Dosier de prensa CaixaForum Barcelona Del 11 de marzo al 21 de junio de 2015 Dosier de prensa Lenguaje cierra el ciclo de exposiciones comisariado por Enrique Juncosa, en el que ofrece una mirada poliédrica sobre la historia del arte reciente a través de las obras que forman la Colección ”la Caixa” ¿Podemos explicar y clasificar el arte contemporáneo mediante un relato único y cronológico, como se ha hecho con todo el arte anterior? ¿No sería más oportuno plantear una simultaneidad de relatos que permitiesen acercarnos a la creación actual desde distintos puntos de vista? Este es el planteamiento de Tres narrativas, el ciclo de exposiciones que ha presentado esta temporada la Obra Social ”la Caixa” en la Sala 2 de CaixaForum Barcelona a partir de su colección de arte contemporáneo. El poeta, ensayista, crítico y director de museos Enrique Juncosa se ha zambullido en la Colección ”la Caixa” y nos ofrece nuevas interpretaciones sobre los fondos de la entidad. Juncosa se inspira en algunas estructuras narrativas actuales del mundo de la literatura o el cine para presentar un ciclo de tres exposiciones a partir de tres conceptos que unen la obra de artistas contemporáneos. Tras Participación y Memoria, Juncosa presenta la tercera de las muestras, Lenguaje, que reúne la obra de una serie de artistas de herencia minimalista que hacen hincapié en las cuestiones formales: Donald Judd, Agnes Martin, Giovanni Anselmo, Bruce Nauman, Juan Uslé, Xavier Grau, Peter Halley, Jonathan Lasker, Tony Cragg, Richard Deacon, Andreas Gursky e Hiroshi Sugimoto. La exposición incluye la obra This You, primera performance del consolidado artista Tino Sehgal en España, en la que una cantante interactuará con los espectadores durante todo el periodo que dure la muestra en CaixaForum Barcelona. Tres narrativas. Participación. Memoria. Lenguaje. Colección ”la Caixa” Arte Contemporáneo. Fechas: Participación: del 2 de octubre de 2014 al 15 de febrero de 2015. Memoria: del 11 de marzo al 21 de junio de 2015. Lenguaje: del 17 de julio al 27 de septiembre de 2015. Organización y producción: Obra Social ”la Caixa”. Comisariado: Enrique Juncosa. Lugar: CaixaForum Barcelona (av. de Francesc Ferrer i Guàrdia, 6-8). #TresNarrativas @CaixaForum 2 Barcelona, 16 de julio de 2015. La Obra Social ”la Caixa” ha presentado hoy la exposición Lenguaje, que abre mañana sus puertas al público. Esta muestra es la tercera y última de las que componen el ciclo Tres narrativas. Participación. Memoria. Lenguaje. Colección ”la Caixa” Arte Contemporáneo, que ha podido verse en CaixaForum Barcelona durante la presente temporada. La exposición, organizada y producida por la Obra Social ”la Caixa”, se enmarca en la voluntad histórica de la entidad de contribuir a aumentar la capacidad de generar conocimiento y sensibilidad hacia el arte más actual. Dar a conocer la creación contemporánea rompiendo las barreras que a menudo la separan del público es uno de los objetivos de la Obra Social ”la Caixa” en el ámbito cultural. Así, la programación cultural de la entidad presta especial atención a las manifestaciones artísticas más recientes, ya sea desde las distintas exposiciones que programa, ya sea mediante adquisiciones de su propia colección de arte contemporáneo. La Colección ”la Caixa” está formada en la actualidad por casi un millar de obras, y en sus fondos se encuentran trabajos de los artistas más importantes de los últimos treinta años. La Colección es hoy un punto de referencia artístico, tal y como lo demuestra el préstamo constante de algunas de sus obras para ser exhibidas por todo el mundo, así como la organización de numerosas exposiciones en los centros CaixaForum y muestras itinerantes en España, Europa y el resto del mundo. En los últimos años, la Obra Social ”la Caixa” también ha promovido alianzas estratégicas con grandes centros museísticos del mundo —como el Museo del Louvre y el Museo del Prado— con el fin de intensificar su acción cultural. En esta línea se enmarcan el acuerdo con el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA) para la gestión coordinada de los fondos de arte contemporáneo de ambas instituciones y una política también coordinada de adquisición de obras, así como la coproducción de exposiciones a partir de los fondos de sus colecciones. Con el ciclo Tres narrativas. Participación. Memoria. Lenguaje. Colección ”la Caixa” Arte Contemporáneo, la entidad sigue apostando por tener un espacio permanente en CaixaForum Barcelona abierto a nuevas interpretaciones sobre sus fondos de arte contemporáneo, ya sea a cargo de comisarios emergentes —con el ciclo Comisart— o invitando a figuras de referencia en el mundo de la creación contemporánea. Durante la temporada 2014-2015, la Sala 2 del Centro Cultural y Social de la Obra Social ”la Caixa” en Barcelona acoge la propuesta de Enrique Juncosa 3 (Palma, 1961), poeta, ensayista, crítico de arte, comisario de exposiciones y director de museos. Esta colaboración supone el reencuentro de Juncosa con la Obra Social ”la Caixa”, entidad con la que ya colaboró en la década de los noventa en la organización de exposiciones, como las dedicadas a Barry Flanagan y Malcolm Morley. Posteriormente, Juncosa ha sido subdirector del Instituto Valenciano de Arte Moderno y del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, así como director del Irish Museum of Modern Art (Dublín). Juncosa cree que el discurso tradicional sobre el arte, basado en escuelas y movimientos centralizados en grandes capitales artísticas, ya no sirve para dar cuenta de la complejidad del fenómeno artístico contemporáneo. En cambio, la narrativa ha explorado la simultaneidad, los tiempos paralelos, las coincidencias y las bifurcaciones de una forma quizá solo equiparable a la física moderna. A partir de esta idea, Juncosa ha presentado en CaixaForum Barcelona un programa de tres exposiciones en torno a los conceptos de participación, memoria y lenguaje que describen un itinerario desde la expansión del hecho compartido hasta la concentración y la intimidad de la forma. En relación con estos tres conceptos, ha seleccionado obras de la Colección ”la Caixa” de artistas como Olafur Eliasson, Douglas Gordon, Apichatpong Weerasethakul, Juan Muñoz, Doris Salcedo, Bruce Nauman y Richard Serra, entre otros. Tres narraciones diversas de la historia del arte Existe un consenso generalizado sobre cómo debe ordenarse el arte moderno del siglo XX, pero solo hasta los años sesenta. Desde entonces y hasta hoy, el arte contemporáneo se ha convertido en algo irreducible a una única narración que sea capaz de explicarlo. Conviven al respecto una gran variedad de estéticas. Se utilizan los denominados nuevos medios artísticos, pero no han desaparecido las técnicas «tradicionales», como la pintura o el dibujo. Surgen algunas formas de arte, totalmente establecidas, que incluso niegan la validez del objeto artístico, y existen otras que son híbridos de categorías que antes eran fijas y claras. Hallamos artistas en todo el mundo, desde Argentina hasta Tailandia, pasando por Alemania, Irán o India, que incorporan sus propias perspectivas culturales y contextuales al discurso global. 4 Se ha hecho imposible ignorar intencionadamente la realidad, elaborar una única narrativa que lo explique y lo abarque todo, llegándose a considerar desde hace unos años la misma idea de progreso como una creencia ni más ni menos que supersticiosa. El ciclo de exposiciones Tres narrativas ha sido concebido como «una posibilidad»: la de plantear distintas narraciones de la historia del arte reciente, que se resiste a ser interpretado como un relato único. Se trata de un modelo plural inspirado en referentes de otros ámbitos que han explorado estructuras narrativas complejas y entrecruzadas, como pueden ser las novelas 2666 de Roberto Bolaño o The Hakawati de Rabih Alameddine en literatura, el largometraje Mulholland Drive de David Lynch en cine, o las óperas del irlandés Gerald Barry en artes escénicas. Partiendo de este marco teórico, el ciclo se desarrolla en tres exposiciones sucesivas cuyo objetivo fundamental es mostrar cómo la participación, la memoria y el lenguaje han funcionado como estrategias creativas y especulativas en las creaciones artísticas de las tres últimas décadas. Para ello, las muestras se presentan en sentido cronológico inverso, buscando líneas de fuga, puntos de cruce y de encuentro, para extraer nuevas narraciones a partir de las obras que forman la Colección ”la Caixa” de Arte Contemporáneo. De ese modo, las obras incluidas en la primera muestra, Participación, son las de incorporación más o menos reciente en la colección. Exploran prácticas dominantes desde finales de los noventa que van, en la mayor parte de los casos, más allá del objeto artístico. En términos generales, su significado reside fuera de las propias obras, reclamando la participación del espectador. Las obras que se incluyen en la segunda muestra, titulada Memoria, muchas de ellas ejecutadas a inicios de los años noventa, son más importantes como detonante de interpretaciones desarrolladas a partir de la memoria, tanto del artista como del espectador, que como objetos artísticos, aunque su materialidad aún es importante. La mayor parte de las mismas tratan asuntos como la enfermedad, la violencia social o política, y distintas cuestiones identitarias. En la tercera y última muestra, titulada Lenguaje, el sentido de las obras reside en sí mismas, tratándose de creaciones realizadas mayormente en los años ochenta, o bien, si son posteriores, que siguen criterios explorados inicialmente. 5 Lenguaje bucea en las numerosas ramificaciones del minimalismo Lenguaje pone en relación a un grupo de artistas para explorar el rico legado del minimalismo a partir de pinturas, esculturas, fotografías y una videoinstalación. El minimalismo irrumpió en los Estados Unidos a partir sobre todo de la muestra Primary Structures, organizada por el Jewish Museum de Nueva York en 1966. Los artistas de este movimiento, que en algunos casos fueron también autores de brillantes textos teóricos y críticos, defendieron que el sentido de la obra de arte debía residir en sus características formales, despreciando la posibilidad de lecturas metafóricas, simbólicas, religiosas o sociopolíticas. Los minimalistas desarrollaron lenguajes que eludían el ilusionismo, la expresividad y lo subjetivo para centrarse en la geometría y en las cualidades específicas de las obras: forma, color, superficie, volumen… En busca de un nuevo lenguaje objetivo y neutral, utilizaron además materiales industriales como los que encontramos a nuestro alrededor de forma cotidiana. La influencia de las ideas propugnadas por los minimalistas ha sido enorme, generando incluso obras de arte que hallan su razón de ser siéndoles contrarias. Para ejemplificar este movimiento, la muestra incluye obras de Donald Judd y Agnes Martin. A finales de los sesenta, y con el contexto de fondo de la radicalización de los posicionamientos políticos, numerosos artistas reivindicaban ya la importancia y la necesidad del significado. La forma seguía siendo importante, pero también lo eran los materiales empleados, los procesos de creación y el lugar donde se presentaban las obras de arte, además de las posibilidades metafóricas de todo ello. La neutralidad de la que hablaban los minimalistas empezó a no parecer posible y, al poco tiempo, surgieron distintas tendencias (que incluían el process art, el land art o el arte povera), tanto en los Estados Unidos como en Europa, que ahora suelen agruparse bajo el término general de posminimalismo. Esas ideas están representadas en la exposición por las obras de Giovanni Anselmo y Bruce Nauman. Ya en los años ochenta, aunque se incluyen en la muestra artistas que trabajaban desde la década anterior, se habló de nuevas abstracciones, o de abstracción posminimalista, identificándose solo en la pintura una revolución formal equivalente a la que acabamos de describir para la escultura. El hecho de que se tardara en elaborar ese discurso se debió, sin duda, a que en los años de eclosión del minimalismo se hablaba con frecuencia de la «muerte de la pintura», que influyentes teóricos veían como un lenguaje incapaz de evolucionar después de llegar al cuadro monocromo. Entre los protagonistas de 6 esta nueva abstracción nos encontramos con Juan Uslé, Xavier Grau, Peter Halley y Jonathan Lasker. Todos ellos consideran el legado de la abstracción no como un fin en sí mismo, sino como un medio para tratar cuestiones diversas. La obra de este grupo de pintores internacionales está en relación con la denominada nueva escultura británica, que se desarrolló en las mismas fechas y que representamos aquí mediante trabajos de Tony Cragg y Richard Deacon. En los noventa creció enormemente el interés —que todavía perdura— por la fotografía, en gran parte gracias a los artistas alemanes asociados a la escuela de Düsseldorf. En la muestra presentamos este desarrollo artístico con la obra de Andreas Gursky. Los nuevos fotógrafos alemanes hacían ostentación de sus habilidades técnicas en imágenes de gran formato que hablaban con frecuencia de sí mismas. Este interés por la fotografía como medio autorreflexivo se convirtió pronto en algo muy extendido, y de ahí que incluyamos en la muestra cuatro obras del japonés Hiroshi Sugimoto, representante también de esa nueva objetividad y autor de fotografías que ponen de manifiesto un gran dominio técnico, cualidad subrayada en su caso por el uso del blanco y negro. El hecho de que varias de las obras de los artistas reunidos en la presente muestra no tengan título tiene que ver, creemos, con la herencia minimalista: la obra habla por sí misma y, por lo tanto, los títulos no son necesarios o, cuando existen, no son siempre descriptivos. Eso no quita, como ya hemos advertido, que estas obras puedan incorporar puntos de vista críticos respecto del discurso formalista. Parece evidente, por otra parte, que las nuevas ideas estéticas generadas después, como por ejemplo las defendidas por los artistas relacionales desde finales de los noventa, nos hacen ver las obras que las preceden de una forma distinta, incapaces ahora de extrapolar el contexto en el que surgieron. Por ello, y también para recordar que se trata de una exposición en un ciclo de exposiciones relacionadas, Lenguaje se completa con una obra de Tino Sehgal, un artista que trabaja con actores y cantantes realizando obras efímeras que solo se conservan en la memoria de los espectadores y que se construyen mediante el encuentro de intérpretes y testigos. La obra de Sehgal está en relación, ya desde lo meramente generacional, con la primera de las exposiciones de este ciclo, dedicada a la «participación», aunque también juega con la «memoria» y es el resultado de un «lenguaje» tan riguroso como específico que rechaza el objeto y su propia documentación. 7 DONALD JUDD Untitled 1968, 1985 Esta obra de Donald Judd (Excelsior Springs, Missouri, 1928 – Nueva York, 1994), proyectada en 1968 y rehecha en 1985, es muy característica de su trabajo, articulado siempre mediante formas geométricas simples, como el cubo o el rectángulo. También es típicamente suya por los materiales, aluminio anodizado y metacrilato, que forman parte de su repertorio habitual, y que incluye asimismo acero inoxidable, latón o pinturas de acabado metálico. Judd, que había adquirido cierta notoriedad como crítico de arte antes que como artista, defendió por escrito que las obras de arte solo podían considerarse por sí mismas, ya que su sentido únicamente era cierto si podía verificarse empíricamente al describirlas. Su obra obedece, pues, a planteamientos teóricos rigurosos que abarcan incluso su ubicación en el espacio expositivo, desarrollando un lenguaje elegante y sorprendentemente sensual a partir de ideas muy precisas. En este caso, nos encontramos con una pieza realizada mediante la soldadura de cuatro planchas de aluminio, que forman una suerte de caja con dos aberturas, sin que exista sugerencia referencial alguna. Parte de lo que podríamos considerar el interior de la obra, más o menos la mitad más alejada de la abertura, queda cubierta por metacrilato azul. Esta escultura, como otras suyas, se convierte así en una escultura ideal: sabemos exactamente cómo está hecha y de qué trata entendiéndola unitariamente. El espectador tiene que rodear la obra, que no le oculta ningún secreto, aunque el color azul del interior pueda leerse como una metáfora de su posibilidad, si bien esta idea es seguramente irónica, ya que no se potencia ningún elemento expresivo ni subjetivo. AGNES MARTIN Untitled No. 7 1997 La canadiense Agnes Martin (Macklin, Canadá, 1912 – Taos, Nuevo México, Estados Unidos, 2004) vivió en los Estados Unidos desde 1932. Su obra funciona como un eslabón entre los campos de color expresionistas de Barnett Newman y Mark Rothko y la sistematización de los minimalistas. Martin empezó a exponer en los años cincuenta en Nueva York, y ya en la década siguiente había desarrollado su lenguaje característico, que consiste en retículas sutilmente vibrantes dispuestas sobre fondos 8 monocromos con ligeras variaciones tonales. Lo reducido y riguroso de ese lenguaje preciso y repetido se vio en directa relación formal con el minimalismo, que surgía por aquel entonces, aunque la obra de Martin explorara claramente cuestiones espirituales o semánticas divergentes. En 1967 dejó Nueva York y se fue a vivir a Nuevo México para alejarse de las vanidades de la vida urbana, algo que parece coherente con el sentido de su obra. Untitled No. 7 (1997) es una pintura del periodo de madurez de la artista que pertenece a una serie de formato cuadrado, que fue su predilecto, compuesta por bandas de colores pastel que flotan sobre fondo blanco. La número 7 presenta dos bandas azules alternadas con dos bandas rosas sobre un fondo blanco, visible en cinco franjas más estrechas. Esta alternancia de colores proporciona a la composición un lento movimiento vertical, ascendente o descendente, mientras que la horizontalidad de las bandas sugiere también expansiones laterales. Las bandas de color, por otra parte, están separadas mediante líneas de grafito realizadas a pulso que confieren a la imagen una suerte de emoción contenida. Esos sutiles espacios de luz y de color evocan ideas de contemplación, recogimiento interior, meditación, calma, silencio e iluminación, todo ello considerando las posibilidades de la pintura a partir de su propio lenguaje: forma, color, luz, textura o superficie. GIOVANNI ANSELMO Senza titolo (Verso oltremare) 1986 Giovanni Anselmo (Borgofranco d’Ivrea, 1934), una de las figuras clave del arte povera, el movimiento posminimalista italiano, empezó su carrera a mediados de los años sesenta. Su obra destaca por la confluencia de lo conceptual con lo poético y lo material, persiguiendo a menudo una dimensión que podemos calificar de metafísica. Los conceptos de gravedad, peso, masa, energía y equilibrio han sido constantes en su trabajo. En 1980, inició un amplio ciclo de obras titulado Verso oltremare, al que pertenece esta imponente pieza sin título. El azul de ultramar es un color que llegó a Europa procedente de las Indias, más allá del mar, y que Anselmo usa como metáfora de un lugar más allá de todo al que solo se accede mediante la imaginación o la creación. Esta obra consiste en varios bloques de granito amontonados sobre cien lienzos blancos apoyados unos sobre otros contra la pared. Por encima de los bloques de granito, en la pared, se ha pintado un pequeño rectángulo de color azul ultramarino. El propio Anselmo explicó que ese rectángulo pintado actúa como una brújula que orienta la obra en dos direcciones, «una terrestre y otra cósmica». Las piedras, un componente muy característico del trabajo de Anselmo, que normalmente utiliza un granito extraído de los Alpes, representan el peso y se elevan hacia ultramar, entre el cielo y la tierra, en una situación como de vuelo. Estos bloques de granito representan también el color en la pintura, siendo los lienzos metáfora de esta. Las piedras dan 9 consistencia a la obra, pero son asimismo su posibilidad de ir más allá, flotando, hacia el ultramar de la imaginación y de la poesía. Constituyen, en definitiva, una metáfora del arte, que, a pesar de su naturaleza material y formal, es capaz de complejos y profundos sentidos que no son de otra forma explicables. BRUCE NAUMAN Shit in Your Hat – Head on a Chair 1990 El estadounidense Bruce Nauman (Fort Wayne, Indiana, 1941) es uno de los nombres más influyentes de la escena artística internacional. Ha trabajado con una gran variedad de soportes, siendo una figura clave del denominado posminimalismo, que abarca distintas tendencias experimentales surgidas a finales de los sesenta. Su obra, que tiene con frecuencia contenido político, trata temas que van de la violencia a la angustia existencial, creando espacios claustrofóbicos, utilizando sonidos desagradables y construyendo personajes que parecen salidos del teatro del absurdo del escritor irlandés de expresión francesa Samuel Beckett. Shit in Your Hat – Head on a Chair es una instalación que consiste en una silla de madera con un busto de cera sujeto al asiento. Esta silla pende del techo, de un alambre, ante una pantalla en la que aparece retroproyectada la imagen de un mimo. Todo tiene aquí un gran componente teatral, sugiriendo un escenario. El personaje del mimo obedece a una voz de fondo que le da instrucciones absurdas, sin sentido, sobre un sombrero, una mesa y su cuerpo, de modo que, al seguirlas, deja de ser una persona para convertirse en un títere sin voluntad. La silla se ve entonces como algo simbólico, que se refiere a cosas terribles como los interrogatorios policiales, la tortura o las ejecuciones capitales con electricidad. El espacio reducido del personaje en la pantalla sugiere también la idea de celda. Nauman ha utilizado en otras ocasiones el personaje del mimo, como el del payaso, convertidos ambos en figuras humanas andróginas y abstractas no poco turbadoras que resultan ridículas. Desprovistos de lógica y carentes de libertad para actuar, obedecen a roles preestablecidos para ellos: aquí el mimo tiene que obedecer órdenes arbitrarias con total sometimiento, una referencia clara a la indefensión frente al poder y a la división de trabajos y roles sociales. 10 XAVIER GRAU Sense títol 1991 Xavier Grau (Barcelona, 1951) empezó su trayectoria artística en los años setenta dentro de los parámetros del minimalismo, a partir de su versión teórica francesa, la denominada pintura-pintura, que defendía que esta debía tener total autonomía. Sus primeras obras pudieron ser contempladas en una exposición programática, Per una crítica de la pintura (Por una crítica de la pintura, Galería Maeght, Barcelona, 1976), cuyo catálogo prologó Antoni Tàpies. Pronto, sin embargo, el trabajo de Grau, desengañado de sus iniciales planteamientos teóricos dogmáticos, incorporaría elementos expresivos en espacios emotivos, en pinturas que podían integrar incluso elementos figurativos. Sense títol es característica de una reducción en el uso de colores en la obra de Xavier Grau que se manifiesta al iniciar la década de 1990. Aquí, el blanco, el rojo y el marrón dominan una composición que tiende a lo monocromático, pero con numerosos matices y variaciones. La imagen general es abstracta, aunque algunos elementos están pintados casi como obedeciendo a una finalidad representacional, con formas cilíndricas que empiezan a crear formas circulares semejantes a las de los timones de los barcos antiguos, sugiriendo así engranajes mecánicos e ideas de dirección. Todo parece, sin embargo, improvisado, en una superficie magmática y caótica en la que convergen dibujo, trazo, color, forma, atmósfera y geometría, y no exenta de sentido del humor. Se trata de una pintura dinámica formada a partir de múltiples contradicciones en su dirección, que ilustran el pensamiento y la acción del pintor mientras la pinta, manifestando correcciones y dudas, pero también el goce festivo y hedonista del acto de pintar, tal vez como una danza catártica. PETER HALLEY Cell with Conduit 1988 El estadounidense Peter Halley (Nueva York, 1953), que es también un gran escritor teórico, empezó a exponer a mediados de los ochenta. Su pintura se caracterizó enseguida por el uso de materiales sintéticos, como las pinturas acrílicas Day-Glo y Roll-a-Tex, los colores vivos y artificiales y la plasmación de imágenes construidas a partir de rectángulos, cuadrados y líneas o bandas rectas. Su lenguaje es claro heredero del minimalismo en los aspectos formales, pero en sus escritos, en los que se refiere con elocuencia al posestructuralismo francés, explica que sus imágenes 11 tienen que ver con la arquitectura y la tecnología, convertidas en metáforas de una visión carcelaria de la sociedad. Eso las aleja del formalismo y de sus tentaciones o aspiraciones utópicas. Cell with Conduit es una pintura muy explícita al respecto desde su propio título. Tenemos que entenderla como una obra que se refiere, para empezar, a la arquitectura: la celda es tanto un lugar de confinamiento en una prisión como una mínima unidad habitable. Al yuxtaponer la palabra celda a la palabra conducto, sin embargo, la primera puede entenderse también como una estación de paso dentro de un circuito mucho más vasto. Algunas de las obras de Halley parecen imágenes de conductos tecnológicos, como los que se encuentran en el interior de ordenadores, monitores, televisores o teléfonos. Así, todo se convierte en un comentario sociopolítico sobre la vida que llevamos y la naturaleza de la sociedad que hemos creado. Cell with Conduit es una obra de formato horizontal y alargado en dos tonos de color naranja pintados de forma inexpresiva. Dentro del rectángulo, vemos otro rectángulo —la celda del título, probablemente— sobre una línea o banda del mismo color, que va de extremo a extremo, sugiriendo continuidad, y que entendemos como el conducto. Halley recrea la estética utópica de la abstracción moderna, pero añadiéndole un sustrato crítico. JONATHAN LASKER Natural Order 1993 Como Halley, el también estadounidense y brillante escritor teórico Jonathan Lasker (Jersey City, Nueva Jersey, 1948) es uno de los protagonistas del nuevo interés por la pintura abstracta que se inició en la segunda mitad de los años ochenta en su país. El trabajo de Lasker constituye un análisis metalingüístico de la abstracción. Pinta grandes cuadros de colores intensos, a partir de pequeños estudios preparatorios realizados con bolígrafo o rotulador, en cuyas superficies flotan grafismos, pinceladas y formas abstractas que configuran un índice de los elementos posibles de la pintura como unidades de significación. En Natural Order se observan cuatro hileras horizontales de una suerte de rectángulos con muescas. Las formas rectangulares son muy pequeñas en la hilera superior y van aumentando de tamaño en las tres restantes, ocupando la última hilera casi la mitad inferior del cuadro. Y naturalmente, al crecer, hay menos rectángulos en cada una de las hileras. Todas estas formas están rellenas de una maraña de líneas curvas de color verde que crean una especie de mallas. Flotan, además, sobre un fondo en el que otras líneas componen ese mismo tipo de malla, pero de color rojo. Este orden regular se altera en tres ocasiones: dos piezas de la segunda hilera, en la parte derecha superior del cuadro, están pintadas de un color verde sólido; en la parte 12 izquierda flotan dos formas irregulares negras de esa misma malla, y, por último, hallamos una forma marrón, realizada a partir de una gruesa línea replegada sobre sí misma, en la parte derecha inferior. Se trata, como muchas obras de Lasker, de una pintura de gran formato en la que flotan tres tipos de figuras en una composición muy equilibrada, de colores limitados y no naturalistas. Su pintura es reflexiva y autorreferencial, y el «orden natural» del título puede ser una referencia tanto a las hileras de formas rectangulares repetidas como a la posibilidad de la pintura de crear otros órdenes que requieren pensamiento, reflexión. JUAN USLÉ Asa – Nisi – Masa 1994-1995 Juan Uslé (Santander, 1954), residente a tiempo parcial en Nueva York desde 1986, es uno de los artistas españoles que goza de mayor reconocimiento internacional. Su pintura ha evolucionado desde un expresionismo inicial, seguido de unos paisajes marinos oscuros y románticos, hasta una pintura de tipo metalingüístico y puramente abstracta que se consolidó a principios de los años noventa. Uslé trabaja sin bocetos, directamente sobre el lienzo. Sus pinceladas, a veces metódicas y repetidas, pueden formar extensas tramas rítmicas que son ecos de la respiración y los latidos del corazón. Preguntado sobre el origen y el sentido de Asa – Nisi – Masa, Uslé respondió que provenían de dos recuerdos distintos. Uno tiene que ver con la primera vez que se enfrentó a la pintura, observando un retrato tenebroso de una monja conservado en un convento rural donde trabajaban sus padres durante su infancia. Al mirar el cuadro y desplazarse ante él, percibió que los ojos de la monja retratada le perseguían siempre, sensación evocada por las tres líneas blancas que recorren rápida y horizontalmente la superficie del cuadro a distintas alturas. El segundo recuerdo es el de una reja de metal con púas por la que podía introducirse la cabeza de un niño, sugerida aquí por una segunda serie de líneas luminosas horizontales, más numerosas, de color marrón anaranjado sobre un fondo oscuro y marcadas intermitentemente por puntos blancos. La imagen final, de gran dinamismo, recuerda los puntos de luz que entrevemos desde la ventanilla de un coche o de un tren que se desplaza veloz en la noche. Cada una de las líneas apresuradas blancas, nuevamente según el artista, se corresponde además con las tres palabras misteriosas que dan título a la obra, y que remiten a una fórmula mágica o embrujadora. La pintura de Uslé es un repositorio de experiencias vividas transformadas en un lenguaje pulsante y gozoso. 13 RICHARD DEACON Untitled 1987 Richard Deacon (Bangor, Gales, Reino Unido, 1949) es una de las figuras principales de la denominada nueva escultura británica. Su obra recibe la influencia del minimalismo en varios aspectos. Para empezar, se manifiesta en su preferencia por materiales industriales como acero inoxidable, acero galvanizado, latón, cobre, moqueta, linóleo o madera laminada, manipulados y fijados de forma que muestren los elementos que han permitido su construcción: tornillos, clavos, escuadras, remaches, colas… Se hacen así comprensibles los procesos de fabricación y la idea que ha dado origen a cada una de las obras. Por otra parte, y aunque muestra preferencia por las formas orgánicas y curvas y no descarta de plano su potencial metafórico, sus obras siguen siendo abstractas y autorreferenciales. Esta en concreto pertenece a una serie realizada en madera laminada a finales de los ochenta, en un momento de enorme proyección de su obra. En el año 1987 obtuvo el premio Turner, su obra fue objeto de una retrospectiva en la Whitechapel Art Gallery de Londres y llevó a cabo un gran proyecto al aire libre en Münster. Volviendo a la obra expuesta, presenta una forma abierta o hueca, ligeramente ovalada, y descansa directamente sobre el suelo. Las distintas capas de madera están pegadas con una cola de color rojo perfectamente visible, que da a la composición un aire inacabado y revelador de su proceso que, como hemos comentado, es habitual en este artista. Deacon ha declarado su preferencia por las formas huecas porque así se subraya que las obras no esconden nada. TONY CRAGG Mollusk 1987 Tony Cragg (Liverpool, Reino Unido, 1949), otro de los grandes de la nueva escultura británica, es autor de una obra de muy amplios registros, con creaciones que se extienden por el suelo o por la pared, además de obras exentas. Trabaja con numerosos materiales, que incluyen maderas y plásticos encontrados, elementos industriales, objetos cotidianos y materiales escultóricos más tradicionales. Sus obras, además, incluyen desde imágenes y formas representacionales precisas, aunque no realistas, hasta otras puramente abstractas. Mollusk fue realizada en un momento de transición en su trayectoria, cuando pasaba de piezas realizadas por acumulación de 14 objetos de colores a obras más sencillas en su planteamiento compositivo. Aquí vemos tres piezas exentas realizadas en acero y presentadas una junto a otra formando un ángulo abierto. Las tres son abstractas. La central, que es la más alta, recuerda la forma de un obús o de una bala, y las dos laterales remiten, la de la izquierda, a una vasija, y la de la derecha, a una suerte de champiñón boca abajo, o incluso a una rueda de costado medio deshinchada. Las tres formas tienen un cierto aspecto funcional, aunque este no sea en absoluto explícito. El título de la obra, Molusco, es hermético, o como mínimo desconcertante, más allá de remitirnos a la idea de las formas naturales orgánicas en constante evolución, o de equiparar, tal vez, la labor artística con los mecanismos propios de las ciencias naturales. El aspecto industrial de las tres formas indica ideas de funcionalidad y avance tecnológico. ANDREAS GURSKY Theben, West 1993 El alemán Andreas Gursky (Leipzig, 1955) es una de las grandes figuras de la fotografía contemporánea. Trabaja con una cámara muy pequeña y visita varias veces los lugares que desea fotografiar para lograr lo que describe como «imágenes mentales». A veces, manipula las fotos con ordenador y cuenta que lo hace no para crear efectos que no ha visto, sino para reflejar aspectos que, por cuestiones técnicas, la cámara no ha podido recoger por sí sola. Sus imágenes, incluso cuando muestran multitudes de personas, desprenden siempre una idea de objetividad, claridad y monumentalidad, si bien requieren una mirada atenta que no deje escapar los numerosos detalles que las caracterizan. Aunque en sus inicios no fue así, desde los noventa Gursky trabaja con formatos grandes y envolventes, por los que los espectadores casi podrían transitar, si es que eso, claro, fuera posible. Theben, West es un paisaje, aunque su formato sea vertical. En este caso, tal formato confiere a la fotografía una gran profundidad, subrayada por la imagen misma. Se trata de una vista que parece aérea de unas ruinas arqueológicas, donde vemos una carretera recta y central, convertida en un eje vertical, que continúa con otras líneas formadas por ruinas de paredes rectas y paralelas y con la vertical que también dibuja el flujo de visitantes. La zona del aparcamiento, una franja horizontal, forma una cruz con la carretera central. Como en todas sus imágenes, nos asombra aquí la absoluta nitidez y definición de lo que vemos, muy superior probablemente a la que nos permitiría nuestra visión natural. Es por ello que el trabajo de Gursky nos remite muchas veces a los paisajes sublimes del romanticismo alemán, donde los personajes, como aquí mismo, son figuras menores e irrelevantes dentro del mundo natural. Aquí, además, las personas deambulan por el desierto, entre unas ruinas que contrastan con las tierras cultivadas y fértiles que se divisan en la distancia junto al Nilo. 15 HIROSHI SUGIMOTO Sea of Japan, 1987 English Channel, Weston Cliff, 1994 North Pacific Ocean, Mt. Tamalpais, 1994 Lake Michigan, Gills Rock, 1995 Residente en Nueva York desde mediados de los setenta, cuando empezó a exponer, el fotógrafo japonés Hiroshi Sugimoto (Tokio, 1948) es heredero de dos tradiciones muy distintas, la del fotodocumentalismo norteamericano de la costa oeste, encarnado por los paisajes de Ansel Adams relacionados con la tradición romántica del paisaje, y la representada por el minimalismo. Esto último se manifiesta en su preferencia por las series y la repetición, y por un discurso crítico hacia el realismo fotográfico, evidente en los planteamientos metalingüísticos de su trabajo, que explora entre otras cosas la propia naturaleza del medio. Su obra es consciente de la posibilidad de su impacto emocional, con imágenes próximas a menudo a lo sublime, y analiza el medio cuestionando su objetividad, ya que fácilmente puede manipular la realidad. Estas cuatro obras pertenecen a una de las series más conocidas de Sugimoto, integrada por numerosos paisajes marinos tomados en distintas partes del mundo. Inició la serie en Jamaica en 1980, y las imágenes que la constituyen son siempre similares, aunque incorporan gran número de matices. Son similares en su composición, obtenida mediante dos rectángulos horizontales creados por la línea del horizonte que separa el mar del cielo. Y son distintas porque, según el momento del día, el contraste entre cielo y mar es mayor o menor. En algunas fotografías, la niebla desdibuja ese horizonte y provoca una mayor ambigüedad. Siempre abarcan un gran campo visual, que subraya ideas de lejanía. Todas las imágenes son semejantes, aunque estén realizadas en lugares que pueden encontrarse a una enorme distancia, lo cual recalca que nuestro entendimiento de lo que vemos puede estar alejado de la realidad. Por otra parte, esta serie nos remite a nociones de meditación y recogimiento interior. TINO SEHGAL This You 2006 Tino Sehgal (Londres, 1976), que es de origen británico, indio y alemán y vive en Alemania, se formó primero como coreógrafo, y ha trabajado con compañías tan renovadoras como la belga Les Ballets C de la B. Sus obras, que no se presentan en 16 teatros, sino en museos y galerías, y que él denomina —tomando la expresión de Guy Debord— situaciones construidas, son siempre efímeras y nunca son fotografiadas oficialmente, de modo que solo permanecen en la memoria de quienes las hayan visto en directo. Para crearlas, Sehgal trabaja con la voz, el lenguaje, el movimiento corporal y la interacción de los intérpretes y el público, en proyectos tan complejos como These Associations (Tate Modern, Londres, 2012), con 70 intérpretes. La trayectoria de Sehgal en los últimos años ha recibido un gran reconocimiento, como ejemplifican el comentado proyecto para la Tate Modern de Londres, la retrospectiva que le dedicó el Museo Guggenheim de Nueva York en 2010, el premio al mejor artista en la Bienal de Venecia de 2013 y la exposición que puede contemplarse en la actualidad en el Martin-Gropius-Bau de Berlín. Las obras de Tino Sehgal suelen producir reacciones emocionales intensas e impredecibles, al ser fruto de una colaboración con alguien hasta entonces desconocido. Para This You se necesita una cantante de más de 40 años que se dirige a los espectadores y los sorprende cantándoles individualmente una canción que cree que puede gustarles por su aspecto y por la energía que desprenden. Con este tipo de obras, Sehgal subraya la importancia de los espectadores para la obra de arte, que necesita de ellos para existir. La elección de una mujer madura en este trabajo señala que su carga emocional y experiencial es más importante que la sensual. Los espectadores topan frontalmente con una experiencia emocional y en un ambiente público, no privado, y su respuesta depende tanto de su personalidad como de las circunstancias precisas en las que en ese momento se hallan. Para poder presentar esta obra en el marco de la exposición Lenguaje, la Obra Social ”la Caixa” lanzó una convocatoria para encontrar mujeres cantantes de entre 40 y 75 años. Se presentaron 170 mujeres, de las que finalmente realizarán la acción 11, que se irán turnando durante el tiempo que dure la muestra. 17 Del 17 de julio al 27 de septiembre de 2015 CaixaForum Centro Social y Cultural Av. de Francesc Ferrer i Guàrdia, 6-8, 08038 Barcelona Tel. 934 768 600 Servicio de Información Obra Social ”la Caixa” Tel. 902 223 040 De lunes a domingo, de 9 a 20 h www.lacaixa.es/obrasocial Precios: Entrada a las exposiciones: 4 € Menores de 16 años, entrada gratuita Clientes ”la Caixa”, entrada gratuita y 50 % de descuento en las actividades Compra de entradas y actividades, en las taquillas de CaixaForum y en CaixaForum.com/agenda Abierto cada día. Horarios: De lunes a domingo, de 10 a 20 h Miércoles de julio y agosto, abierto hasta las 23 h Para más información: Departamento de Comunicación de la Obra Social ”la Caixa” Josué García: 934 046 151 / 638 146 330 / [email protected] Sala de Prensa Multimedia: http://prensa.lacaixa.es/obrasocial Obra Social ”la Caixa”: http://www.lacaixa.es/obrasocial @CaixaForum #TresNarrativas CaixaForum 18