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HISTORIA
DEL
DERECHO
R O M A N O.
Dra. Claudia Patricia Salcedo de Patarroyo.
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PERÍODO
ARCAICO.
H..I..S..T..O..R..I..A:
“CIVITAS QUIRITARIA”.
1. MARCO GENERAL:
Siglo VIII a. C. Fundación de Roma. (753 a. C.).
Siglo IV a. C. “Leges Liciniae Sextiae”. (367 a. C.).
El origen de la civilización romana se remonta a la mitad del siglo VIII a. C.,
época en la cual tuvo inicio el proceso de formación de la sociedad política
romana. Desde entonces y hasta la mitad del siglo IV a. C., la nueva
civilización asumió, precisó y mantuvo algunas características peculiares e
inconfundibles.
Este período se conoce como: el “Período de la Civitas Quiritaria”. Su
estructura fue esencialmente aquella de la “Civitas” y su ciudadanía fue
rigurosamente restringida a los miembros de las gentes patricias, es decir, a los
“Quirites”.
Este período cuatrisecular y su estado, se toman como un “unicum”
indiferenciable, radialmente diverso del estado de los siglos y períodos
sucesivos. Pero con esto no se debe entender que el “unicum de la Civitas
Quiritaria” se haya quedado monolíticamente compacto desde el principio hasta
el fín. Al contrario, ningún período de la historia romana ha sido tan movido y
tormentoso como el arcaico.
Los “Quirites” originarios de la “Civitas Quiritaria”, que eran de estirpe LatinoSabina, sufrieron hacia el siglo VI a. C., el dominio de potentes familias
etruscas, que innovaron profundamente la estructura de la comunidad,
sobretodo, desde el punto de vista militar.
Pero, expulsados los Etruscos, la “Civitas Quiritaria” se vió constreñida a
combatir con las poblaciones latinas y con los mismos Etruscos, haciendo
recursos para integrar al ejercito la masa no patricia denominada: Plebe
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(“Plebs”), que hasta ahora había sido tratada en posición de subditanza, es
decir, excluída del gobierno ciudadano.
Asi es que la plebe sabiendo de su indispensabilidad para la sobrevivencia del
estado, se organizó internamente y puso en acto una verdadera y propia
revolución en contra de los “Quirites”, alcanzando finalmente a obtener la
ciudadanía, no de la “Civitas Quiritaria”, pero si de un nuevo estado patricioplebeyo, aquél de la “Respublica Romanorum”.
2- FASES:
A- LATINO-SABINA: Siglos VIII – VII a. C.
Los “Quirites” estaban divididos como patricios en grandes “Clans” – “Gentes”,
que se dedicaban al pastoreo y a la agricultura extensiva, mientras que el
poder político estaba en manos de los “Patres” y del “Rex”, por los mismos
elegidos.
B- ETRUSCO-LATINA:
El predominio de los “Patres” y de los reyes latino-sabinos, fueron usurpados
por potentes familias etruscas. Se difundió la agricultura intensiva (practicada
por la plebe). Se organizó un nuevo y más aguerrido ejército: “Exercitus
Centuriatus” integrado en gran parte por los súbditos plebeyos.
C- DE CRISIS DEL SISTEMA QUIRITARIO:
La revolución de la plebe llevó progresivamente al reconocimiento del
“Exercitus Centuriatus” como una asamblea política patricio-plebeya
debiberante y, al consecuente reconocimiento de los “Praetores”, jefes
máximos del ejército, uno de los cuales plebeyo, como jefes del nuevo orden
estatal de la “Respublica Romanorum”.
3- LOS ORÍGENES DE ROMA:
La zona más escasamente populada del Lazio era, todavía en el siglo VIII a. C.,
aqu
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ella que se extendía a la izquierda del Tíber.
Sobre la llanura charcosa y malsana se levantaban pequeñas alturas boscosas,
aisladas, que imponían una vida extremadamente fragmetada a las pocas
familias de pastores que coragiosamente la habitaban. Pero con el pasar del
tiempo, el lugar tuvo una gran importancia económica, porque permitía el
control de las llegadas y salidas de los tráficos.
Los grupos familiares de la ribera de la izquierda, hacía mitad del siglo VIII a.
C., dieron inicio a una serie de procesos federativos que les aumentó la fuerza
y contemporáneamente les garantizó la independencia.
Según la leyenda y el relato avalado por los analistas:
Roma fue fundada en el año 753 a. C., por Rómulo, de estirpe real latina,
prófugo de Albalonga, encabezando un grupo de aventureros de diferentes
proveniencias. A la nueva comunidad Rómulo le dio, de una vez, todas sus
fundamentales instituciones políticas.
El pueblo fue dividido en la clase dominante de los patricios (“patricii”),
recogidos en un número cierto de “Gentes” y en la clase inferior de los
plebeyos (“plebeii”) privados de organización y, en la clase de agregados en
posición de dependencia, los “Clientes”.
Los patricios estaban distribuídos en tres “Tribus”: “Ramnes”, “Tities” y
“Luceres”. Cada tribu estaba dividida en 10 “Curias”, división fundamental
para la institución de la asamblea popular denominada “Comitia Curiata” que
debía dar la “Lex curiata de imperio”.
El jefe de la comunidad era el rey (“rex”), elegido monarca con carácter vitalicio,
el cual estaba rodeado por un consejo de ancianos , el Senado (“senatus”), que
originariamente fueron cien “patres” y después con los sucesores de Rómulo
de trescientos miembros.
Dicen muchos historiadores, que esta narración es mucho más leyenda y mito,
que es fuertemente inverosimil.
Eso sí, un punto que resulta claro, confirmado y precisado por todos los medios
de cognición, es que Roma surge efectivamente en el curso del siglo VIII a. C.
4- FASE LATINO-SABINA:
La fase de la “Civitas” Latino-sabina es la primera fase de la historia del estado
quiritario que coincide aproximadamente con los siglos VIII y VII a. C.
Al primer y consistente nucleo ciudadano de derivación latina, se agregaron
progresivamente otros nucleos de derivación sabina. Estos nucleos étnicos
latino y sabino, concurrieron a la prefiguración de una comunidad política
unitaria, de la cual se deriva la “civitas quiritaria”.
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La tradición habla de siete reyes de Roma. Señala los primeros cuatro como
oriundos de las “gentes” latino-sabinas y, los otros tres de origen etrusco.
RÓMULO: Latino, fundador de Roma, después del bien conocido episodio del
rapto de las mujeres sabinas y del consiguiente comflicto con los sabinos, tuvo
que reinar por un cierto tiempo junto con TITO TAZIO rey de los sabinos, con
el fin de sellar la paz y la fusión entre latinos y sabinos.
NUMA POMPILIO: Sabino. Dejó su impronta en el reordenamiento de los
cultos ciudadanos. Se le atribuye la creación de los pontífices y de los augures.
TULLIO OSTILIO: Latino. “El belicoso”. Destructor de la ciudad de Albalonga.
ANCO MARZIO: Sabino. Fundador del Puerto de Ostia.
Esta fase, no señaló desde su inicio la ciudad completamente formada, fue el
momento en que se dieron las bases de lo que sería la Ciudad Quiritaria
(“Civitas Quiritium”). Se trató de una comunidad elemental y casi primitiva,
donde la economía estaba ligada esencialmente al pastoreo.
Las estructura política (“rex” – “Comitia Curiata” – “senatum”) interferían más
bien poco en la vida económico-social, que se desarrollaba esencialmente y
todavía alrededor de las familias, potestativamente organizadas bajo la
dirección del “Paterfamilias”.
Las familias eran comunidades concentradas alrededor de la casa-granja
(“domus”), con un pequeño huerto circundante (“heredium”) de no más de
2.500 metros, de la cual se irradiaba la actividad pastoril, ejercitada por los
hijos (“filii”) y los “clientes”.
La riqueza privada o familiar estaba principalmente constituída por vacadas y
rebaños (“pecunia”).
El poder no estaba dado por la riqueza material, si no más bien, por la interna
cohesión y por la fuerza comparativa de las familias (“familiae”) y de las
“gentes”.
5- FASE ETRUSCO – LATINA:
La fase de la “Civitas” etrusco-latina coincide aproximadamente con el siglo VI
a. C.
Los tres últimos reyes de Roma fueron de estirpe etrusca.
TARQUINIO PRISCO: Debelador de los pueblos latinos y sabinos del Lazio.
Enriqueció a Roma con los primeros monumentos e introdujo en la vida
ciudadana el fasto real característico de su pueblo.
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SERVIO TULLIO: Instituyó en la ciudad el censo y la división por centurias y
por clases. Por eso se le conoce como el Reformador del ejército y creador de
un nuevo tipo de asamblea popular, la “Comitia Centuriata”, que admitió junto a
los patricios también a los plebeyos. Pero toda esta creación se aplazó
efectivamente en su operatividad a los tiempos en que la monarquía se
extinguiera.
TARQUINIO “EL SOBERBIO”: Su violento dispositivo determinó una rebelión
del pueblo, ya prevista por Servio Tullio, la cual llevó a la abolición de la
monarquía.
Por efectos de la dominación etrusca, la organización de la comunidad se
precisó como un Estado-Ciudad, ligado a una bien circundante sede territorial y
defendido por un nuevo tipo de ejército, el “Exercitus Centuriatus” en el cual
fueron llamados a participar los plebeyos, dedicados a la agricultura intensiva y
a la artesanía.
Los etruscos influyeron profundamente sobre la vida de Roma:
Conectaron la autoridad del rey con el comando militar “Imperium”, ya que
dotaron a la organización ciudadana de un ejército compacto y bien armado,
que permitió a Roma combatir con suceso: “Exercitus Centuriatus” subordinado
al “Imperium” del rey como conductor militar, “Magister populi”.
Introdujeron una religión de estado a cuya cabeza estaban: Jupiter, Juno y
Miverva, la llamada: “Triada Capitolina”, venerada en el nuevo templo de
Júpiter, erigido en el Arce del Campidoglio.
Floreció una vida económica nueva concentrada en la agricultura intensiva
ejercitada extrapomerialmente por familias campesinas que estaban excluídas
de la comunidad quiritaria.
La economía plebeya basada en la agricultura intensiva y la economía gentilicia
basada en la agricultura extensiva, se volvieron complementarias y, su punto
de encuentro fue el mercado público que se llevaba a cabo en el Foro cada
nueve días, dando lugar al trueque de productos agrícolas y artesanales con el
ganado, de donde nace después la moneda.
La pertenencia a las “gentes” (latino-sabino-etruscas) permanece título
exclusivo de participación al gobierno en las curias de los “quirites” y se exaltó
con el cierre de la comunidad quiritaria dentro de una linea perimetral sagrada:
el “Pomerium”.
6- FASE DE CRISIS DEL SISTEMA QUIRITARIO:
La última fase de crisis de la “civitas quiritaria”, representa la crisis y la
degeneración de los ordenamientos típicos del estado quiritario y coincide
aproximadamente con el siglo V a. C., hasta la mitad del siglo IV a. C.
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Las instituciones originarias (“rex”, “patres”, “senatum”. “Comitia Curiata”...) no
son abolidas, pero son ofuscadas y oprimidas por la organización del “Exercitus
Centuriatus” patricio-plebeyo y por la influencia impregnante asumida por sus
comandantes, los pretores.
Según la narración tradicional, con la revolución de los dos etruscos, Bruto y
Collatino en el año 509 a. C. en contra del rey, también etrusco, Tarquinio “El
Soberbio”, el sistema monárquico originario y la dominación etrusca terminan
para siempre y se empieza a vislumbrar el sistema “republicano”, pero en
realidad, se introduce un sistema fundado sobre la magistratura colegial
suprema de dos pretores patricios (los jefes del ejército), elegidos anualmente
por el “Exercitus Centuriatus”.
Se funda, entonces, el “Sistema Patricio de la Diarquía Pretorial Anual”.
Que luego pasaría con el tiempo a llamarse: “Sistema de la Diarquía Consular
Anual”.
El rey no desapareció, queda representado en el “Rex Sacrorum”, Jefe
supremo de los cultos romanos, sólo con funciones religiosas y dotado por
necesidad de un propio “ius edicendi”. Su decadencia se debe al desprestigio
de su cargo, ya incapaz de hacer frente por sí solo a todas las exigencias
políticas y religiosas del estado.
La paz y la tranquilidad no regresaron a la “civitas”; mientras al extremo
oprimían las poblaciones laziales, al interno la plebe se alborotaba en tumultos
descontenta por el tener que soportar los gravámenes de las continuas guerras
y por estar todavía en una posición de neta inferioridad respecto del patriciado.
De todo esto, se derivaron continuas y graves perturbaciones civiles, que
después de muchos sucesos se pudieron definitivamente calmar sólo en al año
367 a. C., con las “Leges Liciniae Sextiae”, mediante las cuales se reconoce a
los plebayos el derecho de aspirar anualmente a uno de los dos puestos de
“consules”. En éste momento histórico se introduce en la estructura estatal
romana un verdadero sistema republicano, “Respublica Romanorum”, dándose
inicio al Período preclásico.
7- CRISIS EN LA POLÍTICA EXTERNA:
Durante la crisis de las instituciones quiritarias, Roma se encuentra en una
situación difícil frente a otros pueblos: Lazio, Campania, Etruria, etc.
El predominio etrusco había asegurado a Roma la ventaja de la paz y de una
sobrentendida alianza con las poblaciones de las cuales eran oriundos los
etruscos, pero al contrario, también le había procurado la hostilidad de las
ciudades latinas, una hostilidad originada por las tendencias expansionistas de
los tarquinios.
Se dieron muchísimos tentativos para la conquista de Roma y para someter a
los romanos, pero siempre fueron esfuerzos inútiles, pues los romanos lograron
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vencer, dividieron los adversarios (Tuscolo, Aricia, Lanuvio, Laurento, Cora,
Tivoli, Pomezia, Ardea, etc.) y los derrotaron uno por uno, hasta la potente
Tarquinia en el año 351 a.C. cuando el ejército romano fue por primera vez al
comando de un dictador plebeyo: Caio Marcio Rutilo.
Roma reafirmó, aunque con bastante esfuerzo y sacrificios su primacía.
Esta situación le dio importancia al “Praetor” jefe de la “Legio” y también a la
plebe necesariamente llamada a integrar con su masa numerosa las filas del
ejército.
8- CRISIS EN LA POLÍTICA INTERNA:
Una de sus causas fue la violenta acción revolucionaria desarrollada por la
plebe para obtener:
1- El alivio de sus condiciones de subditanza.
2- La plena parificación con caracteres de ciudadanía, con la clase patricia.
El “Exercitus Centuriatus” al abrirse también a los plebeyos, evidentemente
representó el medio a través del cual la plebe pudo obtener la satisfacción de
sus reivindicaciones y mediante el cual se verificó la evolución de la estructura
de gobierno de Roma.
Las guerras incesantes de Roma en los siglos V y IV a.C., pusieron a los
plebeyos en condiciones favorables para desarrollar su batalla política.
La “Civitas” tenía de hecho, una extrema necesidad de la plebe, no solo para
que permaneciera tranquila en la urbe y en el campo, si no también para que
concurriera con su válida masa de hombres a reforzar el ejército ciudadano.
Inevitablemente, la plebe se comportó, con relación al patriciado, como una
clase económico-social capaz de oponérsele y condicionarla. Por lo tanto, sus
aspiraciones salieron de lo genérico y de lo vago y, pasaron progresivamente a
exaltarse y precisándose en los fines para alcanzar en las acciones a
desarrollar, en una organización interna apta para sostener esta acción
prestablecida.
Los obstáculos más graves que la plebe tenía que superar para obtener la
liberación eran los siguientes:
- La persistencia de los “Quirites” en considerar la pertenencia a las “gentes”
ciudadanas, como cualidad exclusiva para el gozo del “status” de ciudadano y
por lo tanto, para participar en los comicios, en el senado, en los cargos
magistratuales y en los colegios sacerdotales.
-
La imposibilidad para la plebe de controlar a través de sus representantes la
justa repartición entre familias plebeyas de los territorios de conquista. La
plebe no estaba integrada exclusivamente por pobres, más bien, un buen
número de familias plebeyas eran económicamente pudientes a tal punto
que estaban llamadas al servicio de los “Pedites” en el ejército.
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El motivo por el cual los plebeyos se orientaron siempre más decisivamente
hacía la abolición de la “Civitas Gentilicia” y hacía la sobreposición del “Populus
Romanus Quiritium”, reunido en el ejército centuriado, era el siguiente:
-Se resistían los plebeyos a participar en un tipo de organización, aquella de la
antigua agricultura extensiva y que, entonces, debería obligar a los plebeyos a
renunciar a métodos más modernos de trabajo.
La política de la plebe se desarrolló en dos tiempos:
l- Reclamó y obtuvo:
-
La admisión del “connubium” con los patricios.
La asignación a las familias plebeyas de otras partes de los territorios de
conquista.
Una más segura garantía de su libertad en el ámbito ciudadano.
2- Coincidente con el siglo V y la primera mitad del siglo IV a. C., reclamó y
obtuvo:
-
La plena igualdad jurídica con los patricios en el seno del “Exercitus
Centuriatus”.
La utilización del “Exercitus Centuriatus” como asamblea constitucional
debiberante constituída por patricios y plebeyos.
Consecuencialmente, la elección de los plebeyos sobre un plano de
igualdad con los patricios a los máximos cargos del “Populus Romanus
Quiritium”.
La acción puesta en obra para alcanzar estos fines tuvo carácter netamente
revolucionario, porque estaba dirigida a una completa eversión del sistema
económico, social, político y constitucional de la “Civitas” gentilicia de los
“Quirites”.
En cuanto a los modos de lucha el método basilar fue el de la secesión, es
decir, el alejamiento, el distanciamiento en masa de los plebeyos de la vida
ciudadana, propiamente en los momentos en la cual tenía mayor necesidad
para su salvaguardia del concurso de la plebe.
Estas constriñeron
inevitablemente a los patricios a hacer concesiones a los plebeyos.
Asi es que la plebe se fue organizando en partido político revolucionario con su
propia asamblea, sus propios jefes y sus propios fundamentos económicos.
La organización revolucionaria de la plebe fue establecida con ocasión de la
primera secesión, donde se decidió ponerse bajo la dirección de dos Tribunos
de la plebe, de un colegio de “Iudices decemviri” y de los “Aedilles”. Decisión
confirmada con las “Leges Sacratae” que establecieron que los funcionarios
plebeyos fueran “sacrosancti”, o sea, sagrados, puestos bajo la protección de
10
las divinidades plebeyas: Cerere,Libero y Libera, y que quien sacrílegamente
levantara la mano en contra de ellos, fuera asesinado en señal de expiación.
La “Lex Valeria Horatia” del año 449 a.C., votada por la “Comitia Centuriata” la
confirmó rindiéndola obligatoria para los patricios.
9- LA FORMACIÓN DE LA “RESPUBLICA” NACIONAL
ROMANA:
Por efecto de la acción revolucionaria conducida por la plebe, la estructura del
estado quiritario fue en los siglos V y IV a. C., siempre cada vez más
gravemente minada, hasta que se llega a la mitad del siglo IV a. C. a una
sustancial transformación.
Después de la instalación de la forma de gobierno, primero pretorial, luego,
consular, la plebe, que ya desde tiempo atrás había sido admitida a participar
en el ejército centuriado, se había agitado y había empezado a organizarse
revolucionariamente sobretodo para obtener la satisfacción de dos
reivindicaciones:
1- La admisión del “connubium” con los patricios.
2- La abolición del inhumano sistema de matar a los deudores morosos.
En el año 451 a.C. un primer suceso se dio cuando obtuvieron el nombramiento
de un colegio patricio de “Decemviri legibus scribundis consulari potestate” al
cual se le confió la tarea de formar un cuerpo orgánico de leyes. Pero los
“decemviri” cuyo presidente era el antiplebeyo Appio Claudio, no dio respuesta
a esta fiducia de la plebe y fueron depuestos por un tumulto del pueblo en el
año 450 a.C.
En el año 449 a.C. los cónsules Lucio Valerio Poplicola y Marco Orazio Turino,
trataron de pacificar los ánimos y:
-
Publicaron con la “Lex Valeria Horatia” la “Ley de las Doce Tablas” (de las
cuales dos ciertamente antiplebeyas).
Admitieron que los “Plebiscita” tuvieran eficacia de leyes de estado.
Pero la plebe todavía estaba descontenta, insistió con máximo vigor e hizo
obstruccionismo en el “Exercitus Centuriatus”, sobretodo presionando en la
elección de cónsules ordinarios y tratando de realizar su objetivo último y
supremo: la abolición del sistema político gentilicio.
Durante ochenta años, del 448 al 368 a.C., los supremos poderes políticos y
militares tuvieron que ser ejercitados por los oficiales superiores del ejército, los
tribunos militares, dentro de los cuales hicieron parte los plebeyos (“Tribuni
militum consulari potestate”). Sucedió así porque los tribunos de la plebe
continuaban activamente organizando la agitación plebeya en las plazas
ciudadanas y los plebeyos en el ejército comenzaron a rechazar
obstinadamente la obediencia a los pretores que no eran de su agrado,
constriñendo a la “Civitas” a renunciar a la designación de “Praetores” patricios
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y dejar los poderes militares y políticos en las manos de los “Tribuni Militum”
casi siempre plebeyos.
La plebe con la “Lex Canuleia” del año 445 a.C., logra el “connubium” con los
patricios. En cambio, el sistema de ejecución personal por deudas se abolió
hasta solo después de un siglo, en el año 326 a.C., con la “Lex Poetelia
Papiria”.
El rey y los “Comitia Curiata”, fueron definitivamente desautorizados
políticamente, asumiendo preponderante importancia el “Exercitus Centuriatus”
y, por lo tanto, el “praetor” que comandaba el ejército patricio-plebeyo, pero
quien era único y patricio designado por los “patres” y confirmado por los
“Comitia Curiata” mediante la “Lex Curiata de Imperio”.
Las guerras inducen a los romanos a duplicar la “Legio”, dos legiones
autónomas, lo cual implicaba dos pretores de igual grado y la posibilidad de un
puesto accesible también a los plebeyos se había creado.
Asi es que, a la mitad del siglo IV a.C., con el reconocimiento del carácter de
“Comitia”, es decir, asamblea constitucional deliberante al “Exercitus
Centuriatus”, que asumió entonces el nombre de “Comitia Centuriata”,
consecuentemente, se dá la admisibilidad de los plebeyos a uno de los puestos
de “Praetor” del ejército y cónsul y ulteriormente, la posibilidad que también un
cónsul plebeyo, siendo en grado par de su colega patricio, trajera los auspicios
y finalmente, la posibilidad que un plebeyo, en cuanto excónsul se afrancara
con los “Patres” en el Senado.
Esto se realizó en el año 367 a.C. Solo hasta este año los patricios cedieron a
la aspiración plebeya de alcanzar el consulado, con las “Leges Liciniae
Sextiae”, como se dijo, hizo accesible a un plebeyo uno de los dos puestos de
la máxima magistratura consular (elegidos por los “Comitia Centuriata”). Se da
inicio al sistema de una Diarquia Consular Anual Patricio-Plebeya que introduce
la REPUBLICA NACIONAL ROMANA.
E..S..T..R..U..C..T..U..R..A
E..S..T..A..T..A..L:
“CIVITAS QUIRITARIA”.
1- CONCEPTO Y GENERALIDADES:
El panorama histórico, hace entender fácilmente que no es posible
individualizar una única y precisa estructura estatal en los cuatro siglos del
período arcaico. Las variaciones fueron múltiples. Pero, también, es cierto que
el punto focal fue una estructura de “Civitas”. Dos elementos la caracterizaban:
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A. La concentración de los “cives” en un pequeño centro urbano, “urbs”,
dominado por un “arx” y circundado por un restringido condado.
Hacia posible a los miembros de la comunidad y residentes, de refugiarse en
los muros fortificados en caso de peligro, y al mismo tiempo hacia ágil la directa
e inmediata participación en la administración de la comunidad.
B. El reconocimiento de la cualidad de ciudadano a los seres humanos
pertenecientes a los únicos y determinados rangos genéticos que habían
contribuido a la fundación y al incremento del Estado.
La “Civitas” era algo especial, escogido y extrechamente limitado en el plano
humano y territorial, que explotaba para su beneficio una subditanza y un
territorio bien vasto.
Se condicionó rígidamente la cualidad de ciudadano, “cives”, al requisito de
pertenencia a una de las “gentes” que inicialmente o sucesivamente
concurrieron a la fundación o extensión de Roma. Esta limitación de la
ciudadanía a la “gentilitas”, fue, a punto, la descripción específica de “Civitas
Quiritium”.
Los ciudadanos fueron los pertenecientes a los “gentiles”, en cuanto se
perteneciera a determinadas “gentes”, llamadas: patricios o “Quirites”.
2- ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL ESTADO:
POBLACION – NACION: Elemento subjetivo - personal.
TERRITORIO: Elemento objetivo – físico – material.
GOBIERNO – SOBERANIA:
3- LA POBLACIÓN DE LA “CIVITAS QUIRITARIA”:
La población de la “Civitas Quiritaria” se distinguía en:
 Ciudadanos (“cives”): Aquéllos que poseían la ciudadanía romana,
exclusiva de “Quirites” o patricios.
 Súbditos: Aquéllos que hacían parte de la subditanza romana, integrada
por:
----- Los Clientes.
----- Los plebeyos.
Huespedes permanentes.
 Extranjeros “hostes”: Huespedes transitorios y temporales.
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4- LA CIUDADANÍA:
Los ciudadanos del Estado Romano, “cives romani”, fueron exclusivamente los
miembros libres, (“ingenuos”), pertenecientes a las “gentes”, (“gentiles”)
denominados: “Quirites” (fundadores de Roma en el Monte Quirinal) y también
sus descendientes, los patricios, por pertenencer a la organización gentilicia,
que estaba en cabeza de los “patres” (padres de familia, miembros del
Senado.)
Existían tres categorías de ciudadano:
1) LOS CIUDADANOS CON PLENA CAPACIDAD: “SUI IURIS”.



Admitidos a participar en todas las funciones del gobierno.
Capaces de hacer parte del Senado, quizá al principio, sólo los “Patres
Gentium”, pero, después también, los “Patres familiarum”.
La severa organización familiar, hacía que la vida de la “Civitas”, fuera
aquélla de las familias sometidas a la “potestas” del “pater familias”.
2) LOS CIUDADANOS CON CAPACIDAD LIMITADA: “ALIENI IURIS”.


Admitidos solamente a los “Comitia Curiata”, pero excluídos de toda otra
función del gobierno.
Fueron los miembros libres, “ingenuos”, varones púberes de las familias,
que estaban privados de la cualidad de “pater”, es decir, estaban sometidos
a la “potestas” de un “pater familias”.
3) LOS CIUDADANOS NOMINALES:

Fueron las mujeres, “mulieres”, de las gentes patricias:
----- Por nacimiento: “mulíeres ingenuae”.
----- Por adquisión de otras familias: “mulíeres in manu”.

Las “mulíeres” estaba sujetas a la “potestas” de un “paterfamilias” o de un
tutor, durante toda la vida.

También eran ciudadanos nominales:
--- Los varones impúberes.
--- Los incapaces.

Estaban excluídos de la participación en cualquier función del gobierno,
obviamente, también de la “Comitia Curiata”, a excepción de las vírgenes
vestales.
5- LA SUBDITANZA:
La subditanza romana estaba integrada por los clientes y los plebeyos.
 LOS CLIENTES:
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Ambigua era su condición; residían en la “urbs” o en el condado, pero les
faltaba una organización gentilicia autónoma.
Estaban sometidos a las gentes quiritarias y no directamente a la “Civitas”, con
las cuales codividían el “modus vivendi” y eran admitidos a llevar el “nomem
gentilicium”.
Su denominación “cliere” = obedecer, es la que denuncia su condición de
súbditos, debían obedecer exclusivamente a un “pater familias” de la “gens” a
la cual eran agregados “deditio in fidem” o por voluntaria sumisión “applicatio”.
A cambio gozaban de protección, a través del “patronatus”.
Estaban
considerados “in fide patroni”, es decir, confiados al “patronus”, a tal punto, que
había una sanción religiosa “sacertas” para el patrón que traicionaba a su
“cliens”.
Podían participar en los cultos “sacra” de la “gens”.
Se diferenciaban con los “gentiles” por no ser “ingenuos”, o sea, nacidos de un
miembro libre de la “gens”.
Su utilidad consistía en la ayuda que ofrecían a las familias patricias, para fines
de la economía de la “gens”, conectada a la agricultura extensiva y para llenar
las exigencias de tropas auxiliares para el ejército.
Desaparecieron progresivamente, con la decadencia de la organización
gentilicia. Las familias clientelarias se volvieron autónomas y pasaron a
confundirse con la plebe, lo que determinó que algunas familias plebeyas con
el tiempo resultaran con un “nomen gentilicium”.
 LOS PLEBEYOS:
Residían en forma estable en la “urbs”, preferiblemente en el condado, pero no
tenían organización gentilicia y por tal razón, estaban excluídos del “Ius
Quiritium” (el Derecho de los “Quirites”).
La plebe se encontraba en revolución permanente y su derecho era la
posibilidad de autodefensa.
Se organizaron por familias o consorcios familiares, parientes entre ellos.
La clase plebeya no era homogénea, estaba bien diferenciada en su interior:
-
Pequeños agricultores y campesinos privados de tierra.
Comerciantes y artesanos.
Familias de notable potencia económica que asumieron en el conflicto
político un papel de hegemonía.
Practicaron la agricultura intensiva y la artesanía.
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Después del rey Servio Tulio, se les permitió contribuír como “pedites” en el
ejército. (Soldados que iban a pie y no a caballo “equites).
Tuvieron que luchar incansablemente para obtener:




Tierras de pertenencia estable.
Una legislación escrita y el conocimiento de la normatividad existente hasta
ahora.
El “connubium” con los patricios.
La participación en la vida política y estatal, a través de la transformación
del “exercitus centuriatus” en “Comitia Centuriata”.
Con los plebeyos, según la frase de Livio: "de una sola ciudad se formaron
dos". (Livio, 2, 44, 9). La plebe tenía sus propios magistrados: los tribunos de
la plebe, inviolables porque estaban sagradamente protegidos, y los ediles que
eran los custodios de los templos y del tesoro plebeyo. Tenía su propia
asamblea: la “Concilia Plebis Tributa”, organizada por tribus, la cual emitía los
plebiscitos que vinculaban a la plebe como la ley al pueblo entero.
6- EL TERRITORIO DE LA “CIVITAS QUIRITARIA”:
El territorio de la “Civitas Quiritaria”, estaba constituido por la “urbs” y por el
condado, “agri” (campiña romana), que con el tiempo se fue agrandando cada
vez más.
 FASE LATINO – SABINA:
Existían las “tribus” que progresivamente se fueron unificando para dar lugar a
la “urbs”. Se formó la ciudad binaria llamada: “septimontium”, la “Urbs”
rodeada por un “pomerium” dedicado al pastoreo y luego el condado “agri”
(campiña romana).
 FASE ETRUSCO – SABINO – LATINA:
La “urbs” alcanzó su plena maduración:
----- “URBS” TARQUIANA: (Tarquinio Prisco)
Encierra entre un “pomerium” único el territorio de las tres “tribus”: “Ramnes”,
“Tities” y “Luceres”. El condado, fuera del “pomerium”, fue constituido para
pastizales y pastoreo, utilizados por y para las “gentes” quiritarias.
Estaban organizados en treinta curias, “curiae”, diez por cada tribu.
Se encontraban en un lugar único de reunión, el foro.
----- “URBS” SERVIANA: (Servio Tulio)
16
Dejó intacta la división de las treinta curias. La “urbs” la repartió en cuatro
regiones, denominadas tribus urbanas, “tribus urbanae”, las cuales son:
1.
2.
3.
4.
Palatina.
Esquilina.
Succusana.
Collina.
El condado, (campiña romana), lo repartió en regiones, llamadas tribus
rústicas, “tribus rusticae”, que al inicio fueron diesiseis:
1. Aemilia.
2. Camilia.
3. Claudia.
4. Cornelia.
5. Fabia.
6. Galeria.
7. Horatia.
8. Lemonia.
9. Menenia.
10. Papiria.
11. Pollia.
12. Pupinia.
13. Romulia.
14. Sergia.
15. Voltinia.
16. Veturia.
 FASE DE CRISIS DE LA “CIVITAS QUIRITARIA”:
Permanece intacta la repartición de la “urbs” en cuatro tribus urbanas.
En cambio, las tribus rústicas en el año 358 a. C. ya constituían un número de
veintitrés:
17. Clustumina.
18. Stellatina.
19. Tromentina.
20. Sabatina.
21. Arniensis.
22. Pomptinia.
23. Publilia.
7-EL GOBIERNO DE LA “CIVITAS QUIRITARIA”:
Hasta las “Leges Liciniae Sextiae” del 367 a. C., se trató de un ESTADO DE
GOBIERNO CERRADO CON UN RÉGIMEN DE GOBIERNO PATRIARCAL.
Fue un Estado de gobierno cerrado, en el sentido que la ciudadanía quiritaria
se concedió sólo a quien perteneciera a las “gentes” quiritarias. Para
17
pertenecer a los “quirites”, se necesitaba ser desde el nacimiento “ingenuos”
(libres), y “gentiles” (pertenecer a una “gens”).
Ser residente en la urbe o en la campiña, no constituia título para la admisión a
la ciudadanía.
Fue un régimen de gobierno patriarcal. Aunque siendo todos los “gentiles”
considerados “cives” (ciudadanos romanos), el pleno título de “civitas”, que
comprendía la total capacidad de participación en el gobierno del Estado
Romano, estaba reconocido sólo a los “patres” miembros del Senado.
Los otros miembros de la ciudadanía romana, aunque varones patricios,
“cives”, “quirites”, “ingenuos” y “gentiles”, que por estar sometidos a la
“potestas” de un “paterfamilias” o de un tutor, sólo se les admitía en los
“Comitia Curiata”.
8- ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL GOBIERNO:
Los elementos constitutivos del gobierno de la “Civitas Quiritaria”, gobierno
cerrado con un régimen patriarcal por excelencia, fueron:
-A- La asamblea popular constitucional deliberante “Comitia Curiata”,
acompañada de dos asambleas populares extraconstitucionales “Concilia
Plebis Tributa” y “Exercitus Centuriatus”.
-B- El consejo superior directivo: “Senatus”.
-C- El ejecutivo representado por:
----- El “Rex”.
----- Los altos funcionarios de gobierno, subordinados al rey.
-----Los auxiliares de gobierno.
-A- LAS ASAMBLEAS POPULARES:
1. LA
ASAMBLEA
POPULAR
DELIBERANTE, “COMITIA CURIATA”:
CONSTITUCIONAL
a). MARCO GENERAL:
Única y sola asamblea popular constitucional deliberante de los ciudadanos
romanos de la “Civitas Quiritaria”. Era una asociación sagrada que funcionaba
como unidad de voto. Quería decir: convenio general de los patricios, de sexo
masculino, de edad puber, en sus treinta “Curiae”, cada una presidida por un
18
“curio”; las tribus gentilicias de los "Titites", "Ramnes" y "Luceres" , hacían parte
con diez curias cada una.
La reunión era presidida inicialmente por el “Rex”, en la fase de crisis, por el
Pontífice Máximo, normalmente en el “Forum”, en un espacio llamado:
“Comitium”.
Los plebeyos no fueron admitidos en su seno; además, se cree que éstos
nunca hayan aspirado a ser acogidos, pero en el período sucesivo, caída toda
importancia de ésta asamblea en materia política, sí fueron recibidos.
b). ATRIBUCIONES DE LA “COMITIA CURIATA”:
Las atribuciones de la “Comitia Curiata” según la tradición fueron de dos
especies:
----- De “Comitia Calata”:
Tuvieron para ciertos actos una mera función de participación pasiva, de
asistencia material, para su cumplimiento. Así es que, en la fase de crisis de la
“Civitas Quiritaria” eran convocados sólo por el “Rex Sacrorum” o por el
“Pontifex Maximus”.
----- De “Comitia Curiata”:
En sentido propio. Para una categoría de actos, donde tuvieron una verdadera
y propia competencia deliberativa; a tal punto, se hacía una primera votación
interna en las “Curiae”, y a través del voto establecían la mayoría (“principium”).
Las atribuciones deliberativas de los “Comitia Curiata” fueron esencialmente
tres:
1). Función electoral:
Consistente en un primer voto de aprobación del nuevo “Rex”, no de
designación del nuevo “Rex”, que debía ser persona del agrado y escogida por
los “Patres”, pues iba a ser su portavoz ante la comunidad. Además, los
“Patres” debían confirmar esta aprobación con la “auctoritas patrum” que emitía
el Senado. La intervención de los “Comitia Curiata” era simplemente a título de
tomar en conocimiento y aprobar (ficticiamente), la persona del nuevo monarca,
a quien debían obedecer en tiempos de paz y de guerra.
Y en un segundo voto, dirigido al reconocimiento solemne del “Imperium” del
monarca a través de la “Lex Curiata de Imperio” (poderes de “Imperium”
conferidos al rey).
Pero también, votaban la “Lex de bello indicendo”, relativa a la declaración de
guerra.
2). Función Legislativa:
19
Consistente en la votación de las leyes normativas propuestas por el “Rex, las
“Leges Regie o Curiatae”.
3). Función jurisdiccional o juzgadora:
En materia criminal. Competencia de revisar directamente las sentencias de
condena a muerte, dictadas por el “Rex”, para condenar o absolver, sólo por
“Provocatio” hecha por el condenado: “Leges provocatione”. Función que más
tarde, cuando juzgaban los magistrados, se le transfirió a los “Comitia
Centuriata” en representación del “Populus Romanus”, por una “Lex Valeria”
del año 509 d. C.
Otros motivos de reuniones comiciales curiales fueron:
 La participación en las funciones religiosas de la “Civitas” celebradas por el
“Rex”, y más tarde, por el “Rex Sacrorum” o por el “Pontifex Maximus”.
 El conocimiento de todas las deliberaciones y prescripciones de interés
colectivo (guerra, paz, tratados, disposiciones varias, etc).
 La aceptación de nuevas “Gentes” en la comunidad (“adlectio gentium”).
Estas funciones fueron, entre otras, expresiones de aquélla participación de los
ciudadanos romanos, los “Quirites”, “ingenuos”, pertenecientes a las “Gentes”
patricias, en la vida política, civil y religiosa de la comunidad, que era
característica de la “Civitas” antigua.
2. LAS ASAMBLEAS POPULARES EXTRACONSTITUCIONALES
DE LA “CIVITAS QUIRITARIA”:
a). MARCO GENERAL:
La fase de crisis de la “Civitas Quiritaria” (siglo V – IV a. C.), vio emerger, al
lado de los “Comitia Curiata”, dos asambleas populares extraconstitucionales,
muy influyentes en la práctica, que representaron el medio a través del cual la
plebe se valió para interferir incisivamente en el gobierno de la “Civitas” y para
realizar consecuentemente su revolución.
b). “CONCILIA PLEBIS TRIBUTA”:
Era la asamblea popular extraconstitucional de los plebayos.
Nace fuertemente con un carácter revolucionario, en protesta del predominio
patricio, a través de reuniones de los plebeyos, distribuidos en tribus urbanas y
rústicas. El punto de reunión al inicio fue el Monte Aventino. Su objetivo
consistía en concordar, sobre la base de una libre discusión, las peticiones y
decisiones para hacer presentes a los “Quirites”. (De ahí claramente la
terminología de “Concilium” y del origen de su denominación).
20
El voto no era expreso, si no que era formulado “tributim”, es decir,
singularmente por cada tribu.
La convocación la hacían generalmente los “Tribuni Plebis”, con la ayuda de los
“Aediles plebis”.
Además, de elegir sus representantes, los Tribunos de la Plebe, los “Concilia”
se expresaban mediante “Plebiscita”, o sea, “scita plebis”, deliberaciones de
la plebe, para llevarlas y ponerlas en conocimiento de los patricios. Peticiones
que éstos tenían plena libertad de acoger o no, esto formalmente, pero que en
forma sustancial por la presión político-militar y de guerra, a través del método
de la secesión efectuado por los plebeyos, los patricios se veían obligados a
aceptar.
Gracias a los plebiscitos se dieron reformas importantes, como la de las “Leges
Liciniae Sextiae” del año 367 a. C., obtenidas mediante presión política.
También la decisión del patriciado de constituir la magistratura de los
“Decemviri legibus scribundis”, que formuló las “Leges XII Tabulae”, es decir, el
nucleo más importante del conjunto de las leyes integradoras del “Ius
Quiritium”, que después conoceremos como “Ius Legitimum Vetus”.
c). “EXERCITUS CENTURIATUS”:
Con el pasar del tiempo va adquiriendo funciones de suprema asamblea del
“Populus Romanus”, pero en forma posterior y oficialmente asume la calidad de
asamblea popular constitucional deliberante, con el nombre de “Comitia
Centuriata”, después de la conquista obtenida con el compromiso patricioplebeyo del año 367 a. C., las “Leges Liciniae Sextiae”.
Era el punto de encuentro y de convivencia de la población patricio-plebeya,
que se reunía políticamente en las tribus ciudadanas; por eso, se le
denominaba usualmente, también, “Populus Romanus Quiritium”.
Pero siendo el nervio del ejército representado en la infantería plebeya, los
comandantes interrogaban con preferencia a las centurias de los “Pedites”,
quienes indudablemente se hacían escuchar, con la amenaza de poca
disponibilidad a combatir, de rechazo a la obediencia y la amenaza de
amotinamiento.
El “Populus” sabía que la mayoría del ejército estaba representada por los
plebeyos, quienes, también, sabían de su influencia política y su especial
importancia e, igualmente, que representaban una necesidad para Roma, para
su existencia y su soberanía. Por eso, la plebe a través del “Exercitus
Centuriatus” logró muchas reivindicaciones y logró hacer realidad muchos
sueños, que en el pasado parecían imposibles.
B- EL CONSEJO SUPERIOR DIRECTIVO:
SENADO, “SENATUS”:
EL
21
a). EL “SENATUS” DE LA “CIVITAS QUIRITARIA”:
El “Senatus” fue inicialmente la asamblea de los “Patres” de las “gentes
quiritarias”, y se transformó poco a poco, a partir de la fase etrusca en
“Consilium regis” formado por los “Patres Familiarum” de mayor juicio,
sensatez, prudencia y edad, en el ámbito de la categoría de los patricios.
(“Senes – Senatores”).
 “Patres maiorum gentium”: Aquéllos provenientes de las
originarias.
“gentes”
 “Patres minorum gentium”: Aquéllos pertenecientes a las “gentes”
introducidas en Roma por los reyes
etruscos.
Según la narración tradicional, fue instituido por Rómulo. Inicialmente
compuesto por un número de 100 miembros y luego pasó a 300. Esto tiene un
poco de leyenda, ya que lo que había al inicio era una confederación en una
única “Civitas” de las 3 tribus originales: “Ramnes” – “Tities” – “Luceres”.
En realidad, inicialmente es probable que el número de senadores no fuera fijo
y que dependiera del número efectivo de las “gentes” confederadas. Fijo pudo
convertirse, quizá, en la fase etrusca, cuando decayeron las “gentes”, y no
pudiendo admitir todos los “Patres Familiarum”, que eran en número excesivo,
se debió escoger entre todos aquéllos que por experiencia de edad, dieran
mayor confianza de sagacidad, prudencia y sabiduría.
En la fase de crisis comenzaron a tener acceso, junto a los “Patres familiarum”,
algunos “Filii Familiarum”, de específica y reconocida capacidad, sobre todo,
los que se distinguían en el “Exercitus”.
b). ATRIBUCIONES DEL “SENATUS”:
El Senado tenía una triple serie de atribuciones:
1). Función directriz:
El Senado tenía como función máxima, la orientación de la “Civitas Quiritaria”
en todos los asuntos de gobierno.
2). Función del “Interregnum”:
Debía escoger de su mismo seno el “Interrex”, en caso de vacancia del trono.
3). Función consultiva:
Era de su esencia, dar opiniones al “Rex” sobre argumentos para los cuales
este les solicitara.
22
Esta función tuvo todo un proceso de evolución.
Inicialmente, en la fase latino-sabina, es verosimil que las opiniones de los
“Patres” eran determinantes y debían ser obligatoriamente requeridas por el
Rey, además, tenían un carácter vinculante.
En cambio, en el período etrusco, no obstante, permaneciendo para muchas
materias la obligatoria interrogación al Senado, como en los tratados de
alianza, en la declaración de guerra, entre otros, las opiniones del “Senatus”,
no tuvieron carácter vinculante para el monarca, quien podía, en su libre
arbitrio, no tenerlos en cuenta.
4). Función de convalidación:
Consistía en ratificar, confirmar con su propia convalidación denominada la
“Auctoritas Patrum”, las deliberaciones de las asambleas populares
extraconstitucionales no deliberantes.
Se perfiló ésta función, sobre todo, en el curso de la fase de crisis de la “Civitas
Quiritaria”, cuando se manifiesta la necesidad de conferir relevancia
constitucional a las deliberaciones de orden político, en sí mismas inválidas, del
“Populus Romanus” reunido en el “Exercitus Centuriatus”, aún no convertido en
asamblea popular constitucional deliberante.
El Senado de los ”Patres”, fue en el contexto arcaico, un órgano esencialmente
deliberante, del cual dependía la designación del “Rex” y de otros cargos
estatales, como los dos “Praetor maximus” del “Exercitus”, en sus dos legiones;
además, tenía a su cargo la orientación máxima del “Rex” en la conducta de
los asuntos políticos y estatales, y en general, la guía en la administración de la
“Civitas Quiritaria”.
Los reyes etruscos atacaron progresivamente este poder de los “Patres”,
haciendo degradar la institución senatorial, en un simple órgano consultivo.
Pero cuando, en la fase de crisis, decae la monarquía y en la cabeza del
Estado Romano se encontraron los Pretores Máximos del Ejército, la
importancia del Senado tuvo una fuerte recuperación, porque las
deliberaciones del “Exercitus Centuriatus” que era una asamblea popular
extraconstitucional no deliberante, pero quien tenía el poder en el momento,
fueron rigurosamente subordinadas a la convalidación del
autorizado,
cualificado y determinante “Auctoritas Patrum”.
-C- EL EJECUTIVO:
EL REY, “REX”:
a). EL “REX” DE LA “CIVITAS QUIRITARIA”:
23
El jefe de la “Civitas Quiritaria” en el plano civil, político, militar y religioso, fue
inicialmente el “Rex”, escogido del seno del colegio de los “Patres”.
Pero los sucesos de éste período y especialmente de la fase de crisis,
determinaron no pocas y no superfluas variaciones de este cargo supremo.
Se puede decir que para todo su período, la monarquía al menos, tuvo tres
constantes:
(1). Fue religiosa:
El “Rex” era, sobre todo, el supremo sacerdote de los cultos ciudadanos, con la
función de asegurar a la “Civitas Quiritaria” la “pax deorum” y por lo tanto, de
recoger los “auspicia” favorables de los dioses.
(2). Fue monocrática:
No era concebible que el supremo contacto con los dioses fuera atribuido a
más de uno solo, como máximo exponente de la comunidad. Aunque no
podemos olvidar, que la leyenda nos habla de una breve dualidad de Rómulo
con el sabino Tito Tazio.
(3). Fue vitalicia:
Una vez nombrado el “Rex” quedaba en tal calidad hasta la muerte, salvo una
expontánea “abdicatio”.
La monarquia quiritaria nunca tuvo un carácter hereditario, aunque se tuvieron
huellas de sucesión parental, sobre todo, con los reyes etruscos.
Tradicionalmente la sucesión de un rey a otro, se desarrollaba de este modo:
Muerto el “Rex”, el poder de recoger los “auspicia” divinos, regresaba
automáticamente al Senado. Pero como los “auspicia” podían ser recogidos
exclusivamente por una persona singular, el Senado elegía entre sus miembros
un “Interrex”, un rey provisional, por la duración de cinco días, el cual a su vez
pasaba el poder a otro “Interrex”, por otros cinco días, y así seguidamente
hasta que convocados los “Comitia Curiata”, el “Interrex” de turno proponía el
nombre del nuevo monarca. Si la votación de los “Comitia” era afirmativa, se
procedía a la “inauguratio” y finalmente, en caso de “auspicia” favorable, el
nuevo “Rex” pedía y obtenía la “Lex Curiata Imperium”.
b). PODERES DEL “REX”:
En la fase etrusco-latina, el “Rex” agrega a sus poderes y atribuciones políticoreligiosas, de exponente supremo de la “Civitas Quiritaria”, la atribución de
“Magister Populi”, de comandante supremo del “Populus Romanus Quiritium”,
es decir, de comandante supremo del “Exercitus Centuriatus”, compuesto por
“equites” patricios y “pedites” plebeyos.
24
En la fase latino-sabina, el “Rex” habitualmente era el jefe del ejército en
guerra, pero sus poderes de jefe de la comunidad no estaban expresados en el
término o con el concepto militar de “Imperium”, si no que estaban indicados
más genéricamente por el único y solo concepto de “Potestas regis”, que
indicaba una autoridad civil, política y religiosa sobre la “Civitas”, muy ligada y
reducida al simbolismo supremo de la “pax deorum” y de la unidad ciudadana,
y un poco opacada por la “Potestas” de los “Patres” integrantes del Senado.
Fueron los etruscos, los que modificaron esta situación constitucional,
asignándole a su “Rex” el “Imperium”, entendido como poder de comando
absoluto, sea sobre el ejército, sea sobre toda la “Civitas”, comprendidos los
“Patres”.
Así es que, el “Rex” pasa a ser titular de dos grandes poderes: la “Potestas” y
el “Imperium”.
Por lo tanto, la figura del Rey aunque permanecía físicamente siendo una y
única, tenía dos caras: la antigua y originaria, de exponente y símbolo de la paz
y de la unidad quiritaria, apoyado con la “Potestas”; y la nueva, de jefe y
árbitro supremo del “Populus Romanus Quiritium” y gran jefe del “Exercitus
Centuriatus”, que comprendía los ciudadanos patricios, pero también los
plebeyos, ayudado con el “Imperium”.
c). ATRIBUCIONES REGIAS DE CARÁCTER RELIGIOSO:
El “Rex” como jefe religioso y sumo sacerdote tenía en sus manos:
----- La dirección de los cultos comunes a los “Quirites” y de aquéllos
comunes al “Populus Romanus Quiritium”.
Esta función se llama “Sacra Publica pro Populo”.
antigua “Potestas”, la cual concedía al “Rex”:
Fue la expresión de la

El “Ius Contionis”, que consistía en la facultad de convocación de los
ciudadanos quiritarios o del entero “Populus” en una reunión colectiva
denominada, “Contio”.

La facultad de celebración de los ritos.

La facultad de recoger y traer los “Auspicia” o deseo de los dioses.

El “Ius Edicendi”, que era la facultad de emanación de normas cultuales.
Para el desarrollo de estas funciones el rey contaba con la ayuda de los
Colegios Sacerdotales.
d). ATRIBUCIONES REALES DE CARÁCTER MILITAR:
25
Todas estas funciones militares se habían derivado del “Imperium”, y el “Rex”
debía encargarse de:
----- El supremo comando militar.
Es decir, el comando del “Exercitus Centuriatus”, lo que constituia, en estricto
sentido, el contenido del “Imperium” regio.
Para su ejercicio el rey se valía de funcionarios subordinados:
-
El “Praetor”, jefe del “Exercitus Centuriatus” ; era el sustituto del “Rex”,
pero siempre en forma subordinada.
Los “Tribunus Militum”, oficiales del Estado Mayor, (primero 3 y luego 6).
El “Tribunus Celerum”, jefe de la caballería.
Los Centuriones, jefes de cada una de las “Centuriae”.
Las “Centuriae”. Cada centuria estaba integrada por 100 soldados.
El “Rex” era el “Magister Populi” y “Praetor Maximus”, general en jefe.
----- El reglamento de las relaciones de la “Civitas Quiritaria” en orden a
las cuestiones externas con otros estados.
O sea, la dirección de las relaciones internacionales, como único representante
de la “Civitas Quiritaria”, atribución derivada del “Imperium” militar.
En el desarrollo de esta esencial función, es importante mencionar la gran
influencia ejercitada por los “Patres” del Senado. Bajo este perfil le tocaba al
“Rex”:

La declaración de guerra o ponerle fin.

El poder de concluir tratados (“foedus – foedera”) o alianzas (“societas”) con
otras ciudades.
e). ATRIBUCIONES REGIAS DE CARÁCTER CIVIL, POLÍTICO
Y JURÍDICO:
Se otorgaron al monarca para la disciplinada convivencia de los ciudadanos y
con el objetivo primario de conservar la “pax deorum”.
Entonces, el “Rex” tenía a su cargo:
----- La normatividad y la dirección de la “Civitas” en orden a las
cuestiones internas de común interes.
La dirección ciudadana, ya implícita en la “Potestas”, fue reforzada por el
“Imperium”. En fuerza de esta atribución el rey ejerció limitadamente una
actividad normativa que se traduce en las “Leges Regiae”.
26
Como representante y colaborador subordinado al “Rex” para esta materia se
encontraba el “Praefectus Urbis”.
----- La coerción de los resistentes al “Imperium” regio : “COERCITIO”.
Era un poder de policía y vigilancia, ya entrante en la “Potestas” e implícito en
el “Imperium”. Esta atribución se ejecutaba a través de los “Lictores”, y podía
consistir, según la gravedad de los casos, en varios “remedia”:

El encarcelamiento provisional, con el objeto de irrogar castigo, “In vincula
ductio”.

La fustigación, “Verberatio”.

La imposición de una multa, “Mulctae dictio”.

La confiscación de una cosa mueble, “Pignoris Capio”. (entre otros).
----- La enunciación del principio de derecho aplicable en las
controversias privadas: “IURIS DICTIO” (Administración de justicia
desde el punto de vista del “Ius Privatum).
Le pertenecía al “rex” la facultad de administrar justicia, interviniendo en las
“Litis” privadas y enunciando el principio de derecho aplicable, y así, afirmar la
autoridad del “Ius” vigente en la comunidad. Era una atribución originaria de la
“Potestas”, pero con el “Imperium” recibió mayor vigor.
Su aplicación no era a iniciativa directa del “Rex”, si no a solicitud de un
privado, que se retenía víctima de un atentado injusto y de un acto “contra Ius”
por parte de otro privado.
Como el “Ius” se sustanciaba en normas cualificadas y precisas, mínimas eran
las posibilidades de creación del “Rex”.
Sus consejeros y auxiliares eran los sacerdotes, en forma especial, el sumo
colegio sacerdotal de los “Pontífices”, no obstante, el “Rex” era el Juez
Supremo.
----- La represión de los crímenes: “IUDICATIO” (Administración de
justicia desde el punto de vista del “Ius Publicum”).
Consistía en la represión de los actos gravemente lesivos del orden público y
de la “Pax deorum”. Fue más intensa con la intervención del “Imperium” y de
sus conexas posibilidades de constreñimiento de los culpables.
A esta atribución, bastante restringida, pertenecía la “Iudicatio” por parte del
“Rex” en dos crímenes:
.1. El “Parricidium”:
27
Era el crimen consistente en el asesinato de un “Pater Familias” o de uno de
sus descendientes.
Como raramente se cometía en flagrancia, entonces, el “Rex” recurría a la
ayuda de dos inquisidores denominados: “Quaestores parricidii”, quiénes
debían decidir si condenar o no, a la terrible pena de la “Poena Cullei”, que
consistía en lanzar al condenado a las aguas del Tíber dentro de un saco de
cuero, en compañía de animales salvajes.
.2. La “Perduellio”:
Era el crimen que consistía en la alta traición de los intereses del Estado
Romano por parte de un ciudadano. Se cristalizaba en la traición a la “Civitas”
y comportaba como pena la decapitación, “Securi percussio”.
Como ejemplos se daban, entre otros, el pasarse al enemigo, la deserción, la
evasión al censo, la corrupción a un alto funcionario subordinado o auxiliar del
“Rex”.
El monarca recurre al auxilio de dos juzgadores llamados: “Duoviri
perduellionis”.
D- LOS SACERDOTES:
a). LOS SACERDOTES DE LA “CIVITAS QUIRITARIA”
Aunque eran extraños a la verdadera y propia organización del gobierno
quiritario, tuvieron notables funciones de auxilio, en la aplicación de las
atribuciones regias y gubernamentales.
Estaban organizados en “Collegia”, Colegios Sacerdotales, sólo para patricios,
los cuales eran vitalicios y se renovaban por “Cooptatio”, es decir, por
escogencia autónoma.
Tenían la importante función de celebrar los “Sacra Publica pro Populo”. En fin,
de ellos dependía la organización y el funcionamiento estatal, de ahí se explica
el exclusivismo patricio de los “Collegia”.
b). LOS COLEGIOS SACERDOTALES MAYORES:
Los tres “Summa Collegia Sacerdotum” fueron:
(1). Los “Pontífices”:
28
El Colegio Pontifical, al principio estaba integrado por tres pontífices, uno por
cada tribu; después pasaron a un número de cinco, más el “Rex Sacrorum” que
inicialmente fue su jefe, como sumo sacerdote. Durante la fase de crisis de la
“Civitas Quiritaria”, el jefe efectivo del Colegio de los Pontífices se convierte en
el “Pontifex Maximus”, quien a partir de entonces es el que consagra al "Rex
sacrorum", a los "flamines" y a las vestales, y sobre estos dos últimos ejerce un
poder disciplinario. (Liv.Liv. 27, 8, 4 - 5; 40, 42, 9 - 10.).
El Colegio Sacercotal de los Pontífices era el máximo juez y el árbitro de
todas las cosas divinas y humanas.
Dentro de sus funciones, entre otras, las más importantes eran:

El culto de los dioses.

El estudio de aplacar los Manes.

El cumplimiento de los “sacrificia” propiciatorios.

La ejecución de los ritos expiatorios.

Los honores fúnebres y en fin, toda ceremonia religiosa privada o pública
era sometida a su control. (Liv. 1, 20, 5 - 7.).

La custodia y la interpretación, “Iuris interpretatio”, de los principios del “Ius”
y del “Fas”.

La redacción del calendario, precisando los días en los cuales las
divinidades concedían tratar cosas públicas, “dies fasti”, y los días en que
no se concedía, “dies nefasti”.

La custodia de la historia de la ciudad, donde registraban los
acontecimientos más importantes, las carestías y los eclipses de luna y de
sol.

La asistencia en la “Iuris dictio” al “Rex” y luego, en la fase de crisis, al
“Praetor. Los Pontífices eran los verdaderos árbitros de esta delicada
función.
Mommsen creía que los pontífices eran los ingenieros de la comunidad y que
su nombre se desprendió del oficio de dirigir la construcción del puente sobre
el Tíber. De todas maneras es cierto que los pontífices conocían el secreto de
las medidas y de los números y que por ello fueron los encargados del
calendario del Estado, de anunciar al pueblo el novilunio y el plenilunio y los
días festivos, y además de, vigilar que todo acto religioso o jurisdiccional
sucediera en el día debido.
(2). Los “Augures”:
29
El Colegio Augural, estaba integrado al inicio por tres áugures, que luego,
pasaron en la fase de crisis de la “Civitas Quiritaria” a ser seis.
Eran independientes del “Rex” porque eran los especialistas y los árbitros de la
delicada ciencia de los “Auspicia” y de los “Auguria”, a los cuales estaban
subordinados una vasta gama de grandes decisiones políticas.
(3). Los “Duoviri Sacris Faciundis”:
Este Colegio tenía la delicada función de custodiar los “Libri Sibyllini” y de
interpretar los dictámenes por los magistrados solicitados.
Primero se trató de un duovirato, luego de un decenvirado y después de un
quindecenvirado.
c). LOS COLEGIOS SACERDOTALES MENORES:
Los “Collegia minori” fueron:
(1). Los “Flamines”:
Eran los sacerdotes dedicados al culto de Júpiter, “Flamen Giove”, y al culto
de Marte, “Flamen Martialis”.
(2). Las vírgenes vestales:
En un número de seis, estaban encargadas de tener siempre encendido el
sagrado fuero de la diosa “Vesta”.
(3). Los “Fetiales”:
Eran los sacerdotes encargados del ritual conexo con relaciones
internacionales. Controlaban las relaciones de Roma con las religiones de
otros pueblos.
9- LAS MAGISTRATURAS:
-A- EL INICIO Y EL DESARROLLO DE LAS MAGISTRATURAS:
La multiplicación y la concentración de los poderes en las manos del “Rex”, que
caracterizaron la fase etrusco-latina, no duraran por mucho tiempo. Era
inevitable que, en el cuadro de la fase de crisis de la “Civitas Quiritaria”, los
poderes del “Rex”, luego de su caída, se desintegraran.
Como el monarca había recurrido a múltiples sustitutos, delegados y auxiliares,
era natural que quisieran hacerse autónomos en la titularidad de las propias
atribuciones.
Con relación a los cargos laicos, no sacerdotales, la tendencia que se perfiló
fue aquélla de denominarlos: “Magistratus”, ya que el “Rex” era el “Magister
30
Populi”, y los cargos derivados de la disolución de su poder militar, civil,
jurídico y político, se cualificaron con éste nombre: “Magistratus Populi
Romani”.
Estas magistraturas empezaron a asumir diferente carácter:
(a). Ordinario:
Consideradas propias de la ordenada vida de la “Civitas” y por eso debían ser
renovadas anualmente.
Las magistraturas ordinarias gobernaban el estado en condiciones normales.
(b). Extraordinario:
Como su nombre lo dice, no son
eventuales.
continuas, responden a exigencias
Se les designaba en momentos especiales de necesidad.
Es importante anotar que algunos cargos sólo tenían el rango de subalternos o
auxiliares.
Los sacerdotes continuaron a través de los Colegios Sacerdotales, prestando la
asesoría y el auxilio en las cuestiones de gobierno, pero siempre cada vez,
con menos frecuencia.
-B- LAS MAGISTRATURAS ORDINARIAS:
La primera magistratura ordinaria y en forma autónoma en la fase de crisis de
la “Civitas Quiritaria”, específicamente a partir del año 509 a. C., con la caída
de la monarquía, fue la de los dos “Praetores”, comandantes efectivos de las
legiones del “Exercitus Centuriatus”, en auxilio y sustitución del “Rex”, los
cuales pasan a ser los jefes del todo el “Populus Romanus Quiritium”, antes de
la creación de los Cónsules.
Los auxiliares de los “Praetores”:
Continuaron a ser como en los tiempos del “Rex”:
-
Los “Tribuni militum”, 3 oficiales del Estado Mayor, que luego pasaron a
un número de 6.
-
El “Tribunus Celerum”, jefe de la caballería.
-
Los Centuriones.
-
El Praefectus Urbis.
-
Los “Duoviri perduellionis”.
31
-
Los “Quaestores parricidi”.
Los funcionarios subalternos:
Siguieron siendo principalmente, entre otros, los “Lictores”, inicialmente en
número de 12 y luego de 24.
-C- LAS MAGISTRATURAS EXTRAORDINARIAS:
Las magistraturas extraordinarias eran las siguientes:
(1). El “Dictator”:
Nombrado directamente por el “Praetor”, luego por uno de los Cónsules,
siempre y sólo para funciones excepcionales, sea para salvar la “Civitas” de
ataques externos, sea para salvaguardarla de sediciones internas.
Para evitar que se transformara en tirano, no se le admitió que permaneciera
en el cargo por más de seis meses, ni se le reconoció contacto directo con la
caballería.
(2). Los “Tribuni Militum”:
Inicialmente en número de 3, luego pasaron a ser 6, nombrados por el dictador,
con funciones de auxilio y asistencia.
(3). Los Censores:
Los cuales tenían la función relevante de verificación del censo, que se llevaba
a cabo cada cinco años.
La Ley Emilia del año 434 a. C. limitó a dieciocho (18) meses la duración del
cargo de censor.
32
E..V..O..L..U..C..I..O..N
D..E..L
D..E..R..E..C..H..O
“CIVITAS QUIRITARIA”
1- EL ORDENAMIENTO DE LA “CIVITAS QUIRITARIA”:
El ordenamiento de la “Civitas Quiritaria”, en su conjunto, no estaba constituido
por un sistema unitario y homogéneo de normas. Éste resultó, en cambio, del
concurso de diversos y heterogéneos sistemas normativos, de los cuales
solamente algunos tuvieron carácter jurídico, asumiendo el denominador
común de “Ius”.
De cualquier manera, son identificables en el ordenamiento de la “Civitas
Quiritaria”, algunas características generales que ayudan a identificar la
fundamental diversidad del ordenamiento estatal quiritario, de aquél que fue el
ordenamaiento estatal romano de los siglos siguientes.
Características peculiares, comunes e inconfundibles del ordenamiento de la
“Civitas Quiritaria” fueron:
 El fundamento religioso de sus principios.
 El exclusivismo patricio.
2- FASES DEL ORDENAMIENTO DE LA “CIVITAS
QUIRITARIA”:
El ordenamiento del Período Arcaico se puede dividir,también, según las fases
de la “Civitas Quiritaria”, así:
-A- EL ORDENAMIENTO DE LA “CIVITAS LATINO SABINA”:
La génesis del ordenamiento estatal quiritario, obviamente, debe hacerse
coincidir con el nacimiento mismo de la “Civitas Quiritaria”, es decir, con el siglo
VIII a. C.
La estructura del ordenamiento de la “Civitas Latino sabina”, no fue
sustancialmente diverso de aquéllas de los ordenamientos preciudadanos.
En efecto, éste ordenamiento resultó constituido de tres sistemas normativos:
33
-1- El sistema del “Fatum”:
Que se concretó en una serie de normas permisivas, “Fas est”, y normas
prohibitivas, “Nefas est”, todavía vivas y vitales, aunque ya no más capaces de
acrecentarse en el número y destinadas inevitablemente a la decadencia.
-2- El sistema del “Ius Quiritium”:
Que eran las normas resultantes de las “mores maiorum”
“gentes” quiritarias.
comunes a las
-3- El sistema patriarcal y el sistema regio:
Consistía en las normas puestas en acción mediante “Foedera” de los “Patres
Gentium”, o también, mediante “Leges regiae”; éstas ultimas, muy limitadas en
su número y esencialmente relativas a argumentos sagrados.
Las sanciones contra los transgresores del ordenamiento, hacían todavía parte
de la esfera del “Fatum”, dada todavía la embrional organización política.
Entre los tres sistemas corría una rígida aplicabilidad, por la cual, ni las normas
del “Ius” podían violar las concesiones y las prohibiciones del “Fatum”; ni las
normas puestas en acción mediante “Foedera” y “Leges”, podían de cualquier
manera, lesionar los principios de los otros dos sistemas.
Los principios puestos mediante actos expresos, o sea, mediante “Foedera” y
“Leges” se referían al ordenamiento de gobierno de la “Civitas”, es decir, las
relaciones públicas.
En cambio, las normas del “Fatum” (“Fas” y “Nefas”), y aquéllas del “Ius”, se
referían a la organización de las “gentes” y de las “Familiae”, además de, las
relaciones que entre ellas mediaban, es decir, las relaciones privadas.
Ayudaban al “Rex” en la delicada tarea de interpretar las normas del “Fatum” y
del “Ius Quiritium”, los “Pontifices”, los cuales se convirtieron, con el pasar del
tiempo, en los detentadores de un verdadero monopolio de la materia.
El ordenamiento estatal quiritario, no menos que la religión, es aplicable sólo y
propiamente al ambiente de los “Quirites”.
-B- EL ORDENAMIENTO DE LA “CIVITAS ETRUSCO-SABINOLATINA”:
Fue en ésta fase en la cual el ordenamiento estatal precisó sus características
generales y se completó en sus ramas esenciales.
Adquirió mayor importancia, como fuente normativa, la “Lex”, entendida como
providencia de la “Comitia Curiata”, “Leges Curiatae”, o directamente del
“Rex”, “Leges regiae”.
34
Se perfiló en sede distinta y concurrente respecto a las sanciones del “Fatum”,
la sanción basada sobre el poder político y más precisamente, sobre el
“Imperium” regio.
Característica del ordenamiento
permanece la religiosidad.
en
la
“Civitas”
etrusco-sabino-latina,
El exclusivismo patricio del ordenamiento, manifestado ya desde el inicio,
adquirió un relieve práctico particularísimo por efecto de la emersión de la
“Plebs” en la vida ciudadana. La clase de los “Cives” patricios, extrechamente
cerrada en sí misma, impidió en el más riguroso de los modos a la plebe de
concurrir a la producción de nuevos reglamentos y de controlar la aplicación de
los reglamentos vigentes, con el resultado de que la plebe, no obstante,
habitando en el mismo territorio de los patricios, estuviera reducida a la merced
del patriciado.
Por otra parte, los dominadores “Quirites”, no prohibieron a los nucleos
plebeyos de vivir en el interior de su territorio con autonomía, es decir, según
sus propios principios.
No fue tolerado, en cambio, que las organizaciones y las disciplinas internas de
la plebe, interfirieran en el orden constituido para la “Civitas”, por consiguiente,
en los intereses del patriciado; ni tampoco, los plebeyos fueron admitidos al
“Connubium”, ni al “Commercium” con los patricios.
-C- LA CRISIS DEL ORDENAMIENTO ESTATAL QUIRITARIO:
En ésta fase, bajo el impulso de varios factores, se fueron poco a poco
desenfocando, hasta desaparecer del todo, las características peculiares del
ordenamiento estatal de la “Civitas Quiritaria”. Pero fue también, la época en la
cual, a través de la producción legislativa y del inicio de una atenta y
cauteolosa obra de “Interpretatio” jurisprudencial, el ordenamiento quiritario se
acrecienta de determinaciones y especificaciones internas de la más alta
importancia para fines de la sucesiva evolución del Derecho Romano.
En la época de crisis de la “Civitas Quiritaria”, decae lentamente la concepción
religiosa del entero ordenamiento.
La sanción coercitiva, no se esconde más detrás de la sanción religiosa, si no
que se presenta ya en las normas de nueva formación. Es decir, es autónoma,
anticipando la Laicización, que se concretó definitivamente en el Período Preclásico.
Esto dependió:
 Primeramente, de la especificación y del potenciamiento de los poderes
políticos, siempre más claramente diferenciados de las funciones sacrales.
 Secundariamente, de la unificación progresiva de la religión colectiva de la
plebe con aquélla del patriciado, y por lo tanto, de la formación de un “Ius
35
Divinum” o “Sacrum”, único para todo el “Populus Romanus Quiritium”, e
indipendiente del Derecho Estatal.
La fusión de las religiones patricia y plebeya, fue quizá, uno de los primeros
pasos hacia la unificación de las dos clases, la cual fue facilitada por el hecho
de que el futuro de los patricios y de los plebeyos estaba comunado en el
“Exercitus Centuriatus”, quien tenía la función de proteger la “Civitas”, bajo la
protección de los dioses.
Sólo al final del Período Arcaico, cae de las manos de la clase patricia el
monopolio de la producción y de la aplicación del ordenamiento. Esto sucede,
en parte, a causa de la decadencia ulterior de los pontífices, y en parte,
también, a causa de la admisión de la plebe a través de los “Comitia” en la
formación de las “Leges Publicae”.
3- EL DERECHO ROMANO ARCAICO:
Al interno del ordenamiento estatal de la “Civitas Quiritaria”, el específico
ordenamiento jurídico que tenía sus raices en las comunidades preciudadanas, las “tribus” y las “gentes”, fue distinguido con el término de “Ius”, y
registró con el tiempo sensibles desarrollos en su estructura conceptual y en su
esfera de aplicación.
Tuvo un elemento característico que se refería a las relaciones estrechas con
la esfera de la religión.
Para el conocimiento del Derecho Romano Arcaico es necesario estudiar:
1- La génesis del Derecho Romano, en el ámbito de las comunidades políticas
pre-ciudadanas.
2- El “Ius Quiritium”, que significa la confirmación del “Ius” en el nucleo más
antiguo.
3- El “Ius Legitimum Vetus”, perfeccionado con las modificaciones hechas al
“Ius Quiritium” y efectuadas por las “Leges”, especialmente la Ley de las XII
Tablas.
En la edad arcaica romana, no todo el ordenamiento estatal fue considerado
jurídico y en particular, no entran en la esfera del “Ius” las relaciones públicas.
4- LA GÉNESIS DEL DERECHO ROMANO:
-A- EL ORDENAMIENTO
CIUDADANAS: “FATUM”.
DE
LAS
COMUNIDADES
PRE-
Las raices del ordenamiento jurídico quiritario, y en particular, del sistema del
“Ius Quiritium”, se deben buscar en los ordenamientos de las comunidades preciudadanas, y principalmente en aquéllas de las “tribus” y de las “gentes”.
36
La confirmación de éstos ordenamientos resalen al concepto de “Fatum”, es
decir, del destino de origen sobrenatural que incumbe de manera irresistible
sobre los hombres, predisponiéndoles inevitablemente la buena o la mala
suerte.
Entonces, el “Fatum” fue entendido como un conjunto amplio, de rigurosas
prohibiciones inderogables, “Nefas”, que dejaga de regla, plena libertad a los
hombres, seres libres, para comportarse con el resto de la comunidad como
mejor lo creyeran y según los propios deseos, y por lo tanto, también de regular
su convivencia según criterios organizativos por ellos mismos escogidos,
“Fas”.
La idea originaria que los primitivos, no todavía socialmente organizados, se
hicieron de sí mismos y de la vida, fue que el hombre no era el patrón, sino el
siervo de la naturaleza. A la naturaleza le atribuyeron un alma que la invadía
completamente y la determinaba (animismo).
Aterrados frente al misterio del mundo, los hombres se sentían a la plena
merced de fuerzas oscuras e incontrovertibles. Lentamente las fueron
identificando una por una, y pasaron a adorarlas como “Numina”, con potencias
expresivas de una voluntad incontrolable por los seres humanos.
Con el tiempo el abandono del hombre al destino se fue atenuando.
Se pasó al tentativo de interpretar los quereres, de conocer preventivamente lo
que está mal hecho y no se puede hacer, es decir, lo prohibido, denominado:
“Nefas” y aquello, que al contrario, se puede hacer, o sea, lo permitido,
llamado: “Fas”.
La verdadera concepción del “Fatum” es el querer divino revelado a los
hombres a través de las señales de la naturaleza: “Fata sunt quae divi
fatundur”.
-B- LOS SISTEMAS DEL “FAS” Y DEL “NEFAS”:
El ordenamiento de las comunidades pre-ciudadanas denominado “Fatum”
se reduce a un número no excesivamente extenso de prohibiciones
inderogables, “Nefas est”, mientras para toda otra actividad de seres libres,
sea también a condición de obtener con plegarias la ayuda divina, de
comportarse según los propios deseos, “Fas est”.
En aplicación del ordenamiento del “Fatum”, los primeros y elementales
organismos políticos pre-ciudadanos, las “gentes” y las “tribus”, se
constituyeron y vivieron según la insignia de tres sistemas fundamentales:
(1). El sistema del “Fas”:
Era lo permitido (lo no prohibido), aquéllo que se podía hacer.
37
Otorgaba plena libertad a los coasociados, seres libres, para comportarse con
el resto de la comunidad como mejor lo creyeran y según criterios de pacífica
convivencia, y por lo tanto, también para regular una coexistencia fructífera,
con base en lineamientos de una organización por ellos mismos escogida y
disciplinada.
Libre arbitrio de comportamiento según los propios, sanos y pacíficos deseos:
“Fas est”.
Resulta por exclusión, aquéllo que no constituye “Nefas”, es “Fas”.
(2). El sistema del “Nefas”:
Era lo prohibido (lo no permitido), aquéllo que no se podía hacer.
Las comunidades pre-ciudadanas, confiaron a los “Pater familias” y a los
sacerdotes, la función sacra de identificar y proclamar el “Nefas”, interpretando
oportunamente los signos de agrado o de reprobación, dados para el
cumplimiento de las actividades de interés común.
Se define como el conjunto de rigurosas prohibiciones inderogables, que
constituian actividades universalmente tenidas como inaceptables y
despreciables: “Nefas est”.
(3). El sistema de la “Talio”:
Era la reacción a la violación del “Nefas”
correspondiente.
y la imposición de la sanción
Las comunidades pre-ciudadanas reaccionaron con acción colectiva a las
infracciones del “Nefas”, según el juicio de los “Patres” y de los sacerdotes.
Estos infractores, a partir del momento, eran considerados como pecadores.
A garantizar la cohesión de la comunidad y de los organismos primitivos fue
suficiente la formulación del “Nefas”, como un limitado cuerpo de prohibiciones
religiosas, correspondiente a actos universalmente tenidos como inaceptables y
despreciables, pero que tal vez, por algunos malauguradamente desarrollados.
En cuanto a la sanción conminada a aquéllos que violaran el “Nefas”, esta era
formalmente vista en la ira divina, que se abatía directa e inexorablemente
contra el culpable, pecador, salvo que éste, en algunos casos, se ofreciara
expontáneamente a la expiación.
El acto práctico de la reacción del ofendido, se admitió como “Fas”, es decir,
permitido. La reacción individual de la misma persona ofendida, la víctima, o
de su familia es llamada: “Talio”, pero debía estar orientada por los “Patres” y
los sacerdotes y además, debía ser proporcional y correspondiente al daño
sufrido.
38
Incluso se admitió la reacción de toda la comunidad, para salvaguardar la
pacífica convivencia de la sociedad.
En fin, lentamente se fueron consolidando en los ambientes sociales preciudadanos, la conciencia que los hombres dispusieran de una amplia esfera
de autonomía volitiva, entre el círculo de las prohibiciones del “Fatum”;
autonomía que se concibió, no solamente como libertad individual de acción,
sino también, como posibilidad de determinar convencionalmente y por vía
general, ulteriores limitaciones de la libertad de actuar de los coasociados.
5- EL CONCEPTO DE “IUS”:
-A- LA HUMANIDAD DEL DERECHO: “IUS”.
Entre las normas de conducta que se formaron en las comunidades preciudadanas, algunas adquirieron una definición propia y características propias,
como aquéllas creadas mediante convenciones de los antepasados y
confirmadas por las costumbres de los mayores, llamadas: “Mores Maiorum”.
Estas normas constituyeron el sistema específicamente denominado: “Ius”.
Por lo tanto, el “Ius”, fue desde los orígenes, concebido no como creación de
la voluntad divina, sino como producto exclusivo de la voluntad humana.
Establecida la humanidad del “Ius”, éste se explica como una determinación y
una especificación más evolucionada que el “Fatum”.
El “Ius” representa algo determinado, ya establecido, fijado positivamente por
los hombres, a través de poderes, preceptos, facultades, etc.
En cambio, el “Fatum” es la voluntad divina, donde el “Fas” es precisamente
la expresión del uso que los hombres han hecho de la libertad a ellos otorgada
por los dioses, siendo todo aquello que no estaba prohibido, que estaba
permitido y que estaba limitado por las prohibiciones del “Nefas”.
A tal punto, el “Ius” se manifiesta como un ordenamiento distinto de aquél del
“Fatum”, no obstante, con él conectado. De ahí que, el “Ius” tomando la
productividad de los sistemas del “Fas” y del “Nefas”, se dedicara a la
creación de principios de conducta, ya que los hombres habían sentido la
necesidad de dar orden a sus relaciones sociales.
He aquí porqué los romanos de los tiempos posteriores cualificaron el
ordenamiento del “Fatum” y sus tres sistemas, como “Lex divina”, y el “Ius”
como “Lex humana”.
-B- EL “IUS” Y LAS “MORES MAIORUM”:
39
El concepto de “Ius” se limitó a las normas producidas por los mayores
mediante convenciones tácitas de los antepasados y convertidas en ciertas y
firmes a través del general reconocimiento de las “Mores Maiorum”.
Fuera del “Ius”, en su configuración primero pre-ciudadana y luego arcaica,
quedaron como diversas e independientes expresiones:
 Los “Foedera”, que eran los tratados efectuados entre los “Patres Gentium”,
con el objetivo de regular específicas cuestiones de convivencia entre las
respectivas “Gentes”.
 Las normas de carácter general emanadas por los reyes “Leges Regiae”.
En éste período, por lo tanto, el “Ius” es de formación consuetudinaria, se
repitió su obligatoriedad jurídica de conformidad con las “Mores Maiorum”,
transmisión oral de generación en generación.
El “Ius”, toma como fuente no las simples “Mores”, es decir, las costumbres en
abstracto, sino las “Mores Maiorum”, o sea, las costumbres de los
antepasados, tomadas como un valor concreto, individualizado, correlativo a
una indicación de una autoridad precisa y muy respetada por los antiguos,
aquélla de los “Maiores” o mayores o de los antepasados, que con la muerte
fueron declarados al rango de divinidades tutelares “Lares” de las “Gentes” y de
las “Familiae”.
Es razonable pensar que, si una institución ha estado verdaderamente sentida,
concebida y respetada como “Ius”, y por lo tanto, como obligatoria e inmutable,
esto haya ocurrido sólo y propiamente a la fuerza del respeto de los
coasociados a una autoridad considerada indiscutible: las “Mores Maiorum”.
-C- EL “IUS” Y EL “REX”:
Algunos historiadores y estudiosos, han expresado que el antiquísimo “Ius”, fue
producto del jefe de grupo, el “Rex”, con sus “Leges” de carácter general o con
las “Sententiae” específicas, pronunciadas para la solución de controversias
entre los coasociados.
Pero lo razonable y lo seguido es concluir que nunca en la historia de la
“Civitas Quiritaria”, y tanto menos, en los orígenes, la autoridad del “Rex” fue
así altamente valorada, de hacer depender exclusivamente de ésta, la solución
de un litigio y la instauración de un precedente vinculante para la decisión de
análogas “lites” futuras. No es creible, que el “Rex”, haya sido concebido como
la mayor fuente de producción del “Ius”, cuando fue considerado sólo como el
supremo intérprete de un “Ius” preexistente, a él superior, por él no modificable,
aquél consistente en las “Mores Maiorum”.
6- EL “IUS QUIRITIUM”:
40
-A- MARCO GENERAL:
La más antigua cualificación romana del “Ius”, de la cual a nosotros resta huella
en las fuentes, es aquélla manifestada con la locución de “Ius Quiritium”:
“Mores Maiorum ex iure Quiritium”.
El “Ius Quiritium” fue un sistema normativo precedente al “Ius Civile Vetus”,
más precisamente, que pasó a incorporarse en el “Ius Civile Vetus” sólo
después de una larga estación de florecimiento autónomo.
Los lineamientos del “Ius Quiritium” fueron:
 Fue la primera exteriorización de un ordenamiento jurídico en Roma.
Más exactamente, fue el ordenamiento jurídico propio de los “Quirites” o
patricios de la fase latino-sabina y en buena parte de la sucesiva fase etruscolatino-sabina de la “Civitas Quiritaria”.
 Fue el conjunto de los “Iura” comunes a las varias “Gentes Patriciae”,
que tenían concurso en la constitución de la “Civitas”.
Refirió los sólo “Iura” comunes a todas las “Gentes”, es decir, los máximos
principios reguladores de la vida gentilicia. A “contrario sensu”, no comprende
los “Iura gentilicia” específicos para cada “Gens”.
 No coincide con el ordenamiento ciudadano.
No tiene nada que ver con el reglamento de la constitución estatal ciudadana,
que fue puesto, primero, a los “Foedera” extrajurídicos de los “Patres Gentium”,
y luego, en la fase etrusco-latino-sabina, en una escala más o menos limitada,
a las deliberaciones de los reyes a través de sus “Leges Regiae”.
Los “Foedera” y las “Leges” permanecen siempre externas al “Ius Quiritium”,
así como fueron externas al ordenamiento preciudadano.
Pero esta exterioridad de los “Foedera” y de las “Leges” respecto al “Ius
Quiritium”, no significó antítesis o contrariedad, más bien determinó
complemento, en el sentido que las materias no tratadas por el “Ius Quiritium”
fueron reguladas por los “Foedera” y por las “Leges”.
-B- CARACTERÍSTICAS DEL “IUS QUIRITIUM”:
Dentro de las características del “Ius Quiritium” podemos mencionar las
siguientes:
1-
El exclusivismo patricio:
41
Es la limitación de su aplicación exclusivamente a las “Gentes Quiritarias”. El
“Ius Quiritium” hace referencia sólo a los ciudadanos patricios “Quirites”,
“Ingenuos”, “Gentiles”, los cuales comprenden los sólos ciudadanos romanos
del tiempo, es decir, los patricios con exclusión de los plebeyos.
2- La limitación de la materia regulada sólo a
intergentilicias, primero, interfamiliares, después.
las relaciones
Se derivó de la autonomía, largamente conservada por las “Gentes” quiritarias,
y luego de la decadencia de éstas, reguló las relaciones entre las “Familiae
Patriciae”. Al contrario, no disciplinó las relaciones entre los singulares “Cives”.
En virtud de esta causa remota, es que el Derecho Privado Romano ( que se
formó alrededor del nucleo del “Ius Quiritium”), fue el derecho de las relaciones
entre los “Patres Gentium”, primero, y los “Patres Familiarum”, luego, y
precisamente, es por esta razón que hasta el período clásico hubo un mínimo
interés hacia los “cives alieni iuris”, considerados en edad histórica, sujetos
“Iure Publicum”, diverso del “Ius Quiritium”, el cual fue externo a éste.
3-La religiosidad.
Considerada como especial expresión del ordenamiento preciudadano,
específicamente el “Fatum”.
4-La inmutabilidad derivada de la limitación del ordenamiento a los
principios confirmados por las “Mores Maiorum”.
El “Ius” no fue para los “Quirites” un ordenamiento cualquiera, sino que fue un
ordenamiento específicamente compuesto por las “Mores Maiorum”, por esta
razón fue considerado obligatorio, es decir, no derogable por los destinatarios,
además, definitivo, o sea, no mutable.
Los “Quirites”, en definitiva, no negaron el carácter de ordenamientos dignos de
todo respeto a los principios de los “Foedera” de los “Patres Gentium” o de las
“Leges” de los reyes. Se limitaron a no reconocerles su carácter de “Ius” y la
inmutabilidad a él conexa. Estos ordenamientos fueron, por lo tanto, externos
al “Ius” y subordinados a él, en el sentido que no era concebida la posibilidad
que éstos pudieran modificar lo establecido por el “Ius”.
-C- LAS “LEGES REGIAE” Y EL “IUS QUIRITIUM”:
Es necesario detenerse en una leyenda difundida en la tradición romana,
aquélla que las normas de las “Mores Maiorum” hallan sido integradas en los
siglos VIII – VI a. C., por normas proclamadas por leyes de los reyes, a través
de las “Leges Regiae”.
En las fuentes de cognición se habla de las “Leges Regiae”, es decir, de
providencias emitidas por los legendarios reyes, que expedían leyes, en la
42
calidad originaria de portavoz de los “Patres” o en la fase etrusco-latino-sabina,
sobre la base de su “Imperium” militar, civil, jurídico y político.
La pregunta de hacer consiste en: ¿ A la integración del “Ius Quiritium” ha
contribuido también las “Leges Regiae”?
Si es posible. Es de excluir que hayan introducido o modificado también
principios del “Ius Quiritium”.
-D- CONTENIDO DEL “IUS QUIRITIUM”:
A finales del S. VI a. C.,
el sistema del “Ius Quiritium” estaba ya
suficientemente precisado y articulado en sus institutos fundamentales. Se
trataba de un sistema normativo sencillo y simple, y en forma estrecha
correspondiente a las más inmediatas y evidentes exigencias de la sociedad
quiritaria.
Síntoma de la alta antigüedad del “Ius Quiritium” fue el hecho consistente en no
tomar en consideración para disciplinarlo el fenómeno del crédito, fenómeno la
cual difusión en Roma adquirió caracteres de relieve solamente en el siglo V a.
C.
Como ya se dijo, el ordenamiento interno de las “Gentes” y de las “Familiae” no
hizo parte de la reglamentación del “Ius Quiritium”, quien se limitó a determinar
quien estaba cualificado para representar el grupo en las relaciones con los
otros grupos; tal calidad fue reconocida al jefe de la familia, varón puber,
denominado: “Paterfamilias”.
Privados de capacidad jurídica estuvieron por largo tiempo los varones
impúberes y las mujeres. La muerte del “Paterfamilias”, implicaba la escisión
de su familia en tantas familias cuantos eran sus hijos varones púberes, cada
uno de los cuales se convertía, a su vez, en “Paterfamilias”. Los varones
impúberes y las mujeres, entonces, pasaban a ser parte de la familia del
sucesor primogénito, los primeros, hasta alcanzar la pubertad, y las mujeres, al
menos en tiempos antiguos, para siempre, quedando sujetas a tutela perpetua.
La situación activa del “Paterfamilias” con relación a todos los otros sujetos del
ordenamiento quiritario sometidos a él se llama: “Potestas” (frente a sus hijos),
“Manus” (frente a su mujer), “Mancipium” (frente a sus semiesclavos).
Por lo tanto, la familia quiritaria estaba constituida por un conjunto de objetos
jurídicos, de los cuales era responsable y exponente hacia la comunidad, el
único sujeto de derecho, el “Pater”, capaz de adquirir derechos y contraer
obligaciones.
E- APLICACIÓN DEL “IUS QUIRITIUM”:
43
El “Ius Quiritium” se limitaba a una preceptiva de las relaciones intergentilicias e
interfamiliares, sin tomar la predisposición de medios de constreñimiento por
las eventuales inobservancias.
La persecución y el constreñimiento a los inobservantes entraba en el orden del
“Fatum” (“Fas” y “Nefas”). La reacción contra los transgresores del “Ius” era
considerada como “Fas”, es decir, permitida. Ahora bien, quien por la
transgresión hubiera sufrido daño, estaba autorizado a reaccionar contra el
inobservante, siempre y cuando su reacción fuera proporcional a la lesión
recibida.
Esta reacción en el campo del “Ius” se empieza a denominar Acción “Actio”,
como en el “Fatum” se llamó “Talio”. Por lo tanto, las características de la
“Actio” en el ámbito del “Ius” fueron la facultatividad y la proporcionalidad,
igual que en el sistema del “Fatum”.
Las condiciones a las cuales el ejercicio de la “Actio” estaba sometida, hacen
entender lo grande y sentida que era la necesidad en los “Quirites”, el estar
bien ciertos de la existencia y de los límites de ésta.
Al poco tiempo, los patricios se dieron cuenta que esta exigencia de certeza,
delimitación y aplicación de la “Actio”, no debía ser satisfecha por los
comunes ciudadanos, dado el carácter complejo y misterioso del “Ius
Quiritium”, privado de fuentes escritas y tan íntimamente lígado con la religión.
De esta manera surgen, desde los primeros tiempos, unas funciones
específicas ejercitadas por el “Rex”, como gran jefe de la comunidad y máximo
sacerdote de los cultos ciudadanos: La “Iuris interpretatio”, la “Iuris dictio” y
la “Iudi catio”.
Con la fase etrusco-latino-sabina, cuando se le otorgó al “Rex” el “Imperium”, la
“Iuris dictio” adquirió un carácter verídico, particularmente de autoridad y a los
“Cives” empieza a parecer indispensable, prácticamente obligatorio, recurrir en
caso de controversia ante el “Rex”, a través de la “Actio”.
Asi pues, se inició una tajante diferenciación entre la pura
“Iuris
interpretatio”, como mera interpretación del “Ius”, y la función de la “Iuris
dictio”, consistente en el “decir el derecho”, “Ius Dicere”, o sea, la afirmación
con autoridad e incontestable de la norma del “Ius” aplicable al caso concreto;
en otras palabras, la administración de justicia mediante el ejercicio de la
Acción, “Iudicatio”.
En la “Iuris interpretatio”, el “Rex” recibe el valioso auxilio de los “Pontifices”,
tratándose de una actividad de revelación del “Ius”.
La “Iuris dictio” fue ejercitada por el “Rex” en su calidad de “Magister Populi”,
de titular del “Imperium”, el cual le consentía ejercer eficazmente una coerción
“Coercitio” contra todos aquéllos desobedientes que turbaran injustamente la
paz y el orden social “pax deodorum”..
44
La “Iuris dictio” no fue explícitamente y en forma directa impuesta a los
“Quirites” como medio de resolución de sus controversias, más bien, fue
implícitamente y en forma indirecta hecha necesaria, por el temor de pensar
que el sustraerse de la “Actio” adversaria o la eventual exorbitancia de las
características y de los límites del ejercicio de la propia “Actio”, pudieran
determinar la legítima intervención punitiva de la “Potestas” y del “Imperium” del
rey
.
Por lo tanto, empezó a ser legítimo interés de las partes encontrarse ante el
“Rex”, “In Iure”, para sentir interpretar y aplicar con autoridad el “Ius”, con
relación a la “Litis” concreta.
F- DESARROLLO DEL “IUS QUIRITIUM”:
El “Ius Quiritium” se acrecienta a través de la agregación de nuevas “Mores
Maiorum”, a las más antiguas.
La función delicadísima de la identificación de las costumbres, “Mores”, de
considerar mayores, “Maiorum”, y por lo tanto, revestidas de un particular
carácter de religiosidad, no la ejercitaban los “Quirites” singularmente y en
forma privada. Por esta razón desde un principio, se hace indispensable la
“Iuris interpretatio” por parte del “Rex” con el auxilio de los “Pontifices”,
función de la cual derivó la posterior “Iuris dictio” y la “Iudicatio” del “Rex”
etrusco-latino.
No hay duda que, en efecto, fue de la “Iuris Interpretatio ” y de la “Iuris
dictio” que brotó el desarrollo del “Ius Quiritium”.
Estas dos funciones, formalmente solo declarativas, fueron sustancialmente
constitutivas de toda una nueva determinación del “Ius Quiritium”, en primer
lugar, porque de hecho, monopolizaban el conocimiento del “Ius Quiritium”, y
en segundo lugar, porque la autoridad de quienes las ejercitaban, era, por
motivos religiosos y políticos, incontestable por los “Quirites”.
El secreto de las indagaciones que el “Rex” en su intimidad, y los “Pontifices”
en sus reuniones a puerta cerrada, ejercitaban para la identificación del “Ius
Quiritium”, nunca fue violado por los antiguos.
7- EL “IUS LEGITIMUM VETUS”:
A- MARCO GENERAL:
En el transcurso de los siglos VI al V a. C., el “Ius Quiritium”, no obstante,
permaneciendo plenamente vigente, se encaminó rápidamente a esterilizarse,
es decir, a perder la capacidad de enriquecerse de otras normas que hicieran
frente a las nuevas exigencias emergentes en la vida social. Este fenómeno,
que se encuadra en el más amplio proceso de crisis del ordenamiento
quiritario, depende, esencialmente, del crecimiento de la clase plebeya y de su
progresiva unificación y organización en clase revolucionaria antipatricia.
45
A un cierto punto, en el curso del siglo VI a. C., a los plebeyos se les concedió
el “Commercium” con los patricios, vale decir, la capacidad de adquirir
derechos de contenido económico, sobre tierras, animales, etc.
Consecuentemente, de hecho, las familias plebeyas obtuvieron reconocimiento
y tutela por parte de la “Civitas Quiritaria” pero en una forma no directa, y
además, muy limitada.
Sin embargo, el “Ius Quiritium” en su plenitud no fue extendido a los plebeyos.
Las familias plebeyas de donde salían los “Pedites” para el ejército, constituian
un elemento social completamente diverso, que aunque gozaban indirecta y
limitadamente de los beneficios del “Ius Quiritium”, estaban lejos de su
producción, inmensamente lejos de la “Iuris Interpretatio”, de la “Iuris
dictio”.
En el cuadro de la acción revolucionaria la plebe se empeñó en múltiples
esfuerzos y reivindicaciones, entre otras, las siguientes:




Participar y encauzar la ulterior extensión del “Ius Quiritium”, en cuya
creación no tomaba parte.
Participar en el arbitrio, en la interpretación y en la aplicación del
ordenamiento jurídico.
Obtener que vistieran dignidad de derecho algunas nuevas costumbres,
entre tanto, insertadas en la vida socio-económica patricio-plebeya,
especialmente, aquellas referentes a las obligaciones.
Obtener el “Connubium”, es decir, la admisión de válidos matrimonios
mixtos entre patricios y plebeyos.
Estas aspiraciones de la plebe fueron parcialmente realizadas entre los años
451 y 445 a. C., por la legislación decenviral y la sucesiva “Lex Canuleia”.
Esta serie de “Leges”, emanadas especialmente en la fase de crisis de la
“Civitas Quiritaria”, que van diferenciadas y aisladas de todas las otras “Leges”
del Período Arcaico, en consideración a su función de complemento y de
reforma que ejercieron con relación al “Ius Quiritium”, se denominó: “IUS
LEGITIMUM VETUS”.
B- FUENTES DEL “IUS LEGITIMUM VETUS”:
Las fuentes del “Ius Legitimum Vetus” específicamente fueron tres:
1- Las “Leges XII Tabularum”. (Ley de las Doce Tablas)
2- La “Lex Canuleia”. (Ley que admite el matrimonio entre patricios y plebeyos)
3- Las normas actualizadas del “Ius Quiritium”.
Todas representaron providencias de carácter normativo emitidas por los
patricios, para responder a solicitudes urgentes y avanzadas de la plebe. Por
46
ejemplo, la “Lex Canuleia” fue un logro que se hizo expresamente a través de
un plebiscito.
Desde el año 461 a. C., el tribuno de la plebe Terentilio Arsa, para dar salida a
las solicitudes plebeyas de conocimiento del ordenamiento jurídico, de
introducción del “Connubium” y de abolición del sistema de ejecución personal
sobre los deudores morosos, entre otras, propuso nominar una magistratura
extraordinaria con el encargo de reformar el ordenamiento jurídico romano. No
obstante, la viva oposición del patriciado, más tarde, una comisión de
ciudadanos se estableció en Grecia para estudiar las leyes que Solón había
expedido en el 594 a. C.
Livio y Diogini narran de una misión diplomática única (mitad del siglo V a. C.)
que viajó a Atenas para conocer las leyes de Solón, y los institutos y los
ordenamientos de las otras ciudades griegas (Liv. 3, 31, 8; 3, 32, 1; 3, 33, 5.),
o de una doble misión que viajó a Atenas y a las ciudades griegas en Italia,
para informarse sobre las leyes mejores y más adaptables a las necesidades
de la comunidad romana (Dionys. 10, 51, 5; 10, 52, 4; 10, 54, 3; 10, 55, 5; 10,
56, 2.).
En el año 451 a. C., finalmente, se procedió a la formación de un colegio
extraordinario, cuyo jefe fue Appio Claudio, notorio antiplebeyo. Esta colegio
estaba integrado sólo por patricios, nobleza de sangre, herederos, con sus
privilegios políticos y religiosos, sus emblemas y sus costumbres, de la antigua
caballería de los reyes, los cuales concentraban en sus manos no sólo la
posesión de la tierra, sino también, la dirección pública y la administración de
justicia. La plebe estaba excluida.
La magistratura extraordinaria de los decenviros fue investida de una función
legislativa. Esta comisión preparó diez (10) tablas de leyes, sin terminar el
trabajo de la reforma.
En el año 450 a. C., con la introducción de dos plebeyos al puesto de dos
patricios, el colegio decenviral introdujo otras dos (2) tablas de leyes, hostiles a
la plebe, como la prohibición explícita del “Connubium”, es decir, de contraer
matrimonio con los patricios, y además, la esclavitud por deudas.
Como consecuencia, una rebelión del pueblo tumbó los “decemviri” en medio
de su actividad y la legislación quedó, por tanto, incompleta.
Los cónsules Valerio y Horacio en el 449 a. C., entre las iniciativas tomadas
para aplacar la plebe en agitación, ordenaron la publicación de la famosa, “Lex
XII Tabularum”, Ley de las Doce Tablas.
La prohibición al “Connubium”, después de vivas y profundas polémicas, se
abolió sólo en el año 445 a. C., con la tan conocida “Lex Canuleia”.
La legislación decenviral se desarrolla en este contexto. Así es que, el nexo
entre las Doce Tablas y las leyes de Solón o las leyes transportadas desde
Grecia, permanece siendo un motivo constante hasta la edad tardo- antigua.
47
(Flor. 1, 17; Amm. 16, 5, 1; Symm. Ep. 3, 11, 3; Serv. In Verg. Aen. 7, 695;
Aug. De civ. Dei 2, 16; Isid. Etym. 5, 1, 3; Plin. Ep. 8, 24, 4.).
Un vínculo profundo estrecha los dos fenómenos legislativos más relevantes
del mundo antiguo, la legislación solónica y la legislación decenviral, que las
distingue de las grandes legislaciones del vecino Oriente. Las dos tienen un
carácter destacadamente laico, donde el legislador no se pone como
intermediario entre la divinidad y los súbditos, sino que la ciudad se manifiesta
en las leyes para autodisciplinarse.
Pero también existen diferencias tajantes; Solón puso fin a la crisis económica
y social, aboliendo las deudas y la esclavitud que se derivaba de estas y
estableció un equilibrio en la riqueza. En las Doce Tablas no existe nada
similar, sólo hasta el siglo IV a. C. se encuentran medidas parangonables:
-
-
Las "Leges Liciniae Sextiae" del año 367 a. C., primeras normas
limitativas de las deudas y de la posesión rústica, aprobadas después de
una ardua lucha, que se referían a la tierra, el dinero y los honores. (Liv. 6,
35; 6, 39 - 40; 6, 42.).
La "Lex Poetelia Papiria" del año 326 a. C., que prohibió que los
deudores fueran encarcelados: "ninguno podía ser sometido al verdugo o a
las cadenas, a menos que hubiera cometido un delito" (Liv. 8, 28 1 - 8.).
En las Doce Tablas su estilo y vocabulario permanecen únicos y no se
encuentran nunca más en la legislación republicana posterior.
C- LA LEY DE LAS DOCE TABLAS:
Se nota un gran sentido de la tradición cuando se habla de “leges antiquas”
para el mundo romano; el pensamiento corre de inmediato a la Ley de las XII
Tablas, las leyes por excelencia.
Cicerón en “De Officiis” dice: “Son las leyes que nunca cambian su lenguaje y
que toman el puesto de la justicia, antes administrada por los reyes”.
Continúa diciendo: Cic. “De Off. 2,12,41-42: Sed etiam apud maiores nostros
iustitiae fruendae causa videntur olim bene morati reges constituti. Nam
cum premeretur in otio multitudo ab iis, ad unum aliquem confugiebant
virtute praestantem, qui cum prohiberet iniuria tenuiores aequitate
constituenda summos cum infimis pari iure retinebat.
Eademque
constituendarum legum fuit causa quae regnum. Ius enim semper est
quaesitum aequabile; neque enim aliter esset ius. Id si ab uno iusto et
bono viro consequebantur, erant eo contenti; cum id minus contingeret,
leges sunt inventae, quae cum omnibus semper una atque eadem voce
loquerentur”.
Es decir: “Entre nuestros antepasados, se confió el poder regio a hombres
dignos para que se pudiera vivir en la justicia. La multitud recorría a la
protección de alguien que se había distinguido por la virtud y quien debía evitar
que se perjudicaran los más pobres, comportándose equilibradamente y
48
manteniendo los estratos elevados de la sociedad y aquéllos inferiores en una
igual condición jurídica. A la base de las leyes está la misma razón por la cual
se constituyeron los reyes. Siempre se ha querido, lo sabemos, un derecho
cuya característica fuera la igualdad. Obteniéndolo de un único individuo, justo
y bueno, había satisfacción; pero cuando esto no sucedía más, se inventaron
las leyes, las cuales estaban en grado de dirigir a todos, siempre con una sóla
y misma voz”.
La Ley de las Doce Tablas es el documento de una remota antigüedad del
lenguaje, donde el pasado lejano vive; es el espejo de una vida transcurrida
que abandona su valor histórico para adquirir un valor simbólico.
Su mayor expresión se hace a través de una hipérbole: "enteras bibliotecas de
filósofos deben ceder frente al pequeño libro de los antiguos legisladores".
¿Que toda la ciencia política y jurídica se recogiera en las Doce Tablas?,
muchos no lo han podido creer.
Entre pasado y presente corre un hilo continuo. El ordenamiento jurídico cuyas
raices son las Doce Tablas, crece y se desarrolla en el tiempo.
Livio expresa que las Doce Tablas, en el inmenso cúmulo de leyes que se
sobrepusieron las unas a las otras, constituyen la fuente del derecho. Como es
sabido, establecer un ligamen entre lo nuevo y lo antiguo era propósito de Livio.
La Ley de las Doce Tablas constituyeron el punto central de las primeras obras
de la jurisprudencia romana.
Con la legislación decenviral, la plebe pide y obtiene que el consuetudinario
“Ius Quiritium”, hasta ahora en forma misteriosa y celosamente custodiado y
manipulado por la clase patricia, enseñado oralmente de generación en
generación por vía varonil al primogénito, se pusiera, en sus elementos
fundamentales, a la portada de todos, como un derecho escrito, público y
positivo. En suma, el fin político de la plebe consistió en tener la certeza del
“Ius Quiritium”, de las Doce Tablas y de la “Lex Canuleia”.
El estudio de la Ley de las Doce Tablas, muestra dos cosas:
1- Que las Doce Tablas, se limitaron a formular un cierto número de máximas
interpretativas y sólo en parte modificativas e integrativas de las “Mores
Maiorum”.
2- Que en la legislación decenviral, tienen poca aplicación las normas del “Ius
Publicum” y del “Ius Sacrum”.
El texto fue predispuesto, esencialmente, con el fin de poner a los Romanos,
pero sobre todo,incluyendo a los plebeyos, frente a precisas y no contestables,
posibilidades de afirmar sus derechos y defenderlos en juicio. A tal punto que,
las disposiciones más abundantes se refieren al proceso privado y a las
acciones procesales privadas.
49
D- LA COSTUMBRE Y LA POSIBILIDAD DE CAMBIO EN LAS
DOCE TABLAS:
La ley como obra humana que es, incluye la posibilidad de cambio, por lo tanto
la ley no es inmutable. Las Dode Tablas incluyen esta previsión, delinean un
mecanismo para su modificación, teniendo en cuenta un principio según el
cual:
"Todo aquello que el pueblo ha deliberado en última instancia, debe
considerarse jurídicamente válido". (XII Tab., 12, 5. Liv. 7, 17, 12.).
Una aplicación práctica de este principio se tuvo cinco (5) años después de las
Doce tablas con la Lex Canuleia", plebiscito propuesto por el tribuno de la
plebe Gaio Canuleio en el año 445 a. C., que abolió la prohibición acogida en
el texto decenviral de matrimonio entre patricios y plebeyos (XII Tab., 11, 1).
Según Livio tiene lugar una regla de importante aplicación: "...ubi duae
contrariae leges sunt, semper antiquae obrogat nova". (Liv. 9, 34, 7.).
"Cuando dos leyes estan en contraste, la nueva ley elimina siempre la
antigua".
Esta regla fue el centro de interesantes debates en el siglo IV a. C., en donde
participaron hombres políticos y juristas. Se discutía ¿si la voluntad popular
que se expresaba en una asamblea podía abolir una ley o derogarla?
De todos modos se entendía que la ley era una disposición de carácter general,
con una visión hacia el futuro, que no podía confundirse con otros actos del
pueblo reunido en los comicios, y que el pueblo mismo debía observarla hasta
que otra ley tomara el puesto.
Pero es evidente que una ley no cae nunca en un vacio jurídico, pues
seguramente la precede un tejido de normas consuetudinarias.
Respecto a la costumbre en la mayoria de las veces en la civilización antigua
aparece como inderogable y eterna. Pero propiamente las Doce Tablas
contribuyen a introducir una idea nueva. Desde este momento la eternidad de
la costumbre no es más una fijación que se había sedimentado en la
conciencia colectiva.
E- FORMALISMO DE LA LEY DE LAS DOCE TABLAS:
Al aparecer el derecho como un sistema abstracto y positivo se presenta una
profunda innovación, se desarrolla entonces el formalismo jurídico.
En las Doce Tablas, por ejemplo, se lee el siguiente precepto:
"Cum nexum faciet mancipiumque, uti lingua nuncupassit, ita ius esto".
50
"Si se ejecuta un "mancipium" o un "nexum", el derecho sea así como
con la lengua se han pronunciado las palabras". (XII Tab., 6, 1).
En estos dos negocios, el "nexum" y el "mancipium" la forma tiene total
relevancia, al contrario del contenido, que no es tomado en cuestión. Su
validez o su nulidad depende exclusivamente de la forma. De ahí que los
esquemas negociales arcaicos, incluidos los de las Doce Tablas, obedezcan al
más rígido y riguroso formalismo.
El pensamiento jurídico se limita a la creación y combinación técnica de formas
y fórmulas, sin buscar el significado y el más allá de las palabras.
Lo que se tiene en cuenta son las características externas, como por ejemplo la
pronunciación de determinada palabra o palabras, la ejecución de ciertos
gestos o acciones simbólicas, cuyo significado ha sido previamente fijado con
un efecto permanente, por y para siempre.
Este formalismo riguroso y estricto existente en la época arcaica de Roma,
tuvo vida mucho más allá de las Doce Tablas.
F- CONTENIDO DE LA LEY DE LAS DOCE TABLAS:
La tradición jurídica romana gira en torno a la Ley de las Doce Tablas, las
cuales tienen un tiempo propio, y constituyen los hechos más seguros de la
historia romana arcaica.
Las Doce Tablas no permanecen bajo los ojos de los romanos por largo
tiempo. En cuanto al texto, las fuentes romanas son concordes en afirmar que
las “XII Leges Tabularum” originales fueron destruidas en el incendio galo del
año 387 a. C., haciendo entender, por lo tanto, que estas “XII Tabulae”
llegaron a la posteridad por el trámite de la tradición oral. Su recuerdo se
transmite verbalmente de generación en generación y a través de una tradición
manuscrita verificable sobre documentos de archivo. El conocimiento que
tenemos depende de las citaciones regadas en toda la literatura latina.
Entonces, el texto decenviral, conocido por nosotros, no es el original.
No obstante, el relato tiene un nucleo auténtico: las Doce Tablas se encuadran
en las luchas sociales del siglo V a. C. y, son el resultado de una profunda
transformación constitucional: "la forma de gobierno cambió, y el poder pasó de
los cónsules a los decenviros, como antes había pasado de los reyes a los
cónsules" (Livio 3, 33, 1.).
Para Cicerón "grabar en la madera de roble las leyes u otros carácteres era
sabiduría antigua". (Cic. De div. 2, 41, 85).
Según Diogini de Alicarnasso, Anco Marcio ordenó que se transcribieran en
madera de roble las normas sacrales de Numa (3, 36, 4.). Igualmente, piensa
que las Doce Tablas se transcribieron en láminas de bronce (10, 57, 7), de
51
acuerdo con Livio (3, 57, 10) y con Diodoro (12, 26, 1). En cambio, Pomponio
piensa que se transcribieron en madera (Pomp. D. 1, 2, 2, 4).
En general, sus fragmentos estan agrupados en la palingenesia moderna,
según el siguiente esquema:
 Las primeras tres tablas contienen normas atinentes al proceso privado y a
las “Legis Actiones”, así:
I.
Reglas generales sobre la citación en juicio del demandado y sobre el
desarrollo del litigio. (Procedimiento).
II.
Texto resumido de algunas Acciones de la Ley. (Procedimiento).
III.
Reglas relativas
(Procedimiento).
a
la
aprehensión
y
tratamiento
del
deudor.
 Las cuatro siguientes tablas se refieren a la familia y a las relaciones
económicas interfamiliares, así:
IV.
Regula expresamente las relaciones de familia.
V.
Disposiciones relativas a la sucesión.
VI.
Reglas sobre la propiedad y la posesión de las cosas. (Pecunia).
VII.
Normas sobre la propiedad y las cosas agrarias. (Pecunia).
 Las siguientes tablas se refieren a materias de diferente contenido.
VIII.
Normas sobre la represión penal de algunos principales crímenes.
(Derecho Penal).
IX.
Regula la organización constitucional.
X.
Disposiciones relativas al Derecho Sacro.
XI.
y XII. Estas dos tablas constituyen un apéndice de normas varias,
incluyendo las diferencias existentes entre las dos clases.
El texto de la ley contenía normas e institutos que no estaban a favor de la
plebe como:
-
La esclavitud por deudas (XII Tab., 11, 1).
La prohibición de contraer matrimonio con los patricios.
52
En cambio, otras normas tienen como origen una clara inspiración plebeya,
como por ejemplo:
 En la convocación en juicio, la autorización a cualquiera en el procedimiento
ejecutivo contra el deudor insolvente, a intervenir para paralizar la acción
del acreedor y constreñirlo a demostrar el fundamento de su pretensión.
XII Tab. 1, 4.: "Adsiduo vindex adsiduus esto; proletario cui quis volet
vindex esto".
Entendiendo que los términos "adsiduus" y "proletarius" son correlativos pero
opuestos. "Adsiduus" es el residente y el que pertenece y participa en una
comunidad con sede fija, por lo tanto es el rico ("locuples"), el que tiene la
posesión de la tierra, como desarrollo del término propietario. En cambio,
"proletarius" es aquél que no es estable, el emigrante, se le da la acepción de
peón bajo sueldo.
 Se disciplinan los funerales y además el lujo es limitado:
(XII Tab., 10, 2 - 3; 10, 12 - 13.).
-
Los intérpretes de tibia (flauta) no podían ser más de diez (10).
Las indumentarias fúnebres no podían ser más de tres (3).
Estaba prohibido:
Desgastar la leña para la hoguera.
Esparcir abundamentemente vino sobre el sepulcro.
Ungir el cadáver por medio de los esclavos.
Cubrir el cadáver con grandes y costosas coronas. (A excepción de
aquéllas ganadas con el propio valor).
Meter objetos de oro sobre la pira.
Enterrar objetos de oro con el cadáver. (A menos que los dientes del muerto
estuvieran unidos con el oro).
A veces los intérpretes antiguos reportan a las Doce Tablas reglas e institutos
que se formaron más tarde, como es el caso de la tutela del patrón sobre los
libertos. (Gai, 1, 165; Ulp. D. 26, 4, 1).
Otras veces, de una misma norma existen versiones diferentes, por ejemplo en
las XII Tab., 5, 3 - 5:
-
-
Gai. 2, 224 y Pomp. D. 50, 16, 120: "Uti legassit suae rei, ita ius esto...".
Es decir, "como (el testador) ha dispuesto de su patrimonio, así sea el
derecho".
Ulp. Ep. 11, 14 y Paul. D. 50, 16, 53: "Uti legassit super pecunia tutelave
suae rei, ita ius esto...". O sea, "como (el testador) ha dispuesto tutelar
su gran fortuna y su patrimonio, así sea el derecho".
53
Esta famosa ley es la respuesta de los decenviros patricios a los fermentos de
revolución de los estratos más bajos y además, el abandono de un estilo noble
de impronta etrusca.
El texto legislativo era el éxito último de un compromiso político. La iniciativa
plebeya se justifica con la exigencia de una legislación escrita, más que con los
contenidos de las singulares normas.
La legislación escrita consentía un control sobre los mecanismos
jurisdiccionales y judiciales. El proceso, tanto público como privado, siendo
una situación de gran importancia en la organización jurídica de la ciudad, no
podía ser olvidado por las Doce Tablas.
Cicerón en su obra "De oratore" expresa que la imagen entendida y fiel del
tiempo antiguo la encontramos en todo el derecho civil, en los libros de los
pontífices y en las Doce Tablas: encontramos la remota antigüedad del
lenguaje; las fórmulas jurídicas revelan las costumbres y la vida de nuestros
antepasados. La ciencia jurídica y política está toda recopilada en las Doce
Tablas, porque en éstas está diseñado el ordenamiento de la ciudad y son
distintos los intereses y las partes que lo componen. Se tiene en el derecho
civil y en las leyes el principio de todas las discusiones. Nos dice: "Nosotros
aprendemos, no a través de disputas infinitas y litigiosas, a vencer, por medio
de la autoridad de las leyes, nuestras pasiones, a frenar todo deseo, a defender
nuestros bienes, a tener el pensamiento, los ojos y las manos lejos de los
bienes ajenos... Este único, pequeño libro de las Doce Tablas, supera por el
peso de su autoridad y por la extensión de su valor práctico, enteras bibliotecas
de filósofos".
Cic. "De Or"1, 43, 193 - 44, 195: "...plurima est et in omni civili et in
pontificum libris et in XII tabulis antiquitatis effigies, quod et verborum
vetustas prisca cognoscitur et actionum genera quaedam maiorum
consuetudinem vitamque declarant; sive quem civilis scientia, ...totam
hanc, descriptis omnibus civitatis utilitatibus ac partibus, XII tabulis
contineri videbit; ...hosce habet fontis omnium disputationum suarum qui
iure civili et legibus continentur, ...et docemur non infinitis
concertationumque plenis disputationibus, sed auctoritate nutuque legum
domitas hebere libidines, coercere omnes cupiditates, nostra tueri, ab
alienis mentes, oculos, manus oabtinere. ...bibliothecas mehercule
omnium philosophorum unus mihi videtur XII tabularum libellus, si quis
legum fontis et capita vederit, et auctoritatis pondere et utilitatis ubertate
superare".
G- LA SOCIEDD Y LA FAMILIA:
En esta época la sociedad es fundamentalmente agrícola y su esencia es la
familia organizada en forma patriarcal y agnaticia.
La "adgnatio" es la especie, "species", respecto de la "cognatio" que es el
género, "genus". (D. 38, 10, 10, 4.).
54
La "cognatio" es el parentesco entre personas que descienden una de la otra
o al menos de un ascendiente común. Su fundamento es natural. (Gai. 1, 156 158.).
La "adgnatio" representa un vínculo potestativo. Son "adgnati" los parientes
en linea masculina que están o estuvieron sujetos a la potestad de un mismo
jefe de familia, o lo serían, si él estuviera todavía vivo. Son entonces, "alieni"
es decir, que están inmediatamente sometidos a la "patria potestas" o a la
"manus" y están destinados a convertirse automáticamente en "sui iuris" a la
muerte del jefe de familia.
En la familia el padre actúa como un rey. Él es el sacerdote y el juez. Puede
ejercer sobre sus hijos el derecho de vida y de muerte. (XII Tab. 4, 1.).
Sólo el "pater familias" es propietario, tiene un patrimonio, y puede ser titular de
derechos; puede instituir heredero, ser parte en un proceso y responder por las
deudas que asume.
La situación relevante de que el padre era el centro de la familia tiene
fundamento en la costumbre.
Catón expresaba que los antepasados pusieron en primer lugar el nombre de
padre, inmediatemante después aquél de patrón. Pero existía otro deber
importante, era el de proteger a los pupilos confiados a tutela.
En todo caso la colocación del padre era clara, ocupaba el peldaño más alto.
(XII Tab., 8, 21.).
Cicerón en el "Cato maior" 11, 37, describe la tradición: "Appio Claudio
guiaba cuatro hijos robustos y cinco hijas, gobernaba una familia
bastante grande y una numerosísima clientela; y era ciego y viejo...
Ejercía sobre los suyos no sólo la autoridad, sino también un verdadero y
propio señorío: los esclavos le temían, los hijos le respetaban, era
apreciado por todos; en aquélla casa se hacía todo en honor a la
costumbre y a las reglas de vida de los antepasados".
La estructura del grupo familiar condiciona el régimen sucesoral, donde los
elementos gentilicios continúan a tener relevancia. (XII Tab. 5, 3 - 5.)
Además, tiene especial significación que la solidaridad de la familia tienda a
conservarse aún después de la muerte de su jefe. Se explica así la existencia
del consorcio de los hermanos coherederos y además, la indivisión del
patrimonio, formando una "societas legitima e naturalis".
En el consorcio fraterno se recoge una realidad compleja y unitaria. La
posición patrimonial de los hermanos, que antes estaban sometidos a la
potestad del "pater familias", por eso se denominan "fratres sui", no era
separable de su posición familiar. Esto justifica la cotitularidad del patrimonio y
la importancia de la actuación de todos en forma unida. El vínculo jurídico no
nace de la voluntad libremente expresada sino de un determinado "status"
55
familiar. Lo que caracteriza al consorcio doméstico es la fraternidad, donde el
individuo tiene una relevancia como miembro de un grupo familiar.
Dividir el patrimonio a nivel general no era cosa imposible, las Doce Tablas
introdujeron una acción judicial al respecto, la "legis actio per iudicis arbitrive
postulationem". (XII Tab. 5, 10.).
La división del patrimonio familiar, siendo una cosa común, o sea, la herencia,
se podía hacer judicialmente efectiva por medio de la acción "Actio familiae
erciscundae".
H- NORMAS ACTUALIZADAS DEL “IUS QUIRITIUM”:
En la cultura arcaica romana, las Doce Tablas son ya un fruto maduro y
presuponen la constitución de la función jurídica como función autónoma.
Constituyen un sistema de representaciones, de costumbres y de creencias
que se ordenan alrededor de la noción específica de derecho. Así los actos
jurídicos necesarios para transferir una cosa de una esfera potestativa a otra o
para crear un vínculo obligatorio, como el "mancipium" o "mancipatio" y el
"nexum", habían sido estables mecanismos verbales (o con gestos) y habían
tenido su desarrollo y evolución, antes de haber sido asumidos por el texto
legislativo.
Algunas normas decenvirales fueron dedicadas al perfeccionamiento de
algunas instituciones e institutos del “Ius Quiritium”, en parte superados o
inciertos, por los recientes desarrollos sociales debido a la presencia e
influencia de los plebeyos.
1) El primer punto de aclarar era el relativo a la situación de los impúberes y
de las mujeres después de la muerte del “Paterfamilias”.
Las Doce Tablas admitieron que fueran sujetos de derecho, es decir, capaces
de ser sujetos de relaciones jurídicas, pero estableció lo siguiente:
Que los varones impúberes hasta alcanzar la “Pubertas” y las mujeres por toda
la vida, estuvieran sujetos a una “Potestas”, análoga a aquella del “Pater”,
ejercida por la persona designada testamentariamente o según la sucesión “ab
intestato”.
Constituyó un paso adelante muy notable. A los varones impúberes, se les dio
la oportunidad de convertirse en “Paterfamilias” con la llegada de la pubertad, y
a las mujeres, sólo aquéllas púberes, aunque siguieran sometidas a
“Potestas”,que pudieran adquirir titularidad de derechos y de obligaciones.
Este es el origen de la “Tutela”, entendida como instituto de protección y de
asistencia de un sujeto jurídico incapaz de actuar, la cual tuvo sus primeras
raíces con las Doce Tablas, que no usaron el término de “tutela” sino de
“Potestas”:
56
-
“Potestas Impuberum”. (Tutela de los impúberes).
“Potestas Mulierum”. (Tutela de las mujeres).
2) Para la hipótesis de que un “Paterfamilias” se convirtiera en insanable loco
furioso o se comportara con prodigalidad dañosa, la ley consideró dar por
terminada la “Patria Potestas” sobre sus hijos, con el efecto de que sobre
su familia se abriera la sucesión “ab intestato”.
En cuanto al “Paterfamilias” furioso o pródigo, a él personalmente se le otorga
una pequeña “pecunia” para su sostenimiento, las Doce Tablas lo someten a la
“Potestas” de un “Agnatus” o en su defecto, de un “Gentilis.
De esta situación, derivó con el tiempo el instituto de la “Curatela”.
3) Se puso mucha atención en la naciente institución del “Dominium”, se
estableció:
 La clasificación de las cosas en "res mancipi" y en "res nec mancipi".
El poder sobre las cosas se articula en modo diverso, según las dos categorías
fundamentales en las cuales las cosas se distinguen:
-
Las "res mancipi": el fundo, los esclavos, los animales de tiro y de carga
(los bueyes y los caballos, los asnos y las mulas) y en fin, las servidumbres
rústicas de paso y de acueducto. Eran cosas de importancia económica y
jurídica.
"Mancipium" es el nombre que se le da al poder que se ejerce sobre las "res
mancipi", y al mismo tiempo, es el nombre que se le da al acto jurídico
necesario para adquirirlas y transmitirlas.
El fundo en la disciplina jurídica tiene una posición privilegiada. La adquisición
de un fundo por usucapión requiere de un período de dos años, mientras basta
sólo un año para todas las otras cosas. (XII Tab. 6, 3.).
Existen variadas normas que regulan las relaciones entre los fundos.
 Los fundos debían estar circundados de un espacio inapropiable de cinco
(5) pies, destinado a permitir la viabilidad.
 Existía una acción especial para determinar los límites y los linderos de los
fundos, “Actio communis dividundo”. (XII Tab., 7, 2.).
 El árbol de un fundo, inclinado por el viento, debe ser removido del fundo
ajeno.
 Los frutos del árbol de un fundo que caen sobre otro fundo, es posible
recogerlos. (XII Tab., 7, 9b; 7, 10.).
 Los “Domini” podían actuar contra los propios vecinos, cuando en forma
ilícita excavaran canales o construyeran diques en el propio fundo y
desviaran el flujo natural de las aguas lluvias hacia su fundo, a través de la
“Actio damni infecti”.
57
 No era lícito quitar el palo sobre el cual otro propietario se había servido
para sostener la casa o la viña. (XII Tab., 6, 8; 7, 8.).
 Entre “Domini” de fundos vecinos se pudieran establecer convenciones,
para pasar sobre el fundo del otro, o hacer correr un canal para irrigar de
agua el propio fundo. Situación que da origen a la institución denominada:
“Servidumbre”.
-
Las "res nec mancipi": Por exclusión son todas las otras cosas.(Gai. 2, 14
- 20; 2, 22; Ulp. Ep. 19, 1.).
 Los medios de transferir el dominio son:
 La "mancipatio":
Por medio de la "mancipatio" , como negocio traslaticio que es, se efectúa un
cambio entre una cosa "res mancipi" y el precio.
El enajenante permanece en la sombra, mientras que el adquiriente era el
verdadero protagonista del acto jurídico y social.
"Mancipare" en la Roma más antigua equivalía a "manu capere", que
significaba: "agarrar con la mano". Entonces, el adquirente agarra con la mano
una cosa que declara suya: "afirmo que este esclavo es mio, según el Derecho
de los Quirites", frente a otro sujeto que asiste en silencio (enajenante) y que
en realidad se está privando.
Más tarde, pasa a significar propiamente: "transferir", donde el adquirente
pronuncia determinadas palabras en presencia del enajenante, de cinco (5)
testigos, (todos varones púberes ciudadanos romanos) y de otro ciudadano
“libri pens” que tiene el oficio de pesar sobre la balanza el bronce o cobre
necesario para constituir el precio. Esta fórmula es el nucleo verbal central y
estable del acto jurídico denominado: “per aes et libram”:
"...adhibitis non minus quam quinque testibus civibus Romanis puberibus
et praeterea alio eidusdem condicionis, qui libram aeneam teneat, qui
appellatur libripens, is qui mancipio accipit, rem tenens ita dicit: ¡Hunc
ego hominem ex iure Quiritium meum esse aio isque mihi emptus esto
hoc aere aeneaque libra!; deinde aere percutit libram idque aes dat ei, a
quo mancipio accipit, quasi pretii loco". (Gai. 1, 119).
La fórmula tiene un valor instantáneo y absoluto, no se necesita ver el pasado
del derecho pretendido, porque se manifiesta propiamente en aquél momento
en virtud de los gestos y de las palabras; en realidad, el "meum esse" más
que una afirmación del derecho, constituye es una creación del derecho.
Através de la pronunciación de fórmulas verbales ejercidas en un determinado
y reconocido cuadro de convenciones se reconocen inmediatamente efectos
sociales y jurídicos.
58
La "mancipatio" con el curso del tiempo se transformó en una venta simbólica,
porque el precio no se pagaba más al momento del ritual; pero se convierte en
un negocio abstracto, como dice Fritz Schulz "plástico y adaptable", útil para:
-
El cumplimiento de una donación.
La constitución de una dote.
La garantía de una deuda.
La entrega de una cosa en custodia.
La adquisición de la potestad sobre la mujer.
La disposición del propio patrimonio en vista de la muerte. (A través del
testamento mancipatorio).
 La "In iure cessio":
Negocio traslaticio en donde a través de una homologación magistratual, se
pronuncia la siguiente fórmula:
"In iure cessio autem hoc modo fit: apud magistratum populi Romani vel
praetorem vel apud praesidem provinciae is, cui res in iure ceditur, rem
tenens ita dicit: ¡Hunc ego hominem ex iure Quiritium meum esse aio!;
deinde postquam hic vindicaverit, praetor interrogat eum, qui cedit, an
contra vindicet; quo negante aut tacente tunc ei, qui vindicaverit, eam rem
addicit; idque legis actio vocatur. Hoc fieri potest etiam in provinciis apud
praesides earum". (Gai. 2, 24).
Consistía en una reivindicación ficticia del bien que se quería adquirir;
celebrada frente al magistrado.
Se le atribuían diferentes funciones aún fuera del campo de la propiedad y de
los derechos reales. Servía para:
-
Constituír una relación asociativa.
La adopción.
Transferír la herencia diferida o adquirida.
Transferír el poder personal de la tutela.
4) Respecto al régimen sucesoral, las Doce Tablas se dedicaron sobre todo a
definir la reglamentación de la sucesión “mortis causa”: se reafirmó
solemnemente la obligación jurídica de dar exacta ejecución a las
disposiciones de última voluntad expresadas por el “Pater” (“Legata”).
Es condicionante la estructura del grupo familiar, donde los elementos
genticilios continúan a tener una especial relevancia:
"Uti legassit suae rei, ita ius esto. Si intestato moritur, cui suus heres nec
escit, adgnatus proximus familiam habeto. Si adgnatus nec escit, gentiles
familiam habento".
59
"Como (el testador) ha dispuesto de su patrimonio, así sea el derecho. Si
muere sin testamento quien no tiene heredero, obtenga el patrimonio el
agnado más próximo.
Si no existe ningún agnado, obtengan el
patrimonio los gentiles". (XII Tab. 5, 3 - 5.).
I- NORMAS EN MATERIA DE OBLIGACIONES:
Através de las Doce Tablas, las “Obligationes” hicieron su ingreso en el “Ius”
Romano, saliendo del genérico reconocimiento social.
En el sistema del “Ius Quiritium”, el fenómeno económico del crédito, siendo
poco difundido en la “Civitas”, no tenía reconocimiento jurídico.
El cumplimiento de una prestación futura se basaba, o sobre la “Fides”, es
decir, sobre la buena fe recíproca de las partes, o tambiém, en el sistema del
“Fatum”.
En los albores del siglo VI y sucesivos a. C., la situación cambió. Aunque la
"civitas quiritaria", ciudad mediterránea, de lengua latina, estaba organizada en
un simple sentido agrario, no obstante, desde hacía ya bastante tiempo
conocía otros modos de formación del patrimonio, así lo desmuestran, por un
lado, la incipiente y privilegiada reglamentación del proceso con los extranjeros,
la cual es testigo de notables intereses comerciales; y por otro lado, la reforma
del proceso para las relaciones obligatorias, signo de un extendido empleo del
crédito.
La exigencia de recurrir al crédito se acrecentó notablemente, y por esta razón,
también, resultó insuficiente para su cumplimiento, la simple “Fides”.
Fue el “Ius Legitimum Vetus” el que le dio reconocimiento jurídico a la nueva
concepción de “Obligatio” como vínculo jurídico.
El "nexum" con su marco mágico y su historia oscura también hace su entrada
al escenario jurídico. Era un acto mediante la balanza y el bronce, con la
presencia del "aes" y de la "libra" que requería la pronunciación de ciertas
palabras donde el deudor se transfiere a sí mismo al poder del acreedor
actuando una dependencia inmediata, real o simbólica.
La "sponsio" se configura, en la época de las Doce Tablas, como un contrato
verbal simple, que consiste en in intercambio contextual y solemne de pregunta
y respuesta entre el futuro acreedor que interroga y el futuro deudor que
promete.
No es necesario el control ni la ratificación social a través de los testimonios, o
de la reunión de las curias o de la homologación magistratual, sólo basta
propiamente la forma como tal, las palabras que los interesados pronuncian.
La "sponsio" continua mucho más allá de la edad antigua, claro que en
circunstancias diferentes y con el nombre de la "stipulatio". En cambio, el
"nexum" termina definitivamente hacia finales del siglo IV a. C.
60
Después se creó, entonces, la “Legis Actio sacramenti in personam”.
Sucesivamente, gracias a estas bases, se fue perfeccionando esta institución
basilar en cualquier ordenamiento jurídico.
J- NORMAS EN MATERIA DE ACCIONES:
Las “Legis Actiones” fueron la gran contribución de las “XII Tabulae” a la
clarificación y a la articulación de la materia de la tutela de los derechos, en
últimas, al procedimiento judicial.
El sistema al cual la ley decenviral hace referencia, era siempre aquel originario
de la plena libertad del singular individuo de actuar con los propios medios para
la propia tutela y la regulación de los propios intereses, con la condición de que
la “Actio” fuera proporcional al perjuicio recibido.
El texto decenviral dedica gran espacio al proceso judicial. El juicio como acto
de soberanía colectiva es un momento característico en la formación de la
ciudad.
El proceso arcaico, donde se encuentran aspectos contradictorios, requiere,
como los actos de autonomía privada, la pronunciación de palabras solemnes o
el cumplimiento de gestos definidos. La presencia de las partes es necesaria y
al magistrado le pertenece normalmente un papel directivo, aunque la
intervención del poder estatal no abole completamente la autodefensa
ritualizada.
El “Modus agendi” era el siguiente: el actor, quien pretende asumir la iniciativa
del proceso, debe convocar en juicio al adversario intimidándolo de presentarse
frente al jefe del estado o al magistrado y si era necesario utilizando la fuerza,
obviamente bajo modalidades rigurosamente establecidas.
"Si in ius vocat, ni it, antestamino; igitur em capito. Si calvitur pedemve
struit, manum endo iacito. Si moebus aevitasve vitium escit., qui in ius
vocabit, iumentum dato. Si nolet, arceram ne sternito".
"Si (el actor) cita en tribunal, y (el convenido) rehusa ir, llame los testigos.
Por consiguiente lo aferre. Si contemporiza o se obstina, le ponga la
mano. Si enfermedad o la edad son obstáculo, de un jumento. Si no
quiere, no prepare un carro cubierto". (XII Tab. 1, 1 - 3).
Una vez se presentaba el actor con el adversario ante el jefe del Estado o el
magistrado, “In Ius”, iniciaba el intercambio de declaraciones frente a los
testigos,mediante la pronunciación de una fórmula, sugerida por los pontífices,
afirmando la propia pretensión y de obtener la declaración de conformidad al
“Ius”, “Iuris dictio”.
Con la "litis contestatio" se cierra la primera fase
procesal.
61
Luego iniciaba la segunda fase, donde el lugar del magistrado lo tomaba un
juez privado, único o colectivo, "apud iudicem”, el cual, examinadas las
circunstancias de hecho, decidía, y dictaba sentencia, “Iudicatio”.
La sentencia, pronunciada contra el deudor que incumple, legitima al acreedor
a iniciar una acción ejecutiva, la "manus iniectio" que puede concluir con la
muerte del deudor o con su venta como esclavo en el territorio extranjero.
"Aeris confessi rebusque iure iudicatis triginta dies iusti sunto. Post
deinde manus iniectio esto. In ius ducito. Ni iudicatum facit, aut quis
endo eo in iure vindicit, secum ducito, vincito aut nervo aut compedibus.
Quindecim pondo ne minore aut si volet maiore vincito. Si volet suo
vivito. Ni suo vivit, qui eum vinctum habebit, libras partis secanto. Si
plus minusve secuerunt, se fraude esto".
"Admitida la deuda o si se llega a un acercamiento judicial, sea concedido
un término de treinta dias. Después haya lugar la imposición de la mano.
Conduzca (al deudor) al tribunal. Si (el deudor) no cumple la sentencia, y
ninguno interviene en el tribunal a su favor, lo conduzca, lo amarre con
cadenas a los pies. Lo amarre con no menos de quince libras, o si quiere
con más. Si quiere, viva de lo suyo. Si no vive de lo suyo, le de cada día
una libra de farro. Si quiere, le de más. El tercer dia de mercado, ( los
acreedores) corten las partes. Si cortan de más o de menos, que sea sin
prejuicio". (XII Tab., 3, 1 - 4 y 6).
En XII Tab., 3, 5, se dispone en alternativa a la muerte, la venta "trans Tiberim".
Antes, el acreedor si ha faltado una posibilidad de acuerdo con el deudor, debe
conducirlo en los sesenta días que siguen a la "addictio" y por tres mercados
consecutivos, frente al pretor en los comicios y declarar públicamente el monto
de la suma que se le debe.
La Ley de las Doce Tablas, disciplinó minutamente este procedimiento; reguló
los presupuestos de las varias “Actiones”, les fijó esquemas procedimentales, y
todo este sistema se llamó: EL PROCEDIMIENTO DE LAS ACCIONES DE LA
LEY: “Legis Actiones”.
Entonces, las “Actiones” fundamentalmente fueron:
 La “Legis Actio per sacramentum”, que tenía carácter declarativo, es
decir, tenía la función de establecer entre los litigantes, quien había
cometido el error, por así llamarlo, y “a contrario sensu”, quien tenía la
razón.
El "sacramentum", en su versión menos antigua, se resuelve en una apuesta:
las partes se desafían, frente al magistrado, a pagar al herario una suma
determinada de dinero, en caso de sucumbir o perder en juicio.
Contenía modalidades distintas tanto para las relaciones reales (o hereditarias
o familiares) como para las relaciones obligatorias:
62
-
La "legis actio sacramento in rem":
La "legis actio sacramento in personam":
 La "legis actio per iudicis arbitrive postulationem", que tiene su
momento característico en la solicitud de un juez o de un árbitro.
Se recurría a ella:
-
Para hacer valer un crédito de estipulación.
O cuando los coherederos o comuneros pretendían dividir el patrimonio
hereditario o la cosa en común.
Aquí no existe el riesgo de ninguna pena procesal.
"...Qui agebat sic dicebat: ¡Ex sponsione te mihi X milia sestertium dare
oportere aio: id postulo aias an neges!. Adversarius decebat non
oportere. Actor dicebat: ¡Quando tu negas, te praetor iudicem sive
arbitrum postulo uti des!...". (Gai., 4, 17).
 La “Legis Actio per manus iniectionem”, que tenía carácter ejecutivo, es
decir, tenía la función de ejecución de una pretensión cierta y determinada,
o sea, no susceptible de contestación.
La "manus iniectio" es un ejemplo significativo de que el proceso en la edad
de las Doce Tablas fue siempre rigurosamente formal. Se emplean palabras y
gestos invariables.
"...qui agebat, sic dicebat:´Quod tu mihi iudicatus´ sive ´damnatus es
sestertium X milia, quandoque non solvisti, ob eam rem ego tibi
sestertium X milium iudicati manum inicio´, et simul aliquam partem
corporis eius prendebat; nec licebat iudicato manum sibi depellere et pro
se lege agere, sed vindicem dabat, qui pro se causam agere solebat. Qui
vindicem non dabat, domum ducebatur ab actore et vinciebatur". (Gai., 4,
21.).
"Si qui in iure manum conserunt" . (XII Tab., 6, 6ª.). Quien reivindica el
poder sobre una cosa, pone la mano sobre ella, y cumple luego el gesto ritual
de tocarla con la "festuca", simulando la lanza.
 La "legis actio per pignoris capionem": que también es una acción
ejecutiva y se aplica en algunas relaciones obligatorias con fundamento de
publicidad o religioso.
El acreedor se apodera él mismo, sin la intervención de ningún órgano estatal,
de un bien que le pertenece al deudor, para inducirlo a cumplir o, en definitiva,
para satisfacerse el crédito. Como se puede ver, dentro de una forma jurídica
tradicional, viene a la luz un hacerse justicia por sí mismo, y esta es la razón
por lo que Gayo a ésta acción en alguna de sus aplicaciones le atribuye un
vínculo con las "mores". (Gai. 4, 11.).
63
NOTA: La "legis actio per condictionem": no se atribuye a las Doce Tablas.
(Gai. 4, 19 - 20). Esta acción fue introducida, entre el siglo III y el II a. C.,
mediante la "Lex Silia" para las deudas consistentes en una suma cierta de
dinero, y fue extendida por una "Lex Calpurnia" para las deudas de cosas
individualmente o cuantitativamente determinadas.
K- NORMAS LIMITATIVAS DE LAS REACCIONES HUMANAS:
En fin, la Ley de las Doce Tablas disciplina en una parte preponderante la
materia penal, es decir, la materia referente a las reacciones de aflicción a que
tienen derecho los sujetos que hayan sido ofendidos sin razón por otros.
Materia que no se puede confundir con aquella “criminal”, o sea, con aquella de
la reacción directa del estado contra todos los cuales han atentado contra el
interés superior de la entera comunidad.
En esta materia las “XII Tabulae”, no se limitaron a una mera función de
comprobación de las “Mores”, sino que introducen sensibles reformas, con el
objetivo de encauzar el sistema de la venganza privada por parte del ofendido
y de favorecer aquel de la composición pecuniaria o del pago de una suma fija
de dinero. Esta situación se nota particularmente con relación a las lesiones
personales y el hurto.
EN REPRESIÓN CRIMINAL:
El estado era el juez de la vida y de la muerte de los ciudadanos, función que
cumplia a través de su órgano máximo y representativo de la comunidad, o
sea, la asamblea popular. Se crea entonces un límite a la jurisdicción de los
magistrados superiores.(XII Tab., 9, 1 - 2.).
Se establece que el ciudadano que ha sido sometido a la "coercitio" y
“repressio criminis” del magistrado, pudiera solicitar la "provocatio ad
populum", es decir, la apelación al pueblo.
La intervención pública y punitiva del estado se daba en forma directa en el
caso de la "perduellio" o alta traición al Estado Romano y además, en
graves crimenes sacrales. Aquí el afectado directamente por el hecho
criminal no solamente es el individuo singular, sino la comunidad entera.
A diferencia, en el homicidio la intervención estatal se da en forma indirecta,
pero asume gran relevancia la participación del individuo singular. El asesino
que ha actuado en modo intencional que haya confesado su crimen o haya sido
cogido in flagrancia es expuesto a la venganza del grupo familiar del ofendido.
En cambio, el Estado y su poder público interviene en forma directa y se le
reconoce la función de investigar la culpabilidad, cuando el reo de homicidio no
haya sido cogido en flagrancia o no haya confesado su crimen. Las XII Tablas,
9, 4, mencionan a los "quaestores parricidi" como los encargados de
investigar el crimen.
64
El carácter intencional del crimen emerge con la célebre "Ley de Numa": "Si
qui hominem liberum dolo sciens morti duit, paricidas esto". (Paul. 247, 22
- 24 L.). Al contrario, el homicidio involuntario da lugar solo a un sacrificio
expiatorio. (Cic. Top. 17, 64.).
Igualmente las XII Tablas, 8, 24, expresan: "Nam iacere telum voluntatis est,
ferire quem nolueris fortunae. Ex quo aries subicitur ille in vestris
actionibus: ´si telum manu fugit magis quam iecit´".
Sin embargo, el reo podía sustraerse a la venganza de los familiares de la
víctima o a la condena capital por parte del Estado Romano con el exilio, pero
por orden de un decreto del magistrado, el exiliado sufría la prohibición del
agua y del fuego y además, era constreñido a vivir fuera del territorio romano.
Pero no sólo al homicida se le podía quitar la vida, también al ladrón que había
sido sorprendido en flagrancia, como lo veremos más adelante.
Represión Criminal en el campo:
Otras figuras criminales estan extrechamente ligadas a la vida del campo:
Quien durante la noche sustrae la cosecha ya recogida o usa como pastizal
para las bestias un campo cultivado es condenado al ahorcamiento, pena que
tiene el valor de un sacrificio en honor de Cerere.(XII Tab., 8, 9.).
Quien incendia la casa de otros y las gavillas de grano, debe ser primero
fustigado y luego quemado vivo. (XII Tab., 8, 10.).
En cambio, el corte furtivo de árboles da lugar sólo a una pena pecuniaria. (XII
Tab. 8, 11.).
Represión criminal de las artes mágicas:
Se tenía muy en cuenta la creencia en la eficacia de las artes y de las fórmulas
mágicas.
Se creía que era posible dañar a una persona por medio de hechizos.
XII Tab., 8,1ª.: "Qui malum carmen incantassit...".
XII Tab., 8, 1b.: "Si quis occentavisset sive carmen condisset...".
También era posible por medio de hechizos impedir que las espigas maduraran
o hacerlas aparecer vacias o atraerlas del fundo de otros al propio.
XII Tab. 8, 8ª.: "Qui fruges excantassit...".
XII Tab., 8, 8b. : "...neve alienam segetem pellexeris...".
Son todos comportamientos punibles con una sanción no conocida, pero que
quizá podría ser la muerte.
65
Otras veces, el recurso al poder mágico de los ritos y de las palabras es
considerado lícito como instrumento punitivo, como en el caso de la
"obvagulatio": que se aplicaba cuando una persona se rehusaba a prestar
testimonio en una controversia judicial, el perjudicado podía ir frente a la
puerta del testigo desobediente y pronunciarle por tres días fórmulas de
maldición y de infamia. (XII Tab., 2, 3.).
EN MATERIA PENAL:
Con relación a las lesiones personales:
Se disciplinan las lesiones físicas graduándolas desde las más graves hasta
las menos graves. (XII Tab., 8, 2 - 4.).
Para la lesión más grave, que consistía en la amputación de un miembro,
“membrum ruptum”, se autorizó la “Talio”, pero, también para evitarla, se
admitió la posibilidad de una solución diversa, consistente en la composición
pecuniaria, es decir, un pacto entre el ofendido y el ofensor.
"Si membrum rups it, ni cum eo pacit, talio esto". (XII Tab., 8, 2.).
Para el caso de la fractura de un hueso, “os fractum”, fue decididamente
abolida la “Talio” y en cambio, se estableció una suma fija a título de pena.
La “poena” para la “os fractum” se fijó así:


En 300 ases, que debían pagarse al “Paterfamilias” por la lesión sufrida por
un hombre libre perteneciente a su grupo.
En 150 ases, que debían pagarse, igualmente, al “Paterfamilias”, por la
lesión ocasionada a un esclavo suyo.
Para la situación de ofensas menores y golpes no graves, genéricamente
denominada: “Iniuria”, se estableció, también, una suma fija pero de menor
valor.
La “poena de la “Iniuria” se fijó así:

En 25 ases por cada acto lesivo.
Con relación al Hurto:
Para el caso de sorpresa en flagrancia, “Furtum manifestum”, se autorizó la
muerte del ladrón sólo en algunos casos: que hubiera cometido el hurto de
noche o en pleno día lo hiciera a mano armada. En este caso, era menester
"llamar (gritar) con gran voz", "endoplorato". Este procedimiento, que
garantizaba la presencia de testigos, hacía legítimo el comportamiento de la
víctima del hurto. (XII Tab. 8, 12 - 13.).
66
Mientras que en todo otro caso, "Furtum nec manifestus", al hacer falta la
flagrancia, fue necesario el recurso al procedimiento de la “Manus Iniectio”
sobre el ladrón, “Fur”. (XII Tab. 8, 14 - 18; 12, 2.).
La “Poena” pecuniaria a cargo del “Fur manifestus”, se fijó así:

En el cuádruple del valor del botín.
Para el caso de hurto no flagrante, “Furtum nec manifestum”, el que había
sufrido el hurto debía probar quien había sido el ladrón, y era por lo tanto,
invitado a citar en “In Ius” al presunto ladrón e iniciar un proceso declarativo
para obtener la condena.
La “Poena” pecuniaria a cargo del “Fur nec manifestus”, se fijó así:

En el doble, “duplum”, del valor del botin.
Para los casos especiales de:
-
Botin encontrado en casa del ladrón, “Furtum conceptum”.
-
Botin escondido por el ladrón en casa de otros, “Furtum oblatum”.
-
Rechazo por parte del presunto ladrón de someterse a dejar revisar su casa
por parte de la víctima del robo, “Furtum prohíbitum”. El registro de la
casa del sospechoso ladrón debía ejecutarlo la víctima, según un rito
bastante especial, sin vestido (salvo un pequeño delantal cubrisexo) y con
un plato de bronce en la mano: “Perquisitio lance licioque”.
La “Poena”pecuniaria a cargo del “Fur” en estos casos especiales, se fijó así:

En el triple del valor de las cosas robadas.
67
I..U..R..I..S
I..N..T..E..R..P..R..E..T..A..T..I..O
P..O..N..T..I..F..I..C..A..L.
1- MARCO GENERAL:
Los pontífices (colegio sacerdotal mayor), que constituyen un órgano colectivo
de origen y composición patricia, pues sólo en el año 300 a. C., con la "Lex
Ogulnia" fueron admitidos los plebeyos, no actúan como hombres dotados de
una potencia carismática, ni como magos, ni adivinos, ni profetas, son
sobretodo, expertos y técnicos. Ellos son los primeros juristas en el mundo
sacral y en el mundo humano.
Entre estos dos mundos hay nexos muy
extrechos. Por ejemplo, del calendario, con su complicada trama de días fastos
y nefastos, dependía la actividad de los tribunales.
Luego de la caída de la monarquía, el sacerdocio pontifical y las magistraturas
se unen con frecuencia en las mismas personas. Según, Cicerón, esto se
debía a la divina inventiva de los antepasados, donde los ciudadanos más
respetables e ilustres custodiaban la religión administrando bien el estado. (Cic.
De domo 1, 1.).
Los pontífices no sólo intervenían en el actuar de los hombres que tocaba la
esfera de lo sagrado, sino que intervenían y participaban como consejeros e
intérpretes en todo lo referente a la vida jurídica. El colegio pontifical tuvo el
68
monopolio del derecho privado y conservaron el secreto en sus bien cuidados
archivos. (Liv. 9, 46, 4; Pomp. D. 1, 2, 2, 6.).
Desarrollan su actividad a través del responso, que era el consejo técnico
pronunciado con formalismo y con laconismo oral. Las respuestas de los
pontífices determinaban y orientaban la administración de la justicia.
Los ciudadanos recurrían a los pontífices cuando debían concluir un negocio,
como por ejemplo la transferencia de un fundo, o la nominación de un
heredero, pero también para aventurarse en una controversia judicial.
Como ya vimos, el proceso arcaico y los actos de autonomía privada
necesataban para su desarrollo, ritos religiosos, el empleo de formas y de
fórmulas ciertas y predeterminadas, de ingenios verbales y de específicos
gestos.
Para moverse entre tantas formalidades la ayuda de los expertos era
necesaria, pues, como se trataba de una escena solemne, el error de una
palabra o de un gesto constreñía a repetir muchas veces los actos.
En el derecho romano arcaico el formalismp es el punto crucial. El amor por la
forma domina la vida privada y pública y obviamente la vida religiosa. Todo se
desarrolla através de un lenguaje de signos.
Las formas determinadas regulaban el culto, las oraciones, los sacrificios, los
auspicios, los augurios y todo contacto con los dioses, también la actividad de
las asambleas populares y el sufragio y la actividad del senado, de igual
manera, las declaraciones de guerra y los tratados internacionales.
Las formas hacían parte de la cultura romana, donde sólo intérpretes hábiles
como los sacerdotes-juristas, estaban en grado de elaborarlas y de
manipularlas.
A través de la formalidad, se satisfacen necesidades prácticas, el cambio, el
crédito, se aplica la solidariedad de la familia, etc.
Para Jhering, en la Roma arcaica la tendencia del formalismo se veía en
todas partes. Del traje se reconocía al libre o al esclavo, al pupilo y aquél que
no estaba sometido a tutela, al senador patricio y al senador plebeyo, al
caballero y al común ciudadano, al magistrado en la ciudad y aquél que se
encuentra de viaje, al acusado, al exiliado; ya que el aspecto exterior indicaba
el rango, la condición y la posición jurídica.
El derecho en Roma emprende un curso, desde entonces, con el tecnicismo
jurídico de la "interpretario" pontifical, de características formales, que lo
marcan durante toda su larga historia.
2- REPRESENTANTES:
Algunas figuras se pueden distinguir:
69
 GAIO PAPIRIO:
Después de la caída de los reyes, publicó nuevamente las normas sacrales de
Numa. (Pomp. D. 1, 2, 2, 2 y 36).
 PUBLIO SEMPRONI SOFO:
Cónsul en el año 304 a. C.
 TIBERIO CORUNCANIO:
Tusculano. Plebeyo que pronunció sus respuestas en público, rompiendo el
tradicional secreto del colegio pontifical. (Pomp. D. 1, 2, 2, 38.).
CREACIONES IMPORTANTES:
Institutos importantes del derecho arcaico son la "in iure cessio", la
"mancipatio", la "conventio in manum", el "testamentum calatis comitiis",
la "adrogatio", el "testamentum per aes et libram".
 LA "CONVENTIO IN MANUM":
Acompañaba al matrimonio. La mujer salía de su familia agnaticia y se sometía
como hija a la manus", o sea, a la potestad del marido o del "paterfamilias" de
él.
Se conocían tres formas: la primera, la "confarreatio" era una ceremonia
religiosa, mientras las otras dos, el "usus" y la "coemptio" pertenecían
exclusivamente a la esfera del derecho civil.
(1). LA "CONFARREATIO":
En esta ceremonia sacral y religiosa los esposos se unían por medio del agua y
del fuero y del farro mezclado con sal (el farro era el alimento más sagrado y
más antiguo con el cual toda oferta tenía su iniciación).
Los esposos se sentaban con la cabeza cubierta con un velo, sobre taburetes
colocados uno junto al otro y cubiertos con una piel ovina. La ceremonia se
comenzaba con la pronunciación de palabras formales y este rito, uno de los
más solemnes de todo el repertorio romano, se desarrollaba en presencia de
diez testigos, con la participación de los más altos sacerdotes. (Gai., 1, 112;
Ulp. Ep., 9, 1.).
(2). EL "USUS":
Ceremonia exclusiva del derecho civil.
Gai. 1, 111: "Usu in manum conveniebat, quae anno continuo nupta
perseverabat: nam velut annua possessione usu capiebatur, in familiam
70
viri transiebat filiaeque locum optinebat. Itaque lege duodecim cautum
est, ut si qua nollet eo modo in manum mariti convenire, ea quotannis
trinoctio abesset atque eo modo cuiusque anni usum interrumperet. Sed
hoc totum ius partim legibus sublatum est, partim ipsa desuetudine
obliteratum est".
(3). LA "COEMPTIO":
Esta Ceremonia también es exclusiva del derecho civil.
Gai. 1, 113. : "Coemptione vero in manum conveniunt per mancipationem,
id est per quandam imaginariam venditionem: nam adhibitis non minus
quam V testibus civibus Romanis puberibus, item libripende, emit eum
mulier et is mulierem cuius in manum convenit".
 EL "TESTAMENTUM CALATIS COMITIIS":
Aunque era un acto jurídico que tenía un carácter mundano, en el plano
religioso era relevante porque determinaba el destino del culto familiar.
El "pontifex maximus" intervenía y presidía la asamblea de la "comitia curiata".
 LA "ADROGATIO":
Era un acto jurídico relevante en la esfera religiosa porque determinaba el del
destino de los cultos familiares.
Este particular modo de adopción concernía a las personas libres y no
sometidas, las cuales se transferían a la potestad ajena a través de un acto
propio de autonomia.
El pontífice máximo intervenía y presidía la asamblea popular, la "comitia
curiata", ante la cual dirigía las siguientes palabras:
"Velitis iubeatis, uti L. Valerius L. Titio tam iure legeque filius siet, quam si
ex eo patre matreque familias eius natus esset, utique ei vitae necisque in
eum potestas siet, uti patri endo filio est. Haec ita, uti dixi, ita vos,
Quirites, rogo".( Gell. 5, 19, 9.).
"Declaran imperativamente, según vuestra voluntad, que Lucio Valerio
sea hijo de Lucio Tizio por el derecho y la ley como si hubiera nacido de
aquél padre y de aquélla madre que los ha unido en la familia, y que el
uno tenga sobre el otro el poder de vida y de muerte, así como el padre lo
tiene con relación al hijo. Eso, en el modo que lo he dicho, ¡ 0h Quirites
os pregunto!".
 El "TESTAMENTUM PER AES ET LIBRAM":
El testamento mancipatorio es una de las crreaciones más complejas del
pensamiento arcaico.
71
En su forma menos antigua, al adquiriente no ocupa más la posición de
heredero, sino que en realidad es sólo un termediario.
Esto resulta
explícitamente de las palabras que dirige el enajenante-testador:
"Afirmo que tu patrimonio está en mi custodia por un encargo de cumplir;
me sea adquirido con este bronce y esta balanza de bronce, para que tu
puedas hacer testamento según la ley pública".
El enajenante no calla como en la "mancipatio" verdadera, sino que dice a su
vez, llamando en causa a los ciudadanos que asisten al acto:
"Como está escrito en estas tablas, así dispongo, lego, atestiguo, y así
quiero, Quirites, debereis premarme testimonio".
 LA EMANCIPACIÓN:
Es un instituto que tuvo su comienzo en una norma de las Doce Tablas que
sancionaba un comportamiento paterno abusivo y establecía que si el padre
enajenaba al hijo por tres veces, la potestad que ejercía sobre él se extinguía.
XII Tab. 4, 2b. : "Si pater filium ter venum duit, filius a patre liber esto".
(Ulp. Ep. 10, 1.).
La fantasia jurídica de los pontífices la dirige en otra dirección. Se construye un
complicado mecanismo idóneo para liberar intencionalmente al hijo del poder
del padre. Sirven a este objetivo siete actos formales:
El padre cumple una triple "mancipatio" del hijo, a un extraño que se presta al
juego. A cada una de las dos primeras ventas sigue una manumisión por parte
del adquiriente. Así el hijo, liberado del poder del adquiriente-extraño, recae
nuevamente y por dos veces más en la patria potestad. Sólo con la tercera
venta la patria potestad se extingue; pero el hijo, mientras tanto, se encuentra
nuevamente bajo la potestad del adquiriente-extraño. Este, no le concede la
manumisión de nuevo, sino que esta vez lo mancipa al padre, el cual somete
al hijo en su poder, que no es más la patria potestad, ya extinguida, sino el
"mancipium", el genérico poder sobre personas y cosas. Con la tercera y
última manumisión (que se agrega a las dos manumisiones precedentes y a las
tres ventas) que el padre como titular del "mancipium" finalmente cumple, el
hijo se libera de toda potestad. La relación que queda entre el padre y el hijo
es sólo una relación de patronato. (Dgai. 1, 132; 1, 134 - 135; 4, 79: Ulp. Ep.
10, 1.).
72
PERÍODO
PRE-
73
CLÁSICO.
HISTORIA
PERÍODO PRE-CLÁSICO
“RESPUBLICA NACIONAL
ROMANA”
1- MARCO GENERAL:
Siglo IV a. C. “Leges Liciniae Sextiae” (367 a. C.).
Siglo I a. C. Concesión a Augusto de los primeros poderes
Constitucionales de Principe (27 a. C.)
Hacia la mitad del siglo IV a. C., agotada la “Civitas Quiritaria”, tuvo inicio un
nuevo período histórico de la civilización y del estado romano: PERÍODO DE
LA “RESPUBLICA NACIONAL ROMANA”, que se extendió hasta el siglo I a. C.
Esto debido al resquebrajamiento del exclusivismo patricio en los
ordenamientos estatal y jurídico arcaicos, y a que el mundo romano se
estabilizó sobre una nueva base: “LA NACIONALIDAD ROMANA”, sin más
preconceptos de estirpe (“gentes”) o de pertenencia étnica (“tribus”).
En este período, el nucleo de la civilización romana fue constituído por la
compacta solidaridad de intereses, de sentimientos y de acciones de los
ciudadanos romanos. Por consecuencia, la cualidad de “ciudadano romano”
fue un marco formal de pertenencia al estado, fue la expresión jurídica de la
74
introducción al ciudadano en una amalgama de intereses económicos, de
conveniencias sociales, de aspiraciones con relación al mundo externo, en fín,
también de exigencias espirituales e ideales, caracterizadas en su conjunto, por
una especie única e inconfundible de organización política; una NACIÓN
(“natio”) dirigida al reconocimiento constitucional de la ciudadanía romana.
Esta concepción nacionalista del elemento “ciudadano romano”, fue causa y
efecto de la nueva estructura de “respublica” que con el tiempo asumió el
estado romano (no más de simple “civitas”).
La “unidad nacional romana” fue determinada sobre todo por la emersión y por
la convergencia de precisas y tangibles exigencias de orden material que:
-
Por un lado, pusieron a callar la lucha patricio-plebaya.
Y por el otro lado, encaminaron la política romana hacia la recolección de
fuerzas humanas escogidas, de la cual había necesidad para llevar
adelante una expansión imperialista siempre más vasta y audaz.
2- FASES
A- FASE DEL ASENTAMIENTO DE LA “RESPUBLICA NACIONAL ROMANA”:
Desde mitad del siglo IV a. C. hasta finales del siglo IV a. C.
Fueron casi integralmente eliminados los últimos privilegios patricios.
Se provee para asegurar establemente a Roma del peligro de ataques, sobre
todo por parte de los Samnitas.
B- FASE DEL APOGEO DE LA “RESPUBLICA NACIONAL ROMANA”:
Desde inicios del siglo III a.C. hasta mitad del siglo II a.C.
Roma, por su eficiente organización político-militar interna, pasó abiertamente a
ejecutar una política imperialista, que la convirtió en dominadora de todo el
mediterráneo.
C- FASE DE LA CRISIS DE LA “RESPUBLICA NACIONAL ROMANA”:
Desde la mitad del siglo II a.C. hasta finales del siglo I a.C.
Roma perdiò progresivamente su característica de “Libre República” (“Libera
Respublica”) con la llegada del régimen autoritario de gobierno “Principado”
(“Principatus”).
3- EL ASENTAMIENTO
NACIONAL ROMANA”:
DE
LA
“RESPUBLICA
75
La terminación del estado quiritario, no significó el anulamiento completo e
inmediato de la preponderancia política patricia en el seno de la “Respublica
Romanorum”, más bien, comportó un fatigoso proceso de asentamiento que se
realizó en dos tiempos:
1. CARACTERIZADO POR LA REDUCCIÓN DE LOS PRIVILEGIOS
PATRICIOS: a través de las “Leges Publiliae Philonis” del año 339 a.C.
Los privilegios que todavía seguían vigentes eran:
Los privilegios reconocidos a los patricios con la reforma del año 367 a.C.
con las “Leges Liciniae Sextiae”: los miembros del patriciado conservaban
en el seno de los “Comitia Centuriata” la inscripción a título exclusivo e
independientemente de valutación económica en las centurias (“centuriae”)
de los “equites” que tenían prioridad en las votaciones.
En otros campos la preminencia política del patriciado fue todavía sólidamente
garantizada:
-
-
Los patricios en cambio de ceder el consulado, habían obtenido la
exclusividad en el cargo de “Praetor minor”, que tenía atribuciones
jurisdiccionales en las litis entre ciudadanos.
-
También la exclusividad en los cargos de “censores” y de “Aediles Curules”.
-
Conservaron los colegios sacerdotales más importantes como eran el
pontificado y el augurado.
El fundamento más sólido de la posición privilegiada de los patricios en el
nuevo estado romano, se constituyó en la composición y en las atribuciones del
Senado: los plebeyos fueron admitidos en calidad de ex – magistrados, peri
inscritos como miembros adjuntos “conscripti”, en posición de inferioridad
respecto a los senadores patricios, que continuaban detentando la calidad de
“Patres”.
Dada esta situación, es evidente que la plebe consideró la nueva estructura de
la “respublica” como transitoria, por esto continuó a explotar cualquier ocasión
favorable para eliminar del todo el prepotente poder político del patriciado.
La ocasión se presentó:
-
Se verificó una rebelión de las ciudades latinas.
-
Los Samnitas
querían asegurarse el dominio sobre la Campania y el
Lazio: Primera Guerra Samnítica.
-
También amenazaban los Cartagineses o Púnicos, del Africa. Cartago,
entre los siglos VI y V a. C., se encontraba en la cumbre de su potencia
marítima, y además, mantenía relaciones de negocios y de alianza con las
ciudades etruscas, como lo confirman los datos arqueológicos, en forma
76
particular las tres láminas de oro inscritas por Pirgi, datables alrededor del
año 500 a. C.
Con todos estos sucesos, Roma prefirió concluir dos tratados de amistad
estipulados en los años 354 y 348 a.C., renovando el anterior tratado con los
Cartagineses del año 509 a.C. Este documento grabado en tablas de bronce,
se podía leer todavía en tiempos de Polibio en el tesoro de los ediles que se
encontraba en el templo de Júpiter Capitolino. (Polyb. 3, 26, 1.).
"Entre los Romanos y los aliados de los Romanos, y los Cartagineses y
los aleados de los Cartagineses, existirá amistad según estas
condiciones. Ni los Romanos ni sus aliados navegarán más allá del
promontorio Bello, al no ser que sean constreñidos por una tempestad o
por lo enemigos. Su alguno es empujado por una fuerza mayor, no se le
permita adquirir o recibir nada, excepto cuando sea necesario para la
reparación de la nave y para los sacrificios. Dentro de cinco días, se aleje.
Aquéllos que arriban para comerciar, no pueden cumplir ningún negocio,
sino interviene un subastador o un escriba público. Para las mercancias
que se venden en presencia de uno o del otro, la obligación hacia el
vendedor recae bajo la garantía pública, se realice la venta en Africa o en
Cerdeña. Si un Romano llega a Sicilia, en aquélla parte que esta bajo el
dominio de los Cartagineses, goce de iguales derechos.
Los
Cartagineses no ocasionen daño a los pueblos de Ardea, de Anzio, de la
ciudad de los Laurentes, de Circei, de Terracina, ni a ningún otro de los
pueblos latinos sometidos a los Romanos. Con relación a aquéllos no
sometidos, se abstengan de golpear sus ciudades. Si luego tomaran
alguna, la restituyan intacta a los Romanos. No construirán fortalezas en
el Lazio. Si penetran, en actitud de guerra, en aquél territorio, no
transcurran allí la noche ". (Polyb. 3, 22, 4 - 13.).
Pero esto no agradó a las ciudades latinas quienes se clamaron contrarias a
este “foedus aequum”. Y continúa la primera guerra Samnítica. Estas
razones determinaron a los latinos a una violenta insurrección en el año 340
a.C. Momento bastante crítico que Roma logró superar, recolectando todas
sus fuerzas y audazmente apuntando al corazón de la Campania. En el año
338 a.C. la Liga Latina fue disuelta y las relaciones entre Roma y las ciudades
del Lazio se regularon en términos de preminencia de los romanos. Después
se anexa Capua y sus ciudadanos se vuelven “Cives sine suffragio respublica”.
El mayor fruto de los plebeyos en esta dificil situación fue a raíz de la iniciativa
del plebeyo Publilio Filone, que logró obtener en el año 339 a.C. el consulado y
después la dictadura; propone a los “Comitia Centuriata” la aprobación de tres
leyes que favorecían fuertemente los intereses de los plebeyos: las “Leges
Publiliae Philonis”:
"ut plebiscita omnes Quirites tenerent"
1... “De censore plebeio”: estableció que al menos un censor, debía ser
plebeyo.
77
2...“De Patrum Auctoritate”: Dispone que la “Auctoritas Patrum” no se debía
prestar más para la aprobación de las leyes
centuriadas.
Pues, constituía una antigua costumbre, que toda ley estaba subordinada a la
"auctoritas" del organo senatorial.
3...“De Plebiscitis”: Implicitamente reconociendo la constitucionalidad de los
“Concilia Plebis Tributa” equiparando los “Plebiscita” con
las “Leges”.
2. CARACTERIZADO POR LA ELIMINACIÓN TOTAL DE LOS ÚLTIMOS
PRIVILEGIOS DEL PATRICIADO:
Los plebeyos no se quedaron aquí. Aprovechando el hecho que en los
sucesivos cincuenta años la penetración romana en Campania había vuelto
inevitable el abierto comflicto armado con los Samnitas, esto contribuyó a que
la hegemonía romana se extendiera obviamente en la Campania y también en
la Italia Central.
Los plebeyos pretendieron y obtuvieron cambios posteriores e importantes
concesiones, que terminaron en tres providencias de gobierno:
1... “Lex Ovinia”: De plebiscito del 318 a.C. se convirtió en ley en el año 312
a.C. Transfirió a los censores la delicada función de escoger
a los miembros del Senado.
2... “Lex Ogulnia”: De plebiscito se convierte en el año 300 a.C. en ley.
Promueve el ingreso de los plebeyos a los colegios
Sacerdotales mayores del potificado y del augurado.
3... “Lex Hortensia de plebiscitis”: Del año 287 a.C. Estableció que los
“Plebiscita” tuvieran valor obligatorio para
todo el pueblo romano (“Populus”) (incluídos
los patricios, con el mismo valor de las
“leges”.
Es importante aclarar que, la ley permanece esencialmente oral. Cuando
interviene la escritura, esta no se confunde con el acto propiamente legislativo.
El proyecto se hace público con la "promulgatio", a través de la escritura; la
propuesta una vez aprobada, se traduce en un texto visible a todos. Sólo en
época republicana tardía el texto aparece tan relevante que llega a influir sobre
la misma idea de la ley.
La Segunda Guerra Samnítica: Del año 327 a.C.
Roma ocupó la colonia griega de Nápoles constriñéndola a unirsele. En un
primer momento los ejércitos romanos se movieron contra las posiciones
montañosas del Samnio y sufrieron una humillante derrota en el año 321 a.C.
78
Los Samnitas expulsan a los Romanos y los derrotan en el Láutule (315 a.C.).
Roma logró superarse a través de una alianza con los Arpanos de Puglia y la
fundación de la colonia en Luceria. Los Samnitas pidieron ayuda de los
Ernicos, Etruscos y Umbrios, lo que obligó a los Romanos a dividirse en varios
frentes (312 a.C.) y con un esfuerzo supremo logran vencer en el año 304 a.C.
Pero, en tanto en el año 306 a.C. fue renovado el tratado de comercio con
Cartago (siendo el anterior tratado el del año 348 a.C.).
Pero los Samnitas quisieron hacer una última y desesperada tentativa:
La Tercera Guerra Samnitica: Aliados con Umbrios, Etruscos, Gallos,
Sabinos, comenzaron una maniobra de sofocamiento del Lazio. Pero Roma
recibió notable apoyo de viejos y nuevos amigos como los Marsios, Marrucinos,
Frentanos, etc, y en el año 295 a.C. los Romanos vencen en la batalla de
Sentino. El año siguiente ocuparon la Alta Sabina y constriñeron a los
Samnitas a la rendición. La victoria fue sellada en el Lago de Bassano contra
Etruscos y Gallos en el año 283 a.C.
El control Romano se extendió ininterrumpidamente hasta Nápoles y Luceria en
Italia Meridional.
Problema importante era la organización de los territorios y pueblos
conquistados. El sistema precedente de los “Foedera” o de la anexión
territorial ya no era suficiente:
.. Sea porque a muchas poblaciones conquistadas les hacía falta la estructura
de “Citvitas”.
.. Sea porque no todas eran limítrofes con el territorio romano, para
incorporarlas como tribus territoriales.
Por esto se dieron algunas concesiones de “Civitas Sine Suffragio” a algunos
nucleos dignos de confianza y se adoptó el sistema de “Coloniae”
estableciendo pequeños pueblos cabeza de “Civitas Romanorum”.
ECONOMIA:
Fue siempre más intensamente centralizada hacia la agricultura intensiva,
practicada en los vastos territorios de las “Tribus rusticae”.
La conquista de Campania puso a disposición de Roma un grandísimo granero
e incitó a los romanos a emprender una vasta actividad económico-comercial
por tierra y mar. Por ejemplo: el tratado con Cartago – la construcción de la
primera y más grande vía de comunicación “Via Appia” de Roma a Capua.
Las guerras victoriosas les dejaron a los romanos un buen número de esclavos,
distribuídos entre las familias, para los trabajos agrícolas.
EL EJÉRCITO:
79
Aumentó todavía más y progresivamente de importancia.
Creció el número de “Tribuni Militum” de seis (6) a doce (12) y después a
veinticuatro (24).
Permaneció la “Legio” de cuatromil (4000) infantes, repartidos en sesenta (60)
centurias que constituía treinta (30) “manipuli” movibles, dispuestos en tres (3)
lineas: “hastati” – “principes” – “triarii”.
Los “pedites” no se formaron más con el criterio de riqueza, si no con el sabio
criterio de poner a los jovenes reclutas entre los “vélites” de las tropas
auxiliares, a los jovenes entre los “hastati” y a los más veteranos entre los
“principes” y los “triarii”.
También la caballería se desancló del patriciado y fue reclutada con base en
las aptitudes militares de los aspirantes, comprendidos incluso los plebeyos.
Se introduce el “soldo”, es decir, el sueldo, para compensar a los “pedites” que
adquirieran el armamento.
4-EL APOGEO
ROMANA”:
DE
LA “RESPUBLICA NACIONAL
Se debe esperar los siglos III y II a. C., con la conquista de Italia y los primeros
dominios provinciales y la guerra con Anibal, para que Roma se afirme como
una grande potencia mercantil en el tráfico mediterráneo. El horizonte cambió
todavía aún más. Con la victoria sobre Cartago, las actividades industriales y
comerciales reciben un salto nuevo, favorecidas por la masa de fuerza de
trabajo disponible, la explotación de las minas, del crecimiento continuo de las
fuentes financieras y de la circulación de dinero.
En los cincuenta (50) años sucesivos a la victoria del años 283 a.C. contra los
Samnitas, se inició la realización de una nueva fase de la historia de Roma: “la
fase imperialista del estado romano”, que lo llevó al decisivo comflicto y a la
fatigosa victoria contra su potente rival, Cartago y, a la afirmación de la
hegemonía romana también en el mediterráneo oriental.
Empieza la conquista de las ciudades griegas. Los Lucanos, enemigos de
Roma, en el año 281 a.C. entraron en comflicto con la colonia griega de Thurii,
quien pide ayuda a Roma. Esto llamó en causa a Tarento, la mayor ciudad de
la Magna Grecia, que declaró la guerra a Roma en el año 281 a.C. contando
con la ayuda de Pirro, rey de Epiro.
Pirro, con su ejército guerrero y fiero, en Italia, derrota a los romanos en Siri
(280 a.C.). En Sicilia logró expulsar a los Cartagineses en el año 279 a.C. en
Marsala. En el 278 a.C. regresó al continente y los romanos derrotaron su
flota. Comprendiendo que la guerra la estaba perdiendo regresó a Epiro (275
a.C.).
80
Mientras Sicilia era reconquistada por los Cartagineses, la Magna Grecia se
volvió presa fácil para Roma, quien la conquistó completamente entre los años
275 y 270 a.C.
Así, al comenzar el siglo III a.C., la hegemonía romana se extendía sobre toda
Italia. Los inmensos recursos de las ciudades marítimas de la Magna Grecia
pasaron a sus manos. Muy pronto Roma sintió la hostilidad de otra potencia
naval: Cartago. Se preparaba de este modo una larga lucha, que la historia
conoce con el nombre de guerras púnicas.
No pasaron muchos años para que explotara inevitablemente el comflicto entre
los Romanos y los Cartagineses por el dominio de Sicilia.
Primera Guerra Púnica: En el año 264 a.C. los Cartagineses se apoderaron
de Mesina, cuyos habitantes pidieron ayuda a Roma y la guerra fue declarada.
Los Romanos conquistaron Agrigento. En el año 260 a.C. destruyeron la
potente flota púnica que dominaba los mares, con la victoria naval de Milazzo,
obtenida por Duilio.
En el año 256 a.C., los romanos atacaron directamente Cartago y, el ejército
romano del cónsul Attilio fue derrotado por las tropas mercenarias de los
Cartagineses.
Siguieron años de lucha extenuante, donde los
humillaciones por parte del dirigente cartaginés Amilcar.
romanos
sufrieron
Finalmente en el año 241 a.C., los romanos al comando de Lutazio Catulo,
consiguieron la victoria en la isla Egata y Cartago perdió Sicilia y aceptó la
condición de hacer la paz.
Roma supo aprovechar su victoria. En los años subsiguientes sus fuerzas
ocuparon Córcega y Cerdeña, de modo que los cartagineses perdieron todas
sus bases para el comercio del mar Tirreno.
Roma quedó maltrecha por estos veintitrés (23) años de la primera guerra
púnica. Así es que comienza a levantarse:
-
Explota a Sicilia sometiendola a tributo.
Cobra una fuerte indemnización a los Cartagineses de 2200 talentos.
Ejecutó reformas internas:
- Concede la ciudadanía a aliados itálicos fieles a cambio de cargas
militares.
- Aumenta el número de tribus territoriales a 35.
Por la creciente afluencia de extranjeros (“peregrini”) a Roma, para entrelazar
relaciones de comercio en el año 242 a.C. fue instituída la nueva magistratura
del “Praetor Peregrinus” con competencia de “Ius dicere inter cives et
peregrinus vel inter peregrinus in urbe Roma”.
81
5- LA HEGEMONÍA DE ROMA
MEDITERRÁNEO OCCIDENTAL:
SOBRE
EL
Asegurado el dominio sobre Sicilia, Córcega y Cerdeña, Roma batalló
vivazmente en los años 229 al 215 a.C., para arrancar el control del Adriático a
los Ilíricos de la Dalmacia, venciendo. Contemporáneamente quizo colonizar
nuevos territorios y la República se extendía a la Gallia Cisalpina en el año 222
a.C.
La cuestión entre Roma y Cartago por la hegemonía sobre el mediterráneo
central todavía estaba por resolver.
Cartago tenía la vista puesta sobre España, ocupando la parte meridional (sur).
En el año 226 a.C. Roma impuso a Asdrubal, yerno de Amilcar Barca un
acuerdo en el cual la influencia cartagines no se extendería a la parte
septentrional (norte), “Tratado del Ebro”.
Muerto Asdrubal, su cuñado, Anibal Barca, hijo de Amilcar, no respetó el
tratado y conquista Sagunto
Roma se ve obligada a declarar la Segunda Guerra Púnica: contra los
cartagineses en el año 218 a.C., que después le otorgaría la hegemonía sobre
el Mediterráneo Occidental.
Anibal que disponía de un gran ejército, llega a Italia Septentrional y derrota a
los Romanos a orillas del río Tesino en el año 218 a.C. al mando del cónsul
Escipión. Vinieron muchas derrotas, y una vez más los romanos son
derrotados por Anibal en Canne año 216 a.C.
Estos acontecimientos llevaron a Roma al extremo del desastre, muchos
aliados itálicos la abandonaron. Los Romanos se dieron cuenta que tenían que
cambiar de táctica; evitaron encuentros de frente con Anibal.
A través de sucesivas empresas militares Roma logró reprenderse:
Siracusa fue conquistada y Sicilia regresó a los Romanos en el año 210 a.C.
Tarento y Capua fueron reducidas a la obediencia (211 – 209 a.C.
respectivamente).
Felipe V, rey de Macedonia, quería ayudar a Anibal, pero fue entretenido en
Oriente por una flota romana y fue empeñado en la guerra de la liga de
ciudades griegas y del reino de Pérgamo: Primera Guerra Macedonica.
En el año 212 a.C. los Romanos enviaron a España un ejército comandado por
los hermanos Cino y Publio Escipión, con el objetivo de tener ocupado al
hermano de Anibal, Asdrubal. Los dos en el año 211 a.C. mueren y entonces,
tomó el mando el joven Escipión “El Africano”, hijo de Publio, electo procónsul y
en tal calidad conquistó toda España. Derrotó a Asdribal en Cartago Nuevo en
el año 209 a.C. y le ocasiona la muerte en el año 207 a.C.
82
En el año 205 a.C. Felipe V, se resigna a tener paz con Roma.
Escipión, ya como cónsul, obtuvo la autorización de la ofensiva contra Cartago
en Africa. En el año 202 a.C. en el encuentro decisivo en Zama, Anibal es
inexorablemente derrotado, dandose así la victoria de la segunda guerra
púnica.
Cartago debió someterse. En el año 201 a.C. se estipuló la paz. Cartago
debió renunciar a sus territorios ultramarinos y aceptar el control raomano
sobre sus territorios africanos; debió entregar a los romanos su flota y su
material de guerra, además de una gruesa indemnización.
Con esto
desaparecía Cartago como potencia marítima y Roma aseguró la hegemonía
sobre el Mediterráneo Occidental:
-
Con la alianza del rey de Numidia se garantizaba un control inmediato sobre
Cartago.
España se convirtió en una provincia romana.
La alianza con Marsiglia permitía un control directo sobre la Gallia
Meridional (sur).
Italia Septentional (norte)
estaba completamente pacificada con el
sometimiento de los Celtas y Ligures.
Por todas partes de este vasto imperio, afluían a Roma riquezas, fuentes de
desacostumbrado bienestar y de grandes iniciativas comerciales.
6- LA EXPANSIÓN EN EL MEDITERRÁNEO ORIENTAL:
Completamente segura del Occidente Mediterráneo, Roma pasó en los
primeros cincuenta (50) años del siglo II a.C., a ocuparse de las agitadas
cuestiones del Oriente, sea para prevenir eventuales ataques, ya sea por esa
tajante directriz de la política imperialista.
Felipe V, rey de Macedonia, en su fracaso de expansión hacia la Illiria y el
Adriático, ponía ahora su atención sobre Egipto.
Antioco III, rey de Siria, dominaba el Asia Menor y se extendía hacia la India.
En la mitad se encontraba un reino débil, Egipto, cuyo rey Tolomeo V, era
menor de edad.
En el año 200 a.C., Felipe V y Antioco III, se ponen de acuerdo para la
conquista de Egipto. Tolomeo debió acudir a los Romanos pidiendo ayuda, al
cual se uniron los Rodii, los Atenienses y el rey Atalo I de Pérgamo.
Roma interviene y estalló la Segunda Guerra Macedónica: que concluyó en el
año 197 a.C. con la victoria del cónsul Flaminio que derrotó a Felipe V en la
batalla de Cinocéfalos.
83
Macedonia fue constreñida a alearse con Roma y en los juegos olímpicos del
año 196 a.C. Flaminio proclamó la liberación de las ciudades griegas de la
hegemonía macedónica y su reducción a la hegemonía romana.
Antioco III al inicio de la guerra macedónica se había separado de Felipe V
para no encontrarse con Roma, ahora miraba hacia Grecia. Así es que, Antioco
III decide desembarcar en Grecia y Roma le declara la guerra en el año 192
a.C.: la Guerra Siria. Antioco III sufre la derrota total en manos de Cornelio
Escipión en el año 190 a.C. en Magnesia.
Después de algunos años, se encendieron rebeliones contra Roma y entonces,
explota la Tercera Guerra Macedónica: en el año 171 a.C. Macedonia había
conservado sus propios recursos y creyó que podía volver a probar su suerte
frente a Roma. Perseo, hijo de Felipe V, reorganizó el ejército macedónico,
pero Roma acudió prontamente con su ejército al mando del cónsul Paulo
Emilio y derrotó a Perseo en la batalla de Pidna en el año 168 a.C.
Por el momento, Macedonia no fue sometida, los Romanos decidieron sólo
fraccionarla en cuatro (4) pequeñas e inofensivas regiones y privada de su rey,
de modo que no tuviera oportunidad de reaccionar.
Los años siguientes fueron empleados por Roma para coronar su hegemonía
mediterránea.
En Africa, Cartago trata de reaccionar, había logrado rehacer su economía y
comenzaba a florecer. Roma temió que llegara a ser de nuevo un peligro para
su seguridad y resolvió acabar con ella, entonces explota la Tercera Guerra
Púnica: en el año 149 a.C. que concluye tres (3) años después (146 a.C.) con
la conquista y destrucción de Cartago, vieja rival, por obra del cónsul Escipión
Emiliano y con la constitución de la provincia romana del Africa.
Visto que las agitaciones continuaban en Oriente, Roma decide seguir
aplicando el sistema de provincias:
147 a.C. Provincia de Macedonia.
146 a.C. Sometidas las ciudades griegas, incluso Corinto, a excepción de
Atenas.
133 a.C. El reino de Pérgamo, Provincia del Asia.
133 a.C. Escipión Emiliano en España destruye y ocupa Numanzia.
Con estos acontecimientos, Roma ponía el sello durable de su predominio en
todo el mundo mediterráneo.
Así es que Polibio, que se había movido sobre los teatros de la política y de la
guerra, en sí mismo se veía como el testigo de un cambio revolucionario en la
historia de la humanidad. Los acontecimientos extraordinarios que él describe,
principalmente de la segunda guerra púnica al año crucial de Pidna, convergen
en un solo sentido, y es menester abrazarlos con una sola mirada. ¿Cómo se
convirtieron los Romanos en patrones de la tierra y del mar Mediterráneo?
Todas las regiones de la tierra en aproximadamente 50 años, fueron cayendo
84
bajo un único dominio; hecho que no existe igual en el pasado, porque ningún
imperio (ni el de los persianos, ni el de los macedonianos, ni el de los
espartanos) es parangonable con el imperio romano. (Polyb. 1,1- 4; 3,1,4-10;
4,2,1- 2; 6,2,1- 3.).
Pero Roma empieza a sufrir un fenómero: La helenización.
Las campañas victoriosas, modificaron notablemente las condiciones de vida
de la república romana. Ahora, era una potencia de primer orden, a la que no
podía oponerse ninguna subsistente en el Mediterráneo. Además, había
adquirido una ingente riqueza y, sobre todo, inmensas posibilidades de
acrescentarla, aún más explotando el comercio y la industria de las regiones
que quedaban bajo su autoridad. Todo esto y el contacto con las populosas
urbes helenas, crearon en las clases cultas un afán por modificar sus tipos de
vida, para remplazar su antigua moderación por un lujo que juzgaban digno de
su actual poder. La vida griega se transformó en un modelo de refinamiento y
elegancia. Se empezó a considerar mezquina la tradición campesina de Roma
y se cambiaron las costumbres patrias por las que prevalecían en las ciudades
más lujosas de Grecia.
De modo que, si la conquista trajo el abrir a Roma las puertas de la cultura, no
es menos cierto que, preparó una verdadera revolución, porque su masa social
comenzó a vivir y a pensar de acuerdo con otros ideales, que los que nutrian
antaño a sus campesinos rudos y virtuosos. Así la conquista modificó el
espíritu de Roma y trajo consigo la grave crisis del siglo I a.C., en la que
sucumbió la república.
Ciceron expresa: "Est autem maritimis urbibus etiam quaedam corruptela
ac mutatio morum; admiscentur enim novis sermonibus ac disciplinis, et
inportantur non merces solum adventiciae sed etiam mores, ut nihil possit
in patriis institutis manere integrum. Iam qui incolunt eas urbes, non
haerent in suis sedibus, sed volucri semper spe et cogitatione rapiuntur
domo longius, atque etiam cum manent corpore, animo tamen exulant et
vagantur".
"En las ciudades de mar se dan también unos tipos de degeneración de
las costumbres: cogen de inmediato familiaridad con lenguas y usos
nuevos, e importan no solamente mercancias, sino también costumbres
extranjeras; así ninguna institución, así sea ésta muy antigua, puede
conservarse íntegra.
Del resto, aquéllos que habitan
semejantes
ciudades no permanecen vinculados a las propias moradas, sino que son
empujados siempre más lejos de los lugares nativos por la voluble y
fantasiosa esperanza; aun cuando permanezcan físicamente, sin embargo
se alejan con el vagar del pensamiento". (Cic. De re publ. 2, 4, 7.).
7- LA
CRISIS DE LA “REPUBLICA NACIONAL
ROMANA”:
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Mitad S. II a.C. - Últimos años del S. I a.C.
Ya en el momento de más florecimiento de la vida romana, después de la
victoriosa conclusión de la segunda guerra púnica y durante las guerras de
oriente y de occidente, comenzaron a manifestarse inminentes señales
premonitorias de una gravísima crisis, la más famosa de toda la historia
romana, que desprestigió el estado romano nacional.
CAUSAS PRINCIPALES:
1. Inadecuanción de sus ordenamientos políticos respecto a la función
nueva y enorme de una durable organización del imperio.
Toda la nueva situación económica, social, militar, cultural, que se había
creado a través de las varias etapas de la expansión imperialista, ponían
siempre más a la vista, la insuficiencia del estado romano nacional, como tal,
para mantenerlo como cabeza de una manera durable y eficaz.
2. Causa económica.
Las grandes conquistas del suelo itálico, la formación de las provincias
transmarinas, el flujo de masas innumerables de prisioneros de guerra
reducidos al estado de esclavitud, el multiplicarse de los esclavos a través de
las adquisiciones operadas en importantes mercados de la época,
determinaron: un revolcón del sistema económico romano ( aquél sistema
económico tradicional que formaba la base de la organización política, militar y
social romana ).
3. El ejército se encontró privado de su mejor fuente de hombres.
Las excesivas guerras aumentaban desmesuradamente la necesidad del
ejército de alimentarse por masas de militantes bien armados y equipados.
4. El éxodo rural de la vieja clase agrícola hacia la urbe, para buscar
fortuna a fácil precio.
Decaen los comicios, sus deliberaciones no fueron más fruto de conscientes y
libres determinaciones de todos los participantes, si no el producto de hábiles
maniobras de demagogos, que corrompían fácilmente y bajo precio a la plebe
urbana.
A la decadencia de la clase media agrícola, corresponde el rápido ascenso de
una clase habiente y la formación de clases oligárcas ambiciosas y
prepotentes.
Ya durante la fase de apogeo de la república, se habían venido delineando en
el seno de la ciudadanía romana éstas distinciones de clases sociales y de
partidos políticos, que ejercieron después tanta influencia sobre la
degeneración del estado.
86
Hacia la mitad del siglo III a.C., se había constituído saldamente la “nobilitas”
senatorial, es decir, la clase de las familias ( patricias – plebeyas ) cuyos
ascendientes habían revestido una magistratura, los cuales constituyeron el
partido político de los “Optimates”, integrado también en su mayoría por otras
masas de proletarios.
Los de la clase “Ignobiles”, tenían que escoger entre dos caminos:
----- Buscar satisfacciones en la vida militar o de los negocios: como resultado,
paralelamente se formó la aristocracia del dinero: los “equites Caballeros” que
hacían parte de la “Comitia Centuriata”.
----- Agregarse a un saldo partido político: como resultado se formó sostenido y
financiado por los “equites Caballeros”, el partido político de los “Populares”,
constituido por las masas proletarias ciudadanas, fácilmente manejadas por los
Tribunos de la plebe.
Como consecuencia, se da una lucha por el poder entre la clase social de la
“Nobilitas”, o sea, los “Nobiles”, cuyo partido político era el partido de los
“Optimates”, y la clase social de los “Ignobiles”, o sea, los “Equites Caballeros”,
cuyo partido político era el partido de los “Populares”, y el completo
sometimiento, tanto a los unos como a los otros, de la masa de los proletarios,
carente de riqueza y de posibilidad de trabajo, ya que la mano de obra estaba
atendida por los esclavos.
5. Las Provincias, molestas con la administración sin escrúpulos y sin
control de los gobernadores, representantes de la “Nobilitas”, no
soportaron más el juego de la dominación romana.
6. La lucha de los esclavos.
Los esclavos, conscientes cada vez más de su importancia en el sistema
económico romano, empezaron a roer el freno y pretendían ser remunerados,
si no amenazaban con la rebelión.
7. La pretensión de los Itálicos.
Los socios Itálicos, o sea, los aliados, aspiraban a la parificación con los
ciudadanos romanos.
De frente a tanto malcontento y a tantas reivindicaciones, los romanos, o no
supieron adoptar medidas y providencias eficaces, o se obstinaron en una
resistencia egoista, que debía regresar toda en su daño.
8- LA CRISIS DE LOS GRACOS:
Alrededor de los años 150 – 140 a.C. la crisis de la república se iba anunciando
principalmente en el aspecto económico:
87
-
La natalidad de la población libre estaba en fuerte disminución.
El latifundio nobiliario invadía Italia Central sofocando las iniciativas de los
últimos pequeños propietarios agrícolas.
Los esclavos turbulentos en Sicilia conducían una verdadera guerra de
rebelión contra Roma, hasta que fue dominada en el año 131 a.C.
Quizás se hubiera podido detener este proceso de disolución, si no fuera
porque lo aceleró y lo volvió irreparable el dramático decenio con sus más
vistosos protagonistas: los hermanos Graco : 133 – 122 a.C.
En el año 133 a.C. Tiberio Sempronio Gracco, un joven de la “nobilitas” pero
con tendencias democráticas, no exentas de venas demagógicas, obtiene el
tribunato de la plebe, y ambicioso como era, de llegar muy lejos en breve
tiempo con la ayuda de los “populares”, propone a los “Concilia Plebis Tributa”
la emanación de un plebiscito: “Lex Sempronia Agraria T. Gracchi”, en fuerza
de la cual:
-----La ocupación del “ager publicus Italicus” por parte de los
individuos privados no podría superar el límite máximo de los 500
augerios (115 hectáreas), con más de 250 augerios por cada hijo,
hasta un máximo de 1000 augerios.
El objetivo de la propuesta era quitar a los latifundistas el “ager” exuberante y
redistribuirlo entre el “proletariado” en lotes de 30 augerios, por el cual se
tendría que pagar un modesto tributo (“vectigal”).
La gran mayoria de la “nobilitas” senatorial se demostró contraria a la reforma y
obtiene que otro tribuno de la plebe C. Octavio opusiera el vetus a la propuesta
del colega, actuando contrariamente al verdadero mandato como representante
de la plebe. Tiberio, con el fuerte favor de los “populares” opuso una acción de
carácter constitucional, obteniendo de los “Concilia Plebis” una ley de
destitución del colega.
Inmediatamente una “Lex Sempronia Agraria” constituyó una magistratura para
el desarrollo del proyecto.
Tiberio, se atrevió a proponer, en contra de toda la praxis constitucional, la
renovación de su propia candidatura al tribunato para el año 132 a.C. y así
poder sostener personalmente la aplicación de la ley agraria. Entonces, fue
acusado de aspirar al reino y atacado por un tumulto de senadores que le
ocasionaron la muerte.
La ley agraria de Tiberio Graco encontró muchas dificultades de práctica y
actuación, que qeudó sustancialmente inaplicada.
En el año 123 a.C., Cayo Sempronio Gracco, hermano de Tiberio, obtuvo el
tribunato de la plebe. Tenía un carácter más incisivo. Inició una obra más
decisiva y completa para minar las raices del predominio de la “nobilitas”.
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La ley agraria de Tiberio fue confirmada y retocada por una “Lex Sempronia C.
Gracchi” que eliminó las dificultades encontradas en la aplicación práctica de la
primera, y agrega además:
-----La prohibición para los asignatarios de enajenar “inter vivos”,
con el efecto de frustrar la reforma, las tierras obtenidas en
propiedad.
Para hacer legítima la reelección de Cayo en el año 122 a.C. se votó un
“Plebiscitum de tribunis reficiendis”, con el cual se admite que, si no se
presentan candidatos en número bastante para cubrir todos los puestos de
tribunos de la plebe los “Concilia” podían designar los tribunos del año
precedente.
Cayo aprovechó este instrumento y se aseguró el tiempo suficiente para dar
impulso a la actividad de la magistratura creada por Tiberio “Tresviri agris
dandis adsignandis iudicandis” y para coronar su actividad reformadora con
otras providencias intencionadas a batir en brecha con los provilegios de la
clase senatorial.
Pero Cayo señaló su propia ruina con la propuesta legislativa de conceder la
latinidad a los Itálicos y la ciudadanía a los Latinos “Rogatio Sempronia de
civitate sociis danda” (122 a.C.)
Este proyecto que concedía la extensión de la ciudadanía a toda la Italia
peninsular, suscitó la hostilidad no solo de la “nobilitas”, si no también de los
“equites caballeros” y de las masas proletarias.
El senado supo explotar magistralmente este descontento y recorre al auxilio
de un tribuno de la plebe, fiel a la “nobilitas”, Marco Livio Druso, quien le
interpone la “intercessio”, con plena adhesión de los “populares”. Por tanto la
propuesta de Cayo no prospera y cae su popularidad. Cayo no obtiene la
reelección para el 121 a.C. Después de un tumulto encontró la muerte.
9- LA CRISIS DE MARIO Y SILA:
Los tiempos sucesivos fueron testigos del progresivo resquebrajamiento de las
reformas gracanas, por efecto de la actividad reaccionaria del partido senatorial
y por el afirmarse de dos grandes personalidades centralizantes y
contrastantes: Mario y Sila.
En el año 111 a.C., Roma mueve la guerra contra el rey de Numidia, Yugurta,
el cual había constituido en Africa un imperio potente y había comprado
corruptamente al senado romano, asegurándose sus favores. Pero los
“populares” reclamaban la guerra y presionaron al senado, defendiendo la
candidatura al consulado y al comando militar del Africa, del enérgico Cayo
Mario, de familia equestre, oriundo de Arpino. Mario venció a Yugurta y lo hace
prisionero. Cuando Mario regresó a Roma tenía una posición personal
relevante y la “nobilitas” se vió constreñida, para salvaguardar sus propias
posiciones, buscar un hombre decidido en su seno, para contrarestar al que se
89
perfilaba como futuro patrón de la república. Esta figura fue el patricio Lucio
Cornelio Sila.
A inicios del siglo I a.C., ya se perfilaba el duelo entre los dos exponentes de
bandos opuestos.
Inicialmente Mario gozó de una posición ventajosa, se candidatizó de año en
año al consulado y obtuvo la renovación. Aprovechó para poner en acto una
importante reforma orgánica del ejército. Abandonó completamente el sistema
viejo de la participación de solo ciudadanos habientes y admitió en filas a los
proletarios, garantizándoles un sueldo seguro. Hacia el año 100 a.C. la estrella
de Mario empezó a palidecer. Para proveer a la sistemación civil de los
veteranos, el tribuno de la plebe, Saturnino, amigo de Mario, propone la
distribución de los territorios entre el ejército mariano. El senado se opuso y
también los “populares”. Saturnino en un tumulto encuentra la muerte y
entonces, Mario se ve alrededor de oposiciones y se refugia en Asia.
En tanto, los Itálicos se manifestaron en una grave rebelión. El tribuno Marco
Livio Druso (hijo) propone que se le de la ciudadanía a los Itálicos. Su
propuesta no fue aceptada. Pero finalmente el Senado concede la ciudadanía
a los Latinos y a los socios Itálicos entre los años 90 y 89 a.C. La guerra social
se había acabado. Italia se organizó en “Municipia Civium Romanorum”, con
ordenamientos análogos a Roma.
En el año 88 a.C., Sila obtiene el consulado y en encargo de la guerra contra
Mitridate, rey del Ponto, enemigo de Roma en Oriente. Mario regresa,
intuyendo el peligro, fomenta la rebelión de los “Populares” en contra de Sila y
le hizo revocar el cargo. Sila con su ejército regresa a Roma y constriñe a huir
a Mario al Africa. Sila parte para la guerra del Ponto (87 – 83 a.C.): somete a
Grecia y a Mitridate.
Mario, en tanto, regresa a Roma y ejecuta una sangrienta venganza, pero la
muerte lo sorprende en el año 86 a.C.
La “Lex Valeria de Silla Dictatore” del año 82 a.C. le confirió poderes
extraordinarios de dictador por tres años (81 – 79 a.C).
Sila en su obra de restauración no encontró dificultades, pero quizo hacer sentir
a los “Populares” todo el peso de la fuerza de su partido. Numerosas leyes
miraron a restablecer el estado:
-
Aumentó el número de Senadores de 300 a 600.
Limitó la influencia de los Caballeros.
Limitó los poderes de los Tribunos de la plebe (tuvieron una “potestas”
reducida).
Creó de la nada, una rigurosa legislación criminal: inexorable contra la
perturbación del orden público.
En el año 79 a.C., se retiró a la vida privada y murió en el78.
10- LA CRISIS DE POMPEYO Y CÉSAR:
90
Dos hombres serían los protagonistas de los advenimientos sucesivos hasta el
año 48 a.C.:
-
Cneo Pompeo: Silano, se esperaba fuera su continuador. Orientado
hacia los "Optimates”.
Cayo Julio César: Mariano. Aristocrático, orientado hacia los
“Populares”. Pariente de Mario.
Desaparecido Sila, el Senado hace jefe a Pompeyo, por sus capacidades
militares.
En los años 72 – 71 a.C., contribuyó a la represión de una sangrienta rebelión
de esclavos en Sicilia, adelantada por Espartaco, definitivamente vencido en el
año 71 a.C., por el pretor Cayo Licinio Craso. A punto, Pompeyo y Craso,
deciden aliarse y obtienen el consulado para el año 70 a.C.
Roma atravesaba siempre cada vez más, por acontecimientos agitados:
-
Desde el punto de vista interno: Malcontento de los “Populares” contra las
instituciones del régimen silano y la corrupción de los magistrados.
Desde el punto de vista externo: La amenaza asiática del rey Mitridate y el
desorden de los tráficos marítimos por el multiplicarse de la piratería.
Pompeyo con la ayuda de Craso, y con la “Lex Pompeia Licinia de Tribunicia
Potestate”:
-
Desmontó la Constitución de Sila.
Abrogó las limitaciones a los poderes de los tribunos de la plebe.
El favor del Senado se entibió, pero creció el de los Caballeros.
En el año 67 a.C. una “Lex Gabinia de Bello Piratico”, le confirió el “Imperium”
trienal sobre tierra y mar para la guerra contra los piratas. Cumplió su misión
en tres meses. En el año 66 a.C. una “Lex Manilia de Imperio Cneo Pompei”
puso en sus manos poderes ilimitados para la guerra contra Mitridate.
Pompeyo derrotó a Mitridate, constriñó a la paz a Tigrane, rey de Armenia y
sometió a Siria que se convirtió en provincia romana en el año 62 a.C.
Pompeyo regresa a Roma, pidiendo un clamuroso triunfo de “orbe terrarrum”.
Se presenta, entonces, el problema de asegurar en Roma un predominio
político estable. Un aliado ya era disponible: Cayo Licinio Craso. Pero para
influir con seguridad en los “Populares” era necesaria la ayuda de una
personalidad grata a ellos: Cayo Julio César, mantenido hasta ahora con
mucha prudencia.
11- PRIMER TRIUNVIRATO:
POMPEYO - CRASO - JULIO CESAR:
91
César, regresa de España y obtiene el consulado para el 59 a.C. y propone a
Pompeyo y a Craso un acuerdo privado de duración quinquenal, con el objeto
de concretar los medios y las influencias y alcanzar un máximo de potencia.
El apoyo popular de Cesar garantizó a Pompeyo:
-
La aprobación de sus providencias asiáticas.
El proconsulado de Africa y de España.
El apoyo de Pompeyo y Craso llevó a César a:
-
Obtener el encargo de conquistar la provincia de Gallia a partir del año 58
a.C. (Hábil intervención de Julia, hija de César que se casó con Pompeyo).
Lo que obtiene Craso, no es bien sabido, pero no es difícil imaginarlo, cuando
se piensa en los grandísimos intereses económicos y financieros.
En el año 56 a.C., con el Convenio Lucca, se decidió la prórroa por otros cinco
años y se estableció que:
-
Pompeyo se quedara en Roma para controlar la situación en el centro.
Craso emprendiera una campaña contra los Partos en Asia.
César continuara su acción para someter a la Gallia Trasalpina como una
provincia romana y se le concede la "Prorogatio imperii” por un quinquenio.
No obstante, la aparente concordia, se anunciaban signos de comflicto entre
Pompeyo y César. Pompeyo envidiaba fuertemente la reciente gloria de César.
En el año 54 a.C., Julia murió y Pompeyo se quitó la potente influencia que
César ejercía por medio de su hija.
En el año 53 a.C., Craso encontró su fin después de perder la guerra en Siria.
En tanto, César se encontraba en la guerra Gallica.
En Roma se daban episodios de banditismo político.
En el año 53 a.C., el Senado decide nombrar a Pompeyo cónsul único
(“consule sine conlega”). César informado de todo, sabía que pompeyo y la
“Nobilitas” le eran contrarios.
En el año 52 a.C., se hicieron votar dos leyes:
-
Para candidatizarse al consulado era necesaria la presencia física en
Roma.
No se podía obtener el consulado sino a distancia de diez años, del
consulado precedente.
92
Es decir, se buscaba hacer de César un privado ciudadano para el año 49 a.C.,
y volverlo inicuo.
Así en el año 49 a.C., César fue declarado fuera del proconsulado y llamado en
patria. Solicitó que Pompeyo también fuera declarado fuera del proconsulado
de Africa y España. El Senado le ordenó alejarse inmediatamente con la
amenaza de ser declarado enemigo de la patria.
César queriendo evitar su ruina personal, no le quedaba nada más que atacar
con las armas a Roma. Entra a la ciudad sin encontrar resistencia. Pompeyo y
muchos senadores habian huído.
Pompeyo se refugió donde Tolomeo, rey de Egipto, quien lo traicionó y lo mató
en el año 48 a.C.
César por solicitud de Cleopatra (hermana de Tolomeo) decide dividir el reino
entre los dos. Tolomeo organizó una rebelión donde encuentra la muerte.
Entonces, César asignó integralmente el reino a Cleopatra y regresó finalmente
a Roma, donde lo esperaba su amigo fiel, Marco Emilio Lépido.
12- SEGUNDO TRIUNVIRATO:
MARCO ANTONIO – LÉPIDO – OCTAVIANO:
FORMACIÓN
ROMANA”:
DE
LA
“RESPUBLICA
UNIVERSAL
Se decía que César se preparaba para convertirse en monarca absoluto:
“dominus et deus”, a la manera oriental, aunque si en realidad César ya de
avanzada edad, no había hecho nada en concreto ni en público para
preconstituír en vida un sucesor.
César, como jefe del estado romano permaneció poco en Roma: del año 49 al
45 a.C., porque cayó víctima de una conspiración anticesariana por partidarios
de la reacción senatorial en marzo del año 44 a.C., en manos de Cassio y
Bruto (amadísimo por César).
El asesinato de César parecía significar la restauración de la oligarquía
senatorial. Pero los conspiradores no fueron absolutamente capaces de
explotar la situación; teniendo la ira del pueblo no se precipitaron al poder.
De esta absurda situación supo aprovechar Marco Antonio, compañero de
armas de César, q ue indujo al pueblo a levantarse contra los conspiradores.
Marco Antonio lee el testamento de César al pueblo con ocasión de sus
funerales y reveló a los “Populares” que Julio César los había magnificamente
beneficiado con riquísimos legados de dinero, encargando la ejecución de todo
a su bisnieto, Cayo Octavio, nominado hijo adoptivo y heredero con el nombre
de “César Octaviano”. Esto determinó la desgracia de los anticesarianos.
93
En un primer momento Marco Antonio pensó suceder en la dictadura a César,
poniéndose de acuerdo con Lépido. Pero Octaviano viajó desde Epiro a Roma
para reclamar sus derechos. Por todo esto, se llega a un acuerdo para evitar
guerras civiles y sangrientas: el segundo triunvirato, quinquenal, con poderes
ilimitados, a través de la “Lex Titia de Triumviris” del año 43 a.C.
-
Lépido tuvo el Africa.
Marco Antonio tuvo el Oriente.
Octaviano permaneció en Roma, para evitar reacciones del Senado.
El triunvirato se renovó por otros cinco años.
En este decenio Octaviano se convierte en Señor incontestable de Italia
Romana, Lépido murió en Africa y Marco Antonio se enamoró en Oriente de la
reina Cleopatra, quienes se suicidaron en Egipto.
En el año 32 a.C., finalizado el triunvirato, los amigos de Octaviano le
organizaron una solemne aclamación plebiscitaria de sus virtudes: “Coniurato
Italiae et Provinciarum”. Octaviano, con su genio político, unido a una sabia y
prudente moderación, supo ponerse en ventaja siempre. Así en el año 27 a.C.,
Octaviano declaró vengada la muerte de César y restablecida la paz civil,
anunció su retiro a la vida privada.
Su ágil maniobra política, determinó un reconocimiento del Senado y del pueblo
y fue universalmente suplicado (exactamente como lo habia previsto) de
quedarse como:
-
El sumo “moderator rei publicae”.
El primer ciudadano de Roma “Princeps Romanorum”.
Con el título de “Augustus”: “Consagrado de los dioses”.
Con el “Imperium” extraordinario de 10 años sobre las provincias no
pacificadas, para reducirlas a la obediencia.
Consecuentemente:
Se abrió un período histórico: la “Respublica Universal Romana” dirigida por
un régimen de gobierno autoritario: “Principatus”.
Una comunidad política, todavía democráticamente organizada, pero
formalmente, y desnaturalizada, en el sentido de la apertura siempre mayor de
la ciudadanía a todo aquél que viviera en modo aproximativamente civil en el
universo romano: “Orbis Romanus”.
En fin, en los primeros 120 años después de la caída de la monarquía, Roma
luchaba todavía por sobrevivir en un ambiente superpoblado, inestable y
amenazante, contra los Sabinos, los “Equi” y los “Volsci” y contra las ciudades
etruscas de “Fidene” y de “Veio”, a la izquierda y derecha del Tiber.
94
Pero en el curso del tercer siglo había derrotado Sámnitas, Gallos y Etruscos y
había extendido su supremacía sobre Italia, después sobre Sicilia, Cerdeña y
Corcega. A la vigilia de la primera guerra púnica, Italia Peninsular desde el
extrecho de Mesina hasta Pisa y Rimini, estaba ya constelada de comunidades
con un diverso estatuto jurídico y bajo su hegemonía: aliados o “socii,
civitates”, sin el derecho de voto; municipios en los cuales la ciudadanía
romana no excluía la autonomía administrativa, colonias de latinos y de
ciudadanos.
Vencedora de Pirro y por dos veces de Cartago, Roma se convierte en la
potencia militar y la más temida del Mediterráneo. El objetivo de la batalla de
Zama fue “el dominio de toda la tierra”.
50 años más tarde, cuando Cartago y Corintio fueron destruidas, aquél dominio
se extendía desde la Península Ibérica hasta la Balcánica, desde los Alpes al
Africa Septentrional; al poco tiempo se obtuvo Asia Menor y con César, Gallia,
extendiéndose al Septentrión hasta la Manga.
El papel que Roma debió ejercer como ciudad dominante, se trató más que un
dominio verdadero y propio: Roma debió ejercer un protectorado sobre el
mundo entero.
95
ESTRUCTURA
ESTATAL
“RESPUBLICA NACIONAL
ROMANA”.
1- CONCEPTO Y GENERALIDADES:
El concepto de Estado como “Respublica”, se delineó lentamente durante el
Estado Quiritario y especialmente durante la fase de crisis de la Civitas
Quiritaria, cuyos elementos esenciales perduraron hasta el siglo III a. C.,
aunque perdieron su importancia práctica, permanecieron formalmente a causa
de la reverencia de los romanos a sus tradiciones.
Livio, sobre la historia de Roma desde la edad regia hasta los años centrales
del siglo V a. C., nos dice que aparece como una sucesión de "res novae":
Livio. 4, 4, 2 - 4: "Pontifices, augures Romulo regnante nulli erant; ab
Numa Pompilio creati sunt. Census in civitate et descriptio centuriarum
classiumque non era; ab Ser. Tullio est facta. Consules nunquam fuerant;
regibus exactis creati sunt. Dictatoris nec imperium nec nomen fuerat;
apud patres esse coepit. Tribuni plebi, aediles, quaestores nulli erant;
institutum est ut fierent."
96
"Bajo el reino de Romulo no existían pontífices, ni augures: fueron
creados por Numa Pompilio. No existía en la ciudad el censo y la división
por centurias y por clases: fueron instituidos por Servio Tulio. No habían
existido nunca cónsules: fueron creados con la caida de los reyes. Nunca
existió ni la potestad ni el nombre del dictador: comenzó a existir al
tiempo de nuestros padres. No existían los tribunos de la plebe, los
ediles, los cuestores: se decide crealos...".
“Respublica”
“Res Populi”
“COSA DE TODO EL PUEBLO”.
Así, la clase plebeya en el curso del siglo IV a. C., logró hacer reconocer un
nuevo principio: que el Estado fuera un bien indivisible de todo el “Populus”, sin
perjuicios de origen y de estirpe, y por tal, todos los miembros meritaran la
cualificación de “Cives”, con la consecuente capacidad de participación al
gobierno del Estado.
Todo sobre el presupuesto que, la seguridad y prosperidad de la comunidad
política, fueron mérito no exclusivo de los “Cives” patricios, sino también, de los
súbditos plebeyos, sobre todo, en cuanto concurrentes a la formación del
“Exercitus Centuriatus”, es decir, del “Populus Romanus Quiritium”.
2- POBLACIÓN
ROMANA”:
DE
LA
“RESPUBLICA
NACIONAL
Cicerón en su obra “De officiis”, llamada el manual de la clase dirigente, escrita
en los últimos meses del año 44 a. C., delineó en el primer libro, un diseño de
la sociedad. Esta se presenta como una pirámide invertida, o una serie de
circulos cocéntricos: Los dos extremos son la humanidad entera y la familia, la
célula mínima de la cual el singular individuo hace parte; entre estos extremos
se sitúa el estado, una institución natural e histórica:
“Cuales sean los principios que la naturaleza ha establecido para la sociedad,
para la comunidad de los hombres, es quizá posible verlo sólo mucho tiempo
hacia el pasado. El primero es aquél que se vislumbra en la sociedad del
género humano, todo entero. El vínculo que la tiene unida, es la razón y la
palabra: estas, ---con el enseñar y el aprender, el comunicar, el discutir, el
juzgar,--- concilian los hombres entre ellos y los une en un tipo de sociedad
natural. ...Esta es la sociedad más amplia que se haya abierto a los hombres y
a sus relaciones, y a las relaciones de todos con todos. En esta se debe
conservar la comunión de todos los bienes que la naturaleza ha producido para
el uso común, con una distinción: los bienes que las leyes y el derecho civil han
asignado a los singulares, estarán en su posesión exclusiva, así como fue
establecido; en cuanto a los otros, tendrá valor para ellos el proverbio griego
según el cual entre los amigos todo es en común.
...Varios son los grados de la sociedad humana. Alejándose de aquélla que no
tiene límites, la más próxima comprende la misma gente o nación, y se
fundamenta sobre la misma lengua, que es entre los hombres el nexo más
sólido. Un vínculo todavía más estrecho es la pertenencia a una misma ciudad:
97
el foro, los templos, los pórticos, las vías, las leyes, las normas
tradicionalmente observadas, los tribunales, las votaciones, y también las
costumbres y las amistades y las diversas relaciones de negocios de muchos
con muchos. Pero más íntimo es el vínculo al interno del grupo familiar; así de
aquélla inmensa sociedad que abraza el género humano, se llega a un círculo
pequeño y angosto”.
Cic. De Off. 1, 16, 50-17, 53: “sed quae naturae principia sint
communitatism et societatis humanae, repetundum videtur altius. Est
enim primum quod cernitur in universi generis humani societate. Eius
autem vinculum est
ratio et oratio, quae docendo, discendo,
communicando, disceptando, iudicando, conciliat inter se homines
coniungitque naturali quadam societate... Ac latissime quidem patens
hominibus inter ipsos, omnibus inter omnes societas haec est. In qua
0omnium rerum, quas ad communem hominum usum natura genuit, est
servanda communitas. E quibus ipsis, ut quae que discripta sunt legibus
et iura civili, haec ita teneantur, ut est constitutum.
Cetera sic
observentur, ut in Graecorum proverbio est amicorum esse communia
omnia...Gradus autem plures sunt societatis hominum. Ut enim ab illa
infinita discedatur, propior est eiusdem gentis, nationis, linguae, qua
maxime homines coniunguntur. Interius etiam est eiusdem esse civitatis;
multa enim sunt civibus inter se communia, forum, fana, porticus, viae,
leges, iura, iudicia, suffragia, consuetudines praeterea et familiaritates
multisque cum multis res rationesque contractae. Artior vero colligatio
est societatis propinquorum; ab illa enim inmensa societate humani
generis in exiguum angustumque concluditur”.
La definición de “Populus” en la concepción republicana, la dio el jurista clásico,
Gayo:
“Populi
patriis”.
appellatione universi cives significantur connumeratis etiam
“Con la denominación de pueblo
comprendidos los patricios”.
se entienden todos los ciudadanos,
De esta definición se desprenden dos ideas:
1- El logro de llegar a una irrelevancia de la distinción entre patricios y
plebeyos.
2- La identificación del “Populus” solamente con la palabra “Cives”,
permaneciendo como “non Cives” solamente la categoría de peregrinos.
Así es que, la connotación del “Cives” en la “Respublica Nacional”, estuvo
anclada a la finalidad de salvaguardar la nacionalidad romana.
En fin, la población estaba integrada por:
---------- “CIVES”: CIUDADANOS: Patricios, Clientes y Plebeyos.
98
---------- “PEREGRINI”: PEREGRINOS: Extranjeros.
3- ORGANIZACIÓN DE LA POBLACIÓN:
La sociedad romana presenta ahora una cara diferente. En la cima se
encuentra la "nobilitas", es decir, la aristocracia surgida por la igualación entre
patricios y plebeyos.
Tiene un significado propio, "nobilis" viene de
notable.
"nosco" que quiere decir:
La pertenencia a la "nobilitas" es hereditaria. Ella constituya el estrato más
alto de la clase senatorial, la cual debe su esplendor al desempeño de cargos
públicos. Los patricios sin duda pertenecían a ella. El primer exponente de
una familia no patricia que desempeñaba un cargo público, era considerado un
hombre nuevo y no cesaba de serlo durante un largo curso de su carrera. Si se
alcanzaba una magistratura curul, entonces, de inmediato se nobilitaba a sí
mismo y a su familia para siempre.
La base económica de la "nobilitas" constituía la posesión de tierra, aunque
tenía en su interior diversos grados, tanto desde el punto de vista de la riqueza
como del prestigio.
Existía otra clase hegemónica que se fue formando junto a la clase senatorial.
Aquélla de los negociantes, de los industriales, de los banqueros y de los
contratistas y adjudicatarios de impuestos, los cuales son al mismo tiempo
grandes propietarios agrícolas, que ven la posesión de fundos una excelente
inversión. La definición institucional de esta clase como orden ecuestre
pertenece a la tardía república.
Se determina un límite censitario mínimo: la medida era de cuatrocientosmil
sextercios (igual que los senadores). Un patrimonio similar consentía servir en
la caballería a la cual sólo los mejore accedían. El presupuesto formal era la
inscripción en el censo de una de las dieciocho centurias ecuestres. También
el nombre de caballero (igual que el de senador) adquiere un carácter
hereditario e implica numerosas diferencias jerárquicas.
Los nobles y los caballeros tienen una distinta fisonomía, pero estas dos clases
constituyen una esencial homogeneidad en el sentido de que integran la clase
habiente.
Entre los grupos subalternos, se encuentra la plebe que está constituida por
pequeños comerciantes, artesanos y por campesinos que todavía cultivan su
propio fundo.
Pero también se encuentra una masa proletarizada a la cual confluyen los
desposeidos y los campesinos pobres. Esta clase se aglomera en la capital
99
para vivir de dádivas, de donaciones y de ocasiones de trabajo, pero también,
para sostener a los hombres políticos dispuestos a ayudarla.
De forma semejante, después de la segunda guerra púnica. El número de los
esclavos aumenta en modo considerable.
4- LA CIUDADANÍA:
A- REQUISITOS PRIMARIOS PARA SER CIUDADANO
ROMANO EN LA “RESPUBLICA NACIONAL ROMANA”:
Los requisitos exigidos en forma primordial para ser “Cives Romanus” en la
“Respublica Nacional Romana”, son los siguientes:
1- Pertenecer a la especie humana, (no ser dioses, ni animales, ni monstruos).
2- Tener la existencia “in rerum natura”, (no estar muertos).
3- Poseer la libertad, el “status libertatis”, (no ser esclavo).
4- Poseer la ciudadanía, el “status civitiatis”, (no ser extranjero. Tener la
ciudadanía por nacimiento, o por naturalización, o por manumisión).
Eran requisitos suficientes para que el individuo fuera sujeto en el
ordenamiento estatal, es decir, en las relaciones de Derecho Público.
Pero estos requisitos no eran suficientes para ser sujetos jurídicos, es decir,
sujetos activos y pasivos en las relaciones privadas previstas por el “Ius Civile”
(“Vetus” o “Novum”), y por el “Ius Honorarium”. Era necesario el requisito
ulterior de la autonomia familiar, o sea, la independencia de toda sujeción a
“Potestas”, “Manus” o “Mancipium”.
B- REQUISITOS PARA PARTICIPAR EN EL GOBIERNO:
1- La “Ingenuitas”: La ingenuidad, es decir, haber nacido como hombres
libres.
2- La “Civitatis donatio ex lege”: La explícita concesión de la ciudadanía
romana con plena capacidad, a través de la “Lex rogatio”, específicamente para
los peregrinos naturalizados.
C- LA ADQUISICIÓN DE LA CIUDADANÍA ROMANA:
La adquisición de la ciudadanía romana, confirma la preocupación que la
cualidad de “Cives Romanus” fuera atribuída a personas que dieran suficiente
garantía de participación en la nacionalidad romana.
100
La Ciudadanía Romana se podía adquirir de la siguiente manera:
1- CIUDADANOS POR NACIMIENTO:
 De una madre, aunque no romana, necesariamente en matrimonio
“Connubium” con un padre romano (por nacimiento o por “donatio civitatis”).
 De una madre y un padre romanos, aunque fuera de matrimonio.
Los nacidos fuera de matrimonio de una madre no romana estaban excluídos
de la Ciudadanía romana, aunque el padre natural fuera romano.
2- CIUDADANOS POR NATURALIZACIÓN:
 Los peregrinos que se hubieran beneficiado expresamente de la “Donatio
Civitatis”, renunciando a su propia ciudadanía.
 Los Latinos domiciliados en Roma, que se hubieran beneficiado de la
“Donatio Civitatis”, renunciando a su propia ciudadanía.
3- CIUDADANOS POR MANUMISIÓN:
 Los esclavos liberados a través de la “Manumissio”, con el lleno de todos
los actos solemnes exigidos por el “Ius Civile”.
D- LA PÉRDIDA DE LA CIUDADANÍA ROMANA:
La pérdida y la variación de la calidad de ciudadano romano se denominaba:
“CAPITIS DEMINUTIO”:
 “Capitis Deminutio” máxima:
Era la pérdida de la libertad, del “Status Libertatis”.
 “Capitis Deminutio” media:
Era la pérdida de la ciudadanía, del “Status Civitatis”.
 “Capitis Deminutio” mínima:
Consistía en cualquier cambio del “Status Familiae”.
E- CATEGORIAS DE CIUDADANO:
a) CIUDADANOS CON PLENA CAPACIDAD:
101
Eran los ciudadanos romanos llamados: “Optimo Iure”.
Estos “Cives” tenían acceso a todas las funciones del gobierno. Poseían los
siguientes derechos:
 El “Ius Suffragium”: El Derecho al Voto.
 El “Ius Honorum”:El Derecho de elegir y ser elegidos, o sea, presentarse
como candidatos a los cargos públicos.
b) CIUDADANOS CON CAPACIDAD LIMITADA:
Eran los ciudadanos romanos llamados: “Imminuto Iure”.
1) Los “Libertini”:
Los libertos, eran los esclavos liberados a través de la “Manumissio”,
cumpliendo los requisitos exigidos por el “Ius Civile”.
Estaba privados de:
-
El “Ius Honorum”.
La capacidad de desempeñar cargos sacerdotales.
Para el sufragio fueron concentrados en una sola “centuriae” la de los “Capite
censi” y en una sola “tribu” la “Esquilina”.
2) Las mujeres:
Ya no eran más ciudadanas meramente nominales, podían ser sujetos
jurídicos.
Estaban, todavía, excluídas del gobierno.
3) Los “Aerarii”:
Eran los ciudadanos condenados a la pena de exclusión de la “tribu” y de
introducción a la centuria de los “Aerarii”.
Estaban excluídos del gobierno y eran tenidos en cuenta solo para el servicio
militar.
4) Los “Munícipes sine suffragio”:
Eran ciudades no romanas, que habían obtenido el reconocimiento de la
ciudadanía romana, pero estaban privados de todo poder de gobierno, sin
derecho al sufragio, pero tenidos en cuenta para el servicio militar.
F- REQUISITOS PARA OBTENER LA CAPACIDAD DE ACTUAR:
Además se exigían los siguientes requisitos:
102
(1). Sanidad mental.
(2). Edad mínima requerida para los singulares actos:
17 años: Para la inscripción en los “Comitia Centuriata”.
La pubertad: Para la participación en los “Comitia Tributa”.
(3). Edad máxima de 60 años.
El requisito de la autonomía familiar, no requerido para la cualificación de
“Cives Romanus”, tampoco lo era para la admisión a las funciones de gobierno.
Por lo tanto, un “Filius Familiarum”, aunque siendo incapaz para las relaciones
jurídicas privadas, podía desempeñar un cargo público y estar, desde éste
punto de vista, en la situación de preeminencia frente a su “Pater”.
4- EL TERRITORIO DE LA “RESPUBLICA NACIONAL
ROMANA:
En virtud de la concepción de “Respublica” como “Res Populi Romani”, por
territorio de la “Respublica Nacional Romana” no se entiende todo el territorio
sometido por Roma y mucho menos, todo el territorio habitado
por los romanos.
Se entendía por territorio de la “Respublica Nacional Romana”, la extensión
tradicionalmente habitada por los “Cives Romani”, es decir, la sede tradicional
del “Populus Romanus Quiritium”.
La vieja “Urbs” Serviana, con sus cuatro (4) “Tribus Urbanae”, y el condado
circundante o campiña romana, que en el año 242 a. C., estaba integrado por
31 “Tribus Rusticae”:
24- Maecia.
25- Scaptia.
26- Oufentina.
27- Falema.
28- Aniensis.
29- Terentina.
30- Velina.
31- Quirina.
Salvo excepciones, todos los “Cives Romani” con capacidad de voto (excluídos
las mujeres y los impúberes) estaban distribuídos en las tribus sobre la base de
los siguientes criterios:
 Los no propietarios de tierras (proletarios) eran asignados a las tribus
urbanas.
 Los propietarios de tierras (“Adsidui”) eran asiganados, aunque residieran
personalmente en la urbe, a las tribus rústicas, especialmente, a la tribu en
103
la cual se encontraba el terreno, o en el caso de varias propiedades en
regiones distintas, en la tribu de la región que escogiera el censor.
Así es que las tribus eran circunscripciones de voto, sobre las cuales se
basaba el funcionamiento de los comicios.
5- EL GOBIERNO DE LA “RESPUBLICA NACIONAL
ROMANA”:
La “Respublica Nacional Romana” se manifestó en un Estado de gobierno
abierto, es decir, estructuralmente democrático, con un régimen político
marcadamente conservador.
Algunos historiadores hablan de una aristocracia en el sentido de oligarquia por
dos razones:
l- Las asambleas populares estaban constituidas en modo de dar mayor peso a
los ciudadanos de las clases habientes.
2- Los cargos públicos y el Senado, normalmente quedaban en manos de un
restringido número de ricas familias, las cuales constituian la llamada:
“Nobilitas”.
Pero la innegable posición de favor reconocida a los más habientes, no
significó la imposibilidad para los otros “Cives” de obtener la misma condición.
Esto no ocurría porque estaba establecido así en el ordenamiento, sino que
sucedía simplemente en virtud de la libre determinación de las asambleas
populares.
La verdad es que, si el gobierno de la “Respublica Nacional Romana” fue en su
estructura constitucional indiscutiblemente democrático, también fue
fuertemente en su régimen, conservador, en su forma de funcionamiento, ya
que reservó una situación de mayor influencia política a los descendientes del
antiguo patriciado y clases más habientes, que se creían más especializadas y
cultas.
Una vez que la asamblea del “Populus”, los “Comitia Centuriata”, se convirtió
en una asamblea deliberante del Estado, la exigencia de la “Auctoritas Patrum”
del Senado para convalidar sus deliberaciones, terminó. Así es que, toda
deliberación en el interés de la “Respublica” era conducida por la voluntad del
“Populus”.
Aunque si a los magistrados se les concedía una larga esfera de autonomía, y
aunque, si el Senado fue siempre muy influyente, existe el hecho que los
magistrados eran elegidos por el “Populus” de los “Comitia” y que los
Senadores no eran más que ex-magistrados.
En fin, formalmente los “Comitia” eran el centro motor de toda actividad del
gobierno.
104
Polibio dice al respecto que la constitución romana no es clasificable en
ninguna de las categorías fundamentales de la monarquía, de la aristocracia, o
de la democracia, porque estas tres formas de gobierno, todas estan operantes
en el control del estado. Esta tiene un carácter mixto: si se mira el poder de los
cónsules, el sistema político aparece monárquico y regio, si en cambio a aquél
del senado aparece aristocrático, pero si se observa el poder de la multitud en
las asambleas populares se ve manifiestamente democrático. (Polyb. 6, 11, 11
– 12. ).
La unión de éstos poderes es adecuada para cada circunstancia, por lo que no
es posible encontrar un sistema político mejor. (Polyb. 6, 18, 1 y 6, 10, 12 –
14).
Pero en la realidad el equilibrio constitucional no era así de simple. Los
impulsos populares del sistema son innegables; pero es también cierto que el
senado o consejo de los ancianos, se presenta como el verdadero árbitro de la
vida política y a su interior, un papel directivo desempeña la élite noble patricioplebeya, que tomó el puesto de la antigua aristocracia patricia; de ésta
normalmente provenían los magistrados, quienes convocaban la asamblea del
pueblo, que no tenía ningún poder de iniciativa.
Respecto a la real participación política; el territorio romano hacia mitad del
siglo III a. C., ya no comprendía sólo el Lazio, si no también Etruria meridional,
algunas zonas del Sannio y la entera región sabina se extendía al sur hasta
Capua y Cuma en la Campania y al este hasta el mar Adriático, entonces, un
gran número de ciudadanos tuvieron que afrontar no pocos obstáculos para
acercarse a Roma y ejercer el derecho al voto. Además, toda convocación fue
excluida propiamente en los días de mercado, cuando mayor hubiera sido la
afluencia de los votantes.
Los magistrados en sus candidaturas buscaban el apoyo de todos,
especialmente de aquéllos quienes les debían favores, también de la clientela
(antiguos clientes de sus familias nobles), de los libertos, de las poblaciones
coloniales y municipales, sólo de aquéllos que tenían la ciudadanía romana.
Otro punto importante, era la anualidad y la colegialidad de las magistraturas, y
el control recíproco de los grupos nobles que impedía que el gobierno
aristocrático se transformara en monárquico o tirano.
No obstante, también a ojos de Polibio, la perfección no excluye la declinación;
toda constitución tiene su ciclo, se transforma, decae y en fin regresa a su
punto inicial. (Polyb. 6, 9, 10 – 13.
- 6. 57.).
¿Pero cuando alcanzó la constitución romana su momento más alto y donde se
coloca su inicio?
Polibio le señala el climax de las guerras púnicas con Anibal y el momento
inicial lo remonta a treinta años después de la expedición de Serse contra
Grecia en el año 480 a. C.
105
Esto lo hace creer que la constitución mixta, a la cual los romanos no llegaron
con un simple razonamiento, si no a través de grandes luchas y agitaciones,
comenzó su recorrido histórico con el decenvirato (momento de cambio
sustancial). (Polyb. 6, 11, 1 – 2. - 6, 10, 13 – 14).
Las XII Tablas entran en el discurso de Polibio, como en el de Cicerón un siglo
después. Se trató de una magistratura cuya función específica fue la de
escribir las leyes: Fasti consulares capitolini, ad a. 451, II XIII 1, 1g, p. 27:
“Decemviri consulari imperio legibus scribundis facti eodem anno”.
La república no fue un diseño que solamente indicara el camino y anticipara el
futuro, si no que se formó por grados. Y en esta idea Polibio y Catón
estuvieron de acuerdo. Al respecto Cicerón dijo que Catón decía que nuestra
ciudad superaba todas las otras ciudades por el siguiente motivo: en las otras
ciudades, individuos singulares habían asumido generalmente la tarea de
ordenar cada uno el propio estado con leyes e instituciones, como por ejemplo,
Licurgo para los espartanos, Minosse para los cretenses, y en cuanto al estado
de los atenienses, que había sufrido tan frecuentes cambios, estaban teseo,
Dracon, Solón, Clistene, y muchos otros. Al contrario, nuestro estado no fue
ordenado por la mente de un solo individuo, sino de muchos, y no en el espacio
de una sola vida humana, sino de muchos siglos y generaciones.
No se trata tanto de definir un estado ideal, si no de mostrar el estado romano,
en su nacimiento y crecimiento, en su convertirse adulto, robusto y estable.
"Catonis is dicere solebat ob hanc causam praestare nostrae civitatis
statum ceteris civitatibus, quod in illis singuli fuissent fere quorum suam
quisque rem publicam constituisset legibus atque institutis suis, ut
Cretum Minos, Lacedaemoniorum Lycurgus, Atheniensium, quae
persaepe commutata esset, tum Theseus tum Draco tum Solo tum
Clisthenes tum multi alii, ... nostra autem res publica non uniusesset
ingenio sed multorum, nec una homines vita sed aliquod constituta
saeculis et aetatibus. ... Facilius autem quod est propositum consequar,
si nostram rem publica vobis et nascentem et crescentem et adultam et
iam firmam atque robustam ostendero..." (Cic. "De re publ." 2,1,2-3.)
6- ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL GOBIERNO DE
LA “RESPUBLICA NACIONAL ROMANA”:
Los elementos constitutivos del gobierno de la “Respublica Nacional Romana”,
que era abierto y democrático, aunque marcadamente conservador, eran los
siguientes:
A- Las Asambleas Populares, las cuales pasan a ser todas las cuatro,
constitucionales.
B- El Senado.
C- Las Magistraturas y las Promagistraturas.
106
D- Las Oficinas Subalternas
-A- LAS ASAMBLEAS POPULARES:
1- MARCO GENERAL:
Elemento central y fundamental del gobierno de la “Respublica Nacional
Romana” fueron las Asambleas Populares.
Se hablaba de:
 “COMITIA” si comprendían todos los ciudadanos romanos “Cives Romani”,
es decir, tanto patricios como plebeyos, en forma deliberante.
 “CONCILIA” si comprendía solo la plebe.}
 “CONTIONES POPULI” – “CONTIONES PLEBIS” si se reunían con el sólo
objeto de escuchar discursos o debates, no en forma deliberante.
El voto era originariamente público y era comunicado oralmente a los
“rogatores”, uno por cada repartición de la asamblea, (centurias o tribus). Este
sistema no facilitaba la libertad de los votantes y por eso en la segunda mitad
del siglo II a. C., el voto se convirtió en secreto, a través de las “Leges
Tabellariae”.
Las Asambleas Populares de las “Respublica Nacional Romana”, en orden
cronológico, fueron las siguientes:
 La “Comitia Curiata”.
 La “Comitia Centuriata”.
 La “Concilia Plebis Tributa”.
 La “Comitia Tributa”.
Las tres últimas asambleas tenían la triple función: electoral, legislativa y
judicial.
2- LA “COMITIA CURIATA”:
A- CONCEPTO Y MARCO GENERAL:
Esta asamblea popular se mantiene en la “Respublica” solamente por motivos
de tradicionalismo, con la diferencia, que en este período se abrió a la plebe.
Funcionó priva de funciones deliberantes, y se reunía en forma simbólica a
través de los lictores que representaban las curias.
107
B- ATRIBUCIONES DE LA “COMITIA CURIATA”:
Sus atribuciones fueron de carácter religioso: Convocada por el “Pontifex
Maximus” o “Rex Sacrorum” de frente al Colegio Pontifical, para asistir a varios
actos de carácter eminentemente religiosos:
 La “Inauguratio” del “Rex Sacrorum”.
 La proclamación de las fiestas determinadas por el calendario para cada
mes, etc.
 El desarrollo de funciones en el ámbito del derecho sacro, bajo la
presidencia del pontífice máximo.
3- LA “COMITIA CENTURIATA”:
A- CONCEPTO Y MARCO GENERAL:
En la “Respublica Nacional Romana” se convierte en el “Maximus Comitatus”,
en la Asamblea Popular fundamental del Estado Romano.
La tradición le reporta su origen a Servio Tullio, aunque se va formando y
evolucionando por grados.
El Comicio centuriado mantiene evidentes huellas de su origen militar. Es clara
su naturaleza timocrática. El ejército oplítico encontró su forma política: las
centurias, que constituian los cuadros de la leva militar y las unidades de voto.
La podía convocar y presidir sólo los magistrados “Cum Imperium”, es decir,
los cónsules y los pretores, pero una vez recibidos los “Auspicia” favorables.
Las reuniones se debían efectuar en el “Campo Marzio”.
Su composición se estabilizó en el curso de la fase de asentamiento del
gobierno republicano, sobre un total de 193 “Centuriae”, dividida en varias
clases, cuya pertenencia fue derivada, primero, por el censo fondiario, luego,
por la reforma del año 312 a. C., de Appio Claudio Cieco, con base en el censo
patrimonial.
Estas 193 centurias estaban organizadas así:
 170 centurias estaban repartidas entre las cinco clases del censo de la
población
(80 para la primera clase).
 18 centurias pertenecían a la caballería, en parte o enteramente patricia.
 5 centurias pertenecian a los inermes.
El censo necesario para cada una de las cinco clases, se calculaba en valores
monetarios.
108
Según Livio 1,43,1-9:

En la primera clase se inscribían los poseedores de 100.000 ases.
La riqueza la determinaba el armamento, debían armarse con:
-
Casco y escudo de bronce.
Armadura y espinilleras de bronce.
Lanza y espada.

Para las clases sucesivas, el patrimonio requerido decrecía de 75.000 a
11000 ases.
El armamento se convertía en menos oneroso.
Las últimas dos clases no tenían armas de defensa, sólo lanza y jabalina,
hondas y piedras.
Las centurias estaban abiertas a todos los ciudadanos de sexo masculino y de
edad entre los 17 y los 60 años.
Las votaciones se llevaban a cabo por centurias y en orden sucesivo de clases.
Votaban primero los “Equites”, después seguía la primera clase de los
“Pedites”.
El orden jerárquico de las centurias se respetaba en el procedimiento del voto,
por lo tanto, como consecuencia del sistema, las centurias de la primera clase,
junto con aquéllas de los caballeros, disponían de la mayoría absoluta, cuando
eventualmente estuvieran de acuerdo.
Una reforma se llevó a cabo entre la primera y la segunda guerra púnica (241 219 a. C.), consistente en el traslado de 10 centurias, de la primera clase a
una o a varias clases. Se estableció de este modo, una cierta relación entre el
ordenamiento centuriado y aquél de las tribus territoriales.
B- ATRIBUCIONES DE LA “COMITIA CENTURIATA”:
Las principales atribuciones de la “Comitia Centuriata” era tres:
(1) La elección, “creatio”, de los magistrados extraordinarios y de los
magistrados ordinarios mayores (cónsules, pretores y censores).
(2) La votación de las “Leges Centuriatae”.
109
(3) El “Iudicium” en las causas criminales con condenas a la pena capital
impuestas por los magistrados y por la “Provocatio ad Populum” por parte
del condenado.
4- LA “CONCILIA PLEBIS TRIBUTA”:
A- MARCO GENERAL:
Era la asamblea deliberativa de la plebe ordenada por “Tribus”. Fue
reconocida en el año 367 a. C., con el compromiso Licinio – Sextio, como
institución operante solamente en el seno de la plebe, sin ninguna influencia
sobre el “Populus”. Pero muy pronto pasaron a ejercitar una influencia política
bien incisiva en la “Respublica”, con repercusiones constitucionales muy
importantes:

Los “Tribuni Plebis” y los “Aediles” fueron reconocidos como magistrados de
la “Respublica Nacional Romana”.

Los “Plebiscita” por ellos votados, fueron equiparados a las “Leges
Publicae” a través de la “Lex Hortensia” del año 287 a. C.
Dado el número siempre más exiguo de los patricios de pura sangre, la
asamblea se convierte en prácticamente representativa de todo el pueblo
romano y respecto a la “Comitia Centuriata”, tenía la doble ventaja de estar
menos extrechamente anclada a las graduaciones de riqueza y de funcionar
más simplemente.
Las convocaciones eran hechas por los magistrados plebeyos, sin necesidad
de tomar previamente los “Auspicia”. La reunión podía efectuarse en cualquier
parte de la ciudad, pero especialmente, en el Monte Aventino.
B- ATRIBUCIONES DE LA “CONCILIA PLEBIS TRIBUTA”:
(1) La elección de los magistrados plebeyos (tribunos de la plebe y aediles
plebeyos).
(2) La votación de los “Plebiscita”.
(3) El “Iudicium” an algunas causas por crimenes susceptibles de “Multae”.
Se recurrió a la “Concilia Plebis Tributa” cada vez más frecuentemente, con el
fin de la votación de las reformas a los institutos del “Ius Civile”.
5- LA “COMITIA TRIBUTA”.
A- MARCO GENERAL:
110
Era la asamblea deliberativa del entero “Populus Romanus” ordenada por
“Tribus”, como distritos territoriales de la "Civitas" romana, donde los miembros
de cada tribu formaban un cuerpo votante.
Las tribus más antiguas estaban divididas en 4 tribus urbanas y en 16 tribus
rusticas; éstas últimas aumentaron poco a poco y su número definitivo fue de
35 en el año 241 a. C. Las zonas nuevas eran asignadas a cualquiera de las
tribus preexistentes, olvidando también la continuidad topográfica.
La convocaban y la presidían los magistrados mayores, es decir, los cónsules,
los pretores y los censores, que previamente habían recibido los “Auspicia”
favorables.
Cuando no era supremamente necesario reunir el “Populus” en la complicada
“Comitia Centuriata”, parecía oportuno convocarlo directamente por “Tribus”,
poniendo en el acto un procedimiento más simple y expedito. Su nacimiento se
debió a la contrariedad del principio timocrático de la “Comitia Centuriata”.
El voto se expresaba singularmente por cada votante en representación de
cada tribu. Además, la votación se efectuaba contemporáneamente.
B- ATRIBUCIONES DE LA “COMITIA TRIBUTA”:
(1) La elección de los “Tribuni Militum” y de los magistrados menores (ediles
curules y cuestores).
(2) La votación de las “Leges Tributae”, para las cuales no era necesario el
voto de la “Comitia Centuriata”.
(3) El “Iudicium” en las causas por infracciones susceptibles de “Mulctae”,
cuando la imposición fue hecha por un magistrado plebeyo.
(4) Con tiempo asumieron atribuciones religiosas con la desiganación del
“Pontifex Maximus”, del “Curio Maximus” y de los “Augures”.
-B- SENADO:
1- MARCO GENERAL:
Mientras las asambleas populares se afirmaban como el centro de propulsión
de la organización de gobierno de la “Respublica Nacional Romana”, el Senado
perdió su originaria hegemonía constitucional que se expresaba sobre todo con
la “Auctoritas Patrum”.
Pero sobre el plano político, aunque se había reducido formalmente a instituto
esencialmente consultivo, el Senado, expresión de la “Nobilitas”, en la práctica,
se convirtió en el órgano moderador y coordinador del gobierno republicano.
Cuales fuesen sus orígenes, el Senado se configura esencialmente como una
asamblea de ex -magistrados, los cuales podían proseguir su "cursus
111
honorum" más allá del grado mínimo de la cuestura. No basta, entonces,
haber desempeñado un cargo público, para entrar en el Senado, es menester
la "lectio senatus".
La diferencia existente entre patricios y plebeyos “Conscripti” desapareció con
la “Lex Publilia Philonis” del año 339 a. C.
También cesó la limitación de escoger a los senadores entre los “Seniores” de
la “Comitia Centuriata” de 46 años en adelante. En el curso del siglo IV a. C.,
desaparece esta limitación y los senadores se podían escoger libremente sin
preocupaciones de edad.
Los nombraba, “Lectio Senatus”, los cónsules o el “Dictatore”, sobre todo, entre
los magistrados.
La “Lex Ovinia Tribuniciae” del año 312 a. C., transfirió la “Lectio Senatus” a los
censores.
Con el tiempo los senadores empiezan a ser indicados por el pueblo,
limitándose los censores a controlar la presencia de particulares requisitos de
dignidad, para admitir los ex – magistrados en el Senado.
La proveniencia de las varias magistraturas implicaba entre los senadores una
rígida jerarquía.
En la fundación de Roma el número de Senadores fue de 100, luego, la
tradición desde el fin de la época regia, lo fija por mucho tiempo en 300. Este
número permanece invariado por casi cuatro siglos, y sólo en el tiempo entre
Sila y Cesar se aumentó a 600; y en el período cesariano se llegó a 900
senadores, y después a 1000, además, admitió miembros no derivados de la
carrera magistratual, también de las provincias, lo que dio el inicio a la
decadencia de la institución senatorial y de la “Nobilitas”. Pero luego se regresó
se nuevo a 600 con Augusto.
La convocación del Senado podía ser hecha por el “Dictatore”, su “Magister
Equitum”, los cónsules, los pretores, los tribunos de la plebe, el “Interrex”, el
“Praefectus Urbis”. La presidencia era asumida por el magistrado convocante.
2- LA “PRODITIO INTERREGIS”:
La más importante y antigua entre las atribuciones del Senado fue la “Proditio
Interregis”, que consistía en la designación del “Interrex” en caso de vacancia
de todas las magistraturas “Cum Imperium”.
El Senado, siendo depositario de la soberanía, y siendo el autorizado para
recibir los “Auspicia”, los cuales deberían recibirse por una persona en su
individualidad, se autoconvocaba para elegir entre sus senadores al “Interrex”.
Este, después de cinco (5) días, debía transmitir su dignidad a otro colega,
112
quien después de cinco (5) días debería hacer lo mismo, y así sucesivamente,
hasta el día en que la “Comitia Centuriata” se reunía para elegir los
magistrados “Cum Imperium”.
Inicialmente, esta atribución era solo para los senadores patricios, o sea, en el
Período Arcaico. Durante el siglo III a.C., se transforma en la exigencia que el
“Interrrex” se debía escoger entre los senadores que hubieran desempeñado
una magisgratura, indistintamente fueran de familia patricia o plebeya.
3- LA “AUCTORITAS PATRUM”:
Otra importante atribución del Senado fue la “Auctoritas Patrum”, que se
remonta a la fase de crisis de la “Civitas Quiritaria”.
Al inicio fue una providencia de convalidación, “Ex post”, de las deliberaciones
del “Exercitus Centuriatus”, aún no convertido en
asamblea popular
constitucional deliberante. Así es que, se trataba de un instituto de relieve
constitucional decisivo para la operatividad de estas deliberaciones, “post
suffragium”.
Luego, hacia finales del siglo IV a. C., se solicitaba siempre con función
convalidante, antes del voto de la “Comitia”, es decir, a título de confirmación
de las “rogationes” magistratuales, “ante ínitum suffragium”.
En la fase de apogeo de la “Respublica Nacional Romana”, la “Auctoritas
Patrum”, pasó a ser sólo una formalidad tradicional, solicitada para las
“rogationes” de leyes centuriadas y para las candidaturas delante de la “Comitia
Centuriata”.
4- LAS ATRIBUCIONES CONSULTIVAS DEL SENADO:
El “Senatus Consultum” a solicitud de los magistrados, emitido ya en el Estado
Quiritario, en el nuevo período de la “Respublica Nacional Romana” se
convierte en la actividad más intensa, y prácticamente, la más influyente.
El Senado continuó siendo el órgano ligado a la “Nobilitas” que poco a poco fue
decayendo en el último siglo a. C.
La consulta previa al Senado fue para muchas materias considerada obligatoria
para los magistrados. Pero esta consulta, nunca fue concebida como
vinculante.
Por medio del “Senatus Consultum” preventivo, las iniciativas de los
magistrados se presentaban mejor formuladas, mejor integradas y más
precisas.
El cuadro de las materias de la cual se ocupó el Senado es bien amplio, y bien
variada es la gama de la eficacia, prácticamente, vinculante que se les
reconoce a los varios tipos de Senadoconsultos:
113

EN MATERIA DE ASUNTOS POLÍTICOS EXTRAORDINARIOS:
---------- La opinión del Senado fue indispensable.
 Para la designación del “Dictatore”.
 Para la decisión por parte de los cónsules de llamar a todos los ciudadanos
a las armas: Al “Tumultus”.
 Para la decisión por parte de los cónsules, en graves momentos de
desorden, de suspender la ordinaria actividad jurisdiccional: Al “Iustium”.
 Para las medidas excepcionales de adoptarse en salud pública.

EN MATERIA
INTERNOS:
DE
ASUNTOS
POLÍTICOS
Y
ADMINISTRATIVOS
---------- El Senado tenía que ser consultado.
 Para determinar las provincias de asignar a los magistrados.
 Para los casos de traición de los ciudadanos, de rebelión de los socios y de
los súbditos provinciales.

EN MATERIA DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE GUERRA:
---------- La ingerencia del Senado aseguraba la eficiente y homogénea
Política Romana.
Fue reconocida al Senado una influencia bien grande e importante en todas las
cuestiones relativas, entre otras, a:
 Las relaciones internacionales.
 La firma de tratados.
 Las declaraciones de guerra.
 La conducción general de la guerra.

EN MATERIA DE FINANZAS PÚBLICAS:
---------- La opinión del Senado fue obligatoria.
Era atribución propia del Senado la delicada vigilancia de:
 El Tesoro Público.
 La materia de impuestos ordinarios y extraordinarios, de gastos públicos y
de asignaciones de fondos a los magistrados.
114
C- LAS MAGISTRATURAS REPUBLICANAS:
1- MARCO GENERAL:
El sistema de gobierno de la “Respublica Nacional Romana” se completó con
las Magistraturas, es decir, personas físicas encargadas de tramitar las varias y
específicas funciones de gobierno.
Dentro de las Magistraturas, también entraron a hacer parte los Tribunos de la
Plebe y los “Aediles”.
Estas Magistraturas fueron la prosecución y el desarrollo de las atribuciones y
funciones del “Rex”, en un principio, y luego, de aquéllas oficinas de gobierno,
en gran parte ya constituidas y especificadas durante la crisis de la “Civitas
Quiritaria”. En fin, su estabilización ocurre durante la fase de asentamiento de
la “Respublica Nacional Romana”.
Pero su origen se dio en la necesidad de provisión de los cargos derivados de
la disolución de los poderes militares, civiles, jurisdiccionales y políticos del
“Rex”, que era el “Magister Populi Romani”, de ahí su denominación:
“Magistratus Populi Romani”.
2- CLASIFICACIÓN DE LAS MAGISTRATURAS:
las magistraturas se distinguían en ordinarias y en extraordinarias, de origen
patricio y de origen plebeyo, con imperio y sin imperio, mayores y menores, con
curul y sin curul.
A las magistraturas ordinarias pertenecían el consulado, la censura, la pretura,
la edilidad, el tribunato de la plebe y la cuestura.
A las magistraturas extraordinarias pertenecían la dictadura,
equitum", los "tribuni militum", el "interrrex", el "praefecti urbi".
el "magister
Las magistraturas de origen patricio eran el consulado, la censura, la pretura, la
edilidad curul y la cuestura.
Las magistraturas de origen plebeyo eran el tribunato de la plebe y la edilidad
plebeya.
Las magistraturas con imperio eran el consulado y la pretura.
Las magistraturas sin imperio eran las demás.
Las magistraturas mayores eran el consulado, la pretura y la censura.
Las magistraturas menores eran las demás.
115
Las magistraturas con curul eran el consulado, la pretura, la censura y la
edilidad curul.
Las magistraturas sin curul eran las demás.
3- LOS PODERES MAGISTRATUALES:
Los poderes de los magistrados eran múltiples y variados, pero se resumían
todos en dos (2) conceptos: la “Potestas” y el “Imperium”, derivados ya del
Estado y de la Constitución Quiritaria.
Todos los magistrados poseían la “Potestas”, mientras que el “Imperium”
solamente lo poseían los cónsules, los pretores, el dictador y el “Magister
Equitum”, es decir, las magistraturas conectadas, desde los origenes, a la
funcion de comando del “Exercitus Centuriatus” que asume el “Rex” en la fase
etrusco-sabino-latina, denominada: “Cum Imperium”, o sea, con imperio.
Para la tutela de la libertad de los “Cives Romani” y para evitar la aspiración a
la tiranía de los magistrados, el “Imperium” fue limitado y sensiblemente
reducido al cerco del “Pomerium”. Entonces, los magistrados no podían
ejercitar el “Imperium Militae” en la “Urbs”, en la ciudad.
LA “POTESTAS” CONFERÍA:
 El “Ius Edicendi”:
Facultad de publicar en el Foro los “Edicta”.
 El “Ius Agendi cum Populo” o el “Ius Agendi cum plebe”:
Facultad de convocar la “Comitia Centuriata”, o la “Comitia Tributa”, o la
“Concilia Plebis Tributa”.
 El “Ius Agendi cum Patribus”:
Facultad de convocar al Senado.
 El “Ius Mulctae Dictionis”:
Facultad de imponer multas.
 El “Ius Pignoris Capio”:
Facultad de tomar bienes a título de garantía.
Las dos últimas facultades se expresaban como medios de constreñir
indirectamente a los ciudadanos desobedientes.
EL “IMPERIUM” CONFERÍA:
116
 El “Imperium Militae”:
El comando del “Exercitus Centuriatus”.
 La “Coercitio”:
Facultad de someter a constreñimiento material y directamente a los
ciudadanos desobedientes.
 Las “Restitutiones” y los “Interdicta”:
Facultad de tutelar los intereses privados mediante providencias discrecionales.
 La disponibilidad de una escolta de “Lictores”.
4- EL CONSULATUS”:
A- MARCO GENERAL:
El Consulado fue una magistratura suprema, ordinaria, de origen patricio,
“Cum Imperium”, mayor, con curul, cuyo privilegio fue la “Sella Curulis” y la
“Toga Praetexta”, colegial y dúplice, es decir, compuesta por dos (2) cónsules
elegidos por la “Comitia Centuriata”.
Los dos cónsules eran magistrados epónimos ya que daban su nombre al año
de sus funciones, así consta en los "fasti consolari", o sea, en la lista de
nombre de los magistrados epónimos.
Contenía la suprema “Potestas” y el gran “Imperium” de la “Respublica”
Cada cónsul tenia una escolta de doce (12) “Lictores”.
La "sella curulis" viene de "currus" que significa carro, o sea, la silla taraceada
de marfil, plegable, sin espaldar ni apoyabrazos, que era el signo distintivo de
la jurisdicción.
B- ATRIBUCIONES DE LOS CÓNSULES:
Eran los destinados a tomar los “Auspicia Maiora”, al inicio de cada día
operativo. Los “Auspicia Maiora”, prevalecían sobre otros obtenidos por los
otros magistrados. Aquí surgió la distinción de magistrados mayores “Maiores”,
o sea, los cónsules, los pretores, los censores y el dictador, y los magistrados
menores, “Minoris”, todos los demás.
Como titulares del “Imperium” los cónsules tenian las siguientes atribuciones:
 La alta dirección de la política interna, denominada: “Imperium Domi”
117
 El alto comando del “Exercitus Romanus”, llamado: “Imperium Militae”.
 El derecho a nombrar los oficiales de las legiones, los “Tribuni Militum”, y el
“Praefectus Urbi”
 La titularidad oficial del ejercicio de la “Iurisdictio”, “Dicere Ius”,
atribución que con el tiempo pasó a los pretores.
 El “Ius Intercessionis”, facultad de cada uno de los cónsules de bloquear
las decisiones tomadas por el otro.
En el ejercicio del “IMPERIUM DOMI”:

Los cónsules, aunque no renunciando a la facultad de “Intercessio”, se
repartieron el trabajo, esto inicialmente, pero luego al crearse un tipo de
ministerio único bajo sus órdenes, empezaron a actuar los dos formalmente
de acuerdo, salvo, el poder de la recíproca “Intercessio”. De ahí el uso de
proponer juntos las leyes a los “Comitia” y que las leyes resultaran
cualificadas con el nombre de los dos.
Para el ejercicio del “IMPERIUM MILITAE”:

Fue necesario dividirse las respectivas zonas de acción militar, es decir, las
provincias. En la administración de la propia provincia militar, cada cónsul
se sustraía de la “Intercessio” de otro.
5- LA “PRAETURA”:
A- MARCO GENERAL:
La Pretura fue una magistratura ordinaria, de origen patricio, “Cum Imperium”,
mayor, con curul, cuyo privilegio fue la “Sella Curulis” y la “Toga Praetexta”,
elegible por la “Comitia Centuriata”.
De un solo pretor inicial, con el tiempo, se pasa hasta el número de 16
“Praetores”.
Instituida en el año 367 a. C., con las “Leges Liciniae Sextiae”, que la
reservaron sólo a los patricios, con el nombre de: “Praetor Minor”.
Al inicio no fue una magistratura autónoma, se trataba de un complemento de
la magistratura de los cónsules, el “Praetor Minor” estaba encargado
esencialmente de remplazarlos en caso de ausencia y de ayudarlos en el
ejercicio de la actividad de “Iurisdictio” en las “Lites” entre “Cives Romani”.
Más tarde, se vuelve accesible a los plebeyos y asume una fisonomía siempre
más propia. Pero la sistemación definitiva de este instituto se dio en el año 242
a. C., con la creación de un segundo pretor, el denominado: “Praetor
Peregrinus”, entonces, tomando el primero el nombre de: “Praetor Urbanus”.
118
Cada uno de los cónsules gozaba de una escolta de dos (2) “Lictores” en la
ciudad y de seis (6) “Lictores”, fuera de ella.
B- ATRIBUCIONES DE LOS PRETORES:
LAS ATRIBUCIONES ORDINARIAS: Específicamente se concretaban en:

FUNCIONES JURISDICCIONALES:
 La “Iurisdictio Inter Cives Romani”:
La administración de justicia entre los Ciudadanos Romanos era función propia
del: “Praetor Urbanus”.
 La “Iurisdictio Inter Cives et Peregrinus et Inter Peregrinus in Urbe
Roma”:
La administración de justicia entre Ciudadanos Romanos y Peregrinos y entre
los mismos Peregrinos en la ciudad de Roma era función propia del: “Praetor
Peregrinus”.
 La dirección de las “Quaestiones Perpetuae”:
Para la represión de los crimenes, función que estaba determinada a
especiales pretores.

FUNCIONES MILITARES:
 La administración de ciertas provincias territoriales, consideradas por su
situación geográfica como sitios estratégicos; así el caso de Sicilia y de
Cerdeña.
LAS ATRIBUCIONES EXTRAORDINARIAS:

Los pretores podían dirigir cuestiones extraordinarias en Roma y en otras
regiones de Italia:
 Sustituír los cónsules en la ciudad.
 Representar a los cónsules en las regiones y en las provincias.
 Comandar un ejército o una flota militar.
6- LA “CENSURA”:
119
A- MARCO GENERAL:
La Censura fue una magistratura ordinaria, de origen patricio, “Sine Imperium”,
mayor, con curul, compuesta por dos (2) censores, elegidos por la “Comitia
Centuriata” entre los senadores consulares.
La "Lex Aemilia" del año 434 a. C. limitó a dieciocho (18) meses la duración en
el desempeño del cargo de censor.
Esta ley hace recordar el episodio que sucedió en el año 310 a. C. con la
censura de Appio Claudio Cieco,considerado una de los juristas más famosos
de su tiempo, quien, no obstante la existencia de la Ley Emilia, afirmaba que
mantendría su cargo por un quinquenio, es decir, por el entero período que
corría de un censo a otro y entre una censura a la otra. Para él la Ley Emilia se
refería a los censores del año en el cual había sido emananada, mientras que
su nominación constituía una nueva deliberación popular. Para el tribuno de la
plebe Publio Sempronio, otro de los juristas más famosos de su tiempo, este
razonamiento era inaceptable, pues la última deliberación popular era en
realidad la Ley Emilia, observada por todos los censores desde siempre hasta
el mismo momento, inclusive por Gaio Plauzio, el colega de Appio, quien si
había despuesto la magistratura. (Liv. 9, 33, 8 - 9; 9, 33, 4 - 7; 9, 34, 6 - 11.).
A partir de la “Lex Publilia Philonis de Censore Plebeo creando” del año 339 a.
C., al menos uno de los dos censores tenía que ser plebeyo.
Con el tiempo aumentó siempre aún más su importancia y asumió entre las
magistraturas ordinarias una categoría superior al ser la poseedora de la
“Potestas Censoria” que investía a los censores de una dignidad elevada, la
llamada: “Sanctissimus magistratus” concediendo la posición “sui generis”
desarrollada en el siguiente sentido:
 No estaba sujeta a ninguna “Vis Maioris Potestatis”.
 No podía ser sometida al “Ius Intercessionis”, ni por parte de los
magistrados con imperio, ni por parte de los tribunos de la plebe.
B- ATRIBUCIONES DE LOS CENSORES:
 El censo de la población.
Se llevaba a cabo cada cinco (5) años.
 La “Lectio Senatus”.
El “Plebuscitum Ovinium” del año 318 a. C., que se convirtió en la famosa “Lex
Ovinia” del año 312 a. C., transfirió a los censores la delicada función de
escoger a los miembros del Senado.
120
 La vigilancia de las costumbres:
Los censores en los años del lustro, tenían la delicada atribución de vigilar y
examinar la vida pública y privada de todos los ciudadanos romanos y de
aclarar las eventuales actividades inmorales y desconvenientes, por ejemplo, el
excesivo lujo, el despilfarro, la pereza, el mal comportamiento, la mala
administración del patrimonio, etc.
 Competencias financieras:
Respecto a las atribuciones financieras consistieron principalmente en:
 La decisión de poner en subasta bienes públicos.
 La adjudicación de construcciones y reparaciones de obras públicas.
 La asignación de terrenos públicos bajo ciertas condiciones de canón.
7- EL “TRIBUNATUS PLEBIS”:
A- MARCO GENERAL:
El Tribunado de la Plebe fue una magistratura ordinaria, de origen plebeyo.
Se duda sobre la fecha de su institución, sin embargo, se fija en el 494-3 a. C.,
conectándola con la primera secesión plebeya;
pero fue reconocida
oficialmente como tal en el siglo I a. C. con Sila.
Los Tribunos de la Plebe estaban reunidos en el Colegio Tribunicio, que era
anualmente elegido por la “Concilia Plebis Tributa”, compuesto por un número
definitivo de diez (10) miembros, que podían bloquear con el veto todo acto
magistratual y, que tenían el carácter de “Sacrosanctitas”, es decir, de
inviolables en el ejercicio de sus funciones, esto gracias a las “Leges Sacratae”
que establecieron que los representantes de la plebe estuvieran bajo la
protección de las divinidades plebeyas, Cerere, Libero y Libera y que quien
sacrílegamente levantara mano en contra de ellos, fuera asesinado en señal de
expiación. La “Lex Valeria Horatia” del año 449 a. C., confirmó este carácter
sacrosanto de los funcionarios plebeyos y lo rindió obligatorio para todos,
incluyendo los patricios.
B- ATRIBUCIONES DE LOS TRIBUNOS DE LA PLEBE:
Las atribuciones de los “Tribunis Plebis” todas se encuadran en la siguiente
función primordial:

La exclusiva protección de los intereses de la plebe.
Con el pasar del tiempo y con la aplicación definitiva y totalmente de la
“Respublica” se conviritió en: La protección de los intereses de todo el
pueblo romano.
121

Las principales atribuciones de los Tribunos de la Plebe fueron:
 El “Ius Agendi cum Plebe”:
El poder exclusivo de convocar y presidir la “Concilia Plebis Tributa”.
 El “Ius Coercitionis”:
La facultad de ejercitar la “Coercitio” contra los ciudadanos, consistente en:
 El poder de irrogar multas, “Mulctae”, por mal comportamiento cívico.
 La facultad de arrestar los desobedientes.
 El poder de entregar a los magistrados “Cum Imperium” los autores de
crímenes punibles con pena capital.
 La sustitución de los viejos “Duoviri Perduellionis” en la investigación
sumaria de la “Perduellio”.
 El “Ius Intercessionis”:
El poder exclusivo de paralizar la actividad de otro magistrado ordinario,
excepto la de los censores, mediante el veto, “”Vetitum”, (“Ius
Intercedendi”), para la protección de intereses violados a un ciudadano, como
por ejemplo, el cobro de un impuesto que no se debe o de un arbitrario acto de
“Imperium”.
 La “Par Potestas”:
Era la facultad que tenía el tribuno de la plebe que estaba discorde con la
opinión, la posición o la actividad del compañero, pudiendo, entonces, paralizar
a su vez, a través de la “Intercessio” las iniciativas de su colega.
8- LA “AEDILITAS”:
A- MARCO GENERAL:
La Edilidad fue una magistratura ordinaria, compuesta de dos (2) magistraturas
de origen bien distinto:
 “AEDILiTAS” CURUL:
Magistratura ordinaria, de origen patricio, “Sine Imperium”, menor, con curul.
122
 “AEDILITAS” PLEBEYA:
Magistratura ordinaria, de origen plebeyo, que incursionó en la vida pública, a
través de la lucha patricio - plebeya.
En el Período Arcaico, los “Aediles” eran un cargo de la organización
revolucionaria de la plebe, que tenían funciones de administración del tesoro
plebeyo y de auxilio a la plebe y a sus representates los “Tribuni Plebis”.
Con el advenimiento de la “Respublica”, los patricios condicionaron el
reconocimiento de la “Aedilitas” como magistratura constitucional romana, si se
reservaban dos (2) de los cuatro (4) puestos, a patricios con el rango de
magistrados curules.
Sucesivamente, ya con el asentamiento definitivo de la “Respublica”, los
privilegios patricios caen, no obstante, la distinción entre estas dos
magistraturas continúa, pero sólo de manera formal:
---------- DOS (2) “AEDILES CURULES”:
Elegidos por la “Comitia Centuriata”, después por la “Comitia Tributa”.
---------- DOS (2) “AEDILES PLEBIS”:
Elegidos por la “Concilia Plebis Tributa”.
Al pasar el tiempo, con la caída de los privilegios patricios y la consecuencia de
la igualdad entre patricios y plebeyos, las atribuciones de los “Aediles” se
fueron identificando poco a poco hasta llegar a ser prácticamente las mismas.
B- ATRIBUCIONES DE LOS EDILES:

La “Cura Urbis”:
La administración de la policia en el territorio ciudadano, ejercitada por cada
uno de los ediles en una de las cuatro (4) regiones o “Tribus Urbanae”.
Implicaba:
 La vigilancia de la vida pública, sobre las vías públicas, los edificios
públicos, las obras públicas, etc.
 La dirección de los servicios anti-incendios.
 El mantenimiento de la buena conducta de los ciudadanos.
123

La “Cura Annonae”:
La disciplina de las provisiones, de los precios y de los mercados públicos.
Ejercían una limitada “Iurisdictio” para particulares controvesias en los
mercados públicos.

La “Cura Ludorum”:
La organización y la policia de los juegos públicos.
Es importante anotar que, las funciones de policia, de vigilancia, de disciplina y
de limitada jurisdicción que ejercían los “Aediles”, los autorizaban para imponer
a los contraventores multas, “Mulctae”.
9- LA “QUAESTURA”:
A- MARCO GENERAL:
La Cuestura fue una magistratura ordinaria, de origen patricio, “Sine Imperium”,
menor, sin curul, elegible por la “Comitia Tributa”.
Oscuros son sus orígenes. Es problable que los “Quaestores” republicanos no
hayan tenido nada que ver con los “Quaestores Parricidii” del Período Arcaico,
sino, más bien, que se hayan derivado del uso de los cónsules de proponer
personas de su entera confianza para la vigilancia y la administración del
“Aerarium”.
En el siglo III a. C., pasaron a ser considerados magistrados ordinarios y a ser
elegidos por la “Comitia Tributa”, primero en número de cuatro (4) hasta llegar
a cuarenta (40).
La “Quaestura” tuvo por insignias la “Sella non curulis” y una bolsa
portadinero, signos de “Honorum”.
B- ATRIBUCIONES DE LOS CUESTORES:
Las atribuciones de los “Quaestores” se determinaban anualmente por el
Senado en tantas “Provinciae Quaestoriae”, repartidas entre los elegidos por
sorteo.
 Dos (2) “Quaestores Urbani”:
Estaban permanentemente en Roma para custodiar:
124
-
El “Aerarium”, que incluía el texto oficial de las “Leges” y de los
“Senatusconsultum”.
-
Las insignias del ejército.
 El “Quaestor Ostiensis”:
Vigilaba en el Puerto de Ostia el descargo de las mercancías dirigidas a Roma.
 Los “Quaestores Aquarii”:
Eran los encargados de vigilar el servicio de los acueductos.
 Los “Quaestores Militares”:
Acompañaban a los comandantes de ejército en la administración de las
Legiones.
 Los “Quaestores Provinciales”:
Ejercían la función de auxiliares de los gobernadores en las provincias.
10-
EL “VIGINTIVIRATUS”:
A- MARCO GENERAL:
El Vigintivirato fue una magistratura ordinaria, subalterna.
Resulta de la unión de dos palabras: “Viginti”: veinte, y “Viri”: hombre, es
decir, dignidad y cargo de Vigintiviro.
Era un conjunto de cinco (5) colegios magistratuales, con un total de veintiseis
(26) miembros, por eso también llamado: “Vigintiseviratus”, originariamente
nombrados por los magistrados “Cum Imperium”, y luego, elegidos por la
“Comitia Tributa”.
B- ATRIBUCIONES DE LOS VIGINTIVIROS:
Tuvieron funciones de cooperación con las magistraturas superiores, con
poderes afines e integrativos a aquéllos de las magistraturas interesadas,
especialmente en:
 El ejercicio de la represión criminal.
 La administración financiera.
125
 La administración ciudadana.
 La “Iurisdictio”.
Los colegios vigintivirales estaban organizados de la siguiente manera:
 Los “Tresviri capitales”:
Ejercían la cooperación en las funciones de policia, de vigilancia y de represión
criminal.
 Los “Tresviri Monetales”:
Prestaban auxilio en la vigilancia de la acuñación de las monedas de plata y de
oro.
 Los “Quattuorviri viis in urbe purgandis” y los “Duoviri viis urbem
purgandis”:
Le colaboraban a los “Aediles” en la limpieza urbana y en el servicio antiincendios.
 Los “Quattuorviri Praefecti”:
Estaban encargados de girar permanentemente por los diferentes lugares con
el fin de ejercitar la “Iurisdictio”, en ayuda de los “Praetores”.
 Los “Decemviri Iudices”:
Ejercían la presidencia del Tribunal de los “Centumviralia Iudicia” que tenia la
competencia para cuestiones de herencia y para contestaciones sobre el
estado de libertad.
11-
MAGISTRATURAS EXTRAORDINARIAS:
Fueron instituidas cada vez que se presentara la necesidad para proveer a la
teminación de funciones, las cuales no podían ser ejercidas por magistrados
ordinarios.
Las magistraturas extraordinarias fueron:
A- EL “DICTATOR”:
Fue la más importante magistratura extraordinaria. Ya había sido instituida en
el Périodo Arcaico.
126
Nombrado por uno de los cónsules, sin posibilidad de la “Intercessio” por parte
del otro cónsul, previa y conforme decisión del Senado, entre los “Cives Optimo
Iure”, preferiblemente entre los Senadores Consulares.
Su nominación se confería una “Potestas” suprema, par a aquélla de los
cónsules,, pero sin el “Ius Intercessionis”. Además, se le atribuía el “Summum
Imperium”, con una escolta de 24 “Lictores”.
Como era una magistratura “Cum Imperium” necesitaba la investidura de la
“Lex Curiata Imperium”.
El Dictador, nombraba a su vez su ayudante, hombre de confianza subordinado
a él, el “Magister Equitum”.
El cargo no podía desempeñarse por más de seis (6) meses.
Durante la dictadura, las magistraturas ordinarias permanecían en vida, pero su
funcionamiento estaba subordinado a las órdenes que daba el Dictador y,
también, a los “Auspicia” recibidos por éste, que asumía el rango de autócrata
temporal.
Las atribuciones del Dictador variaban según las funciones que le fueran
específicamente asignadas.
El “Dictator optima lege creatus ultimum auxilium”:
Era el Dictador nombrado en caso de guerra o de sedición interna.
B- EL “MAGISTER EQUITUM”:
Nombrado por el Dictador, como hombre de confianza. Era el comendante de
la caballería.
C- LOS "TRIBUNI MILITUM":
C- EL “INTERREX”:
D- EL “PRAEFECTUS URBI”:
Nombrado por uno de los cónsules, preferiblemente entre los senadores
consulares, con el fin de proveer, en su ausencia, la “Custodia Urbis” y
además, a la presidencia del Senado.
Tanbién, podía ser delegado a otras funciones previamente determinadas y
delimitadas.
12- CLASIFICACIÓN DE LAS MAGISTRATURAS:
127
Según lo que ya hemos visto, las magistraturas se pueden clasificar de la
siguiente manera:

MAGISTRATURAS ORDINARIAS O EXTRAORDINARIAS:

Magistraturas Ordinarias:
Son las designadas anualmente y en forma ordinaria para cumplir las funciones
necesarias para la ordenada vida de Roma, estas fueron:
-
El Consulado.
La Pretura.
La Censura.
El Tribunado de la Plebe.
La Edilidad.
La Cuestura.
El Vigintivirado.

Magistraturas Extraordinarias:
Son las designadas en momentos especiales de necesidad, estas fueron:
-
El Dictador.
El “Magister Equitum”.
El “Interrex”.
El “Praefectus Urbi”.

MAGISTRATURAS DE ORIGEN PATRICIO O DE ORIGEN PLEBEYO:

Magistraturas de origen patricio:
Fueron las creadas directamente por los patricios:
-
El Consulado.
La Pretura.
La Censura.
La Edilidad “Curulis”.
La Cuestura.
Las Magistraturas Extraordinarias.

Magistraturas de origen plebeyo:
Fueron aquéllas que nacieron dentro de la organización plebeya:
-
El Tribunado de la Plebe.
La Edilidad plebeya.
128

MAGISTRATURAS “CUM IMPERIUM” O “SINE IMPERIUM”:

Magistraturas “Cum Imperium”:
Fueron aquéllas magistraturas que poseían la “Potestas” y el “Imperium”:
-
El Consulado.
La Pretura.
El Dictador.

Magistraturas “Sine Imperium”:
Fueron aquéllas magistraturas que poseían sólo la “Potestas”:
-
La Censura.
EL Tribunado de la Plebe.
La Edilidad.
La Cuestura.
El Vingitiviratus.
Las magistraturas extraordinarias excepto el “Dictador”.

MAGISTRATURAS MAYORES O MENORES:

Magistraturas Mayores:
Eran las magistraturas que tenían jerarquía para traer los “Auspicia”:
-
El Consulado.
La Pretura.
La Censura.
El Dictador.

Magistraturas Menores:
Eran las magistraturas que no tenían jerarquía para traer los “Auspicia”:
-
El Tribunado de la Plebe.
La Edilidad.
La Cuestura.
El Vingitiviratus.
Las magistraturas extraordinarias, excepto el Dictador.

MAGISTRATURAS CON CURUL O SIN CURUL:

Magistraturas con Curul:
Son aquéllas magistraturas que tienen el privilegio de la “Sella Curulis”:
-
El Consulado.
129
-
La Pretura.
La Censura.
La Edilidad Curul.
El Dictador.

Magistraturas sin curul:
Aquéllas que no tenían el privilegio de la “Sella Curulis”:
-
El Tribunado de la Plebe.
La Edilidad Plebeya.
La Cuestura.
El Vigintiviratus.
Las magistraturas extraordinarias excepto el Dictador.

MAGISTRATURAS ELEGIDAS POR LA “COMITIA CENTURIATA” O
POR LA “COMITIA TRIBUTA”
O
POR LA “CONCILIA PLEBIS
TRIBUTA”:

Magistraturas elegidas por la “Comitia Centuriata”:
-
El Consulado.
La Pretura.
La Censura.
El Dictador.

Magistraturas elegidas por la “Comitia Tributa”:
-
La Edilidad Curul.
La Cuestura.
El Vigintiviratus.

Magistraturas elegidas por la “Concilia Plebis Tributa”:
-
El Tribunado de la Plebe.
La Edilidad Plebeya.
13- LAS “PRO-MAGISTRATURAS”:
Estaban integradas por sujetos encargados del desarrollo y la terminación de
funciones análogas a aquéllas magistraturas ordinarias.
Las funciones pro-magistratuales eran conferidas en modo “Extra ordinem” a
magistrados, cuyo cargo había ya terminado, y también, a otros privados
ciudadanos, par asegurar la eficiente continuación de una acción política o
militar.
-
En lugar de los cónsules: “Pro-consule”.
-
En lugar de los pretores: “Pro-praetor”.
130
A este sistema se hizo recurso en los últimos decenios del siglo III a. C., por
“necessitatis causa”, sobre todo por:

Razones de guerra o a fines extrechamente conectados.

Para la administración de ciertas provincias.
Magistrados que habían terminado en su cargo, pero excepcionalmente, se les
concedió proseguir determinadas guerras o administraciones provinciales, a
través de la “Prorrogatio Imperi” de los consules o de los pretores, la cual era
decidida, al inicio, por un “Plebiscitum es Senatus Consulto”, es decir, con
una deliberación del Senado seguida del agrado de la Plebe; luego, sólo se
necesitaba el “Senatus Consultum”.
Los cónsules o pretores salientes obtenían en tal modo la prórroga por un año
del “Imperium Militae” para ocuparse del gobierno de las varias provincias o
para hacerse cargo de una guerra o llegar a su terminación, con el título de
“Proconsules” o de “Propraetores”.
14- LAS OFICINAS SUBALTERNAS:
Existían oficiales subalternos de la organización gubernamental romana y éstos
fueron: los “APPARITORES”, nombrados por los magistrados entre los
ciudadanos romanos y retribuídos por el Estado.
Cada magistrado tenía derecho a nombrar a los nuevos “Apparitores”, pero la
tradición normal fue la de confirmar aquéllos que ya estaban en función, así es
que se crearon las “DECURIAE”.
Los “Apparitores” se distinguían en diferentes categorías:

Los “Scribae”: Escribanos.

Los “Lictores”.

Los “Viatores”: Mensajeros.

Los “Praecones”: Pregoneros.

El “Carnifex”: Esclavo público encargado de las ejecuciones capitales.
Los magistrados “Cum Imperium”, tenían una organización: “Accensus”.
Los Censores disponían de los “Nomenclatores censorii”.
Terminaban el cuadro los “Servi Publici Populi Romani”, esclavos públicos
no Romanos, que se distinguían por su buena cultura y preparación técnica.
131
15- LOS AUXILIARES DE GOBIERNO:
Fueron principalmente, como ya en el Período Arcaico, los “SACERDOTES
PUBLICI POPULI ROMANI”, que se ocupaban de la celebración de los cultos
del Estado y de la dirección y organización de las fiestas religiosas del pueblo
romano.
Aunque no eran funcionarios del gobierno, tenían en el Estado Romano una
posición privilegiada en consideración de la importancia de los “Sacra” y de los
“Auspicia” para la vida pública romana.
Estaban excluidos del servicio militar y del pago de impuestos.
Se vestían con la “Toga Praetexta”.
Disponían de bienes y de fondos públicos, de esclavos públicos (“Servi
Publici”), y de subalternos retribuídos por el Estado, como los “Lictores”.
Administraban la “Res Sacrae”, es decir, los templos, los predios y objetos
destinados al culto de los dioses, etc.
Los cargos sacerdotales eran vitalicios.
“Cooptatio”.
Se utilizaba el método de la
Los sacerdotes constituian los varios colegios con atribuciones diferentes.
Entonces, en éste Período, continuaron los actuando en la vida romana los
diferentes Colegios Sacerdotales.
132
DERECHO
“RESPUBLICA NACIONAL
ROMANA”.
1-
EL ORDENAMIENTO
NACIONAL ROMANA”:
DE
LA
“RESPUBLICA
El ordenamiento de la “Respublica Nacional Romana”,
de la “Libera
Respublica” de los siglos IV – I a. C., fue la continuación esencialmente
coherente del ordenamiento de la “Civitas Quiritaria”.
Pero es obvio que, respecto al ordenamiento arcaico, el ordenamiento de la
“Respublica Nacional Romana” se manifestó inconmesurablemente más rico y
articulado, en dependencia de las nuevas y siempre más complejas situaciones
que se fueron perfilando en los tres siglos y medio de este Período Pre-clásico,
en el campo político, económico y social.
2-
CARACTERÍSTICAS DEL ORDENAMIENTO DE LA
“RESPUBLICA NACIONAL ROMANA”:
Las carácteristicas preeminentes del ordenamiento estatal Romano- Nacional,
son las siguientes:
 El Exclusivismo romano-nacional.
 La Laicización del ordenamiento.
La primitiva religiosidad del ordenamiento, indudablemente se atenuó, pero no
obstante, permanecieron en vida relievantes rastros y consecuencias.
 La pluralidad y la variedad de los sistemas normativos.
Esto se explica como derivante, en concreto, de la necesidad en la cual se
encontró Roma con las nuevas y cada vez más exigencias de su vida social.
133
A-
EL ORDENAMIENTO
ASENTAMIENTO DE
ROMANA:
ESTATAL EN LA
LA “RESPUBLICA
FASE DE
NACIONAL
En el tramo de tiempo que va aproximadamente del 367 al 283 a. C., en
correlación con el asentamiento de la “Respublica Nacional Romana” en sus
estructuras fundamentales, se da la transformación prácticamente completa del
ordenamiento ciudadano, del ordenamiento centralizado por los patricios, en un
ordenamiento estatal común tanto a los patricios como a los plebeyos, en
consecuencia, considerados también éstos como “Cives Romani”.
Nucleo esencial del ordenamiento se convierte en esta primera fase histórica,
el “Ius Civile Romanorum”, un conjunto de principios de comportamiento
igual para todos los Romanos y sólo para los Ciudadanos Romanos, que fue el
resultado de la confluencia del “Ius Quiritium”, del “Ius Legitimum Vetus” y de
la “Interpretatio” de los pontífices.
El "Ius Civile" que traduce literalmente Derecho Civil indica: el ordenamiento
jurídico de la ciudad. Se forma en una época remota. Los Libros de los
Pontífices y la Ley de las Doce Tablas nos conducen a su fase más arcaica.
Eran los sacerdotes (juristas) los que desarrollaban la obra de la "Iuris
interpretatio" antes de la legislación decenviral.
Pero el “Ius Civile Vetus” no ocupó integralmente el área del ordenamiento de
la “Respublica”, porque se limitó a recoger el sector de las relaciones entre las
familias.
El “Ius Civile” lo llamaremos “Ius Civile Vetus” para diferenciarlo del “Ius
Civile Novum”.
Por fuera del “Ius Civile”, el sector puramente religioso fue de competencia del
“Ius Sacrum”, prerrogativa exclusiva de la “Interpretatio Pontificum” y de unión
extrecha con el “Ius Quiritium”.
El sector constitucional del ordenamiento estatal, es decir, el atinente a la
constitución y a la administración de la “Respublica”, fue objeto de un
reglamento de otra naturaleza, constituido en parte por los institutos
tradicionales de la constitución romana y en parte por las normas modificativas
o innovativas de las “Leges Publicae Populi Romani”, es decir, de las
providencias votadas, primero, por la “Comitia Centuriata”, después, por la
“Comitia Tributa” y la “Concilia Plebis Tributa”. Estas “Leges Publicae” se
encaminaron a ser consideradas como expresión de una nueva especie de
“Ius” subsidiario del “Ius Civile”, el denominado: “Ius Publicum”, derecho
fundamentado sobre las “Leges Publicae”.
B-
EL ORDENAMIENTO ESTATAL EN LA FASE DE APOGEO
DE LA “RESPUBLICA NACIONAL ROMANA”:
134
En el curso de esta fase (283 – 146 a. C.), el primer fenómeno que tomó
consistencia fue aquel de un alejamiento siempre más neto del “Ius Civile
Romanorum” del “Ius Sacrum”.
Al puesto de la jurisprudencia pontifical se fue afirmando en la obra de la
“Interpretatio” del “Ius Civile”, una jurisprudencia esencialmente laica, extraida
de la clase de la “Nobilitas”, la cual se convierte progresivamente en el centro
de propulsión de toda la vida jurídica romana, el pensar jurídico.
El ordenamiento constitucional, permanece constituido en parte por los
institutos tradicionales y en parte por las normas de las “Leges Publicae”,
particularmente numerosas en materia electoral, judicial y criminal. Así es que,
el concepto de “Ius Publicum”, originariamente limitado a las normas
integrativas del “Ius Civile”, se extendió a todas las “Leges Publicae”.
La carácteristica más notable de esta fase, se constituyó en la solución que los
romanos dieron a un doble problema:
 El reglamento de nuevos tipos de relaciones, especialmente de carácter
comercial, ignorados por las antiguas “Mores”.
 La admisión de la tutela jurídica, relativamente a aquéllas relaciones de los
peregrinos con los “Cives”.
La solución se encontró y se dio a través de la creación de un instituto: el
“Praetor Peregrinus”, a quien se le dio el poder de acordar la tutela jurídica
romana a aquellas relaciones comerciales entre romanos y extranjeros, que
aunque extraños al “Ius Civile Vetus” y al “Ius Publicum”, no estuvieran en
contraste insanable con los principios fundamentales del ordenamiento jurídico
romano. De tal modo que, a traves de la praxis del tribunal peregrino se fue
formando y consolidando un conjunto de nuevas instituciones privadas del
carácter de exclusivismo romano-nacional, las cuales constituyeron un nuevo
sistema jurídico que tomó el nombre de: “Ius Civile Novum”.
C- EL ORDENAMIENTO ESTATAL EN LA FASE DE
CRISIS
DE
LA
“RESPUBLICA
NACIONAL
ROMANA”:
En esta fase (146 – 27 a. C.), al profundo tormento de las estructuras estatales,
determinado por las luchas y por los desordenes que caracterizaron esta
época, corresponde, en el campo propiamente jurídico, una siempre más
acentuada y evidente inadecuación de las viejas fuentes y de los viejos
sistemas de frente a las urgentes exigencias de nuevos reglamentos
manifestados por la vida social romana.
A estas nuevas exigencias, hubiera tenido que haber proveído en todo y para
todo el “Ius Publicum” a través de sus “Leges”. En efecto, la legislación romana
se intensificó notablemente durante esta fase. Por otra parte, sea por los
fuertes desacuerdos que blocaban al Senado, sea por la dificultad de convocar
135
seguido a los comicios y de llevarlos rápidamente a decisiones de múltiples
problemas, sucede que, al lado práctico, el “Ius Publicum”, mientras hizo frente
eficazmente a las instancias más urgentes de reforma del ordenamiento estatal
y sobre todo, de reglamento y potenciamiento de la represión criminal, no logró
proveer con la debida capilaridad y urgencia la necesaria renovación del
anticuado “Ius Civile”, que la evolucionada colectividad romana cada vez más
comprendía menos, porque ya muy dificilmente se aplicaba a las
transformaciones y a los cambios de las condiciones sociales.
Al reglamento de las relaciones civilisticas, según nuevos y más modernos
criterior, se encargaron los magistrados “Ius Dicere” y particularmente el
“Praetor Urbanus”, naturalmente, através los poderes de comando que
constituian en sustancia su “Iurisdictio” y no mediante la emanación de normas,
que no tenían el poder de hacerlo
Los magistrados “Ius Dicere” actualizaron el “Ius Civile Vetus y acomodaron el
“Ius Civile Novum” para reponder a las nuevas exigencias sociales.
De estos primeros pasos se desarrolló con el tiempo toda una praxis
jurisdiccional, que ausmió progresivamente el rango de un nuevo sistema
jurídico, al cual, más tarde, precisamente en el Período Clásico, se le dio el
nombre de: “Ius Honorarium”, que incluye el tan famoso “Ius Praetorium”.
3-
EL DERECHO ROMANO PRE-CLÁSICO:
Es la expresión de un proceso histórico unitario, bien distinto del Derecho
Arcaico y del Derecho Clásico, con connotaciones de laicización progresiva,
con tendencia decidida a acrescentar su esfera de influencia y de desarrollo de
sus institutos.
Mientras en el período sucesivo, el Período Clásico de la “Respublica Universal
Romana”, se verificó en el cuadro de una vida social y política fuertemente
constituida por el régimen del principado, un proceso de sistemación y de
simplificación orgánica de los varios institutos jurídicos romanos.
En el Período Pre-clásico se dio una tumultuariedad en la vida jurídica. No sólo
faltó la organicidad clásica del ordenamiento, si no que también faltó una clara
visión del diverso valor de la producción, de la interpretación y de la aplicación
del derecho.
Al lado de los institutos jurídicos, creados en los modos propios de la
producción jurídica, otros se determinaron a través de la praxis de los
tribunales, otros, todavía, se perfilaron mediante la actividad sólo formal
interpretativa y creativa de la jurisprudencia.
Así es que el Derecho Romano Pre-Clásico estuvo integrado por:

El “Ius Civile Vetus”.

El “Ius Publicum”.
136

El “Ius Civile Novum”.

El “Ius Honorarium”.

La “Iurisprudentia”.
La estación del Derecho Romano Pre-Clásico fue la época en la cual el
Derecho Romano adquirió los trazos esenciales, de lo que sería por siglos su
estructura maestra, aquélla misma que Justiniano I nos transmitió en su gran
compilación del siglo VI d. C.
4-
EL “IUS CIVILE VETUS”:
A- MARCO GENERAL:
Se llamó así para diferenciarlo del “Ius Civile Novum”, de formación sucesiva.
Fue el “Ius Civile Romanorum” por antonomasia, y constituyó el sistema
normativo fundamental, el cimiento del todo el ordenamiento jurídico preclásico, es decir, el sistema respecto al cual todos los otros sistemas jurídicos
pre-clásicos sucesivos, como el “Ius Publicum”, el “Ius Civile Novum”, el “Ius
Honorarium”, fueron considerados complementarios y subsidiarios.
Las raices del “Ius Civile Vetus” se encuentran en el derecho de la edad
arcaica, de la cual el “Ius Civile Romanorum”, es decir, el “Ius” de todo el
“Populus Romanus”, fue el resultado unitario y la continuación histórica.
Este nuevo y más preciso sistema, se perfeccionó a través de la laicización
con la “Interpretatio Prudentium” que terminó con la “Interpretatio
Pontificum”, es decir, con el monopolio que tenían los pontífices de la
interpretación del derecho, “Interpretatio Iuris”.
La leyenda cuenta que en el año 304 a. C., el plebeyo Gneo Flavio, escriba de
Appio Claudio Cieco, sustrajo a los pontífices los formularios de las “Actiones” y
los hizo públicos, obteniendo tanta gratitud de los conciudadanos, que logró
alcanzar, no obstante su humilde origen, el alto cargo de edil curul. Su
recolección fue lo que posteriormente se llamó: “Ius Civile Flavianum”.
Un decenio después, Tiberio Coruncanio, el primer plebeyo que alcanzó el
cargo de “Pontifex Maximus”, determinó la caída definitiva del monopolio
jurisprudencial pontifical, estableciendo que las consultas a los pontífices
debían ser públicas y no más a puerta cerrada.
A finales del siglo IV a. C., todas las diferencias entre patriciado y plebe habían
sido ya superadas, así es que todo un revolcón completo de condiciones
sociales ocasionó en Roma la desaparición de un estado de cosas que se
había vuelto anacrónico.
137
El desarrollo del “Ius Civile” fue actuado a través de la obra de la “Interpretario”
de la Jurisprudencia laica, que sobrepasó en el siglo III a. C., a la antigua
jurisprudencia pontifical.
Los nuevos juristas laicos, “Iurisprudentes”, no se dedicaron a la actividad
puramente lógica de la interpretación, si no que, basandose en su personal
respetabilidad y estimación social, “Auctoritas”, se dedicaron a creaciones de
nuevos institutos y de nuevos desarrollos de institutos ya existentes, a través
de la “Interpretatio Iuris”.
B- CARACTERÍSTICAS DEL “IUS CIVILE VETUS”:
1- LA APLICACIÓN EXCLUSIVA A LA NACIONALIDAD ROMANA:
El exclusivismo nacional-romano del “Ius Civile Vetus” representó una
superación del exclusivismo patricio característica del “Ius Quiritium”, al menos
por dos motivos:
a- Porque señaló la caída, prácticamente completa, de la diferenciación
arcaica entre patricios y plebeyos, todos considerados ciudadanos romanos,
“Cives Romani”.
b- Porque excluyó el criterio exclusivista y no elástico de la estirpe, por el
criterio, también exclusivista pero más elástico, de la nacionalidad romana.
2- LA LIMITACIÓN A LAS RELACIONES PRIVADAS EN SENTIDO AMPLIO:
Implica que se clarifique que el “Ius Civile Romanorum” se ocupó sólo del
reglamento de las relaciones privadas, es decir, de las relaciones interprivados, o singulares, en las cuales no interviene el Estado.
El “Ius Civile Vetus” siendo derivado de los precedentes sistemas del “Ius
Quiritium” y del “Ius Legitimum Vetus”, y siendo, por otra parte, restringido y
concentrado en la actividad interpretativa de los prudentes, permanece
adherente al mismo orden de intereses ya tomados en consideración por los
ordenamientos arcaicos.
En conclusión, todo y sólo aquello que en el Período Arcaico había sido
considerado “Ius”, hizo parte del “Ius Civile Vetus”. Aquello, que al contrario, no
había sido objeto de reglamento jurídico arcaico, permanece extraño a la
“Interpretatio Prudentium” y por lo tanto también al “Ius Civile Vetus”, como por
ejemplo la organización constitucional del estado; además, los reglamentos
propiamente religiosos permanecieron como monopolio de los sacerdotes,
especialmente de los pontífices.
3- LA ETERNIDAD DE SUS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES:
Principios incorporados en la “Interpretario Prudentium” y por esta misma
custodiados, garantizados y explicados en orden a los singulares casos
concretos de la vida social.
138
El “Ius Civile” fue visto como un patrimonio inalienable de principios generales
no sujetos a modificaciones, pero, también, fue concebido como un conjunto de
principios que podían ser aplicados a las situaciones concretas con gran
amplitud de iniciativas.
C- CONTENIDO DEL “IUS CIVILE VETUS”:
El progreso de los tiempos se nota fácilmente, pero también, se advierte la
adherencia del sistema civil a una sociedad eminentemente agraria, de la cual
la celula elemental es la familia, y el punto central se convirtió en la explotación
de la tierra mediante fuerzas de trabajo, con fundamento en la esclavitud.
Aunque si vale formalmente para todos los romanos, en realidad, el “Ius Civile”
es esencialmente el derecho que tutela los intereses de los propietarios de
tierras, “Adsidui”, y más en general, de los habientes. Era un derecho que
favorecía la concentración de la riqueza en un número relativamente restringido
de familias y que por consecuencia, se presta al sacrificio de los elementos
sociales más débiles en ventaja de la “Nobilitas” senatorial.
1- SUJETOS DE LAS RELACIONES JURÍDICAS:
Los sujetos de las relaciones jurídicas en el “Ius Civile Vetus” eran
exclusivamente los “Cives Romani”:
a- Los Ciudadanos Romanos que gozaran de autonomia familiar:
Es decir, los “Sui Iuris”, independientes de la “Potestas” de un “Paterfamilias”
viviente.
b- Los hijos emancipados:
Además que por la muerte del “Paterfamilias” la autonomía familiar se podía
adquirir por la emancipación.
La Emancipación era el acto voluntario y solemne del padre de familia por el
cual ponía fuera de su patria potestad a quien estaba a ella sometido. El hijo
emancipado dejaba de ser hijo de familia y se hacía “Sui Iuris”
c- Las mujeres:
También las mujeres estaban admitidas a la subjetividad jurídica, si no estaban
sujetas a la “Patria Potestas”, pero con algunas limitaciones:
 Las mujeres no podían ser titulares de “Potestas” sobre los hijos y ulteriores
descendientes.
d- Los peregrinos:
Excepcionalmente, los peregrinos tenían la subjetividad jurídica si habían
obtenido la concesión del “Ius Commercium” y en forma eventual también el
“Ius Connubium”.
139
e- Los privilegiados con la manumisión:
Los esclavos podían adquirir la subjetividad jurídica a través de la concesión de
la manumisión por parte del “Dominus”.
La manumisión era el acto jurídico por el cual el propietario del esclavo le
concedía la libertad.
f- Los impúberes y los padres de familia dementes o pródigos:
Se consideraban sujetos jurídicos los “Impuberes” y los “Patres Familiarum”
que se volvían dementes o pródigos, a los cuales se les nombraba un
representante, todo esto en interés de ellos mismos, de sus familias y de la
misma comunidad, porque estas personas se consideraban incapaces de
actuar. Como eran sujetos jurídicos actuaban a través del responsable, quien
los representaba y les cuidaba sus intereses.
En este semtido se desenvolvieron los institutos, de los cuales las Doce Tablas
ya habían dado sus raíces:
-
La “Tutela Impuberum” y la “Tutela Mulierum”.
La “Curatela Furiosi” y la “Curatela Prodigi”.
 Si la incapacidad de juicio y voluntad era total a los guardadores, “Tutor” y
“Curator”, les tocaba una verdadera y propia función sustitutiva,
denominada: “Negotiorum Gestio”.
 Si la incapacidad de juicio y voluntad era solo parcial, los guardadores
respecto a las actividades jurídicas las dejaban cumplir al sujeto pero con la
integración de la voluntad de su custodio, se denominaba: “Auctoritas
Tutoris”, normalmente se desarrollaba para las mujeres puberes y los
impuberes ya casi llegando a la pubertad.
2- OBJETOS DE LAS RELACIONES JURÍDICAS:
Los objetos de las relaciones jurídicas del “Ius Civile Vetus” eran:
a- Los individuos libres sometidos a “Potestas”.
Estas personas podían estar sometidas a la “Potestas Patris”, a la “Potestas In
Manu”, o a la “Potestas In Mancipio”.
b- Las cosas: “Res” (Los Derechos Reales).

Los bienes muebles e inmuebles (cosas inanimadas).

Los esclavos (cosas animadas).
Sobre los esclavos se ejercitaba un “Dominium”, llamado “Dominicas Potestas”.
140

Los semovientes (cosas animadas).
c- Las Obligaciones: (Los Derechos Personales).
Los sujetos jurídicos vinculados por una “Obligatio”.
“Creditor”.
El “Debitor” frente al
3- LA FAMILIA EN EL “IUS CIVILE VETUS”:
La familia era un conjunto de objetos jurídicos, pero ahora estaba limitada, en
sentido propio, al conjunto de los sometidos a la “Patria Potestas”, a la “Manus”
y al “Mancipium”, por extensión hacían parte también los esclavos y las demás
cosas.
Sobre los miembros de la familia el “Pater” tenía siempre las tradicionales
facultades de disposición como creyera mejor:
-
De alienarlos a terceras personas, “Ius Vendendi”.
De matarlos, “Ius vitae ac necis”.
4- LA REGLAMENTACIÓN CONCRETA DE:
 El Matrimonio: “Iustae nuptiae”. La Adopción: “Adoptio” – “Adrogatio” (obra de la Jurisprudencia).
 El Divorcio: “Divortium”.
 La Manumisión: “Manumissio”.
 La Sucesión: “Successione ab intestato”.
5- LAS RELACIONES ABSOLUTAS:
Un sistema como el “Ius Civile Vetus”, claramente orientado hacia la tutela de
los intereses de la concentración de la riqueza, en las manos de los sujetos
más capaces de valorizarla, obviamente, se dedicó con particular cuidado a la
disciplina de las relaciones absolutas de contenido patrimonial, sobre las cosas
“Res” en sentido estricto y sobre los esclavos, con atención, aún más particular,
a las relaciones absolutas atinentes a la riqueza inmobiliaria.
Lo confirma toda la relevante obra de “Interpretatio” ejercitada por la
Jurisprudencia civilista respecto de:
(a) El Dominio.
(b) Las Servidumbres.
(c) El Usufructo y el Uso.
141
(d) La Garantía.
(a) El Dominio:
 El “Dominium ex iure Quiritium”, era una relación jurídica absoluta en
sentido propio, tenía como objeto cosas de relevancia económica, las “Res
Mancipi” y las “Res Nec Mancipi”, los muebles e inmuebles, incluídos los
esclavos.
Los objetos más tutelados eran los fundos en territorio ciudadano, “Fundi in
agro Romano”, y seguidamente, aquéllos fundos que estuvieran en territorio
itálico, “Fundi in agro Italico”.
 Los sujetos activos sólo podían ser los Ciudadanos Romanos, “Cives
Romani”, y los peregrinos a los que se les había concedido el “Ius
Commercium”.
El derecho del propietario, “Dominus”, sobre los inmuebles, era tan intenso de
extenderse en el fundo ilimitadamente. Además, se excluía la expropiación por
pública utilidad.
 Se admitía la comunidad, “Communio”, es decir, el concurso de varios
sujetos en la titularidad activa de un dominio. Cada comunero participaba
“Pro Parte” en la utilización del bien común, con soportación “Pro Parte” de
los gastos y de los daños causados.
 Las cosas “Res”, se distinguían en varias categorías:
-
“Res in commercium,
patrimonium”.
in patrimonium” – “Res extra commercium, extra
-
“Res Divini Iuris” – “Res Humani Iuris”.
-
“Res Publicae” – “Res Privatae”.
-
“Res Mancipi” – “Res Nec Mancipi”.
 Respecto a los modos de adquirir el dominio:
Los hechos jurídicos constitutivos y extintivos del dominio se consideraron:
-
El Aluvión, “Adluvio”.
-
La Avulsión, “Avulsio”.
-
La Isla surgida del cauce, “Insule in flumine nata”.
-
La Accesión.
142
-
La Adquisición de frutos, “Fructus”.
Entre los actos jurídicos constitutivos y extintivos del dominio estaban:
-
La Ocupación, “Occupatio”.
-
La Usucapión, “Usucapio”.
Los Negocios jurídicos para el traslado del dominio fueron:
- La “Mancipatio”.
-
La “In Iure Cessio”.
-
La Tradición, “Traditio”.
(b) Las Servidumbres:
El desarrollo de la agricultura intensiva dio incremento relevante a la
multiplicación de los “Iura Praediorum” llamados también “Servitutes Praedii”:
Servidumbres Prediales, cuyas raíces vienen de la Ley de las Doce Tablas.
Era una situación de subordinación en la cual un inmueble, denominado fundo
sirviente, se encontraba en relación con un inmueble vecino, llamado fundo
dominante, cuando éste fuera destinado por autonomía privada a determinar
cierta utilidad “Utilitas” objetiva al otro fundo. Esta servidumbre sobrevivía al
cambio de los respectivos propietarios.
Podía tratarse de una Servidumbre positiva cuando la obligación del propietario
del fundo sirviente consistía en soportar una actividad sobre su fundo por parte
del otro propietario; al contrario, era una Servidumbre negativa cuando se
trataba de la abstención de una actividad que tenía derecho a ejecutar.
Se distinguían dos (2) categorías de servidumbres:
(1). Servidumbres Prediales o Rústicas, “Servitutes rusticae”:
Eran las servidumbres:
-
De paso, “Ius aundi agendi”.
-
De acueducto, “Ius aquae ducendae”.
-
De abrevadero, “Ius pecoris an aquam appellendi”.
(2). Servidumbres Urbanas, “Servitutes urbanae”:
143
Eran las servidumbres:
-
De no sobreelevar, “Ius altius non tollendi”.
-
De sostén del edificio dominante, “Servitus oneris ferendi”.
- De vista, “Servitus ne prospectui officiatur, ne luminibus officiatur”.
(c) El Usufructo y el Uso:
El desarrollo de la jurisprudencia civilista, derivó nuevos institutos: el Usufructo,
“Usus fructus” y el Uso, “Usus sine fructus”, que permitían al propietario
conservar el dominio de una cosa mueble o inmueble “Nudus Dominium”, y de
confiar estos derechos temporalmente a otros.
El “Usus fructus” se daba para las cosas fructíferas. Otorgaba derecho al
usufructuario de usar la cosa para apropiarse de los frutos, pero sin alterar o
cambiar la estructura de la destinación económica.
El “Usus sine fructus” se daba para las cosas no fructíferas. Concedía el
derecho al usuario de usar la cosa, pero sin alterar o cambiar la estructura de
la destinación económica.
(d) La Garantía:
El propietario “Dominus”, podía dar sus propias cosas en garantía a otros para
cubrir una propia obligación o para cubrir una obligación de otros, operación
ventajosa respecto del antiguo “Nexum” donde el deudor se daba a sí mismo
en garantía al acreedor.
El problema era obtener el retraspaso del “Dominium” de la cosa cuando la
obligación ya se hubiera cumplido. Un medio jurídico para reclamar la
restitución no estaba previsto en el ordenamiento. La jurisprudencia se esforzó
de responsabilizar al máximo al menos en el campo social, tomandola como
una cuestión de buena fe, “bona fides”.
6- LAS RELACIONES RELATIVAS:
En el sistema del “Ius Civile Vetus”, siendo atenuado el contenido aflictivo del
“Nexum” por la “Lex Poetelia Papiria” del año 326 a. C.,la obligación,
“Obligatio”, se perfiló más claramente como vínculo jurídico, “Iuris Vinculum”.
No se trataba de un instituto muy difundido, pero tampoco de poca relevancia.
Las fuentes de las obligaciones se agrupaban en dos categorías:
(1). El contrato, “Contractum”:
Que comprendía un cierto número de actos lícitos.
144
Toda asunción de deuda en virtud de acto lícito fue designada con el término
de: “Obligatio Contracta”, obligación pacíficamente asumida, y se le
agregaba la indicación del modo por el cual el vínculo se había creado: “Verbis”
o “Litteris” o “Re”.

“Obligationes verbis contractae”:
Para su existencia tenían una ritualidad de formas verbales. Su formalidad era
la oralidad. Entre las cuales se encuentran:
-
La “Sponsio”.
-
La “Stipulatio”.

“Obligationes litteris contractae”:
Tenían carácter pecuniario y nacían a través de escrituraciones y de
documentos específicos. Su formalidad era la escritura.
-
Por ejemplo: La Expensilatio”.

“Obligationes re contractae”:
Eran aquéllas derivadas de una “Datio rei” o precisamente de la entrega de una
cosa.
-
Por ejemplo: El “Mutuum”.
(2). El Delito, “Delictum”:
Los “Delicta”, delitos previstos y disciplinados por el “Ius Civile” para ser fuentes
de obligaciones fueron los siguientes:
-
El Hurto, “Furtum”.
-
La Injuria, “Iniuria”.
-
El daño en cosa ajena, “Damnum iniuria datum”.
-
El atraco, “Rapina”.
5-
EL “IUS PUBLICUM”:
A- MARCO GENERAL:
145
El reconocimiento de la “Comitia Centuriata” como asamblea popular
constitucional deliberante, con el cual se abrió el Período Pre-clásico de la
“Respublica Nacional Romana”, dio lugar a la inclusión, entre las fuentes de
ordenamiento estatal romano, de las “Leges Publicae Populi Romani”.
Las “Leges Publicae” eran todas aquéllas deliberaciones de los comicios, y
también, aquéllas relativas a la “Creatio Magistratus” y a los “Iudicia Criminalis”.
En linea de máxima, las “Leges Publicae” se mantuvieron extrañas al sistema
del “Ius Civile Vetus”, que en su ulterior desarrollo había sido confiado a la
iniciativa de la “Interpretario Prudentium”.
En la fase de asentamiento de la “Respublica Nacional Romana” sucedió que
por exigencias de carácter social y político, algunas “Leges Publicae”
intervinieron para delimitar y precisar el campo de aplicación de institutos
civiles. De estas primeras intervenciones de las “Leges Publicae” en las
materias del “Ius Civile Romanorum” tomó arranque el proceso que llevó a la
identificación de un sistema jurídico llamado: “Ius Publicum”, realizado
plenamente en la fase de apogeo de la “Respublica Nacional Romana”.
“Ius Publicum: Ius legibus publicis conditum”:
Sistema constituido por todos los reglamentos normativos, fueran o no fueran
atinentes al “Ius Civile”, dictados por las “Leges Publicae”, primero, las “Leges
Centuriatae” emitidas por la “Comitia Centuriata”, pero después también, las
“Leges Tributae”emitidas por la “Comitia Tributa”. A éstas “Leges Comitiales”
se parificaron también los “Plebiscita”.
En fin, las “Leges Publicae”, fueron emanadas para proveer a la organización
del gobierno del Estado Romano. Pero también, interfirieron en la represión de
los crímenes, e igualmente, intervinieron en las materias del “Ius Civile”, lo que
dio el inicio de la formación del concepto del “Ius Publicum” como sistema
normativo concurrente con el “Ius Civile”.
B- LA ESTRUCTURA DEL “IUS PUBLICUM”:
En su rango más perfeccionado, el “Ius Publicum” alcanza su estructura en la
fase de apogeo de la “Respublica Nacional Romana”, entonces, fue cuando
significó plenamente reglamento normativo puesto por una “Lex Publica”.
Con relación a la asamblea votante, las “Leges Publicae” se distinguían en:
-
Las “Leges Centuriatae”, expedidas por la “Comitia Centuriata”.
-
Las “Leges Tributae”, emitidas por la “Comitia Tributa”.
-
Los “Plebiscita”, votados por la “Concilia Plebis Tributa”.
Las “Leges Rogatae”, emanaban de la aprobación, por parte de la asamblea
deliberante, de una propuesta “Rogatio”, llevada a ésta por el magistrado
que la había convocado La asamblea tenía el poder de acoger con
enmiendas el texto de la “Rogatio”. Cada votante era llamado a aprobar o
146
no aprobar la “Rogatio”, o también era libre de declarar la abstención del
voto.
C- LA INFLUENCIA DEL “IUS PUBLICUM”
“COERCITIO MAGISTRATUAL”.
SOBRE
LA
En el cuadro general de la influencia ejercida por las “Leges Publicae” sobre la
organización y sobre el funcionamiento del gobierno de la “Respublica
Nacional”, merece ser puesta en particular relieve la acción ejercitada por las
leyes en orden de la “Coercitio”, es decir, el poder indeterminado e ilimitado de
los magistrados ordinarios “Cum Imperium”, los cónsules y los pretores, y
además, de los “Aediles” y de los Tribunos de la plebe.
Esta “Coercitio” sufrió en la fase de apogeo de la “Respublica Nacional
Romana” y en la sucesiva fase de crisis importantes limitaciones, abriéndose
progresivamente las puertas a un orgánico sistema de represión criminal, que
antes no había existido.
El cuadro histórico del sistema de justicia en materia de “Crimina”, es decir, de
represión criminal, es el siguiente:
En el año 509 a. C., con la “Lex Valeria Poplicolae” se introduce el derecho
de los ciudadanos a la “Provocatio ad Populum”, o sea, de recurrir al juicio de
los comicios, contra las condenas de muerte pronunciadas por un magistrado.
Se establece que ningún magistrado puede condenar a muerte o someter a la
fustigación a un ciudadano romano sin tener en cuenta la apelación al pueblo.
Con las “Leges Valeriae Horatiae” del año 449 a. C., para dar publicidad a la
Ley de las Doce Tablas, una vez más se proclama solemnemente el derecho
del ciudadano condenado a muerte por sentencia de un magistrado de
“Provocare ad Populum”.
Se prohibió la creación de magistraturas libres de la "Provocatio ad populum".
Del año 300 a. C., es la “Lex Valeria Corvi de Provocatione” que declaró
rechazable y reprobable "improbe factum" el comportamiento transgresivo de
los magistrados “Cum Imperium”, a excepción del Dictador, cuando
condenaban a muerte a un ciudadano por haber cometido un crimen y no le
hubieran ofrecido la posibilidad de ejercer el derecho de la “Provocatio ad
Populum”.
Una nueva confirmación de la "provocatio", y una extensión a favor de los
ciudadanos de fuera de Roma y en el ámbito militar se dio con tres "leges
Porcie" expedidas en el siglo II a. C., con gran probabilidad durante el primer
decenio.
Así es que, se enseñaba a los magistrados “Cum Imperium” a conceder
siempre el beneficio del recurso a la “Comitia Centuriata”, denominado:
147
“Provocatio ad Populum”, a los ciudadanos que creían eran merecedores de la
muerte.
Los magistrados “Cum Imperium” tenían el poder de establecer a su discreción
cuáles eran los crimenes de someter a su “Coercitio”, pero agregando la
invitación a tener en consideración el ejercicio del derecho de la “Provocatio”
que después de la condena a muerte, el ciudadano condenado hiciera al
“Populus Romanus” de la “Comitia Centuriata”, la cual podía, o confirmar la
pena de muerte o absolver.
Esta práctica limitó mucho los posibles comportamientos arbitrarios de los
magistrados y se consolidó con el tiempo una especie de Proceso Comicial.
Los magistrados “Sine Imperium”, entre ellos el “Tribunus Plebis”, se
encargaron, dentro del desarrollo de la represión de los crimenes, sólo de la
imposición de “Mulctae” y de la “Pignoris Capio” y de trasladar los casos más
graves al juicio de los magistrados “Cum Imperium” quienes debían por
mandato legal, permitir el ejercicio de la “Provocatio ad Populum”.
Sólo para la “Perduellio”, los Tribunos de la Plebe, que eran los sustitutos de
los antiguos “Duoviri Perduellionis” mantuvieron la exclusividad de la “Coercitio”
y de la eventual condena a muerte.
D- DESARROLLO DEL PROCESO COMICIAL:
El Proceso Comicial, que era el resultado de la “Provocatio ad Populum” que
ejercitaba el condenado a muerte por un magistrado “Cum Imperium”, a través
de la “Coercitio Magistratual”, se dividía en dos fases:
1- La fase de la “Anquisitio”.
2- La fase de la “Rogatio”.
1- LA FASE DE LA “ANQUISITIO”: (Investigación).
Se desarrollaba en el Campo Marzio frente al “Populus Romanus” convocado
en “Contio”, asamblea.
Se necesitaban al menos tres audiencias en días alternos:
(a). Primera audiencia:
Se desarrollaba para la impostación de la acusación, la cual venía hecha
generalmente por el mismo magistrado presidente.
(b). Segunda audiencia:
148
Era la que se llevaba a cabo para la defensa del imputado, con o son la ayuda
de un abogado.
(c). Tercera audiencia o más audiencias:
Su desarrollo era para el interrogatorio, los testimonios y discusión de todas las
pruebas.
Esta etapa se podía cerrar con un “Decretum” de absolución del imputado y
entonces, el proceso se terminaba. O con la convocación por parte del
magistrado para la segunda fase.
2- LA FASE DE LA “ROGATIO”:
En ésta segunda hipótesis, el magistrado pasaba a convocar oficialmente los
comicios para la segunda fase del proceso comicial.
La “Rogatio” se desarrollaba para someter al voto de la “Comitia Centuriata” la
alternativa de confirmar la condena a muerte impuesta por el magistrado “Cum
Imperium” o de absolver al imputado.
E- LA REFORMA DE LA REPRESIÓN CRIMINAL:
El Proceso Comicial implicaba grandes inconvenientes:
(1). Estaba limitado sólo a los crimenes más graves, quedando muchos hechos
antisociales sometidos a la ilimitada e incontrolable “Coercitio” exclusiva de los
Magistrados “Cum Imperium”.
(2). Necesitando por lo menos en las dos fases cuatro audiencias, en las cuales
debía convocarse a la “Comitia Centuriata”, implicaba un derroche de fuerzas y
de tiempo verdaderamente excesivos.
(3). Siendo la “Comitia Centuriata” una asamblea popular, es decir, de reunion
de personas, se prestaba a favorecimientos y demagogias al servicio del
imputado y de las grandes familias nobles.
Por éstas razones el Proceso Comicial, hacía la mitad del siglo II a. C., entró en
acentuada decadencia. Consecuencialmente, se afirmó un nuevo proceso
criminal con carácter abiertamente acusatorio llamado: “Quaestiones”.
Las raices del nuevo sistema fueron de orden social y político y nacen de los
nuevos horizontes que se abrieron para Roma después de la victoria de la
segunda guerra púnica en el año 201 a. C., cuando la “Respublica” se dedicó a
la explotación, con gran estilo, de las nuevas “Provinciae” y los gobernadores
de las mismas, todos exponentes de la “Nobilitas”, no tuvieron muchos
escrúpulos de hacer la explotación, todavía más desmedida, a beneficio de sus
intereses privados.
149
Exasperadas con éste estado de cosas, muchas comunidades provinciales
empezaron a enviar sus representates al Senado Romano para denunciar las
malversaciones más escandalosas y para implorar la restitución de lo indebido,
previa investigación (“Quaestio”), sobre casos señalados.
El Senado Romano, que ya por su cuenta había organizado alguna
investigación extraordinaria (“Quaestio Extra Ordinem”), por escandalos
sociales de otro tipo, por ejemplo, la represión de los ritos bacanales adoptados
por la alta sociedad romana en secreto, más o menos, en la segunda mitad del
siglo II a. C., estuvo listo para adoptar el recurso del proceso de las
“Quaestiones Extra ordinem” para los reclamos efectuados por las
comunidades provinciales.
Entonces, el Senado nombró comisiones de “Recuperatores”, presididas por un
magistrado, para que juzgaran si los solicitantes tenían razón de recuperar de
los malversadores y lograr la restitución de lo malversado.
Con el anunciarse de la crisis de la “Respublica Nacional Romana” y con su
sucesivo estallido, el remedio de las “Quaestiones Extra Ordinem” por parte del
Senado, fracasó por las siguientes razones:
(1). En primer lugar, porque los adversarios de la “Nobilitas” pretendían una
más segura y más severa punición de los culpables.
(2). En segundo lugar, porque el Senado usó incautamente el recurso de las
“Quaestiones Extra Ordinem”, compuestas por sus mismos miembros, también
para reprimir sangrientamente los movimientos de la oposición, por ejemplo en
particular, el movimiento de los Gracos.
La bloquear la ignominia de al exterminación de los Gracos y sus seguidores,
provee en el año 127 a. C., la “Lex Sempronia de Capite Civis” proclamando
la ilicitud de la condena a muerte de un ciudadano sin la previa institución por
ley de la relativa y determinada “Quaestio Extraordinem”.
La “Lex Calpurnia de Pecuniis Repetundis”, plebiscito rogado por el Tribuno
de la Plebe Calpurnio Pisone, instituyó una “Quaestio” regular y permanente, es
decir, una “Quaestio Perpetua”, que de ahora en adelante cualificaba el
“Crimen de pecuniis repetundis”.
La presidencia de la “Quaestio”, que debía renovarse cada año, se le confió al
“Praetor Peregrinus” el cual estaría ayudado en las investigaciones y en la
decisión, por un cierto número de jurados extraídos a la suerte de una relación
de pertenecientes a la “Nobilitas”, para cada caso singular.
Dentro de los logros de ésta ley se tienen:
1- Prefiguró el crimen de perseguir, identificandolo en las malversaciones
magistratuales, universalmente llamadas: “Repetundae”, por ejemplo, la
corrupción, la concusión, el robo de edificios públicos, los intereses
personales en los actos públicos y de oficina, etc.
150
2- Prefiguró sin equivocos la sanción de irrogar, aunque solamente se
tipificó la restitución de lo mal logrado, pero solo por el momento.
3- Fijó con exactitud el procedimiento a seguir, admitiendo que cualquier
ciudadano pudiera promover una “Accusatio” y que el hipotético culpable
pudiera defenderse.
No obstante, a esta ley se le puede criticar lo siguiente:
1. No ordenó que los jurados fueran al menos en parte extraños a la
“Nobilitas”.
2. No fijó una verdadera pena para el culpable, sólo fijó la restitución de lo mal
habido.
Este nuevo sistema se llamó: Proceso de las “Quaestiones Perpetuae”,
oficialmente introducido y sucesivamente disciplinado y perfeccionado por
numerosas leyes, las cuales fijaron los criterios para la escogencia de los
jurados, para determinar las otras figuras criminales de perseguir, para regular
las “Quaestiones” relativas a cada crimen y para establecer los especificos y
adecuados procedimientos.
La represión criminal fue, entonces, asegurada a través de un conjunto de
tribunales y de procedimientos propios, sobre todo, con el método de una
jurisdicción unitaria y completa. En la práctica el viejo procedimiento comicial
desaparece.
Para los crímenes menores, que no entraban a las figuras asignadas a las
“Quaestiones”, se continuó con la represión policiva ejercida públicamente
mediante la “Coercitio Magistratual”.
F- DESARROLLO DEL PROCESO DE LAS “QUAESTIONES
PERPETUAE”:
El procedimiento de las singulares “Quaestiones Perpetuae” presentó una
fuerte similitud, ya que fueron modeladas una sobre otra. Por lo tanto, es
posible trazar una descripción aproximadamente única de las mismas.
La presidencia fue asignada, por regla general, a los “Praetores”; en via
excepcional, cuando no era suficiente el número de estos, la presidencia se le
asignaba a “Pro-magistrados: “Ex-Aediles”.
El proceso iniciaba con una denuncia “Delatio”, del presunto reo hecha al
presidente de la “Quaestio” competente, por un privado que asumía la
responsaqbilidad, no por un anónimo cualquiera.
151
Si el que acusaba “Delator”, era ciudadano de buena fama, el presidente
declaraba la “Delatio” procedente, por lo cual se transformaba en formal la
acusación criminal “Accusatio criminis”.
En suma, el derecho de acusación, en linea de máxima, era una acción popular
“Actio Popularis”.
Iniciada la causa y determinado el “Consilium” de jurados, después de un cierto
término, se pasaba al debate público “Altercatio”, en el cual, el presidente
intervenia para poner orden, mientras los jurados debían sólo escuchar y callar.
El acusador producia y presentaba las pruebas documentales y testimoniales a
su cargo, debía fundar su acusación en pruebas, “argumentis reum aliquem
accusare”, y naturalmente, el acusado, también producia y presentaba las
pruebas de descargos para destruir las pruebas de la acusación, “argumenta
solvere”.
La “Altercatio” se concluía con los alegatos de conclusión, de recapitulación, de
argumentación y de defensa de las partes y de sus representales procesales.
Terminado el contradictorio, el presidente ponía al “Consilium” la cuestión que
si la causa era ya suficientemente clara para la decisión. Si más de la tercera
parte de los jurados respondía que no tenía todavía las ideas claras, el proceso
se renovaba a través de la “Ampliatio”, una o más veces.
Si más de la tercera parte de los miembros del jurado respondían tener las
ideas claras, entonces, se procedía a la votación definitiva, que se desarrollaba
poniendo en una urna una tablilla con un escrito A de “Absolvo” o C de
“Condemno”.
El presidente sólo se encargaba de: “condenamtionem facere”; recogía y hacía
el conteo de los votos y pronunciaba la absolución “absolutio”, o la condena
“condemnatio”.
Si la condena era la muerte, “capitale judicium”, casi siempre se toleraba que
el condenado se fuera intespectivamente de Roma en expontáneo exilio,
“Exilium”.
Se puede notar, que el procedimiento de las “Quaestiones Perpetuae” dio un
gran paso adelante respecto a los modos de represión criminal precedentes,
pero también, tuvo algunos defectos, entre los cuales se pueden enunciar los
siguientes:
1. La limitación a un número restringido de crímenes.
2. Se presentaron muchas acusaciones temerarias.
3. Si el acusado tenía medios económicos podía procurarse las pruebas para
su defensa y hacerse asistir por buenos abogados.
152
G- LOS SINGULARES CRIMENES:
Los crimenes previstos por las “Leges Publicae” y por estas declarados
perseguibles mediante el proceso de las “Quaestiones Perpetuae” fueron los
siguientes:
1- EL “CRIMEN REPETUNDARUM”:
Consitía en las malversaciones cometidas por los magistrados de las provincias
en daño de singulares y de comunidades provinciales.
Se imponía la pena pecuniaria igual al doble del valor de las cosas mal
logradas.
Dada su relevancia política, se dispuso como regla general la ampliación del
debate público, “Ampliatio”.
2- EL “CRIMEN MAIESTATIS”:
Consistía en el abuso de los poderes concedidos a los magistrados del pueblo
romano y, por lo tanto, en la violación por parte de ellos de la “Maiestas Populi
Romani”.
Introducen este crimen la “Lex Appuleia” del 103 a. C., y la “Lex Varia” del
90 a. C., como un crimen distinto de la antigua “Perduellio”.
Tenía como pena capital; pero al condenado se le concedía, en vez de la
muerte, el exilio voluntario, “Ius Exilii”.
3- EL “CRIMEN VIS”:
Consistía en el abuso de la violencia física para impedir el libre desarrollo de
las funciones estatales, como las manifestaciones para impedir las reuniones
de los comicios y del Senado.
Este crimen lo introduce la “Lex Plautia de Vi” del año 80 a. C., imponiendo la
pena capítal, salvo el ejercicio del “Ius Exilii”.
4- EL “CRIMEN AMBITUS”:
Consistía en el uso de engaños o de corrupciones por parte de los candidatos a
las magistraturas para procurarse, particularmente en las vueltas electorales,
los votos necesarios.
Fue introducido este crimen por la “Lex Cornelia” del año 81 a.C., que
estableció como pena la interdicción por diez (10) años en el ejercicio de las
magistraturas.
153
En el año 67 a. C., la “Lex Calpurnia” establece la interdicción perpetua para
ejercer cargos públicos, la exclusión del Senado y una multa.
5- EL “CRIMEN SODALICIORUM”:
Consistía en la pertenencia a “sodalicia”, es decir, asociaciones que tenían el
fin de bloquear los comicios electorales.
Lo introduce en el año 55 a. C., la “Lex Licinia Crassi de sodaliciis”,
irrogando la pena de la “Interdictio aqua et igni”, “Capitis Deminutio” media.
6- EL “CRIMEN PECULATUS”:
Consistía en la apropiación de las “Res divini iuris”, o sea, de “Pecunia sacrae,
religiosae, santae”, o de las “Res humani iuris” de “Pecunia publicae”, por parte
de un funcionario del Estado Romano, “regii aut publici aerarii defraudatio”.
Introducido por la “Lex Iulia de peculatu et de sacrilegiis” que irrogó la pena
de la “Interdictio aqua et igni”.
7- EL “CRIMEN HOMICIDIUM”:
Poniendo fin a una situación de incertidumbre referente a la de la represión de
los casos de asesinato, que ya había durado mucho.
Se tipificó este crimen de sangre o por medio de veneno por la “Lex Pompeia
de parricidio” del año 55 a. C., que sometió a la misma pena del homicidio, es
decir, a la pena capital.
Comprendía también el “Parricidium”.
8- EL “CRIMEN FALSI”:
Consistía en la ofensa a la fe pública, ejercida mediante falsificaciones
materiales de documentos y de cosas particularmente importantes. También,
incluía las hipótesis del falso testamento, la sustracción, destrucción o
alteración de un testamento, y la falsedad de moneda.
Este crimen lo introduce la “Lex Cornelia de falsariis” del año 81 a. C.,
irrogando la pena de la “Interdictio aqua et igni”.
9- EL “CRIMEN PLAGII”:
Consistía en la reducción a esclavitud de hecho de un ciudadano romano, de
un liberto de condición latina o peregrina, o también de un esclavo de otro.
Introducido por la “Lex Fabia de plagiariis” emitida en el siglo I a. C., y que
imponía la pena pecuniaria, una multa.
10- EL “CRIMEN CALUMNIAE”:
154
Consistía en las acusaciones de crimenes, dolosamente falsas.
La “Lex Remnia” del año 80 a. C., estableció que los calumniadores fueran
juzgados por la “Quaestio” delante a la cual habían acusado un inocente y
como condena perdían la capacidad de acusar a perpetuidad.
H- LA INFLUENCIA DEL “IUS PUBLICUM” SOBRE EL “IUS
CIVILE”:
Cerrado el tema de las “Leges Publicae” en materia de represión criminal, es
menester, pasar a ver las relaciones entre el “Ius Publicum” y el “Ius Civile
Romanorum”, que implican un discurso, de primera apariencia, contradictorio.
El “Ius Civile Romanorum” estado encuadrado dentro del sistema constitucional
republicano, quizá por consecuencia subordinado a los preceptos del “Ius
Publicum” y por lo tanto, de las “Leges Publicae Populi Romani”, las cuales, era
obvio, que podían en abstracto no solo secundar e integrar la normativa del “Ius
Civile”, si no que también radicalmente, reformarla.
Pero en realidad en el plano histórico las cosas fueron muy diversas. La
autoridad del “Ius Civile Romanorum” era tan sentida, que la legislación romana
trató de interferir lo menos posible en el “Ius Civile”, más bien declinó a priori en
casi todas las posibilidades de modificarlo.
El “Ius Publicum” y su legislación intervienen en el “Ius Civile”, principalmente
mediante “Plebiscita”, pero sólo cuando insuprimibles exigencias de utilidad
general reclamaran una integración o una modificación del sistema.
A partir del siglo II a. C., ésta situación se atenuó y la legislación empezó a
ocuparse más incisivamente de las relaciones civilisticas.
-
Primero, a través de leyes limitativas o prohibitivas del uso de derechos
nacidos del “Ius Civile”, pero juzgados excesivos e inicuos por la conciencia
social.
-
Secundariamente, a través de leyes que favoreciendo la actividad de la
“Iurisdictio” del “Praetor” y de los otros magistrados, permitieran a éstos
operar activamente para la integración y la modificación del “Ius Civile”.
Desde entonces, las “Leges Publicae” se convierten más eficaces que en el
pasado.
A-
INFLUENCIA DEL “IUS PUBLICUM” SOBRE EL “IUS CIVILE” EN LA
FASE DE ASENTAMIENTO DE LA “RESPUBLICA NACIONAL
ROMANA”:
En esta etapa sólo dos (2) leyes interfirieron en el “Ius Civile”:
155
l- La “Lex Poetelia Papiria de nexis”:
Del año 326 a. C., votada por la “Comitia Centuriata” por propuesta de los
cónsules Petelio Libone y Papirio Cursore.
Esta ley se ocupó del instituto del “Nexum”, pero no para abolirlo, si no para
mitigar la condición inhumana en la cual se encontraban los “nexi”.
En efecto, se prohibió que los ciudadanos en estado de “Nexum” fueran
tratados por sus acreedores con cadenas, abriendo la vía a ese principio tan
importante por el cual la responsabilidad del deudor va limitada a sus bienes
patrimoniales y no va extendida a su persona.
2-La “Lex Aquilia de damno dato”:
Plebiscito votado en el año 286 a. C., que introdujo un nuevo tipo de ilícito,
constituido por el injusto daño ocasionado con actos materiales a cosa ajena
(cosas, esclavos, animales, etc.).
B-
INFLUENCIA DEL “IUS PUBLICUM” SOBRE EL “IUS CIVILE” EN LA
FASE DE APOGEO DE LA “RESPUBLICA NACIONAL ROMANA”.
Entre las leyes de esta fase están:
1- La “Lex Cincia de donis et muneribus”.
Plebiscito propuesto por el tribuno de la plebe, M. Cincio en el año 204 a. C.,
para que oficialmente se pusiera freno a los despilfarros privados.
Prohibió, sin conminar sanción, aceptar liberalidad más allá de un cierto monto
(“dona”), salvo de parientes:
"...prohibet, exceptis quibusdam personis cognatis, et si plus donatum sit,
non rescindit. Minus quam perfecta lex est, quae vetat aliquid fieri, et si
factum sit, not rescindit, sed poenam iniungit ei, qui contra legem
fecit;...".
2- La “Lex Atilia de tutoris dando”:
Expedida en el año 186 a. C. Autorizó al pretor nombrar, de acuerdo con la
mayoría de los tribunos de la plebe, un tutor “Tutor Atilianus”, a los impúberes
cuando estuvieran desprovistos de tutor testamentario o legítimo.
3- La “Lex Plaetoria de circunscriptione adulescentium”:
156
Del año 180 a. C., para la protección de los menores, la cual prohibió el
aprovecharse de la inexperiencia de un menor de 25 años para concluir
negocios.
4- La "Lex Furia testamentaria:
Su expedición oscila entre el año 204 y el año 169 a. C..
"...qualis est lex Furia testamentaria, quae plus quam mille assium
legatum mortisve causa prohibet capere praeter exceptas personas, et
adversus, eum, qui plus ceperit, quadrupli poenam constituit".
5- La "Lex Voconia":
Expedida en el año 169 a. C. Disponía la limitación de los legados.
6-
La “Lex Atinia de Usucapione”:
Esta ley fue expedida en el año 150 a. C., y declaró que las cosas robadas
“Res Furtivae”, llevaran consigo mismas el sello de no poderse adquirir
mediante “Usucapio”.
C-
INFLUENCIA DEL “IUS PUBLICUM” SOBRE EL “IUS CIVILE” EN LA
FASE DE CRISIS DE LA “RESPUBLICA NACIONAL ROMANA”:
En esta etapa se dieron nuevas intervenciones de las “Leges Publicae” en las
materias del “Ius Civile”, pero se trató siempre de intervenciones limitadas en el
número y en el fin, es decir, prohibir o frenar los abusos más graves e
intolerables de los derechos nacidos del “Ius Civile”, entre otras:
1- Las “Leges Sponsu”:
Interesadas todas en precisar el régimen jurídico de las garantías personales
de las obligaciones.
-
La "Lex Furia de sponsu":
Su expedición oscila entre el siglo III y al año 100 a. C. Disposición que
obligaba al acreedor a actuar contra cualquiera de los garantes pero sólo por la
parte que le correspondía.
2- La "Lex Marcia":
Es difícil su ubicación, pero oscila entre el siglo II y el siglo I a. C. Aseguraba
a los deudores la restitución de los intereses indebidamente pagados.
3- La “Lex Iulia de Vi Privata”:
Expedida en el año 46 a. C. Por medio de esta ley se declaran no usucapibles
las cosas tomadas con violencia “Res Vi Possessae”.
157
Además, muchas leyes en materia de sucesiones.
7-
EL “IUS CIVILE NOVUM”:
A- MARCO GENERAL:
Un paso verdaderamente importante para lo fines de ampliación y de
renovación del “Ius Civile” fue determinado por el “Ius Publicum”, no en modo
explícito, sino en modo indirecto a través de la institución de la magistratura
del “Praetor Peregrinus”, mediante la “Lex Plaetoria” del año 242 a. C.,
plebiscito propuesto por el tribuno de la Plebe, Marco Pletorio.
Esta ley interviene con el objetivo de obtener que de los dos (2) pretores
elegidos, uno permaneciera establemente en la ciudad, para asegurar la
continuidad de la administración de la justicia entre los ciudadanos romanos, y
el otro, se encargara de la administración de justicia entre romanos y
extranjeros y entre éstos mismos.
La nueva magistratura satisfacía una exigencia bien sentida en la realidad
social romana.
Con el asentamiento de las nuevas estructuras de la “Respublica Nacional
Romana”, se había empezado una vigorosa expansión comercial en Italia y en
el Mediterráneo. Se trataba de relaciones múltiples, completamente ignoradas
por el “Ius Civile Romanorum”, por no tratarse de relaciones entre sólo
ciudadanos romanos, “Cives Romani”, sino de ciudadanos romanos y
extranjeros de las más diversas naciones.
El comercio hasta ahora se había desarrollado normalmente al interior de un
área restringida y extrecha y se desenvolvía solamente para el cambio de
bienes de lujo o de géneros de primera necesidad, como el hierro y la sal. El
fundamento de la economía antigua había sido siempre la agricultura, la cual
determinaba en Roma la costumbre, la vida religiosa, el vocabulario, las
características esenciales de la vida política, etc. Entre las actividades dignas
de un hombre libre estuvo siempre en primer lugar la agricultura. El campesino
se había delineado siempre como un paradigma. Cato en De agri cult., dice:
"El bonus agricola es también un soldado valeroso, y en él una antigua
sabiduría identifica al vir bonus".
Pero con la expansión comercial y el arte de la navegación se empiezan a ver
cambios en la economía, con el crecimiento de las fuentes financieras, el arrivo
constante de extranjeros comerciantes, la frecuente circulación de dinero y la
gran masa de fuerza de trabajo disponible.
158
La actividad mercantil se convierte notoriamente en una actividad apreciada. El
comerciante es sin lugar a dudas un hombre tenaz, con una vida que involucra
siempre el riesgo y con tendencia a las ganancias y al lucro,pero con un fin
último que es la propiedad de la tierra.
La sociedad romana presenta a partir de entonces un rostro diferente. Se
delinea un sistema que permanecerá estable por mucho tiempo
El consecuente problema del reglamento aplicable a estas relaciones nuevas
era dificil y delicado.
B- EL "IUS CIVILE NOVUM" Y EL DERECHO COMERCIAL:
En estte cuadro romano, todavía no se constituye el derecho comercial como
una rama autónoma del ordenamiento, no se distingue un "Ius mercatorum"
como en el medioevo o en las legislaciones modernas.
Pero a la locución de derecho comercial se le puede dar un significado más
amplio: un conjunto normativo que surge para las necesidades del tráfico en el
área mediterránea, aplicable no sólo a los comerciantes, sino utilizado
principalmente por ellos,abierto a los ciudadanos y a los extranjeros y libre de
los vínculos de formalidad del derecho civil.
Esta conjunto normativo debe su origen al "Ius gentium", que comprende
todos los institutos comunes a los diversos pueblos, que aún siendo de origen
civilistico se emplean más allá del ámbito ciudadano, y sin duda se identifica
con el "Ius naturale".
El derecho comercial es adventicio y no está sobre el mismo plano del derecho
civil.
El derecho civil está ligado extrechamente a la ciudad y es un elemento
constitutivo de ésta. Además, está ligado al ciudadano, porque sólo el
ciudadano puede disfrutar de sus privilegios; ejemplo revelador es la expresión
arcaica "Ius Quiritium", derecho de los Quirites. El extranjero "hostis" estaba
excluido, pues no tenía tutela jurídica a menos que se recurriera a un tratado
internacional, o a un vínculo recíproco de hospitalidad, o a un vínculo de
amistad, o al patronato, o a la ficción de la ciudadanía o también se reconociera
el "Ius commercium", o sea, la facultad de cumplir negocios patrimoniales, o
se reconociera el "Ius connubium" que era la facultad de contraer un válido
matrimonio y que incluia juntamente el "Ius commercium".
El derecho civil tiene origen antiguo, consuetudinario y evolutivo. En cambio, el
derecho comercial es extraño a la ciudad y sólo acogido por ella; no se forma ni
por la ley, ni por la costumbre, se forma más que todo por un conjunto de usos
y de prácticas que se dan en la realidad viva y móvil de los tráficos y de los
negocios. Tiene una vocación universal, pues va más allá de los mundos
cerrados de los singulares derechos ciudadanos.
159
Siendo el problema fundamental la tutela jurídica del extranjero y su entorno
negocial, el comercio debe cumplir por doquier el esfuerzo preciso de abolir
todas las formas.
En su tiempo el formalismo había introducido en el mundo arcaico una
dimensión nueva. También la crisis del formalismo ahora es un signo de
cambio. Los antiguos negocios del derecho civil como la "mancipatio", la "in
iure cessio", la "sponsio", y los antiguos procedimientos ya no podían resolver
las dificultades que ahora la práctica les ponía en frente. Estos antiguos
negocios no se abandonaron pero el derecho se enriqueció con nuevos
institutos. Se empieza a hablar de los negocios del derecho comercial, de las
nuevas figuras negociales, como la compraventa, la sociedad, la "locatioconductio", el mandato, etc., que son el resultado de un pensamiento positivo.
La palabra es ahora sólo el instrumento de la voluntad y no un hecho absoluto.
Se deja atrás la sensibilidad de las formas arcaicas. El derecho comercial se
mueve en un plano laico, donde la relación jurídica es abstracta e impersonal y
depende sólo de su función práctica.
Es esencial también la "fides bona" que pertenece al campo de la confianza.
Todos los contratos del derecho comercial tienen en la buena fe como la norma
que fundamenta el vínculo y su correspondiente responsabilidad. No se trata
de un valor jurídico nuevo, sino que adquiere una gran importancia, aún dentro
del campo del derecho civil.
Se observa un significado profundo en todos los juicios arbitrales en los cuales
se agrega la cláusula "según la buena fe", "ex fide bona".
En la buena fe se empieza a descubrir una noción amplia que opera en todas
las relaciones en las cuales se manifiesta la vida común de los hombres: la
tutela, la sociedad, los pactos fiduciarios, mandato, la compraventa, el
arrendamiento, etc. (Cic. De off. 3, 17, 70.).
Las relaciones del derecho comercial no permanecieron siempre sin tutela,
pues la obtienen con la institución del pretor peregrino. Aunque ya se había
encontrado desde antes el modo de protegerlos a través de compromisos y
del procedimiento arbitral, pero la institución del pretor peregrino señala el inicio
de una nueva fase.
La "iurisdictio", es decir, la administración de justicia, entraba desde siempre
en el "imperium"y el poder de la magistratura suprema, la cual era ejercida por
los cónsules. Sólo con el compromiso patricio-plebeyo la administración de
justicia se confió al colega menor de los cónsules, osea, el pretor. Este evento
constitucional no tuvo consecuencias, pues el proceso no sufrió ninguna
modificación y continuó desarrollandose en la forma de las "legis actiones".
Las cosas cambiaron con el pretor peregrino que tenía la función de administrar
la justicia entre los romanos y extranjeros y entre los extranjeros. Su
jurisdicción determinó un nuevo procedimiento.
160
EL PROCEDIMIENTO ARBITRAL:
Hasta el momento, como no existía un procedimiento jurídico establecido por el
Estado Romano, esto hizo que como entre los romanos y los extranjeros
existían contactos comerciales, se confiaran esencialmente a la confianza y a
la fe, “Fides”, a la buena fe, “bona fides”, es decir, a la recríproca confianza en
la honestidad y en la rectitud de la otra parte.
Se estableció eventualmente que en caso de litigio, se procediera de común
acuerdo al nombramiento de un colegio de árbitros, denominado:
“Recuperatores”, escogidos entre los conciudadanos y presedido por una
persona de nacionalidad neutra.
A los “Recuperatores” les tocaba acertar cual de las partes se había alejado de
los criterios y principios, objetivos de la honestidad y de la rectitud comercial
usualmente reconocidos en el comercio, consecuencialmente estableciendo, en
que medida una de las partes tenía la razón de recuperar determinada cosa de
la otra parte.
C- EL “PRAETOR PEREGRINUS” Y LA TUTELA DE LAS
NUEVAS RELACIONES COMERCIALES:
Para facilitar la composición de los frecuentes litigios que nacían de las nuevas
relaciones comerciales entre los ciudadanos romanos y los extranjeros, se
clasificaron los pretores en número de dos:
 El “Praetor Urbanus”:
Columna estructural del sistema jurisdiccional romano, que había existido
desde el acuerdo patricio-plebeyo: "Leges Liciniae Sextiae" del año 367 a. C.
Su función principal era la administración de justicia entre los ciudadanos
romanos.
 El “Praetor Peregrinus”.
Se creó a finales de la primera guerra Púnica, cuarenta años antes de
concluirse la segunda victora definitiva sobre Cartago, en el año 242 a. C. Se
colocó al lado del pretor urbano con funciones varias, pero sobre todo, con la
función primordial para el momento coyuntural, de administrar justicia en Roma
entre los ciudadanos romanos y los extranjeros y también, entre los
extranjeros.
Su jurisdicción determinó y consolidó un nuevo procedimiento. El proceso que
se desenvuelve en su tribunal no es el formalista del período arcaico, sino un
proceso nuevo, que posteriormente se llamará el procedimiento formulario, que
suplantará al procedimiento antiguo de las acciones de la ley, y que se aplicará
también en el tribunal del pretor urbano.
161
El “Praetor Peregrinus” se ofrecía a las partes en litigio para facilitarles una
solución, siempre y cuando estuvieran de acuerdo con su autoridad, entonces,
se disponía a cumplir un triple orden de operaciones:
1. Reconstruir, sobre la base de los alegatos de las partes, cual fue el
reglamento al cual querían concretamente atenerse estas.
2. Establecer si este reglamento era compatible con los principios generales y
rectores de la buena fe, “bona fides”.
3. Finalmente, crear las reglas del juicio más idóneas para la resolución del
concreto caso.
Se reproduce, en sustancia, la situación originaria del proceso civil romano,
cuando las partes en litigio se presentaban expontáneamente ante el “Rex”
para ser facilitados en la solución del asunto litigioso. Pero en el caso del
“Praetor Peregrinus”, más que enunciar un principio inderogable, colaboró con
las partes en la búsqueda del criterio resolutivo de adoptar.
D- DESARROLLO DEL
PEREGRINUS”:
PROCEDIMIENTO
DEL
“PRAETOR
La praxis jurisdiccional del “Praetor Peregrinus” dio vida a un tipo de
procedimiento característico y especial, muy similar al procedimiento de las
“Legis Actiones”, pues conservó la distinción en las dos fases; "In iure" y
"Apud iudicem", pero no estaba vinculado a rígidos formalismos. Su
instrumento es la formula o "Iudicium" a la cual las partes se someten con la
"Litis contestatio". En la fórmula el magistrado resume en términos precisos
la controversia, después de un debate entre las partes frente a él, y así
suministra al juez el esquema o el programa para la decisión final. El juez,
nominado por el pretor peregrino, tiene una amplia valoración.
Se desarrollaba de la siguiente manera:

Primera fase:
Se llevaba a cabo ante el tribunal del magistrado, el pretor, “In Iure”, y se
procedía a la formulación del “Iudicium”, es decir, el criterio sobre la base del
cual la controversia se iba a juzgar. “Iudicium” que el actor recitaba a la otra
parte (convenido), o que el pretor, a solicitud del actor, le dictaba al convenido.
El convenido explícitamente lo aceptaba, ante testigos. Este acto de recitar o
dictar el “Iudicium” y la aceptación del convenido, que implicaba el acuerdo
entre las partes y el pretor se llamó: “Litis Contestatio”.

Segunda fase:
162
Se llevaba a cabo ante un árbitro privado “arbiter privatus”, escogido por las
partes, “Apud arbitrarium judicium”.
El árbitro asumía las pruebas y emitía la sentencia, “Sententia”, adoptando una
o la otra de las alternativas proyectadas en el “Iudicium” formulado por el pretor
“In Iure”, o sea, o el acogimiento a la solicitud del actor o la absolución del
convenido.
Los testimonios recogidos “In Iure” se entregaban al árbitro en un documento
escrito denominado: “Testatio”.
En cambio, si había dificultad en el juicio de mérito, y también, por la
comprensible desconfianza de las partes que perteneciendo a paises diversos,
tenían en un juzgador único que no fuera de su nacionalidad, se nombraba un
colegio de “Recuperatores”.
E- LA GÉNESIS DEL “IUS CIVILE NOVUM”:
El pretor peregrino provee sobretodo a tutelar jurídicamente los usos
comerciales que se habían ido formando en el tráfico sobre los mercados de
Roma.
La praxis jurisdiccional pretorial peregrina determinó un conjunto de nuevos
institutos jurídicos, que fueron considerados un sector particular del “Ius Civile
Romanorum”. El pretor introduce en su edicto los juicios de buena fe, que en la
experiencia ya se daban como valores grandemente difundidos.
A lo romanos en general y a los juristas en especial, les parecía que estos
institutos eran la expresión de una especie de derecho multinacional, de un “Ius
Gentium” común a los romanos y a las otras naciones dentro de la órbita
mediterránea.
Es por esto, que algunos autores del Período Clásico hacen referencia en este
sentido al “Ius Gentium” ya como ley, pero los verdaderos juristas preclásicos
no recogen, ni aceptan todavía este fenómeno.
Los nuevos institutos de la jurisprudencia no recibieron una propia
denominación completa y por tal, se cualifican con el nombre de “Ius Civile
Novum”.
El “Praetor Peregrinus” no desenvolvió una obra pasiva, sino totalmente activa
de facilitación a las partes en la búsqueda del principio resolutivo de las
singulares controversias, y además, aprovechando su autoridad, ejercitó una
función de orientación de los privados hacia las soluciones que más le
parecieran apropiadas al criterio objetivo de la buena fe.
Por consecuencia, aunque se dejaba libertad plena a las partes de acogerse o
no a las directivas del pretor, este fijó progresivamente un cierto número de
163
relaciones típicas y de “iudicia” típicas, creando así su “Edictum Peregrinum”, el
cual exponía al inicio del año de sus funciones.
Los institutos del “Ius Civile Novum” no tardaron en aplicarse a los mismos
ciudadanos romanos en las relaciones entre ellos mismos, cuando se instituían
relaciones análogas. Estos problemas se resolvían remitiéndolos al “Praetor
Urbanus”.
F- APORTES DEL “IUS CIVILE NOVUM”:
Al “Ius Civile Novum” se le debe la creación de la “Stipulatio Iuris Gentium”,
como una evolución de los tradicionales institutos de la “Sponsio” y de la
“Stipulatio”, pero accesible también a los extranjeros.
Desde épocas antiguas del Derecho Romano se estableció como forma de
contratar junto al “Nexum” también la “Sponsio”, que se deriva del verbo
“spondere” que quiere decir: prometer.
La “Sponsio” era un contrato verbal, “Verbis”, ya que se perfeccionaba sólo con
el uso de determinadas palabras, es decir, era indispensable el empleo del
verbo “spondere” para que se formara el vínculo contractual. Además, éste
contrato era accesible sólo a los ciudadanos romanos.
Pero luego se evolucionó y entonces, al tomar el nombre de “Stipulatio, se
permitió el empleo de otros verbos que comprendieran la idea de promesa por
parte del deudor a favor del acreedor, pero, además, se hizo extensiva esta
forma de contratar a toda clase de personas, romanos y extranjeros.
En fin, la “Sponsio” y luego la “Stipulatio”, (que no fue sino el resultado de la
evolución de la “Sponsio”), consistían en una solicitud verbal y solemne de
obligarse, dirigida por el futuro acreedor al futuro deudor y en una congrua e
inmediata respuesta del segundo al primero.
A través de diversos retoques a la fórmula, el acto de la “Stipulatio” fue
adaptado según las diversas necesidades:
 A constituir obligaciones de dar: “Stipulatio in dando”.
 A constituir obligaciones de hacer: “Stipulatio in faciendo”.
 A prometer la dote al marido: “Promissio dotis”, etc.
Con esta nueva figura los peregrinos podían estrechar válidos vínculos
obligatorios de “Stipulatio” con los romanos, los cuales tenían la “Actio ex
Stipulatu”.
164
Pero la “Stipulatio” tenía que llevarse a cabo entre presentes, o sea, entre
personas que se encontraran frente a frente y era un esquema negocial
demasiado rígido para poder contener toda la gama de hipótesis de una vida
comercial tan intensa, normalmente desarrollada entre personas lejanas. En
fin, este rigorismo hizo sentir la necesidad de dar reconocimiento jurídico
directo a las relaciones de crédito que surgían de las negociaciones de buena
fe del comercio mediterráneo.
Era necesario acudir a otras formas negociales más amplias, teniendo en
cuenta la buena fe y la equidad de los contratantes.
Como consecuencia, tomaron cuerpo las “Obligationes consensu
contractae”, como creaciones de la “Stipulatio Iuris Gentium”, y eran aquellas
derivadas del puro y simple consenso de las partes, es decir, del acuerdo
manifestado independientemente de toda formalidad y de cualquier
presupuesto.
Esta categoría de “Obligationes consensu contractae”, dio el arranque a la
concepción de Contractus”, que consiste en una convención, “Conventio”, un
negocio jurídico bi o plurilateral entendido entre las partes dirigido a crear entre
ellas una o más obligaciones.
G- LOS PRINCIPALES INSTITUTOS DEL “IUS CIVILE NOVUM”:
El “Ius Civile Novum” reconoce cuatro tipo de contratos consensuales y las
correspondientes obligaciones que nacían de ellos.
En los contratos consensuales, la relación obligatoria está sostenida por la
buena fe, por la persuasión que se tiene de respetar lealmente las reglas del
juego; es la buena fe la que determina y justifica la tutela jurisdiccional.
1- LA COMPRAVENTA: “EMPTIO – VENDITIO”.
Se entiende el contrato consensual entre el vendedor, “venditor”, y el
comprador, “emptor”, en fuerza del cual nacían los siguientes obligaciones:
a. La obligación del vendedor, “venditor”:
El vendedor tenía la obligación de procurarle al comprador, “emptor”, la
disponibilidad de la cosa.
b. La obligación del comprador, “emptor”:
El comprador tenía la obligación de transferir al vendedor, “venditor”, la
propiedad de una suma de dinero denominada “pretium”, (precio).
165
La situación de los sujetos en la "emptio venditio" era una cooperación de
intercambio (a diferencia de la sociedad que era una cooperación asociativa).
Aunque se podría pensar que el "mancipium" fuera una compraventa (real o
simbólica) en cuanto se efectúa un intercambio entre cosa y precio, la "emptio
ventidio" es diferente, donde el intercambio es el fin último y no su efecto
inmediato. El efecto inmediato es el vínculo obligatorio que se forma entre los
contratantes. No es necesario ningún ritualismo, lo que tiene relevancia, en
cambio, es la voluntad que se manifiesta libremente. El consentimiento crea
las obligaciones recíprocas del vendedor y del comprador, de entregar la cosa
y de pagar el precio, es decir, de realizar el intercambio en un momento
sucesivo al acuerdo. La "emptio venditio" se cumple en un solo instante y en
virtud del consentimiento.
A tutela de los respectivos derechos esperaba:
-
Al vendedor, “venditor”: La “Actio venditi”.
-
Al comprador, “emptor”: La “Actio empti”.
2- LA LOCACIÓN O ARRENDAMIENTO: “LOCATIO – CONDUCTIO”.
Se entiende el contrato consensual entre el arrendador, “locator”, y el
arrendatario, “conductor", por medio del cual una de las partes, el "locator", se
obliga a poner a la disposición material de la otra, el "conductor", una cosa; y el
"conductor" se obliga a restituirla después de haberse servido de ella por un
cierto tiempo, o después de haberla manipulado o transportado en el modo
convenido, a cambio de una suma de dinero, la "merces".
Existían varias clases:
-
La "locatio conductio rei".
La "locatio conductio operis".
La "locatio conductio operarum".
También en este contrato entra el transporte marítimo o fluvial y en un doble
modo: o como locación de carga o como locación de la nave.
Generalmente en fuerza de este contrato nacían las siguientes obligaciones:
a. La obligación del arrendador, “locator”:
El arrendador tenía la obligación de tener por un cierto período de tiempo a
disposición material del arrendatario, “conductor”, un determinado objeto
jurídico.
b. La obligación del arrendatario, “conductor”:
166
El arrendatario tenía la obligación de restituir el objeto al arrendador, “locator”,
después de haberlo utilizado en el modo y por el tiempo convenido.
Además, el arrendatario, “conductor”, tenía la obligación de corresponder al
arrendador, “locator”, una prestación, generalmente periódica, en dinero,
denominada: “merces”.
A tutela de los respectivos derechos esperaba:
-
Al arrendador, “locator”: La “Actio locati”.
-
Al arrendatario, “conductor”: La “Actio conducti”.
3- LA SOCIEDAD: “SOCIETAS”.
El derecho arcaico no ignoraba la cooperación asociativa entre los sujetos,
pero sólo tipificaba el consorcio entre hermanos coherederos o la comunidad
entre extraños. En el consorcio fraterno, la posición patrimonial de los
hermanos, que antes estaban sometidos a la potestad del "pater familias", no
es separable de su posición familiar, lo cual justifica la contitularidad del
patrimonio. La sociedad que se contrae con el sólo consentimiento es una
situación totalmente diferente. El elemento personal de la confianza y de la
fidelidad de los socios es importante para la disciplina jurídica, pero el vínculo
recíproco nace es de la voluntad libremente expresada y no de un "status"
familiar.
Entre la fraternidad que caracteriza el consorcio doméstico y el
"consensus" idóneo para constituir la nueva "societas" la divergencia es
enorme.
Se entiende entonces, el contrato consensual entre socios, en fuerza del cual
cada uno se obligaba a emplear en el interés común, un cierto número, aunque
desigual, de cosas, “Res”, o también un cierto “quantum” de sus actividades,
“operae”, con el objetivo de cumplir un singular negocio o varios negocios.
En conexión con este empeño de cooperación, las partes se repartían entre
ellas las ganancias, pero también, las pérdidas.
Los socios podían poner en común la totalidad o parte de sus bienes o
perseguir fines determinados como el ejercicio de una actividad económica o
de una singular rama del comercio.
"Sed haec quidem societas, de qua loquimur, id est quae nudo consensu
contrahitur, iuris gentium ets; itque inter omnes homines naturali ratione
consistit. Est autem aliud genus societatis proprium civium Romanorum.
Olim enim mortuo patre familias, inter suos heredes quaedam erat
legitima simul et naturalis societas, quae appellabatur ercto non cito, id
est dominio non diviso: ercttum enim dominium est, unde erus dominus
dicitur; ciere autem dividere est: unde caedere et secare et dividere
dicimus. Alii quoque qui volebant eandem habere societatem, poterant id
consequi apud praetorem certa legis actione. In hac autem societate
fratrum sourum ceterorumve, qui ad exemplum fratrum suorum
167
societatem coierint, illud proprium erat, quod vel unus ex sociis
communem servum manumittendo liberum faciebat et omnibus libertum
adquirebat: item unus rem communem mancipando eius faciebat, qui
mancipio accipiebat".(Gai. 3, 154 - 154b.).
Excepcionalmente la sociedad se formaba con más de dos socios.
A tutela de sus derechos cada socio tenía hacia el otro: La “Actio pro socio”.
4- EL MANDATO: “MANDATUM” – “ACCEPTUM”.
Se entiende el contrato consensual entre el mandante, “mandator” (el que
encarga), y el mandatario, “mandatarius” (el encargado), en fuerza del cual éste
último se obligaba a cumplir gratuitamente uno o más actos encargados y para
el interés del primero.
No estaba prevista una retribución por la obra del mandatario, porque el
contrato se insertaba normalmente en un más amplio conjunto de relaciones
entre las partes y constituia una explicación subsidiaria de confianza y de
amistad.
A tutela de sus derechos les esperaba:
-
El mandante, “mandador”, tenía contra un mandatario, “mandatarius”,
desleal, negligente u olvidadizo: La “Actio mandati directa.
-
El mandatario tenía contra el mandante, por haberlo constreñido al pago de
eventuales indemnizaciones: La “Actio mandati contraria”.
8-
EL “IUS HONORARIUM”:
A- MARCO HISTÓRICO:
Para que se concluyera un negocio consensual no era necesario que al menos
uno de los contratantes fuera extranjero. Aquellos negocios, nacidos de las
exigencias del tráfico mercantil, eran disponibles también para los ciudadanos
romanos. Así las puertas del nuevo procedimiento se abrían también a ellos.
Este nuevo procedimiento, de igual manera, había sido acogido por el tribunal
del pretor urbano, y también se fundamentaba sobre la fórmula, coexistiendo
con el procedimiento antiguo de las "legis actiones", pero con la tendencia
gradual a sustituirlo.
Entonces, el ejemplo del “Praetor Peregrinus” fue seguido por el “Praetor
Urbanus”, no solamente sobre el plano de la valoración y estimación de las
relaciones inter-cives del “Ius Civile Novum”, sino también sobre el plano del
procedimiento jurisdiccional.
168
El motivo de esta situación, fue, esencialmente, que con el pasar del tiempo se
revelaba siempre más gravosa la función de aplicar “Inter-cives” un
ordenamiento jurídico como el “Ius Civile Vetus”, superado desde hace
tiempos, y muchas veces, reprobado por la más evolucionada conciencia
social, por ejemplo, respecto al procedimiento de las Acciones de la Ley, un
procedimiento ya decrépito.
El “Ius Publicum” dio un limitadísimo aporte a la renovación del “Ius Civile
Vetus”, pero también, prácticamente no hizo nada en el procedimiento
jurisdiccional.
La legislación comicial se limitó a la mitigación de un demasiado duro y severo
procedimiento de la “Actio manus iniectio”, con la “Lex Vallia de manus
iniectionem” del año 200 a. C., y a la introducción con la “Lex Silia” del año
205 a. C., y la “Lex Calpurnia” del año 204 a. C., de un procedimiento
simplificado en orden a los litigios que tuvieran por objeto deudas de sumas de
dinero y respectivamente de cosas determinadas a peso, número o medida, a
través de la “Legis Actio per condictionem”.
B- LA ACTIVIDAD DEL “PRAETOR
PROCEDIMIENTO FORMULARIO:
URBANUS”
Y
EL
Pero como seguía el problema fundamental de la inadecuación de los
anticuados reglamentos previstos en el “Ius Civile Vetus”, es decir, en el “Ius
proprium Civitum Romanorum”, superados ya por el procedimiento del “Praetor
Peregrinus” y el “Ius Civile Novum”; a partir de los últimos años del siglo III a.
C., el “Praetor Urbanus” comenzó, entonces, caso por caso, a evitar graves y
notorios inconvenientes, entre otros, por ejemplo:

Aunque sin desconocer la validez formal de algunos negocios civiles,
decidía decretar la reintegración del estado jurídico precedente, como si
estos negocios no hubieran existido, a través de la “In integrum restitutio”.

También podía, sin pronunciarse a cerca de la formal existencia de un
derecho naciente del “Ius Civile”, ordenar su interdicción provisionalmente,
tutelando en tal modo la espera de un futuro acertamiento judicial, esto
mediante un “Interdictum”.
Indudablemente, con estos medios procesales, “magis imperii, quam
iurisdictionis”, el pretor derogaba formalmente al “Ius Civile”; además, su
“Imperium” no estaba limitado jurídicamente sino por “Imperia” superiores y por
la “Intercessio Tribunicia”. Pero aún y además, la opinión pública aplaudía
estas iniciativas, que generalmente, estaban fundadas en consejos de los más
acreditados juristas, y eran reconocidas por la más evolucionada conciencia
social.
Un ulterior paso adelante fue cumplido por el “Praetor Urbanus”, cuando ya
habiendo adoptado en las controversias a los institutos del “Ius Civile Novum”,
y también, al ágil procedimiento del “Praetor Peregrinus”, se induce, siempre
que las partes lo pidieran concordemente; que las partes pidieran utilizar el
169
mismo procedimiento para la resolución de las relaciones y de los litigios
previstos en el “Ius Civile Vetus”.
Con este nuevo procedimiento más ágil y facilitado, es que aparecen en el
mundo del derecho lo “Iudicia imperio continentia”, o sea, reglas de juicio
mediante las cuales el pretor urbano, a través del “Iudicium” encaminaba los
litigios a decisión por parte del juez, un juez privado “Iudex Pirvatus”, no con
recurso a los principios del “Ius Civile Vetus”, sino “ex Imperio suo”, es decir,
sobre la base de su “Imperium” y de su bien conocida autoridad y además, de
su cualificada adhesión a las actuales corrientes valoraciones sociales.
Este nuevo procedimiento, empieza a tomar una propia denominación:
Procedimiento “Formulario”, y tenía aplicación pero siempre y cuando se
dieran dos requisitos:
1. Que las partes se encontraran en pleno acuerdo, entre ellas y el pretor, en
la adopción del procedimiento formulario y en el contenido del “Iudicium”,
que era derogatorio de los principios del “Ius Civile Vetus”.
2. Que el “Iudex Privatus” siendo investido con el poder de juzgar por parte del
pretor, llevara a su terminación el proceso antes del vencimiento del año del
cargo del mismo pretor que lo protegía y lo había investido con el “Iussus
Iudicandi” y que lo cubría con su “Imperium” y su respetada autoridad.
Una Ley Julia de edad Augustea abolió el antiguo procedimiento de las
acciones de la ley. Pero aproximadamente un siglo antes, y el siglo II a. C.,
ya se había hablado de otra ley de limitación y que generalizaba el recurso a
los nuevos esquemas procesales. La "Lex Aebutia de formulis" fue la que
difundió el nuevo Procedimiento Formulario, autorizando explícitamente al
pretor urbano, el poder adoptar, por solicitud de las partes, el Procedimiento
“per concepta verba”, es decir, por criterios de juicio formulados de acuerdo
con las partes, y ya no el Procedimiento de las Acciones de la Ley, “per legis
actiones”, en orden a las controversias relativas a las relaciones previstas por
el “Ius Civile Vetus”.
"Sed istae omnes legis actiones paulatim in odium venerunt. Namque ex
nimia subtilitate veterum qui tunc iura condiderunt, eo res perducta est, ut
vel qui minimum errasset, litem perderet; itaque per legem Aebutiam et
duas Iulias sublatae sunt istae legis actiones effectumque est, ut per
concepta verba, id est per formulas litigemus. Tantum ex duabus causis
permissum est lege agere: damni infecti et si centumvirale iudicium
futurum est". (Gai. 4, 30 - 31.).
Desde la edad arcaica hasta entrado el siglo III a. C., la jurisdicción pretorial
había sido guiada por los criterios formalistas dominantes en todo campo del
derecho. Estos criterios sufren ahora una lenta declinación. La praxis no sólo
corroe el viejo ordenamiento, sino que crea uno nuevo. Al pretor, se le confía
una función normativa. En un cierto sentido actúa como un legislador.
170
Así es que, el pretor urbano es autorizado a crear un derecho alternativo,
actualizado, más ágil y moderno que el viejo “Ius Civile Vetus”, y a inspirar su
actuación con el criterio de la equidad, “Aequitas”, o sea, el poder de adecuar
las reglas del juicio a las más avanzadas y maduras concepciones y
necesidades sociales. El pretor como titular de la "Iurisdictio" está en grado
de producor un conjunto de normas que toman el nombre de Derecho
Pretoriano y que al lado de los demás magistrados van formando el Derecho
Honorario.
C- LA FORMACIÓN DEL “IUS HONORARIUM”:
La obra del pretor fue rápidamente imitada por los otros magistrados juzgantes
que tenían que ver con el “ius Civile Vetus”, como los “Aediles", los
gobernadores de las provincias y los cuestores de éstas. También aquí la
elasticidad del procedimiento se aplicó, si era aceptada concordemente por las
partes en causa.
Este nuevo sistema jurídico, con el tiempo empezó a denominarse: “Ius
Honorarium”, que se difundió, sobre todo, en el sucesivo Período Clásico.
“Honorarium”, con alusión al hecho de nacer de la actividad de los magistrados,
o sea, de funcionarios vestidos de "Honores” y que consecuencialmente,
ejercían sus funciones “ad honorum”.
El “Ius Honorarium”, no fue considerado un sistema más moderno en lo civil.
Por ejemplo, a diferencia, el “Ius Civile Novum” fue considerado como la
actualización del “Ius Civile Vetus”. El “Ius Honorarium”, permanece siempre
un sistema jurídico totalmente distinto del “Ius Civile”, ya sea, “Vetus” o
“Novum”, lo que depende del hecho que las materias del “Ius Honorarium”,
aunque no fueron diversas de aquéllas del “Ius Civile”, fueron reguladas según
criterios diversos.
Entre los institutos civilistas y los institutos pretorianos, puede determinarse un
verdadero y propio paralelismo.
Se habla de propiedad pretoria, de
obligaciones pretorias y de herencia pretoria al lado de la propiedad, de la
herencia y de las obligaciones civiles.
Las relaciones obligatorias de derecho pretorio que pueden nacer de acuerdos
o de actos ilícitos, se modelan sobre aquéllas de derecho civil.
Aún todavía más, es compleja la materia hereditaria. El pretor introduce la
“bonorum possessio” como nuevo sistema sucesoral que tiene en cuenta los
vínculos de sangre. También las formalidades del testamento civil se reducen
en el sistema pretorial.
Es bien entendido que el edicto refleja el entero ordenamiento jurídico en su
dimensión privada.
Por eso se cree que no es ninguna exageración
considerarlo la voz viva del derecho civil, según las palabras de Elio Marciano
en D. 1, 1, 8. Según Cicerón el pretor es “iuris civilis custos” y el magistrado
“lex loquens”. (Cic. De leg. 3, 1, 2; 3, 3, 8.).
171
Las normas de invención pretoria constituyen, como “Ius Honorarium” o
“praetorum” un conjunto jurídico distinto.
El magistrado se comporta como legislador cuando hace sus escogencias y
determina sus objetivos entre aquéllos posibles, traduciéndolos en esquemas
típicos y formulaciones generales. Pero embién, como señor del proceso se
empeña en respetar las condiciones que las escogencias cumplidas impongan
a su actividad.
Se piensa en la existencia de un especial tecnicismo, en el mismo magistrado
como un técnico, pero casi siempre se mueve detrás de él un concejo de
expertos, que ejercitan su autorizada influencia con autoridad y sabiduría.
La mayor parte del “Ius Honorarium” la constituye el derecho pretorial.
El pretor acoge todos los medios de defensa judicial, bien sea aquéllos que se
dan con base en el antiguo derecho ciudadano o también aquéllos que se
refieren a las relaciones nuevas de la praxis comercial; pero no se limita sólo a
esto. Si considera inaplicables y ya desuetos los institutos del derecho
antiguo, los abandona. Por ejemplo, en el caso del delito de “iniuriae”, la vieja
acción prevista por las XII Tablas, dirigida a una pena de venticinco (25) ases,
estaba pràcticamente en desuso, y fue sustituida por un juicio recuperatorio, en
el cual el cálculo de la pena era sometido al juez. (Gell. 20, 1, 13).
De igual manera, se tutelan intereses que emergen por primera vez, y que se
definen jurídicamente sólo en el programa edictal, como la disciplina del dolo y
de la violencia en el ejercicio de la autonomía privada, los pactos, el deposito,
el comodato, o la gestión de negocios ajenos.
Claro está que la actividad del pretor aun cuando no siempre es innovativa
tiene especial importancia. La pertenencia de una cosa a un sujeto, como en el
“dominium” o en el “mancipium”, tiene siempre su tutela jurídica. Como lo
sabemos, a éste fin servía una determinada y adecuada “legis actio”. Ahora a
ésta acción, que continuará existiendo hasta la época augustea, se coloca a un
lado y luego actúa en sustitución, la fórmula petitoria. Sólo la forma procesal
muta, en cambio, los intereses en juego permanecen siendo los mismos.
Si resulta que la cosa, de la cual se trata, pertenece al actor según del derecho
de los Quirites, y no se ha podido obtener la restitución al actor con la
intervención arbitral del juez, el juez condene al convenido a pagar al actor una
suma de dinero par al valor de la cosa al momento de la condena. Si la
premisa no resulta acertada, el juez absuelva.
La relación entre el “Ius Honorarium” (que incluye al “Ius Praetorum”), y el “Ius
Civile”, cambia según el valor que se atribuya a éste último término. El “Ius
Honorarium” se inscribe como una nueva esfera en el derecho ciudadano, en el
“Ius Civile”; pero se contrapone al “Ius Civile cuando éste último asume el
significado particular de tradición civilista, es decir, de conjunto de normas que
se ha formado consuetudinariamente o con la intervención de la ley y se ha
172
desarrollado por el trabajo asiduo de sus intérpretes, como no lo hace ver la
definición papinianea:
“Ius autem civile est, quod ex legibus, plebis scitis, senatus consultis, decretis
principum, auctoritate prudentium venit. Ius praetorium est, quod praetores
introduxerunt adiuvandi vel supplendi vel corrigendi iuris civilis gratia propter
utilitatem publicam. Quod et honorarium dicitur ad honorem praetorum sic
nominatum”. (D. 1, 1, 7.).
El derecho honorario desarrolla, respecto del derecho civil, una función
práctica que a veces es adherente, a veces integradora o a veces correctiva.
En el derecho sucesoral, se puede ver en la “bonorum possessio”, donde el
pretor actua en modo adherente cuando la concede al mismo heredero civil;
actúa en cambio de modo supletivo cuando la concede a un sucesor pretorio
colmando una laguna del derecho civil; y actúan en modo correctivo cuando la
concede a un sucesor pretorio en contraste con el derecho civil.
El derecho honorario no tiene, como el derecho civil, una eficiacia inmediata y
automática, no crea relaciones jurídicas duraderas, sino sólo medios
temporáneos de defensa judicial para situaciones de hecho a las cuales se les
atribuye relevancia jurídica. Entonces, el derecho honorario, es un conjunto de
normas destinadas a disciplinar la práctica judicial, y no a regular directamente
las relaciones de derecho sustancial entre los privados.
En todo caso, el magistrado es indudablemente un órgano productor de
normas, donde su actuar es autorizado y además, tiene autoridad; que de la
experiencia cuotidiana y expontánea se transforma en un texto vinculante.
D- LOS “EDICTA MAGISTRATUUM”:
Para fines del conocimiento del “Ius Honorarium”, tuvieron mucha importancia
los “Edicta magistratuum”.
Todo magistrado romano tenía la facultad de emanar edictos, o sea,
ordenanzas o proclamaciones o anuncios del más variado contenido, de
diversa intensidad y duración. La tenían en primer lugar los cónsules que la
usaban en el ejercicio de su poder militar y civil, para convocar los comicios y
reunir el senado, para ordenar la leva y en otras ocasiones. Una "vetus forma
perpetua" les servía de modelo. El edicto censorio era traslaticio por
naturaleza, sus innovaciones saltaban a la vista. Algunos magistrados estaban
investidos con el "Ius edicendi", obviamente, el pretor urbano y el pretor
peregrino, pero también los ediles (los cuales tenían la competencia en los
litigios del mercado), los gobernadores de las provincias y sus cuestores.
Los "Edicta magistratuum" eran los emanados por los magistrados juzgantes
al inicio del año de sus funciones para hacer notorio a los “Cives Romani”, el
programa que cada magistrado debía efectuar. Estos edictos se llamaron:
“Edicta Perpetua”
173
Pero no se excluía que el magistrado emanara los “Edicta Repentina” en el
curso del año de sus funciones, según las necesidades y para integración del
edicto inicial, o sea, el edicto perpetuo.
Igualmente, los edictos se podían clasificar según el magistrado que los
emitiera, así entonces:
 El “Edictum Praetorium”:
Era el edicto emanado por el “Praetor Urbanus”, donde proclamaba los criterios
que iba a seguir en las controversias entre los Ciudadanos Romanos.
 El “Edictum Peregrinum”:
Era el edicto emanado por el “Praetor Peregrinus”, donde proclamaba los
criterios que iba a seguir en las controversias entre los Ciudadanos Romanos y
los extranjeros, y entre los mismos extranjeros.
 El “Edictum Aedilium Curulium”:
Era el edicto que preanunciaba los criterios que los “Aediles Curules” aplicarían
en las controversias que se presentaban en los mercados públicos ciudadanos.
 El “Edictum Provinciale”
Era el edicto que emanaba cada singular gobernador de cada una de las
provincias, donde proclamaba los criterios que iba a seguir en las controversias
de los residentes de la provincia determinada.
 El “Edictum Quaestorium”:Era el edicto emanado por cada singular
“Quaestor Provincialis”, donde proclamaba los criterios que iba a seguir en
las controversias que se presentaban en los mercados públicos de la
provincia determinada.
 Los “Praefecti Municipalis” aplicaban los edictos de los pretores romanos.
Los edictos, bien fueran, perpetuos o repentinos, eran expresiones de una
auto-limitación de la discrecionalidad magistratual, sin embargo, por esto no
vinculaban inderogablemente a los magistrados en la actuación de los
programas por ellos formulados, los cuales eran abstractamente derogables en
el caso concreto, con decisiones del todo originales, mediante los “Decreta”.
Las controversias modeladas sobre fórmulas edictales, según las técnicas del
nuevo proceso integraron el procedimiento llamado: “Agere per formulae”, es
decir, el conocido Procedimiento Formulario.
E- EL EDICTO DEL PRETOR:
174
Al inicio del año en su cargo, el pretor establecía los criterios de su jurisdicción.
Prefiguraba las fiversas hipótesis en las cuales habría nominado un juez a
aquéllos que se hubieran dirigido a él como partes de una controversia judicial,
y relacionaba los medios de tutela que se proponía aplicar en el curso de su
labor. Fórmulas procesales, excepciones y otros remedios encontraban su
puesto en el edicto.
El pretor lo comunicaba oralmente al pueblo, indicándole las grandes lineas y
las partes nuevas. Pues, al asumir la magistratura subía a la tribuna y
anunciaba las reglas que iba a observar en el ejercicio de su cargo.
Como sabemos, en Roma la política se presenta como teatro, y la relación
directa con la multitud era el modo más inmediato y simple de convertirse en
popular. El edicto era también un medio de publicidad y era apreciado por los
ciudadanos, en un escenario simbólico.
La publicación por escrito del programa edictal sucedía en el Foro, en tablas de
madera, pintadas de color blanco ("album") y con letras en color negro y rojo,
a fin de que se pudiera leer fácil y correctamente. (Así se cumple el mandato de
unaley municipal de la edad flavia, la "Lex Irnitana").
Cualquiera podía intentar una acción judicial, llevando al convenido y
mostrándole la fórmula que iba a solicitar en contra de él.(Ulp. D. 14, 3, 11, 3.).
Una vez publicado el edicto encontraba aplicación. Pero el magistrado podía
no conceder el juicio previsto u otro medio de protección, con base en un
examen de las circunstancias (el "dare" o "denegare actionem" o "exceptionem"
dependía de su valoración); o también, podía conceder, con un decreto, su
tutela en situaciones no disciplinadas por el edicto.
Esta libertad o
discrecionalidad iba unida al uso de su "iurisdictio". Claro está que sólo en el
año 67 a. C. la "Lex Cornelia" estableció la obligación de los pretores de
respetar el edicto.
La duración del edicto era anual, como anual era el cargo del pretor. Una vez el
pretor terminaba las funciones en el cargo, el edicto perdía formalmente toda
eficacia y era sustituido por auél del pretor sucesivo. Cada año existía pues un
edicto nuevo, pero las normas pretoriales pasaban normalmente de un edicto al
otro y duraban por mucho tiempo.
Aulo Gellio escribió como pudo tener el privilegio de leer el edicto del pretor en
la biblioteca del tempo de Traiano:
"Edicta veterum praetorum sedentibus forte nobis in bibliotheca templi
Traiani et aliud quid quaerentibus cum in manus incidissent, legere atque
cognoscere libitum est". (Gell. 11, 17, 1.).
Su diseño definitivo se tuvo solamente en la edad adrianea, como lo veremos
más adelante, cuando el principe Adriano le confió al jurista Salvio Giuliano la
función de reordenarlo.
175
No se tiene del edicto un conocimiento directo. Pero el edicto julianeo ha sido
reconstruido, con un procedimiento análogo al utilizado para la reconstrucción
de las Doce Tablas. Los materiales han sido obtenidos de la tradición
manuscrita y en gran medida de los comentarios jurisprudenciales. El trabajo
de palingenesia fue comenzado en el siglo XV, pero en el año 1869 se debe al
rigor de Otto Lenel la restitución del texto que se considera hoy en día
definitiva.
Se pueden distinguir cinco (5) grandes sectores en el cual la materia estaba
distribuida, se refieren a la introducción de los litigios y de su desarrollo frente
al magistrado, la jurisdicción ordinaria, los medios urgentes de tutela jurídica, la
ejecución de la sentencia y el procedimiento de quiebra contra los deudores
insolventes, en fin, los interdictos, las excepciones procesales y las
estipulaciones pretoriales.
En el sistema leneliano las cinco partes del edicto comprenden
respectivamente los títulos I - XIII, XIV - XXIV, XXV - XXXV, XXXVI - XLII,
XLIII - XLV.
En la primera parte entraban los "vadimonia" y las "in integrum
restitutiones" (X).
En la última parte del programa edictal, encontramos el primer lugar los
"interdicta" (XLIII); las "exceptiones" (XLIV) que son cláusulas para introducir
en la fórmula procesal; en fin, las “stipulationes praetoriae” (XLV).
El pretor puede imponerle la conclusión con varios medios: por ejemplo con
una “denegatio actionis”, o concediendo una “missio in possessionem” a la
contraparte.
Es instructiva la “cautio damni infecti”, o sea, la promesa solemne de resarcir el
daño eventual, que el propietario de un fundo debe prestar al propietario del
fundo vecino, cuando la condición de su inmueble o la construcción de una
obra nueva determinan un estado de peligro. El rechazo de prestar la “cautio”
da lugar a la “missio in possessionem” a favor del otro propieario (XXIX).
Las accione penales se encuentran en el título XXIII “De furtis” y en el título
XXXI “De liberali causa”.
La mayoría de las “missiones in possessionem” están agrupadas en el título
XXXVIII “Quibus ex causis in possessionem eatur”.
En los últimos dos siglos de la república, el edicto fue un instrumento muy
eficaz para la producción normativa; son sígno, por ejemplo, la pretura de C.
Cassio Longino alrededor del año 27 d. C. (D. 4, 6, 26, 7; D. 44, 4, 4, 33); y la
de Salvio Giuliano con una de sus creaciones la “nova clausula de
coniungendis cum emancipato liberis eius” (D. 37, 8, 3.).
F- DESARROLLO DEL PROCEDIMIENTO FORMULARIO:
176
El Procedimiento Formulario, “Agere per formulae”, actuar por formulas, que se
fue estabilizando a finales del Período Pre-clásico, subrogó al Procedimiento
de las Acciones de la Ley, “Per Legis Actionis”.
Este procedimiento también se desarrollaba en dos fases:
1- LA FASE “IN IURE”:
Se desarrollaba frente al magistrado.
Esta fase era posible sólo con la presencia de las dos partes, el actor y el
convenido. Para tal fin, el actor podía citar al convenido mediante el tradicional
modo solemne de la “In Ius Vocatio”, regulada por la Ley de las XII Tablas.
Para reenvios a audiencias sucesivas, el actor se hacia expedir del convenido
un “Vadimonium”, es decir, una fórmula donde prometía presentarse “In Ius” en
un determinado día.
Se recurría al "vadimonium" cuando el debate procesal frente al magistrado
no se había terminado en una sola audiencia; en este caso, el pretor autorizaba
al actor a imponer al convenido, por medio del "vadimonium", la promesa de
comparecer nuevamente en tribunal en una fecha cierta preestablecida. El
convenido promete con una "stipulatio" penal, una "summa vadimonii", en
caso de incumplimiento. (Gai. 4, 184.). Este instituto se desarrolló tanto que
prácticamente tomó el puesto de la "in ius vocatio". En la práctica en el
momento en que se efectuaba la convocatoria al proceso, se hacía la invitación
al convenido a presentarse por primera vez y en la primera fase del juicio, en
un dia cierto, a una hora y en un lugar establecidos previamente.
Si efectivamente, el convenido se presentaba “In Ius” para el contradictorio, el
actor procedía a la “Editio Actionis”, es decir, a una indicación precisa de sus
pretensiones, con la consecuente designación de la fórmula edictal escogida, o
a falta de ésta, con el “Iudicium” del magistrado.
Sobre el punto, el convenido era libre de entablar una discusión. A su
terminación, el magistrado debía decidir si proceder a la invocada “Datio
Actionis”, o si en cambio, rechazar las peticiones del actor mediante la
“Denegatio Actionis”.
Las causas de imposibilidad de adelantar el proceso eran las siguientes:

La “Denegatio Actionis”.

La ausencia de una de las dos partes “In Iure”.

La renuencia de una de las dos partes a llegar a la “Litis Contestatio”.
Pero la proposición de la acción por parte del actor podía hacerse en otra
oportunidad.
177
La posibilidad del pretor y de las partes de impedir la “Litis Contestatio”,
demuestra como ésta era el fruto del concurso de tres voluntades:
1- La “Datio Iudicii” del magistrado.
2- La “Dictatio Iudicii” del actor.
3- La “Acceptio Iudicii” del convenido.
Los efectos de la “Litis Contestatio” eran los siguientes:

La extinción de la relación jurídica controvertida, ésta relación no se podía
discutir nunca más en “In Iure”.

La subrogación de esta relación extinta, en una nueva relación jurídica, que
debía ahora discutirse en la segunda fase “Apud Iudicem”, en los términos
indicados convencionalmente en el “Iudicium” del magistrado. Entonces, el
convenido estaba sujeto a sufrir la sentencia que el juez privado dictaba, ya
que estaba investido del poder de juzgar con el “Iussum Iudicandi”.
Es decir, el “Iussum Iudicandi” era la asunción por parte del juez privado, de la
potestad pública para condenar o absolver al convenido en el término del año
magistratual.
2- LA FASE “APUD IUDICEM”:
Se desarrollaba frente al juez privado, “Iudex Privatus”.
Tenía inicio con la “Litis Contestatio”, cuando terminaba la fase “In Iure”, pero
en la práctica, comenzaba en el momento en el cual las partes o el actor, se
presentaban efectivamente ante el “Iudex Privatus”, solicitándole que en fuerza
del “Iussum Iudicandi”, y sobre la base del “Iudicium” concertado “In Iure”,
desarrollaba su actividad juzgadora.
Si una de las partes no se presentaba ante el juez, éste ejercitaba igualmente
su función, fruendo de las alegaciones de la otra parte, así es que, dictaba
sentencia, aún en ausencia de una de las partes.
El procedimiento no se podía llevar a cabo sólo en los siguientes casos:
1. Cuando las dos partes no comparecían ante el juez.
2. Cuando el juez no dictaba sentencia a tiempo, es decir, durante el año
magistratual; esta situación se denominaba: “mors litis”, con la cual se
verificaba la extinción de la controversia.
Pero el actor podía
sucesivamente invocar del nuevo magistrado una confirmación de la
precedente “Litis Contestatio” y una renovación del proceso “Apud Iudicem”.
178
El procedimiento “Apud Iudicem” era muy simple y libre. Las partes,
eventualmente asistidas por “Defensores”, debatían las afirmaciones hechas “In
Iure” y cristalizadas en el “Iudicium”, aduciendo las pruebas relativas, que el
juez asumía y valoraba, con amplia facultad de pedir explicaciones y
clarificaciones.
La carga de la prueba esperaba, por regla general, a quien afirmara una
circunstancia y no a quien la negara. Por lo tanto, el actor tenía la carga de la
prueba de los elementos justificantes de la condena del convenido. En cambio,
el convenido sólo tenía que probar las circunstancias en las cuales hubiera
basado una excepción, “Exceptio”, o una “Duplicatio”.
En cuanto a los medios de prueba, se dejaba a las partes la máxima libertad de
producir las pruebas en toda su variedad, documentos, testimonios, etc.
También, se dejaba al juez la máxima libertad para valorarlas. La única
limitación existente, consistía en que el juez no era libre de basar su sentencia
sobre indagaciones desarrolladas por su iniciativa propia, “Inquisitiones”,
porque debía juzgar sólo con base en lo que habían afirmado y probado las
partes.
La sentencia, “Sententia Iudiciis”, con la cual se cerraba la fase “Apud Iudicem”,
era un acto completo constituido por:
 Un parecer que el juez expresaba como privado, en forma de conciencia,
teniendo como base el “Iudicium” concertado “In Iure”.
 La consecuente providencia de “Condemnatio” o de “Absolutio” que el juez
emanaba en fuerza de la investidura de poder concedida por el magistrado
a través del “Iussum Iudicandi”.
F- LA ESTRUCTURA DEL “IUDICIUM”:
Para un mejor conocimiento del Procedimiento Formulario, “Per Formulae”, es
necesario analizar sumariamente el “Iudicium” procesal.
1-) INTEGRACIÓN DEL “IUDICIUM”:
El “Iudicium” estaba constituido por cuatro (4) partes:
a- LA “IUDICIS NOMINATIO”:
La designación de la persona encargada por el pretor, según acuerdo con las
partes, de emitir la sentencia.
b- LA “PARS PRO ACTORE”:
179
En la cual se formulaba la pretensión del actor que resultara fundamentada, en
cambio, resultaba infundamentada la del convenido.
Y se invitaba
consecuentemente al juez a emitir la providencia solicitada por el actor.
c- LA “PARS PRO REO”:
En la cual se formulaba la hipótesis donde no resultaban fundamentados los
argumentos del actor, en cambio, los adoptados por el convenido si, y se
invitaba consecuentemente al juez a dejar libre al convenido.
d- EL “IUSSUM IUDICANDI”:
La concesión al juez de poder emitir una providencia de condena o de
absolución del convenido.
2-) CLÁUSULAS ESENCIALES DEL “IUDICIUM”:
a- La “Intentio”:
Era la formulación de la pretensión del actor. Estaba incluida en la “Pars pro
actore”.
Podía ser:
 “IN IUS”:
Cuando consistía en la afirmación de un derecho o de un deber establecido por
el “Ius Civile”, o el “Ius Publicum”, o el “Ius Honorarium”.
 “IN FACTUM”:
Cuando consistía en la indicación de una situación de hecho.
b- La “Condemnatio”:
Era la invitación dirigida al juez de condenar al convenido si resultaba así de la
“Intentio”, o en caso contrario, de absolverlo.
3-) CLÁUSULAS ACCIDENTALES DEL “IUDICIUM”:
El “Iudicium” se componía también de algunas cláusulas accidentales, es decir,
que se podían inserir en caso de hipótesis particulares.
a- La “Demonstratio”:
Mediante la cual se clarificaban y se precisaban los términos de hecho de la
cuestión.
b- La “Adiudicatio”:
180
Propia de los juicios divisorios. Con la cual se daba al juez el poder de asignar
en “Dominium ex Iure Quiritium” a los que tenían singularmente tenían derecho
a una cosa o a un patrimonio común.
c- La “Taxatio”:
Cláusula con la cual se limitaba dentro de un cierto “maximum” el importe de la
condena, dejando al juez la posibilidad de fijar un importe menor.
d- La “Praescriptio”:
Cláusula con la cual se ponían en via preliminar de las reservas “pro actore” –
“pro reo” en modo de limitar el campo de extensión de la acción.
e- La “Exceptio”:
Puesta inmediatamente después de la “Intentio”, servía a condicionar la
condena del convenido, además que al buen fundamento de la pretensión del
actor, también a la falta de fundamento de una circunstancia pretendida
deducida por el convenido y tal de hacer ineficaz la pretensión del actor.
Cláusulas afines a la “Exceptio” eran:
f- La “Replicatio”:
La “Replicatio” del actor.
g- La “Duplicatio”:
La “Duplicatio” del convenido.
h- La “Triplicatio”:
La “Triplicatio” del actor, etc.
G- LOS MEDIOS PROCESALES UTILIZADOS EN EL “IUS
HONORARIUM” PARA LA REFORMA DEL “IUS CIVILE”:
De estas técnicas ingeniosas, obras de una refinada jurisprudencia, se pueden
mencionar las siguientes:
1- LOS “INTERDICTA”:
Son ordenes pretorias de naturaleza administrativa, las cuales imponen la
exhibición de cosas o de personas o la restitución de cosas o la destrucción
181
de obras o la abstención de determinados actos. Se distinguen por ello en
exhibitorios, restitutorios y prohibitorios.
Es evidente que eran ordenanzas de urgencia, llamadas también, “Decreta”,
mediante las cuales el magistrado “Cum Imperium”, obligaba, con razón, a
restituir una cosa de la cual se habían posesionado “Interdicta restitutoria”, o de
exhibir un objeto que tuvieran reservado “Interdicta exhibitoria”, o en fin, de
abstenerse de un cierto comportamiento “Interdicta prohibitoria”. (Gai. 4, 140 142).
Paolo hace una amplia descripción de los interdictos pretoriales en D. 43, 1, 2,
L. 745.
La importancia práctica del “Decretum” interdictal se daba para hacer
imposible, a quien rechazara obedecer al “Interdictum”, de sustraerse al
acertamiento jurisdiccional, y además, para obtener aquel resultado inmediato,
aunque provisional, que fuera equitativo realizar a beneficio de la paz social.
Por medio de los "interdicta" se tutela la posesión, o sea, la relación de hecho
en la cual una persona se encuentra frente a una cosa. (Gai. 4, 143 - 156.).
2- LAS “IN INTEGRUM RESTITUTIONES”:
Eran providencias mediante las cuales el magistrado “Cum Imperium”,
declaraba carentes de eficacia, por motivos de equidad, actos plenamente
válidos “Iure Civile”, y por lo tanto, restablecía integralmente, “restituere in
integrum”, las situaciones que aquéllos actos jurídicos hubieran modificado.
El magistrado emanaba tales providencias por solicitud del actor, previo un
personal acertamiento suyo de las buenas razones por la cual fuera equitativo
proceder a inutilizar el acto jurídico perjudicial para el actor. Por ejemplo, el
“Dolus Malus” del cual el actor fuera víctima.
El pretor al pronunciar una "in integrum restitutio", reintegraba a un sujeto a
su precedente situación jurídica. Esto podía suceder cuando un negocio
jurídico había sido celebrado por un menor de venticinco años o cuando una de
las partes había sufrido violencia por parte de la otra. La "in integrum
restitutio", eliminaba, en algunos casos, los efectos de la "litis contestatio",
restableciendo la relación que se había sometido a juicio.
3- LAS “STIPULATIONES PRAETORIAE” O “CAUTIONES”:
Eran normales estipulaciones que el magistrado, también “sine Imperium”, a
solicitud del interesado, imponía a la contraparte de cumplir, con la amenaza de
una “Denegatio Actionis”.
El fin era la garantía, el destinatario del comando se empeñaba al pago de una
suma de dinero a la contraparte con el objeto de garantizarla si se verificaba un
perjuicio eventual.
182
4- LAS “MISSIONES IN POSSESSIONEM”:
Eran providencias mediante las cuales el magistrado “Cum Imperium”
autorizaba al solicitante la detentación, a veces la posesión, de un bien
singular o incluso de todo el patrimonio de otro sujeto, por ejemplo, el deudor
insolvente, con la consecuencia, de que a él, el magistrado le negaba la acción
si quería readquirir la material disposición de sus bienes.
 “Missio in rem”:
Cuando la “Missio In Possessionem” era relativa a bienes singulares.
 “Missio in bona”:
Cuando la “Missio in Possessionem” se refería al entero patrimonio de un
sujeto.
Su importancia se daba para la ejecución de las condenas y sobre todo de los
créditos ciertos, sobre el patrimonio del deudor.
5- LA “BONORUM POSSESSIO”:
Era la autorización dispensada por el Pretor a una o más personas de
comportarse como si fueran titulares del patrimonio hereditario de una persona
difunta prescindiendo de los derechos que sobre ese patrimonio pudieran
aducir los sucesores “Iure Civile”.
Por esto fueron admitidos a ejercitar contra cualquiera las “Actiones Ficticiae”
donde se ordenaba al juez de emitir la providencia, haciendo ficticiamente
cuenta que ellos fueran “heredes iure civile”.
6- LA “EXCEPTIO”:
Era utilizada en el caso que un sujeto conviniera a otro sujeto para obtener el
respeto de un derecho nacido del “Ius Civile”, por ejemplo, un derecho de
crédito.
El magistrado, si retenía que una cierta circunstancia opuesta por el convenido
fuera tal de autorizar al juez privado de negar en concreto la prestación del
actor. Como cuando el convenido se había realmente obligado, pero había
sido victima de un engaño o de una amenaza de la contraparte.
El Pretor en el “Iudicium” invitaba al juez a hacer una excepción y absolver al
convenido.
Como se puede ver, las "exceptiones" eran cláusulas para introducir en la
fórmula procesal y que resumen las observaciones importantes del convenido,
aquellas que hayan recibido la aprobación pretoria. El juez deberá tener en
cuenta las circunstancias que las "exceptiones" ponen en relieve, y absolver
al convenido despues de haberlas acertado.
183
7- LA “DENEGATIO ACTIONIS”:
Obra del magistrado cuando juzgara inicuo dar curso a la pretensión “Iure
Civile” del actor. Tal como el pretor podía discrecionalmente conceder el
“Iudicium”, podía también no concederlo.
8- LOS “IUDICIA FICTICIA”:
Eran “Iudicia” en la cual se ordenaba al “Iudex Privatus” de proceder en su
función de decisión abstrayendo de la falta de un cierto requisito exigido por el
“Ius Civile”, para el fundamento del derecho pretendido por el actor, y más
exactamente, haciendo ficción de que aquél requisito existiera.
9- LOS “IUDICIA” CON TRANSPOSICIÓN DE SUJETOS:
Se usaban cuando ciertas personas, por cuenta de las cuales se había hecho
un negocio, no podían ser demandadas en juicio para el pago o la restitución,
en cuanto el “Ius Civile” no admitía que fueran responsables de las
obligaciones asumidas. Por ejemplo, el “Pater familias” en orden a las
obligaciones contraidas por su cuenta pero por sus hijos y por sus siervos, que
sengún el “Ius Civile” eran carentes de subjetividad jurídica y de la capacidad
de obligarse.
Si el negocio era efectuado por el hijo o por el esclavo a nombre del “Pater
familias”, el magistrado, juzgando injusta la regla jurídica, concede una fórmula
especial a los acreedores condenando al “Pater familias” a pagar lo debido.
10- LOS “IUDICIA IN FACTUM CONCEPTA”:
Se usaban para ciertos casos en los cuales un interés subjetivo no estaba
tutelado por el “Ius Civile” y sin embargo, el magistrado consideraba equitativo
conceder al actor la tutela jurisdiccional. El “Iudex Privatus” era invitado a
decidir no sobre la base de presupuestos de derecho, sino sobre la base de
circunstancias de hecho consideradas dignas de tutela.
11- LAS “ACTIONES UTILES”:
El magistrado extendía la acción correcta para tutelar una cierta relación o
relaciones análogas, aunque no idénticas. Así, rendía con esto utilizable para
casos análogos un cierto medio de tutela jurídica.
Por ejemplo, la “Actio Legis Aquiliae” se aplicaba solamente para 0pretender en
juicio el resarcimiento de daños ocasionados materialmente del agente a una
cosa corporal. El pretor concede “utiliter” utilizar la misma acción también para
favorecer a aquéllos que hubieran sufrido daños de tipo diverso o por causas
diversas.
H- EL CONTENIDO DEL “IUS HONORARIUM”:
184
Es imponente la obra reformadora ejercitada por el “Ius Honorarium” y
particularmente por el “Ius Praetorium”.
1- RESPECTO A LOS SUJETOS DE LAS RELACIONES JURÍDICAS:
Se señala particularmente el esfuerzo de facilitar las manumisiones de
esclavos y de permitir a los sometidos a “Potestas” el cumplimiento de
importantes actos jurídicos.
Esto con el objetivo de facilitar la vida jurídica privada y de hacer menos
rigurosa la limitación de la capacidad de cumplir actos jurídicos sólo a los
Ciudadanos Romanos en condición de autonomia familiar.
 Las Manumisiones:
El rigor civilista consideraba válidas las manumisiones, sólo si se cumplían en
tres (3) modos determinados: El testamento, el censo y la “Vindicta”.
Las manumisiones fueron tuteladas por el pretor aunque si hechas en otros
modos no formales, siendo considerada más que suficiente, la posibilidad de
dar una prueba documental: “Per Epistula”, o testimonial: el testimonio
entre amigos, para probar la manifestación de voluntad del “Dominus”.
El liberto del Derecho Honorario no se convertía en Ciudadano Romano sobre
el plano constitucional, mientras sólo para el resto era prácticamente
equiparado a los libres y a los ciudadanos.
 Relación del “Paterfamilias” con los hijos y los
esclavos:
En consideración a la práctica bien difundida de confiar a los hijos y a los
esclavos más capaces (personas capaces de actuar, aunque formalmente
faltas de subjetividad y por lo tanto, de capacidad “Iure Civile) la gestión de
algunos negocios. Por ejemplo, la dirección de una filial lejana, las tratativas de
comercio en lugares lejanos, etc.
Además, el tutor se preocupó por tutelar los créditos surgidos a los incapaces,
a los sometidos, mediante la concesión de acciones formularias con
transposición de sujetos: el hijo y el esclavo se obligan en nombre del padre,
entonces, que pague el padre.
2- RESPECTO A LAS RELACIONES DE FAMILIA:
Es importante la introducción de la “Actio rei uxoriae” en materia de dote.
Para el “Ius Civile” la dote, “Dos”, constituida por la mujer o familiares para
subvencionar al marido en la gestión doméstica estaba destinada a convertirse
de pertenencia exclusiva del marido. Asi es que, sino se había pactado una
185
“Stipulatio de dote reddenda”, no se tenía derecho a la restitución en caso de
disolución del matrimonio por muerte de la mujer o por divorcio.
La “Actio rei uxoriae” se concedió a la mujer “Sui Iuris”, o si era “Alieni Iuris”
al “Paterfamilias” de ésta, para obtener la retrocesión de la dote, que no era
justo dejar en manos del marido.
3- EN MATERIA DE RELACIONES ABSOLUTAS:
El “Ius Honorarium” señaló innovaciones que facilitaron en modo importante la
pacífica y la racional explotación de los bienes reales.
 La Posesión:
El pretor comenzó con acordar una tutela interdictal a varias hipótesis como
cuando un sujeto se encontrara en la “Possessio” de una cosa “res” y fuera
asechado y despojado por otros. Las cosas son del “Dominus”, es decir, el
Propietario, pero oportunamente el pretor razonó que si el “Dominus” no se
pronunciaba para ejercitar la “Rei vindicatio” en contra de quien materialmente
la poseía, era justo y equitativo, que las cosas permanecieran en tanto en las
manos de quien ya las poseía, o de quien había sido desposeído de manera
reprobable. Así es que se dictaron:
-
Los “Interdicta retinendae possessionis”:
Interdictos para retener la posesión.
Para favorecer al poseedor contra las pretensiones de otros de desposeerlo.
-
Los “Interdicta recuperandae possessionis”:
Interdictos para recuperar la posesión.
Para hacer reobtener al poseedor las cosas de las cuales fue injustamente
desposeido.
-
Los “Possessio ad Interdicta”:
Interdictos para entrar en posesión.
Para hacer surgir el instituto de la posesión.
La tutela de la “Possessio” no significaba desfavorecer el “Dominium”, sino sólo
una garantia de las posiciones aparentemente más atendibles hasta que las
cuestiones en orden a la titularidad del “Dominium” fueran propuestas o
resueltas.
Fue importante en posición a favor de aquéllos que, aunque no siendo
formalmente “Domini”, meritaban ser considerados como tales, así que, el
pretor no dudó, en espera de que se verificara la “Usucapio”, hacer recurso a la
186
“Fictio Dominii” mediante la concesión de “Actiones ficticiae” como la
“Actio Publiciana”.
 En fin, es meritoso de la actividad jurisdiccional honoraria la importancia
jurídica concedida a relaciones más modernas que no entraban en los
esquemas tradicionales civilistas:
- La “Superficies”:
Gozo de un suelo ajeno para erigir una construcción propia.
- El “Ius in Agro Vectigalis”:
Derecho de gozar en perpetuo un fundo municipal, condicionado al regular
pagamento de un “Vectigal”.
- El “Pignus”:
Derecho de tener en “Possessio” una “res” mueble o inmueble a garantía de un
crédito, con facultad, en caso de incumplimiento, de satifacerse con la ganancia
de la venta forzosa de la “res”.
4- EN MATERIA DE RELACIONES RELATIVAS:
Respecto de los derechos personales las iniciativas de los magistrados se
multiplicaron.
En el campo de las relaciones obligatorias del derecho pretorial, que podían
nacer de acuerdos o de actos ilícitos, se modelan sobre aquéllos del derecho
civil. En éstos se ve una “actione teneri”; claro está que el “debere”, el “obligari”
y la “obligatio” se extienden también a las relaciones pretorianas.
 Entre
los
actos
lícitos
responsabilidad se distinguen:
productivos
de
- El “Depositum”:
Confianza de una “res” a la custodia gratuita del depositario, obligado a la
buena conservación y a la restitución cuando el depositante se lo solicite.
-
El “Commodatum”:
Concesión gratuita de una “res” para un uso determinado, a un comodatario,
obligado a la buena conservación y a la restitución íntegra al comodante.
187
El depósito y el comodato fueron protegidos al inicio por una “actio in factum”
(que es quizá el instrumento pretorio más representativo) y luego por una
acción de buena fe.
Veamos las fòrmulas “in ius” y “in factum” de la “actio depositi”, es decir, la
“actio in factum” del deposito y su clàusula introductoria y la acción de buena
fe que se le agregó:
“ Si el deposito no ha sido causado por un tumulto o un incendio o un derrumbe
o un naufragio, daré una acción en la medida del valor de la cosa; para
aquéllas cosas, en cambio, que hallan sido depositadas en las circunstancias
antes descritas, daré una acción contra el depositario por el doble del valor y
contra el heredero del depositario por el equivalente, si el comportamiento
doloso es imputable al difunto, por el doble si es imputable al mismo heredero”
Ulpiano reproduce el edicto introductorio de la actio in factum”:
“Quod neque ntumultus neque incendii neque ruinae neque naufragii causa
depositum sit, in simplum, earum autem rerum, quae supra comprehensae
sunt, in ipsum in duplum, in heredem eius, quod dolo malo eius factum esse
dicetur qui mortuus sit, in simplum, quod ipsius, in duplum iudicium dabo”. (Ulp.
D. 16, 3, 1, 1.).
Si resulta que el actor ha dado en deposito al convenido una mesa de plata, y
que esta, por el dolo del convenido, no ha sido restituida, el juez condene al
convenido a pagar al actor una suma par al valor que la cosa tendrá en el
momento de la condena. Si la premisa no resulta acertada, el juez absuelva.
Puesto que el actor ha dado en deposito al convenido una mesa de plata, y
ésta es la relación en discusión, el juez condene al convenido a dar al actor, o a
hacer, cuanto por aquélla relación sea necesario según la buena fe. Si la
premisa no resulta acertada, el juez absuelva”.
Según Gayo: “Sed ex quibusdam causis praetor et in ius et in factum conceptas
formulas proponit, veluti depositi et commodati. illa enim formula, quae ita
concepta est: 'Ìudex esto. Quod Aulus Agerius apud Numerium Negidium
mensam argenteam deposuit, qua de re agitur, quidquid ob eam rem Numerium
Negidium Aulo Agerio dare facere oportet ex fide bona, eius idem iudex
Numerium Negidium Aulo Agerio condemnato. Si non pare, absolvito`, in ius
concepta est. At illa formula, quae ita conceptae est: Ìiudex esto. Si paret
Aulum Agerium apud Numerium Negidium mensam argenteam deposuisse
eamque dolo malo Numerii Negidii Aulo Agerio redditam, non esse, quanti ea
res erit, tantam pecuniam iudex Numerium Negidium Aulo Agerio condemnato.
Si non paret, absolvito´, in factum concepta est”. (Gai 4, 47.).
- La “Datio Pignoris”:
Concesión de una cosa en posesión del acreedor a título de “Pignus”, con el
deber, si hay cumplimiento de la “Obligatio”, de restitución.
188
- La “Conventio Pignoris”:
La convención implicante del empeño del deudor de tener una cosa a
disposición del acreedor a título de “Pignus”.
 Entre
los
actos
ilícitos
responsabilidad emergen:
productivos
de
- La “Actio vi bonorum raptorum”:
Concedida a las víctimas de “Rapina” o asalto, es decir, el hurto operado con
violencia.
- La “Actio Popularis effusum vel geiectum”:
Concedida contra los autores del lanzamiento de lo alto de liquidos o de sólidos
sobre lugares de público tránsito.
- La “Actio contro Iudex qui litem suam fecerit”:
Concedida contra el Juez privado inducido a comportarse con parcialidad.
- La “Actio contro dolus malus”:
Todas hipótesis concedidas como “Actiones in factum” y que después se
convirtieron en “Actiones in Ius”.
 Con relaciòn a los juicios de buena fe que se refieren a los contratos
consensuales como la compraventa, la sociedad, la locación-conducción y
el mandato, antes de la tutela pretorial es difícil hablar de otro tipo de tutela,
aunque estas relaciones que el edicto comtempla, ya existían en la
experiencia jurídica.
Se habla de una propiedad pretoria, la “in bonis hebere”. Como sabemos en la
compraventa la obligación del vendedor no era la de transferir el dominio de la
cosa al comprador, sino sólo su posesión y de garantizar el pacífico goce y
disfrute. Bastaba sólo la “traditio”. El comprador que hubiera recibido la cosa
con una simple “traditio” una “res mancipi”, no se convertía en propietario. Para
este efecto debía atenderse a la usucapión, es decir, el transcurso del tiempo
necesario para la adquisición a través de la posesión continuada (dos años
para los inmuebles y un año para las cosas muebles). El comprador quedaba
expuesto, por lo tanto, a la acción real de reivindicación por parte del mismo
vendedor, quien continuaba todavía con la propiedad de la cosa. Por ello se
prevee en el edicto una “exceptio”, o sea, una excepciòn idónea para
paralizarla, la “exceptio rei vinditae et traditae”.
189
La situación posesoria del comprador encuentra por lo tanto su tutela, la cual
la asimila a la propiedad civil. Pues, el comprador puede tambièn pretender la
restitución de la cosa por parte de un tercero que la haya tomado en posesión.
A éste fin sirve la “actio Publiciana” modelada sobre la “rei vindicatio”.
La Acción Publiciana es una acción ficticia, porque en la fórmula se finge como
si hubiera sucedido una usucapión por parte del comprador. Como en las
“actiones in factum”, así en las “actiones ficticiae” la técnica pretorial se
manifiesta claramente. Esta acción puede ser intentada también y aún en
contra del mismo propietario vendedor, que haya regresado en posesión de la
cosa suya. Él opondría en este caso una “exceptio iusti dominii”, neutralizable
con una “replicatio doli”.
5- EN MATERIA DE SUCESIONES:
En tema de “Successio mortis causa” los esfuerzos se polarizan en la dirección
de alargar la relación de los sucesores “Ab Intestato” y de un sustancial respeto
de las voluntades testamentarias, independientemente de la observancia de los
rígidos requisitos formales civilistas.
El pretor introduce, con el nombre de “bonorum possessio”, un nuevo sistema
sucesoral, que tiene en cuenta los vínculos de sangre, y no sólo de aquéllos
potestativos (de los hijos emancipados, y no sólo de los hijos en potestad del
difunto, de los parientes en general, y no sólo de los parientes colaterales en
línea masculina); tampoco olvida las recíprocas expectativas patrimoniales de
los conyuges.
También las formalidades del testamento civil se reducen en el plano pretorial:
para que sea válido basta que siete testigos controlen la presentación de las
tablas testamentarias y además, le colequen su sello.
- La “Bonorum possessio secundum tabulas”:
Acordada a las personas indicadas en las “tabulae testamentarie”, con
preferencia sobre los herederos “Ab intestato”, aunque el testamento según el
“Ius Civile” fuera nulo por vicio de forma.
- La “Bonorum possessio contra tabulas”:
Acordada a los hijos emancipados que el testador no hubiera expresamente
instituido, pero tampoco expresamente desheredado.
- La “Bonorum possessio sine tabulas”:
Acordada en caso de sucesión “an intestato”, también a personas no previstas
por el “Ius Civile”.
190
A tutela de la situación, los “Bonorum Possessores” tenían un “Interdictum
quorum bonorum” restitutorio para reobtener en “bona” de quien se hubiera
posesionado.
6- EN MATERIA DE DEUDORES INSOLVENTES:
En el caso de los acreedores con relación a un deudor insolvente, no se
procedía a la ejecución personal. Se procedía a una venta en bloque de todos
los bienes patrimoniales del deudor insolvente, trámite denominado: “Venditio
bonorum”, y con esta venta se procuraba satisfacer al cierto por ciento a todos
los acreedores.
A solicitud de un acreedor, el magistrado “Cum Imperium” le concedía la
“Missio in bona” por un período de 30 días, durante los cuales el acreedor
debía hacer pública la “Missio in bona”, para que todos los otros acreedores del
deudor insolvente tuvieran la posibilidad de inscribirse en la lista. Si pasaba el
tiempo descrito y no se pagaban las deudas, el magistrado autorizaba la
“Venditio bonorum” y el sucesivo reparto.
6- EN MATERIA DE VOLUNTAD NEGOCIAL:
Fue importante el respeto a la verdadera voluntad negocial,
independientemente de toda apariencia exterior y de todo requisito formal.
 Las hipótesis de “Dolus malus” provocadas por “metus”, es
decir, miedo:
Cuando la voluntad en un negocio se forma por influencia de engaños
capciosos por la contraparte o en un clima de temor determinado por presiones
y amenazas de la contraparte o terceros.
Comprendiendo que la voluntad está gravemente viciada el pretor concedía a
la víctima tres posibilidades:
1- La “Exceptio” o “dolus metus”:
Para el caso en que, no siendo todavia puesto en ejecución el negocio, la
contraparte solicita el cumplimiento.
2- La “In integrum restitutio” o “Ob dolum, ob metum”:
Para el caso en que, siendo ya ejecutada la prestación, todavia es posible
reparar las cosas.
3- La “Actio poenalis” o “doli, quod metus causa”:
191
Para el caso en que, no fuera posible restablecer las cosas, y entonces, se
pensaba era oportuno obtener la condena del autor del ilícito y además, una
indemnización.
JURISPRUDENCIA
PRE – CLÁSICA.
“RESPUBLICA NACIONAL
ROMANA”.
1- MARCO GENERAL:
En el período del Derecho Romano pre-clásico, a partir de los años finales del
siglo IV a. C., surge y se afirma en la cultura romana una actividad social del
todo privada, una veta jurisprudencial laica, la “Iurisprudentia”, la experiencia
del derecho.
192
Una jurisprudencia fuera del colegio pontifical no se conoce antes de finales del
siglo IV a. C. Más o menos a inicios del siglo II a. C. la jurisprudencia
comienza a construir en modo sistemático su propio cuerpo de doctrinas.
Appio Claudio el “Cieco y el escriba – edil Gneo Flavio son los primeros
exponentes. Según la tradición, una literatura jurídica comienza con ellos.
Por eso se consideró la natural continuadora de aquélla obra de
"interpretatio" creativa que los pontífices habían desarrollado en el período
arcaico con relación al "Ius Quiritium" y al "Ius legitimum vetus" (Ley de las
Doce Tablas). En forma más precisa la herencia de la jurisprudencia pontifical
arcaica fue el "Ius Civile Vetus".
Ningún Romano dudaba que las leyes en su gran variedad, no sólo en el
espacio si no también en el tiempo, podían envejecer y morir y además ser
sustituidas por leyes nuevas, y así lo expresa Ciceron en "De or." 1, 58, 247.
La conciencia del cambio y de la necesidad de justificarlo, penetra en el mismo
trabajo de la jurisprudencia, quien debe redefinir la relación con el pasado.
Los intelectuales romanos miraron siempre hacia las Doce Tablas, muchas
veces las sometieron a una operación de actualización, otras veces a una
operación inversa, de carácter histórico para restituirlas a su debido tiempo.
El sentido de la distancia histórica no implica una cesura con el pasado. Entre
el pasado y el presente no se interpone ninguna barrera, pues el uno se refleja
en el otro sin obstáculos. Aquello que está más lejos es solo el polo extremo
de una evolución, pues todos los momentos intermedios hasta el último, son
eslabones de una cadena.
El nacimiento y el desarrollo de la jurisprudencia se dan en un momento en el
cual se producen eventos de notable relieve: la reforma censoria del año 312 a.
C., ; al admisión en el senado,, contra toda costumbre, también de los hijos de
los libertos ; la ley Ovinia, las leyes Publilia, la Leey Menia, la ley Hortensia, , la
ley Valeria del año 300 a. C., sobre la apelación al pueblo; la ley Ogulnia, entre
otoros.
Sacerdocio y profesión jurídica se separan, pueden coexistir en la misma
persona pero sin confundirse.
2- DEFINICIÓN DE JURISPRUDENCIA:
La jurisprudencia fue definida por las fuentes romanas así:
- “Divinarum atque humanarum rerum notitia, iusti atque
iniusti scientia”.
No obstante, la jurisprudencia fue considerada antes que "iusti atque iniusti
scientia" como "divinarum atque humanarum rerum notitia", basta
recordar la religiosidad del antiguo "ius".
193
Las características señaladas de la jurisprudencia como son: La conciencia y
el conocimiento de lo divino y de lo humano, de capacidad de distinguir lo justo
de los injusto, de condición de vida y de mejoramiento del derecho, estuvieron
siempre presentes en el espíritu de los jurisconsultos romanos.
"Constare non potest ius, nisi sit aliquis iurisperitus, per quem possit
cottidie in melius prodúci".
Estas connotaciones estuvieron particularmente vivas e inmanentes en la
actividad jurisprudencial de los siglos IV al I a. C. Fue una actividad cuya
singularidad fue reconocida por los mismos jurisconsultos clásicos, los cuales
indicaron a sus predecesores preclásicos con el término de "veteres".
3- CARACTERÍSTICAS DE LA JURISPRUDENCIA PRECLÁSICA:
Las características de la Jurisprudencia del Período Pre-clásico fueron:
1) EL NACIONALISMO:
La Jurisprudencia se mantiene en la sustancia siempre íntimamente adherida a
los valores de la civilización romano-nacional.
En forma específica con relación a la jurisprudencia de los siglos II y I a. C.
algunos iusromanistas no estan de acuerdo con el carácter nacionalista de
esta, pues afirman la oportunidad de cualificar este particular período como el
"Período de la jurisprudencia helenistica", en consideración al hecho que en
estos siglos la ciencia jurídica romana como también toda otra actividad del
espíritu se había resentido por la influencia determinante de la cultura helena.
Aunque es relevante la influencia de la cultura helena en algunos exponentes
de la ciencia jurídica preclásica,esta influencia se limitó a las formas exteriores,
a los modos de exponer y de sistematizar los conceptos y no mutiló la
sustancia original y romana de la jurisprudencia preclásica, que se mantiene
rígidamente adherente a las lineas directoras de la tradición nacional y más
bien se refugió fuertemente de la importación a Roma de modelos ofrecidos por
los otros derechos mediterráneos.
2) LA DEMOCRATICIDAD:
La Jurisprudencia fue accesible a todos los ciudadanos, no obstante, en la
práctica siendo principalmente ejercida por la experta clase de los “nobiles”.
3) LA CREATIVIDAD:
La Jurisprudencia fue el centro de propulsión del desarrollo bajo la forma de la
“Interpretatio” del Derecho Romano-Nacional.
194
Sin embargo, es incontestable el hecho de que primero directamente y luego
indirectamente, la jurisprudencia preclásica exorbitó grandemente de los límites
de la actividad lógica como es la interpretación del derecho, llegando
innumerables veces a poner y a sugerir principios indudablemente nuevos de
reglamentación de las relaciones sociales.
A la creatividad de la jurisprudencia preclásica se debe el haber originado el
mito de la "fecundidad" como justificación de audaces innovaciones jurídicas.
La creatividad de la jurisprudencia preclásica, por sobretodo, se expresó en el
modo más pleno, directo y evidente respecto a los principios del "Ius Civile
Vetus" y, en particular, respecto de las "mores" quiritarias que por tanto
tiempo los pontífices habían celosamente escondido.
4) LA GRATUIDAD:
La altísima importancia de la Jurisprudencia, como depositaria de una ciencia
indispensable a la vida social romana, explica esta característica. Se trataba
de una función privada paralela a la magistratura, era una actividad que no
podía comportar el riesgo de perder la dignidad a través de compensaciones de
algún género.
"est quidem res sanctissima civilis, sed quae praetio nummario non sit
aestimanda nec dehonestanda".
5) LA TECNICIDAD:
La Jurisprudencia fue una ciencia estrechamente técnica, rigurosamente
adherida a la función de la “Iuris Interpretatio”, la cual se abstiene en el modo
más absoluto de toda contaminación con otras ciencias o artes, como la
política, la retórica, la filosofía, la sociología.
4- FASES DE LA JURISPRUDENCIA PRE-CLÁSICA:
Las fases históricas del período de la Jurisprudencia Pre-clásica son las
mismas del período del ordenamiento jurídico nacional-romano.
 FASE DE ASENTAMIENTO DE LA “RESPUBLICA NACIONAL ROMANA”:
367 - 283 a. C.
Se verificó la decadencia del monopolio pontifical de la “Iuris Interpretatio”, y el
pasaje del “Ius Civile” a las manos de una Jurisprudencia Laica, teóricamente
abierta a todos los “Cives Romani”, pero en realidad ejercida por la “Nobilitas”.
 FASE DE APOGEO DE LA “RESPUBLICA NACIONAL ROMANA”:
283 - 146 a. C.
195
La Jurisprudencia laica nobiliar, continuando la obra de los pontífices con
relación al “Ius Quiritium” y al “Ius Legitimum Vetus”, efectuó, bajo los aspectos
de la “Interpretatio Iuris”, una gigantesca actividad de desarrollo del “Ius
Civile”.
Además, la Jurisprudencia ejercitó una decisiva influencia sobre el “Ius
Publicum” (de entenderse en el sentido de "ius legibus publicis cónditum"),
y después, sobre el “Praetor Peregrinus” y el “Ius Civile Novum”, con fines de
la ulterior integración del ordenamiento jurídico romano.
 FASE DE CRISIS DE LA “RESPUBLICA NACIONAL ROMANA”:
146 - 27 a. C.
El carácter nobiliario de la Jurisprudencia se fue debilitando y con éste, se fue
disminuyendo lentamente la “Auctoritas” de los jurisperitos, convertidos, sobre
todo en los últimos años, demasiados y pocos seleccionados.
La fuerza de directa propulsión del desarrollo jurídico romano
consecuentemente disminuyó y la Jurisprudencia pasó prevalentemente a
ejercitar sobre la evolución del derecho una influencia indirecta, expresándose
el derecho entonces a través de la orientación de los órganos productores del
“Ius Publicum” y del incipiente “Ius Honorarium”.
Se difundió en esta fase, tanto la actividad sistemática como también la
escolástica, determinadoras de una de las primeras obras de exposición del
“Ius Civile” (la sistemática), y de las primeras disputas y controversias
doctrinales (la escolástica).
5- MODOS
Y
FORMAS
DE
LA
JURISPRUDENCIAL PRE-CLÁSICA:
ACTIVIDAD
A- LOS “RESPONSA” JURISPRUDENCIALES:
La actividad de la Jurisprudencia Pre-clásica se encauzó en la misma triple
dirección seguida por la jurisprudencia pontifical arcaica: “Respondere”,
“Cavere” y “Agere”.
Aunque se trató siempre, a nivel general, de una actividad de “respondere” en
cuanto los jurisconsultos (juristas consultados por los privados), usaban
formular respuestas, “Responsa”, a los casos de los interrogantes,
basándose sólo sobre las noticias que les suministraran, sin pasar a verificar si
las cosas eran o no eran así.
a- LA ACTIVIDAD DEL “RESPONDERE”:
Actividad que se concretaba en respuestas puramente orales y parcamente
motivadas.
196
En los primeros tiempos, se trataba todavía de despertar los “arcana”, los
misterios del “Ius Civile Vetus”, incluyendo el fruto de su peculiar “notitia rerum
divinarum atque humanarum”: conciencia y conocimiento de los divino y de lo
humano.
Pero cuando el conocimiento del derecho se difundió y los sistemas se
acrecentaron de número, el “respondere” jurisprudencial perdió su original
carácter imperativo y asume la función de suministrar opiniones y consejos
particularmente cualificados, siempre tenidos en altísima consideración por los
magistrados y los jueces.
En la fase de crisis, al multiplicarse los jurisconsultos, se limitó correlativamente
su originaria “Auctoritas”. Surge, por clara finalidad de competencia, el uso de
justificar más difusamente los “Responsa”, para hacerlos más convincentes y
prevalecer sobre los demás.
Se da también, el uso de redactar o transcribir los “Responsa” por escrito sobre
tablas dotadas del sello de testimonios, es decir, sobre "testationes" a fin de
permitir su exhibición en juicio, evitándose la duda de falsificaciones.
Pero en general, estaba a cargo de los que interrogaban referir a los
magistrados o a los jueces el parecer expreso de los jurisconsultos sobre las
varias cuestiones.
b- LA ACTIVIDAD DEL “CAVERE”:
La actividad de colaboración al cumplimiento de actos negociales, a partir del
siglo III a. C., se vuelve imponente.
En verdad, el auxilio jurisprudencial a los actos negociales privados era
indipensable en un ambiente en el cual ocurría desenvolver todos los negocios
con el medio de los poquísimos negocios del “Ius Civile” reducidos a esquemas
meramente formales, o también, recurriendo a modalidades nuevas ofrecidas
por los más recientes sistemas jurídicos.
A través de la actividad cautelar del "cavere" se crearon numerosos institutos y
numerosas aplicaciones nuevas de institutos viejos, por ejemplo, la "cautio
Muciana" de Quinto Mucio Scevola, y la "stipulatio Aquiliana" de Aquilio
Gallo..
c- LA ACTIVIDAD DEL “AGERE”:
Esta actividad decae notablemente en los siglos IV y III a. C., debido a la
forma esquemática, inderogable e inmodificalbe asumida por las "legis
actiones". En los siglos II y I a. C. esta actividad, en cambio, toma otra
dirección, una importantisima reactivación con la creación del procedimiento
formulario.
Con la transformación del proceso privado frente al “Praetor peregrinus”, y
luego frente al “Praetor Urbanus”, con la conexa introducción del “Agere per
197
Formulas”, las partes tenían que contradecirse ampliamente entre ellas y tenían
que convencer al pretor para la redacción final del “Iudicium” y de la actuación
de la “Litiscontestatio”, de modo que debían acudir a los jurisconsultos para ser
aconsejados y orientados.
Los juristas de igual manera, ejercían directa influencia sobre los magistrados,
sea cuando les dirigían sus propias "epistulae" o también cuando ofrecían
opiniones y consejos verbales a solicitud explícita.
El desarrollo vigoroso y pujante del proceso formulario en Roma no se podría
explicar sin tener en cuenta la obra desarrollada en este campo por la
jurisprudencia.
En la fase de crisis de la “Respublica Nacional Romana”, a la actividad
tradicional de los “Responsa” los jurisconsultos agregaron otras actividades:
B- LA ACTIVIDAD
MAGISTRADOS:
CONSULTIVA
A
FAVOR
DE
LOS
Sobre todo en el siglo I a. C., los pretores y los otros magistrados juzgantes,
constituyeron cada uno un “Consilium” de distintos jurisconsultos, como apoyo
para el desenvolvimiento y la explicación de sus delicadas funciones, ya sea en
materia privada, como en materia criminal.
Esta praxis de recurrir a un cierto número de “Adsessores” juristas, se hace
cada vez más necesaria, en cuanto los cargos públicos ya no eran
desempeñados por hombres preparados y eficientes como en el pasado.
Con este tiempo a los "consilia" todavía no se les podía atribuir un carácter
oficial ni tampoco estable.
C- LA ACTIVIDAD DIDÁCTICA:
Los jurisconsultos de mayor renombre y llamamiento más que todo se
orientaron hacia la creación y dirección de círculos autónomos de enseñanza
personalizada.
La gran fama de los jurisconsultos más ilustres les procuró un seguimiento de
discípulos, “Auditores”, los cuales pasaban el día entero asistiendo a éstos
maestros en su actividad jurisprudencial y, les ayudaban en la consulta de
viejos textos y en los momentos de descanso expresaban sus preguntas de
diferentes géneros y diversos argumentos, "quaestiones", obteniendo de los
maestros respuestas y consejos.
Las personalidades en el siglo I a. C. eran: Quinto Mucio Scevola y Servio
sulpicio Rufo, alrededor de los cuales se constituyeron dos corrientes
jurisprudenciales, normalmente en vivaz contraste. Es probable que la raiz de
las numerosas diferencias entre las dos corrientes no fueran profundas
divergencias ideológicas sino más que todo una personal inclinación de los
198
seguidores hacia una u otra figura de los dos maestros; en forma semejante a
lo que, como veremos, ocurre probablemente de manera sucesiva, entre las
dos escuelas jurisprudenciales clásicas de los Sabinianos y de los
Proculeyanos.
D- LA LITERATURA JURÍDICA:
La actividad jurisprudencial pre-clásica en los siglos II y I a. C., se funde en
una "literatura jurídica", la cual fue eminentemente técnica y ocasional, por lo
tanto ajena a las preocupaciones de estilo y de sistema.
El material de la literatura jurídica pre-clásica fue constituido esencialmente por
recopilaciones casuisticas y por muy pocas obras sistemáticas.
a- RECOPILACIONES CASUISTICAS:
Fueron recopilaciones de “Responsa”, “Libri Responsorum”, intercaladas
con “Epistulae” dirigidas a magistrados y con discusiones de “Quaestiones”
escolásticas.
El orden sistemático fue eminentemente ocasional, con una cierta tendencia a
agrupar las materias afines y a recalcar las impostaciones precedentes.
b- OBRAS SISTEMÁTICAS:
Obras de los juristas de la última fase donde se llevó a cabo una tentativa,
desafortunadamente imperfecta, de reordenamiento de la materia del “Ius Civile
Vetus”, del “Ius Civile Novum” y del “Ius Publicum”.
Fueron:
 Los comentarios a las “Leges XII Tabularum”:
Las Doce Tablas constituyeron el punto central de la primera obra sistemática
de la jurisprudencia romana.
 Los “Libri XVIII Iuris Civilis” de Quinto Mucio Scevola.
Constituye la obra más sistemática y más orgánica. Tiene el siguiente orden
de argumentos:
1. Sucesión en las relaciones jurídicas (“testata” o “intestata”).
2. Relaciones jurídicas de familia.
3. Relaciones jurídicas absolutas, ("res").
4. Relaciones jurídicas obligatorias (“Ex contractu” y “Ex delicto”).
Este tratado muciano influyó mucho en la literatura del período sucesivo,
aunque a bien mirar, no está fundamentado por un plan de exposición racional,
199
mientras que más bien parecer depender esencialmente de la mayor o menor
frecuencia y ocurrencia de las "quaestiones".
c- OBRAS MONOGRÁFICAS:
Bien escasa fue la literatura monográfica. La existente se refirió sobre
argumentos de "ius sacrum" y del ordenamiento constitucional y
administrativo a los cuales se dedicaron especialmente analistas, políticos y
anticuarios.
Faltaron totalmente a la literatura jurisprudencial preclásica las obras
elementales para la enseñanza.
6- PRINCIPALES JURISCONSULTOS PRE-CLÁSICOS:
Pocas son las noticias relativas a las singulares figuras de jurisconsultos de la
edad pre-clásica. Para llegar a su conocimiento, lo hacemos a través de la
obra el “Liber singularis enchiridii” del jurista clásico Sesto Pomponio.
A-
FASE DE ASENTAMIENTO
NACIONAL ROMANA”:
DE
LA
“RESPUBLICA
Siglos IV - III a. C.
Emergen los nombres de:
1- APPIO CLAUDIO CIECO: (APPIUS CLAUDIUS CAECUS)
El famoso patrón de Gneo Flavio.
Fue Censor en el año 312 a. C., y Cónsul en los años 307 y 296 a. C.
Se le atribuye la obra: “De Usurpationibus”, que trataba de las “Actiones” y
de las “Cautiones” necesarias y oportunas para defender y preservar de
usurpaciones de terceros, los propios derechos. (Pomp. D. 1, 2, 2, 36.).
2- GNEO FLAVIO:
Recogió en
calendario.
un libro
los formularios de las “actiones” e hizo público el
Su carrera es su actividad literaria. (Gell. 7, 9, 1 – 6; Pomp. D. 1, 2, 2, 7.).
Fue utilizada en gran manera por Gneo Flavio para poder llegar a su
recopilación el "Ius Flavianum".
3- TIBERIO CORUNCANIO: (TIBERIUS CORUNCANIUS)
200
Fue el primer plebeyo que ocupó el cargo de “Pontifex Maximus”.
Se le atribuyen muchas y memorables “Responsa”, de las cuales se tienen
noticias indirectas y vagas.
B-
FASE DE APOGEO DE LA “RESPUBLICA NACIONAL
ROMANA”:
Siglos III - II a. C.
Emergen otras pocas figuras:
1- SESTO ELIO: (SEX. AELIUS PAETUS CATUS)
Fue Cónsul en el año 198 a. C., y luego Censor en el 194 a. C. Gran amigo de
Scipione Africano.
Tenía el sobrenombre de “Catus”, el astuto – el sagaz. En efecto, se trata de
la primera figura, primer jurisconsulto verdadero y completo en la historia del
Derecho Romano.
Se le atribuyen tres obras:
(1) Una recolección de “Actiones” conocida con el nombre de “Ius
Aelianum”, la cual subrogó completamente, por el mayor número y
variedad de fórmulas, a el ya envejecido “Ius Flavianum”.
(2) La “Tripertita”, obra dividida en tres (3) partes; primero reportaba el texto
de la Ley de las Doce Tablas, haciendolo seguir de una “Interpretatio” y
en tercer lugar, de las fórmulas procedimentales de las “Legis Actiones”.
(3) Los “Tres Alii Libri”.
El centro de sus obras lo constituyeron las Doce Tablas. Era una tarea ardua
porque el texto decenviral, aunque con sus inevitables modernizaciones, no
obstante, en algunas ocasiones resultaba oscuro. Asi es que Sesto Elio junto
con su contemporáneo LUCIO ACILIO se detuvieron en el estudio por
ejemplo de la norma de la Ley de las Doce Tablas que establecía:
XII Tab., 10, 4. "Mulieres genas ne radunto, neve lessum funeris ergo
habento".
A las mujeres les estaba prohibido rozarse las mejillas durante los funerales.
Pero, ¿qué significaba la prohibición de "lessum habere?. El significado de
este término resultaba difícil. Sesto Elio y Lucio Acilio lo trataron de entender
como referente a vestimenta fúnebre. Más tarde L. Elio Stilone lo interpretaba
más que todo como grito o lamento.
201
Después de Sesto Elio, la jurisprudencia escoge otros caminos. Hacia la
mitad del siglo I a. C., los intereses se van dirigiendo hacia aquél singular
texto normativo, el edicto del pretor.
2- CATONE MAGGIORE: (M. PORCIUS CATO)
Abogado. Fue Cónsul en el año 195 a. C. y luego, en el 184 a. C.
desempeñó la magistratura de la censura.
Dictó “Responsa” como jurista.
Se le atribuyen los “Libros de agricultura”, en los cuales se reportan
numerosos formularios para la conclusión de los contratos agrarios,
denominados: "Leges venditionis et locationis".
3- CATONE LICINIANO: (M. PORCIUS CATO MARCI FILIUS LICINIANUS)
Hijo y colaborador de Catone Maggiore.
Publicó colecciones de "responsa" emitidas por su padre.
Su principal obra se constituye en “Los 15 libros de comentarios al “Ius
Civilis”.
C-
FASE DE CRISIS DE LA “RESPUBLICA NACIONAL
ROMANA”:
Siglo II a. C.
Se abrió con tres famosas figuras de jurisconsultos, conocidos como:
"fundaverunt ius civile", o sea, los fundadores de la Jurisprudencia Romana;
indudablemente, aunque no fueron los primeros en orden de tiempo, fueron los
primeros en extender el interés del “Ius Civile Vetus” a los institutos del “Ius
Civile Novum” y, además, en dar el definitivo arranque a la literatura sistemática
en el tema del "Ius Civile".
1- BRUTO: (M. IUNIUS BRUTUS)
Pretor del siglo II a. C.
Publicó 7 libros de comentarios al “Ius Civile”: “Libri septem iuris
Civilis”. Los 3 primeros libros bajo la forma de dialogos con su hijo, a la
manera de los escritos filosóficos griegos, y los otros 4 libros de “Responsa”
por él emitidas tratando variedad de argumentos.
2- MANILIO: (MANIUS MANILIUS)
Fue Cónsul en el año 149 a. C.
202
De él se recuerdan los famosos y usadísimos formularios de la
compraventa: “Manilianae venalium vendendorum leges”.
También, escribió los “Libri tres iuris civilis”.
3- PUBLIO MUCIO: (P. MUCIUS SCAEVOLA)
Fue Cónsul en el año 133 a. C. y luego, “Pontifex Máximus del año 132 al
115 a. C. Hombre dedicado a la política y sobre todo al pontificado.
Como Pontífice Máximo presidió la publicación en edición reordenada y
sintetizada de los “Annales Maximi”, es decir, de los registros de los
principales sucesos del Colegio Sacerdotal de los Pontífices, año por año.
Se le atribuye la obra: “Decem libellos Iuris Civilis”, 10 libros singulares
sobre específicos argumentos del “Ius Civile”.
El hijo reprodujo y reelaboró los principales “Responsa” de su padre.
Jurisconsultos contemporáneos fueron:
- LIVIO DRUSO: (C. LIVIUS DRUSUS)
Cónsul en el año 144 a. C.
-
CASSIO EMINA (L. CASSIUS HEMÍNA).
-
SCEVOLA AUGURE: (Q. MUCIUS SACEVOLA AUGUR)
Primo de Publio. Cónsul en el año 117 a.. C.
-
SEMPRONI TUDITANO: (C. SEMPRONIUS TUDITANUS)
Autor de los “Libri Magistratuum”.
- GIUNIO GRACCANO: (M. IUNIUS GRACCHANUS)
Autor de los “Libri de potestatibus”.
Discípulos fueron:
- RUTILIO RUFO: (P. RUTILIUS RUFUS)
Alumno de Publio Mucio.
-
AULO VIRGINIO. (AULUS VERGINIUS)
203
D-
JURISTAS DEL SIGLO I A. C.
Las noticias son más numerosas y seguras. Los Jurisconsultos particularmente
dignos de mención son:
1- QUINTO MUCIO
MAXIMUS)
SCEVOLA:(Q.MUCIUS
SCAEVOLA
PONTIFEX
Hijo de Publio Mucio. Pontífice Máximo. Fue Cónsul en el año 95 a. C.
Asesinado por los partidarios de Mario en el año 82 a. C.
Figura eminente de jurista, de hombre político y de buen administrador.
Entre los siglos II y I a. C., el Derecho Civil se expresa en formas literarias
autónomas, ya no más vinculadas en forma directa al texto de la ley
decenviral, lo podemos observar con Quinto Mucio Scevola que sigue una linea
clara y autónoma. En sus obras las Doce Tablas no son el objeto específico,
aunque los institutos arcaicos no son ignorados del todo, por cuanto ya habían
dejado de ser actuales.
Su obra principal fue la obra sistemática: Los “Libri XVIII Iuris Civilis”,(muy
admirados en el mundo antiguo), en la cual, por primera vez se aplicó a la
casuística del derecho la clasificación por géneros. Este trabajo influyó en la
obra del jurista clásico Sabino y de su escuela, los cuales hicieron comentarios,
libro por libro.
Respecto a las disposiciones testamentarias sometidas a condiciones
potestativas negativas creó la "cautio Muciana". Por ejemplo: tendrás 100
sesterzios si "Capitolium non ascenderis", y por lo tanto no los tendrás sino
hasta la muerte, visto que sólo hasta entonces se tendrá certeza que no hallas
desempeñado ningún cargo público. Quinto Mucio discurrió sobre el tema y
propuso asignar de inmediato la herencia al honrado y hacerle prestar la
promesa estipulatoria ("cautio") de restituir en el caso en el cual se cumpla en
el futuro la actividad prohibida: "Cautio Muciana".
También, se le atribuye un “Liber Singularis de definitiones”, del cual restan
fragmentos en los “Digesta” de Justiniano.
Fue notoria la característica nueva del método de Quinto Mucio, es decir, la
tendencia a puntualizar la experiencia jurídica por categorias de relaciones.
Alumnos de Quinto Mucio y juristas menores fueron:
-
AQUILIO GALLO: (AQUILIUS GALLUS)
Pretor en el año 66 a. C. Contemporáneo de Cicerón. Inventor de la
“Stipulatio Aquiliana” y de la acción personal, "in factum" y arbitraria: “Actio
Doli”, por la cual la víctima del dolo puede obtener una reparación.
204
Para permitir utilizar la "acceptilatio verbis" como recibo del pago de
"obligationes" no contraidas verbalmente, (por lo tanto, no extinguibles
mediante la "acceptilatio verbis"), propone introducir, a su vez, el sistema de
transfundir (novar) todas aquéllas obligaciones en una "stipulatio" global, es
decir, en un acto jurídico verbal, con el fin de hacerla extinguir en un solo
momento mediante la "acceptilatio" denominada: "stipulatio Aquiliana".
-
BALBO. (L. LUCILIUS BALBUS)
-
SESTO PAPIRIO.
-
CAIO TIZIO GIUVENZIO.
2- SERVIO SULPICIO RUFO: (SER. SULPICIUS RUFUS)
Fue Cónsul en el año 51 a. C. Murió en el año 43 a. C.
Jurista coetáneo de Cicerón, compañeros de estudio y de aventuras. Provenía
de una antigua pero ya olvidada familia patricia.
Alumno de Aquilio Gallo, superando al maestro. Se reveló innovador sagaz del
"Ius Civile". Dotado de fuerte vigor polémico.
Adversario ferviente y constante de Quinto Mucio Scevola.
Pero,
prácticamente aplicó el mismo método pero con más rigor y resultados
diferentes. Frente al excesivo dogmatismo de Mucio, Servio Sulpicio decidió
adherirse a la vida del derecho aplicado.
Gran teórico que aplicaba al derecho el arte de la dialéctica; pero también tuvo
una admirable curiosidad gramatical y un exquisito gusto por la antigüedad.
No se sabe si dedicó una obra para comentar la antigua Ley de las Doce
Tablas, pero si en todo caso les indagó atentamente su vocabulario.
Escribió las siguientes obras:
-
Las “Notata Mucii”, donde se criticaban en parte, pero tambien, en parte
se profundizaban y desarrollaban las doctrinas de Quinto Mucio. También
se conocen como: "Reprehensa Scaevolae capita".
-
Los “Libri duo ad Brutum”. Servio inaguró los comentarios al “edictum”
del pretor y abrió en cada caso, a la lectura jurídica sucesiva, el interés
hacia la sistemática procesal del “edictum” jurisdiccional, diversa a la
sistemática negocial de los "libri iuris civilis" de Mucio.
205
-
También publicó un buen número de “Responsa”. Sobresalió en las
respuestas como maestro, sobre todo por su personalidad extrovertida y
fascinante.
Pomponio cita diez discipulos de Servio conocidos como: "auditories Servii" y
agrega que sus escritos fueron recopilados y ordenados por Aufidio Namusa
(P. Aufidius Namusa) en "140 libri difestorum", obra de la cual se cree fue
modelo de los "libri digestorum" clásicos.
3- ALFENO: (P. ALFENUS VARUS)
Alumno de Servio Sulpicio Rufo. Fue Cónsul en el año 39 a. C.
Dejó los “40 libri digestorum” donde se habían recopilado y ordenado
“Responsa” suyas y de su maestro. En los “Digesta” de Justiniano se
encuentran fragmentos de esta obra.
4- OFILIO: (AULUS OFILIUS)
También alumno de Servio Sulpicio Rufo y gran amigo de César.
Fue tan estudioso que renunció a hacer carrera política.
Escribió un gran número de “Libri Iuris Civilis” y los “XX libri de Legibus”.
5- TREBAZIO: (C. TREBATIUS TESTA)
Amigo de Cicerón. Logra fama con Augusto, como miembro de su autorizado
“Consilium”. No escribió mucho, aunque fue muy activo.
Escribió los “Libri de religionibus” y los “Libri de Iure Civile”.
E-
JURISTAS MENORES DEL SIGLO I A. C.:
AULO CASCELLIO: (AULUS CASCELLIUS)
Alumno de Quinto Mucio.
-
TUBERONE: (Q. AELIUS TUBERO
Acusador en el año 46 a. C. de Quinto Ligario defendido por Cicerón.
-
ELIO GALLO: (C. AELIUS GALLUS)
Autor de un lexico jurídico en al menos dos libros: “de verborum quae ad
ius pertinent significatione”, que luego fue muy usado por el gramático
augusteo Verrio Flacco para su obra "De verborum significatu", obra que a
206
su vez conocemos a través de un epitome, quizá del siglo II d. C. de Sesto
Pompeo Festo.
PERÍODO
207
CLÁSICO.
HISTORIA
“RESPUBLICA
UNIVERSAL ROMANA”
1- MARCO GENERAL:
El 13 de enero del año 27 a.C., cuando Octaviano recibe todos los poderes
extraordinarios, señaló simbológicamente el fin de la agitadísima fase de la
crisis de la “Respublica Nacional Romana” y el inicio de un nuevo período
histórico de la civilización y del estado romano: el período de la “Respublica
Universal Romana”, de la civilización romano – universal, cuya característica
fue la expansión mundial de la civilización romana, permitida y garantizada por
la preeminencia mundial político – militar de la “respublica”.
208
Roma, no solamente llevó a la máxima extensión al propio “imperium”, si no
que logró también imprimir el marco de su civilización a los pueblos sometidos,
progresivamente romanizándolos. De esta romanización, a punto porque así
de grande, solo pudo ser relativamente durable, sobre todo en las provincias
helenísticas y orientales, que ya eran depositarias de evolucionadas
civilizaciones autónomas. Además, la exportación de la romanidad, implicó el
sacrificio del riguroso nacionalismo que eficazmente había servido para
salvaguardar la pureza y la solidez de la civilización romana, de
contaminaciones y fusiones hetorogéneas.
La civilización romana, se convierte en una clase de denominador común,
genérico y formal de las varias civilizaciones antiguas, cuyos respectivos
patrimonios permanecieron intactos bajo el manto común de la romanidad.
El perno alrededor del cual giró progresivamente el mundo romano en este
pasaje nacionalista a universalista, fue constituido por el régimen de gobierno:
el “Principatus”. La “Respublica” pasó con Augusto a considerar necesaria y
estable la institución “extra ordinem” de un “Princeps Civitatis” que garantizara
el orden interno y la paz romana en las provincias.
El precio que se pagó, fue el concentramiento en las manos del principe de
poderes inmensos, sobretodo, militares, dificilmente controlables; lo que con el
tiempo se convirtió en debilitamiento y decadencia.
Al final del siglo II y comienzos del siglo III d.C., las civilizaciones provinciales
comenzaron a readquirir cada una su originaria autonomia y a reaccionar
contra la civilización típicamente romana. Esta terminó por empobrecerse de
todo elemento vital suyo y a reducirse, en manera siempre más acentuada y a
convertirse en una cualificación sólo exteriormente y aparentemente unitaria.
2- LAS FASES DE LA “RESPUBLICA UNIVERSAL –
ROMANA”:
La nueva universalidad que la civilización romana asume en el período clásico,
se divide en tres fases sucesivas:
1- FASE AUGUSTEA: 27 a.C. - 117 d.C.
Desde el principado de Augusto hasta el principado de Traiano.
-
Donde de manera menos intensa y evidente, la “Respublica” prevalece
sobre el “Imperium Romanum”, según un programa inagurado por Augusto.
2- FASE ADRIANEA: 117 d.C. - 235 d.C.
Desde el principado de Adriano hasta el final de la dinastia de los Severos.
209
-
El “Imperium Romanum” tuvo no menor relevancia política que la
“Respublica”, con tendencia siempre más acentuada sobre todo con los
Severos a prevalecer sobre la “Respublica”.
3- FASE DE CRISIS DE LA “RESPUBLICA UNIVERSAL – ROMANA”:
235 d.C. -
284 d.C.
Desde la tercera anarquía militar hasta Diocleciano.
-
La “respublica Romana”, aunque permaneciendo nominalmente de pie en
varios institutos, fue completamente reemplazada por el”Imperium”
absolutista.
4- FASE AUGUSTEA:
EL PRINCIPADO DE AUGUSTO:
El asentamiento de la “Respublica Universal Romana” y la reorganización
unitaria del “Imperium Romanum” fue la Fase Augustea, que va desde el año
27 a.C. con el inicio de la reforma augustea hasta el año 117 d.C. con la muerte
del principe Traiano.
El problema político que a Augusto le tocó resolver fue aquel de reportar la paz
y el orden en el estado, cansado de largas crisis de los siglos II y I a.C.,
buscando modificar lo menos posible la constitución republicana tradicional.
La política de Augusto consistió:
En un primer acto: Restaurar solemnemente los residuos de las instituciones
republicanas, poniendo fin al período excepcional de las discordias y de las
guerras civiles: la “Restauratio rei publicae”.
En un segundo acto: Garantizar la paz interna y la unidad del “Imperium”.
La nueva figura constitucional del “Princeps Romanorum” garantizó:
-
La estabilidad de la situación interna.
La sólida tenencia del sistema imperial.
En consecuencia, se actuó progresivamente, una evolución general del sistema
social – político romano, en cuanto la “Respublica” perdió todo su residuo de la
vieja base nacionalista y en cuanto el “Imperium Romanorum” adquirió una
cohesión íntima que la hizo un todo constitucional unitario.
PODERES:
Augusto era titular de poderes constitucionales y extraordinarios:
210
-
Cónsul.
“Ius Tribunicium”: implicante la “Sacrosanctitas” y el “Ius auxilii”.
El poder extraconstitucional supremo: “Coniuratio Italiae et provinciarum”.
Pocos años después pasó a ser denominado: “Imperator Caesar Augustus”.
Augusto constató que la reelección anual al consulado y los pocos poderes
extraordinarios no eran suficientes para garantizar su fin principal: “la paz
interna y la unidad del imperio”, por esto se le concede una posición más sólida
y de durable superioridad.
En el año 23 a.C. a consecuencia de una conspiración en su contra, el Senado
y la “Concilia Plebis Tributa” le concedieron:
-
-
La “Tribunicia potestas” de por vida.
El “Imperium proconsulare maius et infinitum” sobre todas las provincias y,
Bajo su comando la disponibilidad de todas las fuerzas armadas romanas.
Tenía una guardia personal en Roma: “Cohortes Praetoriae”.
Un cuarto poder se introducía en la estructura de gobierno de la “Respublica”,
junto con los “Comitia Centuriata”, el Senado y las Magistraturas. Era un
fiduciario vitalicio del pueblo romano, el “Princeps Universorum” que asumía
la función de vigilar la administración unitaria del imperio, asegurando su
preponderancia a través del “Ius Intercessionis” ilimitado derivado de la
“Tribunicia Potestas”.
27 – 24 a.C.: Augusto tuvo que cumplir a distancia la expedición en Gallia
y España. Después del golpe de estado del 23 a.C. fue
constreñido a pasar en Grecia y Asia. 20 a.C.: derrota a los “Partos”.
Tiberio Claudio, su hijastro, en tanto, ocupaba la Armenia, insediando al rey
Tigrane.
19 a. C.: Para completar la obra de pacificación en España, provee su
yerno Marco Agrippa, valiente general y hombre político.
18 – 17 a. C.: Fueron años de relativa tranquilidad, lo que aprovechó
Augusto para hacer aprobar de las asambleas una imponente
legislación restauradora:
-
-
Las leyes dirigidas a la represión de viejos y nuevos crímenes.
La “Lex Iulia Sumptuaria”: que limitó los despilfarros en los banquetes y en
los vestidos y adornos femeninos.
La “Lex Iulia de Annona”: que reprendió con fuerte multa el acaparamiento
de géneros alimenticios.
16 a. C.: Los eventos lo alejan nuevamente de Roma y viaja a Gallia.
211
Augusto conquista por obra de Tiberio y Druso (hijos de su esposa
Livia) la Alemania Meridional, que Tiberio después de la muerte de Druso
pacificará en el año 7 a. C.
Tiberio, queda como su nuevo “Alter ego” y Augusto lo adopta en el año 2 a.
C.
Los últimos años son funestos, muertos sus sobrinos Lucio y Cayo, en los años
2 y 4 d. C., la posición senatorial se refuerza y constriñen a Augusto a sufrir
una “Lex Valeria Cornelia de Destinatione Magistratuum”, la cual subordina la
elección de las magistraturas curules a una recomendación de los senadores.
6 d. C.: Se rebelan los pueblos de la Pannonia y del Illirico, para hacerlos
entrar en razón se requieren dos años.
9 d. C.: Se rebelan los Germanos. La guerra multiplica las necesidades
económicas y constriñen a la autoridad a imponer nuevos tributos.
Resignado Augusto atiende el final de su principado y renuncia llevar en
Occidente el imperio más allá de las fronteras del Reno.
13 d. C.: Hace atribuir a Tiberio poderes pares a los de él y en el año 14 d. C.
muere en Nola a los 77 años.
Hombre de gran equilibrio y mucha prudencia política y administrativa,
expléndidamente ayudado por óptimos colaboradores: - Su esposa, Livia.
- Su yerno, el general Agrippa. – Su hijastro, Tiberio.
Se había propuesto tres objetivos:
1. El saneamiento social y político del caido ambiente romano, saneamiento
de la corrupta sociedad romana.
2. La pacificación del imperio.
3. La cohesión del “Imperium” con la “Respublica”. (Obra de reorganización
administrativa de ls provincias y de dirección unitaria de las provincias por
parte de Roma).
Los intentos de Augusto no fueron coronados:
-
-
La sociedad romana no estaba ya en grado de ser saneada.
La confiabilidad de la suerte de la “Respublica” en manos del principe, fue
tal para favorecer el despertar del viejo y genuino espíritu de “Libertas” de
los romanos de un tiempo.
La pacificación del imperio fue amenazada y minada constantemente por
poblaciones orientales y occidentales.
Además, la cohesión entre “Imperium” y “Respublica” fue amenazada con la
difusión del Cristianismo (propiamente en el principado de Augusto nació en
Galilea Jesucristo).
212
4-LA DINASTIA GIULIO – CLAUDIA:
Del 14 al 68 d. C.
----- Tiberio.
----- Calígula.
----- Claudio.
----- Nerón.
TIBERIO: (TIBERIO GIULIO CESAR AUGUSTO).
Del 14 al 37 d. C.
De inmediato, el “Principatus” fue sucesivamente atribuido a Tiberio, hijo
adoptivo de Augusto.
Su llegada al poder fue grata al Senado, porque, aunque no mostró ninguna
intención de renunciar al régimen de gobierno introducido por Augusto,
naturalmente estaba inclinado a valorar la importancia de la “Nobilitas”
senatorial, en detrimento de los “Comitia”. Así es que, uno de sus primeros
actos fue favorecer el traslado al solo Senado de la decisión política para la
designación de los candidatos a las magistraturas.
Pero el resto de su programa, al menos inicialmente, fue el de la continuación
puntual de la obra de Augusto.
Ajeno a la ostentación, Tiberio rechazó los honores divinos, llevó una vida
retirada, pero de activo funcionario:
-
Reorganizó con el método de la lezna (tacañería) las finanzas
desordenadas.
Cuidó el restablecimiento de una severa disciplina en las legiones.
Logró reprimir todos los principales fuegos de rebelión en Germania y
Oriente.
En el plano militar, lo ayudaron: - el hijo Druso César, quien aplacó la rebelión
de las legiones de Pannonia. – Sobre todo el sobrino Germánico, hijo de su
hermano Druso Maggiore, quien reprendió la rebelión de las legiones en
Germania y entre los años 14 y 16 d. C. cumplió una serie de eficaces
incursiones punitivas que tuvieron el efecto de reafirmar el imperio romano,
reportandolo a la linea del Reno, que más allá Tiberio evitó prudentemente
pasar.
Por la muerte misteriosa de Germánico algunos lo acusaron. (Germánico,
enviado al Oriente en el año 17 d. C., cada vez más reveleba un carácter
ambicioso e impaciente, lo que obligó a Tiberio hacerlo vigilar de su fiel Cneo
Pisone, gobernador de Siria. La improvista muerte de Germánico en el año 19
d. C., se traduce en un proceso criminal contra Pisone, quien se suicida
confirmando la opinión general).
Tiberio, se encierra aún más después de la muerte de su hijo Druso en el 23 d.
C. y se aleja de Roma, residenciandose en la Isla de Capri.
213
En el año 37 d. C. Tiberio muere a los 78 años.
Solo quedaron en vida, el hijo de Germánico, Gaio, y la hija Agrippina Minore.
CALÍGULA: (GAIO GIULIO CESARE GERMANICO):
Del 37 al 41 d. C.
El Senado tuvo que escoger para la designación del nuevo principe entre:
-
El hijo de Germánico: Gaio Giulio Cesar Germánico: “Calígula”: de 25 años.
El hijo de Druso: Tiberio Gemello: aún más joven.
El Senado escogió al primero, cuyo sobrenombre universal era: “Caligola”,
llamado así desde muchacho por los soldados de Germánico, por el uso de
vertirse a lo militar y de las “caliga”: sandalias guarnecidas de clavos “caligae”.
Fue una decisión infeliz, porque Calígula reveló rápidamente todos los lados
negativos, diferentes a su padre, como la ambición, el gusto por los honores y
la intolerancia a los frenos.
Trató de restablecer el culto al emperador viviente, creado por Augusto y que
Tiberio había rechazado.
El choque con el Senado y con la clase dirigente, obligó a Calígula a apoyarse
en las categorías ínfimas de la población, también en los esclavos.
Pero una conspiración dirigida por el tribuno de las cortes pretorias, Cassio
Cherea, lo quita violentamente de la escena en el año 41 d. C., sólo después
de tres años de su principado.
CLAUDIO: (NERONE CLAUDIO TIBERIO GERMÁNICO):
Del 41 al 54 d. C.
Escoger el sucesor de Calígula y continuar con la dinastía julio- claudia, no era
fácil, porque Calígula había mandado matar a Tiberio Gemello. De la dinastía,
sólo quedaba CLAUDIO, de 50 años, hermano de Germánico, que siempre
había permanecido aparte sumergido en los estudios de erudición histórica.
Los pretorianos teniendo el recuerdo fascinante de Germánico lo escogieron.
Como su temple era débil, se circundó de la amistad de los libertos, quienes
para no estar bajo la influencia del Senado, ni de los “Caballeros Equites”, lo
orientaron hacia una política exageradamente centralizadora y marcadamente
favorable a las provincias de las cuales los libertos eran oriundos.
Su tercer esposa, Messalina, con quien tuvo su hijo Británico y además
Octavia, fue famosa por su disipación y desenfreno. Claudio se ve constreñido
a mandarla matar.
214
Su cuarta esposa, Agrippina Minore, hija de su hermano Germánico, en su
primer matrimonio había tenido a Domizio, y programó asegurar la sucesión de
su hijo, en vez de Británico, y convence a Claudio adoptar a Domizio y hacerlo
casar con Octavia.
En el año 54 d. C., muere Claudio y el plano de Agrippina estaba ya hecho. (Se
le tomó como sospechosa de asesinar a su marido).
NERÓN: (1°. LUCIO DOMIZIO ENOBARBO)
(NERONE CLAUDIO CESARE):
Del 54 al 68 d. C.
No tuvo dificultad en obtener el principado. No pasó ni un año, cuando el
hermano Británico fue misteriosamente envenenado.
Por su poca edad y también inestabilidad de carácter, aunque disponía de una
cierta cultura griega, era escasamente adapto para sobrellevar el peso del
gobierno. Pero en los primeros tiempos tuvo el consejo, casi opresivo de su
madre Agrippina Minore, del maestro Seneca (filósofo) y de Afranio Burro
(“Praefectus Praetorio”). Gracias a esta cooperación, se le atribuyen acciones
apreciables en su primer quinquenio.
Evitando encuentros con el Senado, lo esquivó con una sutil acción política,
legando en diferentes modos los intereses de los senadores más influyentes
directamente a su persona. Así es que progresivamente se convirtió en el
“despota iluminado”.
En el año 59 d. C.: mandó matar a su madre Agrippina Minore y en el 62 d. C.,
a su esposa Octavia, reemplazada inmediatamente por Popea Sabina. Este
mismo año desaparecieron Seneca (alejado de la Corte y constreñido a
suicidarse) y Burro que murió de muerte natural.
Al fin libre de toda indicación y consejo, Nerón se abandonó completamente a
sus impulsos, creyendose monarca absoluto y dejando lo militar en manos de
sus generales, como Carbulone que le aseguró la victoria contra los “Partos” y
el protectorado sobre el reino de Armenia cuyo soberano Tiridate fue coronado
personalmente por Nerón.
Mientras Nerón se exaltaba con el juego del poder absoluto, la economía decae
y se extendió la inflación.
La rebelión empezó a manifestarse en diferentes partes, Roma, Gallia, España.
Frente al prevalecer de las fuerzas contrarias Nerón se suicida el 9 de junio del
año 68 d. C.
5-PRIMERA ANARQUÍA MILITAR:
215
Ala muerte de Nerón, le siguió en los años 68 – 69 d. C., desordenes y luchas
entre militares.
Fue un año crucial, no solo por los acontecimientos
sangrientos, si no porque registró el final de toda ilusión de poder reconectar el
principado a las virtudes hereditarias de la familia de Augusto y señaló el inicio
de una busqueda de nuevos principes sobre la base de sus dotes personales y
sobre todo del apoyo de las legiones del ejército.
-
SERVIO SULPICIO GALBA: Octubre / 68 – enero / 69 d. C.
SALVIO OTONE: Enero / 69 – abril / 69 d. C.
AULIO VITELLO: Abril / 69 – Diciembre / 69 d. C.
La primera anarquía militar terminó y se abrió un nuevo período del principado
con la insignia de la dinastia de los Flavios.
5- LA DINASTIA DE LOS FLAVIOS:
Del 69 al 96 d. C.
----- Vespasiano.
----- Tito.
----- Domiciamo.
VESPASIANO: (TITO FLAVIO VESPASIANO):
Del 69 al 79 d. C.
Iniciador de la nueva serie de principes.
De extracción plebeya y Sabina. Militar de profesión. Así es que se da cuenta,
que era indispensable para la salvación de Roma limitar fuertemente la
influencia de los ejércitos provinciales y de sus generales, por eso, buscó
sagazmente hacerlos entrar en los límites de la necesaria disciplina y les
nombró como comandante a su hijo, Tito, designado como eventual sucesor a
través de la concesión de la “Tribunicia Potestas” y de la prefectura del pretorio.
Tito, asume ilustremente la función y consigue la victoria de Jerusalem y del
templo de Salomón en el año 70 d. C.
Libre de preocupaciones en el Oriente, Vespasiano tuvo libertad para completar
la acción de reordenamiento en los residuos del imperio. Se dedicó al
resaneamiento de las finanzas estatales (disipadas por Nerón y en tiempos de
la primera anarquía). El sistema de los tributos fue integrado y reorganizado.
Un severo régimen de economía fue aplicado a los gastos públicos.
No obstante, la oposición de la plebe urbana y de la “Nobilitas” senatorial,
Vespasiano, se encontró en pocos años como jefe de un ejército compacto y
adecuadamente equipado, que utilizó en afortunadas acciones de refuerzo en
las fronteras.
70 d. C.: Sofocó la rebelión gallica, organizada en los confines del Reno.
72 d. C.: Procedió a la anexión de los reinos orientales de Commagéne y
Armenia Menor. Y así continuó...
216
79 d. C.: Muere. El imperio estaba en paz y el régimen institucional había
sido reparado, aunque a través de un tipo de régimen de autoridad
militar.
TITO: (TITO PLEVIO VESPASIANO II):
Del 79 al 81 d. C.
Aprovechó la obra de su padre para atenuar muchas de las oposiciones. Con
su actitud de clemencia hacia los opositores, con las donaciones del dinero
público al pueblo y a los soldados, permitidas por las constituidas reservas
financieras, con el esfuerzo constante de agradarse con el Senado, Tito,
parece abrir un período de verdadera paz en Roma y para el Imperio.
Posteriormente lo llamaron: “Deliciae humani generis”, en contraste con su
sucesor, Domiciano.
Pero el sueño le duró poco y en el año 81 d. C., la muerte lo sorprendió
prematuramente a los 42 años.
DOMICIANO: (TITO FLAVIO DOMICIANO):
Del 81 al 96 d. C.
En sustancia, no le faltaron muchas de las mejores cualidades del padre y del
hermano, pero le faltó totalmente el esconder aparentemente su política dirigida
hacia el despotismo.
En el plano militar, cumplió acciones inmemorables: desde la finalización de la
conquista británica a la institución de dos importantes provincias más allá del
Reno: la Germania Inferior y la Germania Superior.
Entre tanto, los fuertes gastos impuestos por las actividades militares y la
siempre y más descubierta tendencia absolutista del “Princeps”, actuaron en
contra de él.
El gobernador de Germania Superior, Lucio Antonio Saturnino, se rebela y se
proclama emperador. Dominada la insurrección, se usaron todos los medios
para combatir la “Nobilitas”. Se abrió un período de persecusión contra
aquéllos sospechosos de actuar contra el poder imperial (especialmente los
hebreos contrarios al culto del emperador).
En el año 96 d. C:, Domiciano cae víctima de una conspiración de altos
funcionarios civiles y militares (quizás participó la propia esposa, repudiada
desde antes, Domizia Longina).
Con la muerte de Domiciano se puso fin a la dinastia de los Flavios.
6-NERVA: (MARCO COCCEIO NERVA):
217
Del 96 al 98 d. C:
El Senado lo nombró como principe. Anciano, Senador de 70 años, en el cual
se confió para el restablecimiento de las libertades republicanas tradicionales.
Nerva supo efectivamente, por su habilidad, meritarse el haber felizmente
conciliado, como Augusto, dos términos inconciliables: la monarquía y la
libertad. (Haciendo una confrontación de Nerva con el odiado recuerdo de
Domiciano, recuerdo ingrato a la “Nobilitas” y a la clase de los altos
funcionarios, al contrario para el pueblo y soldados de las legiones con el cual
había sido comprensivo y generoso).
Por esto Nerva, ablandó la “Nobilitas”, el pueblo y los pretorianos, a su favor
dispone donaciones.
Dada su tarda edad, se preocupó por escoger un válido sucesor, en la persona
de Traiano, gobernador de la Germania Superior, al cual adoptó y le concedió
la “Tribunicia Potestas”.
Mientras Traiano, se dedicaba a campañas victoriosas, Nerva ejecutó en Roma
una activa reorganización de la administración pública:
-
Reforma del servicio veloz de informaciones: “cursus publicus”.
La asunción a cargo del estado de las estaciones de cuadrupedos fijados
cada 15 kilómetros, para conectar rápidamente a Roma con las provincias.
La iniciativa de instituciones alimentarias, los “alimenta” que Traiano
extendió al sostenimiento de los niños pobres, y por tal, indirectamente,
para la lucha contra el progresivo despoblamiento de la península.
Nerva murió en enero del año 98 d. C.
8- TRAIANO: (MARCO ULPIO TRAIANO):
Del 98 al 117 d. C.
Fue entre los principes romanos que dejaron mejor memoria, a tal punto de
meritar el título de: “Optimus Princeps”.
Originario de Italica, provincia de Betica (España Meridional).
Pertenecía a una familia de reciente elevación, que su padre (su homonimo)
había ilustrado cuando era gobernador de Siria. De su padre, Traiano había
heredado sus grandes virtudes militares y las demostró cuando fue gobernador
de Germania Superior.
La dominación que tenía sobre los legionarios y la confianza, que por su origen
tenía de los provinciales, fueron rápidamente confortados por el suceso
218
obtenido por su personalidad entre los mismos de la “Nobilitas” que apreciaron
mucho su templanza, pero con un carácter de notable energia y gran vigor.
La política interna de Traiano se caracterizó por una sagaz devaluación de la
“Nobilitas” senatorial en ventaja de la clase de los “Caballeros Equites”, a los
cuales el principe mediante tantas instituciones aseguró nuevos cargos y la
posibilidad de afortunadas carreras, sustituyendolos por los libertos. (Los
provinciales de origen español fueron valorizados).
Pero Traiano quedará en la memoria por sus empresas militares y
particularmente por las guerras victoriosas contra los Dacios (conclusión poco
gloriosa de Domiciano).
Convencido de asegurar al dominio de Roma el curso medio e inferior del
Danubio, Traiano reprende la lucha contra los Dacios y con numerosas
legiones vence a Decebalo, ocupando la capital dacica, Sarmezegetusa 102 d.
C., campaña que le frutó el título honorífico de Dacico.
Traiano, pasó entonces, a organizar la nueva provincia Dacica, que se
extendía hasta Transilvania y ocupaba gran parte de la actual Rumania y
Hungria.
Seguro del Danubio, pasó a resolver el problema de los “Partos”, que era la
amenaza secular de Roma.
106 d. C.: conquista el reino de Nabatei que fue reducido a provincia con
el nombre de Arabia.
Anexó el reino independiente de Armenia a la provincia de Cappadocia, lo que
provocó la declaración de guerra por los “Partos”: 115 – 117 d. C.
115 d. C.: Invade Mesopotamia y conquistó sus principales ciudades:
Babilonia, Ctesifonte y Seleucia. Anexó Mesopotamia y Adiabene a
las provincias romanas de Mesopotamia y Asiria.
115 d. C.: Se rebelaron los hebreos aprovechando el retiro de tropas
romanas de Cipro, Cirinaica y Egipto, en el 117 d. C., la rebelión se
extendió en todo Oriente y determinó la caida de muchas guarniciones en los
territorios de nueva conquista. Traiano reaccionó con vigor y destruye a los
rebeldes, reconquistando gran parte de las tierras, extendiendo el dominio
hasta el golfo Persico.
Interiormente, Traiano demostró su verdadero celo por el bienestar de sus
subditos. Desarrolló las instituciones de ayuda a los necesitados que había
implantado Nerva y facilitó el trabajo de los agricultores ofreciéndoles crédito.
Sobre todo se preocupó por las provincias, siendo él provinciano de España,
conocía las necesidades. Efectuó numerosas obras públicas: caminos,
puertos, puentes, que permitieron el desarrollo económico de algunas regiones.
219
117 d. C.: Traiano cede el comando del ejército y el gobierno de Siria a su
sobrino Publio Elio Adriano y lo adopta, con la complicidad de su esposa,
Plotina. Se dispone a regresar a Roma, pero una enfermedad lo sorprende y
muere en Selinunte (Sicilia).
El diseño de un encuentro definitivo con los “Partos”, la única gran potencia
organizada más allá de los confines del “Imperium Romanum”, fue abandonada
para siempre.
Con Traiano se concluye la fase augustea de la “Respublica Universal
Romana”.
9- FASE ADRIANEA:
EL PRINCIPADO DE ADRIANO: (PUBLIO ELIO ADRIANO):
(CÉSAR TRAIANO ADRIANO AUGUSTO):
Del 117 al 138 d. C.
Considerando la situación de la “Respublica” y de su “Imperium”, emprende un
giro decisivo en la política romana, conduciendo al “Imperium” al mismo grado
de relevancia política, aunque si todavia no constitucional, de la “Respublica”.
Continuó y perfeccionó la obra de Traiano con mayor determinación y
exhautividad, ayudado por una inteligencia superior, que no abrazaba
solamente el arte militar, si no que se extendía a los campos de la cultura.
De descendencia española. Fue un celoso administrador, y aunque profesaba
un gran respecto por las tradiciones romanas, se convirtió en un verdadero
tutor de las provincias, cuyas necesidades conoció y estudió personalmente,
por medio de frecuentes viajes.
No solamente estimuló la vida económica del imperio, si no que trabajó
intensamente en su administración y se preocupó por la ordenación de la
justicia, quizás la obra más significativa de su gobierno fue el “Edicto Perpetuo”,
recopilación de los antiguos edictos pretoriales, realizada por el sabio
jurisconsulto Salvio Juliano. Desde entonces, el derecho quedó ordenado en
un cuerpo de disposiciones de fácil consulta.
Se apartó de la tradición de su antecesor en cuanto a la política militar;
consideraba que la extensión del imperio comprometía su seguridad y no vaciló
en desprenderse de las conquistas que Traiano había hecho en Oriente; y
organizó cuidadosamente la política defensiva, ordenando la construcción de
fortificaciones en Retia, Germania y Bretaña.
220
Así pasó a la historia como un gobernante prudente y previsor.
En el año 134 d. C.: a sus 58 años regresó a Roma y empezó a pensar en su
sucesor, entonces, indicó el cónsul de 51 años, Tito Aurelio Fulvo Boionio Arlio
Antonino, al cual adoptó y en julio del año 138 d. C., murió.
Se perfilaron a partir de Adriano, embriones de un sistema absolutista.
El principe dejó a un lado el Senado y se rodeó de un estable “Consilium
Principis” del cual hacían parte los más cualificados juristas. Todo residuo de
iniciativa de los órganos republicanos se apaga y la burocracia imperial asume
abiertamente la función de proveer la organización y la administración de
Roma.
10- LA DINASTIA DE LOS ANTONINOS:
Del 138 al 192 d. C.----- Antonino Pio.
----- Marco Aurelio (Lucio Vero).
----- Commodo.
Caracterizada por haber aplicado puntualmente las directivas de la política de
Adriano. En una atmósfera pacífica, ajena a nuevas conquistas, más bien
inclinadas a defender las conquistas pasadas, se esforzaron por perfeccionar la
centralización de los poderes públicos y la fusión entre ambiente itálico y
provincial.
La clase senatorial, pierde cada vez más su poder.
ANTONINO PIO: (TITO ELIO ADRIANO ANTONINO):
Del 138 al 161 d. C.
De Nemauso en Gallia Narbonese.
Fue un espíritu superior, a quien apasionaba la justicia. Efectivamente se trató
de una persona extrechamente ligada al deber, muy equilibrada y de gran
seriedad moral.
Su gobierno fue considerado del “Inmovilismo”, en 23 años no se alejó nunca
de Italia. Aunque no innovó en materia política o militar, condujo el gobierno del
imperio con tanta equidad y prudencia, que su tiempo pareció a los romanos el
más feliz.
Desde el punto de vista militar, solo expostó el “Limes” en Britania de 160
kilómetros el nuevo confin “Limes antoninus”, implicaba un notable
acorchamiento del frente, y por tal una defensa más segura. Igualmente hizo
con las otras provincias.
Internamente favoreció al Senado, aboliendo una reforma inpopular de
Adriano: la autoridad pretoria fue restaurada en Italia, además, las instituciones
221
alimentarias introducidas por Nerva y Traiano, olvidadas por Adriano, fueron
extendidas a la asistencia de las niñas.
Sus dotes de hombre íntegro se pusieron de manifiesto finalmente, en la
elección de su sucesor; le dejó el trono a su yerno y mayor de sus hijos
adoptivos Annio Varo: Marco Aurelio. Antonino murió en marzo del año 161 d.
C.
MARCO AURELIO ANTONINO: (ANNIO VERO):
Del 161 al 180 d. C.
Quiere gobernar acompañado y hace elegir también al hermano adoptivo
LUCIO ELIO COMMODO, quien tomó el nombre de: LUCIO VERO, un hombre
de escasa virtud, al que Marco Aurelio supo contener en sus apetitos.
Reinaron juntos por 8 años hasta que Lucio Vero murió en guerra, 169 d. C.
Marco Aurelio, no era de un temperamento belicoso; amaba la paz y el reposo
y su vocación profunda era la filosofía, reflejada en la grandeza de su espíritu
de gobernante. Fue justo.
La paz del imperio comenzaba a dañarse sobre todo por las insurgencias de
los “Partos”, pero sus campañas fueron victoriosas y por astucia política, hace
un tratado de compromiso con las poblaciones vencidas.
En tanto, los bárbaros aprovechando la debilidad de las legiones romanas
(debido a la muerte de Lucio Vero), penetraron en Dacia e invadieron parte de
la peninsula itálica. En el año 172 d. C. los romanos reprendieron la ofensiva y
en el 174 d. C. victoriosamente se domaron las insurgencias de los bárbaros,
reportando provisionalmente la paz en los confines del imperio.
Una sola debilidad tuvo en su vida: la elección de su hijo Commodo para el
gobierno del imperio; conocía sus defectos y sus vicios, su carácter tortuoso y
su sensualidad, pero no pudo dominar su amor paternal y el imperio debió sufrir
durante 13 años, un gobierno tiránico y desordenado.
En el año 180 d. C. muere y su sucesor no estuvo en capacidad de continuar
su obra.
COMODO: (LUCIO ELIO AURELIO COMMODO):
Del 180 al 192 d. C.
De solo 20 años, carácter ardiente e inestable (tuvo muchas cosas de las
personalidades de Calígula y Nerón), por tal, su gobierno suscitó resistencias y
determinó numerosas conspiraciones en su contra. Esasperado, recurre a
reacciones feroces y se aisló siempre cada vez más de los romanos.
222
Mientras las finanzas del estado se enfermaban siempre cada vez más,
aumentaban los despilfarros, los lujos, las donaciones de público dinero y las
negligencias del gobierno provincial.
Los bárbaros atacaban los confines del imperio: Britania, Reno, Danubio,
Africa, con graves daños para las legiones romanas.
Insistiendo con su política insensata, llegó a atribuírse a él mismo cualidades
divinas, a tal punto de dar a Roma, reconstruída después de un incendio, el
rango y el título de una colonia fundada por el Emperador.
El 31 de diciembre del año 192 d. C., una conspiración lo estrangula en el
baño y se llega al acuerdo que su sucesor sea el “Prefectus Urbis” PUBLIO
ELVIO PERTINACE.
11- PERTINACE: (PUBLIO ELVIO PERTINACE):
193 d. C.
Lígure, de humilde origen, pero nobilitado por una carrera militar excepcional.
Buscó encaminarse hacia la reorganización, al menos parcial, de algunas
fundamentales libertades republicanas. Quería consolidar la disciplina en el
ejército y reportar las finanzas a un estado de relativa sanidad, a través de
contracciones en los gastos.
Pero los mismos pretorianos que lo habían apoyado le quitaron su favor a
menos de tres meses de su ascenso al poder, fue victima de una conspiración.
12 – SEGUNDA ANARQUÍA MILITAR:
193 d. C.
Se abrió, entonces, un segundo y breve período de anarquía militar, que se
concluye en el mismo años 193 d. C. con SETTIMIO SEVERO.
Los aspirantes al principado se multiplicaron, pero se escogió a:
MARCO DIDIO GIULIANO:
Originario de una familia patricia de Brescia. Hubiera podido cubrir bien su
cargo, si no se hubieran multiplicado otros pretendientes al principado. En abril
del 193 d. C. aparecen dos cónsules:
-
CAIO PESCENNIO NIGRO: Gobernador de Siria.
LUCIO SETTIMIO SEVERO: Gobernador de Pannonia Superior.
Los dos anteriormente
proclamados principes.
mencionados,
fueron
contemporáneamente
223
Severo se apresuró a Roma a la cabeza de su ejército y el Senado le asigna el
Principado.
13 – LA DINASTIA DE LOS SEVEROS:
Del 193 al 235 d. C.
----- Settimio Severo.
----- Marco Aurelio Antonino (Caracalla).
----- Marco Opellio Macrino (no Severo).
----- Avito Bassiano (Elagabalo).
----- Marco Aurelio Severo Alessandro.
Esta dinastia de dedicó decisivamente a la desvalorización y desvaloración de
la “Respublica” y a la evolución de ls organización estatal y gobernativa romana
hacia el absolutismo imperial.
SETTIMIO SEVERO:
Del 193 al 211 d. C.
Originario de Lepcis Magna (Africa).
No encontró otro camino para conjurar la naciente anarquía, que el
establecimiento de una verdadera dictadura militar. Era necesario someter a
los numerosos grupos militares que estaban lanzados hacia la conquista del
poder y ellos solo podía hacerse, contando con un poder militar más fuerte,
solo la fuerza tuvo significación.
No obstante, fue un hombre recto, que procuró ejercer el poder con mesura,
aunque le entregó extrema autoridad al ejército.
Más que por los hechos militares, su principado, fue importante por el orden
dado al imperio en su interno, su política estuvo abiertamente orientada hacia
el absolutismo.
Para congraciarse el Senado, usó palabras y formas externas, como la
iniciativa hábil de proclamarse hijo adoptivo del Divo Marco Aurelio, y de
conceder a su hijo Bassiano, designado sucesor al trono, el nombre de Marco
Aurelio Antonino. De resto, las prerrogativas de la clase senatorial fueron
reducidas y prácticamente transferidas en gran parte a los caballeros.
Inspirado por la esposa, Giulia Domna, se concedió a sí mismo, abiertamente,
el título de “Dominus” e hizo de todo para que su poder tuviera el carácter de
una monarquía absoluta.
MARCO AURELIO ANTONINO: CARACALLA:
224
Del 211 al 217 d. C.
Continuó la obra incauta e improvisa de depresión de los valores romanos.
De sobrenombre CARACALLA porque usaba un vestido con capucha y
mangas así denominado.
La completa insensibilidad de los Severos frente al nacionalismo romano e
itálico, se manifestó en el modo más claro en el año 212 d. C. con la
“CONSTITUTIO ANTONINIANA”, con la cual Caracalla concede la ciudadanía
romana a casi todos los súbditos del imperio, sin distinción alguna de
nacionalidad o de grado de civilización.
Fue el último golpe al residuo vital de la gloriosa “Respublica Romanorum”.
En el año 217 d. C., fue víctima de una instigación de Macrino, oficial de los
pretorianos.
MARCO OPELLIO MACRINO: (No Severo):
Del 217 al 218 d. C.
Caballero, de extracción humilde, originario de Mauretania. Alcanza el cargo
de “Princeps” pero por muy poco tiempo.
De personalidad insulsa. Contra él operó especialmente la reacción de la
familia de los Severos, y los parientes de Giulia Domna, quien pertenecía a una
estirpe de gran potencia y riqueza, de la cual salían los sacerdotes del Dios
Sol: “Elagabalo”.
Su hermana Giulia Mesa, tenía dos hijas, Soemia y Mamea. Soemia tenía un
hijo, Avito Bassiano, y Mamea tenía un hijo, Alessiano Bassiano.
Avito Bassiano, apenas de 14 años, denominado: “Elagabalo”, por ser
sacerdote del Dios del Sol, fue proclamado príncipe en el año 218 d. C. y
superó a Macrino.
AVITO BASSIANO: “ELAGABALO”:
Del 218 al 222 d. C.
Las cosas empeoraron todavía más durante el gobierno de “Elagabalo”.
Además, del descalabro general de la administración y de la disciplina militar,
él, que era un principe inmoral y vicioso, no quiso en el modo más completo,
adaptarse a las tradiciones y a las formas romanas, más bien trató
225
insensatamente de introducir en occidente los ritos de la religión de la cual era
sacerdote en Siria.
Roma vivió por lo tanto un período singular. “Elagabalo” tentó dar un puesto a
su dios en el Palatino, construyéndole un templo exclusivo. Esto demandó una
gran fuga de dinero de las cajas del estado.
Con ello los cultos exóticos entraron en Roma con fuerza torrencial y atrajeron
hacia ellos a las multitudes supersticiosas,de modo que muy pronto se
perdieron las hondas raíces de la romanidad.
Todo esto trajo un malcontento. Giulia Mesa, percibió el peligro del poder y
aconsejó a “Elagabalo”, adoptar a su primo Alessandro Bassiano con el nombre
de: MARCO AURELIO SEVERO ALESSANDRO. En el año 222 d. C. los
pretorianos en una rebelión mataron a Elagabalo y a su madre.
MARCO AURELIO SEVERO ALESSANDRO:
Del 222 al 235 d. C.
Los historiadores hablan de manera muy favorable de éste prncipe, quien tuvo
indudablemente apreciables cualidades políticas.
Cuando quiso restablecer la disciplina y reorganizar la vida pública, ya era
tarde.
Fue mérito suyo regresar a una cierta armonia, aunque formal, con el Senado,
y se mostró tolerante con los cristianos. Trató de reorganizar algunos valores
de la tradición romana concediendo la Prefectura del Pretorio a un gran jurista:
Domizio Ulpiano.
Frente a los provinciales fue flexible y admitió sus costrumbres locales y de no
combatir sus cultos, inclusive el judaísmo y el cristianismo.
El “Consilium principis” fue integrado por Senadores.
Pero aunque fueron buenas sus cualidades personales, no eran suficientes
para hacer frente a una situación siempre más deteriorada, sobre todo por la
crisis financiera y el desorden de los confines del imperio por la indisciplina de
las legiones
Acusado de obedecer demasiado a su madre Giulia Mamea, los mató un grupo
de soldados rebeldes. Como no dejó hijos de sangre, ni adoptivos, la dinastia
de los Severos se terminó definitivamente con Alejandro.
Aquí termina la segunda fase: la fase adrianea y empieza la tercera fase: la
fase de crisis de la “Respublica Universal Romana”.
15 – LA TERCERA ANARQUÍA MILITAR:
226
Del 235 al 284 d. C.
Con la finalización de la dinastia de los Severos, se abrió una fase altamente
dramática de desorden, la fase de la tercera anarquía militar, en la cual se
verificó la crisis de la “Respublica romano-universal”.
16 – INICIO DE LA CRISIS DE LA “RESPUBLICA
UNIVERSAL ROMANA:
LAS CAUSAS DE LA CRISIS:
Las causas de la crisis de la “Respublica Universal Romana”, de la depresión
de los valores romanos, de la depresión de la unidad del imperio, fueron
múltiples:
1 – LA COMPLETA DERROTA DE LA CLASE SENATORIAL:
Señaló el camino hacia el orden absolutista, que empezó con el principado de
Adriano y se descubrió bastante con los Severos, que fue la negación, la
antitesis, del orden republicano tradicional.
El sistema de compromiso entre “Respublica” e “Imperium” que en las manos
de Augusto y sus sucesores había valido para prolongar la vida de la
“Respublica romana”, pero que ya con la primera anarquía militar empezó a
deteriorarse. Posteriormente, los príncipes siendo los verdaderos y efectivos
detentadores del poder político y militar, fatalmente quisieron estar por encima
del Senado, organismo constitucional en el cual se resumían los últimos restos
de las libertades republicanas.
2- LA DECADENCIA ECONÓMICA Y DEMOGRÁFICA DE ITALIA:
Se manifestó en el siglo III d. C. a través del enpobrecimiento de la península,
sea en medios de producción, como en masas de ciudadanos.
3- LA PROVINCIALIZACIÓN DEL EJÉRCITO Y DE LA PÚBLICA
ADMINISTRACIÓN:
Por la necesidad imperante de alimentar las legiones de nuevos reclutas a
causa de tantas guerras y guerrillas.
Su expresión más característica fue la “Constitutio Antoniniana” de Caracalla.
Se trató de una consecuencia que el principe tomó como una realidad. La
formación de una “Orbis Romanus” y la instalación de una “Pax Romana” de
interés común, no pudieron no implicar el reconocimiento de “Cives Romanus”
a la gran parte de los habitantes del imperio.
4- LA OBRA CORROSIVA DEL CRISTIANISMO:
Religión que afirmaba la independencia del cristiano frente al estado: primero
Dios y después el Estado.
227
5- LA PRESIÓN DE LOS BÁRBAROS.
17 – GOBERNANTES DE LA TERCERA ANARQUÍA
MILITAR Y FASE DE CRISIS DE LA “RESPUBLICA
UNIVERSAL ROMANA”:
CAIO GIULIO VERO MASSIMINO:
Del 235 al 238 d. C.
Tomó el puesto de Alessandro Severo e inició la tercera anarquía militar.
Primer principe soldado, de Tracia. Hombre no falto de cualidades, pero rudo,
rústico y violento.
El Senado siempre trató de oponérsele.
En el año 238 d. C., un senador de 80 años, procónsul de Africa fue
proclamado principe: MARCO GORDIANO I y como corregente su homonimo
hijo: MARCO GORDIANO II. Pero MASSIMINO los eliminó rápidamente.
El Senado, todavía una vez más, le contrapone otros principes:
----- PIPIENO MASSIMO.
----- CELIO CALVINO BALBINO.
----- GORDIANO III (de 15 años. Sobrino de Gordiano I).
MASSIMINO en una rebelión popular en el año 238 d. C., perdió la vida junto
con MASSIMO y BALBINO. Quedando como único principe el jovencito
GORDIANO III.
GORDIANO III:
Del 238 al 244 d. C.
Años muy agitados. Hasta el año 241 d. C., el joven principe gobernó bajo los
consejos de su madre, Mecia, pero luego de su matrimonio con Furia
Tranquillina (hija de Furio Sabino Timesiteo) asumió de lleno la totalidad del
poder.
El problema grave de resolver era la pacificación de las regiones de frontera,
sea con el Danubio que con la Mesopotamia.
Timesiteo obligó al enemigo a la batalla de Resaina y los derrotó. Pero a la
muerte de Timesiteo, GORDIANO III nombra prefecto del pretorio a GIULIO
FILIPPO, quien traicioneramente se aprovechó e incitó a las tropas a rebelarse,
quienes ele ocasionaron la muerte al principe y FILIPPO se hizo proclamar
principe en el año 244 d. C.
228
GIULIO VERO FILIPPO: (FELIPE EL “ARABE”):
Del 244 al 249 d. C.
Terminó victoriosamente la campaña contra los Persianos, conservando la
Mesopotamia.
Bajo su principado, Roma parece por un momento regresar a ser la máxima
potencia, pero en realidad la situación era extremamente precaria, por el hecho
de que los ejércitos estaban fuertemente integrados por bárbaros mercenarios,
que se frenaban con donaciones y promesas.
En el año 248 d. C. la rebelhón comenzó a despertarse en Oriente y en
Occidente.
CAIO MESSIO DECIO que aspiraba a la sucesión, se hizo aclamar principe y
derrotando a Felipe en Verona en el año 249 d. C., le ocasionó la muerte.
CAIO MESSIO DECIO:
Del 249 al 251 d. C.
Nativo de Pannonia. Fue “Prefectus Urbi” en Italia.
Apreciado por el Senado. Decide confiar la administración civil del imperio al
Senado y reservarse para él mismo los poderes militares, regresando en
apariencia a los tiempos iniciales del principado. Quiso agregar a su nombre:
Traiano.
Su política fue deficitaria, especialmente por la viva persecusión y hostilidad
contra los cristianos y hebreos. Ordenó a todos los jefes de familia del imperio,
declarar su fe religiosa. Todo esto le ocasionó oposición de los cristianos, ya
infiltrados por todas partes en el imperio y fue una de las principales causas de
su caída.
Nombra como sucesor a su hijo OSTILIANO.
En el año 251 d. C., CAIO TREBONIANO GALLO, comandante de Mesia, lo
afrontó y le ocasiona la muerte en combate.
OSTILIANO:
251 d. C.
DECIO había designado a su hijo como su sucesor, pero TREBONIANO
GALLO, se hizo aclamar principe y derrota a OSTILIANO, quien además
inmediatamente muere de peste.
229
CAIO TREBONIANO GALLO:
Del 251 al 253 d. C.
Concluye la paz con los Góticos, a los cuales garantiza un contributo anual en
dinero.
En el año 252 d. C., MARCO EMILIO EMILIANO, se hace nombrar principe por
las tropas y afronta a Treboniano, venciendolo. Treboniano muere en el año
253 d. C. en manos de sus mismos soldados.
MARCO EMILIO EMILIANO:
253 d. C.
Fue reconocido en Roma principe. Pero no duró nada su reino, por que sus
tropas se rebelaron y lo asesinaron hacia finales del año 253 d. C.
PUBLIO LICINIO VALERIANO: (GALLIENO):
Del 253 al 268 d. C.
Era “Vir Consularis” y tenía el apoyo de las tropas de Rezia, quienes lo
proclamaron principe y luego fue reconocido en Roma.
Con VALERIANO se tuvo la primera división de hecho del imperio. Se asoció
con su hijo GALLIENO, dejándole el Occidente y reservándose a sí mismo, la
administración del Oriente.
En Oriente, los Persianos llegaron a Antioquia, Valeriano tuvo que hacer un
gran esfuerzo para contenerlos. Los Persianos continuaron, Valeriano hace de
todo pero sin suceso. Mientras en Occidente, los bárbaros oprimían cada vez
más las fronteras.
En el año 258 GALLIENO expulsó a los Francos y obtuvo el título honorífico de
“Restaurator Galliarum”.
En el año 259 d. C., Valeriano es derrotado por los persianos y hecho
prisionero.
GALLIENO, queda como único “Princeps” y emprendió guerras en Gallia para
domar la rebelión de M. Cassianio Latinio Postumo, que había proclamado un
estado autónomo: “Imperium Galliarum”.
Las dificultades eran tantas, pero Gallieno logró hacer frente a todas con la
ayuda de Settimio Odenato, que se había proclamado rey de Palmira y Gallieno
en el año 263 d. C., le concede el título de “Dux et corrector totius orientis”. En
el año 267 d. C., Odenato fue asesinado y toma el poder su viuda Zenobia,
asociada con su hijo Vaballato.
230
En el año 268 d. C., Gallieno derrota los rebeldes y asedia a Aureolo (que
estaba de acuerdo con Postumo). Pero Gallieno fue asesinado por sus propios
oficiales, quienes escogen como su sucesor a MARCO AURELIO CLAUDIO.
MARCO AURELIO CLAUDIO: (EL GÓTICO):
Del 268 al 270 d. C.
Fue en esta época en la cual la crisis del imperio alcanza su período más
álgido. Época designada: “de los tiranos”, por la ilegalidad de los varios
principes, que se contrapusieron y se sucedieron.
Mientras los bárbaros retomaban las armas en todos los confines, los ejércitos
de las provincias se alzaban indisciplinadamente sin tregua, llevando cada uno
en sus escudos, un pretendiente diverso al trono imperial.
Pero quedaban algunas reservas todavía en el viejo imperio y a partir de
CLAUDIO II, una marcada reacción comenzó a hacerse visible.
CLAUDIO II, pudo organizar sus fuerzas y afianzar su autoridad en la medida
necesaria para oponerse con éxito a los Godos y expulsarlos de la Península
Balcánica.
En el año 270 d. C., CLAUDIO II, EL GOTICO, muere en el Danubio por
epidemia de peste.
El Senado designó a su hermano QUINTILLO.
QUINTILLO:
270 d. C.
Pero las tropas del Danubio elevaron al jefe de la caballería:
LUCIO DOMIZIO AURELIANO:
Del 270 al 275 d. C.
Se dieron cinco años de mayor orden en el imperio: “años de restauración del
orden imperial”.
Aureliano lucha y derrota. Por sus victorias obtiene los títulos honoríficos de
Germanico Massimo, de Gótico Massimo y de Partico Massimo.
Debe resolver el problema del “Imperium Galliarum”, el cual decide someterlo
por las buenas y confía a Póstumo el título de “Corrector Italiae”.
231
Adoptó algunas medidas para prevenir algunos peligros, así, ordenó construir
un muro, que se llamó Aureliano, para asegurar la ciudad de Roma contra
posibles asaltos y dispuso el abandono de la Dacia para fortalecer las lineas
romanas detrás del Danubio.
Por todo esto, fue denominado “Restitutor Orbis” y llamado: “Dominus et Deus”.
Sostiene que su poder proviene de la divinidad del sol, patrón del imperio. Los
senadores se convierten en pontífices del Sol Mitra y Aureliano en el “Alter
Ego”.
Pero su obra sustancialmente meritoria, no obstante, sus comportamientos
personalistas, que desenvuelve para la reorganización del imperio, se
interrumpio por su muerte en Bisanzio en el año 275 d. C.
Entonces, el principado fue concedido al anciano senador Marco Claudio
Tácito.
MARCO AURELIO TÁCITO:
Del 275 al 276 d. C.
En el año 276 d. C. combate contra los persianos y desapareció por muerte
violenta. Como su sucesor fue reconocido su hermanastro Annio Floriano.
ANNIO FLORIANO:
276 d. C.
Al cual las tropas le oponen a Marco Aurelio Probo, quien manda matar a
Floriano y obtiene el principado en el mismo año.
MARCO AURELIO PROBO:
Del 276 al 282 d. C.
Se volvió muy apreciado en el campo militar a través de la liberación de las
provincias occidentales (276 – 278 d. C.). Derrotó los vándalos (278 – 279 d.
C.).
En el año 282 d. C., fue asesinado por sus mismos soldados en Sirmio.
La sucesión pasó a Marco Aurelio Caro.
MARCO AURELIO CARO:
Del 282 al 283 d. C.
Prosiguió las acciones contra Persia y ocupó Ctesifonte, asumiendo el título
honorífico de Persico Massimo.
232
En el año 283 d. C., murió misteriosamente, quizá por obra de Apro, Prefecto
del Pretorio. Dejó dos hijos: Numeriano, que había sido indicado sucesor con
el título de César.
NUMERIANO:
Del 282 al 284 d. C.
Fue mandado asesinar por Apro en el año 284 d. C. Permanece para
contrastar a Apro, su hermano CARINO (el otro hijo de Marco Aurelio Caro),
que era el comandante de las tropas de Occidente.
CARINO:
284 d. C.
Pero antes que Apro afrontara a Carino, en noviembre del año 284 d. C. las
tropas eligieron como sucesor a Diocleciano, jefe de la guardia personal de
Caro. Apro fue condenado a muerte por el mismo Diocleciano.
DIOCLECIANO: (CAIO VALERIO AURELIO DIOCLEZIANO):
Del 284 al 305 d. C.
Finalmente se había encontrado el hombre que reconstituiría, con aspectos
diversos, el Imperio Romano.
Diocleciano afrontó a Carino en el año 285 d. C. en Mesia, pero Carino fue
muerte por obra de sus mismos soldados y a Diocleciano se le abrieron los
caminos de Roma.
Con AURELIANO se tuvieron cinco años de mayor orden en el imperio.
Después vinieron nueve años de desorden.
Pero finalmente, se dio un vuelco decisivo llevado a cabo por Diocleciano.
Con DIOCLECIANO:
-
Se termina el período clásico de la “Respublica Universal Romana” en su
fase de crisis.
-
Se inicia el período posclásico: el “Imperio Absolutista” en su primera fase
del “Imperio único”.
233
ESTRUCTURA
ESTATAL
“RESPUBLICA UNIVERSAL
ROMANA”.
1- CONCEPTO Y MARCO GENERAL:
El Período Clásico se enmarca desde el siglo I a. C. hasta el siglo III d. C.
entre los años 27 a. C. al 284 d. C.
La estructura del Estado Romano en este período fue todavia la “Respublica”.
2- CARACTERÍSTICAS
DE
UNIVERSAL ROMANA”:
LA
“RESPUBLICA
Desaparecieron completamente las dos viejas características:
(1). El fundamento ciudadano de la sociedad política romana.
(2). El criterio nacionalista de composición de su ciudadanía.
En cambio, se dieron como nuevas características en su naciente estructura
general:
 La universalidad:
Se perfiló la apertura a todos los pueblos, incluyendo los del perímetro del
imperio, esto por la fácil concesión de la ciudadanía romana.
234
Desaparece todo residuo de la antigua concesión del Estado como “Civitas”,
por efecto de la extensión de los confines de la “Civitas Quiritaria” a toda la
Italia Continental en los primeros años del siglo I a. C.
 El síntoma evidente de ésta evolución fue la fuerte descentralización
administrativa de la región itálica y del consecuente debilitamiento del
principio constitucional de que los “Cives Romani” debían tener en la
práctica la posibilidad de participar directamente en la vida pública del
Estado, desenvolviendose exclusivamente en la “Urbs” Romana”.
El haber concedido la ciudadanía romana a grandes estratos de población,
como a los Socios Itálicos, determinó un debilitamiento de la concepción
nacionalista del Estado Romano.
En esta nueva etapa éste proceso se aceleró, hasta que en el año 212 d. C., la
ciudadanía romana fue concedida en bloque a casi todos los residentes del
Imperio Romano por Antonio Caracalla a través de la “Constitutio Antoniniana”.
Por efecto de ésta evolución, la “Respublica Romanorum”, aunque permaneció
territorialmente delimitada por la Peninsula Itálica, se enriqueció de ciudadanos
extra-itálicos.
 La “Respublica Romana” se empezó a concebir como la “Communis
Patria” de todos los pueblos administrados por Roma,
independientemente de su nacionalidad, en contraposición de los pueblos
inciviles o antiromanos localizados por fuera del Imperio Romano y
denominados: bárbaros o “exterae nationes”.
No obstante la extensión de la Ciudadanía Romana a la gran parte de los
habitantes del “Imperium Romanum”, la “Respublica Romanorum” quedó aún
circunscrita al territorio Itálico y todavía, no es absorvida sobre el plano
constitucional por el “Imperium”.
Sin embargo, la “Respublica Romanorum” quedó superstite, porque la
romanización de los provinciales no fue completa, ni total, ni siquiera con el
Edicto de Caracalla. Así es que, la “Respublica Romanorum”, siendo elemento
esencial de la preponderancia política de los príncipes, resistió a su
incorporación dentro del “Imperium Romanum”.
Pero se empezó a perfilar y preparar el fenómeno que caracterizó el período
sucesivo, el Post-Clásico, donde se nota la reducción de la siempre más
devaluada “Respublica Romanorum” en una simple provincia del Imperio
Romano. Roma una provincia más del Imperio Romano. Es decir, el
fenómeno de la absorción de la “Respublica Romanorum” por parte del
“Imperium Romanum”.
3- POBLACIÓN
ROMANA”:
DE
LA
“RESPUBLICA
NACIONAL
235
Permanece fundamentalmente intacta. Inicia y continúa por un tiempo, con la
constante según la cual el “Populus Romanus Quiritium” estaba constituido
únicamente por los “Cives Romani”.
Por lo tanto, la consecuencia es que los Latinos, los bárbaros y también los
peregrinos, súbditos permanentes del “Romanum Imperium”, a través de la
reducción a provincias de los territorios, eran considerados extraños a la
“Respublica”.
Tampoco cambiaron los requisitos necesarios para la cualidad de “Cives
Romanus”.
Pero si cambiaron los criterios de admisión de los no romanos a la ciudadanía
romana, no estuvieron más anclados al principio de la nacionalidad, si no que
fueron adecuados a la máxima anchura, a tal punto que no se dudó en hacer
convertir los peregrinos en “Cives Romani”, nacionalmente más distantes a las
tradiciones genuinamente romanas.
El único freno fue el no dar la fácil posibilidad a los privados de hacer libres y
ciudadanos a sus esclavos. Por tal motivo, se prefiere concentrar en los
poderes públicos toda decisión en materia de concesión de la ciudadanía
romana.
4- LA CIUDADANÍA ROMANA:
El medio a través del cual se operó la vasta extensión de la ciudadanía
romana fue LA NATURALIZACIÓN o la “Civitatis donatio”, cuya concesión
después pasó en forma total al monopolio de los príncipes.
Esta política siguió dos vías diversas:
1- La vía indirecta:
La latinización de los esclavos manumitidos y de los peregrinos y la sucesiva
romanización de éstos latinos artificiales.
2- La vía directa:
La naturalización de peregrinos habitantes de las provincias, para casos
singulares o en masa.
5- NATURALIZACIÓN DE LOS LATINOS:
Fue el sistema más precavido, porque implicaba que se pasara, antes de
obtener la ciudadanía romana, a través del estado intermedio y preparatorio de
la latinidad, “Latinitas”.
Se beneficiaron:
236
-
Los “Latini Prisci”:
Eran los latinos de sangre.
-
Los “Latini Coloniarii”:
Eran los miembros de los “Municipia” condecorados con el “Ius Latii”.
-
Los “Latini Aeliani e Iuniani”:
Eran los libertos convertidos en latinos por efecto de las leyes limitativas de las
manumisiones privadas, la “Lex Aelia Sentia” y la “Lex Iuniana Norbana”.
CAUSAS DE ATRIBUCIÓN DE LA CIUDADANÍA ROMANA A LOS
LATINOS:
Estas causas fueron múltiples:
l- La “Lex Aelia Sentia”:
Estableció que los latinos “Aelianii” pudieran obtener la ciudadanía romana a
través de los magistrados romanos, el “Praetor” en Roma, y el “Praeses” en las
provincias, si demostraban haber contraído matrimonio con una ciudadana
romana y con la cual habían tenido un hijo vivo al menos un año.
2- La “Lex Visellia de Libertinis”:
Daba a los latinos “Iunianii” la ciudadanía romana, si habían prestado el
servicio como “vigiles” en Roma, por al menos seis años.
Etc.
6- NATURALIZACIÓN DE LOS PEREGRINOS:
Al principio solo fue para personas singulares, las “Donatio Civitatis”
individuales, pero después del siglo I d. C., se dio la apertura frente a la
necesidad política. Entonces, se ampliaron a la esposa y a los hijos.
Desde Claudio hasta Adriano, las donaciones colectivas se multiplicaron, sobre
todo a favor de los militares y de comunidades municipales peregrinas o latinas
de las provincias occidentales.
Esta política se intensificó con los Antoninos.
Finalmente, con los Severos cayó cualquier reparo hacia la admisión de
provinciales al privilegio de la ciudadanía romana.
7- LA “CONSTITUTIO ANTONINIANA”:
237
El proceso de romanización de los provinciales alcanza su punto culminante
con la “Constitutio Antoniniana de civitate peregrinis danda”, emanada por
Marco Aurelio Antonino, “Caracalla”, en el año 212 d. C.
Hizo de todos los residentes en el Imperio Romano: Ciudadanos romanos.
ULPIANO en los “Digesta” define así:
“In orbe Romano qui sunt ex constitutione imperatoris Antonini cives
Romani effecti sunt”.
Para los historiadores existen cuatro dudas:
1- Si Caracalla quiso verdaderamente referirse a los peregrinos habitantes en
todo el mundo conocido o sólo a los peregrinos instalados en las provincias
romanas, con exclusión de los bárbaros.
2- Si la concesión se trató sólo para los peregrinos existentes en el tiempo del
edicto (año 212 d. C.) o también para los peregrinos que entrarían a hacer
parte del Imperio Romano sucesivamente.
RESPUESTA PARA LAS PREGUNTAS 1 Y 2:
Caracalla con su edicto reguló el “status civitatis” de sólo los peregrinos
habitantes establemente en el ámbito territorial del “Imperium Romanum” y bajo
su gobierno. “El mundo sometido a sus poderes”.
Sería irrazonable que se hubiera referido a los bárbaros, extraños al imperio, o
también a poblaciones que pudieran eventualmente confluir en el futuro en el
mundo romano.
3- El preciso significado de atribuir a los “Dediticii”, exceptuados de la
“Donatio Civitatis”, de la concesión de la ciudadanía romana y condenados
a permanecer peregrinos.
RESPUESTA:
Seguramente entran en ésta definición los “Dediticii Aeliani – Iuniani”, es decir,
los “Libertini” que las leyes “Iunia Norbana” y “Aelia Sentia” retenían liberados
en modo no adecuado, y por lo tanto, constituian una clase social y jurídica
ínfima en le mundo romano.
4- Si se admitió que los beneficiarios de la naturalización romana conservaran
su ciudadanía peregrina, y por tal razón, sus ordenamientos jurídicos
propios, con el efecto de convertirse en titulares de una doble ciudadanía,
aquélla romana y aquélla local.
RESPUESTA:
238
La extensión de la “Civitas Romana” a los peregrinos no “Dediticii”, debían
implicar su exclusiva y absoluta sumisión al ordenamiento público y privado de
Roma, con el efecto de la total cancelación de los ordenamientos de origen.
Pero no había motivo para prescindir el “origo” de las varias poblaciones
peregrinas y sobretodo de aquéllas con sus ya evolucionados y bien articulados
ordenamientos.
Siempre y cuando fueran rígidamente respetados los principios fundamentales
e inderogables del ordenamiento romano, se admitía que las poblaciones
neociudadanas vivieran según sus pripias costumbres locales, incluso, que se
cualificaran según su propia nacionalidad originaria.
8- REQUISITOS PARA PARTICIPAR EN EL GOBIERNO:
Mientras para la capacidad de derecho privado se continuó a pedir el requisito
de la autonomia familiar del “Cives Romanus”.
Se aportó una variación para los requisitos necesarios para el gozo de la
capacidad de funciones en el gobierno, capacidad “Iure publico”.
La vieja distinción entre ciudadanos de plena capacidad “Cives Optimo Iure” y
ciudadanos de capacidad limitada “Cives Inminuto Iure”, permanece
formalmente intacta, pero, se sobrepone una nueva distinción en:
1- HONESTIORES – “potentiores”:
Pertenecientes al “Ordo Patricius”.
Fueron:
 Los “Cives Optimo Iure”.
Pertenecientes a dos categorias del “Ordo Patricius”:
-
“Senatorius”.
-
“Equester”
“UTERQUE ORDO”
 Además, los “adgnatae” y sus esposas, antes consideradas “Cives Inminuto
Iure”
El pertenecer a éstos dos órdenes, valía el gozo de cierto número de privilegios
y para los miembros del sexo masculino el “Ius suffragii” y la exclusividad del
“Ius honorum” y de los cargos de la administración del principe.
Había una sub-distinción entre patricios y plebeyos. Esta vieja división fue
restaurada por los “Princeps”, quienes procedieron a la creación de una nueva
239
“Nobilitas” mediante la concesión del patriciado a quien preferían entre los
“Honestiores”: “Adletio in patricios”.
2- “HUMILIORES” – “Tenuiores”:
Pertenecientes al “Ordo Plebeius”.
Fueron:
 Los “Cives Optimo Iure” no admitidos dentro de los “Honestiores”.
 Los “Cives Inminuto Iure”.
 Los “Libertini” podían ser transformados por “Decretum Principis” en “Cives
Optimo Iure”.
Constituian una clase de ciudadanos de menor derecho.
Los “Cives Optimo Iure”, o sea, los “Humiliores”, se diferenciaban con los
“Cives Inminuto Iure”, es decir, los “Tenuiores”, porque tenían la ventaja del
ilimitado “Ius Suffragii”.
9- TERRITORIO DE LA “RESPUBLICA UNIVERSAL
ROMANA”:
Corresponde al período precedente.
Ni siquiera varió la extensión del territorio establemente habitado por los “Cives
Romani”, que estaba constituido por:
 La “Urbs Roma”.
 El Condado o campiña romana.
 La Península Itálica.
La “Constitutio Antoniniana” no hizo convertir en romano el territorio de las
provincias, las cuales se convierten en entes paraestatales.
De Roma se debe hablar en dos sentidos:
-
Como ciudad, “Urbs Roma”.
-
Como “Respublica”, es decir, Italia como circunscripciones administrativas.
La ciudad de Roma: “Urbs Roma” fue diferente de:
-
El restante territorio itálico.
-
Las provincias.
240
A-
LA CIUDAD DE ROMA,
ADMINISTRACIÓN:
“URBS
ROMA”
Y
SU
La “Urbs Roma” comprendía la verdadera y propia “Urbs”, y además, el
condado rústico.
Augusto para fines del culto público la dividió en 14 regiones y 265 “vici”.
1- Porta Capena.
2- Caelimontium.
3- Isis et Serapis.
4- Templum Pacis.
5- Esquiliae.
6- Alta Semita.
7- Via Lata.
8- Forum.
9- Circus Flaminius.
10- Palatium.
11- Circus Maximus.
12- Piscina Publica.
13- Aventinus.
14- Trans Tiberim.
Las regiones las presidian “Aediles”, “Tribuni” o “Praetores”.
Los “Vici” eran presididos por 4 “Vicomagistri”.
A partir de Augusto los principes le quitaron la administración de la capital a los
magistrados y se la dieron a funcionarios de la cancillería del principe.
-
“PRAEFECTUS URBI”:
Augusto lo nombró sólo para los casos de distanciamiento de Roma. Pero, a
partir de Tiberio se convierte en un oficio estable.
241
Era un funcionario de altisimo rango, perteneciente al “Ordo Senatorius”.
Se encargaba de la tutela del orden ciudadano, es decir,
reconocida anteriormente a los “Aediles”.
la “Cura urbis”,
Disponía de 4 “Cohortes urbanae”.
-
“PRAEFECTUS ANNONAE”:
Funcionario del “Ordo Equester”.
Se encargaba de la “Cura annonae”, es decir, la distribución de los víveres a la
población, y de proveer por el abastecimiento ciudadano.
-
“PRAEFECTUS VIGILUM”:
Se ocupó de la policia nocturna y del servicio anti – incendios.
Disponía de 7 “Cohortes vigilum”, distribuidos en 14 cuerpos de guardia, una
por cada región, “excubitoria”.
B-
CIRCUNSCRIPCIONES ITALICAS:
El territorio itálico no perteneciente a la “Urbs Roma”, fue dividido por Augusto
en 11 regiones:
1- Latium et Campania.
2- Apulia et Calabria.
3- Bruttium et Lucania.
4- Samnium.
5- Picenum.
6- Umbria.
7- Etruria.
8- Aemilia.
9- Liguria.
10- Venetia et Histria.
11- Transpadana.
242
Sobre todo para fines del censo y para utilidades administrativas.
Augusto propuso para la manutención de las vias de comunicación entre las
varias regiones a “curatores viarum”.
En el curso del siglo III d. C., se nombró para la administración de las regiones
itálicas un superintendente “Corrector Italiae” nombrado por el principe, luego
se multiplicaron más “Correctores” al punto de haber uno por cada región.
10- GOBIERNO DE LA “RESPUBLICA UNIVERSAL
ROMANA”:
La “respublica Universal Romana” mantiene la estructura general de
“Respublica”.
Permanece como un Estado de gobierno abierto, es decir, formalmente
democrático.
Lo que cambió con el siglo I a. C., año 27 a. C., fue el régimen de la
democracia romana que se vuelve de tipo autoritaria, el funcionamiento del
gobierno fue acentrado en el nuevo instituto del “Princeps”.
Por eso los historiadores designan el nuevo régimen de gobierno de la
“Respublica romana” del 27 a. C. al 284 d.
C., con el término de
“Principatus”.
La estructura de gobierno de la “Respublica Universal Romana” fue
constitucionalmente diversa a aquélla de la “Respublica Nacional”, pero juntas
fueron democráticas.
Diversa porque introdujo un nuevo órgano, distinto de los magistrados
ordinarios y estraordinarios que fue el “Princeps”.
Igualmente democrática porque todas las funciones del gobierno, incluida la del
“Princeps”, estuvieron abiertas a todos los ciudadanos romanos.
La institución de principe vitalicio y la concentración en él de amplias
potestades, incontrolables, hicieron que el régimen de gobierno de la
democracia romana fuera autoritario, porque el funcionamiento de todo el
sistema de gobierno dependió esencialmente en la confianza vitalicia de los
más amplios poderes al “Princeps rei publicae”.
Todo esto autoriza a concluir lo siguiente: el “Principatus” como una forma de
democracia autoritaria.
Continuaron existiendo, aunque agotadas, las asambleas populares, el senado
y los magistrados.
243
Como función de gobierno, netamente distinta de las magistraturas, está el
“Princeps” del cual depende toda la compleja jerarquia de funcionarios por él
mismo nominados, los cuales le sustrajeron a los magistrados, “magistratus
populi Romani”, el ejercicio efectivo de casi todas las funciones.
11- ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL GOBIERNO DE
LA “RESPUBLICA UNIVERSAL ROMANA”:
Los elementos constitutivos del gobierno de la “Respublica Universal Romana”,
el cual era, abierto, formalmente democrático de tipo autoritario, denominado
con el término de: “Principatus”, eran los siguientes:
A- Las Asambleas Populares.
B- El Senado.
C- Las Magistraturas y Promagistraturas.
D- El Príncipe.
E- Los Funcionarios dependientes del Principe.
-A- LAS ASAMBLEAS POPULARES:
1- MARCO GENERAL:
Las asambleas populares permanecieron en el período de la “Respublica
Universal Romana” las mismas del período anterior de la “Respublica Nacional
Romana”.
Decae notablemente su importancia, no solamente sobre el plano político, sino
también progresivamente sobre el plano de las atribuciones reconocidas por el
ordenamiento.
Obvia consecuencia de la decadencia progresiva de la
“Respublica” con relación al “Imperium Romanum”.
2- ATRIBUCIONES DE LAS ASAMBLEAS POPULARES:
-1- ATRIBUCIONES JURISDICCIONALES:
Se redujeron prácticamente a nada, en concordancia con el agotamiento del
proceso comicial de represión criminal.
-2- ATRIBUCIONES LEGISLATIVAS:
Permanecieron, en cambio, formalmente intactas y fueron más bien
activamente ejercitadas, en una buena parte del siglo I d. C.
244
Seguidamente, aunque nada impidía que las asambleas populares votaran
“Leges Publicae”, la función legislativa de los “Comitia” y de la “Concilia”
prácticamente se extinguió, salvo con relación al caso particular de las “Leges”
de investidura de los príncipes.
Muy probablemente hasta Traiano las providencias en uso de éste objetivo
fueron dos, juntas precedidas por un “Senatum Consultum”:
(1). Una “Lex Centuriata de Imperio”:
Con la cual la “Comitia Centuriata” atribuía al nuevo príncipe el “Imperium
Proconsulare maius et infinitum”.
(2). Una “Lex Tributa de Potestate Tribunicia”:
Con la cual la “Concilia Plebis Tributa” atribuía al príncipe la “Tribunicia
Potestas” y otras potestades menores.
En la sucesiva fase Adrianea, el “Imperium Proconsulare maius et infinitum” no
fue más conferido mediante “Lex Publica”, sino exclusivamente mediante
“Senatum Consultum”, de modo que, permanece en uso, reducida a pura
formalidad la sola “Lex de Potestate Tribunicia”.
-3- ATRIBUCIONES ELECTORALES:
Progresivamente decayeron.
En la fase Adrianea de la “Respublica Universal Romana”, los aparentes
residuos de una tal importancia de la “Comitia” en la elección de los
magistrados desaparecen, mientras emerge sobre el plano jurídico la
posibilidad para el príncipe de condicionar las elecciones.
A partir de Adriano, los magistrados de elegir fueron, por una parte, directa y
autoritariamente “designados” por el príncipe a la “Comitia”, y fueron, por otra
parte, por el príncipe “nominados” al Senado.
En ésta segunda hipótesis, el Senado procedía a su vez a la obediente
“destinatio magistratuum”, es decir, designación de los magistratos a elegir, la
cual comunicaba a la “Comitia”, con la “renuntiatio magistratuum”, o sea, la
comunicación de la lista, no para que la aprobaran, sino sólo para que la
tomaran solemnemente en acto.
-B- EL SENADO:
1- MARCO GENERAL:
245
Entre los organismos tradicionales republicanos el “Senatus” fue aquél que, en
el Período de la “Respublica Universal Romana”, registró menos que los otros
su decadencia.
Los príncipes hicieron de todo, alternativamente, por
ablandarlo, desprestigiarlo y desautorizarlo, pero no pudieron, obviamente,
evitar la natural tendencia de la clase noble de defender la vieja y autorizada
institución y además, de servirse de ésta para la tutela de los propios intereses.
El período más oscuro fue el de la fase Adrianea. Pero en la fase de crisis de
la “Respublica Universal Romana” el Senado mostró, aunque esporádicamente,
algunos claros signos notables de vitalidad y de combatividad, como por
ejemplo, en el episodio de la deposición de Massimino Trace en el año 238 d.
C.
La composición del Senado con Augusto fue de un número normal de 600
miembros, cuya edad mínima fue establecida en 25 años.
Los requisitos para la admisión al Senado fueron:

Ser “Cives Optimo Iure”.

Pertenecer
Patricius”.

La pertenencia al “Uterque Ordo” en el “Ordo Senatorius”.

El censo senatorio del 1’000.000 de sestercios, con una cuota investida en
fundos itálicos.

La proveniencia de una magistratura, cuanto menos de una “Quaestura”.
a la clase de los “Honestiores” (“Potentiores”) y al “Ordo
La “Lectio Senatus” fue obrada inicialmente por el “Princeps” en calidad de
censor, pero es probable que en el curso del siglo I a. C., la admisión al
Senado de los exmagistrados se haya convertido automática, y que al príncipe
le haya quedado sólo el poder de excluir anualmente del Senado a los indignos
y a los condenados en un proceso de represión criminal.
El único medio que los príncipes poseían para tener lejos del Senado a
personas mal vistas por ellos, fue el de evitar que estos cubrieran cargos
magistratuales.
La jerarquia senatorial permanece aquélla del período precedente, con la
diferencia que el “Princeps Senatus” era de derecho el “Princeps rei publicae”.
El funcionamiento del Senado fue revisado y disciplinado por la “Lex Iulia de
Senatu habendo”, una ley centuriada propuesta por Augusto en el año 9 d. C..
Por regla general, las reuniones debían tener lugar en la “Curia Iulia”, que
pasaba a sustituir la vieja “Curia Hostilia”, destruida por un incendio.
Reuniones que se llevarían a cabo cada mes, excluidos septiembre y octubre,
entonces, denominado: “Senatus legitimus”. Excepcionalmente, la asamblea
246
podía ser convocada en otras fechas, entonces, se denominaba: “Senatus
Indictus”.
El derecho de convocar al Senado, o sea, el “Ius agendi cum patribus”, esperó
sobre todo al príncipe, el cual, o hacia personalmente la “Relatio” o hacia leer
por un “Quaestor Augusti” su “Oratio” escrita, llamada: “Littera” o Libellus”. El
“Senatus Consultum” emitido por “Relatio” o por “Oratio Principis” estaba,
obviamente, sustraido a toda “Intercessio”.
Se hacia distinción desde el punto de vista formal entre:

“Senatus Consultum”:
Que era aquél votado en los modos regulares.

“Senatus Auctoritas”:
Que indicaba toda otra manifestación de opinión
La redacción y la custodia de las “Acta Senatus” pasó estar a cargo de un
senadorm designado por el príncipe, “Senator ab actis Senatus”.
2- ATRIBUCIONES DEL SENADO:
-1- ATRIBUCIONES LEGISLATIVAS:
El componente del “Ius Vetus” que se mantuvo más vivo y riguroso fue
ciertamente el “Ius Publicum”. No sólo bajo la “sub specie” normal de nuevas
“Leges Publicae”, sino también en las formas anómalas de los “Senatus
Consultum” normativos.
Las graves dificultades de una congrua recuperación de la actividad legislativa
de las asambleas populares, favorecieron la afirmación del Senado también en
el campo de la producción jurídica, haciendo que los “Senatus Consultum” se
transformaran, desde los inicios de la fase Augustea, en fuentes anómalas de
derecho y en particular del “Ius Vetus”.
Ya en los tiempos de la crisis de la “Respublica Nacional Romana”, en la
decadencia de las otras fuentes normativas se había perfilado esta nueva
función de los “Senatus Consultum”. El impulso decisivo en este campo los
dieron los príncipes, los cuales encontraron muy cómodo dirigirse
personalmente al “Senatus” o hacer que los magistrados republicanos se
dirigieran al “Senado”, para obtener “consulta” sobre variadas materias.
Formalmente se trataba de opiniones, pareceres, no vinculantes. Pero
sustancialmente, se trató de actos que adquirieron eficacia sustitutiva de las
“Leges”, sobre todo en correspondencia con el progresivo absorbimiento de las
funciones de las “Comitia” por parte del “Senatus”.
247
La variada influencia directa o indirectamente ejercida por los príncipes sobre la
producción de los “Senatus Consultum”, hizo de éstos últimos se convirtieran
en fuentes normativas anómalas, no solo en el sentido que fueron llamados a
subrogar las “Leges Publicae”, sino también, en el sentido que se convirtieron
en instrumento de producción del “Ius Novum”, además del “Ius Vetus”.
Es importante anotar que en la parte dedicada al “Ius Vetus”, derecho clásico,
hablaremos de los “Senatus Consultum” y de las “Orationes Principis” con
carácter normativo que intervienen en la evolución del “Ius Vetus” en función de
providencias dirigidas a reformar los institutos sin recurso a iniciativas “extra
ordinem”.
-2- ATRIBUCIONES JURISDICCIONALES:
Entre los elementos de la fase Adrianea del “Ius Novum” clásico, se indican
sobre todo la “Cognitio extra ordinem” ejercitada directamente por el “Princeps”,
aunque ya en la primera fase Augustea lo había sido por el “Senatus” y por
algunos magistrados.
Se trató de actividades jurisdiccionales extrañas a las reglas del “Ordo
Iudiciorum publicorum et privatorum”. Su característica fue desde el punto de
vista formal, la de tener a la cabeza la autoridad del Senado y de los
magistrados, aunque en la realidad detrás se encontraban los príncipes, que
aunque no eran los creadores de estas jurisdicciones especiales, influyeron
largamente sobre éstas, en espera de cumplir el paso ulterior del absorbimiento
por parte de la “Cognitio extra ordinem” del “Princeps” y luego imperial.
En el campo de la justicia criminal, siempre limitada por el derecho a la
“provocatio ad populum”, pero desde los tiempos de la crisis de la “Respublica
Nacional Romana”, por la decadencia de las “Comitia”, el instituto
prácticamente desueto y en lugar del proceso comicial se había perfilado para
los casos más graves, como por ejemplo los crimenes contra el Estado
Romano, el sistema de intervención judicial del “Senatus”, el cual por solicitud
de los magistrados investigadores, participaba en la instrucción y daba su
parecer sobre la decisión de la causa. Así lo podremos notar en la parte del
“Ius Novum”.
-3- LAS ATRIBUCIONES ELECTORALES:
Como ya sabemos,se dio el pasaje de la “destinatio” a la mera “renuntiatio” de
los magistrados nominados por el “Princeps”.
Pero, como ya lo habiamos mencionado, éstas atribuciones del Senado fueron
en la fase Adrianea, muy reducidas por la concurrencia del “Ius designandi sine
repulsa et ambitu” atribuido al príncipe relativamente a un cierto número de
puestos de los “Collegia” magistratuales.
Los designados por el príncipe eran formalmente candidatos “candidati
Caesaris”, pero en la práctica podían considerarse ya magistrados por efecto
de la indicación que había hecho el príncipe a las asambleas.
248
-4- ATRIBUCIONES CONSULTIVAS:
Fueron en sustancia aquéllas del período pre-clásico, pero ejercitadas en los
límites, siempre más extrechos, del príncipe.
A través de sus “Consulta” el Senado, tuvo todavia mucha influencia en materia
religiosa.

Administró las “Provinciae Senatoriae” designando los “Proconsules”.

Se encargó del “Aerarium Saturni”.
Con el andar del tiempo, y sobre todo a partir de la fase Adrianea, los “Senatus
Consultum” existieron prácticamente sólo de nombre, en cuanto su emanación
fue solicitada por una “Oratio Principis”, como empezó a suceder cada vez más
frecuente.
-C- LAS MAGISTRATURAS:
1- MARCO GENERAL:
Las magistraturas fueron, entre las viejas instituciones republicanas, aquéllas
que mayormente sufrieron el contragolpe de la instauración del “Principatus”.
No desaparecen, pero en gran parte se reducen, con el andar del tiempo, a
título meramente honorífico.
La candidatura a los cargos magistratuales fue limitada en dos modos:
(1) Sobre todo por el hecho que para ser “Praetor” o “Consul” se necesitaba
obtener del “Princeps” la “adlectio un patricios”.
(2) Secundariamente, por la introducción de los institutos de la “destinatio
magistratuum” y del “Ius designandi”.
Rigurosamente reordenado fue el “Cursus honorum” que constituia la carrera
senatorial. El ciudadano que quería recorrerlo debía empezar con el cargo de
“Tribunus militum laticlavius” y de “Vigintivir”. A la edad mínima de 25 años se
le concedía obtener la “Quaestura” para entrar en el Senado; sucesivamente
podía ser investido de la “Aedilitas” o del “Tribunatus Plebis”, o también, saltar,
si era patricio, al grado superior de “Praetor”. El grado superior sucesivo era el
“Consulatus”. La edad mínima para la “Praetura” era de 30 años y para el
“Consulatus” de 33 años.
Del “cursus honorum”, en mayor o menor medida, se podía ser dispensado por
“decretum principis”, por “Senatus Cosultum”, o también, con base en las
“Leges Iulia et Papia Poppaea” por el hecho de tener un cierto número de hijos,
“Ius Liberorum”.
249
Propiamente a causa del carácter eminentemente honorífico de los cargos, se
convirtieron, además, libres las reiteraciones de las magistraturas y la
“cumulatio” de magistraturas y promagistraturas o de magistraturas y cargos de
la burocracia principesca imperial.
Desaparecen en el período de la “Respublica Universal Romana” las
magistraturas extraordinarias del “Dictador Optimo Iure” y las otras menores,
como el “Interrex”, las varias comisiones de “curatores” elegidos por la “Comitia
Tributa” para diferentes necesidades. Mientras que el “Praefectus Urbi” se
convierte en funcionario de la cancilleria principesca.
Entre las magistraturas ordinarias que más rápidamente decayeron fueron:
 La “Aedilitas” desautorizada por las “Praefecturae” ciudadanas.
 El “Tribunatus Plebis” desautorizado por el mismo príncipe con su
“Tribunicia Potestas”.
 La “Censura” ejercitada siempre por los príncipes. (Fue la más absorbida
por Domiciano, entre las potestades vitalicias del príncipe).
Se trató de todas maneras, de regla, sólo de decadencia, no de extinción.
Algunas funciones, por ejemplo el “Ius mulctae dandae” de los “Aediles”
sobrevive y sobre todo, sobreviven los títulos honoríficos.
2- EL “CONSULATUS”.
Se vió sustraer las atribuciones militares por el “Imperium proconsulare maius
et infinitum” de los príncipes.
Las atribuciones civiles fueron reducidas por la concurrencia y prevalencia, en
le ejercicio de las mismas, por el “Princeps” y por altos funcionarios de la
cancilleria principesca.
El cargo consular conservó un gran esmalte, sobre todo en el plano de la
dignidad honorífica, no sólo porque los príncipes amaron revestirla
personalmente, sino también, porque a los cónsules se les atribuyeron
encargos organizativos (consecuentemente ganancias económicas) de grandes
fiestas públicas y además, porque la entrada en el cargo viene solemnizada
con una ceremonia similar a aquélla del triunfo, “processus consularis”.
El “Consulatus” abría las puertas a los cargos de “Praefectus Urbi”, de “Curator
Aquarum”, de “Curator riparum et alvei Tiberis”, de “Legatus Augusti pro
Praetore”.
Se elegían cada año dos o más parejas consulares sucesivas, de las cuales la
primera, que entraba en el cargo el primero de enero, se llamaba “Consules
Ordinarii” que le daban el nombre al año correspondiente, mientras las
siguientes eran denominadas: “Consules Suffecti”.
250
El uso de designar los años con el nombre de los cónsules ordinarios encontró
concurrencia con la praxis de referirse a los años de cargo de los “Princeps”.
Funciones nuevas fueron aquéllas jurisdiccionales “extra ordinem”. Los
cónsules ejercieron por delegación del Senado la “Cognitio Extra Ordinem” en
sede de apelación y en alternativa con el príncipe, respecto a las causas civiles
juzgadas en Roma, Italia, y en las “Provinciae Senatoriae”.
Por encargo del príncipe juzgaron además, “Extra Ordinem” las causas
relativas a “fideicommissa” y ejercitaron la “tutoris datio extra ordinem”.
3- LA “PRAETURA”:
Poco a poco llegó a un total de 18 miembros, fue la magistratura que decayó
menos, en cuanto mantiene la presidencia de las “Quaestiones Perpetuae”
hasta su desaparición, y continuó a ejercitar la “Iurisdictio urbana” y la
“Iurisdictio paregrina”, aunque, a partir de Marco Aurelio, limitada al Lazio, a la
Campania y al Sannio.
Los “Praetores” tuvieron además la presidencia de un cierto número de
“regiones urbanae” y varias funciones de la “Cognitio Extra Ordinem” como el
“Praetor Fideicommissarius” propuesto para las causas en materia de
“Fideicommissa”.
4- LA “QUAESTURA”:
Con 20 miembros:
-
4 “Quaestores Consulum”.
-
12 “Quaestores Provinciales”.
-
4 “Quaestores Caesaris o Augusti”: nombrados por el príncipe para que le
sirvieran de auxilio en varios campos y para leer en su nombre las
“Orationes in Senatu”.
5- EL “VIGINTIVIRATUS”:
Se reduce a un total efectivo de 20 miembros, porque Augusto suspende los
“Quattuorviri iure dicundo Capuam Cumas” y los “Duoviri Viis extra urbem
purgandis”.
6- LAS PROMAGISTRATURAS:
De las magistraturas del período de la “Respublica Nacional Romana”, fuen
mantenido en vida sólo el “PROCONSULATUS”, cargo desempeñado por los
gobernadores de las “Provinciae Senatoriae”. El título era asignado a suerte,
año por año, entre los senadores de grado consular.
251
-D- EL PRINCIPE:
1- MARCO GENERAL:
El “Princeps rei publicae”, fue una institución constitucional netamente distinta
de las instituciones ordinarias republicanas. Su singular posición jurídica se
definió y se precisó, por iniciativa de Augusto, entre los años 27 y 23 a. C. En
los años y en los siglos sucesivos no se acrecentaron tanto en el número con
sus potestades, más que todo se extendieron las atribuciones implícitamente a
ella implicadas con el desprestigio de los institutos republicanos típicos.
2- LOS PODERES DEL PRÍNCIPE:
-A- LAS POTESTADES FUNDAMENTALES DEL PRÍNCIPE:
(1). El “Imperium proconsulare maius et infinitum”:
Implicó el poder de alta vigilancia y dirección sobre los gobernadores
provinciales y en particular sobre los mismos gobernadores de las “Provinciae
Senatoriae”, (“Proconsules”).
Se podía ejercer, siendo “infinitum”, es decir, siendo ilimitado, inmenso, sin
límites, también al interno del “Pomerium” ciudadano.
Este instituto pone al príncipe, con relación a la “Respublica” y al “Imperium
Romanum”, en una posición análoga a aquélla que había tenido el “Dictator
optimo iure” en la “Respublica Nacional Romana”.
Por regla, se necesitaba una “Lex Centuriata”, donde se relacionaba
minuciosamente no sólo las principales facultades que el “Imperium”
comportaba, sino también, las atribuciones que de vez en cuando a él se
agregaban. Sólo a partir de Adriano es suficiente a éste objetivo un “Senatus
Consultum”, quizá en concomitancia con el hecho que los “magistratuus”,
comprendidos aquéllos “Cum Imperio”, fueron creados por el Senado o por el
príncipe y simplemente se aplicaba la “renuntiatio” a las asambleas populares.
(2). La “Tribunicia Potestas”:
Fue decretada a Augusto a título vitalicio por el Senado en el año 23 a. C. y fue
a él y a sus sucesores atribuida “ex senatusconsulto” por una especial “Lex
Tributa”.
Consistió en el poder de convocar y presidir el “Senatus” y de “Intercedere”
contra todos los “Magistratus Populi Romani” al siguimiento de los “Tribuni
Plebis”, sin la posibilidad por parte de estos últimos de “Intercedere” contra el
“Princeps” que no era ni su colega, ni magistrado.
Este instituto pone al príncipe en una situación de indiscutibilidad en la
“Respublica”, fue el medio indirecto de su poder dentro de la “Respublica” y fue
252
la fuente de todas las atribuciones que vienen seguidamente, implicita o
explícitamente a él reconocidas.
Absorbió el limitado “Ius Tribunicium” fuente específica de su “sacrosanctitas”.
-B- POTESTADES MENORES DEL PRÍNCIPE:
 El “Imperium” temporal sobre las “Provinciae Imperiales”, más tarde
absorbido por el “Imperium proconsulare maius et infinitus”.
 El “Tribunicium”, más tarde absorbido por la “Tribunicia Potestas”.
 El “Ius primae relationis”, es decir, el derecho de hablar de primeras en el
Senado.
 Los príncipes, a menudo también ejercieron el “Consulatus” y la
“Censura”, ésta última magistratura, Domiciano la vuelve “Potestas”
vitalicia del príncipe.
 Desempeñaron los príncipes también el cargo sacerdotal de “Pontifex
Maximus”.
-C- DIGNIDADES HONORÍFICAS DEL PRÍNCIPE:

El “praenomen” de “Imperator”, que quería decir: general victorioso.

El “nomen” de “Caesar”, como recuerdo del gran Julio Cesar.

El “cognomen” de “Augutus”, que significaba: consagrado por los dioses.

El título de “Pater Patriae”.

El comando de 12 “lictores” con dos “fasces laureati”, aumentados por
Domiciano a 24.

La “sella curulis” y el “subsellium tribunicium”.

El 3 de enero de cada año se hacían votos solemnes por la salud del
príncipe, “votorum nuncupatio”.

Eran solemnizadas como fiestas el día de su nacimiento y de su llegada al
poder.

Después de muerto el príncipe se divinizaba y se llamaba: “Divus”

En vida del príncipe, se dio el uso en Oriente, de tributarle honores divinos y
en Roma prestar juramento en nombre de Júpiter, de los “Divi” difuntos y de
su “genius” personal.
253
3- LA POSICIÓN DEL PRÍNCIPE EN LA “RESPUBLICA”:
El análisis de los poderes del “Princeps” induce a definir el instituto como un
funcionario extraordinario y vitalicio, generalmente monocrático, de la
“Respublica” misma.
Que el príncipe fuera un funcionario de la “Respublica” resulta cierto, sin
posibilidad de equivocos, por su calidad de “Cives Romanus Optimo Iure” y del
hecho de que, los poderes del cual disponía, le habían sido atribuidos por los
organismos republicanos, es decir, por las asambleas populares y por el
senado.
El “princeps” no era un “Magistratus Populi Romani” en sentido propio, sea
porque sus funciones eran concurrentes con aquellas de los magistrados, sea
porque él podía ser al mismo tiempo también magistrado.
Cualificarlo “magistratus extraordinarius” sería un error porque sus poderes
estaban absolutamente fuera de la praxis constitucional romana y porque no le
eran conferidos a término fijo o para alcanzar un objetivo o una serie de
objetivos especiales, pero que venían asignados “ad personam” en
reconocimiento de sus cualidades excepcionales y en vista de los útiles que
eran sus dotes geniales.
El “Princeps”, fue entonces, un funcionario “extra ordinem”, extraño al “Ordo”
tradicional de la “Respublica”; “extra ordinem” fueron calificados sus actos y
aquéllos de sus delegados.
La confianza del “Senatus Populusque Romanus” en el príncipe era vitalicia, en
el sentido de que era a término ilimitado, estando ligado a la confianza y a la fe
en sus cualidades personales. Pero aquélla confianza podía ser revocada
cuando el príncipe diera motivo con su comportamiento y por tal disminuyera
esa confianza; bastaba en tal caso, un juicio del Senado, que podía culminar en
la irrogación de la pena capital y en la “damnatio memoriae”, es decir, en la
prohibición de funerales solemnes, de juramentos en su nombre, de eregir
estatuas en su honor, etc.
El carácter puramente personal del mandato, de la confianza del “Senatus
Populusque Romanus” en el “Princeps” aclara el motivo por el cual no se puede
hablar ni de naturaleza monocrática del instituto, ni de su posibilidad de
heredarlo.
Monocrático el instituto del príncipe fue solamente y en cuanto una sola
persona recogiera la confianza general, en caso contrario, se dio la
“correggenza”, como por ejemplo con Marco Aurelio y Lucio Vero, o también, la
atribución al príncipe de un coadjutor en una o más de sus funciones.
Este instituto no se consideraba hereditario, aunque los príncipes hab´{ian
hecho recurso a influir en la escogencia del sucesor.
Verdad es que la opinión general era que un “Princeps” era sumamente útil a la
“Respublica”, pero todavia de esto no derivaba también, que el instituto fuera
254
considerado constitucionalmente necesario, de modo que, no se habló nunca
de una elección del príncipe, pero si operó una concesión de poderes, a través
de “Leges” o “Decreta Senatus”, a la persona la cual se consideraba digna de
cualidades excepcionales que justificaban el recurso al “Principatus”. Cuando
el príncipe daba a conocer su deseo de suceder a una persona de su confianza
o a un familiar, éste era sólo un acto con valor de respetabilidad.
4- LOS FUNCIONARIOS DE LA CANCILLERÍA PRINCIPESCA:
La multiplicación de las funciones del “Princeps” hizo imposible a él mismo
proveerlas personalmente. Por lo tanto, tuvo que hacer recurso a una multitud
siempre creciente de fiduciarios y empleados, que se suelen resumir con el
término de: Funcionarios Imperiales o de la Cancillería del Príncipe, término
que sirve, sobre todo y más que todo, para diferenciar éstos colaboradores del
príncipe, de los “Magistratuus” republicanos.
-A- FIDUCIARIOS DEL PRÍNCIPE:
Por el príncipe nombrados y revocados, para la tramitación de varias tareas
civiles y militares.
Eran escogidos entre los “equites equo publico” del “Ordo equester” para los
cargos más altos. Existía entre ellos una rígida jerarquía que tenía como
cabeza al “Princeps”.
La duración en el cargo dependía de la discrecionalidad del príncipe.
Estos fueron:
(1). LOS “PRAEFECTI PRAETORIO”:
Eran los auxiliares del príncipe de mayor relieve, y aquéllos más vecinos al
poder central.
Instituidos por Augusto como comandantes de las “cohortes praetoriae” que
constituian su guardia del cuerpo. En número de 2 o 3, adquirieron una gran
importancia.
Adriano les proclamó oficialmente el grado supremo de
funcionarios y sus poderes se extendieron al comando de todas las tropas
estacionadas en Italia, a excepción de las milicias urbanas.
En el siglo III d. C., tuvieron la “cognitio” de los crimenes cometidos en Italia,
más allá de 100 millas de la urbe y otras atribuciones jurisdiccionales y
administrativas.
255
Se les reconoció también, la atribución de juzgar autónomamente en apelación,
en lugar del principe, contra las sentencias civiles y penales de los
gobernadores provinciales.
Con tal de que no contrastara las leyes y las constituciones vigentes, tuvieron,
en fin, también, el poder de emitir ordenanzas normativas, “formae”.
(2). LOS OTROS “PRAEFECTI”:
Ejercian funciones varias, entre las cuales, la más importante era la
administración de Roma.
Estos fueron:
 “PRAEFECTUS URBI”.
 “PRAEFECTUS ANNONAE”.
 “PRAEFECTUS VIGILUM”.
NOTA: Estudiados ya en la parte de la ciudad de Roma y su administración.
(3). LOS “LEGATI AUGUSTI”:
Coadyudaban con el príncipe en el comando de las legiones y en la
administración sobre todo de las provincias.
(4). LOS “PROCURATORES AUGUSTI”:
Que inicialmente eran fiduciarios privados del príncipe. Desenvolvían variadas
actividades en materia financiera y en la administración de las provincias.
(5). LOS “CURATORES”:
Generalmente extraidos del rango senatorial. Ejecutaban funciones que
antiguamente le tocaban a los “Censores”, y a punto, por esto eran nominados
formalmente “ex consensu senatus”.
-B- EMPLEADOS DEL PRÍNCIPE:
Eran las múltiples personas que servían en la cancillería del príncipe.
Claudio los distribuyó en tres oficinas, denominadas: “scrinia”.
Adriano, reordenando el servicio, distingue entre:
 Empleados de concepto:
256
Denominados: “magistri”, escogidos entre los “equites”.
 Empleados subalternos:
Eran los “proximi”, los “adiutores”, y los “officiales”.
Los “scrinia” de la cancillería principesca fueron los siguientes:
(1). “A RATIONIBUS”:
Encargados de la administración del “Fiscus Caesaris”.
(2). “AB EPISTULIS”:
Encargados de la redacción de las “epistulae”, es decir, las respuestas a los
magistrados, o de nominación, etc.
(3). “A LIBELLI”:
Encargados de las respuestas (“subscriptiones”) a los “libelli” de súplica o de
solicitud de parecer y opinión por parte de los privados.
(4). “A COGNITIONIBUS”:
Encargados de instruir las causas sometidas a la “Cognitio extra ordinem” del
“Princeps”.
(5). “A MEMORIA”:
“Scrinia” instituida en el siglo III d. C. Encargados de registrar las copias de
los principales actos para conservarlos en archivo.
-C- LOS AMIGOS DEL PRÍNCIPE: “AMICI PRINCIPIS”
No eran fiduciarios, ni empleados del príncipe.
Se distinguían en:
(1). “AMICI PRIMAE”.
(2). “AMICI SECUNDAE ADMISSIONIS”.
De algunos de ellos el príncipe se hacia acompañar en sus viajes,
recompensandolos, “Comites Augusti”.
-D- EL “CONSILIUM PRINCIPIS”:
257
Además, el “Princeps”, primero de vez en cuando, y después con Adriano
establemente se circundó de un consejo, denominado: “Consilium Principis”,
del cual hacian parte los más altos funcionarios de la cancillería del príncipe y
un cierto número de “consiliarii” asalariados, de particular competencia
jurídica.
Las opiniones del “Consilium Principis” no eran obligatorias, ni vinculantes,
pero si eran ciertamente tomadas en seria consideración por los príncipes.
La presidencia podía ser ejercida, en remplazo del príncipe, por un “Praefectus
praetorio”.
258
DERECHO.
“RESPUBLICA” UNIVERSAL
ROMANA.
EL DERECHO ROMANO CLÁSICO.
EL ORDENAMIENTO JURÍDICO DE
“RESPUBLICA” UNIVERSAL ROMANA.
LA
1- MARCO GENERAL:
El ordenamiento jurídico de la “Respublica Universal Romana”, siglos I – III
d. C., se presenta como la directa continuación del ordenamiento de la
“Respublica Nacional Romana”. Pero también, se puede ver que la diversidad
que existe es sensible, todo el legado de los siglos precedentes permanece en
el período clásico formalmente válido; pero también, es evidente, que en la
sustancia de las cosas, la situación fue fuertemente influenciada en el sentido
innovativo con el afirmarse del régimen de gobierno del “Principatus”.
La vitalidad del ordenamiento, su capacidad de producción de nuevos
principios de reglamento de la vida social, se transfirió y se concentró
progresivamente en la esfera de los poderes y de las influencias del “Princeps”.
Esta fue la configuración del ordenamiento de la “Respublica” Universal
Romana en la fase de plena afirmación del “Principatus”, o sea, en la fase
Adrianea.
El viejo ordenamiento resistió vigorosamente en sus estructuras esenciales, a
la llegada del nuevo ordenamiento, durante todo el curso del siglo I d. C., y el
período clásico, igual que el precedente, fue teatro de una situación compleja y
variada, que muy fatigosamente puede ser reducida en una figura rígidamente
definida.
259
2- CARACTERÍSTICAS DEL ORDENAMIENTO ESTATAL
ROMANO UNIVERSAL:
Las características preeminentes fueron las siguientes:
1- La Tendencial universalidad del ordenamiento, de la esfera de
aplicación de sus intereses:
Independientemente de frenos de orden nacionalista. Fue el obvio reflejo de la
universalización de la “Respublica Romana”.
2- La tendencial unificación de los sistemas normativos pre-clásicos en
el “Ius Vetus”:
Fue la consecuencia obvia del régimen de gobierno del “Principatus”.
3- La formación
principesca:
del
“Ius
Novum”,
de
derivación
e
inspiración
“Ius Novum”, como conjunto normativo complementario y eventualmente
correctivo del “Ius Vetus”. Fue también, la obvia consecuencia del régimen de
gobierno “Principatus”.
4- La progresiva identificación del ordenamiento jurídico con el
ordenamiento estatal:
Es decir, la siempre cada vez más y aún más decidida extensión de la
cualificación del “Ius” a todo el ordenamiento estatal, o sea, la jurisdificación
progresiva de todo el ordenamiento estatal. Se explica en parte, con el
orientamiento del “Principatus” hacia una sistemación unitaria, pero también, se
explica para el resto, con el orientamiento de la jurisprudencia de la época,
como compensación de las limitaciones siempre mayores que ella sufría en sus
posibilidades de digerir el desarrollo del derecho hacia la nueva dirección de
reflexión sistemática, a largo radio de acción.
El ordenamiento jurídico estatala clásico, a causa de la concentración de la
jurisprudencia romana en la sistemación de los principios viejos, en su
armonización con las normas del “Ius Novum”, en la superación de los sistemas
y de las distinciones entre ordenamientos, en visión orgánica y
omnicomprensiva del derecho.
De éste conjunto de circunstancia derivó:
(A). El derecho romano del período del principado, liberándose
progresivamente de la multiplicidad de impulsos evolutivos, que había
caracterizado los períodos anteriores; tuvo modo de organizarse en una
armonia de formas y de mecanismos, que representó la culminación de toda la
evolución jurídica romana.
260
(B). El derecho de la “Respublica” Universal Romana, desvinculándose de un
exagerado y rígido obsequio de las tradiciones nacionales, se pudo abrir a
orientamientos más modernos y evolucionados, con el efecto de la renovación
sensible, en la forma y en la sustancia de sus instituciones.
3- FASES DEL ORDENAMIENTO ESTATAL – JURÍDICO
ROMANO UNIVERSAL:
La compresión del ordenamiento estatal y jurídico romano universal, se facilita
con el estudio de las 3 fases: la fase Augustea, la fase Adrianea y la fase de
Crisis.
-A- ORDENAMIENTO ESTATAL Y JURÍDICO EN LA FASE
AUGUSTEA:
En los años de la fase Augustea de la “Respublica Romano Universal, que van
desde el año 27 a. C. al 117 d. C., los príncipes, más que regular en forma
directa el desarrollo del ordenamiento jurídico, trataron de permanecer alejados
indiractamente, y al mismo tiempo de estimular sagazmente los sistemas del
viejo ordenamiento romano nacional, siempre y cuando se desenvolvieran en
adherencia con sus directivas.
Su política fue muy sutil, que se materializó esencialmente en ligar a sí mismos
el ambiente tradicional influyente de la jurisprudencia y valerse de los
jurisconsultos, en particular de aquéllos insignes del “Ius publice respondendi”
por ellos otorgado, para condicionar la evolución del “Ius Civile”, y dentro de
ciertos límites, la misma operatividad del “Ius Publicum”.
Al inicio los príncipes facilitaron:

La reanudación de la legislación comicial.

Valorizaron la actividad normativa del Senado.

Sostuvieron, sobre todo, la actividad de “responsa” de la jurisprudencia.

Sólo en vía subordinada y subsidiaria, cuando los viejos sistemas jurídicos
se revelaban insuficientes respecto a los nuevos orientamientos, los
príncipes animaron la actividad “extra ordinem” del Senado y de las
magistraturas republicanas.

Sólo como “extrema ratio” hicieron recurso al desarrollo directo y
descubierno de una propia actividad “extra ordinem”.
La decadencia del sistema del “Ius Honorarium” que tanto vigor tenía en la fase
de crisis de la “Respublica Nacional Romana”, fue el fenómeno más relevante
de ésta primera fase. Los príncipes, incluido Augusto, nunca hicieron algo para
potenciar o sostener la actividad de los magistrados “Iusdicentes”,
261
principalmente los “Praetores”, más bien, hicieron lo posible para limitar su
autonomía.
El primer paso se cumplió con la emanación de la “Lex Iulia Iudiciorum
Privatorum et Publicorum” del año 17 a. C., la cual hizo obligatorio, para casi
todas las causas, el procedimiento “per formulas”, lo que puso límites
grandísimos a la iniciativa de los magistrados “Iusdicentes”.
El “Ius Honorarium” se había afirmado en el período de la crisis de la
“Respublica Nacional Romana”, principalmente a causa de la decadencia de
los sistemas del “Ius Publicum” y del “Ius Civile”. En ésta época, al contrario, el
“Ius Honorarium” decae porque el favor de los príncipes fue todo para éstos
dos sistemas normativos.
La consecuencia de este estado de cosas fue que los “edicta magistratuum” y
en especie el “edictum praetoris urbani”, crecieran cada vez menos en sus
nuevas cláusulas, reduciéndose a textos supertratados, que la “communis
opinio” consideraba inmodificables por los mismos magistrados.
Lo que en la edad preclásica se consideró una praxis jurisdiccional con
autoridad, ahora se encaminó a ser un “Ius” vinculante para todos.
-B- ORDENAMIENTO ESTATAL Y JURÍDICO EN LA FASE
ADRIANEA:
En la fase Adrianea de la “Respublica Universal Romana”, que se desarrolla
durante los años 117 a 235 d. C., se agotaron completamente las fuentes y los
sistemas de derecho romano nacional, y por lo tanto, también el “Ius Vetus”,
mientras que, los “príncipes” asumieron abiertamente a través del despliegue
de su actividad “extra ordinem” la dirección de la evolución jurídica.
Sobre el plano social y político, la época se caracteriza como aquélla en la cual
se encaminaron a una total extinción las últimas libertades republicanas.
La fase Adrianea del derecho clásico, representó la cima de la parábola
señalada por el derecho romano en la historia. Innovaciones y notables
progresos fueron posibles gracias a la aplicación de la “Cognitio extra ordinem”
la cual estaba libre de todo vínculo y por lo tanto disponible para cada
instancia.
El derecho, además, se humanizó, perdiendo la rigidez que había heredado
hasta entonces del tradicionalismo excesivo, abriendo las puertas a las nuevas
concepciones sociales, sugeridas por ejemplo por el cristianismo.
Característico de la fase Adrianea del derecho clásico fue que la
jusrisprudencia, aunque perdiendo del todo su autonomia, no pierde su gran
importancia social, en cuanto se pone al lado de los príncipes, para ayudarlos,
aconsejarlos y, en algunos casos, para frenarlos en su acción directiva del
movimiento jurídico.
262
A la jurisprudencia romana de la época y a sus representantes, se debe, en fin,
que se hubiera logrado adaptar los dos términos aparentemente antitéticos, de
tradición y de progreso, y que la visión del “Ius” se convirtiera tendencialmente
unitaria y orgánica, llegando a coincidir con el mismo ordenamiento estatal.
-C- ORDENAMIENTO ESTATAL Y JURÍDICO EN LA FASE DE
CRISIS DE LA “RESPUBLICA UNIVERSAL ROMANA”:
La fase de crisis de la “Respublica Universal Romana”, enmarcada dentro de
los años 235 y 284 d. C., vio casi momificarse las estructuras del “Ius Vetus”,
y vio al contrario, concentrarse en los institutos del “Ius Novum” toda actividad
jurídica, no sólo con relación a la producción de nuevas normas, sino con
relación a la interpretación y a la aplicación jurisdiccional de las normas.
Las consecuencias de este estado de cosas fueron:
 Las instituciones del “Ius Vetus” devaluadas por las reformas del “Ius
Novum” se desgastaron y en parte perdieron relevancia práctica.
 El “Ius Novum” fue incapaz de tomar el puesto del “Ius Vetus”, quizá porque
se desarrolló en tiempos extremamente tumultuosos, y quizó porque se
inspiró en visiones contingentes y angostas de las exigencias sociales. El
“Ius Novum” fue pobre de desarrollos adecuados para los tiempos, y
además, fue débil frente a la resistencia opuesta por las instituciones de las
varias civilizaciones provinciales a la romanización del imperio.
El grande problema de ésta fase histórica, está en el porqué la jurisprudencia
romana, que había tenido eminentes representates, todavía bajo Alejandro
Severo, se agotó y calla.
Esto ocurre, no solo por efecto de una burocratización impuesta a los juristas
por los príncipes, inclinados a encuadrar a los iurisperitos en la cancillería
principesca, sino principalmente, porque con la menor importancia de la
“Respublica” frente al “Imperium Romanum”, viene mucho menor la posiblidad
para los juristas de rehacerse a los valores de la tradición romana y de basar
sobre éstos su propio, autónomo y coherente contributo al desarrollo del “Ius
Novum”.
Encaminándose Roma a ser, geográficamente y culturalmente, no más el
centro, sino sólo uno de los centros del imperio, siguió también sobre el plano
de la cultura jurídica, la dificultad creciente de una jurisprudencia unitaria, sólida
y socialmente relevante.
4- EL DERECHO ROMANO CLÁSICO:
La cualificación de “clásico” adoptada por el derecho romano de la “Respublica
Universal Romana”, no es sólo en función de la vasta información directa e
indirecta que tenemos de éste período, sino es también sobre todo, en función
del convencimiento que fue el período clásico el momento histórico en el cual el
263
derecho romano, y por esto en particular, la jurisprudencia, llegan al máximo de
su significación como dato cultural en el arco de los siglos desde Rómulo hasta
Justiniano I.
El derecho romano clásico, visto en su glogalidad, fue ciertamente fiel a las
premisas puestas por el derecho pre-clásico, pero fue también, la expresión de
una época fuertemente dinámica, en la cual aquéllas premisas llegaron
ampliamente a desarrollarse sobre el plano de la “Interpretatio” y
frecuentemente integradas con situaciones surgidas de la mutada situación
social, económica y política, todo esto en una atmósfera de coherencia y de
equilibrio que faltó, en cambio, en el sucesivo período post-clásico.
La concepción unitaria y orgánica del ordenamiento jurídico a la cual los
romanos llegaron en el período clásico, encontró su aplicación mejor en las
obras de la jurisprudencia de la fase Adrianea, sobre todo los escritos de
carácter elemental y didáctico, muy influyentes en los siglos siguientes, como
también, en las actividades jurídicas post-romanas.
Como por ejemplo, está la famosa impostación sistemática del jurista Ulpiano,
escribiendo en tiempo de los Severos, en su manual de “Institutiones”:
³Iuris studii duae sunt positiones, publicum et privatum. Publicum ius est
quod ad statum rei Romanae spectat, privatum quod ad singulorum
utilitatem”.
El jurista no entendió fijar con minucias las fronteras entre el “Ius Publicum” y el
“Ius Privatum”, sino hacer aclaraciones sobre el plano didáctico:
El “Ius Privatum” en la concepción clásica, es el conjunto de las instituciones
jurídicas formadas alrededor del núcleo primogéneo del “Ius Quiritium” y del
“Ius Legitimum Vetus”. Resume las materias del “Ius Civile”, tanto “Vetus”
como “Novum”, del “Ius Publicum”, en el sentido del “Ius “ puesto por las “Leges
Publicae” para reformar el “Ius Civile”, del “Ius Honorarium” y también, del “Ius
Novum” para integrar la disciplina de las normas del “Ius Vetus”.
Protagonista del “Ius Privatum” es siempre el “Pater familias” con su esfera de
intereses personales y económicos, es decir, con su patrimonio.
En la dicotomia, el “Ius Publicum” se diferencia por el hecho de tener como
protagonista al “Populus Romanus Quiritium”, en sus asambleas, en sus
magistraturas, en sus sacerdocios, en toda su estructura constitucional y
administrativa.
El interés de la jurisprudencia clásica hacia éstos argumentos tan intrínsecos
de política y de religión, permanece siempre muy limitado y se concentró
esencialmente sobre sectores específicos que Ulpiano indica como:
“Publicum ius in sacris, in sacerdotibus, in magistratibus consistit”.
264
La visión unitaria del ordenamiento jurídico y la constitución de los dos
conjuntos normativos del “Ius Vetus” y del “Ius Novum”, no cancelaron del todo
las viejas distinciones del período pre-clásico, ni obstaculizaron la formación de
otras formas sistemáticas, sobre todo por obra de la Jurisprudencia Adrianea.
 Respecto al modo de producción de la norma jurídica:
La Jurisprudencia Adrianea distingue entre:

Normas derivantes de fuentes típicamente escritas: “Ius ex scripto”.
Las fuentes típicas del “Ius ex scripto” eran: las “Leges” y las providencias
de gobierno equiparadas, comprendidas las del “Ius Novum”.

Normas derivantes de fuentes típicamente orales: “Ius ex non scripto”.
Fuentes típicas del “Ius ex non scripto eran: las “Mores” y los “Responsa
Prudentium”.
 Respecto a la intensidad de la eficacia de la normativa jurídica:
La Jurisprudencia Adrianea distingue entre:

Normas jurídicas absolutamente inderogables por los privados.
Lo que hoy llamamos: normas de derecho imperativo.

Normas jurídicas aplicables a las relaciones privadas.
Sólo en la hipótesis que los interesados no hubieran escogido libremente un
reglamento diverso. Lo que se denomina hoy en día: normas de derecho
dispositivo.
 Respecto a la esfera de la aplicación de las normas jurídicas:
La Jurisprudencia clásica distingue entre:

Normas del “Ius Civile”.

Normas del “Ius Gentium”.
Gayo en las “Institutiones” dice:
El “Ius Civile” se entiende como el conjunto de las normas dictadas por las
exigencias particulares de la “Civitas” y por lo tanto, vigentes solamente en
ésta: “Ius proprium civitatis”.
En cambio, por “Ius Gentium” se entiende el derecho sugerido por la razón
natural, “naturalis ratio”, es decir, conforme a las opiniones universalmente
265
corrientes y por lo tanto, comunes a todo el pueblo civil: “quod apud omnes
populus peraeque custoditur”.
La dicotomia “Ius Civile” - “Ius Gentium”, siendo referida a las normas
jurídicas en general, resultaba aplicable tanto a las normas reguladoras de las
varias relaciones jurídicas, por ejemplo: la tutela, el “dominium”; pero también,
a las normas relativas a los hechos jurídicos constitutivos, modificativos o
extintivos de una relación, por ejemplo: la “traditio”, la “emptio-venditio”, la
“stipulatio”.
5- EL “IUS VETUS”:
A- MARCO GENERAL:
B- COMPONENTES DEL “IUS VETUS”:
El “Ius Vetus” abrazaba todos los institutos, sea públicos, sea privados,
llevados a cabo por las fuentes normativas típicamente republicanas.
Sus componentes fueron aquéllos que ya conocemos del estudio del
ordenamiento pre-clásico:
 El “Ius Civile”, sea “Vetus” o sea “Novum”.
 El “Ius Publicum”, el “Ius” puesto por las “Leges Publicae”.
 El “Ius Honorarium”, emanado de la “Iurisdictio magistratual”.
 La “Interpretatio Prudentium”, emanada por los jurisprudentes.
La tendencia de los jurisconsultos clásicos, sobre todo en la fase Adrianea, de
una visión unitaria y orgánica del “Ius Vetus” esencialmente en el ordenamiento
jurídico, comprensivo del “Ius Novum”, es relevante. Al prescindir del peso de
la individualidad de los singulares juristas, la uniformidad de las sistemaciones
fue imposible por la resistencia de los mismos a las formulaciones abstractas y
por su persistente tradicionalismo.
Por otra parte, el “Ius Novum”, aunque interviniendo siempre más intensamente
en la corrección de los principios del “Ius Vetus”, nunca pretendió erigirse en
sistema formalmente autónomo, que se colocara encima del conjunto de los
viejos sistemas republicanos.
En suma, la representación más válida del “Ius Vetus” está hecha sobre la base
de los esquemas ofrecidos por los sistemas jurídicos pre-clásicos.
Gayo, denomina: “Iura Populi Romani”, es decir, las instituciones jurídicas
romanas, viejas y nuevas, no solamente van relacionadas con los viejos y
nuevos sistemas, “Ius Civile”, “Ius Publicum”, “Ius Honorarium”, “Ius Novum”,
266
sino que también van relacionadas y conectadas a las fuentes de producción,
escritas – documentales, de las cuales descienden o indirectamente resultan:
las “Leges”, los “Plebiscita”, los “Senatus Consultum”, las “Constitutiones
Principum”, los “edicta” magistratuales, los “responsa prudentium”, traducidos
en documentos escritos. Mas fuentes diversas pueden concurrir en la disciplina
de un mismo instituto y no es relevante establecer cual sea el sistema del cual
hacen parte,”Ius Civile” o “Ius Honorarium” o “Ius Publicum” o “Ius Novum”, es
relevante solo precisar el carácter de “Iuris civilis” o de “Iuris gentium”.
Pero la fuente jurídica por excelencia, tanto para Gayo como para los juristas
Adrianeos, es la “Lex Publica”. Las demás fuentes, al menos sobre el plano
formal, están subordinadas a ella, en el sentido que “legis vicem optinent”,
valen a suplir la ley que falta, pero no valen a abrogar un reglamento de ley ya
existente.
A esto se debe la famosa y grandilocuente definición de Papiniano: “Lex est
commune praeceptum, virorum prudentium consultum, delictorum quae
sponte vel ignorantia contrahuntur coercitio, communis rei publicae
sponsio”. La ley es el fundamento y el compendio del derecho.
C- EL “IUS CIVILE ROMANORUM”:
El “Ius Civile Romanorum” permanece en edad clásica, aquello que fue en el
período pre-clásico: el tronco antiguo del “Ius Civile Vetus”, por lo tanto, de todo
el ordenamiento jurídico romano. Un tronco bien sólido, aunque variadamente
corroído por las intervenciones del “Ius Novum”.
Por “Ius Civile” se entiende, según la jurisprudencia, tanto el “Ius Civile Vetus”,
como el “Ius Civile Novum”.
Los orígenes de los institutos se habían olvidado. Lo que contaba era que los
institutos fueran avalados por la tradición jurisprudencial pre-clásica: el “Ius
Civile” “in sola prudentium interpretatione consistit”.
A la ulterior evolución del “Ius Civile”, la jurisprudencia de la fase Augustea dio
un impulso relevante. Augusto y sus inmediatos sucesores buscaron favorecer
este aporte jurisprudencial, pero cuidaron también de obtener que los
desarrollos determinados por los juristas estuvieran en armonía con sus
visiones y sus programas.
D- EL “IUS PUBLICE RESPONDENDI”:
El medio al cual recurrieron los príncipes fue el instituto del “Ius publice
respondendi”, el cual fue un “beneficium” que concedieron a algunos juristas,
aquéllos de mayor valor y sobre todo, a los más cercanos y ligados a los
intereses del príncipe, con el fin de que emanaran “responsa prudentium”
vinculantes para los jueces.
267
Además, se estaba presentando la situación de desorden de la jurisprudencia,
por la cual se llevó al tiempo de demasiados jurisconsultos, que daban sus
“responsa” a los interesados de viva voz.
Para evitar la disminución de prestigio de la jurisprudencia romana y al mismo
tiempo, para apretar otro útil instrumento en la actuación de su diseño político,
Augusto estableció apoyar los juristas que parecieran los mejores, cubriéndolos
con su “auctoritas” mediante la concesión de una “patente”, es decir, una
licencia del buen jurista, la cual no era vinculante, pero servía al objetivo
práctico de evitar que fueran producidos en juicio “responsa” de juristas no
considerados con autoridad por el “Princeps”.
Fue con Tiberio que el instituto asumió realmente la denominación de “Ius
publice respondendi” y se transformó en un “privilegium”, en un “beneficium” de
concesión principesca, privilegio consistente en la facultad de emitir, a solicitud
de los privados, o también de magistrados, “responsa” que vincularan a los
magistrados o a los jueces.
La reforma Augustea-Tiberiana no implicó limitación del “respondere” sólo a
algunos juristas. Todos los juristas romanos continuaron a ser formalmente
libres de emitir “responsa”, salvo que muy pocos fueron los que se dirigieron a
juristas que no tuvieran el “Ius publice respondendi”
El nuevo sistema tuvo la virtud de conferir eficacia sustitutiva de aquélla de la
ley de los “responsa” y a las “sententiae” de los jurisconsultos autorizados:
habilitados a “condere iura”, es decir, crear instituciones jurídicas. Por tal, se
reconoce que la jurisprudencia oficial del siglo I a. C., hizo un gran y fructuoso
trabajo, contribuyendo a la integración y a la evolución del derecho romano
clásico.
Con el pasar del tiempo, también el sistema del “Ius publice respondendi”
comenzó a manifestar sus inconvenientes, principalmente porque no se
pudieron evitar las divergencias, y en forma grave, entre las “sententiae et
opiniones” de los varios jurisconsultos oficiales, con notables molestias para los
magistrados y los jueces, que vieron exhibir por las partes, alegaciones
igualmente válidas y con autoridad, pero contradictorias.
Por todo esto, los príncipes limitaron siempre cada vez más, en la segunda
mitad del siglo I d. C., la concesión del “Ius publice respondendi”, y por lo
tanto, la lista de los juristas “quibus permissum est iura condere”,
prefiriendo resaltar la afluencia directa de las solicitudes de opiniones jurídicas
a su cancillería: “a libellis”.
En la fase Adrianea el instituto del “Ius publice respondendi”, de todas maneras
sobrevivió, pero fueron limitadas al máximo ulteriormente las concesiones.
Se impone por iniciativa de Adriano, el principio de que los “responsa
prudentium” vincularían a los magistrados y a los jueces en un caso concreto,
siempre y cuando estuvieran conformes entre ellos.
268
Razón por esto, dada la contrariedad entre las varias “sententiae et opiniones”
los privados perdieron la confianza en éstas y prefirieron el sistema de exhibir
en juicio los “rescripta principum”.
Los juristas se limitaron, en consecuencia, a la pura actividad teorizante y
didáctica, o también pasaron a hacer parte del “Consilium Principis” como
“consiliarii” con autoridad.
D- EL “IUS PUBLICUM”:
El componente del “Ius vetus” que se mantuvo por más tiempo vivo y vigoroso,
fue ciertamente el “Ius Publicum”. No sólo como “sub specie” de nuevas
“Leges Publicae”, sino también, en las formas anómalas de los “Senatus
consultum” normativos.
Entre los actos más característicos de Augusto y sus sucesores inmediatos
(Tiberio, Caligula, Claudio), se señalan aquellos entendidos a restituir una
cierta importancia a las asambles populares en el campo de la legislación.
Esta política desembocó en una serie numerosa de “Leges Publicae” de mucho
relieve, rogadas a veces por los príncipes mismos en el rango de “consules” o
en fuerza de la “Tribunicia potestas”, pero siempre provocadas por “rogationes”
magistratuales de inspiración principesca.
Los príncipes, así como fundamentaron sobre las “Leges Publicae” la propia
preeminencia constitucional, así creyeron oportuno hacer sancionar por “Leges
Publicae” algunas providencias normativas de particular relieve social. Si no
que la decadencia de las asambleas republicanas, (“comitia”, “concilia”) y las
complicaciones para su convocación, implicaron que la iniciativa de Augusto,
tuviera después de él una vida muy breve.
Las graves dificultades de una congrua reactivación de la actividad legislativa
de las asambleas populares favorecieron la afirmación del “Senatus”, también,
en el campo de la producción jurídica, haciendo que los “Senatus Consultum”
se transformaran en fuentes anómalas de derecho, y en particular, de “Ius
Vetus” (pero no siempre).
Ya en los tiempos de la crisis de la “Respublica Nacional Romana”, en la
decadencia de las otras fuentes normativas, se había ya perfilado esta nueva
función de los “Senatus Consultum”. Pero el impulso decisivo en éste campo,
viene dado por los príncipes, los cuales encontraron muy cómodo dirigirse
personalmente al “Senatus”, o hacer dirigir a los magistrados republicanos a
éste para obtener “consulta” sobre variadas materias.
Formalmente se trataba siempre de papiros no vinculantes para los
magistrados que los habían solicitado, ni para el pueblo; pero sustancialmente
se trató de actos que adquirieron eficacia sustitutiva de las “Leges”, sobre todo
en correspondencia con el progresivo absorbimiento de las funciones de la
“Comitia” por parte del Senado.
En la fase Adrianea, en efecto, escribió de primeras GAYO:
269
“senatusconsultum legis vicem optinet, quamvis fuerit quaesitum”.
50 años después, a inicios del siglo III d. C., ULPIANO afirma:
“non ambigitur senatum ius facere posse”. No hay duda que el Senado
pueda crear derecho.
En la fase Augustea los príncipes hicieron uso muy discreto de su derecho de
solicitar “consulta” al “Senatus”, prefiriendo que éste se pronunciara, en
aparente libertad, sobre “relatio” de los “magistratuus populi romani”.
En la fase Adrianea, en cambio, se convierte práctica constante y caso
exclusiva de los príncipes solicitar ellos mismos, directamente al “Senatus” los
“consulta” normativos, con el resultado que éste arpobaba inevitablemente, “per
discessionem” la “oratio principis”.
En la fase de los Severos, es más, el término de los “Senatus Consultum” no se
usaba ya casi nunca y se hablaba, entonces, de “orationes principum in
senatu habitae”.
La influencia directa o indirectamente ejercida por los príncipes sobre la
producción de los “Senatus Consultum”, hizo de éstos de las fuentes
normativas anómalas, no solamente en el sentido de que eran llamados a
subrogar a las “Leges Publicae”, sino también, en el sentido de que se
convierten en instrumento de producción del “Ius Novum”, además, que del “Ius
Vetus”.
E- LAS INTERVENCIONES DEL “IUS PUBLICUM” EN LA
REPRESIÓN CRIMINAL:
Las intervenciones del “Ius Publicum”, es decir, de las “Leges Publicae” y de los
“Senatus Consultum” normativos en la represión criminal ordinaria, con relación
al sistema pre-clásico de las “Quaestiones Perpetuae”, consistieron:

Sobre todo, en el reordenamiento del procedimiento acusatorio, y,

Secundariamente, en incisivas modificaciones y extensiones de las varias
hipótesis criminosas.
-1- EN CUANTO AL PROCEDIMIENTO DE LAS “QUAESTIONES
PERPETUAE”:
 Fue profundamente reorganizado por una “Lex Iulia Iudiciorum
Publicorum” del año 17 a. C., (votada en pararelo con la “Lex Iulia
Iudiciorum Privatorum”).
Esta Ley Julia relacionándose con la “Lex Aurelia” (70 a. C.) y con la “Lex
Caesaris” (46 a. C.):
270
 Fijó las “decuriae” de los “iudices selecti” en cuatro.
compuesta por 100 miembros, así:
Cada “decuria”
.1. Una “decuria” de senadores.
.2. Una “decuria” de “equites” caballeros.
.3. Una “decuria” mixta de senadores y caballeros “equites”.
.4. Una “decuria” con la mitad del censo “equestre” (“ducenarii”).
 Las 4 “decuriae” debían seguir un cierto turno, en modo que estuvieran
siempre 3 listas a funcionar, también durante las vacaciones y fiestas.
 Para evitar colusiones entre jueces y partes, esta Ley Julia consideró como
“crimen ambitus” punible con pena pecuniaria, el hecho de la parte que
fuera a hacer visita, por cualquier motivo, a uno de sus jueces.
 Una “oratio Claudii de aetate recuperatorum et de accusatoribus
coercendis”, del año 42 d. C., propuesta de Claudio, convertida después
en “senatusconsultum”: fijó la edad mínima de los jueces en 25 años,
reducibles a 20 años, según acuerdo de las partes, y prohibió a los
acusadores, con el fin de que no cometieran fraudes, de suspender su
actividad de acusación durante las vacaciones judiciales.
 Otras leyes resumidas en un “Edictum Augusti ad Cyrenenses” (6 – 7 d.
C.), extienden en procedimiento de las “Quaestiones Perpetuae” a las
“Provinciae” y, también, admitieron que los peregrinos de las mismas,
pudieran hacer parte del colegio juzgador.
-2- EN CUANTO AL RÉGIMEN
CRIMENES: “CRIMINA”:
DE
LOS
SINGULARES
(1). EL “CRIMEN REPETUNDARUM”:
Fue objeto de un Senat“usconsultum”: “Calvisianum de repetundis”,
votado bajo Augusto, por propuesta de los cónsules Calvisio Sabino y Passieno
Rufo.
El procedimiento fue simplificado y confiado a un colegio juzgador de 5
senadores.
Las hipótesis criminosas iban desde la concusión con daño a las poblaciones
provinciales hasta el interés privado en actos de oficina, como por ejemplo, la
aceptación de regalos, dádivas o donaciones para cumplir o no cumplir una
actividad oficial. También, la arbitraria imposición de impuestos.
Un “Senatusconsultum”: “Claudianum de repetundis” del año 47 d. C.,
somete a la pena del “crimen repetundarum”, los abogados que hubieran
percibido más de 10.000 sesterzios del cliente, pero el cliente tenía, de todas
maneras, una “actio poenalis in quadruplum ex lege Iulia”.
(2). EL “CRIMEN MAIESTATIS”:
271
Fue regulado “ex novo” por la “Lex Iulia maiestatis” del año 8 a. C., la cual fijó
la pena “Interdictio aqua et igni” con la consecuente confiscación del
patrimonio, o sea, la “publicatio bonorum”.
La gran variedad de hipótesis que podían entrar bajo el concepto de ofensas a
la “maiestas populi Romani”, fue explotada, en sede interpretativa, por Tiberio
para afirmar el principio que constituia “crimen maiestatis” también cualquier
ofensa a la persona o al nombre del “Princeps”.
(3). EL “CRIMEN VIS”:
Se le dedicó la “Lex Iulia de vi publica et privata” del año 17 a. C.,.
Minuciosamente cualificó como “vis publica” toda acción violenta, de privados o
de magistrados, entendida dirigida a obstaculizar el regular ejercicio de las
funciones pública, como por ejemplo, la perturbación de los comicios
electorales, la muerte o fustigación de ciudadanos que hubieren hecho la
“Provocatio ad populum”, la imposición arbitraria de tributos, etc...
Tenía como sanción la “interdictio aqua et igni”.
Como “vis privata” fueron calificadas las perturbaciones violentas de la libertad
privada, como por ejemplo, las acciones de bandidaje.
Tenía como pena la “publicatio bonorum in tertiam partem”.
El “Senatusconsultum”: “volusianum” del año 56 d. C., incluye en la “vis
privata”, también, la hipótesis de quien había sido tomado arbitrariamente como
asociado en la litis de otro para participar en el fruto de la victoria judicial.
(4). EL “CRIMEN AMBITUS”:
Se tomó en consideración por una “Lex Iulia de ambitu” del año 18 a. C., que
limitó para las hipótesis de simple corrupción no violenta la pena de una
“mulcta” y además, la interdicción de los públicos oficios por 5 años.
(5). EL “CRIMEN PECULATUS”:
Fue reorganizado por la “Lex Iulia peculatu et de sacrilegiis” del año 8 a. C.
Además, innovativamente Augusto con la “Lex Iulia residuis”, impone que si
el detentador del dinero o de bienes públicos no proveía a la restitución dentro
de un año, la pena era aumentada en un tercio más.
Esto hace pensar que la ley augustea sobre el peculado haya sustituido la
“interdictio aqua et igni” por la condena a un múltiplo en dinero.
(6). EL “CRIMEN HOMICIDII”:
272
Sobre todo se refirió un “Senatusconsultum”: “de sicariis” emitido bajo
Claudio, que somete a las penas de la vieja “Lex Cornelia” aquéllos que
hubieran cometido violencia a las víctimas de un naufragio.
Otros y numerosos senadoconsultos, para facilitar las investigaciones en tema
de homicidio, regularon las investigaciones de desarrollarse a través de los
esclavos de la persona asesinada, siempre y cuando no se conociera el
culpable, partiendo del presupuesto de que los esclavos tenían conocimiento
de la situación de sangre.
El despiadado “Senatusconsultum”: “Silanianum de servis” del año 10 d.
C., confirmado por el “Senatusconsultum”: “Aemilianum” del año 11 d. C.
y por un sucesivo “Senatusconsultum”: “Claudianum de servis”, estableció
que los esclavos que vivieran bajo el mismo techo con la víctima, debían ser
todos torturados y eventualmente asesinados, además, el testamento del
difunto, donde los esclavos estaban favorecidos con la “manumissio”, para
evitar que estos se sustrajeran a la “quaestio de servis”, no podía ser abierto
antes de dar cumplimiento da estas instrucciones, bajo la sanción de
"indignitas”.
Como complemento a estas normas, el “Senatusconsultum”: “Pisonianum”
del año 57 d. C., dispuso que a la tortura fueran sometidos también los
esclavos del conyuge del ucciso y que, para los esclavos de torturar que ya
hubieran sido vendidos a terceros, el comprados tenía derecho a la restitución
del precio.
Una “Oratio Marci Aurelii de servis”: mitigó en mínima parte el severo
régimen del S.C. “Silanianum”.
(7). EL “CRIMEN FALSI”:
Permanece anclado a la “Lex Cornelia” del año 81 a. C., pero las hipótesis de
falsedad fueron variadamente multiplicadas por los “Senatusconsultum”,
además que, por interpretaciones jurisprudenciales e imperiales.
El “Senatusconsultum”: “Libonianum”: del año 16 d. C., confirmado por el
“Edictum Claudii de falsariis”, somete a la pena de la “Lex Cornelia” a
aquéllos que hubieran escrito disposiciones a su propio favor en el testamento
de otro. Estas disposiciones debían ser declaradas nulas.
El “Senatusconsultum”: “Messalianum”: del año 20 d. C., equiparó a los
“falsarii” los abogados y los testigos que hubieran acusado a una persona, por
ellos conocida como inocente.
El “Senatusconsultum”: “Licinianum”: del año 27 d. C., introdujo entre los
“falsarii” aquéllos que hubieran recíprocamente ayudado con falsos
testamentos o falsos testimonios.
El “Senatusconsultum”: “Geminianum”: del año 29 d. C., enriqueció la lista
de los “falsarii” con aquéllos que hubieran aceptado dinero para rendir o no
testimonio.
273
(8). EL “CRIMEN CALUMNIAE”:
Fue ampliado por el “Senatusconsultum”: “Turpillianum”: del año 61 d. C.,
que a las previsiones de la “Lex Remnia” agrega:

LA
“TERGIVERSATIO”, es decir, el abandono injustificado de la
acusación.

LA “PREVARICATIO”, o sea, la formulación de una acusación hecha con
el objetivo de prevenir otra acusación más grave por obra de terceros, por lo
tanto, con el fin de favorecer al acusado.
La pena fue siempre aquélla de la incapacidad de ser “accusator” en el futuro.
NOTA IMPORTANTE:
Igual que Livio, también Augusto tuvo el propósito de establecer un ligamen
entre lo nuevo y lo antiguo. La recuperación de los "exempla maiorum" y de
las costumbres fue el impulso ideológico dominante de la legislación giulia.
Para sostener su gran reforma, Augusto la hace notoria al pueblo y recita en el
Senado:
"Legibus novis me auctore latis multa exempla maiorum exolescentia iam
ex nostro saeculo reduxi et ipse multarum rerum exempla imitanda
posteris tradidi".
"Con nuevas leyes por mí propuestas, he dado vigor a muchos
comportamientos ejemplares de los antepasados que estaban por desaparecer
de la memoria de nuestro tiempo, y yo mismo he transmitido a los
descendientes muchos ejemplos que imitar".
En el cuadro de la política augustea de represión criminal de las malas
costumbres y de favorecer la dignidad de las personas, la familia, el
matrimonio y la filiación legítima, la ley instituyó y castigó nuevos crimenes con
la respectiva “Quaestio”:
(9). EL “CRIMEN ADULTERII”:
Fue instituido por una “Lex Iulia de adulteriis coercendis” del año 18 d. C.
Era la unión sexual entre una mujer casada y un hombre extraño, diferente a
su marido.
La “accusatio adulterii” le tocaba al “maritus” o subsidiariamente al “pater” de la
mujer (si todavia vivía) ante un “Quivis de populo”.
La pena que se le aplicó fue la “deportatio in insulam”
274
Si el adulterio era descubierto en flagrancia, la ley hace homenaje a las
antiguas tracidiones, para las cuales el “adulterium” era castigado
privadamente en familia, reconociendo al “pater” de la mujer el derecho de
matar a los dos amantes juntos (no a uno solo). Mientras que, al marido se le
concedió matar sólo al cómplice y se le impuso la obligación de “repudium” de
la esposa.
La “Lex Petronia de adulterii iudicio” del año 61 d. C., estableció que el
marido, cuando hubiere omitido acusar a la esposa después de un primer
adulterio, perdía el derecho a la “accusatio adulterii” posteriormente.
10- EL “CRIMEN INCESTUM”:
Era la unión entre parientes o afines.
Igual que el adulterio, tenía la pena de la “deportatio in insulam”.
11- EL “CRIMEN STUPRUM”:
Era la unión entre un hombre y una mujer de buenas costumbres no casada,
“virgo vel vidua”.
12- EL “CRIMEN LENOCINIUM”:
Consistía en el favorecimiento o la explotación de éstos crimenes por parte de
las víctimas, márido – parientes – o extraños.
La pena para el “stuprum” y para el “lenocinium” consistía en la “relegatio in
insulam” (confinamiento a una cierta distancia de Roma), y además, la
“publicatio in dimidiam partem” para el cómplice masculino y la “publicatio un
tertiam partem” para el cómplice femenino.
Las mujeres solteras “libertinae” eran aquéllas que se unían libremente, no
obstante, existiendo la prohibición de matrimonio.
Las mujeres notoriamente de fáciles costumbres, como por ejemplo las
actrices, etc., la unión estable con éstas fue cualificada sucesivamente por la
jurisprudencia como: “CONCUBINATUS”.
F- LAS INTERVENCIONES
DEL “IUS PUBLICUM” EN LA
“COGNITIO” DE LAS LITES PRIVADAS:
Es decir, es aquélla que empieza a tomar el nombre de “Cognitio extra
ordinem”, y que más tarde pasará a ser “Cognitio ordinaria”.
Estas intervenciones se resumen en una fundamental ley orgánica, que
Augusto hizo votar en el año 17 a. C., denominada: la “Lex Iulia iudiciorum
privatorum”.
275
La primera parte de la ley, relativa a la formación y composición de los órganos
juzgadores, coincide extrechamente con la “Lex Iulia iudiciorum publicorum”.
Tanto el “Iudex unus” de los procesos ordinarios, como los “recuperatores”
de ciertos juicios especiales reservados a la decisión de un colegio juzgador,
como por ejemplo: la “actio iniuriarum” que son procesos de multa, podían ser
acordados libremente entre las partes. A falta de acuerdo, se recurría a las
mismas 4 “decuriae” de aquél “album iudicium”, actualizado por el “Praetor
urbanus” o por el príncipe, que era normalmente para procesos penales.
Las otras partes de la ley, fueron muy importantes porque se dieron
específicamente para los “iudicia privata”.
Esta ley augustea fue reformadora por dos motivos:
-1- Porque quita vigencia al proceso de comprobación “per legis
“actiones”.
-2- Porque reorganizó el proceso de comprobación “per formulae”.
-1- LA ABOLICIÓN CASI TOTAL DEL
COMPROBACIÓN “PER LEGIS ACTIONES”:
PROCESO
DE
Completando la obra iniciada por la “Lex Aebutia”, la “Lex Iulia iudiciorum
privatorum” hizo obligatorio recurrir a la comprobación “per formulas
petitorias” que era el universalmente preferido por las partes en todos los
casos.
CASOS EN QUE TODAVIA SE SEGUÍA USANDO EL PROCEDIMIENTO DE
LAS “LEGIS ACTIONES”:
(1) Aquél de la vieja “actio damni infecti”.
(2) Aquél de los “centumviralia iudicia”, es decir, de los jueces en materia de
herencia y libertad, para los cuales le decisión era tradicionalmente remitida
el especial colegio juzgador de los “centumviri”.
(3) Aquél de la “legis actio per manus iniectionem”. Esta acción ejecutiva
no fue eliminada, aunque ya en siglos pasados había sido reducida a
escombros. En sustitución los acreedores usaban más que todo la “missio
in possessionem”.
-2- LA REORGANIZACIÓN DEL PROCESO DE COMPROBACIÓN
“PER FORMULAS”:
Como ya dijimos, la “Lex Iulia iudiciorum privatorum” hizo obligatorio recurrir
al PROCEDIMIENTO FORMULARIO O “PER FORMULAS”, el cual se había
276
convertido en el universalmente preferido por las partes en todos los casos,
salvo pocas excepciones.
(a). La reorganización del procedimiento “per formulas” se basó
esencialmente sobre la contraposición entre: “iudicia legitima” e “iudicia
continentia imperio”:
Por “iudicia legitima” la ley entendió todas las “litis” (correspondientes o no a
las materias típicas del procedimiento “per legis actiones”) las cuales
presentaran en concreto las siguientes cuatro características extrinsecas:
...1... Mediadas entre “cives Romani”.
...2... Desarrolladas en Roma.
...3... Sometidas a la decisión de un “iudex unus” ciudadano Romano.
...4... Además, podían ser decididas (sin incurrir en la “mors litis” hasta
el término de 18 meses desde la “litiscontestatio”.
Por “iudicia imperio continentia” se entendió todas las “litis” que faltaran de
uno de estos anteriores requisitos. Además, éstas se extinguían, así como en
el pasado, si no eran decididas dentro del año del cargo del magistrado que
las hubiera concedido con el “iussum iudicandi”.
(b). En el sistema del procedimiento formulario, la ejecución de la
“sententia” de condena, no se podía obtener directamente, sobre la base
de su puro y simple pronunciamiento:
Si el condenado se sustraía a la ejecución expontánea, se necesitaba que la
sentencia fuera puesta formalmente ejecutiva mediante el ejercicio por parte
del actor y en contra del condenado incumplidor, de una acción directa para
una nueva comprobación de la regularidad del pronunciamiento del primer
juzgador: la “actio iudicati”.
El condenado que, citado en juicio con la “actio iudicati”, aceptara el
fundamento del primer juicio: “infitiatio”, era condenado a pagar.
Si el condenado respondía y se oponía infundadamente, era condenado a
pagar el doble de la primera sentencia: “summa condemnationis”.
Si el condenado lobraba demostrar las buenas razones de su “infitiatio”, era
absuelto.
Frente a la condena de la “actio iudicati”, el condenado tenía todo el interés
de pagar al actor, si no lo hacía el magistrado concedía al vencedor la “missio
in possessionem”, la que regularmente se expresaba en la forma de la
“missio in bona”, es decir, de la introducción del actor y de todo otro acreedor
del condenado, en la posesión de todo el patrimonio del condenado mismo.
277
El decreto de la “missio in bona” abría el procedimiento ejecutivo
concursal:
Los bienes eran confiados provisionalmente a un “curator bonorum”.
Todos los acreedores del deudor insolvente se inscribían ante el “curator
bonorum”, con el objeto de concurrir a la repartición del patrimonio.
Los bienes eran vendidos en bloque: “venditio bonorum”, bajo la dirección de
un “magister bonorum”, al mejor oferente: “bonorum emptor”, y la utilidad
se repartía entre los acreedores.
La insolvencia, por lo tanto, conducía al fracaso, a la quiebra, es decir, a la total
bancarrota, y además, a la “infamia”, la cual golpeaba también a los deudores
insolventes ya muertos.
Para limitar estos efectos de ruina, el “Ius Publicum” intervino con 2
providencias:
---1--- Un “Senatusconsultum”: “de distractione bonorum”:
Concedido a los miembros del “Ordo senatorius” y en general a las “clarae
personae”, de obtener la venta, sin “infamia”, de sólo los bienes extrechamente
relacionados con el pago a los acreedores del momento: “distractio
bonorum”, beneficio ya concedido a los impúberes faltos de tutor, a través de
un “edictum”.
---2--- Una “Lex Iulia de cessione bonorum”:
Emitida en el año 17 a. C. Admitió a los deudores ceder voluntariamente el
patrimonio a todos los acreedores: “cessio bonorum” con el objeto de
sustraerse al menos a la “infamia”. Pero esto era posible si los acreedores lo
aceptaban.
G- LAS INTERVENCIONES DEL “IUS PUBLICUM” EN LOS
INSTITUTOS PRIVADOS:
De las intervenciones de mayor relevancia del “Ius Publicum” en las relaciones
del “Ius Vetus” efectuadas entre privados, es posible trazar las siguientes:
-1- EN MATERIA DE LOS SUJETOS DE LAS RELACIONES
JURÍDICAS:
 La “lex Iulia de collegiis” del año 21 a. C.:
278
Fue puesta para poner orden en el brote y multiplicación de asociaciones
privadas: “collegia” o “sodalitates”, con el fin de culto o de recreación, que
se estaba verificando en éste último siglo.
La ley disuelve de autoridad todos los “collegia existentes, a excepción de los
más antiguos o reconocidos por específicas leyes, “praeter antiqua et legitima”,
y estableció que para la constitución de nuevos “collegia” se debía tener la
autorización del Senado.
Un “Senatusconsultum”: “de collegiis”: confirmó ésta ley.
 La “Lex Claudia de tutela” del año 44 d. C.:
Abolió la tutela agnaticia perpetua sobre las mujeres.
 El “Senatusconsultum”: “Velleianum” del año 46 d. C.:
Para obviar la excesiva ligereza con la cual las mujeres se inducían a
garantizar deudas asumidas por personas para ellas muy queridas, declaró a
las “mulieres” incapaces de prestar garantía para otros (“intercedere pro aliis”),
con la consecuente invalidez de las fianzas por ellas otorgadas.
 El “Senatusconsultum”: “Ostorianum” del año 47 d. C.:
Pone limites al derecho reconocido a los patrones de asignar los “liberti” a los
propios hijos.
 El “Senatusconsultum”: “ad orationem Marci et Commodi”:
Prohibió el matrimonio entre pupila y tutor o hijo del tutor antes de presentar la
rendición de cuentas.
 La “Oratio Severi de tutelis” del año 195 d. C.:
Prohibió a tutores y curadores enajenar los “praedia rustica vel suburbana” de
sus pupilos, conminando a cargo de los infractores la pena del “duplum”.
-2- EN MATERIA DE “MANUMISSIONES”:
Las leyes augusteas y numerosos “Senatusconsultum” sucesivos, buscaron
combatir la excesiva flexibilidad de muchos propietarios en el liberar sus
esclavos y entonces, fijaron límites severos en cuanto a los efectos de la
adquisición de la “Civitas Romana”.
 La “Lex Fufia Caninia de manumissionibus” del año 2 a. C.:
Dispone que las “manumissiones testamento” debían hacerse indicando uno
después del otro y nominando (“nominatim”) los beneficiarios. Además,
estableció que eran nulas las liberaciones exorbitantes de un cierto porcentaje
máximo.
279
 El “Senatusconsultum”: “Orfitianum de manumissionibus”: del año 178
d. C.:
Alivió este rigor en el sentido de admitir que valieran como hechas “niminatim
manumissiones” las que permitieran una precisa identificación del beneficiario.
 La “Lex Aelia Sentia de manumissionibus” del año 4 d. C.:
Prohibió bajo la sanción de nulidad, las manumisiones testamentarias obradas
(aunque dentro de los límites de la “Lex Fufia Caninia”) con la intención o con el
resultado de perjudicar, disminuyendo el propio patrimonio, los derechos de los
acreedores o del patrón (“in fraudem creditorum vel patroni”).
Estableció que las “manumissiones inter vivos” hicieran adquirir la “Civitas
Romana” al liberto, sólo si era hecha por un “dominus” de al menos 20 años a
beneficio de un esclavo de al menos 30 años. O también, en caso diverso,
fueran hechas “vindicta” y con base en una “iusta causa manumissiones”
sometida al juicio de un especial “consilium” de al menos 5 senadores y 5
caballeros o en provincia de 20 “recuperatores” de ciudadanía romana.
Para las “manumissiones” de esclavos manchados con mala conducta, porque
condenados a penas infamantes o destinados a espectáculos de circo, dispuso
que los libertados, antes de adquirir la “Civitas Romana”, asumieran el “status
de peregrini dediticii”, es decir, “dediticii Aeliani”.
Para las “manumissiones” de esclavos liberados en edad inferior a 30 años o
por propietarios menores de 20 años, implicó que su situación no fuera aquélla
de los “Cives Romani”, si no solamente aquélla de los “latinos”:”Latini Aeliani”, a
quienes un “Senatusconsultum”: “Pegasianum de latinis”: en tiempos de
Vespasiano, permitió la adquisición de la ciudadanía romana cuando hubieran
cumplido los 30 años.
 El “Senatusconsultum”: “de manumissionibus in fraudem creditorum
possessio vel ususfructus”:
Emitido bajo el gobierno de Adriano. Extendió por analogía la prohibición de
“manumissio in fraudem creditorum” a los propietarios peregrinos (titulares sólo
de la “possessio vel ususfructus”).
 La “Lex Iunia Norbana de manumissionibus” del año 19 d. C.:
Buscó limitar los efectos de las “manumissiones praetoriae”, tan fáciles de
hacerse y por lo tanto tan frecuentes, precisando que los esclavos liberados en
tal modo adquieran solamente la latinidad: “Latini Iuniani”.
Dado que la “Latinitas” de los “Latini Iuniani” estaba acompañada por la
incapacidad de testar, por lo tanto también, por la incapacidad de adquisición
hereditaria (“iure patroni”) de sus bienes por parte de los manumisores. Por
esto se decía que los “Latini Iuniani vivunt ut liberi, moriuntur ut servi”, es decir,
que los “Latini Iuniani” viven como libres, pero mueren como esclavos.
280
 Así es que fue emanada la “Lex Visellia de libertinis” del año 24 d. C.:
Que fijó las condiciones, gravosas pero no imposibles, para la adquisición por
parte de los “Latini Iuniani” de la ciudadanía romana. Por ejemplo, si habían
prestado servicio por al menos 6 años entre los “vigiles” en Roma.
 La “Lex Iunia Petronia de liberalibus causis” del año 19 d. C.:
Estableció que en las “causae liberales”, es decir, en los procesos iniciados
para la averiguación de la existencia o no del estado de libertad, de “ingenuitas”
o no de las personas (procesos celebrados frente a los “centumviri” o en
provincias frente a los “praesides” con intervención de los “recuperatores”),
donde se registrara paridad de votos en sentido discorde entre los juzgadores,
la decisión debía entenderse a favor de la libertad, “favor libertatis”.
-3- EN MATERIA DE “MATRIMONIUM”:
 La “Lex Iulia de maritandis ordinibus” del año 18 a. C.
 La “Lex Iulia de adulteriis” del año 18 a. C.
 La “Lex Papia Poppaea nuptialis” del año 9 d. C.
Estas leyes en conexión, operaron un reordenamiento profundo del matrimonio,
para combatir la disminución de las uniones conyugales y de los nacimientos.
-
EN CUANTO A LAS “NUPTIAE”:
Se estableció la obligación de contraer matrimonio respecto a los hombres
entre los 25 y los 60 años, y respecto a las mujeres entre los 20 y los 50 años.
Los contraventores a esta obligación matrimonial eran inhábiles para “capere” il
“dominium” sobre los bienes a ellos dejados en herencia o en legado por
personas no afines, ni parientes entre el sexto grado. También, se les prohibió
el acceso a públicos espectáculos.
En caso de disolución del matrimonio, se concedió una breve “vacatio” a las
mujeres, para permitir fueran escogidas por un nuevo marido.
-
EN CUANTO A LOS NACIMIENTOS:
Se estableció que los conyuges sin hijos (“orbi”), no pudieran recibir “ex
testamento”, por personas no afines, ni parientes entre el sexto grado, que la
mitad de los bienes contemplados.
La existencia de hijos y su número influyó, además, para fines de la obtención
de cargos públicos, para la exención de los “munera publica”, para los libertos
respecto a la obligación de “operae” de prestar al patrón o del derecho
hereditario del patrón sobre sus bienes.
281
Los bienes dejados por quien no tuviera descendientes (“bona vacantia” y
aquellos no adquiridos por efecto de la incapacidad determinada por las leyes
matrimoniales (“bona caduca”) fueron dados al “aerarium” y más tarde, quizá
con Caracalla, al “fiscus Caesaris”.
Para evitar las no aplicaciones de estas medidas se expidieron por ejemplo los
siguientes “senatusconsultum”:
 El “Senatusconsultum”: Persicianum”: del año 34 d. C.
Junto
con
el
“Senatusconsultum”:
“Claudianum”
y
el
“Senatusconsultum”: “Calvisianum”: del año 61 d. C., para la hipotésis de
matrimonios para hombres después de los 60 años y para las mujeres después
de los 50 años, admitió también la posibilidad impar, es decir, la unión conyugal
entre una persona dentro de los límites de edad y una persona fuera de
aquéllos límites.
 El “Senatusconsultum”: “Claudianum de nuptiis”: del año 49 d. C.
(Requerido por Claudio para poderse casar con Agrippina). Declaró válido el
matrimonio entre tio, “patruus” (hermano del padre), y sobrina, que antes era
considerado incestuoso por la existencia del impedimento de la “cognatio”.
Continuaron a ser prohibidos los matrimonios con la “amita” (tía, hermana del
padre), con el “avunculus” (tío, hermano de la madre), y con la “matertera”
(tía, hermana de la madre).
 El “Senatusconsultum”: “Claudianum de contubernio”: del año 52 d. C.
Regula las situaciones determinadas por las frecuentes uniones “more uxorio”,
de mujeres libres con hombres con hombres de condición servil, estableciendo:
1. Si una mujer “libera et ingenua” entraba en unión estable con un esclavo,
“contubernium”, con el consentimiento del propietario de éste, ella perdía
solamente la “ingenuitas”.
2. Si una mujer libre e ingenua entraba en unión contubernal con un esclavo,
sin el consentimiento del propietario de éste, ella y sus hijos se convertían
también en esclavos del “dominus”.
3. Si un hombre libre esposaba una esclava, de buena fe creyéndola libre, los
hijos de sexo masculino eran libres, pero las hijas eran esclavas porque
debían seguir la suerte de la madre.
 El “Senatusconsultum”: “Memmianum”: del año 63 d. C.
Estableció que no tuvieran relevancia las adopciones simuladas.
282
 El “Senatusconsultum”: “Plancianum”: de la edad de Vespasiano (69 –
79 d. C.).
Disciplina la delicada hipótesis de la certeza del parto, sea entre divorciados,
que entre los mismos conyuges, para evitar el peligro del abandono o de la
suposición de parto.
 El “Senatusconsultum”: “ad oratinem severi” - “ad oratinem Antonini
Caracallae de donationibus inter vium et uxorem”:
De la época de los Severos (193 – 235 d. C.), pero especialmente de Marco
Aurelio Antonino – Caracalla (211 – 217 d. C.).
Introducen la hipótesis de convalidación de las donaciones entre conyuges (las
cuales eran por regla inválidas), estableciendo que la “donatio” era convalidada
cuando el donante había muerto sin haberla revocado y sin haber cambiado su
voluntad.
-4- EN MATERIA DE SUCESIÓN “MORTIS CAUSA”:
 La “Lex Iulia Vellaea testamentaria” del año 28 d. C.
Permitió instituir o desheradar a los hijos todavía no nacidos al momento de la
confección del testamento, con tal de que, vinieran al mundo antes de la
muerte del testador.
 El “Senatusconsutum”: “Neronianum de legatis” del año 60 d. C.
Estableció con apreciable simplificación de las reglas del “Ius Civile Vetus” que
un “legatum per vindicationem” inválido, debía ser considerado, subsistiendo
los requisitos relativos, como un válido “legatum per damnationem” a cargo del
heredero.
 El “Senatusconsultum”: “Tertullianum” de la edad de Adriano (117-138
d. C.)
 El “Senatusconsultum”: “Orfitianum de hereditate” del año 178 d. C.
Introducen, respectivamente, la sucesión “ab intestato” de la madre a los hijos y
de los hijos a la madre.
-5- EN MATERIA DE RELACIONES ABSOLUTAS:
Se recuerdan algunas providencias limitativas de los derechos de los
propietarios inmobiliarios:
 La “Lex Iulia de modo aedificiorum urbis” del año 18 d. C.}
283
Limitó el espesor de los muros maestros y por lo tanto, la altura de las casas.
 La “Lex Iulia sumptuaria”:
Igualmente, limitó los desperdicios en los banquetes y en los vestidos y
ornamentos femeninos.
 El “Senatusconsultum”: “Hosidianum e Volusianum de aedificiis non
diruendis” del año 44 d. C.
Contrario a la demolición de edificios con fines de lucro.
 La “Lex Petronia de servis” del año 61 d. C.
Limitó a los “domini” la facultad de mandar “ad bestias” a sus esclavos.
-6- EN MATERIA DE RELACIONES RELATIVAS:
 El “Senatusconsultum”: “Macedonianum” del año 79 d. C.
Para impedir que los “filii familiarum”, es decir, los hijos de familia se hicieran
dar dinero o un mutuo, en vista de la muerte de los padres y que, para
convertirse rn “Sui Iuris” y proceder por lo tanto al pago solicitado por sus
acreedores, se inclinaran, incluso, al parricidio (crimen que había manchado a
Macedone). Se invitó a los magistrados iusdicentes a denegar en todo tiempo
la acción a los acreedores o también, a concederle al mutuario una “exceptio
senatusconsultum Macedonianum”, por el que los mutuos hechos a los “filii
familiarum” ya no tenían cobertura judicial y por lo tanto, prácticamente eran
nulos.
H- EL “IUS HONORARIUM”:
Frente a la vitalidad del “Ius Civile” y del “Ius Publicum”, se dio desde el siglo I
d. C., una acentuada decadencia del “Ius Honorarium”.
A inicios de la fase adrianea, el sisstema honorario estaba ya prácticamente
privado de la capacidad de acrescentarse y de modificarse. El último “edictum
novum”, de la cual se tiene segura noticia, fue emanado durante la “praetura”
de Salvio Giuliano, el famoso jurista.
La corriente doctrina romanistica, expone que la extinción del “Ius Honorarium”
y en particular del “Ius Praetorium”, se coronó oficialmente con una codificación
del “edictum praetoris”, que Adriano comisionó, alrededor del año 130 d. C. a
Salvio Giuliano.
Después que se hizo la recolección y la organización en un texto definitivo,
Adriano emitió un “senatusconsultum” normativo, según el cual el edicto
definitivo no podía ser ulteriormente modificado por los magistrados y que cada
284
nueva situación que se hiciera necesaria y se presentara ineludiblemente, le
esperaba exclusivamente al príncipe.
I- EL ORDEN DEFINITIVO DEL “EDICTUM PERPETUUM”:
Con la extinción del “Ius Honorarium”, en curso de la fase adrianea, y
particularmente, después del principado de Adriano, los “edicta” de los
magistrados iusdicentes, se acrescentaron de poquísimas cláusulas nuevas y
permaneciaron sustancialmente invariados; si existieron variaciones, estas se
dieron en el sentido de una semplificación o racionalización de los textos, de
las cuales vienen a ser eliminadas cláusulas ya superadas.
El estilo sufrió modificaciones pero muy limitadas.
El “edictum” por
antonomasia se convierte el del “Praetor Urbanus”, pues aquéllos del “Praetor
Peregrinus” y de los “praesides” provinciales se habían convertido
prácticamente en sólo reproducciones.
Por su carácter de unidad e inmutabilidad, se consideró un texto normativo
inmutable y por esto se le denominó: “edictum perpetuum”, no en el sentido
antiguo del edicto anual, si no en el sentido propio de eterno.
6- EL “IUS NOVUM”:
-A- MARCO GENERAL:
La concepción del “Ius Novum” se perfiló y afirmó en Roma, con la extinción de
la vitalidad de los sistemas del “Ius Vetus”. Sus presimas fueron, por lo tanto,
puestas en el curso de la fase augustea, mientras sólo en la sucesiva fase
adrianea, del período clásico, se maduraron las condiciones para su triunfo.
A parte el hecho de que la individuación explícita del “Ius Novum” (o “extra
ordinarium”) también en la jurisprudencia adrianea fue más que todo incierta y
esporádica, el “Ius Novum” no va reconstruido como una clase de nuevo
sistema jurídico que viene a agregarse y a hacer concurrencia a los antiguos
sistemas del “Ius Civile” y del “Ius Publicum”, por un lado, y del “Ius
Honorarium”, del otro lado.
Es necesario decir que, en el curso de la época clásica se verificó la formación
progresiva de un concepto unitario del ordenamiento jurídico, por lo que el “Ius
Novum” no tuvo términos de confrontación con los viejos y ya superados
sistemas jurídicos.
-B- LAS CARACTERÍSTICAS DEL “IUS NOVUM”:
Las características fisionómicas del “Ius Novum” clásico fueron dos:
285
(a) La proveniencia de los nuevos institutos o de las innovaciones a los viejos
institutos, por vía directa o indirecta, de la voluntad normativa del príncipe.
(b) La realización de los derechos emanados de tales fuentes mediante la
“cognitio extra ordinem”, es decir, por medio de procedimientos extraños
al “ordo iudiciarum publicorum et privatorum”.
Estas características se identifican plenamente en la fase adrianea, en cuanto:
(1) Las “Constitutiones principum” fueron consideradas subrogatorias de la
“Lex Publicae”, y abiertamente se afirmó que:
“quod principi placuit, legis habet vigorem”.
(2) De las fuentes típicas del “Ius Vetus”, la única sobreviviente y escasamente
operante fue el “senatusconsultum”, pero sustancialmente transformado en
“oratio principis”, es decir, en fuente indirecta de la normativa del
príncipe.
(3) También el “Ius Publice respondendi” decae y los juristas pasaron a cumplir
obra activa sólo al interno del “Consilium Principis”, con los fines de la
evolución del derecho.
(4) La Cognitio extra ordinem” primó como suprema
exclusivamente sometida a la voluntad del príncipe
instancia
y
La fase augustea fue el teatro de las señales del rango adrianeo del “Ius
Novum”.
-C- LA “COGNITIO EXTRA ORDINEM” DEL SENADO Y DE LOS
MAGISTRADOS:
Entre las señales de la edad augustea y adrianea del “Ius Novum” clásico, se
indica sobre todo la “cognitio extra ordinem” ejercitada en los primeros tiempos
por el “Senatus” y por algunos magistrados.
Se trató de actividades jurisdiccionales extrañas a las reglas del “ordo
iudiciorum publicorum et privatorum”, por tanto, de la “cognitio extra
ordinem” por parte del príncipe, especialmente en la fase adrianea.
Su característica desde el punto de vista formal, fue aquélla de hacer primar la
autoridad del Senado o de los magistrados; en realidad, detrás de todo esto
estaban los príncipes, los cuales, aunque cuando no habían sido los creadores
de estas jurisdicciones especiales, de todas maneras, influyeron grandemente
sobre estas, en espera de cumplir el paso ulterior de su absorbimiento total en
la “cognitio extra ordinem”.
286
-D- LA “COGNITIO EXTRA ORDINEM” EN EL CAMPO DE LA
JUSTICIA CRIMINAL:
La “cognitio extra ordinem” se desarrolló desde el inicio con mucho vigor,
principalmente porque el procedimiento de las “quaestiones perpetuae”,
constituyente del “ordo iudiciorum publicorum”, organizado por la “Lex Iulia”,
había desembocado rígidamente en penas fijas establecidas por la ley.
Fuera de los límites de las “quaestiones perpetuae”, la “coercitio” magistratual
de los tiempos de las “Respublica Nacional Romana”, permanecía intacta, con
posibilidad de expresarse grandemente y de resolverse en penas adecuadas,
según la gravedad mayor o menor de los hechos criminales y además, del
concurso de circustancias agravantes o atenuantes y según la condición social
de los reos, bien fueran “honestiores” o fueran “humiliores”.
Pero teóricamente, la “coercitio” magistratual estaba siempre limitada por el
derecho de “provocatio ad populum”; además, desde los tiempos de la crisis de
la “Respublica Nacional Romana” con la decadencia de las asambleas
populares, este procedimiento estaba prácticamente desueto. En lugar del
proceso comicial se había perfilado para los casos más graves, como por
ejemplo, los delitos contra el estado, el sistema de la intevención judicial del
Senado, el cual a solicitud de los magistrados investigadores-inquisitorios,
participaba en la instrucción y daba su opinión sobre la decisión de la causa.
Además, en las provincias, sea imperiales que senatoriales, la “cognitio extra
ordinem” de los “praesides” se había difundido grandemente, sobre todo para
los crimenes que implicaban la pena de muerte.
-E- LA “COGNITIO EXTRA ORDINEM” EN EL CAMPO DE LA
JUSTICIA PRIVADA:
La “cognitio extra ordinem” se desarrolló con mayor cautela y actuó
esencialmente a través de dos elementos que se constituyeron en objetivos:
1- El repudio de la distinción del proceso en dos fases.
Que el proceso ya no tuviera las dos fases que se venían desarrollando desde
el período arcaico, la fase “in iure” y la fase “apud iudicem”.
2- La instauración de un procedimiento más rápido.
Lo que se buscaba instaurar a través de la “cognitio extra ordinem” era un
procedimiento más expedito y célere, pero sobre todo, con más autoridad, es
decir, en este caso, aplicado directamente por el príncipe.
LAS CARACTERÍSTICAS DE LA “COGNITIO EXTRA ORDINEM”:
Eran las siguientes:
287
(1) El juicio no estaba condicionado al buen querer del demandado de
aceptarlo y sufrirlo, es decir, procediendo a la “litis contestatio”, si no que al
actor se le reconocía el poder de obtener el juicio aunque sin el beneplácito
de la contraparte, que en tal caso, era juzgada en “contumacia”.
(2) El juicio era adelantado en su totalidad por el magistrado correspondiente,
que juzgaba en derecho y en hecho con amplios poderes de “inquisitio”.
RAZONES POR LAS CUALES SE RECURRE A LA “COGNITIO EXTRA
ORDINEM”:
Algunas de las razones por las cuales se recurrió a este nuevo procedimiento
son las siguientes:
1. Por la necesidad de decidir en modo sumario y rápido algunas cuestiones
de relevante importancia social.
2. Otras veces, por la oportunidad de confiar a especiales magistrados el juicio
de
algunos
nuevos
institutos,
netamente
antitradicionales
y
prevalentemente fundamentados por iniciativa del “Princeps”. Por ejemplo,
cuando Augusto confortó con su “auctoritas” el instituto del
“fideicommissum”, se ocuparon de su vigilancia los “consules”, pero más
tarde fueron sustituidos por el especial “praetor fideicommissarius”.
Igualmente, le sucedió a los cónsules cuando fueron sustituidos por el
especial “Praetor tutelaris”, para resolver ciertas cuestiones entre “pupilli” y
tutores, y así en varios casos.
Las huellas de la fase augustea fueron ampliamente cubiertas por la fase
adrianea.
-F- LA EVOLUCIÓN DE LA ACTIVIDAD “EXTRA ORDINEM” DE
LOS PRÍNCIPES:
La actividad “extra ordinem” de los príncipes tuvieron en la fase adrianea dos
caracteres:
1. Carácter normativo:
Sustitutivo de las “leges publicae”.
2. Carácter ordenador:
Sustitutivo de la jurisdicción en materia civil y criminal.
Pero para entender este cuadro es necesario individuar el proceso de
formación de la actividad “extra ordinem” de los príncipes, que se empezó a
desenvolver durante el marco de la fase augustea.
288
En la fase augustea los príncipes en materia jurídica se conectaron con tres
fundamentos:
(1) Su cualificación jurídica de “magistratus”.
(2) Su “Imperium proconsulare maius et infinitum”.
(3) Su genérica “auctoritas” social de “Princeps”.
De estos tres fundamentos derivaron los tres diversos tipos de intervención
principesca, que después derivó también en la correspondiente intervención
imperial:
1- Los príncipes intervinieron, con el fin de la aplicación del derecho, con el
fundamento y sobre la base de los “Imperia” magistratuales, ordinarios y
extraordinarios, a ellos atribuidos:
 Sea como titulares de los “Imperia” sobre las “provinciae”.
 Sea como comandantes militares.
 Sea como cónsules.
Sería dificil dar un cuadro completo de las múltiples actividades “extra ordinem”
ejercitadas en materia, por parte de los príncipes.
Pero en conclusión, los príncipes coincidieron en forma total y absorbente, con
la acción de los otros magistrados, aunque con la gran diferencia, que su
actuación tenía relieve práctico más notable.
Los príncipes recurrieron a las formas usuales:

Los “decreta magistratuum”:
Decisiones normativas y ordenadores “ex imperio”.

El “mandatum”:
Encargo a funcionarios civiles o militares dependientes, como los “praesides”
de las provincias, o los “legati legionum”, para cumplir ciertas actividades por
cuenta del “Princeps”, que era el verdadero titular del “imperium”

Mediante “mandata”:
Los príncipes dieron el inicio y formación del “privilegium” de los “testamentum
militis”, acto testamentario exento de formalidades, permitiendo derogar el
derecho vigente a los militares.
289
2- Como titulares del “Imperium proconsulare maius et infinitum”, que
mediante “lex publica” se les concedió a título vitalicio, los príncipes tuvieron
la potestad de emanar providencias, denominadas: “decreta” y llamadas
genéricamente: “Constitutiones principum”, sean normativas u
ordenadoras, con eficacia superior a cualquier otra providencia de gobierno,
que no fuera una “lex publica”.
Su eficacia dependía de los límites mismos de la materia y del tiempo del
“imperium proconsulare maius et infinitum” vitalicio. Estas limitaciones se
sintieron fuertemente en la fase augustea, pero ya a finales del siglo I d. C., las
“Constitutiones” de un “Princeps”, se acostumbraban a considerar tácita y
colectivamente confirmadas por el sucesor, cuando no las abrogaba en forma
explícita.
3- Gran influencia tuvieron los príncipes en la evolución del ordenamiento
jurídico, también por el hecho de ser portadores de la “auctoritas” social, por
todos reconocida.
Aunque sin tener al inicio fuerza obligatoria, las intervenciones de los príncipes
fueron numerosas y prácticamente decisivas. Con sus opiniones jurídicas, los
príncipes desenvolvieron con el tiempo, una concurrencia siempre cada vez
mayor, con relación a los jurisconsultos en la actividad de los “responsa”.
Con la “cognitio extra ordinem” de las litis, a veces ya decididas por los
magistrados y por los jueces, pero remitidas a los príncipes a través de la
“appellatio” de las partes, los príncipes ejercitaban una singular concurrencia a
la justicia ordinaria, cada vez más devaluada en la práctica.
A diferencia, en la fase adrianea, las opiniones y decisiones del “Princeps” se
convirtieron en jurídicamente vinculantes, con carácter de “Constitutiones
principum” para las partes y para los jueces.
Las opiniones eran expresadas mediante “rescripta” o “subscriptiones”, que
eran los “responsa” formulados por el “Princeps” a solicitud de los privados.
Los “rescripta” eran marcados por la cancillería como “a libellis” sobre la
margen misma.
Las decisiones judiciales eran manifestadas mediante “sententiae”
sumariamente motivadas y publicadas por la cancillería “a cognitionibus”.
-G- CLASIFICACIÓN DE LAS “CONSTITUTIONES PRINCIPUM”:
Las “Constitutiones principum” fueron de tres especies:
1. “Decreta principum”:
Análogos a los “decreta magistratuum”.
2. “Edicta ad praesides provinciarum”:
290
Instrucciones generales formuladas generalmente en tono de consejo o de
deseo (“placet” – “arbitor” – “censeo”), relativas a los criterios que los
gobernadores de las provincias, senatoriales o imperiales, debían seguir en la
dirección de éstas.
3- “Epistulae”:
Eran instrucciones y consejos a los magistrados o a los funcionarios de la
cancillería principesca, pero expedidas a título de respuesta escrita a
interrogaciones formuladas.
-H- LA “COGNITIO EXTRA ORDINEM” DE LOS PRINCIPES EN
MATERIA CRIMINAL:
-1- EVOLUCIÓN Y CARACTERÍSTICAS:
La “Cognitio extra ordinem” en materia criminal sufrió en la fase adrianea un
proceso de reorganización unitaria.
Las “quaestiones perpetuae”, aunque sin ser abolidas, fueron prácticamente
puestas de un lado, y también, la misma “cognitio” extraordinaria del Senado
decae, hasta limitarse a los crímenes de carácter político cometidos por
magistrados y senadores.
Así es que, queda prácticamente solo la “cognitio extra ordinem” del “Princeps”,
fundamentada sobre su “Imperium proconsulare maius et infinitum”, o en Roma
sobre su “Tribunicia potestas”.
Por delegación del “Princeps” la “cognitio extra ordinem” fue ejercitada:

En Roma: Por el “Praefectus Urbi” y por el “Praefectus vigilum”.

En Italia: Por el “Praefectus Praetorio”.

En las Provincias: Por los “Praesides”.
Con el tiempo, por fin, se concretó y clarificó el nuevo sistema represivo y se
especificaron las varias figuras de “crimen” perseguidos “extra ordinem” por la
autoridad, quien tenía la iniciativa y actuaba, o por denuncia privada,
“accusatio” – “delatio”, o por relación directa con los hechos por parte de los
oficiales subalternos de la policia.
Por tanto se empezó a hablar de “crimina extraordinaria” con sus relativas
“poenae extra ordinem”, creándose finalmente un sistema punitivo articulado y
orgánico, que Roma nunca había tenido.
DIRECTIVAS DE LA “COGNITIO CRIMINA EXTRA ORDINEM”:
291
Estas fueron las siguientes:
 No bastaba acertar la comisión material del hecho criminal por parte del
imputado; también, se debía establecer si el hecho había sido cometido a
conciencia y con la voluntad de cometer un crimen (“dolo malo” – “sponte” –
consultato”).
 Y además, se debía analizar ulteriormente, para fines de aplicación de la
pena adecuada, el grado de intensidad del “dolus” (mayor o menor).
 Igualmente, debía tenerse en cuenta, toda otra circunstancia de modo,
tiempo y lugar.
 De la misma manera era importante, conocer si la persona del imputado
tenía responsabilidad psíquica y material para cometer el crimen.
La “cognitio extra ordinem” se desarrollaba por el funcionario competente, sin
derecho a jurados; por este motivo la sentencia era definitiva.
Si el proceso no se llevaba directamente frente al “Princeps”, se podía pensar
en una “appellatio”, para que el príncipe examinara la cuestión y eventualmente
anulara o redujera la condena. Pero ésta “appellatio”, no era un derecho del
condenado, si no una gracia solicitada por el condenado al “Princeps”, quien
podía concederla o no.
-2- LAS “POENAE EXTRA ORDINEM”:
Las penas aplicadas correspondientemente a los crímenes eran muy variadas:
 “SUMMA SUPPLICIA”:
Eran las muertes ignominiosas como la “crucifixio” y la “damnatio ad
bestias”.
 “POENA CAPITIS”:
Consistía en la “detruncatio caput” (decapitación), y en la “strangulatio”
(estrangulamiento).
 “TRABAJOS FORZADOS”:
Consistía especialmente en la “damnatio ad metalla” en las minas del estado,
etc.
 “SERVITUS POENAE”:
Consistía en la reducción del condenado a la esclvitud.
292
 “EXILIUM”:
Era el exilio.
 “DEPORTATIO IN INSULAM”:
Consistía en la permanencia forzada en una localidad aislada, con la
consecuente “ademtio civitatis et bonorum”, es decir, la pérdida de la
ciudadanía y la total confiscación de los bienes.
 “RELEGATIO IN INSULAM”:
Es análoga a la anterior, pero sin la “ademtio civitatis et bonorum”.
 “FUSTIUM ICTUS”:
Era la fustigación.
 “ADEMPTIO CIVITATIS”:
Consistía en la pérdida de la ciudadanía.
 “ADEMPTIO BONORUM”:
Era la confiscación total del patrimonio.
 PENAS MENORES O ACCESORIAS:
 De carácter pecuniario: la “MULCTAE”.
 De carácter social y político: La interdicción de los derechos.
No se contempló como pena la reclusión, pero si se practicó el
encarcelacimiento preventivo, o sea, la “custodia reorum” en espera del
juicio.
Es importante anotar que, imputables se consideraban también las mujeres y
los esclavos, que fueron entonces sustraídos del “Ius vitae ac necis” del
“paterfamilias”.
En cambio, fueron reconocidos como casi inimputables “ad personam”, los
“honestiores” y las personas con privilegios personales concedidos por el
“Princeps”.
-3- LOS PRINCIPALES “CRIMINA EXTRA ORDINEM”:
Las varias figuras de los “crimina extraordinaria”, se desenvuelven
principalmente sobre la base de la analogía con aquéllos previstos por las
“leges” en las “quaestiones perpetuae”. Permanecen en general las viejas
terminologías, pero se perfeccionan.
293
(1). EL “CRIMEN REPETUNDARUM”:
Se amplió hasta comprender todas las malversaciones de los funcionarios
públicos y también de privados investidos de públicas funciones (acusadores,
testigos, etc.).
La pena normal era la “deportatio in insulam”, con la obligación de restituir el
“quadruplum”.
Figura agravada, introducida por “constitutiones principum” fue:
EL “CRIMEN CONCUSSIONIS”:
Consistente en la extorsión de dinero efectuada por magistrados o funcionarios,
con la amenaza de cumplir o no actos de oficio.
La pena de este crimen fue más fuerte, y para los “humiliores” llegó hasta la
muerte.
(2). EL “CRIMEN MAIESTATIS”:
Se convierte en un catálogo bastante amplio de hipótesis de atentados contra
el gobierno y particularmente contra el “Princeps”, cometidos por funcionarios
públicos o privados:
 La insubordinación.
 La felonía (deslealtad).
 Paso al enemigo.
 Falso juramento.
 Rechazo de juramento “in verba principis”. (Por ejemplo, muy cometido por
los cristianos).
 La “Perduellio” (en sentido estricto: alta traición).
Con los Severos, la pena normal fue la “poena capitis” o la exposición a las
bestias en el circo.
Luego, frente al condenado se procedía a la “ademptio bonorum” y a la
“damnatio memoriae”.
(3). EL “CRIMEN VIS”:
Sufrió notables extensiones:
 El rechazo de la autoridad a dar curso a la apelación interpuesta por el
condenado.
294
 El robo – atraco cometido con ocasión de un naufragio.
 El ejercicio arbitrario de las propias razones cometido por el acreedor.
 El “CRIMEN SEDITIO”.
Las penas eran muy variadas y graduadas según la gravedad del crimen. Se
iba, en el ejercicio arbitrario por el acreedor, desde una simple sanción
pecuniaria a favor de la víctima, hasta la “crucifixio” o la “damnatio ad bestias”
frente a la sedición.
(4). EL “CRIMEN SODALICIORUM”:
Perdió importancia con la decadencia de las asambleas populares.
(5). EL “CRIMEN AMBITUS”:
Igual que el anterior.
(6). EL “CRIMEN PECULATUS”:
Sufrió pocas ampliaciones respecto al régimen de la “Lex Iulia”.
La pena normal fue la “deportatio in insulam”.
(7). EL “CRIMEN HOMICIDII”:
Para la hipótesis del “PARRICIDIUM”, entendida como el asesinato al padre,
se continuó con la terrible pena arcaica de la “poena cullei”.
Se multiplicaron las hipótesis criminales:
 El asesinato intencional de un esclavo.
 La castración de libres y esclavos.
 Suministración de preparados abortivos y afrodisiacos.
La pena era la “deportatio in insulam”.
A esta pena se condenaba el juez que hubiera aceptado dinero para pronunciar
una condena de muerte.
(8). EL “CRIMEN FALSI”:
Fue objeto de particular persecusión y de múltiples extensiones:
 La falsedad documental.
295
 La falsedad testamentaria.
 La falsedad en pesos y medidas.
 La suposición de parto.
 El uso de nombre falso.
 El falso crédito.
 La infidelidad del depositario de documentos. Etc.
La pena normalmente era la “deportatio in insulam”, pero para los “humiliores”
podía ser la “crucifixio” o la “damnatio in metallum”.
(9). EL “CRIMEN PLAGII”:
Se convierte progresivamente relativo a todo abuso en el ejercicio de la
“dominica potestas” sobre los esclavos propios o ajenos y el comportamiento
como “dominus” sobre un hombre libre.
La pena ordinaria fue la “relegatio in insulam” con la “ademptio dimidiae partis
bonorum” para los “honestiores” y para los “humiliores” la “damnatio in
metallum”.
(10). EL “CRIMEN CALUMNIAE”:
Dentro de este crimen se agregan hipótesis como:
 La acusación dolosamente falsa.
 La acusación o la denuncia culposamente falsa.
La pena fue aquélla misma que podría haber sufrido la víctima de la calumnia.
Figuras criminales conexas a la calumnia fueron:
EL “CRIMEN RECEPTATORUM”:
Que consistía en el favorecimiento del crimen.
EL “CRIMEN EFFRACTIONIS”:
Que era la evasión de la cárcel preventiva.
Otros crímenes se fueron creando a través de “poenae publicae extra ordinem”
para actos originariamente considerados como ilícitos privados del “Ius Civile” y
del “Ius Honorarium”:
296
(11). EL “CRIMEN INFAMIA ET INIURIA”:
Ya con sanciones públicas dadas por la “Lex Cornelia de iniuriis”.
Tenía hipótesis como:
 La difusión de libelos difamatorios, “libella famosa”.
 Las ofensas al pudor de mujeres de buenas costumbres y de adolescentes.
 El vilipendio ajeno.
 La ofensa a personas de alta condición, “iniuria atrox”.
(12). EL “CRIMEN FURTUM”:
Incluía varias hipótesis:
 El hurto con violencia.
 El hurto en lugares expuestos al público.
En forma específica de la siguiente manera:
EL “CRIMEN ABIGEATUS”:
Consistía en el hurto de ganado en manada.
EL “CRIMEN EXPILATA HEREDITAS”:
Era el hurto de “res hereditariae” en espera de aceptación.
EL “CRIMEN SACRILEGIUM”:
Consitía en el hurto de la “res sacrae” y de la “res religiosae”.
(13). EL “CRIMEN SEPULCHRUM VIOLATUM”:
Era la violación de sepulcros.
(14). EL “CRIMEN TERMINI MOTI”:
Consistía en el traslado de piedras que fijan los límites entre propiedades
privadas.
(15). EL “CRIMEN ANNONAE”:
297
Era el acaparamiento de mercancias y productos con el objeto de alzar los
precios.
(16). EL “CRIMEN STELLIONATUS”.
Relativo a toda especie de estafa o fraude o engaño para daño de privados.
(17). EL ABUSO O LA ALTERACIÓN DE OBRAS PÚBLICAS.
-I- LA “COGNITIO EXTRA ORDINEM” DE LOS PRÍNCIPES EN
LAS LITES PRIVADAS:
La organización unitaria de la “cognitio extra ordinem” de las lites privadas, se
desarrolla en el pasaje de la fase augustea e la fase adrianea del período
clásico, de la “Respublica Universal Romana”, paralelamente al proceso de
organización unitaria de la “cognitio extra ordinem” en materia criminal.
El “Princeps”, se convierte también en éste campo, en el “cognitor” supremo e
inapelable de toda cuestión.
Es importante que quede claro que el rango adrianeo de la “cognitio extra
ordinem” no significó el abandono de la “cognitio ordinaria” representada en el
viejo procedimiento “per formulas”. Esta permanece todavía aplicada en Roma
y en Italia y en una escala menos vasta en las provincias senatoriales,
sirviendo en la decisión de las controversias en primer grado. En cambio, en
las provincias imperiales, la “cognitio extraordinaria” prevalece también para las
primeras instancias frente al “ordo iudiciorum privatorum”.
De todas maneras, la “cognitio extra ordinem” del “Princeps” era admitida en
todo caso por “appellatio” de la parte interesada; “cognitio” que ya no estaba
considerada en ningún caso de carácter extrajurídico, si no que tenía plena
eficacia para eliminar el primer juicio y de sustituirlo por otro definitivo.
El juicio privado en la “cognitio extra ordinem” podía ser iniciado por quien
tuviera interés, en dos modos:
1- Mediante la “DENUNTIATIO”:
Era la invitación, escrita o también oral, que el actor dirigía directamente al
demandado, con el objeto de que compareciera frente al juzgador en audiencia.
Pero era fácil para el demandado no tenerla en cuenta, y cuanto menos, podía
retardar la tratativa de la causa.
2- Mediante la “EVOCATIO”:
Que terminó por prevalecer sobre el otro sistema.
Era una orden de comparecencia a una audiencia fija, que el juez enviaba al
demandado, a instancia del actor.
298
Se practicaban tres tipos de “evocatio”:
...1... “Evocatio denuntiationibus ex auctoritate”:
Era la misma “denuntiatio” pero acompañada de la providencia de
comparecencia emitida por el juez.
...2... “Evocatio litteris”:
Era una orden escrita emitida por la autoridad, enviada a la contraparte por el
actor.
...3... “Evocatio edictis”:
Era una providencia emitida y enviada por el mismo juez al demandado.
Si el demandado no comparecía a la “sessio pro tribunali” establecida, o en
provincia al “conventus” fijado, el juez, si consideraba injustificada la ausencia,
lo declaraba “contumax”, es decir, renuente al regular curso de la justicia, y
ordenaba se adelantara el proceso igualmente, en “contumancia”, lo que
significaba que el demandado era privado de la posibilidad de “se defendere”, y
por lo tanto, quedaba sometido al juicio que el “cognitor” debía pronunciar con
base en los elementos de derecho y de hecho expuestos por el actor.
El desarrollo del proceso era simple, carente al máximo de formalismos,
esencialmente era oral. Muy rara era la hipótesis en que las partes
presentaran deducciones escritas (“libelli”).
El proceso lo llevaba a cabo, en todos sus aspectos, la cancillería del
“cognitor”, como también, la verbalización de las fases del contradictorio a
través de las “acta iudicii”.
El “cognitor” juzgaba en derecho o en hecho, asumiendo él mismo las pruebas
adoptadas por las partes. En algunos casos complicados, podía delegar al
cumplimiento de específicas funciones procesales, personas de toda su
confianza y a él subordinadas, denominadas: “iudices dati” o “iudices pedanei”,
es decir, literalmente, sentados a sus pies.
El duelo de los argumentos entre las partes (propio por la falta de una regla de
juicio fijada preventivamente, como en el “iudicium” del procedimiento
formulario) era abierto a todas las iniciativas y eventualmente a todas las
sorpresas, desde el inicio hasta el fin del debate.
Las partes por lo tanto, sintieron la necesidad, aún más que en el sistema del
“ordo iudiciorum privatorum”, de hacerse asistir momento a momento de
“advocati” o “causadici”, que eran buenos en la retórica y además
experimentados juristas.
299
Debido a las sutilezas y cautelas puestas en obra por las partes y por sus
defensores, el proceso “extra ordinem”, sobre todo a finales de la fase
adrianea, tuvo una tendencia a complicarse, lo que lo encaminó a pasar de ser
oral a ser escrito.
La “sententia”, si no consistía en la “absolutio” del demandado, por regla
general consistía en la “condemnatio in ipsam rem”, es decir, la condena al
demandado a la precisa prestación debida, por ejemplo, la consignación de la
cosa en litigio, pero además, el pago de los gastos procesales “sumptus litis”.
Los poderes que disponía el juez, eran para hacer fácil la ejecución del fallo
sobre el sucumbente o sobre su patrimonio.
La “appellatio” (o “provocatio”) para todas las sentencias ordinarias y
extraordinarias, era dirigida al “Princeps”, y tenía por objeto la reforma de la
providencia impugnada. La ejecución de la sentencia se suspendía hasta la
decisión de la apelación.
Pero muchas veces la “appellatio” se podía dirigir al “Praefectus Urbi” o al
“Praefectus Praetorio”. Cuando la sentencia era de éstos mismos funcionarios,
se podía recurrir finalmente, en tercera instancia, al “Princeps”.
Es importante anotar, que las partes sucumbentes no apelaban con frecuencia
ante el “cognitor” superior, porque el reclamo tenía que presentarse en breves
términos ante el juzgante y estaba subordinado a la “appelattio receptio”, pues
el “cognitos” podía rechazar “in limine” por manifiesta ausencia de fundamento.
Además, en caso de rechazo, el apelante era grabado con los “sumptus litis” y
también con una pena pecuniaria. Este era un mecanismo preventivo para
evitar que todo sucumbente apelara.
-J- LA EVOLUCIÓN DEL “IUS PRIVATUM” EN LA “COGNITIO
EXTRA ORDINEM”:
En el cuadro de la evolución del “Ius Privatum” por efecto del “Ius Novum” en el
período clásico, es necesario ver, aunque sumariamente, los institutos del “Ius
Civile”, el “Ius Publicum” y del “Ius Honorarium”, porque todos indistintamente
fueron influenciados por las intervenciones normativas y sobre todo
ordenadoras “extra ordinem”.
-1- EN MATERIA DE SUJETOS JURÍDICOS:
 Ya hablamos de las intervenciones relativas a la “tutela”, especialmente del:
“praetor tutelaris” para resolver ciertas cuestiones presentadas entre
“pupilli” y tutores.
 Merece especial citación la aparición en la fase adrianea de un nuevo
instituto privado: la obligación de los “alimenta” entre parientes.
300
La competencia en primera instancia se les dio a los cónsules, los cuales
debían proveer a las solicitudes de socorro, limitadamente a lo necesario, y
tutelarlas. Solicitudes hechas por las personas, que previa comprobación de
máxima necesidad, hicieran a sus parientes, también, en linea de
descendencia femenina, es decir, a su “cognati”, cuando éstos, previa
comprobación, estuvieran en la posibilidad de socorrerlos.
-2- EN MATERIA DE SUCESIONES “MORTIS CAUSA”:
 Ya hablamos del instituto del “testamentum militis”.
 Es importante referirse al instituto del “fideicommissum” y a su conexo
instituto de los “codicilli”, que determinaron una gran ruptura del rígido
formalismo testamentario.
Por “fideicommissum” se entiende el ruego ("rogatio”) formulado (aunque
fuera del testamento e incluso a voz), con la cual el “hereditando” se dirigía a la
“fides” de su “heres”(heredero) o legatario “iure civile”, para que él, actuando
como su “fiduciarius” transfiera los bienes recibidos “fideicommissum
hereditatis” a aquél que, en el deseo de “hereditando”, debía ser el efectivo
beneficiario “fideicommissarius”.
La “rogatio” podía también consistir en el ruego de dar la libertad a un esclavo
“fideicommissum libertatis”.
A su vez, los “codicilli” eran un documento carente de los requisitos formales
del testamento, con los cuales se usaba formular por escrito “fideicommissa” o
se atribuían por olvido de las reglas civiles y honorarias en los testamentos,
verdaderos y propios “legata”.
Frente a ésta costumbre tan difundida y justificable desde el punto de vista de
la urgencia, Augusto se encaminó a darle solución a éste problema, dando
protección al “fideicommissarius” en contra del “fiduciarius” recalcitrante, y
además, para la hipótesis de los “codicilli” que contenían “legata”, hacer valer
los “codicilli” como una especie de apéndice del “testamentum” (el cual no
podía hacer falta), con tal se tratara de “codicilli testamento confirmati”, es
decir, expresamente evocados por el mismo testamento.
Así es que Augusto instituyó el “praetor fideicommissarius” para tutela de la
pretensión del “fideicommissarius”.
Numerosos “senatusconsultum” perfeccionaron éste instituto:
 El “Senatusconsultum”: “Trebellianum” del año 53 d. C.
Estableció que si después de la transferencia de los bienes relictos por el
“heres fiduciarius” al “fideicommissarius”, se presentaban terceras personas a
reivindicar los bienes mismos frente al “heres fiduciarius”, éste fuera tutelado
con una “exceptio restitutae hereditatis”.
301
 El “Senatusconsultum”: “Pegasianum”
Vespasiano.
del año 75 d.
C., época de
Para evitar que el “heres fiduciarius” se abstuviera de aceptar la herencia por
no tener interés, dispuso que se le reservara un cuarto de la herencia, en
analogía con la “Lex Falcidia de Legatis”
 Los
“Senatusconsultum”: “Rubrianum” – “Dasumianum”
“Articuleianum” comprendidos entre los años 101 y 103 d. C.
–
Establecieron que si aquéllos encargados de “fideicommisso” para
“manumissio” de esclavos se rehusaran a hacerlo, aunque después de la
invitación del pretor, éste (el pretor) podía pronunciar él mismo la libertad, con
el efecto de que los esclavos liberados se considerarían en adelante “liberti
dante” (“orcini”) y no del fiduciario.
Extendieron la innovación también a la hipótesis que el fiduciaron estuviera
ausente, en tal caso, los esclavos liberados se consideraban “liberti” del
fiduciario.
 Es notable el impulso dado por la “cognitio extra ordinem” al instituto de la
“querella inofficiosi testamenti”.
No se trató de una novedad. Ya en el período pre-clásico, si el testador no
había proveído o habiéndolo hecho no en forma suficiente, a sus más cercanos
parientes, éstos podían ejercitar contra los “heres institutus”, “hereditatis
petitio”, con el objeto de reclamar el “quid” que el testador, por obligación moral
(“officium pietatis”), debió asignar a ellos.
Los “centumviri”, continuaron con el uso de escuchar esta “querella” cuando la
lesión parecía excesiva, pero en éste caso lo único que podían hacer, por regla
general, era condenar al demandado al contravalor de todo el patrimonio
hereditario, lo que generalmente era injusto.
La “cognitio extra ordinem”, sea bajo especie de “querella” extraordinaria o bajo
la especie de “appellatio” contra la condena centumviral del proceso ordinario,
sirvió grandemente a equilibrar la situación. El “heres institutus” podía ser
condenado a restituir sólo la parte debida (“portio debita”), generalmente,
medida en un cuarto del patrimonio hereditario.
A finales de la edad clásica, el “Ius Novum” admite la “querella inofficiosae
donationis” entendida a la reducción de las donaciones hechas por el “de
cuius” para lesionar la “portio debita” de los más cercanos parientes.
302
JURISPRUDENCIA
CLÁSICA.
“RESPUBLICA UNIVERSAL
ROMANA”.
-1- MARCO GENERAL:
El ordenamiento jurídico romano universal, merece en su conjunto la
denominación de “derecho romano clásico”, esto se debe principalmente
atribuir a la obra asiduamente desarrollada por la jurisprudencia del período de
la “respublica universal romana”, la cual, todavía con mayor razón, exige el
apelativo que universalmente se le ha dado de: jurisprudencia clásica.
Fieles a una tradición noble, admirablemente dotados de una amplitud de
puntos de vista sistemáticos y, sobre todo, de finura, de intuición práctica,
relativamente independientes de la influencia de los príncipes; los
jurisconsultos de la “Respublica Universal Romana”, erigieron un
“monumentum aere perennius” del saber jurídico.
En una sociedad siempre menos libre, a causa del régimen del “Principatus”,
los juristas clásicos fueron probablemente, la clase que en forma más válida
resistió, en los límites de los posible, a las presiones de los príncipes.
Es sorprendente éste hecho, que sólo la actividad jurisprudencial, entre todas
las manifestaciones de la vida social romana, haya tan largamente y en forma
válida, resistido a la absorbencia del poder de los príncipes.
Los historiadores del derecho romano, son prácticamente unánimes en
identificar el período histórico de la jurisprudencia clásica como el período que
va desde Augusto a los Severos (27 a. C. - 235 d. C.).
La razón fundamental de la parcial autonomía de la jurisprudencia clásica
respecto al principado, va vista en su riguroso tecnicismo, mediante el cual
defiende eficazmente, frente a las tendencias innovadoras de los príncipes, los
valores de la tradición nacional. La función que desempeñó fue la de frenar y
disciplinar aquéllas tendencias innovadoras, de encauzar válidamente las
infiltraciones de las civilizaciones romanizadas y, en fin, de permitir la
303
conservación de la romanidad por alrededor de tres siglos, todavía aún más,
desde Augusto hasta Diocleciano, o cuanto menos, hasta los Severos.
Los príncipes de Roma, en su perspicacia política, entendieron claramente de
donde provenía la mayor resistencia al régimen autoritario de gobierno. Su
comportamiento con relación a la clase jurisprudencial, fue de mucha cautela y
se orientó hacia el ejercicio de una influencia indirecta sobre ésta, influencia
ejercida a través de:
1- Con la concesión del “Ius Publice respondendi” a algunos juristas
amigos, con el efecto de desvalorizar prácticamente a los otros juristas.
2- Después, con la introducción de los juristas favoritos y amigos del príncipe
en el “Consilium Principis”.
Sin embargo, todo esto no logró anular la importancia de la jurisprudencia
clásica no oficial, que permanece siempre relevante y por lo tanto, conservó un
sensible grado de independencia, para influenciar y mitigar, a su vez, la
actividad jurídica de los príncipes.
De todas formas, la jurisprudencia clásica orientándose hacia la actividad
teórica y sistemática, principalmente en materia de derecho y proceso privado,
estuvo lejos de reducirse a una plana acción clasificadora de normas. Su
tendencia, sobre todo en la fase adrianea, a la creación de conceptos y de
categorias generales, que esquematizan en forma de teoremas solemnes la
experiencia viva de los siglos precedentes, fue expresión de su valerosa y
sagaz tentativa de superponer a la iniciativa de los príncipes una tabla de
valores jurídicos inmutables, que los príncipes no tenían el poder de contestar,
ni de modificar, y de los cuales los jurisconsultos se afirmaban ser los
depositarios y los intérpretes más cualificados, como por ejemplo:
 La “aequitas”.
 El “bonum et aequum”.
 La “Iustitia”.
 El “Ius naturale”, etc.
-2- CARACTERÍSTICAS
CLÁSICA:
DE
LA
JURISPRUDENCIA
La jurisprudencia clásica faltó de las características que valieron para
individualizar la actividad jurídica de los siglos precedentes. Sin embargo, esto
no quiere decir que haya tenido características opuestas, solamente que
aquéllos caracteres se modificaron en el nuevo período.
Las características peculiares de la jurisprudencia clásica fueron:
304
(1) EL CAUTO TRADICIONALISMO Y SU RIGUROSO TECNICISMO:
Es decir, la cautela de sus exponentes en colocar siempre por encima los
viejos esquemas y las viejas concepciones, con tendencia a utilizarlos en la
mayor forma posible.
Con su riguroso tecnicismo defiende siempre los valores de la tradición
nacional romana, frente a las tendencias innovadoras de los príncipes. Su
principal objetivo fue la conservación de la romanidad.
(2) LA SELECCIÓN DE ALGUNOS DE SUS REPRESENTANTES POR
OBRA DE LOS PRÍNCIPES:
Se entiende, peró en el sentido limitado que los príncipes trataron de ejercer
una influencia indirecta y buscaron a través de varios medios de favorecer a
algunos jurisconsultos, aunque sin quitar a los otros jurisconsultos la posibilidad
de ejercer libremente su actividad.
(3) LA PARCIAL AUTONOMÍA DE LA JURISPRUDENCIA CLÁSICA
FRENTE AL PRINCIPADO:
Los jurisconsultos que no estaban favorecidos por el príncipe, también pudieron
ejercer en forma independiente su actividad, siempre con el objetivo de
desempeñar una función para frenar, encauzar válidamente y disciplinar las
tendencias innovadoras y sobre todo, respetar y defender la conservación de la
tradición nacional romana.
(4) LA ORIENTACIÓN SISTEMÁTICA DE SU OBRA:
Es decir, la tendencia de los juristas clásicos a emplear sus aptitudes creativas,
más que todo, en la construcción de sistemas expositivos y encuadrados
unitariamente para el derecho vigente, además, en la directa o indirecta
producción de nuevos institutos, pero siempre con la vista al respeto de una
tabla de valores jurídicos inmutables.
-3- LAS FASES DE LA JURISPRUDENCIA CLÁSICA:
Notablemente variado fue el comportamiento de la jurisprudencia romana en
las tres fases históricas del período clásico:
-A- FASE AUGUSTEA DE LA JURISPRUDENCIA CLÁSICA EN LA
“RESPUBLICA UNIVERSAL ROMANA”:
Del 27 a. C. hasta el 117 d C.
Se determinó con la creación del “Ius publice respondendi” una restringida
jurisprudencia oficiosa, no oficial, en el seno de la jurisprudencia romana.
Prescindiendo de esto, la actividad jurisprudencial en general, se desarrolla
305
prevalentemente con la reorganización sistemática de los dos máximos
patrimonios jurídicos, el “Ius Civile” y el “Ius Honorarium”, impostando y
resolviendo a través de numerosas y diversas opiniones, innumerables
problemas prácticos suscitados en el corriente estudio.
-B- FASE ADRIANEA DE LA JURISPRUDENCIA CLÁSICA EN LA
“RESPUBLICA UNIVERSAL ROMANA”:
Del 117 d. C. hasta el 235 d. C.
La actividad de la jurisprudencia oficiosa decae, pero no se estancó del todo, y
muchos jurisprudentes pasaron a ejercitar establemente una actividad de
consejo frente a los príncipes integrando el “Consilium Principis”.
En el campo doctrinal, los juristas se dedicaron a la coordinación del “Ius Civile”
y del “Ius Honorarium” entre ellos, y con el “Ius Extraordinarium”, y al menos
tendencialmente, buscaron estudiar el ordenamiento jurídico vigente como un
todo único de normas, (de “Ius Privatum”), y de instituciones (de “Ius
Publicum”).
-C- FASE DE CRISIS DE LA JURISPRUDENCIA CLÁSICA EN LA
“RESPUBLICA UNIVERSAL ROMANA”:
La disolución general de la romanidad, se reflejó en una pavorosa decadencia
de la actividad jurisprudencial clásica en todos sus sectores.
De éste decadencia de la jurisprudencia clásica los signos más claros fueron:
 El casi total aplanamiento de las personalidades singulares de los
jurisconsultos, de los cuales con el tiempo quedaron poquísimos nombres.
 El abandono de las grandes obras creativas y sistemáticas, por las simples
transcripciones, por el superficialismo de los paráfrasis, por la vacuidad de
las anotaciones hechas.
-4- LOS MODOS DE LA ACTIVIDAD JURISPRUDENCIAL
CLÁSICA:
La actividad jurisprudencial en el período clásico, estuvo todavía esencialmente
determinada por aquéllos caracteres de tecnicidad y de gratuidad del período
pre-clásico.
La jurisprudencia clásica continuó a estar principalmente limitada a la
“interpretatio iuris”, en sentido rigurosamente técnico, sin embargo, no faltó
en manifestar alguna tendencia teoretica y dentellones filosóficos.
Estos empujes hacia la mera teoría, se manifestaron, sobre todo, en la fase
adrianea y fueron ocasionados principalmente por el desarrollo de la actividad
306
didáctica de carácter institucional, lo que exigía una cierta fantasía en el
encuadramiento esquemático de los conceptos técnicos.
-A- LOS “RESPONSA” JURISPRUDENCIALES:
Los modos típicos de la actividad jurisprudencial fueron en el período clásico,
siempre aquéllos de la emisión de “responsa” a solicitud de los privados. Pero
con el pasar de los años, este tipo de actividad terminó por agotarse casi del
todo.
(1) LA ACTIVIDAD DEL “RESPONDERE”:
Fue objeto de particular cuidado por parte de los príncipes. La introducción del
“Ius publice respondendi” no excluye el “respondere” de los jurisconsultos
no privilegiados, a los cuales algunos privados no faltaron de dirigirse
igualmente. Los “responsa” de éstos, aunque no tenían fuerza de ley,
ejercían una gran influencia sobre los magistrados y sobre los jueces, cuando
no estaban de por medio las “sententias et opiniones” explícitas de los
jurisconsultos oficiales.
La técnica de los “responsa” jurisprudenciales clásicos, tuvo la tendencia por
parte de los respondentes a justificar sobriamente sus opiniones. Entonces, el
uso corriente fue el de dar a la actividad del “respondere” los “responsa
signata”, es decir, un sello que les garantizara la autenticidad.
Quizá ésta fue una obligación sancionada por Augusto para los “responsa ex
auctoritate principis”, obligación después confirmada para los “responsa”
emanados por los juristas que poseían el “Ius publice respondendi”.
(2) LA ACTIVIDAD DEL “AGERE”:
Consistente en dar “responsa” en tema de “actiones”.
Fue la primera actividad en agotarse. Su decadencia se dio de hecho, con el
agotamiento de la vitalidad del “Ius Honorarium”.
Aunque es verdad que el consejo de los juristas se acentuó y se hizo necesario
en materia de “cognitio extra ordinem”, pero la intervención del jurista era
necesaria sobre todo en la fase de debate, a título de verdadera asistencia
procesal.
(3) LA ACTIVIDAD DEL “CAVERE”:
Fue la actividad ejercitada por más tiempo
particularmente en materia de testamentos.
por
los
jurisconsultos,
Pero también, ésta actividad en el curso del siglo II d. C., terminó por
extinguirse casi totalmente, sobre todo, a causa de la difusión de los
formularios, que podían ser diligenciados por los mismos interesados o por los
pertenecientes a los “tabelliones” (notarios).
307
-B- LA ACTIVIDAD DE CONSEJO:
Los jurisconsultos clásicos desarrollaron en gran escala, la actividad de
consejeros, sea como en el período pasado respecto a los magistrados
juzgadores o, sea también, frente al “Princeps” o a sus más altos funcionarios,
como por ejemplo, el “Praefectus praetorio”, el “Praefectus urbi”, los
gobernadores provinciales, etc.
Mucha importancia tuvo la actividad de los jurisconsultos como “consiliarii
principis” , o sea, como consejeros del príncipe y de sus funcionarios, porque,
a punto, sirvió para frenar la tendencia a exceder en innovaciones y en
concesiones a costumbres jurídicas provinciales.
En la fase augustea el “consilium principis” no tenía carácter oficial y la
política de los príncipes con relación a la clase jurisprudencial, se resumía en
favorecer algunos jurisconsultos con la concesión del “Ius publice respondendi”.
Con Adriano, la situación cambió notablemente, porque los principales
jurisconsultos fueron llamados a participar establemente en el “consilium
principis”, convertido en organismo de carácter oficial y permanente. Fueron
nombrados “adsessores” de los funcionarios de la cancillería principesca.
Otro medio de los príncipes para servirse de la inteligencia y utilizar el servicio
de los jurisconsultos a partir de la fase adrianea fue nombrarlos funcionarios de
la cancillería del príncipe, es decir, funcionarios del imperio romano,
especialmente como “Praefectus praetorio”, “Parefectus urbi”, “Iudidici”, etc.
-C- LA ACTIVIDAD DIDÁCTICA:
Gran desarrollo tuvo en el período clásico, la actividad jurisprudencial didáctica,
ya cultivada y ejercitada en el período precedente.
Fue desarrollada por los juristas no solamente con ocasión de su actividad
general, si no también, ejercitada con fines a sí misma, sobre todo, en las
provincias, con el objetivo de ilustrar los primeros rudimentos del ordenamiento
jurídico romano a las poblaciones locales
Existían escuelas dirigidas a la enseñanza elemental del derecho: “stationes
ius publice docentium et respondentium”.
Discípulos “auditores”, tuvieron todos los máximos jurisconsultos de la edad
clásica.
Fue en la fase augustea que se formaron en Roma dos opuestas corrientes
jurisprudenciales:
 Aquélla de los “Sabiniani” (o “Cassiani”).
 Aquélla de los “Proculeiani”.
308
Su origen se debe a una famosa rivalidad entre dos juristas de los tiempos de
Augusto: Capitone y Labeone.
“Capitone” procedió muy avante en el “cursus honorum” y utilizó
constantemente el favor del “Princeps”.
“Labeone” fue, en cambio, impaciente a la protección principesca e
interrumpiendo la carrera magistratual en el nivel de “Praetor”, y concentró
toda su actividad en el estudio del derecho.
Se habla, entonces, de un “Capitone” sometido a los príncipes, y de un
“Labenone” fiero adversario de los príncipes y defensor de las libertades
republicanas.
La “communis opinio” cualifica de conservadora la corriente sabiniana y de
progresiva la corriente proculeiana; especificando que los Sabinianos
prefirieron un método conservador, formalista y declarativo de interpretación
del derecho, mientras los Proculeyanos prefirieron un método de interpretación
progresivo, adherente a las variaciones de la vida social.
Pero en general, éstas corrientes no tuvieron una bien distinta fisonomía
científica, si no que fueron como dos círculos en concurrencia, “diversae
sectae”.
La pertenencia a la una o a la otra escuela fue determinada por complejos
motivos personales, como la rivalidad con juristas de la opuesta corriente, la
fidelidad de los discipulos a los maestros, la misma tradición familiar, etc.
Es extraño que las escuelas asumieran nombres diferentes a Capitón y
Labeón; esto es debido a que fue en una fase sucesiva, por obra de los
respectivos discipulos de éstos dos juristas, que las dos escuelas tomaron
consistencia.
A Capitone lo sucedió Sabino y Cassio.
A Labeone lo sucedió Nerva (padre) y Proculo.
Fue a cada uno de ellos que se debe el nombre de las escuelas: Sabiniana y
Proculeyana.
Estas “dissensionis”, que en vida fueron sólo y realmente dos “sectae”, es
decir, modos de pensar y obrar y métodos de vida diferentes, se transformaron
en la memoria de los posteriores en dos escuelas ideales, que en cierto
sentido, personalizaban los términos dialécticos de algunos de los más
importantes problemas de derecho.
-D- LA LITERATURA JURÍDICA CLÁSICA:
309
Las formas literarias en la cual se extrinsecó la compleja actividad
jurisprudencial clásica fueron mucho más variadas de aquéllas del período preclásico.
Además de las recopilaciones de formularios para uso práctico, las obras
literarias se pueden dividir así:
---1---OBRAS DE COMENTARIO:
Las obras de comentario de los juristas clásicos se caracterizan por el hecho
de exponer la materia jurídica bajo la especie de comentario a textos
legislativos, jurisdiccionales o jurisprudenciales precedentes.
Estas pueden ser clasificadas en cuatro categorías:
(1) Los “Libri Iuris Civilis”:
Sus autores fueron Sabino y Cassio.
Se podrían cualificar como obras sistemáticas, si no se trataran de revisiones
del sistema del “Ius Civile” de Quinto Mucio Scevola.
De los libros de Cassio, se sabe muy poco.
De los libros de Sabino, se sabe aún más, porque fueron comentados
grandemente por los autores sucesivos, cuyas obras permiten individuar varios
lemas escritos por Sabino y permiten, sobre todo, encontrar las lineas maestras
de su exposición, o sea, el sistema sabiniano.
El sistema de Quinto Mucio Scevola, es respetado hasta un cierto punto:

Las dos primeras partes:
-
Derecho sucesoral.
Derecho de las personas.
Aproximadamente coinciden.

Pero, las otras dos partes:
-
Relaciones obligatorias.
Relaciones reales.
Son presentadas en orden inverso de aquél de la tratación muciana.
(2) Los “Libri ad edictum”:
310
Referidos a:
-
“Edictum praetorum”.
-
“Edictum aedilium”.
-
“Edictum curulium”.
-
“Edictum provinciale”.
Fueron escritos en gran número por varios juristas, con el método de reportar
las cláusulas edictales, haciendolas seguir de un comentario.
Particularmente amplias fueron las obras “ad edictum praetoris”, integradas
por fragmentos relativos a materias del “Ius Civile”.
Autores de comentarios edictales fueron: Labeón, Masurio Sabino, Celio
Sabino, Viviano, Sesto Pedio, Pomponio, Gayo, Paolo, Ulpiano, Callistrato.
(3) Comentarios a textos de “Ius Publicum”:
Los autores comentaron desde las principales “Leges” pre-clásicas, hasta
aquéllas de la fase augustea, pero también, los “Senatusconsultum”
normativos.
La Ley de las Doce Tablas, considerada según la tradición, la “Lex Publica” por
excelencia, fue comentada por Labeón y por Gayo, los cuales escribieron: “ad
legem XII tabularum”.
El objeto preferido de los comentarios al “Ius Publicum” se constituyó en las
“Leges” augusteas:
 Las “Leges Iulia et Papia Poppeae”:
Que fueron comentadas por: Mauriciano y Terenzio Clemente, Gayo, Marcello,
Paolo, Ulpiano.
 La “Lex Iulia de adulteriis”:
Fue comentada por: Ulpiano, Papiniano, Paolo.
 La “Lex Aelia Sentia”:
Fue comentada por: Paolo, Ulpiano.
(4) Comentarios y notas a obras de precedentes juristas:
Fueron la actividad predilecta de los jurisconsultos clásicos, ya que con éste
método lograban adaptar el respeto de la tradición con las exigencias de
311
adecuación de los principios antiguos a los nuevos tiempos y a las nuevas
visiones.
La gama de éste tipo de obras fue muy vasta:
Desde las reediciones actualizadas y dotadas de “notae”, es decir, críticas del
comentador, publicadas bajo el nombre del autor comentado.
Hasta los comentarios lemáticos, publicados bajo el nombre del comentador,
en los cuales las enseñanzas del autor comentado eran transcritas en otras
“lemmata” que constituian el dato de partida de las consideraciones del
comentador.

Los “Libri Iuris Civilis” de Quinto Mucio Scevola fueron comentados por:
Lelio Felice, gayo y Pomponio.

Los “Digesta” de Alfeno Varo fueron epitomados por: Paolo.

Los “Posteriores” de Labeón fueron anotados por: Giovaleno.

Los “tres libri Iuris Civilis” de Sabino fueron comentados con el sistema
lemmático de Pomponio, Paolo y Ulpiano.
---2--- OBRAS DE CASUÍSTICA
Obras de casuística en sentido propio, es decir, recopilaciones de “casus” o de
“problemata”, cada uno con su solución.
De éste tipo de recopilaciones fue donde más operaron los “auditores”. De
las respuestas y de las opiniones expresadas por los juristas, éstos tomaban
nota, más o menos literal, sobre tablillas o papiros, teniendo cuidado de
transcribir o de expresar sintéticamente el “casus” que había sido formulado
por los que interrogaban o deducido de sus verbales intervenciones o
exposiciones.
Se formaron así, poco a poco, grupos de documentos con carácter cronológico,
que debían sufrir periódicos reordenamientos sistemáticos, dirigidos a clasificar
las cuestiones por materias, no sólo para fines del estudio, sino también, para
la localización de los precedentes, y sobre todo, facilitar la utilización en futuro
del trabajo desarrollado en pasado.
El esquema más utilizado fue el “edictum” de los magistrados juzgantes.
Cuando finalmente se procedía a la compilación de la recolección lograda por
el mismo jurista, o por él y ayudado por sus “auditores”, o sólo por sus
“auditores” después de su muerte,, el esquema tradicional se mantenía, pero
los textos originales eran deshojados y reelaborados.
Las obras de casuística fueron:
(1) Los “Libri responsorum”:
312
Eran recopilaciones de “responsa”, ordenadas según el sistema edictal.
El “casus” era resumido, omitiéndose el nombre de las partes y otras
indicaciones superfluas. La solución, introducida por un “respondi” o “dixi”, se
integraba con ulteriores observaciones relativas a hipótesis similares o
análogas.
(2) Los “Libri quaestionum” – “Libri disputationum” – “Libri epistularum”:
Eran recopilaciones de “responsa” dadas por los juristas en orden a “casus”
puramente imaginarios, aunque parecieran reales, prospectados por los
“auditores”.
Los juristas más ilustres recogían, además, en los “Libri epistularum”, las
“epistulae” dirigidas a otros menores estudiosos del derecho, que los hubieran
interrogado sobre algún argumento.
El carácter real de los casos imaginarios que daban materia a las
“Quaestiones” jurídicas, es el dato que diferencia éstas últimas de las muchas
cuestiones del saber jurídico que se leían en los libros de los retóricos.
(3) Los “Libri digestorum”:
Eran recopilaciones muy amplias de “quaestiones” y de “responsa”, redactadas
en modo de relacionar todo el derecho privado vigente, es decir, de “digerere”,
ordenar.
Son el mejor tipo de obra, que mayormente y mejor expresa las tendencias
sistemáticas de los jurisconsultos clásicos. Pero en sustancia, constituian algo
más que una recopilación de casuistica, porque relacionaban todo posible
argumento del saber jurídico privado, y eran además, diferentes a un simple
comentario de textos.
Fue a través de éstos que la jurisprudencia romana operó al máximo esfuerzo
de coordinación sistemática del “Ius Civile” con el “Ius Honorarium”.
Se dan por ejemplo:
-
Los “Digesta” de Celso (hijo).
-
Los “Digesta” de Salvio Giuliano.
-
Los “Digesta” de Marcello y Scevola.
---3---OBRAS DE CARÁCTER MONOGRÁFICO:
Dedicadas a variados argumentos del saber jurídico.
Tuvieron fines
esencialmente prácticos, es decir, de información específica o de tratamiento
313
profundo de materias especiales o particularmente interesantes o de particular
relieve práctico para el público o para determinados magistrados y funcionarios.
Por lo general, se limitaban a pocos libros o también, a un solo libro, “Libri
singulares”.
Argumentos de carácter especial fueron tratados en los libros dedicados a:
 Materias fiscales y financieras: “Ius Fisci”:
-
“de iure fisci, libri II” y “de censibus, libri II”: de Paolo.
“de censibus, libri IV”: de Ulpiano.
“de delatoribus liber singularis”: de Marciano.
 Normas especiales sobre los militares: “res militaris”:
-
“de poenis militum liber singularis”: de Paolo.
 Materia de represión criminal:
-
“Libri singularis de poenis de extraordinariis criminibus”: de Paolo.
“de poenis, libri IV”: de Modestino.
“de iudiciis publicis, libri II”: de Marciano.
Argumentos de particular relieve práctico, sea para el público que para
determinados magistrados y funcionarios, formaron objeto:
 En materia criminal:
-
“Libri de iudicia publica”.
 “Libri de officio” escritos para agilizar el ejercicio de ciertos cargos públicos:
-
“de officio consulis”: De Marcello y Ulpiano.
“de officio proconsules”: de Venuleio, Paolo y Ulpiano.
“de officio praesides”: de Macro.
“de officio Praefecti urbi”: de Paolo y Ulpiano. Etc.
 En materia de proceso privado extraordinem, escribieron:
 Paolo: -”de cognitionibus”.
-“de iure libellorum”.
-“de d appellationibus”.
-“ad municipalem”
 Ulpiano: - “de appellationibus, libri IV”.
- “de amnibus tribunalibum, libri X”.
 Callistrato: - “de cognitionibus, libri VI”.
314
 Marciano: - “de appellationibus”.
 Arcadio Carisio: - “de testibus liber singularis”.
Argumentos de particular interés, merecedores de tratamiento más difundido y
específico, fueron:
-
Las “manumissiones”.
Las “nuptiae”.
Las “verborum obligationes”.
Los “testamenta”.
Los “fideicommissa”.
---4---OBRAS DE CARÁCTER ELEMENTAL:
Fueron particularmente compuestas por los jurisconsultos de la fase adrianea,
no sólo para la finalidad de enseñanza, si no también, para aquélla de la rápida
información con fines prácticos.
Estas fueron de dos tipos:
(1) Manuales sistemáticos:
Se daban en pequeños números de libros.
La nota común a todas es la tendencia a la síntesis, así como el hecho de
abrirse con un proemio sobre el ordenamiento jurídico y sobre sus fuentes.
Normalmente se llamaban: “Institutiones”. Éstas fueron:
Las “Institutiones” de:
-
Gayo.
Paolo.
Ulpiano.
Callistrato.
Marciano.
Florentino.
Las “Institutiones” de Florentino, denominadas: “Libri XII institutionum” tienen el
siguiente orden:

De las fuentes. (Libro I).

Del “matrimonium” y de la “tutela”. (Libros II a V).

De las relaciones reales. (Libro VI).
315

De las relaciones obligatorias (Libros VII y VIII).

Del “status hominum”. (Libro IX).

De la sucesión hereditaria. (Libros X a XII).
En las “Institutiones” de Gayo, su orden es diferente al anterior y es el
siguiente:
-
Fuentes.
Derecho de las personas.
Cosas y relaciones absolutas reales.
Sucesión hereditaria testada o intestada.
“Obligationes”.
Tutela de los derechos, “actiones”.
(2) Crestomatias elementales:
Fueron las numerosas recopilaciones de “regulae”, “definitiones”, “sententiae”,
“opiniones”, “differentiae”, de los varios juristas, frecuentemente no cuidadas
por ellos mismos y en forma personal, si no por sus “auditores”.
Escribieron “regulae”:
-
Nerazio.
Pomponio.
Gayo.
Cervidio Scevola.
Paolo.
Licinnio Rufino.
Ulpiano.
Marciano.
Modestino.
Paolo fue también autor de “sententiae” y de “manialia”.
Ulpiano de “opiniones” y Modestino de “differentiae”.
Un puesto especial se merece la “enchiridion” de Pomponio, crestomanía
propiamente dicha.
-5- LOS PRINCIPALES JURISCONSULTOS CLÁSICOS:
-A- MARCO GENERAL:
Para la lista de los jurisconsultos clásicos y sus obras, no hay espacio
suficiente, no bastaría.
316
Trataremos, entonces, los juristas de mayor relevancia.
-B- CAPITONE Y LABEONE:
Contemporáneos de Augusto.
CAPITONE:
C. ATEIUS CAPITO:
Fue “Consul Suffectus” en el año 5 d. C. y “Curator aquarum” durante los años
13 al 22 d. C., año de su muerte.
Tuvo como maestro a Aulo Ofilio.
Las fuentes no lo respresentan como dotado de notable inteligencia, pero si
como demasiado fácil de transigir con la propia conciencia, con tal de obtener
el favor de Augusto o de Tiberio.
Capitón define la "Lex Publica" en Roma. Al respecto dice: "La ley publica es el
comando general del pueblo o de la plebe, a través de la propuesta del
magistrado interrogante".
"Gell. 10,20,2:
magistratu".
Lex est generale iussum populi aut plebis rogante
Claro está que esta definición acoge el instituto en su fase madura. El
configurarse como deliberación colectiva, es decir, del pueblo en la "comitia
curiata" o "centuriata", o de la plebe en la "concilia plebis tributa", se logró sólo
al final de un largo camino. Porque como ya sabemos, en la historia más
antigua de la ciudad, el pueblo desempeñaba un papel diferente, pues la ley no
era otra cosa que un comando unilateral, pronunciado por el titular del
"imperium" frente a la asamblea popular.
Un primer ejemplo de la voluntad preceptiva de la comunidad se da con la Ley
de las Doce tablas.
Sus obras fueron:
 Los “Libri de iure pontificio”:
Escritos quizá, para preparar material sobre la compleja materia pontifical, para
Augusto hecho “Pontifex Maximus” en el año 12 a. C.
 Los “Libri coniectaneorum”:
Donde se discuten problemas de derecho público y de derecho privado que se
levantaron por la constitución del principado y de la legislación augustea.
317
LABEONE:
M. ANTISTIUS LABEO:
Fue alumno de Trebazio e hijo de Pacuvio Labeone, también jurista.
Nace alrededor del año 45 a. C., y atraviesa el “cursus honorum” hasta la
“praetura”, valiéndose de la protección de Augusto. Pero en un año posterior al
5 d. C., Augusto le ofreció la “commendatio” a “Consul Suffectus”, pero como
fue posterior a la de Capitone, soberbiamente la rechazó, retirándose a la vida
privada. De aquí que las fuentes no lo presenten con la figura de opositor
político del “Princeps”.
Hombre dotado de una gran fortuna y de una gran cultura, sobre todo, en
gramática.
Se puede entender, como le pareció agradable, después de abandonar la vida
pública, dedicarse exclusivamente al derecho y a su estudio, a través de su
obra, que es considerablemente vasta, según nos dice Pomponio, consta en
forma aproximada de 400 libros.
Con M. Antistio Labeone las Doce Tablas son de nuevo el centro de un
comentario.
Entre sus obras están:
 Los “Libri de iure pontificio”:
Eran 15 libros análogos a aquéllos de Capitone.
 Los “Libri ad XII Tabulas”:
Eran 2 libros dedicados a la Ley de las Doce Tablas.
 Los “Libri responsorum”:
Eran 15 libros relativos a la recopilación de “responsa”, donde se impostaban
“casus” con sus respectivas soluciones.
 Los “Libri epistularum”:
Donde se recogían las “epistulae” dirigidas a estudiosos del derecho, que lo
habían interrogado sobre diferentes argumentos.
 Los “rerum probabilium libri”:
318
 Los comentarios “ad edictum praetoris et aedilium curulium”:
Eran escritos con el método de reportar las cláusulas edictales, haciéndolas
seguir de un comentario.
Se refieren a los edictos de los pretores, tanto urbanos como peregrinos, y
también, a los edictos de los ediles curules.
 Los “posteriores libri”:
Fue una recopilación póstuma de “quaestiones” y de pocas “responsa” de
Labeone, anotadas por Aristone y comentadas por Giovaleno, que integraba 40
libros.
-C- LOS SEGUIDORES DE LA CORRIENTE SABINIANA:
Es decir, de aquélla escuela de fase augustea, que la tradición conecta a la
figura de Capitone.
Sus seguidores fueron los siguientes juristas:
(1) SABINO:
MASSURIUS SABINUS.
Seguidor de Capitone. Fue el jefe de la escuela bajo Tiberio.
De procedencia humilde, se mantiene económicamente de la enseñanza del
derecho y sólo hacia los 50 años logró reunir lo suficiente para el censo y
poderse inscribir en el “ordo equester”.
Fue el primer jurisconsulto en obtener el “Ius publice respondendi”, ya que
antes de Tiberio existía sólo el diverso e irrelevante “respondere ex auctoritate
principis”.
Sus obras fueron:
 Los “Libri tres iuris civilis”:
Los anotó Aristone y los comentó Pomponio, Paolo y Ulpiano.
 Los “libri ad edictum praetoris urbani”:
Eran 5 libros dedicados a hacer comentarios sobre el edicto de los pretores
urbanos.
 El “liber singularis de officio adsessorum”:
319
Donde se referían decisiones del “praetor urbanus”, a los cuales él mismo
había asistido.
 Los “libri memorialium”:
Dedicados a argumentos de “Ius Publicum” y también, de “Ius Sacrum”.
 Los “libri responsorum”:
Recopilados por sus discípulos.
 Los “libri ad Vitellium”:
Relativos a argumentos del “Ius Civile” y más precisamente a la materia
testamentaria.
(2) CASSIO:
C. CASSIUS LONGINUS.
Alumno de sabino. Dirige la corriente con Sabino y luego lo sucede.
Fue “Consul Suffecti” en el año 30 d. C. Desempeñó, después, altos cargos,
como “proconsul” de Africa, delegado imperial en Siria, etc.
En el año 65 d. C., fue deportado en Cerdeña por orden de Nerón y hecho
repatriar por Vespasiano y en su principado muere (69 – 79 d. C.).
Sus obras fueron:
 Los “libri iuris civilis”.
Eran 10 libros.
 Los “Libri responsorum”.
 Las “notae ad Vitellium”.
(3) CELIO SABINO:
CN. ARULENUS CAELIUS SABINUS.
Alumno de Cassio. Fue “Consul Suffectus” en el año 69 d. C., y jefe de la
corriente durante el principado de Vespasiano, quien lo favoreció.
Sus obras fueron:
 Los “Libri iuris civilis”.}
320
 Los “Libri ad edictum aedilium curulium”.
(4) GIOVALENO:
L. OCTAVIUS
PRISCUS.
TITIUS
Fue cónsul entre el año 83 y 90 d.
brillante:
-
C.
TOSSIANUS
IAVOLENUS
Tuvo una carrera singularmente
Comandante de las legiones de Mesia y de Africa.
Preside las provincias de Britania, Germania Superio y Siria.
Pro-cónsul de Africa.
De ingenio vivaz, dedicó su tiempo libre al estudio del derecho.
Su método no era sistemático, más bien extemporáneo, con notas,
observaciones y “responsa”.
Sus obras fueron:
 Los “Libri epistularum”:
Eran recopilaciones de “responsa” y de “quaestiones” sobre argumentos del
“Ius Civile”, en respuesta a preguntas hechas por otros juristas.
 Los “Libri ex Cassio”:
En un número de 15.
 Los “Libri ex Plautio”:
En un número de 5.
 Los “Libri ex posterioribus Labeonis”:
Comentario crítico a los “posteriores” de Labeone. En un número de 10.
(5) ALBURNIO VALENTE:
L. FULVIUS ABURNIUS VALENS.
Nacido a finales del siglo I d. C.
Floreció bajo Traiano y Adriano y fue miembro del “Consilium Principis” de
Antonio Pio.
Escribió:
321
 Los “Libri fideicommissorum”:
En un número de 7.
-DLOS
SEGUIDORES
PROCULEYANA:
DE
LA
CORRIENTE
Los juristas seguidores de esta corriente fueron:
(1)
NERVA: (padre).
M. COCCEIUS NERVA PATER.
Después de haber gozado de la gran amistad de Tiberio, se mata en el año 33
d. C., desesperado por ya no poder vivir en los tiempos de la libre república.
Fue muy citado por los jurisconsultos posteriores, pero no se conocen los
títulos de sus obras.
(2)
PROCULO:
PROCULUS.
Autor misterioso, contemporáneo y rival de Sabino. De él sólo quedó el
recuerdo de su “cognomen”, casa singular para un personaje que tuvo gran
relieve político.
Escribió al menos “11 libri epistularum”.
Dejó un buen número de “responsa”, citados por los posteriores.
Se le atribuyen las “notae a los posteriores” de Labeone.
(3)
NERVA: (hijo).
M. COCCEIUS NERVA FILIUS:
Fue hijo del gran jurisconsulto Nerva, y además, padre del príncipe Nerva (96 –
98 d. C).
Escribió los “libri de usucapionibus”.
Dejó un número considerable de “responsa”.
(4)
PEGASO:
PEGASUS.
322
Fue contemporáneo y rival de Celio Sabino.
“Praefectus Urbi” en el principado de Vespasiano.
Desempeñó el cargo de
Como en el caso de Próculo, Pegaso también fue un “cognomen” fácilmente
identificable por los ciudadanos del siglo I d. C.
Fue el “relator” del “Senatusconsultum: Pegasianum”.
Pegaso, frecuentemente es citado por los jurisconsultos posteriores, pero no se
conocen sus obras.
(5)
CELSO: (padre).
P. IUVENTIUS CELSUS PATER.
Sucesor de Pegaso. Aparece citado por los jurisconsultos posteriores, pero no
se conocen sus obras.
(6)
CELSO: (hijo).
P. IUVENTIUS CELSUS.
Hijo del anterior. Era contemporáneo de Savio Giuliano pero era aún más
anciano. Fue un conoceder profundo del derecho antiguo.
Sobre Celso escribe Ulpiano: "...Celsus tamen differentiam facit inter legem
Aquiliam et legem duodecim tabularum: nam in lege antiqua, si servus
sciente domino furtum fecit vel aliam noxam commisit, servi nomine actio
est noxalis nec dominus suo nomine tenetur, at in lege Aquilia, inquit,
dominus suo nomine tenetur, non servi. Utriusque legis reddit rationem,
duodecim tabularum, quasi voluerit servos dominis in hac re non
obtemperare, Aquiliae, quasi ignoverit servo, qui domino paruit, peritutus
si non fecisset".
"Según Celso existe una diferencia entre la Ley Aquilia y la Ley de las
Doce Tablas: para la ley antigua, si el esclavo comete hurto u otro delito,
y el propietario no tenía conocimiento, se puede empezar una acción
noxal en contra el nombre del esclavo y el propietario no es tenido en
cuenta personalmente; al contrario, con base en la Ley Aquilia, el
propietario es tenido en cuenta personalmente y no en contra del nombre
del esclavo. La razón de la una y de la otra ley es determinable así: en
cuanto a la Ley de las Doce Tablas, ella quiere que los esclavos no
obedezcan a sus dueños en una materia como aquélla de la cual se
discute; la Ley Aquilia, en cambio, casi condesciende a favor del esclavo
que obedeció al dueño y que hubiera puesto en peligro su vida si no lo
hubiera hecho".
Bien joven, participó en una conspiración contra Domiciano, salvándose por
suerte del suplicio.
323
Durante el principado de Traiano fue pretor (106 – 107 d. C,), delegado en
Tracia y dos veces cónsul. Luego, hizo parte del “Consilium Principis” de
Adriano.
Para Giuvenzio Celso una via obligatoria era la explicación racional de los
datos normativos.
Fue el proponente del “Senatusconsultum: Iuventianum”.
Se distingue por su gran perspicacia en la discusión de casos dudosos y en su
gran vivacidad para aprovechar la inexperiencia o ingenuidad de sus
interrogantes.
Es famosa su definición de “Ius” como: “ars boni et aequi”.
Sus obras fueron:
 Los “libri digestorum”:
Obra constituida por 39 libros de los cuales:
-
La primera parte, está integrada por los libros del 1 al 27: dedicada al “Ius
Honorarium” con grandes integraciones del “Ius Civile”.
-
La segunda parte, que constituye el resto de libros: ilustra las principales
leyes y normas.
 Los “libri quaestionum”:
Son 12 libros.
 Los “commentarii”:
Obra de 6 libros.
(7)
NERAZIO PRISCO:
L. NERATIUS PRISCUS.
Contemporáneo de Celso hijo.
Fue cónsul, “Praefectus aerarii saturni” y gobernador de la Pannonia.
Hizo parte del “Consilium principis” de Traiano y de Adriano.
Sus obras fueron:
324
 Los “15 libri regularum”.
 Los “3 libri responsorum”.
 Los “libri ex Plautio”.
 Los “libri epistularum”:
Eran 4 libros.
 Un “liber singularis de nuptiis”.
 Los “7 libri membranarum”:
Debido a que contenían respuestas a interrogantes jurídicos expuestos en
hojas de pergamino: “membranae”.
-E- OTROS JURISTAS DE LA FASE AUGUSTEA:
Entre éstos las fuentes cuentan:
Veranio, Fabio Mela, Cartilio, Urseio Feroce, Atilicino, Minicio, Fufidio, Servilio,
Ottaveno, Aufidio Chio, Puteolano, Campano, Viviano, Valerio Severo, Fulcinio
Prisco, Lelio Felice, Arriano y Sabino.
Mención a parte, por su particular valor, merecen;
(1)
PEDIO:
SEX. PEDIUS.
Contemporáneo de Cassio y de Próculo. Fue un jurisconsulto sensible a las
exigencias de una revisión sistemática del derecho.
Sus obras fueron:
 Los “libri ad edictum praetoris”:
En un número de 25.
 Los “libri ad stipulationibus”.
 Los “libri ad edictum aedilium curulium”.
(2)
PLAUZIO:
PLAUTIUS.
325
Contemporáneo de Celio Sabino y Celso Padre. Fue un asiduo recolector y
ordenador sistemático de “responsa” de otros juristas.
El “corpus” por él redactado fue utilizado para notas y comentarios hechos por
Giovaleno, Nerazio, Pomponio y Paolo.
(3)
ARISTONE:
TITIUS ARISTO:
Alumno de Cassio y amigo de Plinio el joven. Se mantuvo lejos de las disputas
escolásticas y prefirió la vida vivida en el derecho. No hizo carrera política,
pero fue llamado a hacer parte del “Consilium Principis” de Traiano.
Sus obras fueron:
 Las “notae” a:
-
Los “posteriores libri” de Labeone.
Los “libri iuris civilis” de Sabino.
Los “libri iuris civilis” de Cassio.
 Los “decreta Frontiana”:
Recolección comentada de los “decreta” del cónsul Frontone.
 Los “libri digestorum”:
En un número de 5.
-F- OTROS JURISTAS DE LA FASE ADRIANEA:
(1)
SALVO GIULIANO:
P. SALVIUS IULIANUS:
La añeja rivalidad entre Sabinianos y Proculeyanos fue calmada y superada en
los tiempos del Príncipe Adriano, por la influencia ejercida a sus
contemporáneos y posteriores de la obra eminente del maestro y jurista Salvio
Giuliano, una de las más iluminadas figuras de la jurisprudencia romana de la
edad antoniniana..
Su biografía se sabe por la “Historia Augusta”. Era africano. Fue alumno de
Giovaleno y gozó de gran fama entre los juristas romanos hasta Justiniano.
Su enseñanza dejó un surco profundo en la jurisprudencia sucesiva. Sus
doctrinas, lúcidamente intuidas y tranquilamente demostradas, cerraron la era
de las continuas y estériles controversias entre escuelas, y abren el paso a
326
aquélla tendencia sistemática, que fue la característica principal de la
jurisprudencia de la fase adrianea.
Escribe frente al pasado y a la tradición: "Non omnium, quae a maioribus
constituta sunt, ratio reddi potest".
"No de todo aquello que los antepasados han establecido es posible
proporcionar una razón". D. 1, 3, 20 (Iulianus, 55 "digestorum", L. 730).
La obra fundamental de Salvio Giuliano está constituida por:
 Los “libri digestorum”:
En un número de 90 libros, donde el autor hace referencia a un precedente
comentario “ad edictum” de una recopilación de “epistulae”.
Este tratado se divide en dos partes:
-1- En los libros del 1 al 58:
Donde se exponen y se discuten ampliamente las materias del “Edictum
Perpetuum”, pero con largos fragmentos dedicados al “Ius Civile”.
-2- En los libros del 59 al 90:
Se trata de completar el cuadro de todo el saber jurídico privado, las principales
providencias normativas, desde las “XII Tabulae” hasta la “Lex Cincia” y la “Lex
Falcidia”, desde las “Leges Augustee” hasta el “Senatusconsultum
Iuventianum”, etc.
Estos “Digesta” de Salvo Giuliano fueron reeditados varias veces:

Con “notae” de Marcello, Scevola y Paolo.

Además, fueron comentados “ad edictum” por Paolo y Ulpiano.
 Los “libri ad Urseim Ferocem”:
Antología anotada de una obra de Urseio Feroce en 4 libros.
 Los “libri ex Minicio”:
Antología anotada en 6 libros de la obra de Minicio.
 Un “liber singularis de ambiguitatibus”:
Para cuestiones particularmente dudosas.
(2)
AFRICANO:
327
SEX. CAECILIUS AFRICANUS.
En el período inmediatamente sucesivo a aquél de Salvio Giuliano, por lo tanto,
siempre en la época entre los príncipes Adriano y Antonino Pio, se destacaron
dos jurisconsultos: Africano y Pomponio.
Sesto Cecilio Africano fue alumno de Salvio Giuliano, difusor de sus ideas.
Fue muy estimado por los sucesores. Su estilo es catalogado como difícil y
oscuro.
Realizó en forma oral un análisis histórico-linguistico de las Doce Tablas
tratando de sobreponer su arcaica lejanía.
Es una obra que se va
desarrollando en el curso de un diálogo con el filósofo y académico Favorino di
Arles.
Al respecto expresa: "Las leyes no permanecen nunca en idéntica condición,
sino que cambian según las circunstancias y el caso, como la faz del cielo y del
mar" (Gell. 20, 1, 22).
Sus obras fueron:
 Los “9 libri quaestionum”:
Fue una recopilación de “quaestiones”, más que todo de Giuliano, y de algunos
“responsum”.
 Los “libri epistularum”:
Obra de 20 libros.
(3)
POMPONIO:
SEX. POMPONIUS.
Sobrevive a Celso hijo y a Giuliano, de los cuales fue contemporáneo.
Fue sustancialmente extraño a las controversias entre sabinianos y
proculeyanos.
Enseñó el derecho comentándolo en gran manera.
En su vastísima producción se señalan las siguientes obras:
 Los “libri ex Sabino”:
328
Tratado de “Ius Civile” en 35 libros, según el orden de los “Libri Iuris civilis” de
Sabino, escrito bajo Adriano.
 Los “39 libri ad Q. Mucium”:
Tratado de “Ius Civile” según el orden de Quinto Mucio Scevola, escrito bajo
Antonino Pio.
 Los “7 libri ex Plauto”:
Notas y comentarios al material recopilado por Plauto, con particular referencia
al “Ius Honorarium”.
 Los “libri ad edictum”:
Obra de 83 libros.
 Los “libri variarum lectionum”:
Florilegio de casuistica en 41 libros, epitomado en época post-clásica en una
obra de 15 libros.
 Los “20 libri epistularum”:
Que contienen respuestas a las interrogaciones de otros juristas.
 Los “5 libri senatusconsultorum”.
 Los “5 libri fideicommissorum”.
 El “liber singularis regularum”:
Anotado posteriormente por Marcello.
Mención a parte exige el “Enchiridion”:
Manual del cual los “Digesta” de Justianiano reportan fragmentos. Es
importante, porque traza un sumario histórico del ordenamiento jurídico, de la
jurisprudencia romana hasta Salvio Giuliano, incluyendo las magistraturas y las
funciones estatales en general.
Contemporáneos a éstos, aunque menos ilustres fueron:
Pattumeio Clemente, Vindio Vero, Giulio Mauriciano, Terenzio Clemente,
Venuleio – Claudio – Quinto Saturnino, Volusio Meciano.
(4)
GAIO – GAYO:
GAIUS.
329
Una singular figura de jurista, digna de particular estudio, es aquélla de Gayo,
contemporáneo de Africano y de Pomponio, el cual, mientras fue escasamente
notorio a los hombres de su época, adquiere después altísima fama, sobre todo
en el siglo V d. C.
Muy extraña es la denominación de éste jurista, mediante un “nomen” que
realmente era sólo un “praenomen”: “Gaius”.
Esto ha hecho pensar, que Gayo fuese descendiente de un provincial que
hubiera obtenido la ciudadanía bajo el principado de Calígula, usualmente
denominado: “Gaius”, y que haya asumido como propio “nomen” el
“praenomen” del “Princeps”.
Se hipotiza que pueda haber nacido en una provincia helena, porque su estilo
no falta de grecismos y de locuciones griegas, además, escribió un comentario
“ad edictum provinciale”.
Participó en las controversias entre escuelas, sabinianos, que llama:
“praeceptores nostri”, y proculeyanos.
No tuvo el “Ius publice respondendi”. Escribió mucho y enseñó las materias
jurídicas, sobre todo el derecho privado. Demostró un vasto conocimiento de
los juristas precedentes, desde Quinto Mucio Scevola hasta Salvio Giuliano, de
los cuales en forma frecuente adopta opiniones.
Sus obras fueron:
 Los “libri ex Q. Mucio”:
 Los “6 libri ad legem XII tabularum”:
Un siglo y medio más tarde después de M. Antistio Labeone, Gayo una vez
más retoma el hilo literario de las Doce Tablas.
Se trataba de un comentario que se abría con las fuentes del Derecho
Romano.
Su objetivo era práctico-jurídico, emprender un viaje pedagógico hacia los
orígenes, donde el autor se proponía remontarse desde los inicios de Roma:
"porque es perfecto aquello que consta de todas sus partes, y el principio
es la parte más importante de toda cosa".
D. 1, 2, 1. (Gaius, 1 "ad legem duodecim tabularum", L. 418): "Facturus legum
vetustarum interpretationem necessario populi Romani ius prius ab urbis
initiis repetendum existimavi, non quia velim verbosos commentarios
facere, sed quod in omnibus rebus animadverto id perfectum esse, quod
ex omnibus suis partibus constaret: et certe cuiusque rei potissima pars
principium est. Deinde si in foro causas dicentibus nefas ut ita dixerim
videtur esse nulla praefatione facta iudici rem exponere: quanto magis
330
interpretationem promittentibus inconveniens erit omissis initiis atque
origine non repetita atque illotis ut ita dixerim manibus protinus materiam
interpretationis tractare? Namque nisi fallor istae praefationes et libentius
nos ad lectionem propositae materiae producunt et cum ibi venerimus,
evidentiorem praestant intellectum"
 Los “libri ad edictum praetoris urbani”:
En un número de 10 libros.
 Los “30 libri ad edictum provinciale”.
 Los “libri de fideicommissis”.
 Los “3 libri de manumissionibus”.
 Los “2 libri ad edictum aedilium curulium”.
 El “liber singularis de tacitis fideicommissis”.
 Los “3 libri de verborum obligationibus”.
 Los “15 libri ad legem Iuliam et Papiam”.
 El “liber singularis deotalicion”:
Referente a la dote.
 Los
“libri
Orfitianum”.
singularis
ad
Senatusconsultum
Tertullianum
et
 El “liber singularis de formula hypothecaria”.
 El “liber singularis de casibus”:
Referente a casos jurídicos dignos de nota.
Gayo, debe sobre todo su inmensa notoriedad a sus obras de carácter
elemental:
 Las “Institutiones”:
Obra escrita en 4 libros.
 Las “Regulae”:
Esta obra estaba constituida de 3 libros.
331
La escuela postclásica no paró de manipular estas obras con fines didácticos,
a tal punto que, las conocemos prácticamente a través de las “Institutiones” de
Justiniano.
Se recomiendan las obras de Gayo a los juristas, por su absoluta novedad y el
notable interés dogmático de su sistema de exposición.
(5)
MARCELLO:
L. ULPIUS MARCELLUS.
En el período que va desde la dualidad de Marco Aurelio y Lucio Vero (161 d.
C.) hasta la muerte de Commodo (192 d. C.), emergen otras dos figuras
notables de juristas: Marcello y Scevola.
Marcello fue gobernador de Pannonia Inferior e hizo parte del “Consilium
Principis” de Antonino Pio y de Marco Aurelio.
Fue jurista de profunda penetración y corrigió agudamente algunas doctrinas
de Salvio Giuliano.
Sus obras fueron:
 Los “31 libri digestorum”.
 Los “6 libri ad legem Iuliam et Papiam”.
 Los “libri de officio consulis”:
En un número de 5 libros.
 Un “liber singularis responsorum”.
 Las “notae” a los “digesta” de Giuliano.
 Las “notae” a las “regulae” de Pomponio.

(6)
SCEVOLA:
Q. CERVIDIUS SCAEVOLA.
Consejero escuchadísimo por Marco Aurelio.
Fue el maestro de Paolo y de Trifonino, quienes lo llamaban: “Scaevola noster”.
Sus obras fueron:
 Los “15 libri digestorum”:
332
Redactados según el orden de los “digesta” de Salvio Giuliano.
 Los “11 libri responsorum”.
 Los “20 libri quaestionum”.
 Los “4 libri regularum”.
 Un “liber singularis quaestionum publice tractarum”.
 Un “liber singularis de quaestione familiae”.
 Las “notae” a los “digesta” de Giuliano y de Marcello.
(7)
FIGURAS MENORES:
.a. PAPIRIO GIUSTO:
PAPIRIUS IUSTUS.
Autor de la época de Marco Aurelio y Commodo.
Escribió:
 Los “20 libri constitutionum”:
Donde se reportan constituciones principescas de los “Divi Fratres” entre los
años 161 y 169 d. C., y de Marco Aurelio entre los años 169 y 180 d. C.
Se ha opinado que parece una coincidencia que el número de los libros de ésta
obra corresponden al número de los años que van desde el 161 hasta el 180 d.
C.
.b. FLORENTINO:
FLORENTINUS.
Fue autor de:
 Los “20 libri institutionem”.
.c. TARUTTIENO PATERNO:
P. TARUTTIENUS PATERNUS.
Fue “Curator epistularum latinarum” hasta el año 174 d.
Praetorio” del año 179 al 183 d. C.
Fue autor de:
C. y “Praefectus
333
 Los “4 libri de re militari”:
Conocidos y estudiados por juristas posteriores.
G. JURISTAS DE LA EDAD DE LOS SEVEROS:
(1)
PAPINIANO:
AEMILIUS PAPINIANUS.
La edad de la dinastía de los Severos (193 – 235 d. C.) señaló el inicio de la
fase descendiente de la jurisprudencia romana.
Pero una excepción es todavía representada por Papiniano, jurista profundo y
sensible, que obtiene, a través de los posteriores, mayor fama.
Estuvo muy vecino a Settimio Severo, que lo nombró “magister libellorum” y
luego lo elevó a la altísima dignidad de “Praefectus Praetorio”. Más tarde, fue
depuesto por el príncipe Caracalla, y poco después del asesinato de Geta, fue
muerto, en el año 212 d. C.
Su estilo permaneció siempre famoso por su tendencia a expresar solamente lo
esencial y con el menor número de palabras, aunque a veces sobretodo en las
“Quaestiones” pasaba de improviso a una verbosidad pletórica.
La escuela post-clásica utilizó, anotando y aprovechando sus obras, su
excepcional profundidad de pensamiento; viene consecuentemente explotada
por las más inspiradas anotaciones marginales.
Sus obras fueron:
 Los “37 libri quaestionum”:
Su orden es igual a aquél de los “digesta”.
 Los “19 libri responsorum”:
Contiene “responsa” de Papiniano y de juristas anteriores, de igual manera
“decreta” de los “Praefectus Praetorio”, como también, constituciones
imperiales.
 Los “2 libri definitionum”.
 Los “2 libri de adulteriis”.
(2)
PAOLO:
334
IULIUS PAULUS.
Alumno de Scevola. Por la elegancia de su estilo se retiene romano o por lo
menos itálico.
Fue “adsessor” del “Praefectus Praetorio” Papiniano. Más tarde, fue jefe de la
sección de la Cancillería Imperial y miembro del “Consilium Principis” junto con
Papiniano de los príncipes Settimio Severo y Caracalla.
En el principado de Alessandro Severo, junto con Ulpiano, asume el cargo de
“Praefectus Praetorio”.
Se trata de uno de los autores mayormente estudiado, anotado, apitomado,
etc., por los autores post-clásicos.
Sus obras son aproximadamente 90; mencionamos entre otras las siguientes:
 Los “4 libri ad Neratium”:
Crestomatia de los pasos de Nerazio Prisco.
 Las “notae” a las recopilaciones de Labeón.
 La “epitome” de los “Digesta” de Alfeno Varo:
En un número de 8 libros.
 Los “18 libri ad Plautium”:
Tratado sistemático de derecho privado, que desarrolla el material utilizado por
Plauzio.
 Los “16 libri ad Sabinum”:
Comentario lammatico de los “libri iuris civilis” de Sabino.
 Los “78 libri ad edictum praetoris urbani”:
Donde el orden de los edictos se sigue fielmente, haciendo un comentario
cláusula por cláusula.
Paolo también es grande por sus obras de casuística:
 Los “25 libri quaestionum”:
Verdaderas “quaestiones” de los “responsa” y de las citaciones de los
precedentes jurisconsultos.
 Los “3 libri decretorum”:
335
Se reportan “decreta” de Settimio Severo y Caracalla.
También hizo obras elementales:
 Los “3 libri manualium”:
Según el orden de las materias del edicto pretorio
 Los “3 libri institutionum”.
 Los 5 libri sententiarum”.
 Los “singularis regularum”.
(3)
ULPIANO:
DOMITIUS ULPIANUS.
Oriundo de Tiro (Fenicia).
Hizo parte del “Consilium” de un pretor y después se convierte en “adsessor”
del “Praefectus Praetorio” Papiniano, junto con Paolo.
Exiliado por Elagabalo en el año 222 d. C. Llamado nuevamente a Roma por
Alessandro Severo que lo nombra “magister Libellorum” y lo incluyó en su
“Consilium Principis”. Luego lo elevó a “praefectus annonae” y finalmente, lo
promueve a “praefectus praetorio”.
Gozó de la absoluta confianza y protección de Alessandro Severo, pero cae
víctima en eñ año 228 d. C., de una conspiración.
Como jurista y escritor, tuvo menos tiempo de emplear para el estudio que su
contemporáneo Paolo.
Frecuentemente recopiló a la letra cláusulas edictales, textos de leyes y de
“senatusconsultum”, fragmentos de escritos jurídicos, etc., lo que lo rindió apto
para los compiladores de los “digesta” justinianeos. Por esta razón es
considerado el Accursio del Derecho Romano.
Sus obras principales fueron:
 Los “81 libri ad edictum praetoris”:
Comentarios al “Ius Civile”.
 Los “51 libri ad Masurium Sabinum”:
Tratado de citaciones textuales de otros juristas.
336
Entre los complementos y apéndices están:
 Los “6 libri fideicommissorum”.
 Los “4 libri de appellationibus”.
 Los “4 libri ad legem Aeliam Sentiam”.
 Los “20 libri ad legem Iuliam et Papiam”.
Se ocupó de los “officia” de los varios funcionarios:
 Los “10 libri de officio proconsulis”
 Los “3 libri de officio consulis”.
Los siguientes libros singulares:
 Un “liber singularis de officio consularium”.
 Un “liber singularis de praefectus urbi”.
 Un “liber singularis de praefectus vigilum”.
 Un “liber singularis de officio curatoris rei publicae”.
Escribió pocas obras de casuística:
 Los “2 libri responsorum”.
 Los “10 libri disputationum”.
Para los estudiantes se crearon las siguientes obras elementales:
 Los “2 libri institutionum”.
 Los “7 libri regularum”.
(4)
OTRAS FIGURAS MENOS RELEVANTES:
(a)
MARCIANO:
Fue un alto funcionario de la cancillería de los príncipes Settimio Severo y de
Caracalla.
Escribió:
337
 Los “16 libri institutionum”:
Obra intermedia entre el comentario y lo elemental.
 Los “5 libri regularum”.
 Los 2 libri de publicis iudiciis”.
(b)
MODESTINO:
Alumno de Ulpiano. Fue “praefectus vigilum”.
Sus obras las escribió en griego y en latín.
Entre sus obras se mencionan:
 Los “9 libri differentiarum”.
 Los “12 libri pandectarum”.
 Los “10 libri regularum”.
 Los “10 libri responsorum”.
 Los “6 libri excusationibus”.
 Los “4 libri poenis”.
 Los “4 libri praescriptionibus”.
Escribió los siguientes libros singulares:
 Un “liber singularis de inifficioso testamento”.
 Un “liber singularis de manumissionibus”.
 Un “liber singularis de legatis et fideicommissis”.
 Un “liber singularis de testamentis”.
 Un “liber singularis de heurematicis”:
Obra de opiniones.
 Un “liber singularis de riti nuptiarum”.
(c)
TRIFONINO:
Hizo parte del “consilium principis” de Settimio Severo.
338
Escribió:
 Las “notae” a las obras de su maestro Scevola.
 Los “21 libri disputationum”.
(d)
CALLISTRATO:
De origen no romano.
Entre sus obras se cuentan:
 Los “4 libri de iure fisci et populi”:
El primer tratado autónomo dedicado a la materia financiera.
 Los “6 libri edicti monitirii”:
Breve tratado, prevalentemente dogmático, del material de los edictos
pretorios.
G- JURISTAS QUE EMERGEN EN LA OSCURA FASE DE
CRISIS DEL PERÍODO CLÁSICO:
(1)
ERMOGENIANO:
Se le atribuyen las obras siguientes:
 ”La compilación del “Codex Hermogenianus”.
 Un “epitome iuris”:
Obra en 6 libros.
(2)
ARCADIO CARISIO:
Se le atribuyen 3 libros singulares:
 Un “liber singularis de testibus”.
 Un “liber singularis de muneribus civilibus”.
 Un “liber singularis de officio praefecti praetorio”.
H- JURISTAS MENORES:
Entre otros fueron:
339
(1) ARRIO MENENDRO.
(2) TERTULLIANO.
(3) PAPIRIO FRONTONE.
(4) MACRO.
(5) AQUILA.
(6) ANTIANO.
340
PERÍODO
POSTCLÁSICO.
HISTORIA.
“IMPERIUM”
ABSOLUTISTA.
1- MARCO GENERAL:
Con la conquista del poder llevada a cabo por Diocleciano en el año 285 d. C.,
se abrió el período de la decadencia de la civilización romana.
Obviamente, no es posible indicar una terminación final precisa de éste
proceso de disolución, de finalización de la civilización romana, todavía aún
341
más, cuando el Imperio Romano de Oriente permanece formalmente en vida
hasta el año 1453 d. C.
Pero con claridad se puede decir que el tentativo supremo operado para la
defensa de la civilización romana, lo lleva adelante el emperador Justiniano I
(527 – 565 d. C.) Con el fracaso de su diseño de restauración, la historia de
Roma se puede dar por concluida.
El “Imperium Romanum” era solo una fórmula de organización política
demasiado mecánica para poder mantener espiritualmente unidas naciones tan
diversas entre ellas.
Los esfuerzos prodigiosos de algunos emperadores, de Diocleciano a
Justiniano, sólo sirvieron para retardar el fenómeno. De manera lenta en el
cuadro aparentemente inmutable del imperio, desaparece de la historia la
“romanidad”:
 Absorbida por civilizaciones locales.
 Humillada y pisoteada por los bárbaros invasores.
2- LAS FASES DEL IMPERIO ABSOLUTISTA:
La historia de los siglos IV a VI d. C., es la historia de un largo proceso de
disolución.
1- FASE DEL IMPERIO ÚNICO: 285 - 395 d. C.
El Imperio Romano, aunque tuvo carácter de tetrarquía, se mantiene todavía
unitario, único para todo el mundo romano.
2- FASE DEL IMPERIO DOBLE: 395 - 527 d. C.
El imperio se separó en dos partes, las cuales tuvieron sucesos y suertes
totalmente diferentes.
3- FASE JUSTINIANEA: 527 - 565 d. C.
Se verificó el grandioso tentativo de Justiniano I para la restauración de la
unidad del imperio y el restablecimiento de los valores típicos de la romanidad,
(aunque sin fortuna).
FASE DEL IMPERIO ÚNICO.
3- EL IMPERIO DE DIOCLECIANO:
(CAIO VALERIO AURELIO DIOCLEZIANO).
Del 284 al 305 d. C.
342
El Dálmata, que después de la victoria contra Carino (el hijo de Caro), se
dispuso a la tarea de:
 Restaurar la unidad del sistema político romano, gravemente comprometida
por la crisis del siglo III d. C.
Tarea difícil, imposible de resolver mediante la restauración de las estructuras
de la “respublica”, pues el único modo era con las directivas decididas del
“Imperium Romanum”, institución centralizada y fuertemente autoritaria.
Diocleciano se dio cuenta del hecho real que el inmenso Imperio Romano no
gravitaba más alrededor de Roma e italia, sino alrededor de dos polos de
intereses geográficamente distintos:
-
De un lado, las provincias orientales: con todas las inquietudes derivantes
de la dificultad de asimilación de la civilización romana.
Del otro lado, las provincias occidentales: con todos los peligros conectados
a la constante presión de las poblaciones bárbaras.
Para conciliar la exigencia de la unidad del imperio con la necesidad de
decisiones rápidas y de rápidas intervenciones en los dos extremos de su
vastísima extensión, Diocleciano creó y actuó un sistema abstractamente
incensurable:
EL SISTEMA DE LA TETRARQUÍA.
La administración del imperio por parte de:
-----2 “AUGUSTI”: uno en Occidente y otro en Oriente.
DIOCLECIANO y MASSIMINIANO.
-----2 “CAESARES”: sus respectivos colaboradores y sucesores.
GALERIO y COSTANZO.
Pero quiso darse una preeminencia honorífica, atribuyéndose el título de:
“IOVIUS”, frente al título inferior de su colega: “HERCULIUS”
En realidad el sistema pudo funcionar gracias a las relaciones de amistad y
confianza que unian a Diocleciano con su colega.
En el año 286 d. C., Diocleciano escoge como su colega “Augusto” a MARCO
AURELIO VALERIO MASSIMINIANO.
En el año 293 d. C., son nombrados “Caesares”:
-
CAIO GALERIO VALERIO MASSIMIANO: Colaborador y sucesor de
Diocleciano.
MARCO FLAVIO VALERIO COSTANZO CLRO:Colaborador y sucesor de
Massiminiano.
343
Los dos eran valientes generales.
La seguridad en los confines permitió a Diocleciano dedicarse a la obra de
reorganización de la administración del imperio y militarmente, también.
-
Las provincias fueron agrupadas en Diócesis.
Los funcionarios imperiales fueron jerárquicamente ordenados en una clase
de “militia” civil, paralela a una “militia” militar.
Las tropas de frontera (“limitanei”), fueron puestas al comando de “duces”
dependientes, a su vez, de los gobernadores de las singulares provincias.
A disposición de los emperadores estaba la armada de maniobra
“comitatenses” y la guardia imperial “comitatus”.
Pero era necesario afrontar el doble problema del saneamiento financiero del
Estado y, el saneamiento económico de la sociedad.
El saneamiento financiero del Estado, fue fácil obtenerlo, imponiendo a los
propietarios de tierras rendir una declaración de rentas “indictio” cada cinco
años y basando sobre ésta, alicuotas de impuestos “capitatio”.
El saneamiento económico de la sociedad, se actuó en el papel, pero en la
práctica se debió recurrir a la recaudación autoritaria.
Para estabilizar el valor de la moneda y estabilizar los precios, se introdujeron
las monedas de oro y plata a peso fijo y fue creada una moneda mixta de
bronce y plata “follis”.
Pero los precios aumentaron igualmente. En el año 301 d. C., se dictó el
“edictum de pretiis rerum venalium” que fijó imperativamente para todo el
imperio el precio máximo de numerosas prestaciones y objetos de cambio,
como también del oro.
Diocleciano quería la unidad, la romanidad, no importando la deformidad de
tradiciones. Quiere amalgamarlos e inducirlos, en virtud de la etiqueta de
“Romanos”, imponiendo la observación de la religión del Estado, la religión
pagana y del ordenamiento jurídico oficial, el “Ius Romanorum”.
La aspiración de orden, unida al deseo de restaurar los valores de la tradición
romana, son los motivos que empujan a Diocleciano a atacar y perseguir los
cristianos, infiltrados por todas partes. Con el “edictum” en el año 303 d. C.,
prohibió el culto cristiano, ordenó la destrucción de las basilicas y de los objetos
sagrados, los condenó a, penas graves hasta la muerte.
Dio prueba de su sustancial honestidad en sus propósitos cuando en el año
305 d. C., abdicó e indujo a Massiminiano a hacerlo contemporáneamente.
Galerio y Costanzo, pasaron a ser “Augusti” y como “Caesares” los escogidos
fueron: VALERIO SEVERO y MASSIMINO DAIA.
344
Pero el sistema de Diocleciano falló cuando en el año 306 d. C., Costanzo
muere en York y su ejército no reconoce a su sucesor, a SEVERO, y aclama
emperador al hijo de Costanzo: FLAVIO VALERIO CONSTANTINO, pero
también, se proclama emperador al hijo de Massiminiano: MARCO AURELIO
VALERIO MASSENZIO.
Por todo esto, se hace necesario citar a una conferencia en Carnatum en el
año 307 d. C., donde se nombra:
-
”Augustus”: a GALLERIO Y LICINIO.
“Caesares”: a CONSTANTINO Y MASSIMINO DAIA.
En el año 311 d. C., muere Gallerio y la situación se convierte nuevamente
dramática. Quedan cuatro personajes que se dividieron en dos grupos:
Constantino y Licinio, de un lado; y Massenzio y massimino Daia, del otro lado.
Los primeros derrotaron a los segundos en el año 312 – 313 d. C., y quedan
como patronos de la urbe romana: CONSTANTINO Y LICINIO.
4- EL IMPERIO DE CONSTANTINO:
Del 306 al 337 d. C.
La buena armonía entre Constantino y Licinio, se basaba en el matrimonio de
este último con la hermana de Constantino, pero no duró mucho. En el año
314 d. C., empezaron las discordias, cuando no se consultaron la nominación
de los césares. Licinio nominó a su hijo homónimo y Constantino a sus hijos
Crespo y Constantino II.
La hostilidad fue siempre más creciente, sobre todo, por la opinión frente al
cristianismo.
En el año 323 d. C., entran en guerra y Constantino derrota a Licinio
Del 323 al 337 d. C., Constantino cubrió solo el imperio, con dos capitales:
-
La vieja Roma, y
Constantinopla, (antes Bizancio).
A diferencia de Diocleciano, Constantino le da al imperio un carácter
intensamente monárquico, a la manera de las autocracias orientales,
favoreciendo la emancipación de las costumbres bizantinas.
Fue un
estremecedor de los principios tradicionales del Derecho Romano.
Apreció el valor ecuménico de la religión cristiana. Es explicable que uno de
los primeros actos de su gobierno fue el “Edicto de Milán” del año 313 d. C.,
con el cual concede tolerancia a la religión cristiana y se permitió el culto libre y
público.
345
En el año 325 d. C., convocó en Nicea, a todos los obispos cristianos a un
concilio para poner fin al desacuerdo en orden a la trinidad.
Durante su imperio, la memoria de Roma se descolorizó notablemente en el
mundo romano; pero, sin embargo, el imperio atravesó un período no usual de
orden y paz.
En el año 337 d. C., cuando Constantino murió, se abrieron las luchas para su
sucesión. Su hijo Crispo había sido condenado a muerte, pero quedaban
Constantino II, Costanzo y Constante.
5- SEPARACIÓN DE HECHO DEL IMPERIO ROMANO:
A la muerte de Constantino en el año 337 d. C., el imperio queda en manos de
sus hijos:
-
CONSTANZO: Se mantiene en Oriente (337 – 361 d. C.)
CONSTANTINO II: Se mantiene en Occidente (337 – 340 d. C.)
CONSTANTE: Se mantiene en Occidente (337 – 350 d. C.)
En el año 340 d. C., Constantino II muere y sus dos hermanos se hacen la
división formal del imperio:
-
CONSTANZO: Constantinopla, Asia, Egipto y la región DanubianoBalcánica: ORIENTE.
-
CONSTANTE: Roma y Africa: OCCIDENTE.
Se perfiló una separación profunda del imperio en Oriente y en Occidente, que
se vuelve totalmente definitiva medio siglo después.
En el año 350 d. C., Constante fue muerto por FLAVIO MAGNO MAGNENZIO,
que se proclamó Augusto de Occidente.
En el año 353 d. C., Magnenzio fue derrotado y se suicida en Lione.
CONSTANZO, permanece solo en el Imperio Romano, y parecía que habían
regresado nuevamente los tiempos de Constantino el Grande. Situación
diversa en la realidad, porque a Constanzo le hacía falta la personalidad
sobresaliente de su padre y además, estaba demasiado absorbido en Oriente.
Nombra a un César, escoge a su sobrino FLAVIO CLAUDIO GALLO, con sede
en Antioquia (Oriente). En el año 354 d. C., su independencia excesiva obliga
a Constanzo hacerlo decapitar y a sustituirlo con otro sobrino FLAVIO
CLAUDIO GIULIANO, con sede en Lutetia Gallia (Paris), quien se vuelve muy
útil para la defensa de Occidente, pero en el año 360 d. C., se hace aclamar
por sus tropas emperador y se demostró rival terrible de Constanzo.
En el año 361 d. C., Constanzo muere de una enfermedad en Cilicia.
346
FLAVIO CLAUDIO GIULIANO:
Del 360 al 363 d. C.
Giuliano de 31 años, sin competidores, se dedicó con estusiamo a la obra de
restauración, más con un regreso a las ideas de Diocleciano que de
Constantino.
Así la triunfante religión cristiana se vio relegada oficialmente al segundo plano,
frente a los cultos de la tradición pagana. Esta actuación le valió el epíteto de:
“Giuliano el apóstata”.
En el año 363 d. C., Giuliano muere en batalla.
Fue el inicio de la definitiva descomposición.
Las tropass de Giuliano aclamaron como emperador a FLAVIO GIOVIANO
(363 – 364 d. C.), el cual obtiene la paz con los persianos al precio de
renuncias territoriales y muere de una enfermedad en el año 364 d. C.
Entonces, los ejércitos aclaman como emperador a FLAVIO VALENTINIANO
(364 – 375 d. C.) dándole el Occidente, y a su hermano FLAVIO VALENTE
(364 – 378 d. C.) otorgándole el Oriente.
En el año 375 d. C., Valentiniano muere y lo reemplazan sus hijos: FLAVIO
GRAZIANO (375 – 383 D. C.) para Occidente y VALENTINIANO II (375 – 392
d. C.) para Oriente.
Valente, en el año 378 d. C., murió derrotado en Adrianopolis por los goticos.
En el año 379 d. C., Graziano se asoció al general español FLAVIO
TEODOSIO, para que restableciera el Oriente. TEODOSIO I reinó con
Graziano y Valentiniano II desde el 379 d. C.
En el 283 d. C., Graziano muere víctima de una insurrección de Mássimo, pero
Teodosio lo elimina, defendiendo a Valentiniano II.
En el año 392 d. C., Valentiniano II fue eliminado por Eugenio, a quien en el
394 Teodosio derrota en Aquileia.
Entre los años 394 y 395 d. C., Teodosio I reina como emperador único.
Previendo su muerte, y para dejar sucesores, se asocia a sus hijos:
-
-
ARCADIO: para Oriente.
HONORIO: para Occidente.
Teodosio I muere en enero del 395 d. C.
347
DIVISIÓN FORMAL DEL IMPERIO EN ORIENTE Y EN
OCCIDENTE:
6- TEODOSIO I: (Gral. FLAVIO TEODOSIO).
Del 379 al 395 d. C.
Su obra fue grandiosa, pero quizá, no muy futurista, ni previsiva. Su energía de
militar y de buen general, logró eliminar las usurpaciones internas y expulsar a
los confines a los bárbaros; pues, Teodosio, nunca trató de disuadir a las
poblaciones bárbaras de su gran objetivo, el cual era instalarse en el mundo
romano.
Más bien, fue el primero en admitir a los bárbaros (especialmente a los
visigóticos) a hacer parte del ejército romano
Es evidente que con esto se abrió la via de la normalización.
Frente a la religión cristiana, Teodosio fue tolerante y en el año 380 d. C., con
el “Edicto de Tessalonica”, la proclamó religión del Estado, terminando así con
los vestigios de los cultos paganos.
Con respecto a su sucesión, dejó a sus hijos Arcadio y Honorio, pero confiados
a dos funcionarios, entre ellos rivales, Rufino y Estilicón.
Con su muerte es evidente que la fractura entre Oriente y Occidente se
convierte incalmable y los dos imperios conducirán en adelante políticas
siempre cada vez más independientes y hostiles.
7- EL IMPERIO DE OCCIDENTE:
Agitados, dolorosos, convulsionados, fueron los hechos del Imperio de
Occidente, que lo llevaron en menos de un siglo a su fin.
El Occidente estaba en una situación económica ruinosa, estaba
particularmente expuesto a las presiones de los bárbaros y sobre todo, le hacía
falta un verdadero polo de atracción político y cultural. Mientras en Oriente,
Constantinopla ejercía de lleno las funciones de una capital, aunque no más de
cultura romana, sino helenística.
En Occidente, Roma, estas funciones no las cumplía más. No solo se ponía
como terrible competidor del poder imperial al Obispo de Roma, sino que la
decadencia económica había determinado un traslado de los centros vitales del
imperio fuera de Italia, todos estos sin un legamen cultural, ni romano, que los
uniera.
En el año 395 d. C., FLAVIO HONORIO, subió al poder muy joven; de ésta
circunstancia aprovechó su consejero Estilicón, que agravó la situación por su
348
excesiva rigidez de carácter y por su fuerte rivalidad con Rufino, consejero de
Arcadio.
Estilicón sugiere que se agregara el imperio la Diócesis de Mesia. Arcadio no
aceptó y por primera vez en la vida del imperio Romano, nace un comflicto
armado entre los dos imperios, lo cual aprovecharon los enemigos (unios,
góticos, etc.).
En el año 408 d. C., mueren Arcadio y Estilicón. Sin embargo, las tensiones no
terminan, aunque el nuevo emperador de Oriente, TEODOSIO II, trató de
aliviarlas.
En el año 423 d. C., muere Onorio, sin dejar hijos, y asume GIOVANNI, alto
funcionario de la Corte.
Pero Teodosio II, no reconoce a Giovanni como emperador y nombró a la
hermana GALLA PLACIDIA, mientras su pequeño hijo VALENTINIANO III
crecía. Giovanni en el 425 d. C., es derrotado y, el Occidente, en un gobierno
tan débil, es presa de muchas luchas, casi de anarquía. Aprovecharon los
enemigos, vándalos y unios, para agitar la vida del imperio.
En el año 445 d. C., los unios fueron unificados a la guía de Attila; el Imperio de
Occidente y parte del Oriente, cae de rodillas.
En el año 451 d. C., Ezio, jefe de los ejércitos romanos derrota a Attila, quien
muere en el 453 d. C.
Valentiniano III muere en el año 455 d. C., y sube al trono occidental AVITO
quien dura poco porque se retira en el 457 d. C., y sube al poder FLAVIO
GIULIANO MAIORANO quien en el año 461 d. C., fue depuesto y muerto por el
“magister militum” RICíMERO y quien nombra a LIBIO SEVERO (461 – 465 d.
C.) y después a ANTEMIO (467 – 471 d. C.) y luego a OLIBRIO quien muere
en el 472 d. C., año en el cual matan a Ricímero.
En el año 472 d. C., subió al poder GLICERIO, con la ayuda del sobrino de
Ricímero, GUNDOBADO; pero en el año 474 d. C., el Emperador de Oriente
nombra a GIULIO NEPOTE quien derrota a Glicerio.
En el año 475 d. C., ORESTES derrotó a Nepote y nombró a su hijo RÓMULO,
sobrenombrado por el Emperador de Oriente AUGUSTOLO.
En el año 476 d. C., las tropas germánicas de ODOACRE, matan a Orestes y
deponen a Rómulo Augustolo. Odoacre, con el favor del Senado Romano,
obtiene del Emperador de Oriente, ZENONE, el título de “Patricius” y después
la dignidad de ser representante del emperador en Italia.
El Imperio de Occidente cierra para siempre su ciclo vital.
Se llega al final del Imperio de Occidente, dividido en una múltitud de reinos
bárbaros.
349
El título imperial de Occidente, fue recibido por el Emperador de Oriente, pero
en realidad, el Occidente tuvo una historia totalmente diferente y autónoma.
En España y Francia Medirional, se afirmó el reino visigótico con EURICO II.
El resto de la Gallia, los francos con CLODOVEO.
La Rezia, Norico y regiones Alpinas, los Alamannes y Turingos.
En Italia, reinó primero Odoacre (germánico), después, Teodorico “El Grande”,
rey ostrogodo. Su lucha duró del 448 al 493 d. C., y concluyó con la muerte de
Odoacre.
TEODORICO se extendió sobre toda la península y sobre Sicilia y en el año
497 d. C., el Emperador de Oriente, ANASTASIO, lo reconoce rey de Italia.
8- EL IMPERIO DE ORIENTE:
Para el Imperio de Oriente, al contrario del Occidente, que representaba una
grande bola de hierro amarrada al pie, desde el punto de vista económico, fue
rápido y ágil el pasaje a una nueva fórmula de organización civil, adecuada a
los modos y modelos de la organización helenística, denominada “Imperio
Bizantino”.
FLAVIO ARCADIO, de once años de edad, subió al poder y reinó del 395 al
408 d. C., con influencia de Rufino, y sufriendo los contragolpes de la lucha
contra Estilicón.
En el año 408 d. C., muere Arcadio, y sube al trono TEODOSIO II que gobernó
del 408 al 450 d. C., el cual se dedicó a asegurar las fronteras del imperio, a
reordenar la administración y a promover el desarrollo económico.
Dejó huella admirable con el “CODEX THEODOSIANUS” (Código de Teodosio
II), que publicó en el año 439 d. C.
Su obra la continuó MARCIANO (450 – 457 d. C.), a quién se le debe la
convocatoria al Concilio Ecuménico de Calcedonia en el año 451 d. C., que
confirmó las doctrinas de la ortodoxia católica.
Lo sucede LEON I (457 – 474 d. C.), quién trató, al principio, una política de
colaboración con los germanos de Occidente, y después, pasó como
adversario, orientamiento que tuvo un éxito infausto.
Los sucedió ZENONE ISAURICO (475 – 491 d. C.), quién sólo tuvo el mérito
de explotar el insuceso de la caída del Rómulo Augustolo, concediendo el título
a Odoacre y después a Teodorico, de sus representates imperiales en el
Occidente.
350
En los años 491 a 518 d. C., reinó ANASTASIO, quién igualándose a su
antecesor, le reconoce a Teodorico, el título de rey de Italia.
Obtiene la sucesión el general GIUSTINO I (518 – 527 d. C.), inspirado desde
el primer momento en su política, por su sobrino Giustiniano.
Existía una disputa de base entre ortodoxos y monofisitas:
 Ortodoxos: Sostenedores de la doble naturaleza divina y humana de Cristo.
 Monofisitas: Sostenedores de la única e indiferenciable naturaleza de
Cristo.
En Constantinopla, a raíz de ésta diferencia, se formaron dos verdaderos
partidos llamados: los partidos del hipódromo.
-
Partido de los azules: Ortodoxos.
-
Partido de los verdes: Monofisitas.
Giustino I, hizo confirmar la concepción de los Ortodoxos, a través de un
Sínodo local de obispos y retoma relaciones con la Iglesia Romana,
empezando a perseguir a los Monofisitas.
Giustino en el año 527 d. C., muere de una grave enfermedad y fue nombrado
su sobrino GIUSTINIANO al trono de Bisanzio.
9- EL IMPERIO DE JUSTINIANO:
LA RESTAURACIÓN JUSTINIANEA:
(FLAVIO PIETRO SABINO GIUSTINIANO I).
Del 527 al 565 d. C.
Señaló la última reactivación de la romanidad en la historia de Roma,
grandiosa, pero efímera, que no fue más allá de la vida del mismo Justiniano, y
no fue diversamente porque:
1. El mundo antiguo, Oriente y Occidente, reaccionaba negativamente a las
superadas impostaciones de la civilización romana.
351
2. Porque el mismo Justiniano, aunque hablaba latín y sentía una gran
admiración por la romanidad, ineludiblemente era extranjero para Roma e
irresistiblemente bizantino.
Su restauración de Roma, fue expresión mecánica e improductiva de un
grandioso utopismo.
Su gran diseño fue:
 Cementar la paz religiosa entre la Iglesia Oriental y la Occidental, teniendo
como insignia el Catolicismo.
 Fundamentar las estructuras del Imperio sobre los principios del antiguo
Derecho Romano.
 Unificar Oriente y Occidente bajo su Imperio.
 Garantizar la seguridad de las fronteras (persianos y bárbaros).
Un episodio significativo fue el cierre de la Escuela de Atenas, en el año 529 d.
C., para eliminar vestigios del paganismo.
Lo ayudaron en la actuación de éste programa algunas figuras:

Su esposa, la Emperatriz Teodora.

Giovanni di Cappadocia, “Praefectus Praetorio”.

Triboniano, “Quaestor Sacrii Palatii”.

Narsete, “Comes Sacri Cubiculi”, (hombre de armas).

El general Belisario.
Las fases del Imperio de Justianiano fueron tres:
I.
LA RESTAURACIÓN JURÍDICA DEL IMPERIO ROMANO Y EL
ASEGURAMIENTO MILITAR DE SUS FRONTERAS:
Del 527 al 534 d.. C.
Fue señalada paralelamente por la compilación, en un tiempo increíblemente
breve, del monumento de la civilización jurídico-romana, que en su señal de
admiración fue llamado posteriormente: El “CORPUS IURIS CIVILIS”. Obra
particularmente confiada a Triboniano.
Mientras tanto, en Constantinopla conducían una campaña militar y guerrera,
especialmente Belisario, quién obtuvo la víctoria en Dara, pero también la
352
derrota en Sura contra los Persianos. En el año 532 d. C., Justiniano aucerda
con los persianos la “paz eterna”.
En éste mismo año, se da una rebelión interna, la “Rebelión de Nika”, donde
los partidos del hipódromo se unieron para protestar por la dura administración
fiscal y obtienen la destitución de Triboniano y de Giovanni de Cappadocia;
pero luego, la euforia fue apagada por Belisario y Narsete que reprendieron
cualquier insurrección.
II.
Del 535 al 554 d. C.
Esta fase se divide en tres momentos:
A. LA RESTAURACIÓN Y REUNIFICACIÓN TERRITORIAL DE TODO EL
IMPERIO ROMANO:
Teniendo seguridad en las fronteras e internamente, Justiniano pasó a su
tarea:
En el año 533 d. C., Belisario atacó los vándalos en Africa y ocupó Cartago e
hizo prisionero su rey Gelimero.
En el 535 d. C., desembarca en Sicilia y conquista Siracusa.
En el año 536 d. C., Los góticos se retiran de Roma.
Y en el 540 d. C., Ravenna es conquistada.
El nuevo rey gótico, Totila, pasó a la contraofensiva. Belisario fue llamado para
hacer frente a los persianos por la ruptura de la “paz eterna” y logró restablecer
la situación. En tanto, fue encargado de continuar contra los góticos y
reconquistar Nápoles y Roma a Narsete, quién batió a Totila en Roma en el
551 d. C., y derrotó en el año 552 d. C., al rey Teia de Nápoles, eliminando así
la potencia de los góticos.
En el año 553 d. C., obtiene la víctoria contra los francos y alammanes, e Italia
fue proclamada provincia del Imperio de Oriente, y Narsete fue nominado
“Esarca de Italia”. Completando la obra en el año 554 d. C., se reconquista
España, derrotando los visigóticos.
B. LA PACIFICACIÓN RELIGIOSA.
C. LA ADECUACIÓN JURÍDICA A LOS NUEVOS TIEMPOS
IMPORTANTES INSTITUTOS JURÍDICOS PÚBLICOS Y PRIVADOS:
DE
En el año 553 d. C., se convoca al Concilio Ecuménico de Constantinopla (un
siglo después del de Calcedonia en el 451 d. C.), y donde el Obispo de Roma,
Vigilio, termina por aceptar la tesis de Justiniano, el cual pide y obtiene, que la
353
Compilación Justinianea fuera aplicada en lugar de la Teodosiana, también en
Occidente.
III.
LA INERCIA PRECURSORA DE LA SUSTANCIAL DERROTA, EN
TODOS LOS CAMPOS, DEL GRANDIOSO TENTATIVO DE
RESTAURACIÓN.
Del 554 al 565 d. C. (hasta finales del reino de Justiniano).
En el año 542, había muerto Triboniano y en el 548 d. C., Teodora, su esposa.
Justiniano empezó a darse cuenta de haber hecho un programa poco duradero:
 La reunión de las dos partes imperiales, en un solo y gran imperio, actuada
sobre el plano militar, se reveló frágil, por la resistencia siempre más viva de
los bárbaros y por la acentuada resistencia de los obispos de Roma a
hacerse encuadrar dentro del Imperio de Oriente.
 La paz religiosa, actuada sobre el plan del Concilio Ecuménico, se reveló
efímera, ya que los movimientos religiosos heréticos se multiplicaban cada
vez más, en lugar de reducirse.
 El regreso a las tradiciones jurídicas romanas, actuada sobre el plan de la
codificación, se reveló imposible por el fuerte arraigo de las costumbres
sociales, que estaban ya demasiado distantes de las impostaciones de la
antigua Roma y reclamaban normativas con otros orientamientos.
Quizá, la expresión más auténtica de la derrota de Justiano I, frente a las
exigencias reales de los tiempos, fue constituída por la legislación que
promulgó al final de la segunda fase de su reino, después de su grande
compilación, las “Novellae Constitutiones”, legislación que contradice, en modo
evidente, muchos principios romanos, que la gran compilación había buscado
salvar.
10- FIN DE LA CIVILIZACIÓN ROMANA:
En el año 568 d. C., Italia fue invadida por los Longobardos, con su rey
ALBOINO, que buscan sistemarse establemente en la península, comenzando
por Ravenna y Roma; en el 569 d. C., con Milán, y en el 572 d. C., ocupan
Pavia y en la cual hacen su capital.
Los longobardos, completamente extraños a todo contacto con Bizancio, no
sólo por sus raíces de civilización, sino también por acción política. Abren para
Italia una nueva página en la historia.
En Oriente, formalmente imperial y romana, permanece la corroída, pero no
destruída, Bisanzio. Sobre su trono, después de Justiniano, sucedieron
innumerables emperadores, los cuales no mencionaremos uno por uno y sus
respectivas acciones, pero es oportuno recordar algunos nombres:
354
-
GIUSTINO I
(565 – 578 d. C.)
TIBERIO II
(578 – 582 d. C.)
MAURICIO
(582 – 602 d. C.)
FOCA
(602 – 610 d. C.)
HERACLIO
(610 – 641 d. C.)
CONSTANTE II
(641 – 648 d. C.)
CONSTANTINO IV
(668 – 691 d. C.)
JUSTINIANO II
(692 – 695 d. C.)
LEONZIO
(695 – 698 d. C.)
TIBERIO II
(698 – 705 d. C.)
JUSTINIANO II (de nuevo)
(705 – 711 d. C.)
FILIPPICO BARDANE
(711 – 713 d. C.)
ANASTASIO II
(713 – 715 d. C.)
TEODOSIO III
(715 – 717 d. C.)
LEONE III “Iconoclasta”
(717 – 741 d. C.)
Niega el culto de las sagradas imágenes.
CONSTANTINO IV “Copronimo”
(741 – 765 d. C.)
LEONE IV “il cazaro”
(775 – 780 d. C.)
CONSTANTINO VI
(780 – 796 d. C.)
IRENE
(796 – 802 d. C.)
NICEFORO I “Bulgaroctono” (802 – 811 d. C.)
LEON V
(813 – 820 d. C.)
MIGUEL III
(853 – 867 d. C.)
BASILIO I “El Macedonio”
(867 – 886 d. C.)
LEON VI “El filósofo”
(886 – 911 d. C.)
CONSTANTINO VII
(913 – 959 d. C.)
En el año 1453 d. C., los turcos conquistan Constantinopla y finaliza el Imperio
de Oriente.
Bisanzio, aunque estando cada vez más lejos de la herencia romana, no
abandonó nunca sus pretensiones de representarla.
En Italia, quedaron por largo tiempo las plagas de “Italia Romana”, Venecia,
Ravenna, Nápoles y Calabria.
355
ESTRUCTURA
ESTATAL
“IMPERIO ABSOLUTISTA”.
-1- CONCEPTO Y GENERALIDADES:
El “Imperium Romanum” absolutista, fundado por Diocleciano y variadamente
retocado por sus sucesores, representa casi un capítulo extraño a la genuina
historia política de Roma.
La novedad consistió en el total absorbimiento de los elementos del pueblo y
del territorio de la “respublica romana” por parte del “Imperium”.
356
Olvidados y convertidos en mínimos fueron los vestigios del gobierno de la
“respublica”; se redujeron al mantenimiento, pero como cargos meramente
honoríficos, de los “consules” que daban nombre a los años, de los “praetores”
y de los “quaestores” de nombramiento imperial.
Roma decae al rango de una cualquier “civitas”, diferente de las otras ciudades
sólo por ser la capital del imperio. Pero Constantino le contrapone como
segunda capital a Constantinopla como la “Nueva Roma”, con ciudadanos
munidos del “Ius Italicum”. Cada capital fue gobernada por un “praefectus
urbi”, coadyudado por un senado y por varios funcionarios inferiores.
El “Imperium” se empieza a concebir como un estado patrimonial (construcción
típicamente oriental):
 Un conjunto de hombres y cosas que hacen parte de un
“patrimonium” del cual era titular exclusivo el emperador.
En cuanto a los poderes del “Imperator” se distinguían:
 El “Dominium”:
(Análogo a la propiedad privada) Cuyo objeto ilimitado lo constituian:
 “Patrimonium principis”: Que eran los bienes personales y familiares del
emperador.
 “Res privata principis”: Que eran los bienes de la corona.
 “Res publicae”.
 El “Dominatus”:
Cuyo objeto lo constituian:
 Los hombres libres habitantes en el imperio.
 Los bienes de propiedad de estos hombres.
Sobre estos tenía un poder vastísimo.
En este tiempo, ya no se podía hablar de democracia, nos encontramos frente
a una auténtica autocracia.
La consecuencia obvia de la concepción patrimonialista del imperio consistía
en que:
 El emperador tenía la plena libertad de transferirlo en
caso de muerte a su sucesor.
357
-2- LA POBLACIÓN:
Estaba constituida por los “CIVES ROMANI”, término con el cual se entendía la
casi totalidad de quienes hubieran nacido o tuvieran derivación de nacimiento
en los territorios de las provincias en las cuales el imperio estaba dividido.
LOS “CIVES ROMANI”:
Estaban privados del carácter auténtico de los ciudadanos, porque se les había
cerrado la participación en el gobierno de la cosa pública, salvo en cargos
nombrados por el beneplácito del emperador.
Frente al emperador los “Cives Romani” eran simplemente súbditos” con
derechos limitados a la esfera del “Ius Privatum”.
LOS SÚBDITOS CON MENOR DERECHO:
Eran todavía los “LATINI IUNIANI”
“DEDITICII”.
y los
“AELIANI”, es decir, los
Pero la decadencia de la esclavitud llevó también al decaimiento de estas
categorías, hasta que las abolió definitivamente Justiniano.
LOS “BARBAROS”:
Eran súbditos pero totalmente extraños a la población romana y latina. El
estado romano les permitía la residencia en el cerco del “Imperium”.
Se trataba de gente extranjera “exterae gentes”, admitidos a relaciones
jurídicas privadas con los romanos, y a veces, a hacer parte del ejército.
LOS HUESPEDES:
Los “Hospites”. Vivían en vastas reservas concedidas por los emperadores.
Pertenecían a las siguientes categorías:

“Foederati”:
Obligados al ejército, pero aseguraban el “commercium” y también, el
“connubium”.

“Laeti”:
Prisioneros liberados y beneficiados con pequeños terrenos a cambio del
servicio en el ejército romano.
Se mantiene formalmente la distinción entre “honestiores” y “humilliores” y
también, entre el “ordo sanatorius” y el “ordo equester”.
358
Conservaron una cierta situación de privilegio los senadores, los demás rangos
perdieron relevancia jurídica y sumergidos en la clase privilegiada de los
funcionarios imperiales.
-3- LAS GRADUACIONES SOCIALES:
Fueron progresivamente afirmándose sobre el plano jurídico. Los emperadores
se dedicaron poco a los esquemas uniformes y más bien dieron disposiciones
contradictorias.
La sociedad romana expresó siempre una clase totalmente privilegiada
respecto al resto de la población, que fue la clase de los “potentes”.
En el ámbito de la población residual se formó una restringida burguesía
ciudadana económicamente autosuficiente. Por debajo se formó una masa
variada y olvidada de personas que se sostenían con su propio trabajo.
POTENTES:
Clase social a la cual los emperadores les reconocieron más privilegios y cada
vez más autonomía jurídica.
La constituian familias de altos burócratas imperiales y de gran potencia
económica, que vivían como pequeños estados dentro del estado, abastecidas
de clientela y verdaderos y propios cuerpos pequeños de ejércitos.
NO POTENTES:
Asumió innegablemente una posición de resistencia y de antítesis.
Si una verdadera y válida lucha de clases no se instituyó, fue por falta de las
condiciones históricas capaces de permitirla y en particular, por la deficiencia
en la organización de las categorías ciudadanas menos privilegiadas.
La burguesía habiente que se fue formando lentamente en la ciudad y
alrededor de los cargos menores de la burocracia imperial, siempre evitó
exponerse a los riesgos conectados con una mezcla respecto de la masa
popular.
MASA POPULAR:
Esta gran masa variada y olvidada estaba compuesta por los agricultores, los
peones, los artesanos, los trabajadores, los obreros, tanto de la ciudad como
del campo.
La consecuencia fue que esta gran masa de ciudadanos romanos trabajadores,
gravada por las necesidades diarias, abandonó toda voluntad de resistencia y
buscó únicamente sobrevivir, mediante el sueldo del servicio militar o mediante
mal pagadas prestaciones de trabajo.
359
Esta masa popular, que se iba enfriando cada vez más, contribuyó a la
inestabilidad del sistema imperial.
-4- LA ORGANIZACIÓN ECLESIÁSTICA:
El triunfo del cristianismo aportó privilegios para los cristianos y desaveniencias
para los de las otras religiones.
La iglesia cristiana fuerte con el reconocimiento oficial obtenido por concesión
de los emperadores desde el siglo IV d. C., se organizó sólidamente y tendió a
rendirse autónoma.
Los clérigos se ordenaron jerárquicamente, las varias comunidades religiosas
se organizaron en obispados: “dioecéses”.
Los obispados los encabezaban a su vez “metropolitae” localizados en sitios
estratégicos.
Se afirmó lentamente la primacía del Obispo de Roma, el Papa, reconocido por
los “concilia ecumenica” y por los emperadores del siglo IV d. C.
La autonomía de la iglesia se completó con la progresiva formación de ricos
patrimonios, que crecían con donaciones y legados de los fieles.
Los clérigos con la “episcopalis audentia” eran sustitutos de la jurisdicción
estatal romana en materia civil, cuando las partes se ponían de acuerdo en un
juicio arbitral.
Los eclesiásticos se convierten en una categoría de “potentiores” sea desde el
punto de vista económico, como también, desde el punto de vista del “status”
jurídico.
-5- EL TERRITORIO:
Estaba dividido en provincias, agrupadas en Diócesis, reunidas a su vez en
prefecturas, consteladas en varios munipios.
-A- PROVINCIAS:
Con Diocleciano llegan a ser 87.
Después del siglo V d. C. llegan hasta un número de 120.
Estaban a cargo de los gobernadores, que según el caso eran llamados:
 Proconsules:
360
Con el rango de “spetabiles” para las provincias de Asia, Africa y Acaia.
 Rectores:
Con el rango de “clarissimi”:
 Rectores: Para las provincias consulares.
 Pretores: del “ordo senatorius”.
 “Praesides”: del “ordo equester”.
-B- DIÓCESIS:
En las cuales las provincias se agrupaban.
Con Diocleciano eran 12, después pasaron a ser 14.
Estaban sometidas a un “Vicarius” y esta a su vez al “praefectus praetorio”,
con el título de “spetabile” y con la tarea de sustituir al prefecto en la vigilancia
sobre los gobernadores de las provincias y hacer de segundo grado en la
“appellatio” contra las sentencias de los “rectores”.
-C- PREFECTURAS:
Eran dos “Praefecturae” por cada parte imperial, es decir, en total eran cuatro.
En el oriente: - Oriens.
- Illyricum.
En el occidente: - Italia.
- Gallia.
Los prefectos tenían el rango de “ilustres”.
Sus sentencias eran inapelables.
-D- MUNICIPIOS:
Para los “municipia” mínima era su autonomía.
-5- EL GOBIERNO:
EL EMPERADOR:
361
Era ejercido autocráticamente por el emperador, creador y jefe de una compleja
jerarquía administrativa.
El emperador, antes concebido como divinidad viviente, después del triunfo del
cristianismo, se retiene como representante terrenal de Dios en la tierra y era
objeto de veneración religiosa, hablaba de sí mismo con plural mayestático y
haciendo alusiones a su carácter sacro. Ofenderlo u ofender a sus funcionarios
era “sacrilegium”.
La soberanía de la cual era titular o contitular, pues eran dos augustos por cada
parte del imperio, era solamente confirmada al emperador por la aclamación
del senado y en oriente por la coronación efectuada por el Patriarca de
Constantinopla.
LA JERARQUÍA ADMINISTRATIVA:
La jerarquía administrativa era denominada: “militia”.
Los funcionarios imperiales eran nombrados a través de “codicilli” imperiales, y
su duración generalmente era anual, salvo confirmación.
La “militia” se dividía en:
 ADMINISTRACIÓN CIVIL:
Denominada: “Militia cohortalis” o “palatina”.
Eran empleados imperiales retribuídos en especie y en dinero.
 Altos funcionarios:
Eran designados para desempeñar funciones por un año. Estaban repartidos
en las siguientes categorías:
-
“Illustres”.
“Spetabiles”.
“Clarissimi”.
“Perfectissimi”.
 Funcionarios subalternos:
Eran de carácter permanente y estaban diferenciados por grados jerárquicos e
inferiores.
Los empleos públicos implicaban exención en los impuestos y tenían carácter
hereditario.
Los hijos de familia “filii familiarum”, que pertenecieran a esta “militia” se les
reconocía la titularidad de un patrimonio especial: el “peculium quasi
castrense”.
362
 ADMINISTRACIÓN MILITAR:
Denominada: “militia armata”.
Estaba integrada también por bárbaros.
Se distinguían tres cuerpos:
1- La “schola palatina” o “comitatus”:
Estaba comandada por un “magister officiorum”.
2- Las “legiones” o “numeri” de los “limitanei” o “riparienses”:
Estaban localizadas en los fuertes y en las fronteras, para su defensa.
3- Los “numeri” de los “comitatentes”:
Iban a pie y a caballo, localizados en zonas internas como masa de maniobra
pronta a actuar y a dar socorro. Estaban al comando de los “magistri”:
“peditum”, “equitum”, “utriusque”, “militae”.
Como jefes del estado mayor de la total estructura militar se encontraban los
dos “magistri militum praesentales”: “equitum” – “peditum”.
El soldado era pagado en especie:

“Pro annona”:
Para el mantenimiento del militar y de su familia.

“Pro capite”:
Para el mantenimiento de los caballos y mulos.
A veces también era pagado en dinero: “adaeratio”.
Si el militar era hijo de familia, desde el período clásico, todo lo que adquiriera
durante el servicio militar hacia objeto de un verdadero patrimonio especial
denominado: el “peculium castrense”, diferente del “peculium profecticium”
concedido al hijo pero en administración del padre.
-6- LA ADMINISTRACIÓN CENTRAL:
La organización administrativa civil del “ImperiumRomanum” estaba constituida
por numerosos “officia” o “scrinia” de la cual hacian parte directamente
unos a la administración central y otros a las administraciones periféricas.
363
En la administración central estaba el “Sacrum consistorium principis” y existían
cinco funcionarios.
LOS ALTOS FUNCIONARIOS DE LA ADMINISTRACIÓN CENTRAL:
1- El “Magister officiorum”:
Era el cargo más alto. Tenía el rango de “spetabile” e “illustre”.
Vigilaba los “officia”, la “schola palatina”, el correo imperial y otros servicios del
estado. También vigilaba las fábricas de armas, las audiencias imperiales, las
fronteras del imperio y otras múltiples actividades.
2- El “Quaestor sacri palatii”:
Era alto funcionario con el rango de “illustre”.
Era el supremo consejero jurídico y coadyudaba al emperador en la
preparación y redacción de las leyes y de las sentencias.
3- El “Comes sacrarum largitionum”:
Alto funcionario que tenía el rango de “illustre”.
Era el ministro de las finanzas y del tesoro.
4- El “Comes rerum privatorum”:
Alto funcionario con el rango de “illustre”.
Debía administrar el patrimonio de la corona, es decir, la “res privata principis”.
5- El “praepositus sacri cubiculi”:
Este alto funcionario también tenía el grado de “illustre”.
Era el maestro del palacio imperial.
EL “SACRUM CONSISTORIUM PRINCIPIS”:
Era el concejo del emperador, derivado del antiguo “consilium principis”.
“Consistorium” porque todos los miembros del “consilium” debían permanecer
de pié frente a la sacra majestad, el emperador.
Sus funciones consultivas, de asesoría y de asistencia eran muy variadas, pero
dependían del beneplácito del emperador.
Lo integraban:
-
Los primeros cuatro altos funcionarios de la administración central.
364
-
Los “praefectus praetorio”.
Los “magistri militum”.
DERECHO.
“IMPERIO ABSOLUTISTA.”
DERECHO ROMANO POST-CLÁSICO:
-1- MARCO HISTÓRICO:
365
El ordenamiento del “Imperium Romanum” absolutista, enmarcado entre los
siglos IV y VI d. C., se configura, todavía, como “derecho romano”, es decir,
como continuación y desarrollo del derecho romano clásico. Esto no sólo por la
etiqueta romana que el estado romano post-clásico quiso mantener, si no
también, por motivos de sustancia, ya que una neta fractura en la tradición
jurídica romana se verificó en occidente sólo hacia finales del siglo V d. C., y
en oriente sólo después de Justiniano I.
Pero negar los signos de la decadencia y sobretodo de la desviación de las
orientaciones características de la tradición romana, sería cerrar
deliberadamente los ojos frente a la evidencia.
Por todo esto, de derecho romano post-clásico se debe hablar, no sólo en
sentido cronológico, es decir, el que sigue al derecho clásico, si no también en
sentido valorativo, debiéndose constatar que el derecho romano post-clásico
representó el fruto de una corrupción y de una tergiversación del derecho
romano clásico.
Las razones de esta profunda contaminación, para llegar al fin del derecho
romano como ordenamiento jurídico vital, son evidentes:

La depreciación y desvalorización de la “respublica”.

El carácter absolutista del “Imperium”.

La progresiva afirmación del cristianismo.

La resistencia opuesta a la romanización por parte de las provincias,
especialmente las provincias helenas.

La instalación de poblaciones bárbaras dentro de los confines del imperio.

El mutamento del rango económico y social en general.
-2- CARACTERÍSTICAS
POST-CLÁSICO:
DEL
DERECHO
ROMANO
Las características peculiares del derecho romano post-clásico fueron:
1- LA REDUCCIÓN DE LAS FUENTES NORMATIVAS:
La producción jurídica se redujo a las “constitutiones imperiales” y a las
ordenanzas de los funcionarios dependientes de la cancillería imperial.
2- EL TRIUNFO DE LA “COGNITIO EXTRA ORDINEM” IMPERIAL:
366
3- LA CORRUPCIÓN DEL VIEJO DERECHO CLÁSICO, POR OBRA DE LA
ACTIVIDAD JURISPRUDENCIAL ESCOLÁSTICA Y PRÁCTICA POSTCLÁSICA.
Las dos primeras características son de fácil comprensión, ya que se debe
tener presente la linea política de los emperadores post-clásicos.
La tercera, en cambio, se explica diciendo que el viejo derecho y en particular
el “Ius Privatum” clásico, reflexionando que este se ha considerado como un
gran monumento eterno de sabiduria jurídica, estaba particularmente expuesto
al carcomen de interpretaciones jurisprudenciales que trataban de conciliarlo
con las mutadas exigencias de los tiempos y con las diversas tradiciones
jurídicas de los lugares en los cuales se debía aplicar.
Desafortunadamente, el absolutismo imperial no favoracía el despliegue de una
jurisprudencia libre y responsable; aquí está por lo tanto el motivo por lo cual
en edad post-clásica los juristas trabajaron esencialmente el comentario, la
actualización, la adaptación de las obras jurisprudenciales del período
precendete.
-3- FASES DE LA DECADENCIA JURÍDICA POSTCLÁSICA:
De La dedadencia del “Ius Romanum” durante el período post-clásico, no es
fácil señalar una división temporal segura y precisa, no obstante y en forma
aproximada se ha hecho así:
(1)
LA FASE DEL IMPERIO ÚNICO:
Que se desarrolla entre los años 284 y 395 d. C., es decir, desde Diocleciano
primer emperador hasta Teodosio I.
La decadencia del derecho fue particularmente acentuada por cuanto se
relaciona con el “Ius Publicum” y las materias del “Ius Privatum”.
En cuanto al “Ius Publicum”, que desde Diocleciano decididamente se orientó
hacia los esquemas de los “regna”, reinos autocráticos helenos. Esta nueva
situación constitucional implicó el agotamiento de los sistemas normativos y
sancionatirios del “Ius Vetus” y el indudable triunfo del “Ius Novum”, es decir, de
las “constitutiones imperiales” y de la “cognitio extra ordinem” privada y
criminal.
En cuanto al “Ius Privatum”, los emperadores no pretendieron modificar los
"iura vetera” clásicos, más bien, Diocleciano luchó para defender los principios
367
del derecho clásico de la incomprensión retiscente de las poblaciones de las
provincias orientales.
Teniendo en cuenta esta linea de conducta de los emperadores, la
jurisprudencia post-clásica, a la cual, a partir de Constantino, no se le concedía
más el “Ius publice respondendi”, orientó su actividad hacia una obra de
simplificación y vulgarización del conjunto y del sistema de los “iura” clásicos y
en particular, se esforzó por enuclear manuales prácticos de los escritos de los
juristas precedentes y de traer a la luz los varios principios jurídicos de los
antiguos sistemas normativos. Se trataba de una actividad jurisprudencial de
sustancial fidelidad a los principios clásicos.
(2)
LA FASE DEL IMPERIO DOBLE:
Se da entre los años 395 y 527 d. C.
Se enmarca desde la división formal del imperio en oriente y en occidente entre
los hijos de Teodosio I, Flavio Onorio para Occidente y Flavio Arcadio para
Oriente hasta la muerte de Justino I, tio de Justiniano I.
La corrupción sustancial del derecho romano se propagó desde el “Ius
Publicum” hasta el mismo “Ius Privatum”.
El debilitamiento del poder imperial, la división del imperio en occidente y en
oriente, el creciente enpobrecimiento espiritual de la jurisprudencia, la
inadecuación del antiguo derecho clásico a los nuevos tiempos, son algunas
razones para explicar lo inevitable del fenómeno de la decadencia del derecho
en esta fase, decadencia rápida y dramática en la parte occidental; decadencia
más lenta, pero aún más corroriva en la parte oriental.
Los emperadores asumieron la iniciativa de algunas reformas, pero para el
resto continuaron a pretender el respeto de los “iura” clásicos, no obstante,
tergiversando fuertemente los principios del derecho romano puro.
(3)
LA FASE JUSTINIANEA:
Se enmarca entre los años 527 y 565 d. C., durante el imperio de Justiniano
I.
Esta fase, fue teatro del último tentativo de salvar el “Ius Privatum” clásico de la
corrupción, pero también, asistió al fracaso de éste tentativo.
Justiniano I, se esforzó por aportar a los “iura vetera” clásicos, las
modificaciones que fueran indispensables para adecuarlos a los nuevos
tiempos.
Quiere salvarlos, incluso restaurarlos, guardándolos en una
compilación denominada “Digesta” y prohibiendo a los juristas sucesivos alterar
con sus interpretaciones su contenido.
368
Obra generosa, pero al mismo tiempo vana, de la cual el mismo reconoce su
inanición, por cuanto, después de haberla completado, tuvo que hacer
relevantes concesiones a los derechos helenos mediante una serie de nuevas
constituciones reformadoras, llamadas las “Novellae”.
-4- EL DERECHO ROMANO POST-CLÁSICO Y SUS
FUENTES:
El “Ius Vetus” en el período post-clásico, no sólo perdió casi toda su capacidad
de desarrollarse y de actualizarse para su propia fuerza, si no que se aplica
exclusivamente en juicio para el trámite de la “cognitio extra ordinem” imperial.
Asi es que, se reduce a un conjunto de principios ya áridos, cuya realización
práctica y su subsistencia fueron subordinadas en forma exclusiva al “Ius
Novum”, el cual, antes de eliminar y subrogar totalmente al “Ius Vetus”, prefirió
integrarlo a sí mismo.
LAS FUENTES DE PRODUCCIÓN DEL DERECHO ROMANO POSTCLÁSICO:
Necesariamente se debe distinguir entre lo abstracto y lo concreto.
En abstracto, las fuentes del derecho fueron aquéllas mismas del período
clásico, según la visión de Gayo, puntualmente repetida por las “Institutiones”
de Justiniano, o sea, las “leges publicae”, los “senatusconsultum”, las
“constitutiones principum”, los “edicta” magistratuales y los “responsa
prudentium”.
Pero en concreto, las fuentes típicas ya no eran más consideradas fuentes
activas, porque ya no estabana en grado de crear derecho, eran consideradas
casi del todo exhautas y propiamente a causa del hecho de que toda cosa y
situación habían pasado a depender de la voluntad del emperador.
La única fuente viva y vital de producción jurídica, en concreto, era por
“principum placita”: LAS “CONSTITUTIONES IMPERIALES”, solamente de
éstas podía salir novedad, como también, podían reformar el viejo
ordenamiento clásico.
Las “Constituciones Imperiales” por ser la expresión de la autocracia
imperial y por ser la única y sola fuente viva de producción jurídica, pasaron a
ser concebidas como “leges” en sentido primario, las cuales se empiezan a
denominar: “novae leges”.
En contraposición a las “leges novae” se encontraba todo el patrimonio jurídico
clásico, aún todavía vigente, constituido por un conjunto indiferenciado de
“vetera iura” cuya certeza era fundamentalmente dada por el testimonio que
suministraban las obras escritas de la jurisprudencia pre-clásica y clásica.
-5- LAS “LEGES NOVAE” IMPERIALES:
369
Las “Leges novae” fueron la fuente de producción primaria del derecho romano
post-clásico; no podía ser diferente, dado el rango constitucional de “Imperium”
absolutista asumido por el gobierno.
Era obvio, que en el cuadro constitucional post-clásico, valiera plenamente el
principio: “quod principi placuit legis vigorem” y sobretodo que el
emperador fuera considerado en toda su manifestación de voluntad, como ley
viviente. Es típico de las autocracias abundar en justificaciones del poder que
se ejercita.
Tanto en oriente como en occidente, como expresión de la oficialidad del
derecho, la lengua de las constituciones imperiales era el latín, y se mantiene
así al menos por regla general hasta Justiniano.
Las constituciones imperiales tuvieron carácter normativo y ordenativo.
El derecho romano post-clásico distingue entre:
 “LEGES GENERALES”:
Relativas a casos típicos y a categorías de súbditos.
Se conocen los siguientes tipos:
(a) “Orationes ad senatum”:
Eran manifestaciones de voluntad normativa del emperador,
solemnemente al senado por un funcionario de grado superior.
leidas
(b) “Edicta ad praefectus praetorio”:
Consistían en manifestaciones de voluntad legislativa del emperador
comunicadas a uno o más “praefectus praetorio”, para que estos la
transfundieran y las transcribieran, a su vez, en los “edicta” que cada uno de
ellos estaba autorizado a emanar en la respectiva “praefectura”.
(c) “Edicta” a funcionarios de la corte imperial:
Para que hicieran aplicaciones de los dictámenes en ellos expresados en
cuanto a la materia para la cual eran competentes.
(d) “Edicta ad populum” – “leges edictales”:
Dirigidas directamente al pueblo o a una parte de este; se publicaban fijándose
en lugares públicos.
En cuanto a la eficacia de las constituciones imperiales en el tiempo y en el
espacio, el sistema fue el siguiente:
370

Una “lex generalis” tenía vigencia hasta que no fuera abrogada por otra “lex
generalis”.

Toda “lex generalis”, fuera emanada por el emperador de oriente o de
occidente, tenía vigor en todo el territorio del imperio.

Pero el emperador Teodosio II dispuso en el año 429 d. C., que las leyes
emanadas en una de las dos partes del imperio no tuvieran valor en la otra
parte si no habían sido oficialmente comunicadas de un emperador al otro
mediante una “sanctio pragmatica” y además, si no había sido reconocida
por el segundo emperador.
 “LEGES SPECIALES”:
Eran leyes especiales o personales relativas a casos singulares y a singulares
súbditos.
Existían los siguientes tipos:
(a) “Decreta”:
Derivan de los “decreta” emitidos “extra ordinem” por el “Princeps” en la época
clásica, pero en la post-clásica decaen fuertemente por el hecho de que los
emperadores perdieron la costumbre, con el generalizarse de la “cognitio”
extraordinaria, de decidir directa y personalmente las controversias.
En lugar de los “decreta” de los emperadores, se difundieron las “sententiae” de
los funcionarios que administraban justicia por delegación imperial y en el
nombre del emperador.
(b) “Mandata”:
Se redujeron a meras instrucciones administrativas. Desaparecieron del todo a
partir del siglo V d. C.
(c) “Rescripta” y “adnotationes”:
Fueron numerosas sobre todo con Diocleciano, pero decayeron con
Constantino.
Eran consentidas si enunciaban principios que no estuvieron en contraste con
las “leges generales” y que tuvieran la cláusula cautelativa “si preces veritate
nituntur”, es decir, fundada sobre exposiciones verdaderas de los hechos.
-7- LA EVOLUCIÓN POST-CLÁSICA DE LA REPRESIÓN
CRIMINAL:
371
La represión criminal estuvo caracterizada, en la edad post-clásica, por el
sustancial triunfo de la “cognitio extra ordinem” y del procedimiento inquisitivo,
sobre el sistema de las “Quaestiones” y del procedimiento acusatorio.
Las “quaestiones” aunque no fueron expresamente abolidas, sólo quedaron en
un lejano recuerdo.
En la práctica los crímenes y sus respectivas penas, eran dictados por las
“leges novae” del poder imperial.
La justicia criminal ordinaria se ejercitaba así:
 En primera instancia:
Por los “rectores” en las provincias y en los casos más graves por los “vicarii”
de las diócesis.
 En segunda instancia:
En sede de “appellatio” por los “vicarii” respecto de los rectores y por el
emperador respecto de los “vicarii”.
En casos muy graves por los “praefecti” pero a título definitivo.
-8- EL PROCEDIMIENTO DE LA REPRESIÓN CRIMINAL
POST-CLÁSICA:
Advertido de la presunta comisión de un crimen, por una denuncia privada,
“delatio”, o por una relación de policia, el juzgador desarrollaba su investigación
en el modo que más le pareciera oportuno, recurriendo:
-
Principalmente a los testimonios, que eran pesados según el número y el
grado social de los testigos;
-
También, al interrogatorio del imputado, muchas veces se usaba la tortura.
Si el imputado, con o sin estímulo de tortura, hacia confesión del “admissum”,
la prueba se consideraba plenamente lograda y la condena seguía
automáticamente.
En caso diverso, le tocaba al juzgante decidir si declarar concluida la “inquisitio”
y dar una absolución o condenar.
Aunque eran muy elásticos los criterios de valoración confiados al juzgador, no
obstante se perfiló el principio “nullum crimen nulla poena sine lege”.
Aunque es cierto que el juzgador no podía condenar un imputado sino respecto
de un cierto delito y con una cierta pena, previstas por la legislación vigente, es
además cierto, que podía fácilmente someter al imputado a la condena o
372
también darle la absolución; en los dos casos, se llegaba a la “sententia” según
su libre valoración de los hechos.
Las sanciones penales a disposición de los juzgadores fueron en el período
póst-clásico aquéllas mismas de la “cognitio extra ordinem” clásica, salvo
algunas variaciones:
-
La desaparición de la “interdictio aqua et igni”.
-
La abolición de la “crucifixio”, en homenaje al recuerdo de la pasión de
Jesús.
-9- LOS SINGULARES CRÍMENES EN EL PERÍODO
POST-CLÁSICO:
Respecto a los singulares crímenes:
(1) EL “CRIMEN REPETUNDARUM”:
Se extendió, con la tentativa vana de poner un freno a la dilagante corrupción
de los públicos funcionarios y a numerosas violaciones de los deberes públicos.
Se define: LA “CONCUSSIO”:
En diferentes hipótesis:
-
Indebida recaudación.
Malversaciones contables.
Concesiones ilegítimas de permisos a militares, etc.
(2) EL “CRIMEN VIS”:
Por largo tiempo se castigó con la pena capital, al menos para los “humilliores”.
Se unificó la “Vis privata” con la “vis publica”. Sólo Justiniano regresó a la vieja
distinción y entonces, se le dio a la “Vis publica” la pena de la “deportatio in
insulam”.
(3) EL “CRIMEN PECULATUS”:
Se castiga con la pena capital en todos los casos de funcionarios que hubieren
sustraído dinero de las cajas del estado.
(4) EL “CRIMEN HOMICIDII”:
Le hacen comprender hipótesis no sometidas a alguna reacción penal como
por ejemplo:
373
-
El asesinato de recien nacido por parte de los padres.
La castración, cuya sanción consistía en la pena capital.
La circuncisión de personas no pertenecientes a la religión judaica.
El ejercicio de artes mágicas.
(5) EL “CRIMEN FALSI”:
Se extiende a otros numerosos casos y normalmente se castiga con pena
capital, por ejemplo:
-
Especialmente, en la hipótesis de “falsa moneta” y en las hipótesis afines
como limadura, dorado y plateado de moneda corriente.
También se extendió a varios casos de falsedad ideológica, como el uso de
un falso nombre con el fin de obtener provecho.
Justiniano la tipificó para los corruptores de los “digesta”.
(6) EL “CRIMEN CALUMNIAE”:
Se dio más que todo para evitar los demasiados procesos iniciados sobre la
base de imputaciones infundadas.
Se castigó con la misma pena que le tocaba a la persona injusta y dolosamente
atacada por “accusatio” privada falsa.
(7) EL “CRIMEN ADULTERII”;
Pasó a ser sancionado con pena capital.
(8) EL “CRIMEN STUPRUM”:
El “Stuprum cum masculis”: tuvo como pena la muerte en el fuego.
(9) EL “CRIMEN INCESTUM”:
(10) El “CRIMEN RAPTUS”:
En algunas zonas de oriente, la pena del incesto y del rapto se excluia de
acuerdo a las prácticas de algunas costumbres locales.
(11) EL “CRIMEN SACRILEGII”:
Entendido como ofensa a la religión cristiana. Tuvo aplicaciones vastísimas.
(12) EL “CRIMEN VIOLATAE RELIGIONIS”:
Este nuevo crimen se agrega para atacar las prácticas de cultos paganos y
heréticos, de inobservancia de las prácticas del culto de la religión oficial, de
simonía y símiles.
374
-10- LA EVOLUCIÓN POST-CLÁSICA DEL PROCESO
PRIVADO:
Paralelamente al triunfo de la “cognitio” imperial en materia de represión
criminal, se verificó en este período post-clásico, el triunfo de la “cognitio”
imperial en materia de las lites privadas.
El proceso “per formulas” cae en completo desuso y en el año 342 d. C.,
Costanzo y Constante lo condenan en forma general: “iuris formulae
aucupatione syllabarum insidiantes cunctorum actibus radicitus
amputentur”, es decir, sean radicalmente extirpadas de los actos las fórmulas
jurídicas, hechas sólo para traer engaño al publico con la carnada de sus
palabras.
El proceso de cognición ordinario post-clásico, se desenvuelve
aproximadamente igual que la “cognitio extra ordinem” del período clásico.
La “inquisitio”, o sea, la investigación, era remitida como en el proceso
criminal, alos mismos funcionarios juzgadores en primera y en segunda
instancia, pero sólo con la siguiente diferencia: que para tener inicio, y
frecuentemente para seguir adelante, se necesitaba la iniciativa del actor
privado.
La iniciativa del proceso, además, no pertenecía exclusivamente al actor, si no
que debía tener el apoyo del “iudex”.
Con Constantino, en el año 322 d. C., se convierte obligatorio efectuar la
citación del demandado con el sistema de la “litis denuntiatio”:
El actor exponía en un “libellus denuntiationis” sus pretensiones e inscribía
la causa ante el tribunal competente, solicitando dar curso a la instancia,
“postulatio simplex”.
El juzgador, hecho un exámen sumario, si encontraba razonable la
“denuntiatio”, la hacia notificar al demandado a través de un mensajero oficial
“viátor”.
El demandado tenía cuatro meses de tiempo, salvo concesión de una
“reparatio temporum” por justos motivos, para poderse constituir en juicio
depositando su “libellus contradictionis”.
En caso de falta de presentación del actor a la audiencia fijada para un dia y
hora determinados, la causa se extinguía; en cambio, en caso de falta de
presentación del demandado, el proceso se desarrollaba igualmente, previa
declaración de su ausencia injustificada, “contumacia”.
En el derecho justinianeo, este sistema fue perfeccionado con el
procedimiento por “libellos”, donde el actor depositaba el “libellus
conventionis” en la cancillería del funcionario juzgador acompañando la
375
“postulatio simplex”. El juzgador creyendo procedible la acción, expedía al
demandado un “exsecútor”, con poder de constreñirlo materialmente a
presentarse en audiencia para defenderse con un “libellus contradictionis”.
En la audiencia, las partes desenvolvían en contradictorio sus tesis respectivas
con el auxilio de sus “advocati”.
En una o más audiencias el juzgador, “iudex”,
ayudado por sus
“consiliarius”, recogía las pruebas ofrecidas por las partes.
Sobre el valor de las pruebas no existían reglas rígidas de valoración. Se daba
gran importancia a la prestación del juramento “iusiutandum”, y a la
presentación de documentos, mientras la prueba de testimonios tenía poca
credibilidad, especialmente, cuando existía un solo testigo “unus testis, nullus
testis”, o cuando lo rendía un “humillior”.
La práctica judicial de pruebas admitía una red ficticia de argumentaciones
conjeturales: Presunciones “Praesumptiones”:

“Praesumptiones iuris et iure”:
Presunciones absolutamente incontestables.

“Praesumptiones iuris tantum”:
Presunciones de hecho contestables.
La “sententia” era emitida por el juzgador cuando las partes no ofrecían otras
“allegationes” y creía a su vez, haber llegado a total cumplimiento su labor de
“plena inquisitio”.
La “sententia” se leía a las partes y podía ser de “absolutio” o de
“condemnatio” del demandado, o también de “condemnatio” del actor.
El sucumbente podía declarar al mismo juzgador, en un término muy breve,
que quería interponer la “appellatio” ante la autoridad jerárquicamente
superior.
Medio de recurso extraordinario era la “supplicatio” al emperador, para que
juzgara o hiciera juzgar en apelación una causa para la cual no se había
interpuesto la “appelatio” dentro de los términos, o para solicitar que se
declarara nula la sentencia por falta de esenciales requisitos de forma o por
ejemplo la falta de capacidad.
La ejecución forzosa de la sentencia de condena podía ocurrir, con el auxilio de
los oficiales judiciales, a través del “pignus”. Los bienes se vendían en un
momento sucesivo, para satisfacer con la ganancia al acreedor.
376
-11- LA EVOLUCIÓN
PRIVATUM”:
POST-CLÁSICA
DEL
“IUS
En el período post-clásico la evolución del “Ius Privatum” se verificó a través de
importantes “Leges novae” de los emperadores prejustinianeos y de Justiniano,
pero además, por la alteración jurisprudencial y la interpolación por parte de los
comisarios justinianeos de los “vetera iura”.
Dar un cuadro preciso de éste proceso histórico, es particularmente difícil
porque todavía existen vivas discusiones sobre algunos puntos por parte de los
“ius romanistas”.
Se puede dar un resumen de la situación final, aquélla justinianea.
-A- EN MATERIA DE SUJETOS JURÍDICOS:
(1) LA CONCIDIÓN DE LA SIERVOS FUE MEJORADA:
Es relevante el grande progreso obtenido, ya perfilándose en época clásica: EL
“FAVOR LIBERTATIS”, aunque la esclavitud no se había abolido,
principalmente por influencia del cristianismo.
(a) Se le dio relevancia jurídica al “contubernium”:
El “contubernium” era la unión entre esclavos, o entre libres y esclavos, pero el
hijo seguía la condición de la madre.
(b) Se reconoció la “cognatio servilis”:
Era el parentesco de cognación, de sangre, entre padres e hijos y hermanos,
con la consecuencia de que los dueños quedaron obligados a no dividir las
familias que se habían constituido entre sus esclavos.
(c) Se creó el “peculium servilis”:
A los esclavos se les reconoció la posibilidad, dentro de ciertos límites, el
“pecilium servilis” con lo que hubieran reunido con sus ahorros.
(2)SE FACILITÓ LA OBTENCIÓN DE LA LIBERTAD POR PARTE DE LOS
ESCLAVOS:
(a) Se concedió el favor hacia las manumisiones no formales:
“Manumissiones” no formales entre amigos, por “epistulae”, etc.
(b) Se creó la “manummissio in sacrosanctis ecclesiis”:
Se le dio reconocimiento a éste nuevo tipo de liberación para los eaclavos.
377
(c) Aplicación del “favor libertatis”:
Se le concedía la libertad a un esclavo que hubiera estado por un cierto
número de años “bona fide in possessione libertatis”.
(d) La abolición de la “lex Fufia Caninia” y del “Senatusconsultum
Claudianum de contubernio”:
(e) La extensión de la “civitas romana” a todos los libertos.
(3) EL RECONOCIMIENTO A LAS “UNIVERSITATES PERSONARUM”:
Se reconoció la subjetividad “iure privato” a los entes incorporales:
“universitates personarum”, es decir, todas las hipótesis de corporaciones
organizadas, como las “collegia, las “sodalitates”, las “corpora”, etc., distintas
de las personas que las componen.
Estos entes eran considerados plenamente capaces de suceder, de ser
titulares de derechos y obligaciones patrimoniales, de cumplir actividad jurídica
por medio de sus administradores y representantes.
-B- EN MATERIA DE FAMILIA:
El debilitamiento de las concepciones potestativas, características de las
relaciones familiares llevó a profundas modificaciones:
(1) LÍMITES A LOS PODERES DEL “PATER FAMILIAS”:
Los poderes del “pater familias” fueron fuertemente atacados con:
 La desaparición del “Ius vitae ac necis”.
 Y con la abolición del “Ius noxae dandi”.
(2) RECONOCIMIENTO AL “FILIUS
ADMINISTRATIO PECULII”:
FAMILIAS”
DE
LA
“LIBERA
Al “filius familiarum” se le reconoce la “libera administratio peculii” no sólo del
“peculium castrense”, si no además de aquél “quasi castrense”, pero también,
del “peculium profecticium”, es decir, el recibido por parte del padre, y del
“peculium adventicium” el recibido por parte de la madre o por otros motivos.
(3) RECONOCIMIENTO DE LA “COGNATIO”:
La “cognatio” es decir, el parentesco de sangre, tuvo gran reconocimiento y
tendió a subrogar a la tradicional “agnatio” o parentesco civil.
378
Consecuentemente, se admite que una mujer pudiera efectuar una “adrogatio
ex indulgentia principis”,cuando procediera la adopción para sustituir a un hijo
perdido.
(4) REFORMA DE LA ADOPCIÓN:
La “adoptio” fue reformada. No sólo se pide que suceda entre personas que
tengan una diferencia de al menos 18 años de edad, es decir, la “adoptio
imitatur naturam”, si no que también se hizo la diferencia entre:

La “Adoptio plena”:
Que convertía al adoptado en “filius” del adoptante.

La “Adoptio minus plena”:
Que no sacaba al adoptado de su familia de origen.
(5) REDUCCIÓN DE LOS PODERES DEL TUTOR:
Respecto a la “tutela impuberum”, los poderes del tutor fueron reducidos,
mientras se alargaron sus responsabilidades frente al pupilo.
-C- EN MATERIA DE “MATRIMONIUM”:
(1) MATRIMONIO:
El cristianismo exigía que el matrimonio fuera indisoluble conforme al principio:
“quos Deus coniunxit homo non separet”.
El matrimonio permaneció en su esencia jurídica, aquél del período clásico.
Fundamental requisito del matrimonio fue el “consensus nubentium” porque
el “consensus facit nuptias”. Y una vez que se verificaba el encuentro de
las dos voluntades, el vínculo matrimonial, o sea, el “consortium omnis
vitae”, se instituía para siempre, de modo que si con el tiempo hacia falta la
“affectio maritalis” por parte de uno de los conyuges, no implicaba de por sí
el divorcio.
(2) DIVORCIO:
El “divortium” se mantuvo por ser un instituto radicado en forma profunda en
las costumbres antiguas, pero fue fuertemente obstaculizado por las “leges
novae”.
Las clases de divorcio que se admitieron fueron las siguientes:
1. “Divortium ex mutuo consensu”:
379
Se admitía el divorcio sólo cuando fuera específica y concordemente decidido
por los conyuges.
2. “Divortium ex iusta causa”:
Se concedía el divorcio por motivo de grave culpa de uno de los conyuges
hacia el otro, como por ejemplo, el adulterio de la esposa o el lenocinio del
marido.
3. “Divortium bona gratia”:
Se permitía el divorcio justificado por una situación objetiva, como por ejemplo,
la impotencia insanable, la prisión de guerra, la vida claustral de uno de los
conyuges, etc.
(3)
ESPONSALES:
Se le da relevancia jurídica al instituto de los “sponsalia”, es decir, a la
solemne “mentio et repromissio futurarum nuptiarum” entre los dos noviosprometidos, cristalizada con un público beso, “osculo interviniente”.
Se consideraba un pre-matrimonio que determinaba entre cada uno de los
“sponsus” y sus parientes, una relación de “quasi adfinitas”, y se acompañó
con el intercambio de arra en dinero: “arrhae sponsaliciae”, según el uso de
las provincias orientales.
En caso de incumplimiento de la promesa matrimonial, la parte que cumplía
tenía derecho o a retener las arras recibidas o a pedir la restitución del doble de
las arras.
-D- EN MATERIA DE SUCESIONES:
(1) “TESTAMENTUM TRIPERTITUM”:
Se da una nueva forma general de testamento, el “testamentum tripertitum”,
en la época de Justiniano, que debía llenar tres requisitos, como su nombre lo
indica:
1. Debía ser redactado por escrito.
2. Debía estar firmado por el testador.
3. Y en presencia de 7 testigos.
Esta forma general de testamento, sustituyó las antiguas formas civiles y
pretorias.
(2) OTROS TIPOS DE TESTAMENTO:
Otros tipos de testamento fueron:
1. El “testamentum per holographam scripturam”:
380
El testamento ológrafo, debía ser escrito y estar firmado de puño y letra por el
testador, sin necesidad de testigos.
2. El “testamentum apud acta conditum”:
Era el testamento verbalizado mediante un acta por funcionarios públicos.
(3) FORMAS ESPECIALES DE TESTAMENTO:
Entre las formas especiales de testamento estaban:
1. El “testamentum parentis inter liberos”:
Atribución testamentaria a los hijos de los bienes a que tienen derecho “ab
intestato”.
2. La “divisio inter liberos”:
Era00 la división hecha ya en vida por el padre a los hijos de los bienes a que
tienen derecho “ab intestato”.
-E- EN MATERIA DE NEGOCIO JURÍDICO:
(1) Nueva concepción del negocio jurídico:
Se dio una nueva concepción real del negocio jurídico, el cual se consideraba
en regla, válido e inatacable, si llenaba los siguientes requisitos:
1. Sólo cuando fuera segura la correspondencia de la forma exterior con el
interno querer de sus autores.
2. Y cuando fuera además seguro, que ese interno querer se había
determinado con plena libertad.
-F- EN MATERIA DE RELACIONES ABSOLUTAS:
(1) CONCEPTO UNITARIO DE “DOMINIUM”:
Respecto a los derechos reales, el cambio de las condiciones económicas y
sociales llevaron, sobre todo, a la formación de un concepto unitario de
“dominium”, por lo tanto, no se hacía ya la diferenciación entre el dominio
sobre el suelo itálico y la propiedad provincial.
(2) LA TRADICIÓN COMO ÚNICO MODO TRASLATICIO DE DOMINIO:
Se presentó la decadencia de la distinción existente entre “res mancipi” y “res
nec mancipi”, lo que inevitablemente llevó también a la decadencia de la
“macipatio” y de la “in iure cessio”, y por tal motivo, los modos de adquirir el
381
dominio se redujeron sólo a la simple “traditio”, que se convirtió así en el
único negicio traslaticio del “dominium”.
La tradición ahora no se requería que consistiera en la efectiva consignación de
la cosa por parte del enajenante al adquirente, si no que se permitió también la
hipótesis de la “traditio per chartam” constituida por la mera transferencia de
los documentos representivos de la propiedad.
(3) ADMISIÓN DE LA EXPROPIACIÓN POR PÚBLICA UTILIDAD:
Por este proceso de fusión, el nuevo “dominium” fue considerado en todo caso
subordinado al emperador y al derecho eminente del estado.
Entonces, se admite la expropiación por pública utilidad, inconcebible en el
antiguo “dominium ex iure quiritium”.
(4) VALORACIÓN DE LA POSESIÓN:
El proceso de debilitamiento del “dominium” coincidió con un proceso de
valorización del instituto de la “possessio”, la cual fue entendida también
como una relación jurídica absoluta, dando lugar al nacimiento del “Ius
possessionis”, aunque siendo un derecho de segundo lugar frente al dominio,
fundado esencialmente en el “animus rem sibi habendi” del poseedor.
-G- EN MATERIA DE RELACIONES RELATIVAS:
(1) DECADENCIA DE LAS OBLIGACIONES:
Con relación a los derechos personales, en una época de crisis económica y
devaluación monetaria, las “obligationes” que hacían suponer sanidad en el
ambiente económico y recíproca confianza, en cambio, decayeron
(2) OBLIGACIONES DE CAUSA ILÍCITA:
Muchos “delicta” pasaron a ser causa de represión criminal, en vez de ser
“obligatio”.
Prácticamente el único crimen que representaba ser fuente de resposabilidad
“ex delicto” era el “damnum iniuruae datum” que daba lugar a la obligación
de resarcimiento.
(3) OBLIGACIONES DE CAUSA LÍCITA:
1. En Cuanto a las “obligationes” de causa lícita, Justiniano distingue entre:
 “Obligationes ex contractu”.
 “obligationes quasi ex contractu”.
2. Se valorizó el elemento del “animus” y de la “conventio”.
382
3. No obstante, se trató, además, en muchos modos de garantizar la validez y
la concreta aplicación de las obligaciones sea:

Mediante su
contestables.
contenido
en
documentos
escritos,
más
dificilmente

Mediante el recurso a las garantías reales, como el “pignus” y la
“hypotheca”.
4. Respecto a las garantías se aclaró definitivamente lo siguiente:
 La “datio pignoris” o “pignus”:
Era la garantía que se daba respecto a cosas muebles.
 La “conventio pignoris” o “hypotheca”:
Eran la garantía que se daba para vincular bienes inmuebles, pero sin transferir
la posesión al acreedor.
5. Los “iura praediorum” y el “ususfructus” fueron reunidos por la
jurisprudencia en la categoría de servidumbres personales “servitutes
personarum”:

El “ususfructus”.

El “usus”.

Y la nueva figura de la “habitatio”.
6. Los derechos pretorianos se afirmaron y se extendieron dentro de las
relaciones absolutas en sentido impropio.
Entonces los derechos reales pretorianos:
 La “superficies”.
 La “empgythéusis”.
 La “ius in agro vectigalis”.
 El “pignus”.
383
JURISPRUDENCIA
POST-CLÁSICA
“IMPERIO ABSOLUTISTA”.
-1- MARCO HISTÓRICO:
La evolución del derecho romano en el período post-clásico no depende
solamente de las “leges novae” y de la “cognitio imperial”, también, depende,
aunque indirectamente, de la actividad desarrollada por la jurisprudencia; quizá
menos preparada, menos aguda, menos responsable de aquélla de los
períodos precedentes, pero fue influyente e incluso determinante.
Alguna doctrina trata de deteriorar la jurisprudencia post-clásica y tiende
inexplicablemente a subvalorarla, hablando de un período burocrático, en el
cual la actividad se desarrolló exclusivamente en el cuadro de la burocracia
imperial.
Esto no es totalmente cierto, juristas existieron en la edad post-clásica, salvo
que no se trató más de juristas explicantes con independencia y autoridad de
juicio, es decir, con su “iusti ac iniusti scientia”; ni se trató de “sacerdotes
iuris” como en la era arcaica, ni de jurisconsultos gratuitamente respondiendo a
cuestiones de funcionarios, de discipulos o de privados.
Se trató de juristas que se ponían al servicio de un oficio público, de una
función didáctica o de una exigencia de defensa, haciéndose para estas
prestaciones pagar.
Juristas que cuando no obraban para la autoridad imperial, de cuya burocracia
hacían parte, evitaban el esfuerzo de escribir obras en propio, ya que podían
anotar y trabajar con el vasto patrimonio de los “iura vetera”. Juristas que en su
mayoría quedaron anónimos.
Las formas de la actividad jurisprudencial post-clásica fueron esencialmente la
reedición y la actualización de las obras jurisprudenciales pre-clásicas y
clásicas, con particular relación a aquéllas de los juristas de la edad de los
384
Severos. Reediciones y actualizaciones que comportaron modificaciones
profundas en las enseñanzas originales.
Una primera ondada de esta obra de currupción se dio a finales del sigo III y
principios del siglo IV d. C., cuando la editoría antigua pasó del uso de los
tradicionales “libri papiraceos” a aquéllos de los “codices pergaminaceos”, con
innumerables “notae” y paráfrasis interlineares y marginales. Principalmente en
oriente, éste fenómeno aluvional continuó hasta Justiniano.
Los emperadores post-clásicos, al igual que los príncipes clásicos, no vieron
con favor la actividad jurisprudencial, sobre todo aquélla no burocratizada, lo
prueba por ejemplo, la definitiva desaparición del “Ius publice respondendi”.
Pero una extirpación de la planta de los juristas no existió, ni siquiera la
prohibión de libres comentarios a los “vetera iura”.
Existió sólo la tentativa de disciplinar en cualquier modo, el recurso a aquéllos
textos de la antigua sabiduria jurídica, y además, la tentativa de
salvaguardarles la autenticidad, de demasiados daños implicados por las
sucesivas ediciones.
Sólo Justiniano I, habiendo recogido lo mejor de la jurisprudencia pre-clásica y
clásica en los “Digesta”, trató de cumplir el paso ulterior de prohibir a los
juristas de su tiempo y de tiempos sucesivos, toda actividad que implicara el
peligro de una falsificación de las enseñanzas contenidas en su recolección de
“vetera iura”.
-2- LA LEY DE CITACIONES:
Un documento importante de la actitud de los emperadores pre-justinianeos
frente a la jurisprudencia post-clásica constituyó la “ley de citaciones” cuyo
autor fue el emperador de occidente Valentiniano III que la promulgó en el año
426 d. C., con el objeto de dictar algunos criterios mecánicos, según los cuales
todos los jueces privados y todos los juristas de la época para consultar y
utilizar las obras jurisprudenciales de los períodos anteriores, debían proceder
de la siguiente manera, estableciéndose a título imperativo:
1. Que el material de “iura vetera” que tenía eficacia de ley estaba limitadi a
los escritos de sólo cinco jurisconsultos clásicos: PAPINIANO, GAYO,
PAOLO, ULPIANO Y MODESTINO.
2. Que en caso de divergencia de opiniones entre los cinco jurisconsultos, se
debía seguir la opinión de la mayoría, “potior numerus vincat auctorum”.
3. Que en caso que existiera paridad entre las opiniones en contraste, la
prevalencia la tenía la opinión de la autoridad de Papiniano.
El emperador de oriente Teodosio II, acogió en el año 438 d. C., la “ley de
citas” en su “Codex Theodosianus”, quedando intacto el criterio de elección,
pero ampliando la lista de los “iura” alegables.
385
Teodosio II estableció que podían ser utilizados también los escritos de los
otros juristas citados por los cinco jurisconsultos (prácticamente, los escritos de
todos los juristas pre-clásicos y clásicos), con una sóla condición: que de sus
obras se tuvieran a disposición lecciones no contradictorias y que estuvieran
confirmadas en confrontación con el código teodosiano.
-3- LOS MODOS DE LA ACTIVIDAD JURISPRUDENCIAL
POST-CLÁSICA:
La jurisprudencia post-clásica presenta una nota característica:
 La involución del espíritu jurídico.
El jurista post-clásico, raramente se empeña en el análisis de hechos y casos
para resolver y encuadrarlos en precisas orientaciones jurídicas. Su
experiencia del derecho, esencialmente libresca, lo hace un razonador siempre
falto de realismo y lo induce a formular (al poder imperial) soluciones
aproximadas e inciertas, a veces empíricas y vulgarísticas, a veces abstractas
e incomprensibles.
Los campos de la actividad de la jurisprudencia post-clásica fueron:
-A- LA JURISPRUDENCIA BUROCRÁTICA:
Fue aquélla pagada y encuadrada en la burocracia imperial, sea central que
periférica.
Ejercitó tareas de consulta, desarrollando toda la actividad preparatoria de las
“constitutiones” generales y especiales y de las decisiones emitidas en los
procesos de “cognición”.
Los emperadores y los funcionarios imperiales llegaban al conocimiento de los
“iura vetera” y a la reconstrucción de éstos, para el adecuado desempeño de
sus funciones.
Quizá la jurisprudencia burocrática, para facilitar su trabajo y sus funciones,
realizó recopilaciones sistemáticas de las “leges novae” y de los “vetera iura”, y
así poderlos tener listos para el ejercicio de las públicas funciones, sobre todo,
para el ejercicio de las funciones procesales y en el juicio.
Como ejemplos tenemos:
 El código gregoriano.
 El cógido hermogeniano.
 Los repertorios “regesta”.
386
 La compilación de Teodosio II.
 La compilación de Justiniano I.
-B- LA JURISPRUDENCIA CURIALESCA:
Tuvo un desarrollo grandísimo por efecto del triunfo de la “cognitio extra
ordinem”.
Los “advocati” para poder desplegar decorosamente sus funciones judiciales,
tenían que ser necesariamente “iuris periti” o cuanto menos debían estar
asistidos en el juicio por éstos.
Pero la obligación para los abogados de haber completado estudios de derecho
fue oficialmente sancionada en el año 460 d. C., en oriente por el emperador
Leone I. Este aumento de importancia de la profesión forense en el mundo
post-clásico, llevó a una disciplina legal de la profesión de abogado.
Los abogados, para ser admitidos a defender frente a los varios tribunales, era
necesario dar una garantía de la propia capacidad y seriedad, por ejemplo:
-
Estar inscrito en una “schola”, es decir, una corporación de unión de
abogados.
La confirmación del peso atribuido por los emperadores a la clase curialesca,
se debe a la contribución que los abogados dieron a las compilaciones oficiales
de Teodosio II y Justiniano I., contribución no menos importante de aquélla
dada por los altos funcionarios imperiales y por los profesores de derecho,
miembros de las correspondientes comisiones.
Se tienen por ejemplo:
 Epítomes y muchos “libri singulares”, los unos y los otros de clara
finalidad práctica, tomados de autores del período precedente.
 Como también las compilaciones occidentales, Los “vaticana fragmenta”.
-C- LA JURISPRUDENCIA DIDÁCTICA:
Se desarrolló en correlación al aumento de la solicitud de juristas para las
exigencias de la burocracia y de la abogacia. Esta solicitud fue hecha más
respecto a la cantidad que a la cualidad y calidad; así es que, la actividad
didáctica se orientó hacia criterios elementales y de noción.
Estaba organizada por corporaciones, por “Scholae”,
“antecessores”.
con “doctores” o
En occidente existía una “scholae” oficial en Roma desde el siglo IV d. C., y
existieron otras escuelas privadas, por ejemplo en Gallia.
387
En oriente, junto a escuelas privadas y poco exitosas, gozaron de los favores
imperiales las escuelas oficiales de Berito y de Constantinopla
Luego, Justiniano I limitó la enseñanza del derecho sólo a las dos escuelas
oficiales de oriente y a la de Roma.
ELABORACIONES
JURÍDICAS
PRE-JUSTINIANEAS.
“IMPERIUM ABSOLUTISTA”.
-1- MARCO GENERAL:
El discurso se completa con un cuadro de los restos de la actividad
jurisprudencial post-clásica.
388
Hablaremos primero de las elaboraciones jurídicas pre-justinianeas, después
pasaremos a la gran compilación justinianea, para terminar con las
elaboraciones jurídicas sucesivas o post-justinianeas.
Respecto a la fidelidad de estas elaboraciones, existe una gran discusión;
algunos desconfian en la sustancial veracidad de éstas obras post-clásicas, ya
que con el pasar del tiempo, han sufrido grandes alteraciones sustanciales,
regularmente de carácter innovativo.
Pero la mayoria de los “Iusromanistas” piensan que se debe creer en la
verosimilitud y en los indicios precisos de la realidad. Es imposible que las
profundas y acertadas transformaciones del conjunto social, económico,
político de Roma, no hubiera tenido repercusiones en el campo jurídico.
Es imposible que estas repercusiones jurídicas no se hubieran traducido en el
curso de las reediciones y compilaciones, en incisivas modificaciones de textos,
que después de todo, no solamente tenían un valor intrinseco, sino también, su
práctica utilidad.
Las elaboraciones post-clásicas se distinguen en tres categorías:
1- Compilaciones de “leges”.
2- Compilaciones de “iura”.
3- Compilaciones mixtas de “leges” y de “iura”.
-2COMPILACIONES
“LEGES”:
PRE-JUSTINIANEAS
DE
Se trataba de recopilaciones de constituciones imperiales tanto de carácter
privado como tambien oficiales.
-A- LAS COLECCIONES PRIVADAS DE “LEGES”
TEODOSIANAS:
PRE-
A inicios del período post-clásico fueron compiladas en oriente dos colecciones
privadas de constituciones imperiales, las cuales tuvieron la gran fortuna de
obtener más tarde el reconocimiento oficial de Teodosio II.
Estas obras fueron:
 El “Codex Gregorianus”.
 El “Codex Hermogenianus”.
389
“Codices” porque se había dado el uso de escribir en cuadernos de
pergamino ligados el uno con el otro en códigos y de amplitud a voluntad
propia.
(1) EL “CODEX GREGORIANUS”: (CG):
Fue compilado en oriente por un tal Gregorio o Gregoriano, del cual no se
tienen noticias, alrededor de los años 292 – 295 d. C.
Comprende las constituciones imperiales promulgadas entre los años 196 y
295 d. C.
Se destinó en especial modo a la práctica judicial civil, por lo tanto, reporta
particularmente “rescripta”: género de constituciones muy de moda en esta
época.
El Código Gregoriano fue ampliamente usado hasta Justiniano.
(2) EL “CODEX HERMOGENIANUS”: (CH):
Compilado también en oriente. Contenía las constituciones imperiales dictadas
entre los años 291 y 365 d. C.
Su autor podría ser un tal jurista Hermogeniano.
Constituyó un complemento o apéndice del Código Gregoriano, en un solo
libro, dividido en títulos.
Estos dos códigos fueron el fundamento de la compilación del emperador
Teodosio II.
-B- LA LEGISLACIÓN OFICIAL TEODOSIANA:
La primera recopilación oficial de constituciones imperiales fue ordenada por el
emperador Teodosio II.
Con una constitución del año 429 d. C., reconociendo oficialmente la validez
de los códigos Gregoriano y Hermogeniano, nombró una comisión con las
siguientes funciones:
a. Recoger todas las constituciones dictadas a partir del emperador
Constantino I, (estuvieran todavía en vigor o no), ordenándolas en libros y
títulos particulares, en orden cronológico.
b. Redactar un texto con todo el derecho vigente, (“iura” y “leges”), que sirviera
de guia práctica del derecho.
Así es que tiene existencia el “Código Teodosiano”.
(1) EL “CODEX THEODOSIANUS”:
390
Fue publicado por el Emperador Teodosio II en oriente en el año 438 d. C. y
presentado en occidente por el emperador Valentiniano III.
El Código de Teodosio le restó validez a los códigos Gregoriano y
hermogeniano, que lo integraban.
Estaba dividido en 16 libros, éstos a su vez, divididos en títulos y capítulos,
según la materia, en orden cronológico, distinguidas por una “praescriptio” que
indicaba el nombre del emperador o emperadores que las habían emanado,
además, el destinatario de la disposición (“senatus”, “populus”, “praefecti
praetorio”, etv.), y por una “subscriptio” final donde se indicaba la fecha.
Tuvo vigencia en oriente hasta que entró en vigor el “Codex Iustinianus” que lo
subrogó.
En cambio, en occidente, habiendo tenido recepción en las
legislaciones romano-bárbaras, sobrevivió no sólo a la caida del imperio, sino
hasta el siglo XII.
-C- LA LEGISLACIÓN POST-TEODOSIANA:
Después de la publicación del Código Teodosiano, entró en actuación el
sistema de la legislación separada de las dos “partes imperii”.
Cada emperador era libre de acoger o de no acoger las “leges generales”, es
decir, las constituciones imperiales, emitidas y a él oficialmente comunicadas,
por el otro emperador.
No obstante, Teodosio II publicó, por su cuenta y con plena libertad, aquéllas
constituciones imperiales que consideró necesarias para modificar e integrar el
Código Teodosiano.
A éstas constituciones imperiales emanadas entre la época de entrada en vigor
el “Codex Theodosianus” y aquélla de la publicación del primer “Codex
Iustinianus”, se usa darles la denominación de: NOVELAS POSTTEODOSIANAS, es decir, de constituciones nuevas respecto a la recopilación
del Código Teodosiano.
Han llegado a nosotros gracias a la “Lex Romana Wisigothorum” y el “Corpus
Iuris Civilis”.
-3- COMPILACIONES PRE-JUSTINIANEAS DE “IURA”:
Entre los restos de la jurisprudencia clásica se suele enumerar:
 Los “Tituli” de Ulpiano.
 Las “Sententiae” de Paolo.
 El “Epitome Gai”.
391
Estas compilaciones post-clásicas pre-justinianeas de “vetera iura” conservan
un gran substrato de transcripciones de varias obras de la jurispridencia
romana, cuyo contenido es todavía prevalentemente derecho clásico.
-A- LOS “TITULI” DE ULPIANO:
Se denomina así a un código pergaminaceo de la Biblioteca Vaticana que se
remonta al siblo X, y que está dividido en 25 títulos.
En el siglo pasado, Savigny demostró la identidad de éste código con el
manuscrito “Liber singularis regularum” de Ulpiano, argumentado el hecho de
que algunos fragmentos correspondían literalmente a fragmentos de los
“Digesta” de Justiniano y de la “Collatio Legum Mocaicarum et Romanarum”.
Se trata entonces, de una compilación post-clásica occidental, de materiales
atinentes prevalentemente al “corpus” de las obras de Ulpíano, pero que fue
una compilación ordenada en títulos según el esquema del manual institucional
de moda y de mayor uso de la época, el manual de Gayo.
-B- LAS “SENTENTIAE” DE PAOLO:
De esta obra abundan las copias, por ejemplo en la “Lex Romana
Wisigothorum”, en los “Fragmenta Vaticana”, en la “Collatio Legum Mosaicarum
et Romanarum”, en la “Consultatio Veteris Cuiusdam Iurisconsulti” y en los
“Digesta” de Justiniano.
La obra se divide en 5 libros, repartidos en títulos y está ordenada según el
esquema de los “Digesta”
Antes se pensaba que éstos 5 libros habían sido verdaderamente escritos por
Paolo, y que el texto que reportaba la “Lex Romana Wisigothorum” fuera un
resumen.
Hoy en día la doctrina sostiene y con fundamento, que Paolo no haya escrito
éstos libros, sino que se trata es de una recopolación hecha en occidente
durante el imperio de Diocleciano o de Constantino, en la cual se explotaron
como fuente principal los escritos de Paolo.
-C- EL “EPITOME GAI”:
Es una obra compuesta de 2 libros y que sigue los pasos de los primeros tres
libros de las “Institutiones” de Gayo.
Nos llegó a través de la “Lex Romana Wisigothorum” en la cual está
comprendida.
392
Se redactó por las escuelas occidentales en Gallia para el uso de la enseñanza
elemental, en la segunda mitad del siglo V d. C., y después fue explotada por
la compilación visigotica o “Lex Romana Wisigothorum”.
-4- COMPILACIONES PRE-JUSTINIANEAS MIXTAS:
-A- LAS LEYES ROMANO-BÁRBARAS:
Las “Leges Romanae Barbarum” fueron compilaciones mixtas, es decir, de
escritos jurisprudenciales “iura” y de constituciones imperiales “leges”,
publicadas por los reyes bárbaros de occidente a finales del siglo V d. C.
El objeto de éstas compilaciones fue:

Para unos, enuclear aquéllas reglas de derecho romano que los reyes
bárbaros querían que se aplicaran también a sus poblaciones, al menos en
las relaciones con el elemento romano.
Este es el caso de los reyes Eurico y Teodorico el Grande, que mostraron y
confirmaron con esto, aceptar sobre el plano formal, la supremacía del
emperador romano y de querer encuadrar también sus pueblos dentro del
ámbito de los ciudadanos del imperio.

Para otros, resumir y sintetizar los principios de derecho aplicables sólo a
los súbditos de nacionalidad romana.
Este es el caso de los reyes Alarico II y Gundobado, que demuestran rechazar
toda supremacía romana y del derecho romano sobre sus pueblos, aunque no
exigieron la aplicación de su legislación propia a los súbditos romanos.
Las leyes romano-bárbaras fueron:
(1) EL “CODEX EURICI”:
El Código de Eurico fue publicado en el occidente de la Germania, en el año
475 d. C., (en coincidencia con el fin del imperio de occidente), por el rey
visigodo Eurico, hijo de Teodorico II, extendiéndolo a sus dominios en la Gallia
Meridional y en España.
Sus normas se aplicaron tanto a los Romanos como a los Visigodos, quienes
se consideraban todavía formalmente súbditos del imperio de occidente.
Sus fuentes fueron los tres códigos:



El Código Gregoriano.
El Código Hermoginiano.
Y especialmente, el Código Teodosiano.
393
(2) EL “EDICTUM THEODORICI”:
El Edicto de Teodorico fue publicado en el oriente de la Germania, hacia el año
500 d. C., por Teodorico El Grande, rey de los ostrogodos (489 – 526 d. C.),
que se consideraba gobernador de la Prefectura Itálica en nombre del
emperador de oriente Zenone. Propiamente por esta razón se aplicó tanto a la
población romana como también a la ostrogoda.
Se presenta análogo al “Codex Eurici”, con el mismo carácter. La materia se
expone con un especial laconismo, en 154 capítulos, donde se identifican
fácilmente como fuentes de la compilación:






El Código Gregoriano.
El Código Hermogeniano.
El Código Teodosiano.
Las Novelas post-teodosianas.
Las “Sententiae” de Paolo.
Y las “Institutiones” de Gayo.
(3) LA “LEX ROMANA BURGUNDIONUM” O “LIBER PAPIANUS”:
La Ley Romana de los Borgoñones, fue compilada en Francia por orden del
Rey Gundobado (474 – 516 d. C.), cerca del año 500 d. C., para integrar una
precedente “Lex Burgundionum” o “Lex Gundobada”.
Se aplicaba sólo a las relaciones entre romanos, excluía a los Burgundios.
Fue extraida de fuentes romanas, las mismas del Edicto de Teodorico, pero
más rica y más informada.
(4) LA
“LEX ROMANA
ALARICIANUM”:
WISIGOTHORUM”
O
“BREVIARIUM
La Ley Romana de los Visigodos, fue publicada en el año 506 d. C., por el rey
visigodo Alarico II, por esto también conocida con el nombre de Breviario de
Alarico.
Esta nueva compilación no abrogó el “Codex Eurici”, se aplicó exclusivamente
a los romanos de Francia Meridional y de España.
Entonces, el “Codex Eurici” se redujo a las relaciones entre visigodos y entre
visigodos y romanos.
Sus fuentes son copiosas:
- Respecto a las “leges”:

Poco tiene de los Códigos Gregoriano y Hermogeniano.
394

Pero en cambio, si tiene tanto del Código Teodosiano y de las Novelas
Post-teodosianas.
-
Además, contiene una gran exposición de “iura”:




Las “Sententiae” de Paolo.
El entero “Epitome Gay”.
Y un paso aislado de las “Responsa” de Papiniano.
Es interesante la “interpretatio” latina que acompaña cada texto , a
excepción del “Epitome Gai”.
-B- OTRAS COMPILACIONES PRE-JUSTINIANEAS MIXTAS:
Cicerón escribió que las "leges" y los "iura" hacen parte de las muchas cosas
que los habitantes de una ciudad tienen en común:
"De off. 1,17,53 - 2,4,15: Urbes vero sine hominum coetu non potuissent
nec aedificari nec frequentari, ex quo leges moresque constituti, tum iuris
aequa discriptio certaque vivendi disciplina...".
Además, en la "pro Cluentio. 53, 146: expresa que las "leges" se presentan
como la "mens" y el "animus" de la "civitas".
Las "leges" y los "iura" en la historia constituyen un importante binomio. Si se
agrega el término "iudicia", el binomio se transforma en una triada, con la cual
se describe un ordenamiento jurídico en sus sectores fundamentales.
Entre las compilaciones pre-justinianeas mixtas, es decir, de “iura” y de “leges”
del período post-clásico emergen:
(1) LOS “FRAGMENTA VATICANA”:
Fueron descubiertos en el año 1821 por Mai, leyendo un “codex rescriptus”
(palimpsesto) de la Biblioteca Vaticana (a esto deben su denominación), en el
cual bajo una escritura del siglo VIII, se podía ver una escritura minúscula del
siglo IV y V d. C., bastante cancelada, por lo que resultó ser un trabajo
bastante difícil.
La obra estaba dividida en títulos. Cada título contenía un cierto número de
pasos de jurisconsultos como Papiniano, Ulpiano, Paolo, etc., los cuales eran
seguidos por algunas constituciones imperiales, especialmente de Diocleciano.
(2) LA “COLLATIO LEGUM MOSAICARUM ET ROMANARUM”:
Es una singular compilación post-clásica mixta, también denominada en el
pasado: “LEX DEI”, “Quam praecepit Dominus ad Moysen”.
Se trata de los restos de una concatenación de textos, redactada en occidente,
con el objeto de hacer una confrontación entre los principios jurídicos romanos
con los principios mosaicos (o de Moises).
395
Se cree que el autor de la obra fue un fanático cristiano, el cual quiso probar a
los paganos de su tiempo que su derecho prevalecía por encima de todo.
Estaba dividida en libros y éstos en breves títulos, los cuales se abrían con una
norma de las leyes mosaicas: “Moyses dicit...”, le seguían pasos de obras
jurisprudenciales de los 5 juristas de la Ley de Citaciones: Gayo, Papiniano,
Paolo, Ulpiano y Modestino, y también constituciones imperiales extraídas casi
exclusivamente de los códigos Gregoriano y Hermogeniano, mientras que el
Código Teodosiano no resulta conocido.
Los primeros 16 títulos del primer libro se dedican prevalentemente a
argumentos de derecho criminal.
(3) EL “LIBER SYRO-ROMANUS”:
El original del Libro Sirio-Romano de Derecho se dio en griego en el siglo V d.
C.
Pero se hicieron varias traducciones al sirio, al árabe, al armenio, al
arameo, etc.
Es un manual de derecho romano que analiza el “Ius Civile” con las
modificaciones introducidas por algunas constituciones imperiales a partir de
Constantino.
Es notable el hecho de que no figure alguna huella del “Ius Honorarium”, que
trate sólo el “Ius Civile” actualizado.
El objetivo de esta compilación fue eminentemente práctico. Su importancia
radica sobre todo porque el derecho que en él se contiene es esencialmente
derecho romano y mínima es la influencia de los derechos extranjeros.
(4) EL TRATADO DE “ACTIONIBUS”:
Es un pequeño tratado, es una pequeña obra escrita en griego donde se
expresan algunas breves definiciones concernientes a los fines y a la
estructura de las acciones más importantes.
Tuvo mucha difusión en el mundo oriental.
(5) LA “CONSULTATIO VETERIS CUIUSDAM IURISCONSULTI”:
La Consulta de un viejo jurisconsulto, se trata de un recopilación de opiniones
dadas acerca de algunas cuestiones, por parte de un jurista no identificado,
que motivaba sus opiniones citando varias constituciones y varios pasos de la
obra de Paolo.
Las constituciones son reportadas y provienen de los códigos Gregoriano,
Hermogeniano y Teodosiano.
396
JUSTINIANO I Y SU
OBRA LEGISLATIVA.
“IMPERIO ABSOLUTISTA”.
-1- MARCO GENERAL:
El programa de Teodosio, que quedó de todas maneras inactuado,que quería
hacer una gran compilación de “leges novae” integrándola oportunamente con
estractos de los “vetera iura”, fue superado por Justiniano I, el cual no
solamente ideó, si no que supo realizar en un tiempo increiblemente breve, una
serie coordinada de compilaciones de “iura” y de “leges”, válidas tanto para las
necesidades de la práctica, como también para la enseñanza y la escuela.
Compilaciones reformadas después por las sucesivas “novellae” de Justiniano
mismo y de los emperadores posteriores.
Constituyen una riquísima recopilación de lo mejor de la tradición y de la
ciencia jurídica romana.
-2- TRIBONIANO:
Del nombre de Justiniano, no puede ser disociado el de TRIBONIANO, que de
la obra de compilación fue el coordinador y el principal realizador, por
reconocimiento del mismo Justiniano: “Vir excelsus: Triboniano”.
TRIBONIANO llamado al cargo de “Quaestor sacri palatii” para colaborar con
la actividad normativa imperial y para hacer parte de la comisión encargada de
la redacción del primer código y luego para presidir las comisiones nominadas
para la redacción de los “Digesta”, de las “Institutiones” y del “Codex repetitae
praelectionis”, y luego, antes de su muerte, inspirar y extender las importantes
“Novellae”.
Era originario de Panfilia. Hombre de profunda cultura, tenía un vasto
conocimiento del derecho y de las obras de los juristas clásicos.
397
Pero al lado de estas dotes, presentaba algunos lados negativos, como la
predisposición a la adulación y a la gran avidez, lo que ocasiona el malcontento
que se deselvuelve en la rebelión de Nika, donde pierde su cargo, pasando
poco más de un año a “magister officiorum”, pero obviamente regresa a ser
“Quaestor sacri palatii”.
-3- EL “CORPUS IURIS CIVILIS”:
La denominación de “Corpus Iuris Civilis” dada a la obra legislativa de
Justiniano, se la asignó en el año 1593 Diogini Gotofredo, justamente para
señalar su grandiosidad.
La idea de la oportunidad de un “Codex legum” que sustituyera a los ya
envejecidos códigos Gregoriano, Hermogeniano y Teodosiano, surgió en
Justiniano, quizá ya en los años de su colaboración a su tio Justino I, y esto
explica por qué uno de sus primeros actos de gobierno fue la nominación de la
comisión encargada de redactar el primer “Codex Iustianus”.
Justiniano se propuso restaurar el derecho clásico en su conjunto y de
restaurarlo no para ponerlo en una vitrina, si no para hacerlo sobrevivir.
El rescate del derecho romano clásico a la vida de las futuras generaciones,
implicó intervenciones quirúrgicas y manipulaciones profundas, o sea,
interpolaciones no sólo formales si no también sustanciales, que incluían
innovaciones por parte de Justiniano y de los interventores compiladores.
Pero si no hubiera sido así, no tuvieramos éste magnífico “corpus”. Este es el
valor de la iniciativa justinianea.
-4- EL PRIMER “CODEX IUSTINIANUS”.
Poco después de su llegada al poder, Justiniano emanó en febrero 13 del año
528 d. C., la constitución imperial “Haec quae necessario”, con la cual
dispone la compilación de un “Codex legum”, con los materiales de los
códigos Gregoriano, Hermogeniano y Teodosiano.
Pero éste nuevo código debía diferenciarse de los otros por su carácter más
moderno y por lo tanto, por incluir sólo constituciones imperiales vigentes.
La confección del código fue encargada a una comisión así integrada:

Presidente: Giovanni di Cappadocia, “Ex – Quaestor sacri palatii”.

Triboniano.

5 altos funcionarios de la cancillería imperial:
 Leonzio y Foca: “Magistri militum”.
398
 Basilide: “Ex – Praefectus Praetorio”.
 Tomaso: “Quaestor sacri palatii”.
 Costantino: “Comes sacrararum largiotionum”.

Teófilo: Profesor de derecho y “Comes sacri consistorii”.

Dioscuro y Presentino: Abogados del Tribunal Pretorio.
La comisión fue autorizada a modificar oportunamente las constituciones
imperiales escogidas, además, a dividirlas y agruparlas según las exigencias
del orden sistemático seguido.
La obra se completó en tiempo brevísimo y fue publicada con la constitución
“Summa rei publicae” de abril 7 del año 529 d. C.
El “Codex Iustinianus” no llegó directamente a nuestra sociedad,
afortunadamente lo conocemos por su fundicón con el “Codex repetitae
praelectionis”.
Con su publicación se afirma que:

Pierden valor las constituciones imperiales en éste código no contempladas.

En el curso de los juicios, tanto las partes como los abogados, no podían
referirse a constituciones diferentes, bajo la pena – sanción prevista por el
“crimen falsi”.

Se considera la obra de la jurisprudencia como fuente subsidiaria,
integradora del dictado de las constituciones imperiales, y a éstas de todas
maneras subordinada.
Así se verifica una unificación formal de las fuentes.
-5- LAS CONSTITUCIONES PREPARATORIAS DE LOS
“DIGESTA”:
Fue probablemente en coincidencia con la redacción del primer código, que a
Justiniano se le vino en mente, quizá por consejo de Triboniano, de proceder a
una gran compilación de “Iura”, ir directamente a las obras de los juristas
clásicos.
Pero el propósito de Justiniano, no tenía un carácter áridamente anticuario,
debería necesariamente revestir orientaciones adecuadas a la realidad de los
tiempos, además, los compiladores deberían tener directivas precisas de
carácter legislativo.
Esta indispensable obra preparatoria de los “Digesta” se da en dos tiempos:
399
.1. Antes de los trabajos de compilación, con una primera serie de
constituciones preparatorias (agosto – noviembre del año 530 d. C.), cuya
recolección sistemática, por comodidad de consulta, Justiniano denominó:
“QUINQUAGINTA DECISIONES”.
.2. Durante los mismos trabajos de compilación, con otra serie de
constituciones preparatorias, emitidas poco a poco según las necesidades que
surgían en el curso de la obra, (febrero del año 531 – octubre del año 532 d.
C.), Justiniano las denominó: “CONSTITUTIONES AD COMMODUM
PROPISITI OPERIS PERTINENTES”.
-6- LOS “DIGESTA”:
Terminados los trabajos preparatorios, Justiniano emanó el 15 de diciembre del
año 530 d. C. la Constitución “Deo auctore”, con la cual da el encargo a
Triboniano, ya con el cargo imperial de “Quaestor sacri palatii”, de escoger a
los colaboradores, para proceder a una gran compilación de “Iura”, conducida
según el orden del “Edictum perpetuum” y del precedente “Codex”,
precisamente, según el orden de los “Digesta” de la jurisprudencia clásica.
Esta compilación debía recibir el nombre de: “DIGESTA SEU PANDECTAE”.
Según las disposiciones del emperador, debían ser escogidos sólo los escritos
de los juristas clásicos que tuvieran el “Ius Publice respondendi”, sin ningún
orden de preferencia entre los unos y los otros y en particular sin tener que
preferir la opinión de Papiniano (el jurisconsulto número uno de la “Ley de
Citas”) respecto a los otros juristas.
La comisión estaba obligada a referir nominativamente el autor y la obra de los
singulares fragmentos recolectados, pero al mismo tiempo estaba autorizada
para alterar en la más amplia manera los dictámenes originales, sea para
eliminar toda antinomia (contradicción entre dos leyes o dos principios legales)
o contradicciones entre los textos, o sea, los colaboradores estaban
autorizados para adaptar los textos mismos al derecho nuevo.
La comisión de colaboradores que fue escogida por Triboniano estaba
integrada de la siguiente manera:

Triboniano: Presidente.

Constantino: “Comes sacrarum largitionum”.

4 profesores de derecho:
-
Escuela de Constantinopla: Teofilo y Cratino.
-
Escuela de Berito (Beirut): Doroteo y Anatolio.

11 abogados de Constantinopla:
400
-
Stefano, Mena, Prosdocio, Eutolmio, Timoteo, Leonide, Leonzio, Platone,
Giacomo, Constantino, Giovanni.
La comisión entonces estaba integrada por un total de 17 miembros.
De los componentes de la primera comisión estaban solamente Teofilo y
Constantino el “Comes sacrarum largitionum”.
Los trabajos de dieron con extraordinaria rapidez. El 16 de diciembre del año
533 d. C., Justiniano publica la obra mediante la constitución bilingüe (latín y
griego), “TANTA”, dirigida “ad senatum et omnes populus”, que ordenaba que
los “Digesta” entraban en vigor el 30 de diciembre del mismo año, y que ahora
en adelante era absolutamente prohibido, (bajo conminación de la pena del
“crimen falsi”, la “deportatio in insulam”), adelantar obra de comentario
escolástico sobre los materiales recopilados, salvo que se tratara de versiones
literiarias en griego, de índices sintéticos o de breves notas de remisión a otros
títulos.
Todo esto con el objetivo de que la verbosidad de los comentarios no creara
confusiones, en orden al sentido puro del material recolectado: “ne verbositas
eorum aliquid legibus adferat ex confusione dedecus”.
Los “Digesta” se componen de 50 libros, de variada amplitud, cada uno dividido
en dos o más títulos, excepto los libros 30 a 32 que constituyen un título único:
“de legatis et fideicommissis”.
En cada título se encuentra una serie de fragmentos jurisprudenciales clásicos,
cada uno con una “inscriptio” que contiene el nombre del autor, el libro y la obra
correspondiente, por ejemplo: ULPIANUS “libro quadragesimo ad edictum”.
No obstante la orden expresa de Justiniano, no figuran solamente juristas con
el “ius publice respondendi”. Además, los juristas que más se tomaron en
cuenta son los 5 de la “Ley de Citas”, con absoluta prevalencia de Ulpiano y
sus obras: “Libri ad edictum” y “Libri ad Sabinum”.
De aproximadamente 9000 fragmentos:
-
Más de 6000 son de Ulpiano, Paolo, Papiniano, Gayo y Modestino.
-
Alrededor de 2500 son de otros 7 jurisconsultos clásicos: Cervidio Scevola,
Pomponio, Giuliano, Marciano, Africano, Giovaleno y Marcello.
-
Mientras el resto, más o menos 550, son de aproximadamente otros 27
juristas.
Justiniano mismo en la constitución “Tanta” distingue los “Digesta” en 7 partes,
sea por comodidad práctica, sea por exigencias didácticas. Estas son:
1- Primera parte: Libros 1 al 4:
401
Los principios generales del derecho y la jurisdicción.
2- Segunda parte: Libros 5 al 11: “Pars de iudiciis”:
Doctrina general de las acciones y protección judicial de la propiedad y de los
otros derechos reales.
3- Tercera parte: Libros 12 al 19: “Pars de rebus”:
Obligaciones y contratos.
4- Cuarta parte: Libros 20 al 27: “Umbilicus”: (es decir, la parte central).
Otros institutos de la materia de las obligaciones y relaciones jurídicas de
familia.
5- Quinta parte: Libros 28 al 36: “De testamentis”:
Sucesión testamentaria.
6- Sexta parte: Libros 37 a. 44: Parte sin nombre.
Sucesión pretoria y múltiples institutos heterogéneos relativos a los derechos
reales, a la posesión, a las obligaciones.
7- Séptima parte: Libros 45 al 50: Parte sin nombre.
Contenía los siguientes libros en su orden:
-
Libros 45 y 46: La “stipulatio” e institutos conexos.
-
Libros 47 y 48: “Libri terribiles” que contenían el derecho penal.
-
Libro 49: La “appellatio”.
-
Libro 50: El libro final que contenía el derecho municipal.
Cerraba con dos títulos de carácter general:
1- “De verborum significatione”.
2- “De diversis regulis iuris antiqui”.
-7- LAS “INSTITUTIONES”
ENSEÑANZA:
Y LA REFORMA DE LA
Antes de que se publicaran los “Digesta”, Justiniano encargó a una restringida
comisión, compuesta por Triboniano, Teofilo y Doroteo (todos miembros de la
comisión de los “Digesta”), la misión de redactar un manual elemental del
402
derecho, el cual pudiera subrogar en las escuelaslas ya envejecidas
“Institutiones” de Gayo.
La obra se desarrolló en breve tiempo y fue publicada con la constitución
“Imperatoriam maiestatem” del 21 de noviembre del año 533 d. C., dirigida a la
“cupida legum iuventus”. A ésta también se le confiere fuerza de ley a la par
con los “Digesta”, y unidamente entraron en vigor el 30 de diciembre del mismo
año.
Las “INSTITUTIONES IUSTINIANI AUGUSTI” se dividieron en 4 libros, según
el modelo del manual de las “Institutiones” de Gayo:
1- Primer libro: Las personas.
2- Segundo libro:
testamentaria.
Las relaciones absolutas reales y de la sucesión
3- Tercer libro: La sucesión intestada y las obligaciones de acto lícito.
4- Cuarto libro: Las obligaciones de acto ilícito, las acciones y los “iudicia
criminales”.
Los fragmentos admitidos, formaron cada uno variedad de títulos, en la cual
cada libro se repartía un discurso unitario.
Resulta de la costura de pasos extraidos de las “Institutiones” de Gayo y de
obras institucionales y elementales de Florentino, Marciano, Ulpiano y Paolo, y
además, fragmentos de constituciones imperiales.
Los intentos didácticos perseguidos en ésta compilación, encontraron otra
insignie manifestación en la constitución “Omenm rei publicae”, que Justiniano
dirigió el 16 de noviembre del año 533 d. C., a los más ilustres profesores
universitarios del tiempo: Teofilo, Doroteo, Teodoro, Isidoro, Anatolio, Taleleo,
Cratino y Salamino, para advertirles de la reforma del viejo plan de estudios de
las escuelas de derecho, que sería el siguiente a partir del nuevo año:
Primer año:
 Las “Institutiones”.
Segundo año:
 Los 7 libros de la segunda parte de los “Digesta”
iudiciis”
del 5
al
11: “de
o los 8 libros de la tercera parte de los “Digesta” del 12 al 19: “de
rebus”.
 Más 4 libros singulares:
403
-
De la cuarta parte de los “Digesta”: “Umbilicus”: el 23 y el 26, referentes al
tema de dote y tutela.
-
De la quinta parte de los “Digesta”: “De testamentis”:
30,referentes al tema de testamentos y legados.
el 28 y el
Tercer año:
 La parte no estudiada de los “Digesta”: “de iudiciis” o “de rebus”.
 Más otros 3 libros de la cuarta parte de los “Digesta”: “Umbilicus”: del 20
al 22.
Cuarto año:
 El resto de 10 libros singulares de los “Digesta”.
 Y los restantes libros de la parte quinta de los “Digesta”: “de testamentis”.
Quinto año:
 Las constituciones del “Codex Iustinianus”.
 Más los otros 14 libros de los “Digesta” del 37
estudiados.
al
50,
todavía no
Además, dispuso que los estudiantes de primer año no fueran más
denominados con el término despreocupado de “dupondii” (jovenzuelos), si no
que a partir del momento tendrían el nombre digno de “Iustiniani novi”.
Asi es que, ésta reforma escolástica de Justiniano, comportó el abandono de
las viejas e imperfectas compilaciones escolásticas precedentes, además se
proclamaron sólo como escuelas oficiales de derecho: Constantinopla y Beirut.
-8- EL “CODEX REPETITAE PRAELECTIONIS”:
El notable número de constituciones innovativas emanadas a partir del año 530
d. C., hizo necesario una reedición y un perfeccionamiento del primer “Codex
Iustinianus”.
De éste trabajo Justiniano encargó a:

Triboniano: como presidente.

Doroteo: Profesor.

3 abogados miembros ya de la comisión de los Digesta:
404
Mena, Constantino y Giovanni.
Esta obra se publicó con la constitución “Cordi” del 17 de noviembre del año
534 d. C., que abrogó el primer código.
Se dividió en 12 libros, como recuerdo de las XII Tablas Decenvirales.
Cada libro contiene numerosos títulos, y cada título comprende un cierto
número de contituciones imperiales ordenadas cronológicamente, cada una
con:
 Una “praescriptio” relativa al nombre del emperador y del destinatario de
la constitución, por ejemplo, “Imp. Alexander A. Liciniano”.
 Y con una “subscriptio” relativa a la fecha de emanación del acto.
La comisión encargada de la redacción tuvo amplios poderes de dividir y reunir
las constituciones imperiales, según las exigencias del encuadramiento
sistemático, de eliminar las constituciones que ya no estaban en vigor, de
reformar el dictámen de las constituciones acogidas en la compilación.
El orden de las materias es el siguiente:
Libro I:
-
Fuentes del derecho.
-
Derecho público.
-
Y derecho eclesiástico.
Libros II al VIII:
-
Derecho privado, según el orden de los “Digesta” clásicos.
Libro IX:
-
Derecho penal.
Libros X al XII:
-
Derecho constitucional y derecho administrativo.
-9- LAS “NOVELLAE”:
405
La actividad legislativa de Justiniano no se cierra todavía, si no que continuó
hasta su desaparición en el año 565 d. C., y fue particularmente fecunda hasta
el año 542 d. C., en el cual muere Triboniano.
Quizá desilusionado de su programa de restauración del derecho romano, el
emperador se dedicó en éstas “Novellae Constitutiones”, algunas en latín y
otras en griego, a reformar enteras ramas del derecho, con un espíritu de
independencia mucho mayor del que había demostrado antes.
ELABORACIONES
JURÍDICAS
POST-JUSTINIANEAS.
“IMPERIO BIZANTINO”.
-1- MARCO GENERAL:
El carácter de definitivo atribuido por Justiniano a su compilación, tuvo en sus
constituciones dos explicables repercusiones:
1- Fue abolida la “Ley de las Citaciones” de Valentiniano III; ley superada por
la escogencia de “vetera iura” que había hecho el mismo Justiniano con la
compilación de los “Digesta”.
2- Fue prohibida toda actividad de elaboración del material sistemado en los
“Digesta” y en las “Institutiones”.
Que las “Leges novae” recopiladas en el “Codex” no pudieran ser objeto de
elaboración jurisprudencial para Justiniano era obvio.
En particular, la prohibición de elaboración respecto de los “Digesta”, era un
golpe directo a la jurisprudencia, tanto práctica como escolástica del mundo
406
bizantino, la cual había dado prueba, con su actividad pre-justinianea, de
excesiva libertad e independencia en la interpretación de los “Iura” clásicos.
Sin embargo, la jurisprudencia bizantina no tuvo incoveniente, aún en vida del
emperador, en engañar primero, y después incluso violar la prohibición,
empujados por la necesidad de proveer a las exigencias de estudiantes y
lectores de la lengua griega y de adaptar los principios romanos del “Corpus
Iuris” a las bien diversas condiciones del mundo jurídico bizantino.
Pero no fueron solamente hechas en obsequio a la disposición imperial,
versiones literarias en griego, breves resumenes de los títulos, evocaciones de
textos paralelos contenidos en otros títulos, si no que se hicieron, aunque eran
sólo de nombre, mientras en sustancia eran parafrasis y además notas de
comentarios e incluso obras monográficas sobre singulares argumentos.
-2- COMPILACIONES JURÍDICAS BIZANTINAS:}
De la compleja actividad literaria de los juristas en edad justinianea y postjustinianea es importante al menos dar un cuadro sumario.
-A- “INDICES” DE LOS “DIGESTA”:
Elaborados en el siglo VI d. C., por cuatro colaboradores de Justiniano en la
obra de compilación: Doroteo, Cirillo, Stefano y Teofilo.
Se trata de restos de resumenes de obras de comentario, donde la libertad del
comentario traiciona la fidelidad.
Particularmente libre aparece el “index” de Teofilo, que se considera el menos
fiel de los “Digesta”.
-B- “INDICES” DEL “CODEX REPETITAE PRAELECTIONIS”:
Compuesto por: Taleleo, Isidoro, Anatolio y Teodoro.
El comentario más libre se da en el “Index” de Taleleo.
-C- LA “PARAFRASIS” DEL ANÓNIMO: (De los “Digesta”).
Tiene bien poco que ver con versiones literarias en griego, ya que es muy rica
en anotaciones y es singularmente infiel en la traducción de los fragmentos de
los autores reportados en los “Digesta”.
-D- “ECLOGA”:
A partir del siglo VIII d. C., ya siendo vieja la compilación y prácticamente fuera
de uso en oriente la lengua latina, se advirtió la oportunidad de proceder a
nuevas compilaciones en lengua griega, sea de carácter general, sea de
407
carácter monográfico. Nace la “Ecogla” de Leone Isaurico y de su hijo
Constantino Copronimo.
Una libre elaboración en 18 libros del material justinianeo y post-justinianeo y
además, 3 recopilaciones especiales:
1- Derecho fondiario.
2- Derecho militar.
3- Derecho marítimo.
-E- “LIBRI BASILICORUM”:
A finales del siglo IX, Leone, el filósofo, hace compilar por una comisión, una
grandiosa recopilación en lengua griega, de todo el material del “Corpus Iuris
Civilis”, conocida como: “Libri Basilicorum”, dividida en 60 libros.
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