Como punto de partida en el análisis de la figura que nos ocupa, parte de la doctrina se ha servido de la comparación entre la situación jurídica del manumitido por el census y la del incensus, un marco comparativo que, a nuestro juicio, obedece a la mención conjunta que de estas figuras jurídicas se hace en las propias fuentes, tal y como sucede en la obra de CICERÓN Pro Caecina, 99 y en el fragmento del Libro IX de los Responsa de PAPINIANO. Así pues, en primer lugar, por lo que al texto ciceroniano se refiere: Iam populus cum eum vendit qui miles factus non est, non adimit ei libertatem, sed iudicat non esse eum liberum qui, ut liber sit, adire periculum noluit; cum autem incensum vendit, hoc iudicat, cum ei qui in servitute iusta fuerunt censu liberentur, eum qui, cum liber esset, censeri noluerit, ipsum sibi libertatem abiudicavisse 1. Cic. pro Caec., 99: Luego el pueblo, cuando vende al que no se alista en el ejército no le arranca la libertad sino que considera que no es libre el que, aún siendo libre, no ha querido arrostrar el peligro; así también, cuando vende al incensus considera esto: cuando los que han estado en justa esclavitud, han sido liberados por el censo aquél que, aún siendo libre, no quería ser censado, él mismo se había retractado de su libertad. 1 1 Junto a este texto de CICERÓN, el fragmento del Libro IX de los Responsa de PAPINIANO es, asimismo, de gran importancia y no sólo por la aparición conjunta de ambas figuras, sino también por la riqueza del supuesto planteado: la validez de las manumisiones realizadas por un incensus y en el que, ya adelantamos, no nos adentraremos en profundidad, por exceder del objeto de nuestro estudio. FRAGMENTA LIBRI NONI I Seruos ab eo, qui nua * id * cen[sus est], / ante crimen inlatum manumi[sos] / ad libertatemn peruenire placuit. Sed manu/missi quoque similiter ut patronus / incensorum crimine tene/buntur. Vlpianus : Qui a me ( ?) census [t]empore n[on] / fuerint liberi *****a __. Paulus : Si cluso censu [manu]missi sunt / nec postea census [actu]s e[st], ince[n]sorum poenis n[on ten]n[tur]. Paulus : Quare ipsi si cluso [censu manu]/missi sunt2 KRÜEGER/MOMMSEN/STUDEMUND, Collectio librorum iuris anteiustiniani, III, Berolini, 1890, 291 s. 2 2 Bien es cierto que, partiendo del referido marco comparativo inicial, el ciudadano que se sustrae dolosamente de la inscripción en el censo –incensus3- ha sido considerado por buena parte de la doctrina romanística de forma inversa a la situación del esclavo manumitido mediante el census, de forma que si el esclavo manumitido por el census obtiene la libertad y la ciudadanía a través de su inscripción en el census, el ciudadano, ante la renuncia a formar parte de la comunidad y a pesar de ser originariamente libre, Ésta es la idea que, en términos generales, la literatura romanística alcanza a tener acerca de la figura jurídica del incensus. Así, entre otros: SMITH, voz “censor”, en Dictionary of Greek and Roman Antiquities, London, 1875, 262: “Aquella persona que voluntariamente se abstrae del censo”; MOMMSEN, Römisches Staatsrecht, II, Graz-Austria, 1969, 368: “Aquél que no se presenta al censo”; BERGER, Voz “incensus”, en Encyclopedic dictionary of Roman Law, Vol. XLIII, pt. II, 1953, 497: “Alguien que se abstiene de registrarse en el censo”; VOLTERRA, Sull’incensus in Diritto romano, en Academia Nazionale Lincei. Rediconti di Sc. Morali, Stor. e Filol., fasc.11-12, Serie VIII, Vol.XI, 1956, 298: “Ciudadano que voluntariamente se sustrae del censo”, 298; COLI, s.v census, en NNDI, III, Torino, 1959 106:“El jefe de familia que deliberadamente (dolo malo) no se presenta al censo”; LEVY, Libertas und Civitas, en Zeitschrift der Savigny-Stiftung für Rechtsgeschichte, LXXVIII, 1961, 160: “Quien se sustrae de la inscripción de las competentes listas de ciudadanos como contribuyente y de su reclutamiento para el servicio militar”; TALAMANCA, Istituzioni di Diritto Romano, Milano, 1990, 91: “Ciudadano que no se hace inscribir en las listas del censo”; BASSANELLI, Lezioni di Diritto penale romano, Bologna, 1996, 148: “Ciudadano que se sustrae de todos los deberes unidos a su estatus y del ejercicio de sus derechos”; RASCÓN, Manual de Derecho Romano, Madrid, 2000, 161, n.11: “(…) el que se sustraía voluntariamente (…) a ser censado(…)”. 3 3 pierde tales condiciones y se ve sometido a la esclavitud4. Así pues, si bien se extrae de las fuentes5, que es la reducción a la esclavitud la En este sentido, VOLTERRA, Sull’incensus, cit., 303 quien, a su vez, parece seguir la línea doctrinal que ESMEIN ya enunciara. Según ESMEIN Fragments du livre IX des Responsa Papiniani, en Mélanges d’histoire du droit, París, 1886, 356-, el census transformaba un esclavo en hombre libre y ciudadano cuando el esclavo, con el consentimiento de su dueño, se hacía inscribir con esta cualidad; pero, a la inversa -continúa el A.- por la lógica brutal de las viejas instituciones, el ciudadano que se abstraía del census devenía esclavo de tal forma que el incensus y su familia eran vendidos a beneficio del estado. 4 Dion.Halic. 4,15; 5, 75, 3. Liv. 1, 44, 1: Censu perfecto quem maturauerat metu legis de incensis latae cum uinculorum minis mortisque, edixit ut omnes ciues Romani, equites peditesque, in suis quinque centurias, in campo Martio prima luce adessent. = Finalizado el censo que había sido realizado con premura, por temor a la ley sobre los incensi que amenazaba con la prisión y la muerte, ordenó (SERVIO TULIO) que todos los ciudadanos romanos, caballería e infantería, en sus cinco centurias, se dirigieran al campo de Marte, con la primera luz del día. Gai 1,160: Maxima est capitis deminutio cum aliquis simul et civitatem et libertatem amittit quae accidit incensis qui ex forma censuali venire iubentur(…). = Máxima es la capitis deminutio cuando alguien pierde, al mismo tiempo, la ciudadanía y la libertad, lo cual sucede a los incensis, quienes se ordena sean vendidos según la fórmula censoria (...) Ep. Ulp. 11,11: Maxima capitis diminutio est, per quam et ciuitas et libertas amittitur: ueluti cum incensus aliquis uenierit(...).= Máxima capitis deminutio es por la que alguien pierde la ciudadanía y la libertad, como cuando el incensus es vendido. Cic. pro Caec. 98-99: vid supra, 1 y n.1 5 Podemos observar cómo, a excepción de LIVIO -quien hace referencia a la prisión e, incluso, a la muerte- el resto de las fuentes relacionadas con la figura jurídica del incensus mencionan su venta como medida aplicable. Asimismo, si de un lado, son los historiadores LIVIO y DIONISIO DE HALICARNASO quienes expresamente atribuyen a una ley serviana la regulación primigenia del incensus, de otro, los juristas GAYO y ULPIANO se sirven de esta figura jurídica para ejemplificar la capitis deminutio maxima. 4 situación jurídica aplicable al paterfamilias que deliberadamente (dolo malo) no se presenta al censo, en cambio, las cuestiones menos pacíficas objeto de distinta interpretación por parte de la literatura romanística son las siguientes: I.- Determinar si la reducción a la esclavitud fue consecuencia automática de la omitida inscripción en el censo6, de la posterior venta de la persona del incensus7, o bien consecuencia de su propia voluntad8. En opinión de LEVY, Libertas, cit., 160, desde un principio significó la amenaza del castigo más extremo, en modo alguno, su ejecución. La suprema magistratura era libre para atenuar y la atenuación llegó a convertirse en norma. Por ello, continúa el A., no es sorprendente que el mismo rey SERVIO TULIO, según el relato de DIONISIO DE HALICARNASO -4.15.6-, dispusiera que se debería sólo la fustigación y la venta de los negligentes como esclavos junto con la confiscación de sus bienes. Éste es el planteamiento que VOLTERRA, a lo largo de su artículo anteriormente mencionado, considera más ajustado a la figura del incensus. 6 7 Así, como veremos, para LEMOSSE. En este sentido, COLI, s.v. census, cit., 106: “Al excluirse del censo, él se ha excluido voluntariamente de la civitas, cesando consecuentemente de ser civis y liber ex iure Quiritium. La pérdida de la civitas libertasque (capitis deminutio maxima) no es, como sostienen algunos romanistas –n.3: VOLTERRAconsecuencia de la no inscripción en el censo, sino consecuencia de su propia voluntad...”. De este modo, siendo la intención de COLI manifestarse, 8 5 II.- Considerar si es necesaria o no la realización de dicha venta trans Tiberim conforme al supuesto principio, en virtud del cual ningún ciudadano puede ser reducido a la esclavitud en territorio romano. Estas dos cuestiones, relacionadas con el régimen al que se verá sometido el incensus a causa, entendemos, de su pasivo comportamiento hacia la propia comunidad, han constituido el eje central de la división de la doctrina en dos bloques bien diferenciados: A.- Un primer bloque, configurado por autores como LEMOSSE, considera que el devenir esclavo por el incensus no es consecuencia automática de la omitida inscripción: al no ser la abstención culpable la que rinde esclavo al incensus, es necesario expresamente, en contra de la teoría de VOLTERRA, en realidad, como veremos, ambos autores llegan a la misma conclusión: la simple renuncia del ciudadano a seguir formando parte de la comunidad, es suficiente para quedar excluido de ella, viéndose reducido a la esclavitud. Es en este sentido por lo que, a nuestro juicio, COLI, más que ir contra la teoría de VOLTERRA, la habría llevado a sus últimas consecuencias. 6 otro acto que, como LEMOSSE apunta, ULPIANO no ha dejado de mencionar9. Hay capitis deminutio maxima, escribe el jurisconsulto, ueluti cum incensus aliquis uenierit10. Sobre la base de este texto, prosigue LEMOSSE, la cualidad de romano libre se pierde a causa de una venta, siendo entonces cuando el individuo deviene definitivamente esclavo. Se olvida, apunta el A., que antiguamente el rebelde era vendido trans Tiberim y se admite sin discusión, que la abstención entraña la pérdida de libertad mientras este efecto, insiste, puede venir sólo de la venta. B.- La figura más representativa de la doctrina en este segundo bloque es VOLTERRA11 para quien, contrariamente a las LEMOSSE, L’affranchissement par le cens, en Revue Historique des Droit français et étranger, XXVII, 1949, 182. Y no sólo ULPIANO, tal y como apunta LEMOSSE puesto que, como hemos podido comprobar, en las escasas fuentes directamente relacionadas con esta figura jurídica, salvo en LIVIO, aparece citada, de forma expresa, dicha venta. Ver n.5 9 10 Ep. Ulp. 11,11. Obligada obra de referencia para el estudio del incensus es el breve y conciso artículo que este eminente romanista publicó a mediados del siglo pasado, único en la literatura romanística que, de forma específica, aborda gran parte de la problemática surgida en torno a esta figura jurídica. 11 7 consideraciones llevadas a cabo, entre otros por LEMOSSE, la circunstancia de que el incensus fuera vendido, muestra cómo él ya fue reducido a la condición de esclavo antes de la venta. Su esclavitud, nos indica el VOLTERRA, derivaba del hecho de que, al haberse sustraído del censo, no se encontraba inscrito ni en la lista de los ciudadanos romanos ni, al mismo tiempo, en la lista de ciudadanos de otra ciudad. El incensus era frente al ordenamiento jurídico un ser humano carente de personalidad y capacidad jurídica. Esta situación del individuo, consecuencia del hecho de haber perdido la ciudadanía romana sin al mismo tiempo haber adquirido otra, se identificaba en el mundo antiguo, apunta VOLTERRA, con la del servus. Se entiende pues, continúa el A., que el hombre transformado en esclavo pierde automáticamente todo derecho sobre la propia familia y pecunia. Este conjunto patrimonial, por su parte, pasaría al populus, propietario del incensus desde el momento en que cae en la 8 condición de esclavo, sin necesidad de ningún acto específico de transmisión12. Por todo ello, el caso del incensus, a juicio del VOLTERRA, pone de manifiesto cómo el hecho de no estar inscrito en las listas de los ciudadanos sin al mismo tiempo adquirir otra ciudadanía, hace perder automáticamente la cualidad de ciudadano romano. Por efecto de no tener un status civitatis, deja de ser un hombre libre13. Por lo que a la segunda de las cuestiones motivo de escisión en el seno de la doctrina se refiere, esto es, la necesidad de que la venta El motivo de la publicatio de la familia y de la pecunia, nos indica VOLTERRA, Sull’incensus, cit., 307 s, reposa sobre el hecho de que los bienes y las personas sometidas a la potestas del ciudadano convertido en esclavo del populus, no han sido declaradas en el censo; para las personas alieni iuris, sometidas a la potestas del incensus, la situación – a su juicio- sería clara: estos, en tanto no inscritos en la lista de los ciudadanos pierden la ciudadanía romana y, al no haber adquirido otra, son reducidos a la condición de esclavos. El incensus pierde todo derecho sobre sus bienes patrimoniales debido a su reducción a la esclavitud; presumiblemente, tales bienes, en cuanto no declarados en el censo, se convierten en propiedad del populus y como tales son vendidos en subasta. 12 VOLTERRA afirma –Sull’incensus, cit., 303- que el incensus constituye una confirmación de la tesis enunciada por LEVY-BRHUL y BETTI e, igualmente, por él desarrollada, acerca de la indivisibilidad en la concepción romana de la noción de libertas con la de status civitatis del individuo en el sentido de que no se puede jurídicamente concebir la persona física libre sino como parte activa de una comunidad política organizada. 13 9 de la persona del incensus debiera ser llevada a cabo trans Tiberim, sobre la base de GAYO, ULPIANO y de la Lex Osca tabulae Bantinae14, nada le permite entrever a VOLTERRA que el incensus tuviera que ser reducido a la condición de esclavo fuera del territorio romano. Así pues, claro le parece al A. que la venta del incensus tuviera lugar en el territorio de la ciudad y no en territorio extranjero. En definitiva, la capitis deminutio maxima que sufría el incensus por la que perdía la condición de hombre libre y de ciudadano, por la que se convertía en servus, según VOLTERRA, no dependía de la circunstancia de que hubiera sido vendido en el extranjero sino de un hecho distinto: su voluntaria falta de inscripción en las listas de ciudadanos o lo que es igual, empleando los mismos términos en los que el A. se expresa, de su facultad de renunciar a su ciudadanía. Gai. 1,160; Ep. Ulp. 11,11. En cuanto al contenido e interpretación de la Lex Osca tabulae Bantinae, ver VOLTERRA, Sull’incensus, cit., 302; CALDERINI, La censura in Roma antica. Fonti. Milano, 1944, 88. 14 10 Al margen de si la reducción a la esclavitud fue consecuencia de la omitida inscripción en el census o bien de la posterior venta del incensus, lo cierto es que dicha venditio a la que hacen alusión las fuentes ha sido interpretada por algunos autores en el sentido de que fue suficiente con que se efectuara en la propia ciudad, mientras otros consideran que necesariamente debió llevarse a cabo trans Tiberim15. Creemos que el argumento fundamental para el sector doctrinal que ve necesaria la realización de la venta trans Tiberim del incensus, podría obedecer a la concepción que MOMMSEN16 tiene del que no se presenta al censo a quien, sin duda, considera como deudor insolvente del pueblo y como tal, sometido a la ejecución establecida contra dichos deudores. La opinión común, tal y como ROBLEDA nos indica, Il diritto degli schiavi nell’antica Roma, Roma, 1976, 32, sostiene que ningún ingenuo civis romano podía devenir siervo en Roma en los tiempos antiguos, es decir, esclavo de quien hubiese sido su concivis. La razón más válida ofrecida por los autores de esta posición científica, continúa ROBLEDA, es el origen de la esclavitud: la prisión de guerra. 15 MOMMSEN, Staatsrecht, II, cit., 368. Con anterioridad, esta misma idea fue avanzada por HUSCHKE, Über den Census und die Steuerverfassung der frühern Römisschen Kaisserzeit, Berlin, 1847, 195. 16 11 Así, en su opinión17, para transformar un ciudadano romano en esclavo se necesitaba hacerlo pasar bajo la propiedad de un extranjero perteneciente a una raza enemiga. Ciertamente, el propio MOMMSEN reconoce, aunque en nota a pie de página, que de forma expresa se dice en las XII Tablas que sólo se aplicaba trans Tiberim para la venta del deudor insolvente pero la regla, continúa explicando, se aplicaría, seguramente, a todos los casos de venta análoga. Fundamental, por tanto, es el precepto de las XII Tablas relativo a la condición personal del condenado por deudas, regulado en la Tabla 3, 5, y del que tenemos noticia por AULO GELIO. Este relato, referido al derecho primitivo en el que se recuerdan las normas primitivas de ejecución personal, ha sido entendido en el sentido de excluir que un ciudadano romano pudiese devenir esclavo en patria. 17 MOMMSEN, Staatsrecht, III, cit., 43 s. 12 Erat autem ius interea paciscendi ac nisi pacti forent habebantur in vinculis dies sexaginta. Inter eos dies trinis nundinis continuis ad praetorem in comitium producebantur, quantaeque pecunia iudicati essent, praedicabatur. Tertiis autem nundinis capite poenas dabant, aut trans Tiberim peregre venum ibant18. A este respecto, digna de ser mencionada es la hipótesis que DE MARTINO19 plantea en torno a este precepto, teniendo en cuenta que lo que más le interesa, haciendo uso de sus propias Gell. N. A., 20, 1, 46-47 : “Pero todavía se permitía pactar y, si no pactaban, se les mantenía encadenados sesenta días. Durante ese tiempo eran llevados al comicio, ante el pretor, en tres mercados consecutivos, pregonando la cantidad de dinero a la que habían sido condenados. Transcurridos los tres mercados, les daban muerte o los ponían a la venta al otro lado del Tíber, fuera de la ciudad”.Traducción extraída de RASCÓN/GARCÍA, Ley de las XII Tablas, (3ª ed.), Madrid, 2003, 7 s. De forma más amplia, ver: DILIBERTO, Bibliografia ragionata delle edizioni a stampa della Legge delle XII Tavole (secoli XVI-XX), Roma, 2001; La palingenesi decemvirale: dal manuscrito alla stampa, en Le Dodici Tavole. Dai Decemviri agli Umanisti, a cura di HUMBERT, Pavia, 2005, 481-501. 18 DE MARTINO, Intorno all’origine della schiavitù a Roma, en Labeo, XX, 1974, 135 ss. Se ha intentado explicar este precepto, nos indica el A., aduciendo el principio de que ningún ciudadano podía ser reducido a la esclavitud en patria. Sin embargo, el texto, al hablar de venta, no alude a la condición del vendido que bien habría podido ser la de addictus, nexus o de persona in causa mancipi. La norma sobre la venta trans Tiberim, continúa DE MARTINO, se ha de relacionar con el otro precepto que obligaba al acreedor a exhibir por tres veces al deudor ante el pretor y proclamar la entidad de la suma debida. 19 13 palabras, es poner de relieve lo absurdo de este precepto sobre la venta trans Tiberim, tal y como ha sido entendido por los estudiosos. Se dice, nos explica el A., que el acto de la venta se realizaba para encontrar a alguien que estuviese dispuesto a aliviar al prisionero pagando la suma debida. Pero, prosigue DE MARTINO, es difícil comprender cómo en la Roma primitiva se pudieron encontrar tales benefactores sin una adecuada ventaja. A su juicio, es más lógico pensar que la exhibición tenía lugar para encontrar un adquirente en Roma y sólo, tras haberlo intentado inútilmente tres veces, le fue permitido recurrir a la venta trans Tiberim. De tal forma que la venditio trans Tiberim habría obedecido, en su opinión, a exigencias de carácter práctico20. Por todo ello, el texto de GELIO, tal y como DE MARTINO afirma, habría tenido una singular suerte: interpretado como prueba de que el ciudadano romano para devenir esclavo debía ser vendido en el exterior, en el caso de insolvencia de un deudor o de confessio in iure, ha sido empleado como prueba de la existencia de un 20 DE MARTINO, Intorno all’origine, cit., 138. 14 principio análogo aplicable a otros casos de reducción a la esclavitud. Si dicha interpretación cae o es puesta en duda, concluye DE MARTINO, adquieren mayor valor las fuentes de las que un examen imparcial ofrece la existencia de un principio opuesto. Una vez expuesta esta particular visión de DE MARTINO en relación con el precepto contemplado en la Ley de las XII Tablas, acerca del tratamiento jurídico del deudor insolvente y que parte de la doctrina ha tenido a bien aplicar a otros supuestos de venta por ella considerados análogos, ciertamente podemos o no estar de acuerdo con el A., pero cuando menos, su reflexión, unida a la falta de seguridad plena en la extensión de este precepto a otros supuestos de venta análoga, que el propio MOMMSEN hiciera constar21, nos lleva a poner en duda la aplicación del mismo al En este mismo sentido, aunque de forma más expresa, BUCKLAND, The Roman Law of slavery. The condition of the slave in private law from Augustus to Justinian. First published, 1908, Cambridge. Reprinted, 1970, 401. En un primer momento, cuando BUCKLAND hace referencia a la evasión del censo como una de las causas de esclavitud iure civile, afirma que es probable que las personas que eran incensi fueran vendidas por la autoridad pública. Cuando, a continuación, el A. se centra en el supuesto de evasión del servicio militar hecho que podía tener lugar por evasión del censo, por deserción o automutilación- expresa que tales ofensores eran vendidos, presumiblemente, trans Triberim. 21 15 supuesto concreto del incensus; más aún, cuando en las propias fuentes que hacen referencia al tratamiento jurídico de esta figura dicha venta, aunque necesaria, en modo alguno se especifica que debiera ser realizada trans Tiberim. Por encima de estos controvertidos aspectos relacionados con el hecho de que un ciudadano romano fuera susceptible de ser reducido a la condición de siervo a causa de su falta dolosa de inscripción en el census populi, se nos plantea una cuestión esencial surgida de la, a nuestro juicio, necesaria separación entre los efectos de la no inscripción, de un lado, y los motivos que subyacen para no inscribirse, de otro. De este modo, al margen de las razones que llevaran al sujeto a no inscribirse, causa ésta de la consideración criminal del incensus y de la penalización de tal comportamiento: ¿cuál fue la consecuencia jurídica de la falta de inscripción en el census populi?. Para poder ofrecer una respuesta a este interrogante, estimamos necesario partir de la idea de que, al estar destinada la 16 inscripción en el census populi a consagrar el lugar de un individuo dentro de la comunidad, en el sentido de que es el census el que determina la pertenencia de un sujeto a la misma, se podría llegar a considerar que la función primordial del census populi fue determinar quién era ciudadano romano y quién no22. En suma, a nuestro juicio, conceder la posición de miembro de la comunidad romana por medio de la inscripción, a quien tuviera motivo suficiente. En consecuencia, tal y como nos sugieren algunos autores23, puesto que el censo lleva a cabo el cómputo y la clasificación de cuantos forman parte de la comunidad, formaliza y concreta la cualidad de civis, y funda la civitas, la evasión del censo pudo haber sido uno de los pocos hechos que habrían privado al ciudadano en la propia Roma de todo derecho y por lo que el no censado perdería su cualidad de civis. Ésta y no cualquier otra, por la coherente lógica En este sentido, ver LAST, The Servian Reforms, en The Journal of Roman Studies, XXXV, 1945, 38; LEMOSSE, L’affranchissement, cit., 164 ; GIOFFREDI, Libertà , cit., 518. 22 23 Vid supra n.22 17 del ordenamiento jurídico, habría sido, a nuestro modo de ver, la consecuencia jurídica de la falta de inscripción en el census populi: la no adquisición de la condición de miembro de la comunidad romana. De forma paralela, en la medida en que la omitida inscripción habría respondido a la intención del ciudadano de sustraerse del cumplimiento de sus deberes fundamentales hacia la comunidad24 en un principio derivados de la organización centuriada y timocrática: el tributo y el servicio militar25-, el individuo se habría Este rechazo del ciudadano a comparecer en el censo y la recusación que lleva implícita a soportar las cargas militares y financieras, inherentes a la coparticipación en el estado –nos indica COSTA, Crimine e pene da Romolo a Giustiniano, Bologna, 1921, 20- está incluido entre los actos cuyo origen coincide con el surgir de la propia comunidad. Asimismo, autores como GIOFFREDI, I principi del diritto penale romano, Roma, 1970, 42 o BASSANELLI, Lezioni di diritto penale romano, Bologna, 1996,, 146, otorgan a esta actitud pasiva del ciudadano el tratamiento de crimen contra la comunidad, o bien de acto delictuoso contra la civitas, en la medida en que se trataba de una clara subversión de las instituciones ciudadanas. 24 En este sentido ver, entre otros, BUCKLAND, The Roman Law, cit., 400, para quien la evasión del census, castigada con la venta del incensus por la autoridad pública, tenía por objeto penalizar la evasión de impuestos. Asimismo, autores como BERGER, s. v. incensus, cit., 497, o WATSON, The Law of the ancient romans, Dallas, 1970, 44, estiman que alguien que se abstiene de registrarse en el censo es con el fin de evadir el servicio militar. Todos estos planteamientos, a su vez, se encontrarían en la misma línea hasta el punto de, a nuestro juicio, poder ser englobadas en la consideración que a MOMMSEN –tal 25 18 visto sometido finalmente y en virtud de la aplicación de una medida sancionadora, a la venta en subasta como esclavo. El problema, creemos, radica en que, al haberse centrado el estudio de la configuración jurídica del incensus, de forma exclusiva, en cuáles fueron las consecuencias jurídicas a las que el individuo debía exponerse a causa de su comportamiento, no sólo se ha distorsionado la realidad del incensus y se ha otorgado una visión parcial de la misma; aún más, se ha eludido lo más importante: cuál fue, en esencia, el efecto inmediato de la falta de inscripción en el census populi. Todo ello nos lleva a considerar que en el supuesto del incensus, nos encontramos ante la existencia de dos efectos jurídicos surgidos de la aplicación de dos actos distintos: - La omisión dolosa de inscripción en el census populi, que lleva aparejada la falta de ciudadanía. y como fue expuesto con anterioridad- le merecería la persona del incensus entendido como deudor insolvente del pueblo romano, esto es, deudor de los deberes cuyo cumplimiento eludía, por lo que era merecedor de tales castigos y de tal consideración criminal de incensus. 19 - La venta, como aplicación de una medida sancionadora que supone la esclavitud26. Así pues, podemos llegar a entender que si la esclavitud no fue una consecuencia directa de la omitida inscripción es porque lo que sí fue necesario, es un acto jurídico posterior para que el incensus pasara a la condición de servus y al que las fuentes hacen alusión: la venditio, como sanción A su vez, entendemos que esta venditio no tendría por qué haber sido llevada a cabo trans Tiberim y no sólo, como nos indica VOLTERRA, porque en las fuentes no se haga alusión a este requisito o porque, como apunta LEVY27, el que la venta se realizara en el extranjero no fue significativo ni evidente en un tiempo en el que Estado había ampliado sus fronteras. Ante todo, porque si, en nuestra opinión, la omisión dolosa en la inscripción se traduce en la falta de la condición de ciudadano, En opinión de LEVY, Libertas, cit., 161, es el fallo de culpabilidad el que quita la libertad al incensus, no el hecho de no acudir al censo. 26 27 LEVY, loc. cit. 20 poco importa, que no siendo considerado ciudadano, éste fuera vendido dentro o fuera del territorio romano. En conclusión, a nuestro juicio, el incensus no devenía servus, ipso iure, por dos motivos: 1º.- Porque de la misma forma que la inscripción no libera, la no inscripción no reduce a la esclavitud. 2º.- Porque si la inscripción concede la cualidad de civis a quien tiene la base jurídica, la no inscripción hace que quien se evade de ella, carezca de dicha cualidad. 21