Alimentación infantil

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ALIMENTACION INFANTIL
RN – 6 MESES:
Durante esta etapa, el bebé, no necesita más alimento que la LECHE materna, o si no es posible,
leche adaptada de inicio (nº 1)
Pero a partir de los 6 meses, la leche ya no es suficiente para cubrir todas sus necesidades nutritivas,
por lo que se deben introducir otros alimentos que completen los requerimientos nutricionales que
precisa para su crecimiento y desarrollo.
La leche seguirá siendo fundamental en su dieta, preferiblemente materna, hasta que la mamá quiera
y/o pueda (ideal hasta los 24 meses). Deberá tomar unos 500 ml. de lácteos al día.
Antes de los 4 meses no se debe dar al bebé ningún alimento más que la leche, pues como ya he
comentado, la leche cubre todas sus necesidades. Además la adaptación de la boca del bebé a la
cuchara, aun no está desarrollada; y también existe una inmadurez del aparato renal y gastrointestinal,
que no es capaz de procesar bien alimentos distintos a la leche.
Tras revisar los últimos consensos relativos a la alimentación del lactante, de las sociedades
españolas e internacionales, que se ocupan de aconsejar la mejor alimentación e introducción de
alimentos para los bebés (AEP, ESPGHAN, OMS, AAP…) he diseñado el siguiente calendario sobre la
diversificación alimentaria del bebé. De todas formas es una pauta flexible que los papás podéis
acomodar un poco a vuestros hábitos de alimentación.
A LOS 5 – 6 MESES:
Si le estás dando pecho a tu hijo y quieres seguir ofreciéndoselo de forma exclusiva hasta los 6
meses, ¡estupendo! puedes seguir haciéndolo, pues como ya he comentado, tu bebé aún no precisa
de otro alimento (mas que tu leche) para crecer y desarrollarse correctamente. Cuando cumpla los 6
meses sigues el esquema que doy a continuación, y luego vas continuando el orden cronológico
apuntado. Pero si ya quieres empezar a darle papillas, puedes comenzar con:
CEREALES SIN GLUTEN: (Arroz y maíz)
Las primeras papillas deben ser claritas (para ir probando la tolerancia e ir acostumbrándolo a este
nuevo sabor). Empieza con 1 o 2 cucharaditas de cereales por cada 100 ml. de liquido (leche –
materna o de formula inicio- o agua) y cada 2-3 días añade una cucharadita más, para ir espesando,
hasta las 5-7 cucharaditas/100 ml. (De todas formas, dependiendo de la marca de cereales que
compres, llevará más o menos espesante por lo que, debes comprobar cuantas cucharaditas precisas
para obtener la consistencia que deseas). Lo importante es iniciar una papilla clarita y poco a poco irla
espesando. Si le das pecho a tu bebé, es mejor dársela en un platito con cuchara, pero si tu hijo toma
biberones, puedes empezar añadiendo las cucharaditas de cereales dentro del biberón y cuando la
consistencia sea más espesa, la pasas a un plato y se la das con cuchara.
Esta papilla se la empiezas a dar a mediodía. (Es recomendable este momento para la introducción de
cualquier nuevo alimento, pues así podrás vigilar, a lo largo de la tarde, la aparición de cualquier
malestar o reacción alérgica en tu bebé). Cuando ya hayan pasado unos días y veas que la tolera
bien, puedes pasarla a la mañana y comenzar a dar otra papilla igual por la noche. Hacia los 8 meses
ya puedes dar papillas más espesas, con 8-9 cucharaditas de cereales.
La papilla de cereales sin gluten suele gustar a todos los bebés pues tiene un sabor dulce (que es su
preferido). Pero te debo comentar que hay marcas de alimentos infantiles que añaden azúcar a sus
papillas de cereales, lo que puede provocar que tu hijo se vaya acostumbrando a estos sabores muy
dulces y luego rechace los que no estén azucarados, teniendo de esta forma más riesgo de sufrir
sobrepeso, caries…etc. Te recomiendo que mires la composición de las papillas que vayas a ofrecer a
tu hijo e intenta elegir las que menos azúcar tengan. Si no se acostumbra a un sabor muy dulce, no te
lo pedirá. Aprovecho también para decirte que los bebés alimentados, exclusiva o mayoritariamente,
con leche materna, reconocen todos los sabores incluidos en las dietas de las madres (que pasan al
bebé a través de la leche) y al resultarle familiares, los aceptan sin problema. Pero hay marcas de
alimentos infantiles que añaden vainilla como saborizante a las papillas de cereales, y a algunos niños
no les gusta ese sabor, que no reconocen. (La vainilla es una especia que no suele estar presente en
la dieta habitual de la mamá). Finalmente les encantará. Si no ocurre así, puedes cambiar de marca a
otra que no lleve vainilla, o no se note tanto el sabor. Los bebés que solo han tomado leche de
formula, que siempre tiene el mismo gusto, como no reconocen ningún otro sabor, no tienen este
problema.
PRIMERAS FRUTAS: Zumo y papilla
(Plátano, pera, uva, manzana, naranja, y mandarina)
A esta edad (5 – 6 meses) también puedes empezar con la fruta. Al principio la darás en forma de
zumos y a cucharaditas (no es bueno darlo en el biberón por el alto riesgo de producir “caries de
biberón” (que destruyen todo el esmalte de los dientes de leche, al ser el zumo un liquido acido y
azucarado -las frutas llevan glucosa y fructosa-)
Empieza dándole 1-2 cucharaditas y cada día las vas aumentando hasta unos 50ml. Utiliza fruta
fresca, exprimida o licuada en casa, justo antes de dársela. (Si dejas pasar mucho rato antes de
dársela, al oxidarse en contacto con el oxigeno del ambiente y la luz solar, pierde muchas de sus
vitaminas y no es tan nutritivo).
Compra fruta madura, que es más dulce y menos acida, para irlo acostumbrando a este nuevo sabor
(lo rechazará si es muy acido o amargo). Empieza con una fruta y cada 3-4 días vas ofreciendo otra
(así te aseguras de que no aparecen reacciones alérgicas, y si aparecen, sabrás cual es la fruta que la
produce). Si rechaza el zumo de naranja (puede ser algo acido), dale de uva o pera (son mas suaves).
Cuando compruebes que tolera bien los zumos, comienza a ofrecerle la fruta en forma de papilla, y ya
puedes incluir 2-3 trozos de frutas distintas para hacer la papilla. Recuerda que el plátano y la
manzana son frutas que estriñen, y si tu bebé tiene este problema (más frecuente en niños que toman
leche de formula), no conviene que se las pongas juntas en la misma papilla. Otra forma es
haciéndole la papilla con una fruta distinta cada día en lugar de mezclar 2-3 frutas en la misma papilla.
Hazlo de la forma que mejor te resulte.
Para dulcificar la papilla de frutas puedes darle un poco de leche caliente y, si queda muy liquida, unas
cucharaditas de cereales para espesarla un poco. Al principio la papilla será pequeña (Ej. ½ manzana
+un puñadito de uvas sin piel ni pepitas+ 60ccde leche+ 2 o 3 cucharaditas de cereales) y puedes
suplementarla dándole despues un poco de pecho o biberón, y conforme vayas aumentando la
cantidad de la papilla con mas frutas leche y cereales, ves ofreciéndole menos leche después. A los
12-15 días, de haber iniciado las frutas, ya estarás dando una papilla de unos 250 ml.
Cuando se haya habituado bien al sabor de las frutas puedes ir retirando paulatinamente la leche y los
cereales hasta darle la papilla solo de fruta. Si ves que no le gusta el sabor puedes seguir
suavizándosela con leche y cereales, pues es importante que consuma fruta fresca diariamente.
La naranja, como es más acida, puedes empezar a dársela cuando veas que tolera bien otras frutas
más dulces. Empieza añadiendo a la papilla de frutas un poco de zumo, y cada día un poco más y tras
algunos días puedes ya poner ½ naranja a la papilla con otras frutas. (Recuerda comprar naranjas
maduras para que no estén muy acidas, y pelarle bien toda la parte blanca de la piel pues amarga). Si
el bebé ya tomaba y aceptaba cucharaditas de zumo de naranja, no tendrá problemas, si no, al ser
más acida que el resto de las frutas, puede que le cueste un poco más, pero no te desanimes. A esta
papilla puedes añadirle también un poco de leche y cereales para hacerla más suave.
Hay bebés a los que les cuesta acostumbrarse al sabor de las frutas, pero con paciencia y constancia
conseguirás que acepten estos alimentos que tantos beneficios aportaran a su organismo (vitaminas,
minerales, antioxidantes, fibras…) no te desesperes si no se la toma entera. Ya verás que poco a
poco, si se la sigues ofreciendo, acabara acostumbrándose a este nuevo sabor y, se la acabará. De
todas formas, si a pesar de todos tus intentos sigue rechazándola puedes preparar esta papilla con la
fruta cocinada al vapor durante unos 4 o 5 minutos, a fuego medio (pierde vitaminas pero se suaviza
más) + leche y cereales. Tras unos días de ofrecérsela así, vas retirando un poco de fruta cocida y
añadiendo fruta fresca, hasta que toda la fruta sea fresca.
Le darás una papilla de fruta al día. Al principio se la tomará a medio día, y si ves que la tolera bien, en
unos días, la pasas a la tarde (como merienda).
Nunca añadas miel (no se debe dar hasta los 12 meses), azúcar ni edulcorantes a esta papilla.
A LOS 6 MESES:
Si le das leche adaptada (biberón), pasa de la leche de inicio (nº 1) que ha estado tomando hasta
ahora, a la formula de continuación (nº 2). Esta fórmula contiene más proteínas y hierro que la de
inicio. Si le das pecho, continua con tu leche hasta que puedas.
Poco a poco, a esta edad, puedes ir ofreciendo otros alimentos al bebé:
PRIMERAS VERDURAS:
(Patata, zanahoria, calabaza, puerro, calabacín, judía verde, cebolla, brócoli y coliflor)
Como con las anteriores papillas, esta también la debes introducir poco a poco, alimento a alimento. El
sabor es muy diferente al de la leche, los cereales y la fruta, que hasta ahora había tomado.
Puedes comenzar a prepararla con patata y zanahoria (no pongas mucha cantidad pues la piel del
bebé tomaría un tinte anaranjado), que son dos alimentos suaves, y cada 2-3 días añade una nueva
verdura: Calabaza, puerro, calabacín, judía verde, cebolla, brócoli coliflor (estos dos últimos pueden
producir flatulencia al bebé; si ves que tras comerlo está incomodo, espera uno tiempo para volvérselo
a ofrecer). Pon las verduras troceadas y cocina con poco agua (para que no pierdan muchas
vitaminas) o al vapor. No añadas nada de sal. Puedes añadirle un chorrito de aceite de oliva al agua
de cocción, o mejor, ponerlo directamente en el platito del bebé.
Al principio tendrás que hacer la papilla todos los días (o cada 2-3 días) pues iras añadiendo más
verduras; pero una vez pasados los primeros 15-20 días, ya habrás incluido todas las verduras que
puede tomar a esta edad , y podrás cocinar la olla exprés llena, para después triturarlas bien y
colocarlas en porciones para congelar. De este modo no tendrás que cocinar cada día. Recuerda
rotular las cajitas antes de meterlas en el congelador, colocando el producto que es y la fecha de
congelación.
Evita hasta los 12 meses: espinacas, acelgas, lechuga, col, remolacha, nabos, espárragos, tomate y
ajo. Sí puedes añadir unas hojitas o un trocito de cualquiera de estas verduras, pero no hacer una
papilla o puré donde la más del 20% de la porción esté formada por estos vegetales (pues acumulan
gran cantidad de nitratos perjudiciales para el bebé).
Puedes darle una papilla de verduras al día (a mediodía).
CARNE: (Pollo, pavo, cordero, conejo, cerdo, ternera)
Comienza con la de pollo. Le quitas la piel y puedes cocinarlo junto a la verdura.
A los 7 meses: poco a poco ves ofreciéndole otras carnes: pavo, cordero, conejo, cerdo, ternera. Elige
las partes más magras y quítale toda la grasa que encuentres. Empieza con pequeñas cantidades 1020 g. al día y ve aumentando hasta los 50-70 g. al día.
Se recomiendan 3-4 porciones de carne a la semana (mejor a mediodía) junto con las verduras. Tolera
mejor la carne de animales pequeños (pollo, conejo, pavo) que la de los grandes (cerdo, ternera).
Podemos dar 2-3 porciones de aves o conejo a la semana, 1 de cerdo o cordero y 1 de ternera. La
ternera será la última carne que pruebe. Cuando comiences a ofrecérsela, córtala a trocitos pequeños
o pásala por la picadora y luego la trituras bien, pues es una carne que tiene muchos hilos y si se los
encuentra, la rechazará.
No son recomendables las vísceras ni los sesos a esta edad, se pueden dar a partir de los 12-15
meses, pero cualquier otra carne es preferible que estos.
CEREALES CON GLUTEN: (Trigo, avena, cebada, centeno…)
Hasta hace poco los pediatras aconsejábamos no introducir el gluten hasta los 8 meses por el riesgo
de alergia y desarrollo de Celiaquía (enfermedad intestinal causada por intolerancia al gluten) que
parecía producirse en niños a los que se había dado estos cereales antes de los 7 meses de vida.
Pero los últimos estudios (basados en evidencias clínicas) aconsejan comenzar la introducción de
gluten antes, (sobre los 6 meses) y a ser posible recomiendan que las mamás continúen
amamantando al niño (por lo menos hasta un mes después de la introducción de estos cereales), pues
de esta forma la tolerancia es mucho mejor.
Siguiendo pues estas nuevas recomendaciones, puedes empezar a dar trocitos de corteza de pan y
galletas (cereal de trigo con gluten) para que vaya mordiendo. También puedes ir introduciendo cacitos
de cereales con gluten en la papilla de cereales sin gluten y observar al niño si presenta síntomas de
alergia o intolerancia (vómitos, diarrea, manchas en la piel…). Poco apoco vas sustituyendo las
papillas de cereales sin gluten por cereales con gluten. También en este caso darás 2 papillas al día
(desayuno y cena).
A LOS 8 MESES:
Puedes comenzar a darle trozos de fruta, o de verdura cocida para que lo coja con su mano y vaya
comiendo. Ej.: Patata o zanahoria cocida, plátano, pera, pan…
Si le das pecho, continúa ofreciéndoselo (si puedes) a demanda; y si le das otros líquidos, es
preferible que se los empieces a ofrecer en taza o vaso, pues ya pueden empezar acogerlos y beber
de ellos. Poco a poco deben ir abandonando el biberón (que es responsable de las caries y
alteraciones del esmalte dental que aparecen en los pequeños) y aprender a beber en vaso o taza.
A LOS 9 MESES:
PESCADO BLANCO:
(Besugo, dorada, fletan, lenguado, lubina, mero, pescadilla, rape…)
También puedes comenzar a dárselo añadiéndolo a la papilla de verduras. En ese caso las verduras
no irán acompañadas de carne. Empezaras con poca cantidad de pescado (10-20 g. /toma) y la iras
aumentando hasta 50-70 g. /toma. Si la tolerancia es buena se lo puedes dar 3-4 veces por semana
formando parte de la papilla de verduras de mediodía o la papilla de cereales de la cena.
El pescado lo puedes comprar congelado, o si lo compras fresco debes congelarlo antes de cocinarlo
para evitar riesgo de infecciones. Lo puedes preparar al vapor, asado o al horno. No debes añadir sal.
¡¡¡ATENCIÓN!!! Desmenúzalo bien y mira que no tenga ninguna espina, y quítale también toda la piel.
A la papilla de pescado y verduras del bebé puedes añadirle también una cucharada de aceite de
oliva.
Poco a poco el bebé se irá acostumbrando a este nuevo sabor, aunque le cueste un poco al principio
(también hay bebés a los que les cuesta acostumbrarse a la papilla de frutas y/o la de verduras-carne);
otros se lo comerán sin problemas. Recuerda, como en cualquier otra papilla, que debes empezar con
cantidades pequeñas y observar si aparece alguna reacción adversa.
(La merluza y el bacalao son los pescados blancos que producen más alergias e intolerancias, por lo
que recomiendan darlos más tarde -sobre los 18 meses-).
Si tu hijo rechaza en varias ocasiones la papilla de verdura y pescado, prueba a hacerlo como con la
papilla de verdura y carne: pon las verduras más suaves: patata, zanahoria, calabacín… y puedes
también añadirle un poco de leche. No te desanimes ni te des por vencida, pues tú sabes lo
beneficioso que será este alimento en su nutrición, y la importancia de crear en tu hijo el hábito de
consumir pescado. También puedes intentar prepararlo con leche y cereales (que son alimentos que
aceptan bien). Veras que de esta manera el sabor es mucho más suave –como una bechamel- Elige
30 g. de pescado blanco y lo cocinas al vapor o con muy poco agua durante 5-6 minutos. (El agua de
cocción del pescado, no la utilices para preparar el plato, ya que contiene sustancias que no son
buenas para el bebé en grandes cantidades, para no sobrecargar sus riñones).Sacas el pescado del
agua y lo desmenuzas bien (mira que no quede ninguna espina). Calienta 150 ml. de leche de
continuación (150 ml. De agua + 5 cacitos rasos de leche de continuación) + 1 cucharadita de aceite
de oliva crudo y añade varias cucharaditas de cereales (más o menos dependiendo de lo espesa que
la quieras). Esta papilla tiene un sabor muy parecido al de las croquetas.
También puedes probar añadiendo el pescado a una papilla de arroz. ¡Pon tu imaginación en marcha!
Te recuerdo como siempre que los nuevos alimentos que vayas introduciendo, al principio, es mejor
darlos a mediodía, y así tienes toda la tarde para ver cómo está tu bebé. Tras varios días, ya puedes
ponérselo en la papilla de la noche. (Al ser el pescado de más fácil digestión que la carne, es
adecuado para la cena, que siempre debe ser más ligera que la comida de mediodía).
Este plato lo puedes dar 4-5 veces a la semana y las otras noches (a partir de los 10 meses) puedes
darle yema de huevo duro en la papilla (de cereales o verduras).
Conforme el bebé se va haciendo mayor, ya no tritures tanto el pescado y empieza a darlo a trocitos,
junto con las verduras que chafarás con el tenedor para ir enseñándole texturas más gruesas. Si no
vas acostumbrando a tu hijo a encontrarse tropezones en la papilla o puré, cada vez le resultará más
difícil aceptar alimentos que no estén muy triturados y su estomago se debe ir acostumbrando a
papillas menos finas. Por tanto es el momento de comenzar a ofrecerle comida con texturas más
gruesas.
¡RECUERDA! : Aunque compres lomos o filetes, que no suelen llevar espinas, no te olvides de
desmenuzarlo por si se ha escapado alguna espinita. Puede que el niño rechace el pescado si en
alguna ocasión encuentra en su boca una espina, cosa que por otra parte puede ser peligrosa si se le
clava en la garganta. Pero que esto no te angustie ni te desanime. El pescado es un alimento muy
importante en su dieta y no debe dejar de comerlo.
A LOS 10 MESES:
YEMA DE HUEVO DURO:
Se la iras dando poco a poco. Empieza con ¼ y a los 3-4 días das 2/4 y pasados otros 3-4 días ¾ y
finalmente la yema entera. Recuerda que debes separar bien la clara (que no podrá tomar hasta los 12
meses por el riesgo de alergia e intolerancia).
Comenzaras a darla a mediodía en la papilla de verduras- carne. Dale yema de huevo solo 1-2 veces
a la semana. Cuando veas que le sienta bien, lo pasas a la papilla de la noche y se lo das los días en
que no añades pescado por la noche.
JAMON DE YORK:
Ya puedes ir ofreciéndoselo también. Puedes añadírselo a un puré de patata y calabacín o dárselo en
un platito atrocitos para que lo vaya cogiendo y masticándolo. Intenta comprar uno bajo en sal que
será más adecuado para él.
PRIMERAS LEGUMBRES: Guisantes
A esta edad también puedes empezar a introducir unos pocos guisantes en la papilla de verduras. Son
legumbres suaves. El resto de legumbres empezaras a introducirlas a introducirlas a los 12 meses.
YOGURES NATURALES:
Están hechos con leche de vaca sin adaptar. Es mejor que los compres naturales y no le añadas
azúcar, miel ni edulcorantes. Si puedes añadirle algo de fruta natural. Puedes ofrecerlo como postre
tras un plato de verdura, o como merienda por la tarde en lugar de la papilla de frutas.
Empieza dándole solo una o dos cucharaditas y vas aumentando. Puedes darle medio tras la comida y
medio en la merienda o tras la cena.
A LOS 12 MESES:
RESTO DE LEGUMBRES:
(Alubias, garbanzos, habas, lentejas, garrafón)
A esta edad ya puedes ir introduciéndole poco apoco este nuevo alimento rico en fibras y proteínas.
Empieza a darle lentejas, que son más suaves. Puedes comprarlas sin piel (la piel es indigesta para
los bebes y produce mucha flatulencia) o cocinarlas sin piel y pasarlas por el pasapurés. Puedes
añadirlas a la papilla o al puré de verduras de mediodía. Si ves que las tolera bien, poco a poco vas
probando con las otras legumbres como los garbanzos, y finalmente las alubias.
Un plato solo de legumbres es muy pesado y nunca sentará bien al niño pequeño, por eso lo ideal es
que lo prepares junto a la verdura, que al ser ligera, hace que la unión sea más digerible para el bebé.
También puedes añadir arroz a esta papilla. Como siempre, recuerda, que al ser sabores nuevos
pueden ser rechazados por el niño que solo recibe de buen grado los sabores dulces y familiares
(leche, cereales, patatas…). Por eso: paciencia y no te desanimes. Piensa en la multitud de sabores
que ya has incluido en su dieta y están creando en él el hábito de una alimentación saludable. ¡Con
estos también lo conseguirás!
Al principio empieza a ofrecerle pequeñas cantidades, unos 20 g., y poco a poco aumenta hasta los
50-80 g.
Si a pesar de todo el niño tiene flatulencia, puedes darle menos cantidad de legumbres con mas
verdura y añadirle ½ o 1 yogur tras el puré de verduras y legumbres.
Cuando veas que el niño acepta bien todas las legumbres sin piel y no presenta flatulencia puedes
empezar, poco a poco a dárselas con piel.
Los niños que sean alérgicos(o sus padres tengan alergias alimentarias), empezaremos más tarde a
ofrecerles las legumbres (sobre los 18 meses)
Las daremos 1-2 veces a la semana, a mediodía junto con la verdura. En este caso no es preciso
añadir carne a las verduras pues las legumbres contienen proteínas.
HUEVO COMPLETO:
A esta edad ya puedes empezar a darle la clara del huevo duro. Hazlo igual que con la yema: ¼,
2/4…hasta que se la des entera. Si la tolera bien ya puedes prepararla en forma de tortilla. La darás 12 veces por semana.
OTRAS VERDURAS:
(Espinacas, acelgas, cardos, apio, borraja nabos, remolacha, escarola, lechuga, endivia y col)
Tu bebé va creciendo y su aparato digestivo y renal van madurando, por lo que ya puedes empezar a
darle las verduras que no habías introducido aún, pero sin abusar, pues las verduras de hoja verde
tienen altos contenidos de nitratos que pueden causar enfermedad al bebé. No las des solas en una
papilla o puré. Si las mezclas con las otras verduras que ya le dabas la proporción será correcta.
También le puedes añadir arroz a esta papilla.
OTRAS FRUTAS:
(Melón, sandia, piña, ciruela, cereza, melocotón, albaricoque, fresas, kiwi, frutos del bosque –
frambuesas, moras, grosellas-, y tropicales –mango, papaya, guayaba…-)
Puedes empezar también con las frutas que aún no ha probado. Estas frutas son más alergénicas, por
eso se introducen más tarde. Comienza como siempre despacio con poca cantidad, una a una (cada
2-3 días) observando al niño por si aparecen reacciones alérgicas. Si ya ha tenido alergia a algún
alimento o hay fuertes antecedentes de alergia en la familia, quizás debas esperar un poco a darle
estas frutas.
Si aparecen reacciones alérgicas a alguna de ellas, espera a los 18 meses - 2años para volver a
intentar introducirla.
QUESITO FRESCO SIN SAL:
Puedes dárselo a trocitos en un platito para que él lo vaya cogiendo y lo coma tras el puré de verduras
de mediodía o las frutas de la tarde.
LECHE DE VACA:
Continúa, si es posible, dándole leche de continuación (nº 2) hasta los 15-18 ó 24 meses para iniciar la
LECHE ENTERA DE VACA. Si le das pecho a tu hijo, sigue ofreciéndoselo hasta que puedas.
Recuerda que debe tomar ½ litro de lácteos al día, pero no más de esta cantidad, ya que se ha
demostrado que los niños que toman más de ½ litro de leche al día, tienen exceso de proteínas, y
además tienen una menor ingesta de otros alimentos como frutas, verduras, carne y pescado, ricos en
vitaminas y minerales que le faltaran al niño. Además se ha visto que estos niños tienen mayor riesgo
de sobrepeso y/o malnutrición.
LA LECHE SEMIDESCREMADA: Se la puedes empezar a dar después de los 2 años.
LA LECHE DESCREMADA: La podrás dar después de los 5 años si precisas rebajar las calorías de la
dieta.
SAL, AZUCAR Y MIEL. CACAO.
Durante el segundo año de su vida le puedes añadir un poco de estos productos a su alimentación,
pero sin abusar, en poca cantidad, pues si se habitúa a estos suplementos (que no precisa, pues los
alimentos ya tienen incorporados azucares y algo de sal) te rechazara los que no lleve estos aditivos.
La SAL hace que los niños coman más de lo que necesitan, ya que es un sabor que les gusta. Se
corre el riesgo de que se acostumbren a este sabor y les cueste aceptar otros sabores menos salados.
Utilízala con moderación pues puede producir problemas a la larga: hipertensión, edemas, retención
de líquidos…
El AZUCAR produce el mismo efecto que la sal, haciendo que coman más y se acostumbren a los
sabores dulces con el riesgo futuro de obesidad, caries, diabetes…
La MIEL es la alternativa al azúcar ya que endulza igual y es algo más sana: Es alergénica y hay quien
no la recomienda hasta los 3 años.
El CACAO EN POLVO: Es alergizante y astringente. Solo si sistemáticamente te rechaza la leche
(como precisa tomarla), puedes ponerle un poco de cacao en polvo a partir de los 12-15 meses.
OTROS CONSEJOS:
Recuerda que las texturas de los purés deben ser cada vez más gruesas, de forma que se acostumbre
a masticar cada vez más.
Es importante que el niño se una a las comidas familiares, para que imite a los miembros de la familia
y vaya probando la textura y los alimentos de la comida de padres y hermanos. Revisa que vuestra
dieta no lleve muchas grasas (no convienen a nadie). Como el niño aprende en la mesa por imitación,
vuestros gestos de aceptación o rechazo de los alimentos influyen en su conducta alimentaria, ya que
tienden a copiarlos. Si no os gustan determinados alimentos, no lo comentéis, pues enseguida
aprenderá a rechazarlos. Si quieres que tu hijo cama verduras y pescado tendrás que comerlo tú
también. ¡Ya verás lo bien que le sientan a tu organismo!
A LOS 18 MESES:
OTROS PESCADOS BLANCOS:
Pescado blanco que aun no le habías dado por el riesgo de alergias Merluza y bacalao.
PESCADO AZUL:
Piezas pequeñas (Sardinas, anchoas, arenques, salmonetes, jurel, caballa, palometa…)
El pescado azul puede producir alergias e intolerancia por lo que no se recomienda empezar a darlo
antes de esta edad. Empieza, como siempre, con cantidades pequeñas para ver como lo va tolerando.
Cuando lo compres pide que te lo preparen en lomos o filetes y así te aseguras que tenga las menos
espinas posibles (de todas formas revísalo bien antes de dárselo).
Puedes darlo 1-2 veces por semana.
LAS PIEZAS GRANDES de pescado azul (atún, pez espada, emperador y salmón) no debes darlas
hasta los 3 años ya que almacenan mercurio en su carne (actualmente los mares están muy
contaminados) y este interfiere en el desarrollo del sistema nervioso (sobre todo en menores de 3
años).
Si tu hijo tiene alergia o hay alergias alimentarias en la familia, puedes esperar a que tenga 3 años
para introducirle los pescados azules y el bacalao y la merluza.
A LOS 2 AÑOS:
MARISCO:
Es también muy alergénico, sobre todo los crustáceos y no aportan nada que no aporte el pescado
blanco. Puedes ir empezando a dárselo a partir de esta edad. Si hay riesgo de alergia, espera a los 3
años. Como en todos los alimentos, conviene que lo introduzcas uno a uno, por si aparecen
reacciones adversas saber cuál es el causante.
Cocina bien el marisco ya que si está poco hecho o crudo puede contener bacterias que le enfermen.
LECHE SEMIDESCREMADA:
Solo si tu hijo tiene exceso de peso.
A LOS 2 – 3 AÑOS:
CHOCOLATE:
Sin abusar; si no te lo pide, mejor que mejor. Tiene mucha grasa y calorías: Si no acostumbras al niño
al caco, seguirá bebiendo su leche blanca sola; si prueba el sabor del chocolate… la preferirá
chocolateada…
Puedes también ofrecerle de vez en cuando un trocito de chocolate, trocitos de fruta bañada en
chocolate fundido… Es mejor que cuando quieras premiarlo con algo no sean alimentos.
CHUCHERIAS:
Pasa lo mismo. Calorías y más calorías vacías de alimento… No las debes dar como premio y mucho
menos chantajearle con esta comida basura. Ofrécele premios atractivos (salir al parque, llevarlo de
excursión, ver una película juntos, comprarle un cuento, dibujar juntos…)y no tan hipercaloricos.
A LOS 2 – 3 AÑOS:
PESCADOS AZULES: Piezas grandes (Atún, pez espada, emperador, salmón)
A LOS 3 – 5 AÑOS:
FRUTOS SECOS, ACEITUNAS, ZANAHORIA CRUDA ENTERA, CARAMELOS… Por el riesgo de
atragantamiento
CONSEJOS:
Ofrece a tu hijo una dieta variada y equilibrada. Añade poca sal y azúcar a sus alimentos. No abuses
de grasas ni dulces… Para conseguir todo esto es ideal seguir la DIETA MEDITERRÁNEA:
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Verduras (frescas y cocidas) y fruta, diariamente.
Consumir pescado 4-5 veces a la semana.
Carne 3-5 veces a la semana (preferiblemente aves de corral a la carne de vacuno).
Pastas y arroces 3-4 veces a la semana
Preparaciones culinarias sencillas: Hervidos, asados, al vapor…. Con poca grasa.
Aceite de oliva como fuente de grasas.
Mª Carmen Montagud Carda /Guillermo Juan Porcar/ Maite López Leibar. C. S. Vall d’Alba y Benlloch (CS). Actualización: 01.05.2013
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