2007852. IV.2o.C.3 C (10a.). Tribunales Colegiados de Circuito. Décima Época. Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 11, Octubre de 2014, Pág. 2983. VOCACIÓN HEREDITARIA. ES EL ALBACEA DE LA SUCESIÓN A BIENES DEL PADRE DE LA QUEJOSA, QUIEN PUEDE ACUDIR AL JUICIO DE AMPARO A RECLAMAR TODO LO ACTUADO EN EL ACUMULADO INTESTAMENTARIO A BIENES, RESPECTIVAMENTE, DEL ABUELO Y MADRE DE AQUÉL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE NUEVO LEÓN). El artículo 1546 del Código Civil para el Estado establece: "La sucesión se abre en el momento en que muere el autor de la herencia y cuando se declare la presunción de muerte de un ausente.". Sobre el particular, el tratadista Rafael Rojina Villegas define la vocación legítima o testamentaria como "... el llamamiento virtual que por ministerio de ley se hace a todos los que se crean con derecho a una herencia en el instante preciso en que muera el autor de la misma o al declararse la presunción de muerte del ausente." (Compendio de Derecho Civil II, Bienes, Derechos Reales y Sucesiones, página 390, cuadragésima edición, Editorial Porrúa, México 2007). Por tanto, la radicación del juicio y sus consecuencias, como el llamamiento de los herederos a la sucesión, jurídicamente se retrotraen al día y hora de la muerte de los autores de la sucesión. De ello se sigue que si la quejosa acudió a reclamar el derecho que le correspondía como heredera de su padre, quien fuera hijo y nieto de los autores de la sucesión, fallecido después de ellos, ocurrieron al menos dos transmisiones hereditarias, la de los autores de la sucesión y la del padre de la quejosa. Ahora bien, tomando como base que en el juicio de origen se trató de la sucesión del bisabuelo y de la abuela de la quejosa, así como el contexto en que debe entenderse el artículo 1506 del citado código, que prevé: "Si quedaren hijos y descendientes de ulterior grado, los primeros heredarán por cabeza y los segundos por estirpes. Lo mismo se observará tratándose de descendientes de hijos premuertos, incapaces de heredar o que hubieren renunciado la herencia.", se llega a la conclusión de que, si bien es cierto que la quejosa puede tener derecho a la herencia, también lo es que antes "debe dirimirse" lo relativo a la calidad de heredero que asista a su padre respecto de aquéllos y, para ello, es menester que sea el albacea de la sucesión del padre de la quejosa, quien acuda al juicio a demostrar y defender ese derecho. En apoyo a esta postura se acude nuevamente a Rojina Villegas cuando dice: "4. Herencia por estirpes.-La herencia por estirpes es la que presenta mayores dificultades en su régimen, dando derecho a la herencia por representación. Podemos definirla de la siguiente manera: hay herencia por estirpes cuando un descendiente entra a heredar en lugar de un ascendiente. Éste sería el concepto más general. El hijo puede entrar a heredar en representación de su padre, cuando éste ha muerto antes que el de cujus. Se presenta la herencia por estirpes en la línea recta descendente, sin limitación de grado; en la línea recta ascendente nunca puede ocurrir; es decir, el bisabuelo no representa al abuelo, cuando éste murió antes que el autor de la sucesión, sino que heredará por líneas, cuando no exista el abuelo y, a su vez, no haya padres, ni descendientes. En cambio, en la línea recta descendente sí hay derecho de representación, sin limitación de grado. Quiere esto decir, que el hijo representa a su padre, si éste muere antes que el de cujus; o el nieto representa a su abuelo, si a su vez murieron su padre y su abuelo; o el bisnieto puede heredar por estirpes, si a su vez murieron su padre, su abuelo y su bisabuelo.". De otro modo podría suceder que sin llamamiento a juicio a la sucesión del padre de la quejosa (a la que pueden acudir otros hermanos de ésta por ejemplo), bastara que, concediéndose el amparo a la hoy impetrante, se anulara el juicio natural para efecto de oírla, y culminado el nuevo trámite apareciera otro hermano de ésta con igual interés en el juicio de amparo. En cambio, si el albacea del juicio sucesorio del padre de la quejosa defiende en el que es materia del acto reclamado el derecho de éste, será ese albacea el que, de obtener la parte correspondiente de la herencia, deberá -1- 2007852. IV.2o.C.3 C (10a.). Tribunales Colegiados de Circuito. Décima Época. Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 11, Octubre de 2014, Pág. 2983. responder frente a otros herederos que tengan derecho a heredar por estirpe o, en su defecto, estos últimos tendrán acción contra quien o quienes hayan obtenido esa parte de la herencia del bisabuelo y abuela, sin afectar al juicio, pues en él ya se habrá respetado el derecho del padre de la quejosa. De ahí que se considere ésta, la correcta interpretación que debe darse al artículo 1506, y que de ninguna forma pugna con los diversos dispositivos del código de referencia, pues no desconoce el contenido del diverso artículo 1556 que establece: "Si el heredero fallece sin aceptar o repudiar la herencia, el derecho a hacerlo se transmite a sus sucesores.". Por tanto, si la quejosa es probable sucesora de quien al parecer es heredero directo de los autores de la sucesión (hijo y nieto, respectivamente), ésta debió justificar que se abrió el juicio sucesorio ab intestato o intestamentario a bienes de su padre, y que en éste se le nombró albacea, para que se le llamara al juicio de origen para defender los derechos de la sucesión de su ascendiente, pues no le corresponde el carácter de heredera directa de los autores de la sucesión sino, probablemente, de sucesora de quien al parecer tiene derecho a heredar. Situación distinta ocurre, si el padre de la quejosa hubiera fallecido antes que los autores de la sucesión, donde, su descendencia heredaría por estirpe o en representación, según lo dispuesto por los artículos 1501 y 1506 del referido código. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL CUARTO CIRCUITO. Amparo en revisión 490/2012. 19 de abril de 2013. Mayoría de votos. Disidente: Agustín Arroyo Torres. Ponente: Martín Alejandro Cañizales Esparza. Secretaria: Claudia Canales Martínez. -2-