¿Qué es la Instrucción Directa? Se emplea el término "instrucción directa" para referirse a un patrón didáctico que consiste en explicar un nuevo concepto o habilidad a un grupo numeroso de estudiantes, sometiendo a prueba su comprensión por medio de la práctica dirigida por el docente (esto es, la práctica controlada) y estimulándolos a continuar esa práctica bajo la guía del docente (práctica guiada). Antes de presentar y explicar el nuevo material, es conveniente establecer un marco de referencia para la lección y preparar a los alumnos con respecto a dicho material. Los comentarios preliminares estructurados por el docente pueden tomar varias formas, entre las que se incluyen: Las actividades preliminares que sacan a la luz las estructuras de conocimiento pertinentes que ya poseen los alumnos (Anderson, Evertson y Brophy, 1979), tales como examinar el trabajo del día anterior (Rosenshine, 1995). Analizar el objetivo de la lección. Proporcionar directivas claras y explícitas sobre el trabajo a realizar. Comunicar a los estudiantes los materiales que emplearán y las actividades que se llevarán a cabo durante la lección. Proporcionar un cuadro panorámico de esta. Una vez establecido el encuadre de aprendizaje, se inicia la instrucción presentando el nuevo concepto o habilidad. Que el alumno tenga éxito en el aprendizaje del nuevo material depende, en gran medida, de la calidad y exhaustividad de la explicación inicial del docente. La explicación es seguida por un análisis mediante el cual el docente verifica la comprensión del nuevo concepto o habilidad por parte del estudiante. Los docentes eficientes, a diferencia de los que lo son menos, hacen más preguntas para verificar la comprensión del estudiante (Rosenshine, 1985). Otros aspectos de la conducta eficaz del docente en lo que respecta a los interrogatorios dentro de los enfoques de la enseñanza directa son: Hacer preguntas convergentes en cuanto opuestas a las divergentes (Rosenshine, 1971, 1986). Asegurarse de que todos los estudiantes tengan la oportunidad de responder. Dedicar gran parte del tiempo (del 75% al 90%) a hacer preguntas del “alcance” de los estudiantes (Rosenshine, 1985). Evitar las preguntas no académicas durante la enseñanza directiva (Rosenshine, 1985; Soar, Soar y Ragosta, 1971). Una vez que el alumno contestó la pregunta formulada por el docente, éste debe dar una realimentación inmediata sobre la respuesta y para que sea eficaz, esta realimentación debe ser académica, correctiva, respetuosa y justa. Los buenos docentes no dejan pasar los errores ni tampoco se limitan a dar la respuesta correcta a quienes contestaron de forma indebida. Emplean técnicas para corregir las respuestas o bien enseñan nuevamente el material. Por otra parte los docentes eficientes mantienen un ritmo vivaz durante la actividad expositiva. ¿Cúales son sus rasgos prominentes? La instrucción directa tiene sus orígenes teóricos en la familia de los conductistas, especialmente en el pensamiento de los psicólogos del entrenamiento y de los psicólogos de la conducta. Los primeros hacen hincapié en el diseño y en la planificación de la enseñanza y los segundos subrayan la interacción entre docentes y alumnos. La enseñanza directiva desempeña un papel limitado pero importante en todo programa comprensivo de educación. Sus rasgos más prominentes son: El interés centrado en lo puramente académico: significa que se concede la máxima prioridad a la asignación y finalización de las tareas escolares. Durante la enseñanza, se subraya la actividad académica y se desaprueba el empleo de materiales no académicos y la interacción entre el estudiante y el docente cuya finalidad no sea estrictamente académica. La dirección y el control de ejercicios por parte del docente: se concreta cuando éste selecciona y conduce las tareas de aprendizaje, asume en toda ocasión un papel central durante la enseñanza y reduce a un mínimo las conversaciones no académicas del estudiante. Las elevadas expectativas con respecto al progreso del alumno: esperan más de sus estudiantes en términos de cantidad y calidad de trabajo. Un sistema de administración: maximizar el tiempo de aprendizaje académico (TAA) del estudiante constituye la meta primordial de la enseñanza directa. Una atmósfera afectiva relativamente neutra: existen pruebas sustanciales de que los sentimientos negativos impiden el progreso de los estudiantes por lo cual los docentes deben crear un centro de interés académico y evitar prácticas negativas tales como criticar la conducta del alumno. La investigación, sin embargo, no es tan clara en cuanto al papel desempeñado por los sentimientos positivos en el rendimiento de los estudiantes. ¿Qué principios aseguran la eficacia de la práctica? Como su nombre lo indica, el “corazón” de esta estrategia de enseñanza reside en sus actividades prácticas. La bibliografía sobre el tema destaca seis principios que aseguran la eficacia de la práctica. Primer principio, corresponde al del modelado. La meta de toda práctica es el dominio, es decir, la capacidad de ejecutar una habilidad de modo independiente y sin cometer errores. Cuando se ciñe al principio de modelado, el docente impulsa al estudiante a través de la práctica brindándole diferentes niveles de asistencia: altamente estructurada, cuasi independiente o guiada e independiente. Esta progresiva independencia en la práctica tiene por objeto brindar un apoyo adecuado al estudiante hasta que éste logre un alto grado de independencia. Segundo principio, concierne a la duración de cada sesión de práctica. La investigación indica que, en líneas generales, cuanto más se ejercita una habilidad, más se tarde en olvidarla. En este aspecto, el principio general es el siguiente: los periodos de prácticas breves, intensos y altamente motivados producen más aprendizaje que un número menor de períodos más prolongados. Tercer principio, consiste en la necesidad de monitorear la etapa inicial de la práctica, pues una ejecución incorrecta en esta etapa interferirá, indudablemente, en el aprendizaje. Los alumnos necesitan realimentación correctiva para evitar que los procedimientos inadecuados se fijen en su memoria. Cuarto principio, es hacer que los estudiantes se desempeñen en un nivel de exactitud del 85 al 90% en la práctica actual, antes de avanzar al próximo nivel. Quinto principio, corresponde a la práctica distribuida o sesiones de práctica múltiple escalonadas durante un cierto tiempo. Si no se halla reforzada por la práctica, el 80% de la información se olvidará en veinticuatro horas. Sexto principio, incumbe a la cantidad de tiempo óptimo entre sesiones de práctica. Según la norma general, las sesiones de práctica deben ocurrir con más frecuencia al comienzo del aprendizaje, una vez que éste se desenvuelve en un nivel independiente, las sesiones pueden espaciarse cada vez más. ¿Cuáles son las fases de este modelo de enseñanza? El modelo de enseñanza directiva se compone de cinco fases de actividad: Preparación, Presentación, Práctica Estructurada, Práctica Guiada y Práctica Independiente. Fase uno: corresponde a la orientación y en ella se establece el esquema conceptual de la lección. Se requieren tres pasos de especial importancia para lograr el cometido de esta fase: 1) El docente determina el propósito de la lección y el nivel de realización. 2) El docente describe el contenido de la lección y su relación con los conocimientos previos. 3) El docente analiza los procedimientos requeridos de la lección. Fase dos: corresponde a la presentación, el docente explica el nuevo concepto o habilidad y proporciona demostraciones y ejemplos. Fase tres: corresponde a la práctica estructurada, el docente conduce a los alumnos a través de los ejemplos prácticos, trabajando cada uno de los pasos del problema gradualmente y de una forma estructurada, tal como aparece en la RVT (representación visual de la tarea). Fase cuatro: corresponde a la práctica guiada, da a los estudiantes la oportunidad de ejercitarse por cuenta propia mientras el docente se halla todavía en el entorno. Fase cinco: corresponde a la práctica independiente, esta es la última fase del modelo de enseñanza directa. Comienza cuando el alumno ha logrado un nivel de exactitud del 85 al 90% en la práctica guiada. Su propósito es reforzar el nuevo aprendizaje para garantizar la retención e incrementar el dominio del material. En la práctica autónoma, los estudiantes se ejercitan por sí solos, sin la asistencia del docente y con una realimentación diferida. Sugerencias para el empleo de ID en niveles básicos El objetivo de la Instrucción Directa es el dominio de las destrezas básicas: lectura y matemáticas. 1. Aproximadamente dos terceras partes del tiempo de clase deberá ser dedicado a lectura, aritmética y lengua; aproximadamente un tercio deberá ser consagrado a la lectura de relatos, estudios sociales, ciencias, arte, música y/o tareas individuales. 2. Los alumnos deberán recibir la mayor parte de su instrucción en pequeños grupos de cinco a ocho miembros, que puedan manejar eficazmente el mismo material a idéntico ritmo. 3. Los alumnos habrán de sentarse en semicírculo frente a un rincón, dando la espalda al resto del aula. Cuando trabajen con un grupo determinado, los profesores habrán de dar la espalda al rincón de forma que pueda observar a toda la clase. 4. Las nuevas destrezas habrán de ser presentadas en pequeñas etapas, primero a través de la modelación, luego haciendo que los alumnos reciten con los profesores y finalmente permitiendo que los alumnos se expresen solos. 5. El ritmo ha de ser rápido y en cada lección los alumnos habrán de contar con muchas oportunidades de responder. 6. La mayoría de las respuestas deben ser corales, proporcionando a todos los alumnos la práctica. No debe singularizarse a un alumno cuando cometa un error, sino que todo el grupo tendrá que repetir la respuesta hasta que sea correcta la de cada uno de sus miembros. 7. Aproximadamente durante una tercera parte del tiempo deberá solicitarse respuestas de cada uno de los alumnos aisladamente, de manera tal, que el profesor se asegure de que todos han dominado la tarea. 8. Las respuestas de los alumnos serán primeramente corregidas mediante la modelación de la respuesta adecuada, luego encabezando al grupo para que proporcione la respuesta oportuna y finalmente mediante la respuesta del propio grupo. El esquema modelación-encabezamiento-prueba deberá ser repetido tantas veces como resulte necesario. Cabe recurrir también al empleo de indicios. 9. El refuerzo aparecerá bajo la forma de elogios y también a través de fichas (canjeables por premios y privilegios). 10. Mediante tests frecuentes y el trabajo diario por escrito se vigilará el progreso de cada uno de los alumnos. Bibliografía http://instrucciondirecta.blogspot.com.ar/