Vetera corpora morbo afflicta Actas del XI Congreso Nacional de Paleopatología Malgosa A, Isidro A, Ibáñez-Gimeno P, Prats-Muñoz G (eds.) (2013) ISBN: 978-84-940187-5-6. p 169-184 MÚLTIPLES LESIONES DEGENERATIVAS Y ENTESOPÁTICAS EN UN ADULTO PERTENECIENTE A LOS PRIMEROS INDIVIDUOS ESTUDIADOS DE LA ANTIGÜEDAD TARDÍA EN MENORCA (ILLES BALEARS) Carrascal S1, Fadrique T2, Castellà A3, Moll I3 1 Antropóloga autónoma especializada en Antropología Física. Unitat d’Antropologia Biològica, Universitat Autònoma de Barcelona, 08193, Cerdanyola del Vallès, Barcelona 2 Arqueóloga autónoma, especializada en Antropología Física. 3 Arqueólogo autónomo Correspondencia a: [email protected] RESUMEN. La intervención arqueológica de urgencia efectuada durante 2009 en el centro urbano de Ciutadella (Menorca, Illes Balears) permitió el descubrimiento de diez fosas de inhumación de diferentes características, donde en siete de las cuales aparecieron restos humanos en diferentes grados de articulación y de preservación, datados entre los siglos IV-VII d.C. Una de estas tumbas, la Fosa 4, proporcionó un Número Mínimo de 3 individuos, entre ellos los del adulto articulado AR-2. Este esqueleto ofrece dos evidentes focos de interés: por un lado, el cuadro patológico más interesante del grupo estudiado y por otra, ser uno de los primeros individuos estudiados perteneciente a la Antigüedad Tardía en 169 Carrascal et al. Menorca, una época muy poco conocida en la historia de la isla. En este póster se presentan los resultados posteriores al estudio paleopatológico de este individuo adulto, diagnósticos relacionados especialmente con lesiones degenerativas y entesopatías en diversas zonas del esqueleto y con distintos estadios de gravedad. PALABRAS CLAVE: Antigüedad Tardía, Ciutadella, patología degenerativa, entesopatía ABSTRACT. The preventive archaeological intervention done in the city center of Ciutadella (Minorque, Balearic Islands) in 2009 allowed discover ten inhumation pits of different characteristics, where in seven of them appeared human remains dated between IV-VII centuries after Christ, in different articulation and preservation degrees. One of these tombs, the Fosse 4, offered a Minimal Number of 3 individuals, which one of them was the articulated adult AR-2. This skeleton offers two evident focuses of interest: in one hand, the most interesting pathological frame of the analyzed population, and on the other, one of the first individuals studied of the Late Antiquity in Minorque, a not so much wellknown chronology in the history of the island. The present poster provides some research results after the study of this adult individual, which differential diagnoses are related specially with degenerative lesions and enthesopathies distributed in several skeletal zones and with different degrees of pathological expressions. KEYWORDS: Late Antiquity, Ciutadella, degenerative pathology, enthesopaty INTRODUCCIÓN La intervención arqueológica de urgencia efectuada en 2009 en el centro urbano de Ciutadella (Menorca, Illes Balears) permitió el descubrimiento de diez fosas de inhumación, en siete de las cuales aparecieron restos humanos en diferentes grados de articulación y de preservación, datados entre los siglos IV-VII d.C. (Castellà y Moll, 2009a, 2009b) A tales efectos se realizó el estudio del material de 2 170 Carrascal et al. los restos humanos recuperados según cuatro tipos de análisis distintas y complementarias para caracterizar la muestra: tafonómica, demográfica, antropométrica y paleopatológica. Seis de las tumbas excavadas se localizaron en la esquina de la calle Pati de Sant Pau con la calle de Castell Rupit (Fosa 1 (UE 7), Fosa 2 (UE 10), Fosa 3 (UE 13), Fosa 4 (UE 16), Fosa 5 (UE19) y Fosa 6 (UE 22)), mientras que las restantes fueran halladas en el cruce de las mencionadas calles (Fosa 7 (UE 25) Fosa 8 (UE 37) y Fosa 9 (UE52)). En todas las tumbas aparecieron restos humanos en diferentes grados de articulación y preservación, excepto en las Fosas 1 y 6. Cronológicamente, el hallazgo de material cerámico y opus signinum en los depósitos de colmatación de algunas de las fosas (4, 5, 7 y 8) permiten suponer que al menos, aquéllas son de finales del siglo IV d.C. y principios del siglo V d.C. Este hecho, junto con las pruebas de C14 de algunas fosas que remiten a una datación entre los siglos IV-VII d.C., encuadran una cronología más antigua para los sepulcros hallados que la tradicionalmente propuestapara las islas Baleares según la sistematización olerdolana -entre los siglos VI-IX. Todas las tumbas son de inhumación primaria según costumbres cristianas, y excepto en un caso (Fosa 9), colectivas. La amortización de las tumbas en cuanto a inhumaciones es muy elevada: el 70.83% de los restos humanos corresponden a individuos secundarios. Demográficamente, el grupo humano allí enterrado (n=24) cuenta con una infrarrepresentación de individuos subadultos, con sólo el 20.83%. Se descartan razones de mala conservación ósea, siendo más plausibles factores diferenciales en el rito funerario aplicado y que se trate de una excavación incompleta de la zona por el carácter de urgencia de las intervenciones. Por determinación sexual, destaca la superrepresentación de individuos de sexo masculino, posiblemente influenciado por la cantidad de individuos adultos de sexo indeterminado a causa de la gran cantidad de secundarios (41.67% hombres, 25.00% mujeres y el resto, indeterminados). Una de las tumbas, la Fosa 4, proporcionó un Número Mínimo de 3 individuos, entre ellos los del articulado AR-2. Este esqueleto ofrece dos evidentes focos de interés: por un lado, el cuadro patológico más interesante del grupo estudiado y por otra, ser uno de los primeros individuos estudiados perteneciente a la Antigüedad 3 171 Carrascal et al. Tardía en Menorca, una cronología poco conocida en la historia de la isla. A continuación se presenta el cuadro patológico observado en este individuo adulto, cuyos diagnósticos iniciales se asocian especialmente con lesiones degenerativas, microtraumatismos y entesopatías en diversas zonas del esqueleto y en distintos estadios de gravedad. MATERIAL Y MÉTODOS La determinación de edad y sexo del individuo AR-2 ha estado condicionada por la fragmentación y desarticulación de los restos humanos. Las medidas antropométricas fueron obtenidas mediante un cáliper Vernier electrónico digital marca Chaves 11204, para minimizar la posibilidad de error subjetivo en la toma de datos. Para determinar el sexo se consideraron como criterios principales las características morfológicas de la mandíbula y el hueso coxal (Ferembach et al., 1980), las funciones discriminantes a partir de la robustez de determinados huesos largos (Alemán et al., 1997; Safont et al., 2000) y los criterios clásicos de robustez, tamaño y relieves musculares usados habitualmente en Antropología Biológica (Martin y Saller, 1975; Krogman y Işcan, 1986). Los resultados de estas fórmulas han permitido determinarel sexo como sexo masculino, femenino o alofiso; mientras que aquellos restos fragmentados, pero con posibilidades de ser valorados por criterios macroscópicos de evidente robustez, han sido valorados como de probable sexo masculino. La altura ha sido calculada a partir del método de Trotter y Gleser (1958; en Krogman e Isçan, 1986) y de Pearson (1899; en Olivier, 1960). Los caracteres epigenéticos observables tanto craneales como postcraneales han sido anotados según recomendaciones de Brothwell (1987) y Hauser y DeStefano (1989). La determinación de edad en adultos se ha hecho según una estimación aproximada (excepto en casos puntuales) debido a la ausencia de los huesos más útiles (cráneo, coxal y dentición in situ en el soporte óseo), así como por la desarticulación y preservación generales. 4 172 Carrascal et al. Los grupos de edad establecidos para el grupo adulto han sido los siguientes: Adulto joven (21-30 años); Adulto (31-40 años); Maduro (41-59 años) y Senil (>60 años). El estudio paleopatológico se ha basado en la observación macroscópica para un primer diagnóstico de las lesiones y probables enfermedades antemortem que padecieron los individuos inhumados en aquella zona de la iglesia, útiles para conocer la calidad de vida de las poblaciones (Capasso, 1998). Cabe destacar que el estado de conservación y preservación de los restos óseos con lesión ha influido en el estudio paleopatológico, por lo que se ha hecho una valoración global y aproximada de las patologías apreciadas. La bibliografía utilizada procede de Aufderheide (1998), Isidro y Malgosa (2003) y Ortner (2003). RESULTADOS Y DISCUSIÓN (a) Análisis tafonómico correspondiente del esqueleto y de la tumba La Fosa 4 está parcialmente destruida por la rasa del alcantarillado (UE 26), que la parte por la mitad. Esta fosa se caracteriza por ser del tipo de extremos semicirculares, también conocida como “de bañera”. De planta bastante simétrica, sin cabecera marcada y con la forma de pie redondeada, sus lados son rectilíneos y paralelos. Los restos cerámicos hallados en sus depósitos de colmatación indican una cronología entre finales del siglo IV y principios del V d.C., mientras que los análisis de C14 ofrecieron una datación entre el 530 y el 640 d.C. El Número Mínimo de Individuos de esta tumba es de tres: AR2 es el primario, es decir, el último en ser enterrado, mientras que AR3 es el secundario articulado. Parte de las extremidades inferiores de los individuos articulados fue arrasada por obras posteriores, mientras que en la zona de los pies se encontraron algunos restos de las extremidades inferiores de ambos individuos y un segundo individuo secundario arrinconado (UE 29). En consecuencia, se trataría de una tumba de inhumación primaria de tipo colectivo (Fig. 1). 5 173 Carrascal et al. Figura 1. Planta de la Fosa 4, con el individuo primario AR2 en primer plano y el arrasamiento del viejo alcantarillado, el cual afectó parte de la mitad inferior de la tumba. El individuo AR2 fue inhumado en decúbito supino y la cara mirando hacia arriba, con orientación SW-NE. Tal como se aprecia en las Figuras 1 y 2, el esqueleto sólo conservaba de la región craneal, la mandíbula. Respecto a las extremidades superiores, ambos brazos se hallan en aducción, con los codos desarticulados: el antebrazo derecho, menos desplazado que el izquierdo, y la localización de huesos de la mano derecha en la zona del pubis sugieren que ésta debió ser colocada originalmente en esa parte del cuerpo. En la región de los hombros, las clavículas se hallaban un poco desplazadas, pero manteniéndose conexa la articulación escápulohumeral izquierda. En la región torácica, parcialmente conservada, se mantenían en gran parte las articulaciones costo-vertebrales. Las vértebras mostraban conexión estricta, mientras que en la zona pélvica, las articulaciones sacro-ilíacas se presentaban laxas. 6 174 Carrascal et al. Figura 2. Mapa de preservación y conservación del individuo AR2. Las zonas texturizadas indican estado fragmentario. Finalmente, el mencionado arrasamiento en la mitad inferior de la tumba supuso la desaparición de parte de las extremidades inferiores y la desarticulación del resto de los huesos de la zona, colocados justo encima de un gran cúmulo de restos esqueléticos pertenecientes a UE29. Atendiendo tales signos así como la preservación parcial del cuerpo, se propone que la descomposición orgánica ocurrida en la tumba se produjo en un espacio mixto y posiblemente dentro de un recipiente de material perecedero, según el proceso diferido observado en el tipo de conservación de determinadas articulaciones. 7 175 Carrascal et al. (b) Análisis antropológico del individuo AR2 Individuo de sexo masculino, según criterios de Ferembach aplicados a mandíbula (coeficiente resultante +1.43) y coxal (+1.5). Respecto a la edad, según método de Lovejoy (1985) a partir del desgaste dental se propone un rango de 40-55 años, mientras que la superficie auricular del coxal (Todd, 1920; Walker et al., 1988) muestra un rango de 45-60 años. Se propone una edad de entre 40 y 60 años, es decir, dentro del grupo de edad maduro. (c) Análisis antropométrico y caracteres epigenéticos observados La reconstrucción antropométrica del individuo adulto de sexo masculino AR2 presenta unas extremidades superiores de aspecto robusto, sin mostrar sobreesfuerzo muscular en forma de aplastamiento diafisiario. Húmeros euribráquicos, sin prácticamente diferencias entre laterales, y cúbitos hipereurolénicos, con el izquierdo levemente más aplastado, es decir, con mayor carga muscular. Las extremidades inferiores muestran el fémur derecho con fosa hipotrocantérica marcada, señalando un sobreesfuerzo en la zona de inserción del músculo crural; no es posible comprobar la bilateralidad de este rasgo no métrico en el izquierdo. El fémur izquierdo no presenta fosa de Allen ni faceta de Poirier. La tibia derecha es mesocnémica, es decir, con poco aplastamiento por presión muscular. Finalmente, los calcáneos no presentan tubérculo del peroné, mientras que el grado de fusión de las caretas asociadas a la articulación subtalar están en una fase intermedia entre la fusión de las superficies anterior y medial, con la posterior. Respecto a la altura, los cálculos de Pearson indican 169,90 centímetros a partir de la tibia. (d) Análisis paleopatológico La mayoría de las lesiones observadas en el individuo AR2 están relacionadas con procesos degenerativos de artrosis, tanto los propios por el avance de la edad como por sobreesfuerzo muscular, muy probablemente por actividades físicas intensas y repetitivas – entesopatías. Consideradas como indicadores de estrés músculoesquelético, las entesopatías son cambios hipertróficos de carácter inflamatorio en los puntos de inserción de ligamentos, producidos 8 176 Carrascal et al. por sobrecarga biomécanica (Campillo, 2001). Teniendo en cuenta el grado y la parcialidad de la preservación esquelética, las patologías observadas se concentran en la cintura escapular, la columna vertebral, las manos y las piernas. En la cintura escapular, ambas clavículas muestran hipertrofia o excavación ósea en forma de meseta en la fosa del tubérculo costal, lugar de inserción del ligamento costoclavicular (Fig. 3). Esta lesión es considerada una entesopatia osteolítica, en cuanto se produce una lenta y progresiva destrucción del tejido óseo por el sobreesfuerzo de este ligamento. Figura 3. Vista inferior de las clavículas, con las lesiones osteolíticas mencionadas. En la zona vertebral se observan dos nódulos de Schmörl en sendas dorsales indeterminadas, así como sindesmófitos en las lumbares. En la L5 se aprecia espondilolisis bilateral (Fig. 4), sin poder determinarse si se trata de una fractura o defecto de la pars interarticularis, es decir, si es de origen congénito o traumático. Los pedículos separados no se hallaron en el contexto arqueológico. Por otra parte, las regiones más afectadas por la osteoartrosis son las articulaciones de la rodilla y el tobillo, teniendo en cuenta la conservación y la preservación parciales. En la porción 9 177 Carrascal et al. posteromedial y en la superficie patelar de la epífisis distal del fémur izquierdo se observa un importante labiamiento marginal osteofítico, además de una pequeña calcificación irregular cerca del surco femoro-patelar (Fig. 5). Estos patrones de desarrollo osteoartrósico coinciden con el recorrido del margen de la membrana sinovial. Asociada con esta lesión estaría la observada en la rótula izquierda, la cual muestra un importante estado degenerativo en forma de labiaciones irregulares en los márgenes postero-superiores, erosión en la cresta sagital y reacción ósea proliferante en el centro de la faceta posterior (Fig. 6). Figura 4. Vista posterior de la quinta vértebra lumbar afectada, con ausencia delos pedículos vertebrales. Figura 5. Vista frontal de la epífisis distal del fémur izquierdo. 10 178 Carrascal et al. Figura 6. Vista posterior de la rótula izquierda. Respecto a la tibia, en ambos lados la superficie de la epífisis proximal se halla afectada por reacciones hipertróficas de hueso, especialmente en los tubérculos intercondilares y cambios asociados en el área inmediata de la eminencia intercondilar (Figs. 7 y 8). La afectación de ambas tibias sugiere que, a pesar de la mala conservación del fémur derecho y la ausencia de la rótula, la articulación de la rodilla estaría también afectada. Figura 7. Vista frontal de la epífisis proximal de la tibia izquierda. 11 179 Carrascal et al. Figura 8. Vista frontal de la epífisis proximal de la tibia derecha. Este conjunto de lesiones estaría relacionado con el movimiento repetitivo de la inclinación rotuliana, por lo que el diagnóstico propuesto para tales lesiones es de gonartrosis (artrosis de rodilla). Respecto los peronés, en el tercio distal de ambos lados se observan probables reacciones periósticas, con exóstosis espiculadas e irregulares siguiendo en línea de cresta la inserción del músculo y aumento del diámetro diafisiario; finalmente, se aprecia un foco porótico en la fosa del maléolo lateral del peroné derecho (Fig. 9). Figura 9. Vista postero-lateral de ambos peronés. 12 180 Carrascal et al. La osteoartrosis también se manifiesta en ambas manos, especialmente en el I metacarpo (con osteófitos marginales, más desarrollados en el izquierdo, así como cierta erosión de la cresta sagital de la articulación con el carpo, Fig. 10) y en el III metacarpo. Figura 10. Vista anterior de los M1 izquierdo y derecho, respectivamente. CONCLUSIONES Se presentan los resultados del estudio antropológico de los restos humanos exhumados de diferentes fosas de inhumación, localizadas en el centro urbano de Ciutadella (Menorca, Illes Balears) y excavadas en distintas intervenciones arqueológicas de urgencia desde Septiembre hasta Noviembre de 2009. El objeto de estudio procede de una inhumación individual primaria en tumba colectiva. Dicha tumba, considerada Fosa 4, estaba parcialmente destruida por la rasa del alcantarillado. El Número Mínimo de Individuos de esta tumba es de tres, donde el individuo AR2 fue el último en ser enterrado. AR2 fue inhumado en decúbito supino y con la cara mirando hacia arriba, con orientación SW-NE. Su conservación es regular y su estado de preservación incompleto, además de parcialmente desarticulado. Los restos cerámicos indican 13 181 Carrascal et al. una datación de a partir de finales del siglo IV y principios del V d.C., mientras que los resultados del análisis del C14 muestran una cronología entre el 530-640 d.C. Individuo adulto maduro de sexo masculino, este esqueleto es quien presenta un mayor interés a nivel patológico en el material antropológico estudiado, por el número y gravedad de sus lesiones. La mayoría están relacionadas con procesos degenerativos de artrosis, tanto los propios por el avance de la edad como por sobreesfuerzo muscular, muy probablemente por actividades físicas intensas y repetitivas (entesopatías). El resumen del cuadro patológico observado, teniendo en cuenta que el esqueleto se halla incompleto, es el siguiente: entesopatía osteolítica en la epífisis proximal de ambas clavículas, nódulos de Schmörl en vértebras dorsales indeterminadas, espondilolisis bilateral en la quinta vértebra lumbar, gonartrosis en ambos lados, reacciones periósticas en ambos peronés y osteoartrosis en determinados metacarpos. Agradecimientos Agradecemos al Consell Insular de Menorca por el apoyo recibido en el estudio antropológico. BIBLIOGRAFÍA Alemán I, Botella MC, Ruiz l. 1997. Determinación del sexo en el esqueleto postcraneal. Estudio de una población mediterránea actual. Archivo Español de Morfología 2:7-17. Aufderheide A, Rodríguez Martín C. 1998. The Cambridge encyclopedia of human paleopathology. Cambridge: Cambridge University Press. Brothwell DR. 1987. Desenterrando huesos. México: Fondo de Cultura Económica. Campillo D. 2001. Introducción a la paleopatología. Barcelona: Ediciones Bellaterra. 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