252-D-2012 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las once horas y treinta minutos del veintiuno de febrero de dos mil trece. VISTO el incidente de competencia negativa suscitado entre la Jueza Tercero de Menor Cuantía de esta ciudad y el Juez de lo Civil de Soyapango, a fin de que esta Corte determine el Tribunal que debe conocer del Proceso Ejecutivo Mercantil, promovido por el Licenciado RONALD MESRAÍN R. G., actuando en su calidad de Apoderado General Judicial del FONDO DE SANEAMIENTO Y FORTALECIMIENTO FINANCIERO, Institución de Crédito, contra la señora ÁNGELA J. R. DE G., reclamándole cantidad de dinero y accesorios. VISTOS LOS AUTOS; Y, CONSIDERANDO: I.-El Licenciado R. G., en la calidad mencionada, presentó demanda la que fue asignada al Juzgado Tercero de Menor Cuantía de esta ciudad, en la cual manifestó en síntesis lo siguiente: que la Institución crediticia de quien es mandatario, concedió el doce de agosto de mil novecientos noventa y ocho a la señora ÁNGELA J. R. DE G., en calidad de mutuo la cantidad de VEINTE MIL COLONES equivalentes a DOS MIL DOSCIENTOS OCHENTA Y CINCO DÓLARES CON SETENTA Y UN CENTAVOS DE DÓLAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA, al interés del VEINTIUNO POR CIENTO ANUAL sobre saldos, a partir del doce de agosto de mil novecientos noventa y ocho, y en caso de mora la deudora se obligó a pagar a FIGAPE CUATRO por ciento mensual sobre saldo de capital en mora, a partir de la primera cuota en mora; ésta obligación fue garantizada con primera hipoteca a favor de FIGAPE sobre un inmueble urbano, marcado con el número uno, del polígono "A", situado en la comunidad Once de Septiembre de la jurisdicción de Ilopango, departamento de San Salvador; y siendo que la señora Angela J. R. de G., no cumplió con la obligación que incorpora el préstamo relacionado, tiene pendiente de pago en el préstamo en concepto de capital la cantidad de UN MIL NOVECIENTOS TREINTA Y DOS DÓLARES CON UN CENTAVO DE DÓLAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA, más los intereses convencionales pendientes de pago desde el tres de julio de mil novecientos noventa y nueve, más los intereses moratorios del CUATRO POR CIENTO ANUAL adicional, a partir del día trece de agosto de mil novecientos noventa y nueve en adelante, más costas procesales todo hasta su completo pago, por lo que en virtud de instrucciones precisas de su mandante promovía el proceso de mérito. II.- La Jueza Tercero de Menor Cuantía de esta ciudad, por resolución de las ocho horas treinta minutos del veintidós de mayo de dos mil doce, a folios 18, en lo sustancial resolvió, que el abogado de la parte demandante estableció en su escrito inicial que el domicilio de la demandada es el de San Salvador, aún cuando se ha señalado para que se le notifique una dirección que corresponde al municipio de Ilopango; por otra parte, destaca que el bien inmueble objeto del contrato de mutuo se ubica coincidentemente con el lugar establecido en la demanda para emplazar a la demandada, por lo cual debe valorarse cuál es el verdadero domicilio, a efecto de ello trae a cuento el concepto de domicilio consistente en la residencia acompañada real o presuntivamente del ánimo de permanecer en ella, de lo que se desprende, el requisito del ánimus, como voluntad de permanecer establemente en el lugar, que en realidad se reduce a una interpretación del vivir o habitar, no es un elemento independiente del hecho material de la residencia; para sustentar su análisis cita jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, mediante la cual se establece que en el documento de mutuo se relaciona un inmueble que coincide con la dirección del domicilio que se presenta en la demanda, por tanto, se considera como su domicilio. Agrega, que a pesar de haberse dicho en la demanda que la señora R. de G. es del domicilio de San Salvador, su residencia la tiene en la misma dirección donde se encuentra el inmueble dado en garantía, es decir, la ciudad de Ilopango, departamento de San Salvador, asimismo hace notar que en el documento base de la pretensión se estableció como domicilio especial el de San Salvador, sin embargo es un acto unilateral, y en razón de ello no surte efecto. Añade, que la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia se ha pronunciado sobre que el domicilio del demandado como criterio para establecer la competencia territorial es reflejo de garantizar el derecho de defensa del demandado a través del acceso a la justicia, lo que implica acercar el juzgado a las proximidades del demandado, en consecuencia al no ser la demandada del domicilio de ésa ciudad, sino del de Ilopango, resulta ser competente para conocer de la demanda el Juzgado de lo Civil de Soyapango, por lo anterior se declara incompetente para conocer del proceso en razón del territorio y lo remitió al Juzgado de lo Civil de Soyapango. III.- El Juez de lo Civil de Soyapango, mediante auto de las doce horas cuatro minutos del treinta de agosto de dos mil doce, a folios 28, copió textualmente los argumentos de la Jueza Tercero de Menor Cuantía de esta ciudad, quien inicialmente se declaró incompetente, y al respecto expresó, que el Art. 33 del CPCM, establece será competente por razón del territorio, el tribunal del domicilio del demandado, y si no tuviere domicilio en el territorio nacional será competente el de su residencia, asimismo es competente el juez a cuya competencia se hayan sometido las partes por instrumentos fehacientes; de tal manera ese precepto en su inciso primero relaciona la regla general de competencia territorial, que a su vez motivó a la parte actora a interponer su demanda ante un Tribunal que era competente en razón del territorio, en vista que tanto en la demanda como en el documento base de la pretensión, la demandada es del domicilio de San Salvador. También manifiesta que comparte el criterio sostenido por la Corte Suprema de Justicia en cuanto a facilitarle los servicios de administración de justicia a sus destinatarios, acercando la justicia al domicilio del demandado; pero no comparte el razonamiento de la jueza remitente pues tomó en primer lugar como criterio de competencia la residencia del demandado, siendo éste una regla especial, para sustentar su tesis cita textualmente jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, mediante la cual se ha determinado que cuando el actor manifiesta el domicilio del demandado, no debe tomarse la residencia como criterio para fijar la competencia territorial, pues no toda residencia implica domicilio, y la determina en el supuesto que el demandado no tuviere domicilio en territorio nacional. En vista de ello declara improponible la demanda por ser incompetente en razón del territorio y la remitió a esta Corte a fin de que decida a quién le corresponde conocer. IV.- Los autos se encuentran en este Tribunal para dirimir el conflicto de competencia suscitado entre la Jueza Tercero de Menor Cuantía de esta ciudad y el Juez de lo Civil de Soyapango. Analizados los argumentos expuestos por dichos funcionarios, este Tribunal hace las siguientes CONSIDERACIONES: La primera de los funcionarios relacionados declinó su competencia en razón del territorio argumentando que la demandada tiene su residencia en la misma dirección señalada para emplazarle y que coincide con el inmueble objeto de la garantía hipotecaria, por ende concluye que es del domicilio de Ilopango, departamento de San Salvador; por su parte el segundo manifestó que es incompetente también en razón del territorio a cuenta de haberse establecido en la demanda por parte del actor que el domicilio de la demandada corresponde a la ciudad de San Salvador. De la demanda agregada a fs.1, se infiere que la demandada es del domicilio de San Salvador; elemento que resulta suficiente y determinante para el examen oficioso de la competencia de parte del Juzgador. Además, el actor llanamente ha dicho cuál es el domicilio de la demandada, por ello se entiende presentó su demanda ante la oficina de Recepción y Distribución de Documentos de ésta ciudad, posteriormente asignada al Juzgado Tercero de Menor Cuantía también de esta ciudad, quien tiene atribución para conocer dentro del ámbito territorial de dicho municipio. En esa virtud, no se comparte la decisión de la Jueza relacionada supra, pues como se ha dicho en reiteradas ocasiones por esta Corte, no se puede presumir que el lugar señalado para citar, notificar y emplazar al demandado constituya la residencia del mismo, por el hecho de coincidir con la dirección del inmueble gravado con garantía hipotecaria por parte de la deudora demandada, pues la residencia es el asiento de hecho de una persona, donde ordinariamente vive; por tanto, de los hechos proporcionados por la parte actora no se puede inferir tal circunstancia, y aunque así lo fuera, el lugar señalado para citar, notificar y emplazar al demandado no hacen derivar competencia territorial, ésta fija competencia territorial en el supuesto que el demandado no tuviere domicilio en el territorio nacional. Art. 33 Inc. 1° CPCM. En ese orden de ideas, es imprescindible manifestar que no existe excepción a la regla general de competencia en razón del territorio, establecida en el Art. 33 inc. 1° CPCM, la cual señala que será competente por razón del territorio, el Tribunal del domicilio del demandado. Cabe abonar, que la disponibilidad de la competencia territorial es prerrogativa de la parte demandada, a quien corresponderá controvertir tal situación y denunciar la falta de aquélla de conformidad al Art. 42 Inc. 1° CPCM. Por lo antes expuesto, se concluye que la competente para conocer y decidir el caso de autos, es la Jueza Tercero de Menor Cuantía de esta ciudad; y así se resolverá. POR TANTO; de acuerdo a las razones expuestas, disposiciones legales citadas y Arts. 182 atribución 2ª y 5ª de la Constitución y 47 inc. 2° CPCM., a nombre de la República, esta Corte RESUELVE: A) Declárase que es competente para sustanciar y decidir el proceso de que se ha hecho mérito, la Jueza Tercero de Menor Cuantía de esta ciudad (Jueza 2); B) Remítanse los autos a dicha funcionaria, con certificación de esta sentencia, a fin de que disponga el llamamiento a las partes para que comparezcan a hacer uso de sus derechos en el término legal correspondiente; C) Comuníquese esta resolución al Juez de lo Civil de Soyapango, para los efectos de ley. HAGASE SABER. J. B. JAIME.---------E. S. BLANCO R.-----------O. BON F.-------M. REGALADO.--------R. M. FORTIN H.--------D. L. R. GALINDO.----------DUEÑAS.----------E. R. NUÑEZ.-------J. R. ARGUETA.--------RICARDO A. MAGISTRADOS Y ZAMORA.---------PRONUNCIADO MAGISTRADAS QUE LO POR LOS SUSCRIBEN.--------S. RIVAS AVENDAÑO.----------RUBRICADAS.