CASO CLÍNICO 403 R e v. Soc. Esp. Dolor 7: 403-405, 2000 Eficacia de la PGE 1 en el tratamiento de la intoxicación crónica por ergotamina M . P. Béjar*, J. González*, M. Serrano**, F. Peramo**, F. Bueno**, J. Caballero** y R. Carlos*** Béjar MP, González J, Serrano M, Peramo F, Bueno F, Caballero J and Carlos R. Effectiveness of PGE1 for the treatment of chronic poisoning by erg o t a m i ne. Rev Soc Esp Dolor 2000; 7: 403-405. INTRODUCCIÓN El ergotismo es un síndrome vasomotor que se manifiesta por cuadros de claudicación que clínicamente no se diferencian de los de las arteriopatías oclusivas. Las extremidades son el lugar de presentación más frecuente, siendo los pies las zonas más afectadas. La etiología es generalmente yatrógena, como consecuencia de la administración de ergotamina para el tratamiento de la migraña. El tartrato de erg o t amina se administra por vía oral combinado, frecuentemente con cafeína, ya que la asociación con esta molécula potencia tanto su absorción como su acción vasoconstrictora (1). El mecanismo de acción farmacológica de la erg otamina consiste en un agonismo parcial de los receptores α- a d r e n é rgicos capaz de producir contracción del músculo liso, en particular a nivel de los vasos sanguíneos (2). Relacionado con el consumo de este fármaco se *Médico Residente **Médico A d j u n t o . ***Jefe de Departamento Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor. Hospital Clínico Universitario “San Cecilio”. Granada Recibido: 1 - 2 - 9 9 Aceptado: 2 7 - 3 - 0 0 77 han descrito lesiones endoteliales de pequeños vasos tras vasoconstricción prolongada. Además, el vasoespasmo persistente asociado a las lesiones endoteliales puede desencadenar procesos trombóticos y conducir a lesiones orgánicas tanto en el árbol arterial como en el venoso (3-5). Algunas estadísticas estiman que los efectos secundarios de este fármaco pueden llegar hasta un 10-20%, abarcando desde síntomas banales y autolimitados hasta cuadros graves con pérdida de extremidades e incluso exitus (2,6,7). Se han descrito 3 tipos de intoxicación: a) aguda por mecanismo alérgico, b) aguda por dosis excesivas administradas durante largo tiempo y c) crónica por tratamientos prolongados a dosis terapeúticas. El caso clínico que se expone a continuación corresponde a este último caso de intoxicación. CASO CLÍNICO Mujer de 38 años que ingresa por presentar un cuadro de isquemia crónica en miembros inferiores que ha ido evolucionando a lo largo de un año desde una claudicación intermitente hasta presentar dolor en reposo, frialdad y parestesia. En los cuatro últimos meses el cuadro se ha extendido a miembros superiores. Entre sus antecedentes destacan frecuentes episodios de migraña de 3-8 horas de duración, con una intensidad EVA de 8-9. Estos episodios en los últimos años han ido aumentando en frecuencia e intensidad, tomando diariamente hasta 4 mg de erg o t a m ina y 1.500 mg de paracetamol. Se realizaron pruebas de laboratorio (glucosa, urea, sodio, creatinina, colesterol, proteínas…) que fueron normales. El examen angiográfico mostraba la existencia de un vasoespasmo generalizado, aunque las arterias 404 M . P. BÉJAR ET A L . R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 7, N.º 6, Agosto-Septiembre 2000 más afectadas eran la arteria ilíaca externa, femoral superficial y femoral profunda derechas. Los índices doppler obtenidos durante la exploración hemodinámica realizada al ingreso y a los tres meses del diagnóstico una vez comenzado el tratamiento, fueron los expuestos en las Figuras 1 y 2, donde se aprecia cómo existe una importante estenosis a nivel de miembros inferiores en el primer examen (Fig. 1) y una normalización de los índices d o ppler en el segundo examen tras el tratamiento (Fig. 2). Fig. 2—Presiones segmentarias tras completar tratamiento con PGE. Fig. 1.—Presiones segmentarias antes de iniciar tratamiento con PGE. Ante la sospecha de ergotismo se suspendieron todos los analgésicos previos. Las crisis migrañosas se trataron con naproxeno y sumatriptán para las fases agudas y flunarizina y alprazolan como profilaxis. En el tratamiento del ergotismo se empleó un protocolo ambulatorio con prostaglandina E i.v. a dosis de 60 µg . d í a-1 durante 21 días. Conseguimos con este doble abordaje un control del cuadro migrañoso, y desaparición del cuadro isquémico incluidos los trastornos tróficos, volviendo los índices doppler a la normalidad. DISCUSIÓN En relación al tratamiento de los cuadros de intoxicación por ergotamina, la supresión del tóxico es obligada y en casos incipientes puede ser suficiente. En casos más severos, se requiere una terapia agresiva con vasodilatadores y tratamiento reológico con dextrano. Clásicamente se ha considerado al nitroprusiato como la droga antídoto del erg o t i s m o , sin embargo, su administración presenta serias desventajas ya que precisa infusión con bomba y vigilancia continua, sin olvidar sus posibles efectos secundarios que obligan al ingreso hospitalario del paciente. Por otro lado los ensayos realizados mediante bloqueo simpático con anestesia epidural o simpatectomía química no han sido satisfactorios en la reversión del síndrome ergotamínico, posiblemente en relación a que la vasoconstricción ergotamínica está ligada a una acción periférica que interesa no sólo a los receptores adrenérgicos postganglionares sino que involucra otros receptores vasoconstrictores (8). En casos poco severos la administración de antagonistas del calcio puede ser suficiente para mejorar la perfusión distal de las extremidades. No obstante, en estados más avanzados, cuando ya existen episodios trombóticos, puede estar indicada la utilización de fibrinolíticos así como dextranos y antiagregantes plaquetarios como tratamiento coadyuvante al vasod i l a t a d o r. 78 E F I C A C I A DE LA P G E 1 EN EL T R ATA M I E N TO DE LA I N TO X I C A C I Ó N C R Ó N I C A POR ERGOTA M I N A La PGE, introducida en los años ochenta, se ha venido administrando con éxito en los trastornos de la circulación arterial. Este fármaco, por su perfil de acción farmacológica múltiple, presenta numerosos efectos terapeúticos positivos en la arteriopatía oclusiva periférica, destacando su capacidad para: —Dilatación de arteriolas y esfínteres precapilares, con el consiguiente aumento del flujo sanguíneo y mejora de la circulación. La vasodilatación se produce por una acción directa sobre la musculatura vascular (9). —Acción antiagregante y antitrombótica por disminución de la actividad plaquetaria (10). —Inhibición de la activación de los neutrófilos con reducción de la agregación y adherencia de éstos a las células endoteliales (11 ) . —Mejoría de la microcirculación y de las propiedades hemorreológicas por incremento de la flexibilidad eritrocitaria (12). —Incremento de la actividad fibrinolítica por estimulación del activador del plasminógeno (13). —Acción antiateroesclerótica mediante inhibición de la actividad mitótica de las células musculares lisas (14). Aunque en un principio se creyó que las prostaglandinas, por su corta vida media, sólo mostrarían eficacia por vía intrarterial, posteriormente se ha demostrado que la administración intravenosa conserva la misma eficacia y mejora la tolerancia, al mismo tiempo que disminuye los efectos secundarios (15). Por el perfil farmacológico múltiple, este fármaco viene a sustituir la necesidad de la administración conjunta de la terapia vasodilatadora, fibrinolítica, hemorreológica y antiagregante. No obstante, debido a sus efectos cardiovasculares, debe evitarse en pacientes con antecedentes de insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica, bloqueo A - V de segundo y tercer grado, hipotensión arterial, glaucoma y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. En nuestra paciente, la administración de PGE logró la reversión del cuadro clínico de forma completa, así como objetivamente demuestran las pruebas complementarias (presiones distales, etc.) realizadas posteriormente. Por otro lado, la elección de la vía intravenosa y la aplicación del protocolo de administración única c ada 24 horas, permitió una buena tolerancia con la ausencia de efectos secundarios. El hecho de evitar el ingreso hospitalario permitió una menor interferencia con la actividad diaria de la paciente, al tiempo que disminuyeron los costes hospitalarios. 79 405 C o rre s p o n d e n c i a . M. P. Béjar Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del D o l o r. Hospital Clínico Universitario San Cecilio. Granada BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11 . 12. 13. 14. 15. Bochner F, Carruthers G, Kampmann J, Steiner J. Manual de farmacología clínica. Salvat editores 1980: 228-30. Goodman L, Gilman A. Pharmacological basis of Terapeutics. (6ª ed.) New York: Mc Millan Publisching Co; 1980: 939-47. Brooks OG, Robinson BF. Effect of ergotamine on forearm venous compliance in man. Br J Med 1970; 1: 139-43. Robinson BF, Collier JG. Correlations between basic properties and responses of human blood-vessels. Br Med Bull 1979; 35: 305-8. Carter E. Bilateral thrombophlebitis after a single dose of ergotamine tartrate for migraine. Br J Med 1958; 5110: 1452-3. 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