Tormentas sociales activas

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Tormentas sociales activas
Julián Gutiérrez Conde*.- Las redes sociales conforman un componente cada día más activo y protagonista en la nueva
era. Los personas, y especialmente los jóvenes, se han dado cuenta de que tenemos acceso a un nuevo medio de
comunicación e interacción en abierto que permite no solo relacionarse sino incluso conformar grupos activos de
interés social que pueden, por distantes que estén y por este medio, adquirir relevancia y presencia social en los más
diversos campos.
Muchas mentes aún no están adaptadas a esos nuevos medios disponibles y se van acercando a ellos con timidez,
pero su crecimiento es imparable y progresivo exponencialmente en la medida en que las nuevas generaciones vayan
incorporándose a asumir la dirección de la sociedad.
Incluso se ha dejado entrever el poder de las redes sociales como nuevo medio para conseguir la convocatoria popular
“espontánea” en ciertos momentos. Y hemos visto algunas actuaciones de activismo social que han culminado con
protestas ante gobiernos y fuerzas socio-políticas.
Estas expresiones del poder de las redes sociales son tan solo la punta del iceberg de lo que puede llegar a venir en el
futuro. Lo que van a dejar en entredicho y van a trastocar serán las mismas esencias de la estructura y conformación
del poder.
A pesar de los cambios y avances sociales, el poder en las sociedades modernas sigue conformándose según unos
principios heredados y derivados de la antigüedad. Me refiero a que seguimos con estructuras piramidales de unos
pocos que ostentan el poder de mando y otros que gregarios, se someten a las imposiciones de aquellos. Sin duda ha
habido un gran progreso tanto en el modo de democratización y elección de nuestros representantes como en las
garantías de un estado de derecho. Sin embargo los círculos de poder siguen siendo reductos muy cerrados, copados
por los partidos y una oligarquía con intereses cruzados. Y cunde la sensación de un gran alejamiento de la realidad
cotidiana y deseos de los ciudadanos.
Las redes sociales han cosechado algunos éxitos de participación y convocatoria. Han llegado a conseguir ciertos
logros sonados de “acción popular” obligando a modificar algunas leyes o a llevar a cabo ciertos cambios políticos. Han
conseguido un pequeño avance al generar la “sensación de sentirse escuchados”.
Pero aún las personas tenemos conformadas nuestras mentes en base a la tradición cultural y necesitamos el referente
de un liderazgo físico protagonizado y personalizado en alguien concreto que de visibilidad y marque pautas. Eso hace
que el activismo de las redes sociales quede aún diluido en el caos a veces incluso de las contradicciones.
Por otra parte las acciones que se han venido planteando han sido masivas y deshilachadas, lo cual demuestra su
inmadurez, siendo rápidamente absorbidas por los estamentos y grupos políticos clásicos que las han contaminado y
desactivado.
Pero estamos en los albores de un movimiento con un trasfondo mucho mayor y de una fortaleza inmensa. Un nuevo
Quinto Poder que puede conducir a situaciones de ciencia ficción. Es perfectamente concebible que las acciones de las
redes sociales ganen en madurez y eficacia. Que lleguen a organizarse para plantear y ganar batallas concretas, y
para eso necesitan una mayor precisión. En vez de acciones amplias y diluidas de protesta generalizada, se focalizarán
para conseguir impactos concretos y decisivos. Lo que llamo “lanzamiento de torpedos a las líneas de flotación”.
Los movimientos sociales necesitan el alimento de la sensación de éxito. La consecución de logros les dará
continuidad, seguidores y destreza. Consigue más adeptos un logro concreto y preciso porque genera percepción de
ser parte de una herramienta con valor, que grandes manifestaciones masivas pero diluidas en el “maremágnum” de
una simple protesta más. Por eso conforme vayan madurando y sofisticándose se propondrán acciones específicas y
muy concretas.
No pasará mucho tiempo antes de que contemplemos el lanzamiento de algunos “torpedos de acción social”. Y lanzo
una pregunta: ¿Es inimaginable que puedan ser algunas de las Grandes Corporaciones las primeras en sufrir sus
efectos y en convertirse en campo de pruebas de la “guerrilla de acción social” como paso previo a acciones más
ambiciosas?.
Las todopoderosas multinacionales están culturalmente concebidas como centros absolutos de poder que imponen sus
reglas, normas y procedimientos. Son expertos en el manejo de la fuerza como herramienta negociadora. Su poder es
abrumador utilizando el dinero y la presión. Están acostumbradas al mando por imposición y cuando el terreno se les
mueve hacia otros campos se les nota temblorosas. Pero esa prepotencia habitual les ha causado una esclerosis grave
y disponen de pocas otras habilidades en el manejo de otras herramientas negociadoras. Especialmente en lo relativo
a construir alianzas.
Tienen además una gravísima debilidad, derivada de su poder financiero y es que son esclavas de su prestigio. Un
tambaleo en su prestigio puede ponerlas contra las cuerdas en los mercados financieros y sufrir el ataque de los
inversores. Y el prestigio no lo da y la trayectoria sino que cada vez hay que conseguir ganarlo, demostrarlo y
sostenerlo más en el día a día.
Las multinacionales, especialmente las monopolísticas u oligo-polísticas tienen además, porque con sus actuaciones
se lo han labrado a pulso, muchas bolsas de enemigos y resentidos que han generado a lo largo de años de
prepotencia. Así que no es difícil concretar reclamaciones justas y de clara conciencia y seguimiento social propuestas
por algunos grupos concretos. En definitiva que son un banco de pruebas idóneo y forman una diana perfecta para que
las redes sociales planifiquen acciones de reclamación precisas; exijan modificaciones en sus comportamientos o en su
caso, amenacen con el lanzamiento de “acciones torpedo”.
Tradicionalmente las organizaciones empresariales han definido tres grupos de atención prioritaria; los accionistas, los
empleados y los clientes. Los dos primeros tenían una construcción organizativa más concreta y físicamente visible.
Unos mediante un órgano como la Junta de Accionistas y los segundos a través de los Sindicatos representados. Los
Clientes/Usuarios están más diluidos y por lo tanto dispersa su conciencia de grupo por los que sus reclamaciones y
aspiraciones se reducen casi en su totalidad a acciones individuales complejas y difíciles en muchos casos.
Pero las redes sociales van a conformar y crear conciencia de grupo incluso en algunos nuevos subgrupos activos. Y
los más sofisticados se llegarán a convertir en auténticos, modernos y nuevos lobbys. Incluso los actuales y poderosos
lobbys como el de los constructores, el de los constructores automovilísticos, el de las empresas de
telecomunicaciones, de energía,…etc. llegarán a ser las nuevas “dianas” de las redes sociales activas. Imagínense los
grupos de ex - empleados de una organización (compuesto por jubilados y prejubilados, despedidos,..); o el inmenso
grupo de proveedores de (incluso segmentado entre pequeños y medianos y diferenciados del resto), o el de comunas
afectadas por el impacto medioambiental como consecuencia de las actuaciones de una determinada corporación.
PLANES DE ACCION POR ETAPAS
Estos grupos, para dejar de ser grupos diluidos y transformarse en Grupos de Acción Social Activa, tienen que primero
abrir grupos de conciencia a través de Redes Sociales Específicas y luego programar sus Reclamaciones a un Plan de
Acción por Etapas en el que lo primero será hacer llegar la Sugerencia de Modificación de Actitud a la Corporación
sobre la que se focalicen; después, y si no hay respuesta y corrección en un plazo concreto, enviar una Advertencia de
Acción Social Activa; tercero y si continúa el inmovilismo de hecho, Exigir la corrección inmediata de comportamientos
y el anuncio de lanzamiento de un Torpedo de Acción Social preciso que consistirá en una acción concreta en un lugar
concreto y en un momento concreto que en el caso de no resultar efectivo seguirá escalándose a otras áreas.
Este método de impacto social, que por otra parte no es nuevo en la Historia pues basta con repasar las acciones de
movimiento social organizados por Gandhi o Martin Luther King, tienen en estos momentos unas facilidades de
comunicación como nunca antes en la Historia.
Pongamos un ejemplo: El de los jubilados de cierta edad a los que una entidad bancaria les ha invertido sus ahorros en
acciones preferentes; lo que despierta una especial sensibilidad y repugnancia social.. ¿Se imaginan el impacto que
podrían tener Torpedos de Acción Social que en vez de conformarse como acciones de protesta reivindicativa se
construyeran como: “ Tal día a tal hora, todos los clientes de una sucursal de determinada entidad de determinado
lugar se presentarán a retirar sus fondos y cancelar sus cuentas”. En caso de no adoptarse medidas inmediatas, se
procederá a lanzamiento de nuevos Torpedos de Acción Social.
Calculen el impacto no ya directo sobre una entidad y en una determinada plaza, sino la percepción de Grupo
Organizado Activo que genera. Por otro lado, la gestión de las Acciones Escalonadas Ascendentes significan una
advertencia de amenaza exponencial expansiva. Imaginen el impacto que tendría no ya sobre la entidad elegida sino
sobre aquellas otras que han llevado a cabo acciones similares con grupos sociales equivalentes. Y por otra parte el
éxito de la acción puntual, además e notoriedad y noticia daría sensación de fortaleza al grupo; servirá de modelo a
otros y acabará conformando lobbys.
Pero es que si la Compañía afectada no corrije su error y aporta una solución, se programaría una nueva acción aún
más contundente. Y así todo un escalón creciente de acciones.
Es muy importante dejar constancia evidente que la pretensión es lograr un cambio de actitud de una determinada
entidad ante un caso concreto y que por lo tanto, y si se quiere ganar el máximo respeto social se ha de ser
absolutamente correctos y educados. Lo que se quiere es un cambio de actitud para mejorar y no la destrucción de la
entidad en cuestión o de sus equivalentes. Hay que dejar claro que las necesitamos, que forman parte del entramado
social pero que no pueden enriquecerse con formas de hacer deshonestas.
Los nuevos lobbys sociales si quieren triunfar han de defender causas justas, ser transparentes, no excluyentes y con
un modelo transformador y positivo. Deben ganarse el respeto de las personas hacer sentir orgullosas a las personas
de pertenecer, colaborar y contribuir a su movimiento. Pero eso no está reñido con ser firmes, contundentes y sobre
todo persistentes en su afán.
Las Corporaciones deben empezar a saber crear “lazos de comprensión y satisfacción” con grupos sociales mucho
más amplios que los habituales por alejados y externos que les puedan parecer.
Tendrán que empezar a saber manejar no solo ya las herramientas de negociación hard que habitualmente utilizan sino
fundamentalmente las preventivas de carácter soft.
En la historia reciente ha habido hechos significativos como por ejemplo la batalla con la todopoderosa industria
tabaquera. Lo que empezó como una reclamación individual ante los tribunales fue creciendo poco a poco y con
muchas dificultades sorteando no solo escollos legales sino además trabas económicas y maniobras de bloqueo
informativo. Sin embargo lentamente la pequeña bola de nieve fue creciendo y ganando cada día más adeptos
conforme se demostró no solo la relación directa tabaco-cáncer sino además la inclusión de sustancias adictivas para
fomentar el uso del tabaco entre los ya fumadores.
Ese avance que ha durado cincuenta años, no se desarrolló más velozmente entre otras causas por la dificultad de
estructurar grupos sociales activos anti-tabaco debido entre otras causas a la enorme dificultad de comunicación. Hoy
las redes sociales hubieran creado conciencia en horas o como mucho en días. Hubieran logrado miles o tal vez
millones de adeptos en todo el mundo con una inmediatez nunca antes vista.
Hasta ahí básicamente los logros y trasformaciones que las redes sociales han conseguido. Aún le quedan varias
etapas por avanzar hasta convertirse en Tormentas Sociales Activas, pero esas van a llegar de forma sobrevenida en
cualquier momento y con una fuerza de implantación que nos sorprenderá a todos. Y cuando lleguen, lo harán para
quedarse y mucho me temo que van a coger a muchos desprevenidos y sin saber cómo reaccionar.
*Mentor y entrenador de Equipos de Alta Dirección y Gestión. Consejero de empresas y negocios. Mediador y
Observador en situaciones de Conflicto y Alta Tensión
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