El Proceso Monitorio: soluciones legales para el cobro de pequeñas

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Nut rición
Proceso
monitorio
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El proceso monitorio
resulta especialmente
importante tanto
para los pequeños y
medianos empresarios
y comerciantes,
como para todos los
profesionales que
necesitan disponer
de un mecanismo
rápido y sencillo
para el cobro de sus
créditos. También es
una herramienta útil
para solventar este
problema dentro de
las comunidades de
propietarios.
En España no pueden
cobrarse a través de
sus cauces todas las
deudas de dinero,
se ha fijado un límite
máximo de 30.000
euros por encima
del cual no se puede
acceder a dicho
proceso y se debería
acudir a un juicio
ordinario.
El Proceso Monitorio:
soluciones legales para
el cobro de pequeñas
deudas
Redacción
E
l cobro de pequeñas deudas comerciales plantea un problema cuya importancia no puede ser desdeñada. En un proceso ordinario, los costes que
como acreedores debemos destinar para su gestión son, generalmente, desproporcionados en relación con el importe de la deuda que reclamamos. Frente a
esta situación muchas veces preferimos renunciar al cobro de la deuda o aceptar
una transacción, a menudo desfavorable. En líneas generales para intentar cobrar
este dinero se debe intentar primero la “vía amistosa” o “extrajudicial”. Ante una
factura pendiente debemos enviar al cliente un burofax, con acuse de recibo y
certificación de texto, en el que se le reclame el importe de la factura correspondiente que, en todo caso, se acompañará a dicho requerimiento.
La Ley 7/2001 de Enjuiciamiento Civil, en sus artículos 812 a 818 trata de
un procedimiento judicial para reclamación de deudas inferiores a 30.000 euros
denominado Proceso Monitorio. Este proceso permite que pequeñas deudas de
dinero se puedan reclamar y cobrar de una forma ágil, sencilla y eficaz.
El proceso monitorio comienza con la presentación de una solicitud. El
acreedor puede acudir directamente al Juez, sin necesidad de un Abogado o
Procurador, para presentar su petición. El Juez competente en este proceso es,
exclusivamente, el de Primera Instancia del domicilio o residencia del deudor
o, si no fueran conocidos, el del lugar en el que el deudor pudiera ser hallado a
efectos del requerimiento de pago por el Tribunal.
La solicitud se puede realizar en un escrito elaborado por el propio interesado o en un impreso o formulario
preestablecido para tal efecto. En el escrito o impreso
que se presente únicamente deben hacerse constar tres
datos: el nombre y el domicilio del solicitante, el nombre
y el domicilio del deudor y la cantidad de dinero que se
reclama. La reclamación se hace con un apoyo documental de dicha cantidad, para lo cual es válido todo documento, cualquiera que sea su forma y clase o el soporte
físico en que se encuentre, que aparezca firmado por el
deudor o con su sello, impronta o marca o con cualquier
otra señal, física o electrónica. También se incluyen las
facturas, los albaranes de entrega, las certificaciones, los
telegramas, los telefax o cualquier otro documento que
habitualmente documente los créditos y deudas en la
relación existente entre acreedor y deudor.
Presentada dicha petición, se sitúa al deudor en la
necesidad de decidir si paga o si se opone a la reclamación. Si éste paga en el plazo concedido y así lo acredita
ante el Tribunal, se le hace entrega de justificante de
pago y se archiva el caso. Si decide no pagar y no se
opone en el plazo señalado por la ley (veinte días), se
tiene por cierta la petición realizada por el acreedor y
se inicia la fase de cobro forzoso de la deuda. Si, por el
contrario, comparece ante el tribunal y alega sucinta-
Proceso monitorio
Requisitos para poder usar este procedimiento
•Que se trate de una deuda de dinero, vencida, exigible y de una
cantidad determinada e inferior a 30.000 euros.
•Que esté documentada en alguna de las formas previstas por la
Ley. La Ley distingue dos tipos de documentos:
Los que han de ser valorados por un Juez
a) Los documentos, cualquiera que sea su forma y clase o
soporte en los que aparezca firma del deudor, su sello o
cualquier marca proveniente del deudor.
b) Las facturas, albaranes, certificaciones o telegramas
o cualquier documento que, aún unilateralmente
creado por el acreedor, sea de los que habitualmente
documentan los créditos y deudas.
El proceso
monitorio permite
que pequeñas
deudas de
dinero se puedan
reclamar y cobrar
de una forma
ágil, sencilla y
eficaz.
Los que la Ley acepta para estos fines
a) Aquellos documentos en los que conste la deuda, que
vayan acompañados de otros documentos comerciales
que acrediten una relación anterior duradera.
b) Las certificaciones de impago de cantidades debidas
en concepto de gastos comunes de Comunidades de
Propietarios de inmuebles urbanos.
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mente, en escrito de oposición, las razones por las que, a su entender, no debe,
en todo o en parte, devolver la cantidad reclamada, esto supone el comienzo de
otro proceso, denominado proceso contencioso ordinario. El asunto se resolverá definitivamente en el juicio que corresponda ( si la deuda es inferior a 3.000
euros en juicio verbal y, a partir de 3.000, en juicio ordinario) cuya sentencia
tendrá efectos de cosa juzgada. En esta fase del proceso monitorio, que se inicia con el escrito de oposición, y en el caso de reclamaciones superiores a 900
euros sí se exige la intervención de un Abogado y un Procurador.
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