La vida cotidiana en Egipto La sociedad egipcia. La sociedad egipcia era como una sólida pirámide en la que cada escalón cumplía su respectiva función. De esta manera se mantenía firme. Durante muchas generaciones, esta estructura jerarquizada, formada por estamentos sociales, persistió, aun cuando también sufrió algunas transformaciones. Según el pensamiento egipcio, cada persona representaba un papel en la sociedad. La separación en estamentos y la estructura jerarquizada de la sociedad según la regla de Maat. La ideología egipcia no concebía la persona como individuo, sino como un elemento que realizaba su función dentro de la sociedad. Los campesinos proporcionaban alimentos, cultivaban los campos, pagaban los impuestos y realizaban trabajos obligatorios para el Estado. Los obreros y artesanos fabricaban todo tipo de productos, recibían un salario suficiente (siempre en especie).Los escribas se encargaban de administrar los medios de producción. Y, las clases dirigentes a cuya cabeza estaba el faraón, coordinaban el sistema a fin de que los productos se pudieran redistribuir entre toda la población. El estatus estaba muy relacionado con la ocupación, se pertenecía a una clase social por el trabajo desempeñado. La tendencia general fue la de mantener los cargos y ocupaciones dentro de la familia, lo cual llegó a formar verdaderas agrupaciones o “castas”, sobre todo durante la baja época. La pirámide social. La sociedad egipcia tenía una estructura jerárquica. En la cúspide de la pirámide estaba el faraón y su familia (la reina madre, la reina, los príncipes y las princesas). Les seguían los altos funcionarios, como el visir, los sumos sacerdotes de los diferentes cultos y los altos oficiales del ejército. Después los escribas, sacerdotes, militares, artesanos y obreros especializados. La base de aquella sociedad egipcia la formaban los campesinos, que eran la mayor parte de la población (Egipto era una sociedad agraria); debajo de ellos estaban los esclavos, cuya posición no está bien definida. 1 1.- Los trabajos agrícolas. Aunque Heródoto ya dijo que era el propio río Nilo el que regaba los campos y después se retiraba de tal modo que el hombre egipcio era el que con menos trabajo cultivaba la tierra y obtenía el fruto de ésta sin apenas esfuerzo, nada había más lejos de la realidad. El campesino egipcio dedicaba la mayor parte del día a cuidar los campos y a defenderlos de la sequía y las plagas. En otoño el agricultor araba y sembraba cuando el suelo estaba aún estaba empapado de agua y así obtenía un mayor rendimiento de los sencillos instrumentos que utilizaba. La siguiente tarea del campesino era cuidar el riego de las parcelas pues el agua era muy importante para el éxito de éstas. Vigilaba que los diques y los canales llevaran agua a los campos y, en los lugares donde no se disponía de ellos utilizaba otros sistemas de obtención y transporte de agua, como podían ser las cisternas y el shaduf. 1.1 La irrigación en la antigüedad. Dos antiguas técnicas de riego que aun hoy están en uso son: el shaduf, formado por una pértiga con contrapeso en un extremo y un recipiente en el otro, y otro más sencillo, que consistía en recoger el agua con vasijas y transportarla hasta los campos cultivados. 1.2 El arado. El arado estaba constituido básicamente de madera, y a veces, llevaba refuerzos de metal. El ganado vacuno se utilizaba para el tiro y, cuando poseían muchas cabezas era símbolo de riqueza. Los animales se unían por parejas mediante una vara que se les ataba al cuello. El arado solo actuaba sobre la capa más superficial del suelo. Los animales de tiro eran la vaca y el buey que en ocasiones también se utilizaban en los cortejos fúnebres. 1.3 La siega. En los campos, que eran propiedad del Estado el cultivo se realizaba por el método de las prestaciones obligatorias de trabajo. Inicialmente se utilizaba una hoz de hoja recta de madera en la que se instalaban dientes de sílex. Con el tiempo este instrumento fue mejorando y se sustituyó la hoja de madera por otra de metal que, además adoptó forma curva. 1.4 El transporte de la cosecha. Las espigas formando gavillas debían trasladarse hasta la era. Las cestas con el grano eran transportadas por los trabajadores o en lomos de asnos, que a veces eran reacios y tenía que ir el cuidador con una vara para darle si no obedecía. 2 1.5 El almacenamiento de los alimentos. Después de la era, el grano debía ser recogido y colocado en recipientes. Las vasijas de barro, se llamaban ánforas, que adoptaban formas muy diversas y no solo servían para guardar cereales, sino también vino y aceite. Aparte de las vasijas de barro, también se utilizaban los sacos. Los hombres cargaban con el recipiente hasta el granero mientras el escriba los vigilaba atentamente. Su deber era anotar todo el grano que ingresaba y castigar a aquellos que no aportaran la cantidad estipulada mediante los azotes. 1.6 La elaboración de la cerveza y el pan. Los alimentos básicos eran el trigo y la cebada, con ellos hacían el pan y la cerveza que era la bebida nacional y que se hacía con pan remojado y fermentado. Para obtener el pan se molía el pan en molinos de piedra, por lo que la harina tenía muchas impurezas. 1.7 La mujer en el campo. Los trabajos en el campo concernían a toda la familia. La mujer tenía que hacer unas tareas específicas, entre ellas limpiar y cribar el grano. La mujer ha aparecido al lado del hombre ayudándole en el cultivo de los campos en el paraíso. Las espigas se llevaban a la era, allí las mujeres las levantaban con grandes palas para que el grano cayera y la paja fuera arrastrada por el viento. Estas imágenes muestran alguna de las tareas diarias en la agricultura del antiguo Egipto, como llevar los bueyes o la vendimia. 3 2.Ir a la compra: El mercado. La civilización egipcia, una de las más desarrolladas de su tiempo conservó durante toda su duración formas de intercambio iguales a las usadas en civilizaciones vecinas más atrasadas, incluso hoy siguen empleándose a pesar de los avances en las relaciones comerciales. 2.1 El mercado faraónico. El mercado era el lugar donde se concentraba la vida de la ciudad, como pasa en la actualidad con cualquier mercado egipcio. Constituía el punto de encuentro de vendedores y compradores , y no faltaban los representantes de la autoridad, que controlaban el orden y el buen funcionamiento de las transacciones. 2.2. La cerámica. Para la conservación y el transporte de ciertos alimentos (mercancías) se usaban recipientes de cerámica, cuyos colores dependían de la pasta autorizada para elaborarlos. Podían ser de color Rosado o grisáceo o de color negro si el material empleado era el limo depositado por el Nilo. Las vasijas se solían cargar sobre la cabeza y las había de un montón de formas y tamaños, ya que se adaptaban a su contenido. 2.3. El almacenamiento, clasificación y registro de víveres. Las cosechas dependían de la inundación actual del Nilo, por eso el almacenamiento de víveres era de vital importancia en Egipto para evitar épocas de hambre o al menos hacerlas frente lo mejor posible. Las grandes reservas de productos pertenecían al estado, eran clasificados y ordenados según su naturaleza en el interior de las dependencias . 2.4 La dieta faraónica. La dieta de los egipcios estaba constituida en su mayor parte por los productos agrícolas: diversas frutas y verduras así como cereales y dátiles eran los platos que no podían faltar en la mesa. La carne era un manjar reservado a los poderosos. El pueblo obtenía su alimentación de los huevos y el pescado. El pan tenía diferentes formas según el uso que se le fuera a dar. 3. La caza. La caza era una actividad que además de proporcionar alimento servía para la diversión. 4 Los pantanos de Egipto, que estaban situados en sus riberas, eran pequeños vergeles que acogían entre su espesa vegetación una gran variedad de especies animales. Además, esta riqueza se complementaba con el gran número de animales que vivían en sus desiertos y montañas. Desde tiempos remotos los habitantes del Valle del Nilo explotaron esa gran riqueza en la fauna. En el paleolítico ya había grupos de cazadores nómadas que iban en busca de las manadas, y durante el Neolítico y el periodo Predinástico la caza se convirtió en una fuente importante de alimento, que complementaba a la agricultura y a la ganadería. Los numerosos objetos conservados de estas épocas sobretodo figurillas, señalan que las especie más capturadas eran leones, leopardos, hipopótamos... y que para ello utilizaban como armas anzuelos, arpones o bumeranes. Sin embargo, la técnica de caza solo quedó reflejada en los arpones de las paletas predinásticas que eran unas pequeñas paletas creadas en este mismo periodo y entroncando con una costumbre prehistórica que servían para mezclar cosméticos y gracias a sus relieves se ha podido obtener más información sobre aspectos de la vida cotidiana, la cultura y la civilización que las creó. 3.1 la caza como deporte. Como deporte, la caza era una actividad individual, aunque normalmente el señor se hacía acompañar de sirvientes para que le ayudaran a transportar el armamento (un palo curvo o un arco y flechas) como las piezas que habían cazado. 3.2 La caza como recurso económico. Sin embargo, la caza como recurso económico, la caza se practicaba en grupo, se utilizaban trampas con red o simples hoyos excavados en el suelo para poder capturar a los animales. Una parte de las capturas se entregaban, después de haber sacrificado los animales en el acto, y el resto se destinaba al engorde, convirtiéndose en una reserva segura de alimento. 3.3 La cacería del toro salvaje. La figura del toro en la civilización egipcia iba unida a diferentes aspectos. Por un lado era fuerza de trabajo para los campos y, por otro tenía un significado religioso. La captura del toro salvaje se realizaba mediante el sistema del lazo, que el noble o el faraón tiraba desde el carro capturándolo. A veces, para acortar la cacería, se hería al toro para disminuir su resistencia física y, una vez reducido el animal era trasladado a 5 un lugar cercado, donde se le alimentaba y engordaba. Aparte de la caza del toro salvaje, era también muy importante la caza del hipopótamo. 4. La orfebrería y la joyería. A pesar de que la cultura egipcia fue durante años la gran desconocedora del hierro fue una maestra en el trabajo del oro, y la mejor prueba de esto se encuentra en los tesoros recuperados de las tumbas reales con su deslumbrante riqueza material y sobretodo artística. La metalurgia es una técnica que procedía del próximo Oriente, y era conocida por los antiguos egipcios desde el periodo predinástico. El trabajo de los orfebres consistía en transformar metales nobles ( oro, plata y electrum) en objetos con cierta función práctica o simbólica. La joyería surge así como una especialización de la metalurgia. Los orfebres trabajaban para los templos y palacios bajo el control de oficiales designados por el faraón. En la decoración de las tumbas dejaron grabadas imágenes de todo lo relacionado con su oficio, en las que los orfebres y metalúrgicos suelen adoptar una misma apariencia física: una figura corpulenta y enana. Este rasgo lo comparte Egipto con culturas posteriores, como la griega, donde el enanismo aparece también ligado a la metalurgia. En Egipto esta actividad estaba amparada por el dios Ptah, que, a veces adoptaba una forma enana. En el taller de los orfebres se hacían productos destinados a las diferentes actividades cotidianas y a la vida en el Más Allá. El difunto, en su tránsito a la otra vida, se hacía acompañar de sus objetos de uso diario, realizados en materiales nobles. Las fases en este proceso eran: 1.- El pesaje 3.- El martilleo o laminado 2.- El fundido 4.- La etapa final era el lavado y la revisión. Los joyeros compartían con los orfebres algunas materia prima pero además de metales nobles utilizaban piedras semipreciosas y materiales orgánicos o producidos por el hombre que añadían color al producto final: la turquesa, el jaspe verde y la olivina, entre otros conseguían el color verde , símbolo de resurrección; el lapislázuli, el azul oscuro; la cornalina, el jaspe rojizo y el ágata, el color rojo. El vidrio y los productos de la 6 técnica del vidriado, las conchas de los animales, el ámbar, el coral y el marfil se usaban para decoración en unas piezas que, aún hoy, despiertan admiración por su maestría. Llama la atención la opulencia del entorno que reflejan los restos funerarios de sus propietarios. Mesas llenas de manjares y magnificas joyas adornando las figuras indican la riqueza de la vida cotidiana de estos egipcios. 4.1 Pectorales, brazaletes y collares. Estos complementos eran indispensables en la vida cotidiana. Los pectorales podían estar compuestos por piedras como la cornalina y el lapislázuli. Los collares de cuentas los usaban hombres y mujeres, y los brazaletes eran también importantísimos y se lucían en muñecas y tobillos. 5.- La cría de ganado La ganadería, en una sociedad agraria como la egipcia, se convirtió en una actividad económica de primer orden. Diversas divinidades del panteón egipcio se identificaron con algunos animales domesticados. La ganadería en Egipto ya se daba en el Neolítico y así lo demuestran las tumbas del Imperio Antiguo, donde se muestran escenas de la cría de ganado y permite conocer cómo se realizaba esta práctica. Así se sabe que llevaban el rebaño a áreas con abundante reserva de pastos. Los pastores que acompañaban a las reses, sabían asistir a las vacas en el parto y podían trasportar los terneros cargados en la espalda. Después seleccionaban los mejores ejemplares, que llevaban a las granjas para su crianza. Allí engordaban al ganado que se convertía en carne para el palacio real y los templos. A las especies propias de Egipto, como el buey de cuernos largos , se añadieron otras originarias de Oriente Medio y de diversas zonas del Norte de África. Abundaba el ganado vacuno. Los grandes rebaños estaban en manos de importantes propietarios, que tenían bajo sus órdenes a capataces, que controlaban el trabajo de los pastores, los forrajeros y los otros ayudantes. Los campesinos también disponían de ganado que les ayudaba en el trabajo de los campos dándoles además alimentos y pieles. 5.1. Cómo se marcaba el ganado. Como la posesión del ganado era un bien muy preciado en la sociedad egipcia y para evitar los robos se marcaba el ganado. La operación consistía en conducir a los animales hacia un lugar de la pradera donde se les reunía, se cogían las reses de una en una y se les ataban las patas haciéndoles girar sobre sí mismas hasta conseguir derribarlas como 7 si fueran a ser sacrificadas. Mientras tanto se encendía un hornillo y se iba calentando un sello de metal, generalmente de bronce, que una vez incandescente les era aplicado sobre el lomo derecho. Todo el proceso era supervisado por los escribas, que anotaban todos los pormenores e incidencias para su señor. 6.- La fabricación de la cerveza. La cerveza era uno de los pilares fundamentales de la alimentación en el antiguo Egipto. No solo estaba presente en la mesa de los vivos sino que también formaba parte de la dieta del difunto en el Más Allá. La cerveza se elaboraba con granos de cebada o de trigo candeal y, en su defecto, con pan duro. A estos ingredientes básicos se les añadían otras sustancias como especias, dátiles o mandrágora, que producían diversas variedades de cerveza . Primero se ponían los granos en remojo. Pasado un día, se escurrían y se dejaban secar. A continuación, se volvían a remojar. Se procedía entonces a molerlos y fabricar panes, que se dejaban fermentar en un lugar caliente. Concluida esta operación, se filtraban y se hacía una mezcla añadiendo diversos aditivos. La masa obtenida se dejaba madurar. Fermentada ya, se guardaba en vasijas de barro tapadas. Desde estos recipientes se trasvasaba luego a jarras para su consumo. Antes de beber, era preciso colarla. El resultado final era un líquido espeso, que se estropeaba muy pronto y fácilmente. El proceso de elaboración del pan y la cerveza coincidía en algunas fases. Tanto en la elaboración de pan como en la cerveza, para lograr la fermentación de los cereales se les añadía agua y se colocaban en moldes cónicos, que se ponían a calentar. A partir de aquí, la cerveza seguía su propio método de producción. Fermentada y filtrada la pasta, se añadían aditivos líquidos, obtenidos de la ebullición o molienda de los diferentes productos. La mujer era la encargada de elaborar la cerveza, hay muchas figurillas en las tumbas que representan esta escena de la mujer triturando el grano sobre una muela o cribando la harina que obtenían. 8 Imagen de una cervecera en pleno proceso de elaboración. 6.1. La consumición cotidiana de la cerveza. Se consumía a diario en el Antiguo Egipto, y estaba muy difundida entre las capas populares. En los banquetes de los grandes señores sustituía en buena medida al vino. Su uso no sólo era profano, sino que también tenía una aplicación ritual. La ingestión abusiva durante los festivales producía un estado de éxtasis. También aparecía en los mitos de algunas divinidades. 7.-El ejército en el antiguo Egipto. En Egipto se desarrolló una cultura bastante aislada y pacífica. El país no tuvo una necesidad de un ejército permanente durante el Imperio Antiguo. Cuando había una situación de emergencia fuera por lo que fuera ya fueran incursiones de beduinos o por necesidad de botín se organizaba una leva. Para realizar una de esas misiones concretas se reclutaban jóvenes que, una vez cumplida regresaban a su trabajo habitual. Cuando la nobleza acrecentó su poder cada comarca se procuró un ejército particular. La centralización del poder durante el Imperio Medio y la expansión de las fronteras hacia Nubia hicieron necesario contar con un ejército profesional. Con las guerras que se desarrollaron durante el Imperio Nuevo, el ejército alcanzó mayor protagonismo y fijó su organización definitiva. En el ejército había personajes que ahora podemos llamar prototipos como son: 7.1.-El Faraón : Que era el jefe del ejército y que siempre estaba a la cabeza de las tropas a pesar de estar siempre muy bien organizado. El faraón, igual que con su poder religioso, siempre delegaba este poder en los generales. 7.2.-Los lanceros egipcios: Las tropas del ejército de infantería egipcio estaban formadas por arqueros, lanceros y, en época del Imperio nuevo, se sumo la caballería .la mayoría de los arqueros egipcios. Su uniforme militar era muy sencillo, ya que constaba solo de una falda blanca. Sus 9 armas eran una lanza con un extremo afilado acabado normalmente en una punta metálica, y un escudo de madera recubierto de piel pintada. Estos soldados formaban el grueso de la infantería egipcia. 7.3.- El carro de guerra. La aparición del carro de guerra supuso una autentica revolución en el campo de la tecnología militar y tuvo importantes repercusiones en el panorama político del mundo antiguo . Parece ser que fue en las orillas del río Oxus donde el hombre domó el caballo, lo ensilló, lo montó y lo puso a tirar del carro. También de allí partieron los pueblos conquistadores que formaron los llamados “imperios de carros”. El carro apareció en la civilización sumeria hacia el 2.800- 2.400 y lo llevaron a Egipto los hicsos, un conjunto heterogéneo de semitas y asiáticos que cayeron sobre el país del Nilo hacia 1644. 8.-El peinado y las pelucas. Los egipcios eran muy cuidadosos con su aspecto físico. Este carácter les hacía igualmente ser cuidadosos con su cabello. Los peinados y las pelucas ayudaban a resaltar joyas y vestidos, por lo que constituían un complemento especial en la ornamentación corporal. Generalmente, los hombres egipcios, ya fueran nobles o plebeyos, preferían llevar el pelo corto, pero se observaban diferentes estilos según la posición social. Una tónica común de los altos dignatarios era el peinado con pequeños rizos que cubrían las orejas y formaban una curva desde las sienes hasta la nuca. Las mujeres marcaban la moda, y si bien en el Imperio Antiguo se observa una predilección por el cabello corto o de largo medio, con el paso del tiempo aumentaron las largas cabelleras recogidas en finas trencitas. Los textos dan testimonio del lavado del cabello como una práctica esencial. También se tiene constancia de la utilización de aceites y perfumes para los cuidados capilares, y de tintes para esconder las canas. Al igual que en cualquier civilización contemporánea, en el Imperio antiguo los aristócratas empezaron a eliminar el vello facial, costumbre que se extendió a los más humildes. La figura del barbero era muy popular, que ejercía su oficio al aire libre cuando se trataba del pueblo llano, y en las casas y palacios cuando afeitaba a los nobles y altos dignatarios. 10 9.-La higiene, una necesidad. Al ser tan cuidadosos con su aspecto físico, y ser conscientes de que debían llevar siempre la piel siempre limpia , el cuidado y el aseo diarios que contribuían a la higiene y la salud personales, ocupaban pues, un papel bastante relevante, por lo menos entre las capas altas de la sociedad egipcia . En la vida cotidiana egipcia se lavaban por lo menos una vez al día, pero si realizaban trabajos sucios se lavaban con más frecuencia y cuando ejecutaban sus tareas bajo el sol se refrescaban a menudo, nunca en las charcas, ya que había caracoles peligrosos que podían infectar la piel. Los egipcios se lavaban las manos antes y después de todas las comidas, y también solían enjuagarse la boca. Se lavaban los dientes por la mañana con natrita disuelta en agua. En un documento aparece inscrito “sen shem shem” que significa “ limpieza de boca y dientes”. La limpieza de las uñas de los pies y el cuidado del cabello también formaba parte de la higiene diaria. 9.1. El lavado ritual. El templo era un lugar sagrado, por este motivo, los sacerdotes debían caminar descalzos por él. No podían entrar calzados, para no introducir las impurezas del mundo exterior. También en las ceremonias rituales se debía ir descalzo. Los sacerdotes tenían mucho cuidado de su higiene. Heródoto decía que los sacerdotes se afeitaban el cuerpo cada dos días, de modo que cuando realizaban los ritos estaban limpios de piojos y otras impurezas. Las aguas del lago sagrado del templo limpiaban el cuerpo pero también el alma. En la higiene diaria también jugaban un papel importante la cosmética, ya que la civilización egipcia fue pionera en la fabricación de productos de cosmética. 10.-La vida en el templo. Los templos egipcios estuvieron llenos de una gran vida en su interior, no sólo religiosa sino también cotidiana. En la sociedad egipcia había tres clases que gozaban de privilegios, la realeza, los funcionarios y por supuesto los sacerdotes. 11.- Jueces y Tribunales. 11 En Egipto la organización judicial era estricta y se tenía un claro concepto de la ley. Sólo ha aparecido un código legal, pero parece que había legislación de este tipo, y que formaba un cuerpo jurídico. En Egipto, la ley tenía en su base el concepto de Maat. El faraón dictaba las leyes como expresión del ideal de justicia. Junto con las normas antiguas sictadas por los dioses o por antiguos reyes, los decretos, las concesiones de privilegios y los fallos judiciales formaban el cuerpo jurídico. Desgraciadamente, son escasos los documentos sobre la aplicación de leyes, si bien es cierto que era otro tipo de justicia el que más peso tenía: la justicia divina. 11.1 La justicia divina. También los dioses tenían sus diferencias por conflictos de intereses, que iban acompañados de enfrentamientos ante la justicia. Tot convocaba a los dioses a asamblea: en caso de conflicto, el demiurgo solicitaba la opinión de todos; y en las asambleas se desarrollaba el proceso. Estas reuniones hacían las veces de tribunal, que presidía el demiurgo y en el que el dios Tot hacía de juez, de árbitro y escribano. Las quejas o acusaciones se notificaban a Re, que decidía si se cursaban o no. Ningún Dios estaba a salvo de reproches y denuncias. Tot enumeraba los cargos ante los dioses, que, a la vez, podían ser jueces, jurados y testigos. 12.-El vestido: representación de la clase social. El vestido más clásico en Egipto fue sin duda el paño corto. Este dejaba al descubierto el torso hasta la cintura y no bajaba de las rodillas. Ésta sería la pieza clave de los estilos más tardíos del vestir. Con el tiempo se añadieron complementos a la falda. La gente normal siguió usando el modelo corto, pero los aristócratas la alargaron hasta los tobillos en el Imperio Medio. Es en este periodo cuando aparece el vestido para la parte superior del cuerpo. La falda se complementa con una tira de tela sobre el hombro, que forma una manga corta primero y larga mas tarde. La gente de alto rango vestía doble falda: una de tejido blanco transparente y, debajo de esta, otra. Aunque al principio estuvo limitada a algunos altos dignatarios, más tarde muchos funcionarios vistieron la doble falda. Las mujeres vestían túnicas blancas, largas y ajustadas, sujetas con tirantes. Las clases más acomodadas usaban túnicas de manga larga con pliegues y un escote muy pronunciado. 12 13.- La vejez. Las imágenes de la vejez en el antiguo Egipto son escasas, pues el arte de ultratumba siempre plasmaba al difunto en los mejores años de su vida. Pero los textos son suficientes para dar testimonio del enorme respeto que se concedió en Egipto a los ancianos. En efecto, para conseguir la plenitud había que llevar una vida justa, en armonía con los semejantes, con la naturaleza y el orden eterno. En Egipto, los ancianos eran respetados por su experiencia y sagacidad, por su sabiduría y astucia. Los viejos tenían experiencia de la vida; por ello sus consejos eran escuchados por la gente más joven. Existen textos a modo de instrucciones de tipo moral que expresaban las atenciones y las actitudes que todos debían tener con los ancianos. 14.-La mujer y su posición social. La mujer egipcia gozaba de igualdad jurídica con el varón. Pese a ello, la vida pública estaba acaparada casi exclusivamente por los hombres. Era en la esfera privada donde la mujer ejercía sus principales actividades como “señora de la casa”. Se puede hablar de cierta división sexual del trabajo. La igualdad teórica entre hombres y mujeres se veía reflejada, en la práctica, en las clases altas de la sociedad egipcia. Cinco o seis mujeres llegaron a detentar el poder supremo. Algunas reinas colaboraron activamente en la política seguida por sus esposos. Las hijas de los monarcas gozaban también de una posición envidiable. En la baja época una de ellas llegó a representar el papel o cargo de “ divina adoratriz”; su poder llegó a ser mayor que el del sumo sacerdote de Amón. Las mujeres nobles detentaban títulos religiosos y civiles. Disponían de posesiones propias, que ellas mismas administraban y que podían legar a sus herederos. Parece ser que en el Imperio Antiguo algunas mujeres desempeñaron tareas administrativas en casas privadas y sirviendo a otras mujeres. 13 15.- Los niños en la vida cotidiana. El amor que los egipcios daban a los niños nos ha sido transmitido a través de los textos. Los hijos constituían la finalidad primordial de la familia, y era muy importante dejar descendencia. La mujer egipcia solía parir hasta ocho hijos entre los 15 y los 40 años, pero como la mortalidad infantil era muy alta, sobrevivían de cuatro a seis hijos. El tema de la infancia y la descendencia estaba un poco rodeado de magia, cuando una pareja no podía tener hijos imploraba a los dioses para que les concedieran descendencia. Normalmente, la madre elegía el nombre del bebé en el momento de su nacimiento, y estaba en relación con las circunstancias en que se había producido, o también podían elogiar a una divinidad popular o manifestaban alguna devoción al soberano reinante. Una de las cosas que más connotaciones mágicas tenían era el proceso de lactancia materna que podía durar hasta los tres años, además para los antiguos egipcios, la leche de la madre lactante era considerada una poderosa medicina para los niños enfermos. En realidad se recurría a este remedio con un propósito mágico. A menudo, si una madre no tenía suficiente leche, recurría a conjuros mágicos. Podía también confiar a su hijo a una nodriza. La madre solía llevar el bebé en cabestrillo, sobre el pecho o sujeto a la espalda, incluso sobre la cadera izquierda. De esta manera, tenía las manos libres y podía realizar trabajos sin mayores impedimentos. Los niños de las clases poco acomodadas iban desnudos, incluso fuera de casa. Aprendían pronto determinadas tareas , como recoger las semillas de papiro o raíces. Comían lo mismo que los adultos, principalmente pan sin levadura, y bebían cerveza. 16.- El matrimonio. El ideal de todo egipcio era casarse y formar una familia. Los matrimonios solían ser monógamos, pero el faraón practicaba la poligamia y el “matrimonio incestuoso”. En Egipto, el matrimonio pertenecía a la esfera privada. No era sancionado por el Estado ni por el clero. Una de sus funciones era económica, ya que establecía lazos de derechos y obligaciones entre la familia de los contrayentes. La edad para casarse era el comienzo de la pubertad: en las mujeres cerca de catorce años y en los hombres cerca de 14 los veinte. La situación “ natural” del adulto era estar casado. El hecho de vivir bajo el mismo techo parece que era suficiente para considerar casada a una pareja. La mujer solía trasladarse a casa del marido . Las fuentes hablan de un acto formal público, ante el consejo local. Las causas del divorcio podían ser diversas: esterilidad de la mujer , adulterio, mutuo acuerdo... Si la esposa no era la causante de la separación , recibía del marido una indemnización , además de recuperar su dote, o bienes propios, y el tercio de la propiedad común. Conocemos muchos más repudios iniciados por varones q por mujeres. Roto el matrimonio, el marido ya no mantenía a la mujer, y ambos eran libres para poder casarse de nuevo. 14.-La casa en el Antiguo Egipto. Si se conoce algo de las casas del Antiguo Egipto, es gracias a las maquetas, relieves y de los pocos restos que han subsistido de los diferentes tipos constructivos. Por supuesto, las excavaciones han aportado nueva luz a los misterios relacionados con las casas del Antiguo Egipto. La región que ocupa Egipto se ha caracterizado siempre por un clima muy caluroso. Por esta razón, los antiguos egipcios trataron de protegerse del clima empleando diferentes tipos de materiales en la construcción de sus casas, que fueron variando a lo largo de la historia: En el periodo predinástico las construcciones características eran cabañas de madera y de barro. En el periodo Tinita, las casas se construyeron de adobe, material de fácil elaboración y capaz de refractar el calor. El tipo de suelo variaba en función del rango social de las viviendas y abarcaba desde los de tierra batida hasta los de losas de piedra , en las casas más ricas . Los marcos, dinteles, vigas y puertas eran de madera . La fachada de las viviendas, apenas sin decoración exterior, presentaba pocas ventanas y solía estar pintada con mortero blanco, para aminorar los efectos de la insolación. Las ventanas eran pequeñas y estaban protegidas por esteras, que las protegían de los rayos del sol. La vivienda se rodeaba de un muro con una única abertura, que servía de entrada. En las casas ricas, el jardín era el lugar social más importante de la vivienda, mientras que en las casas humildes, la azotea era el lugar de reunión, especialmente en las noches calurosas. 15.- El médico. 15 El oficio de médico, al igual que la mayoría de las profesiones de Egipto, era hereditario. Los conocimientos se transmitían de padres a hijos y se complementaban en las Casas de Vida, donde se aprendía a partir de los papiros antiguos. Las mejores casas de vida para aprender medicina eran las de Sais, Bubastis, Heliópolis y Abido. Los médicos seguían con rigor las prescripciones de los papiros. Había una jerarquía entre los médicos, y los más importantes eran los que estaban en la corte, siendo el principal el “médico Jefe del Sur y del Norte”, que era como una especie de ministro de sanidad. En este trabajo, se explicarán los quince puntos de la vida cotidiana en el Antiguo Egipto que he considerado más importantes así, podemos ver cómo se realizaba la cosecha o las diferencias y similitudes entre la casa de los antiguos egipcios y las de nuestros días sin pasar por alto costumbres del día a día como puede ser ir a la compra o al médico. También he considerado importantes las diferentes etapas de la vida como la vejez o la niñez y la posición social de la mujer egipcia entre otras muchas cosas. 16 Imagen de la vida en una ciudad del Antiguo Egipto 17