ANÁLISIS DE TEXTOS _3_

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ANÁLISIS DE TEXTOS
Texto 1
«Tanto me he acostumbrado estos días a separar mi espíritu de los sentidos, y tan
exactamente he advertido que es muy poco lo que sabemos con certeza acerca de las cosas
corpóreas, así como que sabemos mucho más del espíritu humano, y más aún de Dios,
que ahora ya no tendré dificultad en apartar mi pensamiento de la consideración de las
cosas sensibles o imaginables, para llevarlo a las que, desprovistas de toda materia, son
puramente inteligibles. Y, sin duda, la idea que tengo del espíritu humano, según la cual
éste es una cosa pensante, y no una extensa con longitud, anchura ni profundidad, ni
participa de nada de lo que pertenece al cuerpo, es incomparablemente más distinta que la
idea de una cosa corpórea.» (R. DESCARTES, Meditaciones metafísicas).
a) ¿Por qué considera Descartes que sabemos más del espíritu humano y de Dios que
de las cosas corpóreas?
b) Explica cuál es la intención de Descartes al considerar que el yo es únicamente
pensamiento y distinto del cuerpo.
Texto 2
«No tenemos idea alguna de sustancia de ningún género, puesto que sólo tenemos ideas de
lo que se deriva de alguna impresión, y no tenemos impresión de sustancia alguna, sea
material o espiritual. No conocemos nada sino cualidades y percepciones particulares. En
lo que se refiere a nuestra idea de cuerpo, un melocotón, por ejemplo, es sólo la idea de un
particular sabor, color, figura, tamaño, consistencia, etc. Así, nuestra idea de mente es sólo
la idea de percepciones particulares, sin la noción de cosa alguna a la que llamamos
sustancia, sea simple o compuesta.» (D. HUME, Resumen del Tratado de la naturaleza humana).
a) Explica en qué parte del texto se menciona el criterio de verdad de Hume para negar
la idea de sustancia y cuál es dicho criterio.
b) Señala qué conclusiones se derivan para la metafísica de las ideas del texto.
Texto 3
«El matemático, el hombre de ingenio, el filósofo de la naturaleza, ¿qué consiguen al hacer
a la metafísica blanco de sus burlas jactanciosas? Dentro de ellos suena una voz que los
incita constantemente a realizar un intento dentro del campo metafísico. Si como hombres
no buscan su meta final en los designios de esta vida, no pueden por menos de
preguntarse: ¿quién soy yo? ¿De dónde procede el universo? Y el astrónomo se ve más
acuciado que nadie a preguntas como éstas. No puede por menos de indagar algo que
satisfaga éstas sus inquietudes. Pues bien, con el primer juicio que emita acerca de estos
problemas entrará en el terreno de la metafísica. ¿O acaso quiere confiarse, sin guía alguna,
a la persuasión que pueda irse formando en él, a pesar de no disponer de un mapa del
terreno que pretende recorrer? En medio de esta oscuridad se enciende la antorcha de la
crítica de la razón pura, pero ésta no alumbra precisamente las regiones para nosotros
misteriosas situadas más allá del mundo de los sentidos, sino los rincones oscuros de
nuestro propio entendimiento.» (I. KANT, Crítica de la razón pura).
a) Explica por qué la crítica de la razón pura se compara, en este texto, con una
antorcha.
b) En este fragmento, Kant trata de forma muy diferente los interrogantes metafísicos
(por ejemplo, ¿quién soy?) y las respuestas metafísicas. Explica en qué consiste esta
diferente valoración y por qué se da.
Texto 4
«No se puede dudar de que todos nuestros conocimientos comienzan con la experiencia,
porque, en efecto, ¿cómo habría de ejercitarse la facultad de conocer, si no fuera por los
objetos que, excitando nuestros sentidos de una parte, producen por sí mismos
representaciones, y de otra, impulsan nuestra inteligencia a compararlas entre sí, enlazarlas
o separarlas, y de esta suerte componer la materia informe de las impresiones sensibles
para formar ese conocimiento de las cosas que se llama experiencia? En el tiempo, pues,
ninguno de nuestros conocimientos precede a la experiencia, y todos proceden de ella.
Pero si es verdad que todos nuestros conocimientos comienzan con la experiencia, todos,
sin embargo, no proceden de ella, pues bien podría suceder que nuestro conocimiento
empírico fuera una composición de lo que recibimos por las impresiones y de lo que
aplicamos por nuestra propia facultad de conocer (simplemente excitada por la impresión
sensible), y que no podamos distinguir este hecho hasta que una larga práctica nos habilite
para separar dos elementos.
Es, por tanto, a lo menos, una de las primeras y más necesarias cuestiones, y que no puede
resolverse a la simple vista, la de saber si hay algún conocimiento independiente de la
experiencia y también de toda impresión sensible. Llámase a este conocimiento a priori, y
distínguese del empírico en que las fuentes del último son a posteriori, es decir, que las
tiene en la experiencia.» (I. KANT, Crítica de la razón pura).
a) Explica por qué Kant puede sostener la aparente paradoja de que los conocimientos
comienzan con la experiencia, pero no proceden de ella.
b) Relaciona el texto con el pensamiento moderno y, en concreto, con las corrientes
racionalista y empirista.
c) En el fragmento se define el conocimiento como la “composición de lo que recibimos
por las impresiones y de lo que aplicamos por nuestra facultad de conocer”. Explica
este enunciado y define los términos principales que aparecen.
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