color negruzco de pizarra. Región ventral blancuzca, a veces ligera

T O M O DEL CINCUENTENARIO. — MEMORIAS
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color negruzco de pizarra. Región ventral blancuzca, a veces ligeramente lavada de ante, y sin que se vea apenas el gris de la base de
los pelos. Los pies, por encima, de un blanco marfileño. Cola parda sucia en su cara dorsal; blancuzca por debajo.
Dimensiones externas del tipo (Q adulta de Tagüidert, provincia
de Hajá): cabeza y cuerpo, 85 mm.; cola, 66; pie posterior, 18;
oreja, 14. En los varios ejemplares que he medido, la longitud total
del cráneo varía entre 19 y 20,5 mm.
Este ratón es el representante de M. spicilegus en el Oeste de
Marruecos, o acaso solamente en la región del argán. Todos los
ejemplares que yo he visto proceden de Mogador o de Tagüidert,
y juzgando por las dimensiones, a la misma raza pertenecen los que
cita D E W I N T O N de diversos puntos de las provincias de Ajmar y
Hajá, bajo el nombre de M. musculus gentiüs, que yo también empleé en otro tiempo, a imitación suya (1). El verdadero AI. gentiüs, que vive en Egipto, pudiera ser también una subespecie de
spicilegus; pero se distingue desde luego de las formas berberiscas y de las del Sudoeste de Europa por tener el pelo de las partes
inferiores blanco hasta la raíz, sin base gris. Muy afín a este grupo
es también el M. algirus, que acaso algún día se encuentre hacia
Tafilete o en alguna otra región de desiertos del interior de Marruecos, y que en cierto modo puede considerarse como el representante berberisco del M. bactrianus del Asia sudoccidental. En
su aspecto general, en su coloración y en su cráneo, M. algirus
difiere poco de algunas razas de M. spicilegus,
pero es más blanco por debajo (aunque con la base de los pelos gris), y tiene la cola
próximamente tan larga como el cuerpo con la cabeza, y de un matiz muy obscuro, casi negro, hacia la punta.
Volviendo a M. s. mogrebinus, es interesante hacer constar la
gran semejanza que en coloración y aspecto general hay entre esta
forma y el M. musculus de la misma región; el primero tiene, sin
embargo, la cola mucho más corta y el cráneo más pequeño y delicado, sobre todo la porción rostral.
(1)
Bol. R. Soc. Esp. de Hist. Nat, VI (1906), pág. 366.