PÁG. CODICEN 14 Este es un fragmento de un capítulo del libro El juego de la ciencia de Loesching. ¿Por qué tiene cráteres nuestra Luna? La superficie de la Luna está cubierta de millones de hoyos o cráteres, fruto del impacto de otros tantos meteoritos, así como también de regiones montañosas y vastas planicies, llamadas mares. Estos «mares», que no son mares de agua, sino enormes extensiones de roca volcánica, se formaron hace millones de años, al enfriarse el magma caliente que recubría la superficie lunar. Las exploraciones de la misión Apolo y de otros satélites no tripulados han demostrado que muchos rasgos o marcas de la superficie lunar fueron consecuencia de la acción de poderosas fuerzas subterráneas al enfriarse el magma y el líquido hirviente del núcleo del satélite, situado a una considerable profundidad de la corteza sólida. No obstante, la mayoría de los orificios o cráteres de la superficie lunar se formaron tras el impacto de los meteoritos. Durante miles de años, un sinfín de rocas espaciales (aerolitos) han chocado ininterrumpidamente con la superficie de nuestro satélite. Dado que la Luna carece de atmósfera, los meteoritos no arden como la mayoría de los que penetran en la atmósfera terrestre. Y sin agua ni viento que erosionen y suavicen las asperezas de la corteza lunar, la historia de los impactos de estos viajeros espaciales ha quedado escrita en forma de cráteres insensibles al paso del tiempo. LOESCHING, L. (2001). El juego de la ciencia. Barcelona: Oniro. ¿A qué se refiere con «estos viajeros»? a) A la misión Apolo b) A los meteoritos c) A los satélites ¿En qué parte del texto te has fijado para determinarlo?