New Deal Wikipedia - Páginas Web Educativas

Anuncio
New Deal Wikipedia
Franklin D. Roosevelt, promotor del New Deal, transformó considerablemente la economía
estadounidense para salir de la Gran Depresión.
New Deal (literalmente en castellano: «Nuevo trato») es el nombre dado por el presidente
estadounidense Franklin D. Roosevelt a su política intervencionista puesta en marcha para luchar
contra los efectos de la Gran Depresión en Estados Unidos. Este programa se desarrolló entre 1933
y 1938 con el objetivo de sostener a las capas más pobres de la población, reformar los mercados
financieros y de redinamizar una economía estadounidense herida desde el crack del 29 por el
desempleo y las quiebras en cadena.
Comúnmente, se distinguen dos New Deals.nota 1 Un primero, marcado particularmente por los «Cien
Días de Roosevelt» en 1933,1 que apuntaba a un mejoramiento de la situación a corto plazo. Se
pueden encontrar, pues, leyes de reforma de los bancos, programas de asistencia social urgente,
programas de ayuda para el trabajo, o todavía programas agrícolas. El gobierno realizó así
inversiones importantes y permitió el acceso a recursos financieros a través de las diversas agencias
gubernamentales. Los resultados económicos fueron moderados, pero la situación mejoró.2 El
«Segundo New Deal» se extendió entre 19353 y 1938, poniendo por delante una nueva distribución
de los recursos y del poder en una escala más amplia, con leyes sindicales de protección, 3 la Social
Security Act,3 así como programas de ayuda para agricultores y trabajadores ambulantes. nota 2 No
obstante, la Corte Suprema juzgó numerosas reformas como inconstitucionales, pero algunas partes
de los programas fueron reemplazadas rápidamente, a excepción de la National Recovery
Administration. El segundo New Deal fue mucho más costoso que el primero, y aumentó el déficit
público. Por otro lado, a pesar de programas como la Public Works Administration, el desempleo
todavía alcanzaba a 11 millones de estadounidenses en 1938. 4
No hay ninguna prueba de que el New Deal tuviera eficacia en la lucha contra la crisis, que perduró
hasta que Estados Unidos movilizó su economía con la Segunda Guerra Mundial.5 En cambio, su
éxito es innegable en el plano social. La política llevada por el presidente Franklin D. Roosevelt
cambió el país mediante reformas y no mediante una revolución.6 Por otra parte, los programas del
New Deal eran abiertamente experimentales, manifiestamente perfectibles, 7 y dados los costes de
este proceso, se podría haber preferido un programa de cambio más completo. Sin embargo, el
1
carácter imperfecto del New Deal permitió una crítica constructiva y una reflexión más pausada que
abrió la vía a un mejoramiento de la democracia estadounidense en los años siguientes y que
perdura hasta la actualidad.7 En materia sindical, la adopción de la Wagner Act permitió hacer de los
sindicatos unos colectivos poderosos.
Numerosos programas del New Deal todavía permanecen activos, entre los que han mantenido su
nombre original están la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC), la Federal Housing
Administration (FHA), la Tennessee Valley Authority (TVA), pero también el Social Security System,
la primera experiencia de Estado del bienestar en Estados Unidos así como la Securities and
Exchange Commission en el ámbito de la regulación financiera.
Contenido







1 Orígenes del New Deal
o 1.1 La Gran Depresión y el Crack del 29
o 1.2 La debacle de Hoover
o 1.3 Un nuevo presidente audaz
2 Las grandes líneas del New Deal
o 2.1 Voluntarismo e intervencionismo
o 2.2 ¿Cómo regular la economía?
3 Los «Cien Primeros Días»
o 3.1 Las reformas de urgencia
o 3.2 Las reformas estructurales
o 3.3 La política de reactivación y de ayudas sociales
o 3.4 El balance de los Cien Días
4 De la política económica a la social: de un New Deal a otro
o 4.1 Los grandes programas de lucha contra el desempleo
o 4.2 Dos novedades: las libertades sindicales y el reconocimiento del consumidor
o 4.3 La cuestión de las jubilaciones y las ayudas sociales
5 Hacia el fin del New Deal
o 5.1 El crecimiento de la oposición
o 5.2 Las críticas crecientes de la prensa
o 5.3 1937: una nueva recesión
o 5.4 Las nuevas prioridades de Roosevelt
6 Balance del New Deal
o 6.1 Progresos en lo político y social
o 6.2 Fracaso relativo en lo económico
o 6.3 La herencia política y social del New Deal
7 Controversias en torno al New Deal
o 7.1 El New Deal y el keynesianismo
o 7.2 Visión liberal clásica
2
1.- Orígenes del New Deal
1.1 La Gran Depresión y el Crack del 29
Artículos principales: Gran Depresión y Crack del 29
Evolución del Producto Interno Bruto de los Estados Unidos entre 1920 y 1940. Se aprecia claramente el punto mínimo
de la crisis en 1932.8
Una multitud de inversores agolpada a las puertas de la Bolsa de Nueva York el Jueves Negro, inicio del Crack del 29.
La Gran Depresión, considerada una de las crisis económicas más grandes del siglo XX,9 comenzó
el jueves 24 de octubre de 1929 con el crack de la Bolsa de Nueva York, hundiendo a esta para
expandirse progresivamente por todos los sectores económicos y posteriormente por la totalidad de
los países industrializados, con la excepción de la Unión Soviética de Iósif Stalin. Estados Unidos,
«país de origen» de la crisis, fue lógicamente el primer afectado tras el crack y tocó fondo en 1932,
con una tasa de desempleo del 25%.10 Lo cierto es que la economía estadounidense sufría diversos
desequilibrios, principalmente en el reparto de la riqueza y los recursos: 10 se estima que treinta y
seis familias ricas poseían unos ingresos equivalentes a los del 42% de la población. Igualmente, de
27,5 millones de familias, 21,5 no poseían ninguna clase de ahorros. 10
Durante los años 1920, las empresas estadounidenses habían incrementado sus ventas de forma
considerable gracias a la expansión del consumo por parte de una emergente clase media, apoyada
por un crecimiento del crédito por parte de los bancos. Paralelamente, la rápida industrialización que
siguió a la reconversión de fábricas de armamento en fábricas civiles tras la Primera Guerra Mundial
condujo a una sobreproducción de bienes industriales y de consumo por parte de muchas empresas.
3
Igualmente, el sector agrícola vivió una serie ininterrumpida de excelentes cosechas entre 1925 y
1928, lo que condujo a un exceso de oferta de bienes agrícolas.11
Este excedente monetario en circulación condujo a una espiral inversionista en la bolsa: millones de
pequeños y medianos ahorradores invirtieron su dinero en la especulación bursátil, por lo que tras el
crack, multitud de ahorradores llevados por el pánico acudieron a las entidades bancarias para
retirar su dinero, generado la quiebra en cadena de estos. 11 10 Por otra parte, los fondos de los
bancos, invertidos en la especulación, disminuyeron progresivamente.10 Debido a la deflación, los
agricultores comenzaron a pasar dificultades al ver mermado su poder adquisitivo:11 15 millones de
campesinos estaban al borde de la ruina.10 En la industria, la crisis se manifestó con la quiebra de
empresas y la reducción de la producción a un 38%.11 10
1.2 La debacle de Hoover
En el momento del estallido de la crisis, Herbert Hoover ocupaba la presidencia de los Estados
Unidos. Contrariamente a lo que se dijo, en particular por su rival, Franklin D. Roosevelt, Hoover no
fue inoperante, sino que trató de encauzar la crisis.12 Sin embargo, la política llevada a cabo por
Hoover fue un fracaso, como lo demuestran las consecuencias de la adopción de la ley
proteccionista Hawley-Smoot, que provocó una recesión. Su voluntad de animar los negocios
también fue un fiasco: el país se hundió en la recesión y las quiebras se multiplicaron. En 1932,
ambos candidatos a la presidencia organizaron su campaña: Hoover, republicano, se enfrentó al
demócrata Roosevelt, quien había ganado notoriedad como gobernador del Estado de Nueva York.
Roosevelt, que inspiraba confianza al electorado, ganó de manera amplia las elecciones de 1932
con el 57,4% de los votos y el 89% de los votos electorales.13 Sus promesas de reactivar la
economía sedujeron a los estadounidenses: cuatro meses después de su elección, el New Deal
echó a andar.
1.3 Un nuevo presidente audaz
Harry Hopkins fue uno de los consejeros más próximos de Roosevelt en la elaboración de su New Deal.
4
El 2 de julio de 1932, Roosevelt prometió en un discurso de su campaña electoral «un nuevo trato
para el pueblo estadounidense»: pronunció por primera vez la expresión New Deal a lo largo de su
discurso a la Convención Demócrata de Chicago en 1932. nota 3 14 Asimismo, existen fuentes que
señalan como autores de la acuñación del término New Deal a Raymond Moley (consejero del
presidente) o a Samuel Rosenman (autor de sus discursos).15 Treinta años antes, Theodore
Roosevelt, su primo lejano, había iniciado el «Square Deal», programa nacional que pretendía
sostener a la clase media y llamado así por Theodore Roosevelt y sus socios para designar al
conjunto de políticas de su administración.nota 4 16 17 Este «Square Deal» habría inspirado a Franklin
D. Roosevelt. De hecho, le había interesado el contraste entre Theodore Roosevelt y Woodrow
Wilson:
«Theodore Roosevelt no fue atraído como Woodrow Wilson por los problemas de fondo y no supo, como este
último, estimular las convicciones sociales y morales profundas, escribió un día. Wilson, en cambio, no sabía,
contrariamente a Theodore Roosevelt, suscitar el entusiasmo acerca de acontecimientos individuales precisos
aunque podían parecer superficiales comparados con los principios fundamentales.»
18
En 1927, un cierto número de liberales estadounidenses,nota 5 19 John Dewey, Stuart Chase y Rexford
Tugwell, visitaron la Unión Soviética de Stalin.20 Tugwell,21 quien posteriormente sería miembro del
«Brain Trust» de Franklin D. Roosevelt tras el adjunto de Henry Wallace en agricultura, se vio
interesado por la planificación como instrumento de regulación económica. En realidad, si la Unión
Soviética se vio poco afectada por la crisis es porque no había conocido el boom de los años 1920 y
porque sus intercambios comerciales con Occidente fueron reducidos.22
Roosevelt, considerado como un progresista y un reformista, 23 fue elegido con una mayoría amplia
con la esperanza de que supiera hacer frente a la crisis económica allí donde Herbert Hoover había
fracasado. Sin embargo, llegó al poder sin tener un plan preconcebido para salvar la economía de su
país. Su New Deal no era ideológico, sino más bien pragmático, lo que condujo a algunas
contradicciones. Aplicó ideas experimentadas durante el período progresista de Wilson y se valió de
su experiencia política adquirida durante los años 1920. La idea central de Roosevelt era la
experimentación:24 estaba convencido de la necesidad de llevar a cabo una política audaz e
innovadora.
También observó que una de las principales prioridades era levantar el ánimo de los
estadounidenses, presos de la duda frente a la generalización de la crisis en toda la economía. El 4
de marzo de 1933, su discurso de investidura quedó impregnado de tópicos comunes,
contentándose con advertir a los estadounidenses contra un exceso de pesimismo. Pronunció así
una frase célebre: «The only thing we have to fear is fear itself» («de lo único que tenemos que tener
miedo es del propio miedo»).25 26 27 24 Para llevar a cabo su política se rodeó de consejeros brillantes
e imaginativos que le siguieron en Washington. Puede citarse a Raymond Moley, Adolf Berle, Cordell
Hull (Asuntos Exteriores), Henry Wallace (Agricultura) y Frances Perkins (Trabajo), primera mujer
que accedió a un puesto ministerial. Harry Hopkins, uno de sus consejeros más próximos, fue por
otra parte uno de los arquitectos del New Deal. Él mismo fue considerado consecuentemente una
eminencia gris.28
5
2.- Las grandes líneas del New Deal
Acto de firma del Tennessee Valley Authority Act por Roosevelt y sus consejeros en 1933.
Algunos historiadores29 distinguen dos o tres New Deals.30 El análisis que privilegia a dos tipos de
New Deals considera que el primero corresponde al primer mandato de Roosevelt (lo que incluye
«Cien Días» en el primer New Deal) y que el segundo corresponde al período 1936-1938, durante el
segundo mandato. En el segundo análisis que distingue tres tipos de New Deals, el primero
correspondería a los «Cien Días» (entre el 9 de marzo y 16 de junio de 1933) y comprende un gran
número de medidas en favor de la moneda y del sistema bancario en general, de la agricultura, de la
industria y de la lucha contra el desempleo.31 El segundo New Deal se presentó en noviembre de
1934 y correspondería al período 1936-1937.30 El tercero, que no siempre se considera como tal (se
incluye a veces simplemente en el segundo) se aplicó en 1937 y 1938. Sin embargo, la política de
Roosevelt en los años 1930 se caracterizó más por su continuidad que por rupturas radicales. 30
2.1 Voluntarismo e intervencionismo
Roosevelt se alzó con la victoria en las elecciones gracias a sus promesas de cambio que se
apoyaban en una política voluntarista e intervencionista. Así, el Estado federal desempeñó un papel
esencial en el New Deal, poniendo a disposición de los estadounidenses numerosas agencias
relacionadas en su mayoría con programas naturales y de funciones variadas: los agricultores
gozaron de ayudas y de subvenciones condicionadas por una disminución de su producción; las
empresas fueron conminadas a adoptar un «código de buena competencia» con el fin de
redinamizar la red industrial y de reducir la «competencia destructora». 23 Por último, el Estado
también atacó a los problemas de orden social con la cuestión de las jubilaciones, los sindicatos y
sobre todo del desempleo que fue a lo largo de los años 1930 uno de los indicadores más visibles de
la crisis. Los numerosos programas que pretendían crear empleo se lanzaron en 1933, y las
reformas se encadenaron rápidamente. El New Deal también presenció la aparición de las primeras
formas de Estado del bienestar en los Estados Unidos.32
2.2 ¿Cómo regular la economía?
En el entorno de Roosevelt se confrontaron, en parte, dos modos de regular la economía.
Por un lado estaba la «economía brandeisiana»,33 llamada así en honor a los juristas e intelectuales
del Este. Junto a Louis Brandeis, Felix Frankfurter, un jurista formado en Harvard, eran los más
eminentes representantes del entorno de Roosevelt. La economía brandeisiana desconfiaba de los
6
«proyectos grandiosos de los planificadores» 34 y preconizaba «una estrategia rápida y flexible que
permita al gobierno federal usar su autoridad para reformar las prácticas de la libre competencia». 35
Louis Brandeis, su fundador, había sido consejero de Woodrow Wilson y ambos se habían puesto de
acuerdo sobre el hecho de que «la competencia podía y debía ser mantenida en todas las ramas de
la industria privada».36 Para Brandeis, las reglamentaciones debían pretender mantener la
competencia limitando el tamaño de las empresas. 37 De manera general según Schlesinger, para
Brandeis «la centralización debilitaba la sociedad, asfixiando la experiencia y concentrando en un
punto los talentos necesarios para las comunidades».38
Rexford Tugwell, Adolf Augustus Berle, Hugh Samuel Johnson y Raymond Moley se situaban en
contra de la corriente precedente. Inspiraron parte de la doctrina del primer New Deal, la cual insistía
en el hecho de que «no se podía confiar más en la libre competencia para salvaguardar los intereses
de los grupos sociales» y que «la estabilidad residía en la fusión de las empresas y en la
cooperación bajo control federal».39 Se puso un mayor énfasis sobre la administración de la
economía que sobre la producción.40 Si Moley había sido influido por Theodore Roosevelt, Tugwell lo
había sido por el institucionalismo de Simon Patten,41 quien había sido su profesor en Wharton
School. Para él, el dirigismo gubernamental debía impulsarse más que para Raymond Moley.37 Esta
corriente fue particularmente influyente en la Agricultural Adjustment Administration (AAA) con
Rexford Tugwell y en la National Recovery Administration (NRA) que administró Hugh Samuel
Johnson.42 Estos programas, además de que a menudo eran contrarios a la visión de la corriente
brandeisiana, también implicaban un cierto matiz proteccionista, lo que trajo la oposición de Cordell
Hull, quien había sido siempre partidario de la apertura económica y del librecambismo.43 La
influencia de los miembros claves de esta corriente decayó de manera bastante acelerada. Raymond
Moley dejó las esferas de influencia hacia mediados de 1933, Hugh Samuel Johnson abandonó la
NRA en septiembre de 1934 para ingresar en la Works Progress Administration (WPA) y Rexford
Tugwell fue nombrado en 1934 jefe de la Resettlement Administration, para dejar en 1937 la esfera
gubernamental. Ocupó más tarde diversos puestos, como el de gobernador de Puerto Rico de 1942
a 1946.
3.- Los «Cien Primeros Días»
3.1 Las reformas de urgencia
Roosevelt, y su mujer, Eleanor, el día de la investidura de Franklin D. Roosevelt como presidente. Las reformas
comenzaron el día siguiente, el 5 de marzo de 1933.
7
A menudo se hace referencia, para hablar del período inicial de New Deal, de los «Cien Días» que
correspondieron a la adopción de numerosas leyes vinculadas a campos diversos de la economía
estadounidense. Conforme al método empírico de Roosevelt, basado en las 3 erres: «Relief,
Recovery and Reform» (Asistencia social, Recuperación y Reforma), la inmensa mayoría de las
medidas se tomaron rápidamente para solucionar así lo más urgente. Así, al día siguiente de su
investidura presidencial, celebrada el 4 de marzo de 1933, Roosevelt lanzó su primera medida y
decidió un cierre excepcional de todos los bancos del país, la conocida como United States bank
holiday. El 9 de marzo, el Congreso fue llamado a sesión: la primera ley propuesta por su
administración concernía a los establecimientos bancarios: redactada durante la noche, se presentó
al Congreso a mediodía y se ratificó aquella misma tarde. 24 El 12 de marzo, Roosevelt se dirigió a la
nación por radio con el propósito de explicar su política y sus objetivos.24
A partir de ahí, otras quince leyes se votaron en el transcurso de los «Cien Días» que constituyeron
el episodio más importante del primer New Deal. Se trataba ante todo de proyectos más o menos
improvisados,24 enfocados a la mejora de la situación a corto plazo. Las reformas concernieron a
todos los sectores, de la agricultura a la industria, particularmente por el sesgo de programas de
grandes trabajos. Al mismo tiempo, vieron la luz proyectos de lucha contra el desempleo, como
Civilian Conservation Corps que movilizó a 250 000 jóvenes. En definitiva, dos millones de personas
fueron contratadas.24
3.2 Las reformas estructurales
Una reforma profunda del sistema bancario y monetario
Su aplastante victoria en las elecciones presidenciales de 1932, unida a la del Partido Demócrata en
las elecciones al Senado y en la de la Cámara de Representantes del mismo año, así como la
gravedad de la crisis, permitieron a Roosevelt y a su administración ejercer una gran influencia sobre
el Congreso durante los primeros meses de su mandato. Esto hizo fácil y rápida la adopción de una
serie de medidas destinadas a restablecer el equilibrio del sistema bancario y del mercado financiero
y a ayudar a los parados.
La Federal Deposit Insurance Corporation permitía asegurar los depósitos de hasta 5 000 dólares de los ahorradores en
los bancos.
8
De golpe, Roosevelt acusó las prácticas de los hombres de negocios y los banqueros en una frase
que se convirtió en célebre: «Practices of the unscrupulous money changers stand indicted in the
court of public opinion» («Las prácticas de los cambistas sin escrúpulos son acusadas en la corte de
la opinión pública»).44 La medida del United States bank holiday, un feriado bancario de cuatro días
a nivel nacional, pretendía restablecer la confianza hasta la ratificación de una nueva ley, el
Emergency Banking Act, votado el 9 de marzo. Esta última impuso que solamente se abrieran los
bancos que hubieran pasado con éxito un examen de su solvencia bajo el control del Departamento
del Tesoro de los Estados Unidos. Tres cuartos de los bancos reabrieron en los tres días que
siguieron la adopción de la ley. Mil millones de dólares en moneda y oro, retenidos hasta entonces,
regresaron a los bancos, permitiendo una estabilización del sistema bancario. Durante todo 1933,
varios miles de bancos cerraron sus puertas, otros se fusionaron para dar origen a establecimientos
más grandes (los depositarios cobraron así aproximadamente un 85% por cada dólar ahorrado). Con
el fin de prevenir crisis futuras, el gobierno creó la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) en
junio, lo que permitió asegurar los depósitos de hasta 5 000 dólares. El primer New Deal asistió
también al nacimiento de la Securities and Exchange Commission (SEC), creada por la Securities
Exchange Act, iniciada durante los «Cien Días». Para apaciguar en parte al mundo de las finanzas,
Roosevelt puso al frente de la SEC a Joseph Kennedy, un hombre que conocía los entresijos de
Wall Sreet.45
En marzo y abril, en una serie de leyes y de decretos ley, Roosevelt y el Congreso hicieron salir al
dólar del patrón oro, que imponía que el Sistema de Reserva Federal no disminuyera las tasas de
interés, y realizando lo contrario al aumentarlas con el fin de proteger al dólar. 46 Tres textos
fundadores participaron en este movimiento: la Emergency Banking Act, la Executive Order 6102 y la
Glass-Steagall Act. Estos tres textos son considerados por los conservadores como un atentado al
derecho de propiedad y como ataques importantes contra la constitución:47 48 toda persona que
guardaba una suma importante de oro fue obligada a cambiarlo así por dólares a un índice fijado. 49
Pasado un cierto plazo, el gobierno pudo exigir la restitución del oro sin contrapartida. Además, el
oro perdió su curso legal en el pago de los créditos y de las deudas en la misma época. Los
contraventores se vieron incluso sancionados con multas. 50 Desde entonces, el dólar pudo fluctuar
libremente en el mercado de divisas sin contrapartida de oro. Solo en 1934 el oro volvió a ser
convertible, a un precio netamente inferior al precedente. Globalmente, los mercados reaccionaron
bien al abandono del patrón oro, aunque en un comienzo era solamente provisional.51
El punto álgido económico de la crisis se alcanzó en marzo de 1933. El historiador Broadus Mitchell
anota así que la inmensa mayoría de los indicios indican un empeoramiento de la situación hasta el
verano de 1932, que puede considerarse el punto álgido de la crisis, tanto en el plano económico
como psicológico.52 Los indicadores económicos indican un punto mínimo en el transcurso de los
primeros días de marzo de 1933, antes de que se presentara una recuperación rápida.
La Ley de Ajuste Agrícola (AAA)
Artículo principal: Ley de Ajuste Agrícola
9
Florence Owens Thompson en la fotografía Madre emigrante de Dorothea Lange, quien trabajaba para la Farm Security
Administration del New Deal recorriendo el país para fotografiar los efectos de la Gran Depresión en el mundo rural
estadounidense.
Bajo las recomendaciones de Henry Wallace, la administración Roosevelt buscó igualmente proteger
a los agricultores de los riesgos del mercado distribuyendo subvenciones federales y controlando la
producción mediante la Ley de Ajuste Agrícola (en inglés: Agricultural Adjustment Act, AAA),
destacando Rexford Tugwell entre sus redactores. El 12 de mayo de 1933 la ley entró en vigor. 53 Se
decidió reducir la producción para reanimar el sector agrícola según los simples pretextos de la ley
de oferta y demanda. Por ello, una gran parte de las cosechas y de las reservas fueron destruidas y
las tierras se dejaron en baldío, y mediante una política de indemnización se fomentó la reducción de
las superficies cultivadas, algo financiado de manera especial mediante el añadido de tasas
aplicadas a la cadena de producción de alimentos.54 Los primeros resultados, apreciables al cabo de
tres años, fueron alentadores, ya que el beneficio de los agricultores aumentó. Asimismo, se inició el
intervencionismo estatal en el sector primario. A pesar de estas medidas, los precios agrícolas
apenas aumentaron ligeramente, y el alza constatada de los ingresos de los agricultores fue en gran
parte resultado de las subvenciones acordadas por el gobierno federal.55 En paralelo, Roosevelt
atacó al problema del endeudamiento en un momento en el que 15 millones de agricultores
estadounidenses estaban próximos a la ruina.3 Las deudas de los agricultores fueron así
renegociadas mediante la Farm Credit Act, del 16 de junio de 1933, lo que permitió devolver cierto
poder adquisitivo a cerca de 30 millones de estadounidenses. 56
La base sólida de este tipo de política, que iba incluso a subvencionar a los agricultores que
aceptaran quemar toda o parte de sus cosechas, fue cuestionada sin embargo por algunos
economistas liberales, que consideraban que con el fin de alcanzar un objetivo en términos de
empleo y de precio, el gobierno efectuaba una destrucción efectiva de riqueza, cuyas contrapartidas,
bajo su punto de vista, fueron insuficientes para justificarla. Ciertos historiadores como Cushing
Barry aseguraron posteriormente que los consumidores no habían apoyado el alza de los precios y
la política de limitación de producción forzada.57 Un sondeo de The Washington Post llegó a afirmar
que la mayoría de los estadounidenses estaban en contra de la Ley de Ajuste Agrícola.58
10
La National Industrial Recovery Act (NIRA)
Artículo principal: National Industrial Recovery Act
El águila azul (Blue Eagle), símbolo de las empresas adheridas a la National Recovery Administration (NRA), creada con
la National Industrial Recovery Act (NIRA).
En materia industrial, la National Industrial Recovery Act («Ley de Rescate Industrial Nacional») fue
aprobada por el Congreso en 1933, para instaurar dos tipos de reformas. Por un lado, animó a los
industriales a firmar códigos de competencia leal, y por otra parte, les concedió a los obreros la
libertad de sindicarse y de negociar convenios colectivos.59 La ley creó a la vez un organismo de
regulación, la National Recovery Administration (NRA), que fomentó la adhesión de las sociedades.
Las empresas que voluntariamente siguieron este código tenían la posibilidad de fijar un logotipo en
forma de águila azul (Blue Eagle), símbolo de su adhesión al programa. La NRA también contribuyó
creando puestos de trabajo con el fin de luchar contra el desempleo.
La NIRA fue principalmente realizada por numerosos hombres de negocios de primer plano que
llegaron incluso a participar en algunos puntos de su redacción. Gerald Swope, dueño de General
Electric, fue por otra parte uno de los primeros defensores de la ley, que legalizaba los cárteles y
alentaba al gobierno a que emprendiera numerosas obras públicas. Este incremento en los gastos lo
veía como un regreso de la prosperidad y de los beneficios tanto como para General Electric como
para otras empresas. Harry Harriman, presidente de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos
y ferviente partidario de la medida, explicó que se trataba de uno de los pasos más importantes
hacia la rehabilitación de los negocios. Por el contrario, la Asociación Nacional de Fabricantes
(National Association of Manufacturers) se opuso duramente al proyecto. Henry Ford se convirtió así
en uno de sus principales detractores.60
La National Recovery Administration tenía como misión propia estabilizar los precios y los salarios
cooperando con las empresas y los sindicatos. Fue administrada primeramente por Hugh Samuel
Johnson. Luego, creó la Public Works Administration (PWA), que debía controlar la puesta en
marcha de la política de grandes obras públicas. Todas estas disposiciones fueron aclamadas por el
empresariado y los sindicatos y fueron populares para el conjunto de los estadounidenses.
11
3.3 La política de reactivación y de ayudas sociales
La acción presupuestaria
Otras dos iniciativas legislativas principales fueron llevadas a cabo por Roosevelt en el transcurso de
los «Cien Días». La primera fue una ley, la Economy Act, concebida por el secretario de
Presupuestos, Lewis Douglas. Fue aprobada el 14 de marzo de 1933.30 La ley consideraba dos
presupuestos diferentes: el presupuesto regular y el presupuesto de urgencia para equilibrar el
regular, reduciendo notablemente el salario de los funcionarios y disminuyendo las pensiones de los
veteranos en un 40%. La segunda iniciativa fue una revisión constitucional, relativa a la Ley seca,
impuesta en Estados Unidos por la XVIII Enmienda en 1919. El 22 de marzo de 1933, la Ley
Volstead (Volstead Act) sobre la prohibición del alcohol fue derogada: la XXI Enmienda a la
Constitución anuló pues la Ley seca.
Los primeros programas de lucha contra el desempleo
Logo del Civilian Conservation Corps, una de las primeras medidas de la administración Roosevelt y que dio trabajo a
miles de jóvenes estadounidenses.
La lucha contra el desempleo también movilizó a la administración Roosevelt desde los meses que
siguieron a su toma de posesión. Roosevelt se interesó primeramente por la cuestión de los parados
más necesitados: creó así la Federal Emergency Relief Administration (FERA) que permitió sostener
financieramente los programas de ayuda a los parados de los diversos Estados. 61 Pero Roosevelt
pensaba que para devolver la confianza a los estadounidenses no había que contentarse con
simples ayudas sin contrapartidas, sino conseguirles un trabajo.62
Varios programas vieron la luz rápidamente. Consciente del hecho de que los jóvenes representaban
de manera potencial a futuros propietarios y que su propensión a caer en la delincuencia o la
pobreza era más elevada,63 Roosevelt creó el Civilian Conservation Corps («Cuerpo Civil de
Protección Medioambiental»), financiado con bonos del tesoro, el 31 de marzo de 1933.30 64
Permitió, gracias a trabajos de repoblación forestal, de lucha contra la erosión y las inundaciones, la
contratación de miles de jóvenes parados en todo el país: 250 000 empleos fueron creados para
personas entre los 18 y 25 años, y en ocho años, el CCC garantizó un salario de 30 dólares
mensuales a cerca de dos millones de hombres jóvenes.65
12
Igualmente, los primeros programas de grandes trabajos también recibieron luz verde en 1933. El
más célebre, el de la Tennessee Valley Authority (TVA), se ocupó de la construcción de presas con
vistas a acondicionar el territorio de la cuenca del río Tennessee, a limitar las inundaciones y a
aumentar la producción hidroeléctrica, otorgando empleo a los parados con todas estas acciones.
También pretendía hacer más atractiva esta zona de los Estados Unidos, totalmente deprimida. Este
programa afectó a finalmente siete Estados.66
3.4 El balance de los Cien Días
Los «Cien Días» se caracterizaron por los importantes gastos presupuestarios comprometidos en los
diversos programas gubernamentales. Desde 1931, el presupuesto federal era deficitario a causa de
las reformas de Herbert Hoover. Sin embargo, no recobró el equilibrio durante el periodo completo
de aplicación del New Deal. En 1933, el presupuesto fijó así un déficit de 1,3 millones de dólares. 67
En resumen, el primer New Deal no fue el más costoso: en 1936, el déficit alcanzó los 3,5 millones
de dólares.
Los Cien Días se apoyaron esencialmente en medidas urgentes, pretendiendo realizar dos objetivos
ambiciosos: la recuperación económica y el retorno a la confianza de la población estadounidense.
El objetivo de la recuperación económica solo se alcanzó muy sumariamente. De hecho, debido a la
numerosa resistencia de una parte del empresariado así como de ciertos agricultores y a pesar de
las medidas que les habían sido concedidas, la recuperación fue muy lenta. Por otra parte, el
desempleo se mantuvo a un nivel muy elevado y afectaba al 24,9 % de la población en 1933.68 En
cambio, este primer New Deal fue un éxito en el plano popular y para el retorno de la confianza: el
saneamiento de la situación bancaria permitió a los estadounidenses depositar de nuevo sus ahorros
en los bancos. De igual modo, Roosevelt gozó de un verdadero «estado de gracia», tanto en el
Congreso como en la prensa apoyaron sus medidas.69
Este balance provocó, a pesar de todo, descontentos, sobre todo algunos meses después del fin del
primer bloque de reformas, a principios de 1934. 24 La polémica llegó incluso a las filas demócratas,
donde los partidarios originales del New Deal mostraron signos de impaciencia. Así, el senador
demócrata por Luisiana, Huey Long, agrupó a los descontentos del Sur y del Medio Oeste y lanzó el
movimiento Share Our Wealth para oponerse a Roosevelt. En un suburbio de Detroit, Charles
Coughlin, sacerdote católico, conocido por su influencia en la radio con 40 millones de oyentes,24
utilizó un discurso demagógico y fundó su propio movimiento político, profundamente anti New Deal
y xenófobo.24 Fueron luego los círculos de negocios, formados por industriales capitalistas y
demócratas de tendencia más conservadora, quienes acusaron a Roosevelt de defender un
programa socialista.24
El presidente no cedió. Las elecciones legislativas de 1934, por el contrario, reforzaron la mayoría
demócrata y lo animaron en sus opciones políticas. 24 El acento se puso esta vez en la satisfacción
de los descontentos, pero la voluntad de buscar soluciones permanecía. Como consecuencia, el
segundo New Deal puso un mayor énfasis en el aspecto social.
13
4.- De la política económica a la social: de un New Deal a otro
Mientras que los cien primeros días vieron la aplicación de medidas que apuntaban hacia la
estabilización de la economía estadounidense, que tocó fondo en 1932, las diversas medidas
llevadas a cabo en el transcurso del fin del primer New Deal (de finales de junio de 1933 a 1934) y
en el segundo New Deal correspondieron más a la voluntad de devolver la confianza al pueblo
estadounidense, golpeado particularmente por el desempleo. Es pues, a partir de este momento,
cuando aparecieron los primeros programas nacionales de lucha contra el desempleo, que
apuntalaban las bases del intervencionismo del Estado, principalmente en materia de jubilaciones,
de condiciones de trabajo, en particular con la ampliación de las prerrogativas sindicales, y
finalmente en materia de asistencia social, para ayudar a los más desprovistos. El aspecto
económico del New Deal cedió así de forma progresiva su protagonismo a los aspectos sociales. 70
Sin embargo, esta nueva prioridad consagrada a la población estadounidense víctima de la crisis fue
acompañada de una voluntad por estabilizar y consolidar los sistemas bancarios (depósitos y
créditos) y monetarios mediante la prolongación de las profundas reformas que se emprendieron
durante los «Cien Días».70 Los medios empleados para cumplir este objetivo desempeñaron un
papel esencial en el fin de la Gran Depresión.71
4.1 Los grandes programas de lucha contra el desempleo
La Works Progress Administration, creada en 1935, se convirtió rápidamente en una de las principales agencias del New
Deal en materia de empleo.
Los Cien Días ya presenciaron la puesta en marcha de los primeros programas en favor del empleo
y con vistas a reducir las tasas de desempleo. Así, la Federal Emergency Relief Administration,
nacida de la Reconstruction Finance Corporation o los Civilian Conservation Corps, permitió la
creación de puestos de trabajo, pero en proporciones limitadas debido al reducido número de
personas a las que se dirigían estos programas, como la franja de edad entre los 18-25 años hacia
la que se enfocaban los CCC.
Pero ya desde el inicio de esta política de lucha contra el desempleo aparecieron los problemas. El
primero concernía al presupuesto concedido a las diferentes instituciones gubernamentales
dedicadas al empleo, como el de la Federal Emergency Relief Administration, dirigida por Harry
Hopkins.72 En efecto, mientras que el presupuesto de la Public Works Administration de Harold
Ickes, destinada a la renovación industrial, ascendía 3,3 millones de dólares (el 5,9 % del PIB
14
estadounidense de la época),72 el de la agencia de Hopkins era mucho más reducido, a pesar de
que los objetivos eran de importancia similar. Hopkins incitó entonces a Roosevelt a que creara una
agencia que permitiera contratar directamente a parados. Fue en este contexto cuando nació la Civil
Works Administration el 8 de noviembre de 1933,72 con el objetivo de proporcionar empleo a cuatro
millones de estadounidenses. El objetivo se alcanzó en enero de 1934. Hopkins realizó así su deseo
de devolver su valor a la asistencia social por el trabajo.72
A pesar de los muy positivos resultados de estos programas, el presidente Roosevelt se inquietó por
los crecientes gastos de los Estados y los gobiernos locales, por lo que decidió desmantelar
progresivamente la Civil Works Administration.73 Pero no renunció por ello al papel del trabajo en la
distribución de la asistencia social, sobre todo de cara a las críticas de la población, según las cuales
una asistencia social limitada en el tiempo era aun peor que ninguna. 74 Viendo a finales de 1934 que
el espectro de la depresión estaba todavía presente, Roosevelt pidió a su administración concebir un
nuevo plan de asistencia social por el trabajo. 73 En la primavera de 1935, la Emergency Relief
Aproppiation Act concedió cinco mil millones de dólares al gobierno para ejecutar nuevos proyectos.
Así es como nació el 6 de mayo la Works Progress Administration, que tomó el relevo de la Federal
Emergency Relief Administration y sucedió con éxito a la Civil Works Administration, convirtiéndose
pues en una de las agencias clave del New Deal.73
4.2 Dos novedades: las libertades sindicales y el reconocimiento del consumidor
Robert F. Wagner fue uno de los más importantes defensores de las libertades sindicales. Dio su nombre a la célebre
Wagner Act, firmada en julio de 1935.
La legalización de los sindicatos se topó con la reticencia de los círculos de negocios y de los
empresarios. Por esta razón, en 1934 estallaron huelgas en numerosas empresas para protestar
contra la negativa de los patrones a reconocer los sindicatos, disminuyendo así la actividad en las
ciudades. Las empresas utilizaron medios diversos para intimidar a sus empleados, como el
espionaje o las amenazas sobre sus empleos.75 Con el propósito de regular los litigios, Roosevelt
decidió en 1934 crear la National Labor Relations Board, consecuencia de la adopción de la National
Labor Relations Act.75
Desde 1934, líderes sindicales de primer plano como John L. Lewis, presidente del United Mine
Workers of America, no vacilaron en anunciar: «El presidente quiere que usted se afilie a un
sindicato».76 Sin embargo, Roosevelt no apreció el ser visto como un enemigo de los empresarios,
quienes debían permitir la reconstrucción del país. 75 El senador Robert F. Wagner se manifestó
15
como un pionero de las libertades sindicales en los Estados Unidos en el momento de la redacción
de una ley que declaraba permanente la actividad del National Labor Relation Board, considerado
como impedimento a las intimidaciones de una parte, y a los sindicatos de empresa por otra. 75 Así
fue como el 6 de julio de 1935, poco tiempo después de la derogación por parte de la Corte Suprema
de la National Industrial Recovery Act, se aprobó la Wagner Act, que repetía parte del texto de la
NIRA y alcanzaba el objetivo de la administración Roosevelt de contrarrestar fuerzas entre
empleados y empresarios.75
A partir de entonces, Roosevelt deseó que los empleados se afiliaran a un sindicato. Rápidamente,
los índices de sindicalización aumentaron: pasaron del 9% en 1930 a más del 33% en 1940 en la
industria manufacturera, y del 51% en 1930 a más del 75% en 1940 en las industrias mineras. En
otros sectores, las cifras fueron similares.77
Las políticas federales también estudiaron la situación del consumidor con la creación del
Consumers Advisory Board, encargado de recoger las quejas de los consumidores contra los precios
elevados. Una «guía del consumidor» (Consumer's Guide) fija un precio teórico de los bienes de
consumo de base, y permite a los compradores señalar las desviaciones del precio entre el teórico y
el real.75 El movimiento de los consumidores contribuyó también en menor medida a contrarrestar la
influencia del empresariado.78 Rexford Tugwell influenció en la adopción de normas sanitarias y en la
lucha contra los productos peligrosos.
4.3 La cuestión de las jubilaciones y las ayudas sociales
La redistribución de la riqueza figuraba entre las prioridades de Roosevelt. 79 Sin embargo, no utilizó
al Estado como principal medio para realizar dicha redistribución. En la misma época, en otros
países de tradición más intervencionista, el impuesto sobre las fortunas más grandes constituía uno
de los medios más directos de reparto de la riqueza. 79 Pero a pesar del carácter directo de la
intervención, Roosevelt rechazó utilizarla, en beneficio de un impuesto creado en 1932 por Hoover,
el cual añadía tasas de funcionamiento de la AAA pagadas por los productores a los impuestos
regresivos sobre el alcohol y otros bienes considerados como conductores a la lujuria y al vicio.
Desafortunadamente, esta medida se convirtió en una carga para los estadounidenses más
desfavorecidos.79 Como consecuencia, la administración Roosevelt buscó un medio para redistribuir
la riqueza sin pasar por la política fiscal.
El presidente Roosevelt y sus colaboradores durante la firma de la Social Security Act el 14 de agosto de 1935.
16
Al margen de la formación de asociaciones de consumidores, el gobierno deseaba garantizar a la
población estadounidense una cierta independencia y medios para prevenirse contra disminuciones
brutales de las rentas, ya fueran a corto plazo por el desempleo cíclico, o permanentes por
minusvalía o vejez.78 En un primer momento, Roosevelt decidió crear una «Comisión de Seguridad
Económica» (Committee on Economic Security) encargada de esbozar los planes de una seguridad
social. La CES preconizaba en un informe enviado a Roosevelt78 un sistema de jubilación pagado
primeramente por los futuros jubilados y luego progresivamente por las rentas del Tesoro. Pero
Roosevelt se opuso a este principio que constituía según sus declaraciones una mera variante del
modelo británico, conocido como dole.nota 6 Por el contrario, Roosevelt deseaba un sistema que los
empresarios y los empleados financiaran mediante una deducción sobre su salario y donde el
Estado no interviniera. Pero frente a las numerosas críticas que se alzaron contra el proyecto,
particularmente a causa de la situación inestable del empleo que hacía ilusoria una deducción
estable sobre el conjunto de la masa salarial, Roosevelt y su administración realizaron algunos
cambios, inspirándose en sistemas ya experimentados en otros países, con la prioridad particular de
cubrir a un número más elevado de estadounidenses. 78
El texto clave de este período fue la Social Security Act («Ley de la Seguridad Social»), aprobada el
14 de agosto de 1935.80 Estableció un sistema de protección social a nivel federal: jubilación para
mayores de 65 años, seguro contra el desempleo y ayudas diversas para minusválidos, las
enfermedades y la invalidez quedaban sin cubrir. Los ciegos y los niños minusválidos recibieron
ayudas financiadas por subvenciones federales concedidas en los Estados.80 El New Deal puso así
las bases del Estado del bienestar. Progresivamente, el sistema cubrió una parte más amplia de la
población, particularmente gracias a las enmiendas de 1939 y de 1950, pero al principio, quedó
acantonado en los límites inicialmente impuestos por Roosevelt. 78
En los Estados Unidos, el sistema de las jubilaciones por redistribución de la riqueza se inició
también durante el New Deal, con el fin de proteger a las personas de edad avanzada de la miseria.
En 2005, este sistema daba más de la mitad de sus rentas a dos tercios de los jubilados del país. 81
5.- Hacia el fin del New Deal
5.1 El crecimiento de la oposición
Ya en 1934 surgieron las primeras críticas. En primer lugar, contra Roosevelt, acusado por un lado
de dar pruebas de conservadurismo particularmente en materia fiscal, a pesar de su propensión
hacia experimentar, y por otro lado de querer encontrar un contrapeso en el poder a los círculos de
negocios y del empresariado.82 Roosevelt también fue criticado cuando prometió declarar la guerra
«A los príncipes privilegiados de estas nuevas dinastías económicas». 83 Se vio así acusado de
traicionar a «su clase», y aunque siempre había defendido al capitalismo estadounidense como la
base de la recuperación, obtuvo sólo un apoyo parcial y limitado de los círculos de negocios entre
los que, sin embargo, él mismo había nacido.82
Roosevelt también se encontró desde 1934 confrontado con la «cuestión racial», dado que los
demócratas no podían olvidarse del voto de los segregacionistas blancos de los Estados del Sur en
la óptica de una reelección. Sin embargo, ciertos colaboradores del New Deal se preocuparon al
mismo tiempo de la situación de las minorías, apoyadas entre otras por la mujer del presidente,
17
Eleanor Roosevelt, quien defendía los intereses de asociaciones en defensa de los derechos de los
negros tales como la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP,
«Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color»). Una oposición se desarrolló así
en los Estados del Sur, que se sintieron perjudicados, particularmente a través de la American
Liberty League (ALL, «Liga Estadounidense por la Libertad»), creada con el fin de «educar al pueblo
en el carácter gratificante de animar a la gente a trabajar». 84
En 1935, Roosevelt debió hacer frente a otro opositor, la Corte Suprema, que invalidó varias
medidas, posicionando así al gobierno en una difícil situación. 82 En consecuencia, la NRA fue
condenada unánimemente por nueve jueces, que consideraron que los códigos de competencia leal
iban en contra las disposiciones comerciales de la Constitución. En enero de 1936, la AAA fue
invalidada por haber creado una tasa ilegal a favor de los agricultores. 82 A pesar de estas
dificultades, la administración Roosevelt continuó aprobando leyes como la Wagner Act que
compensaron en parte lo perdido con la ilegalización de la NRA. Roosevelt, testigo de una situación
cada vez más tensa entre el Congreso y los Estados que reclamaban más autoridad, decidió no
anunciar más sus acciones políticas de manera pública. 85 Mientras que los republicanos hicieron
campaña apoyando al Congreso, Roosevelt hizo un llamamiento a los que le habían apoyado en
1932 y los que seguían apoyándole en un discurso pronunciado el 31 de octubre en el Madison
Square Garden.85 En las elecciones, la victoria de Roosevelt fue aplastante, ya que consiguió el voto
de 46 de los 48 Estados,86 con una diferencia de 11 millones de votos,87 contradiciendo todos los
sondeos y las previsiones de la prensa. Esto indicó un apoyo fuerte y popular de la política del New
Deal, lo que se tradujo en una mayoría demócrata en ambas cámaras del Congreso. Gracias a una
reforma de la Corte Suprema, en la que desplazó a los jueces conservadores por otros elegidos por
él mismo para garantizar que las reformas salieran adelante, 88 Roosevelt llegó a obtener más apoyo,
al reafirmar la Corte su apoyo a la Wagner Act y a la Social Security Act.
5.2 Las críticas crecientes de la prensa
John T. Flynn criticó duramente a la administración Roosevelt y su New Deal en su libro The Roosevelt Myth, tachando
las políticas del presidente como «dictatoriales» y «socialistas».
Los historiadores tanto de izquierda como de derecha se han visto en general decepcionados por el
segundo mandato de Roosevelt. Los numerosos periodistas, provenientes de diversos panoramas
políticos, tomaron así posición contra las reformas del New Deal. Entre estos autores, se pueden
citar a los de derecha, como John T. Flynn. De hecho, en 1948, Flynn escribió un libro, The
Roosevelt Myth («El Mito Roosevelt») que relataba los mandatos presidenciales de Roosevelt, desde
1932 hasta su muerte en 1945. Flynn fue un fuerte opositor del New Deal, el cual llegó a calificar en
1943 como «forma degenerada de socialismo, y degradación del capitalismo». 89 Por otra parte,
18
consideraba que Roosevelt y su administración gozaban de una imagen heroica engañosa
transmitida por la prensa, la radio y la televisión.90 Su obra, revisada en 1956, apuntaba, según sus
propias palabras, a Franklin Delano Roosevelt tal y como fue verdaderamente entre 1932 y 1945.
Flynn denunció así una tendencia «dictatorial» y «socialista» de Roosevelt.
Por el contrario, otros periodistas como Barton J. Bernstein encontraron el New Deal demasiado
conservador. Así, en los años 1960, la nueva izquierda americana se mostró muy crítica hacia la
política de Roosevelt: Barton J. Bernstein, en 1968, hizo una lista de las oportunidades perdidas y de
las soluciones inadecuadas a los problemas económicos y sociales de los años 1930. Paul K.
Conkin en The New Deal (1967) denunció una política favorable para los empresarios. Howard Zinn,
en un ensayo de 1966, reprochó al New Deal el haber servido para preservar el capitalismo en los
Estados Unidos.91
En otro registro, los periodistas libertarios Garet Garrett y Henry Hazlitt se encontraban entre los
principales críticos del New Deal. En efecto, Garrett, en la línea del libertarismo, consideraba que
todo hombre era responsable de su propia existencia, y que ningún hombre podía esperar delegarle
su libertad a otros, a la inversa de lo que sucedía en sistemas que forzaban la redistribución de
riqueza tales como el socialismo o el comunismo.92 Así pues, consideraba que cambiando su
autonomía y su responsabilidad por programas socialistas, los estadounidenses renunciaban a su
derecho inalienable a la libertad.92 Por esta razón, publicó de 1933 a 1940 en las columnas del
Saturday Evening Post los artículos que ponían en duda las opciones políticas escogidas por el
presidente.93 El conjunto de estos artículos fue reunido posteriormente en una colección nombrada
Salvos against the New Deal: Selections from the Saturday Evening Post: 1933-1940.
5.3 1937: una nueva recesión
A pesar de la reforma de la Corte Suprema, los demócratas se dividieron en el transcurso de 1937,
mientras el país conocía su primera recesión desde el punto bajo de 1932, lo que puso en peligro la
credibilidad del New Deal.94 Varias posiciones se confrontaron entonces: los círculos de negocios
acusaron a la administración Roosevelt de impedirles realizar inversiones productivas y castigar las
actividades económicas con las tasas de la seguridad social, efectivas a partir de 1937. Por el
contrario, los partidarios del New Deal denunciaron una «huelga del capital» 95 llevada a cabo por los
círculos de negocios para desacreditar al New Deal, responsabilizando también a Roosevelt, que a
causa de su conservadurismo fiscal tomó la decisión de reducir ciertos gastos de obras públicas
para equilibrar el presupuesto, provocando de esta forma un recrudecimiento del desempleo. 94
En una carta particular dirigida al presidente el 1 de febrero de 1938, es decir, dos años después de
la aparición de la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, John Maynard Keynes sugirió
a Roosevelt considerar todas las críticas que recibió como válidas. Keynes explicó así que la
disminución del gasto público representaba un error, y que era necesario estimular a las empresas
del sector privado con el fin de facilitar la recuperación. Conforme a estos principios, Roosevelt
reclamó pues una recuperación del gasto público desde el segundo trimestre de 1938. Con este fin,
se desbloqueó un fondo de tres mil millones de dólares.96 Pero Roosevelt había salido debilitado por
la recesión y el litigio con la Corte Suprema. La última gran ley del New Deal, la Fair Labor
Standards Act («Ley de Normas Justas del Trabajo»), que prohibía el trabajo infantil e instituía un
salario mínimo, fue votada el mismo año.94 Con posterioridad, ningún otro texto legal superior fue
19
ratificado en el Congreso, y el New Deal fue cediendo progresivamente su lugar a una nueva
cuestión: la guerra.
5.4 Las nuevas prioridades de Roosevelt
La evolución de la deuda pública revela el paso a una economía de guerra a partir de 1941 y de manera más
pronunciada desde 1943. Durante el periodo del New Deal (1933-1938), la deuda se había mantenido estable.
En noviembre 1938, es decir, unos meses después de la firma de la Fair Labor Standards Act,
Roosevelt explicó en una reunión privada con el secretario del Tesoro Henry Morgenthau que la
guerra que se avecinaba en Europa podía ser beneficiosa para Estados Unidos en general y para los
demócratas políticamente. Al mismo tiempo, Roosevelt empezó a pensar en los medios para
construir la fuerza militar estadounidense con el objetivo de disuadir a otros países, evitando tener
que negociar con Hitler.97 A pesar de las difíciles elecciones para su partido, Roosevelt fue reelegido
para el tercer mandato en las elecciones de 1940, y declaró ante la prensa que no le gustaba el
término de New Deal, ni su sobrenombre de «Doctor New Deal», dado que aunque hubiera
solucionado los numerosos males de su país, los Estados Unidos debían enfrentarse a nuevos
riesgos.98 Declaró así que su compañero el «Doctor Gana la Guerra»99 iba a tomar el relevo.
El fin del New Deal fue manifiesto en la evolución de los gastos presupuestarios, que tradujeron
claramente la transición hacia una economía de guerra. En 1943, el Civilian Conservation Corps, la
Works Projects Administration y otras agencias del New Deal fueron suprimidas.100 Al mismo tiempo,
la partida de defensa y gastos militares del presupuesto pasó del 8% en 1938 al 40% en 1943.
Finalmente, hubo que esperar hasta 1943 para que el desempleo cayera a niveles inferiores a los de
1929. Para entonces, el New Deal ya no contaba con ninguna prioridad.101
A pesar de todo, las ideas del New Deal no desaparecieron totalmente con la Segunda Guerra
Mundial, y desde 1944 Roosevelt reafirmó que la libertad individual no podía existir sin una cierta
seguridad económica. Hasta concibió una segunda Carta de Derechos101 que garantizara las nuevas
bases de prosperidad y de seguridad para todos, cualesquiera que fuera su condición, su raza o sus
creencias.101 Entre estos derechos, donde figuraban la seguridad contra los azares de la coyuntura
económica, derecho al empleo, precios agrícolas correctos, o derecho a un salario digno, la inmensa
mayoría eran ya prioridades del New Deal.
20
6.- Balance del New Deal
6.1 Progresos en lo político y social
Cartel de 1940 mostrando los proyectos de la Works Projects Administration. Se pueden apreciar las piscinas, el
alcantarillado, los edificios administrativos, los aeropuertos, el metro y las escuelas. Se trata de una de las agencias más
eficaces del programa.
En el plano político, el poder ejecutivo y el gabinete presidencial reforzaron su influencia sin inclinar
por ello al país a la dictadura. Roosevelt supo instaurar un vínculo directo con el pueblo por las
numerosas conferencias de prensa que tuvo, pero también por la utilización de la radio en sus
célebres «Charlas junto a la chimenea» y sus numerosos desplazamientos. 102 El New Deal permitió
una democratización de la cultura así como la reconciliación de los artistas con la sociedad y su
espíritu impregnó el país: el cine y la literatura se interesaron más por los pobres y por los problemas
sociales.103 La Works Projects Administration llegó a poner en marcha numerosos proyectos en el
campo de las artes y la literatura, en particular con los cinco programas del Federal Project Number
One en favor de los artistas. La WPA permitió la realización de 1.566 nuevas pinturas, 17.744
esculturas, 108.099 pinturas al óleo y desarrollar así la enseñanza artística. 104 Pero hasta en este
campo, el balance ha de matizarse: aunque los artistas estadounidenses fueron mantenidos por
fondos públicos y adquirieron un reconocimiento nacional, 105 esta política cultural se vio interrumpida
por la Segunda Guerra Mundial y por la posterior muerte de Roosevelt. Desde el punto de vista de
las agencias del New Deal, puede también citarse la Public Works Administration, que gastó 13.000
millones de dólares en 1942, y empleó hasta un total de 3,5 millones de parados en 1938. 106 En
cuanto a las obras públicas realizadas, se pueden citar 285 aeropuertos, 1.millón de kilómetros de
carreteras, 77.000 puentes y 122.000 edificios públicos en el periodo de siete años. 106
21
6.2 Fracaso relativo en lo económico
El Dust Bowl es uno de los casos más conocidos de la difícil situación de los agricultores estadounidenses durante los
años 1930. El agravamiento de las condiciones de estos constituyó uno de los principales fracasos del New Deal.
En el plano económico, la situación era mejor al albor de la Segunda Guerra Mundial que en 1933: la
producción industrial recobró su nivel de 1929.6 Contabilizando como «100» la situación de 1929, el
PNB en precios constantes era «103» en 1939, «96» si se tiene en cuenta el PNB/hab. 6 Sin
embargo, el desempleo siempre se mantenía en unas cifras masivas: el 17% de la población activa
estadounidense se encontraba desempleada en 1939, o sea 9,5 millones de personas. 6 Sin
embargo, recibían un subsidio de desempleo, lo que representa una novedad con relación a la
situación precedente al New Deal. La población activa aumentó en 3,7 millones de personas entre
1933 y 1939.6 El New Deal inauguró además un período de intervencionismo estatal en numerosos
sectores de la economía estadounidense: aunque no hubo nacionalizaciones, las agencias federales
desarrollaron sus actividades y emplearon a más funcionarios con título universitario.107 Las medidas
del New Deal pusieron así las bases de la futura superpotencia estadounidense.108
A pesar de todo, el New Deal no llegó a hacer volver la prosperidad de los años 1920-1920, y en
1941, seis millones de estadounidenses todavía esperaban un empleo.106 El pleno empleo no se
consiguió antes del ataque japonés a Pearl Harbor, pues recién la entrada de Estados Unidos en la
guerra contra el Eje generó un gran estímulo para que la industria pesada estadounidense, una de
las más amplias y diversificadas del mundo, se lanzara a participar del esfuerzo propio de la
economía de guerra; el reclutamiento de tropas y la demanda de obreros en las fábricas causaron
una dinamización de la economía que paulatinamente redujo el número de desempleados. Desde el
punto de vista de la inversión, los resultados también fueron regulares: la oposición de los círculos
empresariales a la acción de Roosevelt, e incluso su voluntad de obstaculizar el proceso, provocaron
una caída de la inversión privada, que la pública no pudo compensar.106 Con todo, las medidas de
Roosevelt permitieron sostener la demanda global, frenando su caída. La recesión económica de
1937 también jugó en contra de Roosevelt, traduciéndose particularmente por un descenso del 50%
del valor de las acciones, y por una subida del desempleo que afectó a 11 millones de
estadounidenses ese mismo año.106
En cuanto a la agricultura, Roosevelt no llegó a ofrecer una paridad entre los precios agrícolas e
industriales, debido particularmente a la reticencia del Congreso a otorgar costosos créditos en 1938
para detener la caída de los precios agrícolas. 106 En un contexto de un nuevo incremento de la
producción, los precios de los productos agrícolas disminuyeron de nuevo, causando graves
pérdidas de dinero entre los pequeños campesinos. El problema del empobrecimiento rural se
agravó aun más, como lo muestra John Steinbeck en su novela Las uvas de la ira.
22
En materia comercial, los resultados fueron distintamente inferiores a los registrados antes de la
crisis.106 La situación del equilibrio de las cuentas se degradó progresivamente, y la balanza
comercial pudo recobrar el equilibrio solamente gracias a una contracción neta de las importaciones,
que pasaron de 4,4 mil millones de dólares en 1929 a 2,1 mil millones en 1939. 106 Pese a todo,
Estados Unidos del aumento de la compra de oro, de tal modo que en el país se encontraba el 70%
de las existencias de oro mundial en 1939.106
6.3 La herencia política y social del New Deal
Lyndon B. Johnson durante la firma de la Civil Rights Act en 1964. Se inspiró principalmente en Roosevelt y su New
Deal.
Desde el punto de vista político, el New Deal dejó una fuerte huella, creando una amplia gama de
agencias gubernamentales, protegiendo a diversos grupos de ciudadanos (obreros, agricultores,
entre otros) que sufrieron la crisis, permitiéndoles hacer contrapeso al poder del empresariado y de
los círculos de negocios. La administración Roosevelt generó así numerosas ideas políticas,
conocidas por las generaciones siguientes bajo el nombre de «Reforma liberal del New Deal»nota 7 109
que han permanecido como fuentes de admiración tanto para críticos como para generaciones
posteriores, y que contribuyeron a formar la gran ola de reformas liberales que continuó con la «Gran
Sociedad» de Lyndon B. Johnson en la segunda mitad de los años 1960. Siguiendo el modelo de su
mentor, Franklin D. Roosevelt, Johnson procuró extender el programa del New Deal más allá de la
simple seguridad económica, tomando en consideración los derechos civiles, la educación, la
vivienda, y el sistema de cobertura médica, es decir los temas ya abordados por Roosevelt en su
particular Carta de Derechos.
En cuanto a los derechos civiles, las órdenes ejecutivas tales como la Fair Employment Practices
Comission, adoptada el 25 de junio de 1941 por Roosevelt, y que prohibía la discriminación a la hora
de la contratación en contra de los afroestadounidenses, las mujeres, y las minorías, constituyó un
avance que aportó mejores empleos y salarios a millones de personas que pertenecían a minorías.
Globalmente, el New Deal se correspondió con una fase de reconocimiento de las poblaciones
minoritarias, años antes del inicio del Movimiento por los derechos civiles. La influencia de Eleanor
Roosevelt, considerada la primera mujer de un presidente que recuperó el papel activo de la primera
dama, se mantuvo cerca de organizaciones como la NAACP, siendo crucial desde 1933.110 Sin
embargo, hay que recordar que el New Deal no fue el disparador del Movimiento por los derechos
civiles. De hecho, la inmensa mayoría de las grandes asociaciones en defensa de las minorías tales
como la NAACP, o la Asociación Universal de Desarrollo Negro y la Liga de Comunidades Africanas
fueron creadas a comienzos del siglo XX. Por otra parte, el hecho de que una proporción creciente
de afroestadounidenses tuviera un empleo a finales de los años 1930 también valora el hecho de
que la economía de guerra implicaba dar trabajo al mayor número posible de personas.
23
7.- Controversias en torno al New Deal
7.1 El New Deal y el keynesianismo
Aunque la noción de Estado del bienestar ya aparecía en el New Deal, la influencia de John
Maynard Keynes sobre este es casi inexistente. De hecho, la Teoría general de la ocupación, el
interés y el dinero no fue publicada hasta 1936, es decir, cerca de tres años después del inicio del
New Deal. Por otra parte, al final de una entrevista entre Roosevelt y Keynes, el primero habría
declarado no haber comprendido nada de las declaraciones realizadas por Keynes. 111 Finalmente,
autores estadounidenses condujeron desde finales de los años veinte su propia investigación. Foster
y Catchings,112 por ejemplo, en sus obras «Business Without a Buyer» (1927) y sobre todo «The
Road to Plenty» (1928), pusieron el énfasis en la importancia del consumo y cuestionaron la ley de
Say, que quería que la oferta creara su propia demanda. Marriner Eccles, presidente de la Reserva
Federal de 1934 a 1948, fue según Arthur Meier Schlesinger113 uno de los más marcados discípulos
de Foster. No obstante, el segundo New Deal, cuyas medidas fueron elaboradas por la llamada
escuela de los coyunturistas (Alvin Hansen y Foster en particular), fue fuertemente influenciado por
los trabajos de Keynes, particularmente por el principio del pump priming («preparado de la
bomba»), indispensable para la recuperación económica y para el apoyo de la demanda global.
En cambio, Keynes contribuyó a la creación del Sistema Monetario Internacional al concluir la
Segunda Guerra Mundial, y en respuesta a los Acuerdos de Bretton Woods.7 De hecho, mientras
que el ambicioso programa nacional del New Deal comenzaba a apagarse, Roosevelt se dio cuenta
de la importancia de la política exterior convenciéndose, particularmente a partir de las teorías de su
secretario de Estado Cordell Hull y de Keynes, de que un comercio sin impedimentos podía ser un
camino de paz y prosperidad.114 Sin embargo, al día siguiente de la firma de los acuerdos, el plan de
Keynes no fue el elegido, sino el de su homólogo estadounidense Harry Dexter White, ya que
proponía, a ejemplo del modelo de seguridad social del New Deal, la creación de un fondo al que
cada país aportaría su contribución. Fue así como se sentaron las bases del Fondo Monetario
Internacional y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento.nota 8 Estas dos instituciones se
inspiraban pues en agencias del New Deal, por un lado por su carácter experimental, y por otro por
su incapacidad de adaptarse a las necesidades de la economía, extendiendo sus prerrogativas. Así,
la incapacidad del FMI para abastecer de fondos con el objetivo de combatir la subida del
comunismo condujo a la creación del Plan Marshall.7
7.2 Visión liberal clásica
Milton Friedman y la Escuela de Chicago
Milton Friedman, dirigente de la Escuela de Economía de Chicago, fue en su momento favorable al
New Deal. Aunque era portavoz del Tesoro, defendió una política keynesiana.115 En cambio, en
1962, en su obra Capitalismo y libertad, se entregó a una defensa del capitalismo, y a una crítica del
New Deal y del Estado del bienestar. Él y Anna Schwartz criticaron entonces el New Deal explicando
que «el remedio había estado a punto de ser peor que la enfermedad». 116 Para Friedman, de hecho,
la Gran Depresión provenía principalmente de una mala gestión monetaria, cuya oferta debería
haber sido aumentada y no reducida.117 En su Historia monetaria de los Estados Unidos publicada
en 1963, desarrolló esta tesis explicando aquella grave crisis económica por las políticas de
24
contracción monetaria llevadas a cabo.118 Así, Friedman explicó que: «La FED era muy responsable
de la amplitud de la crisis de 1929. En lugar de usar de su poder para compensar la crisis, redujo en
un tercio la masa monetaria entre 1929 y 1933 … Lejos de ser un fracaso del sistema de libre
empresa, la crisis fue un fracaso trágico del Estado.»119 Friedman denunciaba así el nefasto papel
de la intervención del Estado en la economía, y en particular en la política monetaria, llevada a cabo,
en su opinión, en el New Deal.
Friedrich Hayek y la Escuela austriaca
Friedrich Hayek, conocido por su liberalismo en la línea de la escuela austriaca de economía, criticó
vivamente el intervencionismo estatal, rechazando la intervención económica en las economías
capitalistas. Hayek también criticó el keynesianismo, juzgando que John Maynard Keynes no poseía
más que conocimientos limitados en teorías económicas. 120 Mostró así que las políticas keynesianas
de reactivación económica, basadas en la utilización del presupuesto público, conducían a la vez a
la inflación, al estancamiento económico y al desempleo.
Pero más allá de estas críticas generales, lo que específicamente más molestó a Hayek fue que los
principales consejeros de Roosevelt hubieran sido clasificados entre los liberales. Hayek no estaba
de acuerdo con John Dewey, uno de sus principales inspiradores,121 ni sobre la concepción de la
libertad,122 ni en el vínculo entre libertad y limitación,123 ni en lo que llama su «pragmatismo
constructivista».124 Igualmente, en esta óptica, Friedrich Hayek criticó las cuatro libertades de
Franklin Delano Roosevelt en su libro Derecho, legislación y libertad.125
Véase también


Historia económica de los Estados Unidos.
Keynesianismo.
Notas
1. ↑ La inmensa mayoría de los análisis tienen en cuenta dos tipos de New Deal, sin embargo, ciertos
críticos de Roosevelt como John T. Flynn en The Roosevelt Myth (Chapter Eight - The Shock Troops
of the Third New Deal), y algunos historiadores como Barry D. Karl de la Universidad de Chicago
(The Supreme Court Review, 1988, p. 163-201; The Third New Deal revisited) hablan de tres New
Deals.
2. ↑ Generalmente, de un Estado a otro, es decir, en función de las leyes interestatales.
3. ↑ El discurso original de Roosevelt fue el siguiente: « I pledge you, I pledge myself, to a new deal for
the American people », es decir « Yo os prometo que me comprometo a realizar un nuevo trato para
el pueblo estadounidense. » (Fuente: http://www.u-s-history.com)
4. ↑ Se trataba de una política de lucha contra la plutocracia y los trusts, y al mismo tiempo de un
programa de protección de las empresas frente a las exigencias extremas de los sindicatos no
organizados.
5. ↑ En lo concerniente al liberalismo estadounidense de aquellos años, Schlesinger anota:
El instrumentalismo de Dewey dio a la síntesis liberal su filosofía, el institucionalismo de Veblen
su doctrina económica y el análisis histórico de Beard su comprensión del pasado y sus certezas
de futuro.
25
6. ↑ La dole, llamada oficialmente Jobseeker's Allowance («Subsidio para el demandante de empleo»)
era un subsidio para el desempleado otorgado por el gobierno británico.
7. ↑ En inglés, el término Liberal se emplea para hablar de aquello que posibilita la reforma y ofrece
nuevas vías para el progreso.
8. ↑ El BIRF estaba en destinado en un primer momento a las regiones más pobres del mundo, de igual
manera que los programas del New Deal como la TVA, la PWA o la WPA se destinaron en un primer
momento a las regiones menos desarrolladas de Estados Unidos: el sur y el oeste.
Referencias
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
↑ Albert Desbiens, Histoire des États-Unis : De la folle prospérité au New Deal, Collection Nouveau Monde, p. 254
↑ Albert Desbiens, Histoire des États-Unis : De la folle prospérité au New Deal, Collection Nouveau Monde, p. 255
↑ a b c d Robert Calvet, Les États-Unis en fiches : le New Deal, Ellipses, p. 18.
↑ Robert Calvet, Les États-Unis en fiches : le New Deal, Ellipses, p. 20
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.337
↑ a b c d e A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.336
↑ a b c d Eric Rauchway, The Great Depression and the New Deal, Oxford Press; The New American Way, at home and around the World,
p.130-1
↑ Historical Statistics of the US: Millennial Edition de Susan Carter, série Ca9.
↑ John Kenneth Galbraith, La Crise économique de 1929, Payot, 1989.
↑ a b c d e f g Albert Desbiens, Histoire des États-Unis : la Grande Dépression, Collection Nouveau Monde, p.250-253
↑ a b c d Manuel Ángel García Parody; Eduardo Lama Romero; Francisco Olmedo Cobo; Rosa María Pros Mani (2008). Historia del mundo
contemporáneo, 1º Bachillerato. Edelvives. p. 172. ISBN 84-263-6513-2.
↑ Robert Calvet, Les États-Unis en fiches : le New Deal, Ellipses, p.17
↑ Información en www.uselectionatlas.org
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Paris, Fayard, 1988, p.202
↑ Palmowski, Jan (1998). Diccionario de Historia Universal del siglo XX. Madrid: Oxford-Complutense. ISBN 84-89784-57-4.
↑ Harbaugh, William Henry. The Life and Times of Theodore Roosevelt. (1963)
↑ Harbaugh, William Henry. The Life and Times of Theodore Roosevelt. 1963
↑ Schlesinger, 1971a, p.520
↑ Schlesinger (1971a, p.151)
↑ Schlesinger, 1971a, p.163
↑ Schlesinger, 1971a, p.51
↑ Información publicada por Cégep du Vieux Montréal, cf. sección « Pour sortir de la crise; la réponse de la gauche » (consultado el 8 de
septiembre de 2008)
↑ a b Albert Desbiens, Histoire des États-Unis : de la folle prospérité au New Deal, Collection Nouveau Monde, p.253
↑ a b c d e f g h i j k Albert Desbiens, Histoire des États-Unis : De la folle prospérité au New Deal, Collection Nouveau Monde, p.254
↑ Franklin Roosevelt's First Inaugural Address, Wikisource (en inglés).
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.29
↑ D. Artaud, L'Amérique en crise. [...], 1987, p.60
↑ Adams, Henry Hitch. Harry Hopkins: A Biography (1977)
↑ Barry D. Karl de la Universidad de Chicago (The Supreme Court Review, 1988, p 163-201; The third New Deal revisited)
↑ a b c d e A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.230
↑ Bernard Vincent (dir.), Histoire des États-Unis, Paris, Champs Flammarion, 1997, ISBN 2080813765, p.200
↑ Eric Rauchway, The Great Depression and The New Deal: A Very Short Introduction, p. 97
↑ Schlesinger, 1971a, p.453
↑ Schlesinger, 1971a, p.455
↑ Schlesinger 1971a, p.455
↑ Schlesinger, 1971a, p.39
↑ a b Schlesinger, 1971b, p.206
↑ Schlesinger, 1971a, p.38
↑ Schlesinger, 1971b, p.203
↑ En uno de sus discursos, Roosevelt había introducido la idea de Adolf Augustus Berle, según la cual Estados Unidos no necesitaba más
constructores y pioneros: en el futuro, la economía se preocuparía menos de producir que de administrar lo que ya había. (Schlesinger,
1971b, p.205)
↑ Schlesinger, 1971b, p.204
↑ Schlesinger, 1971a, p.119
↑ Schlesinger, 1971b , pp.209-214
↑ Time Magazine (en inglés) (consultado el 29 de julio de 2008)
↑ Schlesinger, 1971b, p.525
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.236
↑ Thomas Woods, Kenneth Gutzman (julio de 2008). Crown Publishing Group. ed. Who Killed the Constitution?. pp. 288. ISBN
9780307405753.
↑ Edwin Vieira (1983). Sheridan Books. ed. Pieces of eight: The monetary powers and disabilities of the United States Constitution.
pp. 1722. ISBN 978-0967175911.
26
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.
58.
59.
60.
61.
62.
63.
64.
65.
66.
67.
68.
69.
70.
71.
72.
73.
74.
75.
76.
77.
78.
79.
80.
81.
82.
83.
84.
85.
86.
87.
88.
89.
90.
91.
92.
93.
94.
95.
96.
97.
98.
99.
100.
101.
102.
103.
104.
105.
106.
107.
108.
109.
110.
111.
↑ The Gold Confiscation Of April 5, 1933 (en inglés) (consultado el 21 de julio de 2008)
↑ The Gold Confiscation Of April 5, 1933, Forbiding the Hoarding of Gold Coin, Gold Bullion, and Gold Certificates
↑ Meltzer, Allan H. (2004), A History of the Federal Reserve: 1913-1951, pp.442-446
↑ Mitchell, Broadus. Depression Decade: From New Era through New Deal, 1929-1941 (1947)
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.236
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.235
↑ Brinkley, Alan (1999). American History: A Survey, 10.ª ed., McGraw-Hill College. p.505
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.240
↑ Cushman, Barry (1998). Rethinking the New Deal Court. Oxford University Press. p. 34
↑ Cushman, Barry (1998). Rethinking the New Deal Court. Oxford University Press. p. 34
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.240
↑ The Coming of the New Deal (1958) p.87-176; Pride, Prejudice, and Politics: Roosevelt Versus Recovery, 1933-1938. Praeger
Publishers. 1991 30 (1991).
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.237
↑ Robert Calvet, Les États-Unis en fiches : le New Deal, Ellipses, p.18
↑ Eric Rauchway, The Great Depression and the New Deal, Reflation and Relief, p.64
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.233
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.234
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.238
↑ Información obtenida de un documento del sitio histgeo.ac-aix-marseille.fr. (consultado el 29 de julio de 2008)
↑ Historical Statistics US (1976) Série D-86
↑ Información del sitio oficial del Gobierno de los Estados Unidos First Hundred Days, (en inglés) Consultado el 29 de julio de 2008
↑ a b Eric Rauchway, The Great Depression and the New Deal, Oxford Press, Reflation and Relief, p.57.
↑ Eric Rauchway, The Great Depression and the New Deal, Oxford Press, Introduction. (Eric Rauchway es profesor del departamiento de
historia de la universidad de California en Davis y conferenciante en la universidad de Oxford)
↑ a b c d Eric Rauchway, The Great Depression and the New Deal, Oxford Press, Reflation and Relief, p.65.
↑ a b c Eric Rauchway, The Great Depression and the New Deal, Oxford Press, Reflation and Relief, p.66.
↑ Ibid, A public work half done is worse than one never begun.
↑ a b c d e f Eric Rauchway, The Great Depression and the New Deal, Oxford Press, Countervailing Power, p.96
↑ Ibid, The President wants you to join a Union.
↑ Irving L. Bernstein, Turbulent Years: A History of The American Worker, p.70.
↑ a b c d e Eric Rauchway, The Great Depression and the New Deal, Oxford Press, Countervailing Power, p.97
↑ a b c Eric Rauchway, The Great Depression and the New Deal, Oxford Press, Countervailing Power, p.95
↑ a b Bernard Vincent (dir.), Histoire des États-Unis, Paris, Champs Flammarion, 1997, ISBN 2080813765, p. 200
↑ Le Monde (21 de enero de 2005). «« New Deal » à l'envers» (en francés). Consultado el 5 de abril de 2010.
↑ a b c d Eric Rauchway, The Great Depression and the New Deal, Oxford Press, The End of the Begenning, p.105-8
↑ Ibid, He declared war on the privilegied princes of these new economic dynasties.
↑ Ibid, for educating the people to the value of encouraging people to work.
↑ a b Eric Rauchway, The Great Depression and the New Deal, Oxford Press, The End of the Beginning, p.108-12
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.299
↑ Bernard Vincent (dir.), Histoire des États-Unis, Paris, Champs Flammarion, 1997, ISBN 2080813765, p.197
↑ Universidad de Virginia. «Court Packing» (en inglés). Consultado el 11 de mayo de 2010.
↑ John E. Moser. «The Ideological Odyssey of John T. Flynn» (en inglés). Universidad Ashland. Consultado el 6 de abril de 2010. «A
degenerate form of socialism and a debased form of capitalism.».
↑ John T. Flynn (en inglés). http://www.rooseveltmyth.com/book/hbzfrm.htm The Roosevelt Myth. «Their portraits and their actions were
presented to us through the movies, the radio and the press upon a heroic scale.»
↑ Howard Zinn (ed.), New Deal Thought, reprint, Hackett Pub Co Inc, 2003. ISBN 978-0872206854
↑ a b Garet Garrett, Garet Garrett's: The People's Pottage, Truth Seeker Co Inc; About the author
↑ Robert Higgs (1 de mayo de 1996). «The Welfare State: Promising Protection in an Age of Anxiety» (en inglés).
↑ a b c Eric Rauchway, The Great Depression and the New Deal, Oxford Press, The End of the Beginning, p.114-20
↑ Ibid, Capital Strike
↑ E. Cary Brown, Fiscal policy in the Thirties: a Reappraisal, American Economic Reviex
↑ Michael S. Sherry, The Rise of American Air Power: The Creation of Armagedon, Yale University Press
↑ Eric Rauchway, The Great Depression and the New Deal, Oxford Press; The New American Way, at home and around the World, p.1268
↑ Ibid, Dr. Win-The-War
↑ Alan Brinkley, The end of Reform: American Liberalism in Recession and War, New York: Vintage 95.
↑ a b c Eric Rauchway, The Great Depression and the New Deal, Oxford Press; The New American Way, at home and around the World,
p.126-8
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.341
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.343
↑ Alan Lawson, «The Cultural Legacy of the New Deal» dans Harvard Sitkoff, Fifty Years Later. The New Deal Evaluated, Philadelphie,
Temple University Press, 1985, p.163
↑ F. Martel, De la culture en Amérique, 2006, p.111
↑ a b c d e f g h i Claude Jeannot, J-P Regad-Pellagru, Les Principales Politiques anticrise des années trente, páginas 6-8.
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.338-339
↑ A. Kaspi, Franklin Roosevelt, Fayard, 1988, p.340
↑ Sidney M. Milkis, Jerome M. Mileur, The Great Society And The High Tide Of Liberalism, University of Massachusetts Press
↑ Eleanor Roosevelt National Historic Site. «Eleanor Roosevelt and Civil Rights» (en inglés). Consultado el 1 de septiembre de 2008.
↑ Bernard Vincent (dir.), Histoire des États-Unis, Paris, Champs Flammarion, 1997, ISBN 2080813765, p.200
27
112.
113.
114.
115.
116.
117.
118.
119.
120.
121.
122.
123.
124.
125.
↑ Schlesinger, 1971a, p. 156
↑ Schlesinger, 1971a, p. 216
↑ Ibib, Unhampered trade dovetailed with peace.
↑ Milton & Rose Friedman, Two Lucky People, página 113
↑ Money and Business Cycles, Friedman and Schwartz (1963) p.330 ; "The 'cure' came close to being worse than the disease.".
↑ DeLong, J. Bradford : Right from the Start? What Milton Friedman can teach progressives, 2007, p. 110 En línea
↑ Ben Bernanke Essays on the Great Depression, Princeton University Press, 2000 p. 7, ISBN 0691016984
↑ Milton Friedman Two lucky people: Memoirs
↑ Hayek, Choice in Currency, A Way to Stop Inflation, The Institute of economics affair, 1976, p. 10 : «a man of great intellect but limited
knowledge of economic theory».
↑ Schlesinger (1971a, p.151)
↑ Cuando John Dewey define la libertad como «el poder efectivo de hacer cosas determinadas» esto puede ser considerado como un
procedimiento deshonesto para engañar a inocentes citado por Friedrich Hayek, Droit, législation et liberté, PUF, collection « Quadrige »,
2007, p.844
↑ Friedrich Hayek, Droit, législation et liberté, PUF, collection « Quadrige », 2007, p.161
↑ Friedrich Hayek, Droit, législation et liberté, PUF, collection « Quadrige », 2007, p.408
↑ Hayek, Ibid, p.522
Bibliografía












Howard Zinn (ed.), New Deal Thought, Hackett Pub Co Inc, 2003 (primera edición de 1966)
ISBN 978-0872206854
Arthur Meier Schlesinger, L'Ère de Roosevelt 1: la crise de l'ordre ancien 1919-1933, Denoël,
1971a (primera edición de 1956)
Arthur Meier Schlesinger, L'Ère de Roosevelt 2 : l'avènement du New Deal, Denoël, 1971b
(primera edición de 1958)
Denise Artaud, Le New Deal, Paris, Armand Colin, 1982, collection "U2", ISBN 2200320264,
ISBN 978-2200320263
Denise Artaud, L'Amérique en crise. Roosevelt et le New Deal, Paris, Armand Colin, 1987,
ISBN 2200371160
André Kaspi, Franklin Roosevelt, Paris, Fayard, 1988, ISBN 2213022038
Rosenof, Theodore., 1997, Economics in the Long Run: New Deal Theorists and Their
Legacies, 1933-1993 The University of North Carolina Press.
David E.Hamilton, The New Deal, Boston, Houghton Mifflin, 1999
Anthony J. Badger, The New Deal: The Depression Years, 1933-1940, Ivan R. Dee,
Publisher, 2002. ISBN 1566634539
Eric Rauchway, The Great Depression and the New Deal: a Very Short Introduction Oxford
University Press, 2007 ISBN 9780195326345.
Kathryn Flynn, Richard Polese, The New Deal, Gibbs Smith, 2008. ISBN 1423602927
William E. Leuchtenburg, Franklin D. Roosevelt And The New Deal, Harper Perennial. ISBN
0061330
28
Descargar