CAPÍTULO V Las asociaciones de defensa de usuarios y consumidores En referencia a la legitimación extraordinaria conferida a las asociaciones de defensa de usuarios y consumidores, la modificación constitucional de 1994 admitió nuevos derechos y garantías a través de los arts. 42 y 43 y posibilitó asimismo, la tutela de éstos a las entidades respectivas. El art. 42 de la C.N. dispone: “Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho en la relación de consumo, a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz; a la libertad de elección y a condiciones de trato digno y equitativo. Las autoridades proveerán a la protección de esos derechos...”. A su vez el art. 43 de la C.N. reconoce la legitimación de las asociaciones de consumidores para interponer la acción de amparo —siempre que no exista otro medio judicial más idóneo— contra cualquier acto u omisión de autoridades públicas o privadas que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta los derechos de los consumidores o usuarios. 84 DANIEL J. BUGALLO OLANO El requisito que exige la regla constitucional es que las entidades se encuentren registradas conforme a la ley que deberá determinar los requisitos y formas de su organización (art. 43, C.N.). Pero, indica Lorenzetti, que a quince años de la reforma constitucional esa ley todavía no se sancionó. Ello generó que los jueces tuvieran que optar entre habilitar la legitimación a pesar de la falta de reglamentación o incurrir en denegación de justicia. En la gran mayoría de los casos resolvieron en el primer sentido, observando las pautas establecidas en el texto constitucional.74 Hemos explicado que el art. 43 de la C.N. legitima a las entidades de consumidores a comparecer ante la justicia cuando se violen los derechos de éstos. El marco legal de la actuación de estas entidades se completa con la ley 24.240 modificada por la ley 26.361, que establece respectivamente en sus arts. 52 y 55 que la asociaciones de consumidores o usuarios podrán actuar en juicio cuando sus intereses o los de los consumidores o usuarios resulten afectados o amenazados. Deben inscribirse en el Registro Nacional que se crea (art. 55, dec. 1798/94, que reglamenta la ley 24.240). Asimismo, las organizaciones que tengan como finalidad la defensa, información y educación del consumidor, deberán requerir autorización a la autoridad de aplicación para funcionar como tales. Se entenderá que cumplen con dicho objetivo, cuando sus fines sean los indicados en el art. 56 de la ley 24.240. Además, su art. 57 establece condiciones especiales que deben acreditarse 74 LORENZETTI: “Justicia colectiva”, cit., p. 153. LEGITIMACIÓN ANÓMALA O EXTRAORDINARIA 85 por parte de las asociaciones civiles, asimismo de los requisitos generales para ser reconocidas como organizaciones de consumidores. Cabe agregar que el art. 52 de la Ley de Defensa del Consumidor establece: “En las causas judiciales que tramiten en defensa de intereses de incidencia colectiva, las asociaciones de consumidores y usuarios que lo requieran estarán habilitadas como litisconsortes de cualquiera de los demás legitimados...”. La Dra. María Jeanneret de Pérez Cortes abordó de manera muy completa todo lo atinente a la legitimación de las asociaciones a que nos venimos refiriendo. En su impecable reseña de fallos, relaciona el reconocimiento y alcance que la jurisprudencia ha efectuado de dicha legitimación. A favor de su reconocimiento reseña que la Corte Suprema de Justicia de la Nación en algunos pronunciamientos aceptó la legitimación de las asociaciones en defensa “de los intereses de los asociados”; 75 “de sus intereses y el de sus representados”. 76 En otros restringió el criterio.77 75 76 77 “Asociación de Grandes Usuarios de Energía Eléctrica de la República Argentina (AGUEERA) c/Provincia de Buenos Aires y otro”, Fallos, 320:690. “Asociación Benghalensis y otros c/Ministerio de Salud y Acción SocialEstado nacional”, Fallos, 323:1339. “Consumidores Libres Cooperativa Limitada de Provisión de Servicios de Acción Comunitaria”, y “Prodelco c/Poder Ejecutivo Nacional”, 7/5/1998, Fallos, 321:1352 y 1252, respectivamente. “La legitimación del afectado, del Defensor del Pueblo y de las asociaciones. La reforma constitucional de 1994 y la jurisprudencia”, LL, 2003-B-1333. 86 DANIEL J. BUGALLO OLANO Recordemos que en el caso “Halabi”, la Corte ha reafirmado la doctrina de la operatividad del art. 43 de la C.N. en relación con los derechos de incidencia colectiva referentes a intereses individuales homogéneos, en especial cuando cobran preeminencia aspectos relacionados con materias tales como el ambiente, el consumo o la salud. A pesar de ello, para evitar o coartar el accionar de las asociaciones de consumidores se argumenta como fundamento de la defensa que no existe homogeneidad que autorice una acción colectiva como la intentada. La cuestión ha sido zanjada en un reciente fallo del fuero comercial. Así se decidió: “… el texto constitucional y su reglamentación no introducen distingos en orden a la naturaleza de los derechos afectados. Cabe agregar que si esos intereses patrimoniales divisibles no pudieran considerarse como derechos de incidencia colectiva y, por ende, tutelables por la iniciativa de las asociaciones, la ley 24.240 carecería de justificación. Precisamente se advierte que algunos de los aciertos de la L.D.C., que modificó el esquema de responsabilidad del Código Civil, reposan en esa ampliación de la legitimación, expansión que encuentra justificación en el art. 43 de la C.N. Desde esa perspectiva, reputar contraria a derecho la legitimación de la actora aduciendo que cada perjudicado debió acudir personalmente a formular el reclamo por afectar la órbita de su derecho subjetivo, implica claramente desnaturalizar el sistema de protección establecido expresamente en la Constitución Nacional a LEGITIMACIÓN ANÓMALA O EXTRAORDINARIA 87 partir de su reforma en el año 1994, el cual no gira en derredor de una estricta noción de indivisibilidad, en el sentido de que sólo deben considerarse comprendidas bajo su órbita aquellas pretensiones cuyo objeto sea materialmente indivisible (cítase como ejemplo de esta hermenéutica restrictiva la defensa del medio ambiente).78 En suma, aquí se persigue concretamente la determinación del derecho debatido entre partes adversas, que se traduce en la contraposición de intereses entre la entidad bancaria que podría haber cobrado un precio excesivo al valor del comente en plaza en el concepto referido al seguro colectivo de vida, y el menoscabo patrimonial que esa conducta significó para los clientes del banco —personas físicas deudores de créditos. En este marco y con sujeción a los fundamentos expuestos, estima esta Sala que, en forma independiente a que la cuestión aquí debatida se inscriba —siguiendo la clasificación efectuada por la Corte en ‘Halabi’— dentro de la órbita de derechos ‘de incidencia colectiva’ o ‘de incidencia colectiva referentes a intereses individuales homogéneos’, cuestión por cierto opinable; la calidad de parte de la asociación actora no puede ser desconocida. Ello así, en tanto, en definitiva, se pretende una condena de carácter general, toda vez que la acción recae sobre una conducta uniforme del Banco —cobro de prima en 78 CNCom., Sala C, 1º/10/2005, “Unión de Usuarios y Consumidores c/Banco de la Provincia de Buenos Aires s/sumarísimo”. 88 DANIEL J. BUGALLO OLANO exceso al precio de plaza— respecto a las pólizas de seguro de vida contratado a la que se encuentran adheridos los clientes de la entidad demandada”.79 79 CNApel. Com., Sala F, “Unión de Usuarios y Consumidores c/Banco de la Provincia de Córdoba”, 20/5/2010, LL, 2010-D.