LIDERAZGO Líder, Arquitecto, Diseñador y Constructor AUTOR: VIVIAN RABASSA • PSICÓLOGA INDUSTRIAL ORGANIZACIONAL “Porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino” escribía Amado Nervo en 1915. Y aunque el poeta se refería a su propia vida, los profesionales de recursos humanos podemos “plagiarle” la metáfora y utilizarla como inspiración y, a la vez, como cotejo de realidad. El destino de nuestra profesión ha estado, está y estará en nuestras manos para crearlo, darle forma y perpetuarlo. No es el “plumazo” de un CEO ni las protestas de los financieros lo que moldea el destino de nuestra función o nuestro departamento. Son las acciones que tomamos y las que dejamos de tomar, son las palabras que emitimos y las que no sabemos expresar, son las recomendaciones que presentamos, son los resultados que obtenemos y las justificaciones que brindamos a falta de éstos. El destino de nuestra profesión no se construye con la lucha de lo intangible (el mito de Recursos Humanos) versus lo tangible (los resultados de negocio). Ese destino lo construimos a través de tres áreas de trabajo: los resultados tangibles de Recursos Humanos, las capacidades organizacionales y los intangibles. Me parece escuchar el “oh…” colectivo, “así que ella sí cree en los intangibles”… Sí, creo, pero no es ahí que voy a comenzar. 1. Resultados medibles de recursos humanos Comenzamos con los resultados medibles de nuestra función porque es el efecto de actuar como verdaderos líderes. Significa que hemos demostrado tener conocimientos profesionales y que hacemos las cosas de manera acertada, que garantizamos el cumplimiento de objetivos a partir de los conocimientos que poseemos y las actividades que realizamos. Durante la trigésima conferencia anual de nuestro capítulo de SHRM, Fermín Diez, de Mercer HR Consulting Group, le llamaba “que los trenes salgan a tiempo”. Podemos ir un poco más lejos: ¿qué beneficio tangible le añadimos al negocio cuando logramos que este "tren” en específico saliera a tiempo? O sea, no hablemos de qué cantidad de supervisores y gerentes recibieron 40 horas de capacitación durante el pasado año, sino de cuál fue el impacto de la capacitación recibida. Adoptemos medidas de valor añadido o beneficio obtenido tales como; eficiencia, duración de ciclos, velocidad, innovación, productividad, rentabilidad. No midamos cuántas personas reclutamos, vamos a medir pérdida de talento clave porque al enfocarnos en no perder dicho talento estamos diseñando las intervenciones, prácticas y políticas de Recursos Humanos que lleven el mensaje inequívoco de que ese talento es importante para que la organización logre los resultados. 2. Competencias organizacionales Aunque el talento es importante, me resulta frustrante escuchar a algunos directivos de Recursos Humanos hablar de cómo impactan las estrategias organizacionales refiriéndose solamente a “atraer, retener y motivar a la gente con talento”. Esto implica que nos estamos autolimitando, ya que el talento es sólo uno de los muchos aspectos importantes de la competitividad futura. El futuro de la organización depende de convertir la estrategia en acción. Para ello resulta esencial identificar las capacidades que la organización necesita para alcanzar sus objetivos, en otras palabras, en qué debe ser buena la organización para conseguir su estrategia y añadir valor a los empleados, clientes y accionistas. David Ulrich le llama a estas capacidades el ADN (DNA) o la identidad de la compañía y sugiere 14 de ellas partiendo de las nuevas realidades empresariales (ver cuadro 1). El profesional de Recursos Humanos en su fase de arquitecto y diseñador debe ser capaz de ayudar a los directivos a identificar de entre éstas cuáles son las capacidades críticas para que puedan traducir sus estrategias en acciones, o sea, para convertir la estrategia en una capacidad crítica que pueda ser medida y seguida a lo largo del tiempo. LIDERAZGO 1 Como profesionales debemos ser capaces de crear intervenciones, sistemas, políticas y prácticas de recursos humanos que crearán la cultura para fomentar dicha capacidad, que ubicarán a los recursos, que recompensarán y reforzarán la capacidad identificada. Por ejemplo: General Motors identificó como capacidad crítica la velocidad, Herman Miller y 3M, la innovación y Sears, el compromiso. Cada organización mide estas capacidades y, alcanzarlas o no tiene para sus directivos consecuencias positivas o negativas, respectivamente. Como el profesional de arquitectura con quien le comparamos, el profesional de recursos humanos no es el dueño, sino el que presenta opciones bien documentadas para que los directivos tomen las decisiones. Como arquitecto, analiza las ideas, necesidades y deseos de los directivos y determina cómo llevarlos a cabo de manera que estas actuaciones sean coherentes con las disposiciones legales actuales y los principios que han abrazado. Como diseñador, desarrolla intervenciones y prácticas que modelan el trabajo de los empleados a partir de la información, las conductas y el refuerzo. Como diseñador, todo lo que crea tiene el propósito de enviar señales a los empleados sobre qué es lo más importante en esta organización, provocando, incentivando y reforzando determinadas conductas. En Norman Miller, por ejemplo, una organización líder en el mercado de mobiliario, no sólo se habla de innovación, allí lo que se hace garantiza la continuidad de nuevas ideas y una orientación a la acción innovadora. Esto presupone que el profesional de recursos humanos entiende las nuevas realidades empresariales y se aleja de las habilidades que tradicionalmente le han enseñado. Que conoce las prácticas innovadoras y es capaz de adaptarlas a su realidad organizacional, que se mantiene al día a través de la participación activa en asociaciones profesionales que promulgan la innovación. Que es un investigador y estudioso, que busca ideas a través de la lectura “devoradora” y analítica. Pero sobretodo, presupone que es un experto, no sólo en ver qué debe hacerse, sino también, en hacer que esas cosas pasen. 3. Intangibles El desarrollo sostenido de esas capacidades críticas es la clave para predecir los resultados futuros. Intangibles tales como; las habilidades de liderazgo, la velocidad de respuesta, el talento para innovar, la capacidad para adaptarse a fusiones y el capital humano o intelectual se ha convertido en las nuevas preocupaciones de los inversionistas. A la hora de determinar el valor de una empresa, los accionistas se preocupan cada vez menos por los resultados de hoy y más por los intangibles que pueden predecir resultados futuros. Los intangibles no son algo nuevo para la comunidad financiera y mucho menos para la de recursos humanos. Lo revolucionario es cómo nos estamos desplazando de un enfoque en lo que podemos hacer a enfocar lo que somos capaces de hacer en el futuro cercano. Es cómo estos intangibles pasan a ser el valor añadido a los accionistas y los resultados medibles de recursos humanos. El futuro El destino de recursos humanos no yace simplemente en administradores reemplazados por nuevas tecnologías que automatizan procesos y que permiten a los propios empleados realizar operaciones rutinarias. Es transformarse en líderes, arquitectos y diseñadores capaces de desligarse del pasado y centrarse en el futuro. Es construir el futuro personal, profesional y colectivo. El destino de recursos humanos está siendo construido con la suma de los resultados medibles de recursos humanos, las capacidades estratégicas y los intangibles. Los profesionales de recursos humanos creamos valor añadido cuando facilitamos en la organización el desarrollo de capacidades esenciales para triunfar en su mercado. Esas capacidades se convierten en los intangibles que fomentan que los accionistas tengan fe en la rentabilidad futura de nuestra organización. Y, finalmente, se convierten en resultados medibles de recursos humanos cuando los hacemos tangibles, traduciéndolos de sueños a acciones concretas, a objetivos y metas que alcanzamos. El destino de recursos humanos es ser el arquitecto de nuestro destino colectivo como país, es ser el constructor de organizaciones competitivas que ejecutan las estrategias y que, por lo tanto, obtienen los resultados tangibles e intangibles que le permiten perdurar. Si construimos organizaciones competitivas y exitosas, construimos un país competitivo y exitoso. LIDERAZGO 2 Cuadro 1- Capacidades organizacionales propuestas por David Ulrich Como organización, ¿de qué somos capaces? Velocidad Capacidad tecnológica Sentido externo Sensibilidad ante el cliente Entrega Liderazgo Alianzas Calidad/mejora continua Cultura Colaboración Innovación Eficiencia Talento Gestión de conocimiento Nota: Estos planteamientos amalgaman las ideas y expresiones de David Ulrich, Larry Bossidy, Ram Charan, la sabiduría colectiva del equipo de People’s Advantage y mis opiniones personales. __________ PEOPLE’S ADVANTAGE, INC. Tel. 787.763.7171 [email protected] www.peoplesadvantage.com LIDERAZGO 3