Procesos de aprendizaje: Desarrollo de habilidades comunicativas Curso 2º - 2º semestre – 2013-2014 Grado en Magisterio de Educación Infantil Profesora Dr.ª D.ª Mª Isabel Pérez Jiménez Tema 2. El proceso de comunicación Esquema de contenidos 1. Introducción. Resumen del Tema 1 2. La comunicación. El esquema clásico de la comunicación 2.1. El esquema de Jakobson 2.2. Inadecuaciones del esquema clásico 3. La comunicación como proceso cognitivo: Un nuevo modelo del proceso de comunicación 3.1. Emisor 3.2. Destinatario 3.3. Señal 3.4. Representaciones 3.5. Procesos 3.6. El nuevo modelo de la comunicación 3.7. Intención comunicativa 4. La comunicación como actividad social 5. La comunicación como actividad: El Marco Común Europeo de Referencia (MCER) 6. Bibliografía complementaria Materiales para preparar el tema Esta guía, que ya contiene referencias a la bibliografía y a los recursos recomendados. --Documento: la comunicación infantil es interacción, en la web --Para ampliar, puedes leer el documento MCER, que está en la web. 1 TEMA 2. EL PROCESO DE COMUNICACIÓN 1. Introducción. Resumen del Tema 1 Responde ¿Verdadero o falso? Verdadero Falso El lenguaje es una capacidad de la mente humana (es por tanto una propiedad del individuo). El lenguaje articula el pensamiento (consciente). La lengua es el estadio último de desarrollo de la facultad del lenguaje, resultado de la interacción con el entorno. Una lengua es un conjunto de reglas y símbolos para crear y entender oraciones. Una lengua es un instrumento de comunicación. Una lengua es un instrumento para realizar acciones. Una lengua es producto del desarrollo histórico. Todas estas afirmaciones son verdaderas en cierta medida, aunque ninguna de ellas puede representar en exclusiva la totalidad de la esencia del lenguaje ni caracterizar por completo qué es una lengua. En el Tema 1 nos hemos detenido en la caracterización del lenguaje. o Por una parte, hemos intentado responder a la pregunta ¿Qué es el lenguaje? Hemos mostrado que el lenguaje es una capacidad mental (=cognitiva) innata de los miembros de la especie humana que permite que todo individuo sano y expuesto a un sistema lingüístico de su entorno, acabe adquiriendo ese sistema lingüístico (= una lengua). Es una capacidad innata, universal y uniforme en la especie, relativamente independiente de otras capacidades mentales, y cuyo desarrollo (sin instrucción) está sujeto a un periodo crítico. Para ilustrar todas estas propiedades vimos en clase el video de Genie. o Por otra parte, nos hemos preguntado ¿Qué es una lengua? Partiendo de la definición de lenguaje que hemos manejado, una lengua es el estado final que alcanza la facultad del lenguaje de un individuo, una vez que se ha expuesto a un sistema lingüístico del entorno. Una lengua es, por tanto, un sistema de conocimiento que se desarrolla en la mente de los seres humanos en virtud de nacer con la facultad del lenguaje y de estar expuestos en los primeros años de vida a un sistema lingüístico del entorno. Es muy importante recordar que cuando hablamos de lengua nos referimos a la lengua oral/signada que los niños oyentes o sordos desarrollan espontáneamente (y no a la lengua escrita). En el Tema 3 nos detendremos en examinar en qué consiste ese ‘sistema de conocimiento’ que denominamos lengua (en el sentido tradicional de código): en qué niveles se articula, qué unidades maneja, etc. o Por último, nos hemos preguntado ¿Para qué usamos la lengua? Distintas han sido las respuestas: para articular el pensamiento consciente, para hacer cosas, y fundamentalmente, para comunicarnos. No obstante, hemos reflexionado sobre cómo es posible comunicarse sin el uso de la lengua, y cómo se puede usar la lengua con una finalidad distinta a la comunicativa. En este Tema 2 nos vamos a centrar en la comunicación. El motivo es que según los documentos oficiales que determinan los objetivos de la educación, el objetivo último de la enseñanza de la lengua (ya sea la primera lengua o una lengua extranjera) es el logro de la eficiencia comunicativa del alumnado. 2 Así, nos vamos a hacer dos preguntas. a) La primera es: ¿Qué es la comunicación? Desde el punto de vista cognitivo (i.e., de la mente humana): ¿en qué consiste la comunicación? ¿cómo se produce la comunicación? ¿qué procesos mentales tienen lugar cuando nos comunicamos? b) La segunda es: ¿Qué quiere decir que la finalidad de la enseñanza de lenguas es que los alumnos aprendan a usar la lengua para comunicarse? Desde la perspectiva de la enseñanza, la lengua se usa en un medio social (en diferentes tipos de interacción con otros individuos) y para alcanzar determinados objetivos (incluso cuando esos objetivos no están explicitados de manera consciente). Dicho de otro modo, la comunicación (utilizando la lengua) se entiende como una actividad que realiza un individuo dentro de la sociedad con un objetivo concreto. 2. La comunicación. El esquema clásico de la comunicación 2.1. El esquema de Jakobson ¿Qué es comunicar? Esquema de la comunicación propuesto dentro de la ‘Teoría de la información’ (como modelo de intercambio de información entre dispositivos mecánicos) y modificado por Jakobson (1960)1. Elementos de la comunicación: Código: un sistema convencional de señales (una lengua es un código complejo: un conjunto estructurado de signos integrados por elementos discretos que se combinan entre sí por medio de un patrón de reglas estables). Mensaje: el resultado de la codificación, que porta la información o conjunto de informaciones que se transmiten. Emisor: quien codifica el mensaje. Referente: la realidad extralingüística a la que alude el mensaje codificado por la señal. Receptor: quien descodifica el mensaje. Canal: el medio físico por el que circula la señal. Contexto: el conjunto de circunstancias que rodean el acto de comunicación. 2.2. Inadecuaciones del esquema clásico El esquema tradicional de la comunicación es demasiado simplista. Hay muchos aspectos que son cruciales para entender cuándo hay comunicación y qué es la comunicación que no están suficientemente explicitados (por ejemplo, la intención comunicativa, o el papel del contexto comunicativo). Otros aspectos tienen una importancia excesiva en este esquema (como la necesidad de la existencia de un código para que haya comunicación). En lo que sigue se examinarán las inadecuaciones del esquema clásico. 1 JAKOBSON, R. (1960). "Linguistics and Poetics", en T. Sebeok (ed.), Style in Language. Cambridge, Mass.: MIT Press, 350-377. 3 2.2.1. El papel del código El papel del código es central en el esquema tradicional. Pero… Existe comunicación sin código: la utilización de un código no es un requisito para la comunicación. Imagina que encuentras a un amigo y este saca unas llaves del bolsillo y te las muestra: ¿Qué trata de hacerte entender tu amigo? Que olvidaste las llaves en su casa, que te puedes quedar en su casa, que le acaban de entregar el piso que ha comprado, que antes de que os marchéis no te olvides de coger las llaves, como siempre haces; puede ser una invitación a cenar…. Es innegable que esta persona intenta transmitirte un mensaje. El suyo, pues, es un comportamiento comunicativo orientado a un objetivo. Sin embargo, no ha mediado el uso de un código: no hay ninguna convención establecida de ningún tipo según la cual sacar unas llaves del bolsillo y mostrarlas signifique ninguna de las cosas que hemos señalado más arriba. Esto demuestra que podemos comunicarnos eficazmente sin utilizar señales convencionales, esto es, sin utilizar un código. 2.2.2. El contexto: La relación emisor-receptor (o destinatario) Cuando se habla del contexto parece que sólo se hace referencia al espacio/tiempo físico y EXTERNO que rodea al acto de comunicación. Pero parte del contexto también es la relación que existe entre el emisor y el receptor. También la relación entre los hablantes es crucial para determinar la interpretación de un mensaje (aun cuando no se utiliza un código). ¿Cuál de las interpretaciones extraídas en el ejemplo anterior te parece que podría ser adecuada en el ejemplo siguiente? La identidad social de los interlocutores constituye una de las bases sobre las que se asienta la adecuación de los enunciados/textos y determina en muchos casos las elecciones lingüísticas que hacemos. Imagina que las dos personas que han aparecido anteriormente quieren devolverte unas llaves olvidadas. ¿Cómo darías las gracias a cada una de ellas? Imagina que alguien no sabe que la vestimenta del señor de la foto es un uniforme oficial. ¿Variarán sus interpretaciones de la señal que está emitiendo? Con seguridad, tu respuesta a la pregunta anterior es afirmativa. Entonces ¿el contexto es algo ‘externo’ o lo importante es cómo se representan los interlocutores el contexto en su mente? 2.2.3. Señal y mensaje 4 El mensaje debe diferenciarse de la señal. La señal es la cadena hablada que el emisor emite y el receptor recibe. El mensaje es “lo que se desea comunicar”. El receptor tiene que reconstruir el mensaje que el emisor pretendía comunicar: a) seleccionar el significado de una palabra: Tendrás que limpiar el casco. (¿Qué significado de casco se activa en un contexto comunicativo concreto?) b) identificar referentes: Colócala encima de la mesa. (¿Cuál es el referente de la y de la mesa en un contexto comunicativo concreto?) c) concretar el significado de expresiones vagas: El mío es más rápido. (El significado de rápido varía dependiendo de si hablamos de un ordenador, de un coche, de un pegamento…) d) identificar la intención comunicativa del emisor: Cuesta doce veces más hacer un nuevo cliente que conservar a uno antiguo. (Puede ser una constatación de un hecho económico, una advertencia, una amenaza de un cliente enfadado, etc.) La interpretación de un mensaje, por tanto, no consiste solo en descodificar su contenido gracias al conocimiento de un código, sino en completarlo adecuadamente con otros conocimientos que el hablante posee y que provienen del contexto comunicativo o de nuestro conocimiento del mundo. A la hora de interpretar, tomamos decisiones acerca de cuáles son las entidades a las que se refiere el mensaje, resolvemos casos de ambigüedad, enriquecemos algunas formulaciones vagas, y, crucialmente, avanzamos hipótesis sobre las intenciones comunicativas del interlocutor y sobre sus actitudes ante el mensaje transmitido. 2.2.4. La intención comunicativa El esquema tradicional no tiene en cuenta un parámetro importantísimo para entender qué es la comunicación: la intención comunicativa. La intención es fundamental porque establece una diferencia decisiva entre los actos voluntarios y los involuntarios: los actos voluntarios son formas de comportamiento; los actos involuntarios no. Si estudiar la comunicación humana tiene interés es porque constituye una variedad específica y compleja de comportamiento humano. Un ejemplo: a) A la vuelta de vacaciones, notas que tu compañero tiene la marca blanca del reloj en la muñeca. ¿Qué información extraes? ¿Te ha sido comunicada? ( no, la has inferido a partir de ciertos indicios) b) A la vuelta de vacaciones, tu compañero te enseña (levantando un poco el brazo) la marca blanca del reloj en la muñeca. ¿Qué información extraes? ¿Te ha sido comunicada? ( sí, porque ha habido una intención manifiesta por parte del emisor de producir un gesto visible para que, a partir de ese gesto, puedas inferir los contenidos que él pretende transmitirte) Solo se puede hablar de comunicación cuando hay intención comunicativa. Una información que no se transmite intencionalmente no es una información comunicada. 5 2.2.5. La finalidad de la comunicación En el enfoque habitual, comunicar se ha identificado muchas veces con transmitir información (entendida como un conjunto de datos nuevos que el receptor desconoce). Pero si esto fuera así, el siguiente enunciado sería totalmente superfluo, puesto que no transmite ningún contenido nuevo que el receptor no conozca. La finalidad de la comunicación es en este caso transmitir un saludo, o comunicar la sorpresa (alegre o desencantada, dependiendo de la entonación) ante el hecho de que Ana haya llegado. (Ana abre la puerta y entra en su casa; Pedro, que está dentro, le dice) -¡Anda, ya estás aquí! La transmisión de información (datos nuevos) es, por tanto, solo una de las finalidades de la comunicación humana, pero no la única, ni, posiblemente, la más importante. La comunicación nos permite influir en los demás, manifestar pensamientos, sentimientos y emociones, y realizar acciones específicas como saludar, pedir, agradecer, sugerir, insultar,… Un modelo adecuado de comunicación debe acoger todos estos distintos objetivos comunicativos. Date cuenta de que una misma expresión lingüística puede utilizarse con finalidades comunicativas distintas: ¡Píntalo de verde! (sugerencia, consejo, orden, reto, amenaza…). La finalidad es importante porque guía al emisor a usar los medios (lingüísticos, en el caso de la comunicación verbal) que considera más adecuados para alcanzar sus fines. Así, la finalidad es decisiva tanto en la producción de la señal, como también en su interpretación: interpretar adecuadamente una señal pasa necesariamente por ser capaz de reconocer la intención comunicativa con que se emitió. 2.2.6. El referente (la realidad externa y su representación interna) En el esquema tradicional de la comunicación aparece la noción de referente. El referente se define como la realidad extralingüística a la que se alude por medio del mensaje. Sin embargo, la noción de referente, así entendida, no parece adecuada: en muchos casos de comunicación no hay alusión a un referente externo. Así ocurre cuando el lenguaje se utiliza para llevar a cabo acciones verbales como saludar o prohibir, o cuando el referente es interior, como cuando se habla de una emoción o sentimiento. Para que alguna noción semejante a la de referente resulte adecuada dentro de un modelo general de la comunicación, deberíamos manejar, más bien, el concepto de representación interna. Una representación interna es una imagen mental, personal, que un individuo se hace de una entidad o un estado de cosas (ya sean estos externos o internos). Nos formamos representaciones internas de todo aquello que nos rodea, y también de nuestra propia realidad interna (deseos, estados de ánimo, pensamientos…), e incluso somos capaces de representarnos los estados internos de los demás. Ninguna realidad tiene existencia para nosotros si no la hemos interiorizado; hablamos de las cosas tal y como nos las representamos, y no necesariamente tal y como son en realidad. Dicho de otro modo, a efectos cognitivos, lo que cuenta no son las personas, las cosas, las situaciones o las relaciones tal como existen en el mundo exterior, sino las representaciones mentales que nos hemos formulado de ellas. [Escandell 2005: 21] Por ejemplo, si le decimos a un niño “El coco vendrá esta noche” es posible que el niño se ponga a llorar. Esto es así porque lo que importa en la comunicación no es el referente como objeto/individuo del mundo exterior, sino la representación mental del referente que cada individuo posee. 6 Desde esta perspectiva, tanto las entidades, como el contexto, como las relaciones sociales entre los hablantes (recuerda el ejemplo del policía) se entienden desde un punto de vista ‘interno’. Lo importante para la comunicación es la representación mental que emisor y destinatario hacen de esas entidades, contexto o relaciones sociales. Por ejemplo, si dos amigos mantienen una conversación sobre el presidente del gobierno, de lo que cada uno de ellos está hablando es de la ‘representación mental del presidente del gobierno’ que cada uno posee: podemos decir que cada uno de los dos amigos posee una “ficha mental” del presidente del gobierno que contiene cierta información sobre él información que será modificada (añadiendo, modificando o borrando cosas) como resultado de la conversación. En la comunicación, por tanto, el emisor consigue crear / eliminar / modificar las representaciones mentales que el receptor posee. 2.2.7. El canal En el enfoque clásico, el canal es el medio físico por el que circula la señal. Así desde este punto de vista la lengua oral y la escrita solo difieren en el canal empleado. Sin embargo, hoy sabemos que la lengua oral y escrita imponen convenciones relacionadas con el grado de formalidad y el grado de planificación del discurso (que deben ser adecuados a la situación comunicativa). Todos estos aspectos quedan fuera del modelo tradicional. 2.2.8. Conclusión - Es cierto que la comunicación puede servirse del código lingüístico, pero una lengua no es ni necesaria ni suficiente para que haya comunicación. - La comunicación humana es una actividad intencional: desde la perspectiva del emisor, ha de haber intención comunicativa; desde la del destinatario, la interpretación requiere el reconocimiento de la intención del emisor. - Tanto el referente como el contexto como la relación entre emisor y receptor deben entenderse de forma interna, como representaciones mentales que poseen emisor y destinatario. - Comunicarse supone originar un conjunto de representaciones en la mente de otro individuo. Todo lo anteriormente dicho indica que es necesario refinar la caracterización de los elementos básicos que se incluyen en el esquema de la comunicación. 3. La comunicación como proceso cognitivo. Un nuevo modelo del proceso de comunicación La nueva visión de la actividad comunicativa puede resumirse así: El emisor es el individuo que tiene una intención comunicativa: el emisor posee un conjunto de representaciones internas que quiere transmitir. Teniendo en cuenta el resto de representaciones que le resultan accesibles (en particular, las relativas al destinatario, a la situación comunicativa, al medio, al conocimiento lingüístico y a otros conocimientos extralingüísticos relacionados), selecciona el tipo de señal que, dadas las circunstancias concretas de ese intercambio, le parece más adecuada para lograr sus objetivos: una señal en la que, típicamente, solo una parte de las representaciones que quiere transmitir aparecen codificadas por medios lingüísticos. El destinatario, a su vez, somete la señal recibida a un doble procesamiento, de descodificación e inferencial, por el que combina la información obtenida a través de la descodificación lingüística con otras representaciones accesibles (entre ellas, las relativas al emisor, a la situación y el medio, etc.), y forma en su mente un nuevo conjunto de representaciones, semejante (pero no necesariamente idéntico) al que quiso transmitirle el emisor. 7 La nueva visión de la actividad comunicativa incluye:2 3.1. Emisor Es la entidad que produce una señal con intención de comunicarse. El comportamiento comunicativo está inducido por un objetivo concreto, que puede concebirse en términos generales como un deseo de originar un determinado conjunto de representaciones en la mente del destinatario (tanto el objetivo comunicativo como el destinatario imponen restricciones en la forma y el contenido de la actividad lingüística). 3.2. Destinatario Es la entidad con la que el emisor quiere comunicarse por medio de la señal. 3.3. Señal Es una modificación perceptible del entorno producida para comunicar. En ocasiones hay una asociación convencional entre una señal y un contenido. Cuando la señal es de tipo lingüístico recibe la denominación de enunciado/texto [dependiendo de la tradición gramatical que use el término]. El enunciado/texto es la unidad mínima de comunicación. 3.4. Representaciones Son las representaciones internas que los individuos hacen de su entorno (externo: del destinatario, de la situación comunicativa; e interno: de sus propias intenciones, deseos y creencias). Las representaciones internas forman un conjunto en parte individual y en parte compartido con los otros individuos de su cultura (lo que garantiza el éxito de la comunicación3). Las representaciones son dinámicas, se ven reforzadas, ampliadas, debilitadas y sustituidas con otras según avanza la interacción comunicativa. El contexto, en este modelo, es una etiqueta conveniente para referir a un conjunto flexible de representaciones, que comprende: a) la idea que cada individuo se ha formado respecto al entorno: i.e respecto a la distancia social entre los interlocutores –determinada por la edad, el sexo, la clase social, etc.–, a la situación –su grado de institucionalización, que determina el registro empleado–, respecto al medio –oral o escrito, que también impone restricciones a la actividad comunicativa–. b) el conocimiento del mundo que cada individuo posee. En este modelo, lo que se pretende comunicar es también una representación. Lo que el emisor “entiende” como resultado de un acto de comunicación es también una representación mental. Así, la comunicación es una forma de comportamiento determinado por pautas estables en la que un individuo trata de originar determinadas representaciones en la mente de otro(s). 3.5. Procesos Sobre las representaciones se efectúan dos tipos de procesos u operaciones. Para ilustrar lo que es un proceso nos centraremos en qué sucede cuando el receptor recibe la señal. A) En primer lugar se produce un proceso de descodificación, que empareja la señal lingüística recibida con una representación mental. 2 La disciplina que estudia la comunicación así entendida es la Pragmática. No solo se comparten ciertas representaciones sino también los criterios que sirven para formarlas. Tanto el conocimiento compartido como la utilización de un mismo conjunto de criterios para conceptualizar la realidad dependen de manera decisiva de la socialización del individuo: al formar parte de un mismo grupo social, aprendemos a percibir las cosas, a entenderlas y a conceptualizarlas como lo hacen los demás miembros de nuestro grupo. 3 8 B) En segundo lugar se produce un proceso de inferencia, que consiste en la interpretación de vínculos causales entre representaciones, y que liga las representaciones formadas durante el curso de la descodificación con otras representaciones que el individuo posee. Los procesos inferenciales son de dos tipos: Consideremos la interpretación del texto: Hoy aquí hace calor. o o Procesos primarios: en la representación lingüística de ese enunciado hay algunos elementos que requieren especificaciones ulteriores para poder ser entendidos propiamente (hoy, aquí, en el ejemplo). Los procesos primarios toman en cuenta las representaciones que el receptor posee el contexto las utiliza para rellenar las casillas de la representación lingüística que requieren especificaciones ulteriores. Este “completar” o “perfilar” el significado de algunas expresiones, da lugar a una representación enriquecida: lo que se comunica explícitamente (por ejemplo: El día 19 de septiembre de 2013 en el aula A02 de la Facultad de Educación a las 12:05 p.m. hace calor) Procesos secundarios: aquellos procesos de inferencia que conectan lo que se comunica explícitamente con lo que se comunica implícitamente (por ejemplo, el enunciado anterior se puede interpretar como una petición para encender el aire acondicionado). Para el destinatario, estos procesos tiene tres tipos de efectos: la adición de nuevas representaciones que antes no poseía (es decir, la incorporación de información nueva), la modificación de algunas de sus representaciones (por ejemplo, reforzando o debilitando ideas que ya tenía antes), y la eliminación de algunas representaciones (las que resultan ser falsas o equivocadas). A continuación tienes dos gráficos que describen los procesos primarios y procesos secundarios que tienen lugar en el receptor: 9 3.6. Un nuevo modelo de la comunicación. A continuación tienes un esquema de este nuevo modo de entender qué es la comunicación Tomado de Escandell (2005: 41) [marcos, guiones] [procesos u operaciones] [Representaciones: entidades mentales] [Elementos: entidades físicas observables] 3.7. Intención comunicativa Como antes se ha dicho, una de las representaciones que el emisor intenta comunicar es su ‘intención comunicativa’. Del mismo modo, el receptor no habrá entendido el mensaje si entre las representaciones que ha generado no está la de la intención comunicativa del emisor. Cuando se entiende la comunicación como una actividad, se pueden agrupar las intenciones comunicativas en clases que se identifican por el “tipo de acción” que el emisor pretende llevar a cabo (son los llamados ‘actos de habla’ Searle 19754) - Asertivos: El emisor pretende reflejar un estado de cosas del mundo. Directivos: El emisor pretende que el destinatario lleve a cabo una determinada acción. Compromisivos: El emisor manifiesta su compromiso de realizar una determinada acción. Expresivos: El emisor manifiesta su estado de ánimo respecto a algo. Declarativos: El emisor produce cambios en el mundo en virtud de la autoridad que le ha sido otorgada: bautizar, inaugurar, casar, dictar sentencia, contratar. Esta clasificación no es una clasificación gramatical de los enunciados/textos, sino una clasificación de las intenciones comunicativas. La fuerza ilocutiva del enunciado/texto (o sea, 4 Algunos trabajos clásicos de Searle: Searle, J. (1969), Actos de habla. Ensayo de filosofía del lenguaje, Madrid: Cátedra, 1986. [Traducción de Speech Acts: An Essay on the Philosophy of Language, London: London University Press]. Searle (1975), "Una taxonomía de los actos ilocucionarios", en L. Valdés Villanueva (ed.), La búsqueda del significado, Madrid: Tecnos, 1991; 449-76 Searle (1975 b), “Indirect Speech Acts”, en P. Cole y J. Morgan (eds.), Syntax and Semantics: Speech Acts, New York: Academia Press; 59- 82. 10 la intención comunicativa con que se emite) surge como consecuencia del uso voluntario de una señal, pero no es una propiedad de la señal misma, sino el resultado de su utilización en unas circunstancias concretas. Un mismo enunciado puede emitirse con distintos objetivos comunicativos en distintas situaciones: Los alumnos llevan uniforme en este colegio. Aquí no hay quien respire. El ambiente está cargadísimo. Te vas a sentar sobre el mando a distancia. 4. La comunicación como actividad social. Como hemos mostrado en el apartado anterior, la comunicación se entiende como una actividad en la que un emisor desea que un receptor sea capaz de representarse mentalmente lo que él/ella quiere y, crucialmente, su intención comunicativa. Esta dimensión de actividad social de la comunicación es la que se destaca desde el punto de vista educativo (analizaremos el BOE / BOCM en el siguiente tema). Desarrollo de la competencia comunicativa: potenciar las capacidades relacionadas con la recepción e interpretación de mensajes y también las implicadas en producirlos. La finalidad última del área de Lenguajes es la de desarrollar la competencia comunicativa. En este sentido, este tema nos ha ayudado a contar con las bases teóricas y los instrumentos de descripción y explicación necesarios para entender qué es la comunicación. Lee el documento: la comunicación infantil es interacción, que está en la web. 5. La comunicación como actividad: El Marco Común Europeo de Referencia (MCER) El MCER refleja las líneas básicas de la política lingüística del Consejo de Europa. Su objetivo es unificar directrices para el aprendizaje y la enseñanza de lenguas dentro del contexto europeo. Según el Consejo de Europa, la finalidad de la enseñanza de lenguas es que los alumnos aprendan a usar la lengua para comunicarse. El MCER describe de forma integradora los conocimientos y destrezas que tienen que desarrollar los estudiantes para poder actuar lingüísticamente de manera eficaz en un contexto social y cultural concreto, esto es, para aprender a usar la lengua para comunicarse. Los usuarios y alumnos que aprenden una lengua son considerados principalmente como agentes sociales, es decir, como miembros de una sociedad que tiene tareas (no solo relacionadas con la lengua) que llevar a cabo en una serie determinada de circunstancias, en un entorno específico y dentro de un campo de acción concreto. Hablamos de «tareas» en la medida en que las acciones las realizan uno o más individuos utilizando estratégicamente sus competencias específicas para conseguir un resultado concreto. Puedes leer un resumen del MCER en la web, si quieres ampliar. 6. Bibliografía complementaria Escandell Vidal, M.ª Victoria (2005). La comunicación. Madrid: Gredos, Colección Enseñanza y Lengua Española. Escandell Vidal, Mª Victoria (2006). Introducción a la pragmática. Barcelona: Ariel. Escandell Vidal, Mª Victoria: “La pragmática”. Descargable en Biblioteca Virtual Cervantes: http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/antologia_didactica/descripcion_comunicativa/escandell 05.htm 11