Los volcanes submarinos son una fuente nutritiva de hierro

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Los volcanes submarinos son una
fuente nutritiva de hierro puro
El escaso polvo de mineral es clave para que la vida surja en el agua
MALEN RUIZ DE ELVIRA - Madrid - 04/03/2009
Mientras prosigue el experimento Lohafex para estudiar los efectos de la fertilización con
hierro de las aguas superficiales oceánicas, los científicos han encontrado una nueva fuente
de hierro en el mar, y está en su mismo fondo. El polvo de hierro es el nutriente más escaso
y clave para la vida marina.
Mientras prosigue el experimento Lohafex para estudiar los efectos de la fertilización con
hierro de las aguas superficiales oceánicas, los científicos han encontrado una nueva fuente
de hierro en el mar, y está en su mismo fondo. El polvo de hierro es el nutriente más escaso
y clave para la vida marina. Llega a los océanos por los ríos o en el polvo procedente de los
continentes, pero también, sorprendentemente, flota hacia la superficie desde el fondo, en
el material que surge de las fuentes termales oceánicas. Hasta ahora se suponía que el
hierro de este origen, similar en cantidad al de los ríos, se precipitaba en el fondo marino
como mineral.
El descubrimiento, publicado en Nature Geoscience, se ha hecho al tomar muestras de una
cordillera volcánica en el Pacífico Este. Los investigadores hallaron que los compuestos
orgánicos (con carbono) de las emisiones submarinas capturan hierro y que este hierro no
se oxida, informa la Fundación Nacional para la Ciencia (NSF) de Estados Unidos, que
señala que, para los científicos, encontrar hierro brillante en el océano fue como sacar una
esponja seca de un baño. "Todo lo que sabemos sobre las propiedades químicas del hierro
nos dice que debería de estar oxidado", dice Katrina Edwards, de la Universidad del Sur de
California. Los organismos acuáticos metabolizan el hierro puro mucho mejor que en su
forma oxidada, explica Edwards, si bien es verdad que no se conoce el volumen de esta
nueva fuente nutritiva.
"Una cuestión importante es en qué medida en todo el hierro del mundo se produce una
oxidación catalizada por bacterias en vez de la habitual, o se mantiene puro", recuerda Don
Rice, de la NSF.
La fertilización con hierro del plancton (los microorganismos marinos) se quiere estudiar
como posible vía para acelerar la captura de carbono de la atmósfera y luchar así contra el
cambio climático. Sería algo similar al abono con nitrógeno de las cosechas que llevó a un
gran aumento de su rendimiento en el siglo XX. Sin embargo, esta técnica, que pretende
lograr una mayor productividad biológica en el océano abierto, es criticada por los que
temen que una intervención así en la naturaleza tenga consecuencias perjudiciales.
El fitoplancton (microorganismos similares a las plantas) utiliza la luz solar para
alimentarse a través del proceso de fotosíntesis, mediante el cual también captura dióxido
de carbono, el principal gas de efecto invernadero. Una parte de este carbono se hunde y se
mantiene secuestrado en el océano profundo y en los sedimentos del fondo del mar, aunque
se desconoce cuanto tiempo permanece fuera de la circulación.
De hecho, el inicio del experimento de fertilización oceánica con polvo de hierro Lohafex,
en el Atlántico sur, fue retrasado unos días debido a las protestas ecologistas. Desde
entonces, los trabajos en el buque oceanográfico Polarstern van a buen ritmo, confirmó el
pasado viernes desde el barco Victor Smetacek, codirector científico del experimento. "La
zona que hemos fertilizado se mantiene dentro del remolino que elegimos y estamos ya en
la cuarta semana de estudio de los procesos que tienen lugar", explicaba por correo
electrónico.
Lohafex es un proyecto conjunto de Alemania, India y Chile y en la expedición, además de
los científicos de estos países, participan dos españoles y tres italianos. Según Smetacek, la
convivencia es muy buena, aunque algunas veces los científicos están muy cansados de los
turnos incesantes: "Entonces llega una tormenta y, como no podemos trabajar, dormimos".
A falta de resultados definitivos, los científicos explican en la página web del Instituto
Alfred Wegener (www.awi.de) las primeras observaciones realizadas, especialmente sobre
cuáles son los géneros de fitoplancton que responden antes a la fertilización y cómo
interactúan con otros grupos en lo que Smetacek y el codirector indio Wajih Naqvi, llaman
su "jardín experimental".
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