I y así nos puede ir el CORREO ECONÓMICO DE ANDALUCÍA El desafío del nuevo Gobierno andaluz tribuna Fernando Faces García Profesor del Instituto Internacional San Telmo C on una tasa de paro superior al 34 por ciento de la población activa, diez puntos superior a la media nacional, el principal reto del nuevo Gobierno andaluz es la creación de empleo. La crisis ha golpeado a Andalucía con más severidad que al resto de España. El tejido productivo y el potencial de crecimiento futuro de Andalucía han quedado muy dañados. Han desaparecido más de 50.000 empresas y el poderoso proceso de convergencia en términos de renta per cápita y productividad conseguido en los últimos años se ha detenido, retrocediendo a los niveles de hace más de una década. Andalucía ha destruido más del 20 por ciento del empleo que tenía antes de la crisis. Resolver el gran problema del paro estructural de Andalucía implica hacer un diagnóstico objetivo de sus causas, y diseñar y ejecutar un plan estratégico a medio plazo, coherente y riguroso, que ataque las raíces del problema del paro. Simplificando y focalizando el diagnóstico, podemos afirmar que debajo del problema del paro subyacen dos grandes carencias de la economía de Andalucía: su baja productividad y competitividad y su alto endeudamiento público y privado, tras dos déca- 14 Hay que diseñar y ejecutar un plan estratégico a medio plazo, coherente y riguroso, que ataque a las raíces del problema del desempleo en Andalucía das en las que hemos gastado más de lo que hemos ingresado. Baja productividad y competitividad 3 La baja productividad y competitividad es la principal causa de la extraordinaria tasa de paro de Andalucía. Resolver este problema implica trazar y ejecutar a un plan y un marco político e institucional que cree incentivos en el sector privado empresarial y resuelva los factores determinantes de la baja competitividad: un modelo productivo, desequilibrado, con una alarmante debilidad industrial, poco diversificado y especializado, de bajo valor añadido y escasa apertura exterior; un capital humano con carencias de formación y educación, no adaptadas a los requerimientos de un sistema económico y social globalizado, en el que las competencias básicas tienen que ver con la innovación tecnológica y el conocimiento, y que, además, tiene que competir en un mercado mundial del trabajo, con nuevos países emergentes con salarios más bajos y competencias técnicas crecientes; una administración pública excesiva e ineficiente; un sistema intervenido y burocratizado que dificulta la iniciativa empresarial; una insuficiente inversión en capital tecnológico y en I+D+I, poco eficiente y no orientada al mercado, por el excesivo protagonismo de la iniciativa pública e insuficiente del sector empresarial; y por fin, un sector empresarial excesivamente atomizado y de escasa dimensión empresarial, con escasa capacidad de acceso a los mercados internacionales, a la formación, a la innovación, y a los nuevos canales de financiación. Alto endeudamiento 3 La segunda carencia que limita el crecimiento y la creación de empleo en Andalucía tiene que ver con la financiación del desarrollo: el excesivo endeudamiento público y privado, la insuficiencia del ahorro interno y la falta de atractivo para captar inversión directa exterior. Tras dos décadas en las que el sector privado y el sector público han gastado por encima de su renta, y en las que no hemos sido capaces de financiar las necesidades de inversión públicas y privadas con ahorro interno, hemos incurrido en un alto endeudamiento interno y externo, que ha suscitado la desconfianza de los mercados financieros en nuestra capacidad de pago y ha encarecido y restringido la financiación de empresas y familias. Estamos obligados a reducir nues- tro excesivo endeudamiento. En los próximos años tenemos que consumir e invertir menos y ahorrar más, lastrando el potencial de crecimiento de Andalucía. Solo si somos capaces de que el crecimiento de la producción (PIB) sea superior al de la deuda, podremos aliviar esta restricción. Podremos crecer sin incrementar la deuda si somos capaces de reasignar recursos financieros desde las actividades e inversiones ineficientes hacia nuevas actividades y empresas más rentables. Es un problema de reasignación de recursos, de monetización de los activos improductivos, públicos y privados, y su reorientación a inversiones productivas y rentables. Este necesario proceso de reasignación no solamente reducirá la ratio de deuda sobre PIB, sino que también contribuirá a mejorar la primera de las carencias, la productividad y competitividad, condición necesaria para la creación de empleo sostenible y la mejora de los salarios. Para reducir la dependen- cia de la financiación externa de Andalucía y España se necesita fomentar el ahorro de las familias y las empresas mediante un marco fiscal que lo incentive, hasta ahora penalizador. No obstante, para resolver el dramático problema del desempleo estructural de Andalucía vamos a necesitar un proceso inversor en capital y tecnologías de tal magnitud, que necesitaremos una gran capacidad de atracción de inversiones directas exteriores. Solo con el ahorro interno no será posible. De aquí la importancia de diseñar una política económica y un marco institucional que dé seguridad jurídica, transparencia y atraiga a los inversores internacionales. A lo largo de la crisis el sector privado ha reducido su endeudamiento, pero no el sector público. La deuda pública de la Junta de Andalucía en 2014 ha alcanzado el 20,5 por ciento del PIB regional y el déficit público el 1,2 por ciento, incumpliendo el objetivo de estabilidad del -1 por ciento del PIB. Esto a pesar de que la financiación se ha obtenido exclusivamente a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y del Fondo de Pago a Proveedores, con un coste financiero muy inferior al del mercado. La recuperación va a mejorar los ingresos financieros, pero es fundamental que la Administración Pública cumpla estrictamente con el presupuesto de gasto público. Es importante que la Administración pública andaluza recupere la confianza perdida y retorne a la financiación de los mercados. La reforma del sector público, hacia una administración más reducida y eficiente, es la gran asignatura pendiente. La economía andaluza no puede ser competitiva sino lo es también su Administración Publica. Necesitamos un proceso inversor en capital y tecnologías de tal magnitud que urge una gran capacidad de atracción de inversiones directas exteriores Necesaria evaluación de las políticas 3 Es un gran desafío al que afronta el nuevo Gobierno andaluz. Un gobierno en minoría, pero moderado y estable, en comparación con el panorama nacional, de preocupante fragmentación y radicalidad, que ha resultado de las elecciones autonómicas y municipales. El pacto con Ciudadanos facilitará la necesaria regeneración democrática, política e institucional. Falta precisar las políticas económicas, las medidas y los instrumentos, dentro de un plan ambicioso, coherente, riguroso y focalizado en la eliminación de las señaladas carencias estructurales. No solo es cuestión de objetivos y enunciados, que poco varían de una legislatura a otra. Es más un problema de diseño, y sobre todo de ejecución. De elección de los responsables capaces y las medidas e instrumentos adecuados. Sería interesante conocer por qué las políticas económicas pasadas no consiguieron resolver el gran problema del paro de Andalucía. Para ello hubiera sido necesario que hubieran ido acompañadas de un proceso de control y evaluación de su eficacia y eficiencia. Espero que así lo haga el nuevo Gobierno andaluz. Más de lo mismo y de la misma manera, no resolverá el paro estructural de Andalucía. 15