lID.\ 1 YHJES DE HERNANDO DE ~IAGALLANES. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia VIDA 1 VIAJES DE HERNANDO DE ~11G1LL1NES, POR l\Iagallanes, señor, fué el primer hombre Que abrienuo este camino le dió nombre. ERCILLA, Arallcal1a, Canto 1, estrofa 8." l' " , ,7;! ! (~!"rj/~ ('."J i. : I ?( . " ' . 'j - .) -/1-.-:,'.: : "-) santiago de Chile, I:\lPRE:\TA r\ACIO~AL, CAUE DE LA MONEDA,. NÚM 46. - Junio de lPG'l. - :..f ~'i~J~JvI. Li, i,;r~"' Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia ------------------.- --------- --------- -"-o --- o ADVERTENCIA PRELIMINA1L Si el YlaJo cmprcnc1iJo por MagaUanes /rub¡era producido solo el reconocimiento tIe la estrcmiclad me, l'illional del continente americano, el descuhrimiento del estrecho a 1ue la posteridad ha dado el nombre del célehre marino, i la nuvcgacio:1 de mares uescoll()cirJos~deberi:¡ considerarse corno unn uo las mas notaLles cmp:esas que se llevaron a cabo en aquel siglo de atrevidas esploraciones. P~ro eso viajo señala auemas uno Úe [os mas sólidos progresos que jama:.; haya hecho la jeografía. La cscuadrilla de MngalJanes, despues de tres años ue nD. vegacione3 i dcsgra ~ cias que la rc:dujcron a una sola na\,(;, llahia dado la primera vuelta al mundo. La rCllonucz de la tierra, que habian adirinado algunos sábios, fllé desde eutónees ua hecho probado por la espcrie'1cia. La jeografía rompió las ligaduras que la amarraban a las preocupaciones del vulgo, i pudo desarrollarse libre-· mente para llegar al estado en que hoi la vemos. La impoz:tancia de este viaje fué reconocida pOl' los contemporáneos de !\ragallancs. El cékbre culector de las relaciones do Yiajeros Ju,i)1 lhatista Ramusi/), Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 11 AunmTESCIA. al publicar en el primer lomo de su coleccion, la tr:1uuccion italiana de la historia del viaje de Magullanes escrita por Maximiliano Transih'ano) dccia en una advertencia: «El viaje ejecutado por los españolcs al rededor del mundo en el término ,de tre~ años es una de las mayores i mas maravillosas ewpresas que se hayan llevado a cabo cn nuestro siglo i aun de las que sabemos de los anliguos, porque ésta excede a todas las conocidas hasta ahora i si oyeran referir los granrles filósofos de la antiguedad los acont.ecimientos i el fin de este viaje, 50 quedarian pasmados i fuera de síl). Posteriormente, se han repetido estos mismos conceptos tal vez con mas elegancia, pero siempre con igllal admiracion i aplauso. ((No hai vida mas ter.rible que la de Milgallanes, dice Michelet. Todo- es combate, lejanas navegaÓones, fugas i procesos, oaufrajios i asesinato frustrado, en Hn la muerte entre los hárbaros. Pelea en Africa. Pelea en la India. Vive entre los malayos tan bravos i tan feroces. El mismo pa¡'ece haberlo silla. «En su larga residencia en Asia, recoje todos los uatos, prepara su grande es-pedicion, su tentativa de ir por la América a las islas Molucas. Estaba seguro de encontrar la espcceria Luscándola en su país orijinario a mejor precio del que tenia entónces trayéndola del occidente de la India. La empresa en su idea primitiva, fu'é enteramente comercial. Una rebaja en el precio de la pimienta fué la inspiracion primera del viaje mas heróico que jamas se haya hecho en este planeta. «El espíritu cortesano, la intriga dominaba eotónces en Portugal. Magallanes tratado mal, pasó a Ei· paña, i Cárlos V le dió mag:lificamente cinco naves. Pero, no se atrevió a fiarse enteramente en el tráns· Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia ,m"ERTEXCLI.. III fuga portugucs: le impuso un asociado castellano. l\Iagallanes partió entre dos peligros, la malquerencia castellana í la venganza portuguesa que lo busca ~ ba para asesinado. Víó la revolncion en su escuadra. idesplegó un heroismo terrible, indomable i bárharo. Encadenó al asociauo, í se hizo el único jefe . .Mandó apuñalear, degollar, descuartizar a los recal·citrantes. En meclio (lo lo(lo esto, naufra~ ios, na ves perdidas. Na(lie queria scguirlc, cuando se divisó el aspect.o aterrador lle la punta de la América, la desolada Tierra del fuego i el desolado cabo Forwanl. Esta comarca arrancada del continente por violentas convulsiones, por la furiosa ebullicion de mil volcanes, p3rcce una tormenta de granito. Hincha¡la, 1'0quicbrada por un súbito rcsfrialIlicn~o, causa harror. Son picos agu(los, campanarios ccén!ricos, negra;; telas, dientes atroces uc tres puntas; i toeJa esta masa de luva, de basalto, está cubierta de IÚgubrc nicvc. «Esto era de sobra para touos. Magallancs f1~0: «Vamos adclantc». Buscó, volvió, se desenredó d~ cien islas, Gi1tró'en un mar sin límites, ¡lacífico este cliu. i que ha conscn'auo el nombre de tal. «(~Iaga\lancs pereció en las Filipinas. \.uatro navios uesaparccieron. El único que qucrló, la Ficloria, no tenia al fin mas qne trece homhr~s, pero tenia su gran piloto, intrépido c indestructible, el \'asco Sehastian, que volvió solo habiendo si:lo el primer mortal que diera la vuelta al mundo. «Nada hai Illasgrandcque esto, Dosde entóll~es, el globo cataba seguro de su rcdon(lez. Esta maravilla física del agua uniformemente estendida s0bre una bola a que se auhiera sin separarse, esto milagro COltaba demostrado. El Pacífico estaba al fin reconocido, c~c grande i mistcrics'J lahor;lf.ol'io donde, léjos de Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia IV ADVERTBNCíA. nuestra vista, la naturaleza trabaja profundamente la vida, nos elabora mundos, continentes nuevos. «Revelacion de inmenso alcance; no solo material, sino tambien moral que centuplicaba la audacia del hombre i lo lanzaba en otro viaje sobre el libre oeeano de las ciencias, en el esfuerzo temerario i fecundo de dar la vuelta a lo infinito» (1). Sin embargo, si la posteriuad ha reconocido la importancia de este viaje, bien poco conoce acerca del hombre que lo concibió i lo emprendió. Bajo este punto de \'ista, Magallanos ha sido mucho ménos fe .• liz de lo que merece. Miéntras se han escrito i publicado centenares <le volúmenes sobre viajeros i descubridores de una importancia mui inferior a la suya, sobre él no se posée un estudio completo, una biografía capaz de darlo a conocer, de revelar el alcance de su jcnio, la direccion de su carácter, sus antecedentes i su vida, En las historias jenerales se ha referido su viaje con mas o ménos acierto, con mas o m6nos estension; pero se ba descuidado casi del todo su persona. Conozco solo tres ensayos biográficos de Hernando de Magallanes (2). Escribió el primero el contraalrmrantc frances MI'. de Rassel (Biographie univel'(1') l\licltclet, La mer, lib. II, páj. 28<1, i siguientes, (París ]861.) (2) N o merecen este nomure la erudita intl'oduccion qne ha puesto Cirios Amoretti a su cuidada reimp:'esion del Primo Viaggio allofllO II mondo, escrito por Antonio Pigafetta (Milan, 18(0), ni la pcquefla biografía pucsta al frente de la reproduccion esta misma obra en las VO.1lagl'urs anciens elmodernci de E. Charton (lom, 111, páj, 266, París ]850.) El JoU1'1w! illusIré des ¡;oyagcs el des voya.geurs, (lom, 11, páj, 95, Paris ]858) ha pnblicado nna biografía !\Iagalhncs, curiosa por 10i errores, junto con 1111 retrato (le pnra fantasía, para preceder Iln:l '1\1C\'i. rcil\lrn~"ion lid riuJ;:;;o de 1'4¡'Rfctla, ue ue Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia ADYERTE~ClA. y selle, tomo XXVI) eon conocimiento lle las obras españolas que tratan ue ese "iaje; el segundo, don Martin Fernanuez de Navarrete al frente del tomo IV ue su importante Coleccion de los viajes i descubrimientos que hicieron por mal' los españoles desde fines del siglo XV; el tercero, ha sido publicado por M. fcroinand Denis en el tomo XXXII 013 la NotwcUc biogra. phie gélléralc. Aunque todos ellos poseen cierto méri- to, el segundo es sin uuua el mas esti:nahle i el mas completo. Navanete publical)(l cntónccs un yo!úmen de documcntos relativos a ese viajero, i ellos i de muehos libros tomó los datos sobre qllc ha basallo su biografía; sin embargo, no ha sacado el pro\'cclJO que pudo para dar a conocer al célebre navegante. Hai' deílciencia de noticias en ciertas partes, i escasa ohsCf\'acion i poco gusto para reunidas i L1;~rllrartas, de lUodo que de ellas resalte el retrato de ~.Ia5allanes tan complcto como nos lo han trasmitíú,) los mas autorizados testimonios. Como aquel célool'C ,'¡ajero fuó el primer dCBCU- ue bridordclterritorio chileno, tuve quc estudiar sus esploraciones para dadas a conocer cn U:)ll. historia jeneral :le Chile en que trabajo desde muchos alíos atraso En las }¡jstol'ius de los descubrimicntos i conquistas de los e"paiioles i portugueses en el siglo XVI, encontré todo jénero de noticias; pcro q\li~o adelnnt:¡r mis investigacÍ0¡:c5 en los uocumc~ll05 i relaciones que pcrmanecen in6rlitos, i me engolf¿ en csta tal'C~a durante mi via;c a Esrnña ea 1 :n:) i '1~~G;). Antes de mucho tiempo, rudo pc::madirwc d~ '[1.:8 el sabio l1Í~I()riógra[0 clan Juan Bwtista .Mu¡:oz, lH:bia ll('cllo J'L1todo el trab~.io de inycstigac:ol1 con el propósito ue II'l~r.rlO scrvir p:lra la contil1:.I:J.c¡o,1 dJ su !.Iisíoi'irl del ¡¡"e¡':; :nHndo) dc (lI:C (bjt) p\Ó¡i~:d() U:1~ol,)["11!:)' )¡ll~m .' L Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia VI .U)VBIi'fBNCU .• habia esplotado r.on todo acierto los archivos de España i Portugal, habia copiado los documentos mas importantes i cstraclado los de ménos inleres, i habia reunido el mas rico caudal de noticias que pudiera apetccersc. Navarrete mismo ha hecho Dluí poco mas que publical' los documentos que ya había recopilado Muñoz en su valiosa coleccioD de manuscritos. En esta coleccíon; que se conserva en la rica oi~ blioteca de la real academia de la historia de Madrid, j a que tuve I¡hl'e acceso, merced a la ilustrada liberalidad de dicha corporacion, rccoj[ copiosos datos que apuntaba escrupulosamente, i que pude aumentar pocos meses despues en el preciow archivo de 'Indias depositado en Sevillil. Insensiblemente, mis notas excedieron los limiles que en un principio me habia fijado, Buscanrlo noticias acerca del descubrimiento de la eSlremiclad meridional del continente americano, habia recojido todos los antecedentes neccsarios para hacer una biografía de Magallanes tan completa como me lo permitieran mis fuerzas i los documentos que han quedado de aquel célebre viaje. :Me era ya materialmente imposible hacer entrar en una historia jeneral de ClJile todas las noticias que habia rccojido. Forzoso me fué enLónces emprender otro trabajo de distinto jénero, un ensayo especial so· hre la vida i yiajes del famoso descubridor. Tal fuó el oríjen del libro presente, Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia c.\ Pi'1'ULO 1. .~\[~eilllienlo i ¡;lIuilia dr. IIernal1l1o de j\f¡l"allanes.--Se elliual'C';t para In India.-F.speuicion a la costa o~icntal del Africa.-Su \'uelta a l'ortllg"I.-:\h:;¡~lla\lcs hace la prim,~ra call1pai\:~ cuntra i\lalaca.--NulIrrag-u cn los hajos de Padlla.-511 prc~cneia de cspíritll.-Asiste a la ()(,lIpar:io¡¡ de noa i al sitio de :llabca.-l\Ialograda cspedicion a las ~Iol\lcas.- V\ld~·c :'.Iagalluncs a Lisboa.-llace \lila n\leva campana eu :\rricu.Sus correrías en Azalllor.-E~ hcrido de \lna lauzada.-El reí desatiende SIIS sel'vicios.- Sus proyectos (k futuros U('5cuhrirnientos,--J{lIi Faleíro.--;\Iagallaues Stl lk;nuluraliza en Portugal i pasa a l:spana. Nació Hcmando de :\Iagrrllancs en la {lcqlIC;!:\' aldea de Sabrosa provincia de Tras·os-~lolHes, en el reino de Portugal. Los documentos faltan pam fijar la fecha de su nacilllientoj pero se puede colcjir sin temor de cquivocaro:c mucho que debió tener lugar por los afíos d0 14RO, De SIIS projcnitores se sabe· ~olo í[llC Sll padre 8e llamaba Pedro el), Había en Poriil;al cinco gl\dos de noblt:;w .. Parece quc b familia dc i\1n~illlan::~, () .vla~·alll;lens, COl110 c3cribcIl lo~ portugucscs, perlClllecia a la cunrla clase, ala de IUd "!itlalgos lle cotta d~ nr;nas e ger.:lyao, quc ten insignias de nobrcsa." T,rr familia tenia lIl' escudo de armasjaqucl:ulo esto e.3, cOlll[lucdlOde c:ladrítos, como un tablero de ajedrc:l. P03tcriorlll;~llte, a !1'ICS del siglo XVII, el rei UOll Pedro 11 diÍl el IÍlId,) de .•.izcOIlIJe d~ f'ollte Arcada a 11110de lo" miembros de esta familia, a Pedro Jaques de :\1agnlhaens ('~). (1) Véase la ilnstraeioll nÚm.!. ,2) :'.Ianorl Scverin de Fnria, .'V'oticin., rl~ P()I'I/lt:;nl, di;;r. fll., P:lj. 83, Ull i n~. r.,li,tlel Jallci!'0 ]740: ndicionrtda por J. Ihr'IO"U. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia ~ VIDA I VIAJES Los primeros años de Hernando de l\Iagallancs están cn. vueltos cn la incertid umbre. Se refiere solo que pasó su niñez en Lisboa, ocupado en el palacio en calidad de paje de la reina doña Leonor, i del rei don .Manuel (3). En ese rango, los herederos de los hidalgos portugueses, sin dejar de prestar sus servicios, recibían una educacion mui cuidada bajo la próteccion i vijilancia del soberano, que vijilal.¡a a los institutores de sus pajes, i repartia a ésto::!los premios a qne se hubieran hecho merecedorcs. Allí hizo }lagaHancs sus primeros estudios; pero es probable que su espíritu inquieto i emprcndedor 1)0 pudiera sujctarse a la vida trllnquila i lllonótolHl J({la corte, i quc, deseoso de adquirir un nombre i de buscar aventuras en un mundo casi desconocido, ofreciera voluntariamente sus servicios para ir a militar en las apartadas rcjioncs del Asia, campo cntónc{'s de las hazañas i conquistas de los portugueses. La India era en efccto el teatro de gloriosas i productivas cm presas, en que se sostenia una guerra llena de interesantes peripecias i en qlle se abria el rico mercado de la espccería, que habian csplotauo durante la edad media las rcpÚblicas italian"s. Las navegaciones de Vasco de Gama i de Cabral al rededor del Afriea habian abierto nuevo rumbo a ese comercio, de que a la sazon gozaban esclusivamente los portugueses, nsentnnuo su dominacion tan pronto por tratos pacíficos con los reyezuelos asiáticos que querían someterse) como por meJio de la guerra i de la conquista armada. La noticia de las resistencias que encontraban sus soldados, determinó al reí don :Manuel a equipar una numerosa armada, la mas considerable que hasta entónces hubiera salido ue Portugal con ese rumbo. Componíase de veinte i uos naves, de las cuales solo seis eran carabelas i las otras gr\leoncs o navíos; i en ellas se embarcaron ;'mucllos i mui honrados hombres, muchos hidnlgos i caballe. ros espcrimentaJos en la guerra," como dice un historiauor portugues. El mando de la escuadra i ue las tropns fué confiado, con el rango de ..-irei de b India, a don Fran- dr; (:~) Argensola, Hisl. de las .JlJolllcas, lib. I.páj. G-Iu., ..'lnalcs .'lragon, lih. 1, cap. 13, p.ij. I:.l3. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 3 DE HEn:'\A~DO DE nrAGALL.~:'\r.g. de Almeidn., "persona bles cualidades para grnnJes gllerras contra mentado" moros de Africa i de G rallad,,- 110- i en mui csperi- (il). lHagallanes tus los peligros se alistó de cntre estos de sus bienes los cspedicionarios. para Eran jun· i de las c¡lInpaU(IS en qlle vinjes i los esplor(ulores, St; cmpeilalmn los soldados preparaban e;;piritualmcnte ponian í de altos merecimientos i dificultosas empresas, l:isco como cristianos que todos sC fervientes, i dis- el caso de morir en I(l enlpresa. ~'I<1gallancs lo llizo a"í: ell ~l de diciemure de 150 1 otorgú nn ::;OklllllC testamcnto en BdclI, uarrio oc:cldclItal de Lisboa, que i'crvj[l enlúllcc::; de puerto'a el viaje de las llll!:,IS. ~,;o tc::ieildo ulediatos, Ung-all<llles dejaba Sil las hncian IH\\'C;; qtle otros hcreLlcrocl mas in- patrilllOllio a IIIHI hernlana c;\saúa CO;IJuan de Silva Tdlci>,jentil llOll!b:'c de palacio, i 8::ilor del c:tstil1o lle l'ereira de Suurosa, COIl oulig:lcioll de tra~lIlilir su ¡¡pelliJo jLllltO COll sus armus a sus hereJeros (5). Anted de ilustrar ~II nomure cun granúes hechos i de forlllar por sí mismo un noble ~\lya) dolía 'r,:resa, trullCO de familia, lHagallanes le legaroll miraba que selTara ell sus SO\;ri~lOS) ya que I};lS ticrnts si:¡ herederos sus mayores nombre lilas con di;~ilo orgullo el i ({lIeria que se con- él podiu. SLlclllllbir en Icja- directos. 1.a c;;cuadra cLjú las aguas del Tnjo el ~5 de marzo de 1505, el! ll1ec]io :le las mas solemnes celebraciones. Los soldados de Almeitla iban a establecer la dominacioll por- i compromiso;! de los p~r!idus monarcas de aqudlos pa:sé;s. Las historius de estas cU:Hiuis:a3 recLlcrdan Illui rara \'ez el nomI:rc de l'la:~¡¡llall¡:s, qLle siu dlllla p{)" SI! W\l¡jO subaltc:ruo, tuguesa soure bases m:lS sólidas c<) h:(l~o (~C j',~::;'iL, Diclogos :\ \', .)~j. :¿-1l. que 103 tmtadc3 <fe varia "i~!ér¡(J, tlial. IV COj', (i¡) El IC.;!:;¡;l('i:tO de :\1wr;¡;l;¡ncs no !in Eido COllncitlo ~ino R[.i, l; ((() de los heredero,,> de su IHII11hn lo c:cocubrió cn L:-L¡;:l~i :Hll:linislró !l:l<l copia a :1. Fndiu<lnd DC!li" erlldilll es .. ,"':tor "o!m+ bs l'OS~~ del J1ra~i1. n 'luica (l:'bo el c()!lUcimienlo :!e C','!Ci:l~'!:'c"aute do~nll1C'l\lo. ":1 ] 2 Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 4 \"IDA I VI.Uf.5 no tellia ocasion de distinguirse particularmente, Parece, sin embargo, que servía de ordinario en la mnrinu, i que en ella adquirió los conocimientos i la práctica lJllC tan útiles habian de serle mas tarde para consumar la empresa que ha íllmortalizado su nornbre. En 1506, en efecto, se hicierOIl sentir violentas ajitaciones en los pequeños reinos de la costa oriental del Africn, que los portuglleses habiall galiado a su alianza o hecho tributarios; i como Almeidu, bajo cuya depcndencia estalHtn tumbien esas colonias, COllOciera su importancia para la conservacion de llts posesiones de la India, de<;pachó una cscuadrilla a las órdenes de Nllño Vaz Pereyra "con algunas personas señnJadas: una Fernando de Magallanes, aquel nombrado de la Fama por ilustre descubridor" (6). El prudente Vuz Pereyra colocó en el trono de Quiloa a un monarca amígu de los portugueses, i restableció las buenas relaciones comerci<tles COIl ese estado í con Sófala, país rico situado cn frcute de la isla de Madagascar, que algunos jeógrafos de aquel siglo denominaban el Otir de Salomon. No es posible decir cuanto tiempo permaneció Magallanes en Africa, ni seíialar las empresng elÍ. que tomó parte durante aquella espedicion. A principios de 150S se hallaba de vuelta en Portugal, cuando el reí prepamb\l. ulla nucva escuadrilla encargada de auelanlar los descubrimientos i conquistas en el Asia. Se hablaba entónces de la península de Malaca i de SIlS riquezas como del Quersoneso áurico de los antiguos. El soberano portugues, animado por las noticias que le venian de la India, mandÚ aprestar cuatro naves, que puso bajo el mando de Diego Lopez de Sequeira, con nombramiento de g'obernador de una provincia que quería formur. Magallanes se alistó en la nueva el!pcdícion, i COil ella salió de Lisboa el ¡ de abril de 1508. Despues de haber hecho un prolijo reconocimiento de la isla de .l\1adagascar, (6) Manuel de Faria i SOll~a; Jlsia porlllgllcsa: (om. J, parto 1, cap. 10, pij. 91 Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE n::R:-1ASDO D¡ !>1AGAI.I..\:'it:3. la e!lcuaurilla se dirijió a Ceilan; pero, comlMlicla Jlor ,·ienlos contrarios, t.uvo que recalar tl Cochin en la costa occidental de la India, donde tenia su residencia onlinari[1. el virei. Almeida lel:! suministró nuevos recursos parll proseguir el viaje: alimentÓ la flota de Sequeira con otro na,'ío, i el número de SllS soldado!:! con sesenta IlOtllbrcs de la guarnicion de Cochino Desplles dc esto, los espediciouaI ¡os dejaron el puerlo el 1<..1de ago¡;to de 1500. Las naves de Sequeira reconocieron la isla de Sumalm, incsplormla hasta cnlónces por los europeos; i, desrtles dt: \'aria~ eS('L1I'siones, fueron a fondear en frente de la rj¡:a i POPUIM<t ciudad de .\lalaca. Por mas que p.1 mngo que ~Tagallanes ocupaha eW(JIlces fucra llllli subalterno, parece que él observaba prolijall1ente aquellos países to!nalldo nota de cUallto "cia, no en la forma de un diario hislórico sino tic una rcscí1ajeográfica. En medio de 103 afunes j futigas consigllil~nles a e~as penosas campai1as, l\lagallanes, como pocos de SIlS compañeros, tenia cuiuauo particular ue recojer i npunlar uOliÓas reférentes a la navegacion de aquellos mares, i a la siluacion, clima ¡producciones dc los países que visitaba. Sin embargo, su residencia en i\'lalaca no pudo prolongarEe mucho tiempo. Losindios malayos, despues de haber recibido amistosamente a los portugueses i de haber entrado en relacioncs cOlllerciales, concibieron el proyecto de asesinar/os traidoramente, nsí en tierra como en las llaves, a una hora convenida. Pocos momentos antes de dar el golpe, cuando los indios csperaban solo la seiIal para npn¡¡alear a Sequeirn. en su propio navío, l\lagallanes, noticioso del complot, se presentó al jencral i diÓ la, oz de alarma. Los indios se echaron al mar para ganar a ¡¡ado la ribera; pero en tierra, los portugueses fueron asesinados o tuvieron que asilarse en la casa de la factoría o que ganar los botes i volver a bordo con gran peligro de SllS vida;; .. MagaIlan()sJ que no llabia perdido Sil sangre fria en medio del conflicto, prestó 0rortunos ausilios asus compatriotas facilit;Ínclole8 el rcen:uarco. Entre los qllc entónccs se salvaron de nna 11l11c¡-tesegllrn, merced a cstos csfuerzos, se contaba l"rancj~co Serrn\lo, o Serrao, camarada ¡quizá paricnte Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 6 VIDA 1 VIAJES de Magallanes, con quien contmjo una estrecha amistad que duró hUi!ta su muerte (7). Este conflicto [ué causa de que por cntónces desistieran los portugueses del proyecto de establecerse en1VIalaca. Sequeira <] uernó dOli de sus na\'es que no podia manejnr por falta tle tripulacion, se embarcó en la mejor de todas ellas para volver directamente a Europa, i mandó a sus oficiulei <¡ue en las otras dos, que estaban en mal estado, volviesen a Cochin, i que carenadas en c"e puerto, se pu~iesen en viaje para Portugal. A l\lagallanes le tocó quedar en estas últimasí Como lo habia dispuesto el jeneral, las dos naves volvieron a Cochin, i (le alli salieron en bre\'e para Europa. Desgraciadamente, al acercarse al archipiélago de Lasqucdivas, las naves naufragaron en los bajos de Padutl, grupo considerable de arrecifes peligrosos. Las tripulaciones alcanzaron a tomar las chalupas i a sal varsc en un islote desierto, donde no ie pensó mas que en ganar 1l0ll.tierra mas poblada i hospitalaria. Los jefes i las personas importantes pretendian embarcarse inmediatamente en lo;; Dote,;, dejando a los marineros i soldados en aquel islote miéntras les mandaban ausilio para ponerse en :salvamento. Magallanes, sin embargo, no quiso gozar del benelicio que le daba su rango de oficial: en lugar de embarcarse COIlsus compaileros, se quedó en el islote con las tripulaciones, prefiriendo esponerse a perecer ántes que abandonadas despiadadamente. Tal, vez esta accion contribuyó a salvar a [os infelices náufragos; los oficiales les enviaron [os socorros necesurioB, i pocos dias despues, Magallanes i los suyos llegaron a Can1\nor, capital de uno de los reinos occidentales del Illdostan. Los historiadores así portugueses COlllO castellano" han referido este hecho encomiando ardicntemcnte la noble con· ducta de Magallanes (8). (7) Joaa de Barros, Décadas de .3sia, der. ff, lib. 1\', rapo ]V, páj. 417.-Latitan, Ilisloire rlrs dccouuerles eL COll7l!cstes des p¡¡rlugfÚs, lib. V, tomo 11, plíj. ~7. (8) llarro~, dce. 11, Jib.IV, cap. 1, p:íj. 375.-IIcrrcra, flechos de {oseaslellanos rn las [¡¡rlia~ ol;cid,:n!alrs, dec. 1/, lib. JI, cap. XIX, p:ij. (jG. E'l. de :\fadrid !GOL Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE I1Ell"'A:.rnO DE MAGALLANElil. 7 Se ehconlraban todavía los náurragos en esa ciudad cuanclo pasó por allí el nuevo goLJernuuor de la India, Alfonso de Alburquerqllc) en viaje para Onnuz. Habia salido de Cochin COII fuerzas considerables para emprender n llevas conquistas en In. Persio. i llcgnr hasta el mar Rojo i el Ejiptú. Eu Cananor, embarcó en Sll escuadra a Mag-al!anes i sus dcmas compauero::l de illfúrtnnio. Ayudáronle estos a som~ter la importante cimlad de Goa, i a est.llblecer la autoritlnd de los pOl'lu;\"llescs en la eosla de Matabar (noviembre de I5la) i mas taruc en \lila nueva campaua eontra el reine de ;\1alaca. El sitio de esta dudarl, puest.o enjulio de 1511, fllé el teatro en quc los portugueses tle::;p[eguron dot.cs mi· lilarcs tle que h.tsta el1t611ces 110habian necesitado ell la India. Jamas 103 pneUo3 asiáticos hauian opue~to m:l)'or resistencia a los c<):1<jllistadores europeos. Cada calle, cada cdiJkio fué el sitio de tlll Iluevo comuate. Al fill, el valor de los s¡tiadures: el jcnio tlc Alburqucrr¡ue pudieron mas que la eneljía de los malayos; i los portuguese:; ocnparon Í<t ciudad mcdio arrllin,ul¡\ ucspues de nueve di¡ts de lucha tenaz. En ella, i\'lagallanesse distinguiÓ, "dando de sí l11ui buenas muestms," dice un historiULlor ea·;teUana (~;). La conquista uc l\Ia[aca, tuvo grande iltlpOrlUncin política i militar en casi toda el Asia. Los sobcmn03 de los diveros reinos dc In Jndo-Chinu i de las i"las inmedi<llus, mandaron embajauores a felicitar a Aluunjuerc¡ne i a solicitar 8lI ali:tIJza. Los portng~lese3 se encontraron entÚ¡¡ccs cn situa. cíOIl tle cmprender nuevo" viajes de esplorncion ell los ma· res vccinos para recono-:;er los innulllenlble~ archipélagos quc CirClll1tlall la parte oriental de ar¡uel continente. Desde JUataca, despachó Alburquerqllc lres naves bajo el Illanuo de .Antoniu de Abr311) tlislinguitlo capitan qnc llevaba cn· c~lrgo tic rcconocc;' las islas de I3anda ¡las Molucas, fan1O'¡3.Scn el r.o:nercio p3r sus valios~tS prodllcciunes tIc nllcces Illoscadas j duv'os de olor. Un h:3tC'l'jadol' cspafíol rcClcrc quc ;\'~agallullcs hizo cste ,,¡aje de esplomciol\ (10). En él dcsempcfí() tamLicn UIl pn (fl) l[clTcra, tlec. Il,lib, Ir., cap. XIX, pÚj, GG. (1 O) Ar~cJlstlJn) ,rliol"ria de las ~~¡a1,(ca."¡il¡ /l, ,";j, G Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 8 VII)A J VIAJES }le!importante aquel amigo suyo Francisco Serrano, a quíen salvó la vida en la primera espedicion a Malaca. Separado de la escuadrilla el buque que mandaba Serrano, se des· trozó en uno de esos archipiélagos, que los historiadores llaman de Lucopinas, salvándose sin embargo la tripulacion; pero habiendo ofrecido Sll ayuda a los isleños en las guerras que los tenían divididos, alcanzó a llegar a Ternate, una de las l\Iolucas, donde levantó fuertes e hizo alianzas para asegurar la futura dominaclOn europea en aquellos mares. Míénlras Serrano l!C establecía eu Ternate, Abren i .Maga!lanes volvían a Malaca con un rico cargamento de esrecefía recojldo en su viaje. Rechazados por vientos contrarías, ¡¡¡¡.bian reconocido la pequeiia isla de Amboina ¡otras del archipiélago de B.mda donde cargnron completamente sus naves i dieron la vuella a la lr\dia para anunciar su descubrimiento i vender las mercaderías traídas de aquellas islas. Por pobre que parezca el resultado inmediato de este primer viaje de esplorncion, él abrió el camino a las espedíciones subsiguiente:! ¡un Iluevo campo a la actividad comercÍ<l.!de los europeos. Poco despues de la vuelta de los ei'pedicionaríos, ~nlió para Portugal una escuadra m~ndada por Hernan Perezde Anurade, el esplorador de las costas de la China. En el/a se embarcó Abreu para regresar a su patria cargado de honores i provisto de bienes (le fortuna, i es probable que lo acompañara t.ambien Magalbnes puesto que a meuiados de 1512, se hallaba en Lisboa de vuelta de SllS viajes i de su:! campañas. l\:lénos feliz que él, el valiente Abreu murió en la na...-egacion. .Magallanes quedó empleado en el servicio de palacio con el rango de mozo fidalgo, i con una pension de mil reís mensuales i lIna racion diaria de cebada, derecho!:; que la casa real pagaba a los buenos sel"\'idores con el nOlnbre de moradía. En julio de ese mismo año obt.uvo en esta pensiol1 un aumeÍ1to considerable por el \'alor de los ga.ie~, pc;'c mas aun por la importancia que él daba en la COI'- Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE IH;JtSA.'iDO le (L 1). Magallancs deiro, con una pcnsiou n DE :\L~GALr..~~E~. flié elevado aL rango ue 18.30 reis; de pero, fidalgo esclI- léjos de conten_ tarse con tallll1ebl!uinos honores, solicitó permiso para pasar al Africa, donde los 50lda(los portugueses sosteuian lllHt gllerra quistas gloria. llena de peripecias i peligros, i estenuian SIlS concon mcnos ventajas que en la India, pero con iguaL A mediados de 1;')1:3, el rei equipó \Ina esclHlllra de watrocientos bnques de todo porte, i un ejército de 19,000 hombres de guerrn, que puso bajo eL mando lle su sobrino don Jaimc de Brnganba. Es probabLe qne de ese número fuera Hernando de Magallanes, si bien el prolijo histuriador de las conquistas de 108 portugueses en Africa 110 seíiala Sil 1I0011brc entre los per~(l:lnjes distingnidos de la espe(li- cion (12). De cualquier modo qUt~ sea, Magallanes sirvió ell la g'lle- rra contra 10sberbcl·iscus ¡t las órdenes deJuan Suarez, unu de los olicialcs que ocuparon lu importante plaza ue Azamor, cuando ou'; habitantes, mal preparados para la (lefen. sa, la ofrecieron al jcnernl pDrtllgnes. No P,tSÓ, sin ell\lmr- ~o, mtlcho til:lllPO (1:3[/1) Sill quc las trupas del rci de Fez i despllc;; [as del de J\IequiJlcz volvieran a ¿itiar esa plaza. l\Ltgallanes se distinguió cutando lliversas salidas valor i alcanzó una lal\zaua ulIa pierna ascellSos mil itares. en Ull muslo para el resto mnyor, rango ef]uivalente parria, hizo uua la plaza motivo llueva ochocientos oe ganado. clamaciones particularmente en la lle;ellsa, ejecontra los morus en que acreuitó Sll que En uc su vida. quizá correría novcnta una de ellas, le prohibió cllibre Nombrado al dc capitall despues prisioneros recibió uso ue cuadrillero de uJla COlJl- de la clIal trajo l\ i uos mil cabezas El reparto de este uotin dió lugnr a quejas i rede todo jénero, que habian de ser mas tarue de graves disgustos pa.ra Mngallanes Nittural era qtle esperase nuevos estos servicios. En efecto, \Iagallanes (13). honorcs en premio da volvió a Portugal, i (11) Dor.llnlelllo3 rccojido5 por J[uHoz en los archivos de Lishoa. (l:!) Faria i SOlloU, .lJfr¡ca por/llg11esa, r.ap. VII, páj. 108. (13) J 1)[lO de Barro~, rke. I! 1, lib . .): ('ap. ~, páj. 6·!7. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 10 nVA 1 VUJES s;,\icitó del rei don Manuel un aumento en los gajes que se le pagaban. No parece que fuera la codicia de dinero lo que le estimulara a hacer esta solicitud, porque el aumento tle la pension era casi insignificante, miéntms que el valimiento que se ganaba con el nscenso era mui considerable. "Subir cinco reales en dinero, dice un historiador portugues, es subir muchos grados en calidad" (14) "porque crecer en esto un real es crecer mucho en opinion" (15 i. Magallanes, sin embargo, recibió la mas dura repnlsa: el reí, sin querer oir sus recla:llacionp-~ ni reconocer sus servicios, le mandó que vol viera a Azamor para .i \Istificarse de los cargos que se le hacian por el reparto del botin cojido en la correría de que hemos dado c,!enta. Inútil fué que l\lagllllaIles pasase a aquella plaza i se presentase de nucvo en Lisboa. con los justificativos de su inocencia, porque el rei, al mismo tiempo que premiaba a otros hombros de lllénos mérito, desairÚ Sil solicitud i lo tlejÓ cn el mismo rango (16). Los historiadores que. han recordado estc contratiempo, no han dejado de sefialar que la envidia ue hombres dc escaso mérito tuvo una parte principal para q nc se consnmara esta injusticia. Uno solo hai que, asumiendo \In lOna morali:r.ador, Jice que los hombres estiman siempre SllS méritos ellll1aS de lo quc valen (17): observacion inj lisIa cuando se aplica a ilhgallanes, cuyo jÚnio i cuyo carácter le destinaban para llevar a crAbo emprcsas tlignas de Colon i de Gama. Desde entónces, 4>olltrájose parlicularlllcnte al cstllllio teórico de la cosmografía i de la náutica, corno igllnlmcnle ala composicion de una obra sobre los países que había visitado. De esta época de su vida data sin duda la "dcscripcian de los reínos, costas, puertos e islas tle la India," que hl\ llegado hast<t nosotros en lengua castellan<t, i r¡\le aun r, r (14) Faria i SOllSa,./l.,¿a portuguesa, tOIllO parto 1[, cap. V. (1,';) fr!. Europa porlu~l/.esa, tomo 11, par!. IV, cap. L-Lalitan, lib. VIlf, torno rrr, páj. ~5. (16) Barros, Loc. cit. (17) :\ra:lci, Historia indicarum, lib. \' 1[1, páj. 309. (Caen 1611.) Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia lH: HE RNAN'no IlE l\IAGAI.T.ANE;<. 11 permanece inédita. A :milaciol) de los .i'~{¡gTnfo"de m si. glo, Mugnllallcs descriu'l1!.'1uello~ paÍ:lcs rccorrien(1o la, costas (iesde e' caho de H:ICII1lE~rerallí';a pnra adclallte, scñalando los puertos, islas ¡ciudades i descriIJicudo mili SIlmar;amente las cu.,tlllllbres de <511:; Itauilantes. POI' Illn." que el frontispicio del lYiallllniSlo espllilol diga C¡llr W <1lltor FerIHlIHlo Magallanes vi¿ i anduvo todo lo qlle describe, e5 evidente qlle los copistns o trndwlorcs caslcllanos hicieron intercdaciones i variantes de tmscendl'ncia (18). De este lila. do, una obra mui importante para cuuoccr el plinto a que habían llegado los cOllocimientos jcográficos de los portugUel:ies ell aquella época, i mas útil todavía pnra cunuccr la eSLCI1"iollde los viajes de .\lagallanes en la India, ha sido imperfeccionaJa por ngregaciones posteriores (Jue le han arrebatado la mayor parle de m mérito. Tanto en Lisboa, como en Oporto, donde tcnia irlagallanes una residencia mas fija, buscaba a los nlarillUS i cosmógrafos de mayor nota, i recojja de ellus j de Jas car/<lSde navegar que se le prcsenlabilll, dat.os illlpOl'lante8 sobre la lonjilud del milr, "materia, ngT(-~g-aUll historiauor rur1ugues, que tiene echados a ¡wrder mas portugueses ignorantes, tic lo que han ganado los doctos por ella" (1:1). Magallalles, sin embargo, no buscaba la SOIllciull de lInu de esos problemas que estraviau el juicio: Sll pmyecto cra I1IUS osado '111elos cálculos q uc se elaboran en un gabinete, pero una vez concebido solo necesitaba de audacia para lIevario a cabo. La amistad que lo liy,aha con Franci~co Scr. rano no se habja enfriado por la distancia (¡UC los separaba. (18) La oom dc Jlagallancs se titula: Descripcion de lo.~ rei1IOS, costas, pllerto.~ e islas qne Iwi en el mar de la India ori,'I!fal desde el cabo de lJIlPna-F..~7)p.rallza !tasto la Chilla: dp ll).~ usos i costllntbre.~ 'de sus natlira/es: 1m gobierno, nlijioll, 1:1)merciú i navegacion, i de los .fi·ut¡)s i efectos qne 7Jro!/.IIC'1t {"IIlP//'M l'(lstas rrjioncs, (;on otras noticias 7Ilui curiosas: COlJlllllcsto por j,'ór7umdo Jlfagallallcs, piloto IJorl ugues que /0 riú i (/)/111(/;1) todo.--He examinado \Ina copia de CHla obra, dc ¡"Ira dd ~Iglo XVI, '1ne poseía en llladrid el erudito hiIJliúfi!o d,)n l'aHcu;¡] de Gayangos. (19) Banos, ¡Jec. I1I, lib. V, cap. v. 1 V. DE M. vra. 3 Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 1'2 VIDA I VIAJES Lejos de eso, desde las islas "Moluca~ le escribia para eomunicarle noticias jeográficas de ese archipiélago, i darle cuenta de In gran distancia que lo separaba de Malaca,i re. ferirle los servicios que desde allí prestaba a su patria. Mngallanes contestaba CS<lS cartas anunciándole que pronto se verian en quellus países, ya fuera por el camino que ~egnian los portugueses, ya por el derrotero que lIevahan los castellanos para trasladarse a las rejiones recjen descubiertas .(20) Entre otras personas con quienes Magallalles contrajo amistad en esas circunstancia!;, se distinguia Rui o Rourigo Faleiro, vecino del pequeño villorrio de Cubilla, "grande hombre en la cosmografía i astrolojía i otras ciencias humanas", como dice Oviedo (21). S us enemigos, enconados contra él por su carácter atrabililiarío, i mas que todo por haberse empeíIado en la empresa ue M.agallanes, decían de él que era un ignomnte, i que solo las inspiraciones de un demonio familiar podian hacerla pasar por sabio en ciertas ocasiones (21). Sin embargo, Faleiro poseia los conocimientos mas sólidos que entónces se tuvieran sobre la náutica; comprendió el pensamiento de Magallanes i se asoció asu empresa con {o:la resolucion. Un hermano suyo, lt'rancisco Faleiro, homhre de bastante méri.to tamblCn, se ofreció gustoso a a,:olupañarlos en sus trabajos. Pero el viaje que meditaban no podia llevarse a cabo sin la cooperacion de un gobierno; i todos ellos temieron que el rei dQn Manuel de Portugal no habria dp, aceptar sus propuestas. Nada podia esperar Magallanes del soberano que tan en ménos habia mirado sus servicios, i dádoles tan pobre premio. Les fallaban recursos para acometer la empresa por sn propia cuenta; i sobre todo, carecían tlel permiso necesario para emprender un viaje en que debían tocar posesiones que estaban cerradas a todo -tráfico que no fuera autorizado por el monarca español. Magallanes i sus nmigos se resolvieron al fin a abandonar el Portugal i pasar (20) 10ao dt' Barros, dec. 11I, lib. V, cap. VII ¡VIII. Oviedo, lJisloriajeneral de las Indias, ILb XX, cap. 1. 1,22) IlerrclU, dee, II, lib. 11, cap. XIX. ,21) Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE lIERN'ANDO DE l\IAGAI.LANES. 13 a Bspaiia para manifesLar sus proyectos i preparar su viaje, Antes de dejat' su paLria, MagaIlanes quiso desnaturali2arse de ella, como cumplía a un hidalgo del siglo XVI. Hizolo, en efecto, por actos públicos, i con toda solemnidad, para quedar libre de ofrecer SllS servicios a quien mejor quisiera (23). Separándose entónces de sus amigos, a quienes queria adelantarse, se poso en viaje para Sevilla. Llegó a esta ciudad el 20 de octubre de 1517, dispuesto a presentarse nI rei Cárlos 1de España i hacerle sus propuesk"lS para emprender el viaje. Hasta elJtónces, Magallanes no habia revelado su pensamiento: en España iba a descubrir los planes que habia meditado largos años, í que habian de consumar la obra de Colon j producir una revoluciol1 complcta en los conocimientos jeográficos de SlI siglo. (23) Faria i Sousa, Comentarios a la Luisiada de Comoens, tomo n, comentario a la octava 140 del canto X.-·Barbosa, Bibliotlleca Lusitana, tomo 11, páj. 31. .•... Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia CAPITULO n. Familia de Diego fiarbosa.-Se casa Magallanes con una hija de éste.-Hace sus propuestas a la casa de contratacíon de Sevilla.-Llnca divisOl'iade la;; posesiones cspafiolas i portuguesas.-.Tnan de Aranda.-Pl'imeras desavenencias con Faleiro.- Viaje de l.\Jagallallesi Faleiro a Valladolid.-S('rvicio~ prestados a ambos por Aranda.-Cclcbran con éste un convenio participándole de los beneficios de la empresa. Cuamlo M.agallanes llegó a Sevilla, residía en esta ciu· dad un antiguo marino portugues llamado Diego Barbosa. En el rango de capitm'1 de una nave del rei don Manuel habia hecho en 1501 una importunte espcllicion l\ los mares de la India con la escuaurilla de Juan de NO\'l1.l{ue batió una flota de los moros qne negociaban en CalcUla, i descubrió las islas de la Concepcion i de Salita Helena (1) . Habiéntlose separado del servicio i retírádose a España, Barboso. encontró en esta nueva patria un alto protector en In persona de don Alvaro de Portugal, hermano <.Ielcélebreduque de Uraganza mandado decapitar en Lisboa en 1483 por el rei don Juan II. Uespues de ese tníjico acontecinlienlo, don Alvaro se habia asilado en España, donde alcanzó de los reyes católicos, SlISparientes, honores i consideraciones de lodo jénero. í los cargos de presidente del consejo de los reyes i de alcaide del alcazar de Sevilla (2), (1) Faria í Sonsa, .!l,~iaportuguesa, part. T, cap. V, tomo 1, páj. 50.-Lafitan, Bis/oire des decoulJcrtes el cOllquestes des Portugais, l¡b.lI, tomo 1, páj. 175 i si¡,ruientcs. (2) Lopcz de Haro, Nobiliario de }~spafta, líU. VIf. part. !l, páj. 189. -Ortiz de Zúníga, .JJnales (le SellWa, lib. XIV, tomo 1II, páj. 409 (Madrid 1796). Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 16 VIDA I VIAJES que le sil'\'ió para protejer i dar un ventajoso acomodo a su compatriota. Barbolla, en efecto, fllé hecho comendador del órden de Santiago, i teniente alcaid~ del mismo alcázar. Este alto puesto importaba para él una posicion ventajo~m, merced Il la cuaL contrajo matrimonio con una señora principaL de esa cilldad, Llamada dofi3 María Caldera. F'rutode este enlace fllé una hija, doña Beatriz, que vino a ser mas tarde La esposa de Magallanes. ALIado de Barbosa vivía tambien un hijo mayor qne ha. bía traído de Portugal, i que como él habia navegado ea los mares de la India. Duarte Barbnsa, este era su nombre, habia csplorado casi todas las lndias i Los archipiélagos inmediatos, i habia observado esas rejiones con una sagacidad rara en los soldados i marinos de su siglo. Prnto de estas observaciones fllé un Libro descriptivo sobre aqllello~ países, que habia tenninado a su vuelta a Europa (3). Los conocimientos que habia adquirido en sus viajes fueron, como se verá mas adelante, de grande utilidad para llevar a cabo la empresa de su compatriota. MagalLanes encontró en esa familia la mas cOI'diíl! acoji. da, sea que Lejanos vínculos de parentesco lo unieran a Barhosa, o que solo Sll nacionalidad fuera suficiente título para su estiruacion. Vivió con ella el tiempo que residió en Sevilla, i contrajo matrimonio con la hija de su huésped 81 poco tiempo de haber llegado de Portugal. I.as relnciones de Barbosa debian serIe de grande utiLidad en los trabajos a que tenia que consagnHsc. MagaIlane3, en efecto, no desatendia sus proyectos un solo instante; ¡aun sin aguardar a que Llegaran sus compañeros, dió principio a sus dilijcllcias. Los reyes católicos habían establecido en (3) El colector italiano J. B. Rarnusio publicó en 1554, en el primer volúlI1cn de sus •.y'(wigationi e víaggi, una traduccion ineompleta de la interesante re(¡lcion de Duarte Barbosa. Solo en 1813 se ha publicado en Lisboa el orijinal completo de estI' libro en el tomo 11 de la Colr.clfao de noticias para a histo~ ría e ~eogrlifíc,. das nac;oes 1l1tramarinas.-En un documento contemporáneo de Dl1arte Rarbosa, se dice que era sobrino de Diego. Véase la carta de Sebastian Alvarez al reí de Portugal en el tomo VI de la Coleccíon de N avarl'ctc, pájina 153. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE lIER~ANDO DE )UGAI.I.AXES. 17 Sevilla uno. gmnde oficina que) con el nombae de casa de cotltrata~ioll, tenia facultadés par[\, dar licencia de armar naves i fijarles Sil rumbo, recojer ualos sobre las nuevas colonias, informar al gobierno acerca ue las mejorus que pudieran introuucirse en ellas) i consLituir:5een tribunal pa· ra entender en los pleitos que pudieran suscilarse a consecuencias ue los viajes particulares (4). Magallanes se dirij ió a la casa de contratacíon a fin de hacer sus propuestas para el viaje que proyectaba, sin descubrir sin embargo los detalles ue su plan. Ofrecia simplemente llegar a las islas de la cspecería, las Molucas i demas de los archipiélagos orientales de la India, por un camino diverso del que hasta entónces seguían los portugueses, asegurando que aquellas islas e"taban situadas dentro de la ruya de las posesiones españolas. J)espues del primer viaje de Colon) en efecto) el papa Alejandro VI, n peticion de los reyes católicos, habia des. lindado con una línea imajinaria las pretensiones de los cspafloles i portugucses al dominio de los paíscs desconocíuos. lJ nos i otros uuscauan la Indin. en sus viajes i esploraciones; i miéntras ae¡ue\los encontraban en sn camino \111 llUCVO continentc) éstos emprendian la circunnnvegacion del Afríca para llegar n los paises apetecidos. gl papa haIJía corrido la línea de demarcacion de polo a polo) a cien leguas al poniente de las islas Azores, i dió n los espnfloles la posesiol1 de cuantas tierras descubrieran mas adelante, dejando a los portugueses en facultad de descubrir i conquistar lo::!países poblauos por infieles al oriente de esa raya. Por un convenio posterior entre ambos gobiernos, se fijó ese límite a doscientas setenta:; leguas mas al occidente (5). (-1) Veitia i ~illaje, Norte de l.a c()ntr~t~cioll de las Jndias Occidentales, lib. 1, cap. I.-Ortlz de ZUflJga, ./lnales de Sevilla, tomo III, pÚj. 190.-SoJorzano, Política indiana, li). VI, cap. 17._Navarretc, Coleccion, cte., tomo 11, doc. 148, pájina 285 publica íntegras las primeras ordenanzas de la casa dc contrat~cion, que solo conoció de referencia Vcitia ¡Linaje. (5) Muiíoz, Ilisloría <lelo Nuevo Mundo, I~b. JV, seceion 18 a 30.-Nuvarrclc, ColecctOlI, ele., tomo lJ, numeros 17 i 18. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia YIDA 1 V[AJES. Al hacer este reparto de las tierras que no eran pobladas por cristianos, el papa procedia en conformidad con las creencias de ese siglo. La bula de donacion dice que por su pura liberalidad, su ciencia cierta i por la plenitud de 3U potesdad apostólica (6), Alejandl'ú VI concedida a los reyes de f:spaña la propiedad de las islas i tierros qne dcscubrie. rnn mas allá de la línea eei'íalada. Como cm lIatural suponer que navegando en direcciones opuestas los espai'íoles i portugueses habian de encontrarse en su camino, ambos gobiernos comprendieron que In línea divisoria se estcndiu al otro hemisferio, i formaba el meridiano completo al re· dedor de la tierra. Esta misma creencia fué jeneral por mucho tiempo entre loa jeógrafos i navegantes. Colon murió en In. , convic. cion de que las tierras que habia descubierto formaba parte del Japon o de In. China; pero cuando los esploradores castellanos vieron que 1M tierras recien halladas se dilataban al parecer de un polo a otro formando una barrera invencible, i cuando se internaron en las tierras i descubrieron el mar del SlIr, percibieron pue pisaban un continente desconocido. Entóncesse buscó un paso que llevara las nuves españolas a los mares recíen hallados i a las rejiones de la Indía, ménos ricas en oro, perlas i piedras preciosas, pero cuyas producciones de especerías eran tan codiciadas en los mereauos europeos. No hubo golfo que no mereciera un estudiQ especial, creyendo los esplorndorcs encontrar allí el canal que buscabalÍ con tanto empeño. Engañados por los caudalosos rios que vacían sus aguas en el océano, re. montaron SUB corrientes para penetrarse en breve de que no estaba allí el tan deseado estrecho. Los viajeros esplararon de esta manera fa costa oriental del continente americano hastn. las máljenes del Tio de In Plata. Natural perecia que el go!Jierno eapai'íol aceptara las propue8tas de Magallanes. El marino portugues ofrecia no solo descubrir el paso tan buscado hasta entónces entre uno i (6) De nostra mera liberalitatc, et ex certa sciencia nc de Apostolicre Potcstatis plenitudini ...•.• Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia VE IlER:olANDO DE l\IAGALLASES. 19 Qtro mar, i llevar a los españoles a las islas de la especerÍll por un camino que nadie conocía i que nadie podia tlisputarles, sino 'lile se proponía probar que aq'lellas i;¡lns estaban en los límites fijados pOI' el papa a las po;¡e,;jnncs del reí ue España. Los ajentes de la casa de contratacion, sin embt\rgo, no entraron en arreglo alguno con Magallanes. Sea (IUC 110 cstuvieran autorizados por el reí, o 'lile des· confiaran de las promes¡ts de un avcnturero estraiío i t1esconacido, ellos oyeron SIlS propucstas sin intcresarse en los proyectos úe futuros descubrimientos. Afortunadamcnte, desdc un año atras, descmpclhba cl cargo de factor de la casa de contratacion un caballero de Burgos llamado Jmi.n de Aranda, hombre entnsiasta por ese jénero de~1l1presas i capaz tIc comprender In importancia del viaje qlle meditaba 1Vlugallanes. Antes de ernpeiíarse en este trabajo, Aranda hizo recojer en Portugal informes acerC<1de! rccien /legado; i como éstos fueran completamente satisfactorios, tomó un vivo ¡nteres en favor suyo i de SllS proycdo3. l\1ugidlancs, (Iue hasta cutánces había guanlado el pla!} dc su viaje con gran reserva, dcscubrió a Aranda sus propósitos dispuesto a asociado en sW:llmbajos, como tautbien en el benelicio de aquella empresa. LW:l circustancias se presentaban lIlui favorables para llevar a callo el proyectado viaje de NIagalluucs. El19 dc setiembrc habia desembarcado cn Villaviciosa de Asturias el hercdero de la corona de 8spaiía, CÚrJos dc Austria, jóvcll. iutelijcnte i clll:lrendedor que había de ilustral' su reinado con grandes aCl:ioi1C::l.Aprovechándose de la ventajosa posíciun en qllc le culocaba su empleo, Aranda escribió reservadamente al gran canciller del rei, quc era cntónces un flamcnco de csca,;o mérito, NIr. Sauv[lge, lluccsor intligno del g'mn Gisnerus (7). l\lagalluncs, sin cmbarg-o, no tuvo (7) El cl'onista Lopp.7. de GOl1lara en el cap. XC. (lE, su lJis torin.iencl'ú,Z de l((.~ 1nrlia,~, ha illcmrido en el error de asentar que j\[a~al1anes hizo sus tratos con el cardenal Jimencz de Cisneros. Don JOS(; Vnrg-as i ['once, autor dI' la rclacion histórica t!e los \"i¡~jes al estrceho de i\TagalJanes, 411~ lH~ompa!1a el Viaje de lafragala Sa¡¡ta .iW:aria de las Cabezas, rp,pite lo mism()~ v. 1 V. DE ~t. 4 Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 20 VIDA I VIAJES noticia alguna de esta primern. dilijencia de sn protector. Mes i medio hada que se hallaba en Sevilla, cuando llegó, alJí Rui Faleiro acompañado de su hermano Francisco. Desconfiado por carácter, temeroso de que álguien pudiera aprovechar!'e de sus revelaciones pam emprender antes que ellos el viaje proyectado, Faleiro se PU80 rabioso al saher que .MagalJanes habia habh\do de Slls planes <:011 el faet OF Arane/a. Echóle en cara S\1 lijereza i el mal cumplimiento que daba a sus compromisos. La amistad que los habia ligado estuvo un lIlomento a punto de romperse; pero la fria razon se sobrepuso al fin a los arranq ues de la rabia. Calmóse la irritacion de J?aleiro, reanudaron sus buenas, relaciones i quedaron convenidos en mantener Sll alianza fraternal hasta la conslllnacion de la empresa. Desde luego pensaron ambos que lo mejor que habiaque hacer era ponerse en camino prtl"a Valladolid, donde estaba la corte, i presentarse al rei para esponerle sus proyectos. Sabedor Amnda de este propósito, les representó que retardaran f'U viaje hasta que llegara la contestacion a la carta que habia escrito poco ánte!3; pel'O esta nueva rcvelacioll, en vez de producir el efecto que se proponía el factor, enfureció de nuevo a Faleíro. Magallanes mÍiimo se quejó amargamente de la conducta que Sll confidente habia observado en este negocio. Las reconvenciones tomaron entónces un aire de acritud 'llle parecía destinado a producir una violenta i final separacion. Aranda fué todavía mas prudente que ambos. Por mas que él viese que era rnui difícil sino imposible mantener SlISbuenas relaciones COI1 MagalluJle<;, estando de pOI' mevéase la páj. 180.--La misma equivocion ha cometiuo el baron de Hnmboldt en el t0ll10 1, pájina 304 de Sil Histoire de la geograpltie du nOIl11eauconline¡,t, i Amoretti en la. introdur.cion puesta al viaje de Pigafetta, pájina XXXI. Los autores de la Historia de la real marina espaf/ola (Madrid 1854) repiten este error junto con muchos otros que hacen indigna de todo crédito esta obra. Jímenez de Cisneros murió el 8 de noviembre de 1517, i MatT¡¡llanes solo comenzó a tratar con los ministros del rei en reb;ero de 1518. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE HERNANDO DE !'tlAGALr.ANES. 21 dio Puleiro con su carácter atrabiliario i dominante, el factor soportó con paciencia estos disgustos i aceptó el proyecto de presentarse en la corte, ofreciénuose él mismo a aCOll1pañados. ¡'-'alciro, sin embargo, no quiso aceptar Sil WHI p<\ñía. La natural desconfianza del jeógrafo portnglleg le hizo creer sin duda qne Aran(li\ se proponia solo sonsacnrles los fundamentos í bases de su p;·oyecl.udo viaje para. esplotarlo!l en provecho propio í dejados burlados. Por toda contestaeion a sus amistosos ofrecimientos, Faleiro i Magallnnes convinieron en seguir por el camino de Toledo, miélllnl8 el factor de la casa de contratacion marchaba por la vía de Estremadurn., para reunirse los tres en Medina del Campo i entrar juntos a Valladolid. En todas estas relacionefl, em sin duda Faleiro el que imprimia carácter a los trabajo:'! de la empre;<a. l\'ln.galIn. nes, el hombre práctico, el navegante esperimentado, el soldado atreviuo de la guerra de la India, se doblegaba fncilmente ante las nl.rabiliarias exijencias de su compañero, el hombre teórico, el jeógrafo de gabinefe que en los 1l1<\pns i en los globos babía meditado la posibilidad i ventajas del viaje que los preor.ul'aba. Ese ascendiente, ¡¡in em· bargo, manifestado con tnnt.a terquedad, no pobia durar m ucho tiempo: Magallunes, mas discreto en su trato i mas prár.tico en el arte de la navcgacion como en las relaciones ordinarias de la vida, se abría naturalmente un camino mM ancho í espedito i se conquistaba mpjor la voluntad de cuantos le conocian. Sin él, tal vez el factor Aranda les habría negado para en adelante Sll utilísima proteccion; pero, por fortuna, supo sohrellevar con calma las impertinentes desconfianzas de Faleiro i cooperar a la realizacion de tan importante empresn. PCI"O Anmda hizo ma.-'lque soportal' con pl\cíencia las estravagancias de Faleiro. 1)esde los primeros dias de su arribo a Sevilla, faltaron a éste lo~ rCCIIJ"S03 necp.sarios para vivir en una ciudad en que era cumpletarncnl.e desconocido. Elltóuces la bolsa dd factor <.lela casa de conlratncioll sirvió jenerosamellte pllm atcnder u l1\s Ilecesidacles del hombre desconlhdo <¡\le vela uoa acechnllza en cada r(\sga ami~- ue Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 22 VIDA 1 VIAJES tad de su protector, un mal propósito en cada dilijencia hecha por éste en favor de los proyectos que había ¡l'Ieditado. Por fin, llegó el tiempo de ponerse en camino para la corte. El 20 de enero de 1518 salieron de SeviUu los trea, fl<Jr los distinfos caminos que hahian señalado. Aranda tomó la vía de Es/remadura; i Mugallullc6 i Faleiro, agregándoie a la comitiva de doña 3eatriz de Pacheco, duquesa viuda de Arcos e hija del marques de Villena, fueron eOIl esta Beñom por el camino de Cllstilla hasta Escalona, en los estados de esta nohlefamilia. No se habiau alejado mucho de Sevilla cuando los f1lcanzó un correo con noticias de Juan de Aranda. COlllUnicábales éste haber recibido ulla carta del rei, en que le recomendaba preS<3ntn.rsecunnto ántes en la corte con Hernando de Magallanes para tratar dal proyecto de viaje a los mares de la Indía qua lo había traído a Espttña. Cárlos de Austria se manifeslu!m ueseoso de conocer 1'\1 navegante pOrlug'ues que venia a ofreccrle III posesion de las islas d~ la especería, i al:} empeílaha en arreglar con él el modo i forma de emprender un viaje que, segun se creia, habia de <1ertan provechoso a la corona. Al fin se encontraron los tres viajeros reuuidos en Medin a del Campo, preparándu3e para entrar en Valladolid a presentarse al rei. Magallunes rebosaua de contento al verse a punto de acometer la empresa que había meditado tan pacientemente i en qne cifraba SllS esperanzas de fortuna j de gloria. 8n !ltl al bOrQEOno vaciló en ofrecer a su protector Amnda la quinta parte de las utilidades del futnro viaje; pero F'aleiro, siempre ex:ijente i atrabiliario, se negó a aceptar la base que proponian AranJa i su propio cOlllpaílero. Sin comprender la jcnerosídad con que aquel le habia ser· vida hasta (;nIÓnCC>l, avenínse apénas a qne se le asegurara la octava parte de 103 provechos de la empres[\, i esto en el caso en que el rei hiciera de su cuenta los gastos de la ar· mada. Este fllé el coO\'enio final que hicieron los tres. Recieñ llegados a Valladolid, el 23 de febrero, estendierol1 una cscriturapública ante el c8cribano de SlIS altezas Diego 0011zalez de Santingo. En ella decian los dos avcntureros Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE lIERNANDO DE MAGALJ,ANE!I. 23 portuglleses: "tollo el provecho e intereses que hubiéramos Jet uC8cuurimiento de las tierras e islas, que plnciendo a Dios hemos de doscubril' e de hullar en las tierras e límites e demarcaciones del rei nuestro señor don Cárlos, que vos hayais In oclava parte, e que vos daremos de lodo el inlerese e provecho que dello nos suceda en dinero o en parlirnento o en renta o en oficio o en otra cualquier cosa ,¡tiC soa de cualquier cant.itlad o cualidad, sin vos facor falla alguna, e sin sacar ni aceptar cosa alguna de lodo lo que hubiéramos" (8). Este convenio no se podi:J. llevar a cabo sin un tratado en forma con el rei, para ir a descubrir en aquellas tierras. El factor de la casa de contratacíon, empeiTado ya ell la empresa por un interes mas sólido qu~ la. simple proteccion a los aventureros portugneses, se dispuso a presentados a los ministros del rei i hacer valer sns relaciones e inJiujo pam que el proyecto puuiefU realizarse, (8) Este documento ha sido publicado por Navarratc cn la pá.jinu 110 del tomo IV. de su ColecÚon.-Los hechos referentes a las rdaciollC¡; tie Aranda lcon i\Jagallanes j Faleiro eslall basados en un curioso espcdicnte de que daremos noticia en la ilustrt.cion nÚm, 11. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia - --- -:..._-::-=-.---------'-------.---------------.---------=--=--,' ----- CAPíTULO 111. La corte del rei de E~pnfía.-Mag-allanes i Faleiro cncuentran tUl pt'Olcctor cn el obispo de BlIrgos.-Sus primeras conferencias con 1m,ministros del rei.-Manificstan sus proyectos i hacen proposiciones para ir a descnbrir.-Dudas cosmográfical>que despiertan estos proyectos.-Confianza de MagallalIes.-Contrato celehrado con la corona. -Disposiciones del rei cn favor del víaje.-Celos de la corte de Portugal.-Sus rf'c1amacioncs díplomáticas.--Dificultades que oponen los ofieiales dc la casa de contratacion.-EI reí las allana.-Nuevas e inútiles reclamaciones del embajador portuglles. El príncipe Cárlos, sus ministros i consejeros estaban prcocupados con los afanes consiguientes al reconocimiento del primero en el rango de rei dc Bspaña, clIando MagaIlnnes i Faleiro llegaron a Vallauolid. Las cortes de Castilla convocadas para este objeto en dicha ciudad, despucs de alarmantes discusioncs, habian prestado el reconocimiento pedido; pero cl ánimo del nuevo soberano no estuba libre de inquietudes i sinsabores despues de ese acto de sumision. Síntomas alarmantes de futuras rebeliones hacian temer por la lranquiJidaJ de la monarquía. De este modo, las lisonjeras espectativas que 101;1 aventuI'f~rospUllieron haber concebido al principio sobre la juventud i el entusiarno del príncipe, debieron sufrir una notable modificacíon a la vista de la corte i de las circunstancios que la mantenian enajenada. Agréguese a esto que entre los consejeros del rei no se veía uno solo capaz de iuteresarse por uua empresa de esta naturaleza. Dominaba en odia, en calidad de ministro, Guillermo de Croy, señor de Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 26 VIDA I VIJJE8 Chievres, hombre de talento es verdad, pero avasallado por una codícia insaciaule que lo habría hecho desatender cualquiera empresa de que no hubiera sacado I1n provecho personal (1). El gran canciller de Castillo., Juan Sallvage, lo igualaba ell codicia siu poseer las prendas necesarias pa. ra el gobierno, i sin interesarse por él (2); i el cardenal Adriano de Utrech, antiguo preceptor del rei, a quien éste habin encargado que compartiera con Cisneros la rejencia de EspaíIa, era un hombre débil, sin conocillliento dejas cosas de gobierno, que gozaba apénas de \lila efímera reputacioll por su erudicion en la leolojía escolÚstica (3). No eran sin duda éstos los hombres aparentes para comprender i patrocinar proyectos como los que traian a Castillo. MagaHanes i Faleil'O. Por fortuna, el reí i la corte daban gran crédito en todo lo referente al gobierno de las nuevas colonias i a los proyectos de futuros descubrimientos al obispo de Hurgos, Juan Rodriguez de Fonseca, miembro del consejo de Indias i su presidente en ausencia del gran canciller. Era éste un prelado mundano, mas aficionado a los asuntos de gobierno que al desempeño de sus funciones episGopaJes, intrigante i rencoroso. Eu~migo declarado de los hombres de un mérito sólido, contrarió cuanto pudo los proyectos de Golon, de Balboa i de Cortez haciendo valer su inflUjO cerca de los reyes i empleando siempre manejos lindignos (4). Fonseca, sin embargo, observó con Mn,gallanes i Paleiro mui distinta conducta. Sita que de sus proyectados (1) Sandoval, Historia de Cárlos V, lib. In, ~ XVI, fol. 77, (Valladolid 1604).--Mií'lana, Confinl1acion de la Historia de .1Ifariarlll, lib. 1, cap. IJI.-Petrus Martyr, Opus epistolaTllm epist. 662, 662 i 173.-Ferrer del Hio ha pul,lieado en castellano estas tres epístolas entre los documentos de su llistoria (le las comunidades de Castilla (Madrid 1851). (2) Sandoval, lib. 1II, § XLIX, fol. 62. (3\ Robcrtson, History oi Charles, V book 1. (4) Los historia{lores espanoles, respetando el c.arácter quc invertía este prelado, no se atrevieron a caracterizado con su verdadero colorido. Véasfl a W.lrving, Li(e oi Colombus, i particularmente el apéndire núm. XXXII al fin ue esa obra. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE ¡¡¡:;¡',A~;!lO IJE ;\L\GAI.r ..\:\"1:S. viajes c5jlemsc \In prc\"ceh::l persoi1al, o que c:en h prutcccion de estos avcntureros qllis¡cra rcponer~e <.lcl lll\tur,¡\ ucsprcslijio que ucbi(\\~ hnberlc granjeado S,IS alltc.riore" intrig:¡s, el obj~po de Burgos se dc::lar,j (Jcsde lu¡;~o ell Sll decitlido proteCit)r ~lillc d rei i Sil::; consejeros. Ea efecto, álltes dt) lllllcllO-; dim:, los portugucó:e.5 fueron" prcsell(¡ldos a lus lIlinistros del rci por el ¡,¡i;;n1o FOllseen. para qne pcrsonalmcnte espllsieran sus proyectos. illugallalles llevaba consigo un globo pintado en que estaban scilulaJas los mares i costas hasta enlónces el cual lmuin. dejado íntencionalmetlte por doade p~lIsaln conocillo3, pero en ea blnnc(J el punto hacer su vi¡¡jc (¡i). La primera. cLlestion qw: se sllseitÍ> fllé In. de ~muer si las idas ros se proponían los límites fijados por (!lIC i conquistar, liescubrir el papa lo; rt\'cnture- estaban u las posesiones dentro dc del reí de Espaila" Enlónccs Fnleiro mostró con el compaz en la. mallU quc c:;as i¡;las cs[almn comprenJidas por la línea de demarcacioll dp, Alcj:mdro VI (G). Salvada Faleiro sieron Cárlos esta dificultad, hicieran [lié por cscrito neccsario sus i que lHagallanes propnc31as al rei. Propu- en efeclo dos proyectos de espcJicion, yn. fucm 'IUC qui;;icsc hacer los gn.stos de la cmjlresa o qne acep- (ara solo unn. parte de sus futuras utilidadcs a truequc de dades r~rllliso P:II";I haccr el \"Íaje con fondos pn.rticlllures. En esos dias, merciante relaciones ('ault/mentc, habín. lIr.:;aLlo a Caslillu un co- llamado Crislúbal de lIara que poseía cstensas mercantiles en Africa, i en la ciudad de Ambe- res) dO/lllc teuja Sll rcsidencia habitual. Haro habin. celebrado \l1l cOf!"c:nio con el reí don Manucl de Portugal para negociar en la costa de Guinen.; pero habiendo mandado a nr¡ucllos mares nlgl1l1os de sus buques, guardaban la costa le ccharon ¡¡ piquc el rei (!llisiem reparar tan gnt\"e dnlÍ0 los portugueses qlle siete na\"es, sin qUe (7;' .l"atllrnl (6) Hcr¡"cra eb:. U, lib. H, cap" XIX. (O) Lopez r'l) Cl'íni'lctla, /Jisloria do rIr.lcoi);·imenfo '1!li,~tada IlIdia pe.r los Jiortugueses, (7) Documl)ntos cstractados tOI11. e¡¡ Li"bo;t 1, em (!ue e COII- n. l\111- illt;·odllecion. por dun Jllilll fiCl. Ii. ¡ ':. LJ F. ;11. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 28 VIOA 1 V1AJES el acuuualaJo comerciante de Amberes, co[,rara zaih contra el soberano (lue tan mal cumplía sus comprolllisos. Ea efecto, IIaro vió en la empresa de l\lagallanes i Faleiro nI} solo un campo de provechosas especulaciones, sino tambien un medio para vengarse de la perfidia del reí de Portugal; i les ofreció los recursos necesarios para acometer su empresa. De ahí provino que los aventureros propusieran ni rei hacer el viaje p;)r su propia cllenta,ofreciénuole el quinto de tOlio el illteres i provecho de In. empresa con tal que la corona les garuntizam ln. dominacion i gob-iemo de las islas que habian de descubrir. Por si el el monarca no aceptalm estas proposiciones) Fa• leiro i Magallanes pedjan al rei que les diese para ellos i sus herederos, i con el título de almirante) el gobierno de las tierras que descuhriesen junto con la vijésima purte de los frutos que produjeran. Solo en el caso de que pasaran d~ seis las islM que hallasen en su camino, podrian ser dueITos de do.;; de ellas; pero de todos moJos reclamabun qne se prohibiera a cualesquiera otros empresarios hacer viajes de esploracion i de comercio en el término de diez aITos, a las islas que ellos descubriesen (8) .. Esta última propuestn fué la que pareció mas aceptable al soberano. Cárlos quería que el descubrimiento se hiciera por cuen~a de la corona; pero, como no tuviera mucha confianza en los conocimientos de los portugueses, les pidió que señalasen el rumbo que pensaban seguir en su viaje ya que con tanta seguridad hablaban de pasar el mar del sur por un camino hastn entóttces desconocido, i que sin embargo habian buscado con tanto ahinco los \narinos i esploradores castellanos. Habin en c~la descunfianza del reí algo de desagrndable i bochonoso para l\'htg¡dlnnes, tanto mas cuanto que no le era posible dar \lna rcspll('~{n satisfactoria n una cuestion de esa naturaleza. Despucs de IOi! infructuosos viajes hechos en busca de un eSlrecho f¡\lO corntt· (8) Estas propuestas, COIl nlgunos artículos de meno!' importancin, exi¡;ten en copia en el archím oe Indias, ¡fueron publi{'adas por Kil"arret~ en la pRj. 113 deltolll. IV de su Co!~c':/011. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE llER~ANPO 20 DE lIIhGALr.A:-iES. nicasc los dos océanos, los espmloles habían aCi.tbado por creer (IUC el contincnte americano se dilatab[t sin illterrupdon del uno al otro polo, como una barrera puesta por la naturaleza para separar los !H[tres occidental de los orientales, «ue forrna, uice un escritor de a<¡llclla época, que ell ninguna manem se pwlicse pasar ni navegar por allí para ir háci[t el oriente" (9). Mugallanes, sin embn.rgo, pensaba de mni uistillta ma· nera. En sus vi[tjes al reueuor del Afrim hahía podido ob· servar la forma píramiJal lle este continente; i los datos recojidos hasta cntóllces por los \Tiajcros espaiíolcs acerca de la confonnacion de la Améric[t meridional, deuieron sujer¡de el pensamiento de que em posible circunnavegarla como Vasco tle Gama lo habia hecho en Afríca. Desptlcs de la espcdícion de Diego de Lepe (1500) i de la obsen-acion quc hizo este navegante de qne doblando el cabo de San Agustin las costas de la América sc inclinaball violentamente h~ícin.el sur-oeste, los viajeros cspaíIoles l{Ue esploraron hasta las orillas del rio de la Plata, no cesaron de obscr\'ar (lUCel nucvo continente seguia siempre esa inclinacion vertical. Esas observaciones debieron hacer creer a l\lagullanes que la América terminaba en una punta, i que no em difícil encol1irar ahí el paso que comunicara los uos océanos (10). En las almas apasionadas, estas conjeturas se convierten pronto en convicciones profundas; i lVIagall[tnes debió sacar de allí i de otras suposiciones mas o ménos ínjeniosas, I,l fé sincera que tenia de hallar el camino que 10 llevase a los marcs del oriente, adelantando los reconocimicntos quc los espalioles habian llccho en las costas amcIlcanas. Pero, si csas conjcturas tenian en Sll ánimo el valor de los datos mas autorizados, temió, como cra nutural, que fucran dcspreciadas por el reí de Espaiín. i SllS consejeros. e" (9) i\raximi[iano Transilvano. Relacion -del descubrimiento de las .7Jfolucas, en Navarrcte Coleccion ctc. tomo IV páj. 255. (lO) Véanse las sagaC'cs ¡eruditas obsen'uciolles que a estl3 respecto hace Humholdt., Histoire de la geograp,Úe fin n01Wea't :onl¿nelll, 10m. 1, páj. 328 i siguieutes_ Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia :i0 VID..\. I VLlJf.S En circunstancias semejantcs, cuando loS! doctores i lo~ teólogos negauan n Colon la posibilidad de llegar a las Iñdias saliendo de España con rumbo nI occidente, el gran descuuridor repetía en su apoyo los versos de \lna trajedia de Séneca. Cuando el rei i SIlS ministros pidieron n lVIa· gallancs que seílnlnra los fundamentos dc sn proyecto, sospechó éste que se iban a reir de esas olJservaciol\cs que no estaban basadas en una ('ita ambígua de nlgun padre de la iglesia o de algllll filÓsofo de I¡~untiguedad. El fuluro descubridor dijo entónces, que en la tesorcría del rei Portugal habia visto una carta de nrtvegar levrtlltrtda en años atrás por un famoso jeógrafo llamado Martin Bebairn, en que estaba scílnlmla una comunicacion en(re áll1bos mares, qnc él pensalJa hallar en su viaje (11). A la referencia de esta autoridad, Nbgallatics agregaba qllc sí no hnIlase el pasnjc que buscaba, iría por el "camino de los portugueses, pues que para mostrar qtlC las l\Iolucas caían en la demnrcacion de Cn~tilla, bien se podia ir por su camino Sill perjuuícarlcs" (12). Talvez uastó la autoridad qne cÍtaba ~lagnllanes para rcsol\'cr la3 dificultades de In empresa. El rei i sus ministros, uescontiados al principio, aceptaron en brcve sus propuestas, i con fecha de 22 de marzo mandaron estender la capitulacion o contrato en que sc autorizaba el proyectado viaje de los aventureros portugucses. Cornprometíase cl reí a no dar licencia a persona alguna, por el término de diez años, para que fuese a descubrir por el camino que ellos pl'Oponian. Para este viaje, Cárlos mandaria armar cinco nuvíos, abastecidos de jente, en nÚmero de 23-1 personas, de vívcres para dos años, i de In comrctcnte dotacian de nrtillería, concediendo el mando de e~a esclladril¡;¡ a Faleiro i Magallnncs, como tambien la vcinteava pnrte <le ha utilidades de los dcscubrimientos, í el título pnra e Has i sus sucesores de adelantados i gobernadores de las tierras e islns (11) \T éa5C la ilustraciol1 núm. IIT. (12:. Herer!l~ dec. II~ lib. 11, cap. XIX. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE llERXA:'iDO DE l\IAr..\Ll..\:-;CS. ,[He encontrasen 31 en su viaje (13). (~lll1bl11o din ~¿.¿de mal'. de 1518, eLreí <liÓ a l\lagullu.lles i Faleiro el título de capitanes de uicha armada con poLler i facultad para ejercer el mando por sí o por sus tenientes, tanto cn I:llH COIIlOcn tierra i miéntras ducase el viaje, debi[~nLlo5eles guardar los respetos i con~jd~racjones corrcspondiclltes al cnrg·o f]lle se les confiaba (1<1), De:3Je la [eclm de cste nO:II:Hamicnlu, la ca:;a de contratacion de Sevilla ueuía abo:ltrles el sllcl .. do de SO,OOO mantvedis. En el si"-'luito de In corte salieron e.e V alludohla principios delllles ue abril. Cárlos habia eOllsc:?;uido que las cortes de Casti[[a lo reconociesea i jurascn CO;:lO rei, i malTlmua a Zaragoza a reclamar igl:al jura\11c:lto de los aragoneses. En Sll viaje, se detuvo algunos <lias en Aramli\ lle Duero, residencia entÚnccs ue Sll hermano, el illfall~e Fernando, príncipe sagaz i bondadoso, cuya popularidad le despcrtabn. vivos recelos. En esta ciudad, dictó el rd \'aqas providencias dcstill<ldas a ncclcmr los aprestos P:Wl la c~peLliciol1u~ ry'Ia~nllallcs. lHandÚ que se l1umcntase el sueldo ue los des portugucscs con 8,000 maru\'cclis mensualc~ miénfms Sil'vieran cn la escuadrilla quc sc prepardlil, i di;,puso qua desdc luego se cr.tregasen a cal:lt uno 20,ODO mnmvedis p<lra ayuda de costas. Por otras cédulas C3pedillas en la filisrna ciuuad, ol'llcnó que se eUl~1plieral1 Cil SllS hcrcd:ll'oS las mercedes (IL1Cles había conccllido, fncultó a 1'Iagallanes i Fal~iro parD.r¡ue pre~cntasen los pilotos quc debieran ir CIl ltt nrnwrln ,\ fin Jc que fueran e:·,¡w,iuu!us pnr la caSil de CUlllrillacion, asignálldoles ventajo>,o; sueldos, i (;11CD.rgó a dicha casa que se cntendicra con all!~)os pal'a Gprestal' las nG\'cs i acelerar la parli(~a lb la c~peJieio:l (15). Pero si el rei cstaba tan bien clis¡Jt~esto para protejer i activar b empre~a de I\~rtgnlbJe"~, !la lnsJ r!lucho tiempo sil! que se suscitaran nuevas di:icll[tltde~. 1::1 rci uc Portu7.0 (13) Estc conlrato ba sido publicatIo ínteqo por Navarrete en la pij. 110 (lel tomo ¡V tIe ~u Culccciou..'" (14) NU\'¡:rr3t3, Colcccion, ete., tomo IV,páj.12I. (15) N¡mmetc ha tomado de la col:;ccion (~e papeles que dejó don Jllo.n B. r,Iul1oz el estmcto de estas reales cédulas. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia :~:! "IDA I VIAJES gal, noticioso de los proyectos de SllS antiguos súbditos í divisando en ellos futuros peligros para la. seguriuatl de sus pOE'csioncsJe la India, trató de combatir la empresa por cualquiera medio que se present.ara. Los celos que los descubrimientos i conquistas de los cast.ellanos habian llespcrt.ado en la corte de los reyes del Por/ugal eran demasiado vehementes, i se habian hecho sentir por proyectos uignos de un siglo en que los preceptos de la moral eran muí mal comprendidos. Ouando Cristóbal Colon de vuclta (le su primer viaje, arribó a Lisboa combatido por una violenta tempestau, no faltó en aquella corte quien propusiera al rei el espedient.e de asesinar al descubridor para dest.ruir el secreto de su viaje i aprovecharlo llespues en favor de Portugal (16). Posteriormcnte, en 1512, cllando f'ernahdo el calólico mondó aprestar algunos buques para que Juan Di~z de Soli8 fuese en busca de las islas de la especerin, el embnjador del Portugn\ biza tan enérjicns reclamaciones que [lié lIecesario desistir por enlónces de ese proyecto (17) . .l';alural era q lIe la corte portuguesa, consecuente COIIesta política de celos i rivalidades, tratara de estorbar el viaje de J\1agallancs. Hallábase entónces en EspaDa el emunjatlor porlugues don Alvaro de Oosta, encargado de solicitar la muno de la infanta dofia Leonor para el rei don Manuel de Portugal. Con motivo de esra alianza, el embajador no cesaba de ha.cer SllS repre$entaciones contra los proyectos de Mngallanes, i aun trató de disuadir a éste representándole que era iudigno de un hidalgo el empeñarse en empresas que habian de redundar en peljuicio de Sll rei i de su patria. Pero, como todas estas dilíjellcias 110 surlieran el efecto apetecido, se trató ell lus consejos tlel rei de Portugal de buscar un remedio mas eficaz a aquella contrariedad. En esas delibera(16) Berrera, dec. 1, lib. Il, cap. I11.-Agu5tin Manuel de VascolJce/]os, Vida i acciones del rei don Juan JI, decimo tercero reí de Portugal, lib. VI, fol. ~93 i 2~H (Madrid 163: ). (17) V (;anse las cartas del embajador de Porlugnl a Sil rei, publicadas por Naval'l'cte en el tomo ]]J, páj. 127 i sjglliente~ su Colecciono ue Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia Dr.: JlF.RXA:';DO DE i\fAGAI.LAl'ES. 33 ;;iones) fuÍl llll prelado portugues el (lnc propll~o el arbitrio lilas alroz. 'Don Fernalluo <.leVasconcelos, oui",po ue Lamego, indicó que era llljcnle atracrse a l\1l1gallanes por medio de gracias ¡favores, o IlO.cedo asesinar en caso <le que no los aceptase (18). Por grande quc fuera la rescrvu con que se diera estrconsejo, la noticia (Iel peligro que con'ian los aventureros portugueses llegó a Espaiia cuando estos se hallabnn en Zmagozn, residencia accidental de la corte. Como es fácil suponer, alllbos tomaron todas las precauciones nccesarias para librarse <.le ser asesinuuos. El obispo de Burgos, el lllas empeiioso de SllS protect.ores, los hacia eseollar de 110che por los criados de su servidumure para sal varlos de ulla celu.t1a; i ellos tenir..n particular cuidado de salir raras veces de su casa (19). Un peligro mas sério que el que amaguba sus vidas, mnenuzabu en esos momentos a la proyectada. espedicion de Magallanes. Los oficiales de la casa de contratacion de Sc\'illa recibieron mal la noticia del con\'enío celebrado entre los dos portugueses j el reí de Espaua, í trataron de poner dilicultades í tropiesos a su cumplimiento. Con este lllotivo, represent¡!ron al rei las dificultades de la empresa, lo ineicrto de sus rcsultados i provechos i la escaces de di· llero para hacer frente a los gasLGsque exijia el equipo de la escuuL!rílll1.. Pero, CárIos no estaba dispuesto a desi¿tir de SllS :proyeclos ante dificultaues de ese jénero, í ménrs ¡¡un por las reflcxiones que pudiera:! hacerle sus empleados dependientes. Escribió a éstos qlle era su \'oluntl1u f1c\'al' a cabo el viaje proyectado; i q uc de una remesa de oro q lIe acaba' •.Hl. de llegur de las Iflllhs se gastasen hasta. u,UOOducn.dos, o lo que fuere necesario, consultando para llS\ Faria i S')l1sa, Europa Portuguesa, part. IV, cap. 1, LOmo 11, p5j. ¡'~3.--~I.iesuila Lafilau, que ha dado cuenta de eslp. hecho ([{ls/r¡ire des desc01werles el conljllcsles des porlugais, lih. \"111, lomo 111, páj. 41) oculta elllombrc del autor dc e~te cnllSCjO, si bicn dice qne fué U!lO de los IllJS llcredila(los seilOres tic la corte. (In) .I1erl'l'l"1: ,Icl'. 11, lib. 11, rapo ~l. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 3-1 VIDA I YlI.Jr.s todo a :\Jélgallancs i Fahiro. Al mismo ticmpo, el reí in-,partió órdenes para que se comprasen CII fiscara i eu Flandes (0" articulas navales rllle alli se puJicran cons<:guir a mejor precio (;¿O). Para activar mas aun estos apre3tos, dió el reí nI mismo Nlngallallcs >;ll carIa para los oficiales de [,\ casa de contratacían i le encargó qne se presentara cuanto ántcs en Sevilla a fin de ullanar lada dificultad i de preparar pOl' sí mismo los elementos ncce.'iurios para la cspcrlic1ol1. Por gracia especial, CárIos condecoró a Magallane'3 i a Faleiro con las cruces de comendadores de la ón]eu Je Santiago, rlistincioll honrosa quc los rt:yes no concedian sino a sus mas seilnlados servidores. Magallanes salió tle Zaragoza a fines de j\dio, i Hegó a Sevilla a mediados de agoslO, donde fué recibido con scilalcs de agrado por los oficial e>;de In contrataríOll. En curta l:" I G J~ ese mes decian al rcÍ que f.e holg-aban del cO/l,·cllio cdelmldo con Magallanes, que creian 1II11i honro,'a i provedlOsa esta negociucion, ¡que si el oro llc~ado poco állles de las Indias no uustCl.ha para los gastos de In Clllpre~n, acababan de recibir Ilna nueva i mas considerable remcsa, de la cual podrian sacarse los fonclos necesarios. La. encljía del rei habia deshecho la resistencia de los enen¡jgos de la. emprcsCl. (21). 'ranln actividad ¡(anta desicion uc parte del monarca en favor del viaje de .l\lagallanes, no desalentaron al embujador de POrlugal. Don A I\'aro de Costa no desmayaba en Sil empeño d,: representar n los ministros del reí de .España los uerechcs de Sil soberano a las islas de la espcccria, los inconvenientes i dillcultaues del viaje proyectado, i lo que es mas que todo, la pretendida incompetencia de l\Iagallanes i Fuleiro par¡'( dar cima a tan granue aura. Inútil era que los ministros de Cárlos le ¡:eiIaluran un artículo de la contrata celebrada con ar[llellos por el cual se les prohiuia de ulIa manera. tCl'lllinante que en su viaje tocótran en alguna de las pO$csiones ud rci Portugal, o que en lo mas ue (:'20) Carta del reí a los olicia/es de la contratacion de 20 d•.julio 151~, cstractaJa los rrjistt'Os de rralcs cédlllH~. \ ~ 1'\ Documento c>,!!'ac:far!o po!' don Jllan B. ~Illf\oz, ue ue Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia ;Ilinimo ¡lir¡erau los intereses tIc un ese IllislllO t10CUlllc;110 t.!~nolllil1a\¡a nmado tio í hermano". El embnjador tollo, n~onr,rc[t a quien su "mui persistia, en SllS c!llpeilo> i trabnjos. (1;';13), npro\'ecL;:;ldo~e En sc:ic:nLre dau del lnini.itro CiIieures, don cia con el rci C:l r¡ne le hubi0 en- caro i mui a pesar de dc una enferme, U:la conferenaHllltos con una 1.1\'<11':1 ¡,\I'él ('.C c:;105 Jl~ra l'r;ulquc33. :':"rú~o!e q:1C era in(;i~ilO :le uu rei el I'ecilJir en 511 s;~:'\':cio a los vasnllos de otro rcí amigo suyo pon¡ae cso ¡'O se ac03~umbraba cutre bUCllOS cauullel"'Jsj ql:e 110 C1',L lielllp:> dc dissust,lr a un monarca amigo por CO~ltde lilil ]1:JL:l illlpu,tilllcia i ta:l iucierta; i que en Espa'b, tenia \,(15,\;10:, :;¡¡2:os :uui cnp,lcl'C, tl~ Imccl' descubrimientos, sin l/ece3il:.ll! de c¡llpIear a 106 ]lar:t!~ut~ces que veniari dis3L:S(udos (le su r2í, í de lltlie:lcs é<r: tl;~hja naturalmente 7\d (t~'H~r d":SCO;lfi~~iJ;¿a. pcso cn el cion, Úlli!IlO del v~z Por toda conteióta- diju al c¡;¡b:1j,Hlur I\lle 11::blara ,;ourc t:l particular el cardcnal :\dri:lIlO, a quien confe¡-encir,s, portugucs el,l.b,¡ un sesgo enteramente mncioncs. No halJlaba Ir. las islas de negados, especería, sino solo cIl/plcaba ya de de el ellllJlljaúor p::rsoual a ~us recla- de su soberano a ser discutidos i tal vez los derechos que podian las personas para cste viaje, jar a los portugueses ¡izada. Esta mnncra Cllll e~till!:llJa llIas que a cualql:ie- m otro de ~¡::i cunsejeros. COIllO se '.'e, e:l estas últimas quietó algull c.:;~as nll;U:lCS tuvieron IllOnarc:t cspa;lul. qU:l el rei pensullllo quizá de I';~pa¡¡a 11ue brlst.alm ale- de la emprcsa pina que quedara. paracspeciosa ue prescntnr sus quejas, in- n!go al cardenal, hombre d3bil de caráctcr i de ca- beza, i lo indujo a rcunir el eon~ejo de Iudias para con. 8ultarlo solJre el particular. El o!)ispo FOl1scca i sus colegas sacaron de c:nbara:ws a s:¡ ,'oi: dijeron ellos que el descllurilllient.o ¡¡¡editadu cai:¡ en los limites fi.iclllo:l por el papa lus pu::;esio'lcS c~rniIúl¡IS, plinto principal de la cuestioi1 ; i que poco ill1portab¡l que el reí de Espaiía empleara dos ti portl1~lIeses :lt qu:cncs ~ran hO::1brC3 de poca ':"'o1'tl1;n] se sr.r\'ia ,l. 1 ','. '1E ~,. decian los mismos imporlancia, de muchos reclamantes que el re: de desicion ~acó siendo espafioles. Esta que G Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 36 VIDA I VIAJES DE lIF.IL'\,\.\'DO DE :lIAGAI.l.A1\'ES • .¡~vacilacioncs al cardel1:ll; i el llli~;¡l1oministro ChielJre~, imtado por el embajador para que detcnninara al rei a vol\·er atras, se apoyÓ ell la resolucion del consejo de [li_ dias, dicicndo que en este asunto era el obispo de llul'sos i los castellanos sus amigos, los únicos instigadorcs del rei (22). Despllcs de oir tales escusas i sobre to(lo de nolar lit reióolucion cn que se hallaban Cárlos i sm consejero" de llevar adelante cl proyecto de viaje, parecia natural qur: el embajador porlugllcs se hubicra dejado de toda reclamacion i dc toda instancia. No succdió así sin embargo; don Alvaro volvió a insist.ir de nue\'o en sus exijencias p:lra que se separara a i\lagallanes del servicio de E:3p:lila i se desi:3ticra por cntóllces de aquella empresa; pero el reí había tomado al fin una resolucion irrevocable, i por mas que elupIeara las fórmulas mas mclí{\uas de la diplolllácia, llla:'chab~1 derecho hácia Sll objeto sin cuidarse de los in(cre~t':3 ajenos ni de las quejas de su pariente ¡aliado. ,22) Carta de C()st~ al rci de Portugal, Zarag1lza 28 di' setiembre de 1518, cstra('tada por i\luiloz en los archivos de T.i,lJOa. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia ------ --- .---- _._---- - ----- ._- - CAPíTULO IV. lnlltilitlad de Fa;eíro para los trauajos de la l'scuadra.-Aclividad de :'.Iagallanes.--ConlrarieJades que sufna.-DcsúrdeJ1 provocado en conlra slIya.--JlIsticia que hace el reí a l\fagallancs.--ActiviJad en los aprestos de la escuaúra.-In~trllcciones del reí.-Los ajentes portugueses tratan de ganarse n i\Iagatlalles í Falciro.-EI rei separa a (!sle de la escuaúra.Ultill10S aprestos--i\lagatlanes recibe el eSlarlllarte rcal.--Sulen las naves de Sevilla.-Testarnento de l\Iagdlanes.-La espedicion zlrpa de San Lucar de 13arrameda. Desde que l\1agllllllnes estuvo ue vuelta. en Serilla, no pensó mas que en a.ctinll' el apresto tle la arll1aua espctlidonaría, temeroso quizas de que puJieran soureyenir algunas dificultades que emuaruznsen la realizacion dc su pensamiento. Si al principio se hL\bia prescntndo solo como un asociauo subalterno de los proyectos de Palciro, ahora la corte ¡,touas las personas con quienes tenia que trutar veian en él el alnm uc la empresa. Su nombre, que al principio figuraba en los documcntos en segunuo órden, uespues dd de Faleiro, comenzaba a obtener la precedencia. Faleiro, en efecto, no era. el hombre npnrente para coopcrar en trabajos tle este jénero. Cosmógrafú de cstudios teóricos, tenia pocos conocimientos del mundo i de la práctica de la viJa, se desngradaua por las dificultad'es que era preciso vencer, i c1lOcnba con todos los hombres con quienes tcuia que tratar. l\1agnllallcs, por el conlrario, en vez de abalirse por los obstáculos, cobraba en ellos mayor fuerza, los comllatia COII cllcljía, i Ilcg,d.l<la la realizacioE de Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia :{S VIVA J n,\J~;s Sll pensamienlo ganánuose a algunas ue las personas quc los cunlrariaban, venciendo resueltamente la resistencia de las otras. Por fortnna, Magallanes encontró en Sevilla útiles e importantes colaboradores 1':\1"<1 sus trabajos) que lleraron Sil celo hasta sllll1inistrarle los recursos peculIiarios que le entregaban con dilicultad los empleados del reí. El tesurero AlollSO Gutíerrez) ¡Cristóbal uc Raro suplieron con dincro propio una parfe de los recursos que fa[laban; i por comideraciones al obispo de Blll'gos, (Iue se llabia declarado en el mas decidido protector tle la elllpresa, alglltlO3 comerciantes de Sevilla pusieron ell 011:-. los capítalesque faltaban (1). Pero, sí l\lagallalles alcanzaba lan jencrosa proteccjon de parte dcnlg-ulIas personas, no le [alulhnn, en cambio, ene· l1ligos declarados de su empresa u quicnes cOlllbatir. Las resistencias <¡ue hallaba en sus afanes, naciall de ordill[\I'jo del cmpcfío lJue el rei de Portugal ponia Oll separado del servicio de España. Las nlagiiefías proll1cs¡\" que ron este moti\'o se le hicieron, no bastaron a inclinar n Magallancs a desistir de sus proj'edos; i entónccs pemaron sus encmigas que lo que con venia era tenderle asechanzas, promoverle dificultades, fomentar la discordia ent.re sus mi!lmos parciales i fatigado con estas hostilidades hasta que desmayara en sus propósitos. A los enemigo,; que le hacían este jencro de guerra atribuyó Magallanes de ordinario las obstáculos con que tropezaba. El mismo ha referido con gran minuciosidad uno de esos accidentes, que tantas molestias e incomodidades le causaron. Tratábuse de sacar a la ribera del Gw\dalt¡ui\'jr una de las naves que tenia el nombre de Trinidad, para cnrellada en tierra. Cayendo la marea al amanecer, ;\Iagallanes se levantó a las tres de lit mafíana uel dia 22 de octubre (1518) a fin de hacer los apreslos para el trabajo. Cuando llegó l¡t hora de comenzar la faena, mandó poner cuatro banderns (1) Herl'cra, llec, 11, [ih. 1\', rap. IX, páj. 129.-Argrl1sola, •.171ales de ,.Ilrtlgun, lib. J, ('ap. liU, pÚj. 739. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia nE 1IF.ltXA;l/OO 39 DE NAGAI.LANES. con sus prGpias arma!3 en los cab~estantes dondé se ncostum- um.ba lle,",lr las insignias de los capitanes, dejando lugar para. cotocar mas arriba el estandarte ud reí i el de la nave, f;ue era alusivo al nombre darnente, estas bandems to no se pudo colocadas Los Cl1I'josOR que se le había dado. Desgracia- no estaban aun pintadas, i por tanal tiempo de emprender el trabajo. qne se lwbinn agrnplulo a. la ribera comenza- ron a. 1I1111'1nlll'<\r de lo quc vcinn, diciendo qlle ernn nqucllas las handeras del reí de Portugal, ql1e Mngnllallcss enarboInllll. insolentelllcnle bia rtlguicn raciones; pero, cuando cOI)currcntcs (lue dcsÚrdcn mnnfes. espafíola. provocando continuaba llegó un alc[\lde alTnncasen se acercó con sus truhnjo~ ha- sin fijara los esos estanuartes apariencias a los grupos tanto a ellos como ni alcalde Ilns anr\[\s r¡ne ycian 'I'alvez esas murmu de mar diciendo i rompiesen iba a. comenznr Magnllanes rcprest~ntó na\'e ni pueblo el capitan se en nada, . El en una que incitaba mui i les de curiosos, de mar, pint:1I1ns en las b:mderas que . alaraque- de la nave, eran las de su fUI~ília,i no las del reí de Portugal, de cuyo servicio se habia scparndo pnra servir al reí de España. Pero estns esplícaciones no valieron nada para el n\caltle ni pnra los amotinndos, los cuales tan pronto como ncs hubo vllclto, a SllS trahajos, quisieron arrnecar dems que ílnmeauan en la n~we. Ilullábase allí Sancho de l\h(ienzo, canónigo de la cntedral de primer oficial de la cnsa de C!lto que Be iba [\. cometer, petos para con el alcalde gallanes i viendo el desa- contrntacíonj interpll~o BU Magullalas hanel doctor Sevilla i autoridau í sus res- de mar, í en segn ida pidió quc quita¡;e esas banderas, causa a lVla- ucltnmulto i de la irritacíon popular. Había. en estn exijcncia nlgo de vergonzoso para el allí\'o c[\pitan, tanto mas cunnto que allí cerca est[\ba un lIjente del rei de Portug-al, a quien conocia ;U¡lgalbne::;, i qllc era quizá el instigador del des- mllc[¡o ÓnJen. El doctor Matienzo) c«pitan, sin embargo, i quitó accedió lns banderas a la peticioll para del restablecer la calma. gsta medida de prudencia ~fccto ljuc cm de cspernrse. no produjo, sin embargo,~! [<~lnlca.ldc de mar habia ido el: Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 10 VIIH I l'IAJf:S UU$cadel teniente de almirantc, cmpleado cquivalenle a 105 capitanes de puerto de nuestros días, i volvia con él dispucsto a cumplir la orden que el primero habia dado. El teniente requirió a l\Iagallanes para que entregase aqucllas banderas; i como éste eontestase resueltamente quc no tenia cuenta alguna que dar por aquel suceso, aquel empleado levantó su mano contra el capitan portuguc3 llamaudo a gritos a los alguaciles para que lo prcndieran corno igualmcnte a los suyos, que manifestaban di~posicion de defenderlo. La lucha se iba a trubar; pcro el doctor ;\,Iatieuzo se intcrpuso reclamando a nombre del rei que no se comet¡('se nn atentado tan contrario a su servido. El teniente de nlmirallte i los hombres que lo acompaiiaban, se pusieron furiosos con esta contrariedad; i cchando mano sobre aq l/cl alto funcioimrio, sacaron SllScspadas i las csgri míelOn sobre su cabeza como si quisieran descargar sus golpes. Lajcntc ue 1\bgallancs, que había recibido Sll salario adelantado i que veía el peligro que podia correr, aprovechó aquella confllsion para comenzar a uesbandarse; i el mismo capitan, en un momcnto de justa ira, protestó de aquclla tropelia i anunció que abandonaba la ni1.veen manos de los alcaldcs i alguaciles, confiado en que encontraria repararion de aqucl agravio. Solo entónces se aquietaron los espíritlls: la autoridad del doctor I\1atienzo fué reconocida; i sus empellOS sirvieron para determinar a Magi1.11ancsa vo1\'cr al tm,bajo comenzado. Fácil es sllponer cuaii grande seria la irritacion quc este sllceso produjo en el ánimo del altivo capitan. 1I1agallanes dió cuenta al reí del agravio dcclarándole que aquella afrenta hecha a él en su carácter de capitan dc las ni1.ves españolas, necesitaba una pronta reparncion, i pidiéndoJe que sc sirviera impartir las órdcnes necesarias para evitar que esos atentados se repitiesen, i que en adelante se le guardasen las cOl13íderacioncs debidas a su carácter (2). (~J Carta de )Iagallanes al reí, escrita en Sevilla a 21 de octubre de 1518. Herrera,que debió conocer esta carta, ha dado cuenta detenida de este suceso en la dec. 11, lib, íV, cap, IX de Sil Historia de las IlIdias. De allí sacó sin duda MgeJl~o!a las nOliEste Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 4.1 ;'Ii\gallltnc~ tenia razoll pam confiar en ([ue el reí hurill Desde Zl\rag07.11.)el soberano le escribió ulla carta c;;prcsálldole Sil desagrado por aquel suceso i Sll sati;;[accioll (lor III conducta del doctor I\1atícnzo. El reí hizo mas IOdavír.: reprendió II las autoridades de Sevillu por no lH\ber llcucliJo en socorro de su capitan) i encllrgó que la casa de conf.ratncion recibiese infonl1l\cion del hecho para castigar sereralllente a SllSautores. Estos incidentes relardllban, entre tanto, los aprestos para la salilla de llt espcdicion. El obispo de Hurgas, sin embargo, no cesaba de reiterar sus exijencias para obtencr el pronto despacho de Cllanto podia interesar a la cmpresa de Magnltanes. Acolllpai1ando a la corte t:n su viaje u Barcelona a principios de l;:'í1~),el obispo Fonseca insistía cerClLdel rei en la lieccsidad de lanzar al mar cuanto ántes la escuadrilla descubrído¡·a. En [tcluclla ciudaú despachó el reí, desde úllill1o~ de Illarzo hasta principios dc mayo, muchas cédulas que revelan el ¡nlares que (enia en favor ue la empresa. NombrÍl tcsorero de la espcúicio!t a Luis de Mendo· ZlLj i, debicndo mandar dos de las naves l\1agullanes i Fa·· lciro, dió el cargo de capita!t de lrt tercera a Jultn de Cartajena con el empleo de veedor jencral, i la capitanía de la cuarta nave a Oasp:\I' de QlleZl\Úa. En sus comunicaciones (\.la casa de contr;ttacion, enca.rgaba el rei q uc si era posihlc se disminuyese el número de los hombres (pie debian ir en la fluta) i que se consultl\se siempre a i.\lngalJanes, sobre la admision de los marincros i demas jcnte de las naves. "pGr ClllHl(Otienc de eslo mas espcriencía." Encargaba tambien que los dos murinos portugueses cspllsiem!t por escrito el rumbo que pensauan seguir i Ins dermIS instrucciones que debieran servir a todos los pilotos de la esredicían. COIl igual empeÑo atendía (\.los intereses de [os comerciantes (lllC suministrllbnn armamento, dinero o mercaderías II la escuadra, llsignáudcles una parte proporcior?ul de las utiliul\.Clcs en é5te i en los tres primeros viajcs quc hicieron n las islas .1 u~licia a sus reclamaciones. l~í:l.~ <¡\lC dc e~te hecho ha publicmlu en ~ll~ JJ.¡¡aZc8 dc .'1rrt!Jull) lib. 1, cap. 7De páj. 7'10. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia IIIJA 1 n.\Jf.S de la cspeccría. Deseando di;;poncr una SCglllHIacspcdicion, el reí mandó quc se encargara su direccion a Franci,¡co Faleiro, COIlel sueldo de 3;) ,000 maravcdis 1l1¡éntra~ e~tuviese ocupado en esle trabajo. A los pilolOS i maeslres de la escuadra les prometió prerninrlos con privilcjios de cahallería ¡otras grncins n la vuelta de !';u vinjP; i para atcndcr a las neecsillndcs de la espo:"a de i\Iagallanc:5, d\Jl;a Be<llriz dc llarhoon, madre ya de 1Ill niilo, lIlandó <]i1C se lc pngara durante el viaje el sneldo de Sll marido. 'roda~ Ct:ta;: disposiciones dieron un rápido e importante impulso a lo;; aprcstos de la cspeclicion (3). En esos mismos dias se formaron en la cortc las instrucciones que elrci daba a .!\lagatlnncs i Paleiro para normnr la conducla que debieran observnr en Sll viaje. Esc docllmeoto, que llem la fecha de S de mayo de L,) 10, conticnc 74 artÍc,ulosqnc rcvclan la prolijida(l i cuidado con qlle entónces se fijaban las operacioncs de este jéllero de empresas. En ellas seiialaba el reí el peso de equipaje que se de. bíu permitir a cada uno de los empleados de la escuadra, recomendaba él.los jefes de ésta In línea de conducta que habían de obsel'vnr con sus subalternos i en SIlS tralos con los reyezuclos de las tierras qne descubriesen, a quil~ncs ha. bian de ngns¡~jar amistosamcnte, descollfinndo siempre de sus promcsas i¡dhag05; prl'O les encarglllJa tamhien que en sus negocios con ellos tmtaran de poner las mercaderías españolas en el lTIrryor rrecio que lcs fuese posible (4). Con este documento, auemas, el reí habia querido evitar toda di(icultlld con su parientc don Manuel de Portugal. El nrt. 1.0 dice así testualmcnte: "La principal cosa que vos mandamos i encarg-amos es que en nillgllll;1 m<1ncra no consintais que se toquc ni descubra lierra, ni otra ninguna cosa dentro en los límites del serenísimo rei dc Por(ugal, mi muí caro e mlli amado tio ¡hermano, ní en su peljuicio, (3) Estas rrales cédulas, junto con otras de mcnor importancia, fueron prolijamcnte estractada~ pOI' UOI1.Juan Balltista :\[\1noz en su preciosa colecciol1 de 1\1ss. para la hi"toria dI' Arn"lica. (4) Esta instl'llccion ha sido publicada por l\;l\'arrctlJ en el tml1. IV, páj. 130 de su Col~ccioll. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DI: HER:\'ANDO DE 1\IAGALLANES 49 porque mi voluntad e.:!lque lo capitulado e asentauo entre la curona real ue Castilla i la de Portugal, se guarde i clImpla mui enteramente, así como está capitulado." Los celos del rei de Portugal no se calmaron, sin embargo, con esta declaracion. Lejos de eso, los ajentes que hn~ bía en viado a Bspai'ía no desistieron de sus proyectos de ganurse a Magallanes, o de suscitarle dificultades a su empresa. A mediados de julio llegaron a S.evilla Cristóbal de Ha1'0, Juan de Cnrtnjena i otros cmpleados de la escuadra con instrucciones particulares que no estaban C11perfecta armonía con las instrucciones dadas al capitan, de donde se ori , jinaro11 algunns dificultades de que se trulaba. en In cnsa de contratacion. El ajcntc dd reí de Portugal en aquella ciudad, Sebastian Alvnrez, quiso aprovecharse de aquella coYUllturn para fomentar la discordia i separnr a Magallanes. Con este ohjeto se presentó en la posada en q U6 vivia el capitan.Hallólo componiendo las vituallas i conservas para el vi,0e; e inmediatamente trabó conversncion con él soure la empresa en CJuese habia comprometido. Alvarez le dijo que aquella seria la última vez que le hablase como amigo i compatriota, puesto que lo' veía resuelto a llevar adelante un proyecto tan peligroso i tan contrario a los intcrese3 de su reí. En contestaciull n estM palabras, Magallanes espuso que su honor no le pennitin fallar al trato que habia cele brado con el rei; pero, como A.l\'<\¡'ezle objetara que no era honra lo que se ganaba indebidamente, i que hasta los mismos castellanos lo miraban como l'IIin i traidor, el capitan }lortugues respondió con altivez i dignidad que los descubrimientos que realizara en su viaje iban a redundar tamo bien en beneficio del rei don Manuel, apesar de que no to. caria en ninguna de sus posesione¡¡.-" Basta descubrír en demarcacion de Castilla las ríq uezas que ofreceis para que hngais un gran darro al Portugal", contestó Ah'arez. En el siglo de l\lagallanes se creia como principio inconcuso que la prosperidad i riqueza de un estado importaba un grave daño para otros. El ajente portugues llegó a convencerse que con ese jénel'o de representaciones no conseguiría disuadir a SlI como v. 1 V. DE j\-l. '7 Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 50 VlO,\ l VIAJr.5 patriota. ReclI1'rió entónces a los alhagos ¡promesas, i a irritBr su ánimo recordándole las úificultades que se habían suscitado. Espúsole COIl este motivo, que si queria pasarse al servicio del reí de Portugal, el mismo Alvarez sería Sll .mediador, asegmándo[e que obtendria de aquel monarca graciag i favores que se le dispensaban en España por interes i no por afeccion a Sll persona. Pidióle ademas que no hiciera caso del cariño que le manifestaba el obispo de Burgos porque no habia en él sinceridad alguna. Ta[ vez MagnIlanes sintió vacilar su natural firmeza a[ oir estas pa.labras; pero, recobrando Sll ánimo, conte,~ló que miéntras el rei de 8spaila estuviera dispuesto a cumplir lo pactado, él ~o abandonnria su servicio, en la 3eguridad de que sus protectores allanarían las dificultades que habian nacido (5). Despues de esta neg:J.livu, Alvarez pensó en ganarse a Rui Faleiro, cuyo carácter atrabiliario i uomimmle lo tenia quejoso de ;YIagallullcs i dc los empleados de [a casa de contratacíon por las dificultades que se suscitaban. Palciro, sin embargo, se manifestó mas firme i resuelto que su compa. ñero. A las representaciones del ajente del soberano portugues, contestaba que nunca abandonaria el servicio del rei de España su seilor, quc tantas mercedes le había heeho. Al oír esta respuesta, repetida varias veces con igual resolucion, Alvarez acabó por creer que el cosmógrafo portllgues habia perdido la razon, i así lo escribió a su soberano. Nadn.. de eso había ocurrido, sin embargo. Paleiro conservaba su juicio; pero las desavenencias que en el principio había tenido con Mngallll.nes, iban tomando poco a poco el carácter de abierta ruptura. No era posible que dos hombres igualmcnte resueltos pero de mili distinto jénio, pudieran determinarse a emprender el viaje, teniendo ambos un rango igual i el mismo mando en la escuadra espedicionaria. El rei ttlvoqueelejir entre losdos pl\raconfi~r aunosoloel mando de las naves i el estandarte real j pero como no quisiera desairar ;\ ninguno de ellos, tuvo que dar olro sezgo él (5) Carta de Srbastian Alvarez al rei de Portugal, escrita en Sevilla el18 de julio de 1519, i estl'actada pOI' don J. B. Munoz en los archivos de Lisboa. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE lIER.'iANDO DE l\IAGDI.LDNES. 51 su resolucion. Por real cédula dada ei1 llarcelona a 26 de julio (1519), dispuso el soberano que Faleiro, que a la su· zon no se hallaba en entera salud, quedarse en Sevilla a fin de hacer I03apreslos para un nuevo viaje <lue dcbía llevarse a cabo con igual rumbo (G). 'l'odavia hizo mas elrei a fin ue revestir a Magallancs de toda la autoridr.d necesaria para ejercer el I1lUlH.10 durante el viaje. En esa misma real cédula, ascendia a Juan <le Cartajcna al mando de la nave que debía capitanear Fulciro; pe. ro, mandaba tambicn, que el tesorero Luis de Mendoza, que se habia puesto en choque con lVIagallanes, prestara a éste la obediencia que era debida nI jefe de la escuadra. Para conseguir este mismo resultado, el reí separó de su servicio a dos marinos portugueses que comenzaban ama. nifestarse turbulentos. Con tan enérjicas resolucioñes, todo estuvo pronto a finei! (le julio para emprender el viaje. Las cinco naves se halla. bau provistas de armas i municiones, con víveres proporcionados para un viaje de dos años, i con 265 hombres de tri. pulacion entre capitanes, pilotos, cirujanos, escribanos, trabajadores i marineros (7). Las uificultades entre Magalla. nes i la casa de contrntacion habian ido desapareciendo poco a poco merced al empello que en ello ponia el reí; i Magallanes mismo se hallaba dispuesto a cOllfiar el mando de una de las naves al hermano de Falciro, sí se avenia éste a facilitarle una copia de las tablas de lonj ¡tud que habia dispuesto para el viaje. Fruncisco Faleiro cm) en e[cclo, un (6) No he podido encontrar esta real cédu;a; pero sc hace mérito de ella en varios documentos de la p.poca, i particularmente en el requerimiento que hizo MagaIlanes a los oficiales de la contratacion para que se le prestara obc0iellcia. Herrera, que tal vez conoció esa real cédula, ha referido esto mismo en la dec. ]f, lib. IV, cap. IX, páj. 130 .-Argensola, .!1nales de .8.ragon, lib. J, cap. 79, páj. 740. (7) Entre los documentos reunidos por lHuíloz se encuentra la noticia del costo de las naves. númer0 i nomhre de todos sns pasajeros, sus provisiones de \;íver€s, armas, medicamentos i herramientas. El costo dc la escuadra excedió ve 8.000,000 de maravedis, de los cuales cerca de una cuarta p!\rte habian sido suministrados por C¡:istóbal de Ha:?; ~t~J .,.....-.' -,-; ¡lo·. _ 1: '~"::_ 1.:-:' J ,-:., Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 52 \"IDA 1 VIAJES hombre de importantes conocimientos n,tuticos que podia ser l11uiútil a la espeuicion (8), pero, sea que no quisiera nceptilr el puesto quc se le ofrecia por enemistad con Maga. [[anes o que tuviera cualquier otro inconveniente, el hermano del astrónomo se qucdó en Sevilla dispuesto a partir en ot-ro viaje. Rlli Faleiro, sin embargo, entregó a su antiguo compañero el tmlauo de lonJitudes quc habia de servirle para la naxegacion (9). Arrreglauo touo esto, se uispuso la. ceremonia del jura. mento de Mngallnnes i de la entrega del estandarte real quc había uc llevar en la espedicioll. Elijióse para csta fiesta una iglesia que con el nombre de Santa Maria de la Victoria, acababan de construir en el barrio de Triana los padres franciscanos mínimos. El asistente de Sevilla, Sancho !\Iartinez de Leivn, recibió de lVIagallanes, scgun las cost.umbres delticmpo, eljllramento i pleito homenaje de que llcvaria a cabo la empresa con toua fidelidad como leal vasallo del rei de Bspai1a e Indias, con lo cual puso en su manos elestundarte real. En seguida, Magallanes exijió de los capitanes i oficiales de sus naves el juramento de que seguirian el rumbo quc él les trazase, i le obedecerian en todo. La ceremonia quedó terminada de esta manera. En la mañana del] O de agosto de 1519, las naves, despues de hacer una descarga de artilleria, soltaron sus amarras i bajanuo por las aguas del Guadalquivir, fueron a fondear en el puerto de San Lúcar de Barrameda, donde debian terminarse los aprestos de la cspedicion. Magallanes, sin embargo, quedó en Sevilla algunos dias mas, ocupado de los últimos trabajos. Hizo entónces un solemne testamentu por el cual distribuia sus bienes para el caso que muries~ en el viaje. I)isponia en él, que la décima parte de los pro. ductos de la espedicion se repartiera entre cuatro conventos de Sevilla, de Aranda, de Duero, de Barcelolln i de Opor(8) N ayarrete, Disertacio7t sobre la historia de la náutica. parto 11I, páj. 147, (Madrid 1846). (9) Joao de Barros, dec. 11I, lib. V, cap. X, refiere que poseía el cuarto capítulo de los treinta que formaban este tratado. l'\" se tienen otrali noticias accrca de él. Véase In ilustracion n'. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia Jl:> JlEU1,,\:-;nO DE l\UGAI.I..\:-IES. 53 i quc se aplicara la quinta parte de SllS bienes en sufrajios por el descanso de su alma. Del gobieruo (ltle el rei le habia concedido por via de IlHtyorazgo de las tierras que Ilescnbriere, Magallanes instituia primer heredero a su hijo Rodriga, que entónces solo tenia seis meses de etlad, o en defecto de éste al hijo o hija q!le le naciera de su esposa, que se hallaba en cinta. A falta de éstos, el maY@l'azgo debía pasar a la familia de Magallanes, con la indispensable condícion de 1Ilwar 511 apellído, lIsar sus armas i re¡;idir í casarse en Castilla. Allí mismo nombra por albacea de sus bienes al comendador Diego de Barbosa, su suegro, i [11 doctor Sancho de Matíenzo, canónigo de Sevilla i oficial de la casa de contratacion. El primero de estos, ademas, debia desempeñar el cargo de curador de sus hijos haslaque llegaran a la edad de diez i ocho años (10). Se ocupó tall1bien MagaIlanes durante los últimos días de su residencia en Sevilla, en disponer un memorial que quería dejar al rei antes de partir, para declarar las alturasi si-, (uacion de las tierras i cabos principales, "porque podria. ser, dice, que el rei de Portugal quisiera en aJgun tiempa decir que las islas Molucas están en su demarcncion, i po· dría mandar cambiar las derrotas de las costas i acortar los golfos de la mal', sin que nadie se lo entendiese, ansí como yo lo entiendo, i sé cómo se podría hacer" (ll). Estas precauciones parecían necesarias en esos momentos porque se anunciaba que elrei de Portugal se disponía a hacer salír algunas naves para estorbar el viaje de Magallanes, sosteniendo sus derechos al :dominio de las tierras que este navegante se proponía descubrir. Despues de esto, los capitanes que habian quedado en Sevilla, tomaron las chalupas para bajar el río i reunirse a la escuadra, que se hallaba fondeada, como hemos dicho, en San Lúear de Barrameda. Allí se ocuparon algunos dias tOi (10) Este testamento fLlé encontrado en Sevilla por don J. B. 1\lufioz, quien lo copió en. estractos en su valiosa coleccion de Manuscritos. (11) F.ste memorial ha sido publicallo pOI' N aVarrete en el tomo IV de Sil Coleccion,.p{lj. ]8&, Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 54 VIDA I VIAJES DE lIF.R:'iAXDO DE IIfAGAI.LANES. en provCcr a las naves de los víveres que faltaban. rI'odas las mañanas las tripulaciones bajaban a tierra para oir misa en la iglesia de nuestra Señora de Bnrrameda; i ántcs de partir, el capitan dió la órden -de que toda la jcnte de su escuadra se confesase, disponiéndose espiritualmente para tan largo viaje. Magallanes prohibió ad~mas bajo penas rigorosas que se llevase -n bordo mujer alguna (12). Estas disposiciones no podian I~etardar mucho tiempo mas la salida de la escuadra. EI20 de setiembre, habiéndose levantado un favoralJle viento S. O., Magallanes mandó levaranclas i desplegar las velas para alejarse de aquellas tierras a donde no debian volver sino unos pocos de sus compañeros _dcspues de haber llevado a cabo el viaje mas portent(ISO que hasta entótlces se hubiera hecho. (12) Pigafctta, Primo viaggio. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia -.---.-----------.-----.---. --- ------------------- CAPITULO _- -_ .. ------.-. .-------- V. Noticiasde la e¡¡;\uadrillado Magallanes.-Di¡¡posiciones para arreglar la marcha.-Permanencia en Tenolife.-Primeras dificultades con Juan de Cartajena.-!IIagallanes lo pone preso.-La escuadrilla avista las costas ameríeanas.-Enlra en la bahía de Rio-Janeiro.-Negociaciones con los indíjenas:=-Reconocimiento del Río de la Plata.-Arribo a la-bahía de San-julian.-Ma~ gallanes se decide 'á pasar allí el invierno.-D~scontenlo do sus capitanes.-Traman un complot.-Se apoderan 105 sublevados de tres naves.-Entereza de l\Iagallanes.-Muerto de Luis de Men.•. doza.-E1 jefe de la escuadra sofoca la sublevacion.-Castigo de los amotinados. La escuadrilla con que habia salido Magalli1.nes dc San Lúcar de Barrameda, era compuesta, como gueJa dicho, tIe cinco naves de poco porte, pero bien construidns i provistas en sus estre:llidadcs de una elevada obra muerta que tenia el nombre de castillo. La mejor de estas naves, aunque no la mas grande, era la T,-inidad que mandaba en persona l\1ugallancs; la segunda, la San-Antonio, era mandada por Juan de Cartajcna, qne l\ su cargo de C<.'\pitall unía el de veedor de la armada, i el título de "conjunta persona" de Magallanes; la tercera, la Concc}Jcion, tenia por capitall a Gaspar de Quesada¡ la cUdrta, la Victoria, al tesorero de la m"maúa Luis <.le Mendoza¡ i la quinta, la Santiago, que apenas medía poco mas de 80 toneladas, tenia por jefe al piloto Juan Serrano. A parte de estos capitanes, iban en la escuadra algunas personas de conocida dislincíoll, qne Magallanes habia Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 56 nVA l VIAJf:S ncomodado en Sil propia nave. Figuraba cntre éstos un indio maJayo, bautizado con el nomore de Enrique, í que el cnpitnn en jefe habia embarcado consigo en el humilde rango de criado, para que le sirviera de iatérprete en sus negociaciones con los reyezuelos dc las islas que iba a descubrir. lbn allí, tnmbien, Dual'te Barbosa, aquel portugues cuiiado de MagaIlanes, tan notable por SllS esploraciones en el Asia ¡por eltrntado jeogrático en que las describió. Figuraba ademas, entre ellos, Antonio de Pigafetta, a quícn los e¡¡pafioJes denominan .Antonio LOlllba'rJo, por ser naturnl de Vicencia en Lombanlía, (lue al saber los aprestos de la atrevida espedicion que Magallanes i Faleiro preparaban en Espnilíl, pidió nI rei el permiso de hacer este viaje, cuya historia habia de narrar lilas tarde con tanta sencillez j tanto agrado . .En la Ilota se cmbarcaron, ade. mas, algunos portugueses, italianos, fmoceses, f-lumencos i hasta un ingles natural· de Brislo!. Ocupaban éstos, en su mayor p..1.l'te,\.-"l\rgosmui subalternos: unos eran soldados, otros marineros o artesanos, i algunos solo eran criados de los capitanes (1). En los primeros días del viaje, reinó en la escnadra tlll órden admirable. MagalIanes !labia tenido particular cui. dado de dictar en tien(\. los mas prol ijos regl amen tos no solo para ordeaar las seiiales de llna llave a otra siuo tam(1) Véansc las listas de las t¡'¡pulaciones publicadas por Nannrete en el IV tomo de su Coleccion, páj. 12 a 22.-Ellaborioso e iutelijente historiador brasilero don Francisco Adolfo de Varnhagen, refiere en su Historia geral do Brazil, S('C. I1, to~ n/O 1, pájina 31, i en una ilustracíon puesta en la pájilla 436 del mismo tomo, que iba tambien en la espedicion un piloto portugues lIamadoJuan de Lisboa que antes uc esta época habia estaúo en el Brasil i que escribió un libro sobre la marina, perdido ahora, pero cuyo descubrimiento seria tal vez de gran importancia para el esclarecimiento de la historia de la jeografía. Tul vez en lus listas publicadas por N avarrete, Juan de Lisboa está apuntado con otro nombre. t~1título de su obra era ell'iguiente: "Tratado da agulha de marfilr nchallo por Joao de Lisboa ho anno de 1514, pollo que se pode saber en cURIlquer parte que homem estiver quanto he arl'edado do meridiano." Juan de Lisboa fllé hecho mas tarde piJ0lo mayor de Portugal, i fallcció antes dI' 1,'.,34. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE llEn:-;ANIlO DE lIUGALLAN¡':S. ú7 bien para la disciplina. A fin de qUf. la esclIadm fuese siempre en órden, estableció para los pilotos i lo ¡;Illestres las reglas siguientes. Su nave deu;a prccedp,' siempre a las otras; para que no la penlieran de vista ¡; Ir"lte la noche, fijaba en la popa una nnt~rcllU de maLlciu llamada farol. Si ademas de éste, encendía una linterna o un pedazo de cuerda de esparto, las olras naves debían bacer otro tanto }Jara manifestade que lo seguian. Cuando a mas del farol encendia dos fuegos, las naves debían cambiar de díreccion, seo. rara mejornr el rumbo o ya a causa del viento contmrio. Cuando encenúia tres fuegos, era señeLlde que debía quitarse la boneta, que es lino. parte del velámen qne se coloca bajo la gran \'c!a cuando el tiempo es bueno, a fin de tomar mejor el viento i acelerar h marcha. C u~\tro fuegos eran señal de qlle se debian recojer to.das lus \'clus, o desplegarlas si estaban recojítlas. Mucho8 fnegos o algunos cañonazos serviun para advertir que la escuadra estaba cerca. de tierra o de algun uajo, i que por eonsiguiente era necesario navegar con mucha precaucion. Hubia ademas otra sellal que indicaba .cuando se debía echar el anclll. "Se hacia tres guardias cada noche; la primera, al principio de la noche, la segunda, que se llamaba meúia hom, a medía noche, i la tercera ántes de amanecer. Por cOllsi. guiente, toua la tripulacion estaba dividida en tres guardias: la primera bajo las órdenes del capitan; el piloto pre~idía la segunda, i la tercera pertenecia al maestre. El comandante jeneral exijió de la tripulacion la mus estricta disciplina a fin de asegurar por este medio el feliz exilo del (C viaje" (2). El sesto dia de navegacíon, esto es el 2G de setiembre, la escuadra llegó a un puerto de la isla de rrenerife, donde se detuvo tres días para cargllr carne, agua i lella. De ahí pasó al puerto de la Montaña Roja, en el que permanecieron tres lIias esperando tina carabela que llevaba pez (~) Pigafetta, Primo viaggo attomo il lruc(';olles del reí a !\Iagallanes. v. 1 \". nE :\1. m01/fln. lib. J.-In:'l- 8 Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia fí8 VIDA 1 nAJES para la escuadra (3). El2 de octubre, eulrlHla ya la noche, las naves se hicieron de nuevo a la vela con rumbo al S. O. A meJiodill. del 3 de octubre, ~Iagaltanes hizo un pequeño cambio en el rumbo de la flota sin pedir consejo a los otros capitanes i pilotos. Este cambio no estaba indicado en la il1strucccion náutica que el jefe hahia dado ánles de embarcarse a los otros capitanes. J nan de Cartajena, que por ser llamado en la cédula de su I\omlmuniento "conj unta persona" de Magallaile~, se creia su igual en el mando, se sintió de que se hiciera una variacioll de esa naturaleza, sin preceder el acuerdo de los capitanes i pilotos; i así lo reclamó formalmente. El comandante jeneral, que no era hombre para sufrir contradicciones de esta especie, contestó terminantemente que si habia error en aquella in,;tnrccion, él estaba dispuesto a salvarlo, que no reconocia. conjunta persona en la escuaura ni tenia que dar CUeI1ta a nadie ue sus operaciones náuticas, debiendo segllirlo de dia por la bandera i de noche por el fa:roll!in ha~erle observaciones ni reparos (4). Carlajeoa no se atrevió a insistír ante tan firme resoJucion, i aunque con mucho disgusto, tuvo que obedecer [\ Magallancs, guardando en su cOr:\zon un profundo despecho. La escuadrilla pasó entre la costa de Afríca i las islas de Cabo Verde, i despues de algunos días de viaje mui próspero por la costa de Guinea, llegó a los 8' lal.. N. a la altura de la montaña denominada Sierra Lcona. Allí espetimentaron vientos contrarios o grandes calmas junto con una fuerte lluvia que los acompañó hasta mas aue/ante de la. línea equinoccíal, durante sesenta días. En ese tiempo, Jas dificultades que comenzaron a suscitarse entre l\iagalIanes i Cartajena a su saliua de Tenerife, tomaron cuerpo hasta el punto de protlucir una. víolent.'l ruptura. Era costumbre en la marina española que en la tarde, a las oraciones, todos los capitanes de tina flota mandaran saludar (3) Rerrera, dec. II, part)V, cap. X, páj. 131 (l\fadrid, 1601) (4) Herrera, id. id. páj. 132 i 133.-Navarretc, Helaeion del viaje, tomo IV de su ColeCcwlt páj. 29. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE llEll.NANDO DE l\IAGALLA.NES. 59 al jefe de ella. En tas iustrucciones que el rei habia dado para el vinje de JIi' ¡tgallanes, encargaba éste que hiciera cumplir csta práctica (5), i así se hacia en efecto cnda dia al anocheccr. Una tarde, el marinero que dió el recado de Cartnjena, dijo a J\t~¡tgallanes:-" Dios os salve, señor capitan i maestrc, e buena cornpaiiia." El capitan portugues ·"ió en cste saludo un uesacato cometido contra su autoridml) i por tOlla respucsta mandó l¡ecir a Cartajena que 5e guanlnra bien de satlldarlo en esa forma, sino dándole el tratamiento de c<1.pitanjeneral que le correspondía. "Le he satud<1.do COIl el mejor marinero de la navc, i quizá otro dia le salude con un paje", contestó resueltamente Cartajcna; i en efecto dejó pasar algunos días sin enviarle el recallo de ordemwza. MngaJIar.c;:, sin embargo, no era hombre de dejarse burlar por SllS snbalt(;rnos, i mucho ménos por uno que pretendia ser su igual en el mando. :No pudiendo tolerar la altanería de Cartajena, i creyendo sin duda que no solo perjudicaba u Sll tlignidad ue jefe de la escuadra sino tambien a la neccsariJ. subordinacion de los demas capitanes, resolvió castigarlo con una ejemplar severidad. Un dia reunió en la Trinidad a todos los capitanes i pilotos para discutir el rumbo que debiera fijarse n. las naves. Tratóse allí, aclemas, de la manera de saludarse en las tnrdes; i Cartajenn, alentado sin duda con su primer triunfo, trabó sobre esta materia una irritnÍltc diswsion. Magal1anes no quiso oir nada; i echando muna de Juan de Cartajena, lo tomó del pecho diciéndole:-"Sed preso." Inútil fué que Cartajena reclamara el amilio de los otros capitanes i pilo. tos para apresar a Ungallanes, porque sea que estuvieran convencidos de la justicia de su proceder, o que temieran la saña de su jefe, todDs ellos se quedaron inertes sin tratar de oponede resistencia alguna.. Cartajena fué arras. trado al cepo, i colocado allí de los piés en castigo de su insolencia; pero como algunos de los capitanes intercedieran respetuosamente por él pidiendo que lo entregara preso (5) lnstruccion dada a l\Iagallanes, etc. arto 3. o Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 60 nDA r VIAHS a UBO de ellos, Magallanes lo confió al c:¡pitan de la Victo,'ia Luis de Menuoza, despues de haberle recíbiuo el juramento de tener preso a Cartnjena i ue pl'esentál'sclo cada vez que 10 pidiere (6). El mando de la nave S(tJ¿-Alltonio {ué contiauo al contador Antonio de Coca. La escuadrilla tomó el I'llmbo de! S. O. tan pronto como pasaron las calmas que la habian detenido en la costa de Guinea. El 29 de noviembre estaba enfrente del cabo San.Agustin, en la costa de América, i de alli siguió su viaje hácia el sur hasta el dia S de dicielllbre, en que avis. tó las playas del Brasil cerca de los 20· de latitud meridional. Continuando por este camino, el 13 de ese mes entró en la bahía de Río Janeil'o, a <]lIe los españoles dieron el nombre del santo del día, lIamándola Santa LlIda. "Aquí hicimos, dice el historÍ<\(lor de la espedicion, una pl'ovisioll de gallinas, patatas, una. especie de fruta que se asemeja al cono del pino, pero que es estremadamente dulce i de un gusto esquisito (la pifia), caña~mui dulces, carne de anta, que se asemeja a la de vaca, ete., cte. Hicill103 exceJentes negocios. Por un anzuelo o por un cuchillo nos da. ban cínco o seis gallinas; dos ganzos por un peine; por un espejito o un par de tijeras obteníamos pescauo suficiente para alimentar diez persolH\s; por un cascabel o por una cinta, los indíjenas nos traían llna canasta. de patatas. A precios tun altos como esos cambiáhamos las figuras de los naipes: por un rei me dieron seis gallinas, i los indios creyeron que habian hecho un negocio excelente" (7). Por largo tiempo se ha creído que MagaUane, fué el primer esploraúor de aquella hermo.:;ísima bahía. DoCltmentos de inconte.:;table autoridad han venido, sin cmbar-. go, a revelar que desde ocho ailos ántes, desde 1511, llevaba el nombre de bahía del Cabo Fria, i que en ella se habian establecido algunos portugueses que negociaban con los indíjenns, cargando SllS naves de palo de tinte. Maga(6) Carta del contador Juan Lopez de Rocalde al ohispo, de Burgo!!, publicada por N al'arrete ca el tomo IV de Sil C01CCCIOII, páj. 20 I. (7) Pigafctta, lib. I. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE IlERNANDO DE '\IAGALL,\NJ:;~. 61 \luncs, CUlI todo, no encontró allí mas que indios 'fupinatllbas, tribu pacífica ue la raza Guaraní que poblaba aquellas costas. Queriendo cumplir con las instrucciones que le llabia dado el rei, ,\iagaIlunes prohibió bajo pena de la vida que se tomara algullos indios como ,esclavos; porque no queria uar pretesto a las reclamaciones i quejas del rei de Portugn.l, ni cargar sus naves COIl inútiles consumidores de vi\-eres. Ln. permanencia de los esploradores en la bahía de Rio Janeiro no duró mas que catorce dias. El27 de diciembre, despues de proveer bien sus buques de aves i frutas, Magallunes desplegó de nuevo l~s vcl~i siguió su viaje en la misma direccion que Ile\'a la costa del continente, aunque sin avistar In. tierra, hasta que ellO de enero de 1520 se encontró en frente del cn.bo de Santa María situado en la embocadura ud caullaloso río de la Plata, que denominaban los marinos Río de Solis, en memoria de su célebre cuanto infortunado descubridor. El comandante en jefe de la escuadra quiso adelantar los reconocimientos jeográfic9s j i en consecllencia remontó las aguas del rio i esploró hasta el 7 de febrero sus dos máljenes i algunas de SllS islas. En estos reconocimientos, Magallanes examinó un cerrito situado en la orilla norte que formaba I1n contraste singular con las bajas i dilatadas llanuras que se estienden en ¡'quel/os lugares. Dieron los españoles a aquella altura el nombre de Monle-Vidi, de donde se ha derivado el nombre actual de Montevideo. Algunos salvnjes de las inmediaciones, que inducidos por la curiosidad visitaron las na ves, fueron obsequiados por Mngallanes, sin entrar, sin embargo, en tratos í negociaciones. El viaje se continuó el 14 de febrero, siguiendo siempre las naves la inclinacion de la costa, pero sufriendo ahora las constantes borrascas de otoño que las dispersaban por algunos dias, i embarazaban sus operaciones. l\Ingnllanes, como el primer esplorador que habia. visto aquellos lugares, reconocia prolijamente los cubos i hahías de la costa, deseoso de encontrar el tan deseado estrecho, objeto principal de la espedicion. Todos sus afanes, sin embargo, {la- Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 62 l'IDA I VIAJES redan inútiles: los reconocimientos practicados no ofrecian ningun resultlldo; í la estacion lluviosa se acercaba mas rápidamente de lo que era de creerse i de desearse. Por fin, el 31 de rnar~o entró la escuadrilla al pU.2rto de San Julian, dOi1de l\'Iagallunes queria invernal'. Las discordias de los marinos habian ido, entre tanto, haciéndose cada día mas sensibles i peligrosas. En la bahía del Janeiro, MngaIlanes, receloso de la fidelidad de Antonio de Coca, a quien él mismo habia elevado al rango de capitan, le qui¡{¡ el mando de la nave San-Antonio i la entregó a su primo hermano Alyaro de :M:esquita, portugues de nacimieilto. El mismo dia que anibarol1 al puerto de San J ulían, al saber la {esolucion que tenia MngaIlanes de pasar allí el invierno, i de acortar para ello las raciones de vívercs, los otros capitanes i las tripulaciones, acordándose mas de las comodidades que dejaban en España que de los comprpmisos que habían contraido con el reí, i de la gloria inmensa que les iba a reportar aquella empresa, recabaron de MagalIanes que alargase las racioDes o se volviese atras, puesto que parecía temerario el proyecto de buscar un e5trecho que era imposible hallar, i que bastaba haber navegado hasta donde nadie se habia atrevido a llegar, i donde poclia mui bien suceder que alguna tempestad deshecha les arrojase a alguna costa de la cual no pudiesen salir. Las inmediaciones del puerto de San Julian eran, en efecto) despobladas, desprovistas de víveres i ademas :30rnamente frias. MngalIanes, sin embargo, no se arredró por la pobreza del lugar , ni por el rigor de la estacion, ni por la resistencia que trataba de oponerle su Jcnte. En contestacion n esas exijencias, dijo resueltamente que estaba dispuesto a morir o a cumplir lo que había prometido al rei, de quien tenia encargo de viajRr hasta el término de aquella tierra en busca de un estrecho que indudablemente habia de hallar mas adelante. Si In estacion era fria, .Magallunes creia que en pocos mcses mas volveria el verano, i entonces los esploradores tendrian dius mas largos miéntras mas se acercaran al polo sur; i si ellos se Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE. lIIo:R:-¡ANDO DE l\olAGALLA-'ll;S. 63 qucjabnn de la fdlta de víveres i bastimeútos, el jefe les rccordó que en aquel lugar habia leña abunJallte, agua excelente i gran variedad de pescaJos i mariscos, i que ndemas, acortando las raciones, no les faltaría nunca el pan ni el vino (S). Pero, las resistencias que comenzaba a encontrar entre los suyos iban tomando poco a poco un carácter mas sérío i alar:nanle. El siguiente dia de su arribo al puerto de San Julian) el LO de abril, era domingo de ramos (9) j i queriendo solemnizar esta feslivida{l con una misa i demas funciones relijiosns que pudieran practicarse en aquelln tierra desierta, l\bgallanes invitó n todos los capitanes, oficiales i pilotos que desembarcasen a oir la misa i pasasen a comer dcspucs en Sil compaiíia en su pl'Opin nave. Solo Alvaro de Mezquita i Antonio de Coca fueron a tierra con las tripulaciones, i únicamente el primero de estos pasó a la nl1\'e 1'1'inidad a comer con el comandante en jefe. Mngullancs sospechó desde entónces que algo se tramaba en contra suya; pero se lI1antu 1'0 a la espectutiva, re~ue\lo a hacer frente a cualquier movimiento, a resistirlo i a dominarlo. Tmmábase, en efecto, un vigoroso complot contra Hernando de Mogalluncs. En la noche de ese mismo dia, Guspar de Qucsada, capitan de la nave Conccpcion, que tenia preso a su bordo a Juan de Cartajena, puso a éste en libertad i armó treinta hombres resueltos para dar un asalto a la nave San-Antonio. Este proyecto pudo reali;¡;arsc fácilmente durante la oscuridad de la noche; i una vez a bordo de la San Antonio, Quesada apresó i puso n, (8) Berrera, dec. lib. IX, cap XII, páj. 297. Este cronista ha referido con una minuciosa prolijidad todos los pormenores del viaje dc l\JagalJancs desde Rio Janeiro hasta el puerto de San .Julian. El interesante diario escrito por Francisco Albo i publicatlo por N avarrete cn el tomo IV dc su Coleccion, pájina 209 i siguiente>" así como la carta citaua uel contador Lopez de Recalde i la relucian de l\laximiliano Trasilvano, tiencn mui pocos pormenores que no haya consignado aquel ilustrado cronista. (9) Pascua Florida, dice equivocaddrncnte dp.~. 1I~ lib. IX, cap. XI. el cronista Herrf'fa Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 64 VIDA I VUJES grillos aL capitan Alvaro de Mezquita, declarando que la Concepcion i La Victoria, donde mandaba Luis de Mendoza, se habían pronunciado contra la autoridad :\'Iagallanes a quien querian obligar a que tratase con mas consideraciones a los capitanes i oficiales subalternos. El maestre de In nave, Juan de Elorriagn, salió a la dcfens[\ de su capitnn; pero Quesada le dió cuatro puñaladas en un urazo que lo pusieron fuera de todo proyecto de resis. tencia, i consiguió hncer8e reconocer como capitan de la nave. De este modo, los sublevados quedaron dueños de la San Antonio, cuyo mando tornó el mismo Quesada, de la Co1tccpcion, de que se hizo capitan Cartajena i de la Victoria qne mandaba Luis de Mendozn (10). Magallanes enlrelanto, dormia tranquilamente en h\ nave Trinidad. Fácil es concebir cual seria su sorpresa en la mañana siguiente cuando supo la noticia. de la revolucion consumada en la noche en tres de las naves de su escuadra. Tan ufano~ eslal¡¡¡n los sublevado! con ~u facilísimo triunfo, que al mllal1eCer, creyéndose venceuores, mandaron un emisnrio subalterno a notificar al comandante en jefe de lo ocurrido i a requerirlo por el cumplimiento de las órdenes del rei respecto del tratamiento que habia de dar n los demas capitanes i oficiales de la escuadra. Los amotinados decían que se habían apoderado de aquellas naves para evitar CI1 adelante el mal trato que hasta en\Ónccs habían recibido; pero, que si l\'Iagallanes se avenia a entrar en capitulaciones, estaban dispuestos a dade el tratamiento de señoría, respetar sus órdenes i besade pies i manos (1L). Para el caso en que sus proposiciones no fuesen aceptadas, los tres capitanes habían prep:trado las armas de sus buque,; respectivos. uc (10) Consta todo de las informaciones que mandó le\'anlar l\lagallanes en el puerto de San Julian, i que se hallan publicadas en el IV tomo de la Coleccioll de Navarrele, páj. 189 i ~iguientes. (11) Este requerimiento consta de la carta del contador Recalde ya citada, el cual lo recojió de las declaraciones dada!< en Sevilla por algnnos de los mismos amotinados. Es probable ([11(" no fuese tan re'·petllOso su mcn,¡ajc. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia '1J1:: IIER:'iA:'IDO DE bIAG.\LLA:'iES. 6;) El jefe de la espedicion no era hombre que enlendiera (le transacciones con los amotinados. Mag:dl:lI1es sabia demasiado que una primera debilidad seria la causa ue Sll co:npleta ruina; i con ánimo superior, se resolvió a resistir ¡t esas representaciones i exijencias. Por toua respuesta a. sus instancias, los n~anuú llamar a su propia nave; pero los c<tpitanes sublev"dos temieron ser aprehendidos i maltratados, i le conteslaron que pasara el jefe a la nave San Antonio, donde se reunirian todos para t~isculÍr lo que con_ veilia hacer en esas circuslancias. En vez de aceplar esta invilacion, l\1i\gallanes tletcnninó sofocar a mano armada la insurreccion de sus suhalternos. La empresa parecia difícíl, vista la superioridad i ventajas de los amotinados; pero, el resuelto capitan se preparó a dar el golpe, i despachó nna c1mlllpa tripulada por el alguacil Gonzalo Gomez de Espinosa i sei::; hombres c/e su confianza pam que llevaran 'al r.apitan de la Victoria la €mlen de presentarse inmediatamente. Luis de Mcndoza leia la órden de .'\Iugnllanes con cierta sonrj::;a maliciosa como si hubiera descubierto en ella. 1Ina trama. contra la cual era menester ponerse en guardia, cuando Gomez ue Espinosn. sacÓ repentinamente un puiíal que llebaba oculto ¡le dió lIna cuchillada cn la garganta. Uno de los suyos descargó sobre la cabeza del infeliz ;'\iendoza un segundo golpe que lo dejó muerto en la cubierta. La lucha se iba a trabar tal vez entre los hombres de Espinosa i la Iripulacion de la nave, i sin duda que aqucllos iban a SlIcumbir ante el mayor número; pero l\lagaUanes era demasiado previsor para qlle hubiera espl\eslo a los suyos a tamalío peligro. Casi en el momento en que sucumbia Luis de '\lendoza, llegaha a la llave el clIiíado de Magallancs, Duarte Barhosa, o[icial tan intrépido como intelijellte, con quince hombres bien armados, i se cnselíoI'calJa tic ella sin la mellor resistencia, izalldo en SIISmástiles IIlIa bandera en selíal dc triunfo. Para prcveÚirse contra un golpe de mano de los alllotinauos, Barbosa sacó la Victoria, del punto donde se hallaba fondeada i [lié a colocarlu ¿~llat1o de la llave capitana. Elmellor de lo,;;buques espc v- 1 V. DE M. 9 Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 66 VIDA I VIAJE~ didonarios, <lue a las ónleues de J uao Sermno, habin per~ manecido fiel al comandante en jefe, siguió este ejemplo para roner~e tambicn fuera del alcance de los sublevados. Los plnncs de ()urtajena iQuesada se hallamn desconcerlmlos. Es cierto que aun les queuaba la OO1lccpcion rta Sa1t Antonio, en que eran recopocidos como capitanes; pero, sea que no tuuiemn plena confianza en las tripulaciones, o lo que es mas probable, que se sintíemn abatidos por la firmeza incontrastable de Magallanes, amuos jefes no ]lenSaron mas que en fugar i en dar la vuelta a Espaiía. Este mismo proyecto les pareció irrealizable el dja 3 de abril cuando trataban de ponerlo en ejecucion. l\1agallaucs estaba colocado con sus tres naves en la embocadura del pUel'7 to, i no em posible que los dejara 'salir libremente. Quezada conciLió entónces otro pensamiento. En su nave mantenia preso con grillos i encerrado en un camarote al capilan Alvaro de Mezqni"ta, primo hermano, como hemos dicho, <.leHermmuo de Magallanes. El capitan revolucionario creyó que le convenia ponerlo en liuertad i em· pIcado como ¡nte.mediado para obtener del comandante en jefe una provechosa capitulacion. Mezquita, sin cm· bargo, no accptó la comision que se le confiaba: conocía demasiado a Sil primo para creer que éste puúiera entrar en 'convenio con los amotinados, i espuso francamente a éstos que perdieran toda esperanza de arribar a un avenimien· to con .Magallancs. Desde cntónces, Quesada i Carh0ena cambiaron de plan: pensaban salí r del puerto en la misma noche, esperando poner en la proa de una de sus naves al capitun l\1ezquira para <¡ue desde allí hiciera sus proposiciones al Jcfc úe la escuadra. En la noche, en efecto, se puso en cjecucion este plan. La nave San Antonio se acercaba ya a la 'capitana, cuando Magallanes hizo romper los [llegas de artillería j masque· tería, disponiendo inmediatamente el abordaje. Los suyos asaltaron la navc dc los sublevados preguntándoles en voz alta: "¡por <}uién estais?" a lo que contestó la tripulacion: "Por el rei nuestro señor, i por vuestra merced". Desde cntónces, tooa teutalivn de resistencia de parte de los nmo- Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 1)"\':IIERNANDO l>E lIUG.u.L,~Nr.S. (i7 dandos fllé impasible. Magallanes apresÓ sin esfuerzo alguno u Qucsaua, al contador AÚtonio de Coca i a los demas cabezas del motill; í mando tomar en la COllccpcion úl capitall Cartajcnu, que tuvo que eutregarse humildemente a los vencedores. No bastaba sofocar el motin: era tambien necesariO, a juicio de lUagallahes, castigar a SllS autores para escarmien·· to i ejemplo de [os marinos. El siguiente dia 4 de abril, J.\.Iagallanes mandó desembar(;ar el cadáver de Luis de Mendoza i descuartizado en tierra, haciendo pregonar Sil traicion; í tr~s dia::; de::;rucs, es lo es el 'j, condenó a la pena tIc muerte a Gaspar de Quesaúa, í a un criullo suyo lIa~ mado Luis de Molino; si bien este último alcanzó su pe •... don a trueque de servir de verdugo para la ejecucion de su amo. Quesada fué decapitado en tierra con toda la solemnidad posible; i su cadáver fué igualmente descuartiza00 miénlms se preg-onaba su traiciono No fué Magallancs mucho mas benigno con Juun de Cartajena: tan lo ést.e como el capcllan Pedro Sanchcz de la Reinn, que poco tiempo despnes fué sorprcmlido en una trama rcvohlcionaria, fueron cOllllermdo;; a quetlar abandonados en aquella playa desicna (12). Era preciso justificar ante el rei cste proceder, duro, violento si se quiere, pero necesario rara mantener la disciplina i la. moralidad en la escuadrilla espedicionaria. Magnllanes sabia bien lo que hallia que haccr en tal caso. Su primo. Alvaro de Mezquita entabló su querella por escrito. El cnpitan en jefe quc t.raia en StlS naves escribanos i alguaciles, les encargó la formaciol1 de una sumarilt i el esclareci,niento jucli~i(tl de t.odo lo ocurrido. Para esto, se recojieroll prolijas declaraciones de los lesligos i <tclores de (12) Estos succ~os. n~;.>ridos <"(ln pe'lueiias divCl:j"lIclas por lIi'rl'Cl':J, ,.ec, ] 1, l¡h. IX, 1:'111 XII, constan <1" lti carta del contador J.op"z de I{~"ald." en yista dc In informadon 'lile se ,,,yanta)):! <>0 S,'villa CIl mayo d" 152], í l'n clu" .kdarahan pal'liculal'IIll'IIt" I"s enl',"i;ros dc Magall:lIles, "lllpCllat]os en Ilcusarlo. i <le otm illfol'lnacion It'vantada f'll nctubr •• de 1522, a la yuelta de h nave Victori(l., para I'sdarecer las \)('urrencias dt.·J viaje. - J[t'lTera di("e qlw ('1 ('ll~rigoJ'c\"olu('ioTlul'io era d~> Elo¡·i·iap;a r!,Il!;i6 eIl San-JulínIl '" 11 d •• julio, <1•• 1'1' SUltllS de las hel'ldas que l'ccJ/lIU <1e Inano <le quesada Asi CGusta de :·¡-anccs. -·,]l.iiJn las listas de los nnli' •."tos tlul'ante ]a espcdicioll Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 68 VIDA 1 VUJE.5 aquel drama s¿lHgrienlo¡ j se levantó el proceso' qne debj" ser presentado al rei a la vuelta de viaje. Esas declaraciones que han llegado a llueslros días como un importanle documenlo Jlislórico, justificaron n Mogallanes ante el sobe· rano, i han formado una prueba ¡rrecusable d': la cncrjía • resolucion con que el esforzado navegante supo dominar la sublevacion de sus subalternos (13). (13) Esta informaeion ha sido publicada por ~avllrrete i srguicntes del tomo IV dc su importante colecciono en la páj. IHg ---II..a.".M_IIID_-- Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia •• _::=:=-_-_ -_--e-_-_-=_-=-_-__=-_-=-_-_-:7"':::_-_-.-_--. ~==o-_-- --- CAPíTULO --------- - ~... Vi. :'I1a-gallanes manda hacer un rcconocimi,'nto al sur de la bu lIia de San Juliull.-Navl'gacion de Juan Serrano con este objc1o_-.Hecon~)c<' el )'jo de Santa-CrUz.-Su nallfrajio.--;\!agallunes socorre a los naufra gas, que vuelven u rl'unirsele.-Esploracion al interior. --Se dejan ver algunos habitantes de tl'luellas l"t'jíones.-Su aparente ,J¡fornll dad.-Itelaciunes de :\Iagallanes con los I'atagones.-Cumbate de los castellanos con los putag.-,nes.-:Hagallanes sale del puerto de San-Julian. - Una tempestad lo oblig'a a recalar al rio de Santa-Cruz -ContinÚa la nuvcgacion.-Avista d cabo de las Virjelles.--Dos \la ves se adelantan u hacer' una esploraciun.Entrada al cstrcrho. Restablecida 10. obediencia en la escuadrilla espedicionn¡-in, i habiendo cc,lmado algo las lluvias, Mngaflanes determinó mandar hacer reconocimienlos en las costas vecinas para buscar el desendo estrecho. La illuccioll n que se veía reducido por los rigores del invieruo, i las cOllstnnles tormenlns de aquellos mnres, tenia tnlvez mas desasosegado con los temores de ilUevas suulevnciones, contra lns cuales había hallado UIl remedio tan eflcnz. Mediante lil nctividnd del llavegnnle portngues, en los úllimos din::;de abril estuvo todo pronto para practicar un reconocimiento al sur de la bnhia ¡Je San-J ulíal!. J lInl1·Serrano [lié elcjido PUITI. dirijir csta operncioll. La nave que éste mandnbn, la Santiago, quizá por que em la carnl.Jcla mellor de la escuadrilln, fllé destinada pnra este ohjeto. l\ing-allnnes cncargÓ al C<1pitnll Serrallo <¡\le IHl\'1' lo Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia gundo a 10 largo ue la costa h;icia el sur, buscase el estre-cho que debía hallmse cercano. El esplorador, sin emLargo, 110 pouia nlejarse mucho del reslo de la escuadra; si 110encontraba el estrecho a cierto número de leguas, debia volverse a S:m-Julian a reunirse a sus cornpniIeros. Felices fueron los primeros días dc navegacion Sermno siguió costeando cerca uc veinte leguas, hastu que el:3 dc mayo se halló en la boca de UIl río, cuya flnchura tle maS' de un[\, legua le hizo creer tal vez que era la entrada del estrecho buscado. En conmemoracion de la fiesta que el! ese dia celebra la iglesia, Scrn\l1o lo llamó de Santa-Cruz,. nombre que hasta hoi ha conservado ese río. Allí. se estuvo seis dias reconociendo la cosla, pescando: i cazando lobos marinos que se cncontraban cn grnn abundancia, i de \10 tamafío desconocido hasta enlúnces por los ñavegantes castellanos. Estos no se descuidaron de selialar en SllS reIncioo ' nos del viajc que \(110 de estos animales,. despojado dd cnero,. de la cabeza i de la grasa,. pesaua diez i nueve arro-' bas (l). Convencido de qtle allí no eslaba el estrecho que uuscaun, Serrano siguió su viaje al sur sin scpnn\rse mucho de la costa. Apénns había navegado algullfis leguas cuando se vió delenído por los temibles temporales, tan frecucnles en aquellos mares. El 22 de mayo cargó el vien~o con grnl) furor, reduciendo a jirones las velas de la nave. El timan fué arrancado por las olas; i la nave ll1i:mlU, arrastrada por el viento, [ué a vararse a la costa. l:'elizmenle,.la playa em bajal ¡pudo encallarse la proa dando tiempo a que la trí· pulacioll, en número de trcinta i siele hombres, unjase a tierra. Solo ullnegro, c:3clavo de Juan Serrano, se ahogó en aquel conflicto (2). La nnve, destrozada por las olas: se r (1) Berrera, Dec. II Lib. IX, cap, XIII. (2) La f\,('!la de ('stc suceso, i la l"'rdi<1a dd csdavo de S('l'l'ano ('ollola (tú las listas de las personas qne pen'eiel'on \'n la es~"d¡('i()n. lIcl'l'<'ra, que ,'1\ el libl'o ¡capítulo ('itad(ls da las mejores l\ol;CI1lS del Ilaufrajio, l'elícl'e cfjuivo(,ildamente que !lO !lI'rC('lÓ lIadll' en el. --:\1nximiliano Tl'ansílvano relíel'C este naufrajio I la muerte dd I'sdavo como oeun'illos en agosto, clIando l\1¡If','allilues recouflcia aqud!as costas con su escuadrilla. El mismo e!Tor ha eopiado Var¡¡:as 1'on('(' t'n la J'elacioll del Viaje rJ,; Santlf-Jfflrín ti!' /«" ('f(beza<, páj. lH9, Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 7) a pique en pocos momentos, ,<:inque los G\stelIanos huuicrnn podido salvar cosa nlgllllU de su carga. Ocho tlias pasr,ron los l1:lufragos en aquel lugar .sin saber n qué nrbitrio rec\If:ir para reunirse a sus cOll1pafieros qUl', habian quedado en la bnhia de San-J ulian. Faltos de 0(1'0 alimento quc las laras que encoutrahan en las rocas tic la costa, resolvieron al fin emprender el viaje por tierra. Cargaron para cllo las tablas de la lH\Ve que el mar habia alTo· jado a la playa, u fiu de construir una balsa que les sirviera para pasar cirio de Santa-Cruz. La <lislancia que los separaba de este rio cra apénas de seis leguas; pero estenua dos por la fatiga idesprovistos de otro alimento \¡ue las ycrhas que cojian en la marclw, los nállfragos tardaron cllntro diaF i se vieroll obligados a abandonar una parte considerable dc la madera que conducían. Al fin llegaron a las orillas tic aquel rio que les ofrecia auundantes recursos úe pesqueria; i allí construyeron una pequefía unlsa en que plllli'O'ron pasar dos homures a la ribera opuesta para seguir su lIw.rc!l,"t hasta el puerto de San-Julían. Todavia tardaron once dins en este viaje. Alimenlábansc de yerbas silvestres i tic m¡-..riscos crudos; i sufrieron talltas fatigas i penurias que ni presentarse a Mngalllanes, ni éste ni SllS compaíleros los podian reconocer. El jefe de la espedicíon no se abatió por este nuevo COIl· tmste. El mar continuaba bormscoso: tempestades frecuen· tes i prolongadas no permitian n los mnrinos prestar a sus compafíeros un nusilio pronto ¡eficaz; pero Magallanes diopuso inmediatnmente que salieran por tierra veínte hombres cargados de pan, vino ¡otros unstimentos, i que fueran n buscar a Serrano i los náufragos a las orillas del rio dc Santa-Cruz. Los castellanos vencieron las tlíficultades fJlIC les oponinn la asperesa de los campos que atravezubun i los rigores de la estaciono Se vieron ouligado, a tlerrelir el hielo para proveerse de agua; i para socorrer cuanto tintes a sus cumpatriotas, marchaban de prisa po." campos desiertos, sembrados de rocas n \'eces, o cubiertos de eSCllrcha ; dc nieve. Llegaron al fin al rio de Sauta- Cruz donde lo" esperaball Serrano i los soyos, Illncilcntos, cslenuados d~ lUC Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia VIDA 1 VIAJE~ fatiga. Allí lardaron tudavia dos dias en pasar el rio en {a peqllefía balsa que habian conslruido anterionncnle. Los custellalíOs aprovechuron este retardu en esplorar el sitio delnaufrnJio i en recojer los reslos de la nuyc i de la curga que el lIlar habia arrojildo a la ribera (3). Solo entónces llieron la yuelfa a la bahía (.le San-Julian. Las penalidades de la mnrcha se repilieron enlónces; pero superiores a lunlo padecimicnto, los esploradores se reunieron al jefe de la espedicion sin perder un solo hOI.lbrc. MagaJluncs dis(ribuyó n los lláufrngos {lc la carabela en las olras llaves de la escuadrilla. Juun St;;rrano, que se ha. bia hecho lIolar por su fidelidad, i que aun en medio de alJuel contrnlielOpo hnbia desplegado grun clleljía, fue nombrado cnpitnn de COIICf'jJcion. Pero lejos de acome. ter nucvas cmpres¡¡s de esploracioll en aquellos mnres, Ma. gallnncs se resolvió al fiu a no salir de la buhía miéntms los rigores de lu e~lacioll ofrecieran nlglln peligro. Se ocu, pó sí en rcfaecional' lns nuves, para lo c\lullevuntó en tie. rrn una pe(juefía cllsnde pictlra en que estableció la herre. ría de su ll1í\cstmnza. Era fan intenso el fria q llC allí se esperimentaba que tres de los trabajadores perdieron las manos. A pesar de e\l(o, el jefe espeuicionario trató de hacer 1m rcconocimiento en el interior del país. Cllall'O hombres bicn nrmauos fueron enviados eon este objeto. Debian He, gilr IJasla treinfa leguas tierra adentro, plantar una cruz, i enl[\blar relt~ciolles con los I¡¡¡bitantes de ae¡ llel/os lugares si los hallaban, i si la tierra o[recia socorros dc víveres j bastimenlos. Los esploradorc8, faltos tic ilgua i de alimentos, que no hnllaron en Sil marchu: volvieron a San-Julinn avi~ando IlllC el pnís parecía enteramente despoblmlo. Mucho tiempo pasaron los castcllanos en este puerto, sin ver un solo habitante de (\(1 uellas rejiones. Creían ya que la tierra em despoblada, cuando divisaron culos arenales de la costa lIn hombre casi desnudo, de figma jigantcsca, que ¡:anlaua j bnilaba echándose ¡¡rcna en la cnbcza ('1). (3) Ilcrrcra, D~('. 2 Lib dn!' LOlll'7. de 1(('('«1<1,', IX, ('al', XIlI.-('al'ta (';tu<1a del ("lI1ta, (1) El ('¡¡pitan C'onk obs,'. v'; que los indij\~lla5 <1,' la isla de )]ul,tolo, s(· (:'{'haban éll:PlU (.'0 la eUbt';r.H l'n ~1')lal dI' pa.z: \'o!jtl!Jc {hr~ l' Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE HERNANDO DE lIUGALLA:-'·ES. '{'[$ Mngallanes mandó a lierra a un marinero, con ónlen dc "acer los mismos movimientos, como una muestra de amistad i ue paz. El jigante pareció aceptar estas proposiciones, i pasó a \1\1 islote dondc habia desembarcado el jefe de la escuadra. Su sorpresa a ta vista de los espafioles no se po· dia ocultar. Levantaba el uedo como si quisiera decir que los esl runjeros vcnian del cielo. No em menor la sorprcSll. de los espaíioles. Por una singular inclillacion (l ver en lodas partes algo de maravilloso, mui natural en los aventureros del siglo XVI, 16s compafieros de NlagaJlanes creyeron que ese l10mbrt fuerte, grande, membrudo <luC tenirm uelanle, formaba partc uc alguna lríbus tic jiganlcs hasta enlónces desconociua dc los euro· peos. "Esle hombre era tan grande, escribia el historiador de la espediciotl, que nllcs{ra cabeza alcanzaua a'pénas a su cint\l1"a. Era de una hermosa estatura: su rostro cra ancho i tcfiido de rojo, los ojos cstauan roueados de amarillo, i Cll SllS mejillus tenia dos manchas en forllla de corazon. Sus cabellos, <¡IlCcran ll1ui reducidos, parecían emulan(luecidos COII algun polvo. Su vestiuo, o mcjor dicho, su capa~ era heclm úe cucros de un ar.illlal <¡ue abullLlu cn este país. Este animaltienc la cabeza i las orejas dc lIlula, el cuerpo de camello, las piernas de ciervo i la cola de ea· bailo, i relinclm como és{e" (5). Los colllpalíeros de Magallanes creyeron corno Pigafet(n que nqllel hombre era un jiganle. Los vinjeros que posteriormente visitaron esos países repitieron las mismas notícias acerca de la estatura de aqucllos salvajes (6); i aun los sabios lllOdcrnos quc los examinaron con toua detencioll, estuvicron a PUllto de dejarse engafiar por las apariencias, ";\io llevemos di¡;imularllos, dice D'Orbigny, que nosotros mi5rnos nos hcmos cngafíado por las apariencias al aspecto de CllOS homures. El ancho de sus espaldas, su cabeza deshÍ'misplw/'c lIustn'¡ 10m. ]JI cap. ]11, poj. 8B (Pal'is 1773) La mí¡;llla (;()~tlllnhre hahia ob~~rvaclo Dampícrre entre los huhitnntcs de la ("IISIn ocddelltal de la \'ucva Guinea. (5) P'igaf,·tla, Viaggin ctc. lih. 1.- -El animal que !an ílll[l('rf('ctaltwntc dcscriu'l el vi¡'j\'ru italia1\1I debe St'l" el guanaco. (1)) Véa~e la ilu¡;tl'acion, y, IV. DI': 111. nÚIU. \'. 10 Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia '74 VIDA 1 VIA.JI: S uda, la manera C0ll10 se cubren de la calteza a los piés con capas de pieles de animales salvajes cocidas de uña sola pieza, nos hacían (al ¡Iusion, que ántes 'de medidos los habríamos tomados por hombrcs de una titila estraordinaria, miénfrus que la observacioll directa los reducia al órden comUll. il\'o Imll podido dejarse iuJ1ucllciar otros viajeros por las apHlicncias sin buscar COIllOnasal ros la verdad por medio de medidas exactas'?" (7). lVIagallnnes recibió afablemente al salvaje. Mandó dad e de comer, i que le pusieran delante Ull espejo grande de acero que le cau~ógran sorpresa i admiracion. "El jigall(e, (lile llO tellja la mellor idea de eSle mueble, í que sin duda veía por primera \'ez su propia figura, retrocedió tan espulltado que echó al suelo a cuatro de nucstros hombres que' eslalmn dClrns de él" (8). J)espues de hacerle algunos obscquio.;;, l\Iognllulles mandó dejado ClI ticrra. haciéndolo nCOlllpllDnr por cuatro hombres arma.dos. 1\"0 tardaroll ell preSelllnrse otros salvnjes. Alentauos sin duda. por la. esperanza de obtener obsequios semejantes [\ los r¡ue recibió el que Iwbia eSlUuo a boruo, manifestaron SlISdeseos de \'isitnr las naves. Los cspuñoles los recojicron en la chalupa ¡los transporfaron a la 1'rinida{l para que los conociera el capilun de la cspedicion. Magallanes los recibió con la misma afabilidad, haciéndoles servir una comida onlillaría, pero abundante que los salvajes devoraron cn un IllOlllcnlo. Dcspues de comer i de visitar las nav~8> hicieron seuas de que querian volver a. tierra.; i el cupita.n los mandó dejar en In chalupa. (9). Los espai1oles, maravillados ue la. aparente disformidad de aquellos naturules, i sobre todo del gran tall1auo de SllS pies, les dieron el nombrc de pa(agollcs, con (lue son conocidos hasla ahora. (10). IJ (7) D'Orlligny, L'},m¡w¡e amél'icain, tom, lT, páj. G7. (Parjs 1839), (l\) PigafeUa, l'iaU'Iio ••te. (9) llcl'l'era, dce. ll, lib. IX, cap. XII. (lO) Oviedo, m"t. de la,~ lu,lias, lib. XX, cap. VI.-Ciomam. Hi-,toria de las ¡lid"!.,, ea!" XCI, fol. 11\) (EJ, ,1•• AmlJel'cs, 1551) Este ultimo (lutor da ¿¡Jgunus noticias \'ef,'rellk~ a los patagones, tOl1lada~ i exajcradas dt~ Ja~ pl'inwras )'{'la('iones de Pi~afl'tta, que trasel'il)inlo~ eu ,<'guid(l: ":\Ietia i "acávanse 1'01' el gargll,'ro una Hecha para espantar ¡¡ J(l~ cstl'anjl"ros, ¡¡ lo que IlIostl'aV¿1I1, aunqne dL,"1l nl;!ullos que lo usan lXtl'tl gl'll1ital I'stan<.lo lt:ll't~.;~J i cl1i1ndo hun lHCllt'stt'r las nw_n{)s. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia ?;j La::; visitas de los indíjcnns continuaron todn.vin. Uno dt: ellos, que parccia de carácter mas snarc i sociable, pcrll1[\ncció vnrios dias CII Ins naves, nprendió n pronuncinr algulHIS palabras castellrlnas, i pidiÓ que lo brlutisaran. Los cspniíolos le dieron el nombre de JlWIl .1ignntc, le hicieron diferentes obsequios dc ropa, espcjitos, chn.f1uira:; i olms bngrltelas, i lo llwndaron dejrlr en tierra, cuando así lo solicitó. Durante su perll1Hllencia en In. navc, se comía o Ilevnba consigo 105 rntollcs que cazaban Los mrlrineros. 'l'all grandc fué la ndmiracion que cuusó CII l\IngalIancs In presencia de esos snlvnjes quc, npesar lle Sil firme propÓ. sito dc 110 cargar Sll escuadrilla con bocas inútiles, concibiÓ el proyecto de embúrcur dos para prescntarlos en Espalla, u la vuelln. de su viaje, como seres sobrcnnturalcs. ~o tardó en prescntársele la oportunidad quc deseaba. j)espucs de haber pasado ulgunos dins sin ver un solo patagoll, eL 28 dc Julio, se l.CE'\"caronn.la ribera cuatro de los mismos quc IHlbian visitallo nntcriormente {ns naves. Magallalles los hizo transportar ti bordo, i ahí apartó los dos quc dcstinaba para llevar a Espaua, permiticndo que volviesen a tierra los otros dos. (11) Nada podin. hacerle sospechar quc aqnella visita de los indíjenas, quc parecían lnll dócilcs i mn.nsos, pudiera euvol ver algun peligro para suscompaiíeros. En la noche, sin embargo, sc hicieron sentir síntomas alarmantes. Hasta cntónces, los marinos castellanos no habían distinguido chozas ni fogatas g nc les revelaran qu e aqucLlas ti cITas cran habiladns. l.os pocos flal\'ajes que se ncercn.ban a la co:;tn pnrecinn micmbros de alguna tribu que o los pies. Trayan er)J"onas como ch'l'igo, i el de mas cabello largo, i trenza,l" (:,1110 UI1 cordel, ('11 que suden atar las saetas yenu,) a caza o guerra. Yenian con :IIJi\leas, i vpstidos de pcllejlls, ¡ IIlgnl10s mui pinlados,"-lluffon, trallserihienr!o un fragmento del viaje 11" CaVt~ndisIJ, estractado el! la (',·I,·I,re ('oleeeioll JIlt:I,'sa d,' viHjt's de Ilarris, qUt: segun l'St~ yiajt'l'u, _\lagalJalw~ llclnbrú J1~lt:lg-Il11l:S n esos nuJvajt~S !>/))'l1ue su estfltura erél dc cin('o codlls, o siete pips s('i~ pulga~ dil'~ H das. ~() dicc, ag-l'cp-a, t~n (~uc lcTlhU~ la pnlahl':l pat\1{!lln t~Spl'l.'Ba esa "stalul'1l:' (l)eUtTI'S ,le /JllffUI/, tomo XII, p"j, 3D5, ed. d •. lfl31). Es curioso hallar estas elluívocaciones en escl"it.Ol"t'Rde tallta altura. (11) l'ignfdta refi,'rt> con cÍI'cunstau('ins noveh'scas la prisioll de 1<1'; dos. lwtaf!orll's, Fué llIl"llcslcl', S"gull ,:1, ¡>ollelll's grillos por engaiiu, h'\l"Il'lldoles l'lltentllT de 'lIlC se quería "uSl'quial'les I'S(,S lí"ITOS i J"'Ilt'l'selos cn los piés para q\l(~ pudieran Ilevál'selos a ti"ITa. I'rillllJ "ifl1yi(), lib. 1. Gl.llll;lra copia ('stos JllislOOK p(H'lnrnnrps. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 76 nOA 1 VI,l.JES leuiu SU residencia a 10 léjúsj pero CIl la noche se dejároll ver ciertos fuegos cn la ribera, como si hubiera llegado del jnterior una nueva pal'lida de inJíjcnns. Al anHlllecer, Magallancs despachó siete hombres en reconocimiento. Los csplorudores, sin clllbargo,.no encontraron UlI solo hombre en el lugar .douuc Imuian visto aquellos fuegos. Quedaban' solo los vcstijios de Sll perl'llaucncia en aquel sitio i las cenisas dc sus fogatas, que habian abanuollauo. Los salvajes habian huido dejando impresa su huella en lá nieve, (lue cubría IlIs llanuras inmediatas. No parecia. naturnl que siete 110m brcs mal ar/llados se aventuraran en su persccllcion: los castellano!;, con todo, siguieron las huellas de los indíjenas durante todo cl dia sin divisar uno solo. Cansados de tan inútil esclII'sion, i tcmicndo qlle les sorprendicra la noche, resolvicron dar la vuelta a las naves, cllundo se viclon acometidos por nueve patugoncs completamente desnudos i arIllados de ileclllls, quc habian venido siguiéndolos a la distancia. En c111l0lllcnto se trabó el combatc. Los cspañoles no tenianlllas arma de fllego que un arcauuz: Jlevauau en cambio sus espadas para acuchillar u sus enemigos) i sus rodclas para defenderse de las flechas. La lucha fué encarnizada: un castellano, soldado de la nao Trinidad, IInl\1ndo Diego Barrusa, cayó 1II0rtaJIllcnte herido; pera sus cO/llpuíleros reiloblaran su empeño) cargaron cuerpo a cuerpo u los enemigos i los pusieron Cl! pavorosa fuga como tUlflhien a sus mujeres que estauan reunidas en las inmediacioncs. Los españoles hallaron en aquel lugar una abundante pw\'isioll de camc medio cruda, ljUC los sah'ajes i sus familias abandonaban en la fuga. Cargaron la que pudieron lIevur consigo, i se retimrou a pasar la nuche a un monte vecino, j a cenar ni lado del fuego. El dia siguiente volvieron al puerto de SanJulian. La relucion de su correría, i mas que lodo la périlida de l3arrnsa, cuusaron en el ánimo de .Mngullanes una profunda impresiono Deseando vCllgarlo, despachó veinte hombres ni iuterior del país j pero despucs de oclJO dias de. inútiles cscllrsiones, volvieroll estos sin haber hallndo un solo salvaje. Los espedicionarios no hicieron olra cosa que dar sepultura ¡ll cndá \'er de SlI camarada. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 77 j,;1 cosmógrafo de la espedicion Andres dé San Martín se ocupó, unrante los días quc las naves permanecieron en aquel pnerto, en hacer ~liferentes observncíones para medir la lonjilud segun el ~istema que Rui .F'aleiro había indicado en Sevilla. El 24 de agoslo, estando ya lodo diopucsto pnra el vinje, repitió sus observaciones i fijó la latitud de 49° 18, dato imporlante para continuar la nnvegacíon comenznda. DE HERNANDO DE l\IAGALr.ANE5. Magallanes, en efecto, lo había dispucsto todo para la marcha. Habia hecho en sus naves las I'eparac.iolles quc se creinn necesarias; i reservándose para sí el mando de la 1'rí. nidad, había entregado el de las otrns a hombres que le merecjan plena confianza. Alvaro de JVlezquita ¡Juan Serrnno iban de capitanes de las naos San Anton~oi Conccpcion (12); i Dunrte Bnrbost1, el cuITado de lVIngallnnes, quedó al mando de la Victoria (13) Antes de levnr ancla¡::, el jefe de la cspedicíon mandó dcjar en tierra, en cumplimiento de la Sentencia dictada anteriormente, a Juan de Cartajena i al clérigo Pedro Sanchez de Reina, COll \lna rí'gular provision de galletas i vino. Los marinos castellanos se despidieron con g'ran lastima de aquellos desgraciados; pero no se levantó una voz en la escuadrilla para oponerse a la voluntad de , su jefe, tan grande em el respeto que habia sabido infundir úespucs del castigo de los amotinados. La escuadrilla salió al fin del puerto el 24 ue agosto (14), despues de hnberse confesado i cOlllulgado todos los hombres que la componian .. Todo hacia creer que los temporales der invierno habinn pnsado. El mal' estaba trnnquilo, las lluvias habian cesado, i el viento soplaba con ménos fuerza. Los nnvegantes siguieron su v¡nje sin separarse mucho de la costn, j con el mismo rumbo que en meses atrns había llevado Senano en su desgraciada esplorncion; pero al ucercnr;:e al río de Santa GI'lIZ, la tempestad habia vuelto a aparecer. El 26 de octubrc, al entrar cn ese río, "fallÓ poco para quc la eS(:\l[l(12) lIenem, [)ec. n, lib. IX. cap. XIII ¡XV. (13) BaTl:os, Der.. lII,. i lib. V, cap. IX ..... (H) DiariO de naVe¡;aClOn úe FranCISCO Albo- RelaclOn 110 Transilvuno. ,le>. :lIaxllnll¡a- Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 78 ViDA 1 VIAJES {1m i1uufragase a causa de los vientos furi'osos que soplaban i <.lela grue,:i\ mal' que levantaban, dice el historiador de la espedicioll; pero Dios i los cuerpos de los santos es decir los fuegos que re,:plandeciall en la punta de los mástiles, nos socorrieron i nos salvaron" ([5). Los fucgos producidos por la electricidad que en medio de Ia~ tempestades se dejan ver frecuentemente en los mástiles de las naves, habían orijina. do una supcrsticíolll11ui jeneralizuda entre los navegantes de aquella época. Los marinos del tiempo de Magallnnes creian que eran los cuerpos de San Telmo, San -Nicolas i Santa Clnra, como los antiguos creian ver a Cástor i Pólux, que venían en auxilio de los viaj~ros desventmados. Solo en nuestro siglo se ha (fado una esplicucion racional a estos fuegos, i se ha desterrado para siempre esa sllpcrticion (t6). En el río de Santa Cruz pasó Magnllanes cerca de dos meses. Ocuparon 100 castellanos este tiempo en hacer una Luena provisíon de agua i leña, i en cojer i secar el pescado que Ghí se encllenlra en abundancia (11). BI cronista Herrera refiere tambien que elll de octubre, a las diez horas i ocho minutos de In mañana, el cnpilan Juan Serrano bajó é.l. tierra ¡l observar un eclipse de sol, que debía tener lugn\', si Lien el resultado de sus obsen'aciones no sirvió de onda para determina\' la IOlljitud de ar¡llellllgar, que era lo que se buscaba (1S). (15) Pigafelta, Vi(/ggio lib. 1. (16) V. la ilustrarían VI. (17) El eapitan Fítz-Ray, al hablar de este puerto, da muchas noti· cias, ¡publica \Hl plano i muchas vistas en el cap. XVI de sus Voya[JC3 o{ M'enlure ul1illie<!!lle, between 1826 and 1836, Vol. 11. (18) La manera confusa como Herrera (dec. n. lib. IX. cap. XIV.) da cuenta de la observadon practicada por S"rrano, ha hedw creer a Amoretti, el ilustrado editor de Pigafdta, que el cronísta "~Jlañol asegura que t'! eelipse tuvo lugar en efecto; as('rcion 'JUl. ('1 contradice ell VIsta .lel sileneio que a este resp(,to guarda él viaj<'ro italiano. Henl'ra dice s"lo que a la hora señalada pareció desnudarse la claridad del sol "pero no cn tal lllanel'1l que el cuerpo del sol (,n todo ni elOI'artt> SP. pu<líesc haber escul'l'cido." De sn relaeion se des¡m·nde que "n las instruecinnes que ll"vaban cOllsif!o los castellano3, sin dud~.Ias que h,s dió Falt:iro en S.'villa, habia ilHlicaci(\n tle un ec'lipse que ,J:c. bía tener lugar en ese <lía, pero tI,'ja ve!' 'Iu,' no fut'! visibh' NI d lugar donde se hallaba :llagallanes. '.\1. l'lllg¡'(; en su Crolllluyie ll¡'~ eclipses, publicarla en..t primer volúmen <1.\ Ca,.t dC'¡'"rifi"r le., ¡lit/es (2." "didon) s.'llaJa un .'clip5(' solar (Jue tuvt' lugar 1,1 11 de octubre de 1520. 'IUe no fué visible en la Patagonía, PUl'sto que nada tlie('1\ a este respecto d t'ia!/gio de l'ig-afetta, el ,liado ti •. Albo, ni los documentos quc Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE IIEIU;Ali'1l0 DE MAGALLANES. 7!) La primavera había ltrarccido definitivamente CII ¡¡queHas rejiones. Los días eran ya mucho mas largos que las noches; )¡¡s tormentas habian calmado, el viento batiu con ménos fuerza ¡ el tiempo se presenlalm propicio pura emprender el viaje de esploracion en busca del estrecho deseado. El 18 de oeLubre, Mngallanes mandó levar anclas, i dió ñ su escnadra el rumbo de sllr oeste, siglliendo siempre la prolongacion de aquella costa. Los vieutos del sur, reinUlltes en aquella estacion) que retardaban Sil mnrcha, no pudieron sin embargo embarazada. Los Illnrinos caslellnnos avanzaban con pavor por aquellos mares desconocidos, i por aquellas latitudes a donde jumas había llegado navegante alguno; pero Jlngallnnes, lleno de confianza i ue resolucion, habia dec;arado a sus compníTeros en la insll'llccioll que les dió ántes de salir del rio de Santa CI"IIZ, quc estaba rcsllelto a seguir adelante Iwsta descllbrir el estrecho, aunque le fuera necesario llegar hasta los 75° de latitud uustral, i aunque las tormentas desaparejaran sus naves. Solo en caso de no hall¡¡¡ el estrecho, pensaba tomar rumbo al este, e ir ti Ins l\'Iolucas por el sur del cnbo de Buena Esperanza (1H). Dos dias se mantuvo la escuaurilla voJtejeanuo a causa de los vientos contrarios que retardaban su marcha; pero, camhiado el viento, avanzó con toda felicidad hasta los 50" de latitud. El 2L de octubre, estando a distancia de cinco leconsultó el prolijo cronista llen'l'ra i qlle no lJan Jlei-iauo hasta noso tros. El lJistol'i¡lllor portugups F,'rnando Lopez de Casla j'¡pda ('n su Ilisto ria, tlo rh"":O/I1'imcl'/o i 1:O~191tiSta,de India )Jcr los '1'ortuy"'·'<c." lih. VI, di('" que ;\Ii\;;allanes se SlrVIlJ de un eclipse de sol que se H'l'ilicó el 17 de abril de 1520, pal'il dctermillllr "segun las l'('~las que le babiall sido dadas p0" Faleir", que l¡¡lbia 61" ue direreneia de lonjitud entre Sevilla i cIrio d,) Santa Cruz.,: A ser ei~l'to (~ste becll!) , probaria que los nave~antps cas~el1anos t"l1Ian en esa epo('¡¡ reglas uast,nntt's prceis¡¡s P"1'a hJal' la lonJltUlI de los Iu~al'('s, pueslo 'Iu" la ("lul\'O('aC10n sf"'ia solo de mellos de ÚO, f\'l'ado,; i basta 1c<'I'e/ ('¡¡p. IX. lib. V. , f'C. 1J J do: la histol'irr de llal'l'Os para 1"'lIdl'aI'5(' d,~ las nolahlt,s cOlltra,li('('i~n'~s qUt' !Ja!Ja!wn los castdlallos al ha('(~I' la, oh»en a('iou('s 5''''\111 las regIas .le Faleil'o. Aparto: de esto, !••·ello as.'nla,lo pOI' ('¡~taiil'dil e» (:0111 pletamentl' falso .. l'ill¡.;~é "!l la obra ~,itada !lO 'f'Jiu '.:\ .'di 1"1' ;d. \:uno en el 17 (L~ alml de I".:!O; J ('1~ (.'Sc (~Ia }!;!;:a!J¡lIlt', J SUs ('olopallel'OS no 5e ha!Jab,1ll en el no de :;anca Lruz SlllO cn la bah ia de S,¡¡¡ .Tulian, (19) Barros, Der. lIf, lib. V, cap. lX-Carla (le! (unl: .••lor Lo[lf'z ,1.; !teca !lit> . .,¡ Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 80 V IDA 1 VIAJES guas de tierra, avistó ulla larga punta de tierra baja i arena. sa que se eslendía hacia el sur oeste. Las nave? se acercaron n reconocerla: era \In cabo detras del cual se Jistinguia tllla abra de algulIas leguas dc ancho. En recuerdo de la fiesta que aquel dja eeleum la iglesia, el cabo fllé uenomi. nado de las Once mil víljenes, que conscrva hasta hoi (20) . .'\Iagallanes creyó desde luego que aquella era la enlrada del eslrecho que buscaba. Inmcdiatalllente, dió ónJen a Mezquitp. i a Serrano que se adelantasell eOIl lag naves San Aulonio i OOllcepciona practicar unreconoeimiellto, liIiélltras él qucdaha cOIl las olras dos llaves en el mismo h;gar esperando su regreso. Los esploradores no debian tardar mas ue CÍlICOdías en aquella operacíon. En la lloche sobrevino una lerrible borrasca que duró frf:inla i seis horas, i quc obligó a las dos naves que Iwbiall qucl1auo con Mngallanes a abanuonar los anclas i a dejarsearrastrar a merced ue las olas i del viento. Las otra;; dos naves sufrieron el mismo lemporal; e imposibilitadas para reunirse al reslo de la escuadrilla, a causa de un promonlorio q\le se levan!:lba en la orilla norte del canal, sin duda el cabo de la Posesioll, se dejaron llevar por el viento al fondo de lo que creian que era solo \lna bahia, espernndo vararse de un momento a otro. En el instante en q\le se creian perdi. dos, vieron una per¡uelía abertura, que tomaron por mi recodo de la bahia, i se dirijiel'OlI hacia aquel punto. Era esta sin duda la angostura dehominada ahora de Nueslra Serrora de la Esperanza. Navegando siempre adelante, siguieron su viaje hasla \lila. l>I\hia, a que los espalíoles dieron Illas tarde el nombre dc San Gregario. Allí se les presentó a In. vista una nueva angostura, (',onocida desplles COIIel nombre de San Simon, pasada In cllal, los marinos entrnron a unrt her- \ mosa bahia, la mas espaciosa que hasta entónces hubieran visto ell aquellos canales. La borrasca habia calmado enlónces: los esptoradores despues de reconocerlos lijenullcnte, creyeron que debían volver a reunirse con el jefe de la espedicion, para darle cuenta. de lo quc habían visto (21). (20) Diario ,le navegacían <lc Francisco Alho, (21) Pigafctta, Primo Vi"99io ctc, lih, L Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia ne Magallancs, neRNANDO entre llC tanto, 81 lITAGALtANES. ngllardaba por momentos el re- greso de las \Iavcs esplorndoras. Aunr¡ue no hauia espirado d plazo qlle les seiialó para 'Su vuelta, comenzaba a temer ,)lIe huhieran Sllcllmbíuo en 111.tormenta qlle él mismo babía sufride. Desde Lo:>buques se divisaban en la tierra inmediata un"s columna>! de hUlIlo. l\:lagallnlles i SlIS compo.íleros conjeturaron q\IC los qHe habian salvado del nallfrajio encen~1i[mfucg(l::l para allunciarles su existcncia ipedides auxilio. "Pero, miénlrns estúbal1los Cll esta incertidumbre, escribe el historiador de In e~pedicion, vimos velns desplegadas i con pabellones da nosotros. Cl¡ando c;;tuvieron ellos tiros de bOlllbarda3, las dos naves stucnndo a 110tantes que venian há- mas cerca ~!ispClmron mll- lanzando gritos de alegria .. Noso- tros I{icim~g otro tanto; ¡cuando Sl\ rimas por ellos que hauian visto hl conlillllac.ioll de la uahía, o por mejor decir, dd eSlred:o, nos preparamos para segl\ir nuestro cami· no" (24). Los marinos de cada ulla de ll\::l naves dieron a Magnlla- nes di\'crsas noticias acercn dc Itl e:;plomcioit que acababal! de practicar. Refl:riall los de \lila qlle no ImuÍan hallado mas que algu1los golfos de mar baja COII altísimas riueru~, Los otros decian quc aqllel era un estrecho, porque hauirUl 'Caminado tres llia:> ;;in di\-i::lar salida, echando frecuentemente la sonda sin cncontrar Il'lU ~hns veces el fondo. Ha· bian notado ¡tdemus grand es corrientes, i mui pequeíias meIlJlIall~e:;, [o fJuc [es hacia creer ,¡ue ar¡lIcl canal ilJtl a vaciar su::; aguas E:3tas noticias hácia el poniente en un mar desconocido. vinieron a conli ruwr a l\Iagallanes eñ sus convicciones. Inmediatamente, se adelantó con toda su escuadrilla hasta \lna legua ad~ntro del cClnaL Allí mandó surjir, i despac1ló a tierra ulla chúlupa eDil diez hombres pura que reconociese la tierra vecina. Hallaron éstos una dw_ za con mas de doscientas sepulturas de indio;;, porque segun su costUll1br0, viven de ordinario ell el illferior rlc sus tierras, í solo se acercan a las orillas del IllClf ell la eslacioll ~21) ¡>ig.lfetta, Via;¡:;io, lib. J. V. 1 V. DE 1\[, Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 82 "IDA I VIAJI'~ de verano, i entónces elltierrall n los muertos. Eu la playa encontraron tambíen una bnllena mncrta i muchos huesos de esos animales e sparcidos por los alrededores, lo f¡f1e les hizo cleer que era lugur de grundes IOrllH'nlns. Apnrle de esto no encontl'nron homure nlgtlllo, ni otl'03 vestijios de (Jue la tierra fuera poblada .. "D~stte aquel sil io, dispnso l\'lngallanes q ti e la nno &111 Antonio hiciera una flUCVU. esploracion cn los cnn<lles que corrian hácia el POl)icllte. E,te vínje no ti ió sin embargo por resultado ellecollocimiento filial que se espemua. La nao volvió pocos ellas <Iesplles: Mezquita nn\'cgó cincuenta le_ guas sin hallar término a aquel c<lonl, que pal'eria dilatarse todavía mucho mas. 8llt.ónces dió [a vuelta n reunirse con el jefe de la espedicion" (25). Sí algunos marinos se sobresallnro n con esla noticin, si creyeron que la travesia de ~\(lucIlas angostnras presentaba " gran"peligro sin ofrecer esperanza tle huen resultado, M¡¡gnJlallcs, en cambio, cobró nuevos ánimos i se dispnso a emprender la mn\'ch~. Ya no le cabía duda que eslaba en la embocadura del eSlrecho qne habia buscado eOIl tanto leson, que había tle lIevarlo n (os mares de la India, i quc Imbia de inmortalizar Sil nombre. (25) lIcl'rcrn, déc.••. II. lib. IX, cap. xiv, 4e .• Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia CAPíTULOVIt. lIIngal]an.,~ l'l"ln.· n sus pilotos en consPjo.-Eslévan GSmez.-Combate •.1 proyedo ,le Magallaucs.-p.'netril. la f'scuadrilla en el estr,,\~h().-Se s"pam la nao Snn-,tntonio. - :\lag111anes consulta de nuevo ti 105 capitanes de su ('scuadra.-P.1l't'Cer del piloto Auur.,s de SanMartiu.-Se continÚa IR csploracioll dd estl'~cho.-De~ •.ubrimiento d •.1 mar Pa(·ific().-:-Sublevacioll en la uao $an-Anlom·tJ.-Llegan a. Sevilh los subll'vatlos.-Lev3utMe en la ('orte Ull proceso para descubrir la conducta de ellos, i prisioll de los principales. Resuelto n seguir adelante en su proyectaua viaje, Maga .• Halles quiso. sin em bargo Gil' el ,parecer de las capitanes i pilotos de sn escuadrilla. Mandó que todos ellas se reunieran en In. Trinidad, i que trnjesen naticia cierta tle los bastimentas que tenian las naves par<\.continuar el viaje hasta las 1\101úcas. Lareunion tll\'O lugar, en efecto.: los capitanes dijeron que babia víveres para tres meses; i como el jefe de la espedícion se rña!1ifestalm tan decidido a llevar a cabo la. proyeclada empres:\, los del consejo, sea por entusiasmo a, la que es mas prObable, p.or el respeto q uc l\Iagallanes habia sabida i.lspirnrIes, declararon que no er,\ digna de ellos dar la vuelta a C1.stilla sín haber consumado la obrn que el rei les habia encomenuado. Entre los pilotos q lle asistieron al cOllsejo, habia sin embargo uno que desde tiempo atras tenia queja de Mngalla. nes. Era. éste un pariente suyo, partugues tamb ien de na" cimiento, llaJ~ado Estévan Gómez, que se habia cnrolado en la cspedicion por empeño de Sil jefe (1). El viajero Pigafetta, testigo presencial de estos altercadas, refiere que Gó· mez aborrecía n J.\ilagalIa~es porque cuando éste pasó a Eapnña a hacer sus proposiciones ni emperador para llegar a las Molucas por el oeste, Gómez había pedido i estaba a pun. to de obtener algunas ca.rabelas, p:\ra una c3peuicion de qne él habría sido. el jefe; pero que la empresa de Magallan'es ha. bia auulado ~us proyectos, reduciéndolo a nceplar el puesto (1) l3arras, déc. nI, lib. V, cap. YIlI, Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 84 fTe piloto (2). No parece probal)(e esta ascrcioll dd vlil]el'o j'alinno: Estéran GÓIl1CZ se habia enrol:\llo voluntnl'inrnenle en la escuadrilla cspecliciollal'ia, cediendo wlo ni intlutlJ de l\Iagnllanús; i quizá siempre habria marchado en bue;¡a n no desclIbrir armonía en el jefe ciertas preferenl'.ias que '.irieron su :tmor propio. Cuando, a c'ollsecuel1cia úe la del!obedicncia (te algllnos capitanes, Mllgallanes dió a Sil primo Ato;nro de Mezquita el lHando de la nao San AlI[ol1io, GÓlI1CZ se ofendió de c~ln distincion í se creyó injuriado con la úlelncion de 1111/1olllbrc que se habia emlJnrcado en el mngo de sO[)I'csafieotc, i la postergncjon suya, que desempefiaba slIcesos el cargo de piloto. Estos antecedentes que tuvieron l ligar en la escuadra. eEplican fos En el consejo de los capitanes, cun ndo éstos i los piloto3 apoyaban el parecer de l\1ngallaneg, Gómez se atrevió a C~presnr uoa opinion contraria. E;pllso allí que pueslo lJue ya se /1nuia /1nllado el estrecho para pn.snr nI otro llJ:lr ¡llegar a las Molucns, era cncontrabnn larg.\s je que ¡enian que veres o por caw;a gran calma al oir le era caraclerísticn, tiempo <.le volverse a Castilla, porque si calmas o tempestades en el dilntndo via»ilcer, pereceriall todos, o por falla de vi. de las borrascas. 1\1 agallanes aparenló esle discUl'oo; pero con la resolucion que contes:óque nunqne supiese que len- dria que comer en la navegacíon los cuero" de vaca en (Jue iban formdlls las entenas de las naves, él no volveria atraS hnsla no descubrir lo q(~ había pl'OlHetillo al emperador, porque esperaba ()ue Dios lo ayuual'ia en nqllell[l empre- sa (3;. Era de temerse que esta oposicion fuera el principio de Iluevas disencioues en la escuadrilla ESIé\'nll Gómez no cra un piloto vulgar. Por SllS conocimiclltos, su eneljía i su carácter goznba de gran crédito enl re sus cumarnuas. Maga. lIanes divisó el peligro; i án(cs de emplear las medidas de (2\ rí~nf..tt.', 1';11.'1.'1;0, liu. 1. (3) lIelT"ra, del'. \l, lib. IX, rapo XV.-Pigaretta refiere que cuando dudahan los (,olll}1añl'ros de :I[agallalws dt' que aquel canal fu,,,e el f'strccho IlllsruJo, este {Iijo qu,' e;;talJa sef!uro de ello por habcrlo visto trazado ell \lna l'¡¡rta de 1I1l1rCar dibujada por 7I-Iartlll I3chaim, que ~l' ('OllS('ITllba ell la l""ol"cria del rei de Portugal. -v. la l!us:"ociml UÚlIl. 1I1. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE nelt:qANDO UE l\I.\GALr.,\:Ilf.B. SiJ fl1ror como habia tenido (IUC hacerla en la bahía de Sal •. '" 1Ilian, prdirill emuarazar todo proyecto de resistencia. Mandó pregonar en las naves que al dia siguientc lIlui d~ mañana se elllprenderia el viaje, onlenLllldo ademas que estuviese toJo pronto para este oujeto, i pruhiuiendo unjo pena de la villa qucse hahlase d0 la3 di{icultmlc.::ide la elllpresa i de la falta probable de vÍ\'crcs. El dia siguien.te, ell efecto, la escUilllrjlla se hizo a la vcl¡t pasando por los mismos sitios que poco :ílltes hauian reconocido las dos naves e3plomdoras unjo el lIIilllllo de i\lezquinti de Serrano. Pasaron pUl' las dus an~o-;lura3 Jll esplo. mdas, i llegaroll hasla la u:dlía de S.m U¡u'lvIUIUé, enfrente de unas islas de lliferellte.::i t¡llllailus (1). l\Ia~allalles se allt:lalltú 10lhvlallli poco lilas, pero nllvió ltwgo a aquclla bahía, donde echó el ancla. Al principio, cl paisaje ((ue se prescntó ¡\ la vistll de los navcganlc;, era 11 iste i pol/re; estcndidas play¡\s de arCl!a ualidu.s [lor 1m vicnto fria, cmincnciai lle::provi:5tas de vcjelaCillll i rut:a3 áridas i pll[¡.Hbs fué todo lo (]ue vierun en la prilllcra parte del estrccho, "'las adelanre, d país(\je call1lJió repcntinamcllle: las alturas illIllCdil\t.us t\ la costa c3taball cubiertas de árboles de agradable vista, el suelo se veia tapizaJo de verde yerba, i 1111ciclo despejado qne reillzaba la:; bellczas del Pllisaje, hicicron decir r~ los españoles que las tierras de una i otra parte del estrecho eranlus lilas hermosas dellllUlldo (5). En esta csploracion, M,\g-aIlane::sse habia f¡jallo pl\rticlllarmcnte en las lierra dc la parte norte del e"trecllO, que suponía. que. seria el térrnltlo del nuevo continente. En las tierras del sur habia divisado enlus noches alglllH\S fogatas esparcidas ell diversas partes de la costa. Llamólas por esto j , ('1) Para comrr,~nu\'r mejor la e~]lloracion del estrecho puede \'érse la earta levantaun en 1767 por lo~ marinos que compollinn la espedidon fl'anersa de "'1. de Bougainville, puhlic;vla con la l'elacion de S1l viaje en 1772; la que di,~ron a lU7.('n 1788 los marinos esraiíole~ de la fra~ata S(lIlh ,l{1O'¡a rlclll8 Callezas, i quP. aCOlmpaiía igualmente a la reJaeion cipj "inj!'; i la que levantó la cOlllision hid •.o"ráfir-a in¡;lesa lJa· jo la direccion dp. los capitane" Killg i Fitz-Roy, que O('S, sin disJluta, la Il¡('jor de todas. Las carto" antcriores son dl'fectuosisimns. (fi) Hel'rera! de,'. ll, lib. IX., ('al'. XV-Véase,la prolija lk~crip('io'\ df'l estrec~o, 1 sus terrenos, 1 prod u<,clOn.f's en el Viaje de l.! fl rt9ltt<A. Santa .Ilana de las G.lbezas, paJ- 2!)2 1 sIgUIentes. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 86 V1DA I VIAJE 5 motivo Tierra del fuego (6), nombre quc han conservado hasta hoi. En esas mismas tierras, hahía distinguiJo In cmbocadura de UlI canal, ~in duda el de San Jerónimo, que se dilataha nI sur-este cntre unas sierras cubiertas de nieve, con las apariencias de un Iluevo estrecho. Inmediatamente, mandó que las nnos San AntulIio i Concepcion fuesen a hacer un reconodmiento por aqucllado, con encargo de "01ver en el término lIe cuatro dias (7). La prilllera de est!l~naves marchó [\ velas desplegadas a hacer esta espluracioll: In segllnda se <Juedó mui atras, i ,'ulvió en brcvc a junlurse con ,'VlngalLanessin haber adelalltado gran cosa en el reco_ Jlocimienlo. Miéntras la nao San Antonio prneticaba esta esploracioll , la escuadrilla pasó un poco mas adelantc, pero volvió en scguida al lugar seíIalado para la rcunion de todas las na_ ves. Allí pasaron seis dia; los marinos castellanos OCllradus en pescar ¡;nrdillas j róbalos, que había cn gran abundancia, i en hacer provisiones de agua i de ,u"na leíIa olorosa que 1'ecojieroll en cantidad. Iuquietos por la tardanza de la nave que mandaba :lIczquita, J'.Ingallanes mandó qlle la nao Victoria fuera .en su bust:a; pero volvió en breve sin haber po·di·.lo huIlarla. En medio de la inquietud (llle esta (¡ullanza podia prouucir, i cuando las otras naves se prepan\ball para ir ell· su ullsea, el piloto Andrcs de San-.\'Iarlin tlijo a 1\1agallanes qlle no gastase tiempo en buscar la nave penJida, porq ue su ponia q lle se ha~ia vuelto u Espuria (S). El jefe de la espedicion creia tambien o que 10'3 marinos de aquella. nave se habian sublevado contra Mezquita i cambiado Su rumbo, o que habian naufragado en deanal que debian esplomr (9). Quiso sin em,bargo, esperar todavía algunos dias i aun hacer algunas pe(}llCíIas esploruciones por l'eI' si lograba reunirse con sus compaíIeros; hasta que disgustado por la pérdida de los víveres que llevaba aquella nave, i (ñ) Maximiliano Transilvano, Rl'lacion ctc, ~ IX-OviedlJ, ral de las Indias, tom,IIl, par,e 1I, lib. XX, cap, L (7) Carta citada del contador Lopcz de Recalde, Pigafctta, sia, lib, L (8) Herrera, lo~, cit. 19¡ Max, Transih.-ano, Rel~ion> IX. I1ist. jene-. l'1'imo t'iag- e Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE llERXAXDO DE ~UGALLA:-¡Eg. 87 clJllVenCillo de In. illutiliuad de SllS esfuerzos, se determinó a seguir la marcha. Navcgando al sur, segun la inclinaciolt de la cosra, los castellanos llegaron ti. un cabo, cl tle San Isiúro, donde "e e~trcclHl algo mas el canal, i en seguida. cumbiumlo el rumbo !lácia el sur-oeste, avanzaron hasta la punta mas meridional del continente, C]lIelos españoles llamaron lilas lanle morro de Santa Agueda, i los ingleses ea· bo Foward. Allí observaron los pilotos la posícioll jeognitiea del IlIgar, i la fijaron C1l 53", 40' de latitllLl sm (10). Basla mirnr \lIla carta model'lla del estrecho para como prenúer a (lué grado de presicion habian llegado los m\Vcgantes españoles dc pri1lciI,ios del siglo XVI para fijar la latitllll tic los lu,~arci5 C]llCrccorrian. COIl e3casos conocimientas lli5tronóll1icos, con instrumcntos ue obscrvacion sumamenlc imperfectos, ellos scñalaball con mui poca d ifcrenci,t la \'cf(hdem situacíon de las lugares ¡;Oll respecto a la linca equinoccinl. Xo sucedia lo mislIlo en la uesignacion de las 10lljitudes, problema qlle parccia elllónces casi irresoluhle, ¡que tlió lugar a que se tuviera por locos a los hOlllhres (lile, como Faleiro, el primcr compañero llc Nragallanes, sc empciíaban ell su estudio i llegaban a fijar algunas reglas (ll). Dcsde cse cabo que forma la estremiJad sur del continente americano, L\Iagallal1es fijó el rumbo al noroeste, i siguió navegando hasta Ilna enscu1\da situada a los 53". La escuadra fondcó en este lllgar por órden de su jefe. La separacion de la nao San Antonio le hacia temcr Iluevas di>:!censioncs entre SIli5sllbalterno:!!. Sabia bien ;)Iagallalles C]ue casi todos éstos marchaban a su pcsar, embargados por ellemor quc él habia sabido inspirarles, i qlle aprovecharit\n In. primera oportunidad que se les pl'ci5cntam p:lra sublcval'se. (10) El capitan, King fijó la latitud del cabo Fowaru en los ,';30 53, V()lJa9e.~o{ A¡;enllt?'e and Beagle, Vol. I. (ll) Barros, d,;c, IIl, Iib, V, cap, VIII i IX Navarrek ha compuesto una illteresantc ¡erudita .11elllf)rirt sobre la. tentativas "echas i lll'emios ofrecidas en Espaf"t (ti qtLC ?'csúluil-'1'e el problenw de ea !onjitwl en Clllt(t?', Hnhiellun 'lllcclado inc;ow'[usa tlieh,t m'~moria, un nieto op) nutor, <Ion Eust;u]uio Fernánd,'7. de ~avn.rretlJ, la terminó i la publicó PIlla Coleccion de ,lucumcl1tus i/léditos p(u'a la hislO,'ja (I~Espnf¡,a, tom, XXI. 43' Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 88 La pérdida de su pariente Ah',no de J\Iezq Ilitn, que redllÓa el número de los homhres de su cOlllianta en la escuadrilla espedit:iollnrin, no era Illénos scnsilJle para M¡¡gallanes: pero, si él pesaba en Sil in(erior estos contratiempos, !to le falla. loa ánimo para hacer frellte a las di¡icllllnl!es de SlIsi/uaciun. Queríen(lo evitar "clmiooes pelj¡~ro~as en 8U propio. nave. u la vez que conocer cuáles enlrc los capitanes, pilo!61s, maes/res i COll(mlTIaestrcsernn contrnrios ¡¡ la cspcdicion, espídió el 21 de no\·jelJlhre una rirclIlar a todus las na.ves, pí(liendo d pnrecel' de los hOlllbres Cl\l'nclcrizfldús de cntla una tle elJasnccrca de [o que del>ería hacerse. Decia allí que {>( lHmca desechaba el parecer de los demas, i que serviall Illal al emperador í faltauan al juranlento que a éllllislllo .e habian prestado los qne no lo nyudaban con SIIS comejos' "Por lo ClIfll, agregaba: os mando de la p,ute de dicho se. ñor, i de la mia mego i encomiendo que todo (lquello que senlisr[lle conviene a nue::;tru.jOl'llaua, así de ir adelante como de volvemos, me deis vueslros pareceres por escrilo, catia uno de por sí, declarando las cosas i razones porque de. hemos de ir adelante, () \'ol\'erno '" nn teniendo respeto a COS(lalguna porque dejeis de ¡Iecir la verdad; eOIl las cuales rnzolles diré el Illio i deleJ'lninacioJl par<.l(omar COIle/llsion en lo que hemos de hacer". No se conoce la contestacion que darinil todos los marinos n esln cOllsull:\; pero el cosmó~mfo Andres de SanMartin, qne ser\'ia de piloto en la nao Victoria dió un informe confra la prosecllcion del viaje. Sea qlle hubiera reciuido ofensas graves de Magallanes, como los enemigos de éste dijeron en Espaiía (12), o lo que es mas probable quP, temiera por el resultado de la esredicion, San-Martil) dió un cslenso i respetuoso informe, en que "consejaba al jefe de la escundrilla que despues de reconocido el estrecho, diera la vuclla a Castilla. El hábil piloto no dudaua que por aquel (12) El contador LOIH'Z de RecalJ(' dict~ ('n su carta citada q\le eula bahía de San .Juliau, l\Iagallanes aplicÓ tOl'llltmtll a San-)Ial'tin pOl'llu<, !labia hecho \lila carta dt:! viajl', que arrojó JUt'go alIIlUI', "La hizo dar, dice, tn·s tra',Os de cuel'da ('on servidol"'s de lornbart]a a los pit's, en que le desconyuntó ... Esta noticia no ('ousta de ninguna otra autoridad; i es probable que sea solo una ¡nveneion pal'U acusar n ilIagallane;t ante d reí, Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DF. IIERN.\l'iJ)() camino sc pUtliera 89 DE 'UGAI.I •.\NES. llegnr a las j~lns de la especeria, pero rc- presentnba el mal estado de la:> naves, la falta de víveres, el abatimiento i dcbilidallllc la jentc, la" fre~\lent.es horrascas de nc¡nellos Inare~, i la eslremada p\'lllongacioll del \·¡aje. {'Yo tengo didlO !o q\le sienf(l, níladia al cOllcluir, ¡lo f]IHl alcanzo por clIInplir con Dios ¡con \'Ilesa merce!l, i con lo que me p:lJ'cce servicio de S. i\1. i bicn de la armada: v\lemcrced haga lo r¡IlC le p¡\reze:I". l\lagallanc>:1 no hahia abrigado el propÓ3ilO de dejarse convencer por Cf'a~ representacioncs. Pcnsaba sielllpr<~ en SEL se~\lír adelante sus subaltcl'llos. nlllll!lle COll fuera contra la vollllllatl c~le fUI, diÚ a los capitalles de totlos Illla pro- lija inst.1'llccion dc los motivo" qllc tcnia para llevar aúelante su viaje, onlenanllo q\lc 10llos lo siguiesen, pucs con h proteccion divina hallía de llegar a huen término. Notificada esta resolucioll nnclas el siguiente ell las 1l:l\'C';::, l\bgallanes mandó levar dia en medio ue las salva" de sus arl'.il- buceros (13::. La escuadrilla s:gniÓ navegando el estrecho eOIl rtlllll)() al l1uroeslej p¡~ro :\Iagallancs no podia resignarsc a ab:tIlt!ullar aquellos c[\!lales sin mJ'luil'Ír nuevas noticins acerca de la na\'c San-Antonio. Se lleluvo tOllavia cnla embocadura de UI1 ri[\chuelo, que ofrecia a la escuadra al.HllllJanle pesea de sardinas, i mandó qne la nave Victorirt volviese al ras . J)lwrte Barbosn, que mandaba esle buque, lIO hahicndo hallado a sus compaí1CI'03; plnntó ulla bandera en \lua nlt ura inmediata n la bahía dc la Posesion (14), en cuyo pié pllSO Ullt\ marmita cOII una caria en que señalaba el rumbo de la espc(liciou, i dió la vuelta ajuntarse con !\1a~allane~. Miéntrus tanto, \lila chalup:\ Imhia ido lt esplorar la desembocadura occidcntal del eslrccho. Los hombres (lne la mon(13) nanos, dec. III, lib. v, rapo 9. El historiador portug'ues, Cjue ha rOllsigiludo en su céldJl'" hL,torin estos ilJlportantl's uocument.o:,;, l'pliere CJUI' <':1tenia en su pOller el libro de diario del piloto AncJr,~s ue San-.\Jartin, <¡ue falleeil; t'n el viaje, i <¡ue Je el sacó la inslrll('('iel\ <le 1\Iagallanes, el mfOl'llle ud piloto í muchas otras noticias referentes a esta nuvcg:u·ion. (11) Tal\'~7. en los m~n~l~s Cjuc Bougainvill,', en recui'r<lo de un romance de C1hallcrías mui popular en Francia, dCl\Ominó Aymolld i sus cuutro hijos. V,'ase .su Voyage nu.tOlll' dlt monde ¡){l.,' la fregttle cid no: la lJoudense etc., ParlS, 1771, Pal't. 1, cap. VlIl, páj. 125. V. 1 V. DE lit. 1:3 Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 90 YInA I YlAJts tauan, se acercarun alIado de la Tierra del fuego, i observuron de pa80 diversos canales, que la corl'lbaJl formalldo islas dircrsas. Al llegar l\ la úl1illla de é3tas, dctrns de una pllllla cubierta de arrccifcs, descubrieron un Hlar inlllcllso que se eSlelldia sin límites hácia el oeste, Volvieron altcrcer dia, i anunciaro/l quc habian vislo el cabo en que acababa el cstrccho. "Todos l/oramos de al¡'gria, dice el historÍ<lllor de la cspedicion. Al) lIe/la pllllla fnú llamada cabo Deseado, por qne cn cfecto deseába/llOS vedo desde largo tiempo" (L;'». Ya no era posible c~pcrar mas tiempo n la llave San-Antonio. J)esplIes de la" últimas noticias, los castellanos sig'lIieron su viajc POI'el cSlrecho. En el :;ilcllcio dc eSllS soledadcs, "\lagallanes oia las repercll siolles i bramidos del /llar al otro lado de las tierras del sm, i sin <lllcrer esplorarlas delenidamentc, creyó <lue el país quc habia dCllolllinado Tierra del fuego debía ser fOrlllado por algunas islus cortadas pllr canales (16). Aquellas rejiolles parecían enteramcnte dcspouladas; los ca~tellanos no )¡auiall visto un solo lJOmbre en todo el cstrecho, pero los fuegos ,¡ue divisaron Cll las ticrms dcl sur i las sepulturns que eucolltraroll en la costa del contiuclllC, lcs hicieron crel'r <¡ue los habitalltes de aquellos países estaban retirados hácin el illterior. En la escuadrilla lmuia, adcllIns, dos palngones tolllados en In. bahia de San-J ulian, <luCpudieroll dndes noticias acerca de los pobladores de esas rejioneso Uno dc ellos se habia quedado en la nave San-Antonioj pcro el otro estaba cnla eSCllaurilla, lIoude era objcto de la curiosidad de .los marinos, i pnrticulannente de un prolijo investigador. "Durnntc. el viaje, yo enlrcleuia lo mejor que Ille em posiblc al jigante palagoll que estaba en nuestro navio; i por medio de afta especie de pan10mima, le pregullté el nombre patagon de muchos objetos, de manera que llegué a formar UJ1 pequeño \'ocabulario. Se habia acostumbrado tanto a esto, que npénas me \Ocía tomar la pluma i el papel, se acercaba a dccirme los !Iombres dc los objetos quc tenia a su vista i de (15) Pigafetta, P1'imo Viflggío Lih, 1. (16) ~IaJ[imiliano Transilv<lno, Rclacion ~ IX, Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia nE. HEIt:'<ANDO as op~mciones ftl Dl': ;\IAGALL.l~F.~. que veiu hacer. Un dia que le mostré In cruz, me hizo entenJer por Slld .i0:ót03 que S3leúog (17) se me entraria en el cuerpo i \I1C haria rel-entar. Sintiéndose enfermo, i creyendo próximo el litl (le SU3 llias, pidió la cruz que bcsó, i ¡¡OS pidió que lo ¡mutizáramos. Lo hicimos la, dándole el nombre de Pablo" (18). El patagon poco dcspues de la salida del c3trecf¡o. El 27 de noviembre dc 152ll, la nao adelante de las otra"" desellbríó punln, tlllil Victoria, descle efec· murió ClI quc iba JOl\lle las costas del IlUrte cambiaban \'íoknlalllclIte de direceíon. Aquel sítio [ué dellOlnilJallo cabo ViL:1oria, en hOllar lk la nave que lo había dc:;cubierlo. Dcspnes de e3C calJo, cstaba el gmnue oceano que ulIscaba :\'Iag-l\l!alles para seguir Sil viaje a las ¡sIne de la C8pecería. Los espnfíulcs, i el mi:ólllo l\Iagnllanes, dieron al estrecho el nomure de To(los los Santos, en recucrdo de la fiesta que celebra la iglesia el l. o tic noviembre, dia Cll qu~ cntraron cn SilS canales. La p:lS- tcridlul, mas justiciera con el lIavegallte portllgnes de lo que fué con la IIlayor pnrlc de los dcsculmdores <.le su si. glo, le dió el no!nbre que l\Oí conserva (19). Magalhwes habia enl plcad,) ccrC>i de tUl mes en pnsnr el estrecho (l\1e había buscado con tanto ahínco. Ulla parte de este tiempo Illluia sido elllpleaJo en c8ploraciolles inúti- les, en discusiones con su., subaltemos, i en esperar quc se les reuniem la nave &ln-Anlonio, de que no se tenia noticia cierta. Por desgracia, las sospechas de una sublc\'acioll a boróo i de su vuelta a g::;paíia, de que le habia hablado el piloto San-Mnrlin, tenian sobrado fundalllento. Parece que desde que esa llave fué despachada pOI' Her. nanoo de l\lagallanes pal'U reconocer un canal en las tierras del sur, el pilolo Estévan Gómez i otros amigos suyos habian concebido el proyecto de separarse de la escuadrilla espedicionaria. Ellos, sin emuargo, no revelaron ma3 tarde este proyecto, i refirieron el Sllceso tle la lI1an~rJ. que pasa- mos {\ contado. (17) El gran rletnflnio.-D'OllJigny que apullta de! idioma patagoll, (l8) Pígllfetta, Viaggio, lib..1. no sciiah esta palabra cntl'e las (10) Vcase la lhutracion núm. VII, Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 92 YIDA 1 n.\JES Los Il}nrinos de la nave San-Alltollio practi¡;aron el reconocimiento de :\(!llel canal sin reslll~adu nlglll1o, i al ler· eer día \'ulvieroll a reunirse con la ~sclladrilla en el Iil"ar que le!' hnhia indicado MagalIanes. 1\0 hallaron allí buque C> alguno: las otras naves habian pasado addallle ese díf\ e11 reconocimiento dd eslredlO. El capilan 1\ lvaro de ~lezl/nira quiso eulónce3 seguir el vi¡~ie para rGullirse C,)Il 1\lagallanesj pero el piloto ESlé\-all Gólllez i el escriuano Jerónimo Gilcrra se oponían a este proyeclo, i trataban de volver a EspaDa. Ln. discllsioll lkbió ser demasiado ncalornda, a tal plinto qlle i\lezljllit,¡, \'¡cndo descullocida S\I autoridad, delerminó hacerse rcspetar por la fuerza, i dió l/na estocada en lIna pierna al piloto G:mHlz. E3te a Sll vez, sacó ~tl espada, e hirió al caritan en la lllallO i7.ll'lierda. i\Ictfj u it¡~ no gozaba de preslijio alguno entre lo:! hOl\llJre~ de la Iripulacioll: el ouio qlle 105 cilstellallU:! tenían [\ iVIagallanes p:Jf los succ"os del puerto d(} San-lldiall se habia eslen¡Ji¡Jo a su p¡lrieIllC, que habia descII1Pcilado un p.1p~1 princíp:ll en !as cjeclIt.:ionc.> quc se siguieron a aquel motín. Así, ell vez de nyuuarlo contra el pilolo revelado, los marinos se echaron sobre él i lo apresaron. l':n segllid,l, fllé 1I01llOrn· do capílan dc la llave el escrihallo Gnerr,l, c¡¡¡ien mandó cambiar el rt/lllbo, i scguir viajll a Gspníla. Lo.> nmo(illudos trataroll de recojcr cn su n,we ni "eeJor Juan de Cartajena i al clérigo Peuro Sanchcz de la Reina, que Magallancs habja dejado cn la costa patngónicaj pero sea que desistieran de este pensamiento. pam no perder tiempo CIl Sil viaje, o que no los hallaran cn el ~ilio en qne habian queuado} continnaron su na.vegacioll incllllándose háeia la eosla de Afrien (20). No lardó mucho en hacerse sentir la falta tle víveres ell la llavc. {<'ué necesario reducir el alimento de cada persona a tres libras de pan por lIia . .E! palttgún que ílH\ en esa nave, fallec.ió ánles de llegar a E~pnña. (20) El histnria,!or pOI·tngU<~5.Juan <1,' narro" ,lec. llJ, l¡h, V, cap, IX, "s quien !la consig¡¡~<lo esta noticia, siu <!rcir si h1!llaron o no !l los dos C'onfinados.-Argensola en sn histuT'ia de la COIl'lui..ta de las ,lfolucas, lib. 1, páj. 17, dice espresamcntc 'lup- los rebellles los encontra· ron i los lleval'on a CasUlla. Este es un ('tTUf, C01ll0 se verá mas adelaTl~c. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia r'E IIEn ..••. \:;ll'-' D:: 3!:.C.\f.I,A;\'F.S. 93 Durante el \' iaje, los sublc\'[\(los le rantaron una informncioJ} de lo ocnrrido en la esclladrill:l, para justificar SIl COlll!lIt't[\ nnte el reí. Habiendo nplícado tormento nI c¡¡pitan Mez·quita, obtuvieron dc él 1:\5 declaraciones que <¡lIieicron para SIl descargo; i al arribar a Sevilla cl 6 de lIWYO tic 1521, se presenlaroll a los oficiales de la casa de cOlltratacion i entregaron al preso. Dijeron que las crueldades COIl· slllllndns por j\Iagallanes tenían por oríjcll los requcrimien' tos qne le hnbian hecho para q \le guardase el órde\l Iijada por !ns provisiones reales; aí1adiendo que el jefe <.lela escuadrilla no llevaba 1'lImbo liíjo en su ~ia.ie i quc perdia el 1ielllpu i COIlRUlllia los l>resl imC\l(os si ti pro ved 10 alguno, F; I Slle;;ro de l\bgallnnes, Diego llarlJosn, que, COIllO queda. dicho, desempcí1aba el cargo de teniente alcalde del ¡dcizar de Sevilla, salió a su defensa, i pidió la libertn<.l del capiu\II Mezquitn. Nada pudo consf'guir sin emhargo: los oficiales de la conlralacion levantaron lln sllmario, i recibieroll declaraciones de cincllenta i cinco personas que ihan en la llave, 10m n ron preso a Jerónimo Guerm, al piluto ESlérnn GÚIl1CZ, a. los s(>bre~alicnteJ Juan de Chinchilla i Francisco de Angulo, i dos marinos mas que purecian los lilas complicados en la sublevaeion. Los delllas fueron pue~los en libert<1d pam cvilnr gastos inútiles. El contadol' de la contmrncion, Junn Lopez de Recnlde se encargó de dar cuenta de todo al cardenal rejente del reino, dur:lllte la ausencia de Cárlos V (21), i al presidente del con-3ejo de Indias. Lct conducta de los oficiales L1ela cOl\lrnlncion (lié aprohada en la cortc. Se mnndó que se vijilara a la mujer e hijos de Hel'llando de Mngnllanes, pnru qUa no pudieran fugarse ni Porlugnl, i CJue se trasladase a los presos a Hurgas, donúc residia la corte, para tenerlos seguros hasta que pu. diera uescllbrírse la veruad <.letodo lo ocurrido en el viaje, Se dí~puso 1!\I11Lien que no se les pngnsc suelúo algulIo IHlsla ql1e no se {Ijllslaran las cuentas de cada lino tic ellos. 1':1 11'0<:eso debia necesnriamente ~er lnrgo, puesto qne solo (2Il Est(~ informe es la carta tantas veccs cit:«la ud contador L"l'ez 'LC l{c('uh.h'. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 91 nDA I VIAJES ti. la vlIella tle Magallanes o de Sil escllndrilIn podia lIegm' a término; pero el castigo de los prJcesados comenzaba desde eUlóllces. Hechos de c;5la lH\tllrnleza no son raros' 6n los juicio::! que se siguieron a 10;5 esforz:1.dos varones que uescubrieron i conquistaron el nuevo mundo. El consejo de lndins se ncordó tambien de aquellos dos desgraciados que ubgallanes dejó en la costa palagónica, i particularmente de Juan e1.e Carla.;ena, qlle oClIpaba una posicion mas espectable que su compañero de infortunio. 1\Iandó (IUC la casa tle contratador) enviase ulla nave a buscados; pero pare.t'c que jalllas se logrócsle restillado (22). l'ii en los historiadores conlemporáneos, lIi Cl'} los documrntos mas prolijos se CCllentra mencion de qlle hubieran \'IICItO a España aquellos dos personajes. Se PlIede decir ca~i COIIseguridad que la justicia de Magallulles se hizo lun cllmplida como él lo hnbia querido, (22) Carta dc('. n, lib. hf'cha al reí blicado por de Lopez de nf',,;¡lue <1" 12 IX, ('ap. XV, i de('. IlI, lib. por Di"go Barhosa, en 1523. ~avlll'rete en la páj. 298 del ___ D:mllil •••• de mayo de 1521.-Hcr¡-era, 1, cap. IV.-Hepresentacion Este <1oC'llll1cntoha sido putomo IV de su Colecciono _ Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia =========~~~- .=-:-_~"~O--''----'-=-'~======~= CAPíTULO V([L l.a E'ficunurilla de ;\lagallnnl's entra (>n el grande oeéano.-Los nmrí1105 t'spañoll's le clan el nombre de mar Pacifico.- Tocan en unas islas (¡ue llamaron Desve1lturu<las.-Sufl'imientos en la eseuadrilla: enf.~rll1edades i hambrc.-AlTioo a las islas ,le los Ladrones.-Rl'ladones de los castellanos con los i~leiios.-R"oanse éstos una chalupa i son castigados.-Reconoce Magullanes otras islas que IInm" dl~ San Lázaro.-l>l'scmourca I'n una de •.lIas.-Sus r •.la¡-iones i tratos con 105 ¡sll'lios.-AlTivo a la isla d,' :Uasaguá.-OoscCJuios camoiados con el rei <le esta isla. -El eaoallero Pigafelta \'a a tierra en comi8ion. Las tres naves a que hauía queuado reducido la escuadrilla de Mllgallanes, (muian entrado por fin al grnm]e occano. Los mnrinos daban gracias al cielo por llilbcr 811lido felizmente del estrccho, i haber llegado a aqucllos mares, que nadie Iwbia surcnno ántes que ellos. Dejaban ntms las lempestades (lue habían puesto en grave peligro SIIS naves i comenzauan a alejarse bajo los mejores auspicios de laS frias rejiones del estrecho. Aunque la mar era gruesa, 110 tllvieroll que padecer borrascas ni otros contratiempos. En su regocijo, los castellanos bautizaron el oceano con el nombre de mar Pacífico, que conserva hasta hoi (1). Favorecida por vientos propicios. la escuadrilla continuó felizmente Sll vilye con l'lIlllbo hácia el norte. Los marinos divisaron n su derecha, ell.o de diciembre, dos islas de los innumerables nrchipiélngos qlle se levantan en la costa (1) Pigafctta, Vill[¡Oio, lib. II.-HcrI'l'l'a, dcc. T, lio. IX, cap. XII. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia VIDA 1 VIAJES occidental de la Palngollin; i alejándose algo de tierra nu. vegaron Iwsta el ~J de enero del aíio siguiente, 1521, i hasta pOllerse en :a lat.itlld de 16° 15' sin distinguir ni el continellle ni las isI.ts illlllediatas (2). EIl ese dia cnconlraron ulla peqlleiia isla, en Cllyas coslas 110 pudieron fondcnr, i a la cllal dieron cl nombre dc San-Pablo. Poco llIas adelante divisaron otra isla que llalllal'Oll de los rl'al)urone~; pero no habicllLlo hallallo en ellas habitHllte~, ni vívereH, dieron a ambas elnolnbrc de Desventuradas (:3) . .l\Iagallanes se (\l~ercab¡\ a las isla; que cllcontraba cn Sll camino para renovar los vívcrcs de S113 n:wes. "L:r faita de V¡lllall", cm yit tauta, dice el cronisl:t lIerrcra, lJue com¡ul\ por onzns i beb:arl agua hedionda, i guisaban el arroz con ¡¡gIl(\. dc la mar, por lo cual se murieron veinte hombrcs i o!ros lalllosadolecieron, que causó gran Iri31eza en cllos"(4). ':\[as pillloresco es todavía el viajero Pigafella cuando rdiere las miserias qllc él i sus comp nñeros ~lIfriel'On en aqllella navegacion. "La gallela qlle co minl1Jos, dicp., ya no era pan, sino \In poh'o mezclado de gll~anos 'lile }¡¡¡binndevonulo toda la suslnncia, í que tenia adelllas una ucrillld iusoporlable por estar impregnada de Ol'ines dc ratas. El aglla que bebiamos era igualmente pÚlri da i ane. ~os vimos obli· gado~, para no morirnos de hambre, a COlller los pcda;r.os de cucro con que se habia forrado la gran verga para in1petlir que la madera no gastase las cuerllas. 8sto:3 cueros, espuestos siemprc ni agllfl, al sol i a los vientos, eran tan duros, que se neccsitalm mantcncrlos cuatro o cinco días cn cl mar para. hacerlos un poco tiernos; en segllid1l, los poniamos nI fuego para camerlos. l.\luchas veces nos vimos reducidos a alimentamos con acerrin de madera; i las ratas mismas, tan repugnantes, para el hOlllbre, habian llegado n (2) Diario de Albo. (3) En 1812 puhlic6 {'n Lóndres el intl'lijente jeógrafo español don José de Espinosa Ull<tcarta dd mal' ,J¡>I sur en que señaló el dt~l'l'otero de la escuadrilla ,lt! l\lagallanes. Este derrotero es el mas .~xacto que se conozca. Los demas son de pura illv,~ncioll, o eopi<tdos de la cart:! de Espinosa.Véase la ilustl'aeion VII!. (.1) lIerrera, ,lec. ,11 lib. IX, cap. XV.-Dc las listas ántes citadas, que existen orijinales en los archivos de Indias, i que fuel'On publicadas en el tomo IV de la Coleccion de :-iavarl'l'te, aparece que fué menol' el nÚmero de los muel'tos. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia \H: ¡H:n:-¡.\SIlO DI:: )L\G,\I.I •.\l'\F.S :;Ci' :)i un alimento tan buscauo, que se pag:\ba IW.St311 mcdio ducado nula unr.. "Esto no era todo. Nllestra mayor dusgrncia consistia Cll vernos atacados por una especie de enfermCllad, con la cunl las encias se hinchaban a [lllnto de ocultar los dientes de nll1bas mandíbulas. Los qlle eran [llacados de esta enfermedan no pouian tomal" ningnn ¡¡I¡mento. Adcmas tle los muerlOS, tttvill10S \"einte i cinco a trPointa marineros enfermo:;, que sufrian dolores en lo, brazos, en las piernns i en otras pnrtes del cuerpo, pero nI fin se curaron. En cuanto [t mí, yo no puedo llar sulicieutcmente ~r(lcias (l Dies de q\le durante todo este tiempo~ i en mcdio de tantos enfcrmos, no lH1ya csperimciltado la menor cnfermcdad" (5). gn medio de tales sufrimientos, continuó Sll viaje la cse\wllri\la dmanle cerca de tres mcses. FeliznJente, el vien· to les habia silla favorabie; í siguiendo con rUlllbo noroeste, el 13 de fcurero pasaron la ¡¡(lea c<]llinoccial, i el 6 de mnrzo "v¡stmon' nnas islas situadas n los 130 de latitud norte (1;). Al accrcarse las nan:s a Ilna de esas islas pnra tomar agua i provisionc:;;, los castellanos vieron \lila multitud de canoas qllc nuvegaban con Hila rapjdez nsomurosa, con la nyuda de !lnas velas triangulares formadas de un tejido tOSGO lle hojas de palmcra. Por esta razon dieron a. aquella!; tjerrns clno'nbrc de i:,;Iasd·~ las V~las l((ti/tus (7). L:¡s iElellos iban a las naves atraídos 110 solo por la curiosidad, sino {Q.I\JUienpor el deseo de negociar los vívcrcs que lIcvabnn, (3) Pi¡ruf,'lla, \-:o!iUío, lib. rr. La ('¡¡[l'i'mcdaJ J" r¡uL' habla el viajo." m ,,"a ,,1 e~('()rbuto. (O) EstilS [l'e!las ':Htal1 \"isiblcml'nt(' cql1:vCl('adag en II,'!'j'I'l'a. Se¡willlos ('1 diario de ,\1\)0. q\1l: cstá aturde ('on ('1 ¡ri~IU(lí) ,lc l'igaf"tta. (i) Diario o•. Albo. :,I¡¡xilllilinno TranHil vano lIilllla ¡vagaIla, la isla :¡ quc apOl't<Í .lIa¡:;allarws. Dt'\)" St'r la isla de Gllilhan O dc SaIl Juall de la ('arta ,lel jesuita ,'spaiiol Alonso Lope7., 'lile C:1 la mas JnL'l'iú:o, ual ,¡"l nrc!lipiclap:o de la5 ~Iar;anas. El cdd¡n: nav.'gnnte ¡n~¡"s .Jorje An¡;on, '111L'1't'(,(\lo\'iú "ste a1'(·l1i· l'i<',11Igo en 171:!, di('e ('n ('1 ('1Ip. Y, lib. 111 <1" su V"y(li/c '111" las isla,; l'ccl)jllwjd1ls pOI' clI1Igallall"s "ll es'" 1I1Thip:,'L,c:() d"¡J '/1 S,'" la, ,lt: S1I'·· 1'"11 i Tilliull, siLllildas (,1I!.•.e los 1,," i j(¡" t1.,latitUiI IIl"·k. E;;t:¡ POS!' rion no St') aCIJJooda ('n\l I..l C]UL' ili<li(':t Alho l~n ~u diarill. ,\d~.'ln:ls, la St'gulllla de ('¡.;a$; i$lilS POSt:c unas ndnm; lllUí 1lf)t":Idt~s, que sin duda habrian llamado la iltl'uci()T1 dr'} pl'olijo Pig lfc-tt:l. \\"tdter, ri:dnctol' tll'l Je :\11:-;on, ila('l' t'n (:1 lllislllfl ('<.Jpilu!o una df'.';'('l'ipciotl d" l'sas i~lag,llandn tanlbipTl ¡.t1t"unns vist/!o; tlt' t·Jl;l~, j l:11:1 llliaa( in::;;¡ tl;~Jdi< dei·'jl de ~us n<.:vps, acofl\l'{1ilad:l dt~ una lÚlllilla. V, 1 V. LJE :11. 1~~ Viiljt~ Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 08 i dc rohnr a nDA [ nuf.S ]0;; cslralljcros los objefos que pudieran halfil;: a nwno. A pretesto do visitar/os, subieron a bordo cn lal! gran IIÚlllCro qlle ya 110 c:1bi:1n en la esclHHlrilla. Viéndo. I()~ elllpefíndos CIl no querer unjar a SIlS canoas, J\lagalla1lCS nntllló quo los arrojaran por fllerza, lo que prnclicarolt I,.s rnnrjncros COII I>aslanle facilIdndj pero los salvajes !lO tardaron en volver tlrmados de piedras i de vnras de made_ ra endmecidns al fllt.'go, 'luc arrojauan a IDs espai'iole;; desde StlS calloas. 1\ 1 [1rillcir)io, ellcargó Mag-llllnncs qlle no les hiciemn mallllgullo: alenlatlus ron esla inuccion, que ellos nlrihuinn Inl vez a cobnrdía, se hicieron mas agresivos; i fllé necesario cllsligHrlOS con tina descargA. tle artillería. Grnndcs fucron los deslrozos (lile d fuego ¡lizo en los grupos de indios que cerca han In:; IHlYCS, obligándolos ti rctii'Llrse; pero cmll l¡¡tl L,árbaros <¡ue!lo dejaron de volver ell breve a cl\llIbi¡¡r H!S vívncs por bs unralijns (jue les <la¡¡flll los espnfíoles (8). Emn nqucllos indios dieslrbill10s ladrones. En la tanle, llIiénlras lIcgociahnn cerca de las na\·e;;, tuvieron la habilidntl de robarse la <:llalupa que estaba amarrada a 1IlH\ tle ellas. Los castellanos ¡lOff,rOn cn urevc su falla. Maga. Halles 1IH1I1l1úfondear su escuadrilla en el misnío sitio; j en la 1lH\i'iana siguiente dis]l\ISO quc 1l0vcIIla homures embarcados en <los challlpas uesclllumc¡,sell en ulIlugar inmediato, al p¡é de una si~rrn, dOl1l1e se \'cian Illuchas chozas de indios. El desemuarco no fué difícil: los salvajes lmlaron de opoller ulla tenaz rcsi~lellcía díspamndo tan gran call1idad <le piedras que parecía que granizaba; pero a la primera descarga de arcabucería huycron despavoridos. Los castellanos ocuparon aquel lugar. QucnH\ron cuarenta o cincuenta chozas, malartlll siele hcmbres, i recojieroll una gran cnntiLlad de provisiones. "Cuallllo lJucstra jellte a los iskí'íos con sns flechas) quc ellus no conocían, vesándolos ue una palie a elra, dice el hisloriador espcllicion, estos dl',grnciatio:3 Imlnb:m de arrancarse hería alra- uc la las !lil ¡¡"lT"ra, t!loc. Tl!, lib. T, cnp. JII-Prl'vost di,·" en SU Bist. ,,('nen,,,t t'\L'~ \ oyn{!l's. tomo X. l'''.i. 31;6, (·die. de Paris li52, eitanclo 11 Pigafdla. qu(' (·"tos sa "'aj('s apn,udicl"On ,Ir' los (ollll'ui"icl'oS de ~¡a¡.(allallc~ (" uso del fut.'g"(), l'iF:¡fctta no dice tal ('l)SH. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia b~; IlERNA:-¡IHJ DE )UGAI.I.A:<CES. I~ec"as de 8\1 cucrpo, lan prol\to por una parle <:omo pOI' la otra, i frecuentemenle Il¡orian de la herida, lo [pIe no dejaba de causamos compa"ioll." Los salvajes cOllOcieroll que aqnel ata[lue era orijinado por el robo de la chalupa; i temiendo que el castigo continllase con IIUCVOS horrores, la ccJ.¡nron al agua para (llle la recojicl'an sus enemigos (9)Segun ::5evcia, la csplon1.l',ioll lll:lS delcllillil de a(lllella~ islas, i la prolollgacioll de la pcrmancll<:ia de los castcll,l1105en ellas, no tenia olljelO algullo, Magallallcs se dispuso en breve pan\ darse a la vela; manúó hacer aguada pa· ra surtir su escuadrilla, i tlispw:1oque los víveres nego<:iados con los salvajes o arrancados a ést.os por la fuerz(\ el dia del uesembarco, fuesen dislribllidos cn 10Llas Itts naves para socorrer (l los enfermos que el hambre o la Calta dc alimcnlOs frescos ha'hiltll producido e'l la cscnéu1ríllla. Las ví\'cres I'ccojiJos CIl las islas eran cocos, ilames, especie de papas, algun arroz i plátanos, que fueron de gmn Ulílídad en la>; naves dc L\lngallallcs, Term ¡liada psla eliSlr¡[¡\lcion, el n lk marzo se alejalOn de esas i~las COll 11ll\1bo'hácin el sur oesle. Reconla1ll10 lo quc les Imbia pasado CIl aqnellas isla", las llamaron de los Ladrones, lIombre con qtle SOIl jCllcmlmente conoeillas (10). Los espuílolcs cOll1cnzaban a navcgar elltóilcCS cn medio dc los illllUll1crables nr<:hipié[ngos <¡I~e se lcvantnn en los mares orientales lid Asia. El lG de marzo, hauiélldosc alejado como tresciclllas leguas de las i"lits de los Ladroncs, (9) Pigafetla, Vi(iggill lib. U. E~te \'inj"I'<l t1á alguno>; pormeno!'!'., acerca <1(~ l;ts cosLu1111H\'s dl' aqutdlol.) s:ll\' 1.j¡.oS.-f{{~1'l'l~l'a. luC'. cit . . (101 El ~lnv"~:lI1te ho/:¡ntlc.; Olivel·i.) Van 'IIO(lI't, '111" v;nj1 P')(' estas l::;las. en 1600, da CUI'IO ;;H noLIClas aCCI'C.l (lu };l~ t'ostunllH'cK d(~ sns habitantes ,que reYel~n. el! 1Illa l\lZIlI1 tUY,) .\la¡pllullt'S para darles "5,' IlOn!lJl'l~;ve"~e su \'J1IJ'~ en t:l t!HIIO lll, del U"<:IIcU dl's VOY"'}'. ~lIi Ollt -'en;, r< 1 c.<hl,lissclllent el (1/l.C Jlruy1'c':' de la (.r",'})a.~II'e <les I¡ules ,,,'¡cnta' les, p;'j. 8:! i 83, el!, ,k Hou'Jn 17:!5. i el btra('¡" qu" de rl ha h,,eho I' •.,;vo,.t en sU /li~lo1'ic (jrllfn<lc des VU!jIl!iL'S, tll:JlI) X paj ;J5¡, ('dil'lun de PUI'l:{. El I'ad •.•, Jesuita ,\lon7(1) Llljwz, misiolll'1O /'11 l's:.as Islas levant'; una et":t,, d,; ellas '1ue, fué publicada el1 1':~lY<1ia, i ha sido r:,produeida en j·rlUlcla. (~ndistintas ocaSWlll'S -La~ l'-'!as dp lus L¡'llll'Olll'::; son dC:llolnin':Hias t·t~nhit"'n :\lal'i;Lla~ }l(lr los ('SflH~I·/.OS i ~.lst\l~ qUl: Iiir.o I•. ~ re~n.a dona :\LllTl,Ana dl~,\ u:-;trlU, 'n~'lll'C: dI' (';ídn;-; ! " rnl':l t·.:;t:~hlt'C·, l' a 1.1 v;¡}n (·iVtlizada. \"Pí1~;(' lIis!c>/ ie {l"s .iJ.tri'Ir,;<!", Lu·is. 2.' ",IIC. JnlS10J1t'Sen l:¡li\.~I J't.'clUCII' a su;.; h:¡!Ht:111tC'R la obra ,1t·1 l.'. Gobien litlllé\da 1701. en 12. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia ' 100 VIDA 1 VI,\JES se encontraron al salir el sol 1:erca de UlJa tierra ele\'ucla , que luego reconocIeron Illas c lE' aramellte. ra (l'1uelIa una isla, a que los naturales daban el nombre de Znmal (11). Algunas cnnoas que se ll~jaron ver, se alejaban a gmn prisa nI acercarse los castellanos. Reconocieron cn seguida otra ista vecina i i navegando al oeste encontraron otra enteramente despoblnda, que tenia por nombre Hlllllunll (12). Magallanes mandó desembarcar allí el dm siguiente para bacer agllUllu con ~cguridnd, i gozar de nlgun descanso dC1'pues de tan largo viaje. Hizo adcmas levantar dos lienllas para los enfermos i mandó matar una pOHpezucln, to_ mada sin duda en las islas de los Ladrones. Fué m]\1cl un dia de descanso para los Iwvegnntes. Co. mo era el quinto domingo de cuaresma llamado comlln. mente de Lázaro, los castellanos dierol1 al archipiélngo en que enlraban el ÚOlllbre de San Lázaro, í a la isla en que se bailaban el de Aguada de los bucnos indicios. Pensaban t,,1 vez pennanecer allí nlgulJos días; pero en la tarde siguiente, vieron llegar Itácia ellos \lila chalupa con Ilue. ve hombres. l\lagtlllal1es dispuso que nadie hic:icse el menor movimiento ni pronunciase una palabra sin su permi~o." Cuando eSluvicn'll en tícrra, su jefe se diríjió al capilan jcnerrlI manifeslándole pOI' jcstiwlaciones el placer que tenia de vemos. Viéndolos tan pacíficos, Mngallanes les hizo dar que comer, i les ofreció al mismo tiempo algunos bonetes colorados, espejitos, pcines, nvalorios, telas, varias nlhajas de marfil i olras bagalelas semejalltes. Los isll ño:::, prcnuauos. de la cortesía del cnpilan, le dieron pescndo, un jarro lleno de VillO de pnlmern, (lue ellos Ilamnn umca, unos plátanos grandes i otros chicos que son de llH'jor gusto, i dos cocos. 1\'os illdicnbnn all1lismo tiempo por jcsticuhlcio1Jes, que enlónccs no tenían otra com que ofrecemos) pero rlllc \'oh'erinn dentro de cuatro dias i (] t) En los mnp:¡s ti. nl' Sil'l1'!lJ'l' el nflrr,brl' (le 5,'0 nI'. El <l¡¡;rio de Alho Ilallla Suluan i Yun"¡wlJ as ¡,ril1lt'fHS bIliS (¡ue los ('astellanos rt~('()l~f)cicron i'n ~lqtH~l tlt"('l;ipit',hlgo. (ni ASlla II;'m" l'i¡.rafl'!la. ,\Ibl) la nomhra Cn(la. Debe 5l'r lap('IfUl'lía hila de Guigull, situada ;¡} ~. E. de ~al1lí~r. 'lUl' }Ja~ta lJoi pt'rma~ l)\'se d(·spnblaua. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE HERl'íA~DO DE MAG.U.LAXES. 10] nos traerian arras, que eItos llaman umai, cocos i olros vi· verea" (13). Er\ estos tratos, Magallanes llegó a fallliliari. zarse con los ¡sleITos, i a ganurse Sil amistad. L1c\"áronlo a h isla vecina, llamada ZlIltml1, (t1) i le mostraron S\lS al· macenes de mercaderías, llenos de clavos de olor, canela, pimienta i nueces mascadas, hn.ciémlole entender que los países a donde se dirijian proJ\lcian en gran ablll1dancia. estas especies. A su vez, Magallancs los cOlll'iJÓ a bordo de sus naves, i allí les manifestó todo lo que podia llamar su ntencion por la novedad. "Al momento en que iban [l partir, hizo disparar un callonazo, que los espantó singlllaI'tnente, de modo que muchos estauan a punto de alTO' jarse al mur para huir, pero no fllé Ill~~ncstermueho traba. jo para persuaúidos que no uebian temer nada. Así fub que se separaron trallquilamenl.e, asegul'Ulido que volverian pronto como J,¡ Imbinn prometido." Los isleITos cum plieron fielmente Sll palabra. Volvieron a la isla en que estaban acampadoil los castellan03, les trajeron grandes cantidades de víveres, cocos, naranjas, vino de palmera, i hasta un gnllo, para mostrar que tenian gallil1as. Con ellos venia su jefe, que era un anciano, auornauo con pelldienles en las orejas. En cambio de sus obsequios, recibieron algunas bawtijas de Ins que 'Magallanes hnbia embarcado el). Sevilla para hacer SllS cambios en las tierras que visitase. Sin detenerse mucho en aquel lugar, siguió mwegando hácia el oesle i sureste por entre pcqncfíus islitas úes. pobladas. Los castellanos distinguieron en la noche del 27 de marzo UIIOSfuegos lej¡mos, que les hicieron cOllocer que por aquella pnrte habia una isla poblada. Eu la mauana si· guiente, Magallanes dirijíó sus naves hácia ese plinto, i cuando estuvo cerca. de tierra, vió una chalupa con ocho hombres que se acercaba a la escuadrilla. Como diji. mos mas atras, el capitan traia consigo UIl esclavo asiá· (13) I'igarctta, l'iaO!lio cte. lib. l. _ (14) En las cartas mutle~nas se llama Suluan. Es una islita pPqUl)\la adyacente a la costa OrIental de la isla de Leíte. V"asc el lJiccio· llariojeog?'rí/ico ¡le las Islas Filipinas por 105 1'1'. Buzeta j HI'.1\'O, t()111 !T, Madriú 1850. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia "lOA 1 VIAJeS 102 {¡ea, natural de Sumalra, bantizallo con el nombre de gnrie¡ue, ¡que habia tmido en sus naves para qne le sirviera dc intérprete. El esclavo habló en SIl idioma lll\tivo a los hombres de la c1lUlupn, ¡estos cntendieron lo quc queria decir, pare¡ue el uso de fa lengua malaya estalxl jenerulizado hasla aqllellos archiriélilgos que comenzaban a reconocer 103 castellanos. Los isleíios, sin elllhargo, se colocaron al lado de 1,\s naves, pero se llegaron a subir a bordo ¡aun lcmiall acercarse dClllUsiado a los cslrunjeros. Notando es, la tlesconfianza, i\lagallanes mandó arrojar al IIHlr un bonete colorado i algunas hagnlelas amarradas n 11111\ labLn, que los salvnjes rccojieron con mueslras de gran contento. Partieron ~slos en seguida a dar rnrte a sn reí del arribo de aquellos hombres desconocidos. No tardó en llegar el rei ClI persona, trnycndo valiosos obsequios de oro i jenjibre, que i\lagnllalles 110 (luiso ¡¡('eptar quiza por 110 revelar codicia n nr¡lIellos isIeilos, ói bien les obscqllió algunas bagatelas (15). En la lnrde, la escuadrilla fondeó cercadc la isla en frente de llna per¡lIcilu poblacion en que estaba situado el pnlacio del rei (16). El siguiente dia, 29 d: marzo, (Jlle era \'jérncs santo, l\lng-allanes mandó ti ticrra ~'l.su cscluvo con encargo de decir .11 rei de aquella isln que los eSlranjcros eran vasnllos del rei de Castilln, qlle r¡Ilerian hacer paz con él i conlratar las mercnderías que llevaba, i que si le· ni'l víveres, le rugaba que se los diese i se los pagaría. El rei respondió qllc no los habia para tanla jeute, pero que partida con ellos lo (lile tenia (17). Los castellanos supieron entónces que aquclla isla se llamaba l\Iasnvá, o Masa- gu,í. No tardó 1I111cho el rei de la isla en ir a las náves llevando a los castellanos \'aliosos presentes de arroz i ofros víveres. Comenzó por abrnzar nmislos[\lr,ente a Mngalla. neSj i éste a su vez hizo, en Illclliodc las manifestaciones (J,~) Pi¡wfl·tta, FiU!,'!jin lib. n... IU;) Es la peC¡lIciía ¡slit d., Limasng'Ia, <J Limai;av:l, r¡1I'~ p'gilr,·tta llama Massallu i Albll ;\lasaguá. Está situada al SUl' de la bla ,h, L,·íle. --El P. ('lllin, .'n SllS .Irist",·;"s tl}"l'tÓlicos <le los I)I¡n~'os tl~ la CC1H¡.ahi« dI! J"ms, lib. 1,enp. \'III, la llallHI llima<;,avan. inl llerrera, dl'C'. !ll, lib. 1, cnl" 111. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia Df~ lH:.RX,\:'/DO DE "'lH'.U.l •.\;';I:';;. lU] ,:':e amistad, \'ario::; obscquios, de t.ela;, esr¡~jito:;), cllchi· Hos i otms bagatda,,<;, al rei i i\ I\)s hombre" de SIl COlllitiva. gl esclavo r¡ue servia dc intérprele, se encargÓ de advertir 11. los isleiíos q1tC el .ier(~\k la escuadrilla qlleria vivir como hermnno con el reí de Masagllá, lo (11lCfllé para este callsa de gran coutento. 1\fagallanes presentó al rci tclas de Jiversos colorcs ¡la::; clelllas mercaderías ({tle t.mia en las naves. Le lllDslró lodw.: las armas dc [llego, i aun mandó disparar al~{IlIlOScallallazos pnra Ill{Hlifeslar SlI poder. Le lIIanifesló las al'ln,tllllr:\s de acero de que se revestían SllS soldllllos, (lile los haci<tn invulnerables (l 1,1 e.'lpadtt i al pulíal, haciéndole entender que calla 1IlH1.dt': SIISnaves tenia UIl nÚmcro considerable de sollbdos annildvs con la mis1\1(1,solidez. DeSptle3 de cs' 10 lo condujo al castillo de popa, i llloslrálldole ulla brÚjula í In carta de su navegilcioll. Magallanes le e,:plicú por medio del intérprete las dificultades de Sll vinje, el estrecho qne hahia uescuhierto para llegar a aquellos mares, i bs lunas que habia pasatlu en clmar sin divi",ar la tierra. Fácil es ,:olllprcnder c~lUngrande seria la sorpresa del rei de Mai:'aguá i de su comitiva al ver aqllello:l ()"j,~tos i al oír las et'plicncioncs de ;.\'Iagallilnes. Los hnbililtltes de aque !la isla habían salido ya úe ese estallo de barbarie en 4un los llOtnures de las tribu:.; salvajes miran con desdcll, o 11lo ménos con ('stÚpida indiferencia los mayorcf'l prodijios de la (;ivil\zaciou. No solo culfivaban las tierras par<\. rccojer las valiosas protluccciones ue aquellas islas sino I1llC fabri· caban con cierta h~lbilidad los objetos qlle eran nccesarios para Sil cOlllOdiuad, i negociaban SIlSproductos COIllas i,¡las vecinas. El reí comprendió la superioridad úe los estranjeros, ¡creyéndose honraJo con ilU amistad, trató <.lcfestejarlos i obsequiados, pensando sin duda sacar provecho de SIlSrelacioneil con ellos. Queriendo vulver a lierra, suplicó a MlIgallanes r¡uc le permitiese desctlluar..:ar cun du~ castellano~ para haccrles ver a Sol t.urno algunas }nrticularidudes dc s:: p~í:;). ['~Ijefe de la espcdi(;io!1 tlcccdió a esta solicilllll, i elijió a dos hombre~ de las naves para aCOIllpaliar al reí. Uno de ellos era el caballero Antonio de Pi<ra· '" Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 104 VIDA I VIAJES felta, que h(\ cOilsignado con una sencillez admirable en fa ¡'elacian de Sil \'iaje las impresiones que recibió cn el desempeño de esla comisioll. "Cuando descllluarcamos, el reí levantó las roanos al cielo i se volvió a nosotros: hicimos 011'0 tanto, nsí COIllO todos los que HOS seguian, i Jespncs nos colocamos debajo de un cobertizo hecho de cailas donde había un balangai, embarcacion de cincllcnta piés de largo, i nos sClllarnos en la popa, procllrando hncernos enlender por sei¡as, por no tener intérprete. Los de la comitiva Jel rei pennanccian de pié, anlludos tle lanzas i escudos. "Sirviéronos un plato de carne de cel'do, con un CálL taro lleno de vino; a cada bocado bebíamos Ilnn escudilla de es le licor, i si dejabamos algun resto lo arrojaban en un cánlaro átltes de \'olver a llenar/a. Nadie se atrevia a tocar la escudilla del rei, esceplo yo. Apesar tic ser \'iél'l1cS san· to, no pude ménos ue comer cm'nc, "Anles de cenar, presenté al rei varias casillas que hahia llevado conmigo, i le pregunlé el nombre de muchos objelos eula lengua del país; grande fué la sorpresa de lodos cuando me vieron escribir. "A la hom ue cenar ,tmjeron dos grandes platos tle porcela~[\, uno con arras i otro con carne de cerdo guisalJ¿,; bebimos en las mismns escudillas que en la comida) i cuando acabamos, fuimos al palacio del reí, que tiene la forma de un mooton de heno, \:ubierlo con hojas de plátano í ~ostenido por cuatro vigas bastante «Ilas; se sube por una cscala de mano. "Cuando llegamos a la estancia rClll, nos mandó el reí sentar en el suelo con las piernas cruzadas. Media hora. uespues trajeron un plato de pescado asado) cortado en pedazos, gengibre i vino. t:;1 hijo mayor del rei, que no hnbiamos visto hasta entónces, fué n senlarse entre su padre i yo. Sirvléronnos dos platos mas, uno de pescado í otro de arras, los que comimos en compnñía del príncipe heredero . .Mi compañero bebió descomedida/Dcule i se embriagó. "Sus candelas son hechas con una especie de goma o Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE IlERNANDO DE lIIAGU.I.A:'iES. 105 resina tIe nn árbol que llaman anima, envueltas en hojas sccas de pulmera o higuern. "Cuando el reí quiso acostarse, nos hizo seiías para que nos fuesell1os, i Ilosotros dormimos aquella noche al lado lle su hijo, en Ul:a cstera de caí'ias con almolladas de hojas de árboles. "Al siguiente día, vino el rei a bnscamos para almorzar con él; pcro, habiendo visto nucstra chal upa ql!e habia venido " bllScarnos para volver a bordo, le dimos las gracias i partimos con ud compañero. El rei estaba de bucn lllllIlor: nos besó las lllallOS i nosotros le bes;\lnos las suyas. Sn hermuno, que era. reí de otra idn, se vi liD con :1050' Iras acompaiíado por tres hombres. El capitnn jeneral le convidó a comcr i le regaló varias bagalelilt'. "Este reí nos dijo que en su isla habia pedazos de oro gruesos como ll11eCeSi aun como InlCvos) mezclados con tierra, i qne todos los jarros i adornos de su casa eran ue aquel metal. Iba vestido con bastante decencia: era de hermoso nspeclo: sus negros cabellos le caíun por encima tic los hombros: llevaba ,pendientes de oro i la cabeza en· vuelta cn un velo de sed". Ceília una especie de daga o cspaua con pUllO ue oro i vaina de madera mui bien labra. da. En cada uno ue sus dientes se veian tres mancllitas tic oro ¡le modo que parecia que touo. la dentadura estaba ata· da COll este mct.al. Iba pcrfumado de estoraque i benjuÍ) i se pintaba el cÚlis. "Su permanencia ordinaria es tina isla en donue se ha. llanlos países de Butuan i Calagan (Itl), pcro C\HlIH.lO uos reyes fluieren confercnciar, se jUlltun en la isla <lc ;\,Iasana que em domle estábamos. El primero lle dichos reyes se llama raj ah Colullllm i el segundo rajah Siagu. "81 uia de Pascua, qne era el último del mes de marzo) el capitan jenerul envió uesue por la maíTana a tierra, al capellan i a algunos hombres para hacer los preparativo::! necesarios para decir misa. Envió al mismo tiempo al csc!,t\'o intérprete para que notificase al rei que ibaInos a su (18) En In. isla ele :\IinJanao. l3utuan está al norte de dicha isla, (,¡¡Jugan o CUJ'ugan, ul sur. V.IV.DEIII. 14 Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia lOG nDA 1 nAJES isla, no para comer, sino para cumplir con \lna cercmonia de lIl/esfro culto; el rei lo aprobó todo, í nos mandó dos cerdos <]11(: JI:d,i:1 11I:ltado. "Desellllmrcanlos en número de cincucnta rnellio armados i vestido decentemente. En Cuanto lJe¡raroll las lanchas " a tierra, se dispararon seis bOlllbardas en sefial de paz. Al saltar ell tierra, salieron a reeil,irnos los dos reyes, que dieron l/n abrazo al jCllcra( j le pusieron cn mcuio dc 11mb:.!::;. "En este úrdcll llegamos al sitio dOllde deuia decirse la misa, i ántes de empezar, el jeneral ro¡;ió a (os dos soberanos con agua de almizcle. En la ob!acion, besaron In cruz, como nosotros, pero no hicieron ofrenda. Al alzar la hostia consagraua, adoraron la Eucaristia, imilando todo Cl/aula haciamos nosotros. Los buqlles, a{kertidos por 1I11aseiTa, hicieron en este morn cnto ulla sal va jcneral, i desplles de In misa, muchos de los nuestros cOllllllgaroll. El jeneraf mandó traer en seguida una grall cruz, g'unrnecida con los dm'os i la corona de espina, ante la cual nos arrodjllalllO~ lo mismo que los ¡slerros. El illtÚrpretc dijo n los reyes, de parte uel capitan, que aquella cruz em el estandarte quc le habia confiado el emperador para que la plnnlasc en tallas partes donde llegase; que por cOllsiguiente Cjlleria dejar una allí, para qlle cuando arriba"e ¡\ la isla ulgua buque europeo, supiese que habiamos sido recibidos como all1igo~, i tratase del mislllO modo a los naturules, respetando personas i haciendas. Afiadió que em preciso pOller esta cruz en el paraje m"-s elevlulo para que todo el mundo la viese, i ql/e cada lllaiTana debían adorarIn. Los reyes le prometieron, por medio del intérprete, cumplir exactalllento todo cuanto le enwrgaba el jcneral. "Preguntámosle si eran moros o jentiles: respondieron que no ndoraban ningun objeto terrestre, pero levantando las manos al cielo, dieron a entender que reconocian a un ser sl/premo a quien daban el nombre de AMa, lo que llenó de satisfuccion al jeneral. Est.e dijo al rei que si lenia nlgun enemigo, iriamos n combatirlo con nuestros buques. Respondió el soberano islerro ql\e en efecto se hallaban en guerra abierta coÚ los habitantes de dos islas vecinas, pero Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE (lUC no siendo IIERNANDO tiempo DE 107 MAGALl.ANE~. a propósilO para atacades, no podia aceptar Sil jeneroso ofrecimiento. "Re~resalllos a 1>ortlo, i por la tnl'lle volvimos (l t ¡erra i fuimos, en cornp~iiia de los reyezuelos a plantar la cl'uz en la monlaíh ma;; elevada de la" cercanías. El capitan dió a cOlloc~r a los isleiiú" l[\s vClllaja.:> que akanr.ariall de COIlseryar nqllel elll1>lcma de sall'acioll, anle el cualllo:s arro(li1Il\1\l05 todos los circunstantes. Al b:ljar de lit montalí,l, alra\"[~sallJOS Il\uchos campos cllltivados, i fuilllOS al parilje dOlldl~ estaua el lmlangai, donde los rej"3s no" sirvieron varios refrescos" (10). La,; ¡slns qne cniónec3 reconocia Magallanes pertenecían al nrcllil'iélago qne I!,,\)i;t denol\linaclo de San-Lázaro, i <¡ne dpspnes fllé lIalll:H!O dt) las Filipinas en honor del hijo de Cárlos V. (20) ";1\ c~as i~la,; hauian hallado los caslclla· \lOS \lila favoraule acujida, "í\-crC5 en. auundancia i tlescan. so d'l los sufrimientos de una larga i peno3a \lavegacioll' I)csgrnciadamentc, los verdaderos ¡grandes pauecilllientos de la escuadrilla cspedicionariu no halJian comenzado to' dnbia. (In) Pigafe~ta, Via9gio lih, 11. La lin pocu abreviwla en el t."sto. l'eJueioll (lel \"¡aj(~!'o itali;lllo escá l'ara SI"ialal' el itinerario de "¡a¡¡allanes en hs bJas Filipinas he (",!ido pUl' Únicos gllÍa!; ,,¡ di,u'jo tl" Albo, publieado po!' :\'avul'l'de i la l't'ltl(·jn1) lh~ Pi:rlfL·tta, leniellúo sil~·.npl·e a la vista In <:arla ¡]P. aquel arehil'irlago publicada en ;lJad!'i" I'n lH!J po!' d jesuita esp:liiol Pe· dro ,\Imillo de Be\¡ll'lk 1"1 su JliStol'ili IW b. ¡,Ilas fili¡Jill (($ , la I¡UC al'lllllp:uia los viaj'" .¡" 1000dAnson, i la pulJlica¡J'l ÚJt.Íinuml'nte en :lladrio! ,'1) el AtIa, de ('(1(:110, Las nori('ia~ que acerca de este vinjl\ han l'ul)li('udo t'J ¡>a<ll'f~CoJín. f·n su oh:" citadll. F!'ili Juan F!'an<'isc() dlJ ~an·Alltonio cn SU ('róllim ¡[dos tl".c,,[oos di! Sall-Fmnl'isc() en Filipinas, i los l'adrl'~ l1li~iol)t'ros lJuzda i Bravo en la lntl'Odul'('ioll ,Ic- su Vic'ciorll'rio Jcogrri(ico ¡[e ¡as isl(l$ ¡:ili[l"¡t(l,~. contienen l'l'rores notaui<'", llal:Í,lo,; ~in duda lit. que IlO conoc¡"rtln l(l~ (loc:um •.mos llue nos hall ~:f'I'\'ido dt~ guia i euya autenticidatl no puetlp pO~lPl'SC en dulla. El lJicciU)'CL1'io de los padrt:~ lIuzt:ta i Bra\'o nos ha senÍ<lo sin embal'~o, Jlm'a da!' el 1l00nb,e llloderno a lo~ lugarcs sei¡alados por ,\luu ¡ Pi¡;a. f~t~n. J.'lJt·do verse tnmbit'n la ohra l'ublicatla ('n lllll> en rari~ por l\ll', lIlnll"t con ..t titulo <1•. L/w 1'/¡i/i¡!Jli!I('.<,dos volÚnH'nc5 t:n 4,° ('on lln atlas, La oJ)I'U titulada L'Occunie [l',H' M, ,1" HicllZi (pat'is, 3 \'01. en B,") ('<Jnti"nt: muchos t:'Ton's al halJ[ar del de:;cubdllliento tle las FíJjpj})[ls. /20) Los pa(II'CS Brnvo i Bnzda ¡ ca~¡ todos ¡os cs('rilor~s cspaiíoles ya clt",lo~, l'l'ccn e'jUIVocatlalllcn,e que el a!'chil'j( la¡.(o de Sun·Lázaro e:; el 1l\iS1l10'IUl~ Jlagallancs habia d,'norninutlo de lo; LnJrone~, VéaSt' l'l diario de AI!,I> i el Viaggiv de Pig¡¡fdta. '111(' son las yernaderas Hut(lridndL's n ('~tl' l·t·...:.pccvJ. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia CAPíTULO IX. Llega :\Iu¡;allant's a la isla de Z.·bÚ:-Sus prim\'r()~ Cl)utmtos COTI el dt' ('sta jsJn.-J1,aotislOo Ut~l 1'('1, d(~ la reina 1 dl' ('{'n'a dt' llC'f¡r,('iento, is!t-iíos.-Caslih" de los puhladon's de la isla ,le :\Iaetan.i\·J(q.~·•• llnnl's (}pt,'rrnilltl ataen1'lo!; al sabt~r 'llW t'stll!-{ ~p nt'trahan a reCo!T"r la autoridad dI,] rt:i Llc Espaiía.-·-AC'llllwte esta "In]>r"sa ('ontra el paree •.r de los capitanes ,le la eseuadrilla.--Comhate dd 27 Lle abril lit- 1521. -Arroju temerorio l1<,Ma¡(allanes.-~;u muerte. -Su retrato tl'1lzauo por •.1 c¡¡ba!lC'I'f) ¡'>i¡rafetta.-Los VellCCUOTl'Sse niegan a entregar el caLláver de Magallanes. l'pi Parecía f]ue Magal/anes habia olvidado el ohjeto principal de su céleure espec:icion. La favorable acojida qne había recibido de los pobladores de ae¡uellas islas, las muestras de oro que le llGbian presentado, las ricas producciones dc especeria que recibia en retorno de sus obsequios, preocupaban su espíritu de tal manera, que casi habia descuidado el proyecto de continuar su viaje a las Molucas. En la isla de Lirnnsagua preguntó n lo,; reyezuclos con q lIiencs habia estado en comimicacion, cuál era el pucrLo dc Ins inmediaciones mns nparellle rarn negociar sus mercaderías i provecr de víveres SIIS naves. Supo enlónces que Imuia tres puertus de granúe importancia en aquellas islas, Ceylon, ZIIUÚ i Cnlagan (1). Hauiéndole dicho qne el de ZUUII o Zcbú era el 111a"rico de tOllos, determinó dirijirse a í~J. En la marrana del 1.° ~Ie abril la escuadrilla. csLnua lista para t!nrsc a la vela. El rei de Mnsagu¡í pidió entbnces n los castellanos cjue se dcmorarnn cn su isla para ayudarle a . (ll. C"J'jnll, (, ~,ihllli, ('n!11n('s('rilll~ ,\Ibn, ('lila ¡sl.l lIt' Lcite, %uhn n Zpbu ('nla Isla d~ 0stl' nmUbl'f.' i Calagílll () ('unlgan en la costa (Irll'n Ud dé la bla de )lindan;;(l. ' . Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 110 llUcer VIDA BYS cosechas, ofl I VI,\,)ES él mi:mlO a ser\' ide de eciéndose gil in. Magallanes aceptó sns proposicio nes, i a tierra algunos soldaJos de sus nnves. terl11inndo el 4 de abril, i en la maña- en su vinje a Zeuú. llH1.lldó que bajaran Este trabnjo queJó na siguiente los esploradores se dieron a la vela. Pasnndo por el estrecho q\le ,;epam la i:;la de Lcyte de la de Bohol, /legaron a la isla de Zebú, j (ondearon en el puerto de éste 1l0ndJre el dia 7 del mismo mes, que era dOlllillgo. Los caslellanos observaron en la costa nlUchas ¡íldeas, cuyas casas eslauan cOllstrtlidas sllbrc los Úrbulcil. Al aCI~rCilr:;e al puerto, Magallnncs hacer \lna descarga mandó cnnrbolDr todas las banderas i de artilleria que causó grnnue alarma entre los ¡sleiTos. Illlllediatalllente, el jefe de la escuadrilla despachó a UIlO de los SIlYOS con el esclavo que le serl'ia illté •.prete para conferenciar con el reí de ZebÚ. 1~;llcolltraron a éste rodeado de mas de dlls nlíl hombre::; armado::; de lanzas i pave- ve ees que rnirnban con grande espanlO LIS naves casI ella- IIas (2). EL esdal'o Le hizo presente qlle las det'Cargas de nrlj!lería cran wlo tina seiTalde paz í de amistad COIl qnc los europeos llCnraban i salu(laban a los príncipes con qnieDes estaban en UUCIlUS relaciones, que el jefe dc las naves estabn al serv~cio del mnyor reí de la tierra, i que el objeto de su viaje cm llegar hasla las islas Molucas, pero que el rei de l\1asagná le habia hecho tanlo elojio de la persona i del poder del rcí de Zebú que se había resuellO a hacerle una visita, deseando ademas refrescar EUS víveres ¡negociar las merC<lderÍas c¡tle traia a bordo. Esta declaracion tranquilizó algo al seiior de la isla; pero acostUl11ur,ulo a las consideraciones qne le gnardaban los reyes de las islas vecinas, creyó C¡IIC estaha en el caso de hacerse respetar ue los cstmll.iero~, í comenzó por cobrar un derecho que le pagaban todas las elllbarcaciones que se nccrcauan a SllS dominios. El intérprete de los castelbnos contestó que el crtpitan de un rei tan p(lLleroso !lO pagaria derecho a uingull reí de la tierra, GOIllO ¡que eSlaba tan dispuesto a ofrecer la paz a aceptar la gncrm. \2) fi¡;afetta, Vi!l[¡[¡io lib. lI-I1enL'l"u dec. llI, lib. 1, cap. llI. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 111 D[' lIZn:'i.l.'l:DO DE ¡\J,\tóAl.r.A~'E~. lIalláhase cabalmente en merciante de Sillm que tenia la isla de ZelJÚ !In !lloro conoticias persoJlil[cS de las ha- . zauas de los portugueses ellllt India, i conocia dema5iado la muncra CUIlIO los na\'cgnnlcs e~Hopeos lIegociaban COIl los rc}'ezuelos del Asia, i ]ns venlajas de SIlS elementos de guerra. l>escnnt1o cvil"r al rei de Zeuú los cll,hnrazos que ]w.biall de suscifnrle sus prctensiones respecto a los castcllanos, le hubló dc las conquistas de los portugueses en la India i le aconsejó que evitara toda dificultad que pudiera suscitnrse. El intÚrprele, que entendió las esplicacioncs del comerciantc \lloro, nglcgó al seuor de Zehú que el rei de CaslilJa, n quien scrvia l\lngnllanes, era tOllavía Illucho Inas poderuso i mas temible qlle el rei de [)orlugal, i que si hu· bien preferido IHlcer la gucrra habria mandado unn escundra considerable pnra hacerse respetar. El rei de l\Insnguá, qne uajó a tierra para estrechar Ins rdncíones entre los caslellanos ¡los ¡sleuos, allanó todas las dificullalles. La paz quedó convenida: el rei de Zehú se allanaba n hacerse lrilHllnr;o del rej de CaslilJa, pero se le dijo qde no se exijia de él otro derecho (IUC el privilejio esclusivo de negociar en sus dominios. Segun In costumbre de aqneJlos ¡sleuos, cra necesario que MagaIJanes i el reí se sangrasen pllnl beber recíprocamente Sll sangre en signo de amistad j alianza (3). Despues de hauerse camuiado los obseqllios lie una ¡otra parte, i de l11uchns ceremonias qlle el historiador ue ]a cspedicion ha referido wn gran recargo de pcnncnores, In paz quel16 dcfinilivalllcllle njnslaua. El reí de ZeLJÚ se mnnife¡;ló ui,pllcsto a reciLJ;r el·LJulIlisl\1o. Los isleuos d ¡eran principio a sus negociaciones. Llevaban a lns llaves gallinas, pnercos, cabras, nrros, cocos, names i diversns frulns, i Ins "endian por caseabeles, cuentas de vidrios i Ins telas que MngnlInnes (mia ell sus naves. Hnlian cslO con lodas Ins npariel1cjns de sinccra ami"tad i su])lisian a los es:ralljeros. El rei de Zebú e~prt~"ó SIlS desees de llnccrsc cristiano, nsí COIIIO lIIUcllOS otros scrrores de sus dominios, i pid ió a l\f;lgallancs que ántcs de vol ver a Ell' ropa le tÍlja3e ell ~ll Ua nlgul)o::; hombre3 ,3, Pi;,;"fdL:l J"¡":J9;n, jit- . .lI f[lll: lo ill"lrli)'e. !:,.1'J'<:l'U, dcl'. 111, lih. ¡, "lp. 11 f Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 1\2 VIDA 1 Vl.\JE~ sen en los misterios i en los deberes de la relijion cristiana. El jefe espedici~nario accellió a e:5ta solicitud, bajo COlldicioll dequc el reí le confiara dos jóvenes de los princ"¡pales de sus estados para llevados consigo a E~parrn, donde aprenLlcrian la lengua castellana, a fin de c¡ue a su vuclta pudieran darle Ulln idca dc lo que hubiesen vislo. Al fin se fijó el domingo 14 de abril para la ceremonia del bautismo. Los castcllanos levantaron en la plaza principal del pueblo de .zcbú, un tahlado cilbierto de lapicerías i de hojas de palmera. Magallancs mandó descmbarcar cuarcnta hombres, idos lllas armados dc piés \l cabeza c¡ue prcccdian el ¡;stanLlarre real. La escuadrilla hizo una salva de artillería para solemnizar el acto. Despucs de ahrazarse cordialmcnte, el rci de Zebú i :\Iagallanes sc sentaron cn rit;os silloncs: los otros sefíores de la isla cn cojines o en csteras. L'~ljefe espedicionnrio hizo presente aL rei las velltajas c¡ue le iban a resultar dc abrazar al cristianismo, una de las cuntes era la de poder venc('\" lilas fácihllcnte a SllS enemigos. Supo entónccs por el reí quc h~uia "en los estados ue éste algunos jefes c¡ue no siempre esr~b~n dispuestos a. rcconocer Sll autoridad. M~gall~nes los hizo llamar i les dijo por medio del intérprete c¡uc si no obedeci~ll al reí como su scherano los haria malar i uaria a ~r¡ueltoJos sus bicnes. Al oir esta amenaza, todos los jefes prometicron reconocer la autoridad real. "Despues dc baber plal1l:'\oo una gran cruz en el centro ue la rlazn, se pregouó un a viso para c¡uc el c¡llC q uisicse nurazar al cristianismo destrlly~se sus íJolos í pusiese la cruz en su lugar. Todos a<:eplaron la condiciono Tomando enlónces al rci por la mano, l\lngallanes lo wndujo al ta¡¡lado donde se le vislió cnteramcute llc blanw, í se le uautizó junio con el rei de l\In~agllá, el I'ríllcipe su sobrino, el mercader 1I10ro¡otras persOIws en núulcro dc c¡uinientos. El rci, quc sc l\arÍlnba Rajáh-Humaboll, fué llamado Cárlos ell houor dd reí de Espaíla. Gelebróse en scguida la / lIlisa, dcspucs dc la cual el capilan invitó al rei a comer; pero éste se escusó ¡nos acompníló hast[t las chalupas, que nos lleraron a la cscuadl'll, la (IUC hizo ulla descarga dc toda su artillería. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DI: lIEI1:'i.1.NDO DE l\IAGALL.\NES. . 113 "Despuús de comer, tlcselllban:all1os en gran núme"o para uautizar n In reína i olras mujeres. Subimos eOIl ella::: al mismo tnulmlo. Mostré {\ la reina un bustito que replcsentuba la víljen con el l!ifío Jeslls, lo que le agradó mucho i Ir, enterneció. 1\1e lo pidió para ponerlo en el lugar tle SlISídolos, u lo que eon5entí COIl mucho gusto. Se dió n ((1.reina el nombre de J llttlla, en honor de In madre de!. emper.lllor: el de Gatalilll1. n la lllujel' del príncipe, i el de Isabel a (a reina de Masagu<Í. Bautizamos e~te dia cerca de ochocicntns pcrsonns entre hombres, mujeres i nifíos"( 4). Estos ceremonias se prolongaron muchos días mas. Los islefíos, atrn.idos mas pOi' lrt curiosidad que por el pi¡doso deseo de cnmbinr de rclijion, acudiall en tropel a recibir las ai~nas del bautismo. Un villorrio de la. vecina isla de Maetan, cuyos habitantes se negaban a recoi'locer la ::1.11tOl'idal', del reí de ZebÚ, fué incendi,ulo; i se plantó ulla cruz en el lngm' que ántes ocupaban los caserios. l\1ogallanes cxijió del rei (I.e Zeb(~ el jllramclito de fidelidad i sumí· s;on al rei de Espalía, en la misma forma que solían preso tado los castelIallos, esto CS, con tllla espada úesenvt1.illada en la mano i delante l~e lIna imáJcn de la ví,jen. L03 otros seiíores de Irt isla a Sll vez, juraron obediencia nL rei. ~3in emJ.Jt1rgo,todas estas manifestaciones de acatamienlo i de respeto estaban revestidas de cierla esterioridad que ha')ria dado qlle temer a homures ménos resueltos qlle Maga'danes i sus COll1pafíeros. Apesar de la facilillad con que adoplaban la nueva relijioll, los islelías persistían cn rendir cuila a SllS ídolos. Fl1é neccsario qlle Mogallanes curara a un hermano llel príncipe que se hallaba gravemente enrermo, i quc los isleños atribuyeran a milagro del cielo Sil cl.1racion par"- que la rclijion de los europcos cotncnzara a gozar de algun preslíjio ea aquellas ¡slos. (1) l'i¡.mfdto, l'iayqio,lib, rl.--Ikl'l't'ra, ,tt'C, II!, ¡¡h l,I'i1p. lII.El 1'. Clllin en SU 1.,t/;,,}' b'r<!ljdicll, .'[;/lis/críos Ajllls!Ú/;l.'os l~ los oMc/Os 1/" l,~ ('omJllli'¡r!. t1é .ICS/lS ('Jl /"g isllls Fi¡il.i/Hls. lib. 1, ('nI). XIX, l't~. J.l'l'~ '1U" Cl,auc!o '" n,1.du',larlll ~Jif!lH'l LllP"¡' <1" Legasp" 1l1'L~ú a la "la rk ZebÚ eU 15u.3 n a,ell'n¡ l'U ella la '¡,)lIlillHCion l'spaiiola, ]¡u!P¡ ILna imajt'll Ile bulto llel niii 1 .Jc5IlS, i mas tank las í'l'UCt:5 r¡ut: ha. bia levantad I :\Ia~;¡llan('s, J,¡u.; (1U\~ se conselvnban llIil;lglO-;i.ln}{'nt(~ a. ~)c~ar (le los incendios i de t,tra:~ d\:~lfuc(:iow:J r¡ut.: r"~itln' lllUi l·~:_;..:n·· ,.1.mente el piadoso hí.'ll'l'la·llll'. , V l V. ¡) E I'.j .. .~ Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 111 VID.t I VIAJES Los castellanos pnsnron todavía muchos t1ías en la -Íi:ila de Zcuú. Al OI·jente (lo ella, separada solo por un calHrl mui angosto, i casi en frente del puerto donde habia foudcado la escuadrilla, está situada una ida pequclia llamada Mnelan, que habian visitado los soldados dc Magallanes j donde habí[l,ll inccndialto un villorrio porq tiC SllS habiturt. tcs se negaban a reconocer la autoridad del rei aliado. Ef viéri'lcs 20 tic abril recibió el capitan cspedicionario l1l1 mensaje de lino de los seliorcs de em isla, llamado ZuIn. Enviál.mle é~te con uno de sus hijos dos cabras, haciéndole saber que sino le remitia todos los obsequios prometidos no era por fn,lta suya sino por caUiOade otro jefe llamado Silapulapu, que, irritado por el inceildio de uno de sus villorrios, no queria rúconocer la autoridad de los cstWlljeros; pero que si queria mandnr en Sil socorro uno. chalupa con algunos hOlllbres armados, él se comprometía a balir í sojuzgúT a SIl rival. Magallanes no se hizo repetir el mensaje. El espíritu marcial del antiguo soldado de la India Re avcnia mal con Ins dilaciones; i lalvez sentia haber navegado tanto tiempo i haber vi;¡itado países desconocidos sín enconlrar ocasion t.le mcdir sus arlllas í de desplegar los recu rsos dc Sll cnrác~ ter osado i aventurero. Inmediatamentc [armó lo. determinacion de ir n atacarlos en persono. con la jentc de que podia disponer. J nútíles fueron las representaciones que para disuadido le hicieron los suyos i aun el mismo reí de Zebú. El capitan Juan 'Serrano le aconst'jó que no pensase cn aquella jurnada, porquo ademas qllc de ella no sacaría provecho alguno: las naves iban a quedar tan desprovistas de jente que mili pocos hombres podrian tomadas, i por último, que si n pesar de todo persislia en aquella emplesa, no fuesc él mismo sino que onvi[\se a otro en Sil lugar (5). Magallanes no aeepló este consejo: insistió en quc era mo· nester castignr a los rebeldes, i dijo que como buen pastor no pOllia abandonar Sll rebnlio (ti). En la noche de ese mismo dia qucdaron hechos los U¡) llr1'l'rl'll, ¡Jec. lIT, lib. I, {'nI'. (f;) l'igafl'tln, Vi"gg;o, lilJ. 1L IV. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE nCUNANDO DE llfAGAI.UNES. 115 a·prestos ll:\m aqnella cmpresa. Magallalles no pllLlo reuuir mn.s que sesenta hombres armatlos de corazas i tic cascos: 103 dCIIHl.'3 estabnll tod¡wia enfermos a causa de I,)s sufrimientos cOllsigll ¡entes a la prolongada navegacion en el mar Pncíl1co i a la escasez de víveres que habian padecido. A media noche se embarcaron éstos en las chalupas i se dirijeron a la'isla de Mactan. Los seguian el rei tic Zebú, uno de los príncipes de su familia, varios seD:ol'cs de aquella isla í gran cantidad tic hombres armados de picas. Magal1unes se acercó a Maclan ántes de amanecer; i no pudiendo desembarcar su jente a callSll de la baja mal', despachó al comerciante moro a prevenir a los rebeldes que sí queriall reconocer la soberania delrei de EspaD:a, prestar obediencia al rej cristiano de Zebú i pagar los tributos exijid03, lo~ consideraria como amigos; pero que en caso contrario esta. ha dispuesto a castigados con sus armas. Los ¡sleITos no se illlimidaron con estas amenazas. Contestaron al emisario de j'l¡lagnllanes <¡He cUos l:\Inbien eontabun con sus l\l'mas p:tnt dcfender::;e, i <¡Helo único (llle pediau era que 110 se les atacara ue noche . .Eljefe de los ca~teHanos queria embestir inmetlíatamente al villorrio en que dominaban los suubvados. Los con. sejos ucI reí de Zebú lo disuadieron de este propó,ito. Mani. f~5lúle t¡lle los rebeldes habian abierto muchos hoyos, ell los cuales habian clavado gran cantidad de c~(acns agudas para fple los castel/anos sucumbieran en caso de un ataque nocturno, como debia suceder si daban crédito al mensaje del jefe de los islelíos. NlagnlJunes se resolvió nI fin a espera\' el dia para emprende\' el ataque; pero creia tan segura la victoria qne 110 quiso acepta\' el nusilio que le ofrecia el rei de Zchú. Pedia éste que se le dej,.se acometer primero con sus mil hombres, confiado en que si los castellanos lo ayudaban, la victoria era segura. M:tgallancs no consintió en el/o: convencido de que sus soldados bastaban para derrotar a los enemigos, dijo a su aliado que se mantuviese a la cspcL:lativil) viendo solo como se batiau los cllropeos (7)_ (7) lfl'rl'Cl\\, <lec. IlI, lib. ~ XII. 1, cap. JV. -:Haxilllilian~ Transih-,IIlO Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia llG VIDA I VIAJES Al rayar el día 27 de abril de 1521 comenzó el deS6mb:\I"co. A causa de las rows que uOl'lleabal1 la riberu, los castellai10s no pudieron acercarse n tierra, i tuvieron que caminar un uuenlrecho con el ngua hasta la cintura. Alguilos de ellos qnedaron al cuidado de las chalupas, de modo que la diminuta division de Magallalles eSlaba UUIl Illas reducida al pisar In rivera (8). Se preparaban a seguir adelante c\ll\ndo se presentó un cuerpo de indios por UIl flanco. Al momenlo de atacados, se descubrió otro cuerpo por el otro lado; i ánlcs que los castellanos se dividiesen en úos pelotones para acometer a los enemigos, se dejÓ ver un tercer cuerpo por el frenle. DUI'ante media hora, los soldauos de Magallunes sostuvieron el combate mante-niéndose a alguna dístuucin de los islc[¡os, dírijéndoles sus flechas i "n fuego sostenido de mosqtleteria sin causar cutre ellos g-rave mal, pOl'que, l\U nq ue Illuchos fueron heridos, ni las balas ni los dardos les daban la mllcrtc súbita que ellos temian del pOller i de los elementos de gucrra con qne conlaban los estranjeros. Lejos llc intimidarse por los lijerOil daños que recibi,lIl, los islefios, confiauos en la superiorillad de Sll número, volvían a( combate 1)):1.3 atrevillos i furiosos, i lanzauan contra los castellanos nubes de cañas, de varas cndurecidas al fllego i de piedras, dirijíendo princípnlmentc SllS ataques contra Mag<\llanes, [l. quien reconocian perfec. tamente. Deseando éste separarlos o intimidarlos, dispuso que se prendiera fuego n. las cllosas del pueblo vecino. Su órden sc ejecllló en el aclo; pero la visla de la3 llamas no hizo mas que enfurecerlos .• .\lgnnos corrieron al lugar mismo del incendio, i allí mataron a dos castcllanos qlle encontraron separados de los suyos. Antes de mucho tiempo, los isleños notaron que los cs- • trnnjcros eran invulnerables siempre que los golpes que se les dirijinn se estrellaban contra los cascos que cubrían Slls cabezas o las corazas que resgllnrdaban SUB pechos. Pensaron cntónees que dirijicndo sus tiros a Ins piernas de los castellanos habian de hacer mayores estrngos. Magallaue; reci(B) Ilrl'l'cra, ,liCl" en d lll¡;ar citado, '!llC deSelllU'\I'Caron 5.3 110mb,.",: Pig'\f~"tto. asienta (iuC ~ulo flh~n\ll ·llJ. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE UBRNANDO DE MAGALLAEXS. 117 bi6 nn flechazo CIl tina pierna, i se víó obligado n ordenar la retirada. Por dcsgmcíu, su jentc estul.m clesonlenmla: el dll1lCro de los enemigos í el vigor wn qllc r.ol\\lmtían la b\bía a!nnnmlo de tal modo que ya I\U pellsaltu sino en In. fuga. Los callan es, qlle l1alJinl1 quedado cn las chalupa, no podían uyudar a lo, espafíoles a causa de los unjas i arrecifes de la cos!¡¡ quc les illlpediall Ilegur Imst;] el silio lid cambute. l\hgallanes, rodeado dc unos pocos IlOli\brl!s, los mas fieles i atrevidos de sus compafíeros, se retinba siempre combatienllo tenazmente i disputando 1)(\lmo a palmo el terrcno que ahar:do[luhn. Su jcnte c,;l.abu ya en b ribera, con cl nglla )¡usta las rodillas; pero no roclia ganar aun. la':! chulupas i recilJia los dUl'dos i las pellradas de los is- iellos. En medio llel coní1iclo, J\1agallanes nlentalm a los suyos con la pnlahra i el ejcmplo, csponienúo SLlvidr. valientemente. Dos vcceo, lus pedradas de los enemigos perfectamente dirijidas contra Sll persona, hicieron saltar el casco que cuhría su ca'Jcza; pcro su valor no se entibió por eso. Este desigual COlllb,,-leduró cerca de un"- 110m COIlel mismo nnlol'. Un isleiío llegó [\ herir Cll la frentc al capitan de los castcllanos, i aUI1f]llCéste lo traspasÓ con su lanza, perdió su arma que dejó sUll1idu en el cuerpo dc su allversarío. Quiso entóllces desenvainnr SIl esp,llla, pcro este movimiento le [lié imposible porque Sll brazo uerecho estaba tall1bicn herillo. Los encmigos, pcrcibiendo que est(\'.1~.llesanllado, cargaron contra él: UIIOde cllos le dió un go' pe tan reci (1 en la pienm que lo eclló al suelo de cara. IlllllClliulal11cnle se arrojaron sobre él para nltimadu. Cllundo se vió aC08"-do por los enello.igos, se volvió lJ1uchas veces bácia los suyos para ver si podian sal vario; pero esto era imposible. "Como no habia cntre nosotros uno solo quc no estuviese herido, ¡como :10 nos cnconlrálm!l1os en estado de socorrer o de vcngar a nuestro jcneral, dice un tcstigo i actor de ésta fatul jornada, nos preci pitamos Bou!'e flueslras chal upas que estaban a punto ue partir. Nuestra sulvucioll [ué debida a la muerte de nuestro capitun, porquc en el momento Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 118 "IDA I VIAJES en que pereció tallos los islefios corrieron habia caido" (9). al lugar donde La retirada de los compañeros de lHagallanes 110 fué lIIénos peligrosa. El rei dc Zebú, cumpliendo las órdenes t1eljr:ncral, habia sido simple espectador del combate, prc. senciánuolo desde SIlSembarcaciones; i los castellanos qlle habían quedado en las chalupas, creyendo allsilíar a sus compaiieros, rompieron el fuego uc nrlilllcl'Ía cuando e:ltos trataban de embarcarse, causando asi mayor, confusion entre los fujitivos. La jornada costó la vida a ocho casteHanos in cuatro isleITos llUulísados, que seguían de cerca a .l\iagallanes. Uno ue aquellos era Cristóval Rabelo, que deslle algunos días atras mandaba la nave Vict07'ia (10). Oasi todos los castellanos que vol vieron n la escuadra estaban heridos ue resultas de aquel encal'llizado combate. "Así pereció nuestro guia, Iluestra luz i nuestro sosten", escribe el historiador de nuestra espedicion. 1 mas adelallte agrega: "Pero la gloria de Magallanes sobrevivirá a su muerte. Estaba adornauo de todas las virtudes: mostró siempre una constancia incontrastable en medio de las mayores ud I'el'didades. En el mar, se condenaba a las mismas penosas privacioncs que cl resto de la tripulacíon. Versado mas flue ningul1 011'0 cn el conocimiento de las cartas náuticas, poseía perfectamente el arte de In navegacion, como lo pro- l'igafdta, l'if~!JfJ¡O lib. ll.-·E,tos SIlCCoOS han si,!o referid,)s con mas o menos tliver,los por Arg'''nsola, en su lJistori(~ de hs ,110GOlnal'U, Ovíello i 1I"l'l'cra en sus Historias de l¡lS Indias, i :\'Iaximiliano 'l'l'ansilvallo i'n su relacion dd viaje, publicada en ¡taliano en el prinwr volillllc'n de la cell'lJl'C roleccion de It'lmusio, í .m castellallo, en el IV vol. de la cO!I)ccion de :>;avarretc. I le preferid;) sChuir casi ni pie de la Idra la rdaeion de l'igafetta, que merece ¡nol> fe como testigo verídico, aunque no cscento de algullas cxajeraciones. Los histol'Íadores de las islas Filipinas sonjeneralm"nte mui inexa.ctos ni tratar del viaje i de la muertl' de ~Ia"allanes. El padre Colin se limita casi a recorrlar la voluntad divina. "Para 'lue se vea, dice, que no hahia sido elejido de Dios :llagallanes para otl'O descubrimiento ni con<!uistll, 'lue el de Filipinas, permite ,,1 ciclo (lue con bien lijcl'u ocasion, le se'a corta,lo all¡ el hijo de la ,'i,la, i que (¡ueda. sppultal!o ell ella, a'lue1 g"rande /'apitan, como sc'nilla lI,' la j"nerosa planta lid "vanj('lio, í poblac¡oll t'spaiiola que Dios ]Jl'etenúia en estas islas" Lu/'01' cmnjélic,( cte. lib. 1, eap, XIX, páj 115. (!)\ /ldalks !¡/C(l$, (10) ltclaeioll ,le las personas V¿<t!J!iio, lib, 11. <jllC perc('ieron en la i'seuadrv,--l'i¡n- f,'Ha, Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE llEn:iANDO DE DUGAI.I.ANES. 119 bó dando la primern. vuelta al mu ndo, lo que nadie álltcs qllc él habjn intentado" (11). POI' grandes que setll1los conocimientos n állticos dcl marino portuges, i las virtudes quc le atribuya Pigafctla, que Ilizo con él aquclla célebre espcdicion, el rnzgo distintivo de su cnníctcr es la conviccion profunda con q uc concibió sus proyectos i la firmesf.t con quc supo lIcvados a cabo. En .lHagallaIles se encontmuan reunidas las prcndns quc distinguen a los hombres de verdadero jenio, alta intelijcncia para concebir, constancia para realizar su pensnmiento i cneljia para vencer las dificultades que encontraba en su camino. fi'lngallnnes fllé tan firme i tenaz en SllS negociaciones con la cone de Espnña pnm empeñada en Sil empresa, como valiente i decidido delante del peligro en las tempestades del mal' i en las borrascas que bs suscitaron SllS compafieros (12). Los castellanos, privados Mí de su jefe, tuvieron todavía el sentimiento <.leno podcr dar sepultura a su cadáver. El rei de Zebú, de acuerdo con los espaíToles, mandó decir a los sllulevallos de Maclan, que si <¡ucrian entregar el cucrpo de Magallnnes, los estraujcros les darían la cantidad que pidieran de ae¡ucllu3 Illercaderíns quc llevaban en sus lIllVes. (U) Pigafdta, Viaggio, lib. rL-Magallanes no akan7.6 a dar In \'ue/ta al mundo en su eéld.>rc viaje; p"ro en su juv'~lltud habia ]Jt'gaelo a Malaea por el cubo de Buena ESlll'ran7.a, i en su última esp"elicioll, la muerte lo sorpreOllió "n los mares elel Asia, a poca tlistuncia de los lugares (Jue rectJJ'J'ian los portugueses, (12) Los escritores portu¡:(lleses que han tratado tle esta ('élebrc cspedicion, no hnn disimulado su eneono, ni hall escaseatlo su censura contra iVIagallanes, aeusándolo particularmente de deslealtad para con el rei de Portugal por haber hecho su viaj" al servicio del rei de España. El historiador Ju:m de Burros, superior muchas veces a ¡al; preocupaciones de su sigln, parece crecl', como los diplomáticos del rei don Manuel, que toda empresa r¡ue redundara el1 provecho deull cslr:1110 era un jlN,juirio Jlam el soherano de Portugal. Su pri'(lispo~i. ('ion contra Magullan!'s, a pesar de reconoe, de su gt'Un nll\,';to <l" lHlVt'¡:!allte j de ~oldatlo, s.~ deja trnslucir en ('ada una de la~ pocas pújinlls IJIlC ha consngrado n tan ('(>1,,111'(' \'¡aje, Este mismo sl'ntimit'nto l'espira .• los L'scl'itus <le otros hist0riadoJ'es (le lni'nos t'lev:l('ion r¡llc Barros. (';¡!Il(\C'US misrno, tan Hthnirador <-1(' In;:; hClll\IIt,(>s d('" v('rdndero medtu ('omo L'nl'lni¡ro <le lo~ cortesanos, haula de la dl'slt·altal de !Ha¡:(allanes ('n ((H'lllilloS demasiado duros, a punto (],> dccir '111(' ('ra inrlit:no de haber nacido P0l'tugues, En las J.II iSÍ/l(lw , ('anto 10 ellcon11';111:('.:;: "O !\Iagalliues, no feito con veldatk I'ortuguez, por~m lIao na lealdad,'" Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 120 VI DA I VIAJES Los vencedores, enorgullecidos con tan reílido i complelo triunfo, respondieron que nuda podría reducidos a de¡¡hacerse del cadáver (le Ull homure como el j\lfe dc los cnstcllanos, i quc ellos quedan guunlarlo como un monUIllcnto de Sll victorin. Por I1lns ultrajantc que fuera t:sta respuesta pnrn.los clHopeos, ellos tuvieron que resignurse a esta IlUC' \"(\h 1I1ll illacioll. --_IIl1lllIllJ~ _ Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia L\ rl'i'ULO .\. ::\ccclos ,le 105 rast<-llu:IO,; <le,pues ,le la lIltlCI't.' t11~ ;11a":..tila;l(·ti , - :,ntra d rei d" ZdJ"¡ ,~t1 In r.)mplo: e,u'ra dlos,- \[-¡la'l7.l del l.' de m'n'o d.,' 1;3~1.--T,,'na d mnn.l" de la C,;cuJlII'illa .J uan Cill',IU:llIo,-~;e retira L1,' la isla de Zl'l111, dejando abandona·)o a Juan ~;,,_ ¡'I'anO, -Destruye la nao COllcc)"Í'ln en la isla d,~ Bo:.o!' - \,i,;ta varias islas i es dcplles~O d01 ll11n;lo, --L1I'[~an los e~ ,t<'lI::l105 a 1115 ilTolucas,~Tr¡Íjieo un de FI'U:wis('o Serra'lo, Los r,'.)'('s d" a'llll'lIas islas rcronoc:en la autoridud dd 1'<'; de Espaiia.-Ln Vir'lo!'i,,- ,In la vuelta a Europa. - T'ad"eimi,'ntos d,' la n~Yc;;aei()j1. - Los P0IÚI!!Ul'se, le tornan trl'(:e llO'nbrcs <le Sll tril'uhcion ('n las ;slas 11" Cabu VerIJ".---Al'l'ibo a ""villa. Premios eonrellitlos ]lOI' el rp;'a S,'ba,j ian ,h~Eleano.-Conelusil,n, Desplles de In. muerte de Mngnllnnús, Sll;l compaíicro.; solo prcsintieron desgmcias en el porV'enir de la cspedicio;l. Los espaiíoles que hnhian tlesemunrcado C,l Zehú pnra negociar sus mcrcaderías, se apresuraron n volvcr u bordo, tcmiéndolo todo de los indíjcnas rcbclados. Fall¡índole" el jcfe que hasta cntúllces los IHlllin. d¡rijido cOlí tanto acicrlo, los castcllanos se pllsicrOli bajo elnlrtndo de J uall Sl~rrano i Dunrtc íJaruosa (i) quc, corno S~3'UllUOS Jc ?lngallnilcs, habirtn manifestado las dotcs de capitanes cspcrimclltados. La situarion de los cO:l1pafieros de :iJa;-all".llcS [';11 aquellas islns eomcnz:lba a ser mui <ulg-mlinda. El prcslijio de invencibles de fjllC h:thi:lil eslaJo rcdeadoil (;/1 [os primcros dias, se llllbia perdido completUIl1C;11e. :\:iiraban con recdo a sns propios aliado:;, i temi,lIl a cada momcnto [literas (11 Pi:~'f('d,n. líi). JI.-- G;¡narJ, l/hlo,'¡" d .. {¡¡S I/ltli:rs, (';1). ,\('l[ f·(l. tI,· :\ll):)~\'l~'dl' 15-3L--GrJ:1UI';t die;.. (':1 ('~~ 1 P:l1'(p (1IIt: ~~i!l'h(l~a era ~.ll'n;·O d0 ~.;c::rf1UailPS. ~:)n{u~!~lil':l.:fJn a'iu;'1 con ~;:l ¡ndrp. Di0t.{O BHJ'lJosa que ];:¡bl[l qUt'dn(¡o ,'n >.•...·nlla. ~lltiu 12ó, V. IV. DE ni. 1/; Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia t~2 "IDA 1 nAJE S dificultades i nuevos descalabros. En efecto, los reyezuelo;! enemigos del rei de Zeoú estaban reunidos CII b. isla de l\1actan i le haciau lo. amenaza tic malaria i deSlmir sus tierras si no tomaba las armas para acabar con los castellanos i <[uitades sus naves (2). Tu! vez \'í\cílí\ba aque! jefe álltes de'tomar parte el1 el complot a que se le convidaba, cuando Ull accidente inesperado vino a determinado a obrar . .El esclavo de ~.lngaIfulles, qne había serviJo tic intérprete de la cspedicion, se creyó desligado de toda obediencia 11espllcs de la muerte de Sil amo; pero habiendo recibido 111<\108 tratamieIltos del capitan 13arbosa, que como (Icudo de .l\1ag~llanes había tomado la administracjoll de sus i.Jielle~, detel"lllinó \'engarse de los castellanos. Parn conse.~ujr SlI ohjeto .. refirió al reí de Zebú que los europeos habían abrigado el propósito de atuenrlo a él, npresarlo ¡llevado caulivo en sus navcs (~). E~le [¡¡:I:;;otlcllullcio prOllujo el cf.::cto que se deseaba. El reí de Zeuú se determinó (\ hacer 10 c¡Ile se le ped ia. De antemano había ofrecido a lo::;castellanos uiH\ valiosa joya que debía ser prcsenlada al reí dc Ca~liJla en seua! de vasallaje. A prelesto de enlregnrles esa joya, el rci de Zebú convidó a comer en tierra a los capitanes Bnrbosa i Scrrano, cncnrgándolcs que asistiesen en compai1ía de los pilotos i demns personns nOlables de la escuadrilla. DlIarte Barbosa no vaciló un instante en aceptar la invitacíon que se le hacia. No así Jllan Serrano, que lemiendo alguna acechanza, creía que la prudencia le aconsejaba no bajar a tierra. Fuéle forzoso ncceder 11 las instancias de Sil companero deseanuo c¡ue 110 se nchacase n lemor Sil negati va. En la mafíanlt del J.o de mayo desembarcaron ámhos jefes acompaílat1os de veintisiete pcrsonns, entre tus cuales figuraban Luis Alfonso de Gois, marino porlllg-ues, qu e uesde la }¡werte de MnJullnnes uescmpeíia.bn el cargo de cnpitall de la nao Vié'lol'ia, el hábil piloto Allllrcs de Sall1 le) JklTl'j';],I1.'r'.lII,lil>.l,(,:lp. JX.--nnlT"3,J(;~·. J[f,liiJ. Y,cap.X. 131 D,' '¡;ll,,¡<,ioa tI" ::;I'IJas~i"n ,:e Lk¡¡no l'a la instrul'l'ion lV\'ulltad'l "1\ 1522.- ¡"i¡:lfdta, Jil.!. ·ti. - .\faximilinll" Tl'JIl:,ih':mo, R (-!;¡t"Í 011, ~ Xl 11. - G(~nl~trn, ¡: i<. ('(Jp. XCI [,- O\'ictlo, 11Ú,!orÚt de las J"dias part 11, lib. ~,>.,(,Jl'. 11. 1 Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE p.Cn:-<A:'ODO Dl:. )iAL.U,L.\:\E.,. 1~c. jiJarlin, los escribal\os Si\ncl~o de Lcrcdí:l i 'Lnn de EL:pcletn i cl clérigo Pedro dc '¡'ahtcrr':lll(l. El re; dc hcb¡, los e~rcrnuu en la ribc,'n I'od~atlo de ,,1!~l¡;lOS Il)n~b:-e;, de Sll sequito. COtl(,Gjúios a nil ];0>'1:10 de pu{¡ncr,.s donde tcnia prepunH:u l[l, comiJn con C]tle ti¡;j;¡~ CJEC(jll'UrlOS; pero {(la luego como se scn!nrOi1 se vieron acometí,;::!> do Iodos 1ados por Ull illlrcilso llÚ¡;¡Cro de isicho", ':'oda rosis:c:1Cin. fui: imposible: la fU;'i3 de lo.s ag;'cso;'cs i su nÚ;;Jc],o considerable decidieron Sll lr¡un;o deslle el P;i¡;lCI' mon:elllo: tOllos los cnslelbr.os fll~roll o.scsir.udvs lll':l\:~1G.numcnte, Solo se rcspc;ó Lt \'ida lid cnpitutl [Jcrrilno Fr ([uicn los isIeílos tenían i1L1Y01' estimucÍon. En la esclladrilIn, entre tanto, no ~~ le;¡in ¡lc:licin alguna (lo lo que ocurría en tierra; pcro CII lJl'c\'c l!c~a::J¡l a las nn. ves dos de los compaiicros de Sel'm:1O, ((lÚl~e~, desjJ,:es de ¡laber desembarcado, se separaron dc J.::¡" s:;:;'o:::; Sospc:dlrll1do que se Ics tend:n ulla reta(la, Era ~l:JO (lc C~lC3 el piloto porlugues Juan CumlJH!lo, n C¡:¡;¡:ll pr su rosician corresponllia el I11Ul)[;O tic la cscuadriiL: l'Jr ~altL~(13 2arl.:usa i de Serrallo. Camktl:o mundó illl;lcdirllrli:le::la (~lC las naves ea acercasen n la riucra i que la artillería rom,)!cse el (llCgO sl;brc el pueblo \'cci ¡¡o , Lo.> i,,¡erres no se asustaron por esto. Foc::JG i:lsla:Hes despues se prcSClllll'On en la playa en CO:1;iJ:,';J tro¡,cl r,rrastrr¡¡¡¡Jo cOlloigo al illí'diz LiclTano herido i ;naáltal:o. DC.3(fc allí pedia a los SUYOil que Sllspclldiem:l todo n·;;rJ de hostilidad p0/,(ll1e radia co~lllrIe la viún, i (: llJ to rcscnlamll de l"s nlanos dc sus nprehollwres obs~q ~1;ándo.eJ nJganrrs el:; lag mercnderías q:1C quedaballl\ bordo. 'l'odo llli; Cn VUiIO: C(].rnunllo temía una Tluc\'n tml:m i 1;0 pensub:t mas ljlle cn abundonar aqnellas islas. "J unn Serrnno, dice llll le~tigo ocular, cOl.tinuuDu implornl1l:o la ;Jicd<ld (:.~ su cOl:1padl'e (Camballo), diciendo C]ue se;'ir_ n"esii::',(:O LI1 el ::1omC:1to en que nos (;'l~~cmGSn la. vela;) ";("ll;O q~lesllS (luejas cmll inútiles, COlIlCnZJ u llllcer imprecac;ones 1 l'Ot'ubu u Dios <¡(le cllJi:1 del jui:;io finnl pil;iese cuenta de su nJma n. Junn de Cari1.lJallo Sll cO'11pndre. Fero ~10 se le csn'chó¡ i partimos siliquc despues hnyan~os teni<.1o iJo,icia nJ¿;lllla de SLl vídl'. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 12J \"IDA 1 VL\JES de su muerte." En el momento de salir del pncrto, los cnstella:ios oyeron una grnn gritería, i supusieron que los isIerros acababan de dar muerte al infeliz Serrano \4:. La escuadrilla espcdiciollnria siguió su viaje i llegó a la isb de llohol. Como su jentc estaba reducida a solo ciento quince hombres, que no has([lhan I1m'a la maniobra de las trcs naves, acordaron quemar la nao COJ/cepcion, 'lile era la IU[lSviej~ e inútil de todas ellas. 'rocaron en \'arins islas de aqucllos archipiélagos proveyéndose de víveres j haciendo tratos con su reyeznelos; i el 8 de julio llegaron a la isla de llorneo, uOlllle fueron recibidos amigablemellte. El historia(lor de la e'lpediciall refierc con gran prolijidad las conferencias quc los caslellnnos tuvieron con el rei dc nquc. Bu isla [11 travé" <.leuna especie de reja, pum celebmr la paz i cambiar los presentes. A pesar de esto, los c[lstellanos temieron que tras de aquella aparente benevolencia se ocultase el pensamienle ue alacarlos. Esta sospecha se corroboró COll 1\11 suceso inesperado. En la mUllana del 29 de julio deroll acercarse a la escuadrilb \lna gran canlidru! de pirngllns quc navegaball n loda prisa. TemÍenuo ser afacados, los espedicionarios se dieron inmediatamente a la \"ela, pero entóllces 1101 [\ron que ocho juncos, o embarcaciones lI1ayores, se habían co¡ocudo de(rl\s de sus naves, como si se tratara de atacar!as por tOLlosIa.dos. "N ueslro primer cuidado, dice el historiador de la espedicioi1, fué deselllbnraznrnos de (os juncos, contra los cuales hicimos fuego de tal suerte que matamos muchJ. jente. Cuatro de ellos cayeron en nuestro poder; los otros cuatro se salvuron yendo t\ encnllar n tierra. En uno de ellos estnba el hijo del reí de la isla de Luzon, que cm capilan jenernl del reí de llorneo, í acababa de conquislar con estos juncos una isla l/:lmada Laon." A pesar de que J W\Il Cnrauallo dejaba en tierra a un hijo suyo Í otros dos espaí101es que habían desembarcado par[l negociar con los isleiíos, i a quienes habria podido c[lnjear con el hijo del reí dG Luzon, cometió la torpeza de d[lr I¡llerlad a é~te el~ O 1\) l'i'::lfett;;; li1>. 11 1h'rr,"·~" lit·C. 111, \il) -;.[axil\1iliallO Tr.:nsil\'~ll(), ? XlII i XIY.--· 1, <'''1'- IX. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE HE.n.~A~DO DE i\tAG.\LLA~~S. 1:1·~~ ~a\\1hio dc algun 01'0. InÚtil,es fueron las jestíoncs que des;)UCS de e~lo hizo Caraballo para oo:cll<lr el rercate de Sll ¡lijo i dú SUd compuíleros. Al fÍ11,se •.i6 obligado a darsc II ¡a "da, llC\"<\lldo ~oEsigo diez i seis hombres i tres mujeres npresudos en los juncos (5). L::s llaves ca,;tel1Ulllls, sin cluburgo, no estaba'l en est"do de seguir SlI viaje. Una tempestad que sufrieron en la COStl~ de Borneo, las obligo a abrigarse en un pucno despoblado parn hacer en eUas algunas reparaciones. Al f:alir de Hllí, los castellnnos quitaron el mando a Caraballo i lo dividierou entre dos personas de las mas distingullbs de la escuadrilla, El mando de la 1í'inidad fué confiado a Gonzalo GOll1ez de Espinosa, i el de la Victoria [l Junll Seb¡¡stian úe Elcano, hidalgo vizcaino, que estaba deslillado a llevar a cubo ~a empresa de IvJngallanes. Anbos capitanes pensaban solo en llegar cuanto ántc3 alas islas Molllcas, de las cuules SCgULlsus cálculos i segnn las .1Oticins <¡ue habían recibido, no POÚiUll distar IllllCI10. Les castellanos seguiall SlI viaje por entre las numerosas islaE. de u(lucl!as ,archipiélHgos, i encontral.H\n con frecnencia alguna;:: cm· l)arCllCiolles que se ocupaban en hi\Cer el comercio. En algunas de esas naves que apresaron, enconlraron pilotos práclicos en la nnvegacion de aquellos wares, (ltlC [cs sir· vieron de gllÍa, 110 siempre ficles es verdad, para llegar hasta las islus Molucas. El G de novicmbre divisaron a lo Jéjos cuntro isbs, que se levantaban como a catorce lcgllas hácia el Oriente. "BI piloto que /los guinba, dice el lIi;¡[u, rindor de In espedicion, nos dijo qlte eran las :slas ~\lolucns, J)im08 gracias n Oios; i en serral de ~lueslro regocijo, hicijl10S una descarga de loda la artillería. Nadie se sorprcude. ní de la alegría que esperimcll(alllos a la visla de csl~l:;islas cnando se col'sidere que :w.cjn veinti~ietc meses ménos l~a;; dias que l'ccolrínmos los l:-Jares i que halJiUllws visilauo l!ill'. Illfinidad de idas buscando sie'rlpi"c las ¡;;olllcas." El "iér. Hes B de novie'11ure, Ires lloras ántes de poncr;;c el fiol, f..;) ¡>ig~fdi.3, lib. Ill.--IJeaera, De". lIr, lib. [, (':\J. X.-- ')¡u,io ,¡" .\.l\)().-lJeclal'<tliou,'~ tomadas en Sevilla el! el T)\'Oíl'SU lle octllbl'~ de J.[;22 ... Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia ¡:::G YID.\ ¡ nA.TES la esclIal1rilla fondeó en el puerto de la i~ln de Titlor. De2d~ lncbo, !os cnstel!anos entraron cn negocinciolles eOIl el rcide nqllcUa isla. 'Permitíóles éste que desembal'cnnlll i ))(,;;oc:1\I'nn SllS II1cl'cnderí¡ls. Cnllluiárouse valiosos prcscntes dc una ¡otra partc: los cl\stcJ!allos dabnn su" telas, pililos isedcl'íns, i rccilJiall CIl rctomo clavos de olur, !lueces mosc[uhs i olms e~pccics Cll grande abundancia. Allí SUPICI"OlI que Francisco SerrallO, cl nmi;ko i compailcl'O d0 ~1a6il!bIiC3, que io In',)ia il\~tigado a emprender su célebre cspedicioll, habia 1l11ICnO (~lI\'en~nadll ocho mcses ¿rIfes ell aquella misma ¡;:;la. E~tnblccido desde muellOS aITos airas ell la ida dc 1'emnte, Serrano habia llega. do u ,;~r jcnc:aií,imJ de la~ 'ropas del rci de ella, i Ilabia clllprelldil:O llil1l C:ll1JpilfLa co!urn e[ rei d~ '1'idur, cn qlle hnbia (Inrda:!a victor¡o3o. Su cnemigo, no olvidó 1I\l!lCa Sll tlerratn i i muchos aITos d~splles, n. principios dl3 1521, !lr.bicwlo pn;:;atlu Srrrnno a edla i~ln, [lié envenenado por traiciono De e~le lIlodo, los dos soldados pOrlugdcses que despues d~ J¡'lber mili!nt.!o jUlIlos en [a India í "i,,¡lUclo uquc!!os marc.,;, habían mantcnido corre~pelluené\[l pura rcunirse por c:¡¡ninoJ llcsconocitl:.Js en la;; célebres islas de ht e.3pecerin, lI1l11'i~rOIl Cl\~i a un mismo tiempo, cuando estabnn a plllllO dú reunirse, i realizar así Lts u.:,;pimcíonco:!llc Illuchos aiIo~. Los reyes de las isla" vecinas fueroti con los ca~l.ellanos igua[mcllte obsequiados que el de Tídor. COIllO los portugueses, que comcnzaban a navegar en aquellos ll1ures, les hubieran dudo Illal tf'(ttl\lIliel1to, todos eHod se apreslll'aron a reconocer la antoriJad L1el rei ([e Uas¡illa, a recibir la relijion cristiana. i a obse(luiar a los recieu venidos. Los espaIToles ear:;rarOll SllS naves con las valiosai3 producciones de tlr¡uellas ¡sI,,::, i recojierou aves de diversas especies para llev'\I'bs a Espaoa COIIIO muestra de Sll;! riquczas (6). A mediados de dicicmbre eslu\'o todo dii3pucslo para ue (6) Estrado tom~,(¡opOI uulI J. ll. ::\Iuiio7. ,lc lu, 1'1C('S ",,('l1a.; pUl' los ca5telluu", COIl los !'l'I'C, de las ¡"las l\lolucas. I'II lu colec('i"n ti", Muñoz, en lu Bi"ljo~,'c:, el';;lu ¡"al Aeaú, mía ¡J" la )Jistol'ja el ••• :\l¡¡clt·j¡l. El ol'ijinal existe Cll Sevilla, l'll el al'('}¡i\'u ele 11ll1,a:i.-.\luxlllllllano Trau:;il\'ullo, ~ XlX.-l'i;;ufdt<1, Jiu. 111. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE 17ER'L~:iDO DE. )UG.U.!.AE:'\'5. 121 de los c;;peuictol1nrio:3. ct~lc:'¡nll é,tos vol\'cr a __ ~"p~ula n anuncia:' Sli3 dcscll.uri1l1ie~ll():; i ID, 1::).t03 que :wuia.n cel.,l.Jrr1.d~ CJil lo:> reyezuelo3 de b" isln3 ~lo¡Ul;n'}j pero cuando tralar.m de ~~tl;r~ldp::~:':o, :-~~JllGC:~l"(iI! CO¡I jeneml se¡¡lírnicl1l0 <¡tle la nao 'j''';llE:!,d, quc hacia de capitana, C3la.ba. cS:l'cpca~b. C~1ln ,¡;¡iU,¡ í rcr.::,ia. Ltnta ng-ll;l. (]\Ie era impo3il.Jtc cOlltinuar el \'injc eo:: ella, '~' ..a::1;·on de remediar el rnal, i ea:6nceG C0I10C;C¡'C:l <¡::o cm Ilcce~ar¡(l uC2cargar In. na\'c pa:'Ll cé\rc:1ar~n, Si!1 c:nb:r~o, la il1lpacic:,cía de 103 cns:e!bno3 era tal ciue 1:0 pu::ia:¡ rC2:Jnan;c n. tina demora de. tn;3 IlWSC~, Aco:'d:t:'on on e;tc moli\'o quc la naa Victo.,~rt; unjo el mando tlc J lHl1l Sr:1)u:;tiuu (\l: f'l marcha E!cuno, p[\:~icr~ i¡lJl1CtE"tu~::e::te I[ev;::;~:a ;:',8 cO::ltlllica- CiO::C8 para el rei i bs 1:, c:'c:!de;';r,s r;::~ r::d¡:;:'a ClIl'ipr. L~l olm lHn-C, la Trin?:~:: .l., :.Jd):a t;llcd:::'J:) cn ':':dn el tiC¡:1j1a neCeErtrÍO rar~ Ctlrc:;a~'!n, 'rcrnlinada ~5!n CpCi·~·.(':~:)l1, debía esla nnve <.~Í!·íjjrz,;r~ Pt~Ba:-:':ápnra r~~TdUr d~~de ~1Uí~u car- ga n. Bspnuit (7). La JlictOl'ic) en ef~cto, eali;) de r;:'it!or d SI f.3 di:;¡cml)l'~ de 1521, 1l0\'undo sesenta IlOmb'es lb t:ipt:bc::;n, trece de los clir.les cmn !;u:lII'r.!cs t!c nr¡l:d~a ¡~Ia (ti), Las cU3teltanos lUcnrOll todrvía en ul¡jI¡¡;nS islas en qL:e 53 provcyeron dc pilllicllln, mndcr:¡ (;c s6.lIua;w i cn:;ela, i s'J'llic:OI1 úespaee ellllíJlllO Ulll1ino r¡t:G !!c\'[\L;m le:; P¡'t::~;ueSC3 en sus vínjcs n la Indi:t. l,10!e~l;lro/l103al;o la3 lS:)J:;~stadcs en b costa de Arrica e í~l!almellle la escasez dc \';V ;'C8; p(;ro er¡1, lDol su vcllcmcncin, por \'ul',,~1' n EJll;¡ih ,¡{¡c l~O (li¡:cieron acercarse n :;":ozmnuiquc n ref¡'Ci3WI' sus Vovi;;iJnes. Q.,!ince de los iildidtl¡ws de In tripulncioll falkc:ci'Ol\ ullmnle este viaje. Por fc.lrlunl1., b3 pennlitlnJe5 ll0 te:> c$plorutlore~ (i) :,rux.¡n,iU~.ulO TI'Jn~jh'a::o, g x.x,- ..pj8'~:rl·t~;1,l:~J. !{',"Y¡jll¡';~ la l{HSii'((cio,llX. {Bl.Pi~ar,tf.a, li:l. rIl. -G(~1:1~1'í1,(\1tl.~~CY1Ii.- D. ~'·rtl\'tinFel'nant.!t'z d~ ;\avuL'ct'~, el (-t'1....:LI\' ('uk{'~(}l'de (!II(;Uillla~(h ~;(J ;¡-",,' h:i VL.lit'S l,t' Ins CS;):.l11(;[:'3 ('[1 !os Rjgll)~; X\' t XV~. d:cc eil Un,-l "(Jlt1 ~()Uei~ hi(l~ grá~iea de SebasUJn de EicilllO, {lllbliet:da cn la CU:I~Lf. jo,t elf' clOcal/lcnto.>; 11r-T!' . .ia. hi~lur¡(/., de ¡':s;:(,¡w, t01Jl. 1, }J~j. :¿~i. t¡l!~ hi jl:'1) ri:ioi";'" ;';JliIJ ,le fIdo\' ,:1 ~l ,l" abnl ti" 1522, El l1\islI1o ('1'1'01' :li1 sido n'Jlt'ti"o ell la lJlogl'd¡;a do.: '::1c;lIlU, llada a Il¡Z en el tomo \'1 l <le 1<1 -"Ol"'f!l'~ jJio!),'ul'hic !)";¡cm!,', p¡u';" , HJi;.). Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 12& "lOA 1 VIAJES llegaban n su término. El ] 8 dc mayo avistaron la cslrcmidad mcriuional del Afríca; i doulnndo ~l1atro dias lles' pucs el Cabo de Buena Espcranza, puuiel'On lll\vegar con mas felicidad i por mures Illas conocidos. A principios de julío sc hallu[;a la Victoria colocada cntre el continente africano, quc tenia a:su derecha, i las is/ns de Cabo rcrdc, que se levantaban a su izquierda. Ln. e~cascz de vívercs em cntónces cstrcl1Iadn. "Ern. (¡d nucstra miscria, cscribe el historiador de la espeuicioll, ljlle si cl ciclo 110 nos hlllJicse conccdido un tiempo favorable todos llUuriumos muerto ue hambre. El 9 de julio avistamos lus islas de Cabo Yerde, i fuimos a fomlear [\ la quc Hen\ el nomulc dc SUllllngo. Cómo sabíamos que nos 1H\llabamos en ticrra enemiga i que no se dejaria de concebir sospechas contra nosotros, tuvimos In precaucion de mandar decir, pOI: medio de los que tripulaban la la1lchu que enviamos a tierm pura hacer pro\'ision de víveres, que nuestrn arribada a aq uel pt:erto era forzosa n causa de habérsenos roto nues' tro mástil de lrinqucfc, al pasar In línea e1luinoccial, i que 110 tcníamos bastante jentc parn componerloj nlludímos que el capitnn jeneral habia continuado su rumbo hácin Espní1a con dos naos mas. En fin, les hublamos de modo que ·creyescn que veníamos de lu costa tle América i no del Cabo de Buena Esperanza. Ellos lo creyeron así, i nos enviaron dos veces la lancha llena de arroz en cambio de llucslms mercaderías. "Habiendo Inundado a tierra por tercera vez la c1mlupa con trcce hombrcs para cargarla de provj~iones, notamos que In detenían, i segun los movimientos que ernpezabun a hacer algunas curabelus, sospechamos que querían tamiJicn upresur lluestra nao, lo que nos determinó II huccrnos a In. vela al momento. Supimos lucgl' que el Inotivo de haber apresado la laocha em porquc U110 de los marineros que la tripulnbun, Imbia descubierto nuestro secreto, CODo tnndo todo cuanto nos pasó, i aíTndic.ouo que nuc"tra Ilao em la única de la anmu)a de MngalIanes que regres~lua a F,\lropa" (9). Forzoso les f\lé darse a la \'ela precipitada \<)) 1'igafettu, ti u. 1\'. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 1Jl>1rr.I(.';.\.'\DO para. :11CJ;~e cvita: J:?9 Di:: XAUALI..\~ES, el peligro de quclÍar pri~ionc ¡Ir. '03 loG r)Orlugl~c8es. Dmante ::;11 pcrmal.t'H:i,~ en al]udla isln, 103 cas:elbnu3 quisiero'l comp¡'o1J:lr la cxactitud dc las diarios lle l~av~g-(~ t:Íon ql~~ lwhi::illlcvatlo las pilolos, ".IIicimos pr:lgulltar Cll tierra, Llice l)jgafet!:~, que día de la semallucm~I~llel.Se 110S cor:tcsté que era juflves, lo que nos sorpr~ndió, POi'qUC s2~un nuestros llinrios, cslaballlOs ~1l l1liÓrcoles. ~\o pOlliapcrwad:l'lLOs l.ue nos illluieramos enga['Íé\Llo en un dirt. Yo me sorpt'endí mas que los otros, porque lmuielldo cstado siempre cu !JIICllU salud para escribir mi di:\rio, I¡abitt 1l1OS seí'íalado los dias de la SCllH\lH\ i las fechas sin intcrrupciun delll1cs" (10). Los Últimos dias de Ilavcgat:ioll de la I\[W Vich-ria fueron completamente fdiccs. Favorecidos por los vieiltos, [os castellanos avisturon las costas de Espaí'ía el t1 de seticmbrc, i dos días despL!cs entmron ell Irt bahía de :3an LÚcar de Barrameda. Tres ailos ántcs hauian salido de cóe 1l1ismo puerto las cinco ¡Htves I[UC IlHtndaba :;~ugalla.lcs; i UlllL sola volvia a Espaí'ía despues de haber realizUlJ:¡ tun ct:le· bre cspedicion. Ce los 235 hombres que se hicieron a la veb el 20 de sClicl:lbrc de 151U, solo volvi::n diez ¡ocho i aun eslos flneos La mislrltl. nao : cllfélnnos. Imbirt salido de las Ho[ucas con srsellla ]rtcioil, dcjaba doce en las islas dc Cabo Victoria q uc hOlnbrcs de tripuV cnle, pri~iollcros de los portugueses, i los otros, dice Piga[ella, ~e liabian fugado en la isla ,le 'finJOr, otros habiall siJo condcnados a muerte por divcrsos crímcncs, ¡otros finalmclllc habiun perecido dc hamb:·c. Dc Elcano no se demoró muchos San LÚcur. El [(mcs 8 de setiel1lure, dias Cll cl pucrto de la nao Victoria fné a fondear cercadel muelle de Sevilla, anullciando su arribo con unu salva je:lcrul de artillería. (ll) El díu ~:gu¡etJle, los castellanos sendos cirios bajaron a tierra en _a mano, (10) Vl;nSL' la n/lS/? uriOl1 nÚm. X. (11) V.;as" la Ill/sLr'~cir;H IlOIlIl. XI Y. 1 V. VE M. en camisa prtra i dcsl:alzos, ir n visitar la islcsia COIl lit; I ¡' Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 1.jO YIDA nncstra 1 YI.\JES i la dc Sanla seilorn de la Victoria tigua, como habian peligro. promctido hacerla ;\laria la An- ell los IllOlllcntos de La noticia dd ~ríbo de la nao Victoria dc~puc,., de haber dado lIna vuclta al rededor dclllllltHlo, sc estcndió rápidalllclJtc por todn Espaila. De Elcano se habia apresurado n COlllllllic¡¡r al reí el resultado de SIl viajc dcsde S;\Il Lúcal' de Barralllcda; Alemania por talllo i Cárlos V , ouc acabaha '1 de Ile!.!ar do ,. para castigar a los cOllluneros rcbeldc3, í que se hallaba rodeado de atenciones, contestó SlI mensilje eOIl fecha dc 13 de selielllllrc. En su e:\I'13, el rei sc fel¡citall:\ del regresQ de lllla de las naves lle ilt¡Uc\t.¡ célebre cspedicion, i manifestaba al afortunado cap¡tan sus deseos de ad'luirir nOlicias acer.:a plorado~. "1 porque yo IIlC quiero de los paí~es r~cien esi¡¡funnar de va" lbcia, Jlllli parlíclIbnllellle del viaje (!lle haheis hecho i de lo ell él sucedido, \·os mando que luego que esta veai,:, lomeis dos persollas de las que han vellldo con ,-os, las mas cuerdas i de Illrjor rnZOIJ, i os parlais e vengais COll ellos donde yo eSlll\icrc, que con esle correo escribo il 103 oficiales de la (;a~a de Cuntrntacion de Illdias que os yistan-¡ prove:lll de lodo lo necesario a vos i a las dichas d03 per- sonas" (12). su Una de las personas visila al clllperndor fella, Sevilla, el célebre historiador dice éste, la ¡mcra nwjes/ad que acompafí[wJfl a de Elcano en fllé el caballero Antonio de Piga. de la espedicioa. yo fuí a ValladoliJ, de don Cárlos, "Salienllo donde prcsenté no el oro ni la plata, de a sino cosas que a su~ ojos eran Illucho lilas prec¡osns. Le ofrecí, entre 011'0;:; ohjclu~, UIl libro e~cr¡to por mi mano, en que lija por dja baIlía apuntado lodo lo qlle nos había ocurrido durallte el viaje." Dcspues llIgal parn 'hacer al reí don ses que acabaiJ:t de \'isitar. de hizo igual re/acioll ala rcjcntc del reino; de esto, Pi2;nfeun la descripcion J uall pasó ti Porde los pai- En segllida fué a Francia, donIlladre de Frnnci3co 1, eatónces i por último, pasó aIlo.lia, donde dió de (12¡ ('~n!.a clC' C:l~·ln~ v a. ~t'h:l:".i.ian rll' El(':l!!I). puhJir;;d¿l ('11 L..l ('0/c"cio" tic tI'J['lu¡wnl's :nc'¡titus ¡)(1m la ¡,is/orir! 11"L'l'rula, tOI" !, l'<Íj, 217. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE :lEnXANDO 131 DE l\IAG~Lr.,\!,\I:s. <.le SLl daje n. Felipe de Villl~rs ¡le 1'lsleAdum, gran nneslre ¡Jela órden de cnbnlleros de Rc,llas (13). El empenu':'Jr prc!ll ió jeaero3:.lll1enl e los servicios de J uun Sebnstil1.l1 de EkailO. (Jolmólo de honores i dis,inciones, COllcediól:l una pension allual de quinientos dl.cados de nuevo la historia oro, autol'izacioll pnru llevar sie:npre dos hombres para gmll"lln l:3 su persona, i \11\ escudo cuarteles nlu:.lian a vurias circunslallGÍas cimera era un IlILlllt10 n.rmados ue arnns cuyos del viaje i cuya Pl'imus cir- con estu inscripcion: cunrledisti me (l ,:). Los compufIercs de i'.1a;allanes qne nlcunzaron 1\ volver a 8uropa despucs (:e lnn c¿¡ebi'c cspcdicioll, obstuvieron ignalmente prell~io3 i dist;llciones. /.l.l\'aro <.le l\'lezqtlita, cnpitnn de b nao [:Jan l..11tonio, preso por los amotinados i llevado a 1.:;Si~i:J:t, d~)¡1J3 era tlc~cllido en tina cárcel, fllé pueslo en liberlad, si bicll se adelantó el l1J'oceso eOIl las declart'.ciollcS de :03 rec;cl1 nega.dos p::ra obtellet' el escla- recill1icr:to ue la, suceso.:; de tall célebrc espedicioll. ~,= La familia lb et;;alltUlc3, sin embarci0' no pudo gozar por ml~cho tlC;;1PO de los bencncios que debía haberle repo:,tudo este vi¡;jc, segun la eSliplllacicl1 celebrada con el El hija de 1.:n:;d¡~1l:CS murió CI1 1521, i StI esposa el alío s¡;;~¡icnle. C.l g,'C,3TO i los de!lllos dc éstc fallecieron pocos a;:os J~S~ll!CStlejaiH!u \'ac,mle lu I¡ereuda de rcntas i hOllOres de Ln:.¡dlaiJe::;. Sola machos ailos mas tetrde, se prescntó un rortl1Jl'es desvalido, falto de r;cursoS hasla rei. para li¡i~al', ('p,e ,,3 lla:m::';a dar i (F1C n1agc.l!anes reclL~in[l~Ja h:\uia zas í su gloria, (n) Pi¡;llfdt:i, ell pr.rie:lle VUllO del célehre la posesion \le m,llart:; sin mus lterederos llescuhri- SllS que bienes. SllS proe- (¡.le son !~::lOrtules. Vi'D'jio, LJ, 11f.'-\'eu:;c la llu.<frur'Oll núm, XII. jll) C{,dul".s l." ~,~,UC I'n •.'lO dI' 1523 i d(' 20 ti" muyo de 15?I, pu· ~11Cu<ks en la (II/Ct'CIOJI Ile uc"u/llrulos i¡¡étlitvs /)(1,'« 1(, llisto"ia tic lOs')(1.')ur, tomo 1.-0v¡~uo, liistor¡(¿ j[}leral (le lqs Indias, lib XX eap '-. V"asc la IllIstT((ciolt r.ÚUl. :ÚlI .. - I •. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia PRTrE~A3 E ILUSTRACIOIit33, i Uj S T l{ A e ION 1. (\"éa,;c, la páj. 1-) L.as dudas e incc:'¡ ¡dumbres quc en\'\\clYen lo;; primeros alios de Cristobal Co.on, se rrpetian al tratarse de llc'nando de Uagallanes. Los historiadores le designnron pOI' patria tan p:'onln la cindad de Oporto :Argensola Historia de las J¡[aluCllS, lib. J, páj. G: i en SlIS .!lna'es de .l1rar;Ol1: lib. 1, cap. ] :!, p:í.i. 1:33) como la capital :lcl J :~ino P0l'tugucs, Lisboa (S:\Jl I{oman ¡¡isloria Jenel'al de la '-.uiia oriental, lib. 2, cap. 2:>, páj. 2/11). Po~teriormente, se ha crcontrauo en la hibliotcea de ()porto un curioso maullscrito qlle I1cva este t¡tlilo: .rlol¡iliari,) da Ca~11.do Cazal do Pago, oIfe 'ceida a Gaspar de flarbozc J"rJalheiro ]ior seo tia fr. JO(lO de Jl!adre de Deos. F:stc ma!luscrito, fjuc contiene lIna jeneaJojía :Ie la famili:t de iila~allalles hac(~ nacer ¡: Iíeruanuo ell la villa uc Figueiro, provincia de E, trrm¡lIllll'a, (;1: Portugal. Dificil era resol ve:' algo en vi:>ta dc esta;; tj'(~Sonurst¡¡s lltltoI'idaues. Felizlllcnte, "e h~ cncontrado en Lisboa \;n testamento otorglnlo por iHng-allr ¡jet; mismo en el barrio de :1c\CIl: e/m fecha de 1D de diciemLre de 1;")04, tres meses :í.lltes (le p.lIJbllrc::rse para la India, en1t1c declara se.' Ilatmal de la villa de Sahrosa, comarca de Vi/larreal, provincia úe Tras-o; -;ilontes. Es·te testamento, que h(, conocido en Paris gracias a la ben~voJll amiSlau de ;\1r. Fenlir and Denis, el erudito hi~lt)ri:Hlor del Portugal i del Brasil, me Ia parecido decisivo; i lo he segnido en el texto de csla historia. l\I énos flicil tf, toda \·ja fijar el afío del Ilaeilllicnl -, de l\IagallaIles. Sin cmbargo, he "reido qne no hahia tcmor d~ rfjnivocarsc l\Jucho cn fijar el ane de ]4.80, como época ¡le di naeirnien~o. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 134 nDA I \,¡MES ~uponie~\do que tendría veinte j cinco años al tiempo en que comcnza Sll carrera náutica i militar. Las mismas duJas existen respecto a los padres de iUagallanes. El .iYvbiliario ántes citado dicr que Sll padre era Lopez Rodrigllez de i\TagallaneR, jentil-hol11bre de palacio, j que Sll madre se llamaba i\larg¡\I'i:a Nuflez p(¡seedorc~ ambos de un mayorazgo conociLlo con el nombre de Spiritll Sancto. El •.vobiliario n~rega <]lIe Lope era escribano de l/II trilJllnal, i que el padre de I~sle se llamaba como Sll nieto, llel'llando de ;¡JaIYalhaens. sefíor de Parada de Gatim en la provincia de 1\1;)]110. nnl~cesal' de éste era Alfonso de :\Iagallane", sefíor de Porte da Darca, i de la torre de l\IagalhaclIs, de donde sacalla Sll oríjen la El Jamilia. Por mas dignos de confianza qne parezcan estos datos, no es posible spgllir el Nobiliario que los contiene como una autol'idad ilT(,c)]"able. Existe en Sevilla, ('n el are:hivo de Illllias, un voluminoso espediel;te ~eguido en ]537 por Lorenzo de MagalIanps para probar que siendo nir.to (le un primo hermano de! célebre viajero. él era su descendicnte ¡el heredl'ro d~ las gratiticaciones ql1e e! rei le habia acordaUo. Para ésto, preselltÚ informaciones de testigos por las que aparece que el padre de Hernando se llamaba Uuí o Rodrigo, i 81 abl1rlo Pedro Alfonso de i\Iagallal1es. El célebre compilador de documcntos, don :Unrlin Fcm:uHlez (le Navanete, que no cono('ió el Jli'ob¿liario (~lltes citado, pero sí los autos del arcJlivo de Indins, tomó de ellos esa notitÍa en la introduccion hiog-:·:í.fica que 1m puesto al tomo IV de 511 Col~ccioll de los 1:irrj3s i dcscu¿'ri7¡Ú::7,los (IJ les espaiioles, paj. XXIII. Sin embarg-o, doculllentos de otro jl'nero vienen a contmuccir estas noticias. Don Juan Bautista :\1 u\) 07., tan prolijo invcsli;auor como crítico distinguido, encontró en 11)5 archiv0s de la torre do Tomho de Lisboa los libros de morudías que p:\gabu la casa real, i en ellos un recibo firmado por l\Iarrnllancs de la pell~ion o salario que se le habia asignado en su calidad de mozo fidalg-o de palacio. En ese mismo reciho, que lIem ~a fecha de ]2 dejnllio de 1512, se llama hijo de Pedro de l\Iagallanes. Sin duda, qlle esta autorida(j merece maR r¡; ql1e el .1I/'c?liliario antedicho ¡que rl espediente srguido en 1567. ILCSTHACION Ir. (\\'{l~Cla pé.j. 23.) En 1518. rl fiscal (lel cOlls(>jo de Indias instrllY() Iln proceso n .J Ilall de Aranda por haher hecho 111I convenio prirado con M agallall(,s i Fulciro, acnsándnlll de haber aceptado dáJi¡-as i pro,nesas miéntras LlesemlH'lluL¡¡ un p\:esto tan i/llportallte en la Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia nF, IICP.:-i.U'lno n3 )IAGAI.I.A:-;E~. 13·:; admilli,;tl'ati"n. Aranua se defendió I'ríirirJ1!11l Sil: I'tlari{1lJes con los dos rorll1r::I!~SCS. los ~c\Ticios. dI! 1111('arál't('rprira~lo q\le les k\b¡l~ [¡('('hll, I¡¡~ mole:'l as 1 dlfc;;w~ru <[11e ha!Ha lCllUJOfjl!lJ ~'orod~:' rlli"1\;:. íT.:·;hs ;,1 ~'rr\'icio d~ ;~"'Jlr,i1rl.j l;t jellcrositlnd de r,¡~c.;a~;.~;lC:~ p~~"l c:(~['c:l~ 2:;-;O:~t::.:~~~:~1~1!~:~ la or.tava pnrlc de lC3 ..Jbcllef~{;ir:.j~:21~!:..' .';j.~: ~l. ~:n0 dp ¡10' Ji.. dl~)l'C del lnislllo nl\.o. Llac'nllune" j:<.1e;,o p'.-t·cL;lt'Ollpor (,r,iell tlel r~i ~1I'~ ucelnracill\1~SoCll C.,tc as·.1I1('), i c:\ cll1.l~ co:;,¡'j ,a¡ 011 ia I'X~I'ljllld de los hccl!os rc;e:idcs por f.i"i.\ntla en ~~u(~'<·(~ll~:a. J:¡.;1-e t>pcdicntr, qlle f'l~ cOí:oeido po;' dOil ,; lIall J. ~IlIn()7., COl1tiC¡lelIolicia~ 1I1ui illIcre~anLCS sobe b pe:mal;cilcia de r.'n;;allal!cs l'Il E~pai1a, ¡la,; [lIljcn~ que ~;::pO.'C2:¡ a~~:'ra d~ ~;I'; I'é'h!cillilu con el 1~\CIOr /.randa. ¡\ !1'cd:;¡,hs l:C jf;';!) se 1;';:I,:::a [~"jt' 1Il'!..!ociopor al COIIf.cjo dt) iatk,;, TIC c,,;ub;¡ nUilitlo I'\) )-;'¡:'('('!OIl:I,'lajo In p:-f'''¡'~"nci<t d('1 obbpo l:~~Il';~"::' Juan ¡(Odr¡,'ri[("~dI- ¡.'oll~c('a. L:I C(lI\sejo nlJsolvió (~Arunt;¡¡ de dicha acusac;"n. f,:lIi e~casus lloticia~ he nodido encontrar ncerca del fae~or A¡'IlI:I)n, 'lIle lan i¡:I:~ortallie,; t'CJ'vicios P:C'¡IÓ a: ;a,rrallaIlCS, fllf'!'a de les que cO:ltic¡le die/lO e¡;pct.:;clllc. C<>Il:;la ~()ln 'lile fué l'i tCI'c~r ['ICto;' tlc: la CIl:'a I;~ cOlllrnlucicll, fj!lt.' 1:(: !)('11Z¡J 11 drscmpeTIal' en 1513, i 'l1l8 11111i'ióvcintc año:; (:~"rllr~, ('n ];';:3ii (\'eilia ¡Linaje, l, críc r:.:: la co¡¡{ra{ucion Lí.!. 1, ('¡¡p. XXXV 11, paj. I 202) lLUSTBACION lB. (Véase la p~j. 30.) Es fuera de todn. duda 'lile ¡.ragallanes ('¡taha en apoyo de sw. teorías \lila carIa de: na\'el;ar levantada por J\llll'lin l3ehaim, que deciu haber "isto en la tesorería del rei de i'·orluO'al. Lno da los eompaílero3 (le f,U \'¡aje, historiúgra[u de la e;pcdieiolJ, el caballero Anionio i'iilufelln, refierc qu~ ella Ido llls naves l.~agaIIancs clltraron en el estrecho, cURito,~(Js lo'; marinos pcn~ sal'on r¡ue no tenia "aJi¡]a al otro J!:ar, pero IlllC enlóllces el c¡¡pitan alenló a los suyos a~cgll;·6.;1:1oles con rI eonocilllirllto que él teriia de aqr.cl/os IlIgares por elmll!la ti:: ,;ehaim. "Ferna'lu" ¡;apcba C:lC vi 1';\\ C]lleslO sL'cllo 1I1::1to o"ldl", per il <Juate si p('.~enl na'.'i,r;al·e: ir che :'ve\'a veduLo d¡~.::'rilto ;:np:'a ulla carta nella tesr:l'eria del re di l'orto~al1o; la cual cana fn ¡illta per lino eccellcnte nomo, t1itto j\jartin di DO('IlI:a." Ovil'do t()lrÚ de cq lIí la llOlici:\ fj;¡e :lccrc;> de csla caria da en :;\l Historia je71eal de 1!i.7 "-Jl(?ia,~', I:J, XX, cap, ¡1. Francisco _c.0I'C'. dc G,ímara, 'lIle publicú en Zarno-oza, cn 1':52 su L'isloriu cl.e las flldias, dice q\le 1\ •. 1!5ullanes ':'ali1'1l1aba que por la COe!a del Brasil i HlO dc la Plata, u\'ia paso a las islas la espaciería mncho mas cerca q:IC por el cabo de buena E~pCrai\Za. A lo ménos ántes uc subir a setenla grados, ue ue Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 1:10 \"IDA I \"LI"¡;S Sr.g-UIlla caria de lllar,' ••r 'l'l;~tellia ('1 r~i d" !'u;'t,:,>;;¡J; hecha pc)l' :lIarlin de J;o!'lllia. aawp": a'lu('lIa ('arla 110 pOllia pstrec!io nillg'uuo a ¡" CJ:ICoí <!CCL', ~iilO sol,) el a~i{,:¡~,)de ],)5 .;fulucos" (cap. XC). Anlonin de lIf'rrcra que publicó ('!! 11¡011a primcra p"rt(· (le de los h~ch{)s de los ca~/('lIrtn()s ea las Indias. CIl "ista (le los mejores docul,nenl()~, C:i~e qlle :\Tagallanes "iha nllli cierto de hallar el estrecho, pnrqllc habia visto ulla carta 'de marcar quc hizo Martin de Bohemia pOl'tuglles, nallll':11 de la isla de Llya1, cosm{,;;rafo de gl'lln opinioll a dnnde se tomaba nlllcha lnz del estrecho." (Del'. 11, lib. 11, cap. X). ¿Qnién era este :\Iartin dc Bohcmia que ]('\'anta cartas capa('c;¡ de ilustrar a los tlescllbridores del estrecho? El mejor de ~l:S biógrafos. :11, Murr, ha dado ulla noticia baqante eOlllprensil'-l de su vicla, de donde tomamos los datos silTuil'nles: 1\Iartin nehailll~'a portugues, como I(~ercia lIerrcra. !" ~._ ció en Nnrel1lberg por los afíos de 1<130.Dedicado al cOinercio de telas hizo un viaje a Vellecia en 1475, i a Malilies, :\mberes i Viena en los ailOs de 1477 a 1479. Es probable que ~us relaciones con los viajeros (Iesarrollaron su gusto por la nayeg-acioJl ¡la jeogl'llfia. En 1480, pasó a p(lrlugal, dOllde si~lIió contraido a esos estudios, adquirien(lo por ellos tal reputacion qlle cuatro afios mas tarde fué nomhrado cosmúgl'af'o de ulla esprdicioll que el rei don Juan de Portugal puso a las órdenes de Diego Cam, con encargo de adclantar el reconocimiento cle la Gasta dc Africa. Los e~'pl()radores pasaron la líllea equin()('cial i llegaron hasta la costa de Congo, en la embocadul'll del rio Zagra, dondc levantaron (los columnas i grabaroll las armas del rei de Portugal, en recuerdo de aquel viaje. Parece que en premio de e"te servicio, Behaim fué hecho cahallero portllg'ucs. Inmediatamente dcspues, Behailll pasÓ a la isla de raya], (londe contrajo matrimonio, ell H86, con la hija (lél gohernador J(,bst de HUrter, enviado ahí con una colonia ilamenca,a consecnellcia de la donacíon que el reí Alfonso V habia hecho de la isla en 1466 a su tia Isabel de Borgoña, madre de Cárlos Temerario. nel~pcrmaneci(¡ en Fayal hasta 1,1\:>0, i es probable que en esa ~ tratara a Colon, asegurálldose ambos en su con"iceion de la existencia (le las tiprras (lccidentalcs. Segun docnmentos puldicados reeientemenle en Chile por el señal' don Francisco Adolfo de Val'llhagen como apcnuice a 1111 opúsculo mui illteresante que lleva por título Vcrdadera Guanahani de Colon, los pOl'tll¡!lIcses hicieron en esos anos algnnos "iajes en busca de nuevas tierras al occidente de Europa, ¡aun en ello~ tomó partc 11\1 cauallero aleman, pero no fué éste! J\1artin Dehaim, como lo d ¡ee el scfíol' Varnhagcn. (V é.1SC el 0pÚsc\llo citado, p"¡. 107 i 108). El jeógl'afo de N llI'cmberg estaba de nlCll~ el1 Sil pal ria C\I 1019\, i el ailO siguieule obscquió a sn ci\ldad \latal \lll globo ~u [lis/aria Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia ,lE liERXA:WO i37 DE i\IAG,ILL..IXLS viOlado CI1 quc estaban r,cfi;).la(la~ las ticrra~ hasta allló:1C(,S coJ10cidas i ademas ")"llllas islar, cltllndas al occidente .1:, ks Aso. res, talds como las ~upol1ia una tradicion ele la cdad I:l~:dia, .f!l1e sirvió a Colon par" apoyar SIlS proyect03 de esplor;'clOllc:: J de descubri/)) ientos. En ]493 volvió a l';)J'tl1g:t1, i aUI1hizo 1111segllndo viaje a Fayal. F.n aqucl reino úesemrefí{¡ nll p:tpel importante como miemj,ro de !lna junta de cosmllgrafos, i por sel' el autor (¡ perfeccio .. nador del astwlabio, illstrulÍlCllto de que se sin'icroll por mueho tiempo los marillos para medir la altllra dc los aslr05 soure el horizonte. Despues de nuevos "iajes a Flander, i (:e al'cnturas qlle no es ¡Iel caso referi,' aquí, Behaim ml1rió en Lisboa, en ]506 scgun su biÓgrafo f.IU 1'1', en 1507, segnn otl'03 documentos. Poco tiempo despues, cn 1520, un p.'ofesor de matemáticas de Nurelllberg, llamado Juan Schoener ohsequió a la hihlioteca de esta ciudad uu globo jeográlico en 'lne estaban llihujadas las tierras conocidas hasta cntúnces segull los ídtill1"s ()escuhrimientos, Posteriormente se confundió este glooo con el de J3cllaim, atribuyéndose a éstc haber hecho decllbl'imienlo~ aun en las tierras que no fueron esploradas sino dC;,pl!eS de Sil muerte, Uno de los homhl'es mi'S sabios dcl siglo XV f, Gllillcrmo Portel, tan af¡llnarlo oricntalista C0l\10 célehre visi Jllario, pllhlieó en la segunda mitad (lc ese siglo dos folletos, en quc, apoyándosc sin duda cn el globo de ScllOeller ntl'jhuido a Brhaim í en la relacion del viaje de Pignfetta, Ilcgaba rc(lonllarncnle a l\Jagallanes la gloria del dcscuhrimiento del cslwcllO a <¡Ile la Jlosteridad ha dado Sil nombre, (Cosnwgrc}ihicc:c discipli1/a: cmnpfndiulI! &, Basi/ea, ]56], cnp. 11, 1m;, ~2.- J)~ Il11ivfrsilalr ¡¡ber, in quo as! /'onomic:c ['" Paris, ] 6(j:~, pa,;, a;'). En ambos libros, Pastel habla del 'ófretllm 1\1artini Bohl'llli o¡ Hngaglianrsin Lusitano Illias nUl1cnpatum, qllo()¡¡lle tena n illcog-nitam .australem ab Atlantide "el'arat." En \lna ohrn latina de fines del siglo X\ r, dcsconocida de 103 ernclitos í de los bibliógrafos, i que a lo m6nos ha "i(lo dos veces traducida a la lengna france"a, ell~olltl'!llllOS ciertos conccptos quc prueban que la opinion de Post el no tUI'O mucho crédito entre sus contemporáneos. "F:I descubrill1il'n~o de este mar (e] Pacífico), dice, es debido a i\lagallanes, porl1w todos los otros pilotos afirmaban que no em mal' ...• j en la carta marina de Juan de Bohemia (quc Manuel rei de Por!(rgal guardaba cn su estudio,) se cnC\1cntra que uo hui mar alg-Illlo descrito, Con uerec)lO se dice se llama a cse m:tr lHarrallÚllica delnol11hrc de Sil descubridor ,)fa¡¡allunes, ellalld()~Jostrú Ull call1ino nÚc'·o i mas 0.0:'10 a las ¡¡rolucas. ta mernori;1 de este persoll~ie dural'á sicmprc ?lo.'io~a n:i6nll'as (·1 Jlad;.~ :-);-;:('<1:1<) lIera:l~s )PI' lns h01lúas ::Optclltrio;¡a~cs y,')'o ~ \"el' ~ la; r!¡: ~;':: d •.l ;ndin "o r v, nr M. ) r~ o Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 138 ,lía." \'li)A I '·¡AJES. Wyt[Jiet, J[i~t()il'e Fni\'cl'sdie des Inucs Occidentalcs, Douny, 1607, pájs. 8.3 i 8v. Mu.chos escritores han repctillo posteriormente la mi~ma asc,·c¡oaClOntle POl'tcl cn obi·as mas o ménos especiales sobre el vcrdadero descnbridor del nuevo HlUIJ(Jo, i sobre la historia de Behaim i Sil familia. \.jn sabio bibliólilo i(allano, Francesco Cancellieri, cila diez autorcs q'lC habinn escrito sobre el particula¡" hasta mediados \lel siglo Ú!timo. (.Yolizie biblingraflclLe (U Crist%ro Colombo, noma 1809, páj. 39). En esos trabajos se llegó hasta negar a Colon la prioridad dc sns dcscnbrimi::nlos, atribnyénuose n Bchaim haber ,·isitado {ultes dc l~a2 los paises dibujallos en el globo de 15:!0. Solo dos escritores, es verdad <¡ue lle g:·un nota, salieron a la defensa de Colon i de i\IarrullalIes. Fueron {:"tos el historiador ingles Hobertson en una ~rudita nota puesta al segulldo libro de su Ilislory (,1 Jlmiirica, í VoItaire (Essai sur les 111Oell1'S, ('har. 145), quieu destruye COII gran fil111l"acrítica ('Has aserciones en las Indabl"Us siguientes: "No hahlo ar¡uí de un !\lurtin Behcm de Nurcmbr.rg, dc quien se dice r¡ue l"uGel cstrec·J¡o de ~Iagallancs en 1460, con patente de U:1Uduq\H'Sa de Dorgofla r¡\lC uo reinaba entonces i que por tanto no po(lia dar patente de IInvei.;acioll. N o hablo tampoco de las prctendit:as cartas qne se atribuyen a este l\Jartin Beh'3m ni de las contraJicciones qne Jcsacrerlitan esta fábula." Sin cmbargo \In diplomático francrs, U\lllr¡\H!alen1an de nacimiento, Luis Gllillermo Otto, l1esempei'iaudo ulla cOlllisiou en }:s([lllos Unidos, presentÓ cn J777 a la sociedad lilosólica de },i]adcllia, una Jj:JC1::oria subte el dcswbri1llienlo de In .!Jmérica, qnc fllé pllulirlHla en el spg:llldo volúmen de lus ll1emorias de dicha corporacion, reimpresa en Francia el aflo ~jgllienle, publicada en ingles en el Brilish rfj?islllr, i traducida al c¡lstellano i dada a lnz en el E~pírilu de los 1I11júres diarios lilfrarios, números 127 i 128, Madrid, {j í 12 de mayo de J 788. Esta memoria es considerada con justicia como la mejo¡· (lefcnsa r¡ue pneda hacerse de los pretendidos títulos de Behaim a la gloria de haber descubierto el nuevo mundo. Otto, sin embargo cOlloció solo por informes el globo de Rehaim, :se apoya en autoridades jencralmentc falsas i cspuestas sin espeeificacion particular, i mereció, por tanto, las mas juiciosas críticas de varios eruditos de su tiempo. Un canónigo de Mallorca, don Cristóbal Cladera, publicó en J\Jallrid CII 1794, en respuesta a Otto, SllS /llvestir;acioncs sobre los dC:¡Cl/¿rimicllfos dJ los cs¡,a¡¡oles. El conde Juan Reinaldo Cadi dió a luz en i\Iilan cn 1792 otra respuesta a Otto; i la reIll'Oll\lccion de la erudita biografía de Dehaim escrita por Cristóbal 'l'eúlilo de j\J urr, hecha por el canónigo Cladera junto con ellac-sílllilc dc ulla parte del verdadero globo del jeógrafo de N uremberg, agregadas a las otras prueba~ aducidas, no dejaron Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE lIEIL"I'A~1l0 DJi: :lIAGAI.LA~ES. 13H ¡ugar :t uuua sobre la nulillad (le los argumentos de los que atribuian a aquel el descuurilllienlo dr.lnllc\'o mundo. Inúlil ha siao C¡~lCen 1800 trala:'u C<ir!cs Amo:'ctti, el editúr lb los vi¡'jer; de Pi:;aretla, de salir a la (L';en~a lle 103 llcrechos de Bchaim en la introlluccion que puso a aquclla oo,'u, porc¡ue la cncslion eSlaba llefinitivamcnle decidida. Desrlles de él, "1. In'iu!! en el apéndice IlÍlm. 12 (le su D[e of (;olo1ll1J11>, í un arlículo publicallo en la El1cy~lojJe(lie ..Vo1!vcllJ (In L~roux i Itcynaucl [Pa:'is ]810. tom. 11, p{¡j.313] han ,:I·ll0 rr llC¡;ar a !3ehaim los descubrimicntos que s:: 13 atriuuyen. Pero, el ma::;notable de toeJos los impug!\,dore.1 de los p¡'etcn,l:tlo3 dercchos deljeógrafo de :Ku:'cmberg, i por tanto el 1,' cjor dcL'us,)rd~ la r;10ria de Colon i r;la6'ulIanes, es el baro:\ d~ liumuoldt. \,':\lse ht Ilis(oire de lrl G'eogr({phi~ dll no/wel/it (O}//il!~l!í, tO¡¡¡. 1, páji!la 2jG i f;i".t1icII1~s. No dc.ia~emos de recordar :quí tma ci;"~1I:1S::::1~i;¡C¡11~cO;':'ohora la convicci"n de que ánt8s d21 \'iaj8 (18 ;n.\:~allaI\2':; 1\0 podía habe •. carta algnna cn qlle estll\'jcl'a s~fjalado el r.str2c~1O d;! su nombre. El ilustrallo i prolijo historial/o. (le las conquistas de los portugueses Juan de Barros, C¡U3cscribia pncos 1l~¡QS despucs del descubrimiento, i que COilil{¡] tó con IIn c¡¡idado csc¡uisito todos los documentos cle la rO\'O'1(l dc Portngal, no habla cn ninguna partr> de esos 111a[1a:;. CJ¡'c¡ur,tan"ia que 110habria omitido jalllas si hubieran exis:::ln, pa:'¡¡ (1;s::creditar cn;l ",'a r~:'cTcncia a ;Hag-nllallc::;, a quiel\ prol~.;~ mu: n~a]a \'o]:mt:¡c! por ]¡a:'cr prcs:ado SIIS scrvicios 11 la Espaf:a. A :\lagallalws se puede aplic:lr tina ob~~l'\'r.cioll llena de e:;actilud i de cspiritu:llídad epe V olta!!'!) npliratn ni d~~cnbi'jdar de /.m~rira: "clI:wdo Colo:! p;'o:nctió 111\llll~l':) )¡emi~f;.>•.¡.-). se le dijo que esl8 hemisferio no flo('ia (>:·;i:·:>; i ('unndo lo ('e::cubriÓ fC pretendió C]uc ya era CO:1oc:t!:l lk;:.h 1l~(le:lOtiemp() atras:" ]LUSTHACION (\'é:1SC la IV. r;;j. 52.) Los motivos <lile ocasionaron la sepamcion lh Falciro de b cscuaclrilIf\ de l\lagallalles, han sido esp!icados de mui diversa manera. El carácter ¡Juro i a:rahiJial'io d~l astrólogo portugnes [ué causa sin duda de C]ue algunos de f.US cOl1ten~ro:'::neos 10 creyeran loco, i asi lo escribe desde Sevilla al reí de Portugal 3U ajente Sebastiun Ah-nrez. Este 1'111\10:', nacido particularmcnte elltre ;;11::; encmig-os, ha pasallo n la lti:3toriu con 6'ranues \'isos de vr¡'dad avcrip,'lluda. ES::t ~lotic·ii.1 rll~ cOl~~jgila;!a ror ~..orc:; t!c GÓl~);Lu ('11 r C~i' Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 140 '"IDA I ViAJES XC de la Ilistoria .ieneral de las Tndias, publicaJa en Zaragoza CII 1552. Dice allí que en Sevilla "enloqueció Ruy Faleiro, <le pensamiento i de 110poder cilmplir con lo prometielo, o como diccn otros de puro descontento por enojar i de servir a su reí. En fin no fué a lós 31alucos." Oviedo refiere la misma especic en su Historia jellcral de las Indias; par!. 11, lib. XX, cap. 1. Ménos crédulo que los cronistas castellanos, el historiador de las conquistas de los portugueses cn ]a India, Juan de Barros dicc, (dec. II/, ]ib. V, cap. VIII) que era voz comun 1Jue Faleiro finjió ]a demencia, i que Dios permitió que fuese verda11era hasta quedar encerrado en una casa de locos de SevilIa; pero sin dar entero crédito a ese rumor, infiere quc no hizo el viaje por habcrse arrcpentido, o tal vez porque como astrólogo, creyó adivinar el mal resultado de ]a empresa. Amorcui ha aceptado esta última esplicacion eu ]a introduccion puesta al Primo viagjiio de Pigafetta. Dice así: "Faleiro habria podícl0 cmbarcarse con J\Iagallanes; pero, como prctendía ser astrólogo, se escusó diciendo que preveia que esta navegacion le seria fatal." Despues de éstos, todos los historiadores que han tratado de este viaje, con csccpcion de Antonio de Herrera,jeneralmcnte el mas estudioso i concienzudo de ellos, han repetido la misma noticia de ]a demencia de Faleiro, ag-regando muchos que quedó furioso en una casa de locos de Sevilla. Argensola en su Historia de 7as .~olucas, lib. 1, i en sns .9.nales de .9.ra~o1T, lib. T, cap. 79; Illescas en su Jlistoria pontifical, parto 1I, lih. 6, párf. 14; i Fr. Juan Francisco de San Antonio en su Crónica de los rlescalz(ls de San Francisco de Filipinas, part. 1, lib. Ir, cap. IV, son de este número. Frai Antonio de ]a Calancha, en su Crónica 1Il0/'fllizada del órrlen de San .9.gustin en el Perú, lib. 1, cap. VI, observa que toclos los descubridores de] mar del sur tuvieron suerte adversa. Vasco Nuf\.ez de Balboa, dice, murió degollado; Ruy Fa7eiro, loco rabioso; el marinero de Lepe, que primero lo vió, renegó de la fé i se hizo moro, i lIernando de !IIag-aIlanes fué asesinado. La especie de la locura de Falcil'O se encuentra repetida todavía en la corta aunque interesante biografía de Magallanes, publicada recientemente por 1\'1. Fer()inane) Deni~. N'avarretC', que a un conocimiento profundo de los documentos unia bastante sagacidad histórica, ha sido el primero en IlClT'.lr la locura de Faleiro. "Si hubiera sido tan estrcmada i cie~·ta la locma, (lice, no era regular que el rei reservase a Faleiro ni para hacer otro viaje, ni para aprestarlo i prevenirlo: i la espl'esion de que 110 fuese en éste por capitan, juntamente con i\lagallancs, indic:a hastante que se quería prcca\'cr clre. sultado de la discordia i elesavenrncia que habia entre ellos i )'lo(lia ser fatal ,,1 hilO de 1" c;;pedieion" lllustracion XI ti su Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia UZ HER~A:-¡DO DE II!AG.\Lr,"\;'iE~ 1-1). '::¡iografía de :lIagallanesJ. En seguiúa, recuenb ¡¡Igutlos uo~umentos e in<:identes históricos que vienen Jn 5U apoyo. Faleiro habia llevado a Sevilla SL! filmilia, compuesta de su paure, su maure i SIlS hermanos, segun lo avisaba Sebastian Alvarez al rei de Portugal en carta de 18 ue jJlio ue 1519. Habiendo uesistido del pensamiento de una segunda cspellicioll, los padres ue Faleir(J volvicron a Portugal, a donde fué ¡\ vertos el astrónomo a principios de junio de 1520. El 24 tle este mes, hallándose en un campo llamado Oytero, fné apresauo por órden del rei de Portugal. Desde la prision, escribió al cardenal Adriallo de lJtrcch, que gobemaba en CHst.Jla por ausencía lid soberano, una carta latina que se eonser\'a orijinul en el archivo de rndias, para pedirle que recauurU. su líbc1 tad. Sea que los cmpefios del rejente alcanzaran lo que soli('ittlba Faleiro, o que éste se fugara de la prision, lo cierto es que a principios di) 1523 estaba de vuclta en Sevilla. Desde esta ciudaJ escribia el 22 de marzo dos cartas al rei Cárlo" parn manífestarle las ventajas que se pouian sacal' de I\lS uescubrirnientos hechos por la escuaurílla ue l\Iagallaues. Pcdia cn ellas que se le dieran los sueldos que se le tenian ofrecidos por hallarse en gran nccesidad; i aconsejaua al soberano que hiciese salir cada afío una nave a las islas de la especería. Pedíale, ademas~ licencia para armar una o dos uaves i negociar-por Sil cnenta, o que le mandase por capitan de una nuel'a espedicioll cn (lue podia ser lIlui útil, Ilevanuo sns cartas jeográficas i sus instrumcntos astronómicos. Dábale cueuta tambien del profundo sentimiento que había causado al rei de Portugal el viaje de los españoles, i los propósitus en que estaba de alejados de aqnella cspeculacioll mediante una fuerte suma de dinero. i el deseo que tellia de atr<crse a Faleiro a su sl!rvicío, ofn:~iéndoJe gracitlG i Ihvore,; porque saliera de España. Estas dos ([lrtaH, que existen ol'ijinales en el archiv() dú Indias, i de quc ha dado cuenta Ilerl'cr;l (dcc. 1[1, lib. IV, cap. XX] no dejaran lugar a duda de que J; •. locura tic Falciro, qno, segull ~e uiec, fué causa dl' C¡lle no :;~ emuarcase con iHagallanes, es una i:lI(lostlll'a, nacida de un l'll' mor creaúo por sus encmigo;,!. No existcn otras noticias rela[,vas al célchl'f' a~t;·ÚllOl1l.l portugues. ni se Sllue eu qué arlO muri(,. Sc ha dicho 'lue 0.\ hcrmallo Frallciseo publi::ó CIl fjc': illa, ea 153;), \111 [ra!ólllll .'tl bre el arte de la llill't'~aci()n UJt:on l'itldo, ·';iúliul~cl!, {)(i~I'!~:¡ i occidcn!el), que parecc cum~)lelam:;flw p~rdido. Un dlSlillgllillo jeúv,ra:'o l1l0der1lo, anlol' d;; 'J'¡~, ,·¡¡liu:.;tl.tic.: cripcion {¡í:;lúr¡co-j::",:¡:::';i¡;~ d,¡ :;. .. :;1, :,' .. ; ;)~I ,\Y!':;; ,I~ (;:1_::::\1, 1m ~j,lpll:,;sto ,\11': '.\cLil'·' ':;". ; l ..,1,; "o.: ", '. :,. 161U¡ Jon elf.' r~lu:li.lf'~ ~· .. b _~: ..~, .\:J'; (~.; .~. './ ,,: ent.·arao HC uauia d,~ d.:o <..: ..) .~l~~ll. o ;:~!_t'i;~ll'··} ~:..' )" •... ' é Huy Fdleiro) p()ÁL,g'.cze~ ;:v . ,\ \·.,v :,~ .::.,,~:; :: ; """ ...' Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 1-12 \"IDA I VIAJES zer O primo giro do globo." (CorograpllÍa brasilíca, tOIllO f, in!. púj. :37, Janeiro 1833). Creo que este es el único escritor de alguna nota qne hara podido caer en t'stc error tan grave ni tratarse de aquel viaje. ILOSTIUCION V. (Vcase la páj. 73.) La descripcion de los patagont:'s hecha por el viaje)'o Pi<rafctla es jcnera!mcnte exacta. "Si se separa de su narracion, die~, D'Orbigny, lo qne hai de mas en la talla qnc indica, se reconocerá en todo el resto de cElos uetalles \lna c:,actitllll notable cn raZOll tic la época." (L'llOmne a1J!pricain, tomo If, púj. 29). Pero las cxnjcraciolles tte Pigafetla J'cL,reJltes a la cstatura de los patagones son fi'(cur'ntes en los. i¡ljcros posteriores, i atla culos que \,bital'oll aqlll'lIa3 J'cjiones a medi::tdos del siglo pasado. El pn'sioUllte de D¡,o~ses, en el tom. 11, páj, 324 i siguientes de su I:ístuil'J des ll(wigatiOl¡:; GIl;Cterres Ilustra les, impresa en 1756, ha rcunido ahflllHls indicaciones estracta(!as de lli\'er50S viajer\1s C¡'l!! ví,it"~'on h P"tagol!ia, i de ellas ha deducido que sus pobladorc3 eran vcrdaderos jígantes (V. tu páj, 331), si bien cree r¡ue pertenecian a una fmnili¡l distinta de la de 108 europeos que los visitaban. Entre estas referencias de los v¡::jel'os h'lÍ una qlle merece llamar la atencion particnlurmente. El comodol'O ingles Byroll, que se detuvo a la p:ltrada del estrecho en 1764, i que cstuvo en relaciones con un jef'c patagon, dice: No lo medí, pero sí pueJo juzgar de sn altura cOll1)lurlÍndola a la mía, puello decir que no era méllos dc ~ictc piús. Casi todos tenían una talla igual a su jefe. Un olicial ingles, que tenia seis pié de alto, 8C "eia transl<>rfllado, por decido así, cn pigmeo al lado de estos ji. guntcs, ¡:Ol'(llI.:lse debe decir de los palagoncs que son jigantcs mas bi:m que hombres d~ alta CJtatura." Noticia:; sPl:wjantes a éstas se cncuentmn en la mayor parte (le los v¡ajero!; de los siglos XVI i XVII. Un célebre marino ingles, sill cmbu;'go, Francisco Drake, que estuvo en la bahía de San-Jlllian on 1578, observó que los patagones no tenianla grande estatura que les atribuian los espailoles, i que habia ingleses mas gralldes qua el mas alto de ellos. Esta observaeion está consignada ea una relacíon de Sil viaje escrita por un compa~ triota suyo Edwac'" Clille. El historiador españot de las islas 310lueas, Aljensola, conoció segun parece esta noticia, i lu trasladó ¡¡ Sil libro sin e¡¡t(!!Iderl<l, i dándole un seutido diametralmente opucsto, haciondo hablar al mismo Drake. "Aquí aparecicl'oll Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE IlCR'I.\:,<nO nc JI.HiH.r.'\:'<Cs. 143 ocho i:ltlios ji;rante;;, llice, qae dejaban b:ljO al mas al!o ingles." (Lil>. lIJ, páj. 105)El lector encontrará lIna nn!ic!a completa (le :0 qne sobre el pal'l:Ctllar hall e,crito los (:;\'ors03 v¡aiero~, n~¡ como un cuidadoso estudio fi.:iolójico de los pala6ones, en el tom.lI de la obra citada de D'Orbigny, lLUSTHACION (\'éase VI. la p:~j.~8.) F.!l tOllo tiempo se ha ohscrvallo tlnrante lns telllpcstadc;; cierlas llamas () litilaciones 111111inor:~.s en la est 'c:nilbd de lo;; ctlerpos q:10 acaban cn pllnta cllando (~3la está ICI'a:ttada en el nire, como los llIáslilt's de las naves i los campanarios de la;! iglesias, Los navegantes antiguos i modernos han rodillo observar este fimómeu<l sin darlc tina esplicacioll sati;;;'lctoria hasta que la ciencia ha eSludiado lo~ cf~ctos d8 la clectricidad. EI\ lo;; tiempos antiguos esas chispas eran cOII~iderada~; romo presajios, de tal mmlo que una sola Ila:n:l, que recibía clnombre de JIelena, era un signo de mal agué';'o para los navegantes, aSi como dos lIama3, Cásto( i Pólux, anunciaban buenlicmpo, ESla~ c\'cencias cambiaron ('0:1 l(ls siglos, pero la slIpersticion quedó siempre en pié. Los moJemos han dallo al mismo fenóm8no los no!n'Jrc;¡ de fuegos (le San-Telmo, San-Pedro, Sal1-~icolas, Salita-Clara o S:\Ilta Elena. Un ~:abiClmoderno, F. Arago ha reunid') dinrsas cit:lcio:ws <1" muchos autores antignos en que se hace rncncion de esle fe:lómcno observado tant() en el mal' como en tierrn; i no seria llil'í cil aumentar todavía el número de cilaciones, Los escritores <¡tiC recnerdan estos hechos lo!! scnalan siemrre COil!Opresajio;; celes les, Plutarco, entre Olros, refierc quc cuund(l la nota (le Lis:lndro sdia del puerto de Lampsace pnra alacar u los atenil'nscG, las e:;lrcllas (Ll Cás101' i Pó!us fucron a colocarsc a 2.lllbos hulos de la galera del almirante esparlano, En la historia de Colon escrita rOL' su hijo Fernando se encuentra ('nnsigllallo un hecho sem~:.i:I~ltCqtW t:IVO Jugar el! una noche tle! mes de octubre de l1U:3, tlnrantc una telllpestad, "San- Telmo, dice el historiador, se mostró entónces sobre la pn:lla dc IlI1 illJSlil COIIsiete círioJ ellccndido3, es deci¡', se percibió lns í":lcgns, de qU3 103 r.l:lrinero:i creen que f.OIl el cuerpo de estc sallto. Jllm~llial;:mcl!te se ()';ú cantal' Illuchas letanías i oraciones, por (I"C las jClltC.3 de Ill:l'[,creea qne el peligro dll la lcmpest::t! :la pa~a:lo c1cde '¡:IC S.tl!-'Pclmo apareel!." II0ITc;'a i P;gal'ella ¡nI! co:dgnado hecllOs senwialltes alreferir las tellljlCsl;¡,;{e~ que sn;':'iú b esc.:nd;·ilJa de :\Iagallanes duEste Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 111 Ylll.\ J n.\Jr.~. ralltu su ..:élebre viaje; pero el hecho mns curiuso que a éste respecto se recucrde está consignado cn las memorias del célebrc marin(~ frances Forbin. "Durt\llte nna noche (en Hi\.l6, cerC? de las J:slas Baleares), se nnbló de repente en medio de relalllpagos I de truenos tprfl/,les. Suure los mástiles vimos mas de treinta fuegos de San-Tolmo. lIabia uno, sobre todo, encima del gallardete del palo mayor ljue: tcnia mas de un pié i medio de alto. Envié \In marino para que la bajara. Cut\ndo éste se halló arriba Silllió (lile el fuego hacirt nI! ruido &emejante al de la pólvora que se prende despues de habeda mojado. Le onlen8 que quitara el gaIJardete i que bajara, pero apénas la hubo arrancado de su lugar, el fuego la abandonó j fllé a colocarse en la punta del mástil sin qne fuese posible arrancado de ahí. Permaneció largo tiempo en el mismo lugar hasta <¡ne se consumió poco a poco." K o son ménos curiosas las referencias de fenómenos semejantes obsel'\'ados en tierra que se encuentran en esc~itores antigllOS i modernos. Ews mismos fuegos se han hecho notar en bs Innzas de los soldados i cn las estremidades de algunos campanarios. Arago ([.p, l'onnerre, chap. XXX) ha rennido algunos hechos snmamente clII'iosos tomados de los historiadorcs Il obscl'I'udos por algunos sábjos modernos. Figuier (D5coltvertes scicllli.fiQllC8, vol. IV, le ParaI01men'c, chap. 11) ha consignado los mismos hechos al referir las observaciones que precedieron al descubrillliento ud parill'ayos. ,'Cl,ando las nubes tempestuosas están Illui bajas, ordinariamente no hui r<:lámpagos. La electricidad producida por influencia es (an fuerte que se escapa de los puntos salientes bnjo forma de llumas, como se vé cn las puntas de las máquinas eléctricas. Este fenpmeno ha sido donominado despues fuego de Sun-Telma. En invierno es cuanuo se obserm lilas frecuentemcnte. En las montañas es lilas comun este fenómeno cuando las llldJes eléctricas pasan por su vecindad. N o hai necesidad de decir que esta llama, apesar de su analojía con el fuego no quema los objetos que toca, aoí como las pUlltas de nuestras máquinas no se calicntan apesar de la gran cantidad de electricidad que las atraviesa. "Existen entre las nubes i la licna olros ohjetos que pueden ser electrizados por inlluenciaj i éstos pued,~u desligarse de la eleclricidull visible bajo la forma de llanla. Si) ha visto frecuentemente durante una lempcstad Iljel'c fosforecente qne caia al sucio i siempre 1mbia CIl el aire gran carga de electrici{lad." (Kaemts, C(il'),~ com¡¡!et úe .1Jclcreo!ogit', lib. VI). Tal es la esp:icacioll <¡11ela cienci~ mudcrna da de este clIrioso fenómello. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia JLUSTIUCION ni. Mucha::; rcce::J ~e hu dicho que el mimlO l\L.&ulJancs dió b(, al estrecho que dcscubrió ell Sll !;lIn()~a e"[llorarion, Los padres i~uzeta i lln\\'o han repcti(lo este mismo error cn la páj, 73 lle! primer tomo de su Dicciollario jcogrÚ.fico /iis"órico de las istas Filipi1ws, Sill embargo, ell la rclucillll de Pigafetta i cn el diario de }\lbo se I'é que el cÓ!ebrc navegan~e lo IhHllÓ s')lo estrc¡;ho tle todos los Santos. A ll1cdiado~ del siglo ;~ V í, e:<le nombre habia sido ya completamente cll'ida:1o, Ell los u'atados de jcngmfía, cn las ca.rtas o mapas i eJl lo::; liuros de hi:.;toria fe le llum:cb:l COll el nomure de su descubridor, Ell ¡('brero de 1580, el marino eS[laflOl, Pedro Sarmiento de Gamuoa, que pasaba el cstrecho cu busca uet corsario in~lcs Drake, tomó poses ion de él Cll llumbre del rei Felipe 11; j ell la acta (¡lIe al efecto levantó, cambiaba sobmentc clnombre de aljlld Fa~o, "!lClIl, dice, hago saber a todo~, que para hacer este Vinjc i Descubri¡;liento tom~ por AbogaÓt i Patrona a la serellbirna Seflora Nuestra Heinn de los Anjdcs San~ ta ,\laría !:ladre de Dios siempre VÍljen conforme a la Instruccion de Sli E:{celcneia. Por lo ellal, i pUl' [us milagros que Dies Nuestro Sellor por ~n il\terce~ioll ha usa,lo Clll1 N OUlJirOS cn e~te Vinje i Descubrimiento, i ell ¡os pcligro:; qne en él hClllos tenido, p',les por nombre ~,esLC ESTllECtO D8 LA :\IADHE DE DICS, pues que ántes se llamaba ESTHECIlO DE ~L\G,ILLA~ 1\ ¡':S; i espero CII su Majestad, ~ielldo COIIIO es, tan uel'lJto de la :'.Iadl'c de DioG, le cOlllirmai':l este mesmo Nombre cn SllS Escriptoé' i Provisiolle~, pues Yo en su He:,1 Nombre se le pus::, para que siendo Patrona ¡Abogada desln:l Hegiones i Partes inlcreeda con sn preciosísimo llijo .Jcsu-Cl'isto Nucstro Senor pUL' ellas al('unce de SlI bendítbll1a ?'rug( stad haya llli~erieordia de las Gcnte:.; dellu3, i les cnvié su Santo Evanjelio para que ~u~ animas se salven, de lo qual resultará suma honra í gloria a los Heyes de España que lo hícieren i flleren Ministros deJlo, en este .:\~II11do i en el otro; i a la N aciOll E:lpaflola que lo executere no menos honra i prorecho í acrec::ntamiento," En la rclacíoll histórica del Viaje de Sarmiento se dá aJ~Il1H\~ veces el nombre de Madre de DIOS al estrecho de .\lu<T¡dlanl's (Viajc al estrecho de ,MagaLlanes por el w]!ilw¡ I'ed~'v Sl!i'mienlo de Gamúoa, en los anos de lb7\.1 i 1.580, :\faurid 1761:), páj. [j12), "'¡>usa!' de c:;ta solicilud dc! c(.!ebrc marino c,;paiiol, Fclír:: :: 8e ablul':1 d;) ('<1mb;,;:, h de ,oJIJinn::ioll a aqnel estr::cito; i tos ~li3tO,i~d<:~cJ ¡ . ':;;;'lIl ,. "",ido 'T~ltll,:nd"h eOIl (01. ¡wmure :~cr::'J~':; _.' ~ ,~.~1..::)" 1, -.• • .1 Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 1'1G VIDA I n.IJ!;s ILUSTIL\CION .. VIII. (\'éase páj. \lG.) ¿Dómle están situadas las í~las que l\lagalJanes denominó Desventuradas? En los diarios de la navegaeion, i en la pl"Olija narracioJl de Pig-afctta. faltan los datos para fijar prccisamentc' la posicion de e~las islas, De ordinario se ha creido qlle son las i;;las de San-Félix i San-Ambrosio, (PW están situaúas enfrente de la costa de Chile u la altma del Huasco. El celEbre marino espauol Pedro Sarmiento de Gamboa es de esta opinion, cnando en la narracion de Sil viaje dice: ¡'Pasamo;, por el O. diez í ocho leglla~ de las islas Desventuradas que están en 25° i un tercio, las cllales año de 1574, Jua¡¡ Fernandez, piloto, yendo a Chile aca~o las rlescubl'ió segunda vez año qUE' desde que .Magallanes las descubrió auo de 1520 no se habían visto mas; i se llaman agora San-IN/L>.: i San-Ambrosio." (Viaje al estri!clw de J',fagallanes fl! los a;708 de 1579 i 1580, :\ladríd 17(8). Arjcusola eu el lib. IIf de su Historia de 7<1.~ MolllcaS, ha reproducido estas mismas palabras. Sin emburgn, los datos que suminístl'l1 el diario de Alho malIitiestan que las islas visit:ulas pOI' Magallanes están situadas en latitud S. de 10Q 40', lo qne no corresponde cu manera alguna a b posicioll indicada pOI' Sarmicnto, i repetida por Arjensola. El.ieógrafo espaílol don José de E¡,:pin~sa, que examinó prolijamellte estos documentos í que ¡c\'anto una carta del grande occano, trazando cn ella el rumbo ,de las lIa\'es de i.\lagallallcs; njó a estas islas lIlui diversa situacíoll, Segun él, la uc SanPablo está por los 1270 15' de lonjitud O. de Cálliz i la de los Tiburones por II)S 136030' llel mismo meridiano. Vease la carta tic Espinosa grabada en Lúndres en 1812. Creemos que esta opillion es la mas acertada ILliSTn.-\CION IX. (V~}se la p áj. 127.1 La lino 1'rinidarl queJó en Tidor c:ll'enúndose uespues de la partida de Srbastian de Elr.ano. El capilan Gomez de EspiIlosa hizo dcscmbarcar la artillcl'ía dc!al; n'l\'('s destruidas anteriOl'lllelltc pal'a \lO cal'~al' dcmasiadu la Trinidad, i determinó dejada en tierra con alg-\l:los castellanos para c¡nc recibieran illt~)l'mcs acerca del comcrcla de ar¡llellas islas i mantuvieran las relaciollcs con los l'e\'rs cO:lIal'cantls. CJl'emHJa la nave, Gomez de E"!pinosa salió de 'Tidur el 6 d:: abril de l{j:,!,!, La 1'rillidad Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE ¡:,-n~,\:\DO DE ;'\l.\C,\LI.A~[~. 117 llevaba cillcu~nta hombre:.; de uotacion i U:la carga de novecientos quintal~s d~ clavos de olor. El propó~ito LO les cn3tellan03 era lli:'j in::: n Panamá ~arn volver a Europa por aqu~!la via. D('sgrac:aJa:ncllt~, Ulla fun.osa tempestad dcs~~ozÚ de tal mouo la nave fJ\le s~ vieron oblIgados a volver oiras i a ouscar un allt'j"o (':/ 1¡:'51l'las de los Ladrones que hnbin:¡ rccor:'ido pnco .tutca, l'cll:';;;,]lall volver a las j\f olucas a rep¡;;'ar la ua\'(~ cnal1l1o e\lCOi]:I'¡UOll un barco cllya jClIte couocia a los castdlallo:J, Snpie!'(H1 \:,lI()lICC:'; c¡ne a los pocos dias de su saliua de Tiuor, l/IJa r¡:rtiua de portugllcses manduda por el l'api!an Antonio de Blito, hahia lIegal:o a 1.1isla lb Ternate i tomado pOi;esioa dc ella a 110111 Jre del rei de Portugal, const:uyendo al efecto uaa Cortalc>:a. Gomez de Espino3a ~c aprovechó dd enrucnt¡'O (le lWlIella nave para dcspacl;u¡' en ella al escribano Bart:)lllln6 Sanche;/, COl\ una carta para el capilan portugues en q:1C le pedia empeilosamente fjlle le mandara algun socorro para ~lllir de la apura(la situaeion en que se hallaba. Brito accediÓ a csta solicitud; i cn conforlllida,lmandó llos barcos en qUf) 108 castellanos plldiNon trasla,larse a 'remate!. Los portu~llc';e"l sin embargo, apreoal'On a Gnnwz de EoViuosa ¡sus Cl1Illpaflcl'(}!1fjll;lÚlldoles las earlas, astrolabios, cuadrantes i derroteru,; fjtll' llel'ahall, Los castellanos estuvieron prisioner'ls 1'01:10 cnatro meses. De allí fueron trasladados a íines de febrero de 1523, a lil isla de Banda, en sc~uida a la de .1a\'il i por Últi!llo a Malaca dlllH:e mandaba J oria de Alburc¡uerqllc. Todavía permanecieron ahí Pl'isioneros lIIucho tiempo mas. Hecorrieron varias ciudades dc la India hasta mediados de 1¿¡27 en c¡ue pudieron volver a Europa solo cuatro de ellos. EiI L¡~boa fuero:l puestos en la cárcel pÚblicli, (ionue muriÚ uno. Gon;~alo Comcz de Espinosa, Gines de ;\laí'J'il i un clérigo apelldallo i\Illlales desplles de siete mcses de prision, fu<::ron puestos ea libertad, por haberlo pedido así el réi de Esp::¡i:l, El rcsto lit) la t.'ipulacion de la llaO Trinidall o habia llllll'rto P habi¡\ qU:!llado Cll la lnuia o en los archipiélagos inlllediatos. Algunos de e~tos Últimos volvieron mas tarúe a E~paf¡a. Los incidente!' relativos a esta Última parte de la historia de la ct~lebre espcdicion ('~l{ln pl'nlijalllel\tl: r2f~ridos por lIerrera en el rap, II, lib. IV, déc. II[ de su histol'la, i COll"tan de /as declaraciollCs tomadas en Valladolid por el consejo de Indias ea ngo!;lo do 1527 a los castellanos <¡ue volvieron de tan penosa percgl'inacion. Estas declaraciones [lan sitIo pnbllcadas pOI' N (lvnrrete eula páj. 378 úel tomo I\T úe su célebre ColecCIOI/. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia VJlJA 1 V[A./E5. ILUSTRACION (V éase la pÚj, X. 129,) La Jifercncia notada por Pig-afetla entre el día (Iue señalaba :m diario i la fecha qlle le indical'on los portugueses en la" Islas de Cabo Venlc, c..IíÓIlIgar a estrañas esplicaciones, si bien 110 tardó mucho en eSpliClll'SCla verdad de estc lCnómcuo. Pedro :\fartyr de Anghiera, que era sin dnda uno de los hombres mas eruditos que enlónces hubiera en Espaila, cscribió una carta dejando entrever quc couocia la verdadera cansa de aquella aparente contra diccion, si bien parece burlarse c..Iela confusion de los cornpai1eros de I\Jagallancs <¡ue les habia impedido guardar los preceptos d¡¡ la i¡{lcsia respecto a los ayunos i alimentos ¡O]nu el'is/olarllm, ep. 770, páj. 448, eJ. de Paris de 1670). i\Iiéntras los hombrcs de alguna instruccion se afanaban por dar una solucion razonable a este problema, no titilaron escritores que aseguráran que la confusion provenia solo de un crror en el dial'io de lo!; navegantes, i quc era inÚtil tratar de darle otra esplicacion. Lopez de Gómara escribía cn 1552, tJl el cap. XCVII de su /lis/oria .felteral de las Indias, 10 que sigue: "Erl'ál'ollsc (los na\'rgantcs) un dia en la cueuta, i ,así comieron carne los vierne~, i celebraron la pa~eua en lúnes, trascordáronse o no contaron el bisiesto, Bien que algunos andan filosofaudo sobre ello, i mas yerran- ellos quc los marineros," l'igalctta, que estaba mui se~uro de que no habia error en su diario se empcñó cn el estudio de cste problema, i cn la rclacion de su viaje Ilpgó a esplicarlo satis¡ilctoriamcnte. La misma esplicacion se encuentra en la [lisloria .J\i'atllr.al i, .1~Ioral de las Indias deljesuit.a .Tosé Acosta, pnblieada en Sevilla en }590. Así, pues, el problema del dia perdido que tU\'O confundidos a los contemporáneos, fué esplicado satisfactoriamente desde la primera mitad del siglo XVr. lIoi, la csplicacion de este fcnómentl se Cncuentra consignada en todos los tratados de astronomia. "Es e\'idente, dice :\1. Arago, que un viajero que diesc la vuelta a la tierra u\'anzand,tl progresivamente hácia el oriente para \'olver al punto de pa¡'tld¡¡, veria le\'antarse rI sol, pasar por el mcridiano i ponerse una \'cz mas <1nc las personas qne qncdaron en el mismo lugar, i que ganaría de este modo un dia entero. Por el contral'io, otr,o \'i;0ero que pal'licsc de Paris avanzandu progresivamente hácIa el occidcnte, habría perdido un (lia cntero al volver despucs de haber dado nna vnelta a la tierra, Ec;to es lo qne han observadu los compafícros de .\bgalIanc5 a la vuclta det vi'lje (le circllllna\'(:gacion durante el cuallllurió el ilustre llavcgall~e portllil,lles. El dia de Sil vuelta a S,lll-LÚClU' cra para ellos el :.!O de SCIICIIlure de ] '32:!, ll1iélltl'~" los habitantes l¡'~ la ciudad eontalJtln el Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia n:> E En'i'\:;OO n¡:: :\lAG.\ Lr.A.:-i¡::S. 149 21." (u'1stronomie !JOp~t7ai/'e,.lib. XX, cap. XX, ~?1Il. I1I, rijo 290). En esta c-sp]¡caelOn hal un erro\' de eronol0.llil, porque la Ilao Victoria arribó a San-Lúcal' doce uta~ ántes. lLUSTHACION (Véase XI. la pÚj. 129.) Francisco Lopez de Gómara en el capítnlo XCVII de Sll Hi::loria jencl'al de las Indias, fol 130, dice: "La naye .n1'{Jos de Jason, que pusieron en las estrella~, navegó lI1ui poquito en comparacían ue la nao Victoria, la cual se debiera guardar en las atarazanas de Sevilla por memoria." Estas palabra~, mal interpretadas por alg-unos cstranjeros, i lo que es lilaS singular, por escritores espllfloles, ha dado lugar a que se crea q:¡e la nao Victoria habia sido conservada en Sevilla en recuerdu del céleb¡'e viaje í de la primera navegacian al rededor del mundo. Esta especie se halla consignada en la historia de los viajes .\el abate 1're\'08t, i en la introduccion del Voyage autour du monde de Bougainville. Sin emb.lI'go, los escritores franceses tomaron la noticia de alg-nnos españoles que señala Vargas Ponce en la Relacion del vi(~je al /i;slrec!1O de ~Jagallanes en 1785 i 178G. Son lIotables partienlarmente las palahras (Fl(~ se enc1.1r.ntl'an en un libro ue Antonio de Tarquemalla, impreso en Medina del Campo en 1599 con el título de .Jardin dellores curiosas. En el folio 226 vnclto .'le lée: "La nao quc se llama Victoria está en las atarazanas de Sevilla, o a lo menos pstuvo eomo cosa de admiracion." Otro escritor español, Martinez de la Puente, relirienuo los sucesos mas not::hles del viaje de !\IagalJanes en Sil Compendio de las Hislorias de la [miirl Oriental, impreso en 168 J, dice: "Los fragmentos de esta lIao Victoria se g-nardan ell Sevilla por memoria de haber sido ella sola quien dió vuella entera a todo el 01'he de la tierra ¡agua." Apesar ue estas palabras, el hecho ue no hallarse consig-nada en los .Jlnrdes de Sevilla de Ortiz (le 7:únirr.l la noticia tle que fuera conser\'ada de esa manera la. 11140 Vic(07'ltl haria sospe~ chal' que touo aquello era una illvcncion. Pero ¡mi una uutori(:ad irrccusabk para negar el accrto consignado en las obras citadas. Gonzalez Fernandc7. de Driedo, el minucioso historiador de las In(lias, refirió ni verdadero fin de la nao Victoria en el capítulo 1, libro XXI, de la ed. de 1547 dc su obra. Dice asi: "Salió aqucIla nao del río de SeviIJa i dió Hna vuelta al romo o redondez del mundo i anlluho to(lo)o quc el SQI anda, en (;special por aquel paralelo de 1" n<ll'e que he dicho bojé e! l'lUndl), ye:1(lo .)~" poniente i tr:j'j~~.nt:'.."' re:- f'llc,·,'r:~~~; j ír.,l~··f' ~ ~.. 1~1~3Tn·r..:);,~'i!\' Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 150 ,"JDA 1 VI AJES. aun,deSllUCS hi~o aquella ~lao Illl viaje desde Espai'laa esta cuil!ad de Santo DOlnlllgo de la Isla Espafíola i tornó a S~"il!a i dt'sde Sev il/,~ volvió a esta, isla! i 11 lit vuelta que volvió a Espaí'liJ se ]I:Jl'dlO, que nunca Júmas se supo de ella ni de persona de los quc en ella iball." . ILL"STltACION XII. (\'eJSC la páj. 131) El caballero Francisco Antonio de Pigarctta, que :\compalió a Magallanes en RU céleore esposicion, i cuyo libro es una naI'nicion mili intcresante de los inRidentes de ese viaje, nació en ViceJlcio, cn Lombanlía por los alias de ]491. Des(ic su ju\'en1.\1\1 mallirestÍ> grande afician a la na\'eg-acioll i a las ciclIsias (]Ile ticncn rclecio1\ con ella. Pasó a ESj1afía en ]:) IH acompuflalldo a Francisco Chiericato, emhajador dd papa Leo:1 X, i obll1\'O permiso para acoll1paliar a :\]aJnl!ilnes en su ,'iaje en bUfcn de las islas i\lolncas. Durante la llavcg-acio:l, Pi~afela se ganÚ la confianza de su jele; i se aprovechó de sn ~it11acion i de SIlS conocimientos literarios para recojer ¡consignar e11 :011diario de vinje todas las noticias que acr.rca (le la I'spedicion i de los paises visitados podian interesar a 101' curopeo~. A su \'uella a Enropa, ¡>igafet.ta filé recibido con gran (listineion por muchos soberanos. El empe1'a(lor Cál']OS V, el rei tle Portngal, el de Francia, los princi res de Italia i el papa Clemente V 11, lo colmaron de J¡onorc~ i pr2,<ent~~. El gran m:lestrr. (le la órden de Malta, Felipe Villcrs de l' Ile-Adam lo recibió en ella el 3 de octnbre de ]824, i le concedió la encomienda de N ossia. El re sto de la vida de Pigar~cta es casi dr.sconocido. Se sabe solo que hizo algnnas campaflas contra los turCOS i qne volvió a sn patria dOI\l\r. mmió. Se ve todavía en Vicellcio la casa de Pigafetla decorada con \In rosal esculpido eOIl esta divisa: '·N o \¡ai rosa sin espinas." La relacion del viaje de Pi!!afeUa (lié p11blic11(!asin fecha en la primera mit:ul (lel siglo XVI, tr11lluc;lla cn lcngna francesa. Esa retacion, sin embargo parece solo 1111compendio (Jc sn obra (]lIe se creyó por mucho nicmpo perdida. en er\l(lilo italiano, Cárlos Amoretti, conservador de la bibliotr.ca amurosiana de l\lilnn, descubrió en ella un manuscrito r¡l1C pa recia ser contemporáneo dd autor. Escrito en \111 lenguaje tosco, mezcla de italiano, de espafiol i do dialecto veneciano: el libro necesitó de una traduccion al italiano l1ara que .AmorcHi puditra darlo a ]uz cn l\lilan en 1800. Amoretli lo t\'adu.i~ tambien al francos, i lo publicó en Paris el afío IX de la repÚblIca. Esta edicion est~ ~c: ¡;lIiua de un vocabulario de las lenguas de los pneblos que \'I:"It.U Pigafc\ta i \Ic otra obl'a de éste sobrE el arte de la navrgaclOlI. Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia DE HEI1XAXDO DE :';.\CAI.I •.\~F.S. 151 Esta rclaeíon ha ~:jdo rcim¡)¡'csa (¡cspues i aun tra:lucida 111 castellano; p~!'o ~i~1:1¡1rehe tcnido a la "ista la edícion italiana d.: I80a, i In. fraacc:;:¡, del ufí~ IX. Amol'ettí acom\>aíiú la obra dc uua introdllueion hí0~:'úlica del autor, f]ue pllcd~ eonsultarse eon provecho. Pueue versu tambien L~ Génie de la Navigalion pur :\1. F. Denis, páj. 26. lLUSTHACIOH XIIT. (\'éasc la páj. 131,) De una snmaria uoticia uio~r¡Í.iica de Jnun Sr.hastian (le Dcano €~crita por dO:1 :lIartin FCl'lIandez (le Na\';:u,\,('lC, tOlnumos los hechos sie-:¡ic;¡tes para cO:lIJ>Iclar lo qU:J ne~'I'ca de este personnje !le!TIos)lIulicado ell ('1 tn:lo de esta 001';1. "Fue J uall Scbastian de Elcano natural de Guetaria. villa mil.. rítima de Gnipncoa, i fueron SIlS padres DOlllillljo Se'bastían de Elcano i dona Ca:alinn dd Pucrlo. Dcuícado ,;eslle sus primeros a!103 a la na"cgacíoll cslu\"o JUf'go mandan:lo una nave de 200 ton~1.~, coa la cual hizo ímport<\l\tts s~rvicjos al estado en Levante i ea ;,rríca, i talvez este concepto le proporcionó ser dejillo pnl'a lJ1a('strp de b lIao CJllcrpC¿OIl tina de las eineo de que se compo,:ía la armada (Iu!' se prr>pnralm p"ra ir a la India, al mal\l10 de F3mando de .\Iagallalles por otro camino que el f]ue hallaron ]os portugucses. (V ienen en scgui,!a u Igunas noticias sobre el v;aje de i\IagnlblCs). "Para componer las diferencias fluC por r.ll1únces se suscitaron c:Jtre las corte.:; de Castilla i Portugal soure la pertenencia de las ;,Jolucns, se reunieron jueces instruidos úe :llllbas nacioncs entre .Julvcs i Ibdajoz. El emperatlor nombrú a Elcano con otras personas doctas, cuyas razones i doctrinas dejaron decidida la cucstíon a [¡I\'O!' del emperatlor, n la que contribuyó poderosamente la opinion de nuestro navegante f]ue acahaba de ser testigo ocular de la nrdadera situacíon de aquellas islas. Concluiua esta junta pa3ó E!ca:Jo a Portu~alele para aceleear la conslruccion de cuatl'o 11,<\,03 que llniu:ls a otras tres que se aprestahan p.n la Coruña debian componer la llueva espc(licion para las Mol ucas al malicia del cOIl1cndador Fr. D. GareÍa de Lf)aí~a. Elcano estuvo cntúnces en Glle~arja i cI::sde allí se trasladó a la COl'lli1a con varios maestres, pilotos i jl~nte de mar, en cuyo número contaba dos hermanos i olros parientes. Habilitada así la espedicíon, ~alió a la mar el 24 de julio de ].')25, llevando a Elcauo pOi' segundo jefe: sufrieron tal tormenta sobre la costa del B:asil que se le separaron dos naos; las otras cinco tuvieron cleGpnes otra tempestad junto al cabo de las Vírjenes, qnc causó la péruida de la nao cn que iha Elcano, quien inmediatamente trasb.o;·uó a otra, logmndo al (in dcselllllOcar el estrc-. . r I'-.¡'<, •••.•.u:I 1..1\ '-/ ( 'f ( .. .' l::srr,:""'[c¡, WI':. . ¡.!(' ". Banco de la República,Colombia Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia .J 152 nDA I VIAJES DE. :'fAG,\Ll.AXES, I'ho el 2G de mayo de 1526 con innumerables trabajos. Ya CI\ el mar Pacífico hubo nuevas scparar.iones i las enfermedades i escases de víveres causaron irreparables pérdidas de jente. El 30 de julio ¡¡illeció el co:ncl\(ladol' Loaisa, i en su lugar tomó el mundo Elc.1no, conforme a llna prnvicion secreta del emperador, con g-ran júbilo de aquellas jcntes; pero este consuelo fue poco perm'lnente porqne cinco dias desplles terminó tambien Elcano su gloriosa carrera, el 4 de agosto, (lejallllo a sus ilustres complliíerlls llenos de luto i de (hlor i su situacion mui erítica i apnrada. "Posteriormente se ha consel'\'atlo con honra i aprecio la memoria de Ull hombre tan ilustre. Don Pedro de Echave i Asu, caballero del hábito de Calat)'a"a le erijió nn decoroso sepulcro en 167J; i don i\Ianllel de Agote, 'natural de Guctaria, le dedicó una magnífica cstatua. trabajada por don .-\lfonso Ber;raz, escultor de camara de S. :\T, i director de la academia de S, Fern,lndo, fJllC sé colocó en la plaza pública de aqneHa villa el a!1o de 1800 con varios adornos e ínscripcil1\JCs en ¡a(lIl, "ascuence i castellano fJnc esplican las hazañas memorables de este singular héroe dc la marina espa!1ola," CORRECCION. En el capítulo 1, p6j. ] ] dimos cuenta de !lila Descripcion de la Jndia oriental <¡!le existe inrdita i que se atribuye a :\1a , gsallane, como lo e,~presa el manuscrito que hemos consultado, Don Martin Fcmandez de Nayarrete habia sospr>chado ya <¡ue esta ohra no f!lese comjluesta por lUagallanes, pero el crúditcí his~oriador rIel Brasil don Francisco Adolfo (le Val'llhaCTen, qlle examinó detenidamentc dicho munusr.rito, ouservó quc" era solo una imperfecta traduccion castellana de la obra quc compuso Dllarte Barbosa sobre el mismo asunto, i qllc solo ha sido publicada por primera vez en 1813, en la Cole~:ao lle noticias ]Jara a historia e Geografia da naroes ultramarinas, vo7. II. Tan poco conocida era la obra de 13arb08a, aun en Portugal, fJlle al comellzar Sil puhlicacion, sus editorcs la traducian del italiano de la ('oleccion de RaIllnsio; i solo cuando estaba impresa una partc de ella SE:halló el manllscrito portugnes que/ se creia perdido. No es estraflo que en Espai1a se hiciera cn el siglo XVI una tradllccion de aqllella obra i que se atribuyera a Magallanes, Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia ADYEl\TENClA PRELIMINAR ••.•.• " •••••• , ••••••••.•••• 1 a "1 CAPÍTULO I. Nacimiento i familia de Hernando de Magallancs.-Se embarca para la lndia.-Espedicion a la costa oriental del Africa.-Su vuelta a PortugaJ.-Magallanes hace la primera campaña contra Malacn.-Naufraga en los bajos de Padua.-Su presencia de espíritu.-Asiste a la ocupacion de Goa i al sitio de Malaca.-Malograda espedicion a las Molucas.- Vuelve Ma. gaBanes a Lisboa.-Hace una nueva campaña cn Afríca.Sus correrías en Azamor.-Es herido de una lanzada.-EI reí desatiende sus servicios.-Sus proyectos de futuros descubrí. mientos.-Rui Faleiro.-MagaBanes se desnaturaliza en Portugal i pasa a España ..•. " . " • " ., •.•.••......•• " .•.•• l!\ CAPÍTULO 13 n. Familia de Diego Bal'bosa.-Se casa Magallanes con una hija de éste.- Hace sus propucstas a la casa de contratacion de Sevilla.-Línea divisoria de las posesiones españolas í portugucsas.-Juan de Aranda.-Primeras desavenencias con Faleiro.- Viaje de MagaBanes i Faleiro a Valladolid.-Servicíos prestados a ambos por Aranda.-Celebran con éste un convenio participándole de los bondicíos de la empresa•...••. 15 a 23 CAPÍTULO nI. La corte dcl rei de España.-Magallanes i Faleiro encuentran un protector en el obispo de Burgos.-Sus primcras conferencias con los ministros del reL-Manifiestan sus proyectos i hacen proposicionespara ir a descubrir.-Dudas cosmográfiCllSque despiertan estos proyectos.-Confianza de MagallaDes.-Contrato celebrado con la COl'ona.-Disposicionesdelrei en favor del viaje.-Celos de la corte de Portugal.-Sus reclamaciones diplomáticas.-Dificultades que oponen los oficiales de la C:lsa de contratacion.-El rei las alIana.-Nuevas e inútiles reclamaciones del embajador portugucs .•..... " 25 a 36 Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 15-1 f:-iDICE. CAPLTCLO IV. Inutilidad de FaUm p:¡m los trab:tjos de la escuadra.-Actividad de Magallanes.-Contrariedades que sufria.-Desórden provocado en contra suya.-Justicia que hace el rei a }faga1I.anes.-Actividad en los aprestos de la escuadra.-InstrucClOnes del reL-Los ajentes portugueses tratan de ganarse a J\!agallanes i Faleiro.-EI rel separa a éste dll la escuadra.Ultllnos aprestos.-Magallanes recibe el estandarte real.-Salen .I~s naves de Scvilla.-Testalllento de Magallanes.-La espedl\:lOn zarpa de Lucar de Barrameda ..•.....••.•..... 37 a 61 CAPÍTULO V. Noticias de la escuadrilla de Magallanes.-Disposiciones para arreglar la marcha.-Permanencia en Tenerife.-Primeras dificultades con Juan de Cartajena.-MagallaItes lo pone presoLa escuadrilla avista las costas americanas.-Entra en la bahía de H.io-Janeiro.-:-.1egociacioncs con los indijcnas.-H.econacimiento del Rio de la Plata.-Arribo a la bahía de San-Julian.-Magallancs se decide a pasar allí el invicrno.-Descontento de sus eapitanes.-Traman un complot.-Se apoderan los sublevados de tres naves.-Enkreza ne Magallanes.Muerte de Luis de l\fendoza.-E1 jefe de la escuadra sofoca la sublevacion. -Castigo de los aUlOtinados .....••.••... , 55 a 68 CAPÍTULO VI. Magallanes manda hacer un reconecimiento al sur de la bahía de San-Julian.-:-.1avegacion de Juan Serrano con este objeto. -Reconoce el rio de Santa-Cruz.-Su naufrajio.-}Ia~allanes socorre a los náufl'1lgos, que vuelven a reulllrsele.-Esploracion al interior.-Se dt'jan ver algunos habitantes de aqueHas rejíones.-Su aparente difonnidad.-Rdaciones de }Iagallanes con los pata ganes. -Cum bate de los castellanos con los patagones.-iVlagallanes sale del puerto de San-Julian.Una tempestad lo obliga a recalar al rio de Santa-Cruz.Continúa la nav"gacion.-Avista el cabo de las Vírjenes.Dos naves se adelantan a hacer una esploraeion.-Entrada al cstrecllO .••• 69 a o •••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• 82 CAPÍTt:LO VII. :'tlagallanes reUlle a sus pilotos en consejo. -Estevan GÓmez.Combate el proyecto de Magallanes.-Penetra la escuallrilla en el estrecho.-Se separa la nao San-Antonio.-lIIagallalles consulta de nuevo a los capitanes de su escuallra.-Parecer del piloto Alldres de San-:Vlartin.-Se continúa la esploracion d!'1 estrecho.-Dcscubrimiento dellllar Pacifico.-Sul.Jlevacion en la nao San-Antonio.-Llegan a Sevilla los sublevados.Levántase en la corle un proceso para descubrir la conducta de ellos, i prision de los principales .............•. 83 a 91 CAPÍTULO VIII. La escuadrilla de Magallalles entra en el grande océnno.--Los marinos españoles le dan el nombre de mar l'acifie~.-Tocan en unas islas que llamaron Desveuturadas.-Sufl"lllllcntos en Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia 155 hWICE. la escuatlrilla: enfcrmetlades i hambre.-Arribo a las islas de los Ladroncs.-Relaciones de los castellanos con los isleños. -R6banse éstos una chalupa i son castigadcs.-Reconoc~ Magallanes otras islas que llam6 de San Lázaro.-Desembar('a en una ellas.-Sus relaciones i tratos con los isleños.Arribo a la ish de :\Iasaguá.-Obsllquios cambiado, con e.1 rei de esta isla. -El caballero Pigafetta va a tierra en coml~;jon .••..•.••••.•..••.••••..•.•....••.••.••.• , •••• , .•.• 95 a 107 CAPÍTULO IX. Llega Mag-allanes a la isla de ZebÍl.-Sus primeros tratos con el rei lÍe esta isla.-Bautismo del rei, de la r.lina i de cerca de ochocientos isleños.-Castigo de los pobladores de la isla de l\1aetan.-l\1agallanes determina atacarlos al saber que estos se llegaban a recorrer la autorillll,l llt-Irei de Espa· ua. -Acomete esta empresa contl'a el parecer de los eapitatanes de la escuadrilla.~Combate del 27 de al;ril .le 1521.·Arrojo temerario de :\Iagallanes.-Su llluerte.-SII retrato trazado por el caballero Pil{afctta.-Los vencedores se nieg.m a entregar el cadável' de :Vlagullanes , 109 a 12() CA.PÍTCLO X_ Recelos de los C:Istel1anos despues de la muert,~ de ~lag'al1an ••s. --Entra el rei de Z.~bÚ en un complot contr,l ellos.-)latauza del 1.' de m'lYo de 1521.-Tolua el mando de la eseuudri!la Juan Carulnllo.-Se :retira de la isla <le ZehÚ, dejando nbandoll¡].(lo a Juan Serrano.-Destruye la nao Conrr.¡wion en ia isla de Bulto!. - VisIta varias islas, í es <ll'puesto ueJ man<.10.- LI..>ganl0" castellanos a las :\{o]ucas. -Trájico fin de Fmncis('" Serran".--Los reyes <1<)aquellas islas rel'l)lJocen la autoridad d,'l reí ,le España.-La Vict07·ía. da la l'ul'lta a EurolIa.-Padecimientos de la nave¡racion.-Los JlOl·tugueses le toman trece hombres de su tripulacillu en las Jf;fas de Cabo Venle.--Arribo a ;;evilla.--Premios concedidos por el l"'¡ a Sebastian ue Elcauo.-ConclusioIl •.•.•...•...•...••••.• 121 a 13l PRVEIHS E ILUSTR,'-CIO:'JE~. 1lustracion 1 ~t ai:·::~:::::::::::::::::::::::::::::::::::·::: I~. ~ l' lId' Id. . Id. IV •.•••.• _ ••••.•.•.....••.....••.•.•..••.•. V, .•...••.••.•...•..•..•.••.••..•..•.•.•.•. VI. •...•.....•.......•.•.••..•.•••..•...... VI!. VIII ......•..•. .......•...•......•.•.............•.. IX .....•.. " : •.•..•.... : ........•........•. ••••...•..•..••..•••..•..••..• {~. 'XX,! •.••..••.••••••••• , ••••••••.•••••..•••.••• .•......•.... " , .........•.... Id. XII. ..........•............................ Id. Xllr. .•...•.•....•........................•. 133 a 131 g.~ ~m 139 a U2 142 a 113 a 115 , 116 146 a 118 a 149 a 1.~0 a 161 " U3 141 1·17 14¡' 150 151 152 ~OTA.-POI un error en la foliacion la páj, 49 sigue u la 42¡ perG no hai falta alguua en el testo. ' Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este Libro fue Editado por la Biblioteca Luis Àngel Arango del Banco de la Republica. Colombia