lankavatara sutra, la doctrina del corazon

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Algunas Meditaciones sobre la Doctrina del Corazón y la Escuela Mahayana.
Las enseñanzas sublimes de la escuela Transhimaláyica Mahayana nos conducen al
corazón mismo del Universo, y podríamos hacer un paralelo con lo expresado por HPB
en uno de sus escritos recopilados en la obra titulada “Collected Writing(Escritos
Compilados)”: “que existe un camino que nos lleva al justo corazón del Universo, el cual
es empinado, pedregoso y lleno de peligros de todas clases.” La sustancia de este corazón
del Universo, en la “Doctrina Secreta” es llamada Svabhavat, siendo el espíritu y la
esencia de la sustancia una que todo lo compenetra y etimológicamente su palabra
significa un estado del ser idéntico o propio a si mismo el cual es puro, perfecto y
hermoso. Es llamado por los esotéricos Padre-Madre. También en la misma obra se nos
hace reflexionar para modificar la idea geométrica que comúnmente mantenemos del
centro o corazón, al decirnos que el Universo es como una esfera que tiene su centro en
todas partes y su circunferencia en ninguna.
Continuando con lo dicho sobre el sendero en su obra “La Voz del Silencio”ella nos
dice: ‘El sendero es uno discípulo, no obstante a su termino se divide en dos. Marcadas
están sus etapas por cuatro y siete portales’. Sobre los siete portales habla extensamente
en el tercer fragmento del libro, pero de la cuádruple Dhyana la menciona solamente para
indicarnos que es idéntica al Samtan, la diferencia estriba solamente en el origen de las
palabras siendo una tibetana y la otra sánscrita. Ambas, así como las Paramitas nos llevan
a alcanzar la Sabiduría, de que nos habla la Doctrina del Corazón o Escuela Esotérica.
Sobre la cuádruple Dhyana, encontramos en el libro de Filosofía Perenne, que su autor
Aldous Huxley, escogió del sutra Lankavatara una muy apropiada descripción. Diciendo
que hay cuatro clases de Dhyana, la practicada por el ignorante, la dirigida al examen de
los significados, la de la totalidad y la de los Tathagatas.
Sobre la primera dice: Esta es a la que acuden los yoguis que se practican en las
disciplinas de Sravakas y Pratyeka Budas (de la escuela Hinayana) los que perciben que
el ego es insustancial, que el cuerpo es una sombra y un esqueleto que es transitorio,
impuro y lleno de sufrimiento, persistentemente apegado a sus nociones o conceptos,
ellos avanzan desde aquí, hasta alcanzar la cesación de los pensamientos.
La segunda es la practicada por aquellos que habiendo ido mas allá del abandono del ego
de las cosas, de la individualidad y generalmente mas allá de lo insostenible de tales ideas
como ‘el si mismo’ ‘el otro’ y ‘ambos’, que son manejados por los filósofos, se remontan
para examinar el significado de los diferentes aspectos de los Bodhisattvas.
En esta segunda Dhyana es necesario detenernos , para considerar lo que nos narró HPB
en su obra ya citada “La Voz del Silencio”, cuando en el Tercer Fragmento, el discípulo
que obtiene por su amor y caridad desarrollada, la llave de oro llamada Dana, que le abre
la primera puerta de las virtudes transcendentales y escucha como los ruiseñores de
esperanza y las aves de irisado plumaje trinan allí, en las verdes enramadas cantando
victoria a los intrépidos peregrinos. Ellos cantan las cinco virtudes de los Bodhisattvas, la
quíntuple fuente del poder Bodhi y los siete escalones del conocimiento.
Con respecto a los Bodhisattvas estas cinco virtudes son reconocidas en su voluntad
diamantina, su amor incondicional, su inteligencia, su poder y perseverancia. Pero
resulta todavía mucho mas inspirador reflexionar sobre las cualidades de los Bodhisattvas
según el Lankavatara (el Sutra Lankavatara es uno de los nueve tratados de la Escuela
Mahayana, que se ocupa de la iluminación). Las cualidades son las siguientes:
1- Dejar atrás todas las visiones pervertidas de la existencia que han sido queridas
desde los inicios de los tiempos.
2- Liberarse a si mismo de las condiciones de los opuestos (discriminación) y
elevarse sobre las redes de la fraseología, surgidas de imaginaciones incorrectas.
3- Realizar que el mundo externo, llamado los particulares, no son otra cosa que las
construcciones de Alayavijnana. ( la mente total sustentadora. El estado de no
imágenes o no sombras, que realiza la igualdad de Samsara y Nirvana. Realiza
Samadhi y comprende que el triple mundo es Mente. Vive en la totalidad)
4- Obtener una actitud mental que permita considerar a Nirvana y Samsara como
dos aspectos de un mismo hecho. (Unidad (Samala)).
5- Alimentar un corazón lleno de compasión (Mahakurana) y adiestrarse en
encontrar el significado de las cosas (Upayakausalya)
6- Realizar intenciones sin esfuerzos para caminar el sendero de la no forma y entrar
en el estado mental sin semblanzas o definiciones.
7- Obtener la perfección en Samadhi en el cual las cosas son vistas en su naturaleza
esencial, es decir sin perturbación y eternas o sin nacimientos.
8- Entrar en la perfección de Prajna que consiste en vivir siempre en la totalidad
(Tathata).
9- Manifestar finalmente el cuerpo de Buda, que conlleva los diez poderes, las seis
facultades psíquicas y las diez maestrías.
La tercera Dhyana (Tathata y totalidad). Se consigue cuando el yogui reconoce que la
discriminación entre las formas, es mera imaginación y que cuando se establece en la
totalidad ya no surge la discriminación.
La cuarta (Tathagatas). Es cuando el yogui entra en el estado de Buda y habita junto a la
triple bendición que caracteriza la auto realización, logra la Sabiduría y se consagra
completamente al trabajo de beneficiar a todos los seres humanos.
Esta última Dhyana y lo recomendado por la escuela Mahayana son lo mismo, conocidas
como el estado de auto realización.
Esta auto realización es tratada en el Sutra Lankavatara asi:
Aquellos que vanamente razonan sin comprender la verdad están perdidos en la jungla de
los diversos conocimientos, yendo de uno a otro y tratando de justificar sus puntos de
vistas egocéntricos. Pero la auto realización aparece en su pureza en lo mas íntimo de la
conciencia que es la de Tathgata – garbha (la matriz de Buda) y no en la región del mero
razonamiento...
Pura es ella en su propia naturaleza y está libre de categorías, de lo finito y de lo infinito,
es la Mente Universal, muy difícil de mantener por los seres sencientes.
Yung-chia –Ta-shih a su vez la describe así:
Una naturaleza perfecta y penetrante circulando en todas las naturalezas.
Una realidad, que lo comprende todo y contiene dentro de si todas las realidades.
La luna se refleja a ella misma donde quiera que haya un manto de agua.
Y todas esas lunas reflejadas en el agua son contenidas en la única luna.
El absoluto de todos los Budas penetra dentro de nuestro propio ser.
Y mi propio ser esta en unión con ellos.
La luz interna está más allá del orgullo y la pena.
Como el espacio, no conoce límites, mas sin embargo esta aquí, dentro de nosotros,
siempre manteniendo su serenidad y su totalidad.
Es solamente cuando queremos cazarlo que lo perdemos.
No se puede mantener, pero a la vez no se puede desvanecer.
Y mientras no se puede ni lo uno ni lo otro, el sigue su propio camino.
Si nos mantenemos en silencio, el habla, si hablamos, él calla.
La gran puerta de la caridad, esta bien abierta con ningún obstáculo delante de el.
Como vemos este poema esta hablando lo que el autor del libro de Filosofía Perenne,
dice sobre la escuela Mahayana: La cual ha desarrollado un espléndido sistema
cosmológico, ético y psicológico, el cual se remonta hasta la Mente Universal para
declarar que si las mentes individuales se purifican pueden conectarse con ella, a la cual
también llaman matriz de Buda. Esta Mente de Buda no es otra cosa que “un corazón
lleno de inmensa compasión”, el cual desea la liberación de todos los seres sencientes y le
otorga la gracia divina a todos aquellos que hacen esfuerzos por la auto realización
humana, añadiendo que esto no es mas que la Filosofía Perenne.
Sin embargo, este mismo Sutra (el Lankavatara) coloca a la escuela Hinayana en la
posición de encontrar un deleite sublime en la tranquilidad de la mente, pero no viendo
que el mundo es también Mente, por lo que sus vislumbres todavía no son puros, los
Bodhisattvas, sin embargo, están llenos de vida y consagrados a sus votos originales,
envían desde sus corazones amor incondicional, y no entran en Nirvana porque saben que
el mundo visible no es otra cosa mas que la manifestación de esa Mente (Universal).
En cuanto a la Escuela Tántrica, hay que poseer mucho conocimiento y vislumbres
espirituales para practicar sus tantras, que por cierto, sus verdaderas practicas pertenecen
a la Escuela Mahayana, pero han sido utilizados por diferentes gurús en forma
desmembrada y fuera del desenvolvimiento gradual de los estados de conciencia
elevados, esto nos lo advirtió H.P.B. en su librito “Ocultismo Practico” lo difícil que es
encontrar a los practicantes de artes mágicas calificados para ello. Ella dice: Hay magos
congénitos, místicos y ocultistas de nacimiento, a causa de la directa herencia de una
serie de encarnaciones y siglos de sufrimientos y fracasos. Pero son rarísimos y pasan por
las estrechas puertas del ocultismo porque no llevan el personal impedimento de los
transitorios sentimientos humanos. Se han desprendido de los afectos de la naturaleza
inferior, paralizado la animalidad astral, y ante sus pasos se abre la estrecha pero áurea
puerta. No le sucede lo mismo a quienes todavía han de llevar durante varias
encarnaciones la carga de los pecados cometidos en pasadas y aun en la presente vida. A
menos que proceda con suma precaución, la áurea puerta de la Sabiduría puede
trasmutarse para ellos en la ancha puerta y el espacioso camino que conduce a la
perdición. Esta ancha puerta es la de la arte oculta practicada con motivos egoístas sin la
restrictiva, previsora y benéfica influencia del Atma-Vidya (Sabiduría del Alma,
Verdadera Sabiduría, Conocimiento del Alma).
Y en cuanto al Budismo Zen, este se inclina preponderantemente a conseguir la
iluminación, enseña a clarificar nuestro intelecto, sacándolo de los opuestos y de
aseveraciones injustificadas y dice que cuando esto sucede el corazón humano conoce por
si mismo como manejar las virtudes nacientes. Utiliza el sutra Lankavatara para ello.
Pero volviendo a la división del Sendero en dos a su final que mencionamos en la cita de
“La Voz del Silencio”, leemos: En uno de los extremos hay la bienaventuranza inmediata
(Pratyekas budas) en el otro, la bienaventuranza diferida ( Nirmanakayas). Una y otra son
la recompensa del mérito, la elección está en tus manos. Es decir el Sendero uno se
convierte en dos: el Patente y el Secreto. El primero conduce a la meta, el segundo al
sacrificio de si mismo. Cuando a la permanente es sacrificado lo mutable, tuyo es el
premio, la gota vuelve al punto de donde procedió.
El Bodhisattva que ha ganado la batalla, que en su mano tiene el premio de la victoria y
sin embargo, dice en su compasión divina: “En provecho de otros cedo este gran premio”
efectúa la mayor renunciación. Es un Salvador del Mundo. Es un Nirmanakaya. Se nos
dice que Gautama Buda es un Nirmanakaya de este género y que no se conoce ninguno
que sea más elevado que él, por razón de su gran renuncia y sacrificio en bien de la
humanidad.
Como podemos observar en esta obra se enfatiza la renunciación que hacen los
Nirmanakayas, pero resulta interesante entender las funciones de los Dharmakayas y los
Sambhogakaya, que en obras procedentes de la escuela Mahayana lo tratan, por ejemplo
Glenn H. Mullin en su obra: “Mystical Verses of Mad Dalai Lama” nos dice que el
estado de completa iluminación se le conoce como los dos, tres y cuatro kayas, o cuerpos
de iluminación. Dos, cuando se les divide en Dharmakaya y Rupakaya, o cuerpo de
verdad y cuerpo de forma. El primero tiene todos los atributos del Buda primordial y
solamente son conocidos por ellos mismos, los Rupakayas son los que pueden ser
conocidos y percibidos por entidades que aún no han logrado el estado de Buda. Son tres
cuando los Rupakayas son subdivididos en Samboghakaya y Nirmanakaya o Cuerpo de
Beatitud y Cuerpo Emanante. El primero se le puede presentar a los aryas o santos y el
segundo a todos los seres corrientes.
Son cuatro cuando se le hace una subdivisión a los Dharmakayas o Buda Primordial, en
Svahavakaya y Jnana Dharmakaya según se le considere Su cuerpo Esencial o su cuerpo
de Sabiduría Verdadera.
Una cita sobre los tres kayas nos la encontramos en el libro de Filosofía Perenne de
Aldous Huxley, que dice: El absoluto Dharmakaya, conocido como el Buda Primordial, o
la mente, la luz clara y el vacío; La de Sambhogakaya, corresponde a Isvara o el Dios
personal del Judaísmo, el Cristianismo o el Islam, y finalmente la de Nirmanakaya, el
cuerpo material, en el cual el Logos ha encarnado en la tierra como una entidad, el Buda
histórico.
En el sutra Lankavatara se habla extensamente sobre los Nirmanakayas, pero cuando
profundiza mas en el tema lo presentan tal cual Glenn H. Mullin lo hizo, la diferencia está
en las palabras utilizadas.
Los Nirmanakayas al asumir los atributos del Logos en forma personificada son como un
puente hacia la humanidad en su totalidad, y es por ello que cuando leemos el libro de
Annie Besant “La Doctrina del Corazón” ella no sugiere desarrollar la devoción hacia los
Maestros de Sabiduría por estar ellos interesados en ofrecernos su compasión, y
encontrarse cerca de nosotros, así también es la vestidura de Nirmanakaya la mas
asequible a aquellos que han sabido abandonar lo temporal por lo eterno, o se han
identificado con su naturaleza fundamental de la base, llamada la naturaleza de Buda, o el
ego superior, tendencia que se acentúa en todos aquellos que practican el altruismo, el
desinterés , la compasión y el amor primeramente impersonal y luego incondicional.
Y también en aquellos que pueden sentir la grandeza del contacto con los planos
superiores y a la vez observarla y descubrirla en los inferiores, trabajando a plenitud con
ambos.
El autor del libro la Filosofía Perenne comenta al respecto: Que el conocer a nuestro dios
interno o la naturaleza esencial y básica de Buda en nosotros mismos es mas fácil que
conocerla en los demás, esto es así porque aunque resulta penoso y mortificante el
eliminar lo que nos rodea, es mucho mas difícil el incluir los demás dentro de nosotros
mismos, y que sin embargo nos revelaría completamente la vida espiritual.
Y sigue diciendo el libro que es precisamente en la literatura del Mahayana y por ende en
la del Zen Budismo que se encuentran lo mejor en cuanto a la psicología del hombre para
aquellos que Samsara y Nirvana, tiempo y eternidad son uno y lo mismo. Estas escuelas
enseñan que el conocimiento del sendero espiritual en su plenitud y elevación es a la vez
dentro y a través del mundo, así como en nuestras almas. Expresando que esta igualdad
es solamente posible para las almas espiritualmente avanzadas. Para el resto es solo un
dicho y si la llevan a la práctica les ocasionaría problemas. Pone como ilustración a “Los
Cuadros del Toro Amansado”, tan populares entre los budistas Zen.
El toro salvaje simboliza el yo no regenerado, pero que cuando es capturado, cambia su
dirección y cuando es amansado se transforma de negro en blanco. La regeneración hace
que el toro se desvanezca y solo quede “La orbita de la luna llena” que simboliza la
mente, la totalidad, y la base. Pero esto no es lo ultimo que sucede, al final el pastor
regresa al mundo de los hombres, montado en la espalda del toro, y porque ahora ama es
capaz de identificarse con el objeto de su amor y puede hacer lo que el quiera, porque lo
que el quiere es idéntico a lo que la naturaleza de las cosas quieren. Para el hay completa
reconciliación entre lo evanescente y lo eterno. Sin embargo, el que aun no ha alcanzado
este estado, el sendero es de doble filo; de un lado está el rechazo y el escape y del otro la
aceptación y el gozo de cosas que solo representan símbolos.
Al final de ‘Los cuadros del Toro amansado’se comenta:
Más allá del último límite se extiende un pasaje
Por el cual el regresa a los seis estados de existencia
Cualquier asunto mundano es un trabajo a favor del Buda
Y a donde quiera que vaya encuentra la atmósfera de su hogar
Como una joya en medio del fango
Como un oro puro brillando desde la hoguera
A lo largo del camino sin fin (vidas y muertes) el camina suficientemente dentro de si mismo
Y en todas las circunstancias se mueve tranquilo y sin apegos.
Aquí volvemos a recordar a Annie Besant cuando en su libro “la Doctrina del Corazón”
dijo: El verdadero ocultista, mientras es severo en juzgarse a si mismo; es sin embargo el
mas amable de todos los amigos y el ayudante más gentil. Pero para poder ser de esta
manera el practicará esta gentileza y simpatía hacia todos, sin excepción. El más
repelente, el más estúpido, debe sentir que en él tiene a un amigo.
Luego declara: “El amor en los planos superiores reposa en la serena altura del gozo, y
nada puede producir una sombra en su pura eminencia”
Es maravilloso como los poderes de la sombra parecen desaparecer de un solo soplo con
la riqueza de los tesoros espirituales acumulados por años de pena, cuidado e incesante
estudio y experiencia. Es maravilloso, porque después de todo esto es una ilusión, y nos
encontramos tan pronto como la paz es restaurada, que la luz nos ilumina otra vez.
Comprendemos que jamás se perdió nada, que todos los tesoros están allí y que la
tormenta y las pérdidas son todas unas quimeras.
Eneida Carbonell.
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