Novedades introducidas por la Ley 42/2015 de 5 de octubre, de

Novedades introducidas por la Ley 42/2015 de 5 de octubre, de reforma de
la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil: modificación del
régimen de prescripción de las acciones
El 6 de octubre se ha publicado en el Boletín Oficial de
Estado la Ley 42/2015, de 5 de octubre, que reforma no
sólo la Ley de Enjuiciamiento Civil, sino también otras
normas, entre ellas el Código Civil y, más concretamente,
el régimen de la prescripción de las acciones personales.
1.
Introducción
La Ley 42/2015, de 5 de octubre, de reforma de la Ley
1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil (en adelante,
Ley 42/2015), se centra en: 1) la implantación de las nuevas
tecnologías en la Administración de Justicia; 2) la figura del
Procurador en el proceso de modernización de la Justicia; 3)
la modificación del juicio verbal con la finalidad de reforzar las
garantías derivadas del derecho a la tutela judicial efectiva; 4)
la adaptación de la ley a la Sentencia del Tribunal de Justicia
de la Unión Europea, de 14 de junio de 2012, relativa al
examen de oficio de las cláusulas abusivas en el
procedimiento monitorio; 5) la actualización del régimen de
prescripción de las acciones; y 6) la modificación de la Ley
1/1996, de 10 de enero, de asistencia jurídica gratuita, con el
objeto de adecuarla a la realidad actual.
"1. La acción hipotecaria prescribe a los veinte años.
2. Las acciones personales que no tengan plazo especial
prescriben a los cinco años desde que pueda exigirse el
cumplimiento de la obligación. En las obligaciones
continuadas de hacer o no hacer, el plazo comenzará cada
vez que se incumplan."
Así, se mantiene el plazo de veinte años para la acción
hipotecaria, reduciéndose, sin embargo, el plazo de las
acciones personales, que pasa de quince a cinco años.
Por otra parte, se establece una previsión en cuanto al dies a
quo: dicho plazo empezará a contar desde que pueda
exigirse el cumplimiento de la obligación o en el caso de
obligaciones continuadas de hacer o no hacer, cada vez que
estas se incumplan.
3.
Implicaciones prácticas de la reforma: régimen
transitorio
La cuestión que surge inmediatamente es: ¿qué sucede con
las acciones nacidas con anterioridad a la reforma?
Si bien se trata de una reforma relevante en diversos
aspectos, debemos centrar nuestra atención, por su
importancia y por su transcendencia práctica, en la llamada
"actualización del régimen de prescripción" que acomete la
citada reforma.
Pues bien, tal cuestión es tratada por la Ley 42/2015, si bien
con menos claridad de la que sería deseable al tratarse de
una cuestión de notable trascendencia para el tráfico jurídico,
cual es el plazo de prescripción para el ejercicio de las
acciones personales.
2.
En este sentido, encontramos una primera contradicción
entre la Exposición de Motivos y la Disposición Transitoria
Quinta de la Ley 42/2015. Señala la Exposición de Motivos:
Modificación del artículo 1964 del Código Civil
La reforma del régimen de prescripción tiene como objetivo,
según la Exposición de Motivos de la Ley 42/2015, obtener
"un equilibrio entre los intereses del acreedor en la
conservación de su pretensión y la necesidad de asegurar
un plazo máximo".
De esta forma, la Ley 42/2015, que a los efectos que nos
ocupan entra en vigor al día siguiente de su publicación en el
BOE, modifica el artículo 1964 del Código Civil, cuya nueva
redacción es la siguiente:
"La disposición transitoria relativa a esta materia permite la
aplicación a las acciones personales nacidas antes de la
entrada en vigor de esta Ley, de un régimen también más
equilibrado, surtiendo efecto el nuevo plazo de cinco
años."
De lo anterior podría concluirse -erróneamente- que el nuevo
plazo de cinco años se aplica retroactivamente a todas las
acciones personales nacidas antes de la entrada en vigor de
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la Ley 42/2015. Esta interpretación implicaría, sin embargo,
que, a partir de la entrada en vigor de la norma, todas las
acciones de esta naturaleza nacidas hace más de cinco años
habrían prescrito automáticamente.
No obstante, la Disposición Transitoria Quinta señala que:
"El tiempo de prescripción de las acciones personales que no
tengan señalado término especial de prescripción, nacidas
antes de la fecha de entrada en vigor de esta Ley, se regirá
por lo dispuesto en el artículo 1939 del Código Civil."
4.
Conclusiones
La Ley 42/2015 ha modificado de forma sustancial el régimen
de prescripción de las acciones personales, reduciendo el
plazo de quince a cinco años y estableciendo un régimen
transitorio que supone, en cierta forma y tal y como se puso
de manifiesto durante su tramitación parlamentaria, una
retroactividad impropia, al aplicarse la nueva norma a
aquellas situaciones nacidas con anterioridad a la vigencia de
la Ley 42/2015, pese a que, de conformidad con la normativa
anterior, aún restarían más de cinco años para la prescripción
de la acción.
Por tanto, debemos acudir a lo dispuesto en dicho precepto:
"La prescripción comenzada antes de la publicación de este
código se regirá por las leyes anteriores al mismo; pero si
desde que fuere puesto en observancia transcurriese
todo el tiempo en él exigido para la prescripción, surtirá
ésta su efecto, aunque por dichas leyes anteriores se
requiriese mayor lapso de tiempo."
Nuestro Tribunal Supremo ha tenido la oportunidad de
pronunciarse sobre este precepto, por ejemplo en la
Sentencia de la Sala Primera de 16 de noviembre de 1988,
aunque es más clara a estos efectos la Sentencia de la Sala
de lo Social de 25 noviembre de 1982, según la cual:
"(…) las acciones de prescripción nacidas, iniciadas, bajo la
normativa anterior, si tienen un plazo de mayor duración que
la norma posterior se computa aquél, más desde la fecha de
vigencia de la nueva normativa se acopla al plazo prescriptivo
posterior, (…)"
Por tanto, debe prestarse especial atención al cómputo de los
plazos de prescripción de las acciones personales tras la
reforma -respecto de aquellas acciones que surjan con
posterioridad a la entrada en vigor de la Ley 42/2015 y
también respecto de las nacidas con anterioridad-, tanto
cuando el objetivo sea interponer una reclamación frente al
deudor, como cuando se trate de articular una defensa
adecuada en un procedimiento instado por el acreedor.
En caso de que necesite más información, no dude en
contactar con:
Luis Alfonso Fernández
Socio, Seguros y Reaseguros
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Por tanto, cabe concluir que:
1) El plazo de prescripción de las acciones nacidas con
anterioridad a la entrada en vigor de la Ley 42/2015 se regirá
por las leyes anteriores (esto es, será de quince años); y
2) No obstante, la acción prescribirá en todo caso
pasados cinco años desde la entrada en vigor de la Ley
42/2015, y ello pese a que existiera un plazo mayor de
conformidad con la anterior regulación.
Teresa Repullo Conde
Asociada, Seguros y Reaseguros
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De lo anterior se desprenden dos posibles escenarios:
-
Que la acción naciera con anterioridad a la entrada en
vigor de la Ley 42/2015 y resten menos de cinco años
para su prescripción, en cuyo caso, resultaría de
aplicación la regulación anterior a la reforma, no
viéndose afectado el plazo en modo alguno.
-
Que la acción naciera con anterioridad a la entrada en
vigor de la Ley 42/2015, pero resten más de 5 años para
su prescripción, en cuyo caso, de conformidad con el
artículo 1939 del Código Civil, la acción prescribiría a los
cinco años de la entrada en vigor de la Ley 42/2015,
pese a que existiera, según la normativa anterior, un
plazo mayor.
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