EL TRASPLANTE RENAL 1. QUÉ ES EL TRASPLANTE RENAL Es una cirugía para colocar un riñón sano en una persona con insuficiencia renal. El proceso de extracción y trasplante de órganos de vivos y fallecidos, es una práctica habitual en nuestro país y se encuentra reconocido y regulado por la Ley 2070/1999, de 30 de Diciembre. El riñón donado puede provenir de: ¾ Un donante familiar vivo emparentado con el receptor, como uno de los padres, un hermano o un hijo ¾ Un donante no emparentado con el receptor, como un amigo o el cónyuge ¾ Un donante muerto: una persona recientemente fallecida que se sepa que no ha tenido enfermedad renal crónica. Las personas con enfermedad renal crónica pueden recibir terapia con diálisis hasta la recepción de un riñón sano donado, que es transportado en una solución hidrosalina refrigerada que preserva el órgano hasta por 48 horas. Esto permite a los médicos hacer las pruebas para determinar la compatibilidad de la sangre y el tejido del donante y el receptor antes de la operación. 2. EN QUÉ CONSISTE EL TRASPLANTE RENAL Procedimiento: El riñón dispone de una arteria que le aporta sangre, una vena donde se devuelve al torrente sanguíneo y un uréter que es el conducto que lleva la orina hasta la vejiga. Los cirujanos deben de realizar la unión de estos tres conductos mediante suturas entre los vasos sanguíneos del donante y receptor y entre el uréter del donante y vejiga del receptor. El donante: cuando una persona decide a donar un riñón, se le aplica anestesia general antes de la cirugía, lo cual significa que estará dormida y no sentirá dolor. El cirujano hace una incisión a un lado del abdomen, extrae el riñón apropiado y luego cierra la herida. Este procedimiento solía requerir una incisión quirúrgica grande; sin embargo, actualmente los cirujanos pueden emplear una incisión quirúrgica corta (mininefrectomía) o técnicas laparoscópicas. El período de recuperación es de 4 a 6 semanas para las personas que donan un riñón y quienes lo hagan deben evitar la actividad pesada durante este tiempo. El médico retira las suturas más o menos después de una semana. El receptor: se le aplica anestesia general antes de la cirugía. El cirujano hace una incisión en el área abdominal inferior y sutura el nuevo riñón en su lugar. Luego se cierra la herida. 3 .CANDIDATOS PARA UN TRASPLANTE Todo paciente con insuficiencia renal terminal que se incluye en un programa de diálisis debe ser evaluado clínicamente como posible candidato a un trasplante renal. Actualmente, la mejoría en los resultados de los trasplantes, ha hecho que no se descarte ningún tipo de pacientes hasta que no se hace un estudio individualizado de cada caso, donde se valora la situación clínica general y urológica y vascular, para descartar que existan anomalías anatómicas que lo impidan. Existen pacientes totalmente excluidos de un posible trasplante renal por problemas que lo contraindican de una manera absoluta. Es el caso de: ¾ Tumores malignos: debe existir un plazo mínimo de 5 años (de 2 en determinados cánceres de bajo riesgo) desde la curación del tumor, para poder considerar la posibilidad del trasplante. ¾ Enfermedades infecciosas activas: ya que en este caso está contraindicado el tratamiento inmunosupresor que habrá de utilizarse en caso de trasplante. ¾ Patologías graves en otros órganos: patología cardíaca, hepática o vascular periférica, que elevan el riesgo de muerte y complicaciones del paciente durante el acto quirúrgico y postoperatorio. En cuanto al momento de inclusión del candidato en la lista de espera de trasplante renal, habitualmente se realiza en el momento que el paciente inicia tratamiento con diálisis. 4 .SELECCIÓN DEL DONANTE Una vez que una persona padece una insuficiencia renal crónica terminal, se estudia para ver si es susceptible de poder ser trasplantado. Una vez que se comprueba esta posibilidad se le realiza el llamado “tiraje” para comparar en adelante su compatibilidad con la del futuro injerto, y pasa a formar parte lo la “lista de espera de trasplante renal”.En ella, el receptor permanece hasta que surge el órgano más adecuado para él. La compatibilidad entre donante y receptor viene determinada por diferentes factores: ¾ Grupo sanguíneo: debe ser compatible ¾ Sistema HLA: son un conjunto de proteínas de la superficie de numerosas células de nuestro organismo. Cuanto más parecidos sean donante y receptor en lo que respecta a dichas proteínas, menos posibilidad existirá de rechazo del órgano trasplantado ¾ Factores físicos: es aconsejable que no exista una desproporción entre peso y edad de donante y receptor, en términos generales, no más de 15 años de diferencia y no más de un 20% de peso. ¾ Factores clínicos: situación clínica actual, existencia de algún problema que aconseje prioridad en el trasplante. 5 .QUÉ ES EL RECHAZO El término rechazo significa no aceptación del órgano trasplantado. El organismo puede expresar esta intolerancia mediante diversos mecanismos los cuales darán lugar a las diferentes formas de rechazo renal. Esta diferenciación del rechazo es importante pues cada una de ellas tiene una forma de expresarse clínicamente, un pronóstico diferente y un tiempo de presentación distinto. Existen varios tipos de rechazo: ¾ El rechazo hiperagudo: supone la pérdida del riñón trasplantado, se debe a la presencia en la sangre del receptor de anticuerpos contra los antígenos HLA del donante. Se presenta en el mismo acto quirúrgico o en las horas que le siguen. Si se produce durante la operación, es llamativo ver cómo, una vez que el cirujano ha terminado la sutura vascular y permite el paso de sangre a través del riñón, la coloración rosada inicial del riñón se torna azulada, y el órgano pierde su turgencia. No hay tratamiento y se requiere la extirpación del órgano, a veces con carácter de urgencia. La única postura frente a este tipo de rechazo es su prevención con la prueba cruzada previa al trasplante, aunque no siempre es posible. Afortunadamente es muy poco frecuente ¾ El rechazo acelerado: se produce durante los primeros días después del trasplante y tiene un expresión clínica similar a la que se va a describir en el rechazo agudo. ¾ El rechazo agudo: supone la pérdida del equilibrio entre la respuesta inmune y el efecto de los medicamentos inmunosupresores. Se puede expresar clínicamente de forma clara con fiebre, caída de la diuresis, subida de la creatinina y dolor en la zona del injerto motivado por la reacción inflamatorio de los tejidos próximos al riñón (el riñón trasplantado no puede doler). No siempre el rechazo agudo tiene una expresión clínica florida y en ocasiones las manifestaciones son tan inespecíficas, como por ejemplo en el caso de la fiebre, que es difícil hacer un diagnóstico; para ello es necesario recurrir a la biopsia renal que es el método diagnóstico más exacto. El rechazo agudo se trata con dosis altas de esteroides durante tres días y aquellos casos que no respondan a este tratamiento se pueden tratar con globulina antilinfocítica o antitimocítica, o con anticuerpos monoclonales. Hay que destacar el alto índice de respuesta al tratamiento. ¾ Rechazo crónico: actualmente se denomina “disfunción crónica del injerto” y está caracterizado por la lenta, progresiva e inexorable pérdida de la función renal del injerto. Puede durar meses o años, según cada paciente y no tiene tratamiento específico. 6. POR QUÉ SON NECESARIOS LOS INMUNOSUPRESORES Un inmunosupresor es una sustancia química que produce la inmunosupresión del sistema inmunológico. Puede ser exógeno como los fármacos inmunosupresores o endógeno como la testosterona. Después de un trasplante de órganos, el cuerpo casi siempre rechazará el nuevo órgano porque el envoltorio proteico de sus células difiere del órgano original. Como consecuencia de esto, el sistema inmunológico detecta el nuevo tejido como "hostil", e intenta eliminarlo atacándole leucocitos, causando la muerte del tejido. con Los inmunosupresores se aplican como una contramedida; el efecto secundario es que el cuerpo se hace extremadamente vulnerable a las infecciones, muy parecido al SIDA. Con el fin de evitar el rechazo, casi todos los receptores de trasplante de riñón tienen que tomar medicamentos que inhiban su respuesta inmunitaria por el resto de sus vidas, lo cual se denomina terapia inmunodepresora. Aunque el tratamiento ayuda a prevenir el rechazo al órgano, también pone a los pacientes en mayor riesgo de infección y cáncer. Si la persona toma este medicamento, necesita hacerse regularmente exámenes de detección para este último. Los medicamentos también pueden causar hipertensión arterial y colesterol alto e incrementar el riesgo de padecer diabetes. Algunos de los medicamentos más importantes son: 1. CICLOSPORINA (Sandimun) 2. TACROLIMUS (Prograf) 3. SIROLIMUS (Rapamicina) Con respecto al tratamiento inmunosupresor en el trasplante debemos saber que: 9 La toma de estos medicamentos deberá hacerse mientras dure el órgano trasplantado 9 Deben ajustarse a un horario rígido, para mantener en sangre unos niveles adecuados 9 No se debe tomar ningún alimento ni 2 horas antes de su toma ni 1 hora después. 9 Normalmente la medicación se toma cada 12 horas. 9 Nunca debe modificarse la dosis de un medicamento si no ha sido prescrito por el médico. 9 Cada paciente absorbe y metaboliza los medicamentos de forma distinta, por ello, su dosis, depende sólo de los niveles en sangre. 7. NORMAS DE CUIDADOS PARA LOS PACIENTES TRASPLANTADOS Si una persona recibió un riñón donado, necesitará permanecer en el hospital alrededor de una semana. Después de esto, requerirá un seguimiento minucioso por parte de un médico y exámenes de sangre regulares. CUIDADOS EN LA TOMA DE LA MEDICACIÓN 9 Aprender el nombre de las medicinas, su finalidad, dosis y días en las que se deben tomar 9 Tomarla medicación en las dosis prescritas 9 No tomar ningún fármaco que no haya sido recetado o aprobado por el nefrólogo 9 Conservar la medicación limpia y seca 9 Revisar la caducidad de los medicamentos 9 Si se sale de viaje, llevar la medicación para el doble de los días estimados de estancia 9 Nunca cambiar los envases de los medicamentos para evitar errores 9 En caso de vómitos, si vomita una hora después de tomada la medicación no ocurre nada porque ya se habrá absorbido pero si es inmediatamente después de la toma, habrá que repetir dicha toma CUIDADOS CON LA DIETA 9 Evitar en exceso de peso. 9 Disminuir el consumo de grasas saturadas (cerdo, embutidos, queso graso, nata…) 9 Aumentar el consumo de grasas no saturadas (pollo, aceite de oliva, pescado azul…) y de leche y derivados 9 Reducir al mínimo el consumo de alimentos ricos en colesterol l( productos de pastelería, yema de huevo, crustáceos…) 9 Consumir alimentos ricos en fibra como pan integral, verduras o frutas 9 Evitar los alimentos muy picantes o condimentados 9 Beber alcohol con moderación 9 Restricción de sal si se es hipertenso CUIDADOS DIGESTIVOS 9 Masticar bien la comida y comer lentamente 9 Levar una correcta higiene bucal 9 Vigilar el hábito intestinal, en caso de diarrea o estreñimiento, debe comunicarse al médico 9 Evitar el consumo de bebidas o comidas irritantes para el estómago CUIDADOS EN LA PIEL 9 Reducir la exposición al sol y en caso de exposición, utilizar protección solar (PDF no menor de 15) 9 En evitar caso las de horas exposición de mayor directa, radiación ultravioleta 9 Mantener la piel bien hidratada tras el baño 9 Evitar los primeros meses el uso de tintes o permanentes en el pelo 9 En caso de aparecer alguna alteración en la piel, uñas, pelo… consultar con el médico CUIDADOS EN LOS OJOS 9 Se recomienda la revisión anual por un oftalmólogo, para medir la tensión ocular y detección precoz de cataratas (su incidencia aumenta por el efecto de los corticoides). EJERCICIO 9 Es conveniente andar una hora al día por terreno llano y a paso ligero. Ello ayudará a mantener el peso, controlar los niveles de colesterol y mantener un adecuado metabolismo en los huesos. 9 Efecto sobre el hueso: la descalcificación y la osteoporosis que presentan los pacientes tras su etapa en diálisis y efectos de la medicación inmunosupresora (corticoides) son los responsables en gran parte de las roturas de huesos, por ello, la actividad física es uno de los elementos fundamentales del tratamiento preventivo de la osteoporosis. 9 El sobrepeso: es una situación no recomendable dado que favorece el aumento de la presión arterial, el desarrollo de diabetes, altera los niveles de grasa en sangre y sobrecarga la función cardíaca. 9 Colesterol y azúcar: está demostrado que el ejercicio físico cotidiano y asiduo beneficia y ayuda a controlar ambos niveles. HÁBITOS TÓXICOS 9 No se puede fumar: el tratamiento inmunosupresor aumenta la incidencia de tumores, infecciones respiratorias y enfermedades cardiovasculares, que son enfermedades que se potencian con el uso del tabaco. 9 Bebidas alcohólicas con moderación: no es necesaria la abstinencia absoluta del alcohol, sino beber con moderación (1 copa de vino o medio vaso en la comida), salvo en el caso de que su hígado esté dañado, donde el alcohol está absolutamente prohibido. OTROS CUIDADOS 9 Debe descansar/dormir 8 horas al día 9 Animales de compañía: pueden ser portadores de infecciones a las que inmunosupresor especialmente el tratamiento nos vulnerables. hace Debe evitarse la convivencia con gatos, pájaros ratones, tortugas y animales no domésticos. Los perros siempre que estén vacunados, aunque extremando con ellos las normas de higiene. 9 Vacunas: la vacunación antigripal está indicada, el resto, deben realizarse por estricta indicación médica. 9 Relación familiar: en los momentos iniciales del trasplante es cuando estamos sometidos a un mayor grado de inmunosupresión, no es conveniente en este momento recibir muchas visitas o estar en contacto con niños, aunque no son necesarias las medidas de aislamiento utilizadas durante la estancia en el hospital. También se debe evitar el contacto con personas con enfermedades infecciosas transmisibles. Por otro lado, hay que tener en cuenta que se recuperará la menstruación y la fertilidad, por lo que se recomienda el uso de medidas de contracepción (métodos de barrera en ambos sexos, es decir, preservativo) al menos durante el primer año, ya que la fuerte inmunosupresión recibida podría causar alteraciones fetales. A partir del primer año, si el trasplantado es hombre, se puede valorar el embarazo de su pareja y si es mujer, podrá asumirse un embarazo si la función renal permanece estable