ESTUDIO SOBRE LA PRIMERA EPÍSTOLA DE SAN PEDRO Por DANIEL CABARCOS 10ª PARTE: VERSÍCULOS 2:18 - 2:25 1 Pedro 2:18.“Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar.” En los textos siguientes se concreta más el tema anterior sobre el orden social y se lleva a la relación entre siervos y amos para no subvertir el orden social imperante aun cuando pueda albergar ciertas injusticias, puesto que cualquier intento de subvertir dicho orden por la fuerza, pondría en peligro la causa cristiana (Ga.3:28). Ella debe ser la prioridad en la vida del creyente; todo lo demás es secundario. Pedro apela aquí al sufrimiento por la causa en base a que Cristo también sufrió por nuestra causa para nuestro bien. OIKETEIA = SIERVOS, palabra que denota el servicio de la casa (Lacueva traduce ‘criados’). ESTAD SUJETOS = HUPOTASSO, verbo que ya hemos visto en el v.13. Es un término militar que significa someterse, obedecer, subordinar, etc., y se usa aquí para definir el respeto y la subordinación a los AMOS = DESPOTES, palabra que denota uno que tiene posesión absoluta, que ejerce el poder sin control alguno, como tenían en el siglo I los amos sobre los siervos. Este sometimiento con todo temor (FOBÔ), no solo debía ser hacia los BONDADOSOS = AGATHOS, adjetivo con el que se describe al que es bueno de carácter y en sus efectos, y a los AFABLES = EPIEKÊS, palabra que significa ajustado, adecuado y de ahí el equitativo justo, paciente; sino que se debían someter de igual modo a los ASPEROS o INSOPORTABLES = SKOLIOS, palabra que se emplea para designar algo combado, torcido y que aquí se usa metafóricamente para designar a los amos tiránicos y difíciles de soportar. En mi opinión, no se trata aquí de defender la esclavitud, sino de tener una actitud de interés por la causa cristiana antes incluso de los intereses personales. Así parece darlo a entender el versículo siguiente. Los apóstoles no fomentaron la esclavitud pero sí condenaron el uso de medios ilegales para salir de ella, como por ejemplo, la revuelta social. Aunque animaron a obtener la libertad por medios legales (1 Co.7:21), animaron a aprovecharse de cualquier circunstancia legal que pudiera proporcionarles la libertad, pero ante todo estaba el interés de los demás, la solidaridad y la búsqueda de salvar a otras personas por medio del ejemplo aun renunciando a los propios intereses (Efe.6:5-8). Lo que podemos observar aquí claramente en estos y otros textos es que la causa cristiana estaba por encima de los intereses personales y que cualquier agravio o sufrimiento que como cristianos tengamos que soportar en nuestro peregrinaje, será gratificado con creces en nuestra patria celestial. El cristiano, al igual que el emigrante, sufre, trabaja, padece en condiciones adversas para labrarse un futuro mejor. 1 Pedro 2:19.“Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente.” Esta actitud de sufrir por la causa es recomendable, lleva gracia o merece aprobación delante de Dios. Cuando uno SOPORTA = HUPOPHERÔ, molestias o penalidades por causa de la conciencia ante Dios. El sufrimiento injusto debe ser entendido como una forma de compartir los padecimientos de Cristo, quien también padeció injustamente por nosotros (1 Pe.4:13). En mi opinión, cuando padecemos como cristianos, estamos, de alguna forma, poniendo freno, mermando la escalada de violencia y pecado en el mundo. La conciencia delante de Dios debe ser el motor de esta actitud. SUNEIDÊSIS, significa un conocimiento de uno mismo. En mi opinión, aquí esta haciendo referencia al conocimiento que como cristianos tenemos de la voluntad de Dios, de manera que lo ponemos en práctica por motivos de conciencia ante Dios (Ro.12:19-21). Cuando uno entiende que el sufrimiento y las restricciones por la causa son la voluntad de Dios, uno está obligado a ponerlo en práctica. La vida cristiana esta vinculada íntimamente a lo que dice 1 Pedro 2:9, a dar testimonio de Dios al mundo. 1 Pedro 2:20.“Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios.” Qué merito o gloria o buena reputación (KLEOS, que significa ‘lo que se oye’, de donde viene fama, mérito, reputación), hay en ser tratados con SEVERIDAD (KOLIPHAZÔ = golpear con el puño), por pecar y SOPORTARLO = HUPOMONE, palabra que también encontramos en Stg.1:12 y que significa paciencia, perseverancia, sobrellevar algo. La idea aquí es: ¿qué mérito alberga el soportar el castigo que se merece? Más bien, ¡no hay mérito alguno en ello! Es una justa retribución por los propios actos. Pero si tenemos esa misma actitud de perseverancia cuando padecemos por hacer el bien, esta actitud es meritoria o halla gracia ante Dios (1 Pe.3:17). ¿Por qué es un mérito sufrir por hacer el bien? Creo que porque se trata de imitar a Cristo teniendo la capacidad de “ver más allá”, de superar lo inmediato, tal y como nos dejó Cristo como ejemplo (Fil.2:5-8). Él soportó el sufrimiento por hacer el bien, poniendo nuestros intereses antes que los suyos, y eso agrada a Dios, halla gracia ante sus ojos (Fil.2:9-11). 1 Pedro 2:21.“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;” En este versículo se nos da otro motivo de por qué debemos estar dispuestos a soportar el sufrimiento por hacer el bien. Dice que para esto hemos sido llamados, KALEO: este verbo es usado por Pedro y por Pablo en el sentido de vocación divina. Dios ha llamado, elegido, entresacado a unas personas para librarlas de las ataduras del mundo y para que desarrollen una serie de funciones. Este llamamiento tiene un propósito determinado como vemos en este texto y también en 1 Pe.1:2, 14-15; 2:9 y Hch.14:22. El hecho de que Cristo padeciera por nosotros, nos obliga a imitarle, a tener el mismo sentir o mentalidad (FRONEÔ), que él tuvo. Como veíamos en Fil.2:5, Cristo con su sufrimiento y muerte cambió el mundo. Al sufrir por hacer el bien, los cristianos damos ejemplo – testimonio de que la mentalidad imperante del mundo pecador puede ser cambiada, que hay una alternativa a la escalada de pecado y violencia. En definitiva, con este ejemplo, expresamos con actos la voluntad de Dios para que el mundo tenga conocimiento de Ella. Se amplía esta idea en 1 Pe.4:1,13. Con su sufrimiento, Cristo nos dejó ejemplo a seguir, a imitar. HUPOGRAMMOS: esta palabra significa literalmente “un bajo – escrito”, “escribir debajo” y se aplica a las letras o trazos que se escriben para que las copien los escolares. Acordaros de aquellas caligrafías de Rubio que tenían una letra modelo y que de niños debíamos escribir debajo imitando aquél tipo de letra, aprendiendo así a escribir. La idea que se pretende transmitir con esto es que los sufrimientos, la vida de Cristo durante su estancia en este mundo es como una caligrafía que Él dejó detrás de sí (HUPOLIMPANO), con el fin de que nosotros fuésemos imitando su biografía. Él es el modelo a seguir; su vida es el modelo a imitar. La vida de Cristo es nuestra caligrafía. Él dejó su vida detrás de si escrita en la Biblia por el testimonio de testigos presenciales (1 Jn.1:1), a modo de pisadas para que las siguiéramos, del mismo modo que en una caligrafía se imita la letra modelo. Se utiliza aquí una palabra, EPAKOLOUTHEÔ, que significa “ser seguidor” o compañero, expresando unión, semejanza y camino, de ahí uno que va por el mismo camino ya empezado por otro, de aquí lo de seguir las huellas, pisadas o el rostro de Cristo (1 Jn.2:6). 1 Pedro 2:22.“el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;” Sus pisadas, su ejemplo fue que sufrió, fue castigado sin motivo alguno, por hacer el bien. Pedro cita aquí Is.53:9. Cristo no hizo pecado; dice literalmente ni en su boca se halló engaño, DOLOS: esta palabra significa primariamente “cebo”, “trampa”, de ahí surgen los significados artificio, doblez. El verbo que aquí se usa HALLÓ = EURISKÔ, significa hallar, encontrar, descubrir, dándonos la idea de que la vida de Cristo fue y es aún hoy sometida a escrutinio pero resiste la prueba (Jn.19:4,6). Pedro sabía esto como testigo presencial (Mt.26:58-60). 1 Pedro 2:23.“quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;” En este versículo se pone como ejemplo la reacción de Jesús al ultraje y al padecimiento, remitiendo su causa a Dios como juez último y supremo. La palabra usada aquí es LOIDOREÔ que denota agraviar, insultar. Cuando esto sucedía, Él no respondía con agravios o insultos (ANTILOIDOREÔ). Cuando padecía, no AMENAZABA = APEILEÔ, sino que confiaba en la justicia de Dios, cumpliendo así lo que se dice en Is.53:7 y Ro.12:19. Cristo llevó a cabo de forma perfecta su papel de siervo sufriente, obedeciendo en todo a Dios. 1 Pedro 2:24.“quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.” Este versículo ofrece unos datos sobre el versículo anterior, explicando el motivo del sufrimiento de Cristo: Él mismo LLEVÓ nuestros pecados: ANAFERÔ.- El verbo que aquí se usa está compuesto de la partícula ANA = arriba y el verbo FERÔ = conducir, llevar. Este verbo denota ofrecer, de ahí que se use del sacrificio de Cristo en He.7:27. Este verbo traduce en los LXX a un término técnico hebreo que significa sacrificar, ofrecer, en el sentido de soportar sufrimiento o culpa en lugar de otros. También significa alejar, expiar (Is.53:11-12). Jesús es la ofrenda perfecta por el pecado (He.9:28). El cuerpo de Cristo, su vida, es la ofrenda definitiva y la cruz es el altar en el cual se ofrece este sacrificio definitivo por el pecado. Hay un contraste claro aquí con el sacrificio por el pecado que se ofrecía en el AT el día de la expiación (YOM KIPPUR), y que realizaba el Sumo Sacerdote una vez al año. Hay a continuación una cláusula de propósito (PARA QUE). La muerte de Cristo tuvo muchos propósitos y uno de ellos es el que narra aquí: que los que nos beneficiamos de ella, muriéramos al pecado y viviéramos para la justicia. El verbo aquí usado, MURAMOS = APOGINOMAI, es un verbo compuesto de la partícula APO = que indica separación, apartarse de, y el verbo GINOMAI = venir a ser. Este venir a ser o a estar separados del pecado se traduce aquí como morir en contraste con vivir para la justicia, demandándose lo mismo que hemos visto en 1 Pe.1:16.- Adecuación de nuestra conducta al carácter de Dios. Cristo subió nuestros pecados a la cruz en su cuerpo, como ofrenda, el justo por los injustos, para que se operase la renovación del ser humano a través de este sacrificio. Pablo explica esto mismo con más detalle en Ro.6:1-14. Se cita a continuación Is.53:5.- sus heridas nos sanaron espiritualmente. Esta palabra HERIDA = MÔLÔPS significa magulladura, hematoma, ‘herida producida por un azote’. Pablo está aquí hablando para cristianos que eran esclavos, muchos de ellos posiblemente maltratados con heridas como estas, producto de amos ásperos y tiranos (v.20). Sin duda, el argumento de Pablo es convincente y aporta ánimo para soportar situaciones como éstas. 1 Pedro 2:25.“Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.” El sacrificio de Cristo nos libró de andar errantes, ese es el significado de la palabra usada aquí: PLANAÔ, ir errante, vagar; de esta palabra procede nuestra palabra ‘planeta’. Pedro hace referencia clara a Is.53:6. Este descarrío, andar errante, es en el sentido de no tener referencias en la vida, lo cual lleva al desorden y a la disipación. Se usa el símil de la oveja que es uno de los animales domésticos por excelencia, tímido y necesitado de pastor como ningún otro animal, que en ausencia del pastor es presa fácil de los depredadores. El sacrificio de Cristo hizo posible que saliéramos de la desorientación de andar errantes. Al aceptar este sacrificio, Cristo pasa a ser nuestra referencia, nuestro Pastor, como dice el texto y que nos volviéramos o nos convirtiéramos a Dios: EPISTREFÔ, verbo que significa volverse hacia, en este caso, a Dios. Esta vuelta hacia Dios para buscar protección, guía y referencia es lo que se da a entender con las palabras PASTOR y GUARDIÁN de nuestras almas. Cristo se denominó a sí mismo el buen pastor (Jn.10:11), en el sentido de velar, de proveer todas nuestras necesidades. Eso es lo que parece deducirse de la palabra GUARDIAN (OBISPO) = EPISKOPOS, de EPI = sobre y SKOPEO = mirar, vigilar, tener cuidado. Cristo es el que vela, cuida, vigila nuestras almas, lo cual es lógico puesto que le pertenecen, pues pagó un alto precio por ellas. Hay auí en mi opinión una clara referencia a Jn.10:27-30. RESUMEN DE LA 10ª PARTE (1 Pedro 2:18-25) La causa cristiana debe ser la prioridad en nuestra vida; todo lo demás es secundario. El sufrimiento injusto debe ser entendido como una forma de compartir los padecimientos de Cristo, como un testimonio de Dios al mundo de que el modelo de pecado y violencia puede ser cambiado, tiene alternativa. La vida de Cristo en este mundo debe ser nuestra caligrafía, nuestro modelo a imitar y al igual que en una caligrafía imitamos la letra modelo, aquí debemos imitar o seguir Sus pasos, Su comportamiento. Cristo sufrió injustamente para salvarnos. Esta forma de pensar y comportarse es la que debemos imitar. Su muerte nos libró de andar errantes, sin conocimiento de la voluntad de Dios. Ahora que la conocemos, debemos seguirla.