Nut rición Proceso monitorio 24 El proceso monitorio resulta especialmente importante tanto para los pequeños y medianos empresarios y comerciantes, como para todos los profesionales que necesitan disponer de un mecanismo rápido y sencillo para el cobro de sus créditos. También es una herramienta útil para solventar este problema dentro de las comunidades de propietarios. En España no pueden cobrarse a través de sus cauces todas las deudas de dinero, se ha fijado un límite máximo de 30.000 euros por encima del cual no se puede acceder a dicho proceso y se debería acudir a un juicio ordinario. El Proceso Monitorio: soluciones legales para el cobro de pequeñas deudas Redacción E l cobro de pequeñas deudas comerciales plantea un problema cuya importancia no puede ser desdeñada. En un proceso ordinario, los costes que como acreedores debemos destinar para su gestión son, generalmente, desproporcionados en relación con el importe de la deuda que reclamamos. Frente a esta situación muchas veces preferimos renunciar al cobro de la deuda o aceptar una transacción, a menudo desfavorable. En líneas generales para intentar cobrar este dinero se debe intentar primero la “vía amistosa” o “extrajudicial”. Ante una factura pendiente debemos enviar al cliente un burofax, con acuse de recibo y certificación de texto, en el que se le reclame el importe de la factura correspondiente que, en todo caso, se acompañará a dicho requerimiento. La Ley 7/2001 de Enjuiciamiento Civil, en sus artículos 812 a 818 trata de un procedimiento judicial para reclamación de deudas inferiores a 30.000 euros denominado Proceso Monitorio. Este proceso permite que pequeñas deudas de dinero se puedan reclamar y cobrar de una forma ágil, sencilla y eficaz. El proceso monitorio comienza con la presentación de una solicitud. El acreedor puede acudir directamente al Juez, sin necesidad de un Abogado o Procurador, para presentar su petición. El Juez competente en este proceso es, exclusivamente, el de Primera Instancia del domicilio o residencia del deudor o, si no fueran conocidos, el del lugar en el que el deudor pudiera ser hallado a efectos del requerimiento de pago por el Tribunal. La solicitud se puede realizar en un escrito elaborado por el propio interesado o en un impreso o formulario preestablecido para tal efecto. En el escrito o impreso que se presente únicamente deben hacerse constar tres datos: el nombre y el domicilio del solicitante, el nombre y el domicilio del deudor y la cantidad de dinero que se reclama. La reclamación se hace con un apoyo documental de dicha cantidad, para lo cual es válido todo documento, cualquiera que sea su forma y clase o el soporte físico en que se encuentre, que aparezca firmado por el deudor o con su sello, impronta o marca o con cualquier otra señal, física o electrónica. También se incluyen las facturas, los albaranes de entrega, las certificaciones, los telegramas, los telefax o cualquier otro documento que habitualmente documente los créditos y deudas en la relación existente entre acreedor y deudor. Presentada dicha petición, se sitúa al deudor en la necesidad de decidir si paga o si se opone a la reclamación. Si éste paga en el plazo concedido y así lo acredita ante el Tribunal, se le hace entrega de justificante de pago y se archiva el caso. Si decide no pagar y no se opone en el plazo señalado por la ley (veinte días), se tiene por cierta la petición realizada por el acreedor y se inicia la fase de cobro forzoso de la deuda. Si, por el contrario, comparece ante el tribunal y alega sucinta- Proceso monitorio Requisitos para poder usar este procedimiento •Que se trate de una deuda de dinero, vencida, exigible y de una cantidad determinada e inferior a 30.000 euros. •Que esté documentada en alguna de las formas previstas por la Ley. La Ley distingue dos tipos de documentos: Los que han de ser valorados por un Juez a) Los documentos, cualquiera que sea su forma y clase o soporte en los que aparezca firma del deudor, su sello o cualquier marca proveniente del deudor. b) Las facturas, albaranes, certificaciones o telegramas o cualquier documento que, aún unilateralmente creado por el acreedor, sea de los que habitualmente documentan los créditos y deudas. El proceso monitorio permite que pequeñas deudas de dinero se puedan reclamar y cobrar de una forma ágil, sencilla y eficaz. Los que la Ley acepta para estos fines a) Aquellos documentos en los que conste la deuda, que vayan acompañados de otros documentos comerciales que acrediten una relación anterior duradera. b) Las certificaciones de impago de cantidades debidas en concepto de gastos comunes de Comunidades de Propietarios de inmuebles urbanos. 25 mente, en escrito de oposición, las razones por las que, a su entender, no debe, en todo o en parte, devolver la cantidad reclamada, esto supone el comienzo de otro proceso, denominado proceso contencioso ordinario. El asunto se resolverá definitivamente en el juicio que corresponda ( si la deuda es inferior a 3.000 euros en juicio verbal y, a partir de 3.000, en juicio ordinario) cuya sentencia tendrá efectos de cosa juzgada. En esta fase del proceso monitorio, que se inicia con el escrito de oposición, y en el caso de reclamaciones superiores a 900 euros sí se exige la intervención de un Abogado y un Procurador.