Las Provincias 26-10-04 La valenciana es la única academia de la lengua de España que paga sueldos a sus miembros Cada académico valenciano cobra 59.112 euros anuales mientras el resto sólo recibe dietas Los componentes de la Acadèmia Valenciana de la Llengua son los únicos académicos de toda España que reciben un salario simplemente por ocupar su sillón. Los más de 59.000 euros que cobran anualmente no tienen parangón, ya que los catalanes, gallegos, vascos y los de la Real Academia Española sólo obtienen a cambio dietas. V. VILLAPLANA/ VALENCIA Los miembros de la Acadèmia Valenciana de la Llengua tienen el mismo sueldo que un secretario autonómico – 59.111,88 euros al año– y el presidente recibe los emolumentos de un conseller de la Generalitat, es decir, 62.603,64 euros por dietas e indemnizaciones. Esta situación convierte a los académicos valencianos en unos privilegiados entre los doctores de las academias que cuidan de la pureza de las lenguas que se hablan en España. De hecho, ninguna otra institución académica española tiene asignada una cantidad anual para sus miembros. En este sentido, fuentes de la Real Academia Galega explicaron que la institución no paga un salario a sus eruditos, sino que sólo les compensa con dietas por desplazamientos. Del mismo modo, la Euskaltzaindia –la Real Academia de la Lengua Vasca– no paga emolumentos. “No existe ni un solo cargo académico remunerado”, indicó un portavoz de la entidad, quien puntualizó que “los académicos cobran dietas por asistencia a los plenos y a las comisiones académicas”. Por su parte, la Real Academia Española de la Lengua (RAE) tiene prácticamente el mismo sistema retributivo. No existen sueldos fijos, sino sólo el cobro de gastos. Sí están remunerados, en cambio, los directivos de la institución, aunque las fuentes de la RAE consultadas se negaron a aclarar las cantidades que reciben por este concepto. Mientras, en el Institut d’Estudis Catalans (IEC), institución que colabora habitualmente con la propia AVL en materia lingüística, los académicos tampoco tienen salarios. Los académicos no cobran “ni un duro” explicó un portavoz del Institut, quien destacó el carácter de “voluntariado” que tiene la pertenencia al órgano que regula el uso de la lengua catalana. Los académicos catalanes pueden llegar a estar remunerados sólo por un concepto: por comisión de servicio, es decir, en el caso que se le adjudique un trabajo –como la elaboración de un diccionario o una gramática– que requiera dedicación exclusiva. En esos casos “contadísimos”, explicó el portavoz, se compensa al académico al no poder matener su actividad laborar con una remuneración igual a la que recibe un profesor universitario. Este extremo contrasta con la configuración de la Adadèmia Valenciana de la Llengua, en la que está permitido seguir con la actividad como catedrático o investigador universitario mientras se es miembro de la institución, es decir, cobrando ambos sueldos íntegros. La situación económica de los eruditos valencianos es conocida en el resto de entes colegiales y envidiada por algunos de ellos. En este sentido, fuentes del Institut d’Estudis Catalans explicaron a LAS PROVINCIAS que la “comidilla” en los pasillos de la Casa de Convalescència –sede del IEC– es precisamente la privilegiada situación financiera de sus colegas del sur. “A ver cuando nos fichan en Valencia”, se ha oido más de una vez en el lugar. La Acadèmia Valenciana de la Llengua fue constituida en 2001 por decreto del entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana con el mismo esquema de retribución que el Consejo Jurídico, y cuenta actualmente con veinte académicos, además de la presidencia, ocupada por Ascensión Figueres. La institución, que tiene como sede la Biblioteca Valenciana de San Miguel de los Reyes, aprobó la pasada semana sus presupuestos para 2005, que ascenderán a 3.517.036 euros, un 0,9% más. El próximo año, los gastos de personal aumentarán un 3,7%.