Cuando uno se refiere a efectividad y eficacia de la tutela de los

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Cuando uno se refiere a efectividad y eficacia de la tutela de los derechos, como un
parámetro para vincularlas con las prerrogativas de la Administración Pública, puede
realizar este análisis desde diversos ángulos.
Uno de ellos es tratar la efectividad y eficacia desde el denominado “Estado Social de
Derecho”, en donde las garantías, se pueden examinar dentro de distintas instituciones
del Derecho Administrativo, para sin afectar las prerrogativas del Estado, asegurar el
Estado de Derecho.
Durante estos dos días se van a examinar distintas instituciones vinculadas a derechos
de los particulares tanto en el procedimiento como durante el proceso administrativo,
tendientes a afianzar el Estado de Derecho.
Sin embargo, creo que también debe, como lo señaló el Dr. Alterini en la alocución que
me precedió, examinarse la denominada y tan en boga “seguridad jurídica”, no sólo
desde dichos ámbitos, sino también desde la idea de Estado Legisferante.
En la medida en que los órganos legislativos, no posean una cantidad importante de
funcionarios estables, especialistas en técnica legislativa, y que los legisladores, dentro
de la pléyade de asesores que poseen, no incluyan entre ellos especialistas en dicha
temática en lugar de que se especialicen en la materia propia a la cual subordinen el
cometido específico, no se podrán contar con leyes formales metodológicamente bien
estructuradas, y todos los acuerdos políticos labrados para la obtención de las
aprobaciones legislativas, podrán sonar como partes si no están enhebrados
correctamente.
Algo similar ocurre con las disposiciones reglamentarias que son materialmente
legislativas. Existe una deuda con el procedimiento para la elaboración de reglamentos,
por una parte, y por la otra, existe un déficit de preparación universitaria que después de
casi 30 años de profesor adjunto, me preocupa pues denota en los alumnos la carencia
de la habilidad de poder leer un texto y poder luego re-expresarlo con sus propios
términos. Esta carencia es sumamente importante, pues el producto que egresa de las
universidades, logra trabajo luego, en el ámbito del órgano ejecutivo, del órgano
legislativo o el judicial, y son los ciudadanos los que deben pagar las consecuencias.
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