El problema mente-cerebro o cuerpo-alma. A lo largo de la historia, dos han sido las posturas entorno al tema monismos El hombre es una única realidad (por lo general) de carácter meramente físico o material Todas sus acciones tanto físicas como “mentales” (la toma de decisiones, los pensamientos , sentimientos y emociones…) se explican por un principio material: cuerpo, cerebro… dualismos Los filósofos atomistas: Leucipo y Demócrito (s. V a.C.) Demócrito de Abdera Tradicionalmente se afirma que el fundador de la escuela atomista fue el filósofo Leucipo. Sabemos muy poco de su vida, tan poco que se ha llegado a afirmar que quizá nunca existió. Sea como fuere, quien verdaderamente dio cuerpo a la teoría atomista fue Demócrito. Los filósofos atomistas: Leucipo y Demócrito (s. V a.C.) La physis (el conjunto de todo cuanto existe) está formada por una serie de partículas pequeñas e indivisibles, llamadas “átomos” Estas partículas (átomos) se caracterizan por ser… Los filósofos atomistas: Leucipo y Demócrito (s. V a.C.) Por otra parte, los ´´átomos” son todos de la misma naturaleza (materiales) Aunque, entre ellos, existen diferencias en cuanto a… Los filósofos atomistas: Leucipo y Demócrito (s. V a.C.) Los átomos (“ser”) están en movimiento desde toda la eternidad, por el vacío (una especie de “no-ser”, en tanto espacio “ausente de átomos”). Debido al incesante movimiento de éstos, se producen “choques”, dando lugar a los cuatro elementos que entran en la composición de todos los cuerpos. Los filósofos atomistas: Leucipo y Demócrito (s. V a.C.) A pesar de ser “monistas”, los atomistas hablan de “alma” como “principio vital de los cuerpos” El alma está también compuesta de átomos Los átomos del alma están distribuidos por todo el cuerpo, concentrándose especialmente en los órganos sensoriales y en el cerebro Los filósofos atomistas: Leucipo y Demócrito (s. V a.C.) La muerte es entendida por los atomistas como una disgregación de átomos Afecta a todo: tanto al cuerpo como al alma El atomismo fue seguido por filósofos como Epicuro. Con Aristóteles las investigaciones científicas caminaron por otros derroteros. La aparición de la ciencia experimental en el siglo XVI recuperó a los atomistas y a sus teorías, que acabaron desarrollándose en el siglo XX. Los filósofos atomistas: Leucipo y Demócrito (s. V a.C.) El materialismo vuelve a resurgir en los siglos XVII y XVIII Y, posteriormente, tras la caída del “idealismo” (siglo XIX), con el pensamiento de Marx y Engels (entre otros) El monismo reduccionista: los fisicalismos Los partidarios de un monismo reduccionista niegan la existencia de la mente como una realidad distinta del cerebro , reduciendo o tratando de explicar los fenómenos mentales en términos físicos o biológicos. El ser humano es un conjunto de células del mismo nivel de realidad que las células del resto de los seres vivos Los procesos mentales se deben explicar como cualquier otro proceso celular: desde la física y la química Consideran que la distinción entre la mente y el cerebro es debida a la insuficiencia actual de nuestros conocimientos acerca de los procesos cerebrales, pero que el desarrollo científico futuro permitirá reducir los fenómenos mentales a fenómenos puramente físicos o biológicos, que tienen lugar en el cerebro. El monismo reduccionista: los fisicalismos Algunos defensores del fisicalismo, utilizan el… El cerebro funciona como un ordenador. La sinapsis neuronal es el contacto electro químico entre las neuronas. Dado que cada neurona puede tener entre 1.000 y 10.000 sinapsis y que cada ser humano puede contar con cien mil millones de neuronas, las posibilidades del cerebro u “ordenador” humano son casi infinitas. Desde aquí, todas las funciones intelectuales, emocionales y sensitivas, todos los recuerdos y proyectos no son más que reacciones físico-químicas del aparato nervioso. El monismo reduccionista: los fisicalismos La teoría de la identidad mente-cerebro se enfrenta a dificultades insuperables: por un lado, no todos los estados cerebrales producen estados mentales; Por ejemplo: el cerebro interviene necesariamente en los movimientos del cuerpo (como el de la lengua, la boca…), sin que tales movimientos den lugar (o vayan acompañados) de procesos mentales Por otro lado, cabe suponer la existencia de organismos en otros planetas que también tuvieran estados mentales a pesar de tener una química diferente a la nuestra. Esta hipótesis (que, en principio, puede parecer un tanto “tonta” o “descabellada”) no lo es cuando, se plantea la posibilidad de la IA Por último, los ordenadores no tienen procesos neurológicos, pero son capaces de ejecutar determinados procesos que, en los seres humanos, calificamos de mentales: Por ejemplo: cálculos aritméticos complicados, demostración de teoremas lógicos y matemáticos, jugar a las damas y al ajedrez, etc. El monismo emergentista Niega la existencia de la mente como realidad inmaterial e independiente del cuerpo o del cerebro Los procesos mentales son procesos resultantes de nuestro sistema nervioso Los procesos mentales no se pueden explicar sin más, reduciéndolos a reacciones físico-químicas. El monismo emergentista La mente es un sistema y funciona como tal, por lo que su funcionamiento no equivale a la suma de sus componentes o elementos simples (El todo (la mente) es mayor que la suma de sus partes) La suma de estos elementos conforma una estructura compleja que los sobrepasa, alcanzando un funcionamiento peculiar, que no se puede explicar reduciéndolo a las propiedades de sus elementos individuales El monismo emergentista A lo largo de la evolución, se ha ido produciendo la “emergencia” de distintos niveles de realidad a partir de la materia. El nivel físicoquímico primario es superado por la emergencia de lo biológico, con sus propias características, y éste por la emergencia de lo psíquico, con sus nuevas características. En cada nivel superior emergen o surgen nuevas propiedades (cualidades y funciones), gracias a la existencia de un mayor número de elementos y mejor organizados Lo psíquico (la mente) supone la emergencia final de los estratos o niveles anteriores. En ningún caso se trata de una realidad distinta a la materia, sino de la emergencia (a partir de una mayor complejidad) de nuevas propiedades (cualidades y funciones).