Sólo para el profesor GRAMÁTICA Sintaxis

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Sólo para el profesor
GRAMÁTICA
Sintaxis
El diccionario de la Real Academia de la Lengua registra dos
definiciones de sintaxis:
-
1. Gramática. Parte de la gramática que enseña a coordinar y unir las
palabras para formar oraciones y expresar conceptos.
2. Informática. Conjunto de reglas que definen las secuencias correctas
de los elementos de un lenguaje de programación.
Es la parte de la gramática que estudia la forma en que se combinan y
relacionan las palabras para formar secuencias
mayores, cláusulas y
oraciones
y
la
función
que
desempeñan
dentro
de
ellas.
La sintaxis estudia el orden y modo de relacionarse las palabras dentro
de la oración o las oraciones dentro de un discurso. Por ejemplo, se puede
decir…“la sintaxis de esta frase es incorrecta”.
En términos informáticos, la sintaxis es la forma correcta en que deben
estar dispuestos los símbolos que componen una instrucción ejecutable por el
computador. Por ejemplo, se puede decir… “la sintaxis de este programa es
muy complicada”.
En resumen:
La sintaxis es la parte de la gramática que estudia la forma en que se
combinan las palabras y los significados a los que dan lugar esas
combinaciones. La unidad mínima de análisis es la palabra; la unidad
máxima es la oración.
Por cierto, aquí tratamos la sintaxis que se relaciona con la gramática
normativa, que alude al uso correcto de la lengua hablada y escrita. Los
esquemas de clasificación se incluyen aquí como fuente de consulta para el
profesor. Son solo una referencia para el profesor… las clasificaciones son
importantes en la medida en que ayudan a la comprensión… pero constituyen
más bien fuentes de consulta y no debe ser material que deba traspasarse a
los alumnos.
La Oración Gramatical
La oración es una unidad lingüística con sentido completo en sí misma,
con tonalidad propia y con autonomía sintáctica.
De otro modo, sólo en la oración las palabras del idioma adquieren su
plena capacidad para significar lo que se quiere expresar.
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La oración se puede definir desde tres puntos de vista:
Punto de vista sicológico
Es una unidad de atención por parte del hablante, revelada por la curva
melódica. Es también una unidad de sentido con la que declaramos,
deseamos, preguntamos o mandamos, por ello se dice que es la menor unidad
del habla con sentido completo. Puede estar formada por una palabra o por
muchas; puede articularse en un solo grupo fónico o en varios. Lo que la
caracteriza es siempre la unidad de sentido y de intención expresiva con que
ha sido dicha.
Punto de vista lógico
En lógica, oración es la expresión verbal de un juicio. El juicio es la
relación entre dos conceptos: sujeto y predicado.
Punto de vista gramatical
Desde este punto de vista, oración es el conjunto de elementos,
palabras, frases u oraciones completas, que se relacionan de modo inmediato
con un verbo en forma personal. Las formas personales del verbo son aquellas
que pueden atribuirse a alguna de las seis personas gramaticales (tres del
singular y tres del plural), es decir, todas las del modo indicativo, imperativo y
subjuntivo. El infinitivo, el gerundio y el participio no son formas personales; por
lo tanto, no constituyen oración por sí solas.
Estructura de la Oración
-
Sujeto: es la palabra o frase que expresa el ser o seres del cual o de los
cuales se dice algo.
Predicado: son todas las palabras que sirven para expresar lo que
decimos del sujeto.
El verbo en forma personal lleva consigo la relación entre estos dos
conceptos, es decir, contiene en sí al sujeto y al predicado. Ejemplo:
canté (yo); hemos venido (nosotros); habrán llegado (ellos).
Clasificación del sujeto
-
Sujeto Agente: realiza la acción expresada por el verbo. Por ejemplo:
Juan escribe una novela.
Sujeto Paciente: recibe la acción expresada por el verbo. Por ejemplo: la
noticia fue difundida por la radio.
Sujeto Simple: consta de un núcleo sin modificativos. Por ejemplo: Colón
descubrió América.
Sujeto Complejo: consta de un núcleo y sus modificativos. Por ejemplo:
María, la hija de la portera, estudia inglés.
Sujeto Compuesto: consta de dos o más núcleos. Por ejemplo: Dora e
Inés estudian periodismo.
2
-
Sujeto Desinencial: no aparece en la oración en forma explícita, pero lo
señala la desinencia o terminación del verbo. Por ejemplo: saliste
temprano (tú).
Sujeto Expreso: aparece en la oración. Por ejemplo: el perro come
carne.
Sujeto Tácito: se calla por haber sido expresado anteriormente. Por
ejemplo: el poeta escribió un libro de cuentos. Ganó un concurso con él.
Sujeto Indeterminado: es aquel que se desconoce, se calla
intencionalmente o se calla porque carece de todo interés para los
interlocutores. Por ejemplo: me regalaron un libro; Me cursaron un parte.
Complementos o modificativos del sujeto
Del mismo modo que el predicado puede ir determinado y completado
por los complementos del verbo, también el núcleo del sujeto puede llevar
palabras que lo modifican o complementan.
Los modificativos del núcleo del sujeto son:
-
El artículo: los veleros / zarpan.
El adjetivo: malas manos / tomaron su vida.
La frase sustantiva: Donoso, escritor de prestigio, / recibió el premio.
La frase adjetiva: el jarrón lleno de flores / se quebró.
El sustantivo en aposición: el astro rey / brillaba en el cielo.
El complemento del nombre: las aceitunas de Azapa / son ricas.
Una oración subordinada: el joven que estudia medicina / realizó la
investigación.
Clasificación del predicado
El predicado, según el verbo, se puede clasificar en nominal y verbal.
Predicado nominal: se construye con los verbos ser y estar que cumplen
una función de nexo entre el sujeto y su atributo. El atributo concuerda
con el sujeto en género y número. Ejemplo: la leche está fría y el café
está frío.La palabra principal del predicado nominal es siempre un
nombre.
Predicado verbal: sus verbos tienen un contenido semántico, es decir,
no cumplen una mera función de nexo como los copulativos.
La palabra principal del predicado verbal siempre es el verbo que puede
estar modificada por sus complementos (complemento directo,
complemento indirecto y complemento circunstancial).
Complementos del verbo
El verbo, en la oración, puede ir solo, ejemplo: el niño duerme, o bien,
puede llevar modificativos que precisen su significación. Estos modificativos se
conocen con el nombre de complementos del verbo y pueden ser de tres
clases:
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Complemento directo: es aquel donde recae inmediatamente la acción
verbal. Expresa la cosa hecha por el verbo. En la oración: Juan compró
una casa en la playa, la cosa comprada es el complemento directo, es
decir: una casa.
Este complemento sólo admite la preposición a cuando se trata de
persona o cosa personificada: vimos a tu hermana en la plaza.
Una forma de reconocerlo en la oración es preguntando: qué es lo + el
participio del verbo.
Ejemplo: desde el correo escribieron al padre una hermosa carta de
gratitud. ¿Qué es lo escrito?, una hermosa carta de gratitud.
Complemento indirecto: expresa la persona o cosa que recibe el daño o
provecho de la acción del verbo. Este complemento verbal lleva siempre
las preposiciones a o para.
La forma de ubicarlo en la oración es preguntando ¿a quién? o ¿para
quién? Ejemplo: ¿a quién escribieron una hermosa carta de gratitud?
Complemento indirecto: al padre.
Complemento circunstancial: es el que expresa el lugar, el modo,
tiempo, medio, causa o instrumento de la acción verbal. Suele llevar las
preposiciones: con, de, desde, hacia, hasta, por, sin, sobre, tras, a, para,
etcétera. Para ubicarlo en la oración se pregunta al verbo: ¿dónde?,
¿cuándo?, ¿cómo? Por eso se habla de complemento circunstancial de
tiempo, de modo y de lugar.
Clasificación de la Oración
La oración puede ser simple o compuesta.
Se llama oración simple a la que consta de un solo verbo en forma
personal.
La oración compuesta consta de dos o más verbos en forma personal.
Clasificación de la oración simple
Según la calidad sicológica del juicio
Oraciones exclamativas
Se emplean en la expresión de emociones y sentimientos. Ofrecen las
siguientes características: refuerzo en la articulación de los sonidos;
aumento de intensidad en las sílabas fuertes por encima o por debajo
del tono normal; modificación del tiempo medio, acelerando o
retardando. Pueden estar formadas por una interjección, ¡ah!; por frases,
¡por Dios!; por oraciones, ¡llegó la hora! (Se escriben entre signos de
exclamación),
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Oraciones dubitativas
Se emplean cuando se cree que el juicio es sólo mental, sin considerarlo
coincidente con una realidad objetiva. Pertenecen a los juicios
problemáticos de la Lógica. En su enunciación se emplea el condicional
o potencial (serían tres o cuatro hombres); el futuro simple y compuesto
del indicativo (serán las seis); el verbo poder, los adverbios
probablemente, posiblemente; la locución debe de; los adverbios de
duda acaso, tal vez, quizás.
Oraciones interrogativas
Se emplean para expresar una duda, pero con el ánimo de obtener
respuesta del receptor. Se caracterizan por la inflexión final ascendente
en la curva de entonación. Se distinguen dos grupos:
o Las interrogativas generales, que preguntan por la verdad o
falsedad del juicio y cuya respuesta esperada es sí o no
(¿Compraste el libro?).
o Las interrogativas parciales: en ellas, la duda no recae en todo el
predicado, sino sobre el sujeto o sus cualidades. Se pregunta sólo
por lo que falta. Se escriben siempre entre signos de
interrogación. En su enunciación se emplean los pronombres o
los adverbios interrogativos colocados, necesariamente, al
principio de la oración. Los pronombres y los adverbios
interrogativos son los siguientes: qué, quién, cuál, cuándo, dónde,
cuánto, cómo.
Oraciones aseverativas o enunciativas o declarativas
Con ellas se enuncia la conformidad o disconformidad del sujeto con el
predicado. Corresponden a los juicios asertorios de la Lógica.
Gramaticalmente, se expresan con el verbo en modo indicativo. Las
afirmativas no tienen una forma especial. Las negativas se expresan
comúnmente con el adverbio no seguido del verbo: este alumno no
pasará el curso.
Oraciones exhortativas
Son aquellas que expresan deseo, ruego, mandato o exhortación. Su
modo natural es el imperativo: volved; salid. Pero también se emplea el
infinitivo, como en ¡a comer!
Clasificación de la oración según la naturaleza del predicado
Oraciones atributivas o copulativas
Son aquellas formadas por los llamados verbos copulativos (ser y estar),
seguidas de un atributo que se refiere al sujeto. El verbo, en estas
oraciones, sólo cumple la función de unir al sujeto con el atributo. El
atributo es una cualidad expresada por un sustantivo o un adjetivo. Se
emplea el verbo ser cuando la cualidad o atributo del sujeto es algo
permanente, esencial (la nieve es blanca). Se usa el verbo estar cuando
el atributo es circunstancial (el café está frío). Es diferente decir: Pedro
es enfermo que Pedro está enfermo. El atributo predicativo concuerda
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en género y número con el sujeto: María es estudiosa; José es
campesino; Mis hermanos son envidiosos.
Oraciones predicativas
Cuando la oración no anuncia una cualidad del sujeto, sino que expresa
un fenómeno o transformación en la que el sujeto participa, se llama
predicativa. En este tipo de oraciones, la palabra principal del predicado
es el verbo. A este tipo de predicado se llama predicado verbal.
El verbo en las oraciones predicativas puede, por sí solo, expresar todo
lo que queremos decir del sujeto, o bien, puede llevar otras palabras que
completen la predicación: Murió el abuelo o El abuelo murió en paz con
el mundo y consigo mismo.
Los elementos que completan la predicación del verbo se llaman
complementos y son:
o El complemento directo.
o El complemento indirecto.
o El complemento circunstancial.
Las oraciones predicativas se clasifican en:
-
Oraciones transitivas
Son aquellas que se forman con verbos transitivos. Verbos transitivos son
aquellos cuyo contenido pasa o transita por ellos y recae en otro elemento
oracional: el complemento directo. Son verbos de predicación incompleta que
necesitan de otro elemento sintáctico. Los elementos esenciales de estas
oraciones son:
o Un sujeto agente que realiza la acción expresada por el verbo.
o Un verbo transitivo o en función transitiva.
o Un complemento directo. Por ejemplo: el poeta publicó sus
últimos versos de amor.
-
Oraciones intransitivas
Son las que llevan un verbo en función intransitiva, es decir, sin
complemento directo. Pueden llevar otros complementos, pero no un caso
acusativo o un complemento directo. Por ejemplo: el niño duerme tranquilo;
Murió en la flor de la vida.
-
Oraciones pasivas
Cuando el interés del emisor está puesto en el objeto de la acción y no en el
sujeto, el juicio suele expresarse por medio de oraciones pasivas. En ellas, el
sujeto recibe la acción expresada por el verbo.
Los elementos esenciales de estas oraciones son:
o Un sujeto pasivo o paciente.
o Un verbo en voz pasiva (verbo ser más participio).
o Un complemento agente productor de la acción. Por ejemplo: la
enferma fue visitada por el médico.
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A su vez, estas oraciones pasivas se clasifican en primeras y segundas
de pasiva:
- Las primeras de pasiva constan de los tres elementos sintácticos
señalados (sujeto pasivo, verbo pasivo y complemento agente). Ejemplo:
Roma fue incendiada por Nerón.
- La segunda pasiva no lleva el complemento agente. Se calla el ejecutor
de la acción por el deseo de ocultarlo o porque no interesa darlo a
conocer. Por ejemplo: el delincuente fue aprehendido; El periódico será
censurado próximamente.
o Pasivas con se.
Actualmente, el uso de la oración pasiva es poco frecuente y está
sujeto a restricciones. Se prefiere la oración activa por ser más
directa. Sin embargo, el uso de la oración pasiva con morfema de
pasividad se ha impuesto sobre las pasivas tradicionales. Así, la
oración El delincuente fue aprehendido por la policía se transforma:
se aprehendió al delincuente, o Las noticias fueron divulgadas por la
televisión, queda en Se divulgaron las noticias.
-
Oraciones reflexivas
Son aquellas que tienen un sujeto agente (realiza la acción) y un sujeto
paciente (que, a la vez, la recibe). Dicho de otro modo, el sujeto en este tipo de
oraciones ejecuta y recibe, a la vez, la acción del verbo.
Los elementos esenciales de esas oraciones son:
o El sujeto (agente y paciente a la vez).
o El verbo en voz activa.
o El pronombre reflexivo átono (sin acento): me, te, se, nos, os, se.
Yo me lavo; Tú te peinas; El se arrepiente; Nosotros nos
arreglamos; Vosotros os emocionáis; Ellos se inclinan.
Según la función acusativa o dativa del pronombre reflexivo, estas
oraciones se clasifican en:
Pasiva directa, si el pronombre es acusativo: yo me lavo.
Pasiva indirecta, si el pronombre es dativo: yo me lavo la
cara.
Verbos pronominales
Son aquellos que sólo se usan en función reflexiva, es decir, en su
conjugación llevan un pronombre reflexivo. Ejemplo: arrepentir, avergonzar,
quejar, vanagloriar.
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Oraciones recíprocas
Estas oraciones reciben ese nombre, porque dos o más personas
ejecutan y reciben mutuamente la acción expresada por el verbo. Para que
tengan tal naturaleza, es preciso que haya reciprocidad en la acción de los dos
sujetos. También llevan los pronombres, pero, naturalmente, sólo los que
corresponden a las personas plurales: se, nos, os. Ejemplos: Pedro y María se
abrazan; Los vecinos nos abrazan.
Oraciones impersonales
Se llama impersonales a las oraciones que carecen de sujeto gramatical,
ya sea:
- Porque se desconoce: tocan el timbre.
- Por la intención de ocultarlo: me regalaron este anillo.
- Porque no representa interés para el emisor ni los receptores:
permitieron la entrada al recinto.
Construcción de las oraciones impersonales:
o Con verbos transitivos en tercera persona plural y complemento
directo: anunciaron la salida de trenes.
o Con verbos intransitivos en tercera persona plural: cantan en la
casa vecina.
o Con verbos que expresan fenómenos atmosféricos a los cuales
es difícil personificar un sujeto distinto de la acción misma. Sólo
se conjugan en tercera persona singular. Por ejemplo: nieva en la
cordillera; Amanece más temprano; Llueve intensamente.
Usados figuradamente, estos verbos pierden su carácter de
impersonales: los viajeros amanecieron cansados; Su boca llovía
insultos.
o Con el verbo haber cuando indica cantidad o existencia. Sólo se
emplea en tercera persona singular: había trescientos
espectadores; Hubo muchos reclamos; Habría cambios en la
selección; Hay (o somos) tres profesores de filosofía.
o Con el verbo hacer aplicado a las variaciones de temperatura o
transcurso de tiempo. Sólo se usa en tercera persona singular.
Por ejemplo: hace treinta grados de temperatura; Hará varios
años que no escribe.
La oración compuesta
Oración compuesta es la que está formada por la unión de dos o más
oraciones simples, o bien, aquella unidad síquica que contiene dos o más
verbos en forma personal. Sin embargo, se debe considerar que la oración
compuesta no es la simple suma de dos oraciones simples, sino de un
contenido unitario que se expresa en varias oraciones. Toda oración
compuesta habrá de contener dos o más oraciones simples subordinadas a la
intención con que se enuncian. Ejemplo: el hombre que miraba el cielo pensó
que las estrellas brillaban más intensamente.
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Clasificación de la oración compuesta
Según contengan o no signos que expresen la relación entre sus
componentes o según la clase de relación que se produce entre las distintas
oraciones, éstas se clasifican en: yuxtapuestas, coordinadas y subordinadas.
Oraciones compuestas yuxtapuestas
Son aquellas que no llevan signo gramatical que las una
(asindéticas), pero forman una unidad síquica determinada
por el descenso de la entonación antes de la pausa. Si se
dice: los pájaros volaban raudos; Las señoras iba a la feria
con sendos canastos; Los aviones pasaban raudos,
tendremos una sucesión de oraciones simples, pero no una
oración compuesta. Por el contrario: quería ir al cine; no
tenía dinero, hay una oración compuesta formada por dos
oraciones simples yuxtapuestas.
Oraciones compuestas coordinadas
Son aquellas oraciones simples que están relacionadas por
medio de conjunciones o modos conjuntivos. Se clasifican
según el tipo de conjunción que las une o enlazan en:
coordinadas
copulativas,
coordinadas
distributivas,
coordinadas
disyuntivas,
coordinadas
adversativas,
coordinadas causales.
Coordinadas copulativas
Son aquellas oraciones que van enlazadas por las
conjunciones copulativas: y, e, ni, que. En su empleo
normal, estas conjunciones expresan relaciones de simple
suma: y, cuando las oraciones son afirmativas: Yo prefiero
a Cortázar y mi mujer lee a Borges.
Cuando las oraciones sumadas son negativas, se usa la
conjunción ni. Ejemplo: el cigarrillo no es bueno para la
salud ni ayuda a la economía personal.
La conjunción e se usa cuando la palabra siguiente
empieza por i o por hi. Ejemplo: los obreros arreglaron los
muebles e hicieron el aseo a toda la casa. Como esta
variante obedece a una razón fonética sólo ocurre cuando
la i es vocal plena, no semiconsonante, ejemplo:
encontraron cobre y hierro. Tampoco varía en el comienzo
de una interrogativa, ejemplo: ¿Y Inés vendrá a la fiesta?
Polisíndeton es una figura retórica que repite la conjunción
y para darle énfasis a la expresión: la crecida del río se
llevó casas, y árboles, y animales, y niños.
Asíndeton es, por el contrario, la omisión de la conjunción
y.
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La conjunción que se usa con sentido de unión, de suma,
en oraciones como: el tren corre que corre; La guagua llora
que llora.
Coordinadas distributivas
Son aquellas que se usan para referirse a varios sujetos,
verbos, atributos o complementos de una misma oración.
La atención se fija en ellos, porque los considera diferentes
desde el punto de vista lógico, temporal o espacial. Estas
oraciones no van enlazadas por conjunciones. La
coordinación entre ellas se establece empleando palabras
correlativas y, a veces, repitiendo la misma palabra: aquí...
allí; unos... otros; estos... aquellos; ora... ora; bien... bien;
ya... ya. Ejemplos: Unos bebían, otros fumaban; Este leía
en voz alta, aquel meditaba concentrado; Ora estaban de
acuerdo, ora se enemistaban.
Coordinadas disyuntivas
La coordinación disyuntiva se establece por medio de la
conjunción o. La coordinación disyuntiva expresa que una
de las oraciones excluye a las otras. Ejemplo: este verano
iremos a la playa o viajaremos al extranjero.
La conjunción o también puede ir ante la primera oración: o
permito que salga o me opongo tenazmente.
Coordinación adversativa
En este tipo de coordinación, la segunda oración restringe
o excluye lo afirmado en la primera. Las conjunciones que
expresan la contrariedad de los juicios son: mas, pero,
empero, sino.
Si la incompatibilidad entre ambas oraciones no es parcial,
se llaman adversativas restrictivas; por ejemplo: le gustaba
ese vestido, pero no tenía dinero para comprarlo.
Si la contrariedad es total entre ambas oraciones, de
manera que la afirmativa excluye totalmente a la negativa,
la coordinación se llama exclusiva y van enlazadas por la
conjunción sino.
Conjunción mas: tuvo un uso más intenso en el castellano
antiguo que en nuestros días. Por ejemplo: No nos dejes
caer en la tentación, mas líbranos del mal. Hoy sólo
pertenece a la lengua literaria y alterna con pero.
Conjunción pero: es posterior a mas, a la que ha
desplazado para convertirse en la más usual de las
conjunciones adversativas.
Conjunción empero: pertenece casi exclusivamente al estilo
literario afectado.
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Conjunción sino: su empleo contrapone una oración
afirmativa a otra negativa, excluyendo totalmente lo
afirmado en esta última. Ejemplo: no es tiempo para hablar,
sino para callar.
Frases conjuntivas: también abundan frases conjuntivas, adjetivos y
adverbios con significación adversativa. Algunos restrictivos como: sin
embargo, no obstante, con todo, más bien, fuera de, excepto, salvo,
menos. O exclusivos: más que, antes bien, que no.
Coordinación causal
Se establece entre oraciones entre las cuales hay un lazo de causalidad,
esto es, una relación de efecto y causa. La primera oración expresa el efecto o
consecuencia y la segunda la causa. La coordinación causal se establece por
medio de las conjunciones: porque, pues, puesto que. Por ejemplo: murió
joven, porque nunca se cuidó.
Coordinación consecutiva
Se establece entre dos oraciones, donde la primera señala la causa y la
segunda el efecto o consecuencia. Van enlazadas por las expresiones: luego,
por lo tanto, en efecto, por consiguiente, por ende, por tanto.
Oraciones subordinadas
Reciben este nombre porque se hallan incorporadas a una oración
principal y guardan con ella la misma relación que los elementos sintácticos de
la oración simple guardan con el verbo, es decir, relaciones de sujeto o de
complementos del verbo. La oración subordinada puede cumplir respecto de la
principal la función de sujeto, complemento directo, complemento indirecto o
complemento circunstancial. Como en todos estos elementos gramaticales de
la oración simple, siempre hay un sustantivo (núcleo del sujeto o de algún
complemento), un adjetivo (que modifica al sustantivo) o un adverbio
(especifica la forma en que se realiza la acción del verbo).
Las oraciones subordinadas, a la vez, se pueden clasificar en:
o Oraciones subordinadas sustantivas
o Oraciones subordinadas adjetivas
o Oraciones subordinadas adverbiales
La autonomía sintáctica. Las oraciones subordinadas cumplen con casi
todos los requisitos de la oración: tienen sujeto y predicado, verbo en forma
personal, complementos o modificadores, pero carecen de autonomía
sintáctica, es decir, no pueden expresarse independientemente, necesitan
formar parte de una unidad superior (oración principal), para tener sentido.
Ejemplo:
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-
La oración simple: el escritor publicó una novela policial, tiene autonomía
sintáctica, es decir, se comprende cabalmente y consta de todos los
elementos indispensables de la oración.
-
La oración compuesta: el escritor que vive actualmente en Londres
publicó una novela policial, está formada por la oración principal: el
escritor publicó una novela policial, que tiene autonomía sintáctica y de
otra oración incorporada o subordinada a la principal que carece de
autonomía sintáctica, es decir, que si la desprendemos del resto, no
tiene sentido en sí misma: que vive actualmente en Londres, aunque
posee todos los elementos de una oración: verbo (vive), sujeto
(pronombre relativo que), complemento circunstancial de lugar: en
Londres.
Oficios de las oraciones subordinadas
Se ha afirmado que las oraciones subordinadas desempeñan el mismo
oficio del sustantivo, del adjetivo y del adverbio en la oración simple, de ahí el
nombre que reciben: subordinadas sustantivas, subordinadas adjetivas y
subordinadas adverbiales.
Ejemplo:
Sea la oración simple:
El poeta nortino expresó su gratitud entonces, donde el adjetivo nortino,
el sustantivo gratitud y el adverbio entonces se pueden convertir en las
respectivas oraciones subordinadas adjetivas, sustantivas y adverbiales.
Oración subordinada sustantiva
Puede desempeñar el mismo oficio que el sustantivo en la oración
simple. Es decir:
Sujeto.
Complement o directo.
Complemento Indirecto.
Complemento Circunstancial.
Complemento del Nombre.
Oración subordinada sustantiva como sujeto
Se puede construir con:
Un verbo transitivo en forma impersonal. Por ejemplo: Que te sacaste el gordo de
la lotería / se dice:
-
Que ese hombre es rico / se asegura
/ Sujeto/
/Predicado/
-
Que nadie es profeta en su tierra / se argumenta
/ Sujeto/
/Predicado/
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Con un verbo intransitivo usado como tal.
Ejemplo: Que seas tan estudioso / me asombra.
Que me acuses / no me importa.
El artículo en las oraciones subordinadas sustantivas como sujeto. El
sujeto oracional lleva, a veces, el artículo el, como ocurre con los sustantivos
comunes. Por ejemplo: El que me llames cobarde / no lo acepto; El que te
hayan acusado / es problema tuyo.
Oración subordinada sustantiva como complemento directo
Es el uso más frecuente que tiene este tipo de oración. Puede ser
complemento directo de un verbo de entendimiento, de lengua o de voluntad.
-
Verbo de entendimiento. Son los que expresan actos de percepción
sensible o intelectual como: creer, pensar, saber, advertir, afirmar,
concebir, imaginar.
Verbos de lengua. Son los que expresan actos relacionados con la
expresión oral o la enunciación, como: decir, manifestar, declarar,
etcétera.
Verbos de voluntad. Los verbos que expresan actos de voluntad: desear,
impedir, querer, prohibir, rogar, etcétera.
La oración subordinada sustantiva va enlazada a la oración principal
mediante la conjunción subordinante que. Ejemplos: El médico dijo que el
enfermo sanaría; El reo suplicó que le concediesen la libertad.
Oraciones subordinadas sustantivas, que hacen oficio de complemento
indirecto
Estas oraciones se llaman también finales, porque expresan el fin o
intención con que se ejecuta lo que se afirma en la oración principal y de cuyo
verbo son complemento indirecto. Como todos los complementos indirectos,
llevan también las preposiciones a o para antes de la conjunción subordinante
que. Por ejemplo: Vengo (para que me pague la deuda); Ordenó al inquilino
(para que le trajera el caballo); El niño pidió permiso (para que lo dejaran salir).
Oraciones subordinadas sustantivas que hacen el oficio de complemento
circunstancial
Denotan circunstancias de la acción verbal y se introducen de ordinario
por medio de las preposiciones que el complemento circunstancial usa en la
oración simple, seguidas de la conjunción subordinante que. Por ejemplo: Salió
(sin que nadie lo advirtiera); Tu padre se contentará (con que le mostréis
buenas notas); Se habla (de que aumentarán los sueldos).
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Oraciones subordinadas sustantivas que hacen el oficio de complemento del
nombre (sustantivo o adjetivo)
En este caso, la oración subordinada lleva la preposición de antes de la
conjunción subordinante que. Por ejemplo: Estaban convencidos (de que
traerían los informes); Estamos satisfechos (de que vuestra conducta haya
cambiado).
Dequeísmo: es un vicio idiomático que consiste en anteponer la
preposición de antes de la conjunción subordinante que cuando la
oración subordinada sustantiva hace el oficio de complemento
directo. El error gramatical obedece a que dicho complemento
nunca lleva la preposición de. Ejemplo: El Ministro manifestó de
que viajaría pronto al extranjero.
La oración subordinada adjetiva
Desempeña el mismo papel que el adjetivo en la oración simple, es
decir, modifica a un sustantivo. El sustantivo que modifica se puede encontrar
en el sujeto o en algún complemento del verbo. Este tipo de oración
subordinada va enlazada a la principal por un pronombre relativo que puede
llevar o no preposiciones.
Los pronombres relativos en nuestro idioma son:
Que, quien, cual y cuyo. Cumplen dos funciones gramaticales: sirven de
nexo entre la principal y la subordinada, y, reproducen, dentro de la
subordinada, a su antecedente, es decir, al sustantivo que modifican.
Ejemplo: El libro que describe las plantas / trae hermosas fotografías.
El antecedente es el sustantivo libro y está reproducido dentro de la
oración subordinada adjetiva, que describe las plantas por el pronombre
relativo que. Por lo tanto, en este caso, desempeña la función de sujeto
de la oración subordinada.
Por llevar un pronombre relativo, estas oraciones también se llaman
oraciones de relativo.
Estas oraciones se clasifican en oraciones subordinadas adjetivas
explicativas y oraciones subordinadas adjetivas especificativas.
o Las explicativas se limitan a añadir un dato o información
secundaria del que podemos prescindir sin que se altere el
significado esencial. Se escriben siempre entre comas. Por
ejemplo: Los alumnos, que viven lejos, llegan atrasados a clases
(todos los alumnos que viven lejos y llegan atrasados); Los niños,
que estaban en el patio, vieron el accidente (todos estaban en el
patio y, por lo tanto, todos vieron el accidente).
o Las especificativas, en cambio, entregan una información esencial
sin la cual no se entendería cabalmente la oración. Como no se
puede prescindir de ellas, no van entre comas. Ejemplo: Los
alumnos que estaban en el patio vieron el accidente (sólo esos
alumnos, no el resto); Los alumnos que viven lejos llegan
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atrasados a clases (sólo llegan atrasados los que viven lejos, no
los otros).
Lugar donde va ubicada la oración subordinada adjetiva
La oración subordinada adjetiva puede modificar a un sustantivo que se
encuentre en cualquier parte de la oración principal. Por ejemplo, en el sujeto:
El árbol (que cortaron ayer) / daba sombra en el verano.
Sujeto
Predicado
En el complemento directo
Ejemplo:
Escribió /una novela (que los críticos alabaron).
En el complemento indirecto
Ejemplo:
La patrona / regaló un televisor (a la empleada (que la atiende).
En el complemento circunstancial
Ejemplo:
El joven poeta / estudió (en un colegio (que tenía internado).
Funciones sintácticas que puede cumplir el pronombre relativo
Sujeto de la subordinada.
El perro que ladra no muerde.
Complemento directo de la subordinada.
Las flores que cortaron en el jardín embellecían el paisaje.
Complemento indirecto de la subordinada.
Entrevistaron al hombre al que construyeron un palacio.
Complemento circunstancial de la subordinada.
Los gitanos abandonaron la tierra en que nacieron sus antepasados.
Oración subordinada adverbial
Ejerce el mismo papel que el adverbio en la oración simple, es decir,
modifica cualitativa o cuantitativamente al verbo principal. Al verbo lo puede
modificar un adverbio, una frase adverbial, o complemento circunstancial, o
bien, una oración subordinada adverbial.
Correlación de las subordinadas adverbiales
Estas oraciones son “correlativas”, es decir, se enlazan mediante la
relación que, con frecuencia, se establece entre un elemento de la oración
principal y otro que aparece en la subordinada. Por ejemplo, en: Visitamos la
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casa donde nació el poeta, la relación se da entre casa de la principal y donde
de la subordinada.
Según sea la relación que establecen con la principal y el nexo que las
une, estas oraciones se clasifican en:
o Oraciones subordinadas adverbiales de lugar
Van introducidas por el adverbio relativo donde. Su antecedente
puede ser un adverbio de lugar (allí, ahí, acá), un sustantivo que
exprese un lugar, un pronombre neutro. Por ejemplo: Ercilla llegó
allí / donde otros no llegaron; Visitamos el lugar / donde vivió el
poeta.
Donde, a donde, adonde. Cuando las relaciones expresan
la idea de movimiento, el adverbio donde puede llevar las
preposiciones correspondientes a, hacia.
Adonde, se usa en una sola palabra cuando el antecedente
está expreso. Por ejemplo: Nos dirigíamos a la playa
adonde nos esperaba el alcalde.
A donde, escrito en dos palabras cuando el antecedente
está tácito. Por ejemplo: Nos dirigíamos a donde nos
esperaba el alcalde.
o Oraciones subordinadas adverbiales de tiempo
Indican el tiempo en que se realiza la acción de la oración
principal. Este tiempo puede ser antes, durante o después del que
indica la oración principal. El nexo más usual es el adverbio
cuando. Por ejemplo: Iremos / cuando las autoridades lo
autoricen; Subieron al barco / cuando atracó en el muelle; Todos
huyeron / cuando vieron su figura estrafalaria.
o Oraciones subordinadas de modo
Van enlazadas a la principal por medio del adverbio como. Estas
oraciones ponen en comparación conceptos cuantitativos o
cualitativos contenidos en las dos oraciones que forman el
período. La comparación que establecen estas oraciones denota
siempre igualdad o semejanza.
El adverbio como puede tener un antecedente sustantivo,
por ejemplo, modo, manera, arte, forma, u otro de
significado semejante. Por ejemplo: Ignorábamos la
manera (como lo había hecho); Cultivan la tierra (como les
enseñaron sus antepasados); Le enseñó el modo (como los
indígenas cultivaban sus tierras).
Si ambos verbos son iguales. Si el verbo de la principal es
el mismo de la oración subordinada, puede repetirse, pero
lo común es que se enuncie una sola vez. Por ejemplo: El
individuo se portó como un caballero se porta; El individuo
se portó como un caballero.
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