A LA MESA DE LAS JUNTAS GENERALES DE ÁLAVA Ritxar Bacete González, Portavoz Suplente del Grupo Juntero Ezker Batua-Izquierda Unida, al amparo del vigente reglamento de las Juntas Generales de Álava, presenta para su tramitación MOCIÓN consecuencia de interpelación, conforme al artículo 142 del Reglamento, para debate en Pleno sobre las víctimas de los sucesos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria-Gasteiz. JUSTIFICACIÓN Por encima de un hito de dimensiones históricas para Álava como son los ignominiosos sucesos del 3 de marzo de 1976, más allá de las diferencias o coincidencias políticas, sobrepasando intereses políticos coyunturales, están aquellas personas que directa o indirectamente fueron las víctimas. El reconocimiento de su sufrimiento, la solidaridad activa, afectiva y efectiva son responsabilidades inexcusables que deben ejercer los poderes públicos. Poderes e instituciones, como la Diputación Foral de Álava o estas mismas Juntas Generales que constituyen el órgano máximo de representación y participación popular en el Territorio Histórico, todas ellas fruto y al amparo de un Estado de Derecho, cuya existencia debemos también a la lucha por las libertades y los derechos que desarrollaron entre otros los cinco trabajadores asesinados y las decenas de personas que resultaron heridas, en el contexto de una lucha por derechos de los que hoy en día todos y todas disfrutamos. En el año 1999 se aprobó la Ley de Víctimas del Terrorismo para compensar a sus víctimas. Este hecho abrió la expectativa de compensar a las víctimas que también ser creía pudieran ser objeto de aplicación de esta ley: las víctimas de la dictadura franquista. Pero este anhelo no resultó posible, como puede deducirse del hecho de que a las víctimas del franquismo no les causó daño el terrorismo, sino “la policía y los cuerpos represivos del Estado”. De este modo, la ley que compensaba a las víctimas del terrorismo de 1999 no podía aplicarse a las víctimas de la dictadura franquista, quedando un vacío y una deuda histórica latente y sangrante para con uno de los colectivos más importantes de nuestra memoria histórica más reciente, entre los que se encuentran nuestras víctimas del 3 de marzo de 1976. Unas víctimas, personas, ciudadanos y ciudadanas, que en el ejercicio de derechos como el de huelga, reunión, o manifestación, que luego fueron reconocidos por la Constitución, sufrieron daños por la represión franquista, y que no han sido reconocidos hasta el momento, por ningún tipo de tratamiento compensatorio ni compensación económica. A pesar de todo, la principal demanda que plantean hoy en día los compañeros y compañeras que fueron víctimas de la represión en marzo de 1976 en Vitoria-Gasteiz es la del reconocimiento público y oficial de la verdad, que pasa por rescribir la historia y situar a los verdugos en su lugar, liberando a las víctimas de cualquier duda sobre su responsabilidad en unos hechos execrables y violentos de los que únicamente fueron, precisamente, víctimas. Así queda acreditado en el Informe-Dictamen Histórico sobre los sucesos ocurridos en Vitoria-Gasteiz el 3 de marzo de 1976 con el resultado de 5 muertos elaborado por el Instituto Universitario de Historia Social Valentín de Foronda, de la Universidad del País Vasco. Desde el sentimiento mayoritario existente en el Congreso de los Diputados por reparar esta enorme deuda histórica que tiene la sociedad con, entre otras, las víctimas del 3 de marzo, se están dando pasos efectivos por parte del Gobierno y el Parlamento, como lo demuestra el trabajo realizado por la comisión interministerial creada a partir de una resolución del Consejo de Ministros. A este respecto es necesario recoger unas palabras del diputado socialista Ramón Jáuregui: «es tanta la información, son tantos los grupos que están queriendo hablar con la comisión interministerial… El retraso en el trabajo de la comisión no es por indolencia, sino porque hay tal exceso de actividad en la comisión que no les ha permitido cumplimentar el informe que prometieron para el 31 de diciembre del año 2004.» Porque el tiempo juega en contra de las víctimas, como lo demuestra el caso de José Luis Bóveda Zalduendo, recientemente fallecido y que ya no podrá ver reparado el daño que sufrió. Mientras tanto, el 13 de octubre del año 2003, las Juntas Generales de Álava aprobaron de forma mayoritaria una moción en la que se recogía expresamente, en el apartado, 5.º que «En el supuesto de que en el plazo de un año no exista en el Estado un marco regulador de las indemnizaciones señaladas en el apartado anterior, la Diputación Foral de Álava establecerá una Norma Foral habilitadora para compensar a las Víctimas del 3 de marzo, con arreglo a las cuantías y procedimientos que en su día estableció la Ley 30/92 del 8 de octubre modificada por la Ley 2/03 de 12 de marzo». El plazo fijado por las Juntas Generales de Álava para el cumplimiento de la moción ha sido sobrepasado ampliamente y el ejecutivo foral ha incumplido lo expresado por esta cámara. Por último, creemos que las instituciones públicas alavesas deben reconocer públicamente la valía de aquellos y aquellas que siguen trabajando por la defensa de la democracia, mediante la concesión de la máxima distinción que se otorga por este Territorio Histórico para premier los valores humanos y méritos sociales. Por todo ello que presentamos la siguiente: MOCIÓN 1.- Las Juntas Generales de Álava se solidarizan afectiva y efectivamente una vez más con las víctimas del 3 de marzo y sus familiares, haciendo propio el dictamen histórico sobre los acontecimientos del 3 de marzo de 1976, elaborando por el Instituto Universitario Valentín de Foronda. 2.- Las Juntas Generales de Álava muestran su apoyo y reconocimiento a los trabajos que viene realizando la comisión interministerial, y apoyan la creación de una proposición de ley que persiga la reparación moral y el reconocimiento de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista, entre las que se incluirían las víctimas del 3 de marzo de 1976. 3.- Las Juntas Generales de Álava instan a la Diputación Foral a colaborar con la Comisión Interministerial en todos aquellos puntos referidos a la búsqueda de información para los que fuera requerida, así como a impulsar, acompañar y facilitar la participación en ella de la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo. 4.- Las Juntas Generales de Álava instan a la Diputación Foral de Álava a cumplir de forma inmediata con lo establecido en el punto 5.º de la moción 22/2003 de 13 de octubre. 5.- Las Juntas Generales de Alava proponen a la Diputación Foral de Álava la concesión de la Medalla de Álava a la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo, de conformidad con el artículo 15 del Decreto Foral 1/90, de 9 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de honores y distinciones de la Diputación Foral de Álava, modificado por el Decreto foral 50/2000, de 16 de mayo. En Vitoria-Gasteiz a 11 de mayo de 2005. Fdo. Ritxar Bacete Portavoz suplente Grupo Juntero EZKER BATUA – IZQUIERDA UNIDA