EfN 80J1J'lt M BANCOS DE EMISIÓN OS primeros bancos comerciales de la era moderna se fundaron en una época en que el medio circulante consistía de monedas metálicas. Estos bancos operaban como símples cajas de seguridad, cobrando una tasa de interés por la custodia de las sumas depositadas. El crecimiento del comercio interno y externo dio origen a la letra de cambio como instrumento que permitía el traslado de dinero de un lugar a otro. Los bancos se encargaban de cancelar operaciones entre una persona y otra, por medio de las letras de cambio compradas y vendidas, y cobraban una tasa de interés por este servicio. Para dar efectividad a este sistema de pagos entre diferentes lugares de un país o entre países, los bancos establecieron un sistema de relaciones interbancarias, en virtud del cual se obligaban a mantener depósitos en otras instituciones de prestigio, en los centros comerciales de mayor ímportancia. El uso de la letra de cambio como medio de pago, pronto llevó a la práctica del billete de banco. Originalmente los bancos sólo emitían papel billete de altas denominaciones, dejando que la moneda metálica sirviera para las transacciones de menor cuantía. Los billetes emitidos eran, en todo momento, redimibles en metálico y sólo se emitían por cantidades iguales al metálico que se tenía en reserva. Con el tiempo los banqueros se dieron cuenta que sólo una pequeña proporción de los billetes se presentaba a redención en metálico y de ahí surgió la idea de emitir más billetes que la cantidad de metal en reserva. Hubo bancos que se excedían de todo límite de prudencia y en tiempo de crisis -ya fuera por una mala cosecha, por rumores propalados, etc.- bastaba para que el público acudiera al banco a redímir sus billetes, y ante la falta de metálico suficiente, los bancos quebraban y se originaban pánicos frecuentes. Originalmente, también, los bancos estaban organízados como compañías de responsabilidad ilímitada, de modo que cuando un banco quebraba, los accionistas perdían todas sus propiedades, además del capital invertido en el banco. Las consecuencias de las quiebras bancarias eran así más desastrosas. Con la organización de bancos como el de Inglaterra y el de Escocia, se originó la práctica de los bancos comerciales con privilegios especiales, cuya actividad estaba vigilada por el Estado. Pero al mismo tiempo estos bancos pudieron ganarse la confianza pública y hacer que sus billetes tuvieran una aceptación más general. Por las ventajas que ofrecían, los demás bancos pronto los utilizaron como bancos de banqueros, y así se originó la primera función de la banca central -la de actuar como banco de banquero. Pero, bancos como d de Inglaterra, operaban bajo el principio de emisiones limitadas por ley, con cobertura metálica, y con la posibilidad de emitir cantidades adicionales, igualmente limitada por el Parlamento, con el respaldo de obligaciones del gobierno. Este principio de emisión, lL:nitada por la afluencia o éxodo de metálico, influyó en el carácter do las operaciones de E-stos bancos, de modo que cuando el Banco de Inglaterra fue tomando cada vez más la función de banco central, impuso sus procedimientos sobre los de- L 330 más bancos que acudían a solicitarle créditos, ya fuera a través de anticipos o de redescuentos. BANCOS DE DEPÓSITO La escasez de billetes del Banco de Inglaterra y las restricciones legales que se ímpusieron a la emisión de otros bancos comerciales, después de 1824, dio un gran ímpulso a la circulación del cheque y a la creación de bancos comerciales que, sin poder emitir billetes por )~s nuevas _re~­ tricciones se hacían de recursos con los depositas del pubhco, sobre 'los que se pagaban intereses altos, aun en el caso de los depósitos a la vista. La conveniencia de depositar el dinero en un banco comercial, sobre los que se ganaba interés, añadida_ a la conveniencia de poder efectuar pagos en cheques, h1zo que la demanda de billetes y de metálico disminuyera en favor del cheque comercial. Esta innova~ió? vino a ~evoluci~::mar la actividad de los bancos y las practicas comerciales e mtrodujo un nuevo elemento disturbador en la ecuación monetari~. tLa función monetaria del depósito bancario, como medw de pago, no fue comprendida desde el principio. Se cr¡;ía que el cheque era un sustituto de la moneda y que su circulación sólo evitaba la necesidad de usar billetes, y que los depósitos no debían considerarse como parte del medio circulante. Bajo estas condiciones, los prímeros bancos de depósito pronto descubrieron que los banc?s mismos _Podrían crear depósitos a través de cuentas corrientes, anticipos Y créditos en de;cubierto, que los clientes utilizaban a través de cheques girados contra el banco acreedor. LAs CÁMARAS DE CoMPENSACIÓN Como el Banco de Inglaterra originalmente se rehusó a redescontar para los nuevos bancos de depósito y rehusaba también actuar como Cámara de Compensación para esos bancos éstos formaron su propia Cámara de Compensación. El es~blecimiento de estas cámaras vino a frenar el impulso de creación de depósitos, ya que de no compensar todos los cheques, estos regresaban al banco girador y restaban s~ recursos de caja. Había dos maneras de frenar este drenaJe del efectivo de los bancos: lo.) otorgar créditos a corto plazo, de modo que los clientes no estuvieran ende~d::dos mucho tiempo; y 2o.) obligar a los receptores del credüo a que mantuvieran un saldo mínimo con el banco que otorgaba el crédito. Pero lo ímportante para los nuevos bancos de depósito era conseguir más recursos, y para lograrlo se les ofrecía dos caminos: primero, un aumento constante en el capital de los bancos; segun~o, abrir sucurs~les ?, comp~ar otros bancos privados ya existentes. De aqm nacw el principio de la banca de ~ucursales que ft1;e primt;ro una caract~­ rística de la banca mglesa y que dw al sistema bancano mayor flexibilidad de operación. LA EsPECIALIZACIÓN BANCARIA Es interesante observar que la negativa inicial del Banco de Inglaterra a redescontar la cartera de los nuevos bancos de depósito, que se establecieron en Londres, se transformó con el tiempo, en un principio de la banca comercial, sobre Comercio Exterior todo de los grandes bancos, de no redescontar con el banco central; y esta negativa al redescuento directo de los bancos ingleses permitió un mayor desarrollo de la especialización bancaria con los llamados "bancos de descuento". Estas instituciones se dedican a la compra y venta de letras de cambio y letras de Tesorería y otros valores a corto plazo, que adquieren con créditos de los mismos bancos, y que las casas o bancos de descuento redescuentan con el Banco de Inglaterra. Cuando los bancos comerciales necesitan dinero, presionan a las casas de descuento, las que, para saldar sus créditos con los bancos, recurren al Banco de Inglaterra en busca de anticipos, con garantías de letras de cambio o letras de Tesorería, o redescuentan estos documentos con esa institución. De esta manera, los bancos comerciales ingleses recurren al Banco de Inglaterra por el método indirecto de las casas de descuento. Ahora bien, como las casas de descuento sólo operan con márgenes de ganancia muy pequeños, cualquier alteración en la tasa de redescuento del Banco de Inglaterra puede significar la diferencia entre una ganancia y una pérdida. Las casas de descuento cuidan de no adquirir letras y documentos comerciales de vencimientos a plazos, prefiriendo los de vencimiento a muy corto plazo. Esta actitud de los bancos de descuento ha influído a su vez en la actitud de los bancos comerciales hacia el plazo de vencimieno de los documentos comerciales o de las operaciones comerciales que quieran financiar. Los bancos comerciales ingleses operan pues, dentro del principio de máxima liquidez y como estos fueron los primeros bancos comerciales de depósito, la tradición inglesa se ha erigido en un principio de la banca comercial en todas partes. Pero no en todos los países se copió la práctica inglesa. En .Francia misma, la actitud del Banco de Francia hacia el redescuento influyó, desde la fundación de ese banco, en la composición del circulante y en la actitud de los bancos hacia el crédito. A diferencia de Inglaterra, el pueblo francés siguió utilizando las monedas metálicas como medios ele pago, debido a la desconfianza que el billete había engendrado primero, por el fracaso de los experimentos ele Law y, después, por las emisiones excesivas ele asignados, en tiempos ele la revolución francesa. Por estas razones, las emisiones de los bancos comerciales franceses nunca fueron excesivas, y los billetes del Banco de Francia no fueron ele circulación forzosa sino hasta 1864, o sea 20 años más tarde ele lo que ocurrió con los billetes del Banco ele Inglaterra. Además, el Banco ele Francia siempre actuó como banquero de última instancia y como Cámara ele Compensación ele los bancos del país. En caso de necesidad, los bancos comerciales franceses recurrían al redescuento con el Banco ele Francia, siempre que los documentos redescontados llenaran los requisitos exigidos. La consecuencia ele esta actitud del Banco ele Francia hacia el reclescuento y del pueblo francés hacia el papel moneda no permitió el desarrollo de condiciones similares a las inglesas, en donde el cheque pronto se convirtió en el medio de circulación más importante. Por el contrario en Francia, el billete sigue figurando como el medio ele cir~ula­ ción más importante y, en lugar de efectuar sus pagos con cheque, los franceses utilizan la letra de cambio interna, oue es un documento que se presta a su utilización como documento redescontable con el Banco ele Francia. LA ExPERIENCIA BELGOALEMANA El modelo inglés-francés de banca comercial no fue universalmente copiado en Europa, pues los bancos comerciales alemanes y belgas tenían por objeto especial otorgar ayuda directa a la industria. Es cierto que al principio los nu.eyos bancos no a.ceptaban depósitos del público, sino que uhhzaban sus propiOs recursos. Pero en Alemania, después ele 1860, todos los bancos comerciales solicitaban depósitos del público, pagando intereses hasta por depósitos a la vista. La banca mixta, tal como se practicó en Alemania y Bélgica, exigía una asociación muy estrecha entre la banca y la industria, e instituciones bancarias con cuantiosos recursos, aunque esto último no fue siempre cierto en el caso ele Bélgica. Como la banca inglesa y francesa, la banca alemana se convirtió muy pronto en un sistema ele graneles bancos, concentrados en Berlín, con un sistema ele sucursales y afili~~~s en todos los Estados y pueblos del país, lo que permiho recoger un mayor volumen ele recursos en forma ele depósitos. La banca comercial alemana no dedicaba todos sus recursos al financiamiento de la industria, sino que por el contrario, se esmeró siempre por diversificar sus operaciones Junio de 1958 y en mantener un mmrmo de liquidez, con el financiamiento ele operaciones a corto plazo contra documentos comerciales, cuya colocación estaba asegurada en un momento de necesidad, por el desarrollo que tuvo el mercado monetario de Berlín, desde fines del siglo pasado. Poco a poco, la cartera de los bancos, en forma ele acciones industriales, fue perdiendo importancia dentro del total ele operaciones; y para principios ele la primera guerra mundial, las inversiones en acciones industriales representaban 6% del total de la cartera. Posteriormente, con la reorganización ele los bancos alemanes, primero en 1918 y luego en 1952, la inversión ele los bancos en valores industriales representa apenas 3% de su cartera. NUEVO INTERÉS POR LA LIQUIDEZ BANCARIA La crisis ele 1930 colocó a los bancos en una situación difícil. Por un lado, los principios ele legislación bancaria en boga, hacían más estricta la aplicación del principio de redescuento solamente a valores ele carácter comercial y a corto plazo; pero la tendencia en los grandes países industriales, con grandes concentraciones industriales, y el establecimiento de importantes sistemas ele almacenes en cadenas, dotados ele cuantiosos recursos o que gozaban ele suficiente prestigio para colocar sus propias emisiones en el mercado, dejaba menores oportunidades a los bancos para operaciones comerciales. 1 Los bancos norteamericanos, por ejemplo, se dedicaron más y más a otorgar créditos al mercado ele valores, estimulando así la especulación en la bolsa. Los bancos ingleses se dedicaron, en mayor escala que nunca, a financiar las operaciones de comercio exterior, pero ya desde pocos años después de iniciado el presente siglo, muchos autores ingleses ele esa época comentaron la creciente tendencia en favor de inversiones a largo plazo. EL NACIMIENTO DE INSTITUCIONES OFICIALES FINANCIERAS En Inglaterra, Estados Unidos, Francia y muchos países de América Latina, la tendencia después ele 1920 fue la de estimular el establecimiento ele instituciones oficiales encargadas ele financiar las operaciones agrícolas y el fomento industrial y, con el tiempo, estas instituciones no sólo pudieron atender a las necesidades ele estos sectores ele la economía, sino que, en cierta medida, se transformaron en competidores de los bancos comerciales privados. ' La crisis de 1930 afectó a los bancos, así como al resto de la economía. La liquidez de los bancos, representada, entonces, por recursos cuantiosos que no podían utilizarse, resultaban una carga pesada para las instituciones bancarias. Al mismo tiempo, las nuevas teorías sobre el ciclo y la nueva responsabilidad que se quiso señalar para el Estado como instrumento para revivir la actividad económica favoreció una política ele déficit presupuestales, a través de la emisión de bonos y valores del gobierno, que los bancos estuvieron ansiosos ele adquirir, inicialmente, para dar ocupación a sus recursos ociosos. Desde antes ele comenzar la segunda guerra mundial, los bancos comerciales ele casi todos los graneles países se encontraron en posesión de enormes cantidades ele valores oficiales, de modo que los ingresos bancarios dependían más y más del ma:vor o menor grado en que su cartera contara con valores oficiales. PROBLEMAS DE LA PosTGUERRA La segunda guerra mundial vino a acelerar esta tendencia, obligando a los bancos a comprar valores del gobierno y de otras entidades oficiales y semioficiales. Al mismo tiempo, se modificaron las condiciones del redescuento con el banco central, haciendo que los valores oficiales tuvieran preferencia como respaldo de créditos y ele anticipos del banco central. El concepto ele "liquidez" se cambió por el concepto de "transferibilidad" ele los activos.' 1 Entre las n1uehas obras que se pueden consultar ver especialmente la de Neil H. Jacoby y R. J. Saulnier "Business Finance and Banking", 1947, especialmente los 6 primeros capítulos. 2 En todos los países del mundo existen actualmente organizaciones bancarias oficiales que se dedican a financiar la producción agrícola. En EUA existe una compleja organización tanto en el nivel federal como estatal, para financiar operaciones a corto, n1edio y largo plazo. Lo misn1o ocurre en casi todos los países modernos, sean desarrollados o escasaniente desarrollados. 3 Para ver la proporción de los activos bancarios representados por título~ del gobierno o de instituciones oficiales y semioficiales enhe los aíios 38, 45 y 50, ver el artículo de Pasquale Saraceno. Director del Instih1!o de la Reconstrucción de Italia. titulado "Liquidity Problems from !he Standpoint of the Individual Bank". Ver discursos y debates de la Primera Conferencia Intemacional de Crédito, Vol. I, págs. 145-164. 331 Terminada la última guerra, la cartera de los hancos bahía alcanzado una liquidez inigualada antes; pero esta vez, el exceso de liquidez, logrado por una cartera que con tenía fundam entalmente valores oficiales, a tasas de interés prácticamente congeladas, se convirtió en una preocupación de los mismos bancos. Si es cierto que los hancos tenían sus recursos oeupaclns, las bajas tasas de interés, por un lado y el aumento de sus gastos de operación por otro, eran motivos de descontento para los bancos comerciales. En realidad, el exceso de liquidez de toda la economía norteamericana después de la guerra constituyó una de las gra ndes preocupaciones de ese país por muchos años. • El a bultamiento de la cartera de los bancos por la tenencia de valores oficiales, y el Hfán del gobierno en mantener la tasa de interés a niveles bajos obligaba al banco central a sostener el mercado de valores oficiales, permitiendo así que los bancos pudieran deshacerse de t~st os valores y frustrando así toda tentativa de la política monetaria a limitar o controlar el crédito bancario, El gobierno, en su deseo de frenar la inflación y facilitar la conversión de la industria, después de la guerra, se vió obligado a frenar la actividad bancaria, pero no ya a través del mecanismo tradicional de variaciones en la tasa de interés, sino más bien a través de métodos que tuvieron por objeto establecer un control selectivo del créd ito, así como a través de variaciones en los encaies baucarios. La forma de control del crédito y de las operaciones de los bancos varía de p11ís 11 país. En Inglaterra, aun después de la victor i11 conservadora, se mantenía el control oficial de las emisiones de capital y el Banco de Inglaterra seguía ejerciendo una presión moral sobre los b11ncos. para establecer un s istema de créditos preferenciales. El gobierno es el que fija las industrias y las actividades económicas a las que de modo preferencial los bancos deben otorgar créditos. En Francia, desde 1946, se han establecido topes ele rerlescuento para cada banco y un mínimo de tenencia de valores oficiales, que cada banco debe retener. En E s tados Unidos se ha facultado a los Bancos de la Reserva para establ ecer r estricciones a l crédito de consumo, r estricciones a las operaciones de bolsa, y se ha dado mayor amplitud a las operaciones d e mercado abierto. En América Latina, en donde no se puede utilizar ni el instrumento de la tasa de redescuento ni el de las operaciones de mercado abi erto, lo.~ bancos centrales y los gobiernos han r ecurrido al crédito selectivo y a la congelación de cartera, como medidas antiinflacionarias y do canalización del crédito. En algunos países se obliga a los bancos a reten er un mínimo de i nver.~iones en valor es oficiales y se ha dotado a las instituciones financieras oficiales de mayores recursos para que éstas puedan atender a las necesidades de crédito de nn rlesarrollo económico a celerado. La preferencia que algu nos países han demostrado por institucion es de crédito oficiales y semioficialcs ha sido criticada severamente, señalándose q ue por u n lado el gobierno se esmera en evitar que el crédito d e la banca privada se d eslice por conductos o canales q ue se consideran indeseables para el desarrollo económico flel país, al mismo tiempo que e.stas instituciones oficiales y semioficiales, con s us polfticas de crédito generosas, son las r esponsables de situaciones inflacionarias en la mayor parte de los países latinoamericanos. Es decir, que la infla ción resultante no es ya el producto de una política de crédito desordenada de la banca privada, s ino más bien la consecuencia de la intromisión oficial en el mercado y en la dirección del crédito. Con el objeto de hacer efectiva la política de control y dirección del crédito de la banca privada , los bancos centrales han instituído una serie de coeficientes, m edidos según diferentes criterios. Algunos de estos coeficientes son: el coeficiente de seguridad, el cooficionte de liquidez, el cocficient!'! de pr éstamos. Ade'más de estas medidas de control y de administracifm d el crédito bancario muchos paises han creído encontrar la solución a los problemas monetarios y bancarios con la nacionalización de la banca central y de los depósitos de la banca comt>rcial. En a lgunos países del occidente de Europa, y en otros, com o en la Argentina, bajo el régimen anterior, • Ver por ejelllplo, lo>S ~rt(culoa siguientes pTe.<ien!~do.; por economistas y ba nqu~ros norrmm oricanoo; a la conferencia d~ Rom~: Roy L . R eierson . "Problelll o r Cre<lit Policy in th P. Utúted Staks"; R. H. Bockha rt "An Analysis or the Busin""'s Loons oC Commercial Banks in the t:nited S t:>tm", p ógs. 200-389: W. Tt~ndolph Rurg<!'l "The Ra nker ancl lnfi ~t ion" . pá~a . <1304 :J(); H•nry C. Wallic h '·Some Current Features of n:mk J.iquid ity in the l :nited (~ta l..s''. pa~. 449-4Gó. To<.lo. estos articulos apar""'n en el volu men III de la Conferencia de Roma . Se pu<'<le consultar tambíen otro articulo ,¡ ~ Wo.llic h titulado "The CurNnt S ignificance or Liquidity Preferenoe", que apar..,;ó en The (~un rt~ rly J oumal o f Eronomics, Vol. LX , W46 . 332 los bancos centrales han pasado a ser apéndices de la T esorería y el crédito ha pasado a ser u na función del Estado. Llegamos así a la conclusión de qu e la banca comercial se va convirtiendn poco a poco en una banca de inversión, pero esta vez, no por deseo propio -como fue el caso de la banca belga y alemana durante el s iglo pasado- o por poco conocimiento de sus efectos -como fu e el caso de los primeros bancos europeos d e hace más de dos siglos- sino m ás bien por el control cada vez mayor que el Estado viene ejerciendo sobre la economía y sobre la dirección de la política económica. Lejos estamos do querer critiear o apoyar esta tendencia hacia la burocratización de la banca comerciaL Nuestro empeño se cirCUJISCribe a trazar el cuadro evolutivo de la banea comercial, y el po r qué de la preocupación con la liquidez bancaria, en sus orígenes y en la época actual. Es evidente que la aceptación de una política crediticia de inspiración oficial constituye una negación del principio --originalmente considerado como indiscutible-- de que si la banca comercial se dedica a llenar las necesidades de crédito a corto plazo del comercio y de la producción, esto no podría nunca originar un exceso de crédito. Esta fue siempre la posición de los bancos comercia les en Francia. En Inglaterra, siempre se aceptó el principio de la emisión limitada y el otorgamiento de crédito h asta el límite permitido por las tenencias de caja y por la tasa de redescuento del Banco de Ingl11terra. Y, a su vez, la actitud del Banco de Inglaterra hacia el redescuento estaba influida por el nivel de sus reservas internacionales y por la posición de la balanza de pagos. En los demás países, los bancos se gu iaban por criterios más o 'menos similares a los ingleses, pero, es lo cierto, que el crédito y su distribución fue siempre una función propia de los bancos comerciales, hasta los orígenes de la segunda guerra munfliaL Mientras los bancos fueron objeto de un mínimo de vigilancia y los gobiernos no recurrían a los déficit p resupuestales -<:omo inst rumentos de la política económ icala liquidez bancaria tenía u n significado económico y se refería, no sólo al período de tiempo dentro del que se otorgaban los créditos y se financiaban operaciones, sino principalmente, a la naturaleza misma y al carácter de liquidación automática de las operaciones banca rias. Que no todos los bancos comerciales se apegaban a este principio, en todos los países, lo hemos visto ya anteriormente. Pero esa era la acepción que se daba a la palabra "liquidez". Es cierto, también, que aun los banco.~ ingleses financiaban operaciones y n egociaban en valores que no siempre respondían a esta clasificación, como lo indica su preferencia por las letras de T esorería del gobierno inglés, que no tienen el carácter de papel comercial, o por los bonos del gobierno inglés, que ni siquiera son valores con vencimiento a corto plazo. La liquidez de estos valores se origina más bien, en primer lugar, por la reconocida solvencia del gobierno inglés y, luego, por la posibilidad de transferir estos valores al mercado fin11 nciero y de convertirlos en efectivo, en cualquier momento. Así, pues, la afirmación de que la liquidez siempre t uvo un significado económico debe tomarse dentro de ciertos límites. Lo que ha ocurrido es que se ha abusado de la práctica, siempre común de los bancos comercial es i ngleses; y en la medida en que los ahorros han sido insuficientes para financiar el desarrollo económico, esta tarea la h a venido desempeñando el gobierno en una creciente proporción. Sin tener recursos de los cuales echar mano, se ha creado la ficción de la transferibilidad d e los activos bancario.s al banco central, para estimular a los bancos comerciales a adquirir valores que éstos normalmente hubieran rechazado. Cuál es el límite hasta el que los bancos pueden expandir el crédito dentro del principio de que todos su activos son transferibles al m ercado financiero o monetario, se transforma así en una cuestión política. Si la estabilidad monetaria no tiene importancia, y pase así a un segundo plano, no h ay límite posible a esta expansión, Si la estabilidad monetaria sigue siendo una preocupación p rimordial, el límite de la expansión está en último caso en el nivel de las r eservas internacionales, y en el efecto que la exp ansión del crédito pueda tener en una elevación rápida de los precios, y en l os efectos que pueda tener en el nivel de ocu pación y en el nivel de p roducción, todo lo cual puede ser diferente en cada país, dependiendo de una s erie de factores, tales como movilidad de la mano de obra y de otros fa ctores de producción así como de la eficacia de la organización económica de cada país y de todo el aparato administrativo. Comercio Exterior