la siembra de maíz a máquina

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MADRiD
FEBRERO 1963
Núms.3,y4-63H
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la siembra de maíz
a máquina
Fernando Besnier
Ingeniero Agrónomo.
MINISTERIO DE AGRICULTURA
DIRECCION GENERAL DE CAPACITACION AGRARIA
LA SIEMBRA DE MAIZ A MAQUINA
La siembra de maíz se realiza todavía a mano en llluchas regiones españolas. La siembra «a golpes» y la siembra «a chorrillo» son los métodos más corrientes.
Estos métodos se usan con algunas variantes, que dependen del criterio del cultivador, los elementus de que dispone y el estado del terreno en la época de la siembra. En
los dos casos es necesario un esfuerzo muy penoso por parte del agricultor. El rendimiento cíe la mano de obra es
muy bajo.
En la actualidad se dispone en el mercadu de numerosos tipos de sembradoras de maíz, cuyo uso hace el trabajo
rápido y cómodo y permiten elevar considerablemente la
productividad de la mano de obra.
Foto núm, l.^iembra de maíz a mano. Es un trabajo pesado y de escaso rendimiento. (Foto Lu7s BESNiEx.)
-3-
Las siguientes citras comparativas dan clara idea de la
eficacia de los distintos n7étodos de siembra.
Sie^irabra a ^raano:
A golpes ........................
A chorrillo .....................
0,02 ha/hora-houlbre.
0,04 ha/hora-hombre.
Foto núm. Z.-Plantador usado para la siembra manual «a golpe^s».
^FOt(? LUIS BESNIER.^
.Siei^yzbra a rháquina:
^ De una calle, con ganad^....
De dos calles, tractor.........
I)e cuatro calles, tractor....
0,20 ha/hora-honibre.
0,50 ha/hora-hombre.
1,- ha/hor-a-hombre.
Las cilras allteriores hau ^le considerarse cle ^^rieiztcz^^i^^z.
Los valores reales dependen de los clementos de trahaj^ -que se empleen, de las condiciones de siembra v de las
raracterísticas de las parcelas (tamañ^, forma, situación).
-^Descripción de la máquina.
I;1 maíz puede sembrarse con diversos tipos de máquinas sembradoras. En la actualiclad se usa de una manera
g-eneral la sembradora de platos, que se describe a continttación.
Bastidor.-Sostiene los elementos de siembra y^ el enganche al tractor o al ganado.
Dej^^sito de sevtzillas.--Depósito cilíndrico o troncocónico situado directamente sobre el mecanismo distribuidor.
Meca^^aisyno naoto^r.-La fuerza que mueve el mecanismo
distribuidor es suministrada, en la mayoría de los modelos,
Foto núm. 3.-Cadena plana desmontable que iransmite el movimienio
al mecanismo distribuidor. Obsérvense los dos piñones, o c ruedas de cabillas», cfue permiten cambiar la velocidad do giro del plato^ distribuidor. Arriba, el volante de regulación de la profundidad de siembra.
^FOtO )_.UIS ^iESNIER.^
- ^ -
por las rttedas motrices de la máquina, al ser arrastrada
ésta sobre el terreno. El movimiento se transmite por medio de una cadena y unos engranajes.
En casi todas las máquinas e^iste un dispositivo cle
cauibio de marcha que permite dar mayor o menor velociclad al mecanismo clistribuidor cuando la máquina es arrastrada a velocidad constante. I?sto se consigue cambianclc^
unos piñones cie diferentes diámetros.
En las máquinas de tractc^^r que se usan c^n levantamiento hiclráulico no es necesario embrague. En las arrastradas por el ganado e^iste un embrague para que la máquina pueda rodar sobre el terreno sin que funcione el mecanismo distribuidor.
Meca^r^i.s»tio dist^-ibzrido^•. - El mecanismo distribuiclor
está colocado en el tondo del depósito de semillas }- se compone de dos discos.
El inferior, o«plato» , es móvil y gira al avanzar la máquina. Este plato tiene en su periteria unas entallacíuras
en las que se alojan las semillas. El disco superior es inmóvil. Es una pieza circular con tres racíios, entre los que
queda hucco suficiente para permitir el libre paso de las
semillas. I?ste disco lleva un dispositivo compuesto de cuatro
«gatill^s» c^n muelles, que actúan de la siguiente forma :
r^l entrar debajo de este dispositivo un sector del disco
con las entalladuras llenas de semillas, los dos primeros ^^atillos hacen de tope ^- eliminan las semillas sobrantes o que
han entrado a medias en la entalladura. _^ continttacic^n,
las semillas son sacadas de la entalladura, bajo la accic^n
de los otros dos g^atillos }- caen en los tubos sembradores.
Botas seerzbr•adnras.-La semilla cae por un tubo a la
bota sembraclora, que en general es del tipo denominado
«de patines». Tiene una cuchilla delantera que va abriendo la tierra.
Teniencío en cuenta que la sieml^ra clel maíz se realiza
en muchos lug^ares a finales de primavera, cuanclo es fi-ecttente que la capa superior del terreno esté seca, puede interesar separar esta capa seca para sembrar en terreno hítmedo sin que la semilla quede a prc^funcliclad excesiva. Para
b -
Foto núm. 4.-Pondo del depósito de semilla, mostranda el dispositiv^
dc siembra. (Foto Lo^s BESNiER.)
log-rar esto se colocan en las botas, sobre la cuchilla, unas
rejas pequeñas.
ll^7eca^^aisrno pa,rc^ la .cierrabra a yol^es.-Si el tainaño cle
la sen7illa es el aciecuaclo al tama»o cle las entalla<luras clel
I^lato, en cada una de estas entalladuras sólo cabe u11a se^nilla. Estas caei^ e1i la bota seiilbraclora una hor ttna ti- se
hace una siembra «a chorrillo».
I'ara los casos en que se desee realizar la siembra «a
^olpes» , las máquinas llevan unas válvulas qu° obstruy-en
el paso cle la sen^illa en el tubo sen^brador. ^stas válv>ilas
se abren cada vez qtte cae tina sen^illa o después de haber
raídr> dos o tres, con lo ^^ue se realiza ]a siembra «a golpes».
Meeaniszno de reg7,rlarión de la ^rofuyadiclad.-Las má^jtiii^as Ilevan un dispositivo que per>11ite regular la proft^nclidad de siembra, variando la distancia vertical entre el
eje de las ruedas v la lninta de la bota senibradora.
Mar^adore.c.-A ambos lados del bastidor hay dos barrás, que terminan en discos o pedueñas rejas. Estas barras
l^ueclcn levantai-se o dejarse caer sobre el teri-eno. En este
^^as<^ van abriendo un hequeño surc^ que permite al trac-
-^t^^rista ^tiiarsc en la vtielta sig-t^iente, I>ara eshaciar las
líneas tinii^^rn^cn^er^te.
Vlodelos de máquii^as.
I:^isten m^ulelos hara ser utilizacl<^s en tractores _^- otms
I^ai-a ser arrastrados por e1 ganado. Estos ttltiin<>s son de
una o de d^^s líneas. 1,<^s nu^^lelos l^ara tract<^r son cle dos,
cuatr^^ ^^ inrlu,^^ más línea;.
Foto nbm. 5.-Eu c^l centro de la foto, horizont;ilmente, eJ eje que mueve el mecanismo distribuidor. Las piPZas sit uadas sobre dicho eje, a derecha e izquierda, regulan ]a apertura de las v•'ilvulas sembradoras_
(Foto Lms Rssv^Ex.)
I^st^^s m^xlel^^^ s^m los qt^e pudiei-an clen^^minai-se «n<^rmales». ^^^lemás cle ello^ se encuentran otr^^,, entre l^^s que
se ^^itan 1<^s sigtiientes :
Mo^ttndo,c s^^bre el t^^a^ tor.-^'an ni^mtados en e1 inismc^ trar.t^^r, en l^^s laterale^, <3elante ^lel tract^^rista. N^^ ^c^n
c^^rrientes en F_spaña.
Sc^»thradoras «lister».-Ial clinias il^ti^• ái-i<l^^s, la htrme^la^l está bastante pr^^i unda en la éI»ca de la sien^bra.
N^^ basta ent<mces c^^n separar una lig-era cal^a de tierra
- $ -
seca mediante las rejas pequeñas que se pueden colocar en
las botas. En estos casos se usan sembradoras especiales
que llevan, delante de las botas semhradora,s, unas rejas
apurcadoras que abren un surco muy g^rande, separando
toda la tierra seca. La siembra se realiza en el iondo del
surco. Esto tiene el inconveniente de que la semilla queda
mu^> honda con respecto a la superficie normal del suelo.
Por ello, en muchas ocasiones se aloma la tierra con anterioridad, cuando aún se puede contar con lluvias, y en
el momento de la siembra se va rajando el lomo.
Estas sembradoras ehigen un esfuerzo muy grande de
tracción.
Se^T2bradoras-abozaa^doras. - Estas máquinas llevan un
depósito de abono con un distribuidor movido por las ruedas motrices. El abono cae por un tubo, que en los modelos más sencillos termina directamente detrás de la bota
sembradora de semillas, llevanclo una pieza que hace caer
el abono a ambos lados de la semilla, evitando el contacto
directo. En caso de siembra a golpes también existen unas
válvulas cuvo movimiento está coordinado con el cíe las válvulas que regulan la siembra de la semilla.
En los modelos más perfeccionados, el abono se introduce en el terreno por una bota abonadora independiente
que lo sitúa en un cordón continuo separado de la semilla
}- a ttn nivel lig^eramente inferior.
Con el empleo de la sembradora-abonadora se ahorra
trabajo, al realizar simultáneamente dos operaciones. A<lemás, el abono es aprovechaclo más eficazmente por las
1 ^lantas.
Regulación de la máquina.
Las fábricas constructoras de las sembradoras de maíz
suministran usualmente varios platos con cada máquina.
El número de entalladuras es distinto en cada tipo de
plato, y combinando un plato determinado con una cierta
velocidad de giro se puede obtener la cantidad de semilla
^que se desee.
Con tres platos ^- dos ^^iñones se obtienen seis combinaciones distintas. Las velocidades v el número de entalladuras están calculados de tal modo que siempre se hneda
Foto núrn. 6.-Bota sembradora, de patine,. (Foto Lurs Bss^rFx.)
obtener la cantidad de semilla que se siembra normalmente,
esto es, alre^le^l^^r de los 20 kilos por hectárea.
IZI:(IliLACIÓN sEGU^ PEtiO
DE LA SEMILLA.
La máquina 1>uede reg-tilarse de la misma manera que
las sembradoras corrientes de cereales. Es decir, haciendo
g^irar las ruedas cierto número de veces }- pesando la se^ milla caída. Con estos datos se calcula la cantidad de siembra por hectárea y se modifican los piñones o los platos
l^ara obtener la deseada.
Este sistema de regulación de la máquina presenta dos
graves inconvenientes :
Pri^nero.-La cantidad de semilla de maíz usatía por
hectárea es inferior a la usada normalmente en los cereales
v las ruedas de las botas sembradoras son de menor diámetro.
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L'or tant^^, ha}^ que dar un núnler^ mu}^ g^rande de vueltas a las rueclas para que el peso cle la semilla caída (sobre
todu, en sembradoras de una hilera) ^^ueda apreciarse c^n
las balanzas ^> báscttlas que n^^rmaltnente se pueden encontrar en una finca.
Se^^a.zado.-Los g^ranos de maíz tienen tainaños y- iol-mas mu}^ diiel-entes. Lsando 2U kil^^s por hectál-ea, la
siembra Intede^ quedar espesa si se usa grano pequeño, ^clara si se usa g^ran^^ grande. Si la siembra 1-esulta clara,
la ^^roducción será inl:eri^^r a la q^-ie se podría obtener n^,rmaln^ente. Si la siembra resulta espesa, se hace necesario
un aclareo, que consttme mucha man^^ de obra, cc^sa que
precisalnente es lo due se trata de evitar. Por todo ello resulta preferible regular la nláquina p^r e1 niétodo sig-uiente.
REGULACIÓN tiEGÚN NÚMERO DE SEMILLAti.
La manera más sencilla de regular la ináquina sembradora cttando se usa por primera vez consiste en reproducir
lo niás fielmente posible la sieinbra nianttal que anteri^^l-mente se practicaba. Si se supone que se venía sembrando
a g^^lpes, a un marco de 80X80 centímetros, echando cuatro a cinco semillas hor golpe, para aclal-al- a tres plantas
deshués de la nascencia, Ia máquina se regulará inicialnlente ^^ara que siembre el mismo níuner^^ de semillas que
antes, en la misma superficie.
Puesto que ello sirve tanzbién pal-a el cas^^ cle sielnbl-a
«a chorrillo», lo más sencillo es calcular el númer^^ de seinillas pol- metro lineal de hilera que tal sienlbl-a 1-epl•esenta.
Manteniendo la sepal-ación entl-e hileras a 80 centílnetl-os
las cuatro ^^ cinco semillas cada ^0 centímetr^^s representan cinco a seis semillas por n^etro de hilel-a. Se hr^^cede
ent^^nces como sigue :
P^^i^izer r^tiétn^^o. - Con el depósit<^ vacío de selnilla se
hace f>inci^^nar la máquina conlo si estuviera sembrando,
llevánd^^la a una parcela y recorriendo un^s 25 metros con
las botas hincadas en la tierra. Previamente se habrá nlarcado un punto de tlna de las ruedas y se cuentan las
11
Foto núm. 7.-Bota sembradora análo^a a la de la foto número 6, con
el dispositivo de distribución de abonos adosado. (Foto Lu[s BESNiEx.)
vueltas que dan las ruedas de la sembradora al recorrer la
distancia de 25 metros. Con esto se calcula el número de
vueltas necesario para que la má ^luina avance 10 metros.
Es preferible realizar esta medición directamente sobre el
terreno a deducirla micíiendo la circunferencia de las ruedas de la sembradora, a causa de la forma ^íe éstas.
A continuación se levanta la máquina con el elevador
hidráulico, si es de tractor, o se coloca sobre unos tacos de
madera, si es arrastrada por el ganado. Se pone semilla en
el depósito }- unas lonas o sacos bajo las botas. Se hace que
las ruedas den las vueltas correspondientes a 10 metros y
se cuentan las semillas caídas.
En el caso del ejemplo indicado anteriormente, deben
caer por las botas entre 50 y 60 semillas. Si son más, se
coloca un plato con menos entalladuras o un piñón que dé
menos velocicíací. Si caen pocas semillas, se coloca un piñón
que dé más velocidarl o un plato con más entalladuras.
Los distintos modelos de máquinas tienen platos de cíiámetros v níimero v forma cíe entalladuras diferentes. Tam-
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bién son diterentes las multiplica^iones de velocidad que se
pueden obtener con el cambio de piñones. Por esta razón
no pueden darse normas fijas, pero el método de cálculo es
sencillo.
Foto núm. 8.-Platos sembradores con diferentes números de eí-Italladuras. (Foto )_.UIS BESNIER.^
Por ejemplo, si se ha probado la máquina con ur^ 1^::^=
to de 12 entalladuras y han caído 40 setnillas, con un plato
de 16 entalladuras caerán
N=
16X-10
12
= 53 semillas
que está comprendido entre las 50 a 60 semillas previstas.
No siempre dispone el a^ricultor del juego de platos o
piñones necesarios para sembrar exactamente la cantidad
deseada, aunque lo normal es que se aproxime bastante. En
estos casos pueden modificarse los platos tal como se indica posteriormente. lina vez colocado el plato y el piñón que
cian la cantidad deseada de selnilla, ha de comprobarse de
nuevo antes de comenzar a sembrar.
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Segundo rnétodo.-Se quitan las botas sembradoras o
se actúa sobre el regulador de profundidad de manera que
las botas no rocen el suelo cuando las ruedas descansen
en éste.
Se echa semilla en el depósito y se hace avanzar la máquina por un camino llano, cuidando de que las ruedas no
patinen. Se recorren así 10 metros y se cuenta directamente
sobre el suelo la cantidad de semillas caídas, haciendo luego los ajustes necesarios.
Como en este caso las ruedas no penetran en el terrena
de igual manera que lo harían si estuviese sembrando la
máquina, dan menos vueltas para ía misma longitud y el
número de semillas así obtenido será ligeramente inferior
al que se conseguirá al sembrar en la parcela.
Perfeccionamiento de la regulación de la sembradora.
:^1 regular la máquina de esta manera, es decir, imitando la siembra manual, se pierden algunas ventajas de la
siembra a máquina y no se toman en consideración algunos
datos muy importantes sobre la semilla.
No sólo debe intentarse ahorrar mano de obra en la
siembra, sino que debe eliminarse el aclareo, sin que esto
conduzca a una siembra demasiado espesa que ocasione mazorcas y granos pequeños. Por ^tra parte, el poder germinativo de la semilla v muchos otros datos deben tenerse en
cuenta, si se quiere ajustar la siembra lo más perfectamente posible.
NÚMERO DE PLANTAS POR HECTÁREA.
Para regadío, el número de plantas por hectárea puede
deducirse, aproximadamente, del cuadro número 1. Estas
cifras son de orientación y en cada caso deben ajustarse
tras tanteos previos. La clase de tierra, su fertilidad, abonado, disponibilicíades de agua y otros factores influyen
considerablemente.
En secano, el número de plantas depende mucho de la
climatología de la zona v de la clase de tierra. Como cifra^
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ineclias pueden tolnarse cuatro ^^lantas poI- Inetl-u cuadrad0 en los secanos lluvic^sz,s del Nc^rte _V 1,-1^ ^lantas ^or metro cu^dracl^ en los sec^ilws clel ^ur.
t^NCHL'RA DE LAS CALLES.
En los reg^aclíos y- eli los secanos lluviusOS ^lel NOrte la
seharación de líneas oscila entre lOS 70 ^^ lOS SO centímetros. En los secanOS áridos, la clistancia entre líneas varía
entre y0 centímetrus y 1,20 Inetros.
La distancia elltre líneas lw ^lebe ser inierior a los
70 centímetros, a fin cle facilitar las lab^^res de cultivo. En
I-e^^adíos tam^^^co roliviene sc^brepasa ^- l^^s 80 centílnetru^,
^nles para tener una población de plantas elevada habría
^lue sembrar mu}• espeso clentru de la línea.
^ODER 1^ERIVi1NA1'IVO.
Se denomina ^oder germinativ^^ al porcentaje de semiIlas capaces de gerlninal- }• daI• una planta norlnal. En el
lnaíz híbrido certificad0, el podel- gel-lninativo es, como mínilno, del 90 por 100. Nol-malmente, la sen^illa ofl-ecida a
^a venta tiene ttna ^^el-Inillación colul^renciida entl-e el ^)5 ^•
.e] ^^9 I^or 100.
^,OEFICIENTE DE YOBLACION.
^e CIeriOI]11I13 a51 ^l COCIE11tC
Q
t. _
1^
^n que a es el númcr^^ cie l^lantas que llegan a su total desarrollo pur cada 100 semillas capaces de g-erminar.
El coeficiente k puede expresal-se comc^ el pI-oducto cle
l^^s coeficiel^Yes de nascencia V establecilnient^^.
Ii=NXE=
c
`^
100 ^\ 100
b
^en que b es el número de plantas nacidas de cada 100 semi-
1,5
llas viables }- c el núiner^^ de l^l^ntas 1^^^;^radas de ca^la 100
I>lantas naciclas.
En concliciones n^^t-males ^le siembra I>tiecle t^^mai-se
I^ara el cálculo el eal<^t-
k=0.9
^i las ccmdici^^nes de sieml^ra s^m m^las ^^ el cultiv^> sttele hacerse r^^n poc^^ cuidadc^, se tomará ^^ara k un ^-al^^r inieri^^r a 0,9.
L^^s fact^n-es a t^mar ei^ r^msicler 3ri^^n I^ar^^ establecer
el val<^r del cc^efi^^iente h, s^m, In-inr.ihalnlerite :
1." I^stado cle preparación de1 teri-eno ^• profundi^lad
cle siembra (6-8 centímetros es Ia n1ej^^i- l^r^^iundida^l).
2.° C^^ndicic^nes clin^áticas dtirante la sietnbra; el iliaíz
nace mej<^r c^^^il tiem^^^ cáli^l^^.
3.° Tratamient^s o prárticas l^^ra ^le^[en^ler la semilla
o la ^^lanta ^lel ^taqtte de n^icroorganism^^s clel suel^^ (desinfección), larvas subterráneas }- aves (graj^^s, urracas,
etcétera).
4.° r^nchura de las calles, a fin cle evitar la ^lestrucción
cle I^lantas ya establecidas al dar las lab^^res cle cttltiv^^.
^i se emplea semilla c^^n mtt}- huena g^erminación
(^)9-100 l^ur 100), pue^le obtenei-se exl^erimental^nente el
valor cle 1,^ c^>rrtancl<^ el nítmet-^ de l^lantias l^^g-raclas ^x^r
cada 100 semillas semhradas.
NI^^MERO DE SEMILLAti I'OR K1L0.
N^^ debe rreerse clue ca^la kil^^ ^le seinilla tiene ttn nítmer^^ hj^^ ^le g^ranos cle maíz. F^te níu»er^^ ^lepen^le de la
^^ariedad ^- <iel tamañ^^ comercial clue se use.
Los distintos tamañ^^s cumerciale^ resultan al clasifirar
la senzilla am máquiila^, a fin cle l^resentar l^ariidas unif^^t-ines. Esta uniformicla^l es inl^x^rtatite ^^ar^^ el buen fttncit^namiento de las sembradoras.
I:n los tamañ^s annerciales, el número de granos por
kil^^ nsrila cntre l^^s 2.>(>n ^- l^^s 4.000.
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FORMA llE LAS SED2ILLAS.
^1 realizar la clasificación indicada anteriormente, las.
semillas se separan por su forma. La separación más clara
es la que existe entre semillas planas y semillas redondas
(más bien senlillas gruesas). La forma de las entalladuras
de los platos es distinta para semillas planas y semillas redondas.
Los tamaños comerciales de la semilla de maíz tienen
como límites los correspondientes a semillas que pasan a
través de una criba de chapa perforada con orificios circulares de 10 milímetros de diámetro, pero que no pasan a
través de una criba análoga con orificios de 6,75 milíme-
Foto núm. 9.-Los granos de maíz son de tamaño y forma variados.
La siembra a máquina requiere semilla clasificada. (Foto Luis BES:^iER.)
tros de diámetro. Normalmente, las semillas de maíz se clasifican en dos tipos de granos planos y dos tipos de gran<;s
redondos (gruesos) ; en ocasiones se clasifican las semillas
no sólo por su anchttra y grosor, sino también por su longitud.
17 -
^);MILLAti VIABLE^ POR KILO.
Las líneas p>_u-as ^- los híbriclos sirnples cíe maíz, que tienen un coste mu^ elevacío, y en cuy^as seniillas no es tan
importante la apariencia e^terna, ^a que lo fundamental
es stt pureza genética, no se venden al pesu, sino en una
uniclacl denominada 1^7^'h dtte corresponde a mil granos
^-iables. ^eg^íui el po^ler germinativo ti- el tamaño del grano,
^zl i^^l^'1^ puecle tener pesos ^nu^- distintos.
E jemplo de cálculo para la regulación de la sembradora.
I^atns.
Núlnero ^le plantas por hectárea : 50.000.
^Túmero ^le semillas por kilo : 3.000.
Yoder germinativo : 97 l^or 1^J0.
^emillas viables por kilo : 2.910.
:^nchura ^ie las líneas : ^O centímetros.
Coeficiente cle lloblaci^^n : ft = 0,9.
I^e,crr.ltcr.d u,c.
E'lantas por kilo : O,c) X 2.910 = 2h1^^.
Kilos por hectárea : SO.^UO/2619 ^= 19,100.
^emillas por hectárea: 1^),1U0 X 3000 = 57300.
^emillas por metro cuadrado : 5,73.
^ttperficie cubierta por un lnetro ^le hilera : 0,^3 m^.
Semillas por nletro de hilera : 0,8 X 5,73 = 4,6.
Por consig^uiente, la máquina se reg^ulará para sembrar
^-6 senlillas p^^r cada 1O metros cle hilera }' pr^r cada bota
sembra^lora.
Manteniendo el mismo número de plantas por hectárea, veamos lo que sucecíe en otras ^ondiciones.
Suhoniendo que la semilla es de gran^r inuti- grande
(2.^00 semillas por kilo), de menor poder germinativo
(92 por 100), ^^ suponiendo que la5 malas condiciones
- 18 -
clel terreno hacen prever un bajo cc^eficiente cie población
( K= 0,85 ), los resultados serían :
1'lantas por kilo : 2500 X 0,92 X 0,85 = 1955.
hil^^s pol- hectárea: 50.000/1y55 == 26,^70.
Semillas pol- hectárea : 25,570 X 2500 = 63.925.
Selnillas pc^r n^etr^^ cuadl-a^lc^ : 6,39.
Semillas p^r lnetr^^ <le hilera: 6,3^) `< 0,8 = ^,1.
I.a máqtlina se reg^ularía l^ara sembral- ^1 semillas ^or
cada 10 metros de hilera ^- bc^ta sembr^ulora.
Precauciones en el uso de la máquina.
SIEMI3RA A GOLPES.
Coníorme va se ha indica^l^^, la n^áquina lleva un dislu^sitiv^> que se Iniede r.onectar <^ regular para sembrar a
ch<^l-rill<^ ^^ a g^^lhes cle d^^s o tres plantas. Esta siembl-a a
^;^^l^^es 11^ es nunca igual a la realizada a n1an^, y las selnillas quedan alg^^ separadas entl-e sí.
Por <^tra parte, una de las ventajas de la siembra a gol^^es es que si el terrenc^ se marca a nlarco real, se j^ueden
^lar lab^lres cruzadas ^le cultivo para extirpar las malas
hicrbas.
No Inle^le esi^erarse que en la sienibra con máquinas los.
golpes queclen a m^rc^^ real, Ix^rque n^ en toclas las calles
se c^m^ienza a seinbl-ar e11 el lnism^ I^unt^ ti- sielnpre ha^^lii erencias cle unas calles a^^ti^a^. Unido esto a la clispersión de las semillas de cada golpe, las calles perpendiculares al senti^lo de la siembra ^^a n^^ quedan abiertas normalmente v se hace difici] ^lar lab^^res cruzadas de cultiv^^.
Puede lo^rarse una siembra a gol^>es perfecta elnplean^1^^ selnbradoras especiales cu^-^^ mecanismo distl-ibllicl^^r se
^lishara al ^^asar l^s eslabones ^le una cadena de alambre.
I;sta cadena se coloca <le un e^tl-em^ a otro de la parcela,
caavada en piquetes en el eatrem^ más lejano, v se va enr^lland^^ en lin tambol- qlie Ileva el tractor. Estas lnáquinas
s^m mu^- con^hlic^das c^e usar v cada vez se emplean me-
- I9 -
n^^s, debicl^^ ^i que el uso de herbicidas 1>ermite hrescin^lir
^le l^s lab^^res c:ruzadas.
^lunque no se ^^ue^lan clar lab^>res cruzacl^s, la siembra
a g^^l^^e^ 1>resenta ciertas velltajas ruan<1<^ en l^^s hrilner^^s
tienl^x^s ^le u5ar la máquina se hrefiere torzar la closis cle
semilla atin teniendo qtie I-ecurrir al aclare<^, a fiu cle aseg-tu-ar el níin^ero cle ^lantas ^^revist^^. l^ste aclare^^ se realiza c^^n más i acilidacl ^- exactitucl ^i el n^aír está sembra<lu
a g<^lj^es yue si l^^ est^í en linea r^mtinua.
(^RANOti RO'I'OS.
Frecuentemente a^^arecen gran^^s r^^tos al usar la máquina. Estas r^^ttil-as pueden ser élebid^^ al uso ^lc un ^^latc^
Ix^co adecuad^^ a la ^^lase de sen^Iillas qtie se emplea (tamañ^^ ^- f^^rma), al us^^ <le sell^illa ^in clasificar ^^ a u1al ajtlste
cle algunas ^^al-tes cle 1^ n^áquina, en es^^e^^ial ^le los gatill^s
^lel clistribui^l^,r. Debe intentarse c^^rregir el ^letect^^, j^er^^
si no es Ix>sible, se calctilará el p^^rcentaje cle granos rot^^s
v se aumentará la cantidacl cle sen^illa.
I^IFF_RENTEti TIPOti I)E 1'L^ATOti.
Las entalladuras de los ^^latos ^^ue^len ser distintas ^le
un^^s m^>clelc^s cle Ináquinas sembradoras a otras. En general se distin;;uen ^^lat^s para granos planc^s v I^latos j^ara
^;ran^>s redond^^s. También e^isten ^^lat^^s para la sieml^ra
a golpes, sin usc^ de válvttlas en las bc^tas ; en estos plat^^s
las entalladttras son Ina^-^I-es ^- perm;ten al^^jar dos o tres
semillas.
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N^, siemj^re el agricultor encontrará cl hlat^^ apr^^l^Iaclc>
a la senlilla de que dispone. Inclus^^ puede suceder que parte de la semilla que adquiera sea de un tamañ<^ _^^ forl»a
^listinto ^^tle el resto.
Iato n^^ es cle extrañar, j^orque t^^clavía n^^ eaiste eriteri^ unifc^rme ^le la clasificación de la semilla, las máquinas
^enlbradoras se ttsan poa^ ^- el agricultor t^^davía n^^ c^moce bien lc^s detalles de su manej^^. Per^>, ^^lemá^, etiiste tula
tenclencia e^tremada a adquirir la semilla ^le híbridos de
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maíz en sacos de pequeño tarnaño (cinco kilos), incluso
cuando se han de sembrar grandes extensiones ; al adquirir un número muy elevado cíe envases aumenta la proba-
/
Foto núm. 10.-Izquierda: plato normal paaa sembrar semilla plana.
Derecha: plato con las entalladuras rebajadas para sembrar semilla redonda. (Foto Luis B^sxiErz.)
bilidad de que la semilla en ellos contenida sea de tamaño
y forma distinta, sobre todo si el ag^ricultor no pide que sea
de tamaño v f.orma ^_iniforme.
ARREGLO DE LOS .PLATOS.
A1 efectuar la regulación puede verse que no se posee
el plato deseado para la semilla y densidad de siembra que
se quiera tener.
Para prevenirse contra esto se deberá, ante todo, pedir a la Casa el juego completo de platos, incluso platos
«ciegos» , que no tienen perforaciones.
Como la mayoría de los platos existentes son para granos planos, los inconvenientes encontrados serán, en la mayoría de los casos, los siguientes :
a)
Falta de platos para granos redondos.
Se sembrará primero el grano plano y después se modificarán los orificios, rebajándolos con una piedra de esmeril, a fin de que entren los granos redondos en la entalladura.
b)
Número de entalladuras no adecuado.
Si sólo se tienen platos con bajo número de entalladuras, se pueden abrir otras nuevas. Si se tienen platos con
demasiadas entalladtu-as, es preferible cegar algunas de
cllas ; si son varias, se procurará qtte estén uniformemente
distribttídas.
Si la regulación de la máquina se hace con anterioridad
a la siembra, es más rápida esta modificación de los platos
en algítn taller cercano que el traer laatos nuevos. Y, desde luego, siempre compensa el comprar platos nuevos al sig^uiente año, en vez de no usar la mácluina o sembrar espeso
y entresacar.
FALLOS EN LA SIE1^1I^t2A.
Debe estarse prevenido contra alg-unos fallos en la siembra debidos a diversas circunstancias.
1✓n algunas máquinas el material es muy^ blando }- después dc cierto tiempo de trabajo puede desgastarse algún
pilión, sobre todo los piliones cónicos que mueven el plato.
^i esto sucede, el plato se para y la semilla no cae en el terrena Por ello debe comprobarse f recuentemente el nivel
de semilla en los depósitos y el perfecto funcionamiento del
plato distribuidor.
Ln alg-unos suelos puede suceder que un terrón quede
pegado a la bota sembradora, obstru}^endo la caída de la
^emilla. ^e tendrá cuidacío de comProbar qtte las botas sembradoras no están obstruídas.
Aspectos económicos.
I'ara que sea económico el uso de una máquina ha de
tenerse en cuenta que el ahorro de mano de obra y otros
-az-
Foto núm. 11.-Depósito de abono en una sembradora-abonadora, y mecanismo de regulaciór.. (Foto Luis B.^srriçx.)
elementos cíeben compensar los costes de amortización de
la máquina y los de su funcionamiento.
Esto no obsta para que frecuentemente se usen máquinas sin ventaja económica, por representar un trabajo más
cómodo o por no encontrarse la mano de obra necesaria.
En el caso de las sembradoras de maíz, es evidente que
existe una superficie mínima de cultivo por debajo de la
cual no es económico el uso de la máquina, incluso del moclelo más pequeño.
Si, a pesar de ello, el empleo de la máquina representa
una indttdable ventaja, puede acttdirse a varios procedimientos.
lino de ellos es alqttilar la máquina cíe ttna cooperativa
o de algún vecino.
Otro procedimiento es utilizar la máquina para otras
siembras distintas de las del maíz, lo que es perfectamente
posible, en muchos casos, haciendo los ajustes necesarios,
etnpleando los platos adecuados.
Finalmente, pueden ttsarse para la siembra de maíz las
sembradoras corrientes de cereales. Para ello conviene que
sean máquinas en buen estado, con las piezas bien ajusta-
-23-
das y que se puedan regular bien, ya que esta reg^ulación no
es aquí tan buena como en las máquinas fabricadas expresamente para la siembra del maíz. Incluso pueden acoplarse dispositivos que permiten realizar la siembra a golpes.
Foto núm. 12.-Sembrando ma,íz con sembradora de dos hileras arrasirada por tractor. (Foto Lols BFSNrtiR.)
Estas máquinas tienen el inconveniente de que las botas profundizan poco, debido al estado de la tierra en la
época de siembra y a la forma de la bota y alto punto de
tiro. Sin embargo, pueden representar una solución provisional en muchos casos y ser suficientes para parcelas pequeñas, que lueg^ se pueden entresacar sin ^ran esfuerzo.
CUADRO NUMEROI
NUMERO DE PLANTAS DE MAIZ POR METRO CUADRADO,
EN REGADIO
(Cifras aproximadas y de orie^atación.)
Clase de tierra
Híbridos
precoces
H(bridos
de ciclo medio
Híbridos
tardíos
1VIuy huena .............................
Buena ....................................
Mediana .................................
7
6
5
6
5
4
5,5
4,5
3,5
-24 CUADRO NUMERO 2
NUMERO DE PLANTAS POR METRO CUADRADO
PARA DIFERENTES ESPARCIMIENTOS
Una planta por golpe.
UISTANCIA L'NT1tE (UOLPF,S
Distancia entre líneas
40 cm.
45 cm.
ó0 cm.
b5 cm.
70 centímetros ...............
75 centímetros . ... ... ^ . ^ . ^ ^ ^
80 centímetros .... ...........
7,15
6,65
6,20
5,7
5,35
5,0
4,8
4,4
3,5
4,1
3,8
3,1
Dos plantas par golpe.
UIS"PANCIA ENTHE GOLPES
Uistancia entre lín^ as
40 cm.
70 centímetros ...............
75 centímetros ...............
80 centímetros . ..............
7,15
6,65
6,20
50 cm.
60 cm.
70 cm.
5,7
5,35
5,
4,8
4,4
3,5
4,1
3,8
3,1
Tres plantas par golpe.
UIS"i'ANCIA ENTRI^ GOLYF.S
Distancia entre lineas
70 ^ m.
70 centímetros .................................
6,1
75 centímetros .................................
80 centímetros .................................
5,7
5,36
75 cm.
80 cm.
5,33
5,
4,67
I^epósito legal, M. 3.109 - 1958.
crzdaicns ucvtrn- ^nnatn
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