Navidad es el nacimiento de un Dios, empequeñecido y empobrecido. Por amor al hombre se despojó de su gloria y grandeza para hacerse como un esclavo, se anonadó para ser como uno de tantos. No bajó del cielo rodeado de ángeles. No le dejaron nacer siquiera en una posada. Nació en un pesebre abandonado. Nació entre los últimos. Claro que así los últimos ya pueden ser los primeros. Por eso Navidad es la fiesta de los pequeños y de los pobres. CANTO: Las campanas de Belén ¿Qué están tocando las campanas de Belén? ¿qué están cantando con sus sones de alegría? ¿qué están gritando con el bronce de su fe? Están diciendo que Dios nace de María. Las campanas de Belén están sonando porque Dios vino a quedarse y es ahora un hombre más. En el aire la esperanza está brillando porque en una nueva era entra hoy la humanidad. Lectura: Is. 9, 1 ss “ El pueblo que andaba a oscuras vio una luz grande. Los que vivían en tierras de sombras, una luz brilló sobre ellos. Acrecentaste el regocijo, hiciste grande la alegría. Alegría por tu presencia cual la alegría en la siega, como se regocijan repartiendo botín. Porque una criatura nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Estará el señorío sobre su hombro. y se llamará su nombre Maravilla de Consejero, Dios Fuerte, Siempre Padre, Príncipe de la Paz.” REFLEXIÓN No es difícil encontrar al Niño la noche de Navidad. Está tan accesible, tan indefenso, tan al alcance del que se acerque... Está ahí para ser visto, oído, palpado. “ La vida se manifestó, y nosotros la vimos y damos testimonio” . (1 Jn. 1,2). Lo difícil es continuar el encuentro, convertirlo en el punto de orientación de la vida entera, seguir encontrando a Alguien que ya no está en Belén, sino en este mundo nuestro. Hay que seguir buscándolo; pero no se nos da más que una señal: “Encontraréis un Niño, envuelto en pañales”. Nuestros ojos se desconciertan: están acostumbrados a detenerse en lo que brilla, en lo que destaca, en lo que se anuncia de cualquier manera, y ahora tienen que descubrir esa señal que está en la penumbra de lo pequeño y de lo escondido, en la oscuridad de esas gentes que no aparecen como significativas ni influyentes. Acerquémonos hoy a ese Niño, dejando atrás nuestras prisas, nuestra superficialidad impaciente. Aceptar que su ritmo no sea el nuestro, acoger su tiempo y su medida, abandonar entre sus manos nuestra preocupación por la eficacia. Dejar que renazcan en nosotros la confianza en la fecundidad de una vida escondida con Cristo en Dios, la fe en que sólo lo escondido resiste, la seguridad de que Alguien se encarga de que germine y de fruto lo que ha consentido hundirse, como El, en la oscuridad de la tierra. Acerquémonos hoy a ese rincón de Belén de Judá donde acampa silenciosamente el Verbo, a esos rincones del mundo donde acampa hoy su humanidad doliente; ofrecerle abrigo, acogida, suelo donde acampar. Porque han venido a lo suyo, están en lo que es suyo, y el gozo de recibirles está hoy a nuestro alcance. Música– Reflexión CANCIÓN: Jesús nace en cada hombre que sabe firmar la paz, en el que ofrece la mano con mirada de verdad, en el que perdona y ama. Se tú Navidad. Jesús nace junto al pobre comparte su soledad. No cuenta lo que ha dejado ni tampoco lo que da. Se hace hermano ¿lo entiendes?. SED NAVIDAD, SED NAVIDAD SED NAVIDAD Y JESÚS NACERÁ (BIS) (Se pueden añadir Creemos Señor, porque en Navidad estamos más abiertas al amor y a la comprensión y nos es más difícil mantener cerrado nuestro corazón a los demás. Creemos en ti, Señor. Creemos, Señor, porque en Navidad sabemos que caminamos hacia una vida nueva y que nuestros cantos en torno al pesebre son signo de nuestra gozosa comunión con Dios y con los hombres. Creemos en ti, Señor. Creemos, Señor, porque podemos hacer Navidad siempre que estrechamos una mano con cariño, siempre que escuchamos con comprensión, siempre que trabajamos por los demás sin interés. Creemos en ti, Señor. Creemos, Señor, porque Belén está siempre dentro de nosotras cada vez que nos alegramos con los demás, cada vez que somos capaces de descubrir a Dios en la sonrisa de un niño. Creemos en ti, Señor. Creemos, Señor, porque naces en nosotras cuando somos capaces de compartir el camino, cuando somos capaces de intentar siempre algo nuevo. Creemos en ti, Señor. otras espontáneamente) PREGÓN Pregonero 1: ¡Que mala prensa tiene la noche, Señor! La noche es como el reino de lo siniestro, del vicio, de la soledad y de la angustia. Parece que en la noche cabe todo lo negativo. Las cosas pierden sus contornos y las personas sus miedos y vergüenzas. Sin embargo, Señor, ya ves: Bastó con que tú eligieses el corazón de una noche para posarte entre nosotros, para que el mundo entero saltase alborozado ante una Noche Buena. Pues bien, en el corazón de esta Noche queremos pedirte que queden trasnochadas, pasadas, todas nuestras noches; todas nuestras noches malas. Pregonero 2: Hoy se cumplen nuestros deseos. El Señor ha escuchado nuestras súplicas y viene a nosotros, colmado hasta desbordar nuestras esperanzas. Dios nace esta noche -hoy-, pero no en Belén, nace en el mundo, nace en la Iglesia, nace en nuestras Comunidades, nace entre y en los pobres, nace en cada corazón. Dios nace en mí. Y es que lo bueno de esta Noche Buena, Señor, es que Tú puedes volver a nacer. Pregonero 3: Vuelve la Navidad, llena de encanto y de ternura, y nos recuerda de nuevo que hay ALGUIEN que nos quiere, que hace camino a nuestro lado, que ha llenado la historia de luz y sentido, que abre horizontes a nuestros pequeños proyectos, que ha encendido ilusiones en el espíritu de los pobres. Vuelve la Navidad, llena de encanto y de serenidad, y nos recuerda de nuevo que hay ALGUIEN que nos quiere, que nos invita a ser hermanos de todo el mundo, que quiere que amemos las vidas y las hagamos crecer, que hace brillar su luz en nuestra noche, que nos confía la misión de repartir bondad y optimismo a todos los hombres, que nos envía a ser portadores de esperanza y solidaridad. Vuelve la Navidad, llega la Navidad. CANCIÓN: Hoy en la tierra... Hoy en la tierra nace el amor. Hoy en la tierra nace Dios. (bis) Alegría, paz y amor en la tierra a los hombres Alegría, paz y amor esta noche nace Dios.