles.
Lo realmente innovador es el traslado de escritos y documentos que han de efectuarse a
las restantes partes personadas en el proceso. Dicho traslado ha de realizarse como
requisito previo de admisibilidad del escrito que se vaya a presentar en el Registro General
de entrada del Decanato.
La ley sanciona la falta del traslado con la consideración de no tenerlos por presentados (artículo 277), si bien prevé mecanismos para su subsanación.
El traslado a los demás Procuradores de esos escritos se produce con carácter previo
a su presentación en el Registro General de entrada del Decanato, por lo que ello conlleva
que las partes (contrarias) conocen antes que el Tribunal el contenido y la existencia del
escrito presentado, por consiguiente, antes de que el Tribunal se pronuncie sobre la
admisión del mismo. Además la Ley prevé en ocasiones, el comienzo automático del
cómputo del plazo que corresponda, desde el preciso momento en que aquel traslado se
efectúe al resto de los Procuradores.
No obstante la fecha a computar será la que conste en la recepción del escrito por
Servicio de Recepción de Notificaciones y Escritos que organiza el Colegio de Procuradores,
y el plazo contará a partir del día siguiente hábil según el artículo 133 LEC.
Con ello se pretende que los Juzgados y Tribunales no sean ya receptores de
voluminosos legajos de
papel, e innumerables copias que
no van destinados al
procedimiento, sino a las partes litigantes; por lo que en virtud del artículo indicado se
pretende descargarlos de ese trasiego físico de “papeleo” y traslados; una ingrata pero
necesaria tarea que a veces viene ralentizando el normal funcionamiento de la oficina
judicial.
266
-267Los Procuradores de los Tribunales, adquiriendo su función de colaboradores
necesarios de la Administración de Justicia serán ahora los encargados de realizar esa
imprescindible labor, con toda su plena trascendencia en el procedimiento, y es por ello por
lo que el legislador, en la Exposición de Motivos ha sido consciente de ello, al dotar de una
mayor importancia a los Procuradores de los Tribunales, estableciendo que
“pieza
importante de este nuevo diseño son los Procuradores de los Tribunales, que, por su
condición de representantes de las partes y de profesionales con conocimientos técnicos
sobre el proceso, están en condiciones de recibir notificaciones y de llevar a cabo el traslado
a la parte contraria de muchos escritos y documentos. Para la tramitación de los procesos
sin dilaciones indebidas, se confía también en los mismos Colegios de Procuradores para el
eficaz funcionamiento de sus servicios de notificación, previstos ya en la Ley Orgánica del
Poder Judicial.”.
Al hilo de las ideas que se apuntan podríamos preguntarnos si llegará un día en el que
dentro de los Juzgados no se trabaje ni se manejen papeles, pudiéndose hablar de
“Tribunales virtuales”, con muchos Gigas en sus ordenadores. En Estados Unidos y con
ocasión del famoso “ caso Lewinsky ” asistimos a declaraciones judiciales mediante videoconferencia.
Una Importante previsión de futuro se refleja en el parrafo 5º del Art. 135 L.E.C.:
”Cuando los tribunales y los sujetos intervinientes en un proceso dispongan de medios técnicos que
permitan el envío y la normal recepción de escritos y documentos, de forma tal que esté garantizada
la autenticidad de la comunicación y quede constancia fehaciente de la remisión y recepción íntegras
y de la fecha en que se hicieren, los escritos y documentos podrán enviarse por aquellos medios,
acusándose recibo del mismo modo y se tendrán por presentados, a efectos de ejercicio de los
derechos y de cumplimiento de deberes en el tiempo establecido conforme al párrafo anterior.”.
Efectivamente se permite la utilización de las nuevas tecnologías en la presentación y
recepción de escritos y documentos, si bien los sujetos intervinientes en el proceso han de
estar puestos al día y dotados de los medios precisos. Por parte de los profesionales,
Abogados y Procuradores, no ha de existir inconveniente alguno dada la comodidad que ello
supone, pero quedan por ser regulados tangenciales aspectos técnicos que velen por la
autenticidad, certificación de la firma digital y encriptación de las comunicaciones que han de
ser incorporados, con trascendencia procesal en los Tribunales.
267
-268Con todas esas previsiones de “actuaciones telemáticas”, la Ley de Enjuiciamiento
Civil por fin ha tenido en cuenta la importancia y trascendencia que supondrá la utilización de
los nuevos medios de comunicación, si bien no ha de perderse la oportunidad de configurar
al Servicio Común de Notificaciones como una oficina técnica desde donde puedan ser
canalizadas con éstos medios modernos todo el entramado de las comunicaciones de las
oficinas judiciales.
Esperemos sin embargo que, posteriormente y sin tardanza, sea el legislador orgánico
quien proceda con urgencia a reglamentar y regular un Servicio Común de Notificaciones
que pueda emplear con efectividad y agilidad las nuevas tecnologías de comunicación entre
los órganos jurisdiccionales y los administrados y demás entidades y organismos públicos y
privados, pudiendo gestionar desde dicha oficina las comunicaciones e intervenciones con
los Registros de la Propiedad, la Administración Tributaria, Ayuntamientos, Tráfico, Boletines
Oficiales del Estado y Provincia, y con cuántas entidades sean necesarias para impartir una
Administración de Justicia acorde con la sociedad actual.
Real Decreto 772/1999, de 7 de mayo, por el que se regula la presentación de solicitudes, escritos
y comunicaciones ante la Administración General del Estado, la expedición de copias de
documentos y devolución de originales y el régimen de las oficinas de registro. (BOE 22-05-99)
La aportación más trascendental y positiva de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de
Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento administrativo
Común (LRJ-PAC) es -como con rara unanimidad se ha reconocido en todos los ámbitos la
consagración de una serie de derechos del ciudadano en sus relaciones con las
Administraciones públicas, que se reflejan en el propio texto legal.
Entre tales derechos destaca, por su importancia, el reconocido en el artículo 35.c) de la
citada Ley en cuanto faculta a los ciudadanos «a obtener copia sellada de los documentos
que presenten, aportándola junto con los originales, así como a la devolución de éstos, salvo
cuando los originales deban obrar en el procedimiento».
A ello debe añadirse la previsión que efectúa el artículo 70 acerca de la expedición por las
Administraciones de recibos de las solicitudes, escritos y comunicaciones presentados por
los ciudadanos y la posibilidad, consagrada por el artículo 46, de que los órganos que
reglamentariamente tengan atribuida tal competencia en cada Administración pública,
expidan copias auténticas de documentos públicos y privados, lo que constituye una de las
novedades más reseñables de la Ley 30/1992. Todas estas previsiones, junto con la nueva
regulación de los lugares de presentación de documentos en el artículo 38, configuran los
pilares básicos del marco en el que ha de desarrollarse en buena medida la participación de
268
-269los ciudadanos en la tramitación de los procedimientos y actuaciones de la Administración
que les atañen.
Precisamente este último precepto ha sido objeto de una importante modificación operada
por la reciente Ley 4/1999, de 13 de enero, de modificación de la Ley 30/1992, que introduce
en el texto un nuevo apartado 5 en el que, por una parte se dispone expresamente que las
copias de documentos que deban efectuarse para satisfacer los derechos reconocidos a los
ciudadanos en el artículo 35.c) deberán expedirse no sólo por los registros de los órganos
administrativos a los
que se dirijan, sino también por los de cualquier órgano administrativo que pertenezca a la
Administración General del Estado, a la de cualquier Administración de las Comunidades
Autónomas o a la de alguna de las entidades que integran la administración local si, en este
último caso, se hubiese suscrito el oportuno convenio; y, por otro lado, se distinguen con
claridad dos supuestos sustancialmente diferentes: la emisión de copias de documentos que
deben remitirse al órgano destinatario junto con la solicitud, escrito o comunicación al que
acompañan, devolviéndose el original al ciudadano y la de aquéllas que, por el contrario,
deben entregarse a éste, cuando el original deba obrar en el procedimiento.
Es clara la importancia que reviste la puntualización y clarificación de los aspectos que
acaban de reseñarse, a fin de conseguir una verdadera transformación de la posición del
ciudadano en sus relaciones con la Administración pública. Pero, además, la necesidad de
la norma que se promulga resulta indiscutible a la luz de las múltiples quejas y sugerencias
presentadas al amparo del Real Decreto 208/1996, de 9 de febrero, por el que se regulan los
servicios de información administrativa y de atención al ciudadano, y que no son sino
reproducción de las que en los últimos años se dirigieron al Defensor del Pueblo viéndose
reflejadas en los sucesivos Informes de dicha Institución a las Cortes Generales. Tales
quejas y reclamaciones obedecen a las disfunciones que una deficiente comprensión de los
mencionados preceptos legales -en cierta medida debida a su relativa oscuridad ha
provocado en el funcionamiento de las Administraciones. Por otra parte, dicha necesidad se
ve acreditada por el hecho de que en los últimos tiempos viene proliferando la suscripción, al
amparo del artículo 38.4.b) de la Ley 30/1992, de convenios con Entidades locales y con las
Comunidades Autónomas que avanzan en
la construcción del sistema global e intercomunicado de registros que pretende la citada Ley.
Por ello, este Real Decreto desarrolla los artículos 35.c), 38, 46 y 70.3 de la Ley 30/1992 y
aborda, si bien exclusivamente en el ámbito propio de la Administración General del Estado,
los restantes aspectos mencionados que instauran un sistema caracterizado por las
siguientes notas:
a) La ampliación de los lugares de presentación de solicitudes, escritos y comunicaciones.
La ley 30/1992 habilita a los ciudadanos a presentarlos en todos los registros de
cualesquiera órganos administrativos que pertenezcan a la Administración General del
Estado o a alguna de las Administraciones de las Comunidades Autónomas, con
independencia de la Administración Pública y del órgano o entidad al que se dirigen.
También los registros de las entidades que integran al Administración local pueden servir
como lugares de presentación de comunicaciones dirigidas a otra administración siempre
que previamente hayan suscrito un convenio al efecto.
b) Presentación de solicitudes, escritos y comunicaciones dirigidos a la Administración. A
estos efectos, el artículo 70 de la LRJ-PAC reconoce a los ciudadanos el derecho a que se
les expida un «recibo acreditativo de la fecha de presentación, admitiéndose como tal una
copia en la que figure la fecha de presentación anotada».
269
-270-
Se refiere exclusivamente a solicitudes, escritos y comunicaciones; y no a los documentos
que acompañen a éstas. En el presente Real Decreto se contempla en el capítulo II.
c) Aportación de documentos originales al expediente. El capítulo III recoge en primer lugar
la innovación introducida en la primera parte del párrafo c) del artículo 35, al reconocer el
derecho «a obtener copia sellada de los documentos que presenten, aportándola junto con
los originales».
El legislador soluciona una laguna de la anterior normativa: cuando el ciudadano -por razón
de la regulación procedimental específica debía aportar documentos originales junto con su
solicitud no tenía constancia o acreditación alguna de que tales documentos habían sido
entregados y estaban en poder de la Administración. Conforme a la Ley 30/1992, el
ciudadano tiene derecho a quedarse con una copia sellada de tales documentos, que le
permita acreditar la razón de la no tenencia del documento entregado y facilite el ejercicio de
derechos como el de la no presentación de los documentos que ya hubiera aportado a la
Administración actuante.
d) Expedición de copias compulsadas de los documentos originales. La segunda parte del
párrafo c) del artículo 35 reconoce el derecho a la devolución de los documentos originales
salvo cuando deban obrar en el procedimiento. En el supuesto de que la norma
procedimental no exija la aportación de documentos originales, se debe proceder al cotejo
de original y copia y a la devolución del original al ciudadano; quedando la copia
compulsada incorporada a la correspondiente solicitud, escrito o comunicación. Esta materia
se aborda igualmente en el capítulo III.
e) Copias auténticas de documentos públicos. Finalmente, el artículo 46 establece una figura
totalmente novedosa: las copias auténticas, distintas de las anteriores por su función
certificante, y su independencia con respecto a la presentación de solicitudes, escritos y
comunicaciones. El capítulo III finaliza abordando parcialmente su regulación,
exclusivamente por lo que se refiere a la emisión de copias auténticas de documentos
públicos administrativos. Queda, por el contrario, fuera de los contenidos normativos de este
Real Decreto el desarrollo de los aspectos referidos a la expedición de copias auténticas de
documentos privados, por exceder esta cuestión de los objetivos propios de la norma.
Se abordan, además, en el capítulo IV, las cuestiones referidas a la presentación de
solicitudes redactadas en lenguas oficiales distintas del castellano y a la emisión de copias
de documentos igualmente redactados en dichas lenguas, como complemento necesario de
la regulación anterior.
Finalmente, el Real Decreto establece, en su capítulo V y en sus disposiciones adicionales
el régimen básico de funcionamiento de los registros de la Administración General del
Estado, declarando en primer lugar que tales unidades reúnen el carácter de órganos
administrativos al amparo de lo dispuesto en la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización
y Funcionamiento de la Administración General del Estado, y estableciendo a continuación
reglas relativas a la creación, modificación y extinción de las oficinas registrales; a la
distinción entre registros generales y auxiliares; a las funciones de unos y otros en cuanto a
la recepción de solicitudes, escritos y comunicaciones y a la expedición de recibos de
presentación de dichos documentos y de las copias de los demás que se acompañen por los
ciudadanos; al régimen de días y horarios de apertura; a la publicación anual de una relación
de las oficinas de registro de la Administración General del Estado y de sus organismos
270
-271públicos y al establecimiento de un sistema de codificación unificada de dichas oficinas que
haga posible su interconexión informática; así como a las oficinas de registro que puedan
existir en entidades de derecho público.
En definitiva, el Real Decreto que se promulga tiene como objetivo mejorar y facilitar las
relaciones de los ciudadanos con la Administración General del Estado, lo que es tanto
como promover una mayor calidad y eficacia de la actividad administrativa.
En su virtud, a propuesta del Ministro de Administraciones Públicas, de acuerdo con el
dictamen del Consejo de Estado y previa deliberación del Consejo de Ministros en su
reunión del día 7 de mayo de 1999,
DISPONGO:
CAPÍTULO I
Disposiciones de carácter general
Artículo 1. Objeto y ámbito de aplicación.
El presente Real Decreto, en desarrollo de los artículos 35.c), 38, 46 y 70.3 de la Ley
30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común, regula, en el ámbito de la Administración General del
Estado:
a) La presentación por los ciudadanos de solicitudes, escritos y comunicaciones así como de
los documentos que las acompañen, dirigidas a las Administraciones públicas.
b) El ejercicio por los ciudadanos de sus derechos a la obtención de un recibo de las
solicitudes, escritos y comunicaciones que dirijan a las Administraciones públicas; a la
expedición por la Administración General del Estado de copias selladas de los documentos
originales que aporten y deban obrar en el procedimiento; así como a la devolución de los
documentos originales previa compulsa de sus copias cuando aquéllos no deban obrar en el
procedimiento.
c) La expedición de copias auténticas de los documentos públicos administrativos.
d) El régimen de las oficinas de registro.
El presente Real Decreto no es de aplicación a la expedición de copias auténticas de
documentos privados y de documentos públicos no administrativos, que se regirá por la
correspondiente normativa que sea de aplicación.
CAPÍTULO II
Presentación de solicitudes, escritos y comunicaciones
Artículo 2. Lugares de presentación.
271
-2721. Los ciudadanos tienen derecho a presentar las solicitudes, escritos y comunicaciones que
dirijan a los órganos de cualquier Administración pública o de las entidades de derecho
público vinculadas o dependientes de ellas, así como la documentación complementaria que
acompañen a aquéllas, en cualquiera de los siguientes lugares del ámbito de la
Administración General del Estado:
a) En las oficinas de registro del órgano administrativo al que se dirijan.
b) En las oficinas de registro de cualquier órgano administrativo perteneciente a la
Administración General del Estado, o de los Organismos públicos vinculados o dependientes
de aquélla.
c) En las oficinas de correos, en la forma establecida reglamentariamente.
d) En las representación diplomáticas y oficinas consulares de España en el extranjero.
e) En cualquier otro que establezcan las disposiciones vigentes.
2. Asimismo, los ciudadanos pueden presentar solicitudes, escritos y comunicaciones
dirigidos a la Administración General del Estado y a sus Organismos públicos en los
siguientes lugares:
a) En los registros de las Administraciones de las Comunicaciones Autónomas.
b) En los registros de las entidades que integran la Administración local; siempre que
previamente se haya suscrito el correspondiente convenio.
Artículo 3. Medios de presentación.
1. La presentación de solicitudes, escritos, comunicaciones y documentos en cualquiera de
los lugares previstos en el apartado 1 del artículo anterior se podrá efectuar por los
siguientes medios:
a) En soporte papel.
b) Por medios informáticos, electrónicos o telemáticos, de acuerdo con lo previsto en el Real
Decreto 263/1996, de 16 de febrero, por el que se regula la utilización de técnicas
electrónicas, informáticas y telemáticas en la Administración General del Estado.
2. En las oficinas de registro a las que se refiere el artículo 2.1.a) y b) se pondrá a
disposición de aquéllas personas que pretendan la presentación simultánea de un número
superior a 10 solicitudes, escritos o comunicaciones un modelo para que relacionen
aquéllas, numerándolas y especificando la identidad de los interesados, los órganos
destinatarios así como un extracto de los contenidos.
Artículo 4. Efectos de la presentación.
1. La fecha de entrada de las solicitudes, escritos y comunicaciones dirigidos a la
Administración
General del Estado y a sus Organismos públicos en los lugares previstos en el artículo 2 de
este
Real Decreto producirá efectos, en su caso, en cuanto al cumplimiento de los plazos de los
ciudadanos.
272
-273-
2. La fecha de entrada de las solicitudes, escritos y comunicaciones a las que se refiere el
apartado anterior en las oficinas de registro del órgano competente para su tramitación
producirá como efecto el inicio del cómputo de los plazos que haya de cumplir la
Administración, y en particular del plazo máximo para notificar la resolución expresa.
A este respecto, en el ámbito de los Departamentos ministeriales se entiende por registro del
órgano competente para la tramitación cualquiera de los pertenecientes al departamento
competente para iniciar aquélla, con la excepción de los correspondientes a sus Organismos
públicos.
No obstante, en los procedimientos iniciados a solicitud del interesado cuya tramitación y
resolución corresponda a órganos integrados en el Órgano Central del Ministerio de
Defensa, Estado Mayor de la Defensa y Cuarteles Generales de los Ejércitos, el plazo para
resolver y notificar se contará desde la fecha en que la solicitud haya tenido entrada en los
registros de los citados órganos.
Artículo 5. Modelos y sistemas normalizados de solicitud.
1. Cuando se estime conveniente para facilitar a los ciudadanos la aportación de los datos e
informaciones requeridos o para simplificar la tramitación del correspondiente procedimiento,
el órgano competente para su instrucción o resolución podrá establecer modelos
normalizados de solicitud. En todo caso, deberán establecerse tales modelos cuando
concurra la circunstancia señalada en el artículo 70.4 de la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común.
2. Los modelos a los que se refiere el apartado anterior podrán integrarse en sistemas
normalizados de solicitud que permitan la transmisión por medios telemáticos de los datos e
informaciones requeridos siempre que se garantice el cumplimiento de los requisitos
contemplados en el artículo 45 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico
de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, y en el Real
Decreto 263/1996, de 16 de febrero, por el que se regula la utilización de técnicas
electrónicas, informáticas y telemáticas en la Administración General del Estado. Los
sistemas normalizados de solicitud deberá establecerse por Orden del titular del Ministerio
correspondiente, previo informe favorable del Ministerio de Administraciones Públicas.
Artículo 6. Recibos de presentación.
1. La expedición de los recibos acreditativos de la fecha de presentación de cualquier
solicitud,
escrito o comunicación, a los que se refiere el artículo 70.3 de la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común, en los lugares señalados en el artículo 2.1 de este Real Decreto, se
efectuará en el mismo momento de la presentación de la solicitud, escrito o comunicación.
2. Cuando la solicitud, escrito o comunicación esté en soporte papel y la presentación se
efectúe por el ciudadano o su representante acompañando una copia, el recibo consistirá en
la mencionada copia en la que se hará constar el lugar de presentación, así como la fecha.
273
-274En este supuesto, el órgano competente para expedir el recibo deberá verificar la exacta
concordancia entre el contenido de la solicitud, escrito o comunicación original y el de su
copia.
Si el ciudadano o su representante no la aportase, el órgano competente podrá optar por
realizar una copia de la solicitud, escrito o comunicación con iguales requisitos que los
señalados en el párrafo anterior o por la expedición de un recibo en el que además conste el
remitente, el órgano destinatario y un extracto del contenido de la solicitud, escrito o
comunicación.
3. Cuando en los supuestos previstos en el Real Decreto 263/1996, de 16 de febrero, por el
que se regula la utilización de técnicas electrónicas, informáticas y telemáticas en la
Administración General del Estado, el ciudadano efectúe la presentación a través de
soportes, medios o aplicaciones informáticas, electrónicas o telemáticas, el recibo se
expedirá de acuerdo con las características del soporte, medio o aplicación y deberá reunir
los requisitos expresados en los apartados anteriores.
CAPÍTULO III
Expedición de copias de documentos
Artículo 7. Aportación de documentos originales al procedimiento.
1. Cuando las normas reguladoras del correspondiente procedimiento o actuación
administrativa requieran la aportación de documentos originales por los ciudadanos, éstos
tendrán derecho a la expedición por las oficinas de registro de una copia sellada del
documento original en el momento de su presentación. Las oficinas de registro no estarán
obligadas a expedir copias selladas de documentos originales que no acompañen a las
solicitudes, escritos o comunicaciones presentadas por el ciudadano.
2. Para el ejercicio de este derecho el ciudadano aportará, junto con el documento original,
una copia del mismo.
La oficina de registro cotejará la copia y el documento original, comprobando la identidad de
sus contenidos, unirá el documento original a la solicitud, escrito o comunicación al que se
acompañe para su remisión al órgano destinatario y entregará la copia al ciudadano, una
vez diligenciada con un sello en el que consten los siguientes datos:
a) Fecha de entrega del documento original y lugar de presentación.
b) Órgano destinatario del documento original y extracto del objeto del procedimiento o
actuación para cuya tramitación se aporta.
La oficina de registro llevará un registro expresivo de las copias selladas que expida, en el
que anotará los datos señalados en el párrafo anterior.
3. La copia sellada acreditará que el documento original se encuentra en poder de la
Administración correspondiente, siendo válida a los efectos del ejercicio por el ciudadano del
derecho reconocido en el artículo 35.f) de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen
Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, así
274
-275como para solicitar, en su caso, la devolución del documento original una vez finalizado el
procedimiento o actuación o de acuerdo con lo que disponga la normativa de aplicación.
La copia sellada será entregada a la Administración correspondiente en el momento en que
el documento original sea devuelto al interesado. Si se produjera la pérdida o destrucción
accidental de la copia, su entrega se sustituirá por una declaración aportada por el
ciudadano en la que exponga por escrito la circunstancia producida.
Artículo 8. Aportación de copias compulsadas al procedimiento.
1. Cuando las normas reguladoras de un procedimiento o actividad administrativa requieran
la aportación de copias compulsadas o cotejadas de documentos originales, el ciudadano
podrá ejercer su derecho a la inmediata devolución de estos últimos por las oficinas de
registro en las que se presente la solicitud, escrito o comunicación a la que deba acompañar
la copia compulsada, con independencia del órgano, entidad o Administración destinataria.
Las oficinas de registro no estarán obligadas a compulsar copias de documentos originales
cuando dichas copias no acompañen a solicitudes, escritos o comunicaciones presentadas
por el ciudadano .
2. Para el ejercicio de este derecho el ciudadano aportará, junto con el documento original,
una copia del mismo.
La oficina de registro realizará el cotejo de los documentos y copias, comprobando la
identidad de sus contenidos, devolverá el documento original al ciudadano y unirá la copia,
una vez diligenciada con un sello o acreditación de compulsa, a la solicitud, escrito o
comunicación a la que se acompañe para su remisión al destinatario.
El sello o acreditación de compulsa expresará la fecha en que se practicó así como la
identificación del órgano y de la persona que expiden la copia compulsada.
3. La copia compulsada tendrá la misma validez que el original en el procedimiento concreto
de que se trate, sin que en ningún caso acredite la autenticidad del documento original.
Artículo 9. Copias auténticas de documentos públicos administrativos.
1. Los ciudadanos podrán, en cualquier momento, solicitar la expedición de copias
auténticas de los documentos públicos administrativos que hayan sido válidamente emitidos
por los órganos de la Administración General del Estado y por los organismos públicos
vinculados o dependientes de ella.
Las copias auténticas de los documentos públicos administrativos tienen la misma validez y
eficacia que éstos, produciendo idénticos efectos frente a las Administraciones públicas y los
interesados.
2. La expedición se solicitará al órgano administrativo o al Organismo público que emitió el
documento original. Dicho órgano expedirá la copia previa comprobación en sus archivos de
la existencia del original o de los datos en él contenidos.
275
-276En el supuesto de que, por el tiempo transcurrido, el documento original o los datos en él
contenidos obrasen en un archivo general, histórico y organismo similar, la solicitud será
cursada al correspondiente archivo para la expedición, en su caso, de la copia auténtica.
La copia auténtica podrá consistir en la transcripción íntegra del contenido del documento
original o en una copia realizada por cualesquiera medios informáticos, electrónicos o
telemáticos. En ambos casos figurará la acreditación de la autenticidad de la copia
identificando el órgano, archivo y organismo que la expide y la persona responsable de tal
expedición.
3. La copia auténtica de aquellos documentos que contengan datos nominativos podrá ser
solicitada por los titulares de tales datos o por terceros que acrediten un interés legítimo en
su obtención. Cuando el documento contenga datos personales que pudieran afectar a la
intimidad de los titulares la copia sólo podrá ser solicitada por éstas. Si los datos contenidos
en el documento afectarán también a la intimidad de personas diferentes del solicitante, sólo
se expedirá la copia previo consentimiento de los restantes afectados.
4. La solicitud podrá ser denegada por resolución motivada que pondrá fin a la vía
administrativa cuando concurran razones de protección del interés público o de protección
de intereses de terceros, cuando así lo disponga una norma legal o reglamentaria y, en todo
caso, en los siguientes supuestos:
a) Inexistencia o pérdida del documento original o de los datos en él contenidos.
b) Copias de documentos emitidos en el curso de la investigación sobre delitos, cuando la
expedición de la copia pudiera poner en peligro la protección de los derechos y libertades de
terceros o las necesidades de las investigaciones que se estén realizando.
c) Copias de documentos que contengan información sobre la Defensa Nacional o la
Seguridad del Estado.
d) Copias de documentos que contengan información sobre las actuaciones del Gobierno de
la Nación en el ejercicio de sus competencias constitucionales no sujetas al Derecho
administrativo.
e) Copias de documentos que contengan información sobre materias protegidas por el
secreto comercial o industrial, así como relativa a actuaciones administrativas derivadas de
la política monetaria.
f) Copias de documentos que contengan datos sanitarios personales, en aquellos casos en
que las disposiciones específicas que los rigen impidan ejercer el derecho de acceso.
5. En el plazo máximo de un mes contado desde la recepción de la solicitud deberán
expedirse las copias auténticas o notificarse la resolución que deniegue las mismas.
6. La expedición de copias auténticas de documentos que obren en los Registros Civil,
Mercantil, de la Propiedad, de Venta a Plazos de Bienes Muebles, de Hipoteca Mobiliaria y
Prenda sin Desplazamiento, de Condiciones Generales de la Contratación, la Propiedad
276
-277Intelectual, Central de Penados y Rebeldes, de la Oficina Española de Patentes y Marcas,
así como en los archivos sometidos a la normativa sobre materias clasificadas, se regirá por
las disposiciones específicas reguladoras de dichos Registros.
CAPÍTULO IV
Comunicaciones y documentos en lenguas cooficiales
Artículo 10. Solicitudes, escritos, comunicaciones y documentos en lenguas cooficiales.
1. Las solicitudes, escritos y comunicaciones dirigidos a órganos radicados en el ámbito
territorial de una Comunidad Autónoma con lengua cooficial podrán estar redactados en
dicha lengua o en castellano; debiendo en ambos casos ser admitida su presentación en
cualquier oficina de registro de la Administración General del Estado y de sus Organismos
públicos. Cuando la oficina de registro en que se presenten esté situada fuera del ámbito
territorial de vigencia de la lengua cooficial, se expedirá en todo caso una copia de la
solicitud, escrito o comunicación como recibo acreditativo de su presentación de acuerdo
con lo dispuesto en el artículo 6 de este Real Decreto.
2. Para la expedición de copias selladas o compulsadas de documentos redactados en
lenguas cooficiales aportados o presentados junto con una solicitud, escrito o comunicación,
las oficinas de registro situadas fuera del ámbito territorial de vigencia de la lengua cooficial
realizarán siempre la copia con sus propios medios.
CAPÍTULO V
Oficinas de registro
Artículo 11. Consideración como órganos administrativos.
1. Las oficinas de registro de la Administración General del Estado son unidades
administrativas que, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 5.2 de la Ley 6/1997, de 14
de abril, de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado, tienen
la consideración de órgano administrativo por tener atribuidas funciones con efectos
jurídicos frente a terceros.
2. Su creación, modificación o supresión se efectuará de acuerdo con las reglas
establecidas en el artículo 67 de la Ley 6/1997, de Organización y Funcionamiento de la
Administración General del Estado.
Las oficinas de registro de las Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno y de los
servicios territoriales en ellas integrados se crean, modifican o suprimen por Orden del
Ministro de Administraciones Públicas.
3. En las Órdenes de creación, modificación o supresión se expresará el carácter general o
auxiliar de la correspondiente oficina de registro.
4. La creación, modificación o supresión de oficinas de registro de los Organismos públicos
se efectuarán de conformidad con lo que dispongan sus normas reguladoras.
Artículo 12. Oficinas de registro generales y auxiliares.
277
-278-
1. Tienen la consideración de oficina de registro general aquellas que ejercen funciones de
recepción y remisión de solicitudes, escritos y comunicaciones para uno o varios órganos
administrativos. Todo órgano administrativo tendrá asignada una única oficina de registro
general, sin perjuicio de que ésta tenga tal carácter para varios órganos administrativos.
2. Tienen la consideración de oficinas de registro auxiliares aquellas que, ejerciendo
idénticas funciones y para los mismos órganos administrativos que la oficina de registro
general, se encuentran situadas en dependencias diferentes de aquélla. De cada oficina de
registro general podrán depender varias oficinas de registro auxiliares.
3. Las oficinas de registro auxiliares remitirán copia de la totalidad de los asientos que
practiquen a la correspondiente oficina de registro general, siendo esta última la que ejerce
las funciones de constancia y certificación en los supuestos de litigios, discrepancias o
dudas acerca de la recepción o remisión de solicitudes, escritos y comunicaciones.
4. La instalación en soporte informático de las oficinas de registro garantizará la plena
interconexión e integración de las de carácter general y las respectivas oficinas de carácter
auxiliar; estableciendo una única numeración correlativa de los asientos en función del orden
temporal de recepción o salida. En el caso de que la numeración de los registros auxiliares y
del registro general no sea única, la generada por aquéllos llevará incorporado el código de
la oficina de registro auxiliar.
En todo caso los asientos incluirán la fecha, expresada con ocho dígitos para el día mes y
año; y la hora, expresada con seis dígitos para la hora, minutos y segundos, además de los
restantes datos especificados en el artículo 38.3 de la Ley 30/1992, de Régimen Jurídico de
las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.
Artículo 13. Funciones de las oficinas de registro.
Las oficinas de registro, tanto de carácter general como de carácter auxiliar, desarrollan las
siguientes funciones:
a) La recepción de solicitudes, escritos y comunicaciones dirigidos a cualquier órgano o
entidad de cualquier Administración pública; de conformidad con lo dispuesto en los artículos
2 y 3 de este Real Decreto.
b) La expedición de recibos de la presentación de solicitudes, escritos y comunicaciones; de
acuerdo con lo dispuesto en el artículo 6 de este Real Decreto.
c) La anotación de asientos de entrada o salida de las solicitudes, escritos y
comunicaciones; de acuerdo con lo dispuesto en los apartados2y3delartículo 38 de la Ley
30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común.
d) La remisión de solicitudes, escritos y comunicaciones a las personas, órganos o unidades
destinatarias; de acuerdo con lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 38 de la Ley
30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común.
278
-279-
e) La expedición de copias selladas de los documentos originales que los ciudadanos deban
aportar junto con una solicitud, escrito o comunicación así como el registro de dicha
expedición; todo ello de conformidad con lo dispuesto en el artículo 7 de este Real Decreto.
f) La realización de cotejos y la expedición de copias compulsadas de documentos originales
aportados por los interesados; según lo establecido en el artículo 8 de este Real Decreto.
g) Cualesquiera otras que se les atribuyan legal o reglamentariamente.
Disposición adicional primera. Días y horarios de apertura, relación y codificación de las
oficinas de registro.
1. El régimen de días y horarios de apertura de las oficinas de registro de la Administración
General del Estado y de sus Organismos públicos se establecerá por el Ministerio de
Administraciones Públicas mediante resolución de la Secretaría de Estado para la
Administración Pública que regulará, previa audiencia de los Departamentos ministeriales
afectados, las especialidades precisas en relación con los Organismos públicos de ellos
dependientes. No obstante lo anterior, los Subsecretarios de los Departamentos
ministeriales y los Presidentes o Directores de los Organismos públicos podrán establecer
un régimen de atención horaria superior al previsto en la mencionada resolución.
2. El Ministerio de Administraciones Públicas mantendrá permanentemente actualizada y
publicará anualmente, mediante Resolución de la Secretaría de Estado para la
Administración Pública, la relación de las oficinas de registro de la Administración General
del Estado y de sus Organismos públicos, en la que figurarán sus sistemas de acceso y
comunicación y los horarios de funcionamiento.
Las oficinas de registro incluidas en la relación se identificarán mediante un código,
asignado de conformidad con el sistema de codificación unificada que se establezca
mediante Resolución de la Secretaría de Estado para la Administración Pública, al objeto de
posibilitar la transmisión telemática de los asientos registrales y de sus documentos
asociados entre dichas oficinas.
3. Los Departamentos y Organismos comunicarán al Ministerio de Administraciones Públicas
los datos correspondientes a sus oficinas de registro y las variaciones que se produzcan en
las mismas.
Disposición adicional segunda. Oficinas de registro en entidades de derecho público.
Las entidades públicas empresariales y el resto de entidades de derecho público que no
tengan la consideración de Organismo autónomo dispondrán de oficinas de registro cuando,
de acuerdo con su norma de creación, tengan atribuido el ejercicio de potestades
administrativas que requieran la existencia de dichos órganos. En este supuesto, las
Oficinas de registro se regirán por lo dispuesto en el presente Real Decreto.
Disposición adicional tercera. Procedimientos tributarios y procedimientos instados ante
misiones diplomáticas y oficinas consulares.
1. De acuerdo con lo establecido en la disposición adicional quinta de la Ley 30/1992, de
Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo
279
-280Común, los procedimientos tributarios y la aplicación de los tributos se regirán por su
normativa específica y, supletoriamente, por la Ley 30/1992 y el presente Real Decreto.
2. De conformidad con lo establecido en la disposición adicional undécima de la Ley
30/1992, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común, los procedimientos instados ante las Misiones diplomáticas y las
Oficinas Consulares por ciudadanos extranjeros no comunitarios se regirán por su normativa
específica y supletoriamente por el presente Real Decreto.
Disposición transitoria única. Unidades con funciones de registro existente.
Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 11 y 12 del presente Real Decreto, las unidades
que desarrollan funciones de registro a la entrada en vigor del mismo y no hubieran sido
creadas de acuerdo con lo establecido en los artículos antes citados tendrán la
consideración de oficinas de registro, rigiéndose por lo dispuesto en este Real Decreto. En el
plazo de seis meses contados desde la entrada en vigor del presente Real Decreto, los
Ministerios y Organismos adoptarán las disposiciones precisas para regularizar la situación
de dichas unidades.
Disposición derogatoria única. Derogación normativa.
Quedan derogadas todas las normas de igual o inferior rango en lo que contradigan o se
opongan a lo dispuesto en el presente Real Decreto.
Disposición final única. Desarrollo y entrada en vigor.
1. Se autoriza al Ministro de Administraciones Públicas para dictar cuantas disposiciones
sean precisas para el desarrollo del presente Real Decreto. Los Subsecretarios de los
distintos Departamentos podrán dictar, en el ámbito de sus respectivas competencias y con
sujeción a lo establecido en este Real Decreto y en sus disposiciones de desarrollo, las
instrucciones precisas para su aplicación.
2. El presente Real Decreto entrará en vigor dos meses después de su publicación en el
«Boletín Oficial del Estado».
Dado en Madrid a 7 de mayo de 1999.
JUAN CARLOS R.
El Ministro de Administraciones Públicas,
ÁNGEL ACEBES PANIAGUA
280
-281-
LAS TASAS JUDICIALES
1.-Ley 53/2002, de 30 de diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social.
(BOE 31 DICIEMBRE 2002)
2.- Orden HAC/661/2003, de 24 de marzo, por la que se aprueba el modelo de autoliquidación de
la tasa por el ejercicio de la potestad jurisdiccional en los órdenes civil y contenciosoadministrativo y se determinan el lugar, la forma y los plazos para su presentación. ( BOE 26
MARZO 2003)
3.- Aspectos prácticos sobre la tasa judicial: criterios de la junta de secretarios judiciales de los
Juzgados de primera instancia de Valencia.
________________________________________________________________________
1.-Ley 53/2002, de 30 de diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social.
Artículo 35. Tasa por el ejercicio de la potestad jurisdiccional en los órdenes civil y
contencioso-administrativo.
Uno. Hecho imponible y ámbito de aplicación.
1. Constituye el hecho imponible de la tasa el ejercicio de la potestad jurisdiccional, a instancia de parte, en los órdenes jurisdiccionales civil y contencioso-administrativo,
mediante la realización de los siguientes actos procesales:
a. La interposición de la demanda en toda clase de procesos declarativos y de
ejecución en el orden jurisdiccional civil, así como la formulación de reconvención.
b. La interposición de recursos de apelación, extraordinario por infracción procesal y de casación en el orden civil.
c.
La interposición de recurso contencioso-administrativo.
d. La interposición de recursos de apelación y casación en el ámbito de la jurisdicción contencioso-administrativa.
2. La tasa regulada en esta Ley tiene carácter estatal y será exigible por igual en
todo el territorio nacional, sin perjuicio de las tasas y demás tributos que puedan exigir las
Comunidades Autónomas en ejercicio de sus respectivas competencias financieras.
Dos. Sujetos pasivos.
Son sujetos pasivos de la tasa quienes promuevan el ejercicio de la potestad jurisdiccional y realicen el hecho imponible de la misma.
Tres. Exenciones.
1. Exenciones objetivas.
Están exentos de esta tasa:
a. La interposición de demanda y la presentación de posteriores recursos en materia de sucesiones, familia y estado civil de las personas.
b. La interposición de recursos contencioso-administrativos y la presentación de
ulteriores recursos en materia de personal, protección de los derechos fundamentales de la
281
-282persona y actuación de la Administración electoral, así como la impugnación de disposiciones de
carácter general.
2. Exenciones subjetivas.
Están en todo caso exentos de esta tasa:
a. Las entidades sin fines lucrativos que hayan optado por el régimen fiscal especial de la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal especial de las entidades sin fines
lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo.
b.
Las entidades total o parcialmente exentas en el Impuesto sobre Sociedades.
c.
Las personas físicas.
d. Los sujetos pasivos que tengan la consideración de entidades de reducida dimensión de acuerdo con lo previsto en la normativa reguladora del Impuesto sobre Sociedades.
Cuatro. Devengo de la tasa.
1. El devengo de la tasa se produce, en el orden jurisdiccional civil, en los siguientes momentos procesales:
a.
Interposición del escrito de demanda.
b.
Formulación del escrito de reconvención.
c.
Interposición del recurso de apelación.
d.
Interposición del recurso extraordinario por infracción procesal.
e.
Interposición del recurso de casación.
2. En el orden contencioso-administrativo el devengo de la tasa se produce en los
siguientes momentos procesales:
a. La interposición del recurso contencioso-administrativo, acompañada o no de
la formulación de demanda,
b.
La interposición del recurso de apelación.
c.
La interposición del recurso de casación.
Cinco. Base imponible.
1. La base imponible coincide con la cuantía del procedimiento judicial, determinada con arreglo a las normas procesales.
2. Los procedimientos de cuantía indeterminada o aquellos en los que resulte imposible su determinación de acuerdo con las normas de la Ley de Enjuiciamiento Civil, se
valorarán en dieciocho mil euros (18.000 €) a los solos efectos de establecer la base imponible de
esta tasa.
3. En los supuestos de acumulación de acciones o en los casos en que se reclamen
distintas pretensiones en una misma demanda, reconvención o interposición de recurso, la base
imponible de la tasa estará integrada por la suma de las cuantías correspondientes a las
pretensiones ejercitadas o a las distintas acciones acumuladas. En el caso de que alguna de las
pretensiones o acciones acumuladas no fuera susceptible de valoración económica, se aplicará a
ésta la regla señalada en el apartado anterior.
Seis. Determinación de la cuota tributaria.
1. Será exigible la cantidad fija que, en función de cada clase de proceso, se determina en la siguiente tabla:
282
-283En el orden Jurisdiccional Civil.
VERBAL
90 €
ORDINARIO
MONITORIO EJECUCIÓN
CONCURSAL
APELACIÓN
CAMBIARIO EXTRAJUDICIAL
INFRACC.
PROCESAL
150 €
90 €
150 €
150 €
300 €
CASACIÓN Y DE
600 €
En el orden Jurisdiccional Contencioso-Administrativo.
ABREVIADO ORDINARIO APELACION CASACION
120 €
210 €
300 €
600 €
2. Además, se satisfará la cantidad que resulte de aplicar a la base imponible determinada con arreglo a lo dispuesto en el apartado anterior el tipo de gravamen que
corresponda, según la siguiente escala:
DE
A
TIPO
0
1.000.000 €
0,5%
RESTO
0,25%
MÁXIMO
6.000 €
Siete. Autoliquidación y pago.
1. Los sujetos pasivos autoliquidarán esta tasa conforme al modelo oficial establecido por el Ministerio de Hacienda y procederán a su ingreso en el Tesoro Público con arreglo a
lo dispuesto en la legislación tributaria general y en las normas reglamentarias de desarrollo de
este artículo.
2. El justificante del pago de la tasa con arreglo al modelo oficial, debidamente
validado, acompañará a todo escrito procesal mediante el que se realice el hecho imponible de
este tributo, sin el cual el Secretario Judicial no dará curso al mismo, salvo que la omisión fuere
subsanada en un plazo de diez días.
Ocho. Gestión de la tasa.
La gestión de la tasa regulada en este artículo corresponde al Ministerio de Hacienda.
Nueve. Bonificaciones derivadas de la utilización de medios telemáticos.
La tasa judicial regulada en este artículo podrá ser objeto de bonificaciones en la
cuota por la utilización de medios telemáticos en la presentación de los escritos procesales que
constituyen el hecho imponible de la tasa y en el resto de las comunicaciones con los Juzgados y
Tribunales en los términos que establezca la ley que regula las mismas.
Diez. El Gobierno, a propuesta conjunta de los Ministerios de Hacienda y Justicia,
dictará las disposiciones reglamentarias complementarias que sean necesarias para la aplicación
de esta tasa.
Once. La tasa judicial entrará en vigor el l de abril de 2003.
========================================================================
283
-2842.- Orden HAC/661/2003, de 24 de marzo, por la que se aprueba el modelo de autoliquidación
de la tasa por el ejercicio de la potestad jurisdiccional en los órdenes civil y
contencioso-administrativo y se determinan el lugar, la forma y los plazos para su
presentación. ( BOE 26 MARZO 2003 )
El artículo 35 de la Ley 53/2002, de 30 de diciembre, de Medidas Fiscales,
Administrativas y del Orden Social, introduce en nuestro ordenamiento jurídico una
nueva tasa, que tiene por objeto gravar la utilización, por parte de determinadas
entidades, del ejercicio de la potestad jurisdiccional en los órdenes jurisdiccionales
civil y contencioso-administrativo.
El ámbito espacial de la tasa se extiende a todo el territorio español, ya
que tiene carácter estatal, y todo ello sin perjuicio de la exacción de otras tasas u
otros tributos que puedan exigir las Comunidades Autónomas en el ejercicio de sus
respectivas competencias financieras.
El hecho imponible de la citada tasa está constituido por el ejercicio de la
potestad jurisdiccional, a instancia de los sujetos pasivos, mediante la realización de
los siguientes actos procesales:

En lo civil, la interposición de demanda en toda clase de procesos
declarativos y de ejecución de títulos extrajudiciales, así como la formulación de
reconvención, la interposición de recurso de apelación, extraordinario por infracción
procesal, y de casación.

En lo contencioso-administrativo está sujeta la interposición de
recursos contencioso-administrativos, recursos de apelación, y de casación.
En ambos órdenes, el texto legal establece determinados supuestos de
exención, tanto de naturaleza subjetiva como objetiva.
En cuanto a los sujetos pasivos, éstos son a título de contribuyentes, los
que promuevan el ejercicio de la potestad jurisdiccional en los órdenes citados,
quedando exentas las personas físicas, las entidades sin ánimo de lucro sometidas al
régimen fiscal especial previsto en la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de Régimen
Fiscal de las Entidades Sin Fines Lucrativos y de los Incentivos Fiscales al
Mecenazgo, las entidades parcial o totalmente exentas del Impuesto sobre
Sociedades, y las entidades de reducida dimensión, tal como las define la Ley
43/1995, de 27 de diciembre, del Impuesto sobre Sociedades.
La cuota tributaria está compuesta por una cantidad fija, en función de la
clase de proceso de que se trate, y otra variable, resultado de aplicar la escala
prevista en la Ley a una base imponible monetaria derivada de la cuantía del proceso
judicial objeto de gravamen.
El tributo se exigirá por el procedimiento de autoliquidación, la cual se
verificará a través del modelo oficial aprobado por la presente Orden, modelo que
habrá de acompañar a los diferentes documentos procesales, en los términos
previstos en el número 2 del apartado 7 del artículo regulador de esta tasa.
284
-285La gestión del tributo requiere la colaboración de los órganos judiciales.
En efecto, éstos son una pieza clave en el esquema de exacción y comprobación de
esta nueva tasa. Existen diferentes preceptos, todos ellos contenidos en la Ley
General Tributaria, que fundamentan este deber jurídico. Así, el artículo 111.1 de dicha
Ley establece la obligación, para todas las personas y entidades, públicas o privadas,
de proporcionar a la Administración Tributaria, toda clase de datos e informaciones
que sean de trascendencia tributaria.
Igualmente, el artículo 112.1 dispone que todas las autoridades, de cualquier naturaleza, y quienes en general ejerzan funciones públicas, están obligados a
facilitar a la Administración Tributaria cuantos datos o antecedentes recabe ésta,
mediante requerimientos concretos o por disposiciones de carácter general,
prestando a la misma cuanto apoyo, concurso, auxilio y protección sean precisos.
Tales autoridades participarán en la exacción y gestión de los tributos mediante las
advertencias, repercusiones y retenciones, documentales o pecuniarias, de acuerdo
con lo dispuesto en el ordenamiento jurídico.
Además, esta obligación se halla concretada en el apartado tercero de
dicho artículo, a cuyo tenor los juzgados y tribunales deberán facilitar a la
Administración Tributaria, de oficio o a requerimiento de la misma, cuantos datos con
trascendencia tributaria se desprendan de las actuaciones judiciales de que
conozcan, respetando, en todo caso, el secreto de las diligencias sumariales.
Por todo ello, en uso de la habilitación contenida en el artículo 35 de la
Ley 53/2002, de Medidas Fiscales, Administrativas y de Orden Social, y con el informe
favorable del Ministerio de Justicia, dispongo:
Primero. Aprobación del modelo 696, de autoliquidación de la tasa por el
ejercicio de la potestad jurisdiccional en los órdenes civil y contenciosoadministrativo.
Uno. Se aprueba el modelo 696 Autoliquidación de la tasa por el ejercicio
de la potestad jurisdiccional en los órdenes civil y contencioso-administrativo. Dicho
modelo figura como anexo I a la presente Orden, y consta de cuatro ejemplares:
Ejemplar para la Administración Tributaria, Ejemplar para la Administración de
Justicia, Ejemplar para la entidad colaboradora, y Ejemplar para el interesado.
Dos. Estarán obligados a presentar este modelo los sujetos pasivos del
tributo. No obstante, no existirá obligación de presentación en los siguientes
supuestos, todos ellos exentos del pago de la tasa:
a.
Cuando el hecho imponible sea realizado por personas físicas.
b.
Cuando se trate de la interposición de la demanda, o de la presentación de posteriores recursos, en materia de sucesiones, familia o estado civil de las
personas.
c.
Cuando se trate de la interposición de un recurso contenciosoadministrativo, o de ulteriores recursos dentro de este mismo orden jurisdiccional, en
materia de personal, de protección de los derechos fundamentales de la persona, de
actuaciones de la Administración Electoral, así como de la impugnación de
disposiciones de carácter general.
285
-286Tres. Cuando se trate de entidades constituidas en el mismo ejercicio en
el que se devengue la tasa a que se refiere la presente Orden, será el propio sujeto
pasivo el que, en función del volumen previsible de su cifra de negocios para tal
ejercicio, determine la concurrencia o no de las circunstancias que den lugar a la
exención correspondiente a las empresas de reducida dimensión.
Las entidades no residentes, constituidas en alguno de los Estados
Miembros de la Unión Europea, podrán acogerse a la exención correspondiente a las
entidades de reducida dimensión si cumplen los requisitos establecidos al efecto para
las entidades sujetas al Impuesto sobre Sociedades en España.
Segundo. Lugar y plazo de presentación e ingreso de las declaracionesliquidaciones de la tasa por el ejercicio de la potestad jurisdiccional en los órdenes
civil y contencioso-administrativo.
Uno. Los sujetos pasivos de la Tasa por el ejercicio de la potestad jurisdiccional en los órdenes civil y contencioso-administrativo deberán presentar el
modelo 696 y, en su caso, autoliquidar la deuda tributaria, con carácter previo a la
presentación del acto procesal de parte correspondiente.
Dos. Cuando de la declaración-liquidación resulte una cantidad a ingresar, la presentación de la misma y la realización del correspondiente ingreso habrán
de efectuarse en cualquier Entidad Colaboradora (Bancos, Cajas de Ahorro o
Cooperativas de Crédito) sita en territorio español, o en la Entidad de depósito que
presta el servicio de caja en cualquier Delegación o Administración de la Agencia
Estatal de Administración Tributaria.
Tres. Cuando de dicha declaración-liquidación no resulte una cantidad a
ingresar, por estar exento del pago del tributo, el sujeto pasivo presentará
directamente los ejemplares para la Administración Tributaria y para la
Administración de Justicia de tal declaración-liquidación ante el órgano judicial
correspondiente junto al escrito procesal mediante el cual se realice el hecho
imponible, sin perjuicio de la posibilidad de su presentación por vía telemática,
conforme a lo dispuesto en la presente Orden.
Tercero. Utilización de las etiquetas identificativas.
Los sujetos pasivos de esta tasa que deban suscribir la respectiva declaración-liquidación, deberán adherir las etiquetas identificativas en los espacios
reservados al efecto en el modelo aprobado por la presente Orden. Cuando no se
disponga de etiquetas identificativas, deberá consignarse el Número de Identificación
Fiscal (NIF) en el espacio reservado al efecto, acompañando al Ejemplar para la
Administración Tributaria, fotocopia del documento acreditativo de dicho número. En
este caso, el ingreso habrá de efectuarse necesariamente en la entidad de depósito
que presta el servicio de caja en cualquier Delegación o Administración de la Agencia
Estatal de Administración Tributaria.
Cuarto. Presentación telemática del modelo 696. Ámbito de aplicación y
condiciones generales.
Uno. Los sujetos pasivos de la tasa podrán efectuar la presentación del
modelo 696 aprobado por esta Orden por vía telemática.
286
-287Dos. Las personas o entidades autorizadas a presentar por vía telemática
declaraciones en representación de terceras personas, de acuerdo con lo dispuesto
en el apartado séptimo y en las disposiciones adicionales segunda y tercera de la
Orden de 21 de diciembre de 2000, por la que se establecen las condiciones generales
y el procedimiento para la presentación telemática por Internet de las declaraciones
correspondientes a los modelos 117, 123, 124, 126, 128, 216, 131, 310, 311, 193, 198,
296 y 345 (Boletín Oficial del Estado del 28, corrección de errores de 5 de enero de
2001) podrán hacer uso de dicha facultad respecto del modelo 696 aprobado por la
presente Orden.
Tres. La presentación telemática del modelo 696 estará sujeta a las siguientes condiciones:
1.
El declarante deberá disponer de Número de Identificación Fiscal (NIF).
2.
El declarante deberá tener instalado en el navegador un certificado de
usuario X.509.V3 expedido por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de
la Moneda de acuerdo con el procedimiento establecido en los anexos III y VI de la
Orden de 24 de abril de 2000 (Boletín Oficial del Estado del 29), por la que se
establecen las condiciones generales y el procedimiento para la presentación
telemática de declaraciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas,
salvo que la presentación telemática vaya a ser realizada por una persona o entidad
autorizada para presentar declaraciones en representación de terceras personas, en
cuyo caso será la persona o entidad autorizada quien deberá tener instalado en el
navegador su certificado de usuario X.509.V3 expedido por la Fábrica Nacional de
Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda.
3.
Para realizar la presentación telemática del modelo 696 el declarante
deberá cumplimentar y transmitir los datos fiscales del formulario que aparecerá en la
pantalla del ordenador, que estarán ajustados al contenido del modelo 696 aprobado
por esta Orden.
4.
El declarante que opte por esta modalidad de presentación, deberá tener
en cuenta las normas técnicas que se requieren para efectuar la citada presentación y
que se encuentran recogidas en el anexo II de la Orden de 24 de abril de 2000 por la
que se establecen las condiciones generales y el procedimiento para la presentación
telemática de declaraciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Cuatro. Cuando se trate de declaraciones-liquidaciones con resultado a
ingresar, la transmisión telemática del citado modelo deberá realizarse en la misma
fecha en que tenga lugar el ingreso resultante del mismo. No obstante lo anterior, en
el caso de que existan dificultades técnicas que impidan efectuar la transmisión
telemática de la declaración en la misma fecha del ingreso, podrá realizarse dicha
transmisión telemática hasta el segundo día hábil siguiente al del ingreso.
Cinco. En aquellos casos en que se detecten anomalías de tipo formal en
la transmisión telemática de la declaración, dicha circunstancia se pondrá en
conocimiento del declarante por el propio sistema, mediante los correspondientes
mensajes de error, para que proceda a su subsanación.
287
-288Quinto. Procedimiento para la presentación telemática del modelo 696,
Autoliquidación de la tasa por el ejercicio de la potestad jurisdiccional en los órdenes
civil y contencioso administrativo.
Uno. El procedimiento a seguir para la presentación telemática del modelo 696, si el resultado de la declaración-liquidación es a ingresar, será el siguiente:
1.
El declarante se pondrá en comunicación con la entidad colaboradora por vía telemática o acudiendo a sus oficinas, o bien personándose en la entidad
de depósito que preste el servicio de caja en cualquier Delegación o Administración
de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, para efectuar el ingreso
correspondiente y facilitar los siguientes datos:
o
N.I.F. del obligado a efectuar el pago (nueve caracteres).
o
Ejercicio fiscal (dos últimos dígitos).
o
Período al que corresponde: dos caracteres 0A (cero A).
o
Modelo a presentar:
696. Autoliquidación de la tasa por el ejercicio de la potestad jurisdiccional en los órdenes civil y contencioso administrativo.
o
Tipo de autoliquidación = I Ingreso.
o
Importe a ingresar (deberá ser mayor que cero).
La entidad colaboradora o la entidad prestadora del servicio de caja, una
vez contabilizado el importe, asignará un Número de Referencia Completo (NRC) que
generará informáticamente mediante un sistema criptográfico que relacione de forma
unívoca el NRC con el importe a ingresar.
Al mismo tiempo, remitirá o entregará, según la forma de transmisión de
los datos, un recibo que contendrá como mínimo, los datos señalados en el anexo II
de esta Orden.
2.
El declarante, una vez realizada la operación anterior, se pondrá en
comunicación con la Agencia Estatal de Administración Tributaria a través de Internet
o de cualquier otra vía equivalente que permita la conexión, en la dirección:
https://aeat.es. Una vez seleccionado el código a transmitir, modelo 696, introducirá el
NRC suministrado por la entidad colaboradora.
3.
A continuación, procederá a transmitir el modelo 696 correspondiente con la firma electrónica, generada al seleccionar el certificado de usuario
X.509.V3 expedido por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la
Moneda y previamente instalado en el navegador a tal efecto.
Si el presentador es una persona o entidad autorizada para presentar declaraciones en representación de terceras personas, se requerirá una única firma, la
correspondiente a su certificado.
288
-2894.
Si la declaración es aceptada la Agencia Estatal de Administración
Tributaria le devolverá en pantalla el modelo 696, validado con un código electrónico
de dieciséis caracteres, además de la fecha y hora de presentación.
En el supuesto de que la presentación fuese rechazada se mostrará en
pantalla la descripción de los errores detectados. En este caso, se deberá proceder a
subsanar los mismos en el formulario de entrada, o repitiendo la presentación si el
error fuese originado por otro motivo.
El presentador deberá imprimir y conservar el modelo 696 aceptado, debidamente validado con el correspondiente código electrónico.
Dos. Si el resultado de la declaración es negativo, el procedimiento para
la presentación telemática será el siguiente:
1.
El declarante se pondrá en comunicación con la Agencia Estatal de
Administración Tributaria a través de Internet o de cualquier otra vía equivalente que
permita la conexión, en la dirección: https://aeat.es.
2.
A continuación, procederá a transmitir el modelo 696 correspondiente con la firma electrónica, generada al seleccionar el certificado de usuario
X.509.V3 expedido por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la
Moneda y previamente instalado en el navegador a tal efecto.
Si el presentador es una persona o entidad autorizada para presentar declaraciones en representación de terceras personas, se requerirá una única firma, la
correspondiente a su certificado.
3.
Si la declaración es aceptada la Agencia Estatal de Administración
Tributaria le devolverá en pantalla el modelo 696, validado con un código electrónico
de dieciséis caracteres, además de la fecha y hora de presentación.
En el supuesto de que la presentación fuese rechazada se mostrará en
pantalla la descripción de los errores detectados. En este caso, se deberá proceder a
subsanar los mismos en el formulario de entrada, o repitiendo la presentación si el
error fuese originado por otro motivo.
El presentador deberá imprimir y conservar el modelo 696 aceptado, debidamente validado con el correspondiente código electrónico.
Sexto. Tramitación en la oficina judicial.
Uno. El Ejemplar para la Administración Tributaria y el Ejemplar para la
Administración de Justicia del modelo 696, debidamente validados cuando el
resultado sea a ingresar, se adjuntarán a todo escrito procesal mediante el que se
realice el hecho imponible de esta tasa. Igualmente se acompañarán dichos
ejemplares cuando se trate de personas o entidades exentas del pago de esta tasa,
salvo en los supuestos contemplados en el apartado Primero Dos de esta Orden.
Dos. El Secretario Judicial comprobará la incorporación del modelo de
autoliquidación a la demanda o escrito procesal y cumplimentará en el Ejemplar para
la Administración Tributaria y en el Ejemplar para la Administración de Justicia los
datos relativos a la identificación del órgano judicial, que coincidirá con el número de
cuenta asignado en el sistema general de consignaciones y depósitos judiciales, el
289
-290número del expediente, el tipo del proceso, la cuantía de la pretensión y la fecha de
interposición.
Tres. Si el sujeto pasivo no adjuntase el modelo de autoliquidación a la
demanda o escrito procesal, el Secretario Judicial extenderá la oportuna diligencia,
requiriendo por diez días al interesado para que subsane la omisión, apercibiéndole
de no dar curso a la demanda o escrito procesal, conforme a lo dispuesto en el
apartado 7.2 del artículo 35 de la Ley 53/2002.
Cuatro. Si dentro del plazo señalado en el apartado anterior fuese subsanada la omisión, el Secretario Judicial procederá conforme a lo dispuesto en el
número dos de este apartado. Si el sujeto pasivo no subsanare la omisión dentro del
plazo legalmente establecido, el Secretario Judicial comunicará esta circunstancia en
el plazo de cinco días a la Delegación de la Agencia Estatal de Administración
Tributaria en cuya demarcación radique la sede del órgano judicial.
Cinco. Durante los veinte primeros días naturales de los meses de abril,
julio, octubre y enero, el Secretario Judicial habrá de remitir a la Delegación de la
Agencia Estatal de Administración Tributaria en cuya demarcación radique la sede del
órgano judicial el Ejemplar para la Administración Tributaria de cada una de las
autoliquidaciones presentadas por los sujetos pasivos dentro del trimestre natural
inmediato anterior.
Seis. En el supuesto de presentación telemática, el sujeto pasivo deberá
acompañar por duplicado el modelo aceptado y debidamente validado con su
correspondiente código electrónico que habrá impreso al realizar la presentación. En
este caso, el Secretario Judicial ante quien se verifique el trámite que origina el hecho
imponible, deberá cumplimentar los datos a que hace referencia el número dos de
este apartado en una de las copias del modelo y remitirla a la Delegación
correspondiente de la Agencia Estatal de Administración Tributaria de acuerdo con
los periodos y plazos a que hace mención el número cinco de este mismo apartado.
En este supuesto de presentación telemática, el Secretario Judicial podrá
remitir telemáticamente y de forma inmediata los datos a que hace referencia el
número dos de este apartado, a través de la aplicación habilitada al efecto en la
página de Internet www.agenciatributaria.es.
Séptimo. Devengo de la tasa en el orden contencioso-administrativo.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 35, apartado cuarto, número dos, letra a de la Ley 53/2002, el devengo de la tasa para los procedimientos
regulados en la Ley 29/1998, de 13 de julio, Reguladora de la Jurisdicción
Contencioso-Administrativa, se producirá en el momento de la interposición del
recurso contencioso-administrativo, acompañado o no de la demanda. En aquellos
casos en que no sea posible fijar la cuantía del procedimiento en el momento de la
interposición del recurso, el sujeto pasivo acompañará el modelo de autoliquidación
de la tasa a la presentación de la demanda.
Octavo. Devengo de la tasa en el procedimiento monitorio.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 35 de la Ley 53/2002, el
devengo de la tasa en el procedimiento monitorio tendrá lugar en el momento de la
290
-291presentación, por parte del sujeto pasivo, de la demanda de juicio ordinario, una vez
que el demandado hubiere formulado oposición al requerimiento de pago.
Noveno. Modificación de la cuantía.
Uno. Si en el transcurso de la tramitación del procedimiento, el órgano
judicial fijara una cuantía superior a la que inicialmente hubiere determinado el sujeto
obligado al pago de la tasa, éste deberá presentar una declaración-liquidación
complementaria en el plazo de un mes, a contar desde el día siguiente al de
comunicación a las partes de la resolución judicial que determine la cuantía. Lo
mismo ocurrirá en el caso en que no se hubiere determinado inicialmente por el sujeto
pasivo la cuantía del procedimiento.
Si, por el contrario, la cuantía fijada por el órgano judicial fuera inferior a
la inicialmente determinada por el sujeto pasivo, éste podrá solicitar que se rectifique
la declaración-liquidación por él presentada, y, si procediese, que se devuelva la parte
de la cuota tributaria ingresada en exceso, de acuerdo con lo que dispone el Real
Decreto 1163/1990, de 21 de septiembre, por el que se regula el Procedimiento para la
Realización de Devoluciones de Ingresos Indebidos de Naturaleza Tributaria.
Dos. El Secretario Judicial, en el plazo de 5 días, comunicará por escrito
la modificación de la cuantía a la Delegación de la Agencia Tributaria en cuya
demarcación radique la sede del órgano judicial, a los efectos oportunos.
DISPOSICIÓN ADICIONAL ÚNICA.
Se modifica la Orden de 15 de junio de 1995, por la que se desarrolla parcialmente el Reglamento General de Recaudación, en la redacción dada al mismo por
el Real Decreto 448/1995, de 24 de marzo, en relación con las Entidades de depósito
que prestan el servicio de colaboración en la gestión recaudatoria.
En el Anexo I, Código 021 autoliquidaciones, se incluye el siguiente modelo:

Código de modelo: 696

Denominación: Autoliquidación de la tasa por el ejercicio de la potestad jurisdiccional en los órdenes civil y contencioso-administrativo.
DISPOSICIÓN TRANSITORIA ÚNICA.
Los escritos que den lugar a la realización del hecho imponible, presentados con anterioridad a la entrada en vigor de la tasa por el ejercicio de la potestad
jurisdiccional en los órdenes civil y contencioso-administrativo, y pendientes de su
admisión a trámite a la citada fecha, no devengarán esta tasa.
DISPOSICIÓN FINAL ÚNICA.
La presente Orden entrará en vigor el 1 de abril de 2003. Madrid, a 24 de
marzo de 2003. Montoro Romero.
Ilmo. Sr. Director general de la Agencia Estatal de Administración Tributaria e
Ilmo. Sr. Director general de Tributos
============================================================
291
-292Aspectos prácticos sobre la tasa judicial: criterios de la junta de secretarios judiciales
de los juzgados de primera instancia de Valencia
Junta de Secretarios de Primera Instancia de Valencia - Julio 2003- (Unión
Progresista de Secretarios Judiciales)
Hemos de agradecer al Coordinador de la Junta de Secretarios de los
Juzgados de Primera Instancia de Valencia, D. Alberto Martínez de Santos, la tarea de
preparación de este material, así como haberlo facilitado, para público conocimiento.
I. Introducción
Dejando al margen la necesidad y justificación de la llamada “Tasa judicial” a pocos escapa que desde su entrada en vigor el pasado 1 de abril de 2.003, se
han venido planteando ciertas dificultades interpretativas, cuya solución ha motivado
heterogéneos criterios de actuación en los Juzgados de Primera Instancia de
Valencia. Con el único fin de remediar en la medida de lo posible esa situación la
Junta de Secretarios Judiciales del pasado 19 de junio de 2.003 examinó varias
cuestiones en la materia, aprobándose determinados acuerdos por unanimidad y
otros por mayoría.
En el presente trabajo se recogen los citados acuerdos, los razonamientos que los justifican y las aclaraciones o modificaciones que se han interesado
respecto al contenido del acta de la Junta, reiterando nuevamente la conveniencia de
su observancia en los órganos civiles de primera instancia.
Por último, resulta oportuno aclarar dos extremos de alguna relevancia.
En primer lugar, es inabordable la casuística que suscita la exigencia de la tasa y día a
día se están formulando interrogantes a los que probablemente no se dará respuesta
en las páginas que siguen, de tal modo que el análisis realizado versa sobre las
cuestiones de mayor trascendencia, ya sea por su embrollada exégesis ya por la
frecuencia con la que se han presentado. En el mismo sentido cabe señalar que la
despreocupada redacción de la normativa aplicable facilita múltiples criterios, entre
otros, en los casos del juicio monitorio, del recurso de apelación y de la ejecución –
algunos ya plasmados en resoluciones judiciales- dedicándose a los mismos un
apartado final, no sin antes advertir que las opiniones en él contenidas no se
analizaron en la Junta y, no tienen otra finalidad que la de poner de manifiesto la
diversidad que afecta a la cuestión que nos ocupa.
En segundo lugar, se significa a los Colegios de Abogados y Procuradores, que los ya citados acuerdos no dejan de ser pautas interpretativas carentes de
valor jurídico y, menos aún, de fuerza vinculante, tratándose únicamente de dotar de
cierta armonía a la aplicación de unas normas poco rigurosas con el derecho procesal
y los principios del proceso civil.
Valencia a 22 de julio de 2003.
Alberto Martínez de Santo
292
-293-
II. Acta de la junta celebrada el día 19 de junio de 2003 por los
secretarios judiciales de los juzgados de primera instancia de
Valencia.
Asistentes
D. Jerónimo Toledano Iturbe. Secret. 1ª Instancia nº 3.
D. Ricardo Alonso Gurrea. Secret. 1ª Instancia nº 7.
Dª. Inmaculada Ripolles Martínez. Secret. 1ª Instancia nº 11.
Dª. Pilar Herranz Narro. Secret. 1ª Instancia nº 12.
Dª. Carmen Sebastián Sanz. Secret. 1ª Instancia nº 14.
Dª. Rosa Sánchez Galera. Secret. 1ª Instancia nº 15.
D. Jesús Olarte Madero. Secret. 1ª Instancia nº 18.
D. José Juan Tomas Porter. Secret. 1ª Instancia nº 19.
Dª. Reyes Meliá Llácer. Secret. 1ª Instancia nº 20.
Dª. María Alfonso Senas Rodríguez. Secret. 1ª Instancia nº 22.
D. Alberto Martínez de Santos. Secret. 1ª Instancia nº 23.
En VALENCIA a 19 de junio de 2003, siendo las 13.00 horas, comparecen los
Secretarios Judiciales arriba relacionados, convocados a través del Secretario
del Decanato, al objeto de tratar el asunto señalado en el orden del día con
arreglo a la convocatoria.
Abierta la sesión por el Coordinador D. Alberto Martínez de Santos se pasa a
tratar el asunto del día relativo a la unificación de criterios en la aplicación de la
tasa judicial:
A.- Unificación de criterios en la aplicación de la TASA JUDICIAL sobre el guión
de trabajo facilitado con la convocatoria.

Por unanimidad se aprueban las siguientes conclusiones:
1. Los Secretarios Judiciales están obligados a colaborar en la gestión de la
Tasa.
2. Deberá exigirse el modelo de autoliquidación 696 a todos aquellos sujetos
pasivos que no estén exentos (Apartado Primero 2 ORDEN HAC.661/2003). Ello
incluye al CONSORCIO DE COMPENSACIÓN DE SEGUROS, las COMUNIDADES
DE PROPIETARIOS, SOCIEDADES CIVILES, tengan o no personalidad jurídica,
HERENCIAS YACENTES, COMUNIDADES DE BIENES y demás ENTIDADES que
carentes de personalidad jurídica, constituyan una unidad económica o
patrimonio separado.
3. La ley no distingue modalidad procesal alguna de tal modo que cualquier
demanda de juicio ordinario o verbal presentada por el sujeto pasivo obligado al
pago origina el devengo de la tasa, quedando excluidos los actos de
jurisdicción voluntaria.
293
-2944. Las demandas de ejecución por título judicial no devengan el tributo.
5. La apelación que devenga la tasa es la que se interpone contra sentencia o
resolución definitiva en la instancia, sin que la devengue la preparación del
recurso (artículo 457 LEC). Vienen obligados a la presentación del modelo todas
las partes que lo interpongan.
6. La cuantía no se refiere en ningún caso a los importes presupuestados (vg.
intereses y costas), sino a aquella que se haya justificado mediante los cálculos
establecido en los artículos 251 y 252 LEC.
7. La diligencia de ordenación de requerimiento puede ser anulada con arreglo
a las normas procesales vía recurso de reposición.
8.
Si el requerido no subsana la omisión, se dictará una
segunda diligencia de ordenación acordando el archivo del procedimiento.

Por mayoría se llega a las siguientes conclusiones:
1. La cuantía de la Tasa en la presentación de la demanda y la interposición de
la apelación será la fijada por el sujeto pasivo en la demanda, no la del auto que
la admita.
2. En el recurso de apelación devenga el tributo la interposición, no la adhesión
o la impugnación.
3. En el proceso monitorio el devengo de la tasa se produce únicamente
cuando el sujeto pasivo presenta la demanda de juicio ordinario, quedando
excluido del devengo el despacho de ejecución por ausencia de oposición del
requerido.
4. En el proceso monitorio que se haya transformado en juicio verbal se
requerirá la Tasa si se interpone recurso de apelación.
B.- Se acuerda por unanimidad dar traslado a todos los Secretarios Judiciales
de los Juzgados de Primera Instancia de las conclusiones que se recogen en la
presente a fin de introducir las modificaciones o aclaraciones pertinentes.
C.-Los asistentes manifiestan la necesidad que la redacción definitiva y las
conclusiones que en ella se contengan, procure ser observada en todos los
Juzgados de Primera Instancia.
III. Acuerdos aprobados por unanimidad
1. Los Secretarios Judiciales están obligados a colaborar en la gestión de la
Tasa.
RAZONAMIENTO: La Tasa Judicial se regula en los artículos 35 y 36 de la LEY
53/2002 de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social de 30 de
diciembre (BOE 313, de 31 de diciembre de 2.001) y, en la ORDEN HAC 661/2003
de 24 de marzo (BOE 73 de 26 de marzo de 2.003),mientras que el concepto, el
hecho imponible y la gestión se recogen en los artículos 6, 13 y 22 de la LEY
8/1.989 de 13 de Abril de Tasas y Precios Públicos .
294
-295Respecto a la gestión la ORDEN HAC 661/2003 impone a los órganos judiciales
la obligación de colaborar en ella, definiendo dicha actividad como un deber
jurídico (artículo 111 y 112 Ley General Tributaria 230/1963 de 28 de noviembre)
y, en el mismo sentido puede citarse el artículo 460 del Proyecto de LO de
modificación de la LOPJ que impone a los Secretarios Judiciales el deber de
colaborar con la Administración Tributaria en la gestión de los tributos que les
sea encomendada en la normativa específica.
2. Deberá exigirse el modelo de autoliquidación 696 a todos aquellos sujetos
pasivos que no estén exentos.
RAZONAMIENTO: De la relación entre el artículo 35 Dos y el Apartado Primero
Dos de la ORDEN HAC 661/2003 cabe colegir que las exenciones objetivas y
subjetivas no liberan de la obligación de presentar el modelo de autoliquidación,
salvo que se trate de una persona física (apartado 1.2 a) o se trate de procesos
en materia de sucesiones, familia o estado civil de las personas (apartado 1.2 b).
Por dicha razón la obligación de presentar el modelo, aunque estén exentos del
pago, afecta al CONSORCIO DE COMPENSACIÓN DE SEGUROS, las
COMUNIDADES DE PROPIETARIOS, SOCIEDADES CIVILES, tengan o no
personalidad jurídica, HERENCIAS YACENTES, COMUNIDADES DE BIENES y
demás ENTIDADES que carentes de personalidad jurídica, constituyan una
unidad económica o patrimonio separado.
Por último la obligación de presentar el modelo es independiente de la posición
que se ocupe en el litigio y de la concurrencia con personas físicas exentas.
3. La ley no distingue modalidad procesal alguna de tal modo que cualquier
demanda de juicio ordinario o verbal presentada por el sujeto pasivo obligado
origina el devengo de la tasa, quedando excluidos los actos de jurisdicción
voluntaria.
RAZONAMIENTO.- El devengo en los procesos de declaración se produce con la
interposición de la demanda y, en su caso, con la denominada formulación del
escrito de reconvención (artículo 35.Cuatro.1. a y b).
La ley no distingue modalidad procesal alguna de tal modo que cualquier
demanda de juicio ordinario o verbal presentada por el sujeto pasivo obligado
origina el devengo de la tasa, quedando excluidos por omisión de la norma los
actos de jurisdicción voluntaria.
4.
Las demandas de ejecución por título judicial no devengan el tributo.
RAZONAMIENTO.- El artículo 35 de la Ley 53/2002 (artículo 35.Uno.1) establece
que constituye el hecho imponible de la tasa el ejercicio de la potestad
jurisdiccional, a instancia de parte, en el orden civil ...//.... mediante la realización
de los siguientes actos procesales:
a) La interposición de demanda en toda clase de procesos declarativos y de
ejecución en el orden jurisdiccional civil, así como la formulación de la
reconvención.
295
-296b) La interposición de recursos de apelación, extraordinario por infracción
procesal y de casación en el orden civil.
......//........
Mandato que nos lleva a la exigencia de la tasa tanto en el proceso declarativo
como el de ejecución (con independencia del título ejecutivo) así como en los
recursos que se citan.
Sin embargo, en la ORDEN HAC 661/2003 aparece una modificación del hecho
imponible fijando como tal “la interposición de demanda en toda clase de
procesos declarativos y de ejecución de títulos extrajudiciales, así como la
formulación de la reconvención; la interposición de recurso de apelación,
extraordinario por infracción procesal, y de casación”. Esta aclaración, que se
recoge en lo que parece ser la exposición de motivos de la citada Orden, no en el
articulado, no altera el hecho imponible y con ello la exigencia de la tasa en toda
clase de ejecuciones (cualquiera que sea el título ejecutivo) al constituir, en suma,
uno de los hechos imponibles del tributo (artículo 35.Uno.1.a).
No obstante, - y junto a la ya descrita aparente modificación del hecho imponibletratándose de una ejecución judicial el artículo 35.Seis.1 no determina la cuota
tributaria, ni el modelo 696 recoge ese hecho imponible; extremos ambos que
relacionados con la finalidad de la reforma y con el hecho que el sujeto pasivo
satisface el tributo una sola vez en cada instancia, permiten aventurar que no se
produce el devengo ( y, por ende, no cabe exigir la tasa) cuando se presenta una
demanda de ejecución fundada en título judicial.
5. La apelación que devenga la tasa es el que se interpone contra sentencia o
resolución definitiva en la instancia, sin que la devengue la preparación del
recurso (artículo 457 LEC). Vienen obligados a la presentación del modelo todas
las partes que lo interpongan.
RAZONAMIENTO.- Entendiendo que nos referimos a la apelación contra sentencia
o resolución definitiva en la instancia, la interposición del recurso a que se refiere
el artículo 35.Cuatro.1.c) coincide con el curso procesal de la apelación y, en
consecuencia, la preparación no devenga la tasa (artículo 457 LEC).
6. La cuantía no se refiere en ningún caso a los importes presupuestados (vg.
intereses y costas), sino a aquella que se haya justificado mediante los cálculos
establecido en los artículos 251 y 252 LEC.
7. La diligencia de ordenación de requerimiento puede ser anulada con arreglo a
las normas procesales vía recurso de reposición.
8. Si el requerido no subsana la omisión, se dictará una segunda diligencia de
ordenación acordando el archivo del procedimiento.
RAZONAMIENTO.- Los aspectos procesales que suscita la tasa son múltiples y de
diferente alcance, destacándose los siguientes:
a) La diligencia de ordenación de requerimiento puede ser anulada con arreglo a
las normas procesales vía recurso de reposición, pero sólo en el supuesto que el
requerido esté exento del tributo.
296
-297b) Si el requerido no subsana es aconsejable el dictado de una segunda diligencia
de ordenación acordando el archivo del procedimiento.
c) Si el requerido no subsana, acordándose el archivo, el parecer mayoritario se
pronuncia contra la devolución del escrito que se trate, pero no hay obstáculo
alguno para que así se ordene.
IV. Acuerdos aprobados por mayoria
1.
La cuantía de la Tasa en la presentación de la demanda y la
interposición de la apelación será la fijada por el sujeto pasivo en la demanda, no
la del auto que la admita.
RAZONAMIENTO.- Respecto a la cuantía que refleja el sujeto pasivo en el modelo
de autoliquidación parece claro que la base imponible debe coincidir con la
cuantía del procedimiento judicial (artículo 35 Cinco 1) y será la que haya fijado el
actor en la demanda (artículo 253 LEC). En cuanto a la reconvención el artículo
35.Cinco.3 fija la base imponible según la acción ejercitada por el reconviniente,
que no tiene porqué coincidir con la del procedimiento.
Por otro lado, la necesidad de coordinar la norma fiscal y la procesal permitiría
sostener que la cuantía será la que fije el órgano judicial en el auto de admisión,
si bien es muy difícil sostener tal postura cuando lo cierto es que la obligación de
autoliquidar es previa a la presentación del acto procesal (apartado 2.1 ORDEN
HAC.) y que tanto el artículo 35. Cinco.3 como el apartado 6.2 ORDEN HAC se
refieren a la “cuantía de la pretensión”, no a la del procedimiento.
2.
En el recurso de apelación devenga el tributo la interposición,
no la adhesión o la impugnación.
RAZONAMIENTO.- La interposición del recurso de apelación plantea diferentes
dudas que no es posible solventar fácilmente por la omisión de las normas. Como
se dijo antes la literalidad del mandato nos lleva a entender que nos referimos a la
interposición de apelación contra sentencia o resolución definitiva en la instancia.
Ahora bien, guardándose silencio respecto a la impugnación, la adhesión o
los recursos de apelación que se interpongan contra resoluciones dictadas en
incidentes, es posible que en los casos indicados se requiera la presentación del
modelo de autoliquidación.
3.
En el proceso monitorio el devengo de la tasa se produce
únicamente cuando el sujeto pasivo presenta la demanda de juicio ordinario,
quedando excluido del devengo el despacho de ejecución por ausencia de
oposición del requerido
4.
En el proceso monitorio que se haya transformado en juicio
verbal se requerirá la Tasa si se interpone recurso de apelación.
V. Otras cuestiones
V.1. "Tramitación en la oficina judicial”
La concisión con la que se abordan las competencias del Secretario Judicial
y el trámite procesal que origina la tasa tiene, en principio, dos evidentes razones:
297
-298a.
En la regulación de la que brevemente denomino “tasa judicial” ,
ni hay remisión expresa a la Ley 8/1.989 de Tasas y Precios Públicos (salvo la
modificación del hecho imponible del artículo 36), ni el Secretario Judicial aplica
normas procesales, pero curiosamente la gestión se ordena en una norma del
Ministerio de Hacienda y, aquel viene obligado a tratar de adaptarla a la Ley de
Enjuiciamiento Civil.
A propósito de la remisión, la tasa se define en la Ley 8/1.989 como un tributo
cuyo hecho imponible consiste, entre otros, en la prestación de servicios o en la
realización de actividades en régimen de derecho publico que afecten o
beneficien al sujeto pasivo (artículo 8), exigiéndose por el hecho de la prestación
(artículo 14) y aplicándose en la gestión, los principios y procedimientos de la Ley
General Tributaria y, en particular, las normas reguladoras de las liquidaciones
tributarias, la recaudación, la inspección de los tributos y la revisión de actos en
vía administrativa (artículo 22.3).
Corolario de éste peculiar ordenamiento es que la tasa no es un requisito, ni un
presupuesto del proceso, es previo al mismo, surgiendo el conflicto entre el
derecho a la tutela y la competencia del orden contencioso-administrativo en la
gestión de la tasa y los recursos que pudieran formularse (artículo 22.3 Ley
8/1989).
La subsanación del requerimiento fuera de plazo es, quizá, uno de los supuestos
más evidentes de la contradicción.
b.
La aplicación de las normas que se han venido citando queda a
la suerte de interpretaciones gramaticales o teleológicas de imposible unificación
y, más si analizamos conceptos como “no dar curso”, “formulación” o
“extrajudicial” desde una óptica procesal.
En consecuencia, será inevitable que los acuerdos adoptados en Junta puedan,
en ocasiones, merecer una segunda interpretación y, a modo de ejemplo vale la
pena citar que por lo menos una Sección de la Audiencia Provincial de Valencia
ha devuelto procedimientos al Juzgado de Primera Instancia para que éste exija la
tasa.
Otros de los aspectos pendientes de estudio y que a buen seguro motivará
decisiones contradictorias atañe a la inclusión de la Tasa en las tasaciones de
costas.
Viene a decirse, en definitiva, que dejando al margen la diligencia de ordenación
de requerimiento el “curso procesal” ulterior puede estar sujeto, nuevamente, a
una segunda interpretación.
V. 2. El Proceso Monitorio.
Sobre el proceso monitorio es necesario que hagamos alguna matización por
existir pronunciamientos judiciales en la materia exigiendo la tasa en casos
distintos a los recogidos en los acuerdos antes citados.
En el proceso monitorio el devengo de la tasa se produce cuando el sujeto pasivo
presenta la demanda de juicio ordinario (artículo 8 ORDEN HAC/661/2003), pero
cuando el requerido no se opone estamos ante una ejecución que puede
298
-299devengar tasa. A tal fin, el razonamiento que sustenta la exigencia se encuentra
en el superior rango de la Ley 53/2002 sobre la ORDEN HAC 661/2003,
estableciendo la primera que el hecho imponible lo constituye la interposición,
sin otra precisión, de una demanda de ejecución (artículo 35 Uno 1. b).
En el mismo sentido la inexigencia de tasa en la ejecución del monitorio puede
vulnerar el principio de igualdad y, además, quiebra el espíritu de la ley respecto a
un único devengo en cada instancia. En el primer caso, no parece de recibo que
el devengo del tributo dependa del quehacer del deudor, quedando al margen de
la tasa los procesos en los que los requeridos no comparezcan o se opongan y,
en el segundo caso, vuelve a insistirse en que se liquida el tributo en cada
instancia por lo que si no hay oposición, hay devengo como ejecución.
Iguales argumentos pueden aplicarse cuando se interpone un recurso de
apelación en el proceso monitorio (vg. contra el auto de no admisión de la
petición).
[1] Han formulado alegaciones o solicitado aclaraciones los Secretarios
Judiciales de los Juzgados de Primera Instancia nº 15 Dª Rosa Sánchez Galera, nº
18 D. Jesús Olarte Madero y nº 20 Dª. Reyes Meliá Llácer.
[2] Ver Apartado V.1.
[3] Ver ACUERDO IV.2.
[4] Ver ACUERDO IV.1.
[5] Ver apartado V.1.
[6] Ver apartado V.1.
_______________________________________________________________
299
-300TEMA X
Aspectos prácticos de las ejecuciones civiles. Localización de bienes del deudor.
Localización del paradero. Anotaciones de embargo. Los Registros de la Propiedad. La
Autoliquidación del Impuesto de actos jurídicos documentados.
LA EJECUCIÓN EN LA NUEVA LEY DE ENJUICIAMIENTO CIVIL.
INTRODUCCIÓN
Si se parte de los datos ofrecidos por el Libro Blanco de la Justicia (CGPJ 1997), se
puede afirmar que el mayor fracaso de la jurisdicción civil se encuentra en la fase de
ejecución, según los datos barajados por el Consejo, más de un 35 % de las sentencias
civiles no pueden ejecutarse y más del 15 % restante se ejecuta parcialmente.
Frente a estos datos, la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881, ofrecía un procedimiento
de apremio disperso, complejo y falto de garantías lo que lleva a afirmar que la ejecución de
sentencias civiles se ha convertido en la cloaca de la jurisdicción civil, en las que la lentitud e
ineficacia de los procedimientos ha repercutido directamente en el propio sistema de
garantías procesales tanto para el ejecutado como para el ejecutante.
El modelo de ejecución propuesto por el legislador en la Ley 1/2000 puede
considerarse revolucionario, ya que, introduce nuevas instituciones procesales y propone
reformas radicales en instituciones ya existentes.
Si hubieran de sintetizarse los principios generales de la nueva ejecución serían:
1º) La unificación de títulos - artículo 517 de la LEC - así como el desmembre de los
títulos derivados de la Ley cambiara y del cheque, que merecen el tratamiento de procesos
especiales en el Libro IV;
2º) la unificación de procedimientos que determina que incluso la ejecución
hipotecaria tenga un procedimiento muy similar al del resto de las ejecuciones inmobiliarias;
3º) La concreción del apremio limitando la posibilidad de embargos genéricos y
obligando a que la diligencia de embargo haya de realizarse sobre bienes concretos
previamente conocidos por el Juzgado;
300
-3014º) La facilitación de sistemas alternativos a la enajenación judicial;
5º) la propuesta de un modelo más simplificado de subasta judicial.
Cualquier exposición sobre la ejecución civil debe responder a las siguientes
preguntas:
* ¿ Qué se ejecuta ? ¿ Quién ejecuta ? ¿ Cuándo se ejecuta ?
* ¿ Frente a quién se ejecuta ? ¿ Ante quién se pide la ejecución ?
* ¿ Cómo se ejecuta ? ¿ Sobre qué bienes se ejecuta ?
* ¿ Qué límites tiene la ejecución ? ¿ Cómo puede oponerse el deudor ?
* ¿ Qué garantías tiene el ejecutante ? Ejecuciones no dinerarias.
En los siguientes epígrafes se intentará responder a todas y cada una de las
anteriores preguntas haciendo la advertencia previa de que la extensión y complejidad de la
materia tratada así como las importantes novedades introducidas en la nueva Ley
determinan que en el texto de la ponencia se haga mención a los aspectos estructurales y a
las principales novedades legislativas; como complemento se adjunta un anexo con los
esquemas de la ejecución en al nueva Ley, donde de un modo sistemático y acogiéndose al
orden de la propia Ley se ofrecen los requisitos y fases de cada una de las instituciones
jurídico procesales previstas en el Libro III.
LOS ACTUALES TÍTULOS EJECUTIVOS
¿ Qué se puede ejecutar ?
En la vieja Ley de Enjuiciamiento Civil el legislador situaban en distintos lugares los
títulos que servían de base para ejecutar:
- La ejecución de sentencia se regulaba en los artículos 919 y siguientes de la LEC de 1881,
- El artículo 1429 recogía un catálogo de hasta 7 títulos distintos que llevaban aparejada
ejecución,
- El artículo 130 y siguientes de la Ley Hipotecaria se referían a dicha ejecución,
- La Ley de ordenación del Seguro Privado de 1995 y la reforma que se hacía de la Ley de
uso y Circulación de vehículos de Motor se refería a los llamados Autos de cuantía máxima.
La vía de apremio era común para todos estos procedimientos, excepto para el
hipotecario.
301
-302-
En la Ley de Enjuiciamiento Civil del año 2000 se da un tratamiento unitario a todos
los títulos que llevan aparejada ejecución en el artículo 517 de la LEC, incluyendo como título
que lleva aparejada ejecución en primer lugar las sentencias, sin embargo, el legislador ha
optado por dejar fuera del Libro III la ejecución de los títulos regulados en la Ley Cambiaria y
del Cheque, títulos que tienen la consideración de procesos especiales en la nueva Ley
(artículos 819 a 827).
Conforme a la nueva Ley llevan aparejada ejecución los siguientes títulos:
1.ºLa sentencia de condena firme:
En este punto debe indicarse que los pronunciamientos que puede tener una sentencia civil
condenatoria pueden ser:
a) La inclusión de una obligación de dar dinero.- Lo que conduce a la ejecución
dineraria,
b) La inclusión de dar una cosa distinta al dinero:
- Dar una cosas concreta o determinada pero sustituible por dinero,
- Dar una cosa personalísima,
c) La inclusión de una obligación de hacer:
- No personalísimo,
- Personalísimo,
d) La inclusión de una obligación de no hacer.
e) Las que incluyen la obligación de emitir una declaración de voluntad,
f) Las que incluyen distintos pronunciamientos de distinta naturaleza.
2.ºLos laudos o resoluciones arbitrales firmes.
3.ºLas resoluciones judiciales que aprueben u homologuen transacciones judiciales y
acuerdos logrados en el proceso, acompañadas, si fuere necesario para constancia de su concreto
contenido, de los correspondientes testimonios de las actuaciones.
4.ºLas escrituras públicas, con tal que sea primera copia; o si es segunda que esté dada en virtud
de mandamiento judicial y con citación de la persona a quien deba perjudicar, o de su causante, o
que se expida con la conformidad de todas las partes.
5.ºLas pólizas de contratos mercantiles firmadas por las partes y por Corredor Colegiado de
Comercio colegiado que los intervenga, con tal que se acompañe certificación en la que dichos
Corredores acrediten la conformidad de la póliza con los asientos de su libro registro y la fecha de
éstos.
6.ºLos títulos al portador o nominativos, legítimamente emitidos, que representen obligaciones
vencidas y los cupones, también vencidos, de dichos títulos, siempre que los cupones confronten con
302
-303los títulos y éstos, en todo caso, con los libros talonarios.- Estos títulos son distintos de los cambiarios
para los que se prevé un procedimiento especial.
7.ºLos certificados no caducados expedidos por las entidades encargadas de los registros
contables respecto de los valores representados mediante anotaciones en cuenta a los que se refiere
la Ley del Mercado del Valores, siempre que se acompañe copia de la escritura pública de
representación de los valores o, en su caso, de la emisión, cuando tal escritura sea necesaria,
conforme a la legislación vigente.
8.º El auto que establezca la cantidad máxima reclamable en concepto de indemnización, dictado
en casos de rebeldía del acusado o de sentencia absolutoria o sobreseimiento en procesos penales
incoados por hechos cubiertos por el Seguro Obligatorio de Responsabilidad Civil derivada del uso y
circulación de vehículos de motor.
9.ºLas demás resoluciones judiciales y documentos que, por disposición de esta u otra ley, lleven
aparejada ejecución.
Como puede verse el legislador establece dos grandes grupos de documentos que
llevan aparejada ejecución:
A - Documentos judiciales y arbitrales (ordinales 1º, 2º, 3º y 8º),
B.- Documentos extrajudiciales con determinadas formalidades (ordinales 4º, 5º, 6º y 7º)
Y termina con una fórmula abierta a cualquier otro título al que legalmente se le dote
de fuerza ejecutiva, lo que determina que, por ejemplo, los autos despachando ejecución
dictados en procedimientos monitorios sin oposición o con oposición rechazada (artículos
812 y siguientes de la LEC) sean título suficiente para despachar ejecución.
Conforme a la nueva regulación queda fuera de la ejecución:
1º.- la letra de cambio, el cheque y el pagaré, para los que la propia ley establece un
procedimiento especial en el que se permite el embargo preventivo inaudita parte,
2º.- Reconocimiento de firma en documento privado y de deuda previstos en el derogado
artículo 1429.2º y 3º de la LEC de 1881.
¿ Qué límites tiene la ejecución ?
La propia enumeración de los títulos que llevan aparejada ejecución marca la
exigencia de determinados requisitos y formalidades a los títulos para poder ser ejecutados.
1.- Límites formales:
A.- Resoluciones judiciales
303
-304Los ordinales 1º y 2º del artículo 517 exige que las sentencias y los laudos arbitrales
sean firmes lo que exige que, conforme los artículos 207 y 208 de la LEC, el Juzgado o
Tribunal realice una declaración de firmeza o, cuando menos, indique a las partes si la
resolución que notifica tiene dicha condición.
Las resoluciones judiciales que se ejecutan deben tener pronunciamientos de
condena y así el artículo 521 de la propia Ley establece que no se despachará ejecución de
las sentencias meramente declarativas y de las sentencias constitutivas; la ejecución de este
tipo de resoluciones se realiza por la simple libranza de una certificación o mandamiento
para que puedan acceder directamente a los registros públicos sin necesidad de
despacharse ejecución.
Respecto de los autos de cuantía máxima dictados en procedimientos en los que se
ventile responsabilidad civil derivada del uso y circulación de vehículo de motor, se exige la
firmeza de dichas resoluciones y que se hayan dictado en procedimientos penales que
hayan concluido por:
- rebeldía del acusado,
- sentencia absolutoria,
- sobreseimiento, libre o provisional del proceso penal.
B.- Documentos no judiciales
Tal y como ya se ha referido en epígrafes anteriores:
- la escritura pública debe ser primera copia o segunda expedida en virtud de
mandamiento judicial y con citación de la persona a quien deba perjudicar o su causante, o
se expida con la conformidad de todas las partes (es una redacción literal del artículo
1429.1º de la LEC de 1881),
- Las póliza de contratos mercantiles han de aparecer firmadas por las partes e
intervenidas, certificadas y firmadas por corredor de comercio colegiado (reproducción del
artículo 1429.6º de la LEC de 1881).
Una de las cuestiones que había suscitado más polémica doctrinal y jurisprudencial
había sido el redactado del penúltimo y último párrafo del artículo 1435 de la LEC, aquél en
el que se establecían formalidades en la liquidación y certificación de la cantidad a ejecutar;
el derogado artículo 1435 establecía en estos párrafos que:
304
-305Si en los contratos mercantiles otorgados por entidades de crédito, ahorro y financiación, en
escritura pública o en póliza intervenida de conformidad con lo dispuesto en el núm. 6º art. 1429 de
esta ley, se hubiere convenido que la cantidad exigible en caso de ejecución será la especificada en
certificación expedida por la entidad acreedora, aquélla se tendrá por líquida siempre que conste en
documento fehaciente que acredite haberse practicado la liquidación en la forma pactada por las
partes en el título ejecutivo y que el saldo coincida con el que aparece en la cuenta abierta al deudor.
En el caso de cuentas corrientes garantizadas con hipoteca, abiertas por Bancos o Cajas de Ahorro,
se estará a lo dispuesto en la Ley Hipotecaria.
En los casos a los que se refiere el párrafo anterior, la entidad acreedora deberá notificar
previamente al deudor o al fiador el importe de la cantidad exigible.
En la nueva regulación estas cuestiones aparecen referidas en el artículo 572 y siguientes,
al tratar de las disposiciones generales de la ejecución dineraria, estableciendo las
siguientes formalidades:
1º) Cuando se haya pactado en el título que la cantidad exigible será la resultante de la
liquidación efectuada por el acreedor en la forma convenida por las partes en el propio título
ejecutivo.- Se despachará ejecución con la liquidación que efectúe el acreedor conforme al
título; esta liquidación es necesaria en los llamados contratos de crédito, ya que en los de
préstamo - tal y como ya aclararon las de las Audiencias Provinciales de modo mayoritario no es necesaria dicha liquidación pues aparecen con claridad en la póliza los distintos plazos
y la cantidad que a pagar en cada uno de ellos.
2º) Sólo se despachará ejecución si el acreedor acredita haber notificado previamente
al ejecutado y al fiador - si lo hubiere - la cantidad exigible resultante de la liquidación.- La
fórmula utilizada por el legislador es muy similar a la de la LEC de 1881, tras su reforma de
1992, y, por lo tanto, será de perfecta aplicación todo el criterio sentado por las Audiencias
Provinciales que - de modo mayoritario - consideraban intento de notificación fehaciente la
remisión de un telegrama al domicilio del deudor o de sus fiadores, sin necesidad de que
dicho telegrama fuera recogido.
3º) La nueva regulación exige a quien intente el despacho de ejecución que aporte no
sólo dos documentos que acrediten los requisitos anteriores, sino también:
a.- Los documentos en los que conste el extracto de partidas de cargo y abono y las
correspondientes a la aplicación de intereses que determinan el saldo concreto por el que se
305
-306pide el despacho de ejecución.- Este extracto puede completarse - si lo quiere el acreedor con los justificantes de cargo y abono,
b.- Cuando se ejecuten pólizas en las que se hayan pactado intereses variables (artículo 574
de la LEC) el ejecutante de debe expresar las operaciones de cálculo que arrojan como
saldo la cantidad determinada que se pide;
c.- Igual exigencia se mantiene cuando para determinar el principal sea necesario ajustar
paridades de distintas monedas y sus respectivos tipos de interés.
- Los títulos al portador o nominativos.- Los cupones deben poder ser confrontados
con los títulos y, en todo caso, con los libros talonarios (reproduce el artículo 1429.5º de la
LEC de 1881);
- Los certificados expedidos por entidades encargadas de registros contables respecto
de valores representados mediante anotaciones en cuentas - conforme a la Ley de Mercado
de valores - debe presentarse copia de la escritura pública de representación de los valores,
o, en su caso, de la emisión conforme a la legislación vigente (artículo 1429.7º de la LEC de
1881).
- Respecto de los títulos ejecutivos extranjeros -incluidas sentencias- el artículo 523 de la
nueva Ley remite a los Tratados Internacionales y disposiciones legales sobre cooperación
jurídica internacional; en este punto no puede olvidarse el convenio de Bruselas, de 27 de
septiembre de 1968, sobre ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil,
ratificado por España, el día 29 de octubre de 1990; así como la existencia de un
anteproyecto de Ley de cooperación jurídica internacional elaborado en la anterior legislatura
y el propio tratado de Amsterdam, que establecía un nuevo marco legal a la cooperación
jurídica dentro de la Unión Europea.
2.- Límites temporales
Respecto de las resoluciones judiciales o arbitrales, el artículo 548 de la nueva LEC
establece que, no se despachará ejecución dentro de los 20 días posteriores a aquél en que
la resolución haya sido notificada al ejecutado, con ello se quieren, por una parte, respetar
los plazos y términos para los recursos ordinarios; por otra parte se plantea este plazo de 20
días para facilitar la ejecución extrajudicial de dichas resoluciones.
306
-307No resuelve el legislador lo referido a los supuestos en los que las resoluciones
judiciales se dicten contra distintos ejecutados; en estos caso el ejecutante tiene la opción de
aguardar a la notificación al último de los condenados para iniciar el plazo para que se
despache ejecución; no se regula expresamente por la Ley la posibilidad de que el
ejecutante inste la ejecución por separado contra cualquiera de los condenados en la forma
derivada del fallo, posibilidad que puede derivarse del artículo 538.2.1º que únicamente
exige, respecto de la parte ejecutada, que aparezca como deudor en el título ejecutivo. No
aparece regulada la posibilidad de acumular ejecuciones que provengan de un mismo título
(artículo 555 LEC).
El artículo 518 de la LEC establece que la acción ejecutiva fundada en resolución
judicial o arbitral caduca a los cinco años de la firmeza de la sentencia o resolución;
siguiendo la jurisprudencia más autorizada la caducidad puede apreciarse de oficio (así
SSTS de 27-5-96, 31-10-95, 28-11-94, 10-11-94... por citar las más recientes).
En el resto de los títulos que llevan aparejada ejecución los plazos serán los de
prescripción de las acciones que, por su propia naturaleza, no pueden apreciarse de oficio
sino a instancia de las partes interesadas.
3.- Límites cuantitativos
La ejecución de resoluciones judiciales y arbitrales no tiene limitación cuantitativa de
ningún tipo; la ejecución de otros títulos conforme al artículo 520.1.1º mantiene el mismo
límite cuantitativo que la vieja LEC de 1881 en su artículo 1.435, sólo se despachará
ejecución cuando la cantidad exceda de 50.000 pesetas pudiendo acumularse en una sola
demanda ejecutiva varios títulos.
4.- Límites materiales
En las resoluciones judiciales o arbitrales la única exigencia es que se trata de una
condena que, como ya se ha visto, puede concretarse inicial o finalmente en el pago de una
cantidad de dinero, en un hacer, en un no hacer o en un dar.
307
-308En el resto de los títulos el artículo 520 exige que la cantidad reclamada sea en dinero
efectivo, entendiendo como tal bien moneda española de curso legal o moneda extranjera
convertible, siempre que la operación esté permitida o autorizada legalmente. El artículo 577
establece los criterios para el despacho de ejecución en moneda extranjera:
1º) El auto despachando ejecución fijará la cantidad en dicha moneda,
2º) las costas, gastos e intereses de demora procesal se abonarán en moneda nacional,
3º) Para el cálculo de los bienes que deban ser embargados la cantidad de moneda
extranjera se computará según el cambio oficial al día del despacho de ejecución. Si no
cotiza oficialmente se determinará el cambio conforme a las alegaciones y documentos que
aporte el ejecutante.
El artículo 520.3º de la LEC, al igual que el derogado artículo 1435.3º, permite la
demanda ejecutiva reclamando cosa o especie computable en dinero.
LA EJECUCIÓN DINERARIA Y EL EMBARGO DE BIENES.
¿ Quién ejecuta ?
El artículo 538.1 de la nueva Ley utiliza una terminología un tanto vaga y genérica:
”Son parte en el proceso de ejecución la persona o personas que piden y obtienen el despacho
de la ejecución y la persona o personas frente a las que ésta se despacha”.
En cuanto al ejecutante en los títulos judiciales o arbitrales será aquella persona
que aparezca como beneficiario del pronunciamiento de condena recogido en la sentencia,
persona que, necesariamente tendrá que haber sido parte en el procedimiento del que traiga
causa la ejecución.
En los otros títulos que llevan aparejada la ejecución ejecuta quien aparece como titular
de los derechos referidos en los mismos.
El artículo 540 de la Ley establece los supuestos de sucesión del ejecutante, criterios
muy similares a los ya recogidos en los artículos 16 a 18, respecto de la sucesión procesal,
pudiendo instar la ejecución que acredite ser sucesor del ejecutante; esta exigencia de
acreditación determina que el ejecutante hayan de presentar:
308
-309a) Los documentos fehacientes en los que conste la sucesión, documentos sobre los
que el Juez, al admitir la demanda ejecutiva debe realizar un primer juicio de suficiencia,
b) Si no consta en documentos fehacientes o no se consideran los aportados suficientes
el artículo 540.3 prevé una especie de incidente en el que interviene el ejecutado y donde el
juez decide lo que proceda respecto de la sucesión.
Una de las más importantes novedades de la LEC en materia de legitimación es la
introducción en el ordenamiento procesal civil español de las llamadas action class que
legitiman a grupos de consumidores y usuarios a litigar unidos en defensa de intereses
comunes (artículos 11 y 15 de la LEC en la fase declarativa); así como el efecto expansivo
de la sentencia que se dicte en estos procedimientos permitiendo el artículo 519 que la
determinación de los beneficiarios de la sentencia se realice en fase de ejecución:
1º) El artículo 221 de la LEC permite que en sentencia en vez de determinarse los
beneficiarios el Juez, cuando la determinación individual no sea posible, establezca los
datos, características y requisitos necesarios para poder exigir el pago y, en su caso, instar
la ejecución o intervenir en ella;
2º) partiendo de este artículo el 519 de la LEC establece un incidente, con audiencia al
condenado, en el que establecerá si, a la vista de los criterios fijados en la sentencia, los
solicitantes pueden ser considerados beneficiarios a efectos de la ejecución. El testimonio de
esta resolución - un auto - debe acompañarse al testimonio de la sentencia que se pretenda
ejecutar.
En cuanto a la necesidad de postulación y asistencia letrada, el artículo 539, fija, como
norma general, la necesidad de que en la ejecución las partes intervengan dirigidas por
Letrado y representadas por Procurador; sólo se establecen dos supuestos en los que no es
obligatoria la intervención técnica:
1º) La ejecución de resoluciones dictadas en procedimientos en los que no sea
preceptiva la intervención de dichos profesionales.- lo que determina que, conforme a los
principios establecidos en el artículo 23 y 31 de la LEC, no sea necesaria la intervención de
dichos profesionales en reclamaciones inferiores a 150.000; tampoco lo será, por ejemplo,
en la ejecución de los laudos arbitrales de consumo en los que no es preceptiva la
intervención de Abogado en el expediente ante el tribunal arbitral de consumo.
309
-3102º) Tampoco es preceptiva la intervención de Abogado y Procurador en la ejecución de
juicios monitorios en los que no hubiera oposición y la cantidad por la que se despache
ejecución sea inferior a 150.000 pesetas.
Aunque el legislador no lo prevea expresamente en esta fase de ejecución son de
aplicación, en cuanto a la postulación y asistencia, las disposiciones especiales del artículo
32 de la LEC para garantizar el principio de igualdad de armas.
¿ Cuándo se ejecuta ?
Ya se ha tratado al examinar los límites temporales a la ejecución; la Ley establece
respecto de los títulos judiciales y arbitrales la necesidad de aguardar 20 días antes de
despachar ejecución y del establecimiento de un plazo de caducidad de 5 años desde la
declaración de firmeza de la resolución que se pretenda ejecutar.
¿ Frente a quién se ejecuta ?
De nuevo hay que acudir a la referencia genérica del artículo 538 de la LEC: se ejecuta
frente a quien se haya despachado ejecución; en los párrafos siguientes se realizan algunas
concreciones respecto de la persona del ejecutado:
1º) Se despacha ejecución contra quien aparezca como deudor en el mismo título, lo
que determina que en los supuestos de resoluciones judiciales o arbitrales sea el condenado
y en el resto de títulos quien aparezca como tal en los mismos,
2º) Quien, sin figurar como deudor en el título, responda personalmente de la deuda por
disposición legal o en virtud de afianzamiento acreditado en documento público.
3º) Quien, sin figurar como deudor en el título, resulte ser propietario de los bienes
especialmente afectos al pago de la deuda, siempre que tal afección derive de Ley - aquí
tienen cabida, pues, las responsabilidades derivadas de títulos hipotecarios -, o se acredite
mediante documentos fehaciente.- En estos casos y respecto de estas personas la ejecución
se limita únicamente a los bienes especialmente afectos a la deuda.
4º) Al igual que ocurría en la fase declarativa, en la que la LEC permite la intervención
adhesiva y la provocada (artículos 13 y 14), en la ejecución se regula la presencia de
terceros en la ejecución para poder utilizar los medios de defensa que la ley reconoce al
ejecutado en aquellos supuestos en los que por disposición del Tribunal se extienda la
responsabilidad a bienes propiedad del tercero.
310
-3115º) El artículo 540 de la LEC prevé la ejecución en el sucesor de quien aparezca como
ejecutado en el título, a falta de normas específicas en cuanto a la sucesión debe acudirse a
los preceptos referidos en los artículos 16, 17 y 18.
6º) Normas especiales (artículos 541 a 544):
a) Ejecución sobre bienes gananciales.- Como principio general no se despachará
ejecución contra la comunidad de gananciales.- Cuando se ejecute por deudas contraídas
por un cónyuge sobre las que deba responder la sociedad de gananciales (artículo 1365 del
Código civil), se notificará al otro cónyuge la diligencia de embargo y se dará traslado de la
demanda ejecutiva y del auto despachando ejecución para que pueda oponerse - es
consecuencia del artículo 144 del reglamento hipotecario - reconociéndole como motivo
específico de oposición el que los bienes gananciales no deben responder por la deuda.
b) Ejecución frente al deudor solidario.- Sólo podrá despacharse ejecución contra ellos
cuando hayan sido parte en el proceso del que traiga causa la ejecución o cuando consten
expresamente en el título o se derive de disposición legal expresa.
c) Ejecución contra uniones temporales de empresas.- Sólo se podrá despachar
ejecución contra los socios de dichas uniones o asociaciones temporales cuando por
acuerdo de estos o por disposición legal se hubiera fijado la responsabilidad solidaria. Si se
fijó la responsabilidad subsidiaria es preciso acreditar previamente la insolvencia de la unión
temporal.
d) Ejecución contra entidades sin personalidad jurídica que actúen en el tráfico como
sujetos diferenciados.- Se despachará ejecución contra los socios, miembros o gestores
cuando éstos hayan actuado en el tráfico jurídico en nombre de la entidad y se acredite
cumplidamente a juicio del Tribunal tanto la condición de partícipe como la actuación en el
tráfico.- Este criterio no se aplica a las Comunidades de propietarios de inmuebles sometidos
al régimen de la Ley de Propiedad Horizontal.
* En estos dos últimos casos la comprobación requiere un incidente previo y un juicio de
valor por parte del juez competente para la ejecución.
La acumulación de ejecuciones el artículo 555 de la nueva LEC establece la posibilidad
de acumular ejecuciones conforme a los siguientes criterios:
1º) A instancia de cualquiera de las partes pueden acumularse las ejecuciones
existentes entre el mismo ejecutante y el mismo ejecutado;
2º) El procedimiento previsto el general para la acumulación de procedimientos en el
Libro I;
311
-3123º) Se establece la posibilidad de acumular ejecuciones contra un mismo deudor de
distintos acreedores, cuestión novedosa en el procedimiento civil no concursal; en estos
casos el juez que conoce de la ejecución más antigua debe valorar si la acumulación
favorece la satisfacción de todos los créditos;
4º) Respecto de las ejecuciones hipotecarias la LEC excluye la posibilidad de
acumulaciones, excepto si se trata de procedimientos de ejecución sobre otras garantías
hipotecarias sobre los mismos bienes.
¿ Ante quién se pide la ejecución ?
Se trata de determinar el juez o Tribunal competente para el conocimiento de las
ejecuciones o, por ser más fiel a la terminología de la LEC, al procedimiento de ejecución:
a.- Ejecución de títulos vinculados a resoluciones judiciales.- El Tribunal que conoció
del asunto en primera instancia.- Este criterio determinará que, respecto del procedimiento
monitorio, sea competente para ejecutar el Juzgado del domicilio del deudor, ya que, dicho
Juzgado es el competente para el requerimiento previo y la oposición y, en último término,
es el que dicta el auto despachando ejecución;
b.- Ejecución de laudos arbitrales.- Es competente el Juzgado de 1ª Instancia del lugar
donde se haya dictado.
c.- Ejecución de títulos no judiciales o arbitrales.- El artículo 545 de la LEC remite a las
normas generales sobre fuero previstas y reguladas en los artículos 50 y 51 de la LEC, que
determina que a falta de norma específica será el domicilio del demandado; además se
amplia la posibilidad de presentar la demanda en otros lugares, lo que determina que el
ejecutante pueda optar:
1º) Por el domicilio del ejecutado,
2º) Por el lugar del cumplimiento de la obligación,
3º) El lugar donde se encuentren bienes del ejecutado susceptibles de ser embargados,
* En ningún caso cabe invocarse normas de sumisión expresa o tácita.
d.- mención específica a la ejecución de bienes especialmente hipotecados o
pignorados, se remite a las normas del artículo 684 de la LEC:
1.- inmuebles.- Juzgado en el que radique la finca, si radica en más de un partido
judicial o fueran varias fincas en distintos partidos.- Sobre cualquiera de los Juzgados
competentes, a elección del ejecutante,
2.- Buques.- Juzgado que aparezca designado en el título de constitución de la
hipoteca, en su defecto el Juzgado del lugar en el que se constituyó la hipoteca y, finalmente,
312
-313el domicilio del demandado o el lugar en el que radique el registro en el que se inscribió la
hipoteca (en estos dos últimos supuestos a criterio del ejecutante),
3.- Muebles.- Juzgado del lugar al que se hubiesen sometido las partes en la escritura
de constitución de la hipoteca, en su defecto el lugar donde la hipoteca hubiera sido inscrita.
Si son varios los bienes hipotecados inscritos en diferentes registros la opción respecto de la
competencia corresponde al demandante conforme a los criterios ya expuestos,
4.- Bienes pignorados.- Juzgado que conste en la escritura o póliza de constitución de
la garantía, en su defecto el Juzgado del lugar en el que se encuentren los bienes
almacenados o depositados.
* La Ley atribuye al Juez facultades en cuanto al control de la competencia territorial,
que se realiza de oficio (artículo 546); sin perjuicio de que el artículo 547 permita al ejecutado
interponer declinatoria dentro de los 5 días siguientes a la recepción de la primera
notificación del proceso de ejecución.
Respecto de la ejecución ha sido constante la tendencia prática de atribuir al secretario
judicial las competencias en materia de ejecución, la nueva Ley de Enjuiciamiento abunda
formalmente en esta atribución, al establecer en el artículo 545.4.2 que el Secretario dictará
las resoluciones que procedan en la ejecución a través de diligencias de ordenación, sin
embargo atribuye al Juez expresamente las siguientes competencias:
a.- El dictado del auto en el que se acuerde el despacho de la ejecución.- En este punto
las facultades del juez son amplias por cuanto controla de oficio no sólo el fuero territorial
sino también el cumplimiento de los requisitos formales y materiales.- El auto en el que se
acuerde el despacho de ejecución no puede recurrirse; el auto en el que se deniegue dicho
despacho es susceptible de recurso de apelación, aunque el artículo 552 reconoce al
acreedor la posibilidad de acudir primero a la reposición.
b.- El dictado del auto en el que se ordene el embargo o su alzamiento,
c.- Las decisiones respecto de la oposición a la ejecución, la suspensión,
sobreseimiento o reanudación de la misma,
d.- Las decisiones respecto a las tercerías,
e.- El artículo 545.4.1 termina utilizando una fórmula genérica de atribución de
competencias al Juez al indicar que en la misma Ley hay otras actuaciones atribuidas al
Juez, sin especificarlas; entre estas materias se pueden incluir, por ejemplo, todas las
incidencias en materia de terceros ocupantes de bienes inmuebles o la propia declinatoria.
313
-314En definitiva la atribución de competencias al Secretario es más formal que real y, por
otra parte, al eliminar las propuestas de autos y de providencias deja reducidas las
competencias del secretario al uso de las Diligencias de ordenación que, conforme al artículo
224 de la propia LEC no pueden entrar a resolver cuestiones que conforme a la propia Ley
exijan providencia, auto o sentencia, con advertencia de anulabilidad a instancia de parte.
¿ Cómo se ejecuta ?
En la nueva Ley se introducen importantes reformas conceptuales en materia de
ejecución no sólo por la unificación de títulos sino por el tratamiento que se da a la ejecución,
sobre todo en lo referido a sentencias u otras resoluciones que antes se tramitaban como
incidencias a continuación de la sentencia firme.
En la nueva configuración de la ejecución ésta deja de ser un incidente para convertirse
en un verdadero proceso de ejecución que se inicia por medio de una demanda que, en
muchos supuestos, tiene unos requisitos formales mucho más complejos que el propio juicio
declarativo del que traen causa.
La demanda ejecutiva regulada en el artículo 549 de la LEC, la exigencia expresa de
demanda remite, necesariamente, a los elementos configuradores de la demanda previstos
en el artículo 399 de la LEC respecto del juicio ordinario; en esa demanda debe hacerse
referencia a las siguientes cuestiones:
1.- Título en el que se funda la acción por el ejecutante.- Que en el caso de
resoluciones judiciales o arbitrales debe ser un testimonio de la resolución en cuestión,
2.- La determinación de la tutela ejecutiva que se pretende, vinculándola al título y
precisando la cantidad que se reclame lo que trae a colación los límites formales referidos al
inicio de este trabajo.
En este punto debe indicarse que el artículo 575 y el 576 recogen criterios novedosos
en la determinación de la cantidad por la que se despacha ejecución:
a.- El ejecutante debe determinar en su demanda el principal, los intereses ordinarios y
los moratorios vencidos, más un calculo aproximado de las cantidades que se prevean en
concepto de intereses futuros, gastos y costas;
b.- respecto de la previsión de intereses futuros, gastos y costas en el auto
despachando ejecución no podrán superar el 30% de lo que se reclame, sin perjuicio de su
314
-315ulterior liquidación; salvo que el ejecutante excepcionalmente acredite que el interés previsto
alcanzará una cifra superior,
c.- Al Juez se le reconoce la facultad de no despachar ejecución si entiende que la
cantidad reclamada no expresase los cálculos referidos a la determinación de principal e
intereses, o si no se acompañan los documentos que preceptivamente se exigen al
ejecutante,
d.- El artículo 576 recoge el contenido del derogado artículo 921 de la LEC en cuanto al
llamado interés procesal, es decir, el interés legal del dinero incrementado en dos puntos y
computable desde la fecha de la sentencia, salvo que por Ley o por pacto se hubiera fijado
un interés distinto,
3.- Determinará los bienes del ejecutado susceptibles de embargo y de los que tuviere
conocimiento el ejecutante; debe indicar también si considera que los bienes son suficientes
para garantizar el fin de la ejecución;
4.- Si los bienes no fueran suficientes el ejecutante habrá de reclamar la previa
localización e investigación del patrimonio del ejecutado conforme al artículo 590 de la LEC,
que determina la actuación de oficio del Juzgado, para averiguar bienes en registros y
oficinas públicas; este precepto tiene dos especialidades:
1º) Esta actuación de oficio no se produce respecto de aquellos registros que sean de
libre acceso público, en esos caso es la parte la que debe realizar la averiguación,
2º) El artículo 591 establece el deber de colaboración con la Administración de Justicia
en materia de actuaciones de ejecución tanto a personas o entidades pública como privadas,
sin más limitación que el respeto a los derechos fundamentales y demás límites que
expresamente imponga la Ley;
También establece la exigencia de que el Juzgado garantice la confidencialidad de los
datos obtenidos en esta averiguación patrimonial.
5.- Como complemento a lo anterior el artículo 591 prevé que el Tribunal pueda requerir
de oficio al ejecutado ante la insuficiencia de bienes para que colabore en la ejecución y
designe bienes así como las cargas existentes sobre los mismos con apercibimiento de
multa coercitiva y advertencia de la sanción penal correspondiente. Los criterios para
imponer esta multa coercitiva y sus límites son:
a) la cantidad por la que se haya despachado ejecución,
b) la resistencia a presentar la relación de bienes por el ejecutado,
c) la capacidad económica del requerido,
315
-316d) la propia conducta del requerido y sus alegaciones, que pueden llevar a modificar la
multa impuesta.
6.- La identificación de los sujetos frente a los que se pretenda el despacho de
ejecución.
7.- Si se solicita la ejecución de una resolución judicial, la demanda puede limitarse a
solicitar que se despache ejecución identificando la resolución que se pretende ejecutar.
Como complemento a la demanda ejecutiva el artículo 550 de la LEC determina la
necesidad de que en la demanda se aporten determinados documentos, necesarios para el
despacho de ejecución; el de mayor trascendencia es el Título ejecutivo, salvo que se trate
de una resolución judicial que conste en autos; además en los supuestos de pólizas de
crédito deberán aportarse también los documentos en los que se efectúan las diligencias de
liquidación y la notificación a los ejecutados.
El legislador no ha previsto expresamente para la ejecución la posibilidad de que en
aquellos procesos de ejecución en los que no sea preceptiva la intervención de Abogado y
Procurador pueda hacerse uso de las llamadas demandas formulario aunque el criterio de
interpretación debe ser extensivo y, por lo tanto, considerar que también habrán de facilitarse
a los ciudadanos este tipo de modelos para que puedan acceder directamente a los
Tribunales.
¿ Sobre qué bienes se efectúa la ejecución ? El Embargo.
Ya se han adelantado algunas ideas respecto de los nuevos criterios en materia de
embargo, se ha hablado del principio de colaboración del ejecutado y de terceros en la
localización y averiguación de los bienes susceptibles de embargo así como de sus cargas,
así como la prohibición expresa de embargos indeterminados, excepto en los supuestos de
cuentas corrientes.
El nuevo modelo de embargo parte de la exigencia legal de conocer qué bienes se
quieren embargar, bien porque los conozca a priori el ejecutante, bien porque sean
averiguados en una fase previa al embargo.
Al convivir en el Libro III ejecuciones de distinta naturaleza el legislador prevé dos
posibilidades de embargo:
a.- El embargo efectuado en el propio auto despachando ejecución, en aquellos
supuestos en los que no hay requerimiento previo – fundamentalmente en la ejecución de
316
-317resoluciones judiciales y arbitrales (artículo 587 de la LEC), así como en aquellos supuestos
en los que el ejecutante ha optado por realizar un requerimiento notarial previo que sustituye
al requerimiento judicial; en estos casos la diligencia de embargo que obligaba al Juzgado a
desplazarse fuera de la sede desaparece y se sustituye por el auto, el embargo se entiende
realizado desde la fecha de dicha resolución.
b.- Para aquellos supuestos en los que la Ley prevé el requerimiento, títulos no
judiciales o arbitrales, debe efectuarse la diligencia de embargo, es decir, el Juzgado debe
salir de la sede para requerir de pago y si no se paga en ese momento extender una
diligencia describiendo el bien que ser afecta a la ejecución .
En la nueva LEC se regula el llamado reembargo, es decir, el embargo sobre bienes
embargados; el criterio del legislador – artículo 610 – es que hasta que no se vea satisfecho
la primera de las ejecuciones que hubiera hecho la traba no empezará a ejecutarse la
segunda de ellas.
También se regula la posibilidad de embargo de sobrante y se dan criterios muchos
más concretos en materia de mejora de embargo, de reducción y modificación del embargo
(artículo 612), mecanismo por el cual el propio ejecutado puede sustituir la traba de un bien
determinado por otro, siempre y cuando garantice la satisfacción de los créditos pendientes.
Tal y como se inifere de lo expuesto hasta ahora la nueva Ley de Enjuiciamiento da
cabida en el texto legal a principios y criterios que hasta ahora tenían su acomodo en el
ámbito doctrinal y jurisprudencial ( caso, por ejemplo, del reembargo o del incidente de
sustitución de bienes sujetos a traba); entre estos principio de nuevo acceso tiene especial
interés el principio de proporcionalidad del embargo referido en:
- el artículo 584, que establece que, como regla general, no se embargarán bienes cuyo
valor exceda de la cantidad por la que se haya despachado ejecución;
- ese mismo criterio de ponderación vuelve a aparecer en el artículo 643 cuando, al
tratar de la subasta se indica que el Juez tiene la facultad de no sacar a subasta aquellos
bienes o lotes de bienes cuyo valor se prevea que no cubrirá ni tan siquiera los gastos de la
propia subasta,
-
o en el artículo 671, que determina que si no existe postor y el acreedor no quiera
adjudicarse el bien en los términos que marca la Ley se alzará el embargo.
317
-318El criterio del legislador es el de evitar que el embargo se convierta en un
instrumento de coacción al ejecutado, un instrumento que facilite el pago o arreglo
extrajudicial con la amenaza de unos bienes trabados.
Claro está que el principio de proporcionalidad no es absoluto, sino relativo, y que se
establece la posibilidad de efectuar embargos respecto de bienes de valor superior a la
deuda si no existen otros bienes conocidos del deudor y no se garantizan los fines de la
ejecución, que no son otros que los del pago completo en un plazo razonable.
Estos criterios de proporcionalidad y ponderación aparecen de nuevo al
determinarse los bienes susceptibles de embargo, referidos en el artículo 592, que es un
trasunto del derogado artículo 1.447 de la LEC de 1881; la transcripción de uno y otro
precepto no es literal y el actual artículo 592 incluye algunas novedades:
1º) Se da preferencia a los pactos existentes entre las partes, pactos que pueden ser
previos a la ejecución o posteriores a esta;
2º) En defecto de pacto el criterio que ha de primar es el de mayor facilidad de
enajenación, compatibilizado con la menor onerosidad de la enajenación para el ejecutado;
3º) En el orden de prelación se mantienen criterios similares en la vieja y en la nueva
regulación, aunque los créditos realizables en el acto pasan de la cuarta posición a la
segunda.
También se introducen correcciones en lo referido a los procentajes que podían
embargarse de sueldos y salarios, frente a la escala del derogado artÍculo 1451 de la LEC de
1881, el nuevo artículo 607 permite que la cuantía adicional hasta el 3ª salario mínimo
interprofesional sea embargable en un 50%, frente al 40% del texto derogado, lo que lleva a
que el siguiente tramo (4 veces el SMI) pase al 60%, el siguiente al 75 % y a partir del 6º
salario mínimo interprofesional el embargo alcance el 90%. Al objeto de moderar esta mayor
presión el propio artículo 607 determina que el Juez podrá modular en un 10% o 15% cada
uno de los tramos.
Respecto de los criterios de inembargabilidad la novedad más llamativa es la referida a
a los libros e instrumentos de trabajo, que en la vieja LEC eran inembargables sin otra
matización, y en el nuevo texto sólo son inembargables cuando no guarden proporción con la
cuantía de la deuda.
318
-319Tercerías.- El tratamiento procesal de los embargos lleva necesariamente
aparejada la regulación de las tercerías; en esta materia la nueva Ley de enjuiciamiento
mantiene criterios similares a la del texto que deroga, tanto en el objeto de las tercerías, cuya
única finalidad es la de alzar el embargo – en el caso de la tercería de dominio -, o
establecer una prioridad en el cobro – para el supuesto de la de mejor derecho – sin hacer
pronunciamientos respecto de la validez de los títulos en los que basa su pretensión el
tercerista.
El legislador, en ambos casos remite, a los cauces del juicio ordinario, mantiene
criterios muy similares en cuanto a legitimación activa y pasiva, así como, en cuanto a la
posición que el ejecutado y el ejecutante pueden adoptar respecto de la tercería; de igual
manera se sigue manteniendo la exigencia de que la parte demandante presente un principio
de prueba. Las principales novedades estriban:
1º) En la inclusión de una especie de incidente para evitar la tercería, previsto en el
artículo 593 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, que permite dar traslado de quien pueda ser
titular de los bienes susceptibles de embargo y que sea distinto del ejecutado al objeto de
concretar el alcance de su título antes del embargo y con la finalidad de evitar la tercería;
2º) En la tercería de dominio la presentación de la demanda no determina por sí
misma la suspensión del apremio, el artículo 598 establece un incidente en la tercería por el
cual el Juez puede fijar una fianza o caución al terceriosta y con ello condicionar la admisión
a trámite de la demanda;
3º) En la tercería de mejor derecho cuando el ejecutante se allane a la pretensión
del tercerista la LEC – artículo 619 – no se estregará el dinero consignado hasta que el
tercerista acredite haber satisfecho al ejecutante al menos 3/5 partes del coste de la
ejecución respecto del bien hasta la fecha de interposición de la tercería.
¿ Cómo puede oponerse el deudor ?
Aunque el artículo 517 de la LEC establece las bases para un tratamiento unitario de la
ejecución, lo cierto es que la oposición del deudor no puede tener la misma amplitud en los
distintos títulos que llevan aparejada ejecución; no tendría ningún sentido y supondría un
obstáculo para la ejecución que en los títulos de origen judicial o arbitral el deudor puediera
articular motivos de fondo que le permitieran reproducir argumentos que debieron ser
tratados en la fase declarativa del expediente. De igual modo debe darse cabida en la nueva
Ley a motivos de oposición expresamente referidos a títulos de carácterísticas muy
319
-320determinadas, como pueden ser los autos de cuantía máxima derivados del uso y circulación
de vehículos de motor.
Con carácter general la LEC regula, en los artículos 556 a 564, tres cauces o motivos de
oposición:
1º) Por motivos de fondo,
2º) Por infracciones procesales,
3º) Por la realización de actos de ejecución contradictorios con el título ejecutivo, o
infracciones legales durante la ejecución. Se articula por medio de los recursos ordinarios o,
en su caso, por medio de escrito de alegaciones que da lugar a un incidente.
La oposición a la ejecución de resoluciones judiciales o arbitrales:
1º) Plazo para oponerse.- 10 días, por escrito motivado.
2º) Motivos:
1.- El pago.- Debe justificarse documentalmente
2.-El cumplimiento de lo ordenado en la sentencia.- Debe documentarse,
3.- Caducidad de la acción ejecutiva,
4.- Transacción o pacto que conste en documento público.
5.- En las resoluciones derivadas del uso y circulación de vehículo de motor se extienden
los motivos a:
a)Culpa exclusiva de la víctima,
b)Fuerza mayor extraña a la conducción o funcionamiento del vehículo,
c)Concurrencia de culpas;
6.- Oposición por motivos procesales (común a la ejecución de los títulos no judiciales o
arbitrales.- Tiene tratamiento procesal distinto y su contenido se verá en el epígrafe siguiente
al tratar de dichos títulos,
Títulos no juridiales ni arbitrales.1.- Motivos de fondo:
a)Pago que pueda acreditarse documentalmente.- Es una limitación respecto de la
regulación anterior,
b)Compensación de crédito líquido que resulte de documento con fuerza ejecutiva.también introduce el correctivo formal,
c)Pluspetición o exceso en la computación en metálico de deudas en especie.- Si se
alega sólo este motivo no se suspende la ejecución, salvo que el oponente afiance;
320
-321d)Prescripción o caducidad,
a)Quita, espera, pacto o promesa de no pedir que conste documentalmente,
b)Transacción que conste en documento público.-
Como se ha visto los motivos de oposición de la nueva Ley son más reducidos que las
excepciones del derogado artículo 1464 de la LEC y además mantiene, como criterio
general, el de que dichos motivos han de tener apoyo documental para poder ser alegado y
en algunos casos el documento ha de ser público o estar dotado de fuerza ejecutiva.
2.- Oposición por defectos procesales.a)Carecer el ejecutado del carácter o representación con que se le demanda,
b)Falta de capacidad o de representación del ejecutante, o no acreditar éste el carácter o
representación con que demanda,
c)Nulidad radical del auto despachando ejecución por no cumplir el título los requisitos
formales que lo doten de ejecutividad.
Estos motivos sustituyen a las derogadas causas de nulidad del artículo 1467 de la
LEC de 1881.
3.- Tramitación:
a) Sí se alegan defectos procesales.
-
Deben alegarse dentro de los diez días siguientes a la notificación del auto
despachando ejecución.- La Ley prevé un plazo de alegaciones del ejecutante de 5 días;
-
Si el defecto es subsanable el Juez debe dar 10 días para que se subsane.-
-
Si no se aprecia la existencia de defecto o éste se subsanó.- Se dicta auto
ordenando seguir adelante con la ejecución.-
La Ley no prevé la posibilidad de prueba pero debe entenderse admisible cuando
menos la documental;
a)Si se alegan motivos de fondo.-
Una vez resueltos los motivos procesales el ejecutante puede impugnar la oposición
en plazo de 5 días.
-
Las partes pueden solicitar la celebración de vista que, en el caso de la pluspetición
por discrepancias en las operaciones de liquidación permite incluso la práctica de prueba
procesal,
-
El Juez puede rechazar la solicitud de vista.
321
-322Junto a estos cauces de oposición debe tenerse en cuenta la referencia ya indicada
de la posibilidad de que el ejecutado pida la modificación del embargo.
¿ Qué garantías tiene el ejecutante ?
Reguladas en los artículos 621 a 633 de la Ley, se trata de los mecanismos
previstos para hacer efectivos los embargos trabados. Con carácter general, debe indicarse
que la nueva Ley aunque introduce más garantías a favor del ejecutado y ordena tanto la
ejecución como su posible oposición, esto no se hace en detrimento de los intereses del
ejecutante, que dispone de mecanismos procesales que permitirán una ejecución más rápida
y con mayores garantías para el cobro de las deudas, ya que, los motivos de oposición no
sólo son más reducidos que los de la vieja LEC, sino que además incluyen muchos más
requisitos formales.
Entrando ya en la concreta regulación de las garantías, la previsión legal es más concisa
que la vieja LEC, observándose las siguientes novedades legislativas:
a.- Respecto de bienes muebles y derechos la Ley permite tanto la consignación en la
Cuenta de Depósitos y Consignaciones judiciales como la retención de las cantidades en las
entidades financieras;
b.- Se incluyen garantías más precisas en el embargo de valores e instrumentos
financieros obligando a notificar las liquidaciones periódicas y las informaciones de interés
para el ejecutante que puedan afectar al valor de los bienes;
c.- En el embargo de muebles junto a la descripción en el acta se permite la grabación o
fotografía para documentar con más concreción el estado del bien;
d.- Se flexibiliza la posibilidad de designar depositarios, incluso eventuales, autorizando
que los depósitos puedan recaer en los colegios de Procuradores.- Cuando el depositario
sea un tercero puede reclamar el adelanto de cantidades por gastos de custodia o
conservación;
e.- Respecto de los inmuebles la garantía es la inscripción o anotación preventiva –
prevista también para bienes muebles que accedan a registros públicos.- El artículo 629
permite la remisión por fax de la resolución de embargo para que se extienda asiento de
presentación;
f.- También como garantía regula la nueva Ley la administración judicial de empresas,
derogando con ello el Decreto de 1969; frente al administrador que designa el Juzgado, la
322
-323Ley mantiene la posibilidad de que el ejecutado y el resto de los afectados puedan nombrar
interventores.
g.- Fuera de estos artículos deben considerarse también como garantías para el
ejecutante tanto la posibilidad de requerimientos al deudor para que designe bienes, como la
averiguación de estos bienes de oficio; otro mecanismo de garantía es el de notificación del
posible embargo a quienes aparezcan como titulares del bien y que no sean ejecutados al
objeto de evitar las tercerías; son mucho más rigurosas las normas que regulan la
suspensión o paralización de la ejecución; incluso en la via de apremio se observan también
mecanismos de protección del ejecutante, por ejemplo en lo referente a la presencia de
terceros en el inmueble.
Ejecuciones no dinerarias
Aunque la Ley regula las ejecuciones no dinerarias después de la vía de apremio, lo
cierto es que por razones sistemáticas debe encajarse en este epígrafe; los artículos que la
LEC dedica a este tipo de ejecuciones son los artículos 699 a 720 y en ellos se observan
coincidencias con la regulación de la derogada Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881, pero
también algunos criterios que mejoran o simplifican estos procedimientos de ejecución, que
no siempre son fáciles de dar forma procesal dado que la variedad de posibilidades de
ejecución distinta de la entrega de dinero es muy amplia.
Los principios aplicables a estos modelos de oposición se sintetizan del modo siguiente:
1º) En último término este tipo de obligaciones terminan por convertirse en obligaciones
pecuniarias en los supuestos de imposibilidad de ejecución en sus propios términos,
2º) No se marcan por la LEC plazos o términos rígidos para reclamar los cumplimientos,
debiendo modular el Juez dichos plazos en atención a la circunstancia de cada caso
concreto;
3º) Se puede reclamar por el ejecutante el embargo en garantía de esas ejecuciones y la
Ley permite que el ejecutado pueda ofrecer fianza o caución para evitar ese embargo,
4º) Como complemento a estos sistemas de ejecución, la Ley permite, incluso en las
obligaciones de naturaleza personalísima, que el ejecutante inste la imposición al ejecutado
de multas coercitivas en busca de una ejecución en los propios términos de los títulos en vez
de su sustitución por dinero. Esas multas pueden ser mensuales – y alcanzar hasta un 230%
del precio o valor – o ser una única multa del 50% del valor.
323
-3245º) En las obligaciones de entregar cosas genéricas la LEC permite (artículo 702) que el
ejecutante sustituya la entrega de cosa por la de dinero si manifiesta que el retraso ya no
satisface su interés;
6º) Se regulan en estos capítulos los lanzamientos judiciales de bienes inmuebles
observándose, en los artículos 703 y 704, plazos más amplios que los de la normativa
derogada – en el caso de la vivienda si fuera habitual el plazo puede extenderse hasta a dos
meses. Por otra parte se prevé un incidente para poder lanzar a terceros ocupantes que no
sean parte en la ejecución, incidente que se resuelve por medio de un auto, que aunque no
tenga fuerza de cosa Juzgada, permite al Juez llegar a una convicción que le permita
acordar o denegar el lanzamiento en ese momento o remitir al juicio correspondiente.
LA VÍA DE APREMIO. LA SUBASTA
CONSIDERACIONES GENERALES
En la vieja Ley de Enjuiciamiento Civil, la vía de apremio quedaba ventilada en una
cincuentena de artículos (1481 a 1531 de la LEC de 1881), más los referidos a las
especialidades hipotecarias (131 y 132 de la Ley Hipotecaria con sus concordancias en el
Reglamento Hipotecario). En la nueva Ley se amplía el número de preceptos que regulan el
apremio (artículos 634 a 699); pero la trascendencia de la reforma no sólo es cuantitativa
sino también cualitativa.
Existía, por lo tanto, cierto consenso político y profesional sobre la necesidad de
introducir importantes modificaciones en el sistema de ejecución de las sentencias civiles,
circunstancia que hizo que en la tramitación parlamentaria de la Ley de Enjuiciamiento no se
cuestionara el nuevo modelo de ejecución en el que se introducían importantes
modificaciones respecto del modelo anterior.
Tres son las características principales del nuevo procedimiento de apremio:
1º) La simplificación de trámites.- En primer lugar, porque se establece un sólo modelo de
apremio, aplicable tanto a la ejecución ordinaria como a la hipotecaria; se realiza una
unificación legislativa ya que se trae a la LEC normativa procesal que antes se incluía en la
Ley Hipotecaria (1946), en la Ley reguladora de la Hipoteca Mobiliaria y la Prenda sin
Desplazamiento (1954), y en la Ley de Hipoteca naval (1893).
324
-325La simplificación lleva a reducir las convocatorias de subasta de tres a una y
desaparecen algunos requisitos formales como el de la preceptiva publicidad de los edictos
en diarios oficiales.
2º) La introducción de instituciones alternativas a la subasta judicial.- La subasta deja de
ser la única vía posible para la enajenación judicial, permitiendo bien la venta judicial directa,
sin necesidad de subasta (art. 640), bien la atribución de la enajenación a una persona o
entidad especializada (artículo 641)
3º) La flexibilización de los sistemas de enajenación forzosa.- El legislador no establece
normas rígidas sino que permite que el ejecutante, el ejecutado y los postores progongan al
Juez distintas alternativas de realización de los bienes. Esa flexibilización determina que en
algunos artículos aparezcan fórmulas abiertas, sometidas al criterio del Juez, como por
ejemplo:
- El ofrecimiento a adquirir los bienes por un precio previsiblementa superior al que
pudiera lograrse mediante subasta judicial (art. 640.2.2 LEC);
- Respecto de las posturas en susbasta inferiores al 30 % del valor del bien si fuera
mueble o 50% si fuera inmueble, la aprobación del remate queda sujeta al arbitrio judicial ya
que se establece que el tribunal, oídas las partes, resolverá ... a la vista de las circunstancias
del caso y teniendo en cuenta especialmente la conducta del deudor (art. 650.4.3).
- O la posibilidad de novar o rehabilitar la hipoteca si se consignan las cantidades
adeudadas en el préstamo hipotecario (art. 693).
4º) La nueva Ley aumenta las competencias del Secretario en materia de ejecución,
dado que, asume la fijación del valor definitivo de la subasta de bienes inmuebles (el artículo
666 atribuye al Secretario la obligación de deducir del valor de mercado del bien las cargas y
gravámenes inscritos que persistan); el Secretario asume la dirección de todas las subastas,
rompiendo con la legislación anterior que atribuía las subastas hipotecarias al Juez. Sin
embargo, se ha perdido una oportunidad probablemente histórica para dar plenitud de
competencias al Secretario Judicial en la ejecución, ya que, sigue atribuyendo al Juez la
resolución de determinados conflictos en la ejecución.
Respecto de los objetivos de la Ley, la nueva regulación no sólo trata de solventar las
dificultades observadas en la vía de apremio, sino también introduce mecanismos para evitar
los abusos observados en el viejo modelo de subasta, abusos que se detectaban en tres
ámbitos:
325
-326- En el del deudor, a la que las normas le permitían posiciones no ya pasivas, sino
claramente obstaculizadoras de la ejecución.- Ya se ha visto la importancia de la conducta
del deudor para la aprobación de algunos remates; también se establecen procedimientos
para evitar la aparición sorpresiva de terceros ocupantes o poseedores de los bienes sujetos
a trabas.
- En el del acreedor.- A quien se impide la puja cuando no haya otros postores,
estableciendo que podrá quedarse con el bien objeto de apremio por el valor de la deuda o,
por lo menos, por un 50% del valor de tasación (art. 671);
- En los postores, ya que, se establecen condiciones más rigurosas para intervenir en la
subasta de inmuebles (se eleva la cantidad a consignar de un 20% a un 30% del valor
tasado del bien), y se limita la posibilidad de adjudicación de bienes por precios ridículos,
bien permitiendo al Juez suspender la subasta (artículo 643 de la LEC) o incluso alzar el
embargo si las cargas son superiores al valor del bien (artículo 666.2).
El nuevo sistema de ejecución no está exento de algunos problemas tanto teóricos como
prácticos. Este trabajo se plantea con tres objetivos:
1º) Realizar un esquema de la vía de apremio en la Nueva Ley;
2º) Destacar las principales novedades respecto de la regulación anterior;
3º) Analizar los problemas que puedan surgir de la aplicación de las nuevas instituciones.
3.2.- SISTEMAS DE REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
Según sea la naturaleza de los bienes embargados (art. 592 de la LEC) el artículo 634 y
siguientes de la nueva LEC establece distintos sistemas de realización.
1.- La entrega directa al ejecutante.Se parte de los supuestos ya previstos en la vieja Ley (artículos 1481 y 1482) pero se
amplían y precisan los supuestos al
permitir, por ejemplo, la entrega de los bienes
adquiridos en contratos de venta a plazo o arrendamientos financieros en supuestos de
obligaciones debidas por incumplimientos de contratos de venta a plazo.
Los supuestos de entrega directa son, por lo tanto:
1º) Cuando se haya embargado dinero en efectivo,
2º) Cuando se hayan embargado saldos de cuentas corrientes y otras de inmediata
disposición,
326
-3273º) Cuando se hayan embargado cuentas convertibles, previa conversión, en su caso,
4º) Cualquier otro bien cuyo valor nominal coincida con su valor de mercado o que,
aunque inferior, el acreedor acepte la entrega del bien por su valor nominal .- Por ejemplo en
el supuesto de colecciones de sellos o de monedas conmemorativas;
5º) Cuando se embargaron saldos favorables en cuenta con vencimiento diferido se
habilita al Tribunal para adoptar las medidas oportunas para lograr el cobro, estas medidas
son básicamente la retención del depósito, aunque el propio texto de la LEC permite la
designa de administración lo que remite al artículo 676 y concordantes de la propia LEC;
6º) Cuando se condene al pago de cantidades debidas por incumplimiento de contratos
de venta a plazo de bienes mueble el ejecutante puede solicitar la entrega inmediata del bien
por el valor que resulte de las tablas o índices referenciales de depreciación que se hubieran
establecido en el contrato.- El supuesto que plantea es el siguiente: Sentencia que condena
a una persona al pago de las cuotas, daños y perjuicios derivados del incumplimiento de un
contrato de venta a plazo, el ejecutante puede reclamar la entrega del bien vendido a plazos
y descontar de la deuda el valor del bien conforme a las tablas que aparecen en el propio
contrato.
En este punto no debe olvidarse que el legislador ya ha introducido en la propia LEC
mecanismos de protección específica de los contratos de venta a plazo y arrendamientos
financieros (artículo 250.10º y 11, referidos a los juicios verbales).- En los supuestos de
entrega directa al ejecutante el legislador sólo permite la entrega en los supuestos de venta a
plazo lo que remite directamente a los supuestos previstos en la Ley 28/98, de 13 de julio,
sobre venta a plazo. No hay ninguna referencia en este precepto a los arrendamientos
financieros.
2.- La enajenación de acciones y de formas de participación en sociedades.El artículo 635 de la nueva Ley es mucho más completo que el 1482 de la Ley de 1881,
sin embargo el legislador ha perdido una ocasión para clarificar el sistema de enajenación de
acciones dado que con la regulación anterior no se definían con precisión las normas de
venta judicial de acciones, aunque el criterio asentado era el de aplicar el reglamento de
Bolsas de Comercio de 1967, ha habido casos en los que se ha procedido a la subasta
ordinaria.
Los supuestos que prevé el nuevo texto legal son:
327
-3281º) Acciones, obligaciones o valores admitidos a negociación en mercado secundario.- La
enajenación se realiza con arreglo a las normas que rigen estos mercados (Ley reguladora
del mercado de valores Ley 24/88 reformada por la Ley 37/98).
2º) Bienes que cotizan en cualquier otro mercado reglado o que puedan acceder a un
mercado con precio oficial.- Se regulan por las normas que se refieran a dicho mercado,
sería el supuesto, por ejemplo, de acciones que cotizaran en mercados extranjeros;
3º) Acciones o participaciones de cualquier clase que no coticen en bolsa:
a.- Se enajenarán conforme a las previsiones del estatuto de la sociedad o, en su caso,
las normas societarias correspondientes.-El legislador advierte expresamente de la
necesidad de respetar los derechos de adquisición preferente.- La consecuencia es clara, el
embargo de este tipo de acciones o participaciones en ningún caso puede alterar el régimen
jurídico de las mismas dentro de la sociedad;
b.- A falta de disposiciones especiales se realizará la venta por medio de notario o
corredor de comercio colegiado, es decir, se excluye la subasta judicial ordinaria.- Al no
haberse modificado la ley en este punto es de perfecta aplicación el criterio defendido por
algunas audiencias como la de Málaga (sentencia de 20-10-95):” en la venta de títulos
valores efectuada por orden judicial, y no admitidos a cotización oficial en mercados
secundarios, el anuncio deberá efectuarse como mínimo quince días antes, en el Boletín
Oficial del Estado (art. 253), por orden del Corredor de Comercio. En el anuncio se
determinarán los detalles y pormenores referentes a los valores que se deseen subastar, y el
importe mínimo en el que podrán ser adjudicados (que deberá coincidir con el de tasación,
ya mencionado). Las solicitudes se efectuarán por escrito conforme a lo establecido en el art.
257 del Reglamento, y concordantes del mismo”; incurriendo en nulidad radical la
enajenación que no respete los principios recogidos en dicha normativa.
3.- El convenio de enajenación entre ejecutante y ejecutado, con intervención de otros
interesados.- Es una de las novedades de la Ley como instrumento sustitutivo de la subasta
judicial, que se analizará en epígrafe a parte.
4.- La realización por persona o entidad especializada.- Otra de las novedades de la LEC
2000, que se examinará con más detenimiento más adelante.
5.- La subasta.- regulada en el artículo 643 y siguientes de la Ley; al menos sobre el
papel el legislador desea que la subasta sea “el último remedio” ya que permite que el
328
-329ejecutante juntamente con el ejecutado articule vías alternativas a la subasta o las reclame
unilateralmente para evitar dicha subasta.
Ciertamente en la legislación anterior no existía ningún obstáculo para que ejecutante y
ejecutado alcanzaran algún tipo de convenio de enajenación distinto de la subasta, la falta de
una regulación específica determinada que salvo en los supuestos de convenio transaccional
en fase de ejecución, que sí era aprobado por el Juez, en el resto de los supuestos estos
convenios no tenían intervención judicial. La nueva Ley establece la intervención del Juez en
estos procedimientos alternativos permitiendo incluso que el Juez pueda calibrar – como se
verá en sucesivos epígrafes – si las previsiones del convenio resultarán más satisfactorias
para el acreedor que la subasta.
6.- La administración para el pago.- Aunque la nueva Ley no incluye la administración
para pago como un medio de realización, lo cierto es que en los artículos 676 a 680 regula
esta institución procesal que responde a una doble finalidad:
1º) El aseguramiento de los bienes embargados,
2º) La satisfacción al acreedor de su deuda con el fruto de dicha administración.
En la vieja Ley de Enjuiciamiento Civil la administración judicial de los bienes
embargados aparecía en dos momentos:
1º) Artículo 1450 de la LEC de 1881, cuando se embargaban frutos y rentas se podía
constituir esta administración que en su regulación se remitía al artículo 1010 y siguientes del
mismo texto legal – referidos a la prevención y administración del ab intestato;
2º) El artículo 1505 y concordantes, referidos a la solicitud de administración por el
acreedor tras la primera subasta desierta;
Además estaba el Decreto Ley 18/69, de 20 de octubre, sobre administración judicial en
caso de embargo de empresas, Ley expresamente derogada por la nueva LEC.
En la nueva Ley de Enjuiciamiento civil la administración para el pago se regula
específicamente en
el referido artículo 676 y siguientes, administración que tiene las
siguientes características:
1º) Se puede reclamar por el acreedor en cualquier momento;
2º) Antes de acordar la administración el Juez debe dar audiencia a terceros titulares de
derechos sobre el bien inscritos o anotados con posterioridad al del ejecutante;
3º) El Juez adopta la decisión por medio de providencia.- No es una decisión automática
dado que el juez debe ponderar la naturaleza del bien embargado;
329
-3304º) El administrador es el propio ejecutante, ya que, a él se le entregan los bienes.- El
ejecutante puede designar administrador
5º) Antes de entregar los bienes debe realizarse inventario;
6º) La Ley permite imponer multas coercitivas al ejecutado o a los terceros que impidan u
obstaculicen el ejercicio de la administración;
7º) La administración se regula:
- Por los acuerdos existentes entre ejecutante y ejecutado,
- Por la costumbre del país en el que los bienes hayan de ser ejecutados.- El legislador
abandona en este punto la remisión a otros supuestos de administración regulados en la
propia ley, caso, por ejemplo, de la prevención del ab intestato regulada ahora como
procedimiento especial en el libro IV;
8º) El artículo 678 de la nueva Ley prevé que la rendición de cuentas se realice ante el
secretario, esta rendición de cuentas previa su aprobación debe ser conocida por el
ejecutado, que tiene 15 días para realizar alegaciones abriéndose un trámite incidental en el
que se prevé comparecencia y fase de prueba y que concluye por medio de auto del Juez
aprobando o rectificando las cuentas.
Al finalizar la administración se produce una rendición general de cuentas.
9º) La administración concluye:
a) Cuando se haya satisfecho el crédito, intereses y costas con el producto de los bienes
del ejecutado.- Una vez satisfechos el ejecutado recupera el uso del bien;
b) Cuando el ejecutado paga lo que resta de deuda conforme al último estado de cuentas
del acreedor.
c) El ejecutante puede pedir en cualquier momento la finalización de la administración y,
previa rendición de cuentas, solicitar que se proceda a la realización forzosa del bien.
10º) En la Ley no hay una previsión específica de que el ejecutante pueda repercutir en el
procedimiento los gastos de administración, sin embargo dentro de la rendición y aprobación
de cuentas el acreedor podrá presentar los gastos que se deriven de dicha administración y,
previa aprobación, aplicarlos al procedimiento.
330
-331LA VALORACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
La nueva Ley cambia el sistema de valoración dado que atribuye esta función a peritos
judiciales en vez de a peritos designados por las partes, tal y como establecía el artículo
1483 y concordantes de la LEC de 1881.
Al igual que en el modelo de la vieja LEC, en la nueva LEC se respetan, en primer
término, los pactos que hubieran alcanzado las partes sobre el valor del bien, este acuerdo
puede ser previo a la ejecución o alcanzarse durante la vía de apremio (artículo 637).
Para la designa de perito tasador se establecen las siguientes posibilidades:
1º) En primer lugar deben designarse los peritos tasadores entre los que presten servicio
en la Administración de Justicia; hasta ahora este tipo de peritos sólo aparecían en la
jurisdicción penal;
2º) En defecto de los anteriores la Ley prevé la designa de servicios u organismos
técnicos de Administraciones públicos.- El artículo 638 exige:
a.- Que dispongan de personal cualificado,
b.- Que hayan asumido, a esos efectos, el compromiso de colaborar con la Administración de Justicia.- Este segundo requisito hace pensar en la necesidad de convenios entre las
distintas administraciones;
3º) En defecto de los anteriores la Ley prevé la designa de perito de entre los que
aparezcan en las listas que suministren las entidades públicas o Colegios profesionales.Puede ser designado perito tanto persona física como jurídica.
A falta de una norma específica la insaculación de estos peritos se hará siguiendo las
reglas referidas para la insaculación de peritos judiciales en fase de prueba de los juicios
declarativos, es decir, realizando el sorteo al inicio del año y siguiendo el orden sucesivo en
las distintas valoraciones – serán de aplicación subsidiaria las normas establecidas para la
prueba pericial en los artículos 341 y siguientes de la LEC.
El perito designado por este tercer cauce no puede renunciar, salvo que concurra una
causa de abstención.- La Ley establece un riguroso sistema de plazos para este trámite:

El perito tiene 1 día para aceptar el cargo,

El perito tiene 8 días para entregar al juzgado la valoración.-
Sólo excepcionalmente el Juzgado – mediante providencia – podrá ampliar el plazo en
función de la cuantía o complejidad de la valoración.

Las partes y los acreedores con título inscrito conforme al artículo 658 de la LEC –
331
-332referido a la inscripción del bien a nombre de persona distinta del ejecutado – tienen 5
días para realizar alegaciones o informes complementarios de otros peritos tasadores
discrepando sobre el avalúo.- El Juez mediante providencia y conforme a las reglas de la
sana crítica determinará la valoración definitiva a efectos de la ejecución; contra esta
providencia no cabe recurso de ningún tipo.
El perito realiza la valoración conforme al valor del mercado; el artículo 639.3 indica
expresamente que en el caso de bienes inmuebles no se tendrán en cuenta las cargas y
gravámenes que pesen sobre el inmueble ya que corresponde al Secretario (artículo 666)
establecer cual es el precio de salida para la subasta de dichos inmuebles; la Ley
encomienda al Secretario esta determinación del precio para lo cual habrá de deducir del
precio de mercado el importe de las cargas y derechos anteriores cuya referencia resulte de
la certificación registral de dominio y cargas.- El problema que se plantea en este punto es
que en muchas ocasiones la certificación registral hace referencia cargas o gravámenes
cuyo valor sea difícil de determinar (por ejemplo una anotación preventiva de la demanda) o
hacer referencia a obligaciones que han sido liquidadas o satisfechas en todo o en parte por
el deudor (por ejemplo un préstamo hipotecario del que el deudor hubiera pagado varios
plazos); el artículo 657 permite al Tribunal – tanto al Juez como al Secretario – dirigirse a
estos acreedores inscritos para que informen sobre la situación real del crédito; el artículo
657 de la LEC permite recabar información incluso sobre los intereses moratorios que se
devenguen por cada día de demora en el pago y la previsión de costas.
Si el valor de las cargas iguala o excede del valor determinado para el bien el Juzgado
alzará el embargo.- Esta es otra de las importantes novedades de la LEC en materia de
ejecución ya que permite al Juzgado tanto en esta fase – como cuando se prevea que el
precio que pueda alcanzar el bien en subasta no cubrirá los gastos de la misma – el
alzamiento del embargo y, por lo tanto, la no realización de la subasta.
Nada establece la LEC en este punto sobre los posibles recursos a la resolución judicial,
circunstancia que determina que la resolución que se dicte alzando el embargo sea recurrible
en reposición y, en su caso, en apelación conforme al régimen general.
332
-3333.4.- SISTEMAS ALTERNATIVOS A LA SUBASTA
Se anunció como una de las grandes novedades de la LEC en materia de ejecución la
introducción de sistemas alternativos a la subasta, sin embargo esta novedad debe
examinarse con cautela:
1º) Porque con la legislación anterior nada impedía a ejecutante y ejecutado alcanzar
acuerdos similares a los previstos en los artículos 640 y 641 y reclamar la convalidación
judicial como transacción;
2º) Las fórmulas empleadas por el legislador de 2000 son, en muchos casos,
demasiado vagas, dejando importantes lagunas e imprecisiones;
3º) En la medida en la que se trata de mecanismos alternativos cuya aplicación se
deja a la iniciativa de las partes puede ocurrir que en la práctica el ejecutante prefiera la
subasta que, con las mejoras introducidas, puede agilizar la enajenación judicial de bienes
muebles e inmuebles.
A.- El convenio de realización.
Regulado en el artículo 640 de la nueva Ley el convenio de realización judicialmente
aprobado no es sino un acuerdo de realización sobre los bienes embargados alcanzado por
el ejecutante, el ejecutado y quien acredite tener interés directo en la ejecución.
Este convenio surge con la intención de ser más eficaz que otras formas de
realización y, por lo tanto, exige que el Juez realice un juicio de valor sobre si el precio
ofrecido en el convenio es previsiblemente superior al que podría obtenerse en subasta.
Aunque el artículo 640 de la LEC no establece un cauce ordenado para la realización
de este convenio, de su extenso redactado sí pueden establecerse fijarse las fases y
requisitos de este convenio:
· Solicitantes.- Lo puede solicitar el ejecutante, el ejecutado o cualquier persona que
acredite un interés directo en la ejecución. Aunque la ley no establece nada al respecto lo
lógico es que deba solicitarse por escrito; el párrafo 5º de este artículo permite la repetición
de la comparecencia cuando las circunstancias de cada caso lo aconsejen.- La decisión de
realizar nuevas convocatorias está sujeta al juicio del Tribunal.
· Procedimiento.- El Juez cita a comparecencia a:
- Ejecutante.- Si el ejecutante no se muestra conforme con la comparecencia estas no se
convoca,
- Ejecutado,
333
-334- Personas que acrediten interés directo en la ejecución,
- Si los bienes fueran susceptibles de inscripción registral será necesaria la conformidad
de los acreedores y terceros poseedores que hubieran inscrito o anotado su derecho en el
registro con posterioridad al gravamen que se ejecuta,
- Ejecutante y ejecutado pueden “invitar” a cualquier otra persona a esta comparecencia.
Desarrollo de la comparecencia.- El objetivo de la comparecencia es alcanzar un acuerdo
de todos los implicados en la realización extrajudicial del bien embargado; la Ley no
establece formas específicas ni condiciones de realización, los únicos requisitos son:
1º) Que se acepte por todos los asistentes,
2º) Que el Juez considera que el precio consignado o afianzado que se ofrezca será
previsiblemente superior al que pudiera lograrse mediante subasta judicial.
· La solicitud de comparecencia no suspende la ejecución.
· El Juez resuelve por medio de auto que sí suspende la ejecución respecto del bien en
cuestión, si se autoriza el convenio; el convenio puede incluir un plazo en el cual debe ser
realizado.
· Cumplimiento o incumplimiento.- Cumplido el acuerdo se sobresee la ejecución sobre el
bien en cuestión, si el acuerdo no se cumple o no se logra la satisfacción del ejecutante en
los términos convenidos el ejecutante puede pedir que se alce la suspensión y se proceda a
la subasta.
· Atribución de la competencia al Juez.- En la medida en la que la convocatoria a la
comparecencia es por Providencia y la resolución del trámite se realiza por auto, el legislador
parece que atribuye la competencia para decidir sobre el convenio al Juez, no al Secretario,
con ello el legislador ha desperdiciado una posibilidad clara de dotar de contenido efectivo
las funciones que atribuye formalmente al secretario en materia de ejecución.
Como ya se ha indicado en epígrafes anteriores nada impide a ejecutante y ejecutado
alcanzar convenios extrajudiciales de satisfacción sin necesidad de acudir a este trámite del
artículo 640 de la LEC, por la vía de la transacción, o incluso el deudor puede enajenar el
bien extrajudicialmente y con el precio obtenido pagar la deuda y cancelar los apremios que
pudieran existir sobre el bien.
· El artículo 642 de la LEC exige que se advierta al adquirente del bien de las situación
registral que resulte de la certificación de cargas.
· En todo caso es el Juzgado quien aprueba, mediante providencia, la enajenación.
Respecto de la distribución de las sumas recaudadas, inscripción de los derechos y
cancelación de cargas se aplican las normas generales de la subasta.
334
-335B.- La realización por persona o entidad especializada.
Regulada en el extenso artículo 641 de la LEC, con esta institución se trata de
habilitar mecanismos procesales que permitan a las partes, con autorización del Juez,
encomendar la realización o enajenación del bien embargado a un tercero que por su
experiencia garantice resultados más satisfactorios para la ejecución que los previstos en el
caso de que se celebre subasta.
El artículo 641 de la LEC, al igual que en el artículo anterior, no establece una regulación
ordenada de este sistema de realización y también permite al Juez cierta flexibilidad a la
hora de decidir ya que el legislador habla de “cuando las características del bien así lo
aconsejen”, dejando la decisión definitiva al juicio de oportunidad que realice el Juez que
podrá, mediante providencia, encomendar la enajenación a una persona especializada y
conocedora del mercado en el que se compren o se vendan esos bienes.
· Solicitud .- La petición debe efectuarla el ejecutante o el ejecutado; si la petición la
realiza el ejecutado debe contar con el consentimiento del ejecutante.
· Trámite.- Aunque no se detalle en el párrafo 1º de este artículo la lógica lleva a pensar
que previa la autorización será necesario dar, cuanto menos,
traslado a las partes
personadas y, finalmente, resolver por medio de providencia. El párrafo 3º.2 establece que
en el supuesto de bienes inmuebles se efectuará por medio de una comparecencia a la que
deberán ser citados quienes conste en el proceso que pudieran estar interesado, con ésta
fórmula deben entenderse comprendidos todos aquellos titulares de derechos inscritos,
sorprende que el legislador haya utilizado una forma tan ambigua y que además olvide que
existen bienes muebles que igualmente acceden a registros y cuyo régimen procesal debe
ser similar al de los inmuebles inscritos debiendo, con ello, citarse a comparecencia, a
quienes aparezcan como titulares de derechos inscritos.
· Persona que recibe el encargo.- La Ley permite que sea persona física o jurídica,
pública o privada; los requisitos que debe satisfacer este sujeto son:
1º) Ha de ser persona especializada y conocedora del mercado,
2º) Deben concurrir en él los requisitos legalmente exigidos para operar en el mercado
en el que corresponda la venta del bien,
3º) La enajenación se realizará conforme a las reglas y usos de la casa o entidad que
subaste o enajene, siempre y cuando estas reglas no sean incompatibles con el fin de la
ejecución y con la adecuada protección de los intereses de ejecutante y ejecutado;
335
-3364º) Cuando se trate de entidad de derecho privado la Ley establece que debe prestar la
caución que el Juzgado determine para responder del cumplimiento del encargo.- No
establece el legislador criterios específicos para fijar la caución, dependiendo, por lo tanto,
de las circunstancias del caso, de lo que las partes aleguen y, en último término, de la
decisión que motivadamente adopte el Juez.
Si no se lleva a efecto el encargo se pierde esa caución salvo que la persona o entidad
que prestó la fianza acredita que la realización no ha sido posible por causas que no le sean
imputables.
· Forma en la que se efectúa el encargo.- La Ley habla de providencia, probablemente
hubiera sido más lógico que se hubiera exigido un auto para que, motivadamente, se fijaran
los límites y condiciones del encargo.
No hay referencia alguna a los recursos contra esta resolución que habrán de
sujetarse, por lo tanto, a las normas generales sobre recursos.
Las partes pueden alcanzar acuerdo sobre las condiciones en las que debe realizarse
la venta, si no existe este acuerdo la Ley establece unos límites por debajo de los cuales
no es posible efectuar la enajenación:
- Bienes muebles.- El precio mínimo es el 50% del valor de avalúo,
- Inmuebles.- El precio mínimo es el 70% del valor del inmueble, una vez se hayan
descontado las cargas conforme al artículo 666, ya examinado.- En el caso de inmuebles
se podrá autorizan a la enajenación por un precio inferior al 70%, siempre que conste la
conformidad de las partes y de todos los interesados, resaltando la Ley que esa
conformidad es necesaria hayan comparecido o no a la comparecencia prevista en este
mismo precepto;
· Plazo.- El párrafo 5º prevé que el encargo dure seis meses, prorrogables por un
máximo de otros seis meses más, si quien recibió el encargo justifica que la no realización
del encargo se debe a razones no imputables a él y prevé que las circunstancias que
impidieron la venta han desaparecido o van a desaparecer.- Si no se lleva a cabo la
realización el Juez revoca el encargo por medio de auto – en este punto sorprende que la
autorización exija una simple providencia y la revocación, sin embargo, obligue a dictar un
auto.
· Honorarios de las personas o entidades que reciban el encargo.- Conforme al párrafo
4º del artículo 641 dicha persona o entidad podrá descontar del precio recibido los gastos
efectuados y lo que corresponda por su intervención, no hace la Ley ninguna otra precisión,
únicamente indica que el Tribunal debe aprobar la operación o, en su caso, solicitar las
336
-337justificaciones oportunas sobre la realización y sus circunstancias.- la caución no se
devuelve hasta que no se aprueba la operación.
Tal vez hubiera sido más razonable que el Juez antes de realizar el encargo o
encomienda pudiera conocer los gastos y honorarios previsibles y, de este modo, advertir a
las partes de los mismos en el momento en el que efectúa la autorización, en vez de
aprobarlos a, lo que puede dar lugar a situaciones no previstas por las partes que pudieran
llevar incluso a considerar poco beneficiosa esta fórmula si la persona encargada de la
enajenación establece comisiones muy elevadas o pasa unos gastos de publicitación de la
venta
conforme a las reglas del mercado – piénsese por ejemplo en campañas
publicitarias en medios de comunicación.
· Las personas que adquieran los bienes por esta vía han de conocer la situación
registral que resulte de la certificación de cargas (artículo 642 de la LEC).
· En todo caso es el Juzgado quien aprueba, mediante providencia, la enajenación.
Respecto de la distribución de las sumas recaudadas, inscripción de los derechos y
cancelación de cargas se aplican las normas generales de la subasta.
3.5.- LA SUBASTA.A.- Disposiciones comunes.En la Ley de enjuiciamiento civil las disposiciones comunes a la subasta
mobiliaria e inmobiliaria se recogen dentro de la sección dedicada a la subasta de bienes
inmuebles, sin embargo, al objeto de ofrecer una exposición más clara es preferible fijar
cuales son las normas comunes a todas las subasta y luego examinar las especialidades
de la subasta mobiliaria e inmobiliaria.
1.- Preparación de la subasta.
Una vez valorados los bienes objeto de subasta la LEC establece la preparación de la
subasta, fijando requisitos distintos según se trate de bienes muebles o inmuebles. En
cualquier caso el artículo 643 de la LEC permite al Secretario judicial la formación de lotes
para conseguir un resultado más conveniente de la subasta; el nuevo texto legal establece
que las partes habrán de pronunciarse respecto de dichos lotes – antes de anunciarse la
subasta.
El párrafo segundo del artículo 643 de la LEC permite al Juzgado no convocar la
subasta cuando sea previsible que no se vaya a obtener cantidad de dinero que supere,
337
-338cuando menos, los gastos originados por la misma subasta; en este punto se plantean tres
problemas:
1º) Que la nueva Ley no indica expresamente que esta decisión de no convocar lleve
aparejada el alzamiento de los embargos, en principio la decisión debe ser la de alzamiento
de los embargos salvo que se decida la formación de lotes más amplios.
2º) Al suprimirse la publicación de los edictos en diarios oficiales los gastos de la
subasta quedarían reducidos a las costas que pudiera reclamar el abogado y el procurador
del ejecutante, costas que al no estar tasadas quedarían sujetas a una cifra aproximada;
3º) la Ley no establece la forma que debe adoptar esa decisión que, dada su
trascendencia, habrá de adoptar la forma de auto que podrá ser objeto de los recursos
ordinarios.
2.- Convocatoria de la subasta.Se simplifican los trámites de la convocatoria:
1º) Se reducen el número de subastas previstas de tres a una sola, en la que se
advierte del valor del bien subastado pero en el que no se fijan tipos, sin perjuicio de que se
apliquen las normas sobre máximos y mínimos de las pujas;
2º) Los edictos de convocatoria de la subasta no es preceptivo publicarlos en los diarios
oficiales, bastará con su publicación en la sede del tribunal – en sitio destacado, público y
visible – y en los lugares públicos de costumbre. 20 días antes de la subasta deben
publicarse los edictos.
Tanto el ejecutante como el ejecutado pueden solicitar otros medios de publicidad que
“resulte razonable” tanto en medios públicos como privados atendiendo a la naturaleza y al
valor de los bienes.- En principio la parte que propone este tipo de publicidad asume el
pago de los gastos, sin perjuicio de incluir en la liquidación de costas los gastos de
publicidad propuestos por el ejecutante.
El legislador distingue también entre:
a) Contenido del edicto.- Que habrá de incluir todas las condiciones generales y
particulares de la subasta, así como los datos y circunstancias relevantes para el éxito de
la subasta.
b) Contenido del anuncio.- Que debe adecuarse a la naturaleza del medio, el artículo
646 de la LEC reconoce expresamente que habrá de procurarse la mayor economía de
costas limitándose a los datos precisos para identificar:
- Los bienes,
338
-339- El valor de tasación,
- Situación posesoria,
- Lugar y fecha de celebración de la subasta,
- Lugar donde se encuentren publicados los edictos.
3.- Subastas sin postor.
Si no concurre ningún postor el ejecutante no puede pujar, sin perjuicio de que pueda
adquirir los bienes en las condiciones y supuestos previstos en el artículo 651 de la LEC
para los muebles y el 671 para los inmuebles.
Al ejecutante se le ofrecen las siguientes opciones:
1º) Adjudicarse el bien por la totalidad de la deuda.- Esta posibilidad de adjudicación
puede generar abusos en los supuestos de deudas muy reducidas y bienes subastados
muy valiosos.- para evitar estos abusos es de esperar que funcionen los filtros que el
propio legislador ha previsto para garantizar la proporcionalidad de la deuda;
2º) Puede adjudicarse el bien por un porcentaje del valor del bien:
* 30% en el caso de bienes muebles,
* 50% en el caso de inmuebles.
El ejecutante tiene 20 días para tomar esta decisión si no lo hace se alza el embargo.Siempre a instancia del ejecutado, a quien se le exige por lo menos la diligencia de
reclamar el alzamiento del embargo.
4.- Requisitos para pujar.Regulados en el artículo 647 de la nueva Ley las principales novedades son:
1º) Se establecen modificaciones en la consignación que deben realizar los terceros
que quieran pujar en el supuesto de subasta de inmuebles.- El artículo 647 establece que
la consignación será sobre el valor de tasación del bien.- Aunque la ley no lo establece con
claridad es lógico pensar que ese valor es el resultante de la operación prevista en el
artículo 666;
2º) Los postores pueden consignar o presentar aval bancario.- La propia naturaleza de
la subasta determina que los avales deban ofrecerse para subastas concretas pero surge
la duda respecto de la validez de avales emitidos para todas las subastas en las que
intervenga una persona.
339
-340No determina el legislador si el postor puede ser una persona jurídica, la falta de
regulación determina que pueda pujar un administrador en nombre de una sociedad.
3º) El ejecutante no necesita consignar y es el único que puede reservarse la facultad
de ceder a terceros el remate;
4º) El resto de los licitadores no pueden ceder a terceros pero sí realizar las
consignaciones o depósitos a nombre de un tercero en todo o en parte (artículo 647.3º de
la LEC); esta consignación a nombre de tercero determina, por aplicación del artículo 653.3
de la LEC, que si el licitar no consigna la diferencia entre lo consignado inicialmente y la
postura final pueda este tercero hacerse con el bien consignando él la diferencia.- Este
cauce indirecto podría permitir, por ejemplo, que si se consignó a nombre de una Sociedad
Limitada un tercero pueda recibir el remate no por la vía de la cesión – prohibida – sino
adquiriendo la S.L. – La nueva Ley permite a este tercero disponer del mismo plazo que
tuvo el licitador que quebró, computable desde la expiración del término para el licitador –
lo que en el caso de los inmuebles supone 20 + 20 días.
5º) las posturas por escrito se presentan en sobre cerrado hasta el momento de la
celebración y se abren al inicio de la subasta; el Secretario hará publicas las posturas que
aparezcan en dichas plicas surtiendo los mismos efectos que si se realizan oralmente, es
decir, se posibilita la mejora de dichas posturas.
6º) Los postores han de identificarse, en todo caso, y declarar que conocen las
condiciones generales y particulares de la subasta.
7º) Se permite – ya lo permitía la legislación anterior (artículo 1508 de la LEC de 1881)
– ofrecer formas de pago distintas del pago inmediato, caso del compromiso de pago
aplazado con garantías “suficientes” bancarias o hipotecarias.
5.- Desarrollo y terminación de la subasta.La subasta la dirige y preside el secretario el Secretario, a quien luego se le priva de la
posibilidad de dictar auto de adjudicación. El secretario relaciona los bienes a subastar y
las condiciones de la subasta.
340
-341La Ley habla de posturas sucesivas lo que determina que, en principio, el Secretario no
establezca valor inicial sino que sean los licitadores los que realicen los ofrecimientos,
hasta que no haya posturas por los terceros el ejecutante no podrá realizar las mejoras.
El Secretario antes de iniciar la subasta debe advertir a los licitadores de las
consecuencias de la realización de posturas por debajo de los porcentajes previstos en el
artículo 650 y 670 de la LEC.
Terminada la subasta levanta acta expresando el nombre de las personas que hubieran
participado – circunstancia que lo lógico es que se fije al iniciar el acto – así como de las
posturas formuladas – esta expresión lleva a pensar que habrán de recogerse las últimas
posturas ofrecidas por cada licitador que interviniera, a los efectos de una posible quiebra.
Se plantea la posibilidad, no resuelta legalmente, de que el licitador manifieste desde el
primer momento que no va a consignar el resto y solicita directamente el ofrecimiento al
tercero en nombre del cual consignó; en la medida en la que se trata de un derecho del
licitador nada impide que renuncie al mismo y reclame directamente el trámite del artículo
653.3 de la LEC aunque pesa sobre esta renuncia la sospecha de un posible fraude de ley
para permitir así la cesión a tercero.
* El deudor puede pagar en cualquier momento antes de la aprobación del remate o de
la adjudicación al acreedor pagando principal, intereses y costas.- Conforme al artículo 650
de la LEC el remate se debe aprobar por medio de auto a favor del mejor postor, por lo
tanto el deudor puede pagar hasta el momento en el que se dicta ese auto, no parece
lógico que se demore el plazo hasta la fecha de notificación de dicho auto al deudor ya que
éste tiene la posibilidad de acudir a la subasta y se le notifican las posturas inferiores al 50
% ó 70 %, según los bienes, para una posible presentación de terceros que mejoren la
postura.
6.- Destino de los depósitos constituidos para pujar.
Regulado en el artículo 652 de la nueva Ley aprobado el remate se devuelve a los
postores que finalmente no mejoraron postura las cantidades depositadas. Estos postores
pueden solicitar que su cantidad consignada quede para el caso de que el mejor postor
quiebre la subasta y pueda aprobarse el remate a favor de los que le sigan, por el orden de
sus respectivas posturas.
Cuando se indica que la consignación se hizo a favor de tercero la devolución debe
realizarse a este tercero.
341
-342Tal y como se examinará en el epígrafe siguiente si el postor quiebra la subasta el
dinero consignado se aplica a los fines de la subasta (artículo 653).
7.- Quiebra de la subasta.
El artículo 653 de la ley establece con precisión las normas aplicables para el supuesto
de que el postor no consigna el precio en el plazo señalado o si la venta finalmente no se
lleva a efecto, con esta coda el legislador pretende garantizar cualquier actitud irregular del
postor que frustre la venta.
El legislador establece, como en la regulación anterior, que el postor pierde el dinero
depositado, salvo que el depósito pueda satisfacer el capital, intereses y costas.Ciertamente el artículo 653.1 de la LEC hace referencia a los depósitos en plural, lo que
puede generar confusión.
El resto de los postores, como ya se ha visto, pueden reservar sus posturas y mantener
los depósitos – en el artículo 653 de la LEC se habla sólo de depósito pero en la medida en
la que se admite también el aval lo lógico es que los mismos beneficios los tengan también
los postores que avalaron.
Como ya se ha visto el postor que quiebra la subasta pierde el dinero depositado o, en
su caso, avalado, este dinero se destina:
1º) Al pago de la convocatoria de la nueva subasta.- La redacción del precepto
permitiría, por ejemplo, que el ejecutante reclamara anuncios en medios de comunicación
con cargo a dicho depósito;
2º) El resto se destina al pago de la cantidad por la que se hubiera despachado
ejecución y, en el caso de inmuebles, se aplicará el artículo 672, referido al sobrante.
8.- Pago y destino del sobrante.
Una vez consignada la totalidad del precio el artículo 654 de la LEC establece que se
procederá al pago de la cantidad por la que se hubiera despachado ejecución, si la
cantidad pagada es superior el remanente queda a disposición del tribunal hasta que se
efectúe la liquidación de intereses y costas, liquidación que podrá solicitar el ejecutante, el
ejecutado o incluso el propio postor, aunque sobre este punto nada indica la LEC.
En el supuesto de bienes muebles el sobrante se entrega al ejecutado, salvo que éste
sobrante se hubiera embargado conforme al artículo 611 de la LEC.
342
-343B.- Bienes muebles.
En la subasta de bienes muebles los postores, salvo el ejecutante, tienen que
consignar un 20% del valor del bien.
El plazo para consignar la diferencia entre lo consignado y la mejor postura es de 10
días.
Al celebrarse una sola subasta el legislador establece en el artículo 650 un sistema de
garantías y posibilidades tanto para el ejecutado como para el ejecutante en el supuesto de
que la mejor postura sea inferior al 50 % del valor del bien mueble o del lote subastado.Supuestos previstos por el artículo 650:
- Postura de un tercero igual o superior al 50% del avalúo.- Auto aprobando el remate el
mismo día o al siguiente.- El postor tiene diez días para consignar el resto.- El Juzgado
pone al adquiriente en posesión del bien;
- Postura del ejecutante igual o superior al 50%.- Se aprueba el remate y el Secretario
procede a liquidar principal e intereses, tras esta liquidación se abre para el ejecutante el
plazo de 10 días para consignar la diferencia, si la hubiere, a resultas de la liquidación de
costas.
- Posturas superiores al 50% pero ofreciendo pago aplazado garantizado.- Se ofrece al
ejecutante – por cinco días – la posibilidad de adjudicarse el bien por el 50% del avalúo.
- Postura inferior al 50%:

El ejecutado tiene diez días para presentar tercero que mejore la postura ofreciendo
cantidad superior al 50% del valor de la tasación o cantidad inferior que resulte suficiente
para la completa satisfacción del derecho del ejecutante;

Si el ejecutado no realiza lo anterior se conceden 5 días al ejecutante para pedir la
adjudicación del bien por el 50% del valor tasado o por la cantidad que, en todos los
conceptos se le deba, siempre que dicha cantidad sea superior a la mejor postura.

Si el ejecutante no hace uso de esta facultad se aprueba el remate a favor del mejor
postor por una cantidad que supere:

el 30 % del valor del bien,

Ó al menos la cantidad total por la que se hubiera despachado ejecución,

Si la cantidad ofrecida no supera los parámetros anteriores el tribunal oye a las
partes y luego decide si aprueba el remate o alza el embargo – a petición del ejecutado –
para ello el Tribunal (la ley no indica si el Juez o el Secretario) tendrá en cuenta los
siguientes factores:
343
-344
Circunstancias del caso,

Conducta del deudor en relación al cumplimiento de la obligación,

Posibilidades de lograr la satisfacción de la deuda realizando otros bienes,

Sacrificio patrimonial que la aprobación del remate suponga al deudor,

Beneficio que obtenga el acreedor.
C.- Bienes Inmuebles y bienes muebles que tengan acceso a registros públicos
similares al de la propiedad.
1.- Preparación de la subasta.El modelo del que se parte es similar al de la vieja Ley:
1º.- El juzgado reclama del registro la certificación de cargas respecto de los
siguientes extremos:
a) Titularidad del dominio y demás derechos reales del bien o derecho gravado,
b) Derechos de cualquier naturaleza que existan sobre el bien, en especial la relación
de cargas inscritas o, en su caso, que el bien se encuentra libre de cargas (es una
reproducción simplificada del viejo artículo 1489 de la LEC de 1881),
- Esta certificación se hará constar por nota marginal expresando la fecha y
procedimiento en el que se haya reclamado.
- La información ofrecida por el registro en su certificación puede dar lugar a las
siguientes situaciones:
 Si el bien está inscrito a nombre de persona distinta del ejecutado.- El Tribunal (no
especifica la ley si el juez o el secretario pero lógicamente habrá de ser el juez oirá a las
partes y alzará el embargo si la inscripción del tercero es anterior al embargo, salvo que
ese tercero sea heredero del ejecutado o el embargo se hubiera trabado a sabiendas de
esa circunstancia (en este punto la conexión del artículo 658 con el 593 de la misma LEC,
sobre el trámite de requerimiento a los que puedan ser titulares del bien ajenos a la
ejecución).
- El Registrador comunica a los titulares de derechos inscritos con posterioridad al
embargo la existencia de la ejecución.- Esa comunicación se hace en el domicilio que
consta en el registro (este precepto el 659 es similar al 1490 de la LEC de 1881).- Estos
titulares podrán intervenir en el avalúo y en el resto de las actuaciones y el párrafo tercero
les permite satisfacer la totalidad de la deuda y subrogarse en los derechos del ejecutante.Por correo certificado, por telégrafo con acuse de recibo u otro medio fehaciente.
344
-345- El incumplimiento de esta obligación de certificar según constante jurisprudencia no
determina la nulidad de actuaciones (RDGRN de 1 de julio de 1997).- Así lo expresa el
artículo 660.2 con claridad.
- El artículo 661 determina la comunicación de la ejecución a los arrendatarios e incluso
a los ocupantes de hecho al objeto de que puedan presentar sus títulos y, antes de la
subasta, el juez pueda determinar, sin efecto de cosa juzgada, si los títulos son suficientes
para evitar el lanzamiento.
- Los titulares de derechos inscritos con posterioridad a la certificación no reciben
comunicación alguna.
- Si la inscripción es posterior se mantiene el embargo abriéndose el incidente previsto
en el artículo 662 de la LEC, respecto de la exhibición de títulos de quien aparezca como
poseedor.
2º.- Con la nueva regulación se amplían las facultades de conocimiento del Juzgado ya
que, a instancia del ejecutante, se dirigirán exhortos a los Tribunales que conozcan de
créditos anteriores que sean preferentes para que informen sobre la subsistencia y cuantía
de los créditos allí garantizados (art. 657).- la petición que se exige a esos acreedores es
exhaustiva.- Esta información sirve al ejecutante a los efectos del artículo 144 de la Ley
Hipotecaria, que hace referencia a los efectos de los convenios de modificación o
cancelación de la hipoteca respecto de terceros.-
3º.- Al expedir la certificación el Juzgado ha de requerir al ejecutado, en modo similar a
la anterior regulación, para que aporte la titulación, con la advertencia de que si no los
presentas se podrán adoptar las medidas correspondientes para obtener los títulos o, en
su caso, se permite suplir los títulos por medio de los correspondientes expedientes de
dominio.
A instancia del acreedor, aquí el legislador no le llama ejecutante, podrán salir los
bienes a subasta sin títulos, advirtiéndose así en los edictos.
2.- Subasta.Se establece una cantidad superior a consignar por los postores ya que se eleva a un
30% del valor del bien, hechas las operaciones ya examinadas por el Sr. Secretario.
Pueden realizarse subastas simultáneas en el Juzgado ejecutor y en el del lugar donde
radiquen las fincas (art. 673).- ya se permitía con la vieja LEC.
345
-3463.- Aprobación del remate.Viene regulado en el extenso artículo 670 de la nueva Ley:
El plazo para consignar la diferencia entre lo consignado y la mejor postura es de 20
días, el doble que en los inmuebles.
Al celebrarse una sola subasta el legislador establece un sistema de garantías y
posibilidades tanto para el ejecutado como para el ejecutante en el supuesto de que la
mejor postura sea inferior al 70 % del valor del bien o del lote subastado:
- Postura de un tercero igual o superior al 70% del avalúo.- Auto aprobando el remate el
mismo día o al siguiente.- El postor tiene veinte días para consignar el resto.- En este caso
la ley nada dice de que el Juzgado pone al adquiriente en posesión del bien, debiendo
tenerse en cuenta los derechos que puedan tener terceros adquirentes y que aquí serán
ventilados en la forma indicada en otro epígrafe de este trabajo.
- Postura del ejecutante igual o superior al 70%.- Se aprueba el remate y el Secretario
procede a liquidar principal e intereses, tras esta liquidación se abre para el ejecutante el
plazo de 10 días para consignar la diferencia, si la hubiere, a resultas de la liquidación de
costas.
- Posturas superiores al 70% pero ofreciendo pago aplazado garantizado.- Se ofrece al
ejecutante – por veinte días – la posibilidad de adjudicarse el bien por el 70% del valor de
salida; si no hace uso de esta facultad se aprueba el remate a favor del postor que
ofreciera dichas condiciones y avales.
- Postura inferior al 70%:
 El ejecutado tiene diez días para presentar tercero que mejore la postura ofreciendo
cantidad superior al 70% del valor de la tasación o cantidad inferior que resulte suficiente
para la completa satisfacción del derecho del ejecutante;
 Si el ejecutado no realiza lo anterior se conceden 5 días al ejecutante para pedir la
adjudicación del bien por el 70% del valor tasado o por la cantidad que, en todos los
conceptos se le deba, siempre que dicha cantidad sea superior a la mejor postura.
 Si el ejecutante no hace uso de esta facultad se aprueba el remate a favor del mejor
postor por una cantidad que supere:
 el 50 % del valor del bien,
 Ó al menos la cantidad total por la que se hubiera despachado ejecución,
 Si la cantidad ofrecida no supera los parámetros anteriores el tribunal oye a las partes
y luego decide si aprueba el remate o alza el embargo – a petición del ejecutado – para ello
346
-347el Tribunal (la ley no indica si el Juez o el Secretario) tendrá en cuenta los siguientes
factores:
 Circunstancias del caso,
 Conducta del deudor en relación al cumplimiento de la obligación,
 Posibilidades de lograr la satisfacción de la deuda realizando otros bienes,
 Sacrificio patrimonial que la aprobación del remate suponga al deudor,
 Beneficio que obtenga el acreedor.
- Si no hay postor el acreedor puede pedir la adjudicación bien por el 50% del valor del
bien o la cantidad debida por todos los conceptos.- Si el acreedor en 20 días no hace uso
de esta facultad se alza el embargo, a instancia del ejecutado.
4.- Pago y tratamiento del sobrante.Regulado en el artículo 672, se dispone:
1) El remanente que pudiera quedar, una vez satisfecho ejecutante, se retiene para
pagar a los acreedores con derechos inscritos con posterioridad al ejecutante.- Sin perjuicio
de los derechos que correspondan a acreedores singulares o a procesos concursales.
2) Cualquier interesado puede pedir a los acreedores posteriores que en plazo de 30
días acrediten la subsistencia y exigibilidad de los créditos y que presente liquidación.- Se
abre con ello un procedimiento incidental asimilable a un proceso para-concursal que
permite, tras una fase de prueba documental, que el juez dicte un auto acordando la
distribución de esas sumas retenidas.- Este auto no tiene efecto de cosa juzgada.
3.6.- EL AUTO DE ADJUDICACIÓN Y LA CANCELACIÓN DE CARGAS.
El auto aprobando el remate lo tiene que dictar el Juez y la certificación o testimonio
del mismo (artículo 674) es título suficiente para la inscripción de la adjudicación.- Este
auto ha de contener todas las circunstancias y condiciones que hayan surgido durante el
remate.A instancia del adquirente se expedirá, en su caso, mandamiento de cancelación de la
anotación o inscripción del gravamen que haya originado el remate o adjudicación y de las
inscripciones posteriores, incluidas las posteriores a la certificación.
347
-3483.7.- EL TRATAMIENTO DE LOS TERCEROS POSEEDORES.
La Ley regula (artículos 661, 662 y 675) los mecanismos para que el Juzgado antes de
la subasta, a instancia del ejecutante, o después de la subasta, a instancia del
adjudcatario, se ventile un incidente que se resuelve sin tener efecto de cosa juzgada
destinado a requerir a terceros ocupantes para que aporten los títulos en los que basen su
ocupación y, caso de considerarlos el juez insuficientes, anunciar en los edictos que ya se
examinaron los títulos de esos terceros o, si se hace después, acordar el lanzamiento; el
legislador se acomoda, con ello, a las exigencias del tribunal Constitucional plasmadas,
entre otras, por la sentencia de 2 de octubre de 1997.
3.8.- ESPECIALIDADES EN LA EJECUCIÓN DE BIENES HIPOTECADOS O PIGNORADOS
En la regulación anterior a la Ley 1/2000 convivian en el ordenamiento jurídico
español dos tipos de subastas, las derivadas del apremio ordinario – reguladas en la Ley
de Enjuiciamiento civil – y las vinculads a la Ley Hipotecaria – concretamente el artículo
131 de la LH que ahora se traslada a la nueva ordenación procesal civil, quedando el
nuevo artículo 131 de la LH con un contenido no procedimental .
El legislador opta por unificar las normas referidas al desarrollo de las subastas y
rompe con la vieja dualidad que generaba confusión y no era práctica; esta unificación no
está exenta de algunos riesgos ya advertidos por los primeros analistas de la Ley, por
ejemplo en lo referido al alzamiento del embargo cuando no haya postores, razonable en la
ejecución ordinaria puesto que el acreedor puede embargar otros bienes, pero complicado
en el procedimiento hipotecario que tiene como especial peculiaridad que se dirige contra
un determinado bien inmueble sujeto a hipoteca (artículos 681 a 698 de la nueva Ley).
Las principales novedades de la nueva regulación del procedimiento hipotecario o
pignoraticio de ejecución son fundamentalmente, las ya referidas en el epígrafe anterior, y
junto a ellas pueden fijarse como elementos fundamentales de la nueva regulación:
1. Tanto el deudor como el hipotecante pueden cambiar de domicilio a efectos de
notificaciones aunque no sea consentido por el acreedor siempre que se encuentre el
nuevo domicilio dentro del partido judicial
2. A efectos de notificación será domicilio el que conste en la inscripción de su
adquisisición.
3.
Legitimación pasiva.- La demanda ejecutiva se dirije contra el deudor, contra el
hipotecante no deudor o contra el tercer poseedor siempre que no hubiese el tercro
348
-349acreditdo al acreedor su título de adquisición.
4. Se mantiene la posibilidad de que el requerimiento de pago sea judicial – por díez
días – o extrajudicial por acta notarial.- Sorprende que mientras que en el libro I se excluya
la posibilidad de citar en la persona de un vencino, sin embargo en el procedimiento de
ejecución hipotecario se permita el requerimiento hecho en la persona del vecino más
próximo que fuera habido.
5. Cuando se trate de prenda o hipoteca de bienes muebles cabe acordar el depósito y
precinto; la administración de los bienes inmuebles se regula igual que aparecía regulada
en la legislación anterior.
6. Se celebra una única subasta que ha de realizarse transcurridos un mínimo de 30
días desde el requerimiento y las notificaciones a los titulares inscritos; y por lo menos han
de haber transcurrido 20 días desde la publicación de edictos.
7. Sobrante.- Si hay sobrante quedará a disposición de los titulares de derechos
inscritos con posterioridad, si el propietario del bien subastado fuera el propio deudor, el
sobrante se destina a pagar a los titulares de derechos posteriores y, si quedara todavía
sobrante,se destina al pago completo del ejecutante en lo que no quedara cubierto por la
hipoteca, salvo que el deudor esté en sutuación de suspensión de pagos, concurso o
quiebra.- En este punto la inmovación legislativa permitiría al acreedor cobrar la totalidad
de su deuda, amparada o no por la garantía hipotecaria, sin necesidad de instar otro
procedimiento de ejecución ordinaria o un juicio declarativo.
8. Se permite el incidente respecto del sobrante, ya examinado en al hablar de la
subasta ordinaria.
9.
Conforme al artículo 693 de la LEC puede ejecutarse la hipoteca respecto de los
plazos debidos sin necesidad de resolver el contrato y reclamar la totalidad de la deuda,
transfiriendo la finca al comprador con la hipoteca correspondiente a la parte de crédito que
no estuviere satisfecha.
10. Si al quedar pendientes de pago uno o más plazos el ejecutante opta por resolver el
contrato y reclamar la totalidad, pero podrá solicitar que se indique al deudor la posibilidad
de rehabilitar la hipoteca si antes de la subasta satisface los plazos impagados, más los
intereses, gastos y costas generados hasta la fecha de pago, articulando una especie de
enervación de la hipoteca y rehabilitación de la escritura; en el supuesto de que el inmueble
a ejecutar fuera vivienda familiar del ejecutado esta facultad rehabilitadora se le reconoce
al deudor por una sola vez aún sin autorización del ejecutante.- Se hace eco con ello la
nueva Ley del criterio mantenido por el Tribunal Supremo a partir de sentencia de 27 de
349
-350marzo de 1999, respecto de la nulidad de las cláusulas de vencimiento anticipado,
declarada en una sentencia de juicio de menor cuantía.
11. Los motivos de oposición a la ejecución hipotecaria se recogen en el artículo 695 y
queda fuera de los motivos de oposición la prejudicialidad penal, que se regula en el
artículo 697, que remite a los criterios que, con carácter general, recoge el artículo 569 de
la LEC, y que sólo reconoce a esta prejudicialidad efecto suspensivo de la ejecución si las
actuaciones penales afectan a la falsedad o nulidad del título o a la invalidez o ilicitud del
despacho de ejecución; permitiendose la continuación de la ejecución si el ejecutante avala
o afianza posibles daños o perjuicios.
Estos motivos de oposición son:
1. La extinción de la garantía o de la obligación garantizada, certificada registralmente
con expresión de la cancelación registral,
2. Error en la determinación de la cantidad exigible cuando se trate de deudas en
garantía de cuentas,
3. En los supuestos de ejecución de bienes muebles hipotecados o pignorados, si se
acredita la existencia de otras hipotecas o embargos anteriores.
Para tramitar estos motivos de oposición la LEC prevé un incidente que suspende el
curso de las actuaciones y articula la audiencia de las partes en comparecencia, sin
previsión específica de fase de prueba, debiendo resolver el Juez por auto en plazo de dos
días desde la comparecencia.
12. Cualquier otra reclamación debe ventilarse por la vía del juicio declarativo que
corresponda; el instante de estos procedimientos puede solicitar que el resultado
económico obtenido con la subasta quede retenido en todo o en parte a resultas del juicio
declarativo; el Juez resuelve de modo motivado, en atención a los argumentos que refieran
las partes en el declarativo exigiendo al solicitante de l retención que preste fianza o
caución suficiente.
13. Se regula en el artículo 696 la posibilidad de presentar tercerías de dominio
aportando título de propiedad de fecha fehaciente anterior a la constitución de la garantía
que se ejecuta, con la correspondiente certificación registral en vigor.
350
-351LA EJECUCIÓN PROVISIONAL
Es una de las grandes novedades de la Ley que ha supuestos una modificación del
criterio seguido hasta la fecha en la materia ya que es el ejecutado quien debe pechar con
la ejecución y, en su caso, afianzar para evitarla.(Arts.524 a 537)
Principios generales:
a) Se insta por demanda ejecutiva del art.549 LEC;
b) Se lleva a cabo como ejecución ordinaria.- por el mismo Juzgado.
c) En sentencias en rebeldía no cabe ejecución, solo inscripciones y anotación
preventiva.
d) Regla general.- Todas las sentencias de condena son ejecutables.- Sin caución.
e) preferencia en ejecución provisional de sentencias de tutela de derechos.
fundamentales.
Sentencias que no se pueden ejecutar provisionalmente:
1. Las sentencias dictadas en los procesos sobre paternidad, maternidad, filiación,
nulidad de matrimonio, separación y divorcio, capacidad y estado civil y derechos
honoríficos, salvo los pronunciamientos que regulen las obligaciones y relaciones
patrimoniales.
2. Las sentencias que condenen a emitir una declaración de voluntad.
3. Las sentencias que declaren la nulidad o caducidad de títulos de propiedad industrial.
4. Las sentencias extranjeras no firmes, salvo que expresamente se disponga lo
contrario en los Tratados internacionales vigentes en España.
Procedimiento:
a) Momento de la solicitud.-Desde notificación de la apelación hasta sentencia en
apelación;
- Si los autos están en la Audiencia debe requerirse testimonio de la sentencia de
instancia.
b) Se provee por medio de auto:- Si acuerda ejecución.-No cabe recurso sino
oposición.
Oposición a la ejecución provisional.a) Sólo cabe oposición cuando la ejecución ha sido despachada.
b) Causas tasadas de oposición:
1.- Haberse despachado la ejecución provisional con infracción del artículo anterior.
351
-3522.- Si la sentencia fuese de condena no dineraria, resultar imposible o de extrema
dificultad,
restaurar la situación anterior a la ejecución provisional o compensar
económicamente al ejecutado mediante el resarcimiento de los daños y perjuicios.-.
3.-Sentencia fuese de condena dineraria, el ejecutado no podrá oponerse a la ejecución
provisional, sino únicamente a actuaciones ejecutivas concretas del procedimiento de
apremio, cuando entienda que dichas actuaciones causarán una situación absolutamente
imposible de restaurar o de compensar económicamente mediante el resarcimiento de
daños y perjuicios.- El ejecutado habrá de indicar otras medidas o actuaciones ejecutivas
que sean posibles y no provoquen situaciones similares
así como ofrecer caución
suficiente.
Si no ofrece sustitución y caución se rechaza la oposición.- SIN RECURSO.
c) Plazo de oposición.- 5 días desde notificación del despacho.
d) .Contestación a la oposición.- 5 días.- PUEDE OFRECER CAUCIÓN para seguir
ejecutando
e) resolución.- Auto.-Motivo primero.- Alzar ejecución.-Motivo segundo.- suspende ejecución pero se mantienen embargos y medidas de
garantía (Ver art.700)
- Motivo tercero.- se sustituye una medida por otra.
f) Contra el auto no cabe recurso alguno.
Suspensión de la ejecución.- En condenas dinerarias.- Si se ofrece al ejecutante
principal, intereses y costas.
Firmeza de la sentencia ejecutada:
a) Si se confirma.- Continúa la ejecución.
b) Su se revoca.-1) En condenas de dinero.- Se sobresee la ejecución y se ordena la
devolución + daños, perjuicios y costas al ejecutado.
c)
Si fuera parcial.- No hay daños y perjuicios pero sí intereses.
En condenas no dinerarias:
a) Entrega de un bien.-Se devuelve + frutos.- o daños y perjuicios si no es posible.
c) hacer.-Se deshace + daños y perjuicios.
d) cabe que el obligado a deshacer o restituir se oponga.- Art. 528.
Ejecución provisional de sentencias dictadas en 2ª instancia.-
352
-353Remite a las normas anteriores. Plazo.- hasta sentencia en la siguiente instancia.
Competencia. Juzgado que conoció en la instancia.
7.- MEDIDAS CAUTELARES
7.1.- Concepto.Se denominan medidas cautelares a decisiones que adopta el Juez a instancia
de las partes para garantizar, en principio, el buen fin de una futura sentencia estimatoria.
Tiene por objeto garantizar la efectividad de una posible sentencia condenatoria, para así
evitar que durante el tiempo, generalmente largo, que transcurre entre la presentación de
una demanda y la resolución definitiva por maniobras de los demandados, pueda quedar
sin contenido tal resolución.
Bajo la referencia de las medidas cautelares el legislador ha acogido decisiones de
distinta naturaleza que pueden ir desde la simple anotación preventiva hasta la intervención
de un patrimonio y nombramiento de administrador, y que incluso permite la adopción de
las medidas que, a instancia de la parte, pueda decidir el Juez sin acogerse a priori a una
tipología legalmente determinada.
Uno de los aciertos del legislador de 2000 ha sido dar un tratamiento unitario a todas
las medidas cautelares que en la LEC de 1881 y en las normas mercantiles era objeto de
un tratamiento disperso, falto de unidad y criterio y sujeto a tramitaciones incluso
contradictorias y confusas.
Respecto de las medidas cautelares el propio legislador en la exposición de motivos
considera que “en cuanto a las medidas cautelares, esta Ley las regula en un conjunto
unitario de preceptos, del que sólo se excluyen, por las razones que más adelante se dirán,
los relativos a las medidas específicas de algunos procesos civiles especiales. Se supera
así una lamentable situación, caracterizada por escasas e insuficientes normas, dispersas
en la Ley de 1881 y en otros muchos cuerpos legales.
El referido conjunto de preceptos no es, empero, el resultado de agrupar la regulación
de las medidas cautelares que pudieran considerarse «clásicas», estableciendo sus
presupuestos y su procedimiento. Esta Ley ha optado por sentar con claridad las
características generales de las medidas que pueden ser precisas para evitar que se
frustre la efectividad de una futura sentencia, perfilando unos presupuestos y requisitos
igualmente generales, de modo que resulte un régimen abierto de medidas cautelares y no
un sistema de número limitado o cerrado. Pero la generalidad y la amplitud no son
353
-354vaguedad, inconcreción o imprudencia. La Ley se apoya en doctrina y jurisprudencia
sólidas y de general aceptación.
El «fumus boni iuris» o apariencia de buen derecho, el peligro de la mora procesal y la
prestación de caución son, desde luego, factores fundamentales imprescindibles para la
adopción de medidas cautelares. La instrumentalidad de las medidas cautelares respecto
de la sentencia que pueda otorgar una concreta tutela y, por tanto, la accesoriedad y
provisionalidad de las medidas se garantizan suficientemente con normas adecuadas.
Se procura, con disposiciones concretas, que las medidas cautelares no se busquen
por sí mismas, como fin exclusivo o primordial de la actividad procesal. Pero ha de
señalarse que se establece su régimen de modo que los justiciables dispongan de medidas
más enérgicas que las que hasta ahora podían pedir. Se trata de que las medidas resulten
en verdad eficaces para lograr, no sólo que la sentencia de condena pueda ejecutarse de
alguna manera, sino para evitar que sea ilusoria, en sus propios términos.
Aunque necesarias para conjurar el «periculum in mora», las medidas cautelares no
dejan de entrañar, como es sabido, otros peligros y riesgos. De modo que es preciso
también regular cuidadosamente, y así se ha pretendido en esta Ley, la oposición a las
medidas cautelares, su razonable sustitución, revisión y modificación y las posibles
contracautelas o medidas que neutralicen o enerven las cautelares, haciéndolas
innecesarias o menos gravosas.
Las medidas cautelares pueden solicitarse antes de comenzar el proceso, junto con la
demanda o pendiente ya el litigio. Como regla, no se adoptan sin previa contradicción, pero
se prevé que, en casos justificados, puedan acordarse sin oír al sujeto pasivo de la medida
que se pretende. En dichos casos, se establece una oposición inmediatamente posterior.
En la audiencia previa o en la oposición, pero también más tarde, puede entrar en juego la
contracautela que sustituya la medida cautelar que se pretende o que ya se haya
acordado.
Frente a alguna posición partidaria de atribuir el conocimiento y resolución acerca de las
medidas cautelares a un órgano jurisdiccional distinto del competente para el proceso
principal, la Ley opta por no separar la competencia, sin perjuicio de que no implique
sumisión, respecto del proceso, la actuación de la parte pasiva en el procedimiento relativo
a medidas solicitadas antes de la interposición de la demanda.
Esta opción no desconoce el riesgo de que la decisión sobre las medidas cautelares,
antes de la demanda o ya en el seno del proceso, genere algunos prejuicios o impresiones
en favor o en contra de la posición de una parte, que puedan influir en la sentencia. Pero,
354
-355además de que ese riesgo existe también al margen de las medidas cautelares, pues el
prejuicio podría generarse en la audiencia previa al juicio o tras la lectura de demanda y
contestación, esta Ley se funda en una doble consideración.
Considera la Ley, por un lado, que todos los Jueces y Magistrados están en condiciones
de superar impresiones provisionales para ir atendiendo imparcialmente a las sucesivas
pretensiones de las partes y para atenerse, en definitiva, a los hechos probados y al
Derecho que haya de aplicarse.
Y, por otra, no se pierde de vista que las medidas cautelares han de guardar siempre
relación con lo que se pretende en el proceso principal e incluso con vicisitudes y
circunstancias que pueden variar durante su pendencia, de suerte que es el órgano
competente para dicho proceso quien se encuentra en la situación más idónea para
resolver, en especial si se tiene en cuenta la posibilidad de alzamiento y modificación de
las medidas o de su sustitución por una equitativa contracautela. Todo esto, sin contar con
la menor complejidad procedimental que comporta no separar la competencia”.
7.2.- Presupuestos.1.-Justificación del derecho que se reclama («"bonus fumus iuris" o título»), por cuanto
carecería de sentido el aseguramiento de la efectividad de una sentencia si desde el
principio no se ofreciese justificación alguna del derecho que se pretende se reconozca en
la resolución definitiva,
y 2.-«periculum in mora»; esto es, que exista peligro tangible de que el retraso en la
obtención de la sentencia pueda dar lugar a su ineficacia real. Sin la concurrencia de tal
peligro no podría procederse al aseguramiento que se solicite; todo ello sin olvidar que la
existencia de peligro y la justificación del derecho no impedirán que el proceso pueda
finalizar en una sentencia absolutoria, de manera que, para obviar este extremo, se exige
de ordinario por la ley, una contra-cautela. Únicamente cuando la situación jurídica
cautelable se presente como probable con una probabilidad cualificada, según la doctrina
más autorizada, podrá darse entrada, desde la apariencia de buen derecho, a la medida
cautelar, para los casos, ciertamente, en que la existencia de un peligro de daño jurídico
pueda derivar del retardo, a veces necesario -juicios de extrema complejidad- en el
ejercicio de las funciones jurisdiccionales encomendadas a los Jueces en el art. 117 de la
Constitución
El artículo 728 establece que:
1. Sólo podrán acordarse medidas cautelares si quien las solicita justifica, que, en el
caso de que se trate, podrían producirse durante la pendencia del proceso, de no
355
-356adoptarse las medidas solicitadas, situaciones que impidieren o dificultaren la efectividad
de la tutela que pudiere otorgarse en una eventual sentencia estimatoria.
No se acordarán medidas cautelares cuando con ellas se pretenda alterar situaciones
de hecho consentidas por el solicitante durante largo tiempo, salvo que éste justifique
cumplidamente las razones por las cuales dichas medidas no se han solicitado hasta
entonces.
2. El solicitante de medidas cautelares también habrá de presentar los datos,
argumentos y justificaciones documentales que conduzcan a fundar, por parte del tribunal,
sin prejuzgar el fondo del asunto, un juicio provisional e indiciario favorable al fundamento
de su pretensión. En defecto de justificación documental, el solicitante podrá ofrecerla por
otros medios.
3. Salvo que expresamente se disponga otra cosa, el solicitante de la medida cautelar
deberá prestar caución suficiente para responder, de manera rápida y efectiva, de los
daños y perjuicios que la adopción de la medida cautelar pudiera causar al patrimonio del
demandado.
El tribunal determinará la caución atendiendo a la naturaleza y contenido de la
pretensión y a la valoración que realice, según el apartado anterior, sobre el fundamento de
la solicitud de la medida.
La caución a que se refiere el párrafo anterior podrá otorgarse en cualquiera de las
formas previstas en el párrafo segundo del apartado 3 del art. 529.
7.3. Características.- EL Tribunal Constitucional ha considerado (STCo. De 18 de julio
de 1994) que “la tutela judicial no es tal sin medidas cautelares adecuadas que aseguren el
efectivo cumplimiento de la resolución definitiva que recaiga en el proceso» [STC 14/1992,
fundamento jurídico 7.º]; «La potestad jurisdiccional de suspensión, como todas las
medidas cautelares, responde... a la necesidad de asegurar, en su caso, la efectividad del
pronunciamiento futuro del órgano judicial: esto es, de evitar que un posible fallo favorable
a la pretensión deducida quede (contra lo dispuesto en el art. 24.1 CE) desprovisto de
eficacia» [STC 238/1992, fundamento jurídico 3.º]. Es más, en esta misma sentencia se
añade que el legislador no puede eliminar de manera absoluta la posibilidad de adoptar
medidas cautelares dirigidas a asegurar la efectividad de la sentencia estimatoria, «pues
con ello se vendría a privar a los justiciables de una garantía que... se configura como
contenido del derecho a la tutela judicial efectiva» (fundamento jurídico 3.º)”.
356
-357En la nueva Ley el tratamiento es unitario en lo procedimental, caracterizándose la
nueva regulación:
1º) por la aplicación del principio contradictorio en la adopción de las medidas, de
manera que sólo pueden adoptarse inaudita parte si la parte acreidta razones de urgencia y
necesidad.
2º) El catálogo de medidas es heterogéneo y permite al juez amplias facultades para
poder adoptar medidas que considere menos gravosas;
3º) Se establece una noramtiva unitaria recogida en el último título del libro III, artículo
721 y siguientes;
4º) El legislador, sin embargo, establece medidas cautealres específicas para los
procesos especiales, de familia, capacidad y filiación;
5º) A modo de pesos y contrapesos el legislador establece que el solicitante ha de
ofrecer fianza o caución suficiente, a juicio del tribunal, y el afecto por las medidas puede
evitar las mismas si ofrece contracautelas fijadas y aprobadas por el Juez;
6º) Las medidas se establecen, en principio, en garantía de un correcto cumplimiento de
la sentencia pero como regla general no pueden suponer el fallo adelantado de la misma,
salvo en supuestos excepcionales previstos en el artículo 726.2º.
7º) Se permite su adopción también en supuestos de arbitraje;
8º) Se flexibiliza la modificación de las medidas.
7.4.- Clases.- Vienen referidas en el artículo 727:
1ª El embargo preventivo de bienes, para asegurar la ejecución de sentencias de
condena a la entrega de cantidades de dinero o de frutos, rentas y cosas fungibles
computables a metálico por aplicación de precios ciertos.
Fuera de los casos del párrafo anterior, también será procedente el embargo preventivo
si resultare medida idónea y no sustituible por otra de igual o superior eficacia y menor
onerosidad para el demandado.
2ª La intervención o la administración judiciales de bienes productivos, cuando se
pretenda sentencia de condena a entregarlos a título de dueño, usufructuario o cualquier
otro que comporte interés legítimo en mantener o mejorar la productividad o cuando la
garantía de ésta sea de primordial interés para la efectividad de la condena que pudiere
recaer.
3ª El depósito de cosa mueble, cuando la demanda pretenda la condena a entregarla y
se encuentre en posesión del demandado.
357
-3584ª La formación de inventarios de bienes, en las condiciones que el tribunal disponga.
5ª La anotación preventiva de demanda, cuando ésta se refiera a bienes o derechos
susceptibles de inscripción en Registros públicos.
6ª Otras anotaciones registrales, en casos en que la publicidad registral sea útil para el
buen fin de la ejecución.
7ª La orden judicial de cesar provisionalmente en una actividad; la de abstenerse
temporalmente de llevar a cabo una conducta; o la prohibición temporal de interrumpir o de
cesar en la realización de una prestación que viniera llevándose a cabo.
8ª La intervención y depósito de ingresos obtenidos mediante una actividad que se
considere ilícita y cuya prohibición o cesación se pretenda en la demanda, así como la
consignación o depósito de las cantidades que se reclamen en concepto de remuneración
de la propiedad intelectual.
9ª El depósito temporal de ejemplares de las obras u objetos que se reputen
producidos con infracción de las normas sobre propiedad intelectual e industrial, así como
el depósito del material empleado para su producción.
10ª La suspensión de acuerdos sociales impugnados, cuando el demandante o
demandantes representen, al menos, el 1 o el 5 por 100 del capital social, según que la
sociedad demandada hubiere o no emitido valores que, en el momento de la impugnación,
estuvieren admitidos a negociación en mercado secundario oficial.
11ª Aquellas otras medidas que, para la protección de ciertos derechos, prevean
expresamente las leyes, o que se estimen necesarias para asegurar la efectividad de la
tutela judicial que pudiere otorgarse en la sentencia estimatoria que recayere en el juicio.Adopta, con ello, una fórmula abierta, similar a la prevista en el artículo 1428 de la Ley de
1881.
7.5.- Tramitación.Ya se ha indicado que la regla general es la de adopción previa contradicción, sin
embargo cabe solicitarlas inaudita parte.
El legislador prevé tanto su solicitud antes de interponerse la demanda, como durante
la tramitación de ésta. En este caso, las medidas que se hubieran acordado quedarán sin
efecto si la demanda no se presentare ante el mismo tribunal que conoció de la solicitud de
aquéllas en los veinte días siguientes a su adopción. El tribunal, de oficio, acordará
mediante auto que se alcen o revoquen los actos de cumplimiento que hubieran sido
realizados, condenará al solicitante en las costas y declarará que es responsable de los
daños y perjuicios que haya producido al sujeto respecto del cual se adoptaron las
358
-359medidas. Este requisito temporal
no regirá en los casos de formalización judicial del
arbitraje o de arbitraje institucional. En ellos, para que la medida cautelar se mantenga,
será suficiente con que la parte beneficiada por ésta lleve a cabo todas las actuaciones
tendentes a poner en marcha el procedimiento arbitral.
Con posterioridad a la presentación de la demanda o pendiente recurso sólo podrá
solicitarse la adopción de medidas cautelares cuando la petición se base en hechos y
circunstancias que justifiquen la solicitud en esos momentos.
El Juez controla de oficio su propia competencia, definida por la acción que se quiera
ejercitar y que traiga causa de la medida, no cabe plantear declinatorias al respecto.
Es importante la limitación prevista en el artículo 731 ya que establece que “no se
mantendrá una medida cautelar cuando el proceso principal haya terminado, por cualquier
causa salvo que se trate de sentencia condenatoria o auto equivalente, en cuyo caso
deberán mantenerse las medidas acordadas hasta que transcurra el plazo a que se refiere
el art. 548 de la presente Ley. Transcurrido dicho plazo, si no se solicitare la ejecución, se
alzarán las medidas que estuvieren adoptadas.Tampoco podrá mantenerse una medida
cautelar si el proceso quedare en suspenso durante más de seis meses por causa
imputable al solicitante de la medida.
Desarrollo de la vista.- Recibida la solicitud, el tribunal, mediante providencia, salvo los
casos del párrafo segundo del artículo anterior, en el plazo de cinco días, contados desde
la notificación de aquélla al demandado convocará las partes a una vista, que se celebrará
dentro de los diez días siguientes sin necesidad de seguir el orden de los asuntos
pendientes cuando así lo exija la efectividad de la medida cautelar.
En la vista, actor y demandado podrán exponer lo que convenga a su derecho,
sirviéndose de cuantas pruebas dispongan, que se admitirán y practicarán si fueran
pertinentes en razón de los presupuestos de las medidas cautelares. También podrán
pedir, cuando sea necesario para acreditar extremos relevantes, que se practique
reconocimiento judicial, que, si se considerare pertinente y no pudiere practicarse en el
acto de la vista, se llevará a cabo en el plazo de cinco días.S e podrán formular
alegaciones relativas al tipo y cuantía de la caución. Y quien debiere sufrir la medida
cautelar podrá pedir al tribunal que, en sustitución de ésta, acuerde aceptar caución
sustitutoria, conforme a lo previsto en el art. 746 de esta Ley.
359
-360Contra las resoluciones del tribunal sobre el desarrollo de la comparecencia, su
contenido y la prueba propuesta no cabrá recurso alguno, sin perjuicio de que, previa la
oportuna protesta, en su caso, puedan alegarse las infracciones que se hubieran producido
en la comparecencia en el recurso contra el auto que resuelva sobre las medidas
cautelares.
Contra el auto en que el tribunal deniegue la medida cautelar sólo cabrá recurso de
apelación, al que se dará una tramitación preferente. Las costas se impondrán con arreglo
a los criterios establecidos en el art. 394.
Aun denegada la petición de medidas cautelares, el actor podrá reproducir su solicitud
si cambian las circunstancias existentes en el momento de la petición.
En los casos en que la medida cautelar se hubiera adoptado sin previa audiencia del
demandado, podrá éste formular oposición en el plazo de veinte días, contados desde la
notificación del auto que acuerda las medidas cautelares.
El que formule oposición a la medida cautelar podrá esgrimir como causas de aquélla
cuantos hechos y razones se opongan a la procedencia, requisitos, alcance, tipo y demás
circunstancias de la medida o medidas efectivamente acordadas, sin limitación alguna.
Del escrito de oposición se dará traslado al solicitante, procediéndose seguidamente
conforme a lo previsto en el art. 734.
Celebrada la vista, el tribunal, en el plazo de cinco días, decidirá en forma de auto
sobre la oposición. Si mantuviere las medidas cautelares acordadas condenará al opositor
a las costas de la oposición.
Si alzare las medidas cautelares, condenará al actor a las costas y al pago de los daños
y perjuicios que éstas hayan producido.
El auto en que se decida sobre la oposición será apelable sin efecto suspensivo.
Una vez firme el auto que estime la oposición, se procederá, a petición del demandado
y por los trámites previstos en los arts. 712 y siguientes, a la determinación de los daños y
perjuicios que, en su caso, hubiera producido la medida cautelar revocada; y, una vez
determinados, se requerirá de pago al solicitante de la medida, procediéndose de
inmediato, si no los pagare, a su exacción forzosa.
_____________________________________________________________
360
-361-
XI
El embargo. El Regin. El Registro de Bienes Muebles: las anotaciones de embargo de
vehículos. Actuaciones posteriores al embargo. Actuaciones posteriores a la anotación
preventiva de embargo y la subasta.
1.- El Embargo.A.- Naturaleza jurídica.- (Artículos 587.1, 593 y 594).La nueva L.E.C., recogiendo la jurisprudencia, tanto de la D.G, como del T.S, (RR.69-88 y 12-6-89), ha venido a zanjar definitivamente la polémica doctrinal acerca de la
interpretación de la naturaleza jurídica del embargo, provocada por la dicción del antiguo
art. 1.453 LEC, que, en relación con el artículo 42 y 44 de la L.H, parecían imponer con
carácter obligatorio la anotación preventiva del mismo para que la existencia de la traba se
produjera.
En efecto, el actual art. 587 nos dice que “el embargo se entenderá hecho desde que se
decrete por resolución judicial o se reseñe en diligencia, la descripción del bien trabado, aunque no
se haya tomado anotación preventiva del mismo en el Registro”. Ap 1º.-
Sin embargo, tal afirmación deberá entenderse sin perjuicio de tercero de buena fe, es
decir, su eficacia erga omnes sólo se producirá mediante su anotación en el Registro.
B.- La anotación preventiva (artículo 629).
Constituye la garantía de la traba y se practica en virtud de mandamiento dirigido al
Registrador.
Tras la reforma, lo expide el Secretario y se contendrá en una diligencia de ordenación.
(Art. 545, último inciso), ya que, al enumerar la forma de las resoluciones, no se contempla
referencia alguna a nuestra materia. Por ello, se entiende aplicable la frase “y los demás
casos”.
En el mandamiento o en la diligencia de ordenación, se harán constar los requisitos
exigidos por la Ley Hipotecaria, como
* Demandante, con su domicilio y NIF, (importante para practicar después notificaciones).
361
-362* Demandado, indicación de si es casado y ha sido notificado o demandado al
cónyuge.
*
La diligencia, que deberá contener la fecha, distinta de la del mandamiento, o la
misma, y lo ordenado, bastando la firma del Secretario, sin que se necesite la del Juez.Art. 223. 2.
* La indicación de las sumas garantizadas con la anotación art. 72 LH y 166.3 R.H.-
Se nos plantea, como novedad interesante, la adecuación del principio de especialidad
en sede de anotaciones preventivas de embargo, por el juego del artículo 575 L.E.C.
De su lectura podemos extraer las siguientes conclusiones:
 Que basta con expresar la cantidad total a asegurar, pues (aunque el mandamiento
englobe con el principal, intereses y costas, o señale cantidad por principal y por intereses
y costas), en todos los casos planteados, se podrá tomar la anotación.
 Que la interpretación del artículo 575 de la LEC, tal como ya se hizo del 248 de la ley
de procedimiento laboral, no permitirá al Registrador suspender o denegar el mandamiento
en el que se traspasen los límites del 30 y 10 %, habida cuenta que ambas leyes
excepcionan el que el Tribunal, al amparo de su superior criterio, decida otra cosa.
 Lo que, parece ser que no podrá admitirse es que el mandamiento intente asegurar
cantidades no acordes con el principio de especialidad, por analogía con las normas
hipotecarias, y para salvaguardar los legítimos intereses de terceros. En tal caso, podría
entenderse aplicable la teoría contenida en nuestra legislación hipotecaria, en sede de
hipotecas de máximo, por las que basta con fijar una cantidad alzada, a expensas de su
ulterior liquidación. Lo que parece que no sería admisible es la expresión: “más los
intereses y costas que se devenguen hasta la finalización del procedimiento” o “más los
intereses que se devenguen al % hasta el día del pago” o expresiones análogas.
C.- Presentación en el Registro.Una vez expedido el mandamiento, nos dice el Art 629 : 1. Cuando el embargo recaiga
sobre bienes inmuebles u otros bienes o derechos susceptibles de inscripción registral, el tribunal, a
instancia del ejecutante, librará mandamiento para que se haga anotación preventiva de embargo
en el Registro de la Propiedad o anotación de equivalente eficacia en el registro que corresponda.
El mismo día de su expedición se remitirá el mandamiento por fax desde el tribunal al Registro de la
Propiedad, donde se extenderá el correspondiente asiento de presentación, quedando en suspenso
la práctica de la anotación hasta que se presente el documento original en la forma prevista por la
legislación hipotecaria.
362
-363-
2. Si el bien no estuviere inmatriculado, o si estuviere inscrito en favor de persona distinta del
ejecutado, pero de la que traiga causa el derecho de éste, podrá tomarse anotación preventiva de
suspensión de la anotación del embargo, en la forma y con los efectos previstos en la legislación
hipotecaria.
Tal precepto, debe ser completado por el Reglamento Hipotecario, que en su «Artículo
418 nos dice:
1. Los títulos y documentos a que se refiere el artículo 416 de este
Reglamento,
cualquiera que haya sido su modo de ingresar en el Registro, se asentarán en el Diario por
su orden de recepción si la presentación se produce dentro del horario establecido
reglamentariamente.
2. La presentación física sólo podrá realizarse durante el horario de apertura al público
del Registro.
3. Si el título se recibe por correo se considerará presentante al
remitente del
documento y se practicará el asiento de presentación en el momento en que se proceda a
la apertura del correo recibido en el día.
4. Las comunicaciones de haber autorizado escrituras públicas, enviadas por los
Notarios por medio de telefax, según lo dispuesto en el artículo 249 del Reglamento
Notarial, se asentarán en el Diario de acuerdo con la regla general a excepción de las que
se reciban fuera de las horas de despacho, que se asentarán el día hábil siguiente,
inmediatamente después de la apertura del Diario, simultáneamente con las que se
presenten físicamente a esa misma hora en la forma que prevé el artículo 422 de este
Reglamento. El asiento de presentación que se extienda caducará si en el plazo de los diez
días hábiles siguientes no se presenta en el Registro copia auténtica de la escritura que lo
motivó.
Esta presentación dentro del citado plazo se hará constar por nota al margen del
primer asiento y a partir de la fecha de esta nota correrán los plazos de calificación y
despacho.
Si al recibir la comunicación el Registrador comprueba que la finca está situada
en otra demarcación registral lo pondrá en conocimiento del Notario autorizante
inmediatamente por medio de telefax. Por igual medio, el mismo día o el siguiente hábil,
confirmará la recepción y comunicará su decisión o no de practicar el asiento de
presentación.
363
-3645. Los órganos judiciales podrán enviar por telefax al Registro de la Propiedad
competente las resoluciones judiciales que puedan causar asiento registral, el día de su
firma o en el siguiente hábil. En el mismo plazo, a través del mismo medio y a los mismos
efectos, las autoridades administrativas podrán enviar al Registro de la Propiedad los
documentos que hayan expedido.
A los referidos envíos les será de aplicación el régimen de asientos y de
caducidad de los mismos previsto en el apartado 4 de este artículo, así como las
disposiciones, en él contenidas, sobre comunicaciones al remitente respecto a la situación
de la finca, a la confirmación de la recepción del envío y a la decisión del Registrador de
proceder o no a practicar el asiento de presentación.»
La interpretación de tal precepto debe ser realizada en consonancia con el carácter
rogado del procedimiento judicial, al igual que el Registral, y a mi juicio, nada impide que la
presentación se efectúe por el mismo Procurador, al igual que ocurre con los documentos
notariales y administrativos. Sin embargo, de ser remitidos en tal forma, se aplicarán las
disposiciones vistas.
D.- Calificación registral:
Presentado será objeto de calificación en forma ordinaria, pudiendo ocurrir varias
situaciones, que por ser objeto de tratamiento específico por la ley, analizaremos a
continuación:
* El embargo de bienes pertenecientes a persona distinta del ejecutado:
De los Art. 593 y 394, se desprende la eficacia y validez del embargo de cosa no
perteneciente al ejecutado, ya que el adquirente del titular registral con título no inscrito,
no podrá impedir el embargo con la sola exhibición del título, sino que deberá interponer la
oportuna tercería de dominio, (sin necesidad de inscribir su título Art. 595.3), dando la
oportunidad al ejecutante para alegar lo que considere conveniente. De este modo, el
verdadero dueño, no podrá impugnar la enajenación de los bienes embargados, sino
interpone tercería. (artículo 594.1).
a.- En consecuencia, se pueden dar las situaciones siguientes:
364
-365 Finca inscrita perteneciente al ejecutado: Se practicará la anotación.
 Finca perteneciente a un titular no inscrito (rezagado) y ejecución contra su
transmitente. En tal caso se distinguirá, si inscribe antes de presentarse en el Registro el
mandamiento o después. En el primer caso, la anotación se denegará y su inscripción no
se podrá cancelar en virtud de la ejecución. En el segundo, (practicada la anotación),
quedará obligado a interponer la pertinente tercería de dominio, pues, en caso contrario, su
inscripción se cancelará, como veremos.
 Adquirente del ejecutado después de practicada la anotación de embargo. Quedará
plenamente afectado por al ejecución.
 El embargo de bienes gananciales. (Artículo 541).
Su regulación se halla contenida en el artículo 541 de la lec. En él se da una
aclaración precisa: Ante la carencia de personalidad jurídica de la misma, establece el
apartado 1º, que no se despachará ejecución frente a la comunidad de gananciales.
Por tanto, las deudas serán contraídas, por el marido o la mujer, y serán deudas
privativas de cada uno de ellos, y además, en ocasiones, serán deudas de la sociedad.
En consecuencia, distinguiremos:
 Si la deuda se contrajo por uno de los esposos y además, es de la que debe
responder el patrimonio ganancial: La demanda se dirigirá contra el deudor y se notificará
el embargo al otro cónyuge.
 Por contra, si la deuda es privativa de un cónyuge, pero se persiguen bienes
comunes a falta o por insuficiencia de su patrimonio, se notificara el embargo al cónyuge
no deudor.
De las consecuencias y opciones que tiene el cónyuge no deudor, se ocupa el mismo
artículo 541, al que nos remitimos.
No nos dice nada la nueva regulación sobre el embargo de bienes integrantes de una
sociedad de gananciales, disuelta pero no liquidada, ni los bienes resultantes tras la
liquidación a los esposos de aquellos que integraban la masa común, por lo que por el
momento, se continuarán aplicando las previsiones del apartado 4º del artículo 144 del R.
H, conforme al cual el embargo se anotará cuando conste que la demanda se ha dirigido
contra ambos cónyuges o sus herederos.
365
-366En el segundo caso, es decir, si constare en el Registro su liquidación, se anotará el
embargo si el bien ha sido adjudicado al cónyuge contra el que se dirije la demanda o
ejecución, o del mandamiento resulta la responsabilidad del bien por la deuda que motiva
el embargo y consta la notificación del mismo al cónyuge titular, antes del otorgamiento de
la liquidación.
E.- Ampliaciones de embargo y su preferencia.Una vez practicada la anotación preventiva de embargo, cabe la posibilidad de
practicar la ampliación de embargo, regulada en el arts. 578
Art 578 Vencimiento de nuevos plazos o de la totalidad de la deuda.
1. Si, despachada ejecución por deuda de una cantidad líquida, venciera algún plazo de
la misma obligación en cuya virtud se procede, o la obligación en su totalidad, se entenderá
ampliada la ejecución por el importe correspondiente a los nuevos vencimientos de
principal e intereses, si lo pidiere así el actor y sin necesidad de retrotraer el procedimiento.
2. La ampliación de la ejecución podrá solicitarse en la demanda ejecutiva. En este
caso, al notificarle el auto que despache la ejecución, se advertirá al ejecutado que la
ejecución se entenderá ampliada automáticamente si, en las fechas de vencimiento, no se
hubieren consignado a disposición del Juzgado las cantidades correspondientes.
Cuando el ejecutante solicite la ampliación automática de la ejecución, deberá presentar
una liquidación final de la deuda incluyendo los vencimientos de principal e intereses
producidos durante la ejecución. Si esta liquidación fuera conforme con el título ejecutivo y
no se hubiera consignado el importe de los vencimientos incluidos en ella, el pago al
ejecutante se realizará con arreglo a lo que resulte de la liquidación presentada.
3. La ampliación de la ejecución será razón suficiente para la mejora del embargo y
podrá hacerse constar en la anotación preventiva de éste conforme a lo dispuesto en el
apartado 4 del artículo 613 de esta Ley.
En el caso del apartado anterior, la ampliación de la ejecución no comportará la
adopción automática de estas medidas, que sólo se acordarán, si procede, cuando el
ejecutante las solicite después de cada vencimiento que no hubiera sido atendido.
A ello, agrega el apartado 4º del artículo 613, conforme al cual:
3. Sin perjuicio de lo dispuesto en los apartado anteriores, cuando los bienes
366
-367sean de las clases que permiten la anotación preventiva de su embargo, la responsabilidad de los terceros poseedores que hubieran adquirido dichos bienes en otra ejecución,
tendrá como límite las cantidades que, para la satisfacción del principal, intereses y costas,
aparecieran consignadas en la anotación en la fecha en que aquellos hubieran inscrito su
adquisición.
4. El ejecutante podrá pedir que se mande hacer constar en la anotación preventiva de
embargo el aumento de la cantidad prevista en concepto de intereses devengados durante
la ejecución y de costas de ésta, acreditando que unos y otras han superado la cantidad
que, por tales conceptos, constara en la anotación anterior.
En la interpretación de tales preceptos podemos hacer las siguientes precisiones.
 Que la ampliación de la ejecución, podrá pedirse, ya que el Tribunal no puede
actuar de oficio, sólo en los dos casos contemplados, es decir, el artículo 578 y el apartado
4º del Art. 613.
 Que la petición deberá hacerse por el ejecutante y tal solicitud contendrá el que se
ordene hacer constar en el Registro, el nuevo importe del principal, (si vence algún plazo) o
de los intereses y costas, (incrementados en el transcurso de la ejecución).
 Accediéndose a lo solicitado, se librará nuevo mandamiento al Registro en el que
sólo se deberá hacer constar la cuantía de las nuevas cantidades aseguradas con la
anotación.
 Pero, ¿Que tipo de asiento se extenderá a continuación a la espera de la próxima
reforma reglamentaria?.
1. No cabe consignar nada en la propia anotación preventiva de embargo inicialmente
practicada, aunque parezca desprenderse lo contrario de la propia LEC, y ello, porque
cuando la ley asi lo desea, ordena tomar una nota al margen de la anotación y ahora no lo
dice; ello originaría mucha confusión a la otra de determinar preferencias de cobro, si
existen otros acreedores intermedios y porque el artículo 613.4, habla de anotación
anterior.
2. Por ello, lo más razonable parece ser extender una anotación preventiva de embargo
nueva, que, aún conectada con la anterior de que trae origen, tenga su propio rango
registral. Por todo ello, habrá de entenderse que, si al tiempo de presentar la oportuna
ampliación en el Registro, la finca o parte de ella, ha pasado a manos de tercer adquirente,
la anotación preventiva de ampliación no se podrá practicar.
367
-368EL REGISTRO DE BIENES MUEBLES: Las anotaciones de embargo de vehículos.
La Ley 28/1998 configura el Registro de Venta a plazos de bienes Muebles como un
registro de contenido amplio destinado a integrarse en el Registro de Bienes Muebles.
En virtud de la Orden de 19 de Julio de 1.999 por la que se aprueba la
Ordenanza para el Registro de Venta a plazos de bienes muebles, son objeto de
inscripción en aquel no solo las garantías a favor del vendedor o financiador, sino
también sobre los contratos sobre los bienes financiados o dados en
arrendamiento, de tal forma que a todos los efectos legales se presumirá que los
derechos inscritos existen y pertenecen a su titular en la forma determinada por el
asiento respectivo.
El Real Decreto 1.828/1999, de 3 de diciembre crea el Registro de Bienes
Muebles, como verdadero Registro de titularidades y gravámenes sobre bines
muebles, asi como de condiciones generales de la contratación. Como corolario,
anotaciones de embargo y de demandas obre bienes muebles también accederán
al mismo.
Desarrollo de lo anterior, el 10 de Mayo de 2.000 se firmó un Convenio entre la
Dirección General de Tráfico y la Dirección General de Registros y del Notariado
sobre interconexión informática del Registro de Vehículos y el Registros de Bienes
Muebles, suscrito mediante addenda de 13 de Noviembre de 2.000 por el Consejo
General del Poder Judicial.
Como quiera que la intercomunicación entre ambos Registros se encuentra
establecida, a partir del próximo 1 de Abril de 2.001, las solicitudes que en la
actualidad se remiten a la Jefatura Provincial de Tráfico para anotaciones /
cancelaciones de embargos deberán ser dirigidas al Registro de Bienes Muebles.
Cuando se trate de solicitar información a cerca de la titularidad de vehículos se
verificará en la Jefatura Provincial de Tráfico.
Los Decanatos que actualmente se encuentran conectados via telemática con
la Dirección General de Tráfico, no practicarán en la base de datos del mencionado
organismo, anotaciones ni cancelaciones de embargos a partir del dias 1 de abril.
368
-369Es destacable la Resolución de 12 de abril de 2002, de la Dirección General
de los Registros y del Notariado, sobre la interpretación del artículo 98 de la Ley
24/2001, de 27 de diciembre, respecto de los títulos inscribibles en los
Registros de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles, que se transcribe
íntegramente: .
Antecedentes de hecho
1. El Consejo General del Notariado formula a esta Dirección General consulta vinculante
acerca del criterio de este centro directivo “sobre el ámbito de aplicación del artículo 98 de la Ley
24/2001 respecto de los títulos inscribibles cuando éstos contengan un juicio notarial de suficiencia
de representación o apoderamiento por parte del Notario; específicamente si -no obstante el
mandato legal contenido en el apartado 2 del artículo 98, a cuyo tenor “2. La reseña por el Notario
del documento auténtico y su valoración de la suficiencia de las facultades representativas harán fe
suficiente, por sí solas, de la representación acreditada, bajo la responsabilidad del Notario”- los
Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles pueden exigir que las escrituras
públicas contengan la transcripción de los documentos que se hayan aportado para acreditar la
representación alegada”, o si, por el contrario, “conforme al artículo 98 citado, basta al efecto con
que el Notario haga constar la suficiencia de las facultades representativas bajo su responsabilidad
sin necesidad de transcribir aquellos documentos ni de aportarlos”.
Las consideraciones jurídicas expresadas por el Consejo General del Notariado en el escrito de
formulación de dicha consulta son, en esencia, las siguientes: 1ª Que el artículo 98 de la Ley
24/2001 es de una claridad absolutamente meridiana, y donde la Ley no distingue no debe hacerse
distinción. 2ª Que la finalidad de dicha norma es la de reducir la extensión de los documentos
públicos, para abaratar su coste y hacer más fácil su manejo, agilizando el tráfico jurídico,
homologándolo con el tráfico jurídico financiero que se lleva a cabo en nuestro país y con los
mecanismos utilizados en la mayoría de los países europeos que constituyen nuestro entorno. 3ª
Que es perfectamente claro que el juicio del Notario, como el juicio del Registrador al inscribir, es
siempre un juicio sujeto a revisión, ya que puede adolecer de todos los defectos que la humana
naturaleza introduce en lo que son los juicios humanos, y por ello existe un sistema de recursos
judiciales y extrajudiciales para restablecer la verdad jurídica en aquellos supuestos en que ha
intervenido un Notario o un Registrador, pero esto no quiere decir que determinados actos no
tengan una presunción de legitimidad que les haga valer mientras no sean destruidos por los
medios jurídicos adecuados, que en el caso de los documentos públicos es el recurso a la vía
judicial, de la misma manera que sucede con la calificación registral, a salvo el recurso ante esta
Dirección General, de modo que el artículo 98 atribuye al juicio de suficiencia de las facultades
representativas que efectúa el Notario un valor, al menos, idéntico al de la calificación registral. 4ª
Que no existe ningún conflicto de leyes entre los artículos 98 de la Ley 24/2001 y 18 de la Ley
Hipotecaria, y si se entendiera que se da un problema de coordinación entre ambos preceptos, un
principio elemental de hermenéutica consistiría, no en suprimir uno de ellos, sino en otorgarle a los
dos su pleno contenido y significación, manteniendo la plena vigencia de ambos artículos. 5ª Que al
establecer el artículo 18 de la Ley Hipotecaria que “Los Registradores calificarán, bajo su
responsabilidad... la capacidad de los otorgantes y la validez de los actos dispositivos contenidos en
las escrituras públicas, por lo que resulte de ellas...”, esa función calificadora debe atenerse a la
propia escritura pública que se pretende inscribir, de modo que la forma de atenerse a esta escritura
pública es la que regula el mencionado artículo 98 en sus tres párrafos. Así, mientras que el primero
y segundo declaran válido, en sus líneas generales, el juicio de suficiencia de la representación o
apoderamiento efectuado por el Notario, esto es, configura al Notario, a estos efectos, como
auténtica autoridad calificadora, en el párrafo tercero establece una excepción al obligar a
incorporar a la matriz los documentos complementarios en aquellos supuestos en que “así lo exija
la ley”, con lo que se está refiriendo a una serie de supuestos concretos, como después se
enumeran, y a leyes concretas, y no a la genérica facultad de calificación establecida en el artículo
18 de la Ley Hipotecaria. 6ª Que cualquier otra interpretación deja huérfano de significación el
artículo 98, recién promulgado, pues es impensable un precepto que se limite a repetir lo existente
y no añada nada nuevo al ordenamiento jurídico, más que esa forzadísima interpretación sobre el
agravamiento de la responsabilidad del Notario, que ni siquiera es fácilmente comprensible y que
pugna, como expresamente se reconoce, con la jurisprudencia del Tribunal Supremo vigente.
369
-3702. De este escrito se dio traslado a la Junta Directiva del Colegio de Registradores de la
Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles.
Las alegaciones que presentó a dicha consulta son, en esencia, las siguientes: 1ª Que en los
sistemas registrales evolucionados, como el español, el Registro ejerce una función de control de
legalidad, al que se conecta la consecuencia jurídica sustancial denominada “fe pública registral”. Que
la lógica separación -orgánica y funcional- entre Notarios y Registradores proviene de que el Registro
ejerce siempre una tarea de control con efectos sobre terceros. Que si se transfiriesen en todo o en
parte las funciones calificadoras desde los Registradores a los Notarios, se exacerbaría el conflicto de
intereses subyacente entre partes (protegidas) y terceros (indefensos). Por ello la regla general en
Europa es que la representación debe ser acreditada ante el Registrador y también ante cualquier otro
funcionario público. 2ª Que los Registradores de la Propiedad y Mercantiles, en ejercicio de las
competencias que les atribuye el artículo 18 de la Ley Hipotecaria, han venido calificando la
existencia, legalidad y suficiencia de la representación de los que otorgan, en nombre de otros,
escrituras públicas. Que nada ha cambiado en este punto por la promulgación de la Ley de
Acompañamiento y son varios los preceptos de la misma que ratifican o confirman el ámbito tradicional
de la calificación registral (artículo 100.1 -que introduce los párrafos 2.o, 3º y 4º del artículo 18 de la
Ley Hipotecaria, sin modificar el párrafo 1.o-; artículo 100.2 -que introduce el artículo 19 bis de la Ley
Hipotecaria, sobre los casos en que el Registrador debe denegar o suspender el asiento, sin hacer
excepción alguna para el caso de insuficiencia o falta de representación; y en la regla 1ª del párrafo
cuarto de dicho artículo 19 bis se establece como requisito para calificar la necesidad de que se
acompañen al testimonio íntegro del título presentado “los documentos complementarios”, sin hacer
excepción para los complementarios de los que resulte la representación-; artículo 112.2, que se refiere
a “los principios fundamentales de la legislación registral”, y uno de ellos es precisamente el de
calificación registral, y la disposición adicional vigésima quinta, al redactar el nuevo artículo 42.9 de la
Ley Hipotecaria, mantiene la anotación preventiva para el caso de que la inscripción de algún título “no
pueda hacerse por algún defecto subsanable”, sin salvedad alguna y, por tanto, también para el caso
de defecto en la representación, lo que supone que el Registrador tiene que seguir apreciándola. 3ª
Que el artículo 18 de la Ley Hipotecaria, a diferencia de sus artículos 222.2 y 253.1, no ha sido
expresamente derogado, sino que, como ha quedado expuesto, ha sido plenamente ratificado. 4ª Que
el párrafo primero del artículo 18 de la Ley Hipotecaria tampoco ha sido derogado tácitamente, puesto
que el artículo 98 de la Ley de Acompañamiento no se opone al mismo sino que ratifica y confirma su
mandato, porque el párrafo tercero impone al Notario la obligación de unir “a la matriz... los
documentos complementarios” (de los que resulte la representación), y la Ley Hipotecaria imponía e
impone la obligación de que se acompañe, al documento principal que pretende inscribirse, el
complementario de poder, a fin de que el Registrador pueda calificar la “validez del acto dispositivo”
(artículo 18.1 de la Ley). Y el artículo 19 bis de la Ley Hipotecaria exige enviar al Registrador toda “la
documentación complementaria”, sin excepción alguna. 5ª Que de la interpretación lógica y conforme a
la Constitución de los artículos 98.3 de la nueva Ley y el artículo 18.1 de la Ley Hipotecaria resulta que
“los documentos complementarios” a que se refiere aquél no pueden ser otros que aquellos que sirven
precisamente para justificar la representación. Que la Ley Hipotecaria es una de las leyes que venía
exigiendo que se aportasen también los documentos complementarios de los que resulta la
representación. 6ª Que si las escrituras no recogen los datos que determinan la validez de los actos
dispositivos, no es posible hacer juicio alguno sobre ellos y, por tanto, no existe calificación alguna. 7ª
Que el artículo 98.3 no distingue entre unos documentos complementarios que deban unirse o
transcribirse y otros que no deban serlo, por lo que habrán de ser transcritos todos. 8ª Que, respecto de
la eficacia civil del juicio notarial de suficiencia de la representación, dicho juicio no vincula ni a las
partes (poderdante -confróntense artículos 1.712.2 y 1.717 del Código Civil-; o quien contrata con el
apoderado -confróntese el artículo 1.259 del Código Civil-) ni a los terceros (confróntense artículos 24 y
33 de la Constitución). Que la interpretación del Consejo General del Notariado obliga a entender que
en nuestro ordenamiento se introduce una nueva forma de adquisición a “non domino” hasta hoy
desconocida, puesto que la intervención notarial convalidaría la transmisión defectuosa por falta de
representación. 9ª Que el juicio notarial de suficiencia de la representación no vincula a los Tribunales
ni al conjunto de las Administraciones Públicas, por lo que no es posible defender, mediante una
interpretación del párrafo segundo del artículo 98, desconexionada de su párrafo tercero, que se han
modificado leyes tan importantes como la Ley de Enjuiciamiento Civil, la de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, la General Tributaria, la del
Registro Civil, o el Código de Comercio, así como Reglamentos tan decisivos como el General de
Recaudación o de la Seguridad Social o el de Reclamaciones Económico-Administrativas. 10.ª Que si
el juicio de suficiencia de la representación realizado por el Notario vinculase a Tribunales y
Administraciones Públicas (y por tanto a Registros públicos), quienes se creyesen perjudicados por su
370
-371resultado no podrían alegar ni probar en contrario, lo que sería inadmisible con la Constitución en la
mano, ya que atentaría contra el núcleo mismo de las competencias judiciales y administrativas que
aquélla reconoce (confróntense artículos 10, 24, 103.1 y 117 de la Constitución). 11ª Que las
presunciones sólo son aplicables si han sido establecidas explícitamente en una ley (artículos 1.250 del
Código Civil y 385 de la Ley de Enjuiciamiento Civil) y ahora se pretende que una presunción coloque el
juicio de suficiencia bajo el amparo de los Tribunales, de modo que para enervarla sería preciso
plantear y ganar un juicio declarativo. 12ª Que la pretensión de dotar de presunción de legalidad al
juicio de suficiencia notarial altera la distribución de las respectivas competencias notariales y
registrales, ratificada por el conjunto normativo y refrendado por la Ley de Acompañamiento. 13ª Que el
artículo 98 de la nueva Ley no puede buscar otra cosa que mejorar, también en materia de
representación, la calidad del servicio notarial, imponiendo nuevas obligaciones a los fedatarios
públicos o acentuando el rigor de las antiguas. 14ª Que la Ley regula dicha cuestión bajo la rúbrica
“Juicio de suficiencia de la representación o apoderamiento”, para evitar un cambio de competencias de
Notarios y Registradores. 15ª Que el juicio notarial ampara la eficacia del “acto o contrato” entre partes,
pero no la del “asiento registral”, que perjudica a terceros (confróntense artículos 98.2 y 112.2 de la
nueva Ley, 1.218 y 1.257 del Código Civil, y la Sentencia del Tribunal Constitucional de 24 de abril de
1997). 16ª Que si se sigue la interpretación de la consulta, los recursos que se planteen contra las
calificaciones de los Registradores no podrían tener como objeto la calificación registral sobre la
suficiencia de los poderes de representación. 16ª Que la inmensa mayoría de los países de nuestro
entorno exige siempre la transcripción en la escritura o el acompañamiento de los documentos de los
que resulte la representación (a tal efecto, se acompaña un anexo de legislación comparada en la que
se pretende apoyar esta afirmación). 17ª Que la consulta vinculante, por su propia naturaleza, debe
dirigirse a la resolución de casos concretos, siendo inadecuados para resolver conflictos de
competencias, y para dictar leyes o normas de interpretación (con valor vinculante: Una especie de
interpretación cuasi auténtica) de una disposición general -confróntese el artículo 260.3º de la Ley
Hipotecaria-. 18ª Que la Dirección General de los Registros y del Notariado carece de facultades en un
expediente de consulta para delimitar las competencias de las funciones de los Notarios y los
Registradores. 19ª Que, en caso de resolver, y no aceptarse las alegaciones expuestas y ser contraria
la resolución a los intereses de los colegiados que integran la Corporación que representa quien
formula el presente escrito, se tenga por planteado el oportuno recurso ante el órgano que corresponda
del Ministerio de Justicia.
Fundamentos de Derecho
Vistos los artículos 2.1ª), 31, 50 y 84 de Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen jurídico de
las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común; 98, 100.1, 100.2, 103 y 112.2
de la Ley 24/2001, de 27 de diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social; 1.216,
1.217, 1.218, 1.219, 1.257, 1.259, 1.712, 1.717 y 1.733 y siguientes del Código Civil; 18.2, 20 y 21 del
Código de Comercio; 1, 3, 18, 19 bis, 21, 38, 42.9, 65, 273 y 274 de la Ley Hipotecaria; 1, 17 bis, 23 y
47 de la Ley del Notariado; 5.2 de la Ley 42/1998, de 15 de diciembre; 101,481 y 560 del Reglamento
Hipotecario; 143, 145, 164, 165, 166, 244.E), apartado 8, y 313.3º del Reglamento Notarial; 4.1ª) y b)
del Real Decreto 1474/2000, de 4 de agosto, que desarrolla la estructura básica del Ministerio de
Justicia; 4.1.1º y 54 de los Estatutos generales del Colegio de Registradores de la Propiedad y
Mercantiles de España, aprobados por Real Decreto 483/1997, de 14 de abril, y las Resoluciones de
esta Dirección General de 15 de julio de 1954, de 29 de abril de 1994, de 3 de abril de 1995 y de 12 de
abril de 1996,
El Consejo General del Notariado formula consulta vinculante, en los términos detallados
en los anteriores antecedentes de hecho, acerca del ámbito de aplicación del artículo 98 de la Ley
24/2001, de 27 de diciembre, respecto de los títulos inscribibles cuando éstos contengan un juicio
notarial de suficiencia de representación o apoderamiento, y, específicamente, si los Registradores de
la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles pueden exigir que las escrituras públicas contengan la
transcripción de los documentos que se hayan aportado para acreditar la representación alegada, o si,
conforme al mencionado artículo, basta al efecto con que el Notario haga constar la suficiencia de las
facultades representativas bajo su responsabilidad, sin necesidad de transcribir aquellos documentos ni
de aportarlos.
2. Como cuestión previa, cabe recordar que esta Dirección General es competente para resolver
las consultas sobre aplicación y ejecución de la legislación notarial, así como las que puedan surgir en
el cumplimiento y aplicación de las disposiciones legales en la materia registral -artículo 4.1ª) y b) del
Real Decreto 1474/2000, de 4 de agosto, que desarrolla la estructura básica del Ministerio de Justicia, y
313.3º del Reglamento Notarial-. En este sentido, la cuestión ahora planteada entronca tanto con la
371
-372aplicación de la legislación notarial, en concreto a efectos del juicio de legalidad que respecto de la
representación alegada por los otorgantes corresponde realizar al Notario en el momento del
otorgamiento del negocio (confróntense artículos 1 y 17 bis de la Ley del Notariado y 145 de su
Reglamento), como con la legislación sobre materia registral, en cuanto se trata de decidir sobre el
ámbito de la calificación registral tal y como resulta delimitado por los preceptos legales,
señaladamente por el artículo 18 de la Ley Hipotecaria y el artículo 98 de la Ley 24/2001, de 27 de
diciembre.
Por otra parte, conforme al artículo 103 de la mencionada Ley 24/2001, el Consejo General del
Notariado y el Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles pueden elevar consulta a esta
Dirección General respecto de aquellos actos o negocios susceptibles de inscripción en cualquiera de
los Registros a su cargo, de suerte que, una vez evacuada dicha consulta, será vinculante para todos
los Notarios y Registradores (como funcionarios públicos que son, según los artículos 1 de la Ley del
Notariado y 274 de la Ley Hipotecaria), quienes deberán ajustar la interpretación y aplicación que
hagan del ordenamiento al contenido de la misma. Y si bien es cierto que el apartado 3 de dicho
precepto previene que reglamentariamente se establecerá el procedimiento mediante el cual se
articularán las mencionadas consultas, no es menos cierto que la falta de disposiciones de desarrollo
reglamentario posteriores a dicha Ley no puede constituir obstáculo alguno a la resolución de la
consulta formulada con el alcance que resulta de ese precepto legal que se encuentra en vigor
(confróntese disposición final tercera de la Ley 24/2001), máxime si se tiene en cuenta la trascendencia
que para el tráfico jurídico tiene la cuestión planteada -y, precisamente por ello, la imperiosa necesidad
de despejar cualquier duda al respecto-, en tanto en cuanto se trata de decidir si conforme a la reciente
reforma legislativa que es objeto de debate son o no inscribibles, por sí solas, las escrituras públicas en
las que la representación acreditada mediante documento auténtico es reseñada por el Notario y
valorada por éste, bajo su responsabilidad, como suficiente, sin necesidad de acompañar a las
escrituras o unir, transcribir o testimoniar a las mismas dicho documento representativo. A tal efecto, la
ausencia del mencionado desarrollo reglamentario (que no podrá tener más contenido que el
procedimental -plazos, audiencias, etc.-) puede ser resuelta con las normas ya vigentes y, entre ellas,
la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común [confróntese su artículo 2.1ª))
3. Por lo que se refiere al fondo de la cuestión planteada en la consulta, debe partirse del distinto
ámbito y efectos de la escritura pública y los asientos del Registro. Mientras que la primera atañe a la
forma del negocio jurídico, los segundos atienden a la publicidad de los derechos reales que en su caso
se puedan haber creado en virtud del mismo y sus efectos frente a terceros adquirentes. De ahí que no
siempre y necesariamente hayan de coincidir los requisitos exigidos por la legislación notarial para la
redacción de las escrituras con los requisitos impuestos por la legislación hipotecaria para practicar la
inscripción.
El artículo 18 de la Ley Hipotecaria, al regular la calificación registral, no predetermina el contenido
de la escritura pública, sino que éste viene definido, en lo que ahora interesa, por la legislación notarial
(confróntese artículo 1.217 del Código Civil). Pero los requisitos para que el derecho constituido en
virtud de la misma sea inscribible en el Registro sí son establecidos por la legislación hipotecaria.
Aunque la Ley del Notariado de 28 de mayo de 1862 no contiene exigencia legal expresa en
materia de representación, ya la Instrucción de 9 de noviembre de 1874, sobre la manera de redactar
los instrumentos públicos sujetos a Registro, se ocupó en su artículo 5 del otorgante que concurra en
nombre de una persona jurídica; aunque fue, después, el artículo 247 del Reglamento de la
Organización y Régimen del Notariado, aprobado mediante Real Decreto de 7 de noviembre de 1921 que derogó la referida Instrucción-, la norma que prescribió que “el Notario insertará en el cuerpo de la
escritura o incorporará a ella, originales o por testimonio, las certificaciones o documentos fehacientes
que acrediten la representación legal o voluntaria de quien comparezca en nombre de otro”; análogo
texto contenía el artículo 166 del Reglamento de la Organización y Régimen del Notariado, aprobado
por Real Decreto de 8 de agosto de 1935, añadiendo su párrafo segundo que de los documentos
acreditativos de la representación bastaría que se insertara lo pertinente, con la adecuada aseveración
respecto de lo omitido; los artículos 145, 164, 165 y 166 de dicho Reglamento conservaron el mismo
texto en el aprobado con carácter definitivo por Decreto de 2 de junio de 1944 y, mediante Decreto
2310/1967, de 22 de julio, se modificaron tanto el artículo 164 -para admitir la posibilidad de justificación
de la representación en un momento posterior al del otorgamiento, así como, mediante remisión al
artículo 176, la acreditación posterior de la justificación auténtica previamente existente o la ratificación
de la actuación representativa realizada sin esa previa justificación-, como el artículo 166 -para permitir
372
-373“reseñar en la matriz los documentos de los que resulta la representación, haciendo constar que se
acompañarán a las copias que se expidan”, sin necesidad de su inserto ni de su incorporación.
Es en este ámbito de redacción de las escrituras públicas donde debe encuadrarse el artículo 98.2
de la Ley 24/2001, que debe interpretarse en relación con el contexto del resto de la Ley (confróntese
artículo 3.1 del Código Civil) que no ha modificado el esquema de la seguridad jurídica preventiva ni la
función que en ese esquema desarrollan sus protagonistas. En este sentido, aunque la norma
indudablemente incrementa la fe pública notarial en materia de representación, lo hace sin merma de la
función calificadora de los Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles.
4. Por lo demás, esta Dirección General ha abordado, en múltiples ocasiones, la delicada cuestión
de precisar los límites entre la fe pública notarial y la extensión de la calificación registral en materia de
representación. Conforme a la normativa anteriormente vigente, venía entendiéndose que, si bien la
afirmación del Notario era suficiente respecto de las circunstancias que determinan la capacidad natural
de los otorgantes para obrar en nombre propio, no sucedía lo mismo respecto de la capacidad legal
para obrar en nombre ajeno. El Notario determinaba esa capacidad mediante un juicio con el cual
podía no estar conforme el Registrador (confróntense, por todas, la Resolución de 12 de abril de 1996).
Según esta doctrina, desde el punto de vista de la calificación registral, al establecer el artículo 18 de la
Ley Hipotecaria de 8 de febrero de 1946 que “los Registradores calificarán, bajo su responsabilidad... la
capacidad de los otorgantes y la validez de los actos dispositivos contenidos en las escrituras públicas”
(y al no caber duda de que entre “los otorgantes” cuya capacidad debe calificar el Registrador están los
representantes voluntarios u orgánicos, como ya sostuvo la Resolución de 11 de noviembre de 1880),
al no existir un precepto legal que atribuyera plena eficacia formal por sí sola a la manifestación notarial
relativa de la suficiencia de las facultades representativas, estaba fuera de discusión que la suficiencia
del poder -o del documento mediante el que se pretende acreditar la representación orgánica- quedaba
sometida a la calificación del Registrador, ya que, en cuanto aquélla atañe a las facultades apropiadas
para el acto dispositivo contenido en la escritura que pretende inscribirse en el Registro, afecta a la
validez del propio acto. Hoy, tras la reforma legislativa que ha motivado la presente consulta, a los
juicios notariales de capacidad natural y de capacidad jurídica de los otorgantes se les atribuye idéntico
valor actúen éstos personalmente o por medio de representante o apoderado.
5. Las presunciones de veracidad y de integridad de que goza el documento público notarial
[confróntese artículo 17 bis, apartado b), de la Ley del Notariado, introducido mediante la Ley 24/2001,
según el cual, “Los documentos públicos autorizados por Notario en soporte electrónico, al igual que los
autorizados sobre papel, gozan de fe pública y su contenido se presume veraz e íntegro de acuerdo
con lo dispuesto en esta u otras leyes”] debe armonizarse con la presunción de exactitud de los
asientos del Registro y de legitimación de que goza el titular registral (confróntese artículo 38 de la Ley
Hipotecaria), basada en la calificación del título realizada por el Registrador. En efecto, la seguridad
jurídica preventiva que el instrumento público y el Registro proporcionan cuenta con dos apoyos
basilares: a) La fe pública que se atribuye a determinadas declaraciones o narraciones del Notario
autorizante respecto de ciertos hechos y manifestaciones negociales (lugar, presencias, conocimiento o
identificación de las partes, capacidad natural y jurídica, actos de exhibición, de entrega, prestación del
consentimiento contractual previamente informado y adecuado a la legalidad, que se han realizado las
declaraciones de las partes, lectura, firmas, etc.), unida a la presunción, “iuris tantum”, de validez e
integridad de la escritura, la cual, según la Resolución de 15 de julio de 1954, tiene su base “en la
calificación personal del Notario respecto de los requisitos de validez del acto, que abarca el propio
requisito de capacidad de las partes... debiendo, en principio, el Notario, no sólo excusar su ministerio,
sino negar la autorización notarial cuando a su juicio se prescinde por los interesados de los requisitos
necesarios para la plena validez de los mismos”. Y es que sería ilógico que no tuviera efecto alguno el
juicio de adecuación a la legalidad que ha de llevar a cabo el Notario [confróntese el artículo 17 bis 2ª)
de la Ley del Notariado]) como funcionario público especialmente cualificado para dar fe, con arreglo a
las leyes, de los contratos y demás actos extrajudiciales, según los artículos 1 de la Ley del Notariado y
145 del Reglamento Notarial. Por lo demás, no puede desconocerse que las presunciones de veracidad
y de integridad del instrumento público operan combinadamente, para producir los efectos que le son
propios y, entre ellos, la inscribibilidad en los Registros públicos, sin que la distinción entre la esfera de
los hechos narrados por el Notario y la de las calificaciones o juicios del mismo sean siempre nítidas:
Así, verbi gratia, respecto de la misma fe de conocimiento no puede ignorarse que no se trata en sí de
un hecho, sino más bien de un juicio de identidad [“comparatio personarum”, así resulta especialmente
en algunos supuestos en que el Notario se asegure de la identidad de las partes por medios supletorios
como, por ejemplo, los establecidos en los apartados c) y d) del artículo 23 de la Ley del Notariado]
373
-374que, por su trascendencia, la Ley trata como si fuera un hecho; y respecto de la capacidad natural y su
libertad de acción, aunque en los supuestos más extremos son hechos que el Notario percibe
directamente por sus sentidos, y cubiertos por la fe pública, lo cierto es que el juicio de capacidad física
emitido por el Notario engendra una presunción; en efecto, conforme a la doctrina del Tribunal
Supremo, tal aseveración notarial de capacidad reviste especial certidumbre, que alcanza el rango de
“fuerte presunción “iuris tantum””, de modo que vincula “erga omnes” y obliga a pasar por ella, en tanto
no sea revisada judicialmente con base en una prueba contraria que no deberá dejar margen racional
de duda (confróntese la Resolución de 29 de abril de 1994). Hoy, tras la reforma que introduce el
artículo 98, estas consideraciones resultan plenamente aplicables al juicio de suficiencia de las
facultades representativas, lo cual es razonable, pues no se entendería con facilidad que la fe pública
abarcara, lo más, la capacidad y legitimación del otorgante, y no fuera suficiente para abarcar la
capacidad y legitimación de su representante. b) La fe pública registral derivada de la inscripción en el
Registro de la Propiedad (lo mismo ocurre con relación al Registro Mercantil y en el Registro de Bienes
Muebles por aplicación supletoria de la legislación hipotecaria) dota al derecho inscrito de plenitud de
efectos. Así resulta con claridad de los artículos 1 (“Los asientos del Registro... en cuanto se refieran a
derechos inscribibles, están bajo la salvaguardia de los Tribunales...”) y 38 de la Ley Hipotecaria (“A
todos los efectos legales se presumirá que los derechos reales inscritos en el Registro existen y
pertenecen a su titular en la forma determinada por el asiento respectivo”). Esta presunción “iuris
tantum” de exactitud e integridad se traduce en presunción de posesión del derecho por su titular
(confróntese el artículo 38. 2 de la Ley Hipotecaria); en el favorecimiento de la prescripción “secundum
tabulas” y en el endurecimiento de los requisitos para que opere en contra del titular registral o “contra
tabulas” (artículos 35 y 36 de la Ley Hipotecaria); en la atribución de acciones sumarias para la defensa
del derecho inscrito (confróntese el artículos 41 y 129 de la Ley Hipotecaria; 250, apartados 7, 10 y 11,
de la Ley de Enjuiciamiento Civil); en la inoperancia de los títulos no inscritos frente a titular inscrito
(confróntese los artículos 606 y 1.473 del Código Civil y 32 de la Ley Hipotecaria); y se traduce en una
presunción “iuris et de iure” frente a tercero hipotecario, a quien no le perjudicará la nulidad del título del
transferente por causas que no consten en el Registro (confróntese el artículo 34 de la Ley
Hipotecaria). Todo ello deriva del juicio añadido que el Registrador realiza bajo su exclusiva
responsabilidad (artículo 18 de la Ley Hipotecaria), de la validez de los títulos presentados a inscripción
y a los únicos efectos de practicar, suspender o denegar la operación registral solicitada.
De ahí que en materia representativa, el Registrador deba seguir realizando su función calificadora,
como demuestra el artículo 18 de la Ley Hipotecaria, cuyo tenor literal permanece invariable tras la
reforma llevada a cabo por la Ley 24/2001. Esto no significa que, en cuanto a la forma de acreditación
de la representación, siga igual que hasta ahora. Cuando el Notario haya realizado el juicio de
suficiencia, y de la escritura resulten los particulares bastantes para que el Registrador califique la
capacidad del otorgante con relación al acto que se pretende inscribir, el Registrador no podrá exigir la
documentación complementaria.
Así como el Registrador no puede revisar ese juicio del Notario sobre la capacidad natural del
otorgante (salvo que -como podrá ocurrir excepcionalmente- de la propia escritura o del Registro resulte
contradicha dicha apreciación), tampoco podrá revisar la valoración que el Notario autorizante haya
realizado de la suficiencia de las facultades representativas de quien comparece en nombre ajeno, que
hayan sido acreditadas y reseñadas en la forma prevenida en el artículo 98.1 de la Ley 24/2001,
siempre, claro está, que tal reseña permita el ejercicio de la calificación registral a los efectos de
practicar, suspender o denegar la operación registral solicitada, y siempre que, como se ha señalado,
de la propia escritura o del Registro no resulte contradicha tal apreciación.
A tal efecto, el Notario autorizante deberá indicar somera, pero suficientemente, los datos de la
escritura en cuya virtud se confirieron las facultades representativas, la suficiencia, el ámbito o
extensión de éstas y las circunstancias que acrediten la subsistencia de las mismas (hecho de la
exhibición al Notario de la copia autorizada o, en su caso, datos de inscripción en el Registro Mercantil).
La expresión por parte del Notario de que, a su juicio, son suficientes las facultades representativas
acreditadas para el acto o contrato a que el instrumento se refiera, eximirá al Registrador de realizar
mayores averiguaciones al respecto, y no podrá exigir como documentación complementaria la
aportación de la copia autorizada o la transcripción literal total en la escritura de las facultades
representativas. Tampoco serán exigibles fórmulas sacramentales, ni la afirmación por parte del Notario
de que al expresar la suficiencia el ámbito de las facultades representativas haya nada omitido que
desvirtúe el juicio de suficiencia. Y es que, el apartado 2 de dicho artículo, al referirse en el mismo
plano a la narración de un hecho, cual es la constatación -”reseña”- de los datos de identificación del
documento auténtico aportado, y a un juicio -”valoración”- sobre la suficiencia de la representación,
374
-375revela la especial eficacia que se atribuye a esa aseveración notarial sobre la representación -”harán fe
suficiente, por sí solas, de la representación acreditada”- y excluye la petición de la escritura de poder
como documento complementario.
Cuestión distinta es que la eventual omisión en el instrumento de ese juicio de suficiencia de la
representación, expresado conforme a las mencionadas prescripciones legales, o la insuficiente
expresión de los extremos necesarios en los términos indicados para que el Registrador ejerza su
función calificadora, haya de ser considerado por éste como defecto de forma extrínseca del
documento, o que, sin negar ni desvirtuar la fe pública notarial (confróntese el artículo 143 del
Reglamento Notarial), pueda apreciar, en su caso, al calificar que dicho juicio emitido por el Notario
resulte contradicho por lo que resulte del mismo documento o de los asientos del Registro (confróntese
los artículos 18 de la Ley Hipotecaria, 18 del Código de Comercio y 222.8, párrafo segundo, de la Ley
Hipotecaria, en su nueva redacción).
6. Desde el punto de vista de la interpretación sistemática del total contenido del mencionado
artículo 98, el apartado 3 de éste no contradice la conclusión precedente. Al disponer que “deberán ser
unidos a la matriz, original o por testimonio, los documentos complementarios de la misma cuando así
lo exija la ley y podrán serlo aquellos que el Notario autorizante juzgue conveniente...”, no establece
una exigencia de unión, incorporación o transcripción total del documento auténtico aportado para
acreditar la representación alegada.
Todo ello sin perjuicio de la eventual exigencia legal o la posibilidad -en caso de que el Notario lo
juzgue conveniente- de unir o incorporar a la matriz de los instrumentos públicos otorgados por
apoderado u otros representantes, no esos documentos auténticos -referidos en los apartados 1 y 2 del
mismo artículo 98 y que más que complemento son la base imprescindible del juicio notarial de
suficiencia de la representación, sino los documentos -normalmente no protocolares relativos a otros
requisitos o presupuestos que, además de aquellos documentos auténticos que han de ser objeto de
mera reseña, sean necesarios para la validez de la actuación representativa (testimonios judiciales de
determinadas autorizaciones, certificaciones sobre requisitos impuestos por las normas administrativas,
certificaciones de acuerdos expedidos por órganos de personas jurídicas, etc. Por ejemplo, en la
escritura de constitución del régimen de aprovechamiento por turno de bienes inmuebles, que habrá de
ser otorgada no sólo por el propietario, sino también por la sociedad –o empresa no societaria- que
asuma la administración y prestación de los servicios, no sólo habrá de reseñarse, en su caso, el
documento auténtico que acredite la representación de quien comparezca en nombre de dicha
sociedad, sino que también deberá incorporarse a la escritura, original o por testimonio, el contrato
celebrado entre dichos propietario y sociedad de servicios, como exige el artículo 5.2 de la Ley
42/1998, de 15 de diciembre).
7. Si se atiende al argumento sociológico, la conclusión ha de ser la misma. El juicio de legalidad
que tiene que emitir el Notario [confróntese el artículo 17 bis.2ª) de la Ley del Notariado] y la calificación
registral, a efectos de practicar, suspender o denegar la operación registral solicitada, son funciones
complementarias que, con la consiguiente dialéctica en sus actuaciones, beneficia la seguridad jurídica
preventiva. Uno y otro actúan en momentos diferentes: El Notario, en el momento en que se forma o
adquiere fijeza el negocio que se documenta (de suerte que es precisamente entonces cuando interesa
comprobar, de una vez por todas y eliminando toda incertidumbre, que los otorgantes actúan con
suficientes facultades representativas) y el Registrador en el momento en que el negocio ya celebrado
se pretende inscribir, para conseguir mediante su publicidad la eficacia “erga omnes” de los derechos
reales ya nacidos de dicho negocio -aparte algún supuesto excepcional de eficacia constitutiva-, de
modo que el juicio de calificación del Registrador sobre el fondo del negocio tiene como único soporte
lo que resulte de la escritura y de los propios asientos registrales y se entiende limitado a los efectos de
la práctica de la inscripción o de su suspensión o denegación (confróntese los artículos 18 de la Ley
Hipotecaria, 18 del Código de Comercio y 101 del Reglamento Hipotecario), sin que produzca los
efectos propios de la cosa juzgada.
8. En definitiva, el mencionado artículo 98, en su apartado 1, explicita con rango de ley una doble
exigencia que ya se imponía, reglamentariamente, al Notario autorizante; por una parte, la necesidad
de reseñar siempre el documento auténtico que se le haya aportado para acreditar la representación
alegada (como exigía ya el artículo 164 del Reglamento Notarial), y, por otra, la obligación de expresar
que, a su juicio, son suficientes las facultades representativas acreditadas para el acto o contrato de
que se trate (como resultaba ya del artículo 145 de dicho Reglamento, al disponer que “el Notario no
375
-376sólo deberá excusar su ministerio, sino negar la autorización notarial”, “cuando la representación del
que comparezca en nombre de tercera persona, natural o social, no esté legítimamente acreditada o no
le corresponda por las leyes”). Pero ello no excluye la necesidad de expresión, en los términos que se
dirá seguidamente, de los elementos necesarios para que el Registrador ejerza su función calificadora y
pueda comprobar la adecuación de las facultades representativas al negocio otorgado cuya inscripción
se pretende.
La “reseña identificativa” del documento mediante el que se acredite la representación habrá de
consistir en una sucinta narración de las señas distintivas del documento auténtico que se haya
exhibido, y en una relación o transcripción somera pero suficiente de las facultades representativas. Y,
por otra parte, habida cuenta de la trascendencia que se atribuye a la valoración de la suficiencia de las
facultades representativas, este juicio notarial deberá ser expresado, no de forma genérica o abstracta,
sino necesariamente concretado al “acto o contrato a que el instrumento se refiera”, atendiendo en
cada caso a la naturaleza del acto, negocio o de los negocios formalizados en el documento notarial
(documento que deberá expresar el nombre de dicho acto o contrato, según la calificación que del
mismo haga el Notario conforme al artículo 156.9º del Reglamento Notarial), con expresión de cuál sea
ese negocio, si se pretende su inscripción en el Registro, debiendo el Notario, dada la trascendencia
indicada, extremar su celo al precisar la calificación de los actos contenidos en la escritura que sean
susceptibles de inscripción, ya que, tal y como recoge el apartado del citado artículo 98 de la Ley
24/2001, de 27 de diciembre, se encuentra bajo su responsabilidad la valoración de la suficiencia de las
facultades representativas que realiza.
Este sistema de reseña del documento acreditativo y expresión de la valoración de suficiencia de la
representación es imperativo, por cuanto la Ley lo impone como obligación y no como facultad del
Notario autorizante, de modo que una y otra exigencia son, en todo caso, imprescindibles y no quedan
cumplidas por la mera transcripción o incorporación, total o parcial, del documento representativo
aportado con omisión de la expresión de dicha valoración, circunstancia ésta que -además de
comportar un estéril encarecimiento y no excluir, en su caso, la responsabilidad civil y disciplinaria del
Notario- obligaría a negar al documento así redactado la cualidad de escritura pública inscribible a los
efectos de lo establecido en los artículos 3 y 18 de la Ley Hipotecaria, por no cumplir los requisitos
exigidos por la legislación notarial respecto del juicio notarial de capacidad y legitimación de los
otorgantes -confróntese los artículos 98.1 de la Ley 24/2001 y 17 bis, apartado 2ª), de la Ley del
Notariado-.
Una vez realizada la reseña del documento acreditativo de la representación, con expresión de la
valoración de suficiencia de las facultades representativas, de la vigencia del poder y, en su caso, de
las circunstancias de su inscripción en el Registro Mercantil, bastará el instrumento notarial por sí sólo
(y, por ende, sin necesidad del inserto, incorporación o acompañamiento del documento acreditativo de
la representación, como hasta ahora exigía el artículo 166 del Reglamento Notarial) para atribuirle, en
el ámbito propio de la escritura, la fehaciencia de la representación, bajo la responsabilidad del Notario,
según establece el apartado 2 del tantas veces citado artículo 98.
En cambio, no puede reconocerse la misma eficacia -hacer fe por sí sola- a la mera referencia que
haga el Notario de documentos complementarios de la matriz, sean o no protocolares -y que no cabe
confundir con los documentos auténticos a que se refieren los apartados 1 y 2 del mismo artículo 98-,
cuando una ley exija expresamente que sean unidos a la matriz, original o por testimonio. Esto, y no
otra cosa, es precisamente lo que se desprende del apartado 3 de tal precepto, que -precisamente por
haber sido modificada la norma del artículo 166 del Reglamento Notarial- pretende disciplinar con rango
legal y generalidad para los documentos complementarios, lo que establece el artículo 246 del
Reglamento Notarial (que se refiere únicamente a los documentos protocolares o matrices, confróntese
también lo que, respecto de copias parciales, establece el artículo 237, párrafo último). Y desde este
punto de vista, la norma de dicho apartado 3 del artículo 98 debe entenderse aplicable no sólo a esos
documentos referidos en el precedente fundamento de derecho 6, que complementen la representación
o apoderamiento del otorgante, sino que también habrá de aplicarse (en último término, “ex” analogía,
si es que la rúbrica legal de dicho precepto se considera determinante para excluir su aplicación directa,
a pesar de que su colocación sistemática bien puede deberse únicamente a la finalidad de servir de
contraste con lo establecido en los restantes apartados del mismo artículo) a cualquier otro documento
que no esté incluido en el ámbito de los apartados 1 y 2 del artículo 98 y que por exigencia legal haya
de ser unido a la matriz (verbi gracia, respecto de la licencia de parcelación, artículo 259 del Real
Decreto Legislativo 1/1992, de 26 de junio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre el
376
-377Régimen del Suelo y Ordenación Urbana, y, en relación con la licencia de edificación, artículo 22 de la
Ley 6/1998, de 13 de abril, sobre Régimen del Suelo y Valoraciones).
9. De cuanto antecede, resulta que, en el ámbito de la calificación de los Registradores de la
Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles, respecto de los títulos inscribibles, cuando éstos
contengan un juicio notarial de suficiencia de representación o apoderamiento por parte del Notario, y
bajo su responsabilidad, en la forma establecida en el artículo 98 de la Ley 24/2001, esto es, con una
reseña somera pero suficiente de los datos de la escritura en cuya virtud se confirieron las facultades
representativas y su suficiencia, así como las circunstancias que acrediten la subsistencia de las
mismas (hecho de la exhibición al Notario de la copia autorizada, o, en su caso, inscripción en el
Registro Mercantil) de tal forma que del propio título resulten los elementos necesarios para cumplir con
su función calificadora, los Registradores no pueden exigir que dichos títulos contengan la transcripción
total de las facultades o la incorporación total -ni mucho menos, el acompañamiento- de los
documentos que se hayan aportado para acreditar la representación alegada.
2.- ACTUACIONES POSTERIORES AL EMBARGO.A.- La certificación de cargas. (Art. 656, 659 y 660 de la LEC).
Se halla regulada del mismo modo que en la legislación anterior. Sin embargo, si
matiza algo ya dicho por la Dirección General de Registros en Resolución de 1 de julio de
1.997, al decir que la falta o defectos formales de las comunicaciones no serán obstáculo
para la inscripción del derecho de quien adquiera en inmueble en la ejecución.
B.- La información sobre cargas extinguidas o aminoradas (art. 657).
Dice el Art 657.
1. A petición del ejecutante, el tribunal se dirigirá a los titulares de los créditos anteriores
que sean preferentes al que sirvió para el despacho de la
ejecución para que informen sobre la subsistencia actual del crédito garantizado y su
actual cuantía. Los acreedores a quienes se reclame esta información deberán indicar con
la mayor precisión si el crédito subsiste o se ha extinguido por cualquier causa y, en caso
de subsistir, qué cantidad resta pendiente de pago, la fecha de vencimiento y, en su caso,
los plazos y condiciones en que el pago deba efectuarse. Si el crédito estuviera vencido y
no pagado, se informará también de los intereses moratorios vencidos y de la cantidad a la
que asciendan los intereses que se devenguen por cada día de retraso. Cuando la
preferencia resulte de una anotación de embargo anterior, se expresarán la cantidad
pendiente de pago por principal e intereses vencidos a la fecha en que se produzca la
información, así como la cantidad a que asciendan los intereses moratorios que se
devenguen por cada día que transcurra sin que se efectúe el pago al acreedor y la
previsión para costas.
Los oficios que se expidan en virtud de lo dispuesto en el párrafo anterior se entregarán
al procurador del ejecutante para que se encargue de su cumplimiento.
377
-3782. A la vista de lo que los acreedores a que se refiere el apartado anterior declaren
sobre la subsistencia y cuantía actual de sus créditos, el tribunal, a instancia del ejecutante,
expedirá los mandamientos que procedan a los efectos previstos en el artículo 144 de la
Ley Hipotecaria.
Se trata de una norma bien intencionada, pero que ha sido redactada con un cierto
descuido, planteando muchos problemas interpretativos, como la alusión al artículo 144 de
la ley hipotecaria que no tiene nada que ver. Otro, si de la información resulta que las
cargas anteriores, pues esas hay que entender, han sido pagadas, ¿cual es el título o
resolución adecuada para su cancelación?; ¿puede el juzgado ante el que se sigue una
ejecución dictar una resolución judicial modificando o cancelando una anotación dictada
por otro, sin su conocimiento?.
C.- La suplencia de títulos. (art. 664)
La novedad está en el último inciso del apartado 2º, que parece permitir que, dentro
del procedimiento de ejecución, se pueda iniciar y concluir un expediente de dominio para
inmatricular, hacer constar mayor cabida, o reanudar el tracto, lo que parece excesivo.
D.- Valoración de inmuebles para la subasta. (artículo 666).
Este se obtiene descontando del avalúo, el importe de las cargas y gravámenes
anteriores, cuya preferencia registral resulte de la certificación registral de cargas. Por tanto
se está al rango hipotecario que cada carga tenga en el Registro, sin tomar en
consideración privilegios o preferencias de cobro atribuidas por la ley, a ciertos derechos,
que deberán ventilarse en el declarativo correspondiente.
Deberá descontarse el importe por el principal, intereses y costas, tal como figure en
el Registro. Sin embargo, la realización de esta tarea, atribuida al Secretario, requiere un
cierto cuidado, puesto que deberá descontarse también, otras cargas, que aún figurando
con posterioridad, sean preferentes, como:
 Las simultáneas del artículo 227 del Reglamento hipotecario.
 Aquellas, que, aún siendo posteriores, han ganado prioridad, en virtud de pacto de
anteposición. Artículo 241 del R.H, entre otras.
Especial problema se puede plantear en la aplicación práctica del último párrafo del
artículo 666 cuando viene a señalar “”Si el valor de las cargas o gravámenes iguala o
excede del determinado para el bien, el Tribunal alzará el embargo”
378
-379Parece que es una norma cuya aplicación se deberá hacer con mucho tiento, máxime
si los titulares de las cargas anteriores, al hacer la averiguación, no han contestado o no
han podido ser hallados. Como consecuencia de ello, habría sido quizá mejor limitar el
embargo, a la vista de la información registral, al posible valor del bien embargado.
Ejemplos...
E.- Efectos de la tercería de mejor derechos (Art. 616 y 620) en el ámbito registral.
Tras la reforma el tercerista de mejor derecho puede intervenir en la ejecución desde
que se le admita la demanda.
Si prosperase la demanda y se dictase sentencia a favor del tercerista, se ha
intentado invertir el orden y rango de las anotaciones al modo establecido para los
supuestos de permuta de rango registral. Sin embargo, tomando en cuenta que la
sentencia de tercería se desenvuelve en el ámbito extrarregistral, a lo máximo que se
podría llegar es, como reconoce la Dirección General en R.R. de 23 y 24 de Abril de 1.996,
a indicar, como mera publicidad tal circunstancia al margen de la anotación de embargo,
cuyo crédito ha sido declarado no preferente.
LA PRORROGA DE LA ANOTACIÓN.- El artículo 86 L.H.Una vez tomada anotación preventiva, cabe la posibilidad de que el ejecutante dilate
la ejecución o que, por las razones que fuere, el procedimiento no concluya dentro de los
límites temporales que parecen razonables. En tal caso, cabe solicitar una prórroga de la
anotación
Antecedentes: La ley Hipotecaria vigente de 1.946, estableció en su artículo 86: “Las
anotaciones preventivas, cualquiera que sea su origen, caducarán a los cuatro años de su
fecha, salvo aquellas que tengan señalado en la ley un plazo de caducidad más breve.
No obstante a instancia de los interesados o por mandato de las autoridades que las
decretaron, podrán prorrogarse por un plazo de cuatro años más, siempre que la prórroga
sea anotada antes de que caduque el asiento.
Sin embargo, como consecuencia de la Resolución de 7 de Marzo de 1.957, en donde
se reconocía la imposibilidad de una segunda prórroga, pero reclamaba la conveniencia de
que, para ciertos supuestos excepcionales se revisara el precepto legal, la Reforma del
Reglamento de 1.959, añadió un nuevo párrafo al artículo 199, diciendo: “ Las anotaciones
379
-380preventivas ordenadas por la autoridad judicial, no se cancelarán por caducidad, después
de vencida la prórroga establecida en el artículo 86 de la ley, hasta que haya recaído
resolución definitiva firme en el procedimiento en que la anotación y su prórroga hubiesen
sido decretadas”.
Como consecuencia de ello, se sentó la doctrina de que las anotaciones preventivas de
embargo prorrogadas, no podían cancelarse por caducidad.
Tal precepto, fue tildado de contrario a ley entre otras por una Sentencia de la
Audiencia Provincial de Cádiz de 26 de Septiembre de 1.996, y, del mismo modo, la
Dirección General de Registros y del Notariado, permitió, bajo ciertas premisas, cancelar
una anotación preventiva de embargo caducada, conforme luego veremos. (Resolución de
29 de Mayo de 1.998).
Con tales antecedentes, se redactó por la Disposición Final novena, el nuevo artículo 86
de la Ley Hipotecaria, conforme al cual:
Artículo 86
«Las anotaciones preventivas, cualquiera que sea su origen,
caducarán a los cuatro años de la fecha de la anotación misma, salvo aquellas que
tengan señalado en la Ley un plazo más breve. No obstante, a instancia de los
interesados o por mandato de las autoridades que las decretaron, podrán
prorrogarse por un plazo de cuatro años más, siempre que el mandamiento
ordenando la prórroga sea presentado antes de que caduque el asiento.
La
anotación prorrogada caducará a los cuatro años de la fecha de la anotación misma
de prórroga. Podrán practicarse sucesivas ulteriores prórrogas en los mismos
términos. La caducidad de las anotaciones preventivas se hará constar en el
Registro a instancia del dueño del inmueble o derecho real afectado.»
En la interpretación de tal precepto, - que deroga implícitamente el artículo 199,
apartado 2º del Reglamento, - pueden llegarse a las conclusiones siguientes:
 En primer lugar, no cabe distinguir, entre anotaciones preventivas de embargo,
dictadas en procedimientos de ejecución forzosa, (artículo 629 LEC), y aquellas otras, que
se dictan con carácter cautelar, al amparo del artículo 727 de la misma ley.
A mi juicio, el tratamiento de la anotación preventiva de embargo, debe realizarse en
forma unitaria, y ello,
 con base en el mismo artículo 86 L.H que, extiende el plazo de duración de la
anotación preventiva, en general, sin distinguir cual sea su naturaleza.
380
-381 El mismo concepto de anotación preventiva, como asiento de carácter provisional,
practicado en favor de titulares de derechos que, por el momento, no pueden resultar
inscritos, y que tienen como finalidad la de enervar la eficacia de la fe pública registral.
 A la vista del criterio sentado por la Resolución de 29 de Mayo de 1.998 que puso de
relieve la “no exclusión legal de sucesivas prórrogas”, cabe mantener que sería correcto
desde ya, admitir segundas y posteriores prórrogas por cuatro años de anotaciones. Sería
una actuación no rechazada por la legislación vigente y establecida como regla para el
futuro.
 Tambien parece posible extender, antes de la entrada en vigor de la nueva ley,
anotaciones de prórroga por cuatro años de las anotaciones anteriormente prorrogadas. Se
pasaría así del antiguo al nuevo sistema de caducidad y la anotación prorrogada podría ser
cancelada una vez transcurridos cuatro años desde la prórroga si no existe una nueva
prórroga.
 Sin embargo, las anotaciones preventivas de embargo que a la entrada en vigor de la
ley se hallen prorrogadas conforme al sistema anterior, no deben ser canceladas por
caducidad cuando transcurran cuatro años desde la fecha de la prórroga, ya que se trata
de asientos que deben mantener su eficacia por cumplir los requisitos exigidos por la
legislación vigente en el momento en que se practicaron. Únicamente podrían ser
cancelados por caducidad, una vez transcurrido el plazo de 4 años a contar de la fecha de
la prórroga, si hubieran transcurrido seis meses desde la firmeza de la resolución que
ponga fin al procedimiento de que dimanan, si se aplica el criterio de la resolución citada de
29 de Mayo de 1.998.
Ello podría tener su base y aplicación en la disposición transitoria séptima de la ley de
reforma, conforme a la cual:
Disposición Transitoria Séptima. Medidas cautelares.
1. Las medidas cautelares que se soliciten, tras la entrada en vigor de esta Ley, en los
procesos iniciados antes de su vigencia, se regirán por lo dispuesto en la presente Ley.
2. Las medidas cautelares ya adoptadas antes de entrar en vigor esta Ley se regirán
por las disposiciones de la legislación anterior, pero se podrá pedir y obtener su revisión y
modificación con arreglo a la presente Ley.
y siempre que consideremos al embargo y su anotación, dentro del concepto de
medidas cautelares a que nos hemos referido.
381
-382Sin embargo, cabría, a la espera de una reforma reglamentaria, aplicar el criterio de la
resolución de 1.998, conforme al cual se cancelarían por caducidad una vez transcurridos 6
meses desde la firmeza de la resolución que ponga fin al procedimiento del que dimanan.
Actuaciones posteriores a la anotación preventiva de embargo y la subasta.F.- La concreción de la responsabilidad.
Tradicionalmente, se ha discutido si al igual que ocurre en la ejecución hipotecaria,
puede el actor detraer del precio de la subasta, en caso de sobrante, más cantidades que
las aseguradas en la propia anotación, o si por contra, estas deben quedar concretadas a
las que indica el asiento.
La nueva ley, adopta una solución intermedia, distinguiendo según que la finca
embargada se halle en manos del mismo deudor, o exista tercer poseedor.
 Si la finca se halla en poder del deudor, no existe concreción de responsabilidad a lo
consignado en el correspondiente asiento, como se desprende de las normas siguientes:
a.- del artículo 613, 1º, al permitir al ejecutante el derecho a percibir el producto de lo
que se obtenga para satisfacer la deuda que conste en el título, intereses y costas de la
ejecución.
b.- Del articulo 654,2º, que ordena entregar al ejecutado el remanente, una vez
satisfecho plenamente el ejecutante y pagadas las costas, y
c.- Del artículo 670.7, que permite al deudor, antes del remate, liberar los bienes
trabados, pagando al ejecutante íntegramente las cantidades adeudadas por principal,
intereses y costas.
* Si la finca se halla en manos del tercer poseedor, conforme al artículo 662.3, podrá,
antes del remate, liberar los bienes embargados, satisfaciendo lo que se de4ba por
principal, intereses y costas, dentro de los límites e la responsabilidad a que se halle sujeto
el bien, es decir, los consignados en la anotación preventiva y su eventual ampliación.
Artículo 613.4.- Si por contra no paga, y se llega a la subasta, lo obtenido se aplicará a la
satisfacción del ejecutante, sin concreción a la responsabilidad contenida en el asiento.
H.- Inscripción de la adquisición y cancelación de cargas. (Artículo 674)
Esta se practicará mediante testimonio del auto de aprobación del remate, expedido
por el Secretario, indicando que se ha consignado el precio, con las indicaciones
prevenidas en la ley hipotecaria, de entre las que deberemos destacar, si la finca se halla
382
-383sujeta a derecho de adquisición preferente, si tiene o no arrendamientos, y en caso
afirmativo que se ha notificado al favorecido.
Para cancelar, bastará aportar mandamiento, a instancias del adquirente, indicando si
existió o no sobrante y en caso afirmativo que se retuvo a disposición de los interesados.
Por último, se aclara la cuestión acerca de si el adquirente asume personalmente las
cargas anteriores y preferentes, y siguiendo una corriente jurisprudencial en sentido
negativo, indica que sólo se halla obligado a soportar o tolerar la ejecución forzosa.
I.- El sobrante. (artículo 654).La norma es clara, en principio, y si no existen titulares de derechos posteriores ni
terceros poseedores. Sin embargo, imaginando una situación hipotética con tercerista de
mejor derecho vencedor, titulares de cargas posteriores posteriores, y un acreedor que
haya solicitado y obtenido el embargo del sobrante, el destino del remate podría ser el
siguiente:
 Primero se pagará al ejecutante en tres quintas partes de las costas causadas en el
proceso de ejecución, hasta la sentencia de tercería. Artículo 620.2
 Después, se paga al tercerista, en los términos de la sentencia de remate.
 Luego al ejecutante, (613.1 y 654), sin límites de cuantía respecto al deudor y con los
límites de la anotación si existe tercer poseedor que haya adquirido los bienes en otra
ejecución. (613.3).
 Más tarde, los acreedores posteriores con titulo inscrito o anotado, y el acreedor que
haya obtenido el embargo del sobrante, conforme al artículo 672.2
 Por último, cobraría el deudor. Art. 672.1
383
-384TEMA XII
Las comunicaciones e instrucciones procesales entre el Abogado y Procurador. Las
comunicaciones telemáticas y las nuevas tecnologías.
No hay que olvidar que ambos profesionales son Licenciados en derecho, y en
consecuencia compañeros que tienen un cliente común y persiguen un fin determinado:
tutelar satisfactoriamente los intereses del cliente percibiendo una adecuada remuneración.
Si bien el abogado lo es tanto dentro como fuera de la Salas de Justicia, el Procurador
lo es en tanto en cuanto funciona ante los Tribunales de Justicia. (Prieto-Castro).
El Abogado da la cara ante el cliente, el Procurador, fundamentalmente, ante
Secretarías de
los Tribunales. Los Procuradores facilitan el trabajo de las Secretarias
Judiciales ( imaginemos el caos que supondría si todos los litigantes cada mañana se
presentaran en las secretarias: perdida de tiempo, explicaciones, etc.)
El primer encuentro profesional entre ambos profesionales se da, generalmente, cuando
el Letrado, tras asesorar a su cliente decide presentar una demanda, contestación o
escrito de personación.
Previamente puede tener o no tener los poderes de representación procesal para ser
entregados al Procurador junto con la demanda o escrito en cuestión. Si no tiene
encargados los poderes de representación procesal podrá elegir el Procurador que desee
él o su cliente ( no es frecuente que el cliente imponga sea un procurador concreto, aunque
en determinados casos – empresas- suele ocurrir).
Si dispone de los poderes tendrá que acogerse a cualquiera de los que figuren o
solicitar del cliente se encarguen otros poderes. Puede ocurrir que el Procurador ya
disponga de poderes otorgados con anterioridad por el cliente, por lo que antes de
encargar los poderes debería preguntarse al Procurador o al propio cliente si dispone de
ellos (en divorcios generalmente ya se tienen por los de separación.
En supuestos de procedimientos de las Comunidades de Propietarios no se precisa
otorgar un nuevo poder si el Presidente de la Comunidad no fue el mismo que en su día los
otorgó).
Posibilidad de sustituir poder de Procurador a Procurador o mediante
comparecencia apud acta.
384
-385¿ Quien debe guardar los poderes de representación procesal ?.
En principio y por norma general es el Procurador el que debe guardar el mismo ( la
copia autorizada original ), pues en principio va a tener que exhibirla cuando el Juzgado le
requiera a tal fin, y en previsión de disponer de los mismos para sucesivas demandas o
escritos.
El Procurador debe comunicar al Letrado director del asunto la presentación en forma
de la demanda o del escrito de personación, mediante la remisión de la copia sellada y
datada por el Registro General de Entrada del Decanato que asi lo acredite.
Refiriéndonos a la demanda, como quiera que hasta pasados dos o tres dias no se
procederá a su reparto al Juzgado que por turno corresponda, cuando se produzca el se
debe comunicar al Letrado el Juzgado al que correspondió conocer la demanda asi como el
número de autos que le ha sido asignado.
Junto a la remisión de esa primera comunicación es cuando se suele solicitar del
Letrado la Provisión de fondos que el Procurador necesite para atender los gastos del
procedimiento. Será el Letrado el que indique al Procurador si ha de dirigirse directamente
al cliente a tal efecto, y si además se solicita otra cantidad para él.
Las comunicaciones del Procurador con el Letrado director del asunto han de ser
continuas, puntuales, y efectivas.
Continuas: Siempre se ha de tener al corriente al letrado de las incidencias que vayan
surgiendo en el procedimiento, sin que quepa obviar diligencias o actuaciones por nimias
que estas sean ya que el Letrado ha de tener una copia exacta de cuánto obra en las
actuaciones para una mejor defensa de los intereses del cliente y la buena marcha del
procedimiento. El mal hábito de esperar a que existan varias notificaciones para ser
remitidas conjuntamente todas ellas es una mala praxis y es cuanto menos peligrosa para
el desenvolvimiento procesal del asunto.
El Procurador no puede ausentarse por un día siquiera de sus quehaceres, y caso de
que eso ocurra ha de dejar a un compañero que continúe con su imprescindible labor
comunicadora y notificadora a su Letrado.
El Estatuto establece además que si la ausencia del Procurador va a exceder de quince
dias, deberá nombrar un sustituto a todos los efectos que se comunicará a todos los
organos jurisdiccionales donde ejerza como tal el sustituido.
385
-386Puntuales: Las comunicaciones han de ser puntuales, es decir se han de remitir al
Letrado tan pronto sean recibidas por el Procurador, ya que el plazo para recurrir se
computa desde que le es notificada la resolución en cuestión al Procurador, sin que quepa
la excusa de que precluyó un plazo porque no pudo ser localizado puntualmente el letrado
para serle enviada.
Puntualidad significa que inmediatamente se reciba una notificación del Juzgado, ésta
ha de ser remitida sin dilación al Letrado.
Efectivas: Con ello quiere decirse que la remisión de las notificaciones por parte del
Procurador a su letrado han de realizarse con las máximas garantías de su efectiva
recepción por aquel. Los medios modernos como el correo electrónico, o el fax gozan de
mecanismos de acuse de recibo inmediato, si bien la forma más efectiva de remisión y
entrega de las resoluciones al Letrado es sin duda alguna la que se realiza de forma
personal, lo que además implica un atento comentario y cambio de impresiones entre
ambos profesionales.
Cuando el Letrado no tenga su despacho en la misma localidad que la de su
Procurador, es formula habitual, adelantar las providencias y resoluciones por fax, en
previsión de que el correo no llegue a su destino.
Es conveniente que las comunicaciones telemáticas por Internet o vía fax se anuncien
por via telefónica al despacho del Letrado receptor de las mismas.
No obstante cada letrado marcará la pauta de comunicaciones con su Procurador en
cuánto a horarios y forma de serle enviadas, por lo que la casuística en este aspecto puede
ser muy amplia y variada dependiendo de la organización de cada despacho profesional.
Por ejemplo en periodos de vacaciones o verano.
Es conveniente que el letrado facilite a su Procurador el numero de teléfono móvil con el
que se puede contactar cuando los demas medios fallen; y viceversa, el Procurador ha de
estar en todo momento localizado por su letrado.
______________________________________________________________
386
-387TEMA XIII
Consignaciones Judiciales. Los Libros de Registro en los Juzgados. Los testimonios.
Localización de expedientes judiciales. El examen de las actuaciones.
Real Decreto 34/1988 que regulan los pagos, depósitos y consignaciones
judiciales.
Las consignaciones y depositos judiciales se encuentran regulados, basicamente, por el D
2472/1971, de 14 de Octubre, desarrollado por las ordenes de 23 de Noviembre y 21 de Diciembre
de 1971. Con el fin de lograr una mayor transparencia en la materia, a traves de una mejora en el
control de los capitales depositados y de reducir el tiempo necesario para su correcta Constitución,
mediante la correspondiente simplificacion de tramites, aparece necesario hacer uso de la
habilitacion concedida al Gobierno por la Disposición Adicional segunda de la L 19/1986, de 14 de
Mayo, de reforma de los procedimientos de ejecucion hipotecaria, y proceder a la modificacion de
las normas que regulan los depositos, cauciones y consignaciones de dinero ante los juzgados y
Tribunales.
En su virtud, a propuesta del Ministro de justicia, previo informe del Consejo General del
Poder Judicial, de acuerdo con el Consejo de Estado y previa deliberacion del Consejo de Ministros
en su reunion del dia 21 de Enero de 1988, Dispongo:
Artículo 1.
1.-Queda prohibida la recepcion material de dinero o cheques en los juzgados o Tribunales,
salvo las excepciones consignadas expresamente en esta norma o en Leyes y disposiciones
especiales.
2.- Asimismo queda expresamente prohibida la utilización de cuentas distintas de las previstas en
este Real Decreto para cumplir las finalidades a que este hace referencia.
3.- Los organos judiciales que reciban u ocupen dinero o cheques los depositaran el mismo dia con
arreglo a los criterios establecidos en el presente Real Decreto. Cuando ello no fuera posible, por
ser festivo o estar cerrada la entidad en la que deba realizarse el deposito, este se efectuara el
primer día hábil siguiente a esa ocupación.
Art. 2. 1. Cada Secretaría de juzgado o Tribunal abrira en la entidad de credito que se
determine conforme a lo que establece el presente Real Decreto una cuenta que llevara el nombre
del organo en cuestion, adicionado con la denominacion (cuenta de depósitos y consignaciones),
en la que tendran cabida el dinero o cheques mencionados en el artículo primero. Cuando sea
necesario se abriran cuentas en divisas convertibles.
Las personas autorizadas para disponer de la (cuenta de depósitos y consignaciones) y, en su
387
-388caso, de las cuentas en divisas convertibles seran conjuntamente el Juez o Presidente del Tribunal
y el Secretario correspondiente.
Art. 3. 1. Los ingresos en la (cuenta de depositos y consignaciones) se formalizaran en impreso
oficial en el que necesariamente se haran constar, al menos, los siguientes datos: Identificacion de
la oficina receptora, lugar, fecha y cantidad de la operacion; persona que efectúa la entrega y su
domicilio; concepto bajo el que se realiza la entrega; organo jurisdiccional a cuya disposicion se
hace el ingreso y, en su caso, número y clase del procedimiento. La entidad asignara a cada
ingreso un número de Orden o clave identificadora.
2. Se estableceran los procedimientos de control necesarios para que los juzgados o Tribunales, la
entidad, los depositantes y demas interesados tengan justificada suficientemente la realizacion de
los ingresos en la (cuenta de depositos y consignaciones).
3. Las entidades de credito en cuyas oficinas existan abiertas (cuentas de depositos y
consignaciones) estaran obligadas a facilitar la informacion que en relacion a las mismas le solicite
el Ministerio de Justicia. Salvo indicacion en contrario, en toda solicitud de informacion se indicara
si existen abiertas por la misma Secretaría cuentas en divisas convertibles.
Art. 4. 1. Las Secretarías de los organos judiciales seran informadas al menos mensualmente
por la entidad del conjunto de operaciones realizadas en la (cuenta de depositos y consignaciones),
acompañando copia de los resguardos de ingresos efectuados a su disposicion.
2. Asimismo, la entidad remitira al final de cada semestre natural a las referidas Secretarías una
relacion de los fondos ingresados en la citada cuenta y a los que no se les haya dado destino total
o parcialmente. Tan pronto como reciba la relacion, cada Secretaría controlara uno por uno los
fondos pendientes, comprobando la situacion en sus respectivos-antecedentes.
Art. 5. 1. En el Orden penal, la Policia Judicial ingresara en la (cuenta de depositos y
consignaciones) las cantidades intervenidas, poniendolas a disposicion del organo jurisdiccional
competente cuando este sea conocido.
2. Cuando no exista constancia del juzgado o Tribunal competentes las ingresara en la (cuenta de
depositos y consignaciones) abierta a nombre del juzgado que este de guardia, dejando como
referencia el número de registro de la actuacion policial.
3. En todo caso, conocido por el juzgado de guardia el organo competente, le remitira de oficio las
cantidades recibidas, con indicacion clara de los antecedentes, dejando de todo ello la oportuna
constancia. La Secretaría del juzgado o Tribunal al que corresponda el conocimiento de las
actuaciones policiales, tan pronto como reciba estas, reclamara la transferencia a su cuenta de las
cantidades intervenidas.
Art. 6. 1. En los ordenes jurisdiccionales distintos del penal, cuando deba ingresarse alguna
cantidad sin que se conozca el organo jurisdiccional competente, se ingresara aquella en la (cuenta
388
-389de depositos y consignaciones) del juzgado Decano correspondiente o, en su caso, del que
estuviese de guardia.
2. La Secretaría del organo jurisdiccional receptor del justificante de ingreso cuidara de que se
transfiere la cantidad ingresada a la cuenta del organo competente tan pronto como sea conocido
este, con expresion de los antecedentes y dejando la oportuna constancia. La Secretaría del
organo jurisdiccional competente, si no recibiere transferida la cantidad ingresada, la reclamara de
inmediato.
Art. 7. 1. De cada extraccion de cantidades de la (cuenta de depositos y consignaciones) se
extendera el oportuno mandamiento de devolucion, que contendra las firmas del Presidente o Juez
y del Secretario correspondientes. La entidad dara cuenta de lo realizado a los organos
jurisdiccionales que lo ordenaron.
2. El reintegro de las cantidades se efectuara al interesado por la entidad previa presentacion por
este de impreso formalizado y firmado por el Secretario y el Juez o Presidente del organo
jurisdiccional competente, en el que se haran constar, al menos, los siguientes datos: Identificacion
de la oficina pagadora, lugar, fecha y cantidad de la operacion, persona que recibe la entrega y su
domicilio, concepto bajo el que se realiza el reintegro, número de Orden o clave identificadora del
deposito asignado por la entidad y número y clave del procedimiento.
3. Si las cantidades consignadas en el mandamiento de devolucion excedieren del importe del
deposito, se pagara hasta el limite de este.
4. Las transferencias de cantidades de una (cuenta de depositos y _consignaciones) abierta a
nombre de un organo jurisdiccional a otra de organo jurisdiccional distinto, por aplicacion de lo
establecido en el artículo anterior, se efectuaran mediante impreso formalizado en el que se haran
constar, al menos, los datos mencionados en el apartado primero del presente artículo, asi como
los organos judiciales intervinientes y, en su caso, el número de registro de la actuacion policial.Art. 8. Los intereses que se liquiden por la entidad, correspondientes a la (cuenta de depositos
y consignaciones) de los organos jurisdiccionales, se abonaran al Tesoro Público en la cuantia y
forma que se determine por el Ministerio de Economia y Hacienda. Tambien se abonaran al Tesoro
Público las cantidades que procedan por tener que considerarse bienes abandonados con arreglo a
las disposiciones en vigor.
Disposiciones-Adicionales
Primera. Los Juzgados de Paz ubicados en las localidades en las que no exista oficina de la
entidad de credito designada, de conformidad con lo dispuesto en la Disposición Final primera,
abriran una (cuenta de depositos y consignaciones) en otra entidad bancaria o de credito, previa
autorizacion del Ministro de justicia.
Segunda. Los depositos, cauciones y consignaciones que se constituyan a disposicion de los
389
-390organos jurisdiccionales del Orden social se ajustaran a lo dispuesto en el presente Real Decreto,
exceptuandose de ello los depositos regulados por la Ley de 10 de Noviembre de 1942, creadora
del (fondo de anticipos reintegrables al trabajador sobre sentencias recurridas), los previstos en la
Ley de 22 de Diciembre de 1949 para poder recurrir en casacion y suplicacion, asi como los
depositos para recurrir en los expedientes gubernativos de apremio, que deberan ingresarse en la
Banco de España. Dichos depositos continuaran rigiendose por las normas que actualmente les
son.aplicables.
Disposiciones-Transitorias
Primera. En tanto no se haya cumplimentado lo establecido en las disposiciones Finales de este
Real Decreto seran de aplicacion, en lo que corresponda, el D 2472/1971, de 14 de Octubre, y sus
disposiciones de aplicacion y desarrollo.
Segunda. Los depositos y consignaciones que a la entrada en vigor del presente Real Decreto se
encuentren en la caja general de depositos se seguiran rigiendo, hasta su extincion, por las
disposiciones mencionadas en la transitoria anterior.
Disposiciones-Finales
Primera.
1.Se autoriza a los Ministros de justicia y de economia y hacienda para que, en el ambito de sus
respectivas competencias, dicten las disposiciones complementarias precisas para la ejecucion del
presente RD.
2. Para la ejecucion del presente Real Decreto, el Ministro de justicia designara la entidad o
entidades de credito en las que se abriran las (cuentas de depositos y consignaciones), atendiendo
a aquella o aquellas que mejores condiciones para la suscripcion de un Convenio ofrezca con
arreglo a un pliego de bases prefijado y teniendo en cuenta, asimismo, su implantacion territorial
para el servicio de la Administracion de Justicia.
3. Por Orden se aprobaran los impresos oficiales para la instrumentacion de cuanto establece el
presente Real Decreto.
Segunda. Designada la entidad o entidades de credito a que hace referencia la anterior disposicion,
los Secretarios de los organos jurisdiccionales, en el plazo de tres meses, procederán
simultáneamente:
1. A abrir en las oficinas de la entidad designada la (cuenta de depositos y consignaciones)
instituida por la presente norma.
2. A cancelar las cuentas corrientes que bajo la denominacion de (cuentas de depositos y
consignaciones en la caja general de depositos) tuvieran abiertas en virtud de lo dispuesto en el
artículo 2 del D 2472/1971, de 14 de Octubre. En el caso de existir saldos en dichas cuentas, estos
se transferiran a la caja general de depositos, dandoles el destino que en cada caso proceda.
3. A liquidar los saldos actuales existentes en las (cuentas provisionales de consignaciones),
ingresando en la nueva cuenta que se abra las cantidades que sean procedentes. Las partidas de
imposible identificacion deberan ser ingresadas con indicacion de los datos de que se disponga,
evitando en lo posible los ingresos globales de varias partidas sin identificar.
Tercera. Quedan derogados el parrafo segundo del artículo 64 de la Ley de presupuestos de 5 de
Agosto de 1893 en cuanto se refiere a los depositos a disposicion de los juzgados y Tribunales; el
D 2472/1971, de 14 de Octubre; las ordenes de 23 de Noviembre y 21 de Diciembre de 1971 de los
ministerios de justicia y de hacienda, respectivamente, y cuantas disposiciones de igual o inferior
rango se opongan a lo establecido en el presente _Real Decreto.
Cuarta. El presente _Real Decreto entrara en vigor a los treinta dias de su publicacion en el B O E .
Dado en Madrid a 21 de Enero de 1988.
390
-391Orden de 5 de Junio de 1.992 por la que se desarrolla el Real Decreto 34/1988,
que regulan los pagos, depósitos y consignaciones judiciales en relación con
determinados pagos a realizar en Juzgados y Tribunales
En uso de la autorización contenida en la disposición final primera del Real Decreto
34/1988, de 21 de enero, previo informe del Consejo General del Poder Judicial, dispongo:
Artículo 1. El importe de las multas y demás pagos que se efectúen en favor del Estado
en los órganos judiciales, serán ingresados por los Secretarios judiciales, en los plazos a
que se refiere el artículo 1.3 del Real Decreto 34/1988, de 12 de enero, en las Entidades de
crédito a que hace referencia el citado Real Decreto para su inmediato ingreso en el Tesoro
público.
Artículo 2. Previo mandamiento firmado conjuntamente por el Juez o Presidente del
Tribunal y por el Secretario correspondiente, las Entidades de crédito a que se refiere el
Real Decreto 34/1988, de 21 de enero, ingresarán en el Tesoro público aquellas cantidades
existentes en las cuentas de depósitos y consignaciones judiciales, en los supuestos en
que la titularidad legal hubiese devenido en favor del Estado.
Artículo 3. Los Secretarios de los órganos judiciales, en cumplimiento de lo dispuesto en
el artículo 8 del Real Decreto 34/1988, de 21 de enero, realizarán las órdenes de
transferencia precisas para que se abonen al Tesoro público las cantidades que procedan
de los fondos abandonados con arreglo a las disposiciones en vigor.
Artículo 4. Los Secretarios de los órganos judiciales informarán antes del fin del primer
mes de cada trimestre natural a la Dirección General de Relaciones con la Administración
de Justicia de los mandamientos de ingresos al Tesoro público que se hayan producido en
cumplimiento de cuanto se dispone en los artículos precedentes durante el trimestre natural
anterior.
Artículo 5. El Director general de Relaciones con la Administración de Justicia adoptará
las medidas necesarias para el cumplimiento de lo dispuesto en esta Orden.
DISPOSICIÓN TRANSITORIA.
Respecto del primer trimestre de 1992 la información a que se refiere el artículo 4 de
esta Orden se cumplimentará antes del 15 de julio de 1992.
DISPOSICIÓN FINAL.
La presente Orden entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Boletín
Oficial del Estado.
Madrid, 5 de junio de 1992.
De la Quadra-Salcedo y Fernández del Castillo.
Ilmo. Sr. Director general de Relaciones con la Administración de Justicia.
391
-392Real Decreto 1436/2001, de 21 de diciembre, por el que se modifica el Real Decreto 34/1988,
de 21 de enero, por el que se regulan los pagos, depósitos y consignaciones judiciales. (BOE
23 Enero de 2.002)
La Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores,
sitúa al Ministerio Fiscal en una posición relevante, en su doble condición de institución que
constitucionalmente tiene encomendada la función de promover la acción de la justicia y la defensa
de la legalidad, así como de los derechos de los menores, velando por el interés de éstos.
En efecto, de acuerdo con el artículo 6 de la citada Ley, corresponde al Ministerio Fiscal la defensa
de los derechos que a los menores reconocen las leyes, así como la vigilancia de las actuaciones
que deban efectuarse en su interés y la observancia de las garantías del procedimiento, para lo
cual dirigirá personalmente la investigación de los hechos y ordenará que la policía judicial
practique las actuaciones necesarias para la comprobación de aquellos y de la participación del
menor en los mismos, impulsando el procedimiento.
Las funciones encomendadas al Ministerio Fiscal por la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero,
aconseja autorizar la apertura de cuentas de consignaciones y depósitos al Ministerio Fiscal en
aquellos supuestos en que se considere necesario y las circunstancias que concurran en el
procedimiento de instrucción así lo requieran.
En su virtud, a propuesta del Ministro de Justicia, oída la Fiscalía General del Estado,
previo informe del Ministerio de Economía y del Consejo General del Poder Judicial, de
acuerdo con el Consejo de Estado y previa deliberación del Consejo de Ministros en su
reunión del día 21 de diciembre de 2001, dispongo:
Artículo único
Modificación del Real Decreto 34/1988, de 21 de enero, por el que se regulan los pagos,
depósitos y consignaciones judiciales.
Se añaden un apartado 3 y un apartado 4 al artículo 2 del Real Decreto 34/1988, de 21
de enero, por el que se regulan los pagos, depósitos y consignaciones judiciales, que
queda redactado como sigue:
“ 3. Cuando en el curso de los procedimientos derivados de la aplicación de la Ley
Orgánica 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores,
se estime preciso la apertura de una cuenta de depósitos y consignaciones a disposición
de las Fiscalías, las personas autorizadas para la apertura y disposición de sus fondos
serán, mancomunadamente, un representante del Ministerio Fiscal e indistintamente el
Secretario judicial de la Fiscalía de Menores u Oficial habilitado de la Fiscalía o, en su
caso, el Secretario judicial en funciones de auxilio a la Fiscalía dependiente del Juzgado de
Menores al que posteriormente corresponderá dictar sentencia o adoptar alguna de las
medidas previstas en la Ley. Dicha cuenta llevará el nombre de la Fiscalía en cuestión,
adicionado con la denominación "Cuenta de Depósitos y Consignaciones".
El régimen de funcionamiento de estas cuentas será el mismo que el previsto en el
presente Real Decreto para el resto de las cuentas de depósitos y consignaciones.
4. Cuando, en su caso el Fiscal remita los efectos y piezas al Juzgado de Menores, por
incoar y conocer éste del expediente de reforma, procederá transferir las partidas
consignadas en la cuenta de la Fiscalía a la del Juzgado que haya de conocer. “
Disposición final única. Entrada en vigor. El presente Real Decreto entrará en vigor el
día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial del Estado.
392
-393Los Libros de Registro en los Juzgados.
Cada Organo jurisdiccional sea del orden que sea dispone de los Libros donde se
registran determinadas circunstancias de las actuaciones judiciales, personal, etc, bajo la
custodia del Secretario Judicial ya que es misión del mismo: “ Expedir copias certificadas o
testimonios de las actuaciones judiciales no secretas ni reservadas a las partes o a sus
representantes en juicio, Procuradores o Abogados;
encargarse de la llevanza de los
libros, del archivo y de la conservación de las actuaciones, salvo que en la Ley se
encomienden a los Jueces o Presidentes (artículo 287 de la LOPJ) y procurar a los
interesados el acceso a los libros, archivos y registros judiciales que no tengan carácter
reservado, mediante las formas de exhibición, testimonio o certificación que establezca la
Ley (artículo 235 de la LOPJ). A los profesionales del derecho se les presume que tiene
ese interés por lo que no puede serle negada la exhibición de los libros judiciales.
El Artículo 10 del REGLAMENTO ORGÁNICO DE 29 DE ABRIL DE 1.988, DEL
CUERPO DE SECRETARIOS JUDICIALES establece cuáles son los Libros que
corresponderá a los Secretarios su llevanza, en los Juzgados, estableciendo con
carácter general los siguientes (Art. 10, 1)
a) Posesiones, ceses e incidencias de personal.
b) Expedientes disciplinarios.
c) Alfabético de partes.
d) Consignaciones y depósitos.
e) Efectos intervenidos o en depósito.
f) Entrada de asuntos.
g) Conocimiento.
h) Auxilio judicial.
i) Asuntos gubernativos.
j) Material inventariable.
k) Autos definitivos o de adopción de medidas.
2. Corresponderá a los Secretarios de los Juzgados, la llevanza de los siguientes libros,
a tenor de la competencia del órgano:
a) Conciliaciones.
b) Medidas de aislamiento y redenciones extraordinarias.
c) Diligencias, sumarios y procesos penales, separados según su diferente naturaleza.
d) Procesos y recursos, separados según su diferente naturaleza.
e) Ejecutorias penales, separadas según su diferente naturaleza.
f) Detenidos.
g) Presos.
h) Procesados.
i) Penados.
j) Condenas condicionales.
k) Turno de Abogados y Procuradores.
l) Menores sujetos a medidas de retención o reforma.
393
-394-
3. Corresponderá a los Secretarios de Gobierno, y, en su caso, de las Audiencias
Provinciales, la llevanza de los siguientes libros, a tenor de la competencia del Tribunal:
a) Actas.
b) Inspección.
c) Visitas a Centros penitenciarios.
d) Asuntos gubernativos.
e) Títulos.
f) Expedientes disciplinarios.
g) Depósitos y consignaciones.
h) Registro de documentos.
i) Reparto.
j) Posesiones, ceses e incidencias de personal.
4. En las demás Secretarías de Tribunales, los Secretarios llevarán, con carácter
general, los siguientes libros:
a) Registro de entrada.
b) Recursos o procesos, separados según su naturaleza.
c) Auxilio judicial.
d) Conocimiento.
e) Partes.
5. En las Secretarías de los Tribunales a que se refiere el apartado anterior, los
secretarios llevarán, además, a tenor de su respectivo carácter y competencias, los
siguientes libros:
a) Procesados.
b) Presos.
c) Penados.
d) Condenas condicionales.
e) Ejecutorias.
f) Reparto entre Secretarías.
g) Turno de Abogados y Procuradores.
h) Autos definitivos.
En el orden penal es donde más habitualmente se hace preciso la consulta de los libros
a efectos de localizar el atestado, la denuncia, o las diligencias que se hayan abierto por
dicho órgano, ya que se hará precioso conocer el número de los autos o de la causa para
proceder a presentar el correspondiente escrito de personación, y posterior consulta y
examen de las actuaciones.
A este respecto hay que señalar que dependiendo del titular del órgano o del Secretario
Judicial, podrán examinarse e incluso obtener fotocopias de las actuaciones judiciales, sin
que se exija la personación previa en dichas actuaciones.
394
-395TEMA XIV
La celebración de vistas, juicios y audiencia previa. Usos y práctica forense.
Responsabilidad civil, penal, y disciplinaria. Multas y sanciones procesales. El Procurador
en la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo.
BREVE REFERENCIA A LA RESPONSABILIDAD DISCIPLINARIA DE LOS ABOGADOS:
Como regla general que establece el artículo 78 del E. G. A . “1. Los Abogados están sujetos a
responsabilidad penal por los delitos y faltas que cometan en el ejercicio de su profesión. 2. Los
Abogados en su ejercicio profesional, están sujetos a responsabilidad civil cuando por dolo o
negligencia dañen los intereses cuya defensa les hubiere sido confiada, responsabilidad que será
exigible conforme a la legislación ordinaria ante los Tribunales de Justicia, pudiendo establecerse
legalmente su aseguramiento obligatorio.”.
El Abogado que reciba el encargo de promover actuaciones de cualquier clase contra otro
sobre responsabilidades relacionadas con el ejercicio profesional, deberá informar al Decano del
Colegio para que pueda realizar una labor de mediación, si la considera oportuna, aun cuando el
incumplimiento de dicho deber no pueda ser disciplinariamente sancionado. (Art.79 EGA)
No obstante ello el artículo 80 del Estatuto General de la Abogacía indica que:
1. Los Abogados están sujetos a responsabilidad disciplinaria en el caso de infracción de sus
deberes profesionales o deontológicos. Y que (2.) “Las facultades disciplinarias de la autoridad
judicial sobre los Abogados se ajustarán a lo dispuesto en las Leyes procesales. Las sanciones o
correcciones disciplinarias que impongan los Tribunales al Abogado se harán constar en el
expediente personal de éste siempre que se refieran directamente a normas deontológicas o de
conducta que deban observar en su actuación ante la Administración de Justicia.”. (3.) Las sanciones
disciplinarias corporativas se harán constar en todo caso en el expediente personal del colegiado.
Transcribimos los artículos del Estatuto que recogen la materia:
Artículo 81
El Decano y la Junta de Gobierno son competentes para el ejercicio de la jurisdicción
disciplinaria, ateniéndose a las siguientes normas:
1. Se extenderá a la sanción de infracción de deberes profesionales o normas éticas de conducta en
cuanto afecten a la profesión.
2. Las correcciones que podrán aplicarse son las siguientes:
-Amonestación privada.
395
-396-Apercibimiento por escrito.
-Suspensión del ejercicio de la Abogacía por un plazo no superior a dos años.
-Expulsión del Colegio.
Artículo 82
1. Competen al Consejo General de la Abogacía las facultades disciplinarias en relación con los
miembros de las Juntas de Gobierno de los Colegios y, cuando se la atribuyan las disposiciones
legales vigentes, también respecto de los miembros de los Consejos de Colegios de las
Comunidades Autónomas.
2. Las facultades disciplinarias en relación con los miembros del Consejo General serán competencia
del Consejo General, en todo caso.
DE LAS INFRACCIONES Y SANCIONES
Las infracciones que puedan llevar aparejada sanción disciplinaria se clasifican en muy graves,
graves y leves. (Artículo 83 E. G. A.)
El Art.84 establece cuales son las infracciones muy graves , señalando :
a) La infracción de las prohibiciones establecidas en el artículo 21 o de las incompatibilidades
contenidas en los artículos 22 y 24 del presente Estatuto General.
b) La publicidad de servicios profesionales con incumplimiento de los requisitos especificados
en el artículo 25, y cualquier otra infracción que en este Estatuto General tuviere la calificación de
infracción muy grave.
c) La comisión de delitos dolosos, en cualquier grado de participación, como consecuencia del
ejercicio de la profesión, así como los actos y omisiones que constituyan ofensa grave a la dignidad de
la profesión, a las reglas éticas que la gobiernan a los deberes establecidos en el presente Estatuto
General.
d) El atentado contra la dignidad u honor de las personas que constituyen la Junta de Gobierno
cuando actúen en el ejercicio de sus funciones, y contra los compañeros con ocasión del ejercicio
profesional.
e) La embriaguez o consumo de drogas cuando afecten gravemente al ejercicio de la profesión.
f) La realización de actividades, constitución de asociaciones o pertenencia a éstas, cuando
tengan como fines o realicen funciones que sean propias y exclusivas de los Colegios.
396
-397g) La comisión de una infracción grave, habiendo sido sancionado por la comisión de otras dos
del mismo carácter y cuya responsabilidad no se haya extinguido conforme al artículo 90.
h) El intrusismo profesional y su encubrimiento.
i) La cooperación necesaria del Abogado con la empresa o persona a la que preste sus
servicios para que se apropien de honorarios profesionales abonados por terceros y que no le
hubieren sido previamente satisfechos, cuando conforme a lo dispuesto en el artículo 44.2 tales
honorarios correspondan al Abogado.
j) La condena de un colegiado en sentencia firme a penas graves conforme al artículo 33.2 del
Código Penal.
k) El deliberado y persistente incumplimiento de las normas deontológicas esenciales en el
ejercicio de la Abogacía.
Son infracciones graves: (Artículo 85)
a) El incumplimiento grave de las normas estatutarias o de los acuerdos adoptados por los órganos
colegiales en el ámbito de su competencia, así como por el reiterado incumplimiento de la obligación
de atender a las cargas colegiales previstas en el artículo 34, letra a), salvo que constituya infracción
de mayor gravedad.
b) El ejercicio profesional en el ámbito de otro Colegio sin la oportuna comunicación de la actuación
profesional, lo que habrá de sancionar el Colegio en cuyo ámbito territorial actúe.
c) La falta de respeto, por acción u omisión, a los componentes de la Junta de Gobierno cuando
actúen en el ejercicio de sus funciones.
d) Los actos de desconsideración manifiesta hacia los compañeros en el ejercicio de la actividad
profesional y la infracción de lo dispuesto en el artículo 26 sobre venia.
e) La competencia desleal, cuando así haya sido declarada por el órgano competente, y la infracción
de lo dispuesto en el artículo 25 sobre publicidad, cuando no constituya infracción muy grave.
f) La habitual y temeraria impugnación de las minutas de los compañeros, así como la reiterada
formulación de minutas de honorarios que sean declarados excesivos o indebidos.
g) Los actos y omisiones descritos en las letras a), b), c) y d) del artículo anterior, cuando no tuvieren
entidad suficiente para ser considerados como muy graves.
h) El ejercicio profesional en situación de embriaguez, o bajo el influjo de drogas tóxicas.
Son infracciones leves: (Artículo 86)
a) La falta de respeto a los miembros de la Junta de Gobierno en el ejercicio de sus funciones, cuando
no constituya infracción muy grave o grave.
b) La negligencia en el cumplimiento de las normas estatutarias.
c) El incumplimiento leve de los deberes que la profesión impone.
397
-398d) Los actos enumerados en el artículo anterior cuando no tuviesen entidad suficiente para ser
considerados como graves.
Según el Art. 87 1. las sanciones que pueden imponerse por infracciones muy graves
serán las siguientes:
a) Para las de los apartados b), c), d), e), f), h) e i) del artículo 84, suspensión del ejercicio de la
Abogacía por un plazo superior a tres meses sin exceder de dos años.
b) Para las de los apartados a), j) y k) del mismo artículo, expulsión del Colegio.
2. Por infracciones graves podrán imponerse la sanción de suspensión del ejercicio de la Abogacía por
un plazo no superior a tres meses.
3. Por infracciones leves podrán imponerse las sanciones de amonestación privada o la de
apercibimiento por escrito.
Según el Art. 88 1. Las infracciones leves se sancionarán por la Junta de Gobierno o por el
Decano del Colegio mediante expediente limitado a la audiencia o descargo del inculpado.
2. Las infracciones graves y muy graves se sancionarán por la Junta de Gobierno tras la apertura del
expediente disciplinario, tramitado conforme a lo dispuesto en los Estatutos particulares de los
Colegios, que habrán de ajustarse a lo previsto en el artículo 99.2 de este Estatuto General.
3. La Junta de Gobierno y el Decano serán en todo caso los órganos competentes para resolver
debiendo corresponder las facultades instructoras a otros que se creen a tal fin.
4. En todo caso los acuerdos de suspensión por más de seis meses o expulsión deberán ser tomados
por la Junta de Gobierno mediante votación secreta y con la conformidad de las dos terceras partes de
sus componentes. A esta sesión estarán obligados a asistir todos los componentes de la Junta, de
modo que el que sin causa justificada no concurriese cesará como miembro de la Junta de Gobierno y
no podrá presentarse como candidato en la elección mediante la que se cubra su vacante.
Art. 89 1. Las sanciones disciplinarias se ejecutarán una vez que sean firmes. Podrán ser hechas
públicas cuando ganen firmeza.
2. Todas las sanciones tendrán efectos en el ámbito de todos los Colegios de Abogados de España, a
cuyo fin el Colegio o Consejo Autonómico que las imponga tendrá preceptivamente que comunicarlas
al Consejo General de la Abogacía para que éste pueda informar a los Colegios.
Art. 90 1. La responsabilidad disciplinaria de los colegiados se extingue por el cumplimiento de la
sanción, el fallecimiento del colegiado, la prescripción de la falta y la prescripción de la sanción.
2. La baja en el Colegio no extingue la responsabilidad disciplinaria contraída durante el período de
alta, sino que se concluirá el procedimiento disciplinario y la sanción quedará en suspenso para ser
cumplida si el colegiado causase nuevamente alta en el Colegio.
Art.91 1. Las infracciones muy graves prescribirán a los tres años, las graves a los dos años y las
leves a los seis meses.
2. El plazo de prescripción comenzará a contarse desde que la infracción se hubiere cometido.
3. La prescripción se interrumpirá por la notificación al colegiado afectado del acuerdo de incoación de
información previa a la apertura de expediente disciplinario, reanudándose el cómputo del plazo de
prescripción si en los tres meses siguientes no se incoa expediente disciplinario o éste permaneciere
paralizado durante más de seis meses, por causa no imputable al colegiado inculpado.
398
-399Art. 92 1. Las sanciones impuestas por infracciones muy graves prescribirán a los tres años; las
impuestas por infracciones graves, a los dos años; y las impuestas por infracciones leves, a los seis
meses.
2. El plazo de prescripción de la sanción por falta de ejecución de la misma comenzará a contar desde
el día siguiente a aquel en que haya quedado firme la resolución sancionadora.
3. El plazo de prescripción de la sanción, cuando el sancionado quebrante su cumplimiento,
comenzará a contar desde la fecha del quebrantamiento.
Art. 93 1. La anotación de las sanciones en el expediente personal del colegiado se cancelará cuando
hayan transcurrido los siguientes plazos, sin que el colegiado hubiere incurrido en nueva
responsabilidad disciplinaria: seis meses en caso de sanciones de amonestación privada o
apercibimiento escrito; un año en caso de sanción de suspensión no superior a tres meses; tres años
en caso de sanción de suspensión superior a tres meses; y cinco años en caso de sanción de
expulsión. El plazo de caducidad se contará a partir del día siguiente a aquel en que hubiere quedado
cumplida la sanción.
2. La cancelación de la anotación, una vez cumplidos dichos plazos, podrá hacerse de oficio o a
petición de los sancionados.
399
-400-
El Procurador en la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional y del
Supremo.
(Relacion de Sentencias del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional que hacen referencia a
determinados aspectos de la función del Procurador, según su temática ).
ASISTENCIA A VISTAS .
-Denegación de palabra a Letrado por inasistencia del Procurador. STC nº.11/1995,6 Enero.
- Inasistencia del Letrado por baja del Procurador STS, Sala 1ª, 25-11-1994.
-Inasistencia del Letrado por falta de comunicación del Procurador STS, Sala 1ª ,25.9.93.
-Indefensión por la inasistencia no imputable al organo judicial ATC nº.526/1989,de 30.10.
- Inexistencia de indefensión por comparecencia del Procurador y no del Letrado.STS.S1ª,166-1988.
- No le es admitida al Procurador la defensa ante la inasistencia del Letrado.STS 2ª,13-11932.
- Vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva por tener por desistido al recurrente por
incomparecencia del Procurador a la vista. STC nº. 276/1993, 20 Sept.
ASISTENCIA JURÍDICA GRATUITA
- Constitucionalidad de la exigencia de renuncia de honorarios por el Abogado cuando el
Procurador viene designado por asistencia jurídica gratuita ATC nº.65/1996, 23 Mar.
- El nombramiento de Procurador y Abogado de oficio no supone el reconocimiento inmediato
del derecho a la justicia gratuita. STS 1ª 1-10-1993.
- Derecho consagrado por el Art. 24 Constitución STS Sala 3, 21-3-1996.
- Justificación del derecho a la justicia gratuita. ATC nº.160/1996, 12-Junio-96
- La exigencia de renuncia de honorarios no atenta al principio de jerarquía normativa. ATC
nº.65/1996, de 22-3.
- Vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva por no haber habido designación de
Abogado ni de Procurador en la segunda instancia. STC nº.105/1996, de 11-6.
BASTANTEO DEL PODER
- Efectos de la falta de bastanteo en el poder STS 19.10-1987.
- En el recurso de amparo. STC nº. 26/1981, de 17 Julio.
- Formalismo con sólo significación económica y proyección colegial. STS 26.11.91.
400
-401CESE DEL PROCURADOR
-Cese del Procurador por ab
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