EL CAMPESINADO EN LA FRONTERA MERIDIONAL DEL REINO DE VALENCIA. DEL HAMBRE DE TIERRAS Y EL AUTOABASTECIMIENTO A LA BÚSQUEDA DEL BENEFICIO Y LA ESPECULACIÓN, SS. XIII-XV Juan Antonio Barrio Barrio. Universidad de Alicante En este libro dedicado al tema “Pautas de consumo y niveles de vida en el mundo rural medieval”, voy a plantear una valoración global sobre la problemática general de la producción, el consumo y la especulación en el marco del campesinado en el territorio del Bajo Segura y que comprendía el término o alfoz de la villa-ciudad de Orihuela. Era un espacio fronterizo con un gran dinamismo productivo y comercial en el contexto de una sociedad militarizada y en un devenir político marcado por los conflictos bélicos que tendrán como principal frente de batalla las tierras murcianas y oriolanas, así como por la inestabilidad señorial y social en el territorio, con importantes consecuencias en el marco de la producción, el control de los principales recursos del territorio y sobre todo el mercado. 1. UN ESPACIO FRONTERIZO En el sur del reino de Valencia la frontera fue uno de los elementos más característicos en la organización social del espacio. Para el período comprendido entre la primera mitad del siglo XIV, finales del siglo XIV y principios del siglo XVI, Orihuela era la ciudad más importante del sur del reino y capital de la gobernación general y núcleo articulador de las relaciones políticas con la Corona y eje de los intercambios comerciales dentro de la demarcación, contando con una población fiscal en torno a los 8000, 5000 y 9000 habitantes respectivamente 1 . Estamos hablando, por tanto, de un territorio joven, nuevo y de frontera, que se encontraba todavía “en construcción” 2 . 1 Sobre la demografía medieval de la Gobernación de Orihuela vid. HINOJOSA MONTALVO, J., "Demografía y poblamiento en Alicante durante la Baja Edad Media: siglos XIII-XV", Estudios de Historia Medieval. Homenaje a Luis Suárez, págs. 267-282. BARRIO BARRIO, J.A., “Inmigración, movilidad y poblamiento urbano en un territorio de frontera. La gobernación de Orihuela a fines del medievo”, Revista d´història medieval, 10 (1999), págs. 199-231. BARRIO BARRIO, J.A., “Un repartimiento inédito, el repartimiento 2 Tras la conquista del reino de Murcia, realizada por Jaime II en 1296 y la Sentencia Arbitral de Torrellas de 1304, las tierras al sur de Biar se incorporaron al reino de Valencia y este amplio territorio se constituyó en una Procuración propia 3 . Las principales localidades eran Orihuela, Alicante, Elche, Guardamar Elda y Novelda. El espacio quedo vertebrado sin alterar sustancialmente los mecanismos seculares del asentamiento humano, en torno a los dos grandes valles el del Vinalopó y el Segura, situándose en el centro de ambos la ciudad portuaria de Alicante, única del sur del reino que contaba con un puerto natural. En cada uno de estos centros urbanos y rurales y especialmente en Orihuela, los privilegios concedidos por la Corona permitían a las oligarquías locales dirigir la organización económica del espacio, a través de la administración de las materias primas y de recursos naturales vitales como el agua y los pastos, la regulación de la fiscalidad local, el control del abastecimiento y de la distribución interior y exterior de los bienes de consumo 4 , lo que tenía una incidencia sobre la evolución de los principales sectores de la economía local como la agricultura y la industria. 2. LA EXPLOTACIÓN DEL TERRITORIO. EL TRIUNFO DEL MERCADO. En torno a los márgenes de las principales cuencas fluviales, Vinalopó y Segura, se organizaba un fértil espacio hidráulico, con una infraestructura de riego y una organización administrativa de la misma, que los cristianos heredaron de los musulmanes y mantuvieron en beneficio de las elites dirigentes, que procuraron fiscalizar la gestión del reparto de la propiedad y el uso del agua. Sobre estas tierras se asentaban las alquerías y heredades de los propietarios más poderosos del término, algunos de ellos con competencias y atribuciones jurisdiccionales sobre el espacio y sus hombres en los señoríos jurisdiccionales repartidos por toda la Gobernación. de Orihuela de 1330", TORO CEBALLOS, F., RODRÍGUEZ MOLINA, J. (Coord.), VI Estudios de Frontera. Homenaje a Manuel González Jiménez, Jaén, 2006, págs. 79-92. 2 GARCÍA MARSILLA, J.V., Vivir a crédito en la Valencia medieval. De los orígenes del sistema censal al endeudamiento del municipio. Valencia, 2002, pág. 19. 3 CABEZUELO PLIEGO, J.V., "En torno a la creación y funcionamiento de la gobernación general de Orihuela", Historia Medieval. Anales de la Universidad de Alicante, 7 (1990), .págs. 159-180. 4 BARRIO BARRIO, JA., Finanzas municipales y mercado urbano durante el reinado de Alfonso V (1416-1458). Alicante, 1998. 3 Las tierras que conforman el espacio de la actual provincia de Alicante fueron incorporadas a la cristiandad occidental en el siglo XIII. Las zonas rurales y los centros urbanos que fueron ocupados por los conquistadores cristianos, habían vivido durante siglos bajo una sociedad islámica mercantil y tributaría y pasaron a ser regidas por los parámetros de una sociedad feudal expansiva y económicamente dinámica 5 . La llegada de los colonos cristianos, va a coincidir con el declive de la economía andalusí, iniciado en torno a 1250, a la vez que con el despegue económico de la agricultura occidental. Previamente la creatividad agraria musulmana había iniciado su declive en el Próximo Oriente a principios del siglo XII, entrando de forma definitiva en crisis hacia 1200 6 . Es decir, nos encontramos con un proceso económico de apogeo y crecimiento en el Islam desde el siglo VII hasta principios del siglo XIII, frente al proceso contrario en el mundo cristiano occidental, estancamiento y retroceso entre los siglos V al X y crecimiento a partir del siglo XI y acelerado desde el siglo XII. Por tanto, cuando los cristianos llegan a las tierras que van a convertir en el reino de Valencia, el Islam y al-Andalus, se encontraban en un claro proceso de crisis política, militar y de articulación social de los territorios bajo su dominio. Crisis, por tanto, del propio sistema de dominio islámico, crisis fiscal, crisis del Estado, etc. Frente a ello, la cristiandad se mostraba pujante, emergente y agresiva. Los cristianos feudales que llegaron a tierras valencianas se encontraban inflamados por un optimismo agresivo y expansionista. Era un mundo dinámico que recibió el impulso de los concejos, del derecho romano y de la escolástica, de la eficacia burocrática y de las instituciones monárquicas, del nacionalismo incipiente, de las lenguas vernáculas, de “modernas” técnicas militares y de nuevas técnicas comerciales, del arte gótico7 . Además de todo esto, cuando llegaron a tierras valencianas se encontraron con una avanzada y desarrollada tecnología hidráulica y una numerosas obra de mano campesina cualificada. 5 GLICK, TH.F., Paisajes de conquista. Cambio cultural y geográfico en la España medieval. Valencia, 2007, pág. 141. 6 RIERA MELIS, A., “Las plantas que llegaron de Levante. Acerca del legado alimentario islámico en la Cataluña medieval”, Anuario de Estudios Medievales, 31/2 (2001), pag. 794. 7 LE GOFF, J., SCHMITT, J.C., (Eds.), Diccionario razonado del Occidente medieval. Madrid, 2003, pág. 152. 4 Se inició, de esta forma, una larga coexistencia entre los cristianos dominadores y los musulmanes dominados, a partir de este momento, conocidos como mudéjares o por los propios cristianos de la época como sarracenos. En un tercer plano se encontraba la comunidad judía valenciana. A mi juicio, la suma de todos estos factores, propició el crecimiento y despegue de la economía agrícola valenciana durante los siglos XIII al XV. En este escenario y una vez descabezadas las comunidades mudéjares, la masa campesina mudéjar fue encelulada 8 , en las tierras de señorío del territorio valenciano, habitando una pequeña parte de la comunidad mudéjar valenciana en centros urbanos, como Valencia o Castellón. Una economía en alza, la cristiana, que se va beneficiar y apropiar de la tecnología avanzada islámica, en materia agrícola e hidráulica, en un sistema económico, el musulmán, en retroceso. El empuje institucional y militar de la expansiva y agresiva sociedad cristiana, se va a beneficiar, tanto de una tecnología puntera en materia de aprovechamiento del agro, infraestructura hidráulica y jurisdicción y organización institucional del riego, así como de la abundante mano de obra de los musulmanes que van a seguir anclados al territorio ahora bajo dominio cristiano en su nueva condición de mudéjares. Creo que hay que reflexionar, sobre una cuestión nunca planteada por la historiografía, y es el doble beneficio que obtuvo tanto el campesino cristiano como el campesino mudéjar con el proceso de conquista y colonización del territorio. Los cristianos recibieron tierras feraces asociadas al regadío, mientras que los campesinos mudéjares encelulados en las tierras de señorío, pudieron practicar una 8 La “agrupación” de los mudéjares valencianos en el sur del reino de Valencia, en tierras de interior y bajo dominio señorial, no supuso, frente a lo que se pueda creer, la relegación de los mudéjares a una situación de “dependencia feudal” absoluta, ya que no estaban sujetos a la tierra que trabajaban y salvo la prohibición de salir del reino, que estuvo vigente en algunos periodos, el mudéjar podía desplazarse de unas tierras a otros como jornalero o trabajador campesino, podía adquirir tierras fuera del enclave señorial donde permanecía avecindado y podía dejar un señor para incorporarse a otro señorío, e incluso podía abandonar a su señor, para instalarse en un centro urbano de realengo. La nobleza mostró, en general, una animosidad mucho menor hacia los judíos y los musulmanes que los “medianos”. RUIZ, T.F., Las crisis medievales (1300-1474). Barcelona, 2007, pág. 186. 5 agricultura comercial y especulativa, altamente beneficiosa para las comunidades mudéjares enclavadas en tierras de señorío. Su única obligación, era pagar la renta feudal al señor 9 , pudiendo actuar en el resto de materias con una elevada dosis de independencia económica, no tanto en materia judicial, vestimenta, social, sexual o política. Pero a la hora de producir, podían obtener de forma ilimitada ingresos económicos, por su trabajo, su ingenio, su capacidad de gestión, etc, al margen de lo que luego tuvieran que tributar a sus respectivos señores, sobre todo en aquellas tierras de señorío donde los mudéjares fueron capaces de articular una potente y cohesionada aljama. Antes de la conversión masiva de mudéjares realizada en el siglo XVI, habían llevado durante siglos una vida pacífica y bastante productiva en la retaguardia de la Reconquista 10 . Para Meyerson, en la misma línea, muchos de los mudéjares se beneficiaron de las condiciones demográficas y económicas favorables que se daban en el reino de Valencia, pudiendo mantener relaciones mutuamente fructíferas con los cristianos 11 . En realidad, nos podemos plantear la cohesión de las comunidades campesinas mudéjares, también, como un mecanismo de competencia económica por los recursos o la 9 En la segunda mitad del siglo XV los mudéjares del valle de Elda, se negaron a acudir a poblar la morería Real, “libre” urbana de la ciudad de Orihuela. Todos prefirieron seguir acogidos a la “opresión” del señor feudal. BARRIO BARRIO, J.A., “La difícil convivencia entre cristianos y musulmanes en un territorio fronterizo. La gobernación de Orihuela en el siglo XV”, Sharq Al-Andalus, 13 (1997), Págs. 9-26. A finales de dicha centuria, el señor feudal, el Conde de Cocentaina, agobiado por las deudas, tenía que arrendar las rentas del señorío a tres caballeros de de la ciudad de Valencia. Los arrendatarios estaban interesados, sobre todo, como reza en las clausulas del arrendamiento, en la comercialización y exportación de la uva pasa, que realizarían desde el puerto de Alicante. BARRIO BARRIO, J.A., CABEZUELO PLIEGO, J.V., “Rentas y derechos señoriales de las morerías del valle de Elda a finales del siglo XV", VII Simposio Internacional de Mudejarismo. Teruel, 1999, págs. 43-53. 10 RUIZ, T.F., Las crisis medievales... pág. 185. 11 MEYERSON, M.D., “Un reino de contradicciones: Valencia, 1391-1526", Revista d´Història Medieval, 12 (2001-2002), pág. 12. 6 producción con las comunidades campesinas cristianas 12 , que a su vez se encontraban cohesionadas por complejos sistemas identitarios y de organización comunitaria13 , a través de las regulaciones y disposiciones emanadas de la Universitas, a través del Consell General de la ciudad. Tras la conquista, con la llegada de los primeros colonos cristianos y la realización de los repartimientos de casas y tierras en los centros urbanos y en el campo, se produjo una primera articulación del espacio, afectando en mayor medida las transformaciones espaciales y humanas a las urbes y en menor medida al agro. La pervivencia de un número considerable de musulmanes, por razones estratégicas, condicionó la organización del hábitat y de los territorios que se habían conquistado. En esta distribución estratégica de la población, los cristianos controlaron las zonas costeras y marítimas, las más vulnerables a los ataques piráticos y corsarios, y ocuparon de forma prioritaria los centros urbanos, mientras que la población mudéjar, quedo distribuida por todo el territorio, sobre todo en el interior, con muy poca población musulmana a pie de costa, también en su mayor parte concentrados en núcleos rurales de carácter señorial y, en menor medida, formando morerías en los recintos urbanos 14 . Afirma Bernabé Gil que en 1609 en la 12 GLICK, TH.F., “On Converso and Marrano Ethnicity”, GAMPEL, B., (Ed.), Crisis and Creativity in the Sephardi World (1391-1648), New York, 1998, pág. 61. 13 Para un análisis de la organización de las comunidades campesinas en modelos comunitarios a través de la actividad de los municipios rurales vid. GABRIELLE NOBILI, P., Vertova. Una comunità rurale nel Medievo. Vita del territorio, economia agricola e governo locale in villaggio lombardo nella seconda metà del Duecento (1279-1282). Firenze, 2009. 14 Sobre la situación de los mudéjares en la Gobernación de Orihuela vid. FERRER I MALLOL, M.ª T. Els sarraïns de la Corona catalano-aragonesa en el segle XIV. Segregació i discriminació, Barcelona, 1987. Id. La frontera amb l'Islam en el segle XIV. Cristians i sarraïns al Pais Valencià. Barcelona, 1988. HINOJOSA MONTALVO, J. "Cristianos, mudéjares y granadinos en la Gobernación de Orihuela". IV Coloquio de historia medieval andaluza. Almería, 1988, pp. 323-342. Id. "Crevillente: una comunidad mudéjar en la Gobernación de Orihuela en el siglo XV.", Actas del IV Simposio Internacional de Mudejarismo, Teruel, 1992, págs. 307-317. 7 zona del Bajo Segura, el predominio del realengo sobre el señorío, del cristiano viejo sobre el morisco resultaba abrumador 15 . Situación que podemos hacer extensible a la Baja Edad Media, aunque matizando una mayoría cristiana poblacional no tan abrumadora. Los propietarios de tierras cultivaban su propio terruño, existiendo además entre la población cristiana diversas modalidades de trabajo de la tierra, como enfiteuta, arrendatario, aparcero o como jornalero o asalariado 16 . Al menos hasta la segunda mitad del siglo XV, el mercado de tierras era amplio así como las ofertas de trabajo en la agricultura. Los salarios estipulados para los trabajadores agrícolas en la segunda mitad del siglo XV no eran bajos, ya que el salario de un bracero agrícola era identico al de un maestro de obra. Las dos regulaciones salariales que conocemos del siglo XV y las reiteradas ordenanzas impidiendo la movilidad de los campesinos en el territorio, nos indican la dificultad de los grandes propietarios para garantizar la contratación de los jornaleros necesarios y el alza de los salarios. Los salarios oficiales aprobados eran elevados. Por ejemplo, con el salario de día y medio de un bracero agrícola se podía pagar el censo anual de lote de tierra de 5.000 m2 de viña y en la mejor zona 15 BERNABÉ GIL, D., “Aspectos sociales del crecimiento agrario valenciano en tiempos de Felipe II”, pág. 180. 16 Los grandes terratenientes controlaban la mayor parte de la producción agrícola del territorio, a través de diversas formulas de gestión de la tierra. Eran señores jurisdiccionales algunos de ellos y otros fueron consiguiendo la jurisdicción en la segunda mitad del siglo XV, otros eran grandes hacendados que aspiraban en el futuro a conseguir la jurisdicción señorial. Asimismo podían ampliar su esfera de control del territorio, cediendo en arriendo o en enfiteusis, posiblemente la formula más utilizada, tierras, que no formaban parte del núcleo central de su dominio, pero sobre las que aspiraban a crear o formalizar en el futuro un nuevo dominio territorial. En Sicilia, el grupo dirigente urbano ejercía a través de un sistema de cesión de la tierra, un férreo control sobre el territorio. Sobre datos de 1283, se aprecia que la mitad de la producción cerealistica y un tercio del patrimonio ganadero procedía de los grandes centros urbanos. CORRAO, P., “La difficile identità della città siciliane”, CHITTOLINI, G., JOHANEK, P., (Edit.), Aspetti e componenti dell´identità urbana in Italia e in Germania (secoli XIV-XVI), Bologna, 2003, pág. 104. 8 de regadío de la huerta. Como decía Ginzburg “Cuando faltan brazos es difícil que se establezcan pactos agrarios favorables a los propietarios” 17 En una disposición de 1416 se ordenaba que ningún vecino de la villa de Orihuela acuda a labrar en el termino de Murcia del presente año, hasta que haya recogido los cereales que tiene sembrados en el término, bajo pena de perder las bestias y bueyes con que labraban 18 . El campesinado de la Gobernación disfrutaba de un alto nivel de movilidad económica en el territorio, ya que en función de las variaciones estacionales de las cosechas y otras actividades económicas se desplazaban fuera de sus términos municipales o sus señoríos, para cultivar otras tierras que tenían en otros términos o para trabajar temporalmente en otros territorios o para realizar actividades económicas puntuales, elaboración de carbón vegetal, recolección de junquillo o grana, caza menor u otras actividades relacionadas con el aprovechamiento y explotación de los recursos naturales, como el esparto. Estas actividades se podían realizar de forma colectiva 19 y en algunas ocasiones con vigilancia armada, en el caso de Orihuela de los caballeros de la Sierra, que vigilaban por ejemplo las actividades asociadas a la recolección de la grana. Actividad económica que también era realizada de forma colectiva por el campesinado y bajo vigilancia armada en Villena y Onteniente, en ambos casos, organizada por el municipio. Todas estas actividades económicas del campesinado se dirigían a obtener productos que vendían en el mercado local, como carbón vegetal, grana, conejos o perdices. Los gobiernos municipales y los señores, intentaban controlar, impedir y prohibir de forma 17 GINZBURG, C., El queso y los gusanos. El cosmos, según un molinero del siglo XVI. Barcelona, 1982, pág. 50. 18 19 A.H.O. Contestador, n.º 15, f. 180r. (1416, febrero, 1). En un pleito mantenido entre la villa de Aspe y la villa de Orihuela sobre la recolección de la grana en tierras cercanas a Aspe, diferentes vecinos de Orihuela testificaron que una prática realizada en años anteriores, consistía en la concentración de cerca de trescientas personas procedentes de Orihuela que acudían a dicho territorio a recolectar grana, coger madera, hacer carbón vegetal y cazar conejos y perdices, sin haber sido perturbados en ninguna de las ocasiones anteriores. A.H.O. Contestador, n.º 2208, ff. 98 r-v. (1434, junio, 26). 9 puntual estos desplazamientos si con ello se perjudicaban los intereses económicos de los grandes hacendados o señores del territorio. Ya hemos hablado de las disposiciones adoptadas por la villa de Orihuela, para limitar el desplazamiento de sus jornaleros y campesinos, hasta después de finalizada la recolección del grano. En los señoríos poblados por mudéjares también se adoptaban disposiciones similares cuando vasallos del señor, se desplazaban a poblar una localidad cercana 20 . Al no tener capacidad legal para impedir la salida de los campesinos mudéjares de sus tierras, el señor les presionaba requisando los bienes que el campesino se llevaba en su desplazamiento 21 . En la documentación sobre el intento de fundar una morería en Monforte, se refiere que mudéjares de Albatera tenían tierras en Aspe, mudéjares de Aspe tenían tierras en Elche, mudéjares de Novelda tenían casas y tierras en Aspe y mudéjares del término de Orihuela tenían casas y tierras en Elche 22 . Uno de los capítulos pactados para la creación de la morería de Monforte, autorizaba a los labradores mudéjares a sacar sus cosechas de las tierras de caballeros y barones, trabajadas por campesinos mudéjares. Los frutos recogidos en la documentación son trigo, cebada, pasa, higos, panizo, adarça y otros frutos de las tierra 23 . En un documento de 1496 aparecen delimitadas las tierras de un campesino cristiano de Callosa del Segura, confrontando de poniente con tierras de un mudéjar de Albatera 24 . Una de las actividades realizadas por campesinos cristianos y mudéjares en el sur del reino de Valencia, era la recolección de la grana. Todo apunta a que era una actividad que se 20 Algunos señores llegaban incluso a obligar de forma coercitiva a los campesinos mudéjares a avecindarse en su señorío. El musulmán Mafoma Borrequi, habitador de Monforte que pertenecía al término de la villa de Alicante, había sido obligado a avecindarse en Novelda por parte de Luis Cornell, Gobernador del reino de Valencia della Sexona, que había detenido a Mafoma y tras seis meses de cautiverio y vejaciones, había sido obligado por Cornell a avecindarse en la villa de Novelda por tiempo de ocho años so pena de seguir preso. Cornell era señor de la villa de Novelda. A.R.V. Real, 281, ff. 174 r-v. (1459, 10, 17. Zaragoza). 21 ARV, Real, 283, f. 137r, (1459, octubre, 15) 22 ARV, Real, 283, f. 137v, (1459, octubre, 15) 23 ARV, Real, 283, f. 138r, (1459, octubre, 15) 24 A.R.V. Real, 310, f. 37r. (1496, enero, 2). 10 realizaba entre mayo y junio, aprovechando una menor actividad en las faenas agrícolas más intensas. Era una acción productiva de recolección acometida por grupos numerosos de campesinos, organizados bajo pautas que desconocemos, pero que se desplazaban de forma conjunta a los espacios donde crecía la grana. Diversos testimonios documentales, muestran tensiones entre diferentes localidades del reino en los primeros años de la segunda mitad del siglo XV, lo que nos ha permitido documentar una actividad, que es posible que tuviera un origen anterior a esta fecha. Los campesinos de Orihuela recolectaban grana en tierras cercanas a la villa de Aspe, entrando en conflicto con los campesinos mudéjares de dicha localidad. En un pleito mantenido entre la villa de Aspe y la villa de Orihuela sobre la recolección de la grana en tierras cercanas a Aspe, diferentes vecinos de Orihuela testificaron que una prática realizada en años anteriores, consistía en la concentración de cerca de trescientas personas procedentes de Orihuela que acudían a dicho territorio a recolectar grana, coger madera, hacer carbón vegetal y cazar conejos y perdices, sin haber sido perturbados en ninguna de las ocasiones anteriores 25 . Los campesinos de Villena también realizaban esta actividad, entrando en conflicto con los campesinos de Onteniente, ya que la recolección de la grana se realizaba en las tierras colindantes de ambos términos. La práctica secular y la costumbre indicaba que cuando se acercaba la colecta de la grana, los oficiales municipales de la villas de Onteniente y Villena ponían guardas en sus respectivos términos, para evitar que campesinos de otras localidades realizasen la colecta de la grana. En ambas localidades y para evitar conflictos, lo habitual era realizar la cosecha el mismo día, los campesinos de ambas localidades. En mayo de 1459 Juan II dirigia una misiva a las autoridades de Villena y les manifestaba su malestar por haber vulnerado esta práctica secular, al acceder los campesinos de Villena a la grana que se recolectaba en el término de Onteniente, perjudicando a los campesinos de dicha localidad. El rey instaba a las autoridades de Villena a cesar en esta actividad 26 . En el caso de Villena, en 1406 Martín I había concedido un privilegio a los vecinos de dicha localidad, por el que a pesar de ser súbditos del rey de Castilla, les concedía licencia para entrar en el reino de Valencia para practicar determinadas actividades económicas. Les permitía entrar con trigo y otros cereales y paños en los molinos de Biar, Bañeres, Onteniente y en los valles de Albaida y de Elda, para poder utilizar los 25 A.H.O. Contestador, n.º 2208, ff. 98 r-v. (1434, junio, 26). 26 A.R.V. Real, 90, ff. 19v-20r. 20 r-v. (1459, mayo, 10). 11 molinos harineros y pañeros que se encontraban en dichas localidades 27 . Este privilegio de principios del siglo XV, muestra una intensa actividad productiva y mercantil en el reino de Valencia, durante dicha centuria. Explotación económica del territorio del reino de Valencia asociada al mercado, que se fue incrementado a lo largo del Cuatrocientos, lo que generó numerosas tensiones entre las comunidades campesinas de los territorios limítrofes. Desde el cercano reino de Murcia, sus campesinos, también entraban en las tierras meridionales del reino de Valencia, para realizar diferentes actividades productivas, recolección de hierbas, grana, tala de arboles para madera, recogida de leña verde, elaboración de carbón vegetal, caza, etc. Todas estas actividades fueron tipificadas de forma expresa, por el consell de Orihuela, en diferentes ordenanzas municipales del siglo XV, como susceptibles de ser realizadas por campesinos murcianos, y por tanto vedada esta acción económica, sí era realizada en el interior del término municipal de Orihuela. Quedaba, prohibido, por tanto, a los que no eran vecinos del término, siendo una de las consecuencias penales de la infracción de la ordenanza, la perdida de los bienes recolectados e incluso de los aperos de labranza, útiles o armas de caza empleadas en la ejecución de la actividad correspondiente. Observamos en el siglo XV, una intensa actividad en el aprovechamiento intensivo de todos los recursos productivos del territorio, con el objetivo principal de su venta en el mercado. Unas actividades de apropiación de bienes que podían ser comercializados o consumidos por los campesinos y que eran realizadas, en ocasiones, a largas distancias del lugar de origen del campesinado. Los campesinos de Orihuela recolectaban grana cerca de Elche, realizaban actividades productivas en la zona lindante con el reino de Murcia, de la misma forma que los campesinos murcianos penetraban en el reino de Valencia para obtener recursos adicionales y comercializables. Los campesinos de Villena recolectaban grana cerca del término municipal de Onteniente, a la vez que los de Onteniente realizaban lo mismo en los límites de su término. Este fenómeno se vio acompañado, en paralelo, con procesos de cercamiento de alquerías y heredades, que privatizaron pastos y recursos en beneficio de sus dueños o señores, al mismo tiempo, que los municipios disputaban y amojonaban sus respectivos términos municipales. Proceso que tuvo su punto culminante, con dos amojonamientos 27 Archivo Municipal de Villena, 724/40. (1406, junio, 16). 12 realizados entre los municipios de Murcia y Orihuela, que suponían a la vez, el amojonamiento y deslinde preciso de la línea fronteriza entre el reino de Valencia y el reino de Murcia. En el término municipal de Orihuela, entre 1415 y 1417 la corona autorizó y confirmó la privacidad de los pastos de los dueños de las alquerías, quienes se habían quejado ante el rey por la entrada de ganado en sus propiedades. Basaban su reclamación en un fuero de Jaime I que prohibía entrar reses en las alquerías de la huerta. 28 En 1415 Fernando I dio la razón a la súplica presentada por los dueños de seis alquerías, concediendo sendas dehesas. Por ello ordenaba al justicia civil el estricto cumplimiento del fuero y la aplicación de las penas pertinentes a los infractores que metiesen animales en las propiedades de los demandantes. De esta forma la orden real privatizaba los pastos en estos lugares. 29 En 1435 se acotó y amojonó en la partida del Río de Climent un espacio que se iba a destinar a la erección de la ermita de San Ginés del Río de Climent Además el municipio prohibió que entrase ganado dentro de dicho término. 30 El mismo año el Consell estableció un boalar en el 28 COLON, G. i A. GARCÍA. Furs de Valencia. Vol. I, Barcelona, 1980, Llibre I, Rubrica II, Fur IV, p. 114. 29 Alquería de Alquanyecia perteneciente a los herederos de Guillén Pérez Vayello, una alquería sin nombre de Antic Arboredes, la alquería de Moquita de Joan Pérez Vayello, una alquería sin nombre de Gines Silvestre, la alquería de Benimancoix de los herederos de Bertomeu Togores y una alquería en la puerta de Murcia con 160 tahullas de Pere Gil, platero. Todos estos personajes pertenecían a la oligarquía local. En 1417 Alfonso V confirmó la prohibición sobre la alquería de Gines Silvestre, la de los herederos de Guillén Pérez Vayello y la de los herederos de Bertomeu Togores. Se observa que en estos casos los limites de las alquerías aparecen fijados con más detalle que en los documentos precedentes de 1415. A(rchivo) de la C(orona) de A(ragón). reg. 2375, f. 161v. 1415, agosto, 2. reg. reg. 2375, ff. 162v-163r. 1415, julio, 5. reg. reg. 2375, ff. 163 r-v. 1415, agosto, 2. reg. 2375, ff. 164v-165r. 1415, julio, 5. reg. 2376, ff. 114v. 1415, agosto, 3. reg. 2377, ff. 18 r-v. 1415, agosto, 1. reg. 2460, ff. 106v-107r. 1417, 9, 25. reg. reg. 2460, ff. 107 r-v. 1417, septiembre, 26. reg. 2460, ff. 107v-108r. 1417, septiembre, 25. 30 El documento recoge los limites de los mojones colocados para la erección de la Ermita de San Gines. A.H.O. Contestador, n.º 22, f. 14r. 1435, enero, 12. 13 almarjal de Almoradí para los animales de labranza de dicho lugar, prohibiendo la venta de hierbas a los hacendados del lugar, quedando reservadas para el uso mencionado. 31 También prohibió la venta de las hierbas a los dueños de heredades en la huerta, tanto de regadío como de secano, en la zona que iba desde el pozo de Sancho Navarro hasta el delmari de Guardamar. 32 Estas dos medidas sólo se aplicaron en dicho año y evidencian posiblemente un retroceso de los amprius ante la venta de los recursos por los propietarios, y como estas acciones privatizadoras limitaban el acceso a los pastos del término a una parte del campesinado como era el caso de Almoradi, cuyos habitantes ya habían tenido problemas con el señor de La Daya por llevar a pastar su ganado a dicho lugar. Los habitantes de Guardamar y la Daya, pertenecían al mismo término municipal y eran vecinos de la ciudad de Orihuela, pero en este contexto privatizador y de cercamiento de heredades el señor de La Daya, hacía prevalecer sus intereses sobre los comunes de todos los vecinos del término 33 . En la segunda mitad del siglo XV se reaviva la tendencia privatizadora, y entre 1459 34 y 1470 la corona concede diversos privilegios de dehesa sobre heredades 35 situadas en Orihuela y Guardamar 36 Para obtenerlos los propietarios reclamaban al rey el cumplimiento 31 A.H.O. Contestador, n.º 22, f. 16 r-v. 1435, febrero, 13. 32 A.H.O. Contestador, n.º 22, f. 23v. 1435, marzo, 9. 33 A.H.O. Contestador, n.º 19, f. 58v. 1421, abril, 1. 34 Sobre la concesiones de 1459 vid. BARRIO BARRIO J.A., "El señorío de la Daya y el municipio de Orihuela en el siglo XV", Señorío y Feudalismo en la Península Ibérica. (ss. XII-XIX), Zaragoza, 1993, III, págs. 259-270. 35 En unos casos se trataba de alquerías, en otros de cañadas y en ocasiones de propiedades que por su limitada extensión no eran consideradas como alquerías. 36 En 1459 Julián Monsi Castanyeda que posee una alquería en Guardamar y Berenguer y Gines Silvestre que poseen la alquería de Benijofar, la cañada Pollera, la heredad dels Molins y el corral de Bodi en Guardamar. En 1460 Matheu Prohençal sobre una cañada en la partida de Rabat en Orihuela, y en 1470 Alfonso Gómez, notario, sobre diversas cañadas en la partida de Rabat en Orihuela. En todos los casos las propiedades aparecen perfectamente delimitadas en la documentación. 14 de los fueros que prohibían entrar animales en tierra ajena y se quejaban ya que sufrían en sus propiedades el robo de leña, madera, paja y la entrada de ganado ajeno. 37 A nivel local las autoridades municipales controlaran el usos de recursos como la leña, madera, grana, hierbas, pastos, agua, sal, etc. y la elaboración de carbón vegetal, reservados para beneficio de la comunidad local, de uso exclusivo para los vecinos del término y por ende para los propietarios de heredades que privatizaran los bienes cercanos a sus propiedades, en un proceso que es general en todos los municipios del mediodía del reino de Valencia. Las autoridades locales no dudaran en hacer uso de la fuerza armada para proteger los bienes y recursos económicos de su alfoz. Las tierras de regadío y huertas del reino de Valencia, serán los bienes económicos más protegidos, disponiendo de una fuerza armada que se dedicaba en exclusiva a la vigilancia, protección y represión de los delitos cometidos en el interior de la huerta, sobre la base de una jurisdicción que castigaba la entrada de ganado en la misma y cualquier daño infligido a la infraestructura de riego, etc. En la villa de Orihuela, al menos desde el siglo XV, las autoridades municipales arrendaban todos los años en subasta pública, la punición de las multas sobre los delitos cometidos en la huerta de Orihuela, siendo obligación del arrendatario colocar los guardas pertinentes para la custodia y vigilancia de personas, tierras, infraestructura hidráulica, cultivos, etc. También se crearon patrullas de caballeros que vigilaban los espacios colindantes con los términos de los municipios cercanos, para controlar el acceso de los vecinos de otros términos y apresarlos en su caso. En Murcia y Orihuela de esta tarea se encargaban los caballeros de la Sierra, y en Villena y Onteniente, se organizaban patrullas de guardas, para vigilar el acceso a la zona de recolección de la grana e impedir su uso por vecinos de otros términos. Todos estos fenómenos, evidencian un uso humano intenso de los recursos naturales, así como un intento de controlar los mismos, por las autoridades regnícolas y municipales y por ende por los señores y dueños de alquerías, adoptando tanto medidas de carácter legal, jurisdiccional y judicial, aprobación de fueros y leyes, emisión de privilegios, aprobación de ordenanzas locales, apresamiento y enjuiciamiento de los infractores a dichas medidas y 37 A.R.V. Real, 89, ff. 26v-27v. 1459, marzo, 15. Real, 89, ff. 31v-32r. 1459, abril, 4. Real, 92, f. 105v. 1460, abril, 5. Real, 293, ff. 139 r-v. 1470, diciembre, 20. 15 llegando al uso de la creación de patrullas armadas, para el mejor control del uso de estos bienes y recursos que se habían convertido en valiosos para sus respectivas comunidades locales, que hacían un uso muy ventajoso de los mismos, ante las expectativas creadas por el mercado. Finalmente y como colofón a este proceso, los dos grandes municipios fronterizos del reino de Valencia y el reino de Murcia, la ciudad de Orihuela y la ciudad de Murcia, acometieron durante el siglo XV, la delimitación, deslinde y amojonamiento preciso de sus términos municipales y por ende, fijaron de forma definitiva y precisa, las fronteras entre el reino de Valencia y el reino de Murcia. La necesidad de acabar con estos reiterados y constantes conflictos y que tenían que resolverse a través de disputas legales suscitadas entre los concejos de Murcia y Orihuela, fue un acicate para alcanzar un acuerdo definitivo sobre los mojones. Además para el seguimiento y resolución de estos pleitos y conflictos, las autoridades municipales de ambos municipios, tenían que enviar a embajadores para realizar las pertinentes gestiones diplomáticas ante las autoridades del municipio rival. Estas gestiones diplomáticas, judiciales y burocráticas suponían un elevado coste para las arcas municipales. Esta continua falta de definición de los límites exactos de los lindes fronterizos entre ambos concejos, tenía también repercusiones negativas sobre los intereses económicos de los miembros de las oligarquías locales de ambas localidades, ya que sobre el aprovechamiento económico de las tierras lindantes gravitaban importantes intereses económicos, como el uso de los pastos, el paso de ganados, la caza, la elaboración del carbón vegetal, etc. En 1441 las autoridades municipales de Murcia y Orihuela decidieron llegar a un acuerdo mutuo para fijar de forma definitiva los lindes en la zona meridional de ambos términos, a través del establecimiento de unos mojones que marcarían los lugares exactos por donde discurría la línea fronteriza entre ambos municipios y por extensión entre el reino de Valencia y el reino de Murcia. Esta decisión era muy importante, ya que en la práctica suponía colocar mojones sobre la línea fronteriza fijada en la Sentencia Arbitral de Torrellas de 1304 y el Acuerdo de Elche de 1305. Estos dos tratados diplomáticos rubricados por la Corona de Castilla y la Corona de Aragón, seguían vigentes en el siglo XV, pero su ejecución y aplicación en el día a día generaba numerosos problemas de orden práctico, por la imprecisión de los límites exactos de lo acordado en Torrellas y en Elche a principios del siglo XIV. Se signaron dos 16 acuerdos, el primero en 1441 y que establecía los mojones de la frontera meridional entre el reino de Valencia y el reino de Murcia, siendo, por otra parte, la zona que generaba mas conflictos en la explotación de recursos naturales. El acuerdo de delimitación de términos de 1441, estableció la colocación de ocho mojones en la frontera sur del reino de Valencia, quedando definidos y descritos los lugares donde debían ser colocados los mojones 38 . El 10 de octubre de 1462 se acometió una segunda e importante delimitación de términos entre los municipios de Murcia y Orihuela 39 , con el deslinde y amojonamiento de la frontera norte de ambos territorios, la zona que iba del río Segura hasta la sierra de Santomera, en la zona del Campo de la Matanza. 3. LA PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS EN UN ESPACIO FRONTERIZO En esta organización étnico-religiosa del espacio, los territorios que conservaron población musulmana, mantuvieron sin apenas cambios, las estructuras agrarias de época islámica, como la producción de uva pasa 40 y azafrán en el valle de Elda o la de aceite en Elche. Planteamos la hipótesis del desarrollo por parte del campesinado de prácticas comerciales y especulativas con la producción agrícola, que pudieron propiciar los orígenes de una industria alimentaria, asociada a productos como la uva, la miel, el azafrán, y frutos secos como la almendra y la avellana o la nieve conservada en los neveros de las montañas, propiciando la elaboración de productos codiciados como el azafrán, la uva pasa, el mazapán, el turrón o el 38 Archivo Municipal de Murcia. Pergaminos, n.º 131. (1441, octubre, 22), n.º 132. (1441, octubre, 19). 39 40 AMMU, Pergaminos, n.º 139. (1462, octubre, 10). Para conocer la producción y comercialización de los frutos secos en el mediterráneo occidental vid. FERRER I MALLOL, M.ª T., “Fruita seca i fruita assecada, una especialitat de l´àrea econòmica catalana-valenciana-balear”, Anuario de Estudios Medievales, 31/2 (2001), págs. 883-943. 17 helado. Hay que recordar que una parte importante de la producción agrícola mudéjar en el territorio, se destinaba a la comercialización y la exportación y no al consumo propio 41 . Mientras que las tierras que fueron ocupadas por los cristianos alteraron el sistema de producción implantado por los musulmanes. En la amplia y fértil huerta del Segura, donde debía existir en época musulmana una producción diversificada asociada a la irrigación, fue substituida tras la conquista cristiana y el reparto de las tierras de la huerta a la nueva población cristiana, por una producción cerealista asociada a la huerta y al secano, relegando a la ganadería y a otros cultivos como la oliva a la mínima expresión. Sólo la vid tenía cierta relevancia, con una producción de vino destinada al consumo interno. La huerta era el nervio económico del término, de ahí que como se hacía en la ciudad de Valencia 42 , se adoptasen todas las medias posibles para garantizar la seguridad de las infraestructuras hidráulicas y de los cultivos, prohibiendo entrar ganado en la huerta o realizar actividades productivas que fuesen en detrimento de la integridad de las cosechas 43 . 41 No descartamos, por otra parte, la participación de campesinos cristianos, en la elaboración de alguna de estas actividades, verbigracia, la fabricación de turrón. 42 Sobre la guardia de la huerta de Valencia vid. NARBONA VIZCAÍNO, R., “La guardia de la huerta: instrumento ciudadano para el abastecimiento Valencia en el siglo XIV”, Ir ColΑloqui d´Historia de l´alimentació a la Corona d´Aragó. Volum 2. Lleida, 1995, págs. 167-179. 43 Tenemos documentada desde principios del siglo XV el arrendamiento de las multas sobre los delitos cometidos en la huerta. Con esta cesión de la jurisdicción civil a particulares, las autoridades locales pretendían hacer más efectiva la represión de los delitos cometidos en la extensa huerta del término de la ciudad de Orihuela. La normas recogidas en el arrendamiento obligaban a los arrendatarios a castigar a los que causasen daño en la huerta, sobre todo introduciendo ganado en zonas de cultivo y robando cosechas. La eficaz actuación de estos guardias no evito que en la huerta los cultivos sufriesen daños puntuales, por lo que en 1446 las autoridades de Orihuela encomendaron al mensajero destinado en la ciudad de Valencia, que se informase con detalle de los métodos empleados por los jurados de Valencia para la guarda de su huerta, ya que consideraban que la protección que se realizaba en la huerta de Valencia era modelica, de ahí el interés en copiar en Orihuela los métodos empleados en la capital del reino. A.H.O. Contestador, n.º 27, f. 61r. (1446, mayo, 22). 18 Al mismo tiempo, se defenderán las peculiaridades históricas de la villa, por un lado, su herencia islámica a partir de un legado que se va mantener 44 , sobre todo en lo referente a la tecnología hidráulica y a la organización jurídica del regadío. En la economía de Al-Andalus, en las costas y los valles donde se había desarrollado la tecnología hidráulica se obtenía una variada y rica producción destinada al abastecimiento de las populosas urbes andalusíes, mientras que el cultivo de cereales, se practicaba sobre todo en la meseta y en las zonas de montaña 45 . En el sur del reino de Valencia los cristianos importaron el sistema de cultivo cerealista que había avanzado en Europa entre 1050 y 1280 46 , pero adaptado a tierras de huerta, de regadío con un mayor rendimiento y productividad, y pudiendo orientar esta producción a la comercialización y a la especulación. En 1536 el Bajo Segura comprendía uno de los mayores macro sistemas hidráulicos del levante peninsular con 11.604 hectáreas de regadío 47 . Buena parte de este espacio de regadío debía existir en la Baja Edad Media 48 . 44 Va a aparecer una expresión característica en la documentación para aludir a esta situación. “Como en tiempo de moros”, va a indicar en diferentes cuestiones referidas a la organización del riego, las veredas, etc., que se mantenía igual que en la época de dominación musulmana. La expresión “el tiempo de los moros”, equivalía también a reconocer la validez sobre determinados derechos sobre el agua. GLICK, TH.F., Paisajes de conquista... pág. 177. 45 GERBET, M.C., La ganadería medieval en la Península Ibérica. Barcelona, 2002, pág. 34. 46 RIERA MELIS, A., “Crisis frumentarias y políticas municipales de abastecimiento en las ciudades catalanas durante la Baja Edad Media”, OLIVA HERRER, H.R., BENITO I MONCLÚS, P., (Eds.), Crisis de subsistencia y crisis agrarias en la Edad Media. Sevilla, 2007, pág. 126. 47 BERNABÉ GIL, D., “Aspectos sociales del crecimiento agrario valenciano en tiempos de Felipe II”, BELENGUER CEBRIA, E.(coord,). Felipe II y el Mediterráneo I- Los recursos humanos y materiales, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, Madrid, 1999, vol. I, pág. 180. 48 Para Glick era una de las pocas zonas de la Península Ibérica con una amplia dedicación al cultivo cerealistico de regadío. GLICK, TH.F., Paisajes de conquista... pág. 174. 19 El crecimiento económico que experimentaron las tierras del sur, se basó en una agricultura en expansión asociada al mercado, junto a una demografía dinámica que estimulaba la evolución agraria 49 . Dos hitos históricos van a condicionar la proyección mercantil de la producción cerealista del Bajo Segura. El primero, la conquista del reino de Murcia por Jaime II en 1296 y el privilegio concedido a Orihuela este mismo año de exención fiscal en la exportación de productos 50 y el concedido en 1301 autorizando la libre extracción de cereales y vituallas del término para venderlos en cualquier lugar de la Corona, pese a cualquier prohibición real y siempre que no fuese en detrimento de su abastecimiento 51 , lo que permitió incorporar los embarcaderos alicantinos, en las rutas de los mercaderes de la Corona de Aragón, valencianos en primer lugar, pero también mallorquines y barceloneses, que iban desde el sureste francés, pasando por los embarcaderos catalano-aragoneses y llegando hasta el Norte de África. Los embarcaderos de Cap de l´Aljub, Guardamar, Cap de Cerver 52 y el puerto de Alicante 53 , permitían completar las naves con los cereales y otros productos exportables de la Gobernación de Orihuela 54 . El segundo, la firma de la Sentencia Arbitral de Torrellas en 49 SESMA MUÑOZ, J.A., “Producción para el mercado, comercio y desarrollo mercantil en espacios interiores (1250-1350) : el modelo del sur de Aragón”, Semana de Estudios Medievales (21ª : 1994 : Estella), Pamplona, 1995, pág. 219. 50 ESTAL, J.M. del, El reino de Murcia bajo Aragón (1296-1305). Corpus documental I/1. Alicante, 1985. Doc. n.º 25, págs. 139-140. (1296, mayo, 11). 51 52 Ibídem, Doc. 169, págs. 304-305. (1301, enero, 21 ). HINOJOSA MONTALVO J., “Comercio, pesca y sal en el Cap de Cerver (Orihuela) en la Baja Edad Media”, Investigaciones geográficas, 14 (1995), págs. 191-201. 53 SOLER MILLA, L., "Que ordi ne sia tret la vila d'Oriola ni de son terme. Producción y comercialización de grano en el primer tercio del siglo XIV en la Gobernación de Orihuela" La Mediterrània de la Corona d'Aragó, segles XIII-XVI. VII Centenari de la Sentència Arbitral de Torrellas, 1304-2004 : XVIII Congrés d'Història de la Corona d'Aragó, València 2004, 9-14 setembre Año 2005, Volúmen 1,Páginas 1061-1076 54 En Sicilia una de las fuentes de riqueza más destacadas de sus centros urbanos, fue la producción triguera, asociada a los embarcaderos, los grandes cargadores sicilianos frecuentados por los operadores mercantiles extranjeros. CORRAO, P., “La difficile identità 20 1304 permitió la incorporación de las tierras del norte del reino de Murcia, al reino de Valencia. De esta forma, el reino de Valencia incorporaba en su fachada meridional unas tierras de llanura, con una larga tradición hidráulica y con un rico aprovechamiento productivo del territorio con el trigo como principal producto, pero además con producción exportable como higos, uvas, pasas, almendras, azafrán, sal, grana, sosa, etc. La conquista y la colonización cristiana de este territorio, realizadas entre la segunda mitad del siglo XIII y las primeras décadas del siglo XIV, tuvo como principal consecuencia la instalación de un número elevado de campesinos-colonos cristianos que dedicaron sus tierras a la producción de cereales o vid, mientras que los mudéjares mantenían sus producciones tradicionales, almendra, aceite, azafrán o uva pasa, lo que conllevo a un gradual cambio en las pautas de cultivo y producción agrícola en la Gobernación de Orihuela, donde se dio una instalación masiva de campesinos cristianos. El territorio que con más intensidad vivió esta decisiva transformación económica, fue la Vega Baja del Segura. La inicial orientación alimenticia de estas tierras de “pan llevar” en la conquista, fue dirigida hacia el mercado y la especulación comercial durante el siglo XV 55 . El resultado final fue un espacio productivo especializado y especulativo, con el trigo de Orihuela, la sal de La Mata, el aceite de Elche, el vino de Alicante o el azafrán y la usa pasa del valle de Elda. En el siglo XV el trigo, la sal, el azafrán y la uva pasa se convirtieron en productos codiciados por los operadores mercantiles que tenían sus redes comerciales en la zona. En este escenario, las tierras de la Gobernación de Orihuela se convirtieron en un polo de atracción continúo de inmigrantes cristianos, que por la elevada producción cerealista y su mercado urbano, tenían garantizado el consumo diario de pan y sal gratis o un bajo coste 56 , della città siciliane”, CHITTOLINI, G., JOHANEK, P., (Edit.), Aspetti e componenti dell´identità urbana in Italia e in Germania (secoli XIV-XVI), Bologna, 2003, págs. 120-121. 55 BARRIO BARRIO, J.A., «La producción, el consumo y la especulación de los cereales en una ciudad de frontera, Orihuela, ss. XIII-XV», en ARÍZAGA BOLUMBURU, B., SOLÓRZANO TELECHEA, J.A. (Ed.). Alimentar la ciudad en la Edad Media. Logroño, 2009, págs. 59-86. 56 Los vecinos de Orihuela disfrutaban de un privilegio concedido por Alfonso X, en 1273 por el que otorgaba a los vecinos de la villa la facultad de proveerse de sal de las salinas mayores para su uso propio, siempre y cuando estuvieren avecindados en la villa y tuvieren 21 además de un amplio mercado laboral a uno y otro lado de la frontera y potenciales expectativas de riqueza económica y progreso social. La agricultura, la ganadería, la pesca, la industria o el comercio al por menor, eran sectores donde no falto trabajo en la época bajomedieval. Para aquellos que no veían cumplida sus expectativas laborales, económicas y sociales, siempre quedaba expedita la vía de la economía de rapiña, ocupación sobre todo temporal, que permitía unos ingresos adicionales, a través de acciones de robo de ganado, saqueo de bienes, rapiña, corso, piratería y sobre todo el negocio más lucrativo, la captura de cautivos o dar muerte a los almogávares granadinos y cobrar la recompensa pertinente. De forma excepcional un campesino cristiano también se podía convertir en renegado y empezar una nueva vida 57 . Fue, una sociedad joven y nueva, una tierra de promisión para miles de campesinos, a los que se abría una enorme miríada de posibilidades. Para los campesinos-colonos cristianos, la oferta era muy ventajosa, con la posibilidad de obtener tierras y casas, un oficio, un solar o un taller. Además, con la instalación o el avecindamiento en un centro urbano, quedaba garantizado al nuevo vecino, su derecho de ciudadanía y su libertad jurídica, al amparo del Consell, que protegía su libertad, su persona y su patrimonio. Asimismo, la posibilidad de beneficiarse de los privilegios regios que había recibido su centro urbano 58 , le permitían aprovecharse de los derechos que había adquirido como vecino. El privilegio de libre y franca extracción de bienes y productos con destino a cualquier puerto , villa o ciudad de la Corona allí su casa principal. ESTAL, J.M. del, Documentos inéditos de Alfonso X y del infante su hijo Don Sancho. Alicante, 1984. págs. 104-106. 57 Pere Garcia, era un labrador de Orihuela, aparcero de Francesc Soler que se convirtió al Islam y se traslado a Berbería, donde se caso y tuvo hijos. De forma secreta y sin que nadie conociese su condición de renegado volvió a Orihuela y actúo como Almogávar, realizando esta acción en diversas ocasiones. Fue detenido y comunicada su detención a las autoridades de Orihuela que solicitaron su ahorcamiento para acabar con este tipo de actitudes, castigarle por lo que había hecho y que la ejecución sirviese de advertencia. A.H.O. n.º 13, ff. 153r-154v. (1401, septiembre, 7). 58 Sobre los privilegios reales vid. BARRIO BARRIO, J.A., “Los privilegios reales. Centralización estatal y transmisión de la política real”, BARRIO BARRIO, J.A., (Ed.,). Los cimientos del Estado en la Edad Media. Alcoy, 2004, págs. 119-156. 22 de Aragón que recibió la villa de Orihuela en 1296, actúo como un importante acicate para aquellos que optaron por la explotación campesina como medio de vida. Desde los inicios de la conquista y colonización cristiana del territorio, las autoridades que dirigieron la ocupación de las tierras, optaron por una explotación cerealista, que tendió a ampliar al máximo los espacios cultivados, poniendo en explotación tierras baldías y optimizando en beneficio de la producción triguera las infraestructuras hidráulicas existentes de época islámica, por ejemplo con disposiciones del siglo XIII y principios del siglo XIV que prohibían plantar viña en tierras de regadío que son aptas para el cultivo del trigo. “Otrosi, defendemos de parte del rey que ninguno non sea osado de plantar uinna en aquellos logares de riego que son pora pan” 59 . En las disposiciones adoptadas en el libro de repartimiento de Orihuela, podemos observar perfectamente estas directrices 60 . Esta obsesión por sembrar el mayor número posible de tierras de cereales se mantenía en las primeras décadas del siglo XIV. En un proceso entre las autoridades locales de Orihuela y el Baile de Orihuela, se recogen las alegaciones presentadas por el consistorio. “Et com en aquest any les gents d´Oriola e de son terme sembrasen moltes terres de secá en de regadiu per que era creença et openio llur de cullir molt blat. Et com per ocasió de temporals e specialment de gelades et de multitud d´aygues que foren en esta terra enguanyn les blats estaven en flor sien minvacs en gra la meytat et pus finalment l´ordi qui quasi la major partida d´aquella cremá et consumerá et bonament al pressent any quant les gents ajan sembrat et feyt llur semencie l´ordi no abasat a proveyrles” 61 . Durante el siglo XIII y principios del siglo XIV el reino de Valencia fue autosuficiente en cereales 62 , situación que podemos extrapolar al norte del reino de Murcia en el mismo periodo. Este contexto de abundancia de cereal y pan, debía ser una acicate para los campesinos que acudían a recibir tierras de labor y colonizar estas tierras. En todo caso y 59 TORRES FONTES, J., Repartimiento de Orihuela. Murcia, 1988, pág. 51. 60 TORRES FONTES, J., Repartimiento de Orihuela... 61 SOLER MILLA, L., "Que ordi ne sia tret la vila d'Oriola ni de son terme...”. pág. 62 RUBIO VELA, A., “Valencia y el control de la producción cerealista del reino en la 1067. Baja Edad Media...”, págs. 38-40. 23 como ha manifestado María Teresa Ferrer i Mallol, los setenta años documentados de repartimientos en Orihuela, convierten a este proceso colonizador en el más dilatado en el tiempo de los conocidos para la Corona de Aragón 63 . En el séptimo repartimiento, inédito hasta hace poco, se alcanzaron las tierras de la frontera norte del término, no aptas para el cultivo y muy peligrosas ya que era la zona por donde entraban los almogávares granadinos 64 . En el siglo XIV el trigo era el principal cultivo del término de Orihuela, controlado por el centro urbano 65 a través del Consell de la villa, que regulaba su producción y distribución. Decía Eximenis que el agro valenciano en sus años buenos podía producir hasta tres cosechas 66 , lo que permitía asegurar el abastecimiento del territorio y poder exportar alimentos al exterior. Las grandes ciudades tendían a ejercer un control sobre el territorio rural circundante, alfoz o contado en Italia 67 , con el objetivo de controlar la producción y distribución de la mayor cantidad de cereales posibles. En el caso de la ciudad de Valencia, sus autoridades intentaron durante los siglos XIV y XV hacer extensible este control a toda la 63 FERRER I MALLOL, M.ª T., “Repartiments de terres a Oriola després de la conquesta de Jaume II”, Acta historica et archaeologica Medievalia, 22, vol. 2. Homenatge al Dr. Manuel Riu i Riu. Barcelona, 1999-2001, págs. 509-535. 64 BARRIO BARRIO, J.A., “Un repartimiento inédito, el repartimiento de Orihuela de 1330... 65 "l'espansione progresiva della cerealicoltura fra XI e XIII secolo...il pieno reinserimento della cerealicoltura, tornata ad essere il settore produttivo dominante, entro meccanismi di mercato controllati dai centri urbani". MONTANARI, M. Alimentazione e cultura nel Medioevo. Bari, 19892. pág. 128. 66 MARTÍN, J.L., La ciudad y el príncipe: estudio y traducción de los textos de Francesc Eiximenis. Barcelona, 2002, pág. 73. 67 LA RONCIÈRE, CH.M., “L´approvisionnement des villes italiannes au Moyen Age (XIVe-XVe siècles)”, L´approvisionnement des ville de l´Europe occidentale ay Moyen Age et aux Temps Modernes, Flarant, 5 (1983), págs. 36-38. 24 producción cerealista del reino de Valencia 68 . Orihuela y Valencia ampliaron de forma considerable su término tras la guerra de los dos Pedros en la segunda mitad del siglo XIV. En la capital de la Gobernación el predominio de la agricultura era absoluto y especialmente el cultivo de cereales y la mayor parte de los miembros de la oligarquía y una parte destacada de la población tenía intereses económicos en dicha actividad. Los grandes hacendados gestionaban auténticas empresas agrícolas, ya que disponían en el centro de sus heredades de ganado de tiro, aperos de labranza, y algunos lagares, almazaras, barracas de criar seda, graneros, bodega 69 y fuera de ellas de molinos. Incluso algunos de los grandes propietarios como la familia Masquefa, señores de La Daya, poseían un molino fuera del término jurisdiccional de Orihuela, en la localidad de Aspe en el valle de Elda. En las grandes heredades sus propietarios habían incorporado a su dominio zonas de monte y pastos que gestionaban como espacio vedado 70 . En una carta escrita a los jurados de Valencia en 1463 con motivo de los enfrentamientos bélicos que se mantenían en la frontera castellana, las autoridades locales se lamentaban de los graves perjuicios causados a miembros del patriciado por la perdida de algún caballo y de algunas cosechas. Afirmaban en el escrito que la mayoría de ellos vivían del cultivo de sus tierras, trabajo en el que participaban sus hijos y en el que tenían su principal inversión y beneficio. Los problemas causados por la guerra reciente habían causado graves perdidas a muchos de ellos, hasta llevar a algunos, decía el texto quizá con algo de exageración, a la pobreza y podía ocasionar una fuerte despoblación en el término 71 . En 1437 los jurados de Valencia advertían a Alfonso V de los problemas que padecía la 68 RUBIO VELA, A., “El abastecimiento cerealista de una gran urbe bajomedieval. Aproximación al problema campo-ciudad en el País Valenciano”, L´escenari històric del Xúquer. Actes de la IV Assemblea d´Història de la Ribera. Ajuntament de l´Alcúdia, 1988, pág. 55-68. 69 BERNABÉ GIL, D., “Aspectos sociales del crecimiento agrario valenciano en tiempos de Felipe II”, pág. 187. 70 BARRIO BARRIO, J.A., “La ganadería oriolana en el siglo XV: la regulación de los pastos”, Investigaciones geográficas, 12 (1994), págs. 247-254. BERNABÉ GIL, D., “Aspectos sociales del crecimiento agrario valenciano en tiempos de Felipe II”, pág. 187. 71 A.H.O. Contestador, n.º 31, f. 314v. (1463, abril, 28). 25 ciudad de Orihuela y la necesidad de ayudar a sus habitantes, ya que en caso contrario peligraba la cosecha de cereales de la localidad, lo que podía ser muy perjudicial para la ciudad y el reino de Valencia. “...que aquesta ciutat ne reportaria massa gran dan per rahon dels blats e altres vitualles qui de la dita vila hi vénen e.s despenen en aquella... 72 ” En 1449 y ante la petición de los jurados de Valencia de dejar sacar al operador de valencia Antoni Pellicer, trigo de Orihuela, respondían las autoridades de Orihuela que no podían hacerlo por peligro el abastecimiento del término pero además, “e nos par que seria caritat levar a nostres ciutadanas que han treballat en segar e batre e replegar aquell.” 73 Las propias autoridades oriolanas recordaban en una carta al rey que si habían superado situaciones de hambruna era por la providencial feracidad de la huerta oriolana que producía cereales en grandes cantidades y como quedaba recogido en el dicho popular “ploga ho no ploga, blat ha en Oriola” 74 . El proverbio era conocido por las autoridades municipales de Valencia a finales del siglo XIV, haciendose eco del mismo en una epístola que los jurados de Valencia enviaban a la villa de Orihuela en 1392, ante un imprevisto e inhabitual embargo realizado por las autoridades de Orihuela de una partida de trigo con destino a Valencia 75 En la misma línea, en 1449 en respuesta a una petición de grano que las autoridades de Orihuela realizaban con angustia a la ciudad de Valencia, los jurados de Valencia respondían que a la “ciudad del trigo” no le daban ni un grano de trigo 76 . Fruto de este interés por la producción agrícola, se promulgaron durante los siglos XIV y XV, privilegios y ordenanzas municipales tendentes a favorecer la producción agrícola y garantizar la mano de obra suficiente para hacer frente a las tareas estacionales de laboreo 72 RUBIO VELA, A., Epistolari de la València medieval. Vol. II, València, 1985, carta n.º 20, págs. 118-119. 73 A.H.O. Contestador, n.º 28, f. 155r. (1449, septiembre, 9). 74 A.H.O. Contestador, n.º 28, ff. 66r-67v. (1449, mayo, 22). 75 El proverbio es exactamente el mismo, que aparece recogido en 1449 en las actas municipales de Orihuela, “ploga o no ploga blat ha en Oriola”. GARCÍA MARSILLA, J.V., La jerarquía de la mesa. Los sistemas alimentarios en la Valencia bajomedieval. Valencia, 1993, pág. 41. 76 A.H.O. Contestador, n.º 28, f. 155v (1449, septiembre, 9). 26 que requerían un mayor número de trabajadores. Las ordenanzas del trabajo aprobadas en 1446 y 1463 son una buena prueba de ello 77 . Los objetivos en relación al sector agrícola de este tipo de medidas fueron dos, garantizar la disponibilidad de mano obra asalariada y establecer las condiciones de salarios y de trabajo favorables a los propietarios de tierras que tenían que contratar a estos jornaleros. Las principales tareas para las que eran contratados los braceros y trabajadores agrícolas estaban relacionadas con el sector cerealista y el vitivinícola y comprendían básicamente las actividades cíclicas del trabajo de la tierra que consistían en cavar, sembrar, recoger la cosecha y arar 78 , además de las propias del cuidado de la vid, acarreo de la vendimia y pisado del vino. Las faenas agrícolas recogidas en la ordenanza y que realizaban los braceros eran aparar el trigo, amontonar y aventar la parva, cavar, layar la tierra, mondar con azada, podar y la siega del trigo, de la cebada y del haba. Los trabajadores contratados con bestias se dedicaban a arar, sembrar y acarrear la vendimia. En el ordenamiento de Murcia de 1351 se aprecia una división en el trabajo agrícola semejante 79 . Tenemos documentado, al menos desde principios del siglo XV, las restricciones a la movilidad de los braceros agrícolas de Orihuela, hasta que no se hubiese recogido la cosecha local de cereales. Este tipo de medidas que se aprobaban con reiterada frecuencia, tenía por objetivo impedir la salida de trabajadores locales que acudían estacionalmente a faenar en tierras de cultivo ubicadas en el reino de Murcia. Al mismo tiempo, se incentivaba la inmigración de campesinos y artesanos, con subvenciones del consistorio y facilitando el alojamiento de los recién llegados. Llegando a ser codiciados los campesinos musulmanes. La ciudad de Orihuela había perdido la mayor parte de su población mudéjar tras la guerra de los dos Pedros en la segunda mitad del siglo XIV. Durante la primera mitad del siglo XV el 77 BARRIO BARRIO, J.A., “Aproximación a la organización del trabajo en Orihuela en el siglo XV. Las ordenanzas de 1446", Alquibla. Revista de investigación del Bajo Segura, 4 (1998), págs. 105-126. 78 DUBY, G., “La agricultura medieval”, en CIPOLLA, C.M., ed., Historia económico de la Europa . La Edad Media. Barcelona, 1979, pág. 207. 79 TORRES FONTES, J., "El ordenamiento de precios y salarios otorgado por Pedro I en 1351”, Anuario de Historia del Derecho español, 31 (1961), pág. 287. 27 Consell de Orihuela, ante la necesidad de mano de obra para las tareas agrícolas de la huerta, intentó atraer pobladores mudéjares y establecer una morería en la localidad80 . La erección de la morería fue aprobada, se iniciaron las obras de construcción de la mezquita y las primeras casas de los pobladores musulmanes. La negativa de los musulmanes del valle de Elda para acudir a poblar la ciudad de Orihuela 81 , supuso el fracaso final de la iniciativa y el abandono del intento de crear una nueva morería en el interior de la ciudad de Orihuela. Las ciudades medievales incentivaban la inmigración con el fin de ampliar las opciones de venta y ganancia de todos y cada uno de los habitantes de la ciudad 82 . En una ciudad que basaba su riqueza y crecimiento en la producción y comercialización agrícola, la necesidad de campesinos era vital para los intereses económicos de la oligarquía dirigente. La proyección comercial y especulativa de la producción cerealista del término y el apoyo que se daba desde el municipio a la producción agrícola local, se verifica con medidas proteccionistas aprobadas por el consistorio, para impedir la entrada de cereales foráneos procedentes de Castilla. En junio de 1416 se constató la entrada de trigo y cebada procedentes de Castilla, lo que perjudicaba la venta de los cereales del término en “tan gran derroch” y perjuicio a los labradores de la villa. Por ello se aprobó una normativa que gravaba la entrada de cereales foráneos en el término con cuatro sueldos el cahíz de trigo y cuatro sueldos el cahíz de cebada. “Item com en lo dit Consell for donat a entendre que del Regne de Castilla e altre parts entra en la dita vila e son terme forment e civada per la qual raho los blats de la dita vila venen en gran derroch que seria sy remey no sy prena dels llauradors de la dita vila gran dan”. 83 La ciudad de Orihuela, organiza la producción y comercialización de sus cereales, bajo parámetros diametralmente opuestos a la mayor parte de centros urbanos de la Corona de Aragón. Vedamiento a la entrada de cereales foráneos y libertad a la extracción de los 80 81 BARRIO BARRIO, J.A., “La difícil convivencia entre cristianos y musulmanes...” Este episodio muestra, por una parte, la fuerte cohesión de las comunidades campesinas musulmanas que coexistieron con los cristianos conquistadores y colonizadores en el sur del reino de Valencia. 82 WEBER, M., La Ciudad. Madrid, 1987, pág. 40. 83 A.H.O. Contestador, n.º 15, f. 229r. (1416, julio, 7). 28 cereales propios. La protección a los productores y agricultores y la búsqueda de los mayores beneficios económicos para la producción agrícola es la prioridad absoluta del Consell de Orihuela. La agricultura y la actividad campesina en la Gobernación de Orihuela se benefició de la reactivación del mercado y del consumo, que se vio favorecida por la existencia en los territorios de la gobernación del puerto de Alicante, y los embarcaderos del Cap del Aljup en Elche y los de Guardamar y Cabo de Cervera en término municipal de Orihuela84 , y por la mejora de las infraestructuras viarias en el siglo XV con la construcción y reparación de los caminos que unían los centros rurales con los urbanos y con los puertos por donde salían las mercancías, así como la edificación de notables obras de infraestructura como el nuevo puente de piedra que se construyó en la entrada de la puerta del puente de Orihuela, que era el acceso más importante de la villa, lo que facilitó la llegada de los productos del campo y la salida de carros cargados con productos diversos hacia los puertos cercanos para su exportación. Para el aprovisionamiento correcto de las urbes medievales, era preciso disponer de una buena red de comunicaciones y un buen sistema de transportes, para que el cereal llegase lo más rápido posible y en las mejores condiciones al mercado urbano o a las zona de venta en la costa 85 . No hay que olvidar que la mayor parte del campesinado cristiano, estaba adscrito a los centros urbanos de realengo del territorio, como las villas de Orihuela y Alicante. Estos labradores, enfiteutas o jornaleros, estaban avecindados en sus respectivos municipios, por lo que por encima de su condición laboral, tenían la categoría de ciudadanos. En el occidente cristiano, fue decisiva la aparición novedosa y única del carácter asociativo de la ciudad y la noción de ciudadano en contraposición a la de campesino 86 . 84 Sobre los puertos de la Gobernación vid. HINOJOSA MONTALVO, J., "El Cap del Aljup, puerto medieval de Elche", Mayurqa. Homenatge a Alvaro Santamaría, 23, Palma de Mallorca, 1989, I, págs. 311-374; Id. “El puerto de Alicante durante la Baja Edad Media”, Anales de la Universidad de Alicante. Historia Medieval, nº 4-5 (1986), págs 151-166. 85 LA RONCIÈRE, CH.M., “L´approvisionnement des villes italiannes au Moyen Age (XIVe-XVe siècles)”, L´approvisionnement des ville de l´Europe occidentale ay Moyen Age et aux Temps Modernes, Flarant, 5 (1983), pág. 40. 86 WEBER, M., La Ciudad. Madrid, 1987, pág. 24. 29 Una cuestión de gran trascendencia para conocer los niveles de vida y las pautas de consumo del campesinado, es acercarnos a los salarios que percibían los trabajadores agrícolas en el territorio y a través del estudio de los inventarios disponibles conocer su nivel de riqueza patrimonial. Disponemos de dos regulaciones salariales realizadas en el siglo XV. La regulación de los salarios de los trabajadores dedicados a las actividades agrícolas, afectaba a los jornaleros, que acudían a realizar las principales tareas relacionadas con el cultivo del trigo, la vid y las habas. En el apartado dedicado a los obreros de villa se incluían a los trabajadores que eran contratados con bestias para las tareas de la siembra, la trilla o para acarrear la vendimia y los que pisaban la uva. También entre este grupo y el anterior hay una importante diferencia, ya que a los braceros no se les facilitaba alimentación y bebida y a los trabajadores agrícolas con un par de bestias y a los que acarreaban la vendimia se les incorporaba el mantenimiento en el salario. En Alcoy en 1420 las autoridades locales prohibían que fueran mantenidos los segadores por los que los contrataban 87 . Esta practica se realizaba también en la vecina Murcia al menos desde el siglo XIV donde al jornalero eventual que tenía mejor sueldo, se le asignaba un jornal diario, pero el sustento corría por su cuenta. Mientras que el labrador fijo que era contratado para labrar con acémilas, recibía un salario mensual y el mantenimiento 88 . La situación es similar a la que se dio en Orihuela un siglo después. Las principales tareas para las que eran contratados los braceros y trabajadores agrícolas estaban relacionadas con el sector cerealista y el vitivinícola y comprendían básicamente las actividades cíclicas del trabajo de la tierra que consistían en cavar, sembrar, recoger la cosecha y arar 89 , además de las propias del cuidado de la vid, acarreo de la vendimia y preparación del vino. También podemos conocer las faenas agrícolas recogidas en la ordenanza. Los braceros aparaban el trigo, amontonaban y aventaban la parva, cavaban, layaban la tierra, 87 HINOJOSA MONTALVO, J., Las tierras alicantinas en la Edad Media. Alicante, 1995, pág. 132. 88 89 TORRES FONTES, J., "El ordenamiento de precios y salarios...”, pág. 287. DUBY, G., “La agricultura medieval”, en CIPOLLA, C.M., ed., Historia económico de la Europa . La Edad Media. Barcelona, 1979, pág. 207. 30 mondaban con azada, podaban y segaban el trigo, la cebada y las habas. Los trabajadores contratados con bestias se dedicaban a arar, sembrar y acarrear la vendimia. En el ordenamiento de Murcia de 1351 se aprecia una división en el trabajo agrícola semejante 90 . REGULACIÓN DE SALARIOS Y PRECIOS EN ORIHUELA EN 1446. ( Valores expresados en moneda valenciana. (1 libra= 20 sueldos. 1 sueldo= 12 dineros) Tipo de trabajador Actividad Salario CAPÍTULOS DE LOS BRACEROS Y TRABAJADORES AGRÍCOLAS. Aventador amontonar y aventar la parva 1 almud y 1 cuartero por cahíz. Bracero aparar el trigo 4 sueldos Bracero arrancar lino 4 sueld.6 din. por tahúlla Bracero cavar 3 sueldos Bracero mondar a azada y espuerta 2 sueldos Bracero segar cebada 3 sueldos Bracero segar habas 3 sueldos Bracero segar trigo 4 sueldos Destripaterrones 2 sueld. 6 din. Layador layar 3 sueld. 6 din. Podador podar 2 sueld. 6 din. Sarmentador sarmentar 2 sueldos 90 TORRES FONTES, J., "El ordenamiento de precios y salarios...”, pág. 287. 31 Trabajador con mulo acarrear en la vendimia 4 sueldos Trabajador con asno acarrear en la vendimia 3 sueldos Trabajador pisar vendimia 2 sueld. 6 din. Trabajador con mulo arar 4 sueldos Trabajador con asno arar 3 sueldos Trabajador con dos mulos sembrar 6 sueldos Trabajador con dos sembrar 5 sueldos sembrar 4 sueldos bueyes Trabajador con dos asnos OBREROS DE VILLA. Maestro de obra de villa. 4 sueldos Mano de obra 2 sueld. 6 din. Resto / Servidores 2 sueldos FUENTE: AMO, Contestador, n.º 27. Año 1446. Elaboración propia. Es interesante observar que el sueldo de un bracero era el mismo que el de un maestro de obra, 4 sueldos por jornal. En 1463 el Consell aprobó una nueva regulación de salarios. Los salarios eran muy similares o idénticos a los de 1446, con la salvedad que el salario del bracero bajaba de 4 sueldos a 3 sueldos y 6 dineros. Estamos en una década de recesión con un posible bajada del precio del grano, lo que obliga a los productores a disminuir el salario de los braceros. Conocemos los niveles de riqueza patrimonial de algunas familias de campesinos del término, a través del estudio de inventarios patrimoniales del año 1461 conservados de dos familias campesinas 91 . 91 A.H.O. Contestador, n.º 31, f. 31r y ss. 32 Los casos que hemos estudiado corresponden a familias que podemos situar en el nivel medio-bajo de la única escala de riqueza patrimonial que conocemos en la villa de Orihuela a través de una imposición fiscal realizada en 1353. Este padrón fiscal refiere cinco niveles de riqueza patrimonial, mientras que para una ciudad de mayor tamaño y peso demográfico y económico como era Basilea, los niveles patrimoniales son siete. RIQUEZA IMPONIBLE EN ORIHUELA EN 1353. COMPARATIVA CON LA RIQUEZA IMPONIBLE DE BASILEA EN 1446. ORIHUELA (1353) BASILEA ORIHUELA BASILEA ORIHUELA BASILEA (1446) (1353) (1446) (1353) (1446) RIQUEZA ( RIQUEZA sueldos ) (Gulden) Menos de Menos de 500 500 500-1000 FUEGOS PORCENTAJE 756 2548 41'33 89´6 500-1000 363 128 19'85 4´67 1000-4000 1000-4000 403 117 22'03 4´1 4000-8000 4000-5000 123 15 6'72 0´5 8000-10000 5000-10000 184 23 10'06 0´8 10000- 10000- 0 9 0 0`3 20000 20000 Más de Más de 0 1 0 0´03 20000 20000 1829 2841 100 100 TOTAL 33 FUENTE: Basilea. POUNDS, N.J.G. Historia Económica de la Europa Medieval. Barcelona, Crítica, 1987, pág. 324. Orihuela. A(rchivo) H(istórico) de O(rihuela). Contestador, n.º 9. El primer caso estudiado se sitúa en el segundo nivel de riqueza con patrimonios superiores a los 500 sueldos pero que no alcanzan los mil sueldos. La base de la riqueza de estas dos familias campesinas estudiadas, son pequeños lotes de tierras que apenas llegan a los 10.000 m2 de extensión (8.260 m) y que cultivan como enfiteutas, son tierras de regadío ubicadas en la zona más fértil de la huerta y destinadas la mitad de ellas al cultivo de la vid y la otra mitad tierra blanca, para cultivo de cereales, hortalizas, etc. El primer lote es el que tiene más valor económico. El gravamen que pesa sobre la tierra es muy reducido, apenas llega al 5% sobre el valor de venta del dominio útil de la tierra. Esta familia campesina posee además una casa que supone el 32´6 % del patrimonio familiar, una gama variada de ropas, muebles, utillaje, animales de corral y joyas que supone el 17´3 % de su riqueza y el dominio útil sobre la tierra que trabajan que supone el 46´5 % de su riqueza patrimonial. El segundo caso estudiado lo podemos ubicar en el nivel de riqueza superior el que va de 1000 a 4000 sueldos, pero en el umbral bajo de este nivel. La tierra de esta segunda familia alcanza una extensión un poco superior al caso anterior, algo más de 12.000 m2. Pero la principal diferencia radica en que toda la tierra es de alta calidad, regadío y las tierras de viña son más extensas. Entre las ropas descritas en este inventario, aparecen telas caras, utillaje de cocina variado, como un plato blanco para el pan y un rallador de queso por ejemplo, cinco bueyes de labranza, una burra, animales de corral y colmenas. Además aparece una importante cantidad de trigo almacenada estimada en torno a los 750 kg. de trigo. Se observa en el segundo caso un patrimonio en telas, ropas y joyas en mayor cantidad y calidad que en el caso anterior, así como la existencia de animales propios de labranza y uno de los datos más interesantes en este segundo caso, es que el mayor nivel de consumo en gasto suntuario va acompañado de un mayor nivel de endeudamiento. En el 34 inventario se declaran dos importantes deudas económicas, una sobre el censo a pagar sobre uno de los dos lotes de tierra y otro un pago pendiente sobre la compra de los bueyes. Por último, hay que reseñar el utillaje bélico localizado en el inventario testamentario de un campesino, en él que aparece una ballesta de hierro y el equipamiento necesario para transportar ballestas. Conclusión. En las fértiles y regadas tierras del Bajo Segura, el campesinado cristiano que acudió a poblar estas tierras, pudo disfrutar durante toda la Baja Edad Media, de una situación económica y social favorable. Las tierras conquistadas a los musulmanes fueron repartidas entre colonos cristianos que tuvieron el apoyo y amparo del municipio, para el desarrollo de una agricultura cerealista, que en principio pudo orientarse hacia el autoconsumo, pero que derivó hacia el mercado y la especulación, en un ciclo del que conocemos bien la primera fase el repartimiento del siglo XIII y las primeras décadas del siglo XIV y la eclosión de este modelo de explotación económica de la tierra en el siglo XV. Todavía nos faltan datos de estudio sobre el siglo XIV, para poder completar el análisis de la evolución cronológica de los modelos de producción de la tierra y la distribución de sus productos en el mercado. La abundante cantidad de tierra disponible propiciaba la cesión de tierras a los colonos-campesinos interesados en poner en cultivo estos predios. Los grandes propietarios de tierras, algunos de ellos instalados desde los inicios del proceso repoblador, fueron acumulando a lo largo del periodo estudiado tierras y derechos sobre pastos, tierras comunales, etc. Excepto un propietario asentado en el territorio que era noble, el resto eran caballeros villanos o ciudadanos mayores que aspiraban a acceder al escalafón nobiliario. Estos grandes propietarios y hacendados, algunos de ellos señores con jurisdicción en sus tierras, conformaban la oligarquía dirigente del centro urbano. Por debajo de ellos se encontraban los medianos y pequeños propietarios y numerosos enfiteutas, arrendatarios, apareceros o jornaleros, en un número difícil o imposible de calibrar. Los privilegios reales concedidos a la villa de Orihuela a principios del siglo XIV, convirtieron a la Gobernación de Orihuela en uno de los graneros de la Corona de Aragón. Era un espacio sobre el que se entremezclaban intereses contrapuestos y enfrentados. Por una parte, los productores anhelaban vender los excedentes del grano en los mercados exteriores y 35 al mejor precio posible 92 . Por el otro, los potenciales compradores de dicho grano, tenían intereses enfrentados. La monarquía esperaba ejercer un control en beneficio propio, sobre la saca de dichos cereales, mientras que las principales ciudades de la Corona de Aragón, como Barcelona, Mallorca o Valencia competían por la compra del trigo oriolano. Valencia arguyendo su posición de capital del reino, intentó y consiguió que el grano oriolano no saliese del reino de Valencia y fuese llevado al mercado de Valencia. En este contexto se propició la producción masiva de cereales, orientados hacia el mercado interior de la Gobernación y hacia mercados externos como la ciudad de Barcelona y sobre todo la ciudad de Valencia. Las carestías cíclicas de trigo en la Corona de Aragón, propiciaban periódicas y puntuales subidas del precio del grano. Circunstancia que era aprovechada por los productores para vender su grano al mejor precio posible y forzar prácticas especulativas en la venta del grano. Los beneficios que los grandes propietarios y los campesinos obtenían de la explotación de la tierra, fueron orientados hacia el mercado, con un gradual incremento de las expectativas de consumo y de las necesidades de objetos y productos suntuarios. Así desde finales del siglo XIV se organiza una potente industria textil, destinada a satisfacer el consumo de paños de calidad de la sociedad campesina del Bajo Segura. Durante los siglos XIV y XV se promulgan reiteradas normativas suntuarias que inciden en el consumo de paños lujosos y joyas. Asimismo durante el siglo XV se incentiva el consumo de productos de alta calidad, caballos, armas, joyas, muebles, especias, azúcar, carne variada y de calidad, perdices, especias, vino de calidad, etc. Este gasto de productos suntuarios y lujosos generó niveles de endeudamiento no sólo en las capas altas y nobiliarias de la sociedad, sino incluso también en los sectores medios y bajos del campesinado, que no fueron ajenos a estas pautas de consumo. Un consumo y endeudamiento que provocan en la segunda mitad del siglo XV, momentos críticos por las dificultades para hacer frente a estas deudas y la falta de liquidez de algunas familias, lo que 92 Lo que no era incompatible, con el anhelo de las autoridades de controlar el precio del grano en el mercado interior. La máxima Weberiana sobre la “economía política urbana”, caracterizada por intentar garantizar el abastecimiento regular de alimentos y mantener la moderación de los precios, era un claro objetivo de las autoridades oriolanas. WEBER, M., La ciudad... pág. 13. 36 llevo a utilizar el trigo como moneda de pago en las deudas y como producto de préstamo usurario. En definitiva, un campesinado que muy pronto orientó sus prácticas productivas hacia el mercado, dirigiéndose los beneficios económicos de la venta de la producción agrícola hacia el mercado, en la compra de muebles, enseres, utillaje de cocina, telas e incluso joyas. Las prácticas especulativas y usurarias también fueron moneda de cambio en este escenario económico dinámico y emergente.