NACIONES UNIDAS Distr. GENERAL CONSEJO ECONOMICO Y SOCIAL E/CONí’.26/5/Add.l 8 abril 1958 ESPAiOL ORIGIlllL: INGLES CONFERECIA DE LAS NACIO?íES DNIDAS' SOBRE EL ARBITRAJE COMERCIAL INTERNACIONAL EL RECONOCmiENrO Y LA EJECUCION DE LAS SENTENCIAS ARBITRALES EN EL EXTRANJERO Observaciones 6.e los Gobiernos a?, proyecto de Convención sobre el 3^econociffliedto y la ejecución de las sentencias arbitrales extranjeras 1. El Secretario General comunica a continuaci6n las observaciones del Gobierno de los Países Bajos al proyecto de Convención sobre el reconocimiento y la . ejecución de las sentencias arbitrales extranjeras^. Las observaciones recibidas con anterioridad han sido distribuidas en los documentos E/2822 y adiciones 1 a 6 y E/CONF.26/3. ^ . Documentos Oficiales del Consejo Económico y Social, 19? período de sesiones. Anexos, tema lU del programa, documento E/270U y Corr.l 58-08228 Países Bajos 1. En sus primeras observaciones al proyecto de Coavencián sobre el reconocimiento y la ejecucidn de las sentencias arbitrales extranjeras (documento E/2822/Add.J+) el Gobierno de los Países Bajos se limitó a determinar si el proyecto contenía alguna cláusula q.ue no pudiera aceptar. El Gobierno estimó que en ese momento sería prematuro presentar observaciones detalladas sobre el proyecto. Posteriormente, el Consejo Económico y Social ha decidido convocar a гта conferencia de plenipotenciarios a fin de preparar una nueva Convención sobre la materia. El Gobierno de los Países Bajos considera que ahora ha llegado el momento de presentsjr observaciones detalladas adicionales sobre el proyecto de convención que servirá de base para la labor de la conferencia. 2. En virtud de las disposiciones del párrafo 1 del artículo I, la Convención se aplicará al reconocimiento y a la ejecución de las sentencias arbitrales dictadas en el territorio de \m Estado distinto de aquél donde dichas sentencias son invocadas. El Gobierno de los Países Bajos puede aceptar este sistema. Sin embargo, le inspiran recelo las propuestas que tienen por objeto incluir asimismo dentro de la esfera de aplicación de la Convención el reconocimiento y la ejecución de ciertas sentencias arbitrales en el país donde las mismas han sido dictadas. En opinión del Gobierno, el reconocimiento y la ejecución de las sentencias arbitrales en el país donde han sido'dictadas deben estar sujetos a las leyes de dicho país. Por esta razón, considera que el título del proyecto de Convención se refiere acertadamente al reconocimiento y a la ejecución de "sentencias arbitrales extranjeras". 5. El Gobierno de los Países Bajos considera conveniente incluir en la Convención la primera frase del párrafo 2 del artículo I. Si bien la aplicación más amplia posible de la Convención favorece los intereses del comercio internacional, para muchos Estados será difícil aceptar la obligación de reconocer y ejecutar sentencias arbitrales dictadas en гш país que no ha aceptado una obligación análoga respecto de las sentencias arbitrales dictadas en el Estado interesado. Por lo tanto, en opinión del Gobierno de los Países Bajos se debe conservar la posibilidad de formular la reserva que contiene el párrafo 2 del artículo I. ,r La reserva que figura en la segunda frase del pái’rafo 2 del artículo I no se aplica a los Países Bajos, puesto que la legislacián de este país, no establece distinción alguna entre contratos comerciales y no comerciales. U. El Gobierno de los Países Bajos considera que la Convención no dobe excluir la posibi].idad de probar, con arreglo a la legislación aplicable, la validez de un acuerdo especial o глпа cláusula coiapromisoria que sirva de base a una sentencia arbitral. A este respecto, el proyecto de Convención no es claro. Por гта parte, en el inciso a) del artículo III se declara que la sentencia debe basarse en m acuerdo que se haya "convenido por escrito". De esto se puede deducir que la cuestión de saber si verdaderamente hubo un "acuerdo" en el sentido jurídico se debe decidir conforme a la ley aplicable. Sin embargo, las observaciones del Comité sobre esta disposición son bastante imprecisas, mientras que en el proyecto inicial de la Cámara de Comercio Internacional se sostenía explícitamente la opinión contraria. Por otra parte, de la redacción de la introducción del artículo IV se puede deducir que la validez del acuerdo o la cláusula compromisoria con arreglo a la ley aplicable sólo, se puede probar en los casos que se enumeran en dicho artículo, y en especial en los casos mencionados en el inciso g). El Gobierno de los Países Bajos estima importante establecer, ya sea en la propia Convención o en el memorándum explicativo que la acompañe, que la Convención no ha de interpretarse en el sentido de que excluye la posibilidad de probar la validëz de tin acuerdo especial ■o una cláusula compromisoria con arreglo a la ley aplicable. 5. Por lo que se refiere a las formalidades a que ha de atenerse el acuerdo especial o la cláusula compromisoria, el Gobierno de los Países Bajos considera acertada la disposición del inciso a) del artículo III. La única formalidad exigida en la legislación de los Países Bajos es que el acuerdo se haya "convenido por escrito". 6. En el inciso b) del artículo III se estipula que la sentencia sea "definitiva y ejecutoria" en el país en que haya sido dictada. El Gobierno de los Países Bajos no tiene una idea clara del contenido exacto de este concepto. Se pregunta si la palabra "definitiva" tiene por objeto indicar que no se dispone de medios jurídicos ordinarios para apelar contra la sentencia, y si la palabra "ejecutoria" se aplica a la posibilidad de ejecutar la sentencia. /... Solamente si áse es el significado de tales palabras se podrá comprender la intención de la disposición siguiente: "que su ejecución no haya sido suspendida". Esta disposición se refiere entonces al caso de una sentencia arbitral que, si bien debe ser considerada "ejecutoria" en el sentido que aquí se indica, puede no obstante no ser ejecutada en el extranjero en razón de una suspensión de su ejecución, sobrevenida ulteriormente en el país donde se dictó la sentencia, es decir, mediante un mandamiento de suspensión de ejecución dictado en un procedi­ miento sumario o como resultado de una acción de nulidad. Si tal es su sentido, el Gobierno de los Países Bajos considera que la disposición es necesaria, pero desearía que se aclarase el concepto, ya sea en la Convención o en el memorándimi , e:¡q)licativo. 7. En virtud del inciso b) del artículo V, la parte que pide el reconocimiento o la ejecución de una sentencia arbitral debe certificar el cumplimiento de las condiciones establecidas en el inciso b) del artículo III. En virtud de tal disposición la parte que invoque гша sentencia arbitral tendría la obligación de probar hechos en su mayoría negativos. Se lograría una distribución más equitativa de la obligación de prueba si la paz’te que impugnara el reconocimiento o. la ejecución de una sentencia tuviera la obligación de probar que en el país en que se dictó la sentencia han sobrevenido hechos que se oponen al reconocimiento o la ejecución. En ese caso no habría razón para pedir que la parte que Invoca la sentencia deba probar que se han llenado los mencionados requisitos. Por lo tanto, el Gobierno de los Países Bajos considera preferible trasladar la disposición del inciso b) del artículo III al inciso e) del artículo IV. Al formular esta idea, el 'Gobierno tiene presente que, en virtud de la redacción de la introducción del artículo IV, la autoridad competente también tiene atribuciones para determinar ex offIcio la existencia de razones para denegar el reconocimiento o la ejecución que se mencionan en dicho artículo. A la luz de estas consideraciones y en relación con las propuestas de enmienda que figuran en el párrafo 11 de estas observaciones, el Gobierno de los Países Bajos propone que el inciso e) del artículo IV quede redactado en los siguientes términos: "que la sentencia no sea definitiva ní ejecutoria, o si ha sido anulada o su ejecución suspendida en el país en que haya sido dictada". Cabe señalar, dicho,sea de paso, que el Gobierno de los Países Bajos no сопфг-ende pór qué motivo el proyecto de Convención^ se refiere, en el inciso e) del artículo IV a "la sentencia arbitral cuyo reconocimiento y ejecuclog og pide". Estas palabras parecen ser superfinas y coa todo acierto se las ha suprimido en el texto de los demás incisos del artículo IV. 8. El Gobierno de los Países Bajos se opone a la disposición del inciso f) del artículo ;IV. Cabe temer que las partes que deseen evadir las consecuencias de las sentencias arbitrales puedan invocar esta disposición como pretexto para tácticas dilatorias, y que la autoridad competente pueda encontrar en ella un estímulo para dejar de aplicar los ax-tículos de la convención. Además, aunque no existiera tal disposición, la autoridad competente se negará a conceder la ejecución de una sentencia que, en su opinión, "es tan vaga e indefinida que no es susceptible de reconocimiento ni de ejecución"; no se puede suponer que la autoridad competente coneiderai’á que la Convención la obliga a cooperar en algo que a su juicio es imposible. Por estas razones, el Gobierno de los Países Bajos propone que se suprima esa disposición. 9, En virtud del inciso g) del artículo IV, la .autoridad competente en el país donde se pide el reconocimiento o la ejecución deberá comprobar si el acuerdo concertado entre las partes acerca de la constitución del tribunal arbitral o el procedimiento arbitral es lícito en el país donde se haya efectuado el arbitraje. es correcta. El Gobierno de los Países Bajos considera que esta disposición En particular, este Gobierno no puede aceptar que la mencionada comprobación deba estar a cargo de la autoridad competente en el país donde se haya dictado la sentencia. En ese caso, a fin de impedir la ejecución de una sentencia arbitral, la parte interesada tendría, primero, la obligación de interponer una acción de nulidad de la sentencia en el país donde se haya dictado la sentencia y, después, de invocar la suspensión de esa acción en el país donde se pida la ejecución. complicado y costoso. Un procedimiento doble de este género sería En opinión del Gobierno de los Países Bajos, para las partes interesadas es mucho mejor el procedimiento que se propone en el proyecto de Convención, segán el cual la autoridad competente ante la cual se somete una acción de reconocimiento y ejecución comprueba la validez de la cláusula compromisoria o el acuerdo. 10. Si la propuesta formulada en. el párrafo 7, de trasladar la disposición del inciso Ъ) del artículo III al inciso e) del artículo IV fuera aceptada,' ello significaría algo más que una simple modificación en la distribueion de la obligación de probar. En ese caso, se establecería una presunción legal, a saber, que una sentencia arbitral se considerará "definitiva y ejecutoria" hasta que se pruebe lo contrario. Sin embargo, la fuerza de esta presunción está mitigada porque, como se desprende del texto de la introducción del artículo IV y de los puntos 5l/55 de las observaciones del Comité, la autoridad competente podrá comprobar ex officio si existe una de las razones para denegar el reconocimiento y la ejecución a que se refiere el artículo IV. • El Gobierno de los Países Bajos se pregunta si no será necesario aclarar el, texto de la Convención a este respecto. En su opinión, el proyecto no establece una distinción suficiente entre los hechos legales en qUe deben basarse el reconocimiento, y la ejecución, o la denegación del reconocimiento y la ejecución, por una parte, y la forma en que se debe probar la existencia de esos ■hechos, por la otra. Esto.no sólo crea la dificultad ya señalada de qué la parte que invoque la sentencia arbitral tiene, en virtud del inciso b) del artículo III y del inciso b) del artículo V, la obligación de probar hechos negativos, sino que da Ixigar a la introducción, con la palabra "compruebe" en el artículo W , de una norma de prueba,que, en el sistema del proyecto., está fuera de lugar en ese contexto, y además a la treinsformación, por la inserción de las palabras "los documentos y datos que certifiquen", en el inciso b) del artículo V, de una norma que no tiene por qué contener más que una disposición de orden práctico, en una norma forma.1 de prueba. Estas observaciones no tienen por objeto censurar la forma como se ha ' regulado en el proyecto de Convención la distribución de la obligación dé prueba, sino únicamente, indicar que en el proyecto de Convención no se ha establecido una separación suficiente, entre las normas de derecho sustantivo y las normas que regulan la cuestión de la prueba. 11. Sobre la base de lo que se ha dicho en el párrafo anterior, el Gobierno de los Países. Bajos propone : primero, que el artículo IV quede redactado en los siguientes términos: "Sin perjuicio de las disposiciones del artículo III, sólo se podrá denegar el reconocimiento o la ejecución de la sentencia arbitral si /... a) segán la ley del país ... '* etc. b )/ь) se debe suprimir la palabra "Que" al comienzo de cada inciso y donde corresponda en el resto de las frases. Para el testo del inciso e) del artículo IV véase el pax-rafo 7* seg\’ndo, que el inciso b) del artículo V quede redactado en los siguientes términos : "b) el acuerdo especial o la cláusula compromisoria válidos en que se haya basado la sentencia, por escrito, o una copia que reána las condiciones requeridas para su autenticidad". tercero, insertar, despr.és del artículo V, un nuevo artículo redactado en los siguientes términos: "Se considerará que la parte que pida el reconocimiento o la ejecución de la sentencia ha probado prima facie la existencia de la sentencia y el acuerdo especial o la cláusula compromisoria en que la misma se basé suministrando los documentos que se mencionan en el artículo V. Hasta que se pruebe lo contrario se considerará que la sentencia es definitiva y ejecutoria. La parte que impugne el reconocimiento o la ejecución de la sentencia deberá probar los hechos o circunstancias que dieron lugar a la aplicación de uno o más de los párrafos a) a h) del artículo IV, a menos que la autoridad competente del país donde se pida el reconocimiento o la ejecución compruebe, después de una investigación ex officio, la existencia de tales hechos o circunstancias." 12. Avinque no se aceptaran las propuestas formuladas en el párrafo 7# el Gobierno de los Países Bajos estima que hay razones para hacer más clara la Convención en lo que se refiere a la distinción entre las normas de derecho sustantivo y las normas que regulan la cuestión de la prueba. También en ese caso habría razones para añadir un artículo con arreglo a la propuesta formulada en el párrafo anterior, excepto en lo que se refiere a la segunda frase del nuevo artículo propuesto, y entonces el inciso b) del artículo V debería enmendarse a fin de establecer claramente que esa disposición ya no se puede considerar como una norma formal de prueba. 15 . En virtud del artículo VI del proyecto la nueva Convención no afectará a la validez de otros acuerdos internacionales concertados entre los Estados Contratantes. Por lo tanto, la Convención de Ginebra seguirá en vigor para los Estados que lleguen a ser partes en la nueva Convención. Es decir, que todo demandante que desee proceder a ejecución debe apoyar su derecho a obtener un exequatur conjuntamente en la Convención de Ginebra y en la nueva Convención. El demandado sólo podrá impedir la ejecución en los casos en que sea posible hacerlo en virtud de ambas convenciones, alegando excepciones que se basen en las dos convenciones separadamente* Si bien la situación que así se cree podrá ser algo complejá, el Gobierno de los Países Bajos no la considera injusta; debe recordarse que una de las razones principales para el nuevo estudio de esta cuestión ha sido el deseo de conceder a la parte que invoque una sentencia arbitral mayores posibilidades respecto del reconocimiento y la ejecución que las que establecía la Convención de Ginebra. Por este motivo, el Gobierno de los Países Bajos puede aceptar la existencia paralela de ambas convenciones. Marzo, 1958