Documento - Comisión Económica para América Latina y el Caribe

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SÓLO PARA PARTICIPANTES
DOCUMENTO DE REFERENCIA
10 de Octubre de 2005
SOLO ESPAÑOL
Gobierno de Argentina, Ministerio de Desarrollo Social de la Nación
Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
CELADE- División de Población
Reunión de Gobiernos y Expertos sobre Envejecimiento de Países de América del Sur
Con la colaboración del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Organización Panamericana
de la Salud (OPS), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Organización Internacional del Trabajo
(OIT)
Buenos Aires, Argentina, 14 al 16 de noviembre de 2005
CIUDADOS PERMANENTES DE LAS PERSONAS MAYORES
Este documento fue preparado por LOURDES TELLECHEA de la Universidad de la República de
Uruguay. Las opiniones expresadas en este documento, que no ha sido sometido a revisión editorial, son de la
exclusiva responsabilidad de la autora y pueden no coincidir con las de la Organización. Se prohíbe citar sin
autorización de la autora.
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Cuidados Permanentes de las Personas Mayores
INTRODUCCIÓN
En la actualidad nuestra mirada recae sobre el fenómeno de envejecimiento poblacional. Dentro del sector de
las personas mayores, la categoría de edad más avanzada es el sector de la población que más rápido va
creciendo. Mas allá de un tratamiento médico adecuado, algunas personas mayores poseen algún tipo de
discapacidad por lo cual necesitan diferentes niveles de asistencia de larga duración.
Las personas dependientes son aquellas que por razones ligadas a la falta o la pérdida de la capacidad física,
psíquica o intelectual tienen necesidad de asistencia y/o ayuda para la realización de las actividades de la vida
diaria. La dependencia podría también estar originada o verse agravada por la ausencia de integración social,
relaciones solidarias, entornos accesibles y recursos económicos adecuados para la vida de las personas
mayores.
La calidad de vida de las personas mayores está altamente relacionada con su capacidad funcional y con el
conjunto de condiciones que le permitan cuidarse a sí mismas y participar en la vida familiar y social.
En América Latina y el Caribe; no existen datos enteramente comparables para medir la discapacidad sin
embargo, con los datos de los censos de población se tienen estimaciones que, aunque no estrictamente
comparables, permiten apreciar una elevada incidencia de la discapacidad.
La posibilidad de las personas mayores de permanecer en sus domicilios y llevar una vida que se corresponda
con sus medios y capacidades a medida que se hacen más dependientes está en función de la compleja
relación de muchos factores; los mismos incluyen: grado de dependencia, situación socioeconómica de cada
individuo, la disponibilidad de una vivienda y un entorno seguro y accesible, el apoyo de cuidadores
familiares, la posibilidad de contar con servicios comunitarios y la accesibilidad a los mismos por parte de
aquellas personas que los necesiten.
La disponibilidad y calidad de los servicios sanitarios y sociales son determinantes importantes del bienestar y
la salud de las personas mayores. Uno de los grandes desafíos de las políticas sanitarias consiste en encontrar
un equilibrio entre el autocuidado (personas mayores que son capaces de atenderse a sí mismos), el sistema de
apoyo informal (familiares y amigos que ayudan a cuidar de las personas mayores) y los cuidados
profesionales (servicios sociales y sanitarios).
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1. NECESIDADES ASISTENCIALES DE LAS PERSONAS MAYORES DEPENDIENTES
1.1. Definición de cuidados de larga duración
La OMS ha definido los cuidados de larga duración como “el sistema de actividades desarrolladas por
cuidadores informales (familia, amigos, vecinos) o profesionales (servicios sanitarios y sociales) para garantizar
que una persona que no pueda valerse por sí misma pueda llevar una vida con la mayor calidad posible, según
sus gustos personales, el mayor grado posible de independencia, autonomía, participación, logros personales y
dignidad humana”.
1.2. Servicios formales e informales. Dependencia. Institucionalización
Los cuidados de larga duración incluyen los sistemas de apoyo formal e informal. Estos últimos pueden
incluir una amplia gama de servicios sanitarios comunitarios y públicos, atención primaria, cuidados paliativos
y rehabilitación, así como cuidados institucionales en viviendas, clínicas tuteladas, residencias, centros sociosanitarios, etc., y tratamientos para mejorar o retrasar el curso de la enfermedad y la discapacidad. Los
servicios de salud mental deben formar parte de los cuidados de larga duración.
Desde un punto de vista asistencial, las necesidades de las personas mayores dependientes, son básicamente
de dos tipos: cuidados de larga duración y asistencia sanitaria. No obstante, como se puede apreciar en la
figura 1, la satisfacción de estas necesidades se lleva a cabo de múltiples formas en los distintos países.
En el caso de los cuidados de larga duración, las familias pueden optar por proveer ellas directamente la ayuda
que requiere la persona dependiente (apoyo informal). En este caso la atención sanitaria que la persona mayor
pueda necesitar se hará efectiva a través de los servicios sanitarios que utiliza el resto de la población (atención
primaria y hospitales).
A diferencia del apoyo informal, el resto de los “servicios formales” que se ofrecen actualmente a las personas
mayores dependientes proporcionan, con intensidad variable, tanto este tipo de cuidados como asistencia
sanitaria. En el caso de la atención domiciliaria y los centros de día, la asistencia se brinda a personas
dependientes que siguen viviendo en sus hogares; ambos servicios tienen el objetivo de que la persona mayor
dependiente permanezca en su entorno habitual.
Cuando el grado de dependencia de la persona mayor requiere que la ayuda sea de un modo continuado las
personas encargadas de proporcionar los cuidados deben permanecer mucho tiempo junto al individuo
dependiente. Esta necesidad de cuidado permanente, es la que determina la necesidad de institucionalización
en los cuidados de larga duración, tema que será ampliado en este documento.
En el caso de las residencias su utilización por parte de las personas mayores dependientes implica que éstas
abandonen su casa, y pasen a vivir en otra institución.
Esta institucionalización no siempre es permanente. En muchos países algunas residencias destinan parte de sus
plazas a estancias temporales.
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FIGURA 1. LAS NECESIDADES ASITENCIALES DE LAS PERSONAS MAYORES
DEPENDIENTES
PROBLEMÁTICA
NECESIDADES
SERVICIOS
CUESTIONES
_______________________________________________________________________
PROBLEMAS DE
SALUD
ASISTENCIA
SANITARIA
HOSPITALES
RESIDENCIAS
¿Cuáles son los
más apropiados en
cada caso?
CENTROS
DE DIA
PERSONAS
MAYORES
DEPENDIENTES
ATENCION
DOMICILIARIA
PROBLEMAS
PARA REALIZAR
AVDs
¿Cómo deben
estar
coordinados?
CUIDADOS DE
LARGA
DURACIÓN
APOYO
INFORMAL
¿Cuál debe
ser su papel?
AVDs : Actividades de la vida diaria
Fuente : David Casado Marín; Guillem
López i Casasnovas
Cada uno de los servicios formales puede abarcar diversos tipos de asistencia, por ejemplo la atención
domiciliaria puede incluir además de los cuidados de larga duración propiamente dichos (ayuda en las AVDs),
distintos grados de asistencia complementaria (cuidados de enfermería, fisioterapia, entre otros).
En el caso de los centros de día, éstos pueden diferir en cuanto al tipo de personas a los que van destinados
(centro diurno sólo para adultos mayores con demencia),y según la naturaleza de las actividades que en ellos
se desarrollan (rehabilitación, control de síntomas, actividades psicoterapéuticas, etc...).
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1.3 Cuestionamiento
Una vez definida la problemática, las necesidades de los servicios de larga duración de las personas mayores
dependientes, debemos empezar a pensar acerca de la adaptación de la pluralidad de formas de provisión a
cada país y definir: ¿cuándo habría que utilizar cada uno de los distintos servicios formales disponibles?,y
también ¿cómo deberían coordinarse entre sí ?.
2 PRINCIPIOS ORIENTADORES
Políticas de atención a largo plazo para las personas de edad dependientes
Mediante el reconocimiento de la Declaración Universal de Derechos Humanos, del Plan de Acción
Internacional sobre Envejecimiento, de Viena (International Plan of Action on Ageing), de los
Principios de las Naciones Unidas para las Personas Mayores; El Consenso internacional sobre la política de
atención de salud a largo plazo en el envejecimiento (Programa de Envejecimiento y Salud, OMS, Milbank
Memorial Fund. 2000) establece:
a) Elementos importantes de los cuidados de larga duración:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
mantenimiento de la participación de la vida comunitaria, social y familiar;
adaptaciones del entorno en la vivienda y dispositivos auxiliares para compensar las funciones
disminuidas;
evaluaciones previa y posterior de la situación social y sanitaria, que se traducen en planes de atención
explícitos y en medidas de seguimiento por los profesionales apropiados;
programas encaminados a reducir la discapacidad o prevenir el agravamiento del deterioro mediante
medidas de reducción de los riesgos y de garantía de la calidad;
atención en entornos de atención institucional o residencial cuando sea necesario;
medios para reconocer y atender las necesidades espirituales, emocionales y psicológicas;
atención paliativa y apoyo psicológico en caso de reacción de duelo cuando se considere necesario y
oportuno;
apoyo a familiares, amigos y demás cuidadores informales;
servicios de apoyo atención proporcionados por personal profesional atento a las características
culturales.
b) Principios rectores para elaborar políticas integrales de atención de salud a largo plazo que aborden las
necesidades de las personas mayores que requieren atención
Principio Rector 1. Con la debida atención al adecuado equilibrio entre las responsabilidades privadas y
públicas, cada comunidad debería ser capaz de determinar objetivamente el nivel y tipo de asistencia necesaria
para un adulto mayor que requiere cuidados o para los familiares que proporcionan dichos cuidados. También
deben estudiarse el sistema de elegibilidad para dicha asistencia y su pago subsiguiente.
En consecuencia, los siguientes aspectos son esenciales:
• reconocimiento de normas básicas fundamentales;
• reconocimiento de que la diversidad relacionada con la cultura, el género, el grupo étnico, el entorno
regional, el idioma y otros factores, desempeñan un papel importante en la estructuración de las
5
•
•
•
necesidades de los cuidados de larga duración y en la determinación de los recursos e intervenciones
de apoyo más adecuados;
garantía de prestación de atención de calidad por dispensadores atentos a los aspectos culturales;
aclaración de los valores y aspiraciones, las funciones y las responsabilidades de los individuos y las
familias en su contexto social, de la sociedad en general y del Estado.
solución de las diferencias entre esos grupos, poniendo énfasis en el individuo y la familia.
Principio Rector 2. Los logros obtenidos en los sectores privado y público proporcionarían un marco para
desarrollar y llevar a cabo planes y programas de cuidado de larga duración. Para dicho fin, es importante
buscar un consenso nacional que abarque los siguientes objetivos:
• estimular la colaboración y asociación entre los sectores privados y públicos, con participación de
todos los niveles de la Administración, la sociedad civil, y de los sectores con y sin ánimos de lucro.
• definir con claridad las funciones y responsabilidades de los sectores privado y público a fin de :
- crear programas públicos que sienten las bases para el apoyo y la cooperación del sector privado.
- asegurar que se formulen medidas para que los sectores público y/o privado suministren los
recursos de apoyo necesarios para las personas mayores necesitadas de cuidados de larga duración y otras
formas de apoyo similares para los familiares cuidadores.
- identificar y asignar responsabilidades específicas para asegurar la calidad de la asistencia.
Principio Rector 3. Para cambiar eficazmente las políticas es necesario que el público y los profesionales
comprendan la situación y estén informados. En todas las actividades informativas y educativas se deben
tener en cuenta la edad, el sexo y la cultura.
Principio Rector 4. Se necesitan políticas públicas que aborden la necesidad de cuidadores formales e
informales, sus funciones y responsabilidades y sus derechos, y los retos que han de afrontar. En el futuro se
requerirán modelos nuevos y/o reformados de sistemas formales e informales de asistencia y sistemas de
apoyo a los cuidadores. El apoyo a los cuidadores informales adoptaría la forma de cobertura de seguridad
social, adiestramiento, atención de relevo, servicios de enfermeras visitantes, etc...
Principio Rector 5. Todas las personas mayores necesitadas de asistencia deben tener acceso a servicios de
atención a largo plazo, con independencia de la edad, el sexo, o los ingresos. Tras el acceso al sistema, se
deberían determinar y actualizar regularmente el nivel de necesidad y la duración de la asistencia. Los nuevos
mandatos normativos tendrían que evitar la fragmentación de la asistencia y abordar la manera de subsanar las
deficiencias de los servicios, para lograr así sistemas de atención sin fisuras.
Principio Rector 6. La creación de un sistema de servicios asistenciales y el apoyo al mismo requerirá un
enfoque equilibrado con ayuda financiera tanto pública como privada. Análogamente, las políticas deberían
permitir hallar soluciones justas y equitativas y mecanismos de pago para asegurar o mantener la seguridad
económica de las personas de edad necesitadas de asistencia.
Principio Rector 7. La optimización del uso de la tecnología actual y la incorporación de nuevas tecnologías
apropiadas y necesarias serán cruciales para los futuros sistemas de atención a largo plazo.
Principio Rector 8. Se deben programar investigaciones para evaluar y vigilar las reformas introducidas en la
prestación y los sistemas de asistencia de larga duración. Dichas investigaciones deben centrarse en la eficacia
de la aplicación y los resultados. También deben promoverse estudios sobre las intervenciones que previenen
o retrasan la aparición de discapacidades, considerando el rápido crecimiento mundial de la población de
ancianos.
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En el Informe de la Conferencia Regional Intergubernamental sobre Envejecimiento (Santiago de Chile
2003) se estableció como uno de los Objetivos: la creación de marcos legales y mecanismos adecuados para la
protección de los derechos de las personas mayores que utilizan los servicios de cuidado a largo plazo.
Recomendándose para su acción:
a) Implementar las disposiciones legales para la apertura y el funcionamiento de los centros
residenciales y la vigilancia de las condiciones de vida, derechos humanos y libertades fundamentales
de las personas mayores que residen en ellos.
b) Fortalecer la capacidad gubernamental e institucional para establecer, difundir y hacer cumplir reglas
y normas que deban regir a los establecimientos que ofrecen cuidado a largo plazo para las personas
mayores, especialmente aquellas con discapacidad, para proteger sus derechos y sus dignidad y evitar
violaciones a los mismos.
c) Capacitar al personal encargado del cumplimiento de dichas normas y de toda la normativa
internacional ratificada por los Estados y supervisar su desempeño.
d) Elaborar y actualizar permanentemente un registro de los establecimientos que ofrecen cuidado de
largo plazo y establecer mecanismos de monitoreo en que participen distintas instituciones del
estado, según corresponda.
e) Desarrollar una estrecha colaboración multisectorial para educar a los proveedores y a los usuarios de
estos servicios acerca de la calidad de los cuidados y los derechos humanos, libertades y condiciones
de vida óptimas para su bienestar, con el establecimiento y difusión de mecanismos eficientes de
queja que sean fácilmente accesibles para los usuarios y sus familiares.
f)
Fomentar la creación de redes de apoyo a los cuidadores familiares para viabilizar la permanencia de
la persona mayor en el hogar y a la vez prevenir el agotamiento físico y mental del cuidador.
g) Fomentar la creación de alternativas comunitarias a los cuidados de largo plazo para las personas
mayores
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3. SERVICIOS DE CUIDADOS PROLONGADOS
A corto plazo es necesario poder responder mejor a las necesidades de las personas mayores con
discapacidad, examinando la organización de los servicios y adaptando las prácticas; contar con un marco que
permita asegurar la coherencia entre las distintas medidas institucionales y administrativas adoptadas en este
sector; hacer frente al crecimiento de la demanda resultante del rápido aumento del número de personas de
edad y disponer de una gama de servicios flexibles, adaptadas a la complejidad de las necesidades.
A largo plazo, es indispensable la reorganización de los servicios a fin de responder a las problemáticas que se
plantean en el corto plazo.
3.1. Adecuación de los servicios
Tomando como base el documento de Orientaciones Ministeriales sobre los Servicios para las
Personas de Edad con Pérdida de Autonomía (2000 Québec) las principales directrices de la organización
de los servicios socio-sanitarios para guiar las decisiones en materia de organización de los servicios son:
a) La integración de los servicios;
b) el acceso a una gama de servicios mejor adaptados a una intervención temprana , a la diversificación y
a la complejidad de las necesidades; y
c) la calidad y la evolución de las prácticas, las intervenciones y los lugares donde se proporcionan los
servicios.
a) Integración de los Servicios
La implementación de redes de servicios integrados es fundamental para garantizar la continuidad de la
atención y los servicios, sean estos puntuales o especializados y proporcionados a domicilio, en centros
hospitalarios o en residencias con atención a largo plazo.
b) Acceso a una gama de servicios mejor adaptados a la diversificación y la complejidad de las necesidades
La gama de servicios deberá reajustarse gradualmente a fin de reflejar la evolución de las prácticas e
intervenciones; ofrecer suficiente flexibilidad para que los participantes puedan brindar servicios adaptados a
las necesidades de las personas de edad y a su voluntad de permanecer en su domicilio el mayor tiempo
posible; y homogeneizar la accesibilidad de los servicios de un territorio a otro dejando un margen para
adaptar las modalidades de organización y prestación de los servicios a las condiciones locales.
La continuidad de los servicios que se requiere en un enfoque global se logra con mayor facilidad en el marco
de una red de servicios integrados.
La gama de servicios para atender las necesidades vinculadas a las discapacidades y a la pérdida de autonomía
de las personas de edad constituye el núcleo de las redes. Esta debe estar disponible tanto a domicilio como
en residencias para personas de edad y está compuesta de:
• información , prevención y detección;
• ayuda a la persona;
• ayuda a los familiares;
• servicios profesionales básicos;
• servicios especializados de geriatría, psicogeriatría y rehabilitación ; y
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• cuidados paliativos
c) La calidad y la evolución de las prácticas, las intervenciones y los lugares donde se proporcionan los
servicios
Proporcionar un enfoque global de la asistencia de larga duración (mediante cuidadores formales e
informales) que fomente la colaboración entre los sectores público y privado e implique a todos los niveles de
gobierno, a la sociedad civil y a los sectores sin ánimo de lucro. Asegurar normas de gran calidad y entornos
estimulantes en las instalaciones residenciales asistidas.
La preocupación por la calidad de los servicios debe ser constante principalmente en esta población que es
más vulnerable debido a la presencia de discapacidad, contexto de fragilidad y pérdida de autonomía y debe
abarcar la calidad tanto de las prácticas y las intervenciones como del medio donde viven las personas.
En este campo de intervención, la iniciativa de los participantes y administradores es fundamental.
Hay cinco conceptos importantes para establecer normas de calidad y guiar las intervenciones: la identidad, el
control, la intimidad, la seguridad y la comodidad.
Varios medios ayudan a garantizar la calidad de las prácticas y los servicios:
- el trabajo en equipo multidisciplinario;
- la utilización de tecnologías;
- las guías para la práctica;
- entes externos, como los comités de usuarios, que pueden vigilar los servicios ofrecidos y
presentar el punto de vista a los propios interesados;
2.1.1. Adecuación de los servicios de cuidados prolongados para personas mayores no institucionalizadas
a) La atención domiciliaria
Los cuidados en domicilio son una práctica alternativa o un complemento de la atención que prestan
las instituciones y las familias, ya que permite que la persona permanezca en su casa y garantiza que se
le preste una atención adecuada al nivel de funcionalidad y el estado de salud. Un modelo integral de
atención domiciliaria incluye a los familiares como elemento fundamental del equipo de atención de
la salud. En la mayoría de los países donde se están elaborando programas de atención domiciliaria se
conciben como extensión directa de los programas hospitalarios.
Sin embargo, en el caso de los adultos mayores con pérdida funcional y enfermedades crónicas, el
modelo de atención domiciliaria necesita de un modelo especial de atención a largo plazo en el
domicilio y no solo de atención post-hospitalaria. La atención a largo plazo en el domicilio no se ha
desarrollado dentro de las políticas de servicios de los países. No obstante, será indispensable
considerarla como parte integral de una política nacional de atención a largo plazo para personas con
discapacidades y enfermedades crónicas.
b) Centros diurnos
Servicio socio-sanitario y de apoyo familiar que ofrece durante el día atención a las necesidades
personales básicas, terapéuticas y socioculturales de adultos mayores con diferentes grados de
discapacidad física o mental, promoviendo la permanencia en su entorno habitual.
Son servicios que proveen cuidados médicos básicos y cuidados recreativos y mantenimiento de
actividades de la vida diaria programados. Un variante importante de este tipo de centros son los
destinados a pacientes con demencia.
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2.1.2. Adecuación de los servicios de cuidados prolongados para personas mayores institucionalizadas
Residencias
A pesar de que los esfuerzos (propios de las personas mayores por permanecer en su domicilio, el de
la familia, profesionales, etc...) deben dirigirse al lema que propone la asistencia geriátrica de
“envejecer en casa”; debemos reconocer que la residencia es y seguirá siendo espacio muy especial en
el marco de la asistencia geriátrica.
Es por eso que en este apartado nos detendremos a examinar mas detenidamente este tema.
El concepto de residencia nos remite a “centro gerontológico abierto, de desarrollo personal y
atención socios-sanitaria interprofesional, en el que viven temporal o permanentemente personas
mayores con algún grado de dependencia”.
La definición no contempla la existencia real de muchas plazas de “autoválidos” equiparando el
concepto de residencia al de “residencia asistida”, sin duda el camino por el que transitan y
transitarán las principales necesidades en este campo.
Siguiendo esta línea, el facilitar el mantenimiento de la autonomía se configura como el objetivo
general de la atención que debería plantearse en estos centros (ver figura 2).
Figura 2
CARACTERÍSTICAS DE LAS RESIDENCIAS PARA LOGRAR LA AUTONOMIA
PERSONAL DE LOS RESIDENTES
Potenciar la independencia y la seguridad.
Conseguir el equilibrio y la seguridad psíquico.
Respetar la intimidad individual.
Provocar las relaciones sociales.
Facilitar el trabajo del personal para el desarrollo de sus funciones.
Situación actual. Problemáticas.
o
o
o
o
o
o
o
o
o
Inadecuación de la oferta disponible para atender la creciente demanda de cuidados especializados en
régimen residencial para los adultos mayores altamente dependientes.
Falta de legislación al respecto. En algunos países aún no existen leyes que regulen o que requieran la
fiscalización de dichas instituciones.
El perfil del residente actual presenta con alta frecuencia pluripatología cuyo diagnóstico y
tratamiento se ve dificultado por la presencia de síndromes geriátricos (caídas, demencias,
depresiones, inmovilidad, etc...).
Elevado uso de medicación psicoactiva y sedante, de medicamentos de baja utilidad terapéutica, de
reacciones adversas a medicamentos.
Uso de restricciones físicas.
Escasez del personal especializado; la precaria formación geriátrica del personal. (médicos, personal
de enfermería, de rehabilitación, titulado y no titulado; con la falta de recursos materiales y técnicos
para afrontar su cuidado específico.
Falta de definición de criterios de ingreso.
Dilemas éticos (criterios de ingreso, consentimiento informado, abuso, etc...).
Infraestructura no acorde a las necesidades de los residentes.
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o
Ausencia en la mayoría de los países de registros fiables de instituciones o residencias de atención a
largo plazo.
POSIBLES RESPUESTAS A LAS PROBLEMÁTICAS PLANTEADAS
Definición del Rol y Política del Estado
Uno de los primeros pasos al crear un sistema responsable de generar las políticas, ayudar en las
intervenciones programáticas y vigilar los servicios proporcionados a las personas de edad, es la creación de
un organismo especializado dentro del gobierno. Ese organismo debe contar con personas capacitadas en
gerontología así como en geriatría.
Se deben fundar las expectativas en las metas y los objetivos fijados para políticas y programas particulares.
Estas expectativas tienen que originarse en alguna declaración social de propósitos más amplios, incorporada
en una legislación habilitante con el fin de proporcionar la legitimidad necesaria para hacer cumplir las reglas,
requisitos o reglamentos resultantes.
Una parte importante de la definición de un método para cuidar a una población de edad avanzada es la
formulación de pautas para el programa. Estas deben establecer normas mínimas de operación para los
servicios, independientemente de quién está pagando o dónde se brinda la atención. Tales pautas no solo
ofrecen cierta protección contra el maltrato deliberado o la negligencia, sino que también crea las condiciones
para mejorar las prácticas e identificar las áreas donde se puede requerir una educación especializada adicional.
Reglamentación
Las personas, generalmente de edad mayor en las sociedades envejecidas, que a causa de su dependencia
derivada de problemas físicos o cognitivos se internan en instituciones de larga estadía están protegidas a su
vez, en muchos países, mediante una reglamentación especial. La reglamentación de derechos y libertades de
las personas internadas en instituciones de larga estadía tiende fundamentalmente a resguardar la intimidad y
privacidad individuales en los ámbitos colectivos de residencia, así como preservar la dignidad e integración
social de los internados teniendo en cuenta sus déficits en las capacidades funcionales. Garantizando la
autonomía personal, aún ante la pérdida de autonomía.
La atención de personas dependientes en residencias se debe basar, según las orientaciones actualmente
vigentes, en el reconocimiento de los valores, el respeto a las preferencias y el apoyo al desarrollo de una
variedad de modelos de servicios y prestaciones que satisfagan múltiples demandas. La adopción de este
enfoque filosófico implica el compromiso con la promoción no sólo de valores tales como la libertad de
elección, la independencia, la individualidad, la privacidad y la dignidad en las prácticas operativas cotidianas,
sino también alentar su empleo en la elaboración de modelos de atención en residencias y en la evaluación de
la calidad de esos entornos. Los sistemas normativos actuales de “policiamiento” cambian por los contratos de
servicios suscriptos entre residentes y responsables de establecimientos. Asimismo, las reglamentaciones
ceden su lugar a los planes de cuidados “a medida” acordados entre los usuarios, sus familiares o vecinos si
los tuviera, los profesionales y los prestadores tendiendo a la rehabilitación o a evitar el progreso de la
discapacidad, así como a la asistencia personal necesaria para garantizar el máximo nivel de integración social,
de acuerdo con sus deseos y posibilidades físicas.
Se debería pensar acerca de cómo regular los mecanismos de acreditación, control y seguimiento de los
servicios.
Se debe salvaguardar los derechos de los residentes; los valores más básicos de la supervivencia incluyen la
seguridad y la protección. Tener una discapacidad mental o física acarrea una dimensión de vulnerabilidad y
de temor.
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Definición de los criterios de ingreso a los servicios
Es fundamental determinar el umbral de dependencia a partir de la cual una persona debe ser
institucionalizada, si presenta una discapacidad grave, o sea un grado de deterioro físico o mental que no
puede compensarse en el medio de vida natural.
Cuando el sujeto dependiente comienza a sufrir riesgos para su propia integridad física o la de terceros, es
otro motivo a tener en cuanta para que el mismo sea institucionalizado.
Debería implementarse el uso de instrumentos para determinar el grado de dependencia y evaluar los
requerimientos personales y el tipo de cuidados necesarios del aspirante a residente.
Calidad en los cuidados
Para los adultos mayores vulnerables y dependientes calidad de vida es equivalente a calidad de cuidados, por
lo que es necesario que el sistema brinde buenos estándares de cuidados a costos aceptables.
La valoración clínica y funcional para evaluar la necesidad de cuidados sanitarios y de ayuda social de la
persona dependiente incluirá el diagnóstico de los problemas de salud relevantes y utilizará una escala o
cuestionario validado que aporten datos básicos sobre la edad y filiación del usuario, nivel cognitivo y
comportamiento, estado físico, estado nutricional, consumo de medicamentos y tratamientos y
procedimientos especiales, entre otras.
Esta valoración orientará la elaboración de planes de cuidados basados en los factores de riesgo y
diagnósticos detectados, así como en las necesidades funcionales del paciente. El plan de cuidados tendrá un
enfoque multidisciplinario e integrará la atención médica, los cuidados de enfermería y los psicosociales,
trabajando en base a programas de intervención (véase figura 3).
Figura 3
PROGRAMAS DE INTERVENCION
Programas de intervención sanitaria
atención médica
fisioterapia
terapia ocupacional
Programas de intervención psicosocial
atención psicológica
asistencia social
intervención con familias
animación sociocultural
Programa de intervención para personas con deterioro cognitivo
Programas de atención a personas con enfermedad terminal
Utilización de un instrumento multidimensional, protocolizado, estructurado, que permita:
• realizar un plan de cuidados individualizado
• obtener tiempos y medidas de carga de trabajo para el control del costo económico
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•
determinación de la calidad asistencial mediante sus indicadores de calidad
Recursos humanos
La formación de los recursos humanos debe promover a que los trabajadores sanitarios y sociales hagan
posible la creación de modelos de asistencia primaria y de asistencia de larga duración; incorporando módulos
sobre envejecimiento activo en los planes de estudio médicos y sanitarios a todos los niveles; proporcionando
educación especializada en geriatría y gerontología a los profesionales médicos, sanitarios y de los servicios
sociales.
La reglamentación de los establecimientos de larga estadía debería abarcar:
1) los ratios mínimos de personal laboral (porcentaje de personal laboral/residentes) y ratios de personal de
atención directa (médicos, personal de enfermería y cuidadores).
2) formación necesaria mínima de los trabajadores: gestor de la residencia, médicos, licenciadas de enfermería,
auxiliares de enfermería y cuidadores.
Diseño arquitectónico. Accesibilidad.
Adecuación de ámbitos edilicios adversos y generación de modos de vida fundados en el respeto de las
diferencias, la amigabilidad de los entornos y la consideración de los deseos personales de los usuarios. En
todos los casos, cualquiera sea el nivel de los recursos materiales es indispensable que las viviendas,
residencias dispensen condiciones de confort, de seguridad y de cuidados adecuados para la preservación de
la existencia con dignidad.
El diseño arquitectónico deberá contribuir a:
•
•
•
potenciar la independencia funcional.
respetar la intimidad individual.
estimular las relaciones sociales.
Investigación
En el estudio en curso sobre “Exclusión Social de Discapacitados Físicos y Mentales Dependientes
Institucionalizados en América Latina y el Caribe”- BID se propone abordar este tema con el objetivo de
producir un diagnóstico de situación apto para encarar programas de cambio y transformación dirigidos a
promover la integración de las personas mayores dependientes y la salvaguarda de sus derechos humanos,
sociales y civiles.
En los países de América Latina existe escaso conocimiento basado en la evidencia empírica sobre la
asistencia sanitaria de cuidados de larga duración. Sería importante que los mismos se multipliquen y se
promueva el desarrollo de investigaciones sobre el tema
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