“Era la típica niña que tenía que desmontar los juguetes para ver

“Era la típica niña que tenía que desmontar los
juguetes para ver cómo se fabricaban”
El diseño siempre ha estado muy presente en la vida de Montserrat Pichel, profesora
del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad Nebrija, que ya desde muy
pequeña fabricaba los vestidos para sus muñecas. Ahora diseña camisetas, muebles y
complementos para sus amigos y espera poder montar su propio estudio.
Profesora de Diseño Industrial y diseñadora de muebles, moda, complementos...
¿Con cuál te quedas?
Me quedo con las dos, son bastante complementarias… además, en ambas me
aprovecho de la otra faceta. Muchas veces en la búsqueda de información o durante
las clases me surgen ideas que luego puedo llevar a cabo en mis ratos libres y en
otros casos, las cosas que yo hago me dan pie a explicaciones, casos de estudio, etc.
¿Desde cuándo te interesa el diseño?
Creo que me interesa desde siempre, como a los artistas cuando les preguntas desde
cuándo cantan y te contestan que desde antes de hablar… Desde pequeña tenía
muchísimo interés en crear mis propias cosas; mis muñecas no llevaban nunca su
vestido original. En cuanto tenía una muñeca nueva, me ponía a hacerle un vestido.
Igual me pasaba con las casas, los muebles, los complementos… Con mi padre
fabricaba casas de madera y muebles que luego pintábamos.
También era la típica niña que tenía que desmontar los juguetes para ver cómo se
fabricaban. Ya de más mayor analizaba cualquier aparato nuevo, un electrodoméstico
o un mueble, para ver cómo era y qué podía mejorar. Cosa que llega a mis manos,
cosa que estudio su diseño.
¿Qué artistas/grupos te sirven de inspiración a la hora de crear?
No sé, tengo muchos diseñadores que me apasionan y que me han influido mucho,
como pueden ser Charles and Ray Eames, Alvar Aalto, Verner Panton, George
Nelson, los hermanos Bouroullec, Jasper Morrison, Hella Jongerius, Stephano
Giovanonni, Ingo Maurer; Martí Guixé, el estudio Emiliana, Nani Marquina, Diez+Diez
(que estuvieron aquí ofreciéndonos una conferencia)… Me han influido muchos, sobre
todo a la hora de concebir la idea del diseño, lo que me gusta, lo que busco y qué tipo
de diseño valoro. Pero, para mis propios diseños creo que la inspiración me viene de
las circunstancias, de lo que se necesite, de lo que me apetezca hacer o de lo que me
sugiera la idea.
¿Puedes contarnos qué hay detrás de un buen diseño?
Detrás de un buen diseño pienso que hay emoción, pero no emoción en el sentido de
“me emociona lo bello que es” no, en absoluto. Emoción por seguir conociendo ese
producto, por su uso, por lo fácil que lo hace o lo innovador que es, por sus materiales
y fabricación. Un trabajo bien hecho, que se vea que se ha perfeccionado, por la
comunicación que establece contigo, porque es tuyo; se hace especial, porque cubre
lo que buscabas; incluso emoción cuando lo destruyes, porque sabes que “es
beneficioso” y, obviamente, emoción estéticamente hablando, al final, las cosas entran
por los ojos.
El diseño es muy amplio y hay que tener muchas cosas en cuenta: la función, la
estética, la comunicación, la relación con el usuario, el final de su ciclo de vida, que
sea perdurable en el tiempo, el coste económico, la adecuación a la
sociedad/necesidades… un buen diseño debe abarcar todos estos puntos y cumplirlos
correctamente.
¿Cuánto tiempo dedicas a esta afición?
Poco, realmente menos tiempo del que me gustaría. Cuando me pongo con ello puedo
pasarme horas y horas, pero me cuesta encontrar un hueco. Cuando llego del trabajo
es complicado y los fines de semana se acaban haciendo cortos; espero empezar a
sacar más tiempo.
¿Tienes algún proyecto en mente? ¿Para cuándo tu propia marca/ firma?
Proyectos en mente siempre tengo, me encantaría tener un estudio de diseño, pero es
muy complicado y a muy largo plazo. De momento, tengo que ponerme más en serio
con ello, empezar a hacer cosas y tener un buen book con proyectos y trabajos, para
moverlo por Internet, con un blog o por pequeñas tiendas.
Por ahora me voy moviendo con amigos y amigos de amigos. Siempre que voy a sus
casas y veo alguno de mis diseños de muebles o que llevan algo que yo hice me llevo
una alegría, y por supuesto, me recuerda que hay que seguir con ello.