1 Universidad de Palermo “EL TRASTORNO BIPOLAR Y SU SINDROME MANIACO-DEPRESIVO” Autor: Nadia Carbonell Tutor: Eduardo Leiderman 2 INDICE 12345- INTRODUCCION……………………………………………………………………………………….3 METODOLOGÍA…………………………………………………………………………………………4 DEFINICIÓN DEL TRASTORNO BIPOLAR ……………………………………………………5 PRESENTACIÓN DEL CASO CLÍNICO…………………………………………………………..7 CAUSAS DEL TRASTORNO BIPOLAR……………………………………………………………9 5.1 Causas del Trastorno Bipolar en relación al Caso Clínico……………..…………10 6- CARACTERÍSTICAS DE DIAGNÓSTICO……………………………………………………….10 6.1 Características de Diagnóstico en relación al Caso Clínico………12 6.2 Criterios de Manía ……………………………………………………………..12 6.2.1 Observación de las alteraciones en el comportamiento del paciente del Caso Clínico en la fase de Manía ………………….….13 6.3 Criterios de Hipomanía…………………………………….……………….14 6.4 Criterios de Depresión………………………………………………..…15 6.4.1 Observación de las alteraciones en el comportamiento del paciente del Caso Clínico en la fase Depresiva…………………………….16 6.5 Fases Mixtas……………………………………………………………………...17 6.6 Fases de Remisión…………………………………………………………......18 7- DISTINTAS CLASIFICACIONES……………………………………………………………..…..18 7.1 Clasificación del Diagnóstico Bipolar presente en el Caso Clínico………………………………………………………………………19 8- TRATAMIENTO…………………………………………………………………………………..……20 9 8.1 Características del Tratamiento en relación al Caso Clínico………23 PSICOTERAPIA COGNITIVA………………………………………………………………………23 9.1 Aproximaciones al Modelo Cognitivo……………………………………..23 9.2 La Terapia Cognitiva en el Trastorno Bipolar………………………….25 9.3 Posibles intervenciones en el presente Caso Clínico…………………26 10 CONSECUENCIAS DEL COMPORTAMIENTO EN EL AJUSTE SOCIAL………………30 10.1 Repercusiones en el ámbito Familiar…………………………………….31 10.2 Repercusiones en el ámbito Laboral………………………………….….32 10.3 Consecuencias del Trastorno Bipolar en el ajuste social Del paciente del Caso Clínico…………………………………………………….33 3 11 PRONOSTICO………………………………………………………………………………………….34 11.1 Pronóstico del Paciente del Caso Clínico………………………….…..35 12 CONCLUSION………………………………………………………………………………………….36 13 BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………………………….37 14 ANEXO………………………………………………………………………………………………….39 1- INTRODUCCIÓN El presente trabajo surge de la Residencia realizada en un Hospital neuropsiquiatrico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Este Hospital Neuropsiquiátrico cuenta con una capacidad de 1500 camas distribuidas en Pabellones, donde se encuentran los 37 servicios asistenciales en que está dividido. Es cabecera de un Área Programática de atención comunitaria en Salud Mental que abarca la zona sur de la Capital Federal, y recibe una gran cantidad de pacientes de los partidos sub-urbanos limítrofes pertenecientes a la Provincia de Buenos Aires; realizando acciones de prevención, promoción, protección y rehabilitación de la Salud Mental sobre dicha área programática. El hospital está dotado con diferentes servicios entre los cuales el servicio de Admisión donde los estudiantes de la Universidad de Palermo realizan la practica V. La finalidad del Servicio de Admisión es atender los casos agudos cuyo pronóstico de externación no exceda de 15 días así como las recaídas de los pacientes ambulatorios externados; cuando se prevea devolverlos a la comunidad en un plazo similar, aunque en la realidad estos pacientes pueden pasar meses dentro del servicio. Consta de una sala de 14 camas de internación de agudos y el staff está compuesto por diversos equipos de atención psiquiátrica y psicoterapéutica. En el Hospital no está permitido realizar entrevistas a las pacientes como así tampoco a los profesionales a cargo, por dicho motivo y, a raíz de lo observado en la práctica, el tema seleccionado se referirá a la descripción del Trastorno Bipolar y su síndrome Maníaco-Depresivo, las alteraciones en el comportamiento y las consecuencias que éste produce en el ajuste social del sujeto, es decir, en sus 4 relaciones socio-afectivas-laborales. El trastorno Bipolar es uno de los graves problemas de salud pública a los que tiene que enfrentarse la humanidad en este siglo XXI. En los estudios de la organización mundial de la salud (OMS) sobre la morbilidad mundial de las enfermedades, esta alteración ocupa del sexto puesto entre todos los trastornos médicos. En el presente trabajo se ha establecido como objetivo general identificar y describir los tipos de comportamientos que se manifiestan en el Trastorno Maníaco Depresivo. Los objetivos específicos planteados son: Describir las alteraciones en el comportamiento de un paciente bipolar durante un episodio de Manía Describir las alteraciones en el comportamiento del mismo paciente bipolar durante un episodio de Depresión Inferir las consecuencias del Trastorno en el ajuste social del sujeto. Es decir, cómo este trastorno afecta sus relaciones familiares, afectivas y laborales. El Trastorno Bipolar se abarca, en el presente trabajo, desde un enfoque cognitivo. 2- METODOLOGÍA Se lleva a cabo un estudio de tipo descriptivo. En donde se incluye un caso único que cumple con el requisito de ser paciente femenino del Hospital con diagnóstico de Bipolaridad, atravesando por una fase de manía. La paciente es mayor de 21 años. En relación a los instrumentos que se utilizan, dada la negación a la realización de entrevistas y/o administración de tests a pacientes y profesionales por parte de las autoridades del Hospital, se vale fundamentalmente de la observación de entrevistas y del comportamiento, como así también del análisis y contenido del relato, y los datos suministrados por la paciente, por el cual se infieren las consecuencias del trastorno en su ajuste social. 5 La observación está orientada a analizar los síntomas descriptivos de la enfermedad y las alteraciones en el comportamiento. En cuanto al procedimiento, se lleva al cabo de 320 horas de observación como realización de la Residencia, mediante la presencia de entrevistas a la paciente de forma semanal. 3- DEFINICIÓN DEL TRASTORNO BIPOLAR El Trastorno Bipolar está enmarcado dentro de los trastornos del ánimo. Presenta una sintomatología que alterna entre la depresión y su opuesto, la manía. Es decir, la presencia de episodios reiterados en los que el estado de ánimo y los niveles de actividad del enfermo están profundamente alterados. En ocasiones el estado de ánimo se encuentra exaltado aumentando la vitalidad y el nivel de actividad del sujeto (manía) y en otras, disminuido descendiendo la vitalidad y la actividad (depresión). Los primeros que han documentado esta enfermedad fueron Baillarger & Falret (1854). Pero fue Kraepelin (1921) quien delimitó con precisión la enfermedad y, tras un estudio minucioso de las crisis de manía y melancolía y la imbricación de las mismas, las agrupó en una única entidad a la que llamó enfermedad Maníaco Depresiva. Para Ey H., Bernard P. & Brisset Ch. (1979) se denomina manía a un estado de hiperexitación de las funciones psíquicas que se caracteriza por la exaltación del humor y el desencadenamiento de las pulsiones instinto afectivas. La liberación desordenada y excesiva de la energía se manifiesta por igual en los ámbitos psíquicos, psicomotor y neurovegetativo. En referencia a estos episodios maníacos se definen como un período superior a una semana caracterizado por un estado de ánimo anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable, acompañado de síntomas tales como autoestima exagerada o grandiosidad, disminución del sueño, verborrea, fuga de ideas, distractibilidad, aumento de la implicación en actividades placenteras o de alto riesgo sin tener conciencia de ello, e inquietud o agitación 6 psicomotora. La alteración debe ser suficientemente grave como para provocar un claro deterioro en las actividades socio-laborales o requerir hospitalización en prevención de posibles daños a uno mismo o a los demás. Para Ey H., Bernard P. & Brisset Ch. (1979) la crisis de melancolía, completamente opuesta a la manía, es un estado de depresión intensa que es vivido por la persona con un sentimiento de dolor moral, es decir, una auto depreciación que puede encaminarse hacia la autoacusación, una autopunición, un sentimiento de culpabilidad. Este sentimiento de dolor moral que está caracterizado por el enlentecimiento y la inhibición de las funciones psíquicas y psicomotoras. Cuando se habla de inhibición se refiere a una especie de disminución o enlentecimiento de los procesos psíquicos de la ideación que reduce el campo de la conciencia y los intereses, repliega al sujeto sobre sí mismo y lo empuja a rehuir a los demás y las relaciones con los otros. Para hablar de depresión mayor debe darse como criterio que durante un mínimo de dos semanas la persona presente un estado de ánimo depresivo o una pérdida del interés o de la capacidad para el placer. En la mayor parte de los casos, la persona se siente triste y abatida. Son frecuentes las quejas físicas vagas (cansancio, malestar general), las alteraciones del apetito, del sueño y de la libido. El pensamiento se torna pesimista y puede impregnarse de ideas de minusvalía y culpa. Son comunes las quejas sobre la dificultad de concentración y la pérdida de memoria, así como la indecisión. En casos graves aparecen ideas de muerte, de suicidio o síntomas psicóticos, que generalmente se relacionan con el contenido depresivo del pensamiento, aunque también pueden ser no coherentes con el estado de ánimo. El cambio de una fase a otra (de manía a depresión) es variable y entre fases hay periodos de estabilidad. La frecuencia varía de una persona a otra. Esta alternancia de episodios de manía y depresión desmedida produce consecuencias negativas de importancia para la persona que lo padece, su familia y allegados; dificulta el mantenimiento de relaciones estables, tanto en lo afectivo como en lo social o laboral. 7 4- PRESENTACIÓN DEL CASO CLÍNICO En el caso clínico se aborda a una paciente femenina, mayor de 21 años, internada en el Hospital Moyano. Presenta un diagnóstico de Bipolaridad, el cual fue detectado luego de algunos años de padecimiento, el mismo tuvo su inicio alrededor de los 21 años. La paciente es de nacionalidad austríaca, actualmente se encuentra viviendo en Argentina. Sus padres fallecieron ya hace muchos años. Está divorciada, se había casado con un hombre de nacionalidad también austríaca pero que ya hace muchos años vive en Argentina. Tiene un único hijo que actualmente está viviendo en España al que no ve muy seguido. El motivo por el cual ella aduce que se trasladó a este país es para que su hijo haga un solo viaje para visitar a sus padres. Vive sola. La paciente posee un nivel socio-económico alto. Sus padres estaban en muy buena posición económica y tenían muchas propiedades que ella ha heredado. Su ex marido es un empresario con éxito laboral. Ella es ingresada al Hospital Moyano por la policía quien la encuentra tirando toda su ropa por la ventana, en un comportamiento completamente desbordado y eufórico, gritando que ella venía de un país de blancos a ayudar a un país de negros y la gente necesitaba más que ella su ropa. De la investigación en la entrevista por los antecedentes familiares se obtuvo que su madre sufriera de “nervios”, como ella relata. Y que estaba en tratamiento por ese problema con un médico clínico, ya que un tratamiento psiquiátrico o psicológico era impensado en esa época debido a que su Austria se encontraba en plena guerra. La paciente comenta que Hitler, entraba en los neuropsiquiátricos y mataba a todos los enfermos como así lo hizo con unos hermanos de la madre que también sufrían el mismo problema. El médico Clínico que trataba a su madre le manifestaba que no debía preocuparse por lo que le estaba pasando ya que lo que ella padecía era la “enfermedad de la guerra”. En cuanto a su historial clínico, la paciente relata que estando viviendo en Austria, ha tenido episodios en los que se ha sentido “deprimida y angustiada” y que esto le ocasionaba dificultades en sus actividades cotidianas porque su 8 hiperactividad había disminuido. Ella es un persona que le gusta viajar, salir, pasear, y no se reconocía en esos estados en los que nada de eso le llamaba la atención y que su única motivación era dormir. También refiere experimentar un fuerte sentimiento de soledad, provocado éste por la pérdida de su esposo debido a la separación y la lejanía de su hijo, y el gran dolor que le causa el haber visto como se rompía su familia. Manifiesta que su marido no podía entenderla, que siempre la estaba presionando, que un día dijo que estaba cansado de sus cambios de humor, que la relación se había desgastado y que se iba. Acerca de esto relata que se sentía muy cansada, triste, desesperada, empezó a deprimirse, lloraba con frecuencia, salía menos de la casa, sentía mucho dolor en el alma y en todo el cuerpo. Tenía una gran sensación de vacío y pensamientos de muerte. Dormía muy mal y casi no comía nada. No sabía que hacer o donde acudir. Tampoco entendía por qué le pasan tantas cosas malas, muchas veces pensaba que de esta forma no quería seguir viviendo, prefería morir. Desde que se separó no ha vuelto a estar en pareja. Su hijo hace un tiempo le confesó que él sufre de depresión y que había intentado suicidarse chocando con un auto, nunca le había pedido ayuda y ella no sabía nada acerca de sus necesidades. La paciente siempre fue tratada pero por plazos muy cortos de tiempo es por ello que en su historial clínico cuenta con recaídas continuas, ya que en Austria la internación consta de sólo 15 días y ella, al vivir sola y estar sola. La medicación suministrada en su caso es el Litio, pero no puede comprometerse con el tratamiento, cuando se siente bien inmediatamente deja de tomar la medicación. Es una persona que viaja mucho, de aquí que no mantiene relaciones duraderas de ningún tipo, ni amorosas ni de amistad, no tiene ataduras de ningún tipo, y ha estado internada en varios lugares, antes de venir a Argentina, su última internación fue en Perú. Actualmente la paciente ya esta siendo compensada y se evalúa la posibilidad próxima de volver a vivir en su casa, en este país, pero siempre y cuando tenga a alguien viviendo con ella que pueda asegurarse que haya un 9 compromiso con el tratamiento, que tome la medicación tal cual como le es indicada. Por otra parte su ex esposo se compromete a cuidarle sus finanzas y a ser su curador, ya que en sus fases maníacas despilfarra todo el dinero. 5- CAUSAS DEL TRASTORNO BIPOLAR La causa precisa no es conocida, pero existe abundante información que muestra que en su génesis participan factores biológicos, genéticos y psicosociales. La investigación sugiere que es frecuentemente un problema heredado que se relaciona con una falta de estabilidad en la transmisión de impulsos nerviosos en el cerebro. Este problema bioquímico hace que aquellos que padecen este trastorno bipolar sean más vulnerables a la tensión emocional y física. Es decir, es un problema del sistema nervioso que afecta las sustancias especializadas del cerebro (neurotransmisores) reguladoras del estado de ánimo. Es heredable en un 80%. También pueden tener incidencia en el desarrollo de este trastorno el consumo de drogas y alcohol, que perjudica las funciones neuronales y acentúa el riesgo en quienes tienen antecedentes familiares. Otro factor que ha sido asociado es el psicosocial. Un medio violento, estresante y opresivo en el hogar también es detonante en quienes tienen predisposición genética, de modo que el padecimiento puede manifestarse de manera más temprana, por ejemplo, desde la adolescencia. 5.1 Causas del Trastorno Bipolar en relación al Caso Clínico De la información obtenida se pueden precisar los factores relacionados con lo hereditario, ya que en los antecedentes familiares se encuentra una enfermedad en su madre del sistema nervioso (sin diagnóstico preciso), y el dato de que hermanos de la madre de la paciente se hallaron internados en 10 neuropsiquiátricos. Por lo cual se infiere que hay un componente genético hereditario que incide en el desarrollo del Trastorno que presenta la paciente. Como factor psicosocial no aparece, en el discurso de la paciente, una clara identificación, sin duda se dan variados estímulos influyentes en los que está presente el stress vivido en relación a la enfermedad de la madre y a la situación política y social de su país de origen. 6- CARACTERÍSTICAS DE DIAGNÓSTICO Los trastornos bipolares afectan a millones de personas en todo el mundo sin respetar fronteras culturales, económicas ó raciales. Se calcula que aproximadamente el 4% de la población presenta alguna de las formas de trastorno bipolar. Los trastornos bipolares presentan, respecto a sus costos, una notable paradoja: por un lado son enfermedades que tienen la potencialidad de generar una importante merma en las capacidades sociales y laborales de personas que suelen tener un nivel alto de instrucción. Por esta razón recientemente han sido consideradas por la organización Mundial de la Salud como la 6° causa de discapacidad en el mundo. Por el otro permiten a un porcentaje creciente de personas llevar una vida plena al ser correctamente tratadas. - Sexo: A diferencia de otros trastornos del ánimo la incidencia en ambos sexos es aproximadamente la misma; aunque algunos autores encuentran - una frecuencia ligeramente mayor en mujeres. Edad: En general se considera que la edad de comienzo sé sitúa entre el final de la adolescencia y principios de la edad adulta, en torno a los 21 años como media, considerando que el estrato de edad más frecuente es el de los 14 a 19 años, seguido del de los 20 a 24 años. Es decir, los primeros síntomas comienzan a aparecer en una etapa temprana de la vida. Cuanto más temprano se presenta el primer episodio, existen mayores posibilidades de presentar síntomas psicóticos. A veces se puede precisar un inicio evidente, pero la mayor parte de los casos tienen antecedentes inespecíficos, que sólo se reconocen retrospectivamente. 11 - Mortalidad: Se estima que del 25 al 50 por ciento de los pacientes con trastorno bipolar intentan suicidarse al menos una vez y entre el 10 y el 20 - por ciento lo consiguen. Comorbilidad: la más frecuente es con el abuso de sustancias que llega a alcanzar el 60%. Hay varias enfermedades psiquiátricas que pueden presentar síntomas similares. Entre otras están la esquizofrenia, intoxicación por drogas, psicosis breve inducido por fármacos, Trastorno esquizofreniforme y trastorno límite de la personalidad (Tellez & Vargas, 2004) Este último es importante puesto que ambos diagnósticos implican síntomas comúnmente conocidos como "cambios de humor". En el trastorno bipolar, el término se refiere a los episodios cíclicos de ánimo elevado o deprimido que dura generalmente semanas o meses. En el contexto del Trastorno límite, sin embargo, el término se refiere a la marcada labilidad emocional y reactividad del estado de ánimo conocido como disregulación emocional, debido a una respuesta a estresantes psicosociales externos e intrapsíquicos. Estos pueden surgir o desaparecer súbita y dramáticamente y durar segundos, minutos, horas o días. Una depresión bipolar es generalmente más incidente sobre el sueño, el apetito y un estado de ánimo no reactivo, mientras que éste permanece marcadamente reactivo en la distimia y en el trastorno límite y los trastornos del sueño no son agudos. Las manifestaciones conductuales del trastorno bipolar frecuentemente no son comprendidas por los pacientes ni reconocidas por los profesionales de la salud mental, de modo que el diagnóstico se podría demorar en ocasiones durante 10 años o más. 6.1 Características de Diagnóstico relacionadas al Caso Clínico En cuanto a la edad de comienzo, según el relato de la paciente, se ubica alrededor de los 21 años. Sin embargo, su diagnóstico fue posterior. No se infiere, según el relato, algún tipo de comorbilidad. 12 6.2 Criterios de Manía Los episodios maníacos deben presentar, según la el DSM- IV TR (Asociación Psiquiátrica Americana, 1995) más de tres de los siguientes síntomas. Además el paciente debe haber tenido un comportamiento que le haya causado problemas significativos sociales o laborales, y los síntomas deben aparecer durante al menos una semana de forma continua, necesitando la persona incluso una hospitalización. Si los síntomas duraron menos de una semana pero al menos cuatro días, y no eran lo bastante graves como para causar problemas sociales significativos, la enfermedad se diagnostica como hipomanía. - Gran distractibilidad, pasando de una cosa a otra con facilidad, presenta una incapacidad para concentrarse en tareas durante un largo período. La atención se dirige fácilmente hacia cualquier acontecimiento nuevo que surja. Se distrae fácilmente si aparece alguien, si oye un sonido o si ve - algún gesto en otro. Es el síntoma más frecuente. Disminución de la necesidad de dormir. Insomnio. El sueño se ve relegado a un segundo orden y así, la persona puede dormir 2 ó 3 horas y sentirse - descansada. Aautoestima exagerada, o sensaciones de grandeza. En una forma leve, aumento de autoconfianza desproporcionada a la capacidad de la persona; en casos extremos, ideas delirantes acerca de uno mismo, incluyendo las ideas heroicas o de endiosamiento. La persona no es consciente de la grandiosidad de su comportamiento. También por el contrario, el sujeto puede estar especialmente irritable ante cualquier situación o persona, - presentando una irritabilidad inusual. Fuga de ideas, o pensamientos rápidos. Sensación de pensamiento acelerado. La persona puede experimentar fuga de ideas, es decir, comerse algunas partes de su conversación porque la cabeza funciona de forma muy - acelerada. Aumento de la actividad, de la intensidad de la misma, dirigida a un fin relacionado con el comportamiento social, la actividad sexual, el trabajo, el colegio o combinaciones de varios. Hay un aumento exagerado en cualquier 13 actividad que el sujeto realiza. La rapidez de movimientos es una de las - características más llamativas. Ganas de hablar, mucho más de lo que es necesario. Verborrea. Lenguaje alborotado y continuo. Las personas que se encuentran a su lado perciben - un lenguaje rápido y confuso. Inconsciencia. Exceso de implicación en actividades de alto riesgo (por ejemplo, comprar sin control, promiscuidad). Alteración del ánimo lo bastante grave como para dañar la propia situación laboral o el funcionamiento social o las relaciones con los demás, o que requieren hospitalización para prevenir el daño infringido a los demás o a uno mismo. Conductas alocadas, implicándose la persona en actividades más o menos placenteras, pero que suponen alto riesgo. 6.2.1 Observación de las alteraciones en el comportamiento del paciente del Caso Clínico en la fase de Manía Como resultado de la observación del paciente se vislumbra en su comportamiento las siguientes alteraciones: - Verborrea: la paciente habla muy rápido, apenas vocaliza. Distracción y falta de concentración: durante la entrevista varias veces se queda con la mirada perdida como manifestando una falta de interés en la conversación. - Fuga de Ideas: En ocasiones se olvida lo que está relatando, se interrumpe su discurso y debe volver a comenzar, pierde fácilmente el - hilo de la conversación y la coherencia del relato cambiando de temas Disminución de la necesidad de dormir y aumento de la actividad: Comenta que a lo largo del día realiza muchas actividades, que sale mucho, que hace muchas compras, - que sólo duerme 4 horas, sintiéndose bien y diciendo que dormir es perder el tiempo. Autoestima elevada y sentimientos de superioridad y grandiosidad: expresados en relación a su raza y color de piel, ya que viene de un país - de blancos (superior) a ayudar a un país de negros (inferiores). Imprudencia: despilfarre de sus pertenencias. 14 - En relación a su aspecto físico, está muy delgada, un tanto desalineada y con ropa de colores llamativos. 6.3 Criterios de Hipomanía La hipomanía es un síndrome difícil de detectar, sobre todo de forma retrospectiva. Muchos pacientes obvian, olvidan o simplemente ignoran su naturaleza patológica (Vieta, 2001). La Hipomanía es una manía suave. Durante la hipomanía nunca se presentan síntomas psicóticos. Los límites entre la manía y la hipomanía son difusos. Existen algunas características diferenciales obvias: la alegría suele tener una justificación clara, dura poco tiempo y tiende a decrecer con el correr de los días. La hipomanía puede ser un estado que resulte extraordinariamente agradable. Si es moderada, puede hacer que la persona aumente su actividad, o mostrar mayor creatividad o capacidad de liderazgo. El problema es que la hipomanía nunca es estable, todo lo contrario, tiende a empeorar, pudiendo evolucionar hasta una fase maníaca, un episodio mixto o virar súbitamente hacia una fase depresiva. Los síntomas de la Hipomanía pueden manifestarse de la siguiente forma (no es necesario que se den todos): - Aumento de la autoestima Exageración de las propias capacidades Embarcarse en demasiadas cosas al mismo tiempo Aumento de la sociabilidad Aumento de la locuacidad Gastar más de lo habitual Dormir menos de lo habitual Optimismo exagerado Falta de autocrítica Hablar en voz alta sin tolerar las interrupciones Aumento del interés en el sexo Cambios bruscos de humor Aumento de la emotividad 6.4 Criterios de Depresión 15 Para que se desarrollen los episodios depresivos deben conjugarse cinco o más de los siguientes síntomas por un período de dos semanas y deben representar un cambio en la persona respecto de la actividad anterior. Uno de los síntomas debe ser ánimo depresivo o pérdida de interés o pérdida de interés y capacidad para el placer. - Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, triste, ansioso o "vacío" en forma persistente. Se siente, en la mayor parte de los casos, triste y abatido, asaltado por el pesimismo que le inspira un sentimiento de fracaso - y de no salida. Disminución o pérdida del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades, las profesionales ó las domésticas que antes consideraba gratificantes, y se siente abrumado por las dificultades e inconvenientes de tareas sencillas que anteriormente resolvía sin dificultad. - Se da la mayor parte del día. Pérdida de peso, apetito o ambos, o por el contrario comer más de la cuenta y aumento de peso (p.ej., un cambio de más del 5% del peso - corporal en un mes). Insomnio o hipersomnia. Despertarse más temprano o dormir más de la cuenta. En la fase depresiva de la enfermedad maníaco-depresiva se observa con mayor frecuencia un predominio de la hipersomnia sobre el - insomnio. Agitación o enlentecimiento psicomotores. Disminución de energía, fatiga, agotamiento. Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados que pueden ser delirantes, es decir, suele estar presente la culpa con sentimientos de autoacusación, de vergüenza o de remordimiento en relación a faltas o errores que el sujeto nunca cometió o que exagera, y en su máxima expresión pueden derivar en ideas de indignidad y convicción de merecer - algún castigo. Disminución o dificultad en la recordar y tomar decisiones. capacidad para pensar o concentrarse, 16 - Pensamientos recurrentes de muerte (no solo temor a la muerte), ideación suicida recurrente sin un plan específico, o una tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse. 6.4.1 Observación de las alteraciones en el comportamiento del paciente del Caso Clínico en la fase Depresiva Del relato se puede extraer que durante un episodio depresivo que ella recuerda los cambios en el comportamiento se relacionaban con: - Estado de ánimo deprimido y llanto: expresado éste por el desánimo especialmente por la separación y distanciamiento de su hijo, el dolor - en el cuerpo y en el alma y el fuerte sentimiento de soledad. Pensamiento de muerte, ideación suicida: por no soportar la fractura de su familia, y sentir que de esa forma no valía la pena seguir - viviendo. Insomnio y disminución del apetito: cuenta en su relato que en ese - entonces no comía casi nada y dormía muy mal. Disminución de la actividad y cansancio: debido al desgano y la apatía. 6.5 Las Fases Mixtas Las fases mixtas consisten en una mezcla de síntomas de manía y depresión. Este tipo de fases resulta difícil de diagnosticar y comportan un gran sufrimiento para el paciente y las personas que lo rodean. Algunos pacientes presentan fases mixtas de forma aislada, pero lo más frecuente es que las fases mixtas sean una continuación de una fase maníaca o bien una transición entre una fase maníaca y una fase depresiva. Esto ocurre sobre todo en aquellas pacientes que se denominan cicladores rápidos, que se caracterizan por cambiar a menudo y de forma brusca de manía a depresión o a la inversa. Los síntomas de las fases mixtas pueden manifestarse de la siguiente forma (no es necesario que se den todos): - Mal humor Aceleración del pensamiento Inquietud Hostilidad 17 - Falta de ilusión Cambios rápidos del humor Labilidad emocional Insomnio Comportamiento descontrolado Ideas delirantes Ideas negativas Alucinaciones 6.6 Las Fases de Remisión Las fases de remisión son aquellas en las que, tras una recuperación de una crisis de cualquier tipo, el estado de ánimo de la persona se ve normalizado y los síntomas de la enfermedad desaparecen prácticamente por completo. A estas fases de remisión se las denomina fases de eutimia (estado de ánimo correcto). Durante esta fase se debe estar especialmente atento para prevenir cualquier síntoma que anuncie una nueva crisis. 7 DISTINTAS CLASIFICACIONES Los Trastornos Bipolares presentan diferencias en su clasificación. Según el DSM-IV (Asociación Psiquiátrica Americana, 1995) a este Trastorno se lo puede clasificar de la siguiente forma: El Trastorno Bipolar I: es la forma más conocida de trastorno bipolar aunque no la más frecuente. En esta forma se combinan episodios depresivos con episodios maníacos completos. Es aquel que puede presentarse de las siguientes formas: - con un episodio único maníaco - con un episodio más reciente hipomaníaco - con un episodio más reciente maníaco - con un episodio más reciente mixto. Estos son episodios en que aparecen, al mismo tiempo, alteraciones propias de la fase depresiva y alteraciones - propias de la fase maníaca. con un episodio más reciente depresivo con un episodio más reciente no especificado. Los síntomas provocan un malestar clínicamente significativo y se cumplen los criterios, excepto en la duración, para un episodio maníaco, un episodio hipomaníaco, un episodio 18 mixto o un episodio depresivo mayor. Previamente se han presentado al menos un episodio maníaco o un episodio mixto. El Trastorno Bipolar II: es la forma de Trastornos Bipolar más frecuente, es aquel que presenta episodios depresivos e hipomaníacos. El episodio hipomaníaco es aquel que presenta las características de la manía pero en un grado menor, sin llegar a provocar un deterioro laboral o social. Clínicamente es el más benigno, pero en ocasiones pueden presentarse los ciclos con más frecuencias hasta poder desarrollar un episodio de manía, y así terminar convirtiéndose en un Trastorno Bipolar I. La subdivisión de los pacientes bipolares en tipo I y tipo II ha demostrado que los primeros presentan mayor gravedad sintomática, mayor incidencia de síntomas psicóticos y más hospitalizaciones (Vieta, 1997). El Trastorno Ciclotímico: es una alteración crónica y con fluctuaciones, con periodos que presentan síntomas hipomaníacos y periodos que presentan síntomas depresivos. Ni unos ni otros tienen la gravedad ni la cantidad suficiente como para hablar de una fase hipomaníaca o de una fase depresiva. Es la variante menor del Trastorno Bipolar. Si bien clínicamente estos síntomas son de baja intensidad dada su elevada frecuencia y los cambios de conducta que los caracteriza perturban el funcionamiento normal de la vida del paciente. También es utilizada en la clínica la clasificación presentada por la OMS, la CIE-10 (1994). Esta clasificación incluye los trastornos bipolares dentro del grupo de trastornos del humor (afectivos) y distingue tres apartados: el trastorno bipolar, los episodios maníacos aislados y la ciclotimia (como trastorno del humor persistente). 7.1 Clasificación del Diagnóstico Bipolar presente en el Caso Clínico 19 Según lo observado, la paciente presenta un diagnóstico de Bipolaridad de Tipo I, con un episodio más reciente maníaco. 8 TRATAMIENTO Los trastornos del estado de ánimo, entre ellos el Síndrome Maníaco Depresivo, a menudo pueden ser tratados eficazmente. El tratamiento debe estar siempre basado en una evaluación exhaustiva del paciente y de la familia, ya que el mismo se puede determinar según: - La edad del paciente, su estado general de salud e historia médica Desarrollo de la enfermedad Tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias Expectativas para la trayectoria de la enfermedad Es un tratamiento que debe ser sistemático, durante largas temporadas y en algunos casos de por vida, especialmente cuando los eventos suceden con frecuencia. Es muy posible que la persona deba permanecer hospitalizada hasta tanto se haya estabilizado su estado de ánimo y los síntomas estén controlados. La hospitalización puede ser esencial para evitar el comportamiento destructivo propio, impulsivo, o agresivo que la persona va a lamentar después. Los pacientes maníacos frecuentemente carecen de conciencia que están enfermos y requieren hospitalización. Durante la depresión, la hospitalización puede ser necesaria si una persona presenta alta ideación suicida o haya cometido algún intento de suicidio. La hospitalización está también indicada para personas que tienen complicaciones médicas que hacen más difícil monitorear los medicamentos y para la gente que no puede dejar de usar drogas de adicción o alcohol. El tratamiento puede incluir uno o más de las siguientes alternativas: Farmacología, a través de medicamentos que regulan el funcionamiento de los neurotransmisores cerebrales y estabilizan los estados de ánimo, como el Litio, el Valproato, la Carbamacepina y los antidepresivos. 20 Los estabilizadores de ánimo son usados para mejorar síntomas durante episodios agudos maníacos, hipomaníacos, y mixtos. Pueden a veces también reducir síntomas de depresión. Son el apoyo del tratamiento preventivo a largo plazo tanto para la Manía como para la Depresión: - El Litio constituye el principal recurso farmacológico para el tratamiento de la enfermedad maníaco-depresiva o trastorno afectivo bipolar. Su importancia reside en la capacidad de actuar profilácticamente, es decir, de evitar la reaparición de los episodios agudos. El Litio fue el primer medicamento capaz de actuar tanto sobre las fases maníacas como sobre las depresivas: reduce su severidad o la frecuencia con que se presentan. En muchos casos se logra la desaparición total de las oscilaciones patológicas del ánimo. La conducción del tratamiento requiere de mediciones de Litio en la sangre (litemias) para asegurar que esté en el nivel adecuado, dado que si el Litio es insuficiente no tendrá el efecto - terapéutico deseado, y si es excesivo acarreará efectos tóxicos. La Carbamacepina es un compuesto que se utiliza desde hace décadas como Antiepiléptico. En la década del setenta se descubrió su utilidad como estabilizador del ánimo en pacientes bipolares, tanto en fases agudas como en el tratamiento de mantenimiento. En el tratamiento de la manía, es eficaz en el 70-80 % de los casos. Suele tener buen efecto en pacientes resistentes al Litio, como por ejemplo en aquellos en que los ciclos alternantes de manía y depresión se suceden con frecuencia. El comienzo de su acción es más rápido que el del Litio, y similar al de los antipsicóticos, - lo que constituye una importante ventaja. El Ácido Valproico es utilizado ampliamente como antiepiléptico, tiene capacidad estabilizadora del ánimo. En el tratamiento de mantenimiento del trastorno bipolar, la droga reduce la frecuencia y la intensidad de los episodios tanto maníacos como depresivos. Como los otros estabilizadores, el valproato es superior en la profilaxis de la manía que en la profilaxis de la depresión. 21 Según Vieta, E. (2000) de los nuevos antiepilépticos, existen datos prometedores procedentes de estudios no controlados con gabapentina, lamotrigina, topiramato y tiagabina. Aunque los estabilizadores de ánimo por sí mismos, especialmente Litio, pueden ser efectivos para una depresión, puede ser necesario un específico medicamento antidepresivo para tratar el episodio depresivo. Sin embargo, si se suministra a solas, los antidepresivos pueden a veces provocar un problema mayor al trastorno bipolar empujando el estado de ánimo a un nivel demasiado alto (causando hipomanía, manía, o hasta rápidos ciclos de cambio). Por lo tanto, en el Trastorno bipolar, los antidepresivos son suministrados junto con un estabilizador de ánimo para evitar una sobrecarga. Psicoterapia, generalmente terapia de apoyo, psicoeducativa, interpersonal o cognitiva conductual. Vázquez, G. (2007) plantea que es evidente que a pesar de que la medicación es necesaria, este recurso terapéutico no es suficiente para una gran parte de los pacientes con trastornos afectivos. Las psicoterapias y las intervenciones psicosociales pueden llenar este vacío y ayudar en la recuperación completa del paciente. Existen tratamientos de eficacia comprobada en este tipo de patología, tal así como: - La Terapia Conductual, la cual tiene como objetivo promover cambios ambientales que posibiliten un aumento en la recepción de estímulos positivos e incide en mejorar las habilidades personales del paciente para - poder encontrar más estímulos positivos. La Terapia Cognitiva que pretende enseñar al paciente a reconocer las distorsiones con las que percibe su vida. Se entrena al paciente para que identifique y modifique sus pensamientos erróneos, así como la conducta que le ha llevado al estado depresivo o maníaco. 22 - La Psicoeducación, consiste en brindar al paciente información sobre el trastorno y pautas de detección temprana y manejo de síntomas para el mejor afrontamiento de la enfermedad. Es muy importante en la psicoterapia de los pacientes bipolares la integración de los familiares, parejas o amigos cercanos para reforzar el apoyo social y emocional de los enfermos. Puede ser de gran apoyo simplemente que sus familiares los escuchen con atención y dar muestras de que los entienden. Deben mantenerse firmes en cuanto a la continuidad del tratamiento. Un adecuado reconocimiento de la los cambios extremos y variados de estado de ánimo asociados con el síndrome maníaco depresivo es fundamental para determinar un tratamiento eficaz y evitar las potenciales y dolorosas consecuencias de una conducta maníaca imprudente. En la mayoría de los casos, es necesario un tratamiento preventivo a largo plazo para estabilizar los altibajos del estado de ánimo característicos de esta enfermedad. 8.1 Características del Tratamiento en relación al Caso Clínico La paciente es medicada con Litio, pero no hay por parte de ella un compromiso con el mismo, cuando se siente bien enseguida abandona la medicación. Y debido a sus constantes viajes se hace difícil la mantención de una continuidad en una psicoterapia. Por eso en su tratamiento presenta frecuentes recaídas con necesidad de hospitalización. 9 PSICOTERAPIA COGNITIVA 9.1 Aproximaciones al Modelo Cognitivo La Terapia Cognitiva Conductual es un método consciente y estructurado que ayuda al paciente a analizar sus pensamientos negativos y tipos de conducta para modificarlos. Beck, A. (1964), desarrolló la terapia cognitiva como un tratamiento para la depresión, estructurado y breve, centrado en la problemática presente y destinado 23 a resolver problemas actuales y a modificar el pensamiento y las conductas disfuncionales. A partir de ese momento, tanto Beck como otros profesionales adoptaron exitosamente esta terapia para su aplicación a un conjunto sorprendentemente amplio de trastornos psiquiátricos y a distintas poblaciones. El modelo cognitivo propone que todas las perturbaciones psicológicas tienen en común una distorsión del pensamiento, que influye en es estado de ánimo y en la conducta de los pacientes. Es decir, que en ellos influyen las distintas percepciones de los eventos. Los sentimientos no están determinados por las situaciones mismas, sino más bien por el modo como las personas piensan e interpretan estas situaciones (Beck, A.T., Shaw, B., Rush, J. & Emery, G., 1979). Obst Camerini, J. (2005) plantea que de acuerdo a este modelo se conoce si una emoción es negativa o patológica cuando se fundamenta en sus consecuencias. Los pensamientos automáticos, que operan simultáneamente con el pensamiento superficial, no surgen de una deliberación o un razonamiento, sino que parecen surgir de una manera automática. Suelen ser veloces y breves. Estos pensamientos surgen de un fenómeno cognitivo más perdurable, las creencias. Las creencias centrales son ideas fundamentales y profundas que no se suelen expresar, ni siquiera ante uno mismo, y que son consideradas por la persona como verdades absolutas. Son el nivel más esencial de creencia, son globales, rígidas y se generalizan en exceso. Los pensamientos automáticos son, en cambio, específicos para cada situación y se considera que constituyen el nivel más superficial de la cognición. Entre las creencias centrales y los pensamientos automáticos se encuentran las creencias intermedias, éstas consisten en actitudes, reglas y presunciones, a menudo no expresadas. La Terapia Cognitiva sostiene que las creencias disfuncionales pueden ser desaprendidas y en su lugar se pueden aprender otras creencias basadas en la realidad y más funcionales. Y de esta forma lograr cambios en el comportamiento. 24 Las técnicas cognitivo-conductuales tienen como finalidad proporcionar un medio de nuevas experiencias correctoras que modifiquen las distorsiones cognitivas y supuestos personales. La finalidad de las técnicas cognitivas es facilitar la exploración y detección de los pensamientos automáticos y supuestos personales. Una vez detectados comprobar su validez. La finalidad de las técnicas conductuales es proporcionar experiencias reales y directas para comprobar hipótesis cognitivas y desarrollar nuevas habilidades. Para Ramírez, Basco & Thase (1997) las Terapias Cognitivas Conductuales ayudan a cambiar aspectos de la vida y a mantener el tratamiento. Como objetivos de su intervención se plantean los siguientes: (1) Educación del paciente y familia en la enfermedad (2) Aprender a detectar tempranamente los síntomas (3) Mejorar la adherencia al tratamiento psicofarmacológico (4) Detectar y modificar cogniciones inadecuadas (5) Desarrollar habilidades conductuales para el manejo del estrés, resolución de problemas y comunicación 9.2 La Terapia Cognitiva Conductual en el Trastorno Bipolar La efectividad de las Terapias Cognitivas Conductuales en el Trastorno Bipolar consiste en instruir al paciente, pareja y familiares en dicho trastorno, ayudarlos a aceptar la enfermedad y la necesidad de medicación y establecer métodos de protección financiera para los episodios maníacos. Las Terapias Cognitivas Conductuales enseñan al paciente a soportar la depresión y reconocer los episodios maníacos antes de que se agudicen. El uso de la terapia cognitiva en el tratamiento de la bipolaridad se relaciona especialmente la necesidad de mejorar el cumplimiento del tratamiento farmacológico. Pero más allá de este uso, también podría ser útil para tratar la disforia post-episódica, en la que el paciente puede sentirse culpable de las cosas 25 que ha hecho cuando estada maníaco y de las que ha dejado de hacer estando deprimido. 9.3 Posibles intervenciones en el presente Caso Clínico La Terapia Cognitiva Conductual sería de importante ayuda en su intervención para la mejoría de la paciente presentada en el Caso Clínico. Como vías de acción, durante los episodios de Manía, la intervención tendría como objetivo lograr: - Evaluar las cogniciones maníacas o hipomaníacas. - Evaluar el estado anímico. Evaluar los síntomas físicos presentes. Evaluar los cambios relacionales previos y posteriores: debido a la vulnerabilidad del paciente, este puede presentar una recaída maníaca no sólo por el no seguir el tratamiento médico, lo cual se da comúnmente en esta paciente. Los conflictos familiares, de pareja y sociales de carácter crónico o agudo también pueden desencadenar los episodios maníacos. Es importante evaluar la presencia de tales conflictos tanto en las fases previas al episodio como posibles desencadenantes, como posteriores al mismo, de cara al apoyo social que puede recibir el paciente en el manejo de su - trastorno. Evaluar la conducta maníaca o hipomaníaca. Identificar y corregir las cogniciones sobre su enfermedad y la medicación. Es conveniente preguntar al paciente y allegados sobre la conciencia de enfermedad que tiene éste. El abordaje cognitivo es más factible tras un abordaje farmacológico que reduzca inicialmente la intensidad de la manía y la hipomanía. En cuanto a la paciente del caso clínico, quien tiene problemas con la continuidad del tratamiento farmacológico porque cuando se siente mejor lo abandona por no considerarlo necesario, es importante a este razonamiento oponer la idea de que el trastorno afecta la capacidad de 26 juicio y que ese pensamiento puede estar significando el inicio de un episodio. - Ayudar a estar precavido cuando su estado de ánimo sea demasiado alto o demasiado bajo. Una de las técnicas utilizadas es que los pacientes elaboren gráficos y diarios de las actividades físicas que reflejan el estado mental (llamadas respuestas psicomotoras). Para hacer los gráficos, se traza una línea de tiempo horizontal y, en el lado derecho, una línea vertical graduada de -5 a +5. El cinco negativo equivale al estado de depresión más profundo, y requiere hospitalización; este estado se manifiesta con incapacidad de funcionar, pérdida importante del apetito y falta de energías para levantarse de la cama. Conforme se va ascendiendo en la escala hacia el cero, el estado de depresión es menor; el uno negativo connota ánimo abatido y menos energía de lo normal. El cero es normal. Los valores positivos indican manía ascendente. Por ejemplo, el uno positivo connota una actividad y energía ligeramente mayores de lo normal y el cinco positivo representa el estado maníaco más severo, en que el paciente no puede reducir su ritmo, tiene pensamientos y juicios distorsionados y duerme al menos dos horas menos de lo normal. El paciente hace una marca en la escala según el estado psicomotor en que se encuentra cada día, y la une con las de los días anteriores. Anota, además, los acontecimientos emocionales o psíquicos significativos, las menstruaciones, los medicamentos tomados y sus dosis, o cualquier factor que considere relevante. Transcurridos unos meses, entre el paciente y el médico tienen que poder establecer unas pautas para detectar los posibles orígenes de los episodios bipolares que permitan al paciente tomar medidas para reducir la brusquedad de los cambios emocionales. Por ejemplo, si el indicativo de períodos maníacos o depresivos es el insomnio, el médico prescribe medicamentos o métodos inductores del sueño y, probablemente, se reducirá así la severidad de la manía emergente. 27 - Educar al paciente y familiares, en este caso a quien asume el rol de curador, su ex marido, sobre la importancia de la medicación preventiva y sintomática. Una estrategia es anticipar con el paciente posibles obstáculos para no seguir la medicación y estrategias para manejar estos casos. Los problemas y las estrategias de manejo pueden ser entregadas por escrito o en medios audiovisuales. También se pueden programar sesiones de seguimiento con la familia-paciente para comprobar si han - surgido obstáculos y su manejo efectivo. Indicar y practicar con el paciente el control de estímulos y la resolución de - problemas en situaciones de riesgo. Entrenar al paciente a modular su grado de actividad en función de su estado anímico. Cuando el paciente está en un estado maniaco se suele implicar en múltiples actividades que le sobre estimulan aún más. Durante un posible episodio de depresión, con la intervención de la Terapia Cognitiva conductual se puede lograr: - Evaluar los significados personales de tipo depresivo: qué significa para el sujeto lo ocurrido en el punto desencadenante, qué significa para el sujeto su propio malestar y su evolución, qué significa para la propia autoestima o auto-concepto lo ocurrido. Aquí se puede observar en su discurso cómo ella ha - significado algunas experiencias de su vida cuando manifiesta no entender por qué le pasan “tantas cosas malas”. Evaluar los sentimientos subyacentes a la tristeza Evaluar los síntomas somáticos asociados Evaluar el funcionamiento relacional del paciente Evaluar el nivel de actividad y gratificación del paciente Modificar los significados disfuncionales depresivos. Expresar ira y deseos de manera focalizada y asertiva. El sujeto deprimido puede haber inhibido la expresión de sentimientos de malestar y deseos personales por distintas razones, como el miedo al rechazo o creer que no debe hacerlo. Se puede animar y facilitar al paciente la expresión de estos - deseos y sentimientos ocultos o reprimidos. Buscar apoyos sociales y encaminar los conflictos relacionales. Es importante especialmente en esta paciente lograr recomponer la 28 comunicación y el vínculo afectivo con su hijo, a pesar de la distancia geográfica, que ella pueda sentirse más partícipe y con conocimiento de sus necesidades. Además sería importantísimo, ya que no se encuentra en su país de origen, poder lograr que la paciente establezca algún lugar de pertenencia, la integración a algún club o a alguna actividad donde ella - pueda hacer de nuevos amigos. Se puede evaluar los momentos del día o de la semana donde es más frecuente el aislamiento del paciente y el incremento de su malestar depresivo, y programar para ese tiempo encuentros con sus allegados o - amistades. Aumentar las actividades de dominio-placer y las habilidades sociales más básicas. En la terapia se puede proponer al paciente un programa de actividades conductuales progresivos. Se invita al paciente a registrar sus actividades diarias durante una o dos semanas, anotando en cada una de ellas el grado de dominio de las mismas (0-10) y el grado de placer de la misma (0-10). El paciente junto con el terapeuta puede elegir después las actividades con puntuaciones más altas y programarlas en horarios semanales. Con esta medida se trata de aumentar el repertorio de actividades agradables y de dominio del paciente, de modo que disminuya el estado depresivo. 10 CONSECUENCIAS DEL COMPORTAMIENTO EN EL AJUSTE SOCIAL El trastorno bipolar se asocia, por su curso crónico y recidivante, a graves secuelas sociales, familiares y laborales, y constituye una de las principales causas de suicidio (Vieta, 1999). Algunos datos de diferentes estudios deberían bastar para describir lo que viven las personas que tienen trastorno bipolar: se separan de sus parejas dos veces más que el resto de la gente, tienen 20 veces más riesgo de suicidarse que la población general y el 40 por ciento de ellas están desocupadas. Los pacientes, 29 para peor, pasan hasta 10 años deambulando por diferentes consultorios médicos hasta que reciben el diagnóstico adecuado. El Trastorno Bipolar debido a la alternancia de los episodios maníacos y depresivos causa una gran incapacidad en las actividades habituales de la persona que lo padece. Al punto tal que es considerada como una de las enfermedades más importantes causante de discapacidad en el mundo. Se produce un deterioro en la vida de la persona. La alternancia de episodios de depresión y euforia desmedida dificulta el mantenimiento de relaciones estables. Los síntomas provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. La alteración del ánimo es lo bastante grave como para dañar la propia situación laboral o el funcionamiento social o las relaciones con los demás, por lo que muchas veces requieren hospitalización para prevenir el daño infringido a los demás o a uno mismo. Con respecto al estigma social, éste puede ser devastador en el contexto de la enfermedad bipolar. Los comportamientos del individuo en crisis pueden ser muy embarazosos para la familia o para el individuo, cuando se recupera. El estigma se puede intensificar debido al hecho de que los comportamientos depresivos o maníacos no se distinguen de los comportamientos normales o de características de la personalidad. 10.1 Repercusiones en el ámbito Familiar La inestabilidad en el humor hace que sea muy difícil la convivencia. El trastorno bipolar no sólo afecta al paciente que lo padece sino también a las 30 personas con las que convive, quienes no sólo sufren las consecuencias de la enfermedad sino que a menudo acaban adoptando la función de cuidadores. Este trastorno añade una cantidad impresionante, a menudo insoportable, de tensión y exigencia en las relaciones interpersonales. Entre el 50% y el 70% de los pacientes diagnosticados de trastorno bipolar están divorciados o han pasado por crisis de pareja significativas. Entre la enfermedad y el funcionamiento familiar se establece una relación bidireccional, en la que el trastorno bipolar incide en el funcionamiento familiar y, simultáneamente, dicho funcionamiento afecta al curso del trastorno. La convivencia con un paciente psiquiátrico generalmente se asocia a toda una serie de alteraciones en la vida de quienes conviven con el paciente, generando una sensación de carga en los cuidadores. Es evidente que el funcionamiento familiar y el curso del trastorno bipolar se influyen mutuamente. Ante la aparición del trastorno se manifiestan toda una serie de reacciones emocionales por parte de pacientes y familiares que generalmente forman parte del proceso de aceptación de la enfermedad, aunque si se mantienen su efecto puede resultar muy perjudicial para el curso del trastorno. La preocupación por la posibilidad de una recaída lleva a la familia hacia una actitud hipervigilante, en la que el estado emotivo del enfermo se constituye en el foco de la vida familiar, pudiendo resultar en el desprecio por las necesidades de los otros elementos de la familia y en un sentimiento de incapacidad y angustia por parte del enfermo. Cada episodio de la enfermedad es un acontecimiento estresante tanto para el paciente como para quienes le rodean; con cada recaída el equilibrio familiar se ve alterado y requiere nuevas estrategias de afrontamiento. Es frecuente que, ante un primer episodio, tanto el paciente como sus familiares, manifiesten reacciones de negación, ira, ambivalencia y ansiedad (Goodwin & Jamison, 1990). Es por ello que es de suma importancia en el tratamiento la intervención familiar, que pretende dotar a las familias de una serie de conocimientos con el objetivo de mejorar su comprensión sobre la enfermedad, así como facilitar ciertos 31 cambios en sus actitudes y conductas que permitan optimizar el afrontamiento del trastorno y sus consecuencias. La información permite prevenir, en la medida de lo posible, las recurrencias del trastorno mediante la disminución de factores de riesgo (abandono de la medicación, irregularidad de hábitos y estrés) y la identificación y tratamiento precoz de los síntomas prodrómicos, con lo cual se persigue evitar el empeoramiento del episodio y consecuentemente la posible hospitalización. A su vez, la información facilita una óptima contribución por parte de los familiares ante un episodio agudo y ante la presencia de sintomatología subsindrómica. Incorporar el entrenamiento en resolución de problemas y en habilidades de comunicación puede ser una estrategia útil para la prevención y el manejo del estrés familiar. El facilitar conocimientos y recursos a la familia no sólo contribuye a la comprensión, aceptación y afrontamiento de la enfermedad, sino también a la desestigmatización del trastorno y a una mejoría en la calidad de vida de todos sus miembros. Dichos factores pueden influir positivamente en el curso de la enfermedad disminuyendo el número de recaídas y las consecuencias negativas que de ellas se derivan. En el ámbito familiar son amplias las repercusiones de este Trastorno que van desde divorcios, distanciamiento de las relaciones, agotamiento de los convivientes, desgaste en los vínculos, etc. 10.2 Repercusiones en el ámbito Laboral La pérdida del trabajo es una gran consecuencia, tanto en la fase depresiva por las frecuentes bajas laborales, como en la fase maníaca por los excesivos riesgos económicos a los que se puede exponer la persona con trastorno bipolar. En el ambiente laboral se manifiesta una falta de integración. Los problemas para conseguir trabajo, para las personas que padecen este trastorno, es una de las consecuencias más comunes. Aquellos que lo tienen la dificultad radica en preservarlos, debido a la baja de la productividad y al desinterés laboral. paciente. Se evidencia un deterioro en la carrera profesional del 32 La organización Mundial de la Salud advierte la expansión de los trastornos mentales, manifestando que la depresión será la primera causa de incapacidad laboral en 2020. El paciente bipolar diagnosticado en la veintena pierde hasta 14 años de actividad laboral. 10.3 Consecuencias del Trastorno Bipolar en el ajuste social del paciente del Caso Clínico Del relato de la paciente se puede inferir, en relación a su ajuste social, las siguientes características: Dificultades en las relaciones familiares: - Ruptura de su matrimonio y separación física de su ex marido, ya que él hace muchos años vive en Argentina, ella recién ahora va a establecerse definitivamente en este país. Su ex marido asume ahora - ser su cuidador. Distancia en la relación con su hijo, falta de conocimiento de sus necesidades y circunstancias, empobrecimiento del vínculo madre- hijo. - Vive sola, la convivencia con otra persona es muy difícil. - No tiene contacto con otros familiares. Dificultades en las relaciones afectivas - No ha vuelto a tener una pareja estable desde su separación. - No mantiene vínculos de amistad estrechos. - No posee un lugar de pertenencia, ni aun grupo familiar, ni de amistades, ni a un lugar. Dificultades en las relaciones laborales: - No ha podido mantener un trabajo estable, vive de las rentas de las propiedades que heredó de sus padres, no ha desarrollado ninguna profesión. Por tanto, los síntomas que la paciente manifiesta han provocado a lo largo de su vida un malestar clínicamente significativo, que ha afectado en las distintas áreas provocando un deterioro en sus relaciones familiares, afectivas y laborales. 33 11 PRONÓSTICO Los medicamentos estabilizadores del estado de ánimo pueden ayudar a controlar los síntomas del trastorno bipolar. Sin embargo, los pacientes a menudo necesitan ayuda y apoyo para tomarlos apropiadamente y para garantizar que cualquier episodio maníaco-depresivo se trate tan pronto como sea posible. Algunas personas suspenden el medicamento tan pronto se sienten mejor o porque quieren experimentar la productividad y creatividad asociada con la manía. La descontinuación de los medicamentos puede tener consecuencias muy negativas. El suicidio es un riesgo real tanto durante el estado de manía como durante la depresión, por lo que los pensamientos, ideas y gestos suicidas en personas con trastorno bipolar afectivo requieren atención de emergencia inmediata, ya que la tasa de suicidios es entre un 10% y 15%. La presencia de disfunciones cognitivas se ha relacionado con un peor pronóstico. El nivel socioeconómico alto se convierte en un factor de riesgo en algunos casos; otros factores de riesgo son el divorcio, la soledad y una historia familiar positiva. El primer episodio en hombres suele ser maníaco y en las mujeres, depresivo. Se ha encontrado que aquellos pacientes que únicamente han presentado episodios maníacos tienen un mejor pronóstico que aquellos que presentan adicionalmente episodios depresivos. El peor pronóstico se evidencia en los pacientes con episodios mixtos o en cicladores rápidos. Existen otros factores que influyen en una predicción de peor pronóstico en los trastornos bipolares, éstos son: - Primer episodio depresivo o mixto - Ultimo episodio mixto - Mayor proximidad del último episodio - Mayor número de episodios previos - Ciclado rápido 34 - Abuso de sustancias - Enfermedad orgánica - Síntomas psicóticos - Antecedentes familiares positivos - Mayor número de acontecimientos vitales negativos - Personalidad anormal - Falta de apoyo psicosocial - Ruptura conyugal - Disfunción laboral. Un tratamiento adecuado y un complemento psicoterapéutico son fundamentales para prevenir la mayor parte de las complicaciones y mejorar el pronóstico de los trastornos bipolares. Con tratamiento, la evolución es generalmente buena. Sin tratamiento, en cambio, la evolución es casi siempre negativa, con constantes recaídas y graves consecuencias familiares, laborales y sociales. 11.1 Pronóstico del Paciente del Caso Clínico Actualmente la paciente ya está siendo compensada, su pronóstico dependerá de cómo asuma su tratamiento, tanto farmacológico como psicoterapéutico. Es aquí de vital importancia la presencia del curador, su ex marido se ha ofrecido para colaborar con ella en su tratamiento y en la administración de sus finanzas. 12 CONCLUSIÓN El Trastorno Bipolar está enmarcado dentro de los trastornos del ánimo. Se caracteriza por episodios periódicos de gran júbilo y felicidad, ánimo eufórico o irritabilidad a los que se contraponen episodios periódicos de síntomas depresivos clásicos. Los trastornos bipolares afectan a millones de personas en todo el mundo sin respetar fronteras culturales, económicas ó raciales. Se calcula que 35 aproximadamente el 4% de la población presenta alguna de las formas de trastorno bipolar. Aunque el Trastorno Bipolar parece más bien un trastorno de componente orgánico, no es menos cierta la necesidad de abordar dicha problemática desde un aspecto global e integrador. El tratamiento debe estar siempre basado en una evaluación exhaustiva del paciente y de la familia. La terapia cognitiva ha probado ser efectiva. No remplaza el tratamiento con medicamentos del trastorno bipolar, pero quizás más que cualquier otra forma de psicoterapia, representa una gran promesa para los pacientes bipolares. Es una herramienta eficaz para instruir al paciente, pareja y familiares en dicho trastorno, ayudarlos a aceptar la enfermedad y la necesidad de medicación. Los síntomas provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. Las fases agudas y postepisodio generan estrés substancial para los pacientes y sus familiares. Si no recibe tratamiento, las familias o parejas se involucrarán en conflictos significativos y la eficiencia en la resolución de problemas se verá limitada. Las situaciones de conflicto familiar son predictoras de posteriores recaídas del trastorno. La alteración del ánimo es lo bastante grave como para dañar la propia situación laboral o el funcionamiento social o las relaciones con los demás, por lo que muchas veces requieren hospitalización para prevenir el daño infringido a los demás o a uno mismo. La mayor parte de las personas que sufren un trastorno bipolar, incluso en sus manifestaciones más extremas, son susceptibles de lograr sustanciales y significativas mejoras en la estabilización de sus estados de ánimo y en los síntomas derivados, siempre y cuando sean diagnosticados de manera adecuada y reciban el tratamiento profesional especializado. Un tratamiento adecuado y un complemento psicoterapéutico son fundamentales para prevenir la mayor parte de las complicaciones y mejorar el 36 pronóstico de los trastornos bipolares. Con tratamiento, la evolución es generalmente buena. La Organización Mundial de la Salud advierte la expansión de los trastornos mentales. En la actualidad la Bipolaridad es uno de los mayores trastornos mentales causantes de discapacidad. 13 BIBLIOGRAFÍA Asociación Psiquiátrica Americana (1995), Manual Estadística de los Trastornos de Diagnóstico y mentales (DSM-IV TR). Barcelona, España: Masson. Beck A.T. (1964). Thinking and depression: 2. Theory and therapy. Archives of General Psychiatry, 10: 561-571. 37 Beck, A.T., Shaw, B., Rush, J. & Emery, G. (1979). Terapia Cognitiva de la Depresión. Bilbao, España: Desclee de Brouwer. Baillarger, J. (1854). De la folie á double forme. Paris, Francia: Ann Med Psychol. Brown University Psychopharmacology Update 19.7 (July 2008): 1(2)."New study finds over-diagnosis of bipolar disorder. (Bipolar Disorder) (Clinical report)." General OneFile. Gale. Universidad de Palermo. 2 June 2008 http://find.galegroup.com/ips/start.do?prodId=IPS Caro, I. (1997). Manual de Psicoterapias Cognitivas. Barcelona, España: Paidós. Ey, H., Bernard, P. & Brisset, Ch. (1979). Tratado de psiquiatría. Barcelona, España: Masson. Falret, J.P. (1854). Memoire sur la folie circulaire. Paris, Francia: Bull Acad Natl Med. Goodwin, F. K. & Jamison, K. R. (1990). Manic-depressive illness. New York, United States: Oxford University Press. Kraepelin, E. 1996. La locura maníaco-depresiva. En La locura maníaco- depresiva, La catatonía, La hebefrenia. Buenos Aires. Argentina: Polemos. Obst Camerini, J. (2005). Introducción a la Terapia Cognitiva. Teoría, Aplicaciones y nuevos desarrollos. Buenos Aires, Argentina: Paidós. OMS (1994). CIE 10. Trastornos mentales y del comportamiento . 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Vieta, E.; Colom, F.; Martínez-Arán, A. (2000)¿Qué es el Trastorno Bipolar? Barcelona, España: Hospital Clínic. ANEXO Anexo 1 El espectro de la bipolaridad según Goodwin y Jamison (1990). 40 Anexo 2 Según el CIE-10, brindado por la OMS (1994), el Trastorno Bipolar se puede clasificar de la siguiente forma: 41 F30-39 Trastornos del humor (afectivos) F30 Episodio maníaco. F30.0 Hipomanía. F30.1 Manía sin síntomas psicóticos. F30.2 Manía con síntomas psicóticos. F30.8 Otros episodios maníacos. F30.9 Episodio maníaco sin especificación. F31 Trastorno bipolar. F31.0 Trastorno bipolar, episodio actual hipomaníaco. F31.1 Trastorno bipolar, episodio actual maníaco sin síntomas psicóticos. F31.2 Trastorno bipolar, episodio actual maníaco con síntomas psicóticos. F31.3 Trastorno bipolar, episodio actual depresivo leve o moderado. F31.4 Trastorno bipolar, episodio actual depresivo grave sin síntomas psicóticos. F31.5 Trastorno bipolar, episodio actual depresivo grave con síntomas psicóticos. F31.6 Trastorno bipolar, episodio actual mixto. F31.7 Trastorno bipolar, actualmente en remisión. F31.8 Otros trastornos bipolares. F31.9 Trastorno bipolar sin especificación. F34 Trastornos del humor (afectivos) persistentes. F34.0 Ciclotimia. F34.1 Distimia. F34.8 Otros trastornos del humor (afectivos) persistentes. F34.9 Trastorno del humor (afectivo) persistente sin especificación. Anexo 3: Comorbilidad del Trastorno Bipolar con otras afecciones 42 Anexo 4 Trastorno Comórbido Media de Comorbididad (%) Abuso de substancias 56 Alcoholismo 49 Otras drogas 44 Trastornos de ansiedad 71 Fobia social 47 Trastornos de pánico 11 TOC 10 Trastornos de la personalidad 36 Migrañas 28 Sobrepeso 58 Obesidad 21 Diabetes tipo II 10 Hipotiroidismo 9 43 Ejemplo de Técnica utilizada en la Psicoterapia Cognitiva, gráfico para registrar las actividades físicas que reflejan el estado mental: Anexo 5 Ejemplo de una Gráfica del Ánimo Día de Nombre de Efectos la las medicinas secundarios Como se semana suministradas de la medicina Síntomas Actividades/Sueño/ Horarios Eventos mayores siente el de la vida paciente quehaceres del e una hogar para la escala psicoterapia de citas de 0 al Ejemplo: Una píldora a Poco 10 3- Lunes las 8 am y temblor mejoría las 3 15/may una a las 8 sobre pm o pm las cosas Mejor descanso Dr. X a