Las Tecnologías de la Información y la Comunicación en el aula. Plan CEIBAL - MEC - Uruguay Portales educativos ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Ignacio Jara. Fundación Chile. Subdirector Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación. Pontificia Universidad Católica de Chile Castor Toledo, Director, Programa TICs y Educación , Fundación Chile Resumen Los portales educativos se ha constituido en referentes para los docentes que buscan obtener recursos digitales y al mismo tiempo navegar en ambientes creados especialmente con fines educativos. De esta manera los portales se presentan como un servicio que se ofrece a los docentes. El presente artículo explota las características de los portales educativos y de los recursos digitales. Los portales educativos hoy Los portales educativos son básicamente repositorios de recursos y servicios digitales orientados a los diferentes actores del sistema escolar: padres, estudiantes, directivos y, especialmente, profesores de aula. En particular, los portales ofrecen recursos para el aprendizaje y orientaciones metodológicas que pueden ser utilizadas por los docentes para enriquecer las experiencias educativas de sus estudiantes. Muchos portales cuentan, además, con una gama de servicios y alternativas de participación que enriquecen la oferta de recursos y contenidos con los aportes y experiencias de los usuarios. El potencial educativo de estos recursos digitales ha sido ampliamente reconocido por la literatura y su impacto ha sido verificado en numerosas investigaciones. Así lo reporta un vasto estudio encargado por la agencia inglesa para la incorporación de tecnología en el sistema escolar, Becta1 . En este informe se señala que los esfuerzos para integrar tecnología al currículum deben considerar diversos factores críticos, tales como la disponibilidad y confiabilidad del equipamiento, el ancho de banda de la Internet, la preparación de los profesores y, particularmente, la calidad y pertinencia de los recursos digitales utilizados. Esto se confirma al reconocerse que las asignaturas donde las investigaciones reportan mayor impacto de las tecnologías son aquellas para las cuales ha habido un mayor desarrollo y disponibilidad de contenidos educativos digitales. El potencial educativo de los recursos digitales no constituye realmente una sorpresa; había sido previamente difundido por estudios que condensan décadas de investigación en este campo como son los de Unesco2 y del National Research Council de Estados Unidos3 . De estos estudios se desprende que los recursos digitales ofrecen al menos tres características de alto impacto educativo: Los contenidos digitales permiten la interactividad del estudiante con el material educativo, lo que es muy atractivo y estimulante para desarrollar un aprendizaje más activo, lo que se conoce como “aprender haciendo”. Los contenidos digitales permiten también proveer retroalimentación automática al estudiante de acuerdo a su desempeño individual, facilitando una mayor personalización de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Asimismo, los contenidos digitales pueden facilitar la construcción de nuevo conocimiento en base a un proceso progresivo de diseño, desarrollo y depuración, muchas veces a partir de modelos preexistentes, lo que se conoce como la capacidad de edición del material digital. 1 Becta (2007), The impact of ICT in Schools- a landscape review, Condie, R. and Munro, B. from Quality in Education Centre, University of Strathclyde, Becta Research: London. 2 Unesco (2002) Technologies for Education: Potentials, Parameters and Prospect, W. Haddad and A. Draxler (Eds.) Paris: UNESCO. 3 National Research Council (2000) How People Learn: Brain, Mind, Experience and School, Expanded Ed., Washington: National Academy Press. 30 Los portales educativos Los contenidos digitales permiten visualizar, a través de animaciones y simulaciones, conceptos o procesos difíciles de entender de otra forma, lo que facilita hacer concretos y reales temas que son abstractos, especialmente en materias como matemáticas y ciencias. Estos contenidos estimulan a los estudiantes y mejora su comprensión de conceptos complejos. Hay herramientas digitales que permiten el acceso a información y comunicación con personas de todo el mundo, lo que facilita la investigación y la colaboración prácticamente sin límites, siendo particularmente útil en materia de las ciencias sociales. Adicionalmente, los contenidos digitales son un aliado fundamental para las transformaciones pedagógicas que enfrentan los docentes. En su influyente informe sobre las políticas de incorporación de tecnologías a los sistemas escolares, la OECD4 señalaba hace unos años que, si se usan adecuadamente, los recursos digitales presentan oportunidades para los desafíos que enfrenta la educación en los umbrales del siglo XXI. En primer término, pueden facilitar los cambios pedagógicos y la adquisición de las competencias que se requieren en la emergente sociedad del conocimiento: habilidades de manejo de información, resolución de problemas, pensamiento crítico, creatividad, innovación, autonomía, colaboración, trabajo en equipo, entre otras. En efecto, como recurso educativo, pueden facilitar a los docentes el desarrollo de pedagogías constructivistas, las que a su vez están vinculadas con el desarrollo de estas nuevas competencias. Estas aproximaciones pedagógicas se caracterizan por estimular un trabajo centrado en el aprendizaje del alumno, basado en proyectos y problemas; con trabajo grupal e individual que estimulan la autonomía y la colaboración; y donde el docente no es la única fuente de conocimiento pero sí el guía de los procesos de aprendizaje. Los contenidos digitales son vistos como un buen aliado de los profesores para desarrollar este tipo de aproximación pedagógica; y ofrecen un rango de nuevos recursos y experiencias para mejorar los aprendizajes en estos contextos. Sin perjuicio de estas potencialidades, la misma OECD5 hace ver que los recursos digitales también pueden ser un aliado para fortalecer pedagogías tradicionales aún en boga en muchos sistemas educativos, puesto que en realidad no tienen una orientación pedagógica intrínseca hacia el constructivismo, ni su uso conduciría indefectiblemente hacia el desarrollo de estas nuevas competencias. Como éstas, hay potencialidades educativas de los recursos digitales que no se inscriben en el desarrollo de competencias para la sociedad del conocimiento, pero que igualmente contribuyen al mejoramiento educativo. Por ejemplo, el simple uso de contenidos educativos multimedia permite motivar a los estudiantes y, más importante aún, sintonizar con los distintos estilos y necesidades de aprendizaje de los alumnos, gracias a la multiplicidad de medios que soporta. En este contexto, el aprovechamiento de este potencial educativo se ha vuelto una prioridad en muchos países, los que han invertido considerables cantidades de dinero en equipamiento tecnológico que permita a las escuelas acceder y utilizar los recursos digitales disponibles. Dada la creciente infraestructura tecnológica disponible en las escuelas que facilita el uso de estos contenidos digitales, los portales se han convertido en una cantera de recursos que permite a los docentes ampliar el rango de experiencias educativas que pueden ofrecer a sus estudiantes. El acceso expedito a estos nuevos recursos es el rol primario de los portales educativos, que debe ser cumplido con rapidez y sencillez. Para eso, los portales organizan sus contenidos de acuerdo a las categorías del currículum local de las comunidades educativas que atienden y les ofrecen sistemas de búsqueda y navegación. Asimismo, los portales cumplen un rol de garantes de la pertinencia curricular y de la calidad de los contenidos que ofrecen, aliviando a los profesores del trabajo de navegar y evaluar contenidos en el infinito mar de Internet. Cuando los portales cumplen con estos propósitos se ven premiados con la visita y fidelidad de sus usuarios, especialmente los profesores. La explicación de esta valoración del mundo docente por los portales educativos está vinculada al hecho de que en todas partes del mundo los maestros son profesionales con muy escaso tiempo disponible fuera del aula para preparar sus clases, evaluar a sus estudiantes y encontrar los recursos de aprendizaje más adecuados a sus objetivos curriculares. Un sistema online que les facilite esta tarea y les provea de contenidos y materiales confiables es, por tanto, altamente valorado. Como respuesta a esta necesidad, la oferta de portales de recursos educativos on line ha seguido aumentando, tanto con sitios de índole privada como pública, como lo reporta el reciente estudio de Becta antes señalado6 . Los lineamientos conceptuales y la identidad Al momento de construir un portal educativo y, como primera acción, al mirar la diversidad de la oferta existente, surgen numerosas interrogantes. La tarea de diseño consiste precisamente en sistematizar y, por sobre todo, armonizar el conjunto de posibilidades al que se enfrenta el equipo de diseño. 4 OECD (2001) Schooling for Tomorrow, Learning to Change: ICT in Schools, Paris: CERI-OECD. OECD (2002b) Quo Vademus? The Transformation of Schooling in a Networked World, Case Study Report, Version 8c, Paris: CERIOECD. 6 Becta (2007), ibid. 5 31 Las Tecnologías de la Información y la Comunicación en el aula. Plan CEIBAL - MEC - Uruguay Las preguntas surgen rápidamente. ¿Cuál es el público focal? ¿Cuáles son las prioridades en cuanto a asignaturas y edades? ¿Este portal será un motivador y articulador del diálogo sobre educación? ¿Será para todos los usuarios o tendrá una oferta segmentada? ¿La tarea será proveer recursos o impulsar la creación por los usuarios? Cómo se relacionará con el sistema educativo: ¿se ubicará a la vanguardia o apostará a un público masivo y menos tecnologizado? ¿En qué lenguaje y con qué estilo se aproximará a los usuarios? Son muchas las preguntas que surgen durante el ejercicio de pensar el portal que puede hacer un aporte más contundente a la realidad educativa de cada país y la gran tarea es encontrar una respuesta que sea consistente con los desafíos descubiertos y suficientemente flexible para abordar cambios que el futuro forzará por diversas causas. Frente a las preguntas del tipo descrito anteriormente aparece la tentación permanente de responder: “se deben tratar de hacer ambas cosas”. Dos razones fundamentales llevan a tener que tomar una opción: la primera, la limitación de las capacidades, que lleva a pensar que, incluso queriendo hacerlo todo, se debe actuar en un orden y con una prioridad; la segunda, la necesidad de ir forjando una identidad como portal, convocando con más fuerza a quienes se apuesta sean los usuarios principales, con el fin de que encuentren un espacio que ofrezca respuestas a sus interrogantes y demandas. La identidad de un portal o la percepción de identidad que se espera que tengan los futuros usuarios es el efectivo punto de partida; el usuario es el centro del proyecto, por lo tanto la identidad por construir tiene que ver con la realidad de nuestros usuarios y con la apuesta que realizamos sobre el futuro cercano y los cambios que nos esperan. Definir esta identidad es la base de un diseño gráfico y funcional que determinarán fuertemente el resultado y éxito del proyecto. Los desafíos futuros de los portales educativos Si analizamos, por una parte, las tendencias seguidas por la internet y los productos que viven en ella, por otra, el desarrollo de los portales educativos en su corta pero vertiginosa historia y, por último, los cambios y las tendencias que se producen actualmente en educación, se puede pensar en tres desafíos que resultan especialmente relevantes para los portales educativos: - La socialización de la producción de contenido - El ingreso de los portales educativos al aula - La integración de los portales al trabajo de la escuela La socialización de la producción de contenido: Del portal proveedor de recursos a la web 2.0 Si se observa la progresión en el tiempo de los portales educativos se pueden distinguir tres grandes etapas - a veces superpuestas en el tiempo - asociadas a sus grados de desarrollo y a los niveles de conocimiento digital de la población. Estas etapas han sido sincrónicas con las tendencias generales que se han dado en Internet. En primera instancia los portales son proveedores de recursos educativos digitales y centran su actividad en entregar a docentes y estudiantes materiales para su labor diaria. Algunos de ellos se orientan también a entregar opinión e información sobre tendencias y nuevas prácticas educativas. En una segunda etapa, y sincrónico con internet, los portales han sido vistos como potentes soportes para comunidades en el intercambio de experiencias educativas entre pares, como comunidades de intereses, como herramientas de formación a distancia y en general como soportes para diversos sistemas de comunicación. Hoy el cambio de Internet está recibiendo el nombre de web 2.07 , que corresponde a un conjunto de nuevas tendencias y productos en la red. Web 2.0 es una forma de mirar la Internet, es una actitud hacia ella y no una tecnología y se caracteriza por una nueva forma de relacionarse con el usuario (interfaz), una nueva forma de entender el valor de la Internet y de la participación de los usuarios y una nueva forma de hacer negocios en la red, entre otras. Una buena síntesis de esta nueva forma es la imagen de una Internet con el usuario en el centro. Y este cambio está determinando una tercera etapa de los portales educativos. 7 El concepto de "Web 2.0" nació durante una sesión conjunta de O'Reilly y MediaLive Internacional para la preparación de conferencias. Dale Dougherty, pionero de la web y vicepresidente de O'Reilly, observó que en lugar de haberse "estrellado", la web era más importante que nunca, y que nuevas aplicaciones y sitios iban surgiendo con una regularidad sorprendente. 32 Los portales educativos El desarrollo colectivo de contenidos, la participación, la colaboración sin límites geográficos, el enriquecimiento mutuo y permanente de los productos educativos, son experiencias que resultan muy atractivas y que han sido incorporadas como herramientas en muchos portales. Aún debemos ser cautos para observar la forma en que estos desarrollos se incorporarán al mundo de la educación, pues su evolución esta aún en un estado primitivo. Debemos considerar inicialmente que los procesos de producción social de contenidos se basan en poblaciones gigantescas, donde un porcentaje muy pequeño participa efectivamente del proceso constructivo. Por tanto debemos hacernos cargo de una eventual necesidad de que los portales educativos sean actores más involucrados en los procesos educativos y en la tarea diaria del docente, para que la producción de contenidos digitales y específicamente la colaboración en este terreno se constituyan en un elemento de valor efectivo. El ingreso de los portales educativos al aula: Otro desafío fundamental para los portales educativos es convertirse en un proveedor efectivo de recursos que sean utilizados en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Pasar de ser un proveedor auxiliar de recursos a un proveedor de la actividad central del proceso educativo: la actividad dentro del aula. Numerosos estudios sostienen que el impacto del uso de tecnologías en la educación se potencia en la medida que éstas son integradas al proceso de enseñanza aprendizaje, en que un docente puede ocupar la tecnología para enseñar. Existen diversas estrategias que incorporan las TICs a este proceso, que van desde entregar un computador a cada niño, al uso de pizarras interactivas o simplemente utilizar en cada aula un proyector conectado a un computador. En todas ellas el uso de TICs se integra en el centro del proceso educativo y la tarea de los portales es la provisión de objetos de aprendizaje que puedan ser las herramientas del docente en este nuevo contexto. La integración de los portales al trabajo de la escuela Hasta hoy los portales educativos han sido concebidos como herramientas para el trabajo personal del profesor, pero aún no han avanzado en hacerse cargo del trabajo integrado de la escuela. Una nueva generación de portales debería ser capaz de integrar la actividad del docente en sus diversos momentos y convertirse en la herramienta de integración de su actividad profesional. Los nuevos portales deberán hacerse cargo de acompañar al docente en los diversos momentos de su actividad diaria y, por tanto, ser capaces de integrar procesos. Debemos avanzar en la construcción de portales-herramienta, que superen la generación de portales-biblioteca. Si los portales de hoy son capaces de entregar propuestas didácticas (lesson plans), debemos avanzar a otros que sean capaces de que el docente trabaje en la creación o adaptación de sus propuestas y que a partir de ello pueda controlar su avance real clase a clase y también entregar su planificación a las unidades técnicas especializadas. Es decir, el portal será la herramienta integradora del trabajo del docente en todas sus dimensiones, incluyendo la integración con tareas administrativas, que podrán llevarse adelante integrando estas funcionalidades al portal o proveyendo servicios de integración con las diversas plataformas existentes. Finalmente podremos, a partir de esto, pensar en llevar adelante la utopía de que los portales sean el resultado del trabajo colectivo de muchos docentes, pero esto podrá producirse en la medida que la acción de compartir y construir contenidos en forma colaborativa, se convierta en un insumo para la acción diaria del docente. 33